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Higinio Lopera, E.

LA MISION
DEL TEOLOGO EN LA IGLESIA
En pocas palabras y con miras a re-
El Cuerpo de Cristo y los ministerios en
valuar la figura del teólogo católico, se
el Espíritu Santo
quiere presentar en este estudio la misión
del teólogo, que más allá de un simple
La edificación de la Iglesia como
ejercicio intelectual, de un ., profesiona-
Cuerpo de Cristo, es obra de toda la co-
lismo científico", es una vocación y un
munidad presidida y animada en el Espí-
ministerio carismáticos.
ritu Santo por los Pastores.( 1) Con el ca-
risma jerárquico de la autoridad (la auto-
ridad como servicio edificador de la Igle- 1. EL CARISMA DEL TEOLOGO
sia) coexisten en la comunidad eclesial los
diferentes carismas de servicio, de edifica- El teólogo es un ., carismático" en
ción, de iluminación, de animación de los el más profundo sentido eclesial del tér-
hermanos.(2) Como un carisma necesario rilino.
aparece la misión y el servicio de los teó-
logos dentro de la Iglesia y tanto el teólo- Es un hombre que dedica al servicio
go como la comunidad deben reflexionar de la comunidad el don de iluminación
conjuntamente sobre este carisma como que ha recibido del Espíritu Santo.
don del Espíritu Santo para su mejor ejer-
cicio y eficiencia dentro de la acción sal- Dios lo puso como ., maestro" en
vífica, pastoral. la 19lesia, Cuerpo de Cristo.(3) Este caris-

• Licenciado en Filosofía y Doctor en Teología; Profesor en el Seminario Mayor de Bogotá;


Miembro del Comité Teológico Central del Secretariado del Episcopado Colombiano.
(1) Cfr. Vaticano 11 LG. AG. PO. CD. passim.
(2) Cfr. Ef 4, !ss; Rm 12, 355; leo eaps 12, 13, 14.
(3) Cfr. 1Ca 12, 28s; Ueh 13, 1

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ma de ser maestro, en el Unico Maestro Dios se comunica, se manifiesta al
Jesucristo ( "uno solo es vuestro Maestro .. hombre: el teólogo tiene el carisma para
(4) ,llega a la mente yal corazón de quien lograr el punto de convergencia entre la
ha recibido del Señor una vocación y un revelación de Dios Padre en Jesucristo y el
ministerio muy concreto. Comúnmente el mundo del hombre. Por eso debe traducir
carisma llega en un momento de oración, la Revelación al lenguaje del hombre e
de contemplación. interpretar el sentido teológico de la vida
de los hombres con miras a la salvación.
Valdría la pena que el teólogo pen-
sara siempre que debe ser un orante, un Esto significa que debe realizar la
contemplativo, para hacerse más digno del máxima encarnación de la Palabra en el
carisma. hombre, pero habiéndola bebido antes
profundamente en la adoración contem-
Se es .. teólogo" por vocación divina plativa donde recibe el carisma de ser "tes-
y se " enseña" la PALABRA porque se tigo "y de hacer "discípulos" en el Señor
ha recibido un ministerio reconocido den- con el poder del Espíritu Santo.
tro de la Iglesia.
El carisma del teólogo es contempla-
Lo demás es tráfico y apropiación tivo en el sentido dinámico que tiene este
de la Palabra.( 5) ténnino. La contemplación del teólogo es
actitud profética de consulta a Dios, para
llevar a los hombres la PALABRA que es
El Teólogo es un hombre consciente Cristo. Es la meditación y el gusto de la
de su vocación y de la dimensión que ésta Palabra que debe predicar. Es el contacto
tiene dentro de la Iglesia Católica. "Y no profundo con la fuente interior de toda
olvidamos que es necesario que los teólo- sabiduría y de toda plenitud: el Poderoso
gos estén convencidos de su propia voca- Espíritu Santo. Es actitud profética de
ción, según la cual deben ser discípulos adoración y de obediencia: "La verdad
fieles y apóstoles de la fe dentro de los de la revelación, por ser verdad divina y
límites de la Revelación y de todos aque- vivida está constituída de tal fonna que
llos que el Magisterio de la Iglesia señala la teología (en cuanto que, como reflexión
expresamente con su autoridad"(6). teorética, realiza su obra transcendiendo
hacia la adoración y la obediencia de vida)
Su " liderazgo" de tipo espiritual tiene que permitir que su contenido de
en el Espíritu Santo comporta una doble verdad sea medido por la adoración y la
responsabilidad con Dios y con la Iglesia, obediencia" (7) "La teología de la Iglesia
con el mundo de la verdad y con la comu- no puede olvidar un solo instante las raíces
nidad católica. de que se alimenta: la adoración en la que
vemos el cielo abierto en la fe: y la obe-
Su misión concreta se inscribe den- diencia de vida, que nos hace libres para
tro del plan mismo de Dios que se revela. entender la verdad" (8)
(4) Mt 23,8.
(5) 2Co 4,2.
(6) Pablo VI. A la Comisión Teológica internacional, Oct. 11 de 1973.
(7) Balthasar U.v."Ensayos teológicos" Madrid. 1, 1964, p. 197.
(8) Id. ib. p. 199.

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2. EL TEOLOGO, HOMBRE dad; no llega al hombre. Por eso el teólogo
CENTRADO EN CRISTO ha de ser el amigo íntimo de Jesucristo, el
discípulo amado que, como Juan, escucha
El teólogo es un hombre marcado al Señor en la intimidad. Como amigo de-
por la experiencia del Señor. Como María be vivir en el interior del Tú Divino del
Nuestra Señora tiene una gran capacidad Señor, estando unido e injertado en Jesús
de Jesucristo para recibirlo en su vida y y compartiendo con El la realidad, la ver-
luego entregarlo a los hermanos en el mi- dad suma. Como íntimo no sale de la inte-
nisterio del ,. maestro". Ha logrado cen- rioridad de Jesucristo y vive con Ella co-
trar todo su amor y toda su energía men- munidad del Padre y del Espíritu San-
tal en Jesucristo, el Maestro, la Sabiduría to (12)
del Padre. No hay otro lugar de encuentro
con la verdad salvífica que el interior del El Teólogo es el amigo e íntimo de
Verbo Encamado. Jesucristo por el conocimiento (o expe-
riencia íntima) que el Espíritu Santo le
Jesucristo es el centro de ,. la", de permite tener de Cristo y por el trato del
" su" teología (9) El estar centrado en tú divino del Señor (13).
Cristo le dará el sello de autenticidad a la
Teología. El teólogo debe acreditarse ante
3. EL TEOLOGO, HOMBRE DE DIOS
la comunidad eclesial. La mejor carta de
presentación será el Señor profundamente
El Teólogo es un hombre de Dios:
vivido y amado (10)
como su nombre lo indica, vive sumergido
en el LaGOS de Dios, en su pensamiento,
También de la vivencia profunda del en su amoroso conocimiento, en su medio
misterio de Cristo surge la unidad e inte- divino. Dios le ha abierto por el don de
gridad del mensaje, así sean muchas las sabiduría y de inteligencia sus misterios,
maneras de comunicar la Palabra en un sus arcanos.
ambiente pluralista. Es cierto que hay un
pluralismo válido en el campo teológico, Vive al tanto de lo que Dios está
cuando busca maneras nuevas de presen- haciendo por el mundo, comprende en lo
tar el mensaje, pero dentro de la unidad posible lo que el Señor a través de mis
e integridad de la Revelación. Hay que caminos está llevando al mundo.
velar en todo momento por su autentici-
dad buscando la profundización en el mi- Escruta con amor y con ojos puros
nisterio de Cristo (11) la voluntad de Dios y reinterpreta en el
momento actual los signos de la voluntad
Sin la presencia de Cristo en el cora- salvífica: le muestra al hombre, su herma-
zón contemplativo del teólogo, sin la vi- no y contemporáneo, el amor de Dios y
vencia profunda del Señor, la teología ca- la respuesta que Dios le exige en compro-
rece totalmente de sentido, de funcionali- miso igualmente de amor.
(9) Cfr. Vaticano 11, SC, 16.
(0) Cfr. 2Co 3,1-3.
(11) Pablo VI, Cfr. Paterna cum benevolentia, dic. 8 de 1974.
(12) Cfr. Un, 1, lss; (13) Cfr. Jn 15,13-15.
(13)

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El teólogo, habla de Dios, "trata la Esta acción maravillosa exige de par-
divinidad transcendente", da el LOGOS te del teólogo una profunda humildad y
de Dios, la Palabra viva, puede hablar de una sanidad interior como la de María pa-
Dios porque lo vive, lo experimenta. Y por ra recibir y "encarnar" la Palabra.
eso puede prestarle al hombre un gran
servicio: ser guía hacia la más profunda Como hombre del Espíritu, vive ba-
experiencia de Dios, de su gracia. jo su dependencia, su dirección; se deja
" usar" como el autor sagrado, como el
Como el profeta que ha penetrado " hombre inspirado ".
en el misterio de Dios, el teólogo debe
vivir en la fidelidad a su Dios, quiere ser Es el Espíritu de la Luz, el Espíritu
fiel a su Sefior en todo lo que dice o escri- que guía a la Iglesia hacia toda la verdad
be, en su pensamiento, en su voluntad. (14) quien ensefia (15) e introduce en la
verdad total (16) al teólogo huinilde cons-
El teólogo es hombre de Dios porque ciente de su carisma.
vive del verdadero conocimiento y lo co-
munica a los hombres con el poder del Por eso el teólogo para dar eficacia
Espíritu Santo. a su "palabra" como encarnación de la
PALABRA debe ser un hombre del Espí-
ritu Santo y ha de vivir en la actitud pro-
4. EL TEOLOGO, HOMBRE
pia del apóstol, atento a la palabra del Es-
DEL ESPIRITU SANTO
píritu Santo ... "y mi palabra y mi predi·
cación no tuvierpn nada de persuasivos
El carisma del teólogo implica de- discursos de la sabiduría, sino que fueron
pendencia absoluta del Espíritu Santo que una demostración del Espíritu y del poder
lo ha sellado, lo ha marcado en un servicio para que vuestra fe se funde no en sabidu-
eclesial. ría de hombres, sino en el poder de
Dios" (17)
Su carisma, reconocido por la Igle-
sia, viene del Espíritu Santo que obra po- Esta actitud es condición de poder,
derosamente en su entendimiento, en su de eficacia, de funcionalidad eclesial del
corazón, en toda su persona. carisma: hay que aprender a hablar con
un lenguaje aprendido del Espíritu... "y
La acción del Espíritu Santo en el nosotros no hemos recibido el espíritu del
teólogo se da a través de la gracia (el teó- mundo, sino el Espíritu que viene de Dios,
logo debe ser un hombre-en-gracia) y de para conocer las gracias que Dios nos ha
los dones, especialmente, sabiduría, inteli- otorgado, de las cuales también hablamos,
gencia, ciencia y consejo. El teólogo recibe no con palabras aprendidas de la sabiduría
del Espíritu Santo la ILUMINACION para humana, sino aprendidas del Espíritu, ex-
el conocimiento y la comunicación de la presando realidades espirituales en térmi-
Verdad Divina. nos espirituales ': (18)
(14) Cfr. Jn 16,13;Vaticano 11, LG,
(15) Vaticano 11, DV 19.
(16) Cfr. Jn 16,13; Vaticano 11, DV, 20.
(17) lCo 2,4.5.
(18) lCo 2,12-13.

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5. EL TEOLOGO, HOMBRE be facilitar la experiencia y la actividad de
DE LA IGLESIA la Iglesia en base a la fe católica y conti-
nuamente debe preguntarse ante Dios y
El teólogo es un hombre de Iglesia, ante la comunidad si está "haciendo teo-
logía católica ".
es decir, un eclesiástico, un devoto, un de-
dicado a la Iglesia, dentro de la cual es
recibido, reconocido y alimentado su ca- El teólogo es un constructor de la
comunidad, es un creador de la unidad.
risma.
Con los Pastores de la Iglesia en quienes
Es un hombre que tiene conciencia reconoce la asistencia del Espíritu Santo,
de Iglesia. Sabe lo que es la Iglesia como crea la comunidad en el mismo Espíritu
Pueblo de Dios, como Esposa de Jesucris- por la fe, la esperanza, el amor, el culto y
to, como Comunidad en la fe, la esperan- la misión.
za, la caridad, el culto y la misión.
Esa es su misión y en ella debe ac-
Ha penetrado en su misterio de amor tuar como todo operario apostólico.
en Jesucristo, en el sentido de su Liturgia, .....para cumplir su propia misión de cons-
de su Koinonía, de su Diakonía. truír la Iglesia, el operario apostólico
afronta un triple cometido: primero, él
Es un servidor de la Iglesia porque mismo tiene que "estar dedicado por com-
tiene una clara visión de su misterio salví- pleto a la palabra de Dios; segundo, debe
fico: sabe realmente que la Iglesia no es ser embajador fiel al anunciar esa palabra;
un agregado posterior al plan divino, fruto tercero, 'debe reconocer ~n la palabra de
del tiempo y de los condicionamientos Dios el único vínculo auténtico de caridad
sociológicos, sino algo muy íntimo y cen- y de unidad en la Iglesia. Estos !res aspec-
trado en el designio eterno de la salvación. tos del servicio al Evangelio siempre han
formado parte de la naturaleza misma del
Por eso trabaja con amor y fIlial ser- ministerio pastoral" (19).
vidumbre por la autenticidad de la Iglesia,
no como quien ejerce una función de fan!
Normalmente el teólogo debería te-
tismo legitimadora y defensora de una ins-
ner el carisma de la unidad como el mejor
titución humana, sino como quien ha en-
servicio que se puede prestar a la comuni-
trado en la perfecta sintonía del plan de
dad eclesial.
Dios, teniendo presente que la autentici-
dad exige una actitud de progreso y mani-
Con un sentido muy grande de cons-
festaciones que en un momento dado pue-
tructor de la unidad, el teólogo responde-
den interpretarse como un freno ante to-
rá con acierto profético a las necesidades
do aquello que puede extrapolar la genui-
y problemas de la comunidad y sabrá en-
nidad divina de la Iglesia.
contrar las salidas y contribuir positiva-
mente al crecimiento del Cuerpo de Cris-
Por encima de todo, aun a costa de
to (20).
ser tratado como retrógado, el teólogo de-

(19) Ahem, B.N;"La Sagrada Doctrina en el ministerio pastoral contemporáneo" L 'Osservatore ro- I
mano, No. 325 (30.III 75) Edic. española, p.9, col. l.
(20) Cfr. Ef 4,12

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Un servicio especial del te610go se toridad, de la función que es propia de los
expresa en un sincero respeto al Magiste- Pastores de la Iglesia en este campo: es
rio. El Vaticano 11 insiste en la obediencia decir, la función de hacer fructificar la fe
y la reverencia que se debe al Magisterio, y preservar vigilantemente a su grey de
como ,. religiosa sumisi6n de la voluntad los errores que la acechan ",(25)
y del entendimiento"(21), como atenci6n
y docilidadJ22). El teólogo debe darse cuenta de la
importancia de su servicio dentro de la
El Magisterio es la guía de la inves- Iglesia; es "una función vital, intrínsica y
tigaci6n teol6gica y s610 él da el sello de necesaria para el magisterio eclesiástico"
catolicidad (23). (26) Más aún, el teólogo católico, servidor
de la Iglesia es el signo y el testigo de la
Por eso el te610go reconoce en la infalibilidad del pueblo de Dios de que
Iglesia el derecho de verificar sus afmna- habla el Concilio Vaticano 11(27).
ciones, más allá de un sentimiento de sim-
ple emulación, precisamente porque no de- Este servicio es también fidelidad a
be emular con la autoridad y no se trata las fuentes, tanto de la Iglesia de Occiden-
de la competencia entre dos primados: te como i:le la Iglesia de Oriente (28), fide-
•• el primado de la ciencia y el primado lidad a un pasado que es ~da en el presen-
de la autoridad, puesto que en este campo te, fidelidad a la Tradici6n que es funda-
de la doctrina divina solo hay un primado: mento de la Teología.(29).
el de la verdad revelada, el de la fe, al cual
tanto la teología como el Magisterio ecle- Esta fidelidad no es un obstáculo a
siástico quieren dar un apoyo diverso pero la renovación. Es más aún, la condici6n
convergente" .(24). de una renovaci6n teológica. "Renovación
(postconciliar) que exige una teología que
Esta dependencia del Magisterio no sea tan pastoral como científica; que esté
ha de tomarla el te610go como un freno en estrecho contacto con las fuentes bíbli-
odioso: su semcio eclesial le pide una cas: que esté centrada en Jesucristo; que
comuni6n en la fe con el Magisterio, por- considere al hombre inserto en la historia
que participa de algún modo de ese Ma- de la salvación; que sea constantemente
gisterio. Sus investigaciones dan buena ba- fiel a 'la palabra de Dios, devota para con
se al Magisterio para la transmisi6n de la el Magisterio de la Iglesia, pero al mismo
verdad. ,. Conviene afmnar que todos los tiempo atenta a todas las voces, a todas
te610gos participan, como por derecho las necesidades, a todos los valores autén-
propio, aunque con diversos grados de au- ticos de nuestra época" (30).

(21) Cfr. Vaticano 11, LG, 25


(22) Cfr. Vaticano 11, LG, 43. SO.
(23) Cfr. Vaticano 11, OTE, 16; AG, 22.
(24) Pablo VI a la Comisión Teológica Internacional, 6 octubre de 1969.
(25) Pablo VI a la Comisión Teológica Internacional, 11 octubre de 1973. Cfr Vaticano 11, LG, 25.
(26) Pablo VI a la Comisión Teológica Internacional, 6 octubre de 1969.
(27) Cfr. Vaticano 1I, LG, 12.
(28) Cfr. Vaticano 1I, UR, 1S.
(29) Cfr. Vaticano 1I, DV, 24.
(30) Pablo VI. Discurso al Instituto Patrístico Augustiniano, 4 mayo 1970.

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Así el teólogo prestando con since- El teólogo debe vivir el mundo de la
ridad su servicio a la Iglesia, vive también Palabra de Dios y de la palabra humana,
sinceramente con el hombre, le sirve, por- evitando todo intelectualismo (que mani-
que capta su sentido y le descubre la rea- pula la Palabra) y toda deshumanización
lidad del mundo. del lenguaje (lo que se da cuando el teólo-
go no "vive" entre la gente).
Como hombre de Iglesia el teólogo
no puede realizar su trabajo solo, aislado, La palabra de Dios será el alimento
sino en comunión católica con todos los de todo su trabajo, el objetivo de todas
otros teólogos. El teólogo no puede ser un sus fatigas, porque la Teología es funda-
espécimen de genio solitario que habla sin mentalmente " la ciencia sobre la Palabra
sentido de comunión con los que han re- y sobre la fe en la Palabra ". Es decir, se
cibido su mismo cansma para edificación funda en la Palabra de Dios (31) e investi-
de la unidad eclesial. ga en el estudio y la adoración para comu-
nicarla a los hombres.(32).
Finalmente, el servicio que el teólo-
go presta a la Iglesia le reporta de la mis- La tarea del teólogo será profundi-
ma amor y correspondencia. La Iglesia se zar la fe, iluminar la existencia concreta
ha de esforzar en comprender a sus teólo- de los hombres con la luz poderosa que
gos y respetar su responsabilidad personal fluye de la Palabra revelada. Palabra pre-
y su libertad creadora en el Espíritu. dicable en todo momento por el teólogo
porque es también ministro de la predica-
Así entendido el servicio eclesial del ción (33) y ha recibido con el carisma del
teólogo es todo un signo, un testimonio: maestro, el de la predicación (34) para
el teólogo es la Iglesia que piensa, ora y ayudar al hombre dé su tiempo a com-
contempla. prender el Evangelio y darle una respuesta
personal, coherente.

6. EL TEOLOGO, SERVIDOR El Teólogo es un hombre de fe y de


DE LA PAI.ABRA obediencia, 'que se acerca a la Palabra, no
como amo, sino como servidor.
El teólogo es un servidor especializa-
do de la Palabra de Dios. La fe del teólogo ante la Palabra im-
plica el desasimiento de muchas posicio-
Servidor no es el que sirve a la Pala- nes, de toda autosuficiencia; lo que con-
bra, la maneja, la instrumentaliza para ela- lleva un respeto muy profundo a la fe te-
borar esquemas o concepciones de la rea- soro de la Iglesia, a la fe de los fieles y de
lidad. La Palabra es realidad viva que no los sencillos que han recibido también la
admite manipulaciones. Palabra.

(31) Cfr. Vaticano 11, DV, 24.


(32) Cfr. Id. lb., 23.
(33) Cfr. Vaticano 11, PO, 13.
(34) Cfr. Id. lb., 4.

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Como servidor de la fe y de la Pala- laci6n de la Verdad de Dios y de la Iglesia
bra sabe que hay todo un proceso de cre- (38) porque con muchos los problemas
cimiento y de maduraci6n que es necesa- que la ciencia plantea al te610go, que no
rio asistir con respeto y carifio, no sea que es propiamente un "inventor", sino un
se malogre la buena semilla sembrada en el intérprete.
coraz6n de todo hombre de buena volun-
tad. En esta línea está el gran aporte que
en sus universidades y centros de estudio
da el te610go (39).
7. EL TEOLOGO, SERVIDOR
El servicio a la verdad exige impar-
DE LA VERDAD
cialidad. El te610go no puede dejarse su-
gestionar (-masificar-) por ideologías, por
El te610go es un servidor apasiona- sociologías, por un pensamiento deforma-
do (entusiasmo profético) de la Verdad, do por resentimientos, por prejuicios cla-
la verdad de Dios y del hombre, la verdad sistas.
de la realidad y la verdad del mundo en ca-
mino de salvaci6n. Por eso tiene que rechazar todo
error o deformaci6n de la realidad presen-
Debe buscar esta verdad con sinceri- tando en toda su pureza y seguridad la
dad viviendo coherentemente la investi- verdad. "A veces, la condena enérgica del
gaci6n y sintiéndose con derecho a propa- error es el único medio de que dispone el
gar la verdad (35).Su misi6n es contribuír ministro para defender la Verdad del Evan-
a la unidad en el pensamiento en base a la gelio. Sin embargo, la mayor parte de
Verdad de Dios, que es fuente de amor nuestra gente no está al tanto de las falsas
como en el medio divino de la Trini- opiniones expuestas en círculos eruditos,
dad (36). o se desinteresa profundamente de la in-
trincada dialéctica que conduce al error o
Esta unidad no es uniformidad y se lo sostiene. Si no hay algo palmariamente
logra dentro de una apertura a las nuevas anticristiano, como la injusticia o la inmo-
formulaciones evitando el integrismo. "El ralidad, que afecte a su vida cotidiana, no
integrismo doctrinal se manifiesta quizás apreciarán la importancia práctica que pu~
principalmente en la dificultad de admitir de tener el que su sacerdote censure el
nuevas formulaciones e interpretaciones de error esotérico y muy lejano para ellos.
las verdades de fe" (37)- Por eso, en la práctica, el mejor modo que
tiene el ministro para combatir el error es
De aquí la necesidad de la investiga- presentar la sagrada doctrina en toda su
ci6n como servicio a la verdad para el belleza, plenitud y aplicaci6n prác-
avance de la teología y la adecuada formu- tica" (40).
(35) Cfr. Vaticano lI, G~59.
(36) Cfr. Jn 17, 17-21.
(37) MiaDo, Vincenzo "Integrismo y coherencia" en osservatore romano. ed. Española, No. 317
(26 enero de 1975) p. 9, c. 4.
(38) Cfr. Vaticano lI, GS, 62.
(39) cfr. Vaticano II GEM,10, 11,12.
(40) Abern, o.c. p. lO, c.3.

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El mejor servicio a la verdad es la Como hombre de fe, comparte con
coherencia en el pensar y en el actuar, en los intelectuales las inquietudes del tiem-
la vocación y en la misi6n~ más allá, una po presente y responde con el Evangelio
vez más, del integrismo. .. El integrismo a las nuevas situaciones y condicionamien-
consiste tanto en no reconocer la justa tos culturales.
autonomía de las realidades terrestres en
su campo específico, como no admitir No se trata de una simple ilumina-
el legítimo pluralismo cuando la fe y la ci6n: se trata de dar respuestas concretas,
moral cristianas no imponen una unifornY directas e inmediatas a las necesidades
dad en la actuaci6n de los cristianos. Y espirituales del hombre; de contribuír a la
viceversa, no es integrismo, sino coheren- realidad con su carisma de doctrina y de
cia cristiana, rechazar determinadas opcio- profecía; de llevar su críti a hasta una re-
nes que contrasten con la fe y la moral forma dentro del mundo en que vive:
cristianas. Por tanto, en este último caso, una acción simplemente conservadora o
los cristianos que quieren ser fieles a las justificadora puede anular su carisma. Es
exigencias de hf propia fe, no pueden con- un hombre que da soluciones y no se con-
tar con el pluralismo de opciones" (41). tenta con analizar simplemente los proble-
mas. Para esto debe estar muy cercano al
El teólogo con su servicio a la ver- mundo de los hombres, del fiel común y
dad contribuye positivamente a la libertad corriente. Esta observaci6n es transcen-
del hombre, a la auténtica liberación, pre- dental:
sentado con amor la "verdad que nos hace
" En los afios que siguieron al Con-
libres" (42).
cilio, los grupos teológicos de Europa y
América se han alejado notablemente del
8. EL TEOLOGO y SU MISION conjunto de los fieles, no, por supuesto, en
el sentido de que hayan disminuído su
ILUMINANTE DE LA REALIDAD
adhesi6n a la comunidad o la profundidad
de su fe, sino en cuanto a su capacidad pa-
El carisma de la iluminación.
ra abordar los problemas religiosos que
El carisma del teólogo es un don atormentan el espíritu y el coraz6n de los
de iluminación del hombre, de su reali- seres humanos. Se están volviendo cada
dad. El teólogo profundiza con la luz del vez más como tantos otros profesores de
Evangelio, la Luz del Espíritu, con la pala- Universidad ,e intelectuales desgajados de
bra revelada, la problemática del hombre su propia tradici6n y del pueblo, entera-
actual, para que la verdad revelada sea me- mente entregados a sus vacuos juegos in-
jor captada, sentida, vivida (43). Por eso telectuales.
es 'ln hombre al día del Dios y del hombre
que sintoniza las necesidades del hombre " Quiero que se me entienda bien.
(44) y la voluntad de Dios. Es el auténtico No critico la investigaci6n, ni siquiera la
contemporáneo del hombre. ,..!le carácter más técnico o abstruso. Tam-

(41) Miano, O.c. p. 10, c.l.


(42) Jn 8,32 ..
(43) Cfr. Vaticano 11, GS, 44.
(44) Cfr. Vaticano 11, OTE, 16.

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poco pretendo afrrmar que sólo merece Esta cercanía en el mundo de sus
estima la investigación que puede aplicar- hermanos le permitirá emplear y describir
se inmediatamente a resolver problemas llanamente la realidad para hacerla vivir
prácticos. Muy al contrario. Un investiga- a la luz de Dios, sin complicaciones, eso
dor profesional debe dedicarse por com- sí, centrándose en su campo. Esta descrip-
pleto a su tarea, sin reemplazar por el ac- ción llana de realidad se logra cuando se
tivismo o por un trabajo de servicio (45). evitan los peligros de una rigidez metodo-
Lo que quiero decir es que, si los teólogos lógica. Sin despreciar ciertas técnicas se
pretenden decir algo que realmente impor- puede llegar al pueblo, pero tengamos pre-
te en el ámbito de los problemas críticos, sente que la realidad es menos complicada
humanos y religiosos, de su época, habrá a la luz de Dios que a la luz de ciertas
de tener conciencia clara de la tentación disciplinas humanas.
que, como intelectuales y universitarios,
podría llevarles a desvincularse de su pro-
pia herencia y del pueblo. De este modo, La función crítica
y prescindiendo de los problemas religio-
sos que plantean los periódicos o sus co- El teólogo es un hombre que tiene
legas universitarios, podrán atender a los plena conciencia de la misión que ha reci-
que sienten tantos hombres corrientes. A bido y por lo tanto con sinceridad en el
éstos es preciso dirigirse, con pleno cono- Sefíor ejerce toda una función crítica con
cimiento de la ambuigüedad, complejidad, la poderosa luz del Evangelio. Sin tener
profundidad, confusión y riqueza que po- una exagerada posición apologética, sí co-
see la cotidiana existencia del hombre. Y noce el valor sumo de la Palabra de Dios,y
habrán de hablar con respeto y estima a partir de ella juzga de la realidad, saca
hacia la herencia que comparten ellos mis- la cara por esa Palabra y defiende a los
mos y los hombres a que se dirigen. Como fieles de todo error y equivocación, crean-
ha indicado J ohn Shea, hasta el símbolo do en ellos una conciencia crítica y cons-
aparentemente más pasado de moda puede tructiva de la realidad con una gran hu-
guardar un fondo de verdad que la huma- mildad.
nidad conoció oien en otro tiempo, pero
que ha podido olvidar y que necesita de- La función crítica del teólogo no
sesperadamente que alguien se lo vuelva puede ser autosuficiente: debe colocarse
a repetir. Si el intelectual quiere salir del en su puesto, sin extrapolaciones e inte-
ámbito universitario y conveI1irse en mi- grismos, buscando sinceramente la armo-
sionero que se dirige al pueblo, que no nía entre la fe y la inteligencia huma-
incurra en el mismo error en que tantos na (47).
otros cayeron. Ciertamente tendrá que
hablar, porqlle es mucho lo que está en La crítica mira concretamente a la
condiciones de decir pero. también, con- acción eclesial y ciertamente tiene que
viene que sepa escuchar (46). ver con la praxis social y poütica, evitan-

(45) Nótese que digo "reemplazarla ". Investigación y actividad pueden complementarse perfectamen-
te entre sí. Un mismo individuo puede ser investigador y activista al mismo tiempo. Pero el acti-
vismo no puede sustituír a la investigación, ni a la inversa.
(46) Gree1ey, A.M. "La traición del intelectual" en Concilium 101 (enero 1975) pp 75-76.
(47) Gr. Vaticano 11, GEM 10; GS, 59. .

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do toda ambigüedad y todo aquello que acreditado por la sinceridad ante la verdad
disminuya al hombre.(48). humildemente buscada.

Finalmente, como lo pide el Vatica- Sin embargo, la autonomía del teó-


no 11, el teólogo que hace la .. crisis" de logo es por participación: le viene más
las ideologías, de los acontecimientos, de- bien de su felidad a la Palabra, a Dios y a
be distinguir muy bien entre el error y el la Iglesia.
que yerra, de otro modo los hombres no
escucharán su voz (49): "El respeto y la Esta autonomía significa que el teó-
caridad se deben extender también a los logo es independiente en su crítica y sus
que en el campo social, político o incluso compromisos eclesiales de todo poder hu-
religioso, sienten u obran de diverso modo mano, de toda forma de manipulación
a nosotros, y cuanto más íntimamente ideológica. Tiene derecho a llevar su in-
lleguemos a entender por la caballerosidad vestigación científica hasta las últimas
y caridad sus modos de sentir, tanto más consecuencias de la Verdad de Dios (51)
fácilmente podremos entablar con ellos pero estando muy abierto a las ciencias
el diálogo. que le pueden aportar luz.

Cierto que esta caridad y benigni- Debe guardar su independencia de


dad no deben hacernos, de ninguna mane- cualquier ideología (52) en un mundo
ra, indiferentes hacia la verdad y' el bien. donde el intelectual toma partido por
Al contrario, la misma caridad espolea a ciertas ideologías que 10 alienan sin que él
los discípulos de Cristo a anunciar a todos se dé cuenta.
los hombres la verdad salvadora. Pero con-
viene distinguir entre el error, que siempre Su autonomía se conserva dentro de
se ha de rechazar, y el hombre que yerra, una metodología material y espiritual que
que conserva siempre su dignidad de per- le es muy propia (53) abierta a la trans-
sona, incluso cuando está contaminado de cendencia (54), Por eso no puede hacer
nociones religiosas falsas o menos exactas. uso de filosofías que niegan la transcen-
Sólo Dios es juez y examinador de los dencia, que manipulan la comprensión de
corazones; de ahí que nos prohiba juzgar la realidad y cierran los caminos del Espí-
de l;l culpabilidad interna de nadie" (50} ritu.

La autonomía Esta autonomía, paradójicamente,


hace al teólogo profundamente honesto
El teólo~o es autónomo como 10 es porque su ciencia es de Dios, en un don
en su ciencia de investigador, el sabio, del Espúitu que le da libertad y seguridad.

(48) Metz, J.B. "La théalogie a 1'age de la critique" en "Service théologique dans l' Eglise" Ed. Du
Cerf. Paris 1974.
(49) Vaticano 11, GS, 28.
(SO) Cfr. Le 6, 37-38; Mt 7, 1-2; Rm 2,1 -11; 14,10-12.
(51) Cfr. Vaticano 11, GEM, 10; GS, 36.59;
(52) Cfr. Id. PO, 6.
(53) Cfr. Id. GS, 62.
(54) Cfr. Philips, G .. Les méthodes théologiques du Vaticain 11" en Le service... pp llss.

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La apertura con los hermanos en la misma fe.
El teólogo debe •• encontrar en la
El teólogo debe tener la apertura de la firmeza de nuestra fe el misterioso
luz de Dios. Esta apertura se manifiesta: secreto de un lenguaje persuasivo
para el diálogo ecuménico, encauza-
do a restablecer en la misma fe y
... En una receptividad continua de la
en la misma caridad la comunión
Palabra de Dios mediatizada en la
perfecta y feliz con los hermanos
Iglesia por el servicio megisterial del aún separados de nosotros" (61).
Papa y de los Obispos;

* en no aceptar el fanatismo y la in-


tolerancia y en un respeto hacia los 9. EL TEOLOGO y SU MISION
que yerran (55);
DENTRO DE LA
.. en no dejarse contaminar por el in- PASTORAL PROFETICA
tegrismo •• que, desconociendo el
legítimo pluralismo teológico, pre- El teólogo tiene en la Iglesia una mi-
tende imponer a todos sus interpre- sión pastoral de mucho peso, concreta-
taciones u opiniones personales, u- mente en el campo profético de la evange-
surpando la función de los maestros lización. Se parte del hecho de que el teó-
de la fe "(56); logo por lo común es un sacerdote y por
lo mismo ha de compartir con los Obispos
* evitando toda soberbia, el engrei- la carga pastoral de la IglesÚl. El ser-sacer-
miento de la falsa ciencia que infla. dote marca el testimonio y la misión del
(57). La soberbia acecha siempre al teólogo con todas las consecuencias en la
teólogo; pastoral profética (62).

en la cooperación con las ciencias Hé aquí algunas consecuencias:


del hombre y con los que como él
trabajan en la teología (58): La misión confiada al teólogo den-
tro de la Iglesia, con el poder del
en un fraternal sentido ecuménico Espíritu Santo, es hacer oír la Pala-
* (59) por el cual el teólogo es un bra de Dios; hacer que esta Palabra
hombre en diálogo con el hombre esté realmente presente en medio de
de hoy; diálogo en las cuestiones los hombres nuestros contemporá-
opinables (60); diálogó, sobre todo, neos.

(SS) Cfr. Vaticano 11, DH, 11.14.


(56) Miano, o.c. p. 9. c. 4.
(57) Cfr. 1Co. 8,1.
(58) Cfr. Vaticano 1I GS, 62; DV, 23.
(59) Cfr. Id. UR, 10.
(60) Cfr. Id. GS, 43.
(61) Pablo VI, A la Comisión teológica Internacional, 6 octubre de 1969.
(62) Cfr. Lopera, Higinio, "El poder del Espíritu Santo en el Sacerdote" Ed. Pax, Bogotá, 1975.
pp. 94-102.

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El mundo en que vivimos, a pesar
'" de la desacralización y de la secula-
quienes ilumina, estimula y también
obedece.
rización, está sediento, hambriento Debe ser un testigo de la unidad de
de la Palabra de la Vida. Es curioso: la Iglesia, de la comunión de todos
no quiere que le prediquemos las en la misma verdad. Es el portador
fIlosofías que él conoce, sino la Pa- de una fe, de una doctrina que ha
labra de Dios. Busca lo "absoluto ", madurado en su corazón contem-
aquello que realmente trasciende el plativo y en sus manos de obrero
relativismo, la opinión del uno y del del Reino.
otro.
El teólogo como servidor en el mi-
'" El teólogo comparte con los pastores
* nisterio profético, como quien ilu-
el servicio de edificar el Cuerpo de mina a sus hermanos sacerdotes, de-
Cristo y para edificar no hay otro be mostrar con su vida y -sus obras
fundamento que el comienzo de la vivencia profunda del misterio del
Dios: "Y esta es la vida eterna: que Señor y ésta será su mejor pedago-
te conozca a Ti, el único Dios verda- gía. La lectura del teólogo, de sus
dero,y a tu enviado Jesucristo" (63); obras, debe conducirnos como de
y este conocimiento como fe proce- la mano hacia el interior del Miste-
de totalmente de la comunicación rio. He aquí su maravilloso ministe-
de la Palabra en el Espíritu San- rio pastoral.
to (64).

'" El teólogo es el predicador del único El ideal será que el teólogo pueda
absoluto: Jesucristo; de un absolu- decir con San Pablo: " por lo cual yo,
to que vive en profundidad. La pre- Pablo, el prisionero de Cristo Jesús por
dicación del teólogo debe ser la co- vosotros los gentiles... si es que conocéis
municación de toda una experiencia la misión de la gracia que Dios me conce-
del Señor Jesús con el Poder del Es- dió en orden a vosotros: cómo me fue co-
píritu que nos hace comprender la municado por una revelación el conoci-
realidad y gustar en el amor la única miento del Misterio, tal como brevemente
Palabra que debemos predicar (65). acabo de exponeros. Según esto, leyéndolo
podéis entender mi conocimiento del Mis-
'" El teólogo no es un simple intelec- terio de Cristo ...(66).
tual que dice cómo son las cosas o
cómo deben hacerse. Es un hombre Como el Señor Jesús, el teólogo de-
comprometido en las tareas del Rei- be ser consciente del Misterio que está
no, profundamente sensible a toda revelando en el Espíritu, debe ser conse-
la acción pastoral de la Iglesia en co- cuente con la Palabra que comunica, esto
munión con todos los pastores a es, la vive, la cumple.

(63) Jn 17,3.
(64) Cfr. Rm 10,17.
(65) Cfr. Heh 1,8; 2,33; 4,8; 6,5; 10,31; Jn 14,17.255; 15,18; 255; 16,12.13; Ef 3,5; 3,16ss; 1Co 2,
10-14; 12,3; 2Co 4,135.
(66) Ef 3,1-4

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Enseña a cumplir la Palabra, porque teología ha de ser "inter-subjetiva" muy
él mismo la cumple; ensefia a vivir en ado- desprendida de lo •• subjetivo" (de lo que
ración, porque él mismo vive en adora- •• yo pienso") para que sea realmente co-
ción.(67). municable. Debe sacrificar muchos arti-
ficios para que los fieles, sus hermanos me-
nos inteligentes, puedan enriquecerse con
CONCLUSION el conocimiento sapiencial de Dios.

Fácilmente en el lenguaje común y El teólogo es el portador de un avi-


corriente se presenta un antagonismo en- vamiento en la presentación de la Palabra
tre el teólogo y el .pastor en término de de Dios y del mensaje de la Iglesia. Tal vez
teórico y práctico. No puede ser. ~s' ese su principal objetivo pastoral...
"Reavivar nuestra pedagogía kerigmática,
El teólogo tiene todo un apostolado nuestra capacidad de presentar el anuncio
intelectual fundamental en la Iglesia (68). de la revelación divina y de la salvación
humana con esa autenticidad que cieria-
El teólogo ha de ser un pastor en el mente supera la capacidad de nuestra inte-
sentido pleno de la palabra: no solo res- ligencia y, mucho más, las aptitudes del
ponde a los problemas pastorales con su hombre moderno; autenticidad acompaña-
iluminación, sino también compartiendo da de claridad de expresión, de viveza de
la responsabilidad apostólica y viviendo estilo, de ardor de caridad, para que el
en contacto con los fieles con un profun- apostolado de la Iglesia en el mundo con-
do espíritu de comunicabilidad. Debe ser temporáneo irradie, hoy más que nunca, su
por eso un experto en comunicación. Su luz de verdad, de belleza, de certeza" (691

(67) Cfr. Vaticano Il PO, 18; GEM, 2.


(68) Cfr. Id. GEM, 11.
(69) Pablo VI A la Coinisión teológica Internacional, octubre 6 de 1969.

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