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ANALISIS DE LA SENTENCIA C-239/1997

UNIVERSIDAD COOPERATIVA DE COLOMBIA


LUIS CARLOS GARCIA ARANDA
DEYVID JULIAN RODRIGUEZ DUQUE
PENAL ESPECIAL

En la presente sentencia se manifiesta diversos puntos de vista con diferentes entidades


estatales y de cierto modo religiosas, dando paso al tema trascendental para personas
ajustadas a la religión o quizá su forma de tomar el Derecho es un giro positivista. Se entra
a valorar el tema “HOMICIDIO POR PIEDAD” O “HOMICIDIO EUTANÁSICO” valorado así
por la doctrina, basándose en el entendido que es ayudar a alguien a morir dignamente,
con características específicas y determinadas por parte de sujeto pasivo, siendo una de
ellas su grave estado de salud e insoportables sufrimientos constantes, donde el sujeto
activo entra a realizar tal conducta punible, que vendría siendo un médico.

La sentencia C-239-1997 se basa en declarar la inexequibilidad del artículo 326 del código
penal, pero en su decreto 100 de 1980, el anterior al presente código penal (ley 599 del
2000) manifestando que tal artículo viola los artículos 1 al 6, 11 al 14, 16, 18, 44 al 50, 83,
94, 95 numerales 1, 2 y 4, 96 al 100, 277 numerales 1 al 3 y 7, 282 numerales 1 y 2, 365 y
366 de la constitución Política de Colombia. La sentencia entra a manifestar de forma
argumentativa las posiciones de tales artículos frente al artículo 326 del código penal,
decreto 100 de 1980, tratando de dar a entender la posición del demandante, hablando
del Estado Social de derecho como máximo protector de la vida de las personas, y que por
ende ni siquiera las personas calificadas para aquello (médicos) realicen tal conducta.

El sujeto activo de la conducta dentro de la sentencia se pronuncia de forma general,


donde las especificaciones de personas autorizadas para tales circunstancias podrían
interpretarse como cualquiera, pero la cultura, tradición dentro de la sociedad valora por
si sola quien está autorizado para tal conducta, con una respectiva penalización. La
atención se centra en aquellas personas con enfermedades terminales que manifiestan
dolores incesables y de la cuales solo de ellas dependen tales decisiones como terminar
con sus vidas, claramente pasando por un previo proceso, informando al sujeto pasivo los
pros y los contras tanto de su enfermedad como de su decisión, basados también en
derecho, especificando las vulneraciones que representa tomar esas decisiones.

Las intervenciones de entidades estatales fueron de cierto modo concordantes cada una,
basándose en explicaciones tanto religiosas y positivistas, explicando las vulneraciones al
Derecho, y sus soluciones a tales dolores imparables en personas con enfermedades
terminales son los procedimientos médicos que a cierto punto son insufribles para los
padecimientos de aquella persona, pero como resultado, la sentencia finaliza
determinando la exequibilidad del artículo 326 del decreto 100 de 1980 (código penal
anterior a la ley 599 del 2000) y aparte justificando la conducta del médico ya que la
decisión fue por parte del sujeto pasivo debidamente informado en todos los contextos, y
cumpliendo con las característica que determina como persona que aplica a la eutanasia.

Cada uno de los Magistrados realizan su salvamento y aclaración del voto, basados en la
justificación de la violación constitucional y con argumentos irónicos al decir que la corte
no está autorizada para crear este tipo de sentencias y decidir la exoneración de
responsabilidad penal. Dentro de tantas valoraciones hechas; los 9 magistrados llegaron a
la conclusión de un error de fondo debido a la redacción equivocada dando pie a una mala
interpretación y una contrariedad a los argumentos expuestas en la decisión, haciendo
énfasis en la culpabilidad del médico, en su penalización por el procedimiento realizado, y
determinaron mantener aquella pena para toda persona sin excepción alguna, al mirar el
RESUELVE de la sentencia exoneraron de responsabilidad penal al médico, decisión tal
que los 9 magistrados no habían llegado. Al avanzar en las explicaciones del salvamento
de voto llega la ACLARACIÓN ESPECIAL DEL VOTO por parte del magistrado EDUARDO
CIFUENTE MUÑOZ, VICEPRESIDENTE DE LA CORTE CONSTITUCIONAL, quien allega
memorial a la al presidente de la Corte Constitucional repitiendo lo errores por parte del
magistrado ponente dichos en su aclaración del voto, y de paso manifestando su renuncia
irrevocable a su puesto anteriormente descrito, allegando constancia secretarial.

Luego presentan en contra de la sentencia Nulidad absoluta, basados en fallas al debido


proceso, a través de la aclaración especial de voto por parte del Magistrado EDUARDO
CIFUENTES MUÑOZ, donde la corte decide a través de auto que no es viable ni tampoco
consistente aquella nulidad, por ende rechaza aquella anotación.

Estar o no estar de acuerdo con la corte no es el problema, lo verdaderamente


importante es mantener la dignidad y salvaguardar la vida, pero teniendo en cuenta la
problemática presentada en la sentencia es entendible la decisión por parte de sujeto
pasivo, terminar su vida porqué sus derechos fundamentales como la dignidad humana no
le son respetados, porqué su vida se dificulta basados en la enfermedad o lesiones graves
que le proporcionan sufrimiento incesables, el médico solo acata decisiones que deben
ser respetadas, y penalizarlo por llevar a cabo un procedimiento médico y terminar con
dolores insoportables ni siquiera debe estar en discusión, desde luego que debe ser
exonerado de cualquier responsabilidad.

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