Está en la página 1de 4

EL VALOR DEL TRABAJO

Propósito: Enseñar al pueblo el valor del trabajo y lo honroso de este para la vida del creyente.

Texto Base: Eclesiastés 9:10 “Todo lo que te viniere a la mano para hacer, hazlo según tus fuerzas; porque en el Seol,
adonde vas, no hay obra, ni trabajo, ni ciencia, ni sabiduría.

El origen del trabajo está descrito en el libro de Génesis. En su primer capítulo, Dios se muestra como el primer trabajador,
ocupado con la creación del mundo (Génesis 1:1-15). La Biblia dice que Dios trabajó por seis días y descansó el séptimo
día. Dios fue el primer ser en trabajar sobre la tierra; por lo tanto, el trabajo legítimo refleja una actividad de Dios.
Considerando que Dios es naturalmente bueno, el trabajo también es naturalmente bueno (Salmo 25: 8;).

La primera tarea que Dios le asigno al hombre fue el trabajo (Gn.1:26), porque por medio de él, el hombre se desarrolla,
fortalece las virtudes de laboriosidad, puntualidad e innovación. Es el trabajo el eje principal del progreso personal, de la
humanidad y las organizaciones. El trabajo dignifica al hombre y trae consigo recompensa. (Sl.128:2-3)

¿Cuál debería ser la actitud del cristiano hacia el trabajo?


Rompa los paradigmas: es muy posible que durante el desarrollo de su vida haya escuchado decir frases como estas: El
trabajo es un castigo, nadie debería trabajar, tanto trabajar y no tengo nada, el trabajo se hizo solo para los hombres. Pero
la Biblia nos enseña que debemos transformar nuestra mente (Rom.12:2) y sustituir esos mensajes erróneos que están
anclados en nuestra mente por la palabra de Dios, es por ello que nuestra actitud hacia el trabajo debe ser positiva y de
bienestar.
1. Por cuanto Dios nos da ejemplo, el fruto del trabajo es bueno. Gen 1:31
2. Dios nos pide que seamos esforzados y no perezosos (Josué 1:9 / Pr.13:4)
3. No existe tiempo malo en cuestión de trabajo, no depende de política ni de las condiciones económicas del país,
depende de usted, la palabra de Dios nos recomienda que echemos mano a lo que tengamos en alcance, aunque
muchas veces esto no corresponda al desempeño de una carrera universitaria u oficio aprendido. (Ecl.9:10)
4. Todo trabajo que ejecutemos hagámoslo con amor como si fuera para el Señor. (Col.3:23:24)
5. Dios ordena que debemos trabajar, (2Tes.3:10)
6. Toda labor que hagamos debe ser con honestidad y responsabilidad: sin mentir, sin robar, sin menguar en el tiempo.
(Ex.20:15-16 / Ef. 4:22-28 / Mt.5:37)
7. La Biblia enseña que la mujer puede trabajar y proveer para su casa.(Rut 2:2-3 / Pr.31: 13:24)
8. No porque usted sea cristiano o haya recibido un llamado de Dios debe dejar de trabajar, La escritura nos demanda
que debemos proveer para nuestra familia (1 Tim.5:8) y nos muestra como los siervos de Dios se ocupaban en
labores seculares, Jacob era pastor de ovejas, Lucas era médico y Pablo fabricaba tiendas o carpas (Gn. 29 /Col.4:14
/ Hch.18:1-3)
 Como cristianos debemos amonestar a los ociosos, animarles a trabajar enseñándoles sus beneficios. (1Ts.5:14)

En toda relación de trabajo existe un empleado y un empleador, en cualquiera del puesto que le toque ejercer sea justo y
bueno. (Ef.6:5-9)

Como Padres deben enseñarles a los hijos el valor del trabajo, esto les prepara para su vida futura, inícienlos con pequeñas
actividades dentro del hogar, esto les permitirá desarrollar el hábito del orden, la responsabilidad consigo mismos y el aporte
familiar, el ahorro y la administración del tiempo, de modo que al llegar el momento de ejercer un trabajo formal estén
dispuestos y disciplinados para ejercer la tarea sin pretextos ni holgazanería.

Conclusión: el trabajo fue una labor diseñada por Dios para dignifica al hombre, a la familia y a la Patria. Es el medio perfecto
para mantenernos y sostener a los nuestros, nos anima y prospera. Ten presente que una mente ociosa es un taller para el
diablo así que siempre que te pregunten si puedes hacer un trabajo, contesta que sí y ponte enseguida a aprender cómo se
hace.
Citas bíblicas utilizadas
Sal 25:8 Bueno y recto es Jehová; Por tanto, él enseñará a los pecadores el camino.

Gén 1:16 E hizo Dios las dos grandes lumbreras; la lumbrera mayor para que señorease en el día, y la
lumbrera menor para que señorease en la noche; hizo también las estrellas.

Sal 128:2 Cuando comieres el trabajo de tus manos, Bienaventurado serás, y te irá bien. (3) Tu mujer
será como vid que lleva fruto a los lados de tu casa; tus hijos como plantas de olivo alrededor de tu mesa.

Rom 12:2 No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro
entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta.

Gén 1:31 Y vio Dios todo lo que había hecho, y he aquí que era bueno en gran manera. Y fue la tarde y
la mañana el día sexto.

Jos 1:9 Mira que te mando que te esfuerces y seas valiente; no temas ni desmayes, porque Jehová tu
Dios estará contigo en dondequiera que vayas.

Pro 13:4 El alma del perezoso desea, y nada alcanza; más el alma de los diligentes será prosperada.

Ecl 9:10 Todo lo que te viniere a la mano para hacer, hazlo según tus fuerzas; porque en el Seol, adonde
vas, no hay obra, ni trabajo, ni ciencia, ni sabiduría.

Col 3:23 Y todo lo que hagáis, hacedlo de corazón, como para el Señor y no para los hombres; (24)
sabiendo que del Señor recibiréis la recompensa de la herencia, porque a Cristo el Señor servís.

2Ts 3:10 Porque también cuando estábamos con vosotros, os ordenábamos esto: Si alguno no quiere
trabajar, tampoco coma.

Exo 20:15 No hurtarás. (no robar). (16) No hablarás contra tu prójimo falso testimonio. (No mentir)

Efe 4:22 En cuanto a la pasada manera de vivir, despojaos del viejo hombre, que está viciado conforme
a los deseos engañosos, (23) y renovaos en el espíritu de vuestra mente, (24) y vestíos del nuevo hombre,
creado según Dios en la justicia y santidad de la verdad. (25) Por lo cual, desechando la mentira, hablad
verdad cada uno con su prójimo; porque somos miembros los unos de los otros. (26) Airaos, pero no
pequéis; no se ponga el sol sobre vuestro enojo, (27) ni deis lugar al diablo. (28) El que hurtaba, no hurte
más, sino trabaje, haciendo con sus manos lo que es bueno, para que tenga qué compartir con el que
padece necesidad.

Mat 5:37 Pero sea vuestro hablar: Sí, sí; no, no; porque lo que es más de esto, de mal procede.

Rut 2:2 Y Rut la moabita dijo a Noemí: Te ruego que me dejes ir al campo, y recogeré espigas en pos de
aquel a cuyos ojos hallare gracia. Y ella le respondió: Vé, hija mía. (3) Fue, pues, y llegando, espigó en
el campo en pos de los segadores; y aconteció que aquella parte del campo era de Booz, el cual era de la
familia de Elimelec.

Pro 31:13 Busca lana y lino, Y con voluntad trabaja con sus manos. (14) Es como nave de mercader;
Trae su pan de lejos. (15) Se levanta aun de noche, y da comida a su familia, y ración a sus criadas. (16)
Considera la heredad, y la compra, y planta viña del fruto de sus manos. (17) Ciñe de fuerza sus lomos,
y esfuerza sus brazos. (18) Ve que van bien sus negocios; su lámpara no se apaga de noche. (19) Aplica
su mano al huso, y sus manos a la rueca. (20) Alarga su mano al pobre, y extiende sus manos al
menesteroso. (21) No tiene temor de la nieve por su familia, porque toda su familia está vestida de ropas
dobles. (22) Ella se hace tapices; de lino fino y púrpura es su vestido. (23) Su marido es conocido en las
puertas, cuando se sienta con los ancianos de la tierra. (24) Hace telas, y vende, y da cintas al mercader.

1Ti 5:8 porque si alguno no provee para los suyos, y mayormente para los de su casa, ha negado la fe,
y es peor que un incrédulo.

Col 4:14 Os saluda Lucas el médico amado, y Demás.

Hch 18:1 Después de estas cosas, Pablo salió de Atenas y fue a Corinto. (2) Y halló a un judío llamado
Aquila, natural del Ponto, recién venido de Italia con Priscila su mujer, por cuanto Claudio había mandado
que todos los judíos saliesen de Roma. Fue a ellos, (3) y como era del mismo oficio, se quedó con ellos,
y trabajaban juntos, pues el oficio de ellos era hacer tiendas.

1Ts 5:14 También os rogamos, hermanos, que amonestéis a los ociosos, que alentéis a los de poco
ánimo, que sostengáis a los débiles, que seáis pacientes para con todos. (5) Siervos, obedeced a
vuestros amos terrenales con temor y temblor, con sencillez de vuestro corazón, como a Cristo; (6) no
sirviendo al ojo, como los que quieren agradar a los hombres, sino como siervos de Cristo, de corazón
haciendo la voluntad de Dios; (7) sirviendo de buena voluntad, como al Señor y no a los hombres, (8)
sabiendo que el bien que cada uno hiciere, ése recibirá del Señor, sea siervo o sea libre. (9) Y vosotros,
amos, haced con ellos lo mismo, dejando las amenazas, sabiendo que el Señor de ellos y vuestro está
en los cielos, y que para él no hay acepción de personas.

También podría gustarte