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ME GUSTA LA REPOSTERÍA

Desde siempre he tenido muchas inquietudes, pero la cocina, y concretamente la pastelería


son las que más me han apasionado. Muy pequeña ayudaba a mi madre a hacer pasteles y
panes. Con los años mi interés por la pastelería creció.

Puedo decir que uno de mis gustos, después de mi carrera es la repostería, está la puedo
definir como un arte, uno basado en preparar y adornar diferentes platos dulces, me gusta
los sabores y el impacto visual del postre.

Los pasteles y postres son los primeros alimentos que se pueden preparar, en la compañía
de los adultos y niños con las medidas de seguridad necesarias. Comer es en sí un acto de
compartir, pero cocinar en familia brinda unión.

Pues lo que cada uno hace y aporta alimenta a los otros, eso nos brinda un placer invaluable
para los miembros de mí la familia, que más para compartir un momento de amor con los
seres queridos. Cocinando y compartiendo

El hecho mismo de cocinar un pastel implica seguir una receta, que en términos prácticos se
traduce en el seguimiento de una norma. Con esto, los padres pueden enseñarles a los niños
que bien es cierto las normas se cumplen.

Y aunque es posible que para algunas personas la cocina no represente una actividad
placentera, de todos modos es importante intentar vincular a los niños con ella. Ya que la
cocina es un arte y hacer pasteles lo es también.

En primer lugar, uno de los beneficios más importantes con el que nos encontramos en los
pasteles, es calidad y variedad. Con esto queremos decir que tenemos todo tipo de pasteles
fabricados algunos tenemos leche y otros con fruta diferente.

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