Ensayo sobre El 8º Hábito de la Efectividad a la

Grandeza.
Por: Mayor Parac. Wilkins Cedano Cedeño, FARD.

¿Qué tanta grandeza hay en El 8º Hábito para Stephen R.

Covey, frente a sus anteriores siete hábitos?

El propósito de mi ensayo es mostrar el contraste, entre la

importancia de la secuela sobre “Los Siete Hábitos”, que el
autor, plasmara en no más de 300 páginas, frente a este último
habito, que pareciera no acomodarse en más de 400 páginas y
su respectivo material audiovisual.

Covey, S. R. (2005). Dice que “Descubrir su voz única

significa realizar su potencial innato”. El desarrollo de El 8º
Hábito, sería una disculpa justificativa de Stephen R. Covey,
frente al fracaso filosófico contenido en “Los Siete Hábitos”,
ya que al descubrir que no existe fórmula mágica ni
combinación alguna de hábitos, para la grandeza, como todo
buen vendedor, proclama ahora, que la solución esta no en los
anteriores, sino en un nuevo octavo encasillado en “encontrar
tu propia voz y ayudar a que otros encuentren la suya”, lo
que en palabras llanas diría: con siete no pude ayudarte, así que
en este octavo ayúdate tú mismo.

Poniendo los pies en los zapatos del autor, quien fuera una
persona altamente religiosa, podríamos entender su fascinación
por enmarcar cuestiones de la conducción humana, en el
número 7 o número sagrado según las religiones
judeocristianas, como una manera alusiva que quisiera indicar,
que ha creado un manual perfecto para la vida y que las
imperfecciones de las personas, pudieran ser superadas, con la
simple guía de sus escritos o su consiguiente margen de ventas
como best seller. Todo llega a parecer un descaro frente a la
Biblia, que, bajo escrutinio de plagio inverso, esta se expone
como fuente de inspiración primaria, aunque más bien aquí, se
torna como su competencia al mejor estilo moderno.

En realidad, sería mejor analizar el tema desde la óptica

científica, puesto que, si continuamos por el camino de la fe, la
afinidad misma, podría hacerle más daño que bien a la
intención de este libro, pues se entiende que si Dios ha dado el
numero 7 como muestra de perfección y la divulgación de Los
7 Hábitos, deshonraron el concepto, al punto que se necesitó
crear un 8vo hábito, mucho más amplio y retórico que todos los
anteriores juntos. Podríamos pragmáticamente reconocer la
acción, como una herejía sobre el ya enunciado sacrilegio de
sobrepasar en vano el rango del mismísimo creador.

Desde la posición científica teórica, es innegable que la

combinación de buenos factores o hábitos, siempre tenderán a
incrementar la eficiencia de los resultados o quizás también su
grandeza, pero no es menos cierto, que en la práctica
igualmente, nada es perfecto.
Referencias bibliográficas:

Covey, S. R. (2005). El 8º hábito. De la efectividad a la

grandeza.

Covey, S. R. (1998). Los 7 hábitos de las personas altamente

efectivas.