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1. Identificación del riesgo: Cuando se haya identificado este riesgo habrá que establecer la serie
de medidas que se deben llevar a cabo para buscar soluciones dirigidas a eliminarlo o reducirlo.
3. Evaluación:
La empresa debe realizar una evaluación basada en la medición de los niveles de ruido a los que están
expuestos los trabajadores.
Los métodos e instrumentos que se utilicen deben permitir la determinación del nivel de exposición
diario equivalente (LAeq,d), del nivel de pico (Lpic) y del nivel de exposición semanal equivalente
(LAeq,s). Los valores de exposición que generan una acción, referidos a los niveles de exposición
diaria y a los niveles de pico, se fijan en:
Para aplicar los valores límite de exposición, en la determinación de la exposición real del trabajador al
ruido se debe tener en cuenta la atenuación que proporcionan los protectores auditivos individuales
utilizados por parte de los trabajadores. Para los valores de exposición que generan una acción no se
tienen en cuenta los efectos causados por los protectores mencionados.
El nivel de exposición diario equivalente LAeq,d = 87 dB(A) no debe ser excedido en ninguna jornada
laboral.
La evaluación y la medición mencionada se deben efectuar cada año, como mínimo, en los puestos de
trabajo en los que se superan los valores máximos de exposición que generan una acción, o cada tres
años cuando se sobrepasan los valores inferiores de exposición que generan una acción.
La evaluación de riesgos, la podrá realizar un técnico con la formación de nivel intermedio, excepto
cuando se deba establecer una estrategia de medición o sea necesario llevar a
cabo una interpretación o aplicación
no mecánica de los criterios de evaluación, casos en los que será imprescindible disponer de la
formación de nivel superior en la especialidad de Higiene Industrial.
En función de los resultados de la evaluación, la empresa debe determinar las medidas a adoptar de
acuerdo con los artículos 4, 7, 8 y 9 de RD 286/2006, y planificar la ejecución de conformidad con lo
establecido en el capítulo II, sección segunda, del
Real Decreto 39/1997.
9. Medidas inmediatas:
Se conoce como limitación de la exposición. Si a pesar de las medidas adoptadas se comprueban
exposiciones por encima de los valores límite de exposición, la empresa deberá:
- Adoptar inmediatamente medidas para reducir la exposición por debajo de los valores límite de
exposición.
- Determinar las razones de la sobreexposición.
- Corregir las medidas de prevención y protección para evitar que se vuelva a producir una
reincidencia.
- Informar a los delegados de prevención de estas circunstancias.
La elección de la estrategia de medición supone la planificación de las mediciones respecto del tiempo
de duración, elección de la jornada o jornadas, los períodos de la jornada que se quieren cuantificar,
los trabajadores a quien se efectuará la medición y los instrumentos que se utilizarán.
Para medir el ruido se pueden utilizar sonómetros, sonómetros integradores y dosímetros personales
(medidores personales de exposición sonora).
Antes de realizar las medidas los aparatos se deben comprobar y ajustar, si es necesario, con el
calibrador acústico.
Si la situación del trabajador no permite fijar fácilmente la posición del micrófono en la forma
recomendada, se colocará a una altura de 1,55 m ± 0,075 m del suelo si el trabajador está de pie o a
0,80 m ± 0,05 m del plano del asiento, si trabaja sentado.
b) Elección de equipos de trabajo adecuados que generen el nivel de ruido más bajo posible, teniendo
en cuenta la actividad laboral a la que están adscritos.
e) Reducción técnica del ruido mediante la reducción del ruido aéreo, por ejemplo:
Cuando se sobrepasan los valores superiores de exposición que generan una acción, la empresa debe
establecer y ejecutar un programa de medidas técnicas y/o de organización adoptando medidas que
prioricen la protección colectiva y que deberá incluir aspectos como los siguientes:
5. Protección individual
Los protectores auditivos son equipos de protección individual que reducen los efectos del ruido para
evitar daños en el oído.
El RD 286/2006 establece la obligatoriedad de uso del protector auditivo cuando se superan los
valores superiores de exposición: LAeq,d = 85 dB(A) y Lpic= 137 dB(C). Sin embargo la empresa
tiene que poner a disposición de los trabajadores protectores auditivos cuando los niveles de ruido
sean superiores a los valores inferiores de exposición: LAeq,d = 80 dB(A) y Lpic = 135 dB(C),
respectivamente.
Existen dos tipos de protectores: las orejeras, que son unos cascos que cubren las orejas, y los
tapones, que se introducen en el canal auditivo.
OREJERAS: Cascos que cubren las orejas y que se adaptan a la cabeza mediante unas almohadillas
blandas, generalmente rellenas de espuma plástica o líquido. Están unidos entre sí por un arnés de
metal o plástico, y a veces se fija a cada casco o al arnés una cinta flexible que sostiene los cascos
cuando el arnés se coloca en la nuca o por debajo de la barbilla.