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CAPITULO IV

EFECTOS SOCIALES SOBRE EL ELECTROSMOG

El tema de la contaminación electromagnética es ampliamente controversial en

la actualidad, ya que hasta ahora no hay pruebas científicas concretas que nos

indiquen que la radiación emitida por los aparatos electrónicos afecte

directamente a las células de nuestro cuerpo.

Sin embargo, a las personas les sigue dando una mala sensación al escuchar

la palabra radiación, este efecto es un problema social que se genera a partir

de la contaminación electromagnética o electrosmog.

En primera instancia, la electricidad es el movimiento de una carga eléctrica,

este movimiento genera un campo eléctrico y un campo magnético que se

extiende por el espacio transportando energía, este fenómeno se le conoce

como radiación electromagnética, por lo tanto, cualquier dispositivo eléctrico o

electrónico generará radiación. Radiación solo significa emitir energía.


En la clasificación del espectro electromagnético se corresponde diferentes

tipos de radiación y la muchos de estos son completamente inofensivos para el

cuerpo humano.

Fig. Ondas ionizantes y no ionizantes del Espectro


Electromagnético

Sin embargo, que sean muchos no significa que todos sean inofensivos para

nosotros, por ejemplo, la radiación con longitud de onda muy corta como los

rayos ultravioletas, rayos X o rayos gamma son lo suficientemente potentes

para desunir los electrones de nuestros átomos lo cuál puede generar

quemaduras y daños genéticos irreparables.

Por este motivo es que muchas personas le tienen cierto temor a la palabra

radiación, lo cual no es del todo correcto englobar una sola palabra, ya que las

ondas emitidas de mayor longitud de onda como las ondas microondas o las

ondas de radio emiten el mismo tipo de radiación que genera nuestra

tecnología actual están en todos lados como la radiación emitida los celulares,
los módems WiFi, líneas eléctricas y electrodomésticos. Este tipo de radiación

no afectan a nuestras moléculas, sin embargo, algunos tipos de radiación

pueden estimular los músculos y nervios, también provoca que nuestro pelo

vibre causando una sensación de hormigueo por encima de ciertos valores

umbral. También la gente continuamente se expone a la radiación

electromagnética del Sol.

Fig. Radiación electromagnética del Sol

Eso quiere decir que siempre hemos estados rodeados de radiación, tanto

ofensivas como inofensivas; sin embargo, desde la Revolución Industrial

hemos agregados bastantes dispositivos y mecanismos que generan radiación

en nuestro entorno. La pregunta que tiene inquietada a las personas es si esta

radiación que nos rodea es peligrosa o no.


Un estudio de 1979 vinculó la leucemia a vivir cerca de las líneas eléctricas, no

obstante, este estudio fue rápidamente desacreditado ya que la conexión no

pudo ser explicada y no se vinculó ninguna causa directa de leucemia debido a

las líneas eléctricas.

Pero una vez propuesto este estudio, la idea persistió y varios estudios que se

centran en los posibles peligros generados por la radiación electromagnética

generada por distintos medios ilustran que todavía se ve como una amenaza

real.

Esto nos lleva al aspecto social del tema que involucra el comportamiento de

las personas ante tales hechos y su respuesta ante los estudios que se van

realizando para hacer ver la radiación, de varios medios que utilizamos a diario,

es negativa para nuestro cuerpo.

Una considerable cantidad de personas dice ser sensible a la radiación

procedentes de los electrodomésticos o celulares, informando síntomas como

dolores de cabeza, náuseas, reacciones cutáneas, ardor en los ojos o

agotamiento. Pero estos son síntomas comunes que presentan todas las

personas a lo largo del día, no obstante, algunos estudios han encontrado

resultados más inquietantes. Como posibles conexiones entre un lado del

cerebro que las personas usan cuando están utilizando sus teléfonos celulares

y la aparición de tumores cerebrales.


Lo que la ciencia trata de investigar no son los efectos agudos de la radiación

en nuestro cuerpo, ya que sabemos que los rayos X causan daño inmediato al

ADN en las células de las personas mientras que las ondas de radio no causan

este tipo de daños. Lo que la ciencia está tratando de averiguar es si esta

radiación electromagnética débil que nos rodea es perjudicial a largo plazo.

Hay un gran debate acerca de este tema debido a este tema, lo cuál nos deja

pensar en cómo se debe comunicar la ciencia de cómo no se debería.

Ya que muchos de los estudios citados que alegan que la radiación

electromagnética débil es dañina para nosotros, que propagan el pánico en la

gente, son muy controvertidos. Un claro ejemplo, es una serie de estudios de

población basados en encuestas y auto informes, que consiste en preguntar,

por ejemplo, a los pacientes con tumores cerebrales cuánto estiman la

frecuencia con la que han utilizado su teléfono celular en los últimos años.

El problema acá es que las personas no son confiables, tenemos la tendencia

de olvidar las cosas o podemos ser influenciados fácilmente, así también, los

medios de comunicación pueden seleccionar solo los hallazgos que mejor se

adapten a su opinión para lograr un titular más emocionante y poder llamar la

atención de las personas. Un ejemplo de esto se ve reflejado en un estudio

realizado por la NIH (National Institute of Environmental Health Sciences) que


indicaba una posible conexión entre la radiación irradiada por los teléfonos

celulares en un grupo de ratas y ratones, pero solamente se vieron afectadas

las ratas macho mientras que no hubo efectos en las ratas hembra y en ningún

ratón, este estudio fue reportado como si la investigación probara que la

radiación de los celulares causa cáncer, por desgracia, este es el caso de

varios estudios con resultados negativos o positivos sobre el tema.

Otro aspecto a detallar es que la OMS clasificó a los campos de

radiofrecuencia como posiblemente cancerígenos, lo que quiere decir es que

hay algunos indicios de podrían causar cáncer, pero no se puede probar.

En general, no hay evidencia concreta en estudios humanos que la radiación

electromagnética que se ubique bajo los límites de valor de exposición cause

problemas a la salud. Hay recopilaciones estadísticas que en su mayoría son

débiles e inconsistentes.

Pero qué sucede con las personas que dicen verse afectadas por la radiación

emitida por sus dispositivos eléctricos y electrónicos, según una investigación

publicada en el NCBI (National Center for Biotechnology Information), estas

personas podrían estar experimentando lo que se conoce como Efecto Nocebo.

El Efecto Nocebo funciona de la siguiente manera, una persona que sienta

dolor de cabeza y que al momento de apagar su laptop se comience a sentir


mejor verá una posible conexión entre estas dos cosas. Con esta sospecha en

mente, solo la idea de que la radiación débil emitida por su laptop le afecta

negativamente, podría ser lo que en verdad estaría dañando a la persona.

En conclusión, basados en el estado actual de la ciencia, no deberíamos

preocuparnos por la radiación que emiten nuestras computadoras, laptops,

celulares, TV, etc. Sino lo recomendable es informarse mejor de los estudios

realizados y leer con detalle los resultados de los mismos para no caer en la

desinformación.

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