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MARCO TEÓRICO

A. ANTECEDENTES

1. ANTECEDENTES DEL DELITO CONTRA LA SEGURIDAD PÚBLICA

En nuestro ordenamiento jurídico, la Constitución Política, el código penal y las normas


especiales existentes, definen el bien jurídico protegido y las modalidades como se lesionan
las mismas.
Es un hecho la creciente importancia que los delitos de peligro han alcanzado en el
ordenamiento jurídico-penal. Su incorporación al Código Penal responde a la necesidad de
protección de ciertos bienes jurídicos más allá de la conducta lesiva de los mismos, ya sea
por su relevancia, bien por ser susceptibles de lesión mediante una determinada conducta, o
debido a que los medios técnicos actualmente necesarios para la vida social pueden
ocasionar, indebidamente utilizados, riesgos intolerables, pero este tipo de delito es reciente
para las diferentes legislaciones penales. Hasta cierta época, las legislaciones no hicieron de
esto delitos.
Así los códigos italianos vigentes hasta la sanción del de 1889, prevenían los referidos
delitos en disposiciones dispersas con una técnica bien distinta de la que, por las
características de los mismos correspondían adoptar.
El código Toscano colocaba el incendio, la sumersión y la inundación bajo el enunciado
común del delitti contro gli averi altrui distinguiéndolos, no por la naturaleza del bien que
atacaba, sino por el móvil que guiaba al agente, a saber, la codicia, el ánimo de dañar o
destruir el bien ajeno.
Estos delitos figuraban en el código sardo como delitos contra la propiedad1. El mismo
problema se presenta en nuestra legislación penal, nuestro Código Penal derogado de 1863,
tipifica, por ejemplo, al delito de incendio, entre los delitos contra la propiedad (Art. 354).

Correspondió a Zanardelli, en Italia, la iniciativa de formar un título especial, de delitos


contra la incolumidad pública, bajo el cual se contemplaban en su proyecto del año de
1883, el incendio, la inundación, la sumersión, los delitos contra la salud y la alimentación
pública. El mismo Zanardelli, en el proyecto del año de 1887, convertido en código dos
años más tarde, siguió como era de esperarse, el sistema propiciado en el anterior. El titulo
se llega a cambiar ya que los delitos previstos no era la más racional, puesto que ellos
lesionan, no solo la propiedad, sino también las personas de la incolumidad de las cuales es
justo que la ley se muestre peculiarmente solícita. Es así que se cambia el nombre de la
sección séptima del código penal de 1924, llamada “Delitos contra la Seguridad Pública”.

1
Gómez, Eusebio. Tratado de Derecho Penal, Tomo V, Compañía Argentina de Editores S.R. Ltda.,
Tcuman 826, Buenos Aires, 1941, pp. 9-10

2 Hurtado Pozo, José. Delitos contra la seguridad Pública: clases dictadas en el curso de Derecho Penal III,
en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, Imprenta de la UNMSM; Revista del Foro, 14 de mayo de
1973, p. 113
En las legislaciones Alemana y Suiza, el nombre que se adopto fue el de Delito de Peligro
Común, atendiendo más exactamente el medio o manera de lesionar el bien jurídico
tutelado2. La doctrina indica que son esta designación el legislador no se equivocó, pues a
través de todos los rubros del código penal, se observa que, generalmente se mencionan en
los nombres de los Títulos, el bien jurídico que protegen (la vida, contra la propiedad,
contra el honor, contra la fe pública, etc.).

Sin embargo, al momento de elaborar los tipos, tomó como fuente, a estas dos corrientes,
preparándolos en base a los proyectos suizos y, agregándoles las nociones que la corriente
italiana proporcionaba, pero en forma limitada.

Otro punto que se tiene que tomar en cuenta es referido al bien jurídico tutelado, el bien
jurídico que se protege es la seguridad pública, sin embargo, esta conclusión es producto de
un proceso de evolución de la doctrina. En principio, se encontraba a estos delitos, entre los
que protegen la vida, la propiedad, y la salud. La dificultad que presenta esta
sistematización empezó a ser superada.
Originalmente se consideró que le bien jurídico era la tranquilidad pública, pero este
criterio no duro mucho, pues se empezó a considerar como bien protegido a la incolumidad
o seguridad pública.
Nuestro Código Penal llama a esta familia de infracciones delitos contra la Seguridad
Pública, de esto se puede afirmar que el bien jurídico protegido es la Seguridad Pública.

1
Gómez, Eusebio. Tratado de Derecho Penal, Tomo V, Compañía Argentina de Editores S.R. Ltda.,
Tcuman 826, Buenos Aires, 1941, pp. 9-10

2 Hurtado Pozo, José. Delitos contra la seguridad Pública: clases dictadas en el curso de Derecho Penal III,
en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, Imprenta de la UNMSM; Revista del Foro, 14 de mayo de
1973, p. 113

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