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Los tres principales enfoques del narcisismo normal y patológico parten de la teoría de
Freud basados en el concepto mental tripartita, este capítulo busca describir el narcisismo
a partir de distintos puntos de vista partiendo por el Kleiniano posteriormente el
postulado de Kohut pasando al enfoque de la psicología del yo junto con los aspectos
generales.
El cual está basado en la teoría de las relaciones objetales, y está representado por el
autor Rosenfeld, en donde detalla las características estructurales de las personalidades
narcisistas y sus desarrollos de transferencia en el curso de psicoanálisis.
Rosenfeld vincula el predominio del narcisismo destructivo a una envidia más violenta que
aparece como un deseo de destruir al objeto, como representante de la fuente de vida en
la transferencia. En algunos pacientes el predominio del narcisismo destructivo los
impulsa a desprenderse de su preocupación y su amor por los objetos, llevando así a que
el paciente quiera aprender del psicoanalista con propósitos defensivos.
1-El más arcaico que es una transferencia de fusión en la que la amplitud del sí mismo
grandioso envuelve al analista, representa una resurrección de una etapa temprana de
identidad primaria del sí mismo y del objeto.
2- Menos arcaico que es una transferencia del alter yo o de gemelo, muestra la suposición
del paciente de que el analista es igual o similar a él.
3- Aún menos arcaica que es la transferencia de reflejo, en este caso el paciente siente al
analista separado pero significante sólo al grado en que es necesario al sí mismo
grandioso reactivado para sus propios propósitos.
Así el paciente vive esta relación transferencial cuyo objeto idealizado es el terapeuta, irá
interiorizando dicha representación mediante el proceso que llamó “internalización
transmutativa” del objeto idealizado. El psicoanalista ha de ser muy empático, focalizando
en la comprensión de las necesidades y frustraciones narcisistas del paciente. No ha de
centrarse tanto en los conflictos consiguientes al fracaso de la satisfacción de esas
necesidades sino en ellas mismas. Así terapeuta y paciente van viendo en donde el
analista ha fallado y le ha hecho desencadenar las reacciones infantiles relacionadas con
fracasos del pasado. Kohut insiste en un cambio de actitud y no en el cambio de la
técnica: se trata de ser mucho más empático en contraste con la idea de neutralidad
objetiva como marca el psicoanálisis propiamente dicho, y de centrarse en las debilidades
del yo presente y no en los impulsos y conflictos estructurales pasados que ya no existen.
Tercer enfoque El enfoque de la psicología del yo sobre las relaciones objetales
En este caso difiere del punto de vista psicoanalítico tradicional que nace de Freud, en
donde existe una libido narcisista y la objetar, que empiezan juntas y luego evolucionan
por separado, en donde la agresión en las personalidades narcisistas es secundaria a sus
lesiones narcisistas, para Kemberg el desarrollo del narcisismo normal y patológico
siempre implica la relación de las representaciones del sí mismo, con las objetales y con
los objetos externos; así como conflictos de la libido y la agresión.
El concepto del sí mismo que propone es bastante cercano al original de Freud del Ich (yo)
y el ego, permanece relacionado con, y dependiente del inconsciente dinámico como una
corriente que influye en el funcionamiento psíquico.
Kemberg propone para entender al sí mismo como una suma total de representaciones
integradas del sí mismo de todas las etapas del desarrollo que otorga organización y
estructura, la importancia de diferenciar el sí mismo normal y patológico (grandioso) del
narcisismo y del sí mismo disociado, trata al concepto del sí mismo como una entidad
netamente psicológica.
1-el trastorno psicótico está relacionado con falta de representaciones objetales y del sí
mismo diferenciadas y con un consecuente empañamiento no solo de los límites entre las
representaciones del sí mismo y de los objetos, sino de los límites del yo igualmente. La
pérdida de la prueba de realidad es una característica en la psicosis
3- El narcisismo normal refleja la carga libidinal del sí mismo que integra aspectos
agresivos y para lograr la capacidad de amor normal requiere de la integración de amor y
odio.
Aspectos Clínicos
Narcisismo Adulto Normal: Existe si la autoestima está controlada por el sí mismo normal
con representaciones objetales normales o totales interiorizadas, individualizado,
ensimismado en una gratificación en base a las necesidades del instinto de la relaciones
objetales.
Narcisismo Infantil Normal: Tiene una estructura del sí mismo normal excesivamente
infantil, relaciones objetales normales. Su importancia recae en la fijación o regresión a
objetivos infantiles narcisistas rasgo importante en patología del carácter.
-Narcisismo Primario por Freud (1914): Aquí el sí mismo del paciente se identifica con un
objeto donde una representación del sí mismo infantil del paciente se proyecta sobre este
objeto, se produce un intercambio de manera inconsciente.
Al nivel más alto de pacientes narcisistas encontramos pacientes con síntomas neuróticos,
buena adaptación superficial, y se dan muy poco cuenta de cualquier enfermedad
emocional a menos que sean síntomas narcisistas como reconocimiento del éxito o vacío y
aburrimiento, pocos de estos pacientes van a terapia y con el paso del tiempo al envejecer
tienden a consultar con agravaciones en sus cuadros pero paradójicamente mejora el
pronóstico de tratamiento al ser mayores.
En el nivel más grave de la psicopatología narcisista presentan rasgos límites abiertos, son
pacientes con falta de control de impulsos y tolerancia, agresivos, se recomienda un
enfoque de apoyo para estos pacientes.
Se puede explorar el grado que ha sido integrado la agresión en el si mismo grandioso
patologico, tambien existe la posibilidad que pueda estar reprimido o disociado. Existe
una secuencia la cual parte de la disociación o escisión primitiva de las relaciones
objetales. Sigue con la condensación de las relaciones objetales primitivas agresivas hasta
la canalización de la agresión en una estructura narcisista. Esta secuencia la encontramos
en las personalidades narcisistas cada una direccionando a características clínicas
diferentes.
No todos los narcisistas tienen un sí mismo grandioso agresivo, muchos funcionan con
defensas que condensan la agresión y las pulsiones sexuales al tener estructuras de
funcionamiento narcisistas más altas o neuróticas.