Está en la página 1de 34

Martes – 4ta S. de Pascua.

Año Impar Ciclo B (Hech 11, 19-26; Jn 10, 22-30)

INVOCACION DEL ESPIRITU SANTO

✞ ✞ ✞ Padre, en Tus manos abandono mi vida y todo mi ser, para que me vacíes de todos
los pensamientos, palabras, obras, deseos e imágenes que me separan de Ti.
Calma mi sed y sacia mi hambre, lléname de Ti. Con humildad te entrego mi intención
de consentir tu Presencia y acción en mí, sáname, transfórmame, hazme de nuevo.
Ahora mismo anhelo y te pido a nombre de tu Hijo Jesús que me des al Espíritu Santo;
pues ya dispuesta mi alma, por tu gracia y misericordia; espera la luz que abra mi
mente y mi corazón para escucharte y ahí en mi meditación dejarme encontrar,
sorprender, seducir, tocar, y guiar por Ti.
Dime lo que quieres de mi para hacer Tu voluntad y no la mía. Dame el don de la
contemplación y la gracia para ver, aceptar y perseverar sin apegos, en este camino
hacia la Gloria.

✞ ✞ ✞ Señor Jesús, que tu Espíritu, nos ayude a leer las Sagradas Escrituras en el mismo
modo con el cual Tú la has leído a los discípulos en el camino de Emaús.
Con la luz de la Palabra, escrita en la Biblia, Tú les ayudaste a descubrir la presencia de
Dios en los acontecimientos dolorosos de tu condena y muerte. Así, la cruz, que parecía
ser el final de toda esperanza, apareció para ellos como fuente de vida y resurrección.
Crea en nosotros el silencio para escuchar tu voz en la Creación y en la Escritura, en los
acontecimientos y en las personas, sobre todo en los pobres y en los que sufren.

Tu palabra nos oriente a fin de que también nosotros, como los discípulos de Emaús,
podamos experimentar la fuerza de tu resurrección y testimoniar a los otros que Tú
estás vivo en medio de nosotros como fuente de fraternidad, de justicia y de paz. Te lo
pedimos a Ti, Jesús, Hijo de María, que nos has revelado al Padre y enviado tu Espíritu.
Amén

✞✞✞
Jesús, enséñame a gustar la infinitud del Padre. Háblame, Señor Jesús, acerca del
Padre. Hazme niño para hablarme de él como los padres de la tierra conversan con sus
pequeños; hazme amigo tuyo para hablarme de él como hablabas con Lázaro en la
intimidad de Betania; hazme apóstol de tu palabra para decirme de él lo que
conversabas con Juan; recógeme junto a tu Madre como recogiste junto a ella a los doce
en el Cenáculo..., lleno de esperanza para que el Espíritu que prometiste me hable
todavía de él y me enseñe a hablar de él a mis hermanos con la sencillez de la paloma y
el resplandor de la llama (G. CANOVAI, Suscipe Domine).
“JESÚS: TE PIDO LA GRACIA DE CREER EN TÍ”
 «Jerusalén. Se celebra la conmemoración de la dedicación del templo»

 «Jesús en el pórtico de Salomón. Los judíos le dijeron: - ¿Hasta cuándo


vas a tenernos en vilo? Si eres el Cristo, dínoslo claramente de una
vez».
 «Jesús responde: Os lo he dicho con toda claridad, sin embargo, no me
creéis porque no pertenecéis a las ovejas de mi rebaño».
 «Mis ovejas escuchan mi voz; yo las conozco y ellas me siguen. Les doy
vida eterna y no perecerán para siempre; nadie puede
arrebatármelas».

1 RITOS INICIALES
✞ ✞ ✞ Antífona de entrada Ap 19, 7. 16

Alegrémonos y gocemos y démosle gracias, porque reina el Señor, nuestro Dios, dueño
de todo. Aleluya.

Nos reunimos en el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
✞ ✞ ✞ Saludo al altar y pueblo congregado

Misa de Feria: Martes de la IV semana de Pascua, feria. 27 de Abril 2021


• La gracia del Señor Jesucristo, el amor de Dios y la comunión del Espíritu Santo esté
siempre con nosotros.
✞ ✞ ✞ Oración preparatoria (para ponerme en presencia de Dios)

• Señor, te doy gracias por el don de mi vida. Gracias por haberme hecho hijo tuyo.
Gracias por todos los dones que día a día me das. Perdona las veces que no he
correspondido a tu amor. Ayúdame a amarte cada vez más y más. Te pido aumentes mi
fe, mi esperanza y mi caridad. Inflama mi corazón de un celo ardiente por la salvación
de las almas y por la extensión de tu Reino.
• Aquí estoy, Señor, nuevamente para compartir contigo, para conocerte más y dejarme
iluminar por tu Palabra. Te pido que me ayudes a acercarme con humildad,
reconociendo mis debilidades, consciente de que no siempre respondo a tu llamada pero
con la disposición de cambiar, de crecer y seguir tu voz de ahora en adelante.

✞ ✞ ✞ Introducción por el Celebrante.

Un nuevo enfoque misionero. (Hch 11,19-26; Jn 10,22-30)


Los cristianos de Antioquía -que fueron los primeros en llamarse “cristianos” como
discípulos de Jesús, eran de dos clases: los griego-parlantes de origen judío y los de
origen pagano. Los primeros habían huido a Antioquía cuando la iglesia de Jerusalén era
perseguida. Comunicaban su fe a sus compañeros judíos. Pero seguramente habían
hablado también de su fe en Cristo a algunas personas de raíces paganas, que
aceptaron a Cristo, no ya como el Mesías prometido, sino como el Señor de todos, sin
distinción. Esto puso a la Iglesia en un dilema: ¿Serían estos cristianos marginados,
seguidores de Cristo de segunda clase? Bernabé, lleno del Espíritu Santo, reconoció
cómo la gracia de Dios obraba en ellos. Donde la Iglesia oficial de Jerusalén duda,
Bernabé interpreta los signos de los tiempos. Para él es voluntad de Dios que estas
personas acepten a Cristo como a su Señor y Salvador. Confronta con audacia el
problema misionero, y lo resuelve localmente, y no teme abrir nuevos caminos.

✞ ✞ ✞ Acto penitencial

El Señor Jesús, que nos invita a la mesa de la Palabra y de la Eucaristía, nos llama ahora
a la conversión. Reconozcamos nuestra indignidad, debilidad, y nuestros pecados e
invoquemos con esperanza la misericordia de Dios.
Jesucristo, el justo, intercede y nos reconcilia con el Padre. Abramos, pues, nuestro
espíritu al arrepentimiento. … Un poco de silencio…
• Perdón Señor porque frente a tu generoso amor, vuelvo a caer en mis debilidades,
pecados y faltas; con sincero arrepentimiento me comprometo a no caer más, a
cooperar con la Gracia que bondadosamente me entregas para ser cada día más santo,
cada día más fiel a tu amor, te pido que me fortalezcas constantemente para poder
mantenerme siempre en tu camino.
¡Señor, ten piedad! ¡Cristo, ten piedad! ¡Señor, ten piedad!

✞ ✞ ✞ Oración Colecta:

Al celebrar el misterio de la resurrección del Señor, te pedimos, Dios todopoderoso, que


merezcamos recibir la alegría de nuestra redención. Por nuestro Señor Jesucristo.
Señor Dios, Padre nuestro: El Espíritu Santo nos llama, como llamó a tú Hijo, a
abandonar nuestro viejo yo y nuestro viejo mundo para estar libres para una nueva vida
y un nuevo crecimiento. Perdona nuestras zozobras y nuestros miedos, aléjanos de
nuestras frases gastadas, de nuestros hábitos caducos y de nuestras seguridades y
certezas elaboradas por nosotros mismos en nuestro beneficio. Empápanos con el
Evangelio de tu Hijo para que esa Buena Noticia de salvación llegue a ser creíble en
nuestro tiempo y en nuestro mundo. Te lo pedimos por el mismo Jesucristo, nuestro
Señor.

2 LITURGIA DE LA PALABRA
✞ ✞ ✞ Primera lectura: Hechos de los Apóstoles 11, 19-26

Se pusieron a hablar a los griegos, anunciándoles la Buena Nueva del Señor


Jesús.
En aquellos días,
19 los discípulos que se habían dispersado a causa de la persecución provocada por el
caso de Esteban llegaron hasta Fenicia, Chipre y Antioquía, pero sin predicar la Palabra a
nadie más que a los judíos.
20 Había, sin embargo, entre ellos algunos chipriotas y cirenenses, los cuales, al llegar a
Antioquía, predicaban también a los no judíos, anunciándoles la Buena Noticia de Jesús,
el Señor.
21 El poder del Señor estaba con ellos, y fue grande el número de los que creyeron y se
convirtieron al Señor.
22 La noticia llegó a oídos de la iglesia de Jerusalén, y enviaron a Bernabé a Antioquía.
23 Cuando éste llegó y vio lo que había realizado la gracia de Dios, se alegró y se puso a
exhortar a todos para que se mantuvieran fieles al Señor,
24 pues era un hombre bueno y lleno del Espíritu Santo y de fe. Y una considerable
multitud se adhirió al Señor.
25 Después fue a Tarso a buscar a Saulo. –
26 Cuando lo encontró, lo llevó a Antioquía, y estuvieron juntos un año entero en
aquella iglesia, instruyendo a muchos. En Antioquía fue donde se empezó a llamar a los
discípulos «cristianos».
PALABRA DE DIOS. R/TE ALABAMOS, SEÑOR
www.evangelizacion.org.mx

Meditatio
Este pasaje de nuevo nos muestra cómo una situación que en sí misma es triste y
dolorosa, como es el martirio de Esteban, se convierte, por la gracia de Dios, en fuente
de bendición para muchos.
Gracias a la persecución que se desata en Jerusalén contra los discípulos de Jesús por
parte de las autoridades judías, es como el Evangelio sale de la ciudad para llegar a la
que en ese tiempo sería la tercera ciudad romana en importancia. Y es que Dios se vale
de todos los acontecimientos de nuestra vida, incluso de los que consideramos
desagradables -casi podríamos decir que principalmente de éstos-, para que el mensaje
del Evangelio llegue a aquellos que no lo conocen o no lo aman.
De nosotros sólo espera docilidad a su Espíritu y que, confiando plenamente en su amor,
hablemos a los demás del Evangelio. Deja que Dios convierta todo acontecimiento en tu
vida en una oportunidad para que él sea más conocido y más amado.
Oratio
MUCHO TIEMPO HE TENIDO MIEDO A LAS COSAS NEGATIVAS EN MI VIDA, SEÑOR,
PERO HOY ENTIENDO QUE TÚ TE VALES DE TODO ESO PARA PROPAGAR TU
EVANGELIO. POR ESO, JESÚS, Y A PESAR DE CUALQUIER COSA, TE OFREZCO MIS
PROBLEMAS, SITUACIONES DIFÍCILES Y CRISIS PARA QUE TU GLORIA SE MANIFIESTE,
SÓLO TE PIDO TU GRACIA PARA MANTENERME EN PIE Y DANDO UN BUEN TESTIMONIO
DE TU ACCIÓN EN MI VIDA.
Actio
Este día enfrentaré las dificultades que se me presenten y dejaré de evadir aquellas de
las que me he estado escondiendo.
www.santaclaradeestella.es

• Lo que Pedro realizó con Cornelio lo llevan a cabo también los discípulos perseguidos y
dispersados y, además, a gran escala. Los helenistas, expulsados de Jerusalén, se
transforman en misioneros y predican en Samaría, Fenicia, Chipre y Antioquía,
dirigiéndose asimismo a los griegos, es decir, a los paganos. Antioquía, situada en la
parte septentrional de Siria, junto al Mediterráneo, aparece como el lugar privilegiado de
la misión a los paganos, como polo de difusión del «nuevo camino» entre los griegos. Es
también el lugar donde percibe la gente la nueva realidad representada por los
cristianos, su diferencia respecto a los judíos, su identidad específica y, por
consiguiente, el nuevo nombre. Pero Jerusalén vigila: las mismas reservas que
aparecieron respecto a la actuación de Pedro surgen ahora con respecto a la comunidad
de Antioquía. Y se envía una «inspección». Afortunadamente, se escoge al hombre justo,
Bernabé, que no por nada recibe el nombre de «hombre que infunde ánimo», el cual,
por encontrarse «lleno del Espíritu Santo», estaba en condiciones de discernir la obra del
mismo Espíritu y de comprender sus caminos. Y, por consiguiente, de animar a
perseverar en el camino emprendido. Se presenta a Bernabé con gran simpatía: no sólo
sabe ver la dirección de la historia de la salvación, sino comprender también que hacen
falta hombres justos para secundar la acción del Espíritu. Por eso no se queda mano
sobre mano, sino que se va a «repescar » a Pablo, olvidado en Tarso, pero ahora
maduro para las grandes empresas misioneras, y lo introduce en el clima vivaz y
dinámico de Antioquía.
www.Dioscadadía.Bastin,Pinkers,Teheux

Pertenencia. Cesárea era todavía Palestina. Pero la tormenta que se había desatado
sobre la Iglesia de Jerusalén había dispersado a los creyentes. Los griegos, sobre todo,
habían vuelto a su país de origen. En Antioquía, algunos de ellos hablaron a los griegos.
Antioquía era una ciudad importante, capital de un departamento de ultramar, Siria, que
englobaba Jerusalén. Pero era una ciudad podrida...
Para el futuro de la Iglesia es una revolución. Hasta ese momento se había admitido a
algunos paganos, excepcionalmente, en la comunidad, pero ahora los misioneros se
hacen griegos con los griegos, y el Señor «les presta ayuda». En la gran ciudad pagana
nace una nueva Iglesia, independiente del judaísmo. La opinión pública no se equivoca y
da, por vez primera, a los discípulos el nombre de «cristianos».
También en Jerusalén se dan cuenta de que el viento ha cambiado. Los apóstoles envían
a Bernabé a que se informe de la situación, y sus conclusiones van a estar a la altura del
acontecimiento: partirá hacia Tarso en busca de Pablo.
Aun cuando falten algunos elementos, el salmo 86 está emparentado con los cánticos de
Sión. Celebra a Jerusalén, la ciudad elegida por Yahvé y que para los cristianos es la
Iglesia madre, la comunidad cuyo testimonio de fe ha franqueado las fronteras para
conducir a los hombres a Dios.
www.fraynelson.com

1. Cristianos...
1.1 Nombre glorioso que enlaza mi nombre pequeño al Nombre inmenso de mi
Salvador; "cristiano" me llamo, por gracia, y busco que todo se postre reverente a Cristo
Señor.
1.2 "Cristiano" bien significa qué Sangre limpió mis culpas y pagó por mi salvación; por
eso un canto es mi vida, una canción que perdura, como perdura su amor.
1.3 De la lejana Antioquía me llaman "hombre de Cristo", porque respiro la fe; como la
Virgen María, como Pablo y los discípulos hoy puedo decir: "Amén".
1.4 ¡Oh Cristo, Señor Glorioso, que tu Nombre has compartido, compadécete de mí!
¡Haz que te agrade en todo, que en todo sea tu discípulo y te contemple sin fin!
www.caminando-con-jesus.org

La comunidad cristiana sigue predicando entre los judíos y también lleva su mensaje a
otros pueblos. Poco a poco comienza a distinguirse del resto de los judíos, y ya se los
reconoce con el nombre de cristianos. La comunidad está formada por aquellos que han
reconocido que Jesús de Nazaret es el Cristo.

✞ ✞ ✞ Salmo

Sal 86,1-3.4-5.6-7
R/. Alabad al Señor, todas las naciones.
Él la ha cimentado sobre el monte santo; y el Señor prefiere las puertas de Sión a todas
las moradas de Jacob. ¡Qué pregón tan glorioso para ti, ciudad de Dios!
R/. Alabad al Señor, todas las naciones.
«Contaré a Egipto y a Babilonia entre mis fieles; filisteos, tirios y etíopes han nacido
allí». Se dirá de Sión: «Uno por uno todos han nacido en ella; el Altísimo en persona la
ha fundado».
R/. Alabad al Señor, todas las naciones.
El Señor escribirá en el registro de los pueblos: «Éste ha nacido allí». Y cantarán
mientras danzan: «Todas mis fuentes están en ti».
R/. Alabad al Señor, todas las naciones.

✞ ✞ ✞ Aleluya

Aleluya Jn 10, 27
R. Aleluya, aleluya, aleluya.
V. Mis ovejas escuchan mi voz –dice el Señor–, y yo las conozco, y ellas me siguen.
R. Aleluya, aleluya, aleluya.

✞ ✞ ✞ “Padre, dame tu bendición”: “El Señor esté en tu corazón y en tus labios, para que anuncies
dignamente su Evangelio en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo”

✞ ✞ ✞ Lectura del Santo Evangelio según: Juan 10, 22-30

Yo y el Padre somos uno.


Era invierno. Se celebraba en Jerusalén la fiesta que conmemoraba la dedicación del
templo.
23 Jesús estaba en el templo, paseando por el pórtico de Salomón.
24 En esto, se le acercaron los judíos, se pusieron a su alrededor y le dijeron: - ¿Hasta
cuándo vas a tenernos en vilo? Si eres el Cristo, dínoslo claramente de una vez.
25 Jesús les respondió: - Os lo he dicho con toda claridad y no me habéis creído. Las
obras que yo hago por la autoridad recibida de mi Padre dan testimonio de mí;
26 vosotros, sin embargo, no me creéis porque no pertenecéis a las ovejas de mi
rebaño.
27 Mis ovejas escuchan mi voz; yo las conozco y ellas me siguen.
28 Yo les doy vida eterna y no perecerán para siempre; nadie puede arrebatármelas.
29 Mi Padre, que me las ha dado, es superior a todos, y nadie puede arrebatarlas de
manos de mi Padre.
30 El Padre y yo somos uno.
PALABRA DEL SEÑOR. R/ GLORIA A TI, SEÑOR JESÚS.

✞ ✞ ✞ “Que por el Evangelio sean perdonados nuestros pecados veniales”

Papa Francisco, Homilía en santa Marta 24-abril-2018


Cerrazón y apertura: dos polos opuestos que describen cómo el hombre puede
reaccionar ante el soplo del Espíritu Santo. El segundo es propio de los discípulos, de los
apóstoles: la resistencia inicial no es solo humana, sino también garantía de que no se
dejan engañar por cualquier cosa, y luego, con la oración y el discernimiento,
encuentran el camino. Siempre habrá resistencias al Espíritu Santo, siempre, siempre
hasta el fin del mundo. Que el Señor nos dé la gracia de saber resistir lo que debemos
resistir, lo que viene del maligno, lo que nos quita la libertad, y sepamos abrirnos a las
novedades, pero solo a las que vienen de Dios, con la fuerza del Espíritu Santo, y nos dé
la gracia de discernir los signos del tiempo para tomar las decisiones que debamos
tomar en ese momento.
Lee este texto de San Juan Pablo II que te ayudará a profundizar el sentido del
Evangelio.
“Dios nos ama a cada uno de nosotros de un modo personal y único en la vida concreta
de cada día: en la familia, entre los amigos, en el estudio y en el trabajo, en el descanso
y en la diversión. Nos ama cuando llena de frescura los días de nuestra existencia y
también cuando, en el momento del dolor, permite que la prueba se cierna sobre
nosotros; también a través de las pruebas más duras, Él nos hace escuchar su voz. Sí,
queridos amigos, ¡Cristo nos ama y nos ama siempre! Nos ama incluso cuando lo
decepcionamos, cuando no correspondemos a lo que espera de nosotros. Él no nos
cierra nunca los brazos de su misericordia. ¿Cómo no estar agradecidos a este Dios que
nos ha redimido llegando incluso a la locura de la Cruz? ¿A este Dios que se ha puesto
de nuestra parte y está ahí hasta al final?”
Jesús, Dios, hizo todas sus obras en Nombre de su Padre Dios
Jesús, Dios, no hizo nada por Él mismo, sino que todo lo hizo en Nombre de Dios, de
quien vino, porque Jesús es Dios y es Jesús, por ser Hijo de Dios e hijo de la Virgen
María. Si sólo fuera Dios, no se llamaría Jesús; Dios se llama Jesús, porque es Dios y
Hombre verdadero; como tú eres persona por ser cuerpo y alma, Dios es Jesús, por ser
Dios y persona humana en Jesús, Dios, ser divino, espiritual y carnal.
Es de fe.
P. Jesús

1 Contexto. La palabra se ilumina.


www.sanJeronimo.Brown,Fitzmyer,Murphy

Las obras de Jesús (10,22-39). La fiesta de la Dedicación del Templo (Hanukkah)


sirve de escenario al último de los discursos extensos de Jesús ante el pueblo de
Jerusalén. Ofrece además una adecuada conclusión al tema de Jesús como luz; en el v.
28 hay una introducción al tema siguiente de Jesús como vida.
Las ovejas de Jesús reconocen su voz (10,22-30).
22. El contexto no solamente presenta otra fiesta judía como oportunidad para atentar
de nuevo contra la vida de Jesús, sino que lo sitúa de nuevo en el recinto del Templo
que había abandonado tras el intento de lapidación de 8,59.
Era invierno: Es notorio que Juan quiere hacernos caer en la cuenta de que desde el
anterior discurso ha transcurrido algún tiempo, aunque ahora se siguen exponiendo y se
desarrollan las mismas ideas. La última anotación cronológica era la de 7,37, la
conclusión de la fiesta de los Tabernáculos, unos tres meses antes de la fiesta de la
Dedicación, la fiesta de la Dedicación: Esta festividad, que habitualmente caía a
mediados de diciembre, conmemoraba la nueva dedicación del templo en el año 165 a.
C, durante las guerras de los Macabeos (cf. 1 Mac 4,36-59; 2 Mac 1,18). Era conocida
como la «fiesta de las Luces», no tanto por la acostumbrada iluminación con
lampadarios, sino por su significado alusivo a la luz de la libertad, según Josefo (Ant.,
12.7, 7 § 325). Su ceremonial presentaba una notable semejanza con el de los
Tabernáculos, e incluso recibió alguna vez el nombre de los Tabernáculos (cf. 2 Mac 1,9;
10,6).
23. en el templo, en el pórtico de Salomón: Es posible que para Juan resulta
significativo el hecho de que Jesús se encuentre en el recinto del templo en esta ocasión,
teniendo en cuenta aquella otra en que, según la tradición sinóptica, fue interrogado
acerca de sus títulos de autoridad (cf. Mc 11,27). Sin embargo, su alusión al «pórtico de
Salomón», una zona resguardada al este de la explanada exterior del templo,
indudablemente significa tan sólo que Jesús se había refugiado allí del frío invernal.
• Estaba adosado al muro exterior, en el lado este del Templo (véase Hch 3,11; Flavio
Josefo, Be11 5.5.1 & 185).
24. Aunque Juan no desarrolla el tema del «secreto mesiánico» (—> Evangelio Mc,
42:5) que aparece en los sinópticos, especialmente en Mc, este versículo demuestra que
no hay un real conflicto histórico entre la teología desarrollada de Jn y el desarrollo
gradual propio de los sinópticos. A pesar de todas las afirmaciones relativas a su
verdadera condición consignadas hasta el momento en Jn, los judíos siguen pidiendo a
Jesús que les declare «abiertamente» si es el Mesías.
Claramente: La demanda de una respuesta «pública» (parrhesia) a las preguntas
acerca de su identidad como «Mesías» remite al lector a las disputas de Jn 7-8. Jesús
había rechazado la petición de sus hermanos de realizar en Jerusalén signos que
demostraran públicamente (parrhesia; 7,4) su identidad mesiánica. El pueblo no se
atrevía a hablar en público de Jesús «por miedo a los judíos» (7,3). La aparición pública
de Jesús en Jerusalén conduce a especular sobre si será el Mesías (7,26).
25-26. La respuesta de Jesús es, al mismo tiempo, una evasión del problema
estrictamente mesiánico en el esquema de los sinópticos y también más de lo que
esperaban los judíos. Ante todo, les recuerda que frecuentemente ha pretendido
manifestarles su verdadero carácter en el hecho de que realiza las obras del Padre (cf.
4,34; 5,36.39). Los que se hacen eco de la palabra de Dios ya habrán reconocido quién
es él (cf. 8,47).
25. os lo he dicho con toda claridad y no me habéis creído: La multitud no
entiende a qué se refiere; solamente los creyentes pueden comprender. Jesús ha
afirmado ante la samaritana que es «el Mesías» y ante el ciego de nacimiento que es «el
Hijo del hombre». Ambas escenas destacan el hecho de que el sujeto de dichas
afirmaciones no es otro que Jesús, «el que te está hablando». Jesús, naturalmente,
también afirmó públicamente su identidad en el mismo recinto del Templo en la fiesta
anterior mediante el uso del «Yo Soy» divino en 8,24.58. El evangelista quiere
asegurarse de que no olvidamos su afirmación principal y concluye esta sección
insistiendo en la unidad existente entre el Padre y el Hijo (v. 30). Las obras de Jesús dan
también testimonio de su identidad (cf. 5,36, un hecho correctamente interpretado por
el ciego de nacimiento y repetido en las preguntas de la multitud en 10,21).
26-29. La imagen del pastor aparece de nuevo cuando Jesús se refiere a la falta de fe
mediante otra metáfora acerca de los «orígenes», no tan hostil como la de 8,42-47. Allí
se distingue a los hijos «de Abrahán» de los «del diablo» y se acusa a estos últimos de
buscar la muerte de Jesús. Aquí Jesús se dirige también de forma ofensiva a la multitud
que lo escucha, pero no los acusa de formar parte de la conspiración urdida en su
contra. En 6,44 se afirma que nadie puede venir a Jesús si no ha sido «llamado por el
Padre», y en 6,65 se retoma esta afirmación para explicar el abandono de algunos de los
discípulos de Jesús. Estos ejemplos sugieren que la comunidad joánica utilizó las
tradiciones acerca de la llamada personal de Dios a la fe para hacer inteligibles sus
experiencias de rechazo, de abandono de la fe o de persecución activa. Estas
experiencias también han dejado huella en este pasaje. Puesto que es Dios quien «ha
dado» estas ovejas a Jesús, nadie (incluidos los líderes religiosos que actúan en nombre
de Dios como los del cap. 9) pueden arrancarlas de su lado. Nadie puede frustrar la
misión de Jesús, el don de la vida eterna para los que creen (cf. 17,2.6).
27-28. Jesús vuelve a la imagen del pastor y las ovejas (cf. v. 14, supra). Los pastos a
que conduce a su rebaño son la vida eterna (cf. 3,15; 4,14).
Nadie las arrebatará de mi mano: Porque él es el verdadero pastor a quien el Padre
confió las ovejas (cf. v. 29 y 6,39).
29. el Padre que me ha entregado [las ovejas] es mayor que todos: En los
manuscritos hay variantes, pero el sentido general parece estar claro (cf. J. N. Birdsall,
JTS 11 [1960], 342-44). Es imposible que Jesús pierda las ovejas que le ha confiado el
Padre, pues la omnipotencia de Dios es la garantía de este don.
30. el Padre y yo somos uno: Los discursos de despedida muestran cómo la unidad
del Padre y el Hijo incluye a la comunidad de discípulos (cf. 17,11; → Teología joánica,
83:50-54).
• A continuación pronuncia Jesús una de sus «palabras duras», que provoca la ira de los
judíos, el Padre y yo somos uno: En el contexto aparece Jesús amplificando su
afirmación de que nadie puede arrebatarle las ovejas porque éstas le han sido dadas por
el Padre; Padre e Hijo son uno en pensamiento, voluntad y acción (cf. v. 17, supra;
5,19s; 8,16). Esta unidad presupone otra, más esencial, de la que Jn habla en 1,1;
Jesús no dice simplemente que el Padre y él «están de acuerdo», sino que «son uno»
(hen). De hecho, los judíos perciben este sentido, como se ve en los versículos
siguientes.
www.santaclaradeestella.es

• Es la fiesta de la Dedicación, la que se celebra en Jerusalén durante el período


invernal. Jesús pasea por el pórtico de Salomón por el lado oriental, que mira al valle del
Cedrón. Se le acercan algunos y le plantean una pregunta sobre su identidad mesiánica
(v. 24), una pregunta que tiene la apariencia de un interés sincero, aunque en realidad
es insidiosa y provocativa. Jesús responde en dos momentos sucesivos: en primer lugar,
sobre el mesiazgo (vv. 25-31) y, a continuación, sobre la divinidad (vv. 32-39).
Estamos ante la magna polémica que enfrentaba a Jesús con sus enemigos. Jesús ya
había presentado antes de varios modos sus propias credenciales de Hijo de Dios y de
enviado del Padre, especialmente a través de sus obras extraordinarias. Hubieran debido
captar su mesiazgo y creer en su misión, pero lodo intento había resultado inútil (vv.
25s). Si muchos no aceptan su testimonio, la verdadera razón de ello consiste en el
hecho de que no pertenecen a su rebaño. En cambio, quien escucha da pruebas de
pertenecer al nuevo pueblo de Dios (vv. 27s). Juan pone en boca de Jesús tres
afirmaciones que señalan la identidad de las ovejas y sus características con respecto a
Jesús: «Escuchan mi voz», «me siguen» y «no perecerán para siempre».
Los creyentes, que caminan en la verdad y en la luz, tendrán que sufrir, pero la vida de
comunión con Cristo, vencedor de la muerte, les da la seguridad de la victoria. Su vida
es asimismo para siempre comunión con el Padre, cuya mano, más poderosa que todo,
los sostiene y los protege con la donación de su Hijo. La seguridad plena y definitiva que
Jesús y el Padre garantizan a los creyentes se fundamenta en su profunda unidad y
comunión: «El Padre y yo somos uno» (v. 30).
www.evangeliodeJuan.GiorgioZevini

Igual a Santa Clara.


www.sermonwriter.com

Juan 10. El contexto


Juan 10:22-30 es la continuación del discurso del Buen Pastor (vv. 1-18), que resulta en
que algunos de “los judíos” lo acusen de tener un demonio (vv. 19-21). Los versículos
22-30 son seguidos por el rechazo a Jesús, incluyendo un intento de apedrearlo (vv. 31-
39) y su partida de Jerusalén “a aquel lugar donde primero había estado bautizando
Juan” (v. 40) y “Y muchos creyeron allí en él” (v. 42).
El Leccionario Común trata con este capítulo extendiéndolo por tres semanas sucesivas,
pero en tres años sucesivos (durante el tiempo de Resurrección) así que no podemos
apreciar su conexión con el resto del capítulo. Nos corresponde a nosotros, por lo tanto,
familiarizarnos una vez más con el capítulo como un todo de tal manera que nuestra
predicación de esta semana incorpore toda la riqueza de este capítulo.
El rechazo es el tema principal de este capítulo, y se refleja en la hostilidad de “los
judíos” que desafían a Jesús a que les hable “abiertamente” (v. 24). Los pasajes que
inmediatamente preceden y siguen a este texto (vv.19-21 y 3139) explícitamente tratan
con ese rechazo, aunque también dejan claro que los “judíos” están divididos: algunos
dicen que Jesús tiene un demonio (v. 20) y otros dicen que “Estas palabras no son de
endemoniado: ¿puede el demonio abrir los ojos de los ciegos?” (v. 21; ver también
8:31; 12:42).
Unas palabras sobre la frase “los judíos”. No es el pueblo judío completo que se opone a
Jesús, sino los líderes judíos, los fariseos en particular (7:32, 45; 8:13; 9:40), la gente
con poder y prestigio qué proteger. La gente común encuentra fácil creer en Jesús.
Mientras más sofisticados, ricos, o poderosos lleguemos a ser, encontraremos más
obstáculos en el camino de la fe. Jesús voltea de cabeza las vidas de quienes lo siguen.
Los que “la han hecho”, quienes han logrado el “éxito” están menos dispuestos a
permitir que Jesús turbe su cómodo mundo.
2 Reflexión. ¿Qué nos dice Dios en el Texto? La palabra me ilumina.
www.sermonwriter.com

Juan 10:22-24.
“Y se hacía la fiesta de la dedicación en Jerusalén” (v. 22ª). Este evangelio
presenta mucho de la enseñanza de Jesús y los resultados de las controversias como
ocurriendo los sábados o en los días de festivales como la Pascua y los Tabernáculos.
El festival de la Dedicación es ahora mejor conocido como el festival de Chanikah o
Hanukkah, y se observa durante ocho días en el mes de Chislev, muy cerca de lo que
para nosotros es Navidad. Esta fiesta conmemora el triunfo de Judas Macabeo (judío)
sobre Antíoco Epífanes (sirio) durante 164-165 a.C. Antíoco había tratado de imponer la
filosofía y religión griega a los judíos. Al fracasar, atacó Jerusalén, saqueó el tesoro del
Templo, y profanó el altar al sacrificar cerdos sobre él. Judas Macabeo y sus hermanos
reunieron un ejército, liberaron a la nación, limpiaron el Templo, y volvieron a dedicar el
altar. El festival de la Dedicación, que se celebra encendiendo lámparas y con alegría,
conmemora la re-dedicación del altar.
“Era invierno; Y Jesús andaba en el templo por el portal de Salomón” (vv. 22b–
23). Aparentemente Jesús había estado en Jerusalén desde la fiesta de los
Tabernáculos, dos meses antes (7:2, 37). Debido a que era invierno, Jesús estaba
enseñando bajo techo y no al aire libre. Sus opositores hallaron que este era un lugar
propicio para atrapar a Jesús y forzarlo a que hiciera declaraciones que lo incriminaran
(Gossip, 631-632).
El lugar es importante. Para los judíos el Templo representaba la presencia de dios. “El
evangelio de Juan presenta a Jesús como siendo lo que el templo representaba. Jesús es
la misma presencia de Dios. El proclamó ‘Yo y el Padre uno somos’ (10:30)” (Lindberg,
52).
“Si tú eres el Cristo, dínoslo abiertamente” (v. 24). Era un desafío hostil, diseñado
para forzar a Jesús decir cosas que pudieran usar en su contra. Cualquier cosa que Jesús
pudiera decir y sería usado en su contra. El asunto de la mesianidad de Jesús ya había
sido levantado previamente en este evangelio:
• Al ver a Jesús enseñar sin oposición de las autoridades, la gente preguntaba “¿si
habrán entendido verdaderamente los príncipes, que éste es el Cristo?” (7:26).
• La gente respondió a los milagros de Jesús preguntando “El Cristo, cuando viniere,
¿hará más señales que las que éste hace?” (7:31).
• Ellos creían que él era el Mesías excepto porque venía de Galilea más que de Belén
(7:41-43).
• Sus opositores preguntaron “¿Tú quién eres?” (8:25) y “¿Quién te haces a ti mismo?”
(8:53).
• Los padres del ciego a quien Jesús había sanado tenían miedo porque “ya los Judíos
habían resuelto que si alguno confesase ser él el Mesías, fuese fuera de la sinagoga”
(9:22).
Juan 10:25-30. Os lo he dicho, y no creéis
Jesús no contesta reclamando el título de Mesías para sí, porque sus interrogadores han
venido buscando no la verdad, sino pruebas para condenarlo. No solamente han
ignorado la evidencia de sus obras, sino que han buscado volverlas en su contra (5:10-
18; 9:13-34). “Como Crisóstomo lo decía, ellos no creen, no porque Jesús no fuera un
pastor, sino porque ellos no eran ovejas” (Craddock, et. al., 248). Ellos son a quienes
Jesús ha identificado como ladrones, bandidos y asalariados que han venido para “hurtar
y matar y destruir” (10:10a). Así que, se opusieron a Jesús, que había venido “para que
tengan (mis ovejas) vida, y para que la tengan en abundancia” (10:10b). Los ladrones y
bandidos no pueden soportar a un buen pastor, porque un buen pastor no los deja
cometer sus fechorías.
Jesús también resiste el título de Mesías porque la idea popular distorsionaba su
verdadero significado. “Muy frecuentemente para quienes cuestionan ‘Mesías’ tenía un
significado nacionalista y político que Jesús no quería promover” (Brown, 406).
Cristo tiene opositores hoy día que ignoran la evidencia de vidas cambiadas y buenas
obras hechas por la iglesia entre los pobres y vulnerables. Observen cómo se presenta a
la iglesia en las películas y la televisión. Muy pocas veces se les trata con simpatía.
Generalmente se les representa negativa y condenatoriamente o son usados para
bromas. Ser conocido como cristiano en una Universidad requiere de valor, porque
frecuentemente se desalienta la fe en los círculos académicos. La prensa y las cortes a
veces son hostiles a la iglesia. Hermanos y hermanas cristianos son perseguidos y
muertos en muchos países alrededor del mundo por su fe.
Sin embargo, debemos recordar que la fe es menos fácilmente abandonada por la
hostilidad que por demasiada comodidad. La sangre de los mártires en verdad es la que
riega la semilla de la iglesia. Los más serios enemigos de Cristo son quienes solamente
llevan su nombre pero de mala manera, es decir, que proclaman el “evangelio de la
prosperidad” en lugar de la cruz, o que predican el amor pero no aman, o que manchan
sus vestiduras con su inmoralidad.
Juan 10:27-29. Mis ovejas oyen mi voz
Vida eterna en este evangelio no se refiere a la longevidad, sino a la vida que se vive en
la presencia de Dios. “Esta empero es la vida eterna: que te conozcan el solo Dios
verdadero, y a Jesucristo, al cual has enviado” (17:3). Esto involucra una “reorientación
de quien conoce, un cambio de lugar de una comunidad a otra…” (Cousar, et.al. 304).
Los opositores de Jesús están acostumbrados a formas familiares, y no se arriesgarán a
ver en nuevas direcciones o abrazarán un nuevo tipo de Mesías de tal manera que
puedan disfrutar de la vida eterna que Jesús ofrece.
La seguridad que Jesús ofrece no es seguridad como el mundo la conoce. Las ovejas no
perecerán y nadie las arrebatará de la mano de Jesús, pero muchos morirán por su fe, o
perderán sus trabajos, o se les negarán oportunidades, o sufrirán el ridículo. Pero lo que
no perderán será su relación con el Padre y el Hijo o la salvación que esa relación trae.
“Mi Padre que me las dio, mayor que todos…” (v. 29a). Smith nota que “Otros
antiguos manuscritos dicen ‘mi Padre… es más grande que todos’” que le da un mejor
sentido. ¿Es el Padre o aquellos a quienes el Padre da que es más grande que todos?”
¡Uno no puede imaginar que las ovejas sean ‘más grandes que todo”!” (Smith, 211).
Hay una tensión en este evangelio entre la fe y la elección. “Creer es pertenecer a
quienes escuchan la voz de Jesús y reciben la vida eterna (cf. 5:24), pero uno no puede
escuchar la voz de Jesús a menos que una le sea dada por Dios…” (O’Day, 676). A pesar
de esto, se deja a la gente que sea responsable por sus acciones.
Juan 10:30-31. Uno somos
“Yo y el Padre una cosa somos” (v. 30). Esta es una frase inflamatoria. De hecho, si
Jesús no es el Mesías, estas son palabras blasfemas. Aquí se nos recuerda de las
palabras de apertura de este Evangelio, “En el principio era el Verbo, y el Verbo era con
Dios, y el Verbo era Dios. 2Este era en el principio con Dios” (1:1-2). Después Jesús
orará que sus discípulos “Para que todos sean una cosa; como tú, oh Padre, en mí, y yo
en ti, que también ellos sean en nosotros una cosa: para que el mundo crea que tú me
enviaste” (17:21). En el corazón de este evangelio está la relación entre el Padre y el
Hijo. Jesús ora para que sus discípulos se conviertan en parte de esta unidad.
“Entonces volvieron a tomar piedras los Judíos para apedrearle” (v. 31). Sin
embargo, ellos no pueden matarlo. Cuando su hora llegue, él perderá su vida
voluntariamente.
www.ocarm.org

1) Oración inicial
Te pedimos, Señor todopoderoso, que la celebración de las fiestas de Cristo resucitado
aumente en nosotros la alegría de sabernos salvados. Por nuestro Señor.
2) Lectura
Del Evangelio según Juan 10,22-30
3) Reflexión
• Los capítulos de 1 a 12 del evangelio de Juan son llamados “El libro de las Señales”. En
ellos acontece la revelación progresiva del Misterio de Dios en Jesús. En la misma
medida en que Jesús va haciendo la revelación, crecen la adhesión y la oposición hacia
él según la visión con que cada cual espera la llegada del Mesías. Esta manera de
describir la actividad de Jesús no es sólo para informar cómo la gente seguía a Jesús en
aquel tiempo, sino también y sobre todo cómo debemos seguirle hoy nosotros, sus
lectores y lectoras. En aquel tiempo, todos esperaban la llegada del Mesías y tenían sus
criterios para poderle reconocer. Querían que fuera como ellos se lo imaginaban. Pero
Jesús no se somete a esta exigencia. Revela al Padre como es el Padre y no como le
gustaría a los oyentes que fuera. Pide que nos convirtamos en nuestra manera de
pensar y actuar. Hoy también, cada uno de nosotros tiene sus gustos y preferencias. A
veces, leemos el evangelio para ver si allí encontramos la confirmación de nuestros
deseos. El evangelio de hoy arroja luz al respecto.
• Juan 10,22-24: Los Judíos interpelan a Jesús. Hacía frío. Mes de octubre. Fiesta
de la dedicación que celebraba la purificación del templo hecha por Judas Macabeo (2Mc
4,36.59). Era una fiesta bien popular de muchas luces. Jesús camina por la explanada
del Templo, en el Pórtico de Salomón. Los judíos le preguntan: "¿Hasta cuándo vas a
tenernos en vilo? Si tú eres el Cristo, dínoslo abiertamente". Ellos quieren que Jesús se
defina y que ellos puedan comprobar, desde sus criterios, si Jesús es o no es el Mesías.
Quieren pruebas. Es la actitud de quien se siente dueño de la situación. Los novatos
deben presentar sus credenciales. De lo contrario, no tendrán derecho a hablar y a
actuar.
• Juan 10,25-26: Respuesta de Jesús: las obras que hago dan testimonio de mí. La
respuesta de Jesús es siempre la misma: "Ya os lo he dicho, pero no me creéis. Las
obras que hago en nombre de mi Padre son las que dan testimonio de mí; pero vosotros
no creéis porque no sois de mis ovejas.” No se trata de dar pruebas. No adelantaría
nada. Cuando una persona no quiere aceptar el testimonio de alguien, no hay prueba
que tenga para que piense de otra forma. El problema de fondo es la apertura
desinteresada de la persona hacia Dios y hacia la verdad. Donde hay esta apertura,
Jesús es reconocido por sus ovejas. “Todo hombre que está de parte de la verdad
escucha mi voz” dirá Jesús más tarde ante Pilatos (Jn 18,37). Esta apertura estaba
faltando en los fariseos.
• Juan 10,27-28: Mis ovejas conocen mi voz. Jesús retoma la parábola del Buen
Pastor que conoce sus ovejas y él es conocido por sus ovejas. Este mutuo entendimiento
- entre Jesús que viene en nombre del Padre y las personas que se abren a la verdad –
es fuente de vida eterna. Esta unión entre el creador y la criatura a través de Jesús,
supera la amenaza de muerte: “¡No perecerán jamás y nadie las arrebatará de mis
manos!” Están a salvo y, por ello, en paz y en plena libertad.
• Juan 10,29-30: Yo y el Padre somos uno. Estos dos versículos abordan el misterio
de la unidad entre Jesús y el Padre: “El Padre, que todo me ha entregado, es mayor que
todos. Y nadie puede arrebatar nada de las manos del Padres. El Padre y yo somos uno”.
Esta y varias otras frases nos dejan entrever algo de este misterio mayor: “Quien me ve
a mí ve al Padre” (Jn 14,9). “Yo estoy en el Padre y el Padre está en mí” (Jn 10,38). Esta
unidad entre Jesús y el Padre no es automática, sino que es fruto de la obediencia: “Yo
hago siempre lo que al Padre le agrada” (Jn 8,29; 6,38; 17,4). “Mi alimento es hacer la
voluntad del Padre” (Jn 4,34; 5,30). La carta a los Hebreos dice que Jesús tuvo que
aprender, por el sufrimiento, lo que es ser obediente (EEB 5,8). “Fue obediente hasta la
muerte y la muerte de Cruz” (Fil 2,8). La obediencia de Jesús no es disciplinar, sino que
es profética. Obedece para ser total transparencia y, así, ser revelación del Padre. Por
esto podía decir: “¡El Padre y yo somos uno!” Fue un largo proceso de obediencia y de
encarnación que duró 33 años. Comenzó con el Sí de María (Lc 1,38) y terminó con
“¡Todo está consumado!” (Jn 19,30).
www.santaclaradeestella.es

Nosotros pertenecemos a Jesús porque Jesús pertenece al Padre. Somos una sola cosa
con Jesús porque Jesús es una sola cosa con el Padre. Creemos en las obras de Jesús
porque Jesús realiza las obras del Padre.
Jesús quiere establecer conmigo la misma relación que él tiene con el Padre. Por eso
escucho su voz, que es eco de la voluntad del Padre. Por eso le sigo, porque él me
conduce al Padre. Por eso me aferró a él, para no perecer nunca, porque sé que me
conduce al Padre.
Las afirmaciones de Jesús son imponentes, en especial para un judío: dice que es uno
con el Padre, con Dios, con el Altísimo, con el creador del cielo y de la tierra, con el ser
que está por encima de todos los otros seres. Éstas y otras afirmaciones,
particularmente numerosas en el evangelio de Juan, sorprenden, aturden, dejan sin
aliento, y así debió de ocurrirles a sus interlocutores.
También hoy le ocurre lo mismo a quien se queda perplejo frente a tamaña pretensión o
presunción o luz deslumbrante. Pero Juan no atenúa nada, no hace descuentos; procede
sobre la cresta de afirmaciones que dan vértigo, que requieren valor, pero que también
permiten «no perecer para siempre». Precisamente porque toman su luminosidad de la
luz misma de Dios.
www.Dioscadadía.Bastin,Pinkers,Teheux

Pertenencia. Ezequiel lo había predicho: los jefes indignos serían desautorizados, y


Yahvé suscitaría un único pastor, un mesías de la casa de David. Cuando Jesús se afirma
como el verdadero pastor, ¿se aplica a sí mismo el oráculo del profeta? Que lo diga
claramente: ¿es el Mesías? En los Sinópticos sólo encontramos semejante requerimiento
en el transcurso del proceso religioso (Me 14,61). En Juan, toda la vida de Jesús se
desarrolla como un largo proceso, enfrentamiento violento entre la noche de los
hombres y la luz de Dios.
Pero es un falso proceso: los acusadores son juez y parte. «Yo y el Padre somos uno»,
dice Jesús; para muchos la respuesta es blasfema. Simeón había hablado perfectamente
cuando anunció que Jesús estaba puesto para que muchos en Israel cayeran y se
levantaran.
Se celebraba en Jerusalén la fiesta de la Dedicación del Templo, que conmemoraba la
restauración del altar de los sacrificios, profanado por los paganos, y el esplendor del
santuario erigido por Salomón. El clima de la multitudinaria peregrinación era de
regocijo popular. Se revivía el largo Éxodo a través del desierto, la marcha hacia la
Tierra prometida, las tiendas y los campamentos, los tiempos en los que el propio Dios
en persona vivía bajo la Tienda, mientras llegaba el día en que el Templo fuera su
morada.
«La Palabra puso su tienda entre nosotros» (Jn 1,4): los signos se borran para dejar
paso a la realidad. He aquí la verdadera morada de Dios entre los hombres: un hijo de
hombre, el Hijo de Dios. Signo que, por lo demás, suscita la contradicción. « ¡Si eres el
Cristo, dilo abiertamente!» (Jn 10,24). El Hijo ha venido «para que quienes no ven vean,
y quienes ven se queden ciegos» (Jn 9,39). ¡Ciegos fariseos, que se esfuerzan en
arrebatar de las manos de Cristo a las ovejas que ya le conocen! La fiesta desemboca en
controversia...
«El Señor es mi pastor...». Sólo Dios puede conducir a su Pueblo, y lo ha puesto todo en
manos de su Hijo. Los hombres no tardarán en creer que han destruido el verdadero
Templo, pero el Cordero se alzará de nuevo para conducir al rebaño hacia las aguas de
la fuente de vida (Ap 7,17). Sólo el pastor, hecho cordero para ser una sola cosa con su
rebaño, puede reivindicar la condición de pastor. Sólo el que da su vida hasta las últimas
consecuencias puede conducirlo a la fuente de la vida.
Dios no va a dar otro signo más que éste: el Cordero será llevado al matadero. Objeto
de desprecio, desecho del pueblo, irá a la muerte sin defenderse. Como el macho cabrío
al que se arrojaba al desierto tras haberle cargado simbólicamente con el pecado del
pueblo, también a él se le arrojará fuera de la ciudad, cargado con una cruz. « ¡No he
perdido a ninguno de los que me habías confiado!... Cuando haya sido levantado sobre
la tierra, atraeré a todos hacia mí». No habrá más señal que la de un Pastor abandonado
por su rebaño en el momento mismo en que, en el más absoluto desamparo, él trata de
reunirlo. El Pastor se irá, abandonándolo todo, para que no se pierda ni una sola oveja.
En adelante habrá entre el rebaño y su pastor unos vínculos de sangre, y Jesús no podrá
abandonar, sin renegar de sí mismo, a aquellos a los que él ha llamado. «Esta es mi
sangre derramada. Haced esto en memoria mía». Por haber perseverado hasta el final,
ha podido abrir los pastos de la salvación y nos ha conducido a la Morada de Dios.
«Donde yo esté, allí estará mi servidor».
www.fraynelson.com

No hay reflexión.
www.elmisericordioso.me-Pildorasdefe.net

Conversando con el amor


Señor, mi familia y yo estamos confiados en tus manos, seguros de que intervienes en
nuestras situaciones cotidianas para animarnos a resistir en esta dura lucha. Danos la
capacidad de actuar movido por tu amor. Amén.
Evangelio de hoy. Santo Evangelio del IV Martes de Pascua
Reflexión del Papa Francisco.
Jesús se presenta como el Buen Pastor y dice: "Mis ovejas escuchan mi voz, yo las
conozco y ellas me siguen. Yo les doy Vida eterna: ellas no perecerán jamás y nadie las
arrebatará de mis manos" (v. 27-28).
Estas palabras nos ayudan a comprender que nadie puede llamarse seguidor de Jesús, si
no escucha su voz. Y este "escuchar" no debe ser entendido en manera superficial, sino
cautivante, al punto de hacer posible un verdadero conocimiento recíproco, del cual
puede nacer una serie generosa, expresada en las palabras "y ellas me siguen" (v. 27).
Se trata de una escucha, no sólo del oído, sino de una escucha del corazón. Por lo tanto,
la imagen del pastor y de las ovejas indica la estrecha relación que Jesús quiere
establecer con cada uno de nosotros.
Él es nuestra guía, nuestro maestro, nuestro amigo, nuestro modelo, pero sobre todo,
es nuestro Salvador. En efecto, la frase siguiente del pasaje evangélico afirma: "Yo les
doy Vida eterna: ellas no perecerán jamás y nadie las arrebatará de mis manos" (v. 28).
¿Quién puede hablar así? Solamente Jesús, porque la mano de Jesús es una sola cosa
con la mano del Padre y el Padre es superior a todos.
Estas palabras nos comunican un sentido de absoluta seguridad y de inmensa ternura.
Nuestra vida es plenamente segura en las manos de Jesús y del Padre, que son una sola
cosa: un único amor, una única misericordia, revelados para siempre en el sacrificio de
la cruz.
Para salvar las ovejas perdidas que somos todos nosotros, el Pastor se hizo cordero y se
dejó inmolar para tomar sobre él y sacar el pecado del mundo. ¡En este modo Él nos ha
donado la vida, pero la vida en abundancia!
Este misterio se renueva, en una humildad siempre sorprendente, en la Eucaristía. Es
allí que las ovejas se reúnen para alimentarse, es allí que se vuelven una sola cosa,
entre ellas y con el Buen Pastor. (Reflexión del Evangelio de Hoy. Regina Coeli, 17 de
abril de 2016)
Oración para el Evangelio de hoy.
Mi Señor, sentir que vives en mi corazón es lo más grande posesión que puede tener.
Gracias por ese amor sanador con que se recuperó mi paz.
Aleja de mí toda calumnia y ensañamiento de los que no quieren que sea feliz a tu lado
y buscan hacerme daño e intentan separarme de tu gracia.
Quiero seguir solo tu voz, esa voz que consuela e inspira a hacer las cosas bien, no esa
voz confusa del mundo que deja huellas de dolor y frustración.
Tú eres mi Pastor, quien nunca me deja solo. Solo Tú me das las fuerzas necesarias en
mis flaquezas para seguir renovándome en la fe y el amor.
Tu amor me guía y me llena de valor. Como Buen Pastor atiendes mis ruegos y me
cuidas, alejando de mí todo sentimiento de miedo e inseguridad.
Ven Señor, no tardes quiero realizar con éxito todo lo que me he propuesto.
Acompáñame en mis decisiones y no permitas que caiga en el desespero.
Sé que tu amor me sostiene y dispone mi corazón para recibir tu bendición y comenzar
con optimismo todas las situaciones que hoy me toca vivir.
Mi vida está en tus manos, todo te lo entrego. Tú lo eres todo para mí. Eres mi guía, mi
fortaleza, el mar de felicidad en el que nunca me pierdo. Amén.
Propósito para hoy.
Encomendaré hoy a Dios a todas aquellas personas que trabajan en el cuidado de los
enfermos en hospitales, centros asistenciales y en las misiones.
Frase de reflexión.
"A veces estamos tristes a causa de nuestros pecados. No nos desanimemos: Cristo ha
venido a liberarnos. Él es nuestra paz". Papa Francisco.
www.evangelizacion.org.mx

Parte de este evangelio ya lo habíamos oído el domingo pasado. Ahora la liturgia lo


retoma para enfatizar nuestra realidad pascual. Cristo, el "Cordero de Dios" se ha
transformado en el Pastor.
Un pastor que "conoce a sus ovejas", pero más importante aún es que las ovejas
reconocen la voz del Pastor y "lo siguen". Es decir, el auténtico cristiano es el que
"escucha la voz de Jesús el buen Pastor" y oyendo esta voz la siguen. A veces no sé qué
será, o que no escuchamos su palabra o que, escuchándola, no buscamos la manera de
seguirla. Dos de las tristes realidades de nuestro cristianismo hoy son, por un lado, la
falta de gusto por la oración y por la meditación de la palabra de Dios; esto nos lleva a
no escuchar la voz del Pastor; por otro lado, el mundo hedonista y pragmático, que nos
invita a vivir de acuerdo a nuestros propios intereses.
Dos elementos que combinados nos dan la actitud de los fariseos. A éstos les dice Jesús:
"Ustedes no son de mis ovejas". Si realmente queremos pertenecer a su redil es
necesario escuchar su voz y seguirlo aunque su camino, que lleva a la resurrección, pase
siempre por la cruz.
www.evangeliodeJuan.GiorgioZevini
Igual a Santa Clara.
www.catholic

¿Sé escuchar tu voz cuando me llamas? Son tres las características que pones a las
ovejas que son de tu rebaño. La primera es que ellas escuchan tu voz, la segunda es
que Tú las conoces, la tercera es que ellas te siguen. Hoy quisiera preguntarme delante
de ti si soy, según estas características, oveja de tu rebaño. Yo quiero, Señor, ser una
de tus ovejas. Ésa de la que te preocupas, las cuidas, la alimentas, las proteges. Dame
la gracia de ser oveja de tu redil y jamás salirme de allí.
¿Sé escucharte en mi vida? Obviamente que no me hablas con una voz física, con
apariciones espectaculares, o grandes visiones. No. Tú generalmente hablas de otra
manera. Pero siempre hablas. Tal vez, soy yo quien no te escucha. Tú me hablas a
través de las Sagradas Escrituras, del sacerdote, de mis padres, de mis superiores. Me
puedes hablar también por medio del buen consejo de un amigo, de un bello paisaje de
la naturaleza o incluso en aquel suceso que puedo considerar casualidad. Siempre me
hablas, sólo necesito escucharte.
¿Me conoces, Señor? Sobre esto creo que no hay dudas. Nadie me conoce mejor que Tú.
Me conoces incluso más que yo mismo. En otro pasaje que hablas de las ovejas, dices
que las llamas por el nombre. Esto me ilumina. Me conoces por mi nombre. No hay
confusión de personas en tus designios. Me conoces por mi nombre, por lo más mío de
mí. No me conoces por un número, por mis cualidades o pecados, por mis obras buenas
o las malas. Tampoco me conoces por la ropa que llevo, el trabajo que tengo o las cosas
que uso. Me conoces en lo más íntimo, me conoces tal y como soy, y no en las
apariencias.
¿Te estoy siguiendo? Una cosa es escucharte, Señor, y otra es dar el paso, dejarlo todo
y seguirte. No basta con escuchar, es necesario ponerse en marcha. Seguirte es
imitarte, conocerte, amarte. Seguirte es ir contigo, acompañarte, sufrir contigo, tomar la
cruz. Seguirte es amar al prójimo, cuidar tus dones, cumplir tus consejos. Seguirte es
ver a quien camina adelante limpiando el camino, protegiendo, guiando.
Dame la gracia, Jesús de confiar en ti porque Tú has dicho que nadie puede arrebatarme
de tu mano. Cuida siempre de mí y jamás permitas que me salga de tu redil.
• «Estas palabras nos ayudan a comprender que nadie puede decirse seguidor de Jesús
si no escucha su voz. Y este “escuchar” no hay que entenderlo de una manera
superficial, sino comprometedora, al punto que vuelve posible un verdadero
conocimiento recíproco, del cual puede surgir un seguimiento generoso, expresada en
las palabras “y ellas me siguen”. Se trata de un escuchar no solamente con el oído, sino
¡una escucha del corazón! Por lo tanto, la imagen del pastor y de las ovejas indica la
estrecha relación que Jesús quiere establecer con cada uno de nosotros. Él es nuestra
guía, nuestro maestro, nuestro amigo, nuestro modelo, pero sobre todo es nuestro
salvador». (Regina Coeli de S.S. Francisco, 17 de abril de 2016).
Diálogo con Cristo
Ésta es la parte más importante de tu oración, disponte a platicar con mucho amor con
Aquel que te ama.
Propósito
Proponte uno personal. El que más amor implique en respuesta al Amado… o, si crees
que es lo que Dios te pide, vive lo que se te sugiere a continuación.
Hoy rezaré un Padrenuestro por la conversión de los pecadores.
www.BibliaStraubinger

22. La fiesta de la Dedicación del Templo celebrábase en el mes de diciembre, en


memoria de la purificación del Templo por Judas Macabeo. También se llamaba “Fiesta
de las Luces”, porque de noche se hacían grandes luminarias. Cf. 8, 12 y nota.
29. Esta versión muestra el inmenso aprecio que Jesús hace de nosotros como don que
el Padre le hizo (cf. 11 s.; 17, 9 y 24; Mt. 10, 31, etc.). Otros traducen: “Mi Padre es
mayor que todo”, lo que explicaría por qué nadie podrá arrebatarnos de su mano. Según
otros, lo que mi Padre me dio sería la naturaleza divina y el poder consiguiente (cf. 17,
22; Mt. 11, 27; 28, 18).
30. El Hijo no está solo para defender el tesoro de las almas que va a redimir con Su
Sangre; está sostenido por el Padre, con quien vive en la unidad de un mismo Espíritu y
a quien hoy ruega por nosotros sin cesar (Hb. 7, 24 s.).
http://www.ciudadredonda.org

Queridos amigos y amigas:


En el texto de los Hechos de los Apóstoles de hoy encontramos esta afirmación
sugerente: «Bernabé salió para Tarso en busca de Saulo; cuando lo encontró, se lo llevó
a Antioquía. Durante todo un año estuvieron juntos en aquella Iglesia e instruyeron a
muchos. Fue en Antioquía donde por primera vez los discípulos fueron llamados
cristianos». Es interesante, bien por la forma como nos presenta una comunidad
cristiana que por su estilo de vida ha sido capaz de dar a conocer que pertenece a
Cristo; o bien porque esta pertenencia transparente se realiza también por la presencia
y la obra de Bernabé y Saulo.
¿Cómo sería la vida de esta comunidad? ¿Cómo debió ser la presencia y la misión de
Bernabé y Saulo? Nos cuestionamos no por una simple curiosidad, sino porque
anhelamos reavivar también hoy esa fuerte experiencia de los cristianos de Antioquía:
ser reconocidos por el mundo como cristianos. Tener esos pastores capaces de generar
ese amor apasionado por el Señor y dar la vida por una comunidad cristiana así de
fervorosa.
El diálogo entre Jesús y los judíos en el texto del Evangelio (10,22-30) tiene un tono
particular. Los judíos le piden a Jesús que diga con claridad si es o no es el Mesías. Jesús
responde diciendo que ellos no creen porque no escuchan su voz. ¡No escuchan su voz!
Sin embargo, se da un diálogo muy intenso y cerrado entre Jesús y los judíos. ¿Qué
significan las palabras de Jesús? Los judíos escuchan, pero no son capaces de acoger el
mensaje de Jesús. Su corazón está cerrado por los prejuicios que les imposibilitan una
comprensión auténtica de su mensaje. Esto nos les permite llegar a la fe y al
conocimiento del misterio de Jesucristo.
Esto que vale para los judíos tiene también validez para nosotros hoy. Nuestra fe y la
comprensión del evangelio de Jesús crecen en la medida en que escuchamos con
sinceridad y con total apertura de corazón sus palabras. Nos podemos cuestionar si esto
se realiza en nosotros; si escuchamos con atención, prontitud, disponibilidad, si nos
dejamos cuestionar por la voz de Jesús. También hoy tenemos el riesgo de ser parte de
ese grupo hostil a Jesús e incapaces de ponernos en sintonía con su palabra.
http://www.aqplink.com/roguemos

Yo y el Padre somos uno. Jesucristo ha venido a salvarnos. Todo lo que hace es


únicamente para que le creamos. Para suscitar nuestra fe. ¿Por qué es importante
créele? Porque nos está pidiendo que le sigamos, lo que implica un cambio de vida.
¿Pero cómo habremos de hacerlo si no le creemos? Vivir según la premura que exigen
los tiempos demanda fe. De otro modo ¿por qué inquietarnos? ¿Por qué dejar la
comodidad? ¿Por qué sacrificarnos?
Y es que el seguimiento de Cristo exige caminar cuesta arriba, cargando con todo lo que
somos y atrayendo a nuestros hermanos. El que cree, se esfuerza por vivir hoy
plenamente, es decir, como si fuera su último día. Pero, cuidado ahí, que más de uno
interpretamos estas palabras como complacernos y gozar de todo. No es eso a lo que
nos llama el Señor, lo que no quiere decir que debamos rechazar la alegría o el placer.
Nada más equívoco.
Nosotros somos portadores de una Buena Nueva, de una Buena Noticia, de hecho, de la
mejor noticia que alguien podría haber recibido. ¿Cómo vamos a darla con cara
compungida, triste o amargada? ¡Jamás! Esta noticia es de tal magnitud, que no
podemos esperar transmitirla, que no escatimaremos esfuerzos por llevarla
inmediatamente, empezando por quienes tenemos más cerca, pero siguiendo con toda
la humanidad.
Es tan Buena la Noticia que nos dedicaremos a transmitirla y no nos contentaremos con
nuestro propio esfuerzo, sino que buscaremos hacer equipos con quienes la hemos
compartido, para llegar más allá, para asegurarnos que todos la reciben y en
consecuencia cambian sus vidas. Porque esta noticia es tan poderosa, tan espectacular
que solo cabe una respuesta: cambiar nuestras vidas para dedicarnos a transmitirla.
Es por esta razón que empezamos a vivir intensamente y sin descanso. ¡Claro que
estamos alegres! Y nuestra alegría va en aumento. Crece cada vez que un nuevo
hermano o hermana se nos une. Cada vez que vemos que otros también se alegran con
nosotros, nuestra alegría crece. Se trata de un buen trabajo, de una tarea a dedicación
exclusiva que da gusto ejercer gratuitamente, porque ella da sentido a nuestras vidas.
Si paramos para dormir, descansar o reparar nuestras fuerzas, alimentándonos o
bebiendo, es tan solo porque ello es necesario para seguir con nuestra dulce Misión. El
Señor nos ha encomendado una tarea que nos llena, que nos satisface, que hace inútil
cualquier otra cosa. ¿Por qué habríamos de dejarla? Despertamos pensando en ella y
nos acostamos agradeciendo por ella. Queremos dedicarle hasta los últimos segundos de
nuestras vidas a ella. ¡Qué alegría si el Señor nos lo permite!
Cada día, desde que abrimos los ojos empezamos a orar por esta misión. Nos ponemos
en manos del Señor y le pedimos que nos conduzca de tal modo que no haya en
nuestras vidas encuentros inútiles. Que todos sirvan para dar mayor Gloria a Dios. ¡Eso
es vivir intensamente! ¡Eso es vivir como si hoy fuera el último día de nuestras vidas! No
pasar por alto a nadie. Que cada hermano o hermana que llegue hoy a nuestras vidas
encuentre en nosotros a Jesucristo, es decir aquella respuesta que necesita para llenar
el vacío de su alma y su corazón.
¿Cómo vamos a darles esta respuesta? ¿De dónde la obtendremos? Siendo reflejo de la
luz que recibimos de Cristo. De este modo, así como Jesucristo y el Padre son uno,
nosotros con Jesucristo seremos uno y nadie ni nada podrá arrebatarnos de Sus manos.
Nosotros somos de su rebaño, porque oímos y reconocemos su voz. Nosotros hacemos
con alegría lo que nos manda nuestro Buen Pastor.
Oracion. Padre Santo, danos la Gracia de perseverar y seguir día a día la Misión que el
Señor nos ha encomendado, con alegría, generosidad y amor, te lo pedimos por
Jesucristo nuestro Señor, Amén.
http://www.caminando-con-jesus.org

Jesús es el Cristo, el Ungido de Dios, que ha venido para reunir las ovejas en un solo
rebaño y darles la vida. Para pertenecer a su rebaño es necesario tener los oídos y el
corazón abiertos a escuchar la voz del pastor. Y el Padre, que da vida plena a Jesús, la
dará también a cada una de sus ovejas.
1. Si eres el Mesías, dilo abiertamente.
En mucha ocasiones, Jesús les había dicho a los judíos que Él era Hijo de Dios, se lo
había manifestado de diversas formas, lo había probado con sus milagros a la vista de
ellos, les había demostrado como las profecías del Antiguo Testamento se cumplían en
El. Sin embargo los judíos se resistían en creerle, no aceptaban sus palabras, pero no
podían contradecirlo. Entonces, van donde Jesús, a presionarlo, para forzarle una
respuesta, la pregunta de los judíos es: Si eres el Mesías, dilo abiertamente.
2. Se celebraba en Jerusalén la fiesta de la Dedicación.
San Juan comienza diciendo que: Se celebraba en Jerusalén la fiesta de la Dedicación.
Era invierno, y Jesús se paseaba por el Templo, en el Pórtico de Salomón. El relato que
trae San Juan a continuación responde a un tiempo donde va a tener lugar la fiesta de la
Dedicación o de las Encenias. Investigado sobre esta fiesta, encontramos que se
celebraba en el mes de Kasleu, que es noviembre-diciembre. La escena ocurre en
Jerusalén. Esta fiesta tenía por objeto conmemorar anualmente la purificación del
templo por Judas Macabeo, en el año 148 de los Seléucidas, que corresponde al 165
a.C., después de la gran profanación que de él había hecho Antíoco IV Epífanes – (1 Mac
4:36-59; 2 Mac 1:2-19; 10:1-8 ).
Comenzaba esta festividad el día 25 del mes de Kasleu, La fiesta duraba ocho días – (2
Mac 10:6). Tenía un ceremonial calcado en el de la fiesta de los Tabernáculos (2 Mac
1:9; 10:6). Más tarde vino a caracterizarse por las luminarias (2 Mac 1:19-22), tanto
que se la llamó, por antonomasia, la fiesta de las Luminarias. Pero no tanto por las
luminarias cuanto por la luz de la libertad, según Josefo, historiador judío.
Para la fiesta de la Dedicación no era obligatoria la peregrinación a Jerusalén, como en
las otras tres grandes fiestas de Pascua, Pentecostés y Tabernáculos.
3. Jesús se paseaba por el Templo
La escena tiene lugar cuando Jesús se paseaba en el templo, por el llamado Pórtico de
Salomón. Así se llamaba a una sección del pórtico oriental. Estaba situado este pórtico
en la parte exterior oriental del templo y dominaba un profundo valle, el Cedrón; sus
muros medían 400 codos - sobre 200 metros -, y estaba construido con blanquísimas
piedras de sillería, cada una de las cuales medía 20 codos de largo -sobre 10 metros - y
seis de alto -unos tres metros; era la obra del rey Salomón, y el pórtico más antiguo de
los conservados.
El Evangelio dice que era invierno, probablemente, al referir que se estaba en invierno y
que se paseaba Jesús por este pórtico, es que sería lugar acogedor en esta estación del
año. Es además una indicación que hace San Juan para los lectores de la gentilidad,
para precisarles la época de esta fiesta.
4. Mis ovejas escuchan mi voz, Yo las conozco y ellas me siguen
San Juan dice; Los judíos lo rodearon y le preguntaron. En este escenario, un día de la
fiesta de la Dedicación, los judíos, que son indudablemente, por su argumentación, los
fariseos, lo rodean, lo estrechan así en un círculo para forzarle a una respuesta. ¿Hasta
cuándo nos tendrás en suspenso?; como tratando de decir hasta cuando tendrás
levantada nuestra alma, o hasta cuándo nos va a tener en incertidumbre sobre algo que
nos interesa grandemente. Por eso concluyen: Si eres el Mesías, dilo abiertamente es
decir claramente y con plena libertad.
Jesús les respondió: Ya se lo dije, pero ustedes no lo creen. La respuesta de Jesús es
que ya se lo dijo repetidas veces, no tomando la misma palabra de Mesías, pero sí con
las obras, que, hechas en nombre de mi Padre, dan, por lo mismo, testimonio de Él.
Pero, a pesar de todo, ellos no creen, así es como Jesús les dice; Las obras que hago en
nombre de mi Padre dan testimonio de mí, pero ustedes no creen, Además Jesús les da
una profunda razón, porque no son de mis ovejas. Al mismo tiempo, Jesús les va a
hacer una declaración terminante de su divinidad. Mis ovejas escuchan mi voz, yo las
conozco y ellas me siguen. Yo les doy Vida eterna: ellas no perecerán jamás y nadie las
arrebatará de mis manos. Mi Padre, que me las ha dado, es superior a todos y nadie
puede arrebatar nada de las manos de mi Padre. El Padre y yo somos una sola cosa.
5. Yo les doy vida eterna
San Juan, nos presenta en este fragmento del Evangelio, algunos puntos doctrinales
interesantes. En la fe en Jesús, y, por tanto, en sus obras, que son signos. Si
inmediatamente hay causas diversas, es por malas disposiciones, temor de la luz (Jn
3:19-21), espíritu terreno (Jn 8:23), en el fondo de ello existe una predestinación,
porque ya se dijo, a propósito de la incredulidad en Jesús, que nadie puede venir a mí si
el Padre no le trae (Jn 6:44). Jesús se presenta con un conocimiento sobrenatural y
universal de sus ovejas. Con un oficio de Pastor que llama a sus ovejas de modo real,
aunque misterioso, porque aquéllas oyen su voz; con un poder vitalizador, pues les da la
vida eterna, así es como dice: Yo les doy Vida eterna, entonces se presenta dotado de
un poder trascendente, pues nadie puede arrebatar de su mano estas ovejas, por eso
dice Jesús: nadie las arrebatará de mis manos.
Todo este rebaño espiritual es un don del Padre a Él. Mi Padre, que me las ha dado, es
superior a todos. Es decir Dios es lo más grande, lo más precioso. Jesús dice me las ha
dado, le ha dado la naturaleza divina, el poder divino, que el Padre le había comunicado,
tanto para hacer milagros como para conducir las ovejas y darles la vida eterna. Las
ovejas que oyen su voz y la garantía de que las ovejas que oyen su voz no perecerán, es
porque nadie puede arrebatar nada de las manos de mi Padre. Porque es un don que le
dio el Padre, el cual don es más precioso que todas las cosas. Nada es comparable a la
vida eterna, que Jesús dispensa (Jn 17:1-4). El mismo lo dijo en otra ocasión en tono de
pregunta: - ¿Qué aprovecha al hombre ganar todo el mundo si pierde su alma? (Mt
16:26; Lc 9:25).
6. El Padre y Yo somos una sola cosa.
Finalmente Jesús afirma: El Padre y yo somos una sola cosa. Entonces, de la misma
manera que nadie puede arrebatar nada de la mano de mi Padre, que aquí son las
ovejas, así tampoco se las puede arrebatar de las suyas. Porque, en definitiva, Yo y el
Padre somos una sola cosa. Directamente se expresa esta unidad entre el Padre y el Hijo
en el poder. El Padre y el Verbo encarnado son una sola cosa. Pero lo son no sólo como
un profeta, en el plan, conocimiento y actividad de Jesús para su obra salvadora. Sino
también, por razón de la persona divina, tiene una unión ontológica divina con el Padre.
Esta expresión encuentra su clarificación en la oración sacerdotal, en la que Jesús pide al
Padre que le glorifique con la gloria que tuve cerca de ti antes de que el mundo existiese
- Jn 17:5.24 -, lo mismo que en el prólogo, en el que se enseña abiertamente que el
Verbo, que se va a encarnar, era Dios.
Jesús nos habla de su misma e idéntica naturaleza con el Padre, Hay una naturaleza
divina, un solo Dios, naturaleza única en tres divinas personas: Padre, Hijo y Espíritu
Santo. Las palabras de Jesús, prueban la consustancialidad con el Padre y por lo tanto,
su divinidad.
San Agustín, escribe en el Libro I de la Confesiones: Dios es el más grande. Dios es el
más íntimo. Dios es el más presente. Dios es el más trascendente. Hacia él debe
orientarse el hombre. En él se debe vivir.
3 Para la reflexión personal
– (Haz silencio en tu interior y pregúntate:)
1.- ¿Qué me dice el evangelio que he leído?
2.- ¿Cómo ilumina mi vida?
3.- ¿Qué tengo que cambiar para ser más como Jesús?
4.- ¿Qué me falta para ser más como Él?
5.- Mi obediencia a Dios es ¿disciplinar o profética? ¿Revelo algo de Dios o sólo me
preocupo de mi salvación?
6.- Jesús no se sometió a las exigencias de los que querían comprobar si él era el
mesías anunciado. ¿Hay en mí algo de esta actitud dominadora e inquisidora típica de
los adversarios de Jesús?
4 Oración. ¿Qué le decimos a Dios? La palabra se convierte en Oración.
1 Padre, cuando llegó la hora en que los hombres trataron de quitarle de las manos a los
que tú le habías confiado, tu Hijo se entregó como víctima, a fin de que nadie pereciera.
Te pedimos que, puesto que participamos del cuerpo y la sangre de Aquel que es
nuestro Cordero pascual, seamos congregados por el Espíritu en un solo rebaño
mientras llega el día en que seamos tuyos para siempre. www.Dioscadadía.Bastin,Pinkers,Teheux
2 Ilumina, Señor, mi corazón, tardo para comprender; abre mi mente a la comprensión
de tu Palabra, tan grande que en ocasiones me desconcierta. También a mí me viene en
algunos momentos la tentación de decirle: «Te escucharé en otra ocasión». En medio de
la complejidad de nuestra sociedad, en medio de la presentación de tantas opiniones,
incluso religiosas, frente al pulular de tantas divinidades, viejas o nuevas, desde la
incertidumbre que en ocasiones hace presa en mí, puedo comprender el desconcierto e
incluso el escepticismo de muchos de mis hermanos. Éstos son «ovejas errantes sin
pastor», porque es posible que tu voz haya resonado alguna vez en sus oídos, pero ha
sido arrollada por demasiadas voces, por demasiadas opiniones, por demasiados
maestros de vida o de muerte.

Te suplico, Señor, por mí, que me acerco a tu Palabra: confírmala en mi corazón con la
evidencia que sólo tu Espíritu puede darle. Te suplico también, Señor, por mis
hermanos, inseguros, perdidos, confusos: háblales al corazón, hazte oír no como un
maestro entre tantos, sino como el Maestro, porque tú eres «uno con el Padre».
www.santaclaradeestella.es

3 ¡Que Dios tenga piedad y nos bendiga, que nos muestre su rostro radiante!; (Pausa.)
conozca así la tierra su proceder, y todas las naciones su salvación. (Sal 67,2-3)
www.ocarm.org

4 ¡Padre en Cristo Jesús y El Hijo del Hombre en el Padre! Reconozco Señor mío y Dios
mío que Tú estás siempre en mi pórtico de Salomón, que Tú eres el Cristo enviado por el
Dios eterno, y que en mis momentos de invierno, nunca te vas ni mucho menos me
abandonas. Acepto que en muchos episodios de mi historia no he creído en tus
promesas y por ello he «saltado» a otros rediles del mundo «llenos de placer y pecado»
simplemente porque rechazo tu Voz que me habla por doquier. Padre Glorioso, Padre
Misericordioso, permíteme una oración fervorosa en Nombre de Cristo Rey, el mismo
Dios, para que me concedas la gracia de pertenecer y seguir al Salvador, «no quiero
perecer, quiero vida eterna». Oh María Inmaculada Ruega por nosotros pecadores que
recurrimos a Vos. Amén. www.dario.res
5 Jesús, tú hiciste tres afirmaciones que ponen de relieve la identidad de las ovejas y
sus características en relación contigo: escuchan tu voz, te siguen y no perecerán para
siempre. La cualidad fundamental de quien está abierto a la fe es sobre todo la escucha;
además, tú le conoces en virtud de una unión personal y profunda contigo que se
concreta en el amor y en la vida eterna. Ahora bien, la escucha implica el seguimiento,
que es acción y compromiso. Sólo quien forma parte de tu rebaño reconoce en tu
Palabra la cualidad del buen pastor, que obra en nombre del Padre, en unidad de acción
y de amor. Señor, concédenos a todos nosotros, comunidad de discípulos, sentirte cerca
en la vida y en la cotidianidad, a fin de tener tu seguridad, a fin de demostrar tu coraje,
a fin de ser coherentes en la fe y responsables de nuestras acciones.
www.evangeliodeJuan.GiorgioZevini

5 Contemplación. ¿Cómo interiorizamos la palabra de Dios? La palabra en el


corazón de los Padres.
He aquí, hermanos, un gran misterio que hace pensar. El sonido de nuestras palabras
impacta en nuestros oídos, pero el verdadero Maestro está dentro de vosotros.
Que nadie piense que puede aprender algo de un hombre. La enseñanza exterior es sólo
una ayuda, un reclamo. El que enseña a los corazones tiene su cátedra en el cielo. Que
sea, pues, él quien hable dentro de vosotros, allí donde ningún hombre puede penetrar,
puesto que, aunque alguien pueda estar a tu lado, nadie puede estar en tu corazón.
Y que no haya nadie en tu corazón: que en él esté Cristo, su unción, a fin de que tu
corazón no permanezca sediento en el desierto, sin una fuente donde calmar su sed. En
consecuencia, es interior el Maestro que enseña.
Es Cristo quien enseña con sus inspiraciones. Cuando nos faltan sus inspiraciones y su
unción, en vano alborotan las palabras de fuera (Agustín, Comentario a la Primera carta
de Juan, m, 13). www.santaclaradeestella.es
Todo esto sucedía en invierno. ¿Cuándo es invierno? Es invierno cuando el corazón se ha
enfriado y endurecido hasta tal punto que no hay en él ni gracia, ni Dios, ni cosas
divinas, sino solo nieve fría y escarcha. Y hay asimismo otro invierno, en el que el
hombre bueno y divino que ama a Dios y se abstiene con diligencia del pecado, es
abandonado, no obstante, por Dios y se vuelve árido y frio en orden a todo consuelo y
dulzura divina. En ese invierno se encontró nuestro Señor Jesucristo. Él fue quien más
sufrió entre todos los hombres y el más abandonado sin socorro alguno. Lo mismo
sucede con sus amigos elegidos: si encontraran el modo de poder seguir a su amable
Pastor en un resignado abandono interno y externo, iQué inmensamente felices serían.
Sin embargo, ¿por qué llama nuestro Señor tantas veces «ovejas» a sus amigos? Por
dos cualidades propias de las ovejas que le gustan a Jesús: la inocencia y la dulzura. La
pureza y la inocencia permiten seguir al Cordero por donde vaya; la dulzura es conforme
a Dios: nos permite escuchar la voz de Dios, a quien el hombre impetuoso e irascible no
oye nunca. Si quieres oír en ti la escondida e Íntima Palabra pronunciada en un santo
susurro en lo más interior del alma, es necesario que dentro y fuera de ti se suprima
toda impetuosidad, y debes ser una dulce ovejilla, tranquila y abandonada, y escuchar
esta amable voz con tranquila dulzura (Juan Taulero, Homilía para el miércoles anterior
al domingo de Ramos, passim). www.evangeliodeJuan.GiorgioZevini
6 Acción. ¿A qué me comprometo con Dios? Para custodiar y vivir la palabra.
Repite con frecuencia y vive hoy la Palabra: «Esculpe, Señor, la Palabra en mi
corazón»
Repite con frecuencia y vive hoy la Palabra: «Mis ovejas escuchan mi voz; yo las
conozco y ellas me siguen» (v. 27).
7 Para la lectura espiritual. Caminar con la palabra.
Leer significa a menudo recoger información, adquirir nuevas perspectivas y nuevos
conocimientos y dominar un nuevo campo del saber. Puede conducirnos a una
licenciatura, a un título, a un certificado. La lectura espiritual, sin embargo, es diferente.
No significa simplemente leer cosas espirituales; significa también leer las cosas
espirituales de modo espiritual. Esto requiere disponibilidad no sólo para leer, sino
también para ser leídos; no sólo para dominar las palabras, sino para ser dominados.
Mientras leamos la Biblia o un libro espiritual simplemente para adquirir conocimiento,
nuestra lectura no nos ayudará en nuestra vida espiritual. Podemos llegar a ser grandes
expertos en cuestiones espirituales, sin llegar a ser de verdad personas espirituales. Al
leer las cosas espirituales de modo espiritual, abrimos el corazón a la voz de Dios.
Debemos estar dispuestos a dejar aparte el libro que estamos leyendo y escuchar
simplemente lo que Dios nos dice a través de sus palabras (H. J. M. Nouwen, Pane per ¡I
viaggio, Brescia 1997, p. 118 [trad. esp.: Pan para el viaje, PPC, Madrid 1999]).
www.santaclaradeestella.es

El cordero de Dios se ha convertido en el solo y único verdadero pastor, en el buen


pastor. Es pastor, en primer lugar, porque fue cordero, porque existe una evidente
proximidad, una autentica connaturalidad entre él y los otros corderos. El conoce a sus
corderos como ningún otro pastor puede conocer a los suyos porque un día quiso
reunirlos y hacerse cordero en medio de ellos. Ahora bien, existe aún otra razón, más
decisiva. Jesús no está solo. No está abandonado a sí mismo. El cordero no se hizo
pastor el solo. Jesús, a su vez, está en las manos de otro, de una manera indisoluble,
irreversible; en las manos, en los brazos, en el seno del Padre, y nadie podrá arrancarle
de ahí.
Si Jesús se ha convertido en pastor del inmenso rebaño, de la infinita multitud, se lo
debe antes que a nada al Padre. Jesús dice de sus corderos: «Los que el Padre me ha
dado» (in 17,24). Jesús no posee nada, todo lo recibe del Padre. Sin embargo, el Padre
no tiene nada más precioso para darle que las dos imágenes perfectas de sí mismo: el
Cordero inmolado cuya sangre purifica, y el Pastor que dio la vida para salvar a sus
ovejas. Jesús no es, verdaderamente, más que esto, a imagen perfecta del Padre,
impronta y expresión de su sustancia, humano balbuceo del amor paterno: «Lo que el
Padre me ha dado —dice Jesús— vale más que todo». Abandonarse como una oveja en
manos de Jesús, el buen pastor, es como abandonarse en manos del Padre. El Cordero
inmolado está ahí para conducirnos al Pastor, el único bueno, Jesús. Y el buen pastor
está dispuesto para conducirnos hacia aquel de quien el - procede y del que lo ha
recibido todo: el Padre. Todo es pedagogía, todo es perspicacia Divina para conducirnos
al Padre. Jesús bajó a nosotros únicamente para que podamos seguirle allí arriba.
Cordero, pastor, camino y puerta, él nos conduce siempre a las manos del Padre, de
quien nadie podrá separarnos jamás (A. Louf, Solo l'amore vi baster & Casale Monf.
1985, 79s, passim). www.evangeliodeJuan.GiorgioZevini
*****
www.fundacionpane.org

📕 Lectura, ¿Qué dice el texto?

Los judíos lo rodearon y le preguntaron: “¿Hasta cuándo nos tendrás en suspenso? Si


eres el Mesías, dilo abiertamente”.
Jesús les respondió: “Ya se lo dije, pero ustedes no lo creen. Las obras que hago en
nombre de mi Padre dan testimonio de mí, pero ustedes no creen, porque no son de mis
ovejas.

🙋 ‍Siguiendo este texto, ¿Cuáles son las palabras o frases o actitudes que atraen tu
atención, tu interés?

📗 Meditación, ¿Qué nos dice Dios en el texto?


Muchos creo, o todos, podemos distinguir lo que es bueno o malo, quizás por ahí nos
engañen un poco, pero tarde que temprano nos damos cuenta. Cuando alguien habla y
actúa con verdad, con transparencia, lo reconocemos inmediatamente, y no sólo lo
vemos, sino que lo percibimos y sentimos; algo naturalmente desde el fondo de
nosotros nos lo dice (nuestro espíritu, nuestra alma) y no es necesario cuestionar,
investigar. Ahora bien, en este texto los judíos querían ver un mesías según su voluntad
y no la de Dios, ese era el problema. ¿Me siento parte de las ovejas del Señor porque sé
reconocer la voz de la verdad, de la bondad?, ¿Cómo son mis obras, mis acciones, mis
actitudes?, ¿Dan testimonio de mi bondad?, ¿Cuáles son buenas y cuáles no?, ¿Dejó que
mi espíritu, mi alma me guíen, me lleven con acciones y actitudes como lo ha pedido el
Señor?, ¿Cumplo la voluntad de Dios o impongo mi voluntad?

🙋 Siguiendo el mensaje de este texto, ¿Cuál es tu meditación, tu reflexión personal?

📘 Oración, ¿Qué le decimos a Dios?

Señor, en cada obra, acción y actitud buena, sé que es la voluntad de Dios y dan
testimonio de que estas presente y lo creo; has dado a mi corazón, a mi alma, a mi
espíritu la humildad, la sensibilidad para reconocerte, reconocer tu voz y seguirte.
Quiero ser como tú, dar testimonio con nuevas obras, acciones y actitudes; ayúdame a
estar lo más cerca posible de ellas y cumplir, porque deseo que seas mi Pastor, mi guía,
mi luz.

🙋 ‍Siguiendo el mensaje de este texto, ¿Cuál es tu oración personal?

Cada uno pone sus intenciones. -Amén-

📙 Contemplación, ¿Cómo interiorizamos la Palabra de Dios?

“Dan testimonio de mí“ (Repetimos)

🙋 Siguiendo el mensaje de este texto, ¿Cuál es la palabra o frase o párrafo o actitud que
te ayuda a recordar este texto?

🏃 ⛪ Acción, ¿A qué me comprometo con Dios?

Identificar cuáles son las obras, las acciones, las actitudes buenas que tengo y cuáles
son las que no son buenas.
De las buenas obras, acciones y actitudes que tengo, poner hoy en práctica al menos
una de ellas, para dar testimonio de que Dios está presente.
Proponerme el compromiso de ir eliminando de mi vida aquellas obras, acciones y
actitudes que no son buenas.

🙋 Siguiendo el mensaje de este texto, ¿Cuál es la acción concreta que te invita a


realizar?
**********************************************************************

✞ ✞ ✞ Profesión de Fe

Solo los Domingos y Solemnidades.

✞ ✞ ✞ Intenciones (Oracion de los fieles)


Elevemos nuestras súplicas a Dios, Padre todopoderoso, que ha sido glorificado en la
muerte y resurrección de su Hijo.
- Para que el Señor Jesús, que se hizo compañero de los discípulos de Emaús, acompañe
a su Iglesia peregrina entre las dificultades e incertidumbres de la vida. Oremos.
- Para que los que han renacido del agua y del Espíritu Santo en la noche de Pascua
conserven firmes la fe que han recibido y sean auténticos discípulos de Cristo. Oremos.
- Para que los enfermos y todos los que sufren experimenten el consuelo del amor del
Padre, que nunca nos abandona. Oremos.
- Para que, por la gracia de la eucaristía, aumente en todos nosotros la alegría de
sabernos salvados. Oremos.
• Roguemos hoy por una Iglesia misionera, y digamos: R/ Señor, escucha nuestra
oración.
Para que la Iglesia no se canse nunca de predicar a Cristo como Señor glorioso y
resucitado, roguemos al Señor.
Para que la Iglesia no se canse nunca de pedirle al Señor que la renueve
constantemente, y le dé el don de estar siempre atenta a los signos de los tiempos,
roguemos al Señor.
Para que los cristianos vivamos de tal manera que nuestra vida, iluminada por la fe,
atraiga a muchos a Jesucristo, roguemos al Señor.
Dios de bondad, acoge benigno las oraciones que te presentamos. Por Jesucristo,
nuestro Señor.

3 LITURGIA EUCARISTICA
Sacerdote: Orad hermanos para que este sacrificio, mío y vuestro, sea
agradable a Dios, Padre todopoderoso.
Todos: El Señor reciba de tus manos este sacrificio, para alabanza y gloria
de su Nombre, para nuestro bien y el de toda su santa Iglesia. (→ Este es el
Compendio de la Misa)

✞ ✞ ✞ Oración sobre las Ofrendas

*** Se llevan al altar los dones; el pan y el vino. *** Acepta, Señor, nuestro corazón contrito y nuestro
espíritu humilde; que éste sea hoy nuestro sacrificio y que sea agradable en tu presencia, Señor, Dios
nuestro. *** Lava del todo mi delito, Señor, limpia mi pecado.

Concédenos, Señor, alegrarnos siempre por estos misterios pascuales, y que la


actualización continua de tu obra redentora sea para nosotros fuente de gozo incesante.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Oh Dios, Padre amoroso: El pan y el vino que estamos ofreciendo sobre el altar nos
hablan de un viaje o marcha hacia el futuro caminando juntos con tu Hijo Jesús.
Cámbianos interiormente como cambias estos dones; y transfórmanos a imagen y
semejanza de tu Hijo. Haznos hombres y mujeres que se atrevan a arriesgarse para
proclamar sin miedo su mensaje con un lenguaje que nuestros tiempos entiendan. Que
seamos hombres y mujeres audaces y animosos dispuestos a abrir nuevos caminos,
donde y cuando sea necesario, y, sin embargo, siempre firmemente anclados en tu Hijo,
Jesucristo nuestro Señor, que vive y reina por los siglos de los siglos.
Introducción a la plegaria eucarística
Centro y el culmen de toda la celebración. Es una plegaria de acción de gracias y de
consagración. El sentido de esta oración es que toda la congregación de fieles se una con Cristo
en el reconocimiento de las grandezas de Dios y en la ofrenda del sacrificio .

a) Acción de gracias
El Señor esté con vosotros. R/ Y con tu espíritu. Levantemos el corazón R/ Lo tenemos
levantado hacia el Señor. Demos gracias al Señor, nuestro Dios. R/ Es justo y necesario.
Prefacio Pascual IV. La restauración del universo por el misterio Pascual.
En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación glorificarte siempre, Señor;
pero más que nunca exaltarte en este tiempo glorioso en que Cristo, nuestra Pascua, ha
sido inmolado.
Porque, demolida nuestra antigua miseria, fue reconstruido cuanto estaba derrumbado y
renovada en plenitud nuestra vida en Cristo.
• Gracias, Señor, porque me iluminas con tu voz, porque marcas los pasos por los que
debo caminar para vivir la felicidad y la auténtica libertad, gracias porque nos perdonas
y porque nos alientas nuevamente a seguirte, te pido que me ayudes a serte fiel, a abrir
mis ojos a tu hermoso amor y responder a Él con generosidad. Amén
Si quieres, puedes pedirle al Señor por tus intenciones
Reza un Padre Nuestro, un Ave María y un Gloria…
Por eso, con esta efusión de gozo pascual, el mundo entero se desborda de alegría, y
también los coros celestiales, los ángeles y los arcángeles, cantan el himno de tu gloria
diciendo sin cesar:
b) Santo: con esta aclamación toda la asamblea, uniéndose a las jerarquías celestiales, canta
o recita las alabanzas a Dios.

Santo, Santo, Santo es el Señor, Dios del Universo. Llenos están el cielo y la tierra de tu
gloria. Hosanna en el cielo. Bendito el que viene en nombre del Señor. Hosanna en el
cielo.
c) Epíclesis Se implora el poder divino para que los dones se conviertan en el Cuerpo y la
Sangre de Cristo, y para que la víctima inmaculada que se va a recibir en la comunión sea para
salvación de quienes la reciban.

Santo eres en verdad, Padre, y con razón te alaban todas tus criaturas, ya que por
Jesucristo, tu Hijo, Señor nuestro, con la fuerza del Espíritu Santo, das vida y santificas
todo, y congregas a tu pueblo sin cesar, para que ofrezca en tu honor un sacrificio sin
mancha desde donde sale el sol hasta el ocaso. Por eso, Padre, te suplicamos que
santifiques por el mismo Espíritu estos dones que hemos separado para ti, de manera
que se conviertan en el Cuerpo y la Sangre de Jesucristo, Hijo tuyo y Señor nuestro, que
nos mandó celebrar estos misterios.
d) Narración de la institución y consagración. Con las palabras y gestos de Cristo, se
realiza el sacrificio que él mismo instituyó en la última cena. Momento más solemne de la Misa;
es la transubstanciación: pan y vino desaparecen al convertirse en el Cuerpo, Sangre, Alma y
Divinidad de Cristo. Dios se hace presente ante nosotros con todo su amor. ¡Bendito Jesus en el
Santísimo sacramento del Altar!

Porque Él mismo, la noche en que iba a ser entregado, tomó pan y dando gracias te
bendijo, lo partió y lo dio a sus discípulos, diciendo: "Tomen y coman todos de él,
porque esto es mi Cuerpo, que será entregado por ustedes".
Del mismo modo, acabada la cena, tomó el cáliz, y, dando gracias te bendijo, y lo pasó a
sus discípulos, diciendo: "Tomen y beban todos de él, porque éste es el cáliz de mi
Sangre, Sangre de la alianza nueva y eterna, que será derramada por ustedes y por
muchos para el perdón de los pecados. Hagan esto en conmemoración mía".
e) Anámnesis. La Iglesia, al cumplir este encargo que, a través de los Apóstoles, recibió de
Cristo Señor, realiza el memorial del mismo Cristo, su Reactualización, recordando
principalmente su bienaventurada pasión, su gloriosa resurrección y la ascensión al cielo.

Éste es el sacramento de nuestra fe. R/ Anunciamos tu muerte, proclamamos tu


resurrección. ¡Ven, Señor Jesús!
f) Oblación. La asamblea ofrece al Padre la víctima inmaculada, y con ella se ofrece cada uno
de los participantes.

Así, pues, Padre, al celebrar ahora el memorial de la pasión salvadora de tu Hijo, de su


admirable resurrección y ascensión al cielo, mientras esperamos su venida gloriosa, te
ofrecemos, en esta acción de gracias, el sacrificio vivo y santo.
Dirige tu mirada sobre la ofrenda de tu Iglesia y reconoce en ella la Víctima por cuya
inmolación quisiste devolvemos tu amistad, para que, fortalecidos con el Cuerpo y la
Sangre de tu Hijo y llenos de su Espíritu Santo, formemos en Cristo un solo cuerpo y un
solo espíritu.
Que Él nos transforme en ofrenda permanente, para que gocemos de tu heredad junto
con tus elegidos: con María, la Virgen Madre de Dios, los apóstoles y los mártires, (san
N.: santo del día o patrono) y todos los santos, por cuya intercesión confiamos obtener
siempre tu ayuda.
Te pedimos, Padre, que esta Víctima de reconciliación traiga la paz y la salvación al
mundo entero. Confirma en la fe y en la caridad a tu Iglesia, peregrina en la tierra: a tu
servidor, el Papa N., a nuestro Obispo N., al orden episcopal, a los presbíteros y
diáconos, y a todo el pueblo redimido por ti.
g) Intercesiones. Con ellas se da a entender que la Eucaristía se celebra en comunión con
toda la Iglesia, celeste y terrena, y que la oblación se hace por ella y por todos sus miembros,
vivos y difuntos.

Atiende los deseos y súplicas de esta familia que has congregado en tu presencia, en el
domingo, día en que Cristo ha vencido a la muerte y nos ha hecho partícipes de su vida
inmortal. Reúne en torno a ti, Padre misericordioso, a todos tus hijos dispersos por el
mundo.
A nuestros hermanos difuntos y a cuantos murieron en tu amistad recíbelos en tu reino,
donde esperamos gozar todos juntos de la plenitud eterna de tu gloria, por Cristo, Señor
nuestro, por quien concedes al mundo todos los bienes.
Padre eterno, te ofrecemos la Preciosísima Sangre de Jesús, con todas las
Misas celebradas en el mundo en éste día, por las benditas Almas del
Purgatorio. Y Concédeles, Señor, el descanso eterno y brille para ellas la luz
perpetua. Amén.
h) Doxología final. Se expresa la glorificación de Dios y se concluye y confirma con el amen
del pueblo.

Por Cristo, con Él y en Él, a ti, Dios Padre omnipotente, en la unidad del
Espíritu Santo, todo Honor y toda Gloria por los siglos de los siglos. Amén
✞ ✞ ✞ Rito de la comunión
Significa "común unión". Al acercarnos a comulgar, además de recibir a Jesús dentro de
nosotros y de abrazarlo con tanto amor y alegría, nos unimos a toda la Iglesia en esa misma
alegría y amor.

a) Introducción al Padrenuestro
Con las palabras de Jesús nuestro Señor oremos al Padre de todos para que su reino venga a
cada persona de la tierra.

• Oremos a nuestro Padre misericordioso nos conceda la gracia de pertenecer al rebaño


de Cristo Jesús, y creer y confiar ciegamente en sus obras.
• Unidos en el amor de Cristo, por el Espíritu Santo que hemos recibido, dirijámonos al
Padre con la oración que el Señor nos enseñó:
R/ Padre nuestro…
b) Rito de la Paz
Los fieles imploran la paz y la unidad para la iglesia y para toda la familia humana y se expresan
mutuamente la caridad antes de participar de un mismo pan.

Líbranos, Señor.
Líbranos, Señor de todos los males, y concédenos la paz en nuestros días, para que
ayudados por tu misericordia, vivamos libres de pecado y protegidos de toda
perturbación, y aguardando la venida gloriosa de Jesucristo, nuestra esperanza.

R/. Tuyo es el reino, tuyo el poder y la gloria, por siempre, Señor.


Señor Jesucristo, que dijiste a tus apóstoles: "La paz les dejo, mi paz les doy", no
tengas en cuenta nuestros pecados, sino la fe de tu Iglesia y, conforme a tu palabra,
concédele la paz y la unidad. Tú, que vives y reinas por los siglos de los siglos. R/.
Amén.
La paz del Señor esté siempre con ustedes. R/. Y con tu espíritu.
Dense fraternalmente la paz.
Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo. R. Ten piedad de nosotros.
Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo. R. Ten piedad de nosotros.
Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo. R. Danos la paz.
Invitación a la Comunión
Éste es Jesucristo, el Señor, que nos dice: “Mis ovejas escuchan mi voz, yo las conozco
y ellas me siguen".

• Éste es el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo. Dichosos los invitados a la
cena del Señor.

R. Señor, no soy digno de que entres en mi casa, pero una Palabra tuya
bastará para sanarme.
c) El gesto de la fracción del pan: Significa que nosotros, que somos muchos, en la
comunión de un solo pan de vida, que es Cristo, nos hacemos un solo cuerpo (1 Co 10,17)

d) Inmixión o mezcla: el celebrante deja caer una parte del pan consagrado en el cáliz.
Antífona de comunión Cf. Lc 24, 46. 26
Era necesario que el Mesías padeciera y resucitara de entre los muertos, para así entrar
en su gloria. Aleluya.

✞ ✞ ✞ Oración después de la Comunión

Escucha, Señor, nuestras oraciones para que el santo intercambio de nuestra redención
nos sostenga durante la vida presente y nos dé las alegrías eternas. Por Jesucristo,
nuestro Señor.
Oh Padre amoroso: Estamos contentos de llamarnos “cristianos”, como hombres y
mujeres que seguimos a Cristo tu Hijo. Queremos permanecer siempre fieles a Él con
firme compromiso y entrega. Cólmanos con la gracia del Señor para que el Espíritu
Santo viva en nosotros y así también nosotros atraigamos a muchos al Señor y seamos
siempre dignos de llamarnos “cristianos”, valioso nombre que recibimos de Jesucristo
nuestro Señor.

4 RITO DE CONCLUSION
Consta de saludo, bendición sacerdotal, y de la despedida, con la que se disuelve la asamblea,
para que cada uno vuelva a sus honestos quehaceres alabando y bendiciendo al Señor.

✞ ✞ ✞ Despedida

Te damos gracias, Señor, por todos tus beneficios, a Ti que vives y reinas por los siglos
de los siglos. R/ Amén.
¡Cristo, Rey nuestro! R/ ¡Venga tu Reino!

Consagración a María
– Pidámosle a María que nos acompañe siempre:
Acuérdate, ¡oh piadosísima, Virgen María!, que jamás se ha oído decir que ninguno de
los que han acudido a tu protección, implorando tu auxilio haya sido abandonado de Ti.
Animado con esta confianza, a Ti también yo acudo, y me atrevo a implorarte a pesar
del peso de mis pecados. ¡Oh Madre del Verbo!, no desatiendas mis súplicas, antes bien
acógelas benignamente. Amén

Oracion a San Miguel Arcángel.


San Miguel Arcángel, defiéndenos en la lucha. Sé nuestro amparo contra la perversidad
y acechanzas del demonio. Que Dios manifieste sobre él su poder, es nuestra humilde
súplica. Y tú, oh Príncipe de la Milicia Celestial, con el poder que Dios te ha conferido,
arroja al infierno a Satanás, y a los demás espíritus malignos que vagan por el mundo
para la perdición de las almas. Amén

✞ ✞ ✞ Bendición

Hermanos: Que la gracia de Dios obre en nosotros y nos guarde siempre fieles con firme
propósito y decisión, para que podamos ser verdaderos discípulos de Jesús.
Para ello, que la bendición de Dios todopoderoso, Padre, Hijo y Espíritu Santo descienda
sobre nosotros y nos acompañe siempre.
R/ Amén
Podemos ir en paz. R/. Demos gracias a Dios.

✞ ✞ ✞ Abba Padre, gracias te doy por enseñarme a Cristo histórico. Y ahora, por tu gracia
y Espíritu Santo concédeme fortalecer la fe, para caminar con Cristo, por Cristo y en
Cristo, ya no histórico, sino Pan vivo bajado del cielo.
«Tú eres Cristo, el Hijo de Dios Vivo» Mt 16, 16

También podría gustarte