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Universidad Simón Bolívar

Sede del Litoral


FCG-114 Prensa y Opinión
Profesora: Franci Andrade

¿EN VENEZUELA EXISTE LA CENSURA O LA AUTOCENSURA?


Autora: Marialejandra, Arevalo

Las manifestaciones de la censura y autocensura sobre los periodistas y los medios de


comunicación en Venezuela, son afectados con regularidad en su independencia, la diversidad y la
calidad informativa.
La censura es considerada como la supresión de material de comunicación, que puede ser
considerado ofensivo o innecesario para el gobierno o los medios de comunicación, según lo
determinado por el censor. Los periodistas y trabajadores de los medios de comunicación son parte
de los conflictos sociopolíticos de Venezuela. La labor de muchos periodistas y medios de
comunicación han reportado que se han tenido que someter a “chantajes” para modificar una
información en el que ellos han estado trabajando, esto implica un cambio en el lenguaje empleado,
para modificar connotaciones que pueden causar molestias o generar otras repercusiones, con la
finalidad de no incomodar a las fuerzas que tienen poder, y si no seden ante las amenazas, ha
ocurrido que han llegado a cerrar medios de comunicación.
La autocensura consiste en que la persona no manifiesta su verdadera opinión, por miedo a
las consecuencias o consiste en renunciar a la libertar de informar por temor a las sanciones. Este
tipo de panorama conduce a un escenario propicio para la omisión de información, por lo que los
periodistas y trabajadores de los medios ceden ante órdenes e intimidaciones, ante estas
adversidades, la negativa para informar predomina en las decisiones personales de los reporteros al
momento de informar.
En una sociedad democrática, el fenómeno de la autocensura, debe significar un síntoma
que hay que atender, debido a que es un indicador de excesivo control y permanente órdenes de
silencio. Es el nivel más avanzado en el que opera la censura. Un rango en el que se percibe el
miedo y se cohíbe la voluntad de informar, porque las decisiones para declinar en las funciones
informativas se toman como la decisión más lógica y natural. La inhibición se vuelve costumbre, y
con ella se va desvaneciendo el rol del periodista, como voz de la denuncia, por el poder que posee
un grupo mínimo de ciudadanos.
Se ha afectado la posibilidad de buscar, recibir y difundir información sin ningún tipo de
restricciones a través de Internet, se ha restringido el acceso a contenidos en plataformas digitales, y
muchos usuarios han presentado limitaciones para el acceso a internet.
Desde noviembre de 2017, por orden del gobierno nacional, fueron bloqueados 523 portales
digitales por difundir información de interés público, el gobierno de manera discrecional calificó
como hecho ilícito, irrespetando los estándares nacionales e internacionales de libertad informativa.
Los mensajes publicados en los medios deben diseñarse con precaución y ser siempre un
acto de responsabilidad de todos los involucrados. Aunque parezca que el Estado ha cercenado de
forma arbitraria la libertad de expresión y en momentos ha restringido este derecho para preservar
un supuesto orden público, es ahora más imperante analizar la censura desde el punto de vista del
comunicador y describir de forma más precisa el contexto local desde los casos de censura
manifiesta.

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