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SALUD UNIVERSAL
Introducción.-
El derecho a la salud, la equidad y la solidaridad son valores que han orientado
las transformaciones de los sistemas de salud en la Región de las Américas. Sin
embargo, la inequidad en salud y la desigualdad social y económica en la Región
siguen siendo un desafío pendiente que los sistemas de salud deben afrontar en
el marco de las nuevas presiones generadas por la emergencia e influencia de
nuevos problemas de salud, como el peso creciente de las enfermedades no
transmisibles, el aumento de la violencia y los accidentes de tránsito, además de
los cambios demográficos reflejados en el envejecimiento acelerado de la
población.
En este contexto, para avanzar hacia la salud universal es necesario que los
sistemas de salud profundicen sus procesos de transformación mediante el
fortalecimiento de la rectoría de las autoridades de salud, de los mecanismos de
regulación, de una mayor inversión pública en salud (que conlleva el aumento de
la eficiencia y la equidad del financiamiento), y de una mayor y mejor distribución
de los recursos humanos alineados con un modelo de organización y atención
de la salud centrado en las personas y las comunidades
Problemática y desafíos
Uno de los principales desafíos que deben afrontar los sistemas de salud,
corresponde a la persistencia de las condiciones de inequidad1 tanto en los ingresos
como en los resultados de salud. Como ya se ha mencionado en el tema referido a
inequidades y barreras en los sistemas de salud, estos deben considerarse como
un componente importante de los sistemas de protección social y, por lo tanto, un
factor fundamental para revertir las condiciones de inequidad en la Región.
Desde esta perspectiva se supone que las condiciones del crecimiento económico
son insuficientes para abordar los desafíos de inequidad. Por el contrario, serán
necesarias transformaciones profundas del conjunto de las estructuras
institucionales de los sistemas de salud (en el modelo de financiamiento, la
organización de los servicios de salud, los recursos humanos, la tecnología y los
determinantes sociales de la salud) para garantizar transformaciones efectivas que
tengan un impacto sobre la equidad en salud.
Reformas en salud
Las reformas en salud pueden definirse como procesos dirigidos a introducir
cambios sustantivos en los sistemas de salud, en sus diferentes instancias, niveles
y funciones. Los cambios se logran por medio de estrategias y acciones, con el fin
último de satisfacer mejor las necesidades de salud de la población. Cabe entonces
definir lo que es un sistema de salud. La Organización Mundial de la Salud (OMS)
señala que un sistema de salud «consiste en el conjunto de organizaciones,
personas y acciones cuya finalidad principal es promover, restablecer o mantener la
salud, es decir, un conjunto de elementos que llevan a cabo actividades relacionadas
con la salud, entendidas como todo acto en el ámbito de la salud personal o
colectiva, de los servicios de salud pública o de iniciativas intersectoriales cuyo
principal objetivo sea mejorar el nivel de salud de las personas y de la comunidad o
población» .
Los procesos de reforma han marcado los sistemas de salud en la mayoría de las
regiones y países del mundo a partir de la década de 1990. Los contenidos de las
reformas propuestas y sus procesos se han desarrollado en relación con las
características particulares de cada región y país, y según el contexto político,
económico y social. Sin embargo, es posible identificar características comunes en
las reformas entre distintas regiones y países, que responden fundamentalmente a
los modelos de protección social implementados y a las ideas imperantes en ciertos
períodos, impulsadas por organismos internacionales. Las propuestas de reforma
han combinado objetivos de salud de la población, lo que abarca el acceso a
servicios, ampliación de la cobertura y mejoras en el desempeño de los servicios,
con objetivos de transformación de las condiciones institucionales, como la
segmentación de los sistemas de salud en diferentes esquemas de aseguramiento
y cambios organizacionales asociados con la fragmentación de los servicios de
salud.
Las reformas definen planes y estrategias en torno a uno o todos los elementos
principales de los sistemas de salud, es decir, en torno al financiamiento, la
organización y prestación de los servicios de salud, y sus marcos institucionales.
Con esta orientación, las reformas definen estrategias asociadas con las principales
variables pertinentes como equidad, acceso, eficiencia, calidad, eficacia, protección
financiera, expectativas de la población, solidaridad, sustentabilidad y participación.
Uno de los aspectos de mayor interés resultan ser las acciones en torno al acceso
y la equidad en el acceso, que se han definido como dos de los objetivos centrales
de los procesos de cambio. El acceso se refiere a la capacidad de utilizar servicios
de salud en el momento en que se necesitan, e incluye las acciones dirigidas a toda
la población y las personas; además, en el acceso se debe tener en cuenta la
diversidad de condiciones de la población y las necesidades diferenciadas de las
personas y los grupos poblacionales. Implica actividades para promover la salud y
prevenir la enfermedad, y prestar la atención de salud necesaria. El acceso a la
salud se relaciona con las necesidades de salud de las poblaciones y con las
condiciones para la utilización del sistema, que está determinada por diversos
factores individuales, comunitarios y socioculturales, a la vez que por las
características del sistema de salud propiamente dicho; es decir, por la interacción
entre las personas y sus necesidades de salud, y el sistema de salud .
La equidad en salud se refiere a la ausencia de diferencias injustas en el estado de
salud, en el acceso a la atención de salud y a los ambientes saludables, y en el
trato que se recibe en el sistema de salud y en otros servicios sociales (11).
Las capacidades técnicas y políticas deben dar cuenta de las condiciones que se
necesitan para construir y sostener una agenda de salud universal. Las capacidades
políticas están relacionadas con la inclusión de nuevos actores en el marco de un
liderazgo colectivo, con acuerdos de alianzas (12, 14). Las capacidades técnicas
están relacionadas con la capacidad de los actores para interpretar los desafíos y
formular las intervenciones.
Por último, el análisis de los conflictos entre los actores involucrados es una tarea
necesaria a la hora de diseñar estrategias de transformación. Este punto trasciende
un análisis técnico financiero u organizacional y subraya el carácter político de los
procesos de transformación hacia la salud universal.
Los cambios de la última década pueden expresarse por dos tipos de reformas que
permitieron avanzar hacia las reformas orientadas a la ampliación del acceso y las
reformas orientadas a la ampliación de la cobertura. Las reformas orientadas a la
ampliación del acceso (cuadrante superior izquierdo de la figura 1) procuraron
desarrollar sistemas de servicios centrados en las personas, las familias y las
comunidades. Estas transformaciones han tenido como plataforma al sector público,
pero con escasa articulación con la dinámica de la seguridad social y el sector
privado asegurador. Estas reformas no lograron avances significativos en términos
de un sistema de cobertura universal con reducción de la segmentación de los
sistemas de salud y se limitaron al sector público.