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Importancia de la competencia digital docente

Introducción

Las Tecnologías de la Información y la Comunicación o TIC, nombre genérico con el que


conocemos al conjunto de procesos y productos derivados de las herramientas, soportes de la
información y canales de comunicación relacionados con el almacenamiento, procesamiento y
transmisión digitalizados de datos (Cañellas, 2006), han impactado e influenciado todos los
aspectos de la educación desde su invención hasta nuestros días. De hecho, de acuerdo con el
planteamiento de Severin (2010), la adopción e incorporación de las TIC en los contextos
educativos comenzó siendo una opción y se ha convertido ahora en una necesidad, deber e
incluso, responsabilidad.
Sin embargo, la aparición relativamente reciente de las TIC aunada a la velocidad de su
evolución dificulta asimilar las soluciones propuestas a problemas viejos y afrontar los nuevos
desafíos educativos (Pedró, 2011) ocasionando una falta de innovación y verdadera integración
de las TIC en las prácticas educativas. Este problema ocurre debido a la carencia de guías en la
toma de decisiones que ayuden a determinar qué, cómo y cuándo incorporar las TIC en
beneficio de una real calidad educativa y a la falta de instrumentos específicos y confiables que
ayuden a medir el impacto de la inclusión de las TIC en los procesos educativos. (Severin,
2010).

Desarrollo

El uso de las Tecnologías de la Información y Comunicación abre un sinfín de


posibilidades de cara a la investigación, y el efecto que puede llegar a tener sobre la educación
incumbe a los educadores considerarlo a la hora de pensar en la tarea de reestructurar la
metodología empleada al momento de impartir sus clases y de mejorar y/o incrementar sus
competencias digitales. Ellas representan un apoyo en el proceso de enseñanza para el trabajo
entre profesor y alumnos, por lo que pueden convertirse, a mediano plazo, en el catalizador del
cambio pedagógico en las instituciones educativas, este cambio no puede consistir sólo en su
mera incorporación al servicio de los modelos tradicionales de la enseñanza. El reto está en que
las instituciones educativas innoven no sólo su tecnología, sino también sus concepciones y
prácticas pedagógicas, lo que significa modificar el modelo de enseñanza en su globalidad.
Abordar este proceso significará reformular el papel y práctica pedagógica del docente,
planificar y desarrollar modelos de aprendizaje del alumnado radicalmente distintos a los
tradicionales, cambiar las formas organizativas del tiempo y el espacio de las clases, cambiar las
modalidades y estrategias de tutorización.
La tecnología promueve la motivación, la atención, la comunicación y el trabajo
colaborativo, aunque por otro lado, presenta algunos riesgos como el acceso a información no
confiable, obsoleta e incluso ofensiva (Pino, 2010). Es por ello que su integración a la
educación debe obedecer a un proceso de planeación que busque cumplir con los objetivos del
aprendizaje, y que asegure que las herramientas tecnológicas utilizadas sean las más adecuadas
(Katzman, 2010). El uso de la tecnología por sí mismo no asegura la calidad de la educación, a
menos que ésta sea integrada adecuadamente a una redefinición curricular que busque dotar a
los alumnos de “aquellas competencias que les ayudarán a desempeñarse apropiadamente como
ciudadanos responsables en una sociedad del aprendizaje y como trabajadores competentes en
una economía del conocimiento” (Pedró, 2011), por lo que se hace importante el papel del
docente, su preparación y el incremento de sus competencias digitales.

Conclusiones

El avance de las tecnologías cubre todas las acciones y ámbitos en los que se
desenvuelve un estudiante, no se puede relegar a la educación de este tipo de herramientas, al
contrario, como lo menciona Pavón (2005), se debe proporcionar al alumno la adecuación
necesaria. Así que el utilizar medios tecnológicos para la enseñanza, se ha convertido en una
necesidad. Todo esto lleva a una reflexión sobre la práctica docente y los nuevos cambios de
paradigma que este esquema social presenta a nivel metodológico.
Cornella (1999) manifiesta que “uno de los retos básicos de la educación actual es preparar
a las personas para ser capaces de participar plenamente en una sociedad de la información en la
que el conocimiento es fuente crítica de desarrollo social y económico”, por lo que se hace
importante trabajar en el mejoramiento de las competencias digitales de los docentes, pues son
estos los encargados de mejorar e innovar los ambientes educativos y de articular una enseñanza
basada en los nuevos paradigmas tecnológicos.

Referencias:

Cañellas, A.M. (2006). Impacto de las TIC en la educación: un acercamiento desde el punto de
vista de las funciones de la educación. Quaderns digitals: Revista de Nuevas Tecnologías y
Sociedad, 43, 1-15.
Cornella, A. (1999) En la sociedad del conocimiento, la riqueza está en las ideas. Documento
electrónico. Recuperado de: http://www.uv.es/~cursegsm/MaterialCurso/Cornella1.pdf
Katzman, R. (2010). Impacto social de la incorporación de las nuevas tecnologías de
información y comunicación en el sistema educativo. División para el Desarrollo Social de
la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL).
Pavón, F. (2005). Educación para las nuevas tecnologías. Pixelbit (25). Recuperado de:
http://www.sav.us.es/pixelbit/articulos/n25/n25art/art2501.htm.
Pedró, F. (2011). Tecnología y escuela: lo que funciona y por qué. XXVI Semana Monográfica
de la Educación. Recuperado de:
http://www.fundacionsantillana.com/upload/ficheros/noticias/201111/documento_bsico.pdf
Pino, D. (2010). Web-Based English as a Second Language Instruction and Learning. Strenghts
and Limitations. Distance Learning, 5(2), 65-71.
Severin, E. (2010). Tecnologías de La Información y La Comunicación (TICs) en Educación.
Marco Conceptual e Indicadores. Notas Técnicas Nr.6. Banco Interamericano de
Desarrollo, 1-36.

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