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Justificación
Objetivo general
OBJETIVOS ESPECÍFICOS
Pero ahora muchos se han revelado, a partir de los 80 hasta ahora, la sociedad se ha vuelto
un poco más abierta, y solo un poco porque esto ocurre en determinados países con
ciertas culturas, mientras que en otros aun predominan los estigmas y señalamientos hacia
aquel que tiene un sentido distinto sobre a quién decide querer o el cómo decide
comportarse. Ahora bien, no deja de ser complicado todas las orientaciones que han
nacido en los últimos tiempos, a veces pensamos que encasillarlos a todos dentro de la
comunidad LGBT está bien, pero realmente este árbol tiene muchas más ramas que
complican la vista de todo el panorama.
Antes de empezar a diseccionar y entender a la comunidad LGBT, hay que aprender sobre
los dos términos que la engloban, la monosexualidad se refiere a un sentido único que se
refleja en la atracción sexual por una determinada identidad de género, y solo se siente
algún tipo de sentimiento hacia un grupo específico. Dentro de esta categoría se
encuentran los heterosexuales y los homosexuales, puesto que en ambos casos se sienten
atraídos en un solo sentido y no comparten una atracción distinta por otro géneros, es
decir, una mujer homosexual o lesbiana solo se sentirá atraída por otra mujer, dentro de su
deseo tanto físico como emocional no habrá cabida para un hombre, un bisexual o
cualquier otro género.
Este muy conocido colectivo es el que cuenta con una mayor proyección mundial,
Lesbianas, Gays, Bisexuales y Transexuales, su bandera es un arcoíris que ya ha recorrido
una gran cantidad de países para hacerse notar y en especial para que sus derechos sean
reconocidos.
La homosexualidad es la atracción que siente una persona hacia otra de su mismo género,
de ella nacen los términos gay y lesbiana, el primero para referirse a los hombres atraídos
por otros hombres y el segundo usado solo por las mujeres. Así mismo, los términos han
recibido una mayor atención por ser los primeros conocidos, tienen un mayor número de
personas que se identifican como gays o lesbianas y por él, han empezado a conocerse
otros sinnúmero de orientaciones, nacidas a partir del deseo humano de sentirse
identificado.
Por otra parte, la bisexualidad es cuando la persona se siente atraída tanto por hombres
como por mujeres, en ocasiones la atracción tiende a ser de mayor preferencia hacia un
género sobre otro, pero de igual manera sigue manteniendo el deseo por ambos. Ahora
bien la transexualidad es mucho más complicada y va más allá de la orientación sexual,
puesto que también incurre la identidad de la persona. Un transexual no se identifica con el
género con el que nació, es decir, si nace hombre, el realmente se siente como una mujer,
por lo que desea transformase y adecuarse al género que desean o sienten pertenecer.
El colectivo suele ser utilizado para englobar a muchas personas y géneros, pero al fin y al
cabo, depende de la propia persona si desea o no ser encasillado dentro de él. Muchos
intersexuales preferirían que la comunidad pase llamarse LGBTI para poder hacer referencia
a ellos, pero esto aún no ha ocurrido, por lo que al igual que muchos otros, prefieren no ser
encasillados. Por otro lado, la descripción de un intersexual también va más allá de la
atracción que puedan sentir por otro individuo.
Un intersexual presenta una incompatibilidad entre el sexo con el que nació y sus genitales,
es decir, su caso pasa a ser algo más físico y genético. Hay que aclarar que no es un
hombre y mujer a la vez, esto físicamente es imposible, pero el intersexual nace con
características que no corresponde a los de su género, encierra casos como el nacimiento
de un individuo que tenga el clítoris un poco más largo que el promedio o nacer con un
escroto que esta divido de manera semejante a los labios vaginales.
Esta orientación busca romper con todo encasillamiento, los pansexuales se sienten
atraídos por cualquier género, sin discriminar o excluir. Van más allá de los géneros de
hombre y mujer y no se autolimitan; tampoco puede ser considerados como bisexuales,
puesto que ellos si dependen del sentido “hombre y mujer”, mientras que los pansexuales
reniegan de orientaciones y géneros.
Del otro extremo se encuentra la asexualidad, que es sentir cero deseo sexual, las personas
asexuales sencillamente no desean a nadie, no puede clasificarse como abstinencia puesto
que en ocasiones tienen sexo para complacer a la pareja. Un aspecto interesante de los
asexuales, es que si sienten amor, es decir, pueden enamorarse y ser personas románticas,
pero ellos preferirían dejar a un lado la parte sexual de la relación.
Ahora bien, de este último, se deriva la demisexualidad, que es la atracción recurrente que
siente una persona únicamente hacia otra con la que anteriormente haya tenido alguna
clase de relación cercana. Es decir, el demisexual solo desea relacionarse con alguien con
quien haya desarrollado lazos emocionales muy fuertes. Pasando a estar a medio camino
de un asexual, debido a que si no se está con la persona por la que desarrollaron un
‘enamoramiento’ no sentirán ningún tipo de deseo por nadie, independientemente del
género.