A:A:V:V:La transformacion del esclavismo al feudalismo. Akal .Madrid. 1980. En el mundo romano de los primeros siglos el esclavo estaba en todas partes: en los campos, en el comercio, en el taller, en el despacho. Por otra parte, la mano de obra servil no tuvo el monopolio de ninguna actividad. Pero nos es menos cierto que, ni la vida material de las sociedades grecorromanas ni su misma civilización podrían concebirse sin la ayuda de este trabajo forzado. Los germanos también tuvieron sus esclavos domésticos o trabajadores del campo. La gran fuente de la esclavitud siempre había sido la guerra. Los grandes desordenes ocurridos en Europa llevaban a un aumento del trafico. La pobreza de las poblaciones conducía a lo mismo. A pesar de las leyes romanas los padres vendían a sus hijos. Al principio de la Edad Media la mercancía humana volvía a ser abundante y de un precio accesible. El comercio siguió siendo muy activo durante la época de los reinos bárbaros y hasta los carolingios. Los grandes negociantes judíos tomaron en esto parte importante, aunque no eran los únicos en practicarlo. Sin embargo desde el siglo IX la esclavitud estaba lejos de ocupar en las sociedades europeas una plaza comparable a la que anteriormente había ocupado. Dos métodos se ofrecían al amo deseoso de sacar partido de la fuerza de trabajo. El más simple consistía en mantener al hombre como si fuera un animal domestico. Pero el esclavo también podía establecerse por su propia cuenta; en este caso, el amo se veía desprendido de la carga de su manutención. Será este segundo método el que se difunda mas y más durante los últimos siglos del Imperio. También en la industria se habían mezclado estos dos procedimientos. Los ricos que poseían grandes manadas de esclavos, siempre habían reclutado en sus filas obreros domésticos. Este uso todavía persistía en el siglo IX. Esto podía ser creando amplios talleres, en los que el propietario del utillaje mantenía a los esclavos bajo sus ordenes. Estos establecimientos declinaron a partir el siglo III y no abastecerían mas que al propio dominio, mientras que los talleres imperiales solo trabajarían para el estado. Pero fue sobre todo en la agricultura donde la transformación se revelo mas profunda.. El personal servil era allí muy reducido. A su lado, al principio de la era cristiana, inmensos dominios eran cultivados por verdaderos ejércitos de esclavos. Hacia finales del imperio este sistema, por lo general, se abandono. Los grandes propietarios los dividían en multitud de pequeñas granjas cuyos ocupantes debían pagar una renta por su disfrute. El tipo de esclavo - terrazguero no era completamente nuevo, pero su generalización era un hecho nuevo. División en lotes del latifundium, declive de las manufacturas serviles significan el triunfo de la pequeña sobre la gran empresa.. Seria, por otra parte, inexacto hablar de aniquilamiento de la gran empresa rural. La creación de pequeñas parcelas había reducido considerablemente la extensión de la explotación directa. El amo no había dejado de alimentare, alojar y vestir a los esclavos que continuamente le servían y ayudaban en las tareas del campo. Pero eran cada vez menos necesarios para esta ultimas; fue a los terrazgueros, cuyas tierras estaban bajo la dependencia del dominio principal, a quienes se les exigiría en lo sucesivo, bajo la forma de servicios obligatorios, la mayor parte del trabajo preciso para su prosperidad: una parte de estos serian pequeños propietarios antiguamente habituados a vivir bajo la dependencia de un gran propietario; otros serian aquellos que habían ocupado los nuevos lotes hacia poco tiempo. Entre estos terrazgueros de reciente creación había muchos esclavos. La tierra que el amo les cedía era como el salario del que debían vivir. El esclavo era mal trabajador, su rendimiento se estimaba muy bajo en todas partes. Hacia comienzos de la era cristiana las guerras victoriosas de Roma proporcionaron grandes equipos de esclavos. Pero pronto se hizo difícil su reclutamiento. Su valor se acrecentó. Fue entonces cuando se camino hacia el régimen de la tenencia. El destino del esclavo así establecido sobre una pequeña explotación cuyo gobierno le estaba confiado, no entregaba al amo mas que una parte de laos productos obtenidos con su trabajo; no le entregaba mas que una parte de su tiempo, aunque las corveas eran ilimitadas en teoría. Sin embargo. En la practica el amo se veía obligado a dejar al corveable el tiempo libre necesario para trabajar la tenencia. Como tenia que vivir y pagar sus rentas, se imponía que las corveas no ocuparan toda su jornada. Pero entre los esclavos casati, es decir, proveídos de una casa y las tierras circundantes a ella y los que habían llegado a esta situación, el derecho carolingio marca una distinción. Los primeros eran considerados como bienes inmuebles, los segundos como bienes muebles. En los dominios señoriales de la Galia franca y de Italia, la mayor parte del suelo que estaba en manos de las pequeñas explotaciones campesinas dependientes del dominio central estaban ocupadas por tenencias indivisibles, a las que se llamaban mansos. Había diversas categorías: El status personal del ocupante, según que este fuera de condición libre o servil, el manso, se llamaba servil o ingenuo. Los hombres libres que explotaban los mansos, originalmente creados para esclavos eran, en su mayor parte, los herederos directos de los primeros detentadores, pues, en un momento dado, la familia habría recibido la libertad. Entre los colonos de los mansos ingenuos se habían introducido, al lado de los esclavos, aun sujetos a su servidumbre, descendientes de esclavos en adelante libertos. Ahora bien, las manumisiones habían sido muy numerosas en la época de los reinos bárbaros y se habían dado a grupos muy amplios II En el umbral de la Edad Media, el cristianismo occidental había fijado sus posiciones respecto a la esclavitud. Que la esclavitud fuera contraria a la ley divina nade lo dudaba. Desde luego es cierto que no atacaba a la institución de la esclavitud en sus raíces. Tomándolo al pie de la letra, todo el edificio social se desplomaba. Puesto que la vida presente no era sino lugar transitorio de paso y malo por definición. Tratar de reformar a fondo el orden social establecido con la esperanza de conseguir un bienestar en si mismo imposible, no seria mas que una perdida de tiempo. Por eso, la legitimidad de la esclavitud era reconocida. Los miembros del clero, a titulo individual, y la misma iglesia , en tanto que institución, convertida en una importante propietaria, poseían esclavos en gran cantidad. La misma existencia de importantes masas de esclavos originaba para la iglesia un problema delicado.¿ Se les debía admitir en el sacerdocio?¿ Cómo un hombre al que la ley colocaba bajo la dominación absoluta de su amo podía conservar la independencia necesaria ante los que celebraban los sacramentos? La manumisión bastaba para suprimir este impedimento. "Tu eres un hombre " y " tu eres un cristiano". La máxima de San Pablo, después de todo, era un arma de doble filo: se dirigía tanto a los amos como a los esclavos. Más importante fue el hecho de reconocer la validez religiosa de los matrimonios contraidos entre esclavos. Por otro lado, la legislación eclesiástica consolidaba las familias organizadas que multiplicaban sobre los grandes dominios las necesidades de la vida ordinaria. La manumisión pasa al rango de obra pía. La libertad constituía para el amo no solo un deber imperioso, sino que trabajaba por su salvación. Todos sabemos que esta fraseología jamas debe tomarse al pie de la letra. Dos cánones de concilio prohibían al obispo, si no indemniza a su propia iglesia, ante todo con sus propios bienes, la manumisión de esclavos, y al abad otorgar la libertad a aquellas que habían sido dados a sus monjes. Las manumisiones constituían operaciones que las circunstancias económicas del momento habían demostrado no ser peligrosas, para dejar al descubierto solo sus ventajas. Las diferentes modalidades de manumisión se agrupan en dos grandes categorías: Con o sin obediencia. Podía suceder que el amo , haciendo de su esclavo un hombre libre, le librara para siempre de toda obligación hacia el. En Roma, no solamente la descendencia del liberto debía esperar a que pasaran dos generaciones, sino que la costumbre del patronato le mantenía en la dependencia del autor de la manumisión, y la de la de sus sucesores. En un gran numero de naciones germanas el esclavo, libre de la servidumbre, no entraba a formar parte al mismo nivel del pueblo, para desprenderse ese status necesitaba de una nueva manumisión. La absoluta dependencia frecuentemente resultaba ser un riesgo mas que una ventaja.. El interés de los libertos como el de dueños de esclavos contribuía a generalizar la manumisión con obediencia, con carácter hereditario. El obsequim no consistía solamente en un deber general de sujeción. Ordinariamente comportaba cargas muy precisas. Tradicionalmente, los libertos del derecho franco, " los liles" entregaban a su señor un impuesto anual( en especie o en dinero) En la sociedad, en tantos puntos anárquica, de estos primeros siglos de la Edad Media, los lazos de sujeción personal tuvieron una gran importancia. Agrupar alrededor de sí un gran numero de dependiente daba poderío y prestigio.. Los constantes disturbios, la ruptura de los antiguos grupos consanguíneos, la ya sensible debilidad de los poderes públicos, habían desarrollado dentro de las sociedades nacidas de las invasiones, las relaciones de dependencia personal. La desaparición definitiva del Estado a partir del siglo IX, hizo de ellas, al lado de las relaciones familiares, el único cimiento social que importó. Así, entre los lazos humanos de origen múltiple es habitual distinguir dos categorías: unos, los que el hombre anudaba voluntariamente, en principio y que no puede romper mientras viva ( el vasallaje en las clases altas); otros , las habían encontrado anudados ya en el vientre de su madre y de los cuales no podían desligarse hasta su muerte. En todas las regiones hubo siempre campesinos que disfrutando las tierras del señor, no estaban sujetos mas que en razón de estas circunstancias- posesión, residencia- que en nada hacían referencia a su persona; si ellos abandonaban la tenencia, la sujecion se rompía totalmente. Estos eran tenidos por libres. En el caso de los descendientes de libertos, sus padres habían sido dotados de una libertad condicionada a la obediencia: como la sumisión así aceptada era hereditaria, llegaría un día en que sus hijos dejarían de pertenecer a los hombres libres. Por lo que se refiere a los esclavos terrazgueros; la desaparición de los caracteres jurídicos de la esclavitud no era sino la consecuencia casi inevitable de su situación de hecho que los situaba bastante lejos del esclavo. Esta extensión de la noción y de la palabra servidumbre a todas las dependencias que pesaban sobre el hombre desde su nacimiento se hizo en virtud de esto. No es que las cargas especificas del siervo se remontaran al status de los esclavos, sino que fueron sacadas, mas tarde de los libertos " con obediencia". Fue la misma herencia la que sugirió las analogías. Ante todo se era siervo de un señor, se era también un siervo a secas. Es decir miembro de una clase situada en lo mas bajo de la escala de los valores humanos. Con todo, el siervo, aunque menospreciado y en situación de estrecha dependencia, no era un esclavo. Podía poseer la tierra a titulo de tenencia, o incluso en plena propiedad, darla, venderla y, bajo ciertas condiciones, heredarla; puesto que servia en la hueste y se sentaba en los tribunales. Su fuerza de trabajo no pertenecía a su amo. Los siervos debían, sin duda, a sus señores una amplia parte de su tiempo; pero se entregaba mas frecuentemente a titulo de colono que a titulo de siervo. Ahora bien, semejantes cargas eran muy raras: en Francia, el corveable, el siervo, era un obrero al que solo se le veía llegar algunos días, para volver tan pronto como terminara su tarea. Puede decirse, muy generalmente, que si en Europa occidental todavía existían esclavo en el siglo XI y XII, estos eran extranjeros en su mayoría. La novedad en la Edad Media fue que la noción de extranjero tomo un tinte diferente, es decir, religioso.; y englobando a inmensas masas humanas, una nueva ciudad había nacido, la cristiandad. Su influencia chocaba con la vieja tradición de las razzias y con el espíritu de lucro. La mayor parte de los esclavos llegaban a través de vías terrestres de los confines orientales de Alemania. Mas alla comenzaba el mundo de los pueblos de lengua eslava. Dos estados indígenas se habían formado desde el siglo X, amplios, relativamente bien organizados y, además, cristianos: Bohemia y Polonia. Fuera de estos subsistían amplios espacios que estaban ocupados por una polvareda de tribus paganas y que continuamente estaban en guerra entre ellas y, sobre todo, con los cristianos. Era un admirable depósito de esclavos. Sin duda, esta mercancía resultaba cara, pues había que traerla de muy lejos; y la misma escasez de mano servil había deshabituado su empleo. En el siglo X y menos en el siglo XI, muchos de ellos eran exportados a la España musulmana. Otra, muy probablemente, eran vendidos en el levante entre los esclavos que Venecia embarcaba en sus navíos para Bizancio y sin duda para Egipto. Así, Europa occidental o Central , en su conjunto, nunca ha estado, durante la Alta Edad Media, sin esclavos. Pero estos se encontraban en pequeño numero. Regiones enteras , como Francia, prácticamente la ignoraban. Y allí donde eran relativamente abundantes, las manumisiones venían a aminorar rápidamente sus filas. La esclavitud facilitaba a las gentes acomodadas satisfacer las necesidades de mano de obra domestica, a veces, de taller. No contaban mucho como fuerza productiva.
Zacarías Moutoukias - NUEVA HISTORIA ARGENTINA. TOMO 2. LA SOCIEDAD COLONIAL - Capítulo 09. Gobierno y Sociedad en El Tucumán y El Río de La Plata, 1550-1800
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