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En 1674, Anton van Leeuwenhoek describió que la sangre estaba compuesta por
diminutos gló bulos que fluían a lo largo de delgados capilares y realizó numerosas
observaciones de diversos «animalículos» u organismos microscó picos, a menudo
unicelulares, que hoy conocemos como microorganismos.
El siglo XIX constituyó , sin embargo, el verdadero punto de partida para el estudio de la
Antecedentes célula y su funció n, que se desarrolló paralelamente a los avances de la microscopía y a
la aparició n, en la década de los añ os treinta, del microscopio compuesto. En 1831, el
botá nico escocés Robert Brown introdujo la noció n de nú cleo celular y en 1838, el
botá nico Matthias Schleiden y el zoó logo Theodor Schwann enunciaron el postulado
bá sico de la teoría celular, segú n el cual todos los seres vivos, vegetales y animales,
está n formados por células, a las que consideraron las unidades vitales fundamentales.
En 1839 Purkinje denominó «protoplasma» al contenido celular.
Desarrollo
1. “Todo en los seres vivos está formado por células o por sus productos de secreció n. La
célula es la unidad estructural de la materia viva, y una célula puede ser suficiente para
constituir un organismo.
2. Todas las células proceden de células preexistentes, por divisió n de éstas (Omnis cellula
e cellula).
3. Las funciones vitales de los organismos ocurren dentro de las células, o en su entorno
Postulados inmediato, controladas por sustancias que ellas secretan. Cada célula es un sistema
abierto, que intercambia materia y energía con su medio. En una célula caben todas las
funciones vitales, de manera que basta una célula para tener un ser vivo (que será un ser
vivo unicelular). Así pues, la célula es la unidad fisioló gica de la vida.
Los primeros grandes avances en la ciencia y en particular en las ciencias bioló gicas se deben en parte a
la invenció n del microscopio ó ptico, cuando a finales del siglo XVII Anton van Leeuwenhoek, tallando
lentes, pudo apreciar el mundo que por su tamañ o tan pequeñ o no era posible ver a simple vista: el
mundo microscó pico.
Gracias a la invenció n del microscopio ó ptico, el hombre pudo tener evidencia del gran mundo que existía
má s allá de las lentes y descubrir así un universo inorgá nico, como los cristales de la sal de mesa o las
sales de oxalato que se encuentran en la orina y cuya acumulació n es la causa de los cá lculos renales.
Asimismo, pudo observar los lentos desplazamientos de un pará sito intestinal, la ameba, lo que también
ayudó a que se quitara la venda del oscurantismo y dar así los primeros pasos en la ciencia moderna. Un
hecho má s, de entre tantos destacables, fue que gracias al microscopio ó ptico algunos químicos y
médicos, como Louis Pasteur y Robert Koch, pudieran estudiar las enfermedades que asediaban a la
humanidad.