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La sociedad Porno (RESUMEN)

La transparencia no es el camino hacia la belleza porque lo bello necesita lo encubierto, lo no


evidente. La total desnudez se vincula con el concepto de lo sublime, que es aquello que va más
allá de la belleza, supera la imaginación y se vincula con la creación, según lo plantea Kant, pero el
cuerpo exhibido pornográficamente pasa de sublime a pobre, porque lo sublime no se afirma en la
exposición.

El erotismo se diferencia de la pornografía por su condición de tensión entre lo visible y lo no


visible, es la negatividad de la interrupción contra la positividad de la exhibición. A la pornografía
le falta la distancia de la seducción, porque la seducción requiere de sustracción, de misterio, de
demora, y la trasparencia es aceleración.

En materia de imágenes Roland Barthes nos plantea la existencia de dos categorías, la que se
expone al me gusta/no me gusta, a la noción rápida, a la que llama studium; y una segunda
categoría que es la que produce conmoción, la que sacude y apasiona, que es el punctum. A la
fotografía común, uniforme, la típica foto del reportaje, le falta punctum y solo es studium, ya que
el punctum interrumpe el continuo de la información del studium, es ruptura, es desgarro.

Entre las fotos uniformes Barthes incluye a las imágenes pornográficas, que son lisas, sin rupturas
ni ambigüedades, y hoy las imágenes que tienen similares características son las mediáticas, que
son todo studium, ninguna apasiona, solo generan un me gusta. El punctum aparece cuando se
rememora la imagen, porque requiere tiempo de contemplación, no simplemente devorar lo
expuesto. Las imágenes pornográficas son post hermenéuticas, es decir, no se leen ni interpretan,
solo se miran cómo espectáculo.

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