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Los Reptiles

El término reptil viene de la palabra "reptor". Se refiere a la manera de moverse de un


lugar a otro apoyando la panza en el suelo. Sin embargo, no todos los reptiles se
desplazan así. Lo que los caracteriza son las escamas, es decir, las placas duras que
recubren sus cuerpos.

Los reptiles aparecieron en el planeta hace unos trescientos cuarenta millones


de años.

Eran tantos que toda una


era de la historia es
conocida como Edad de
los Reptiles.

Los reptiles andaban por


todas partes; en las
aguas, en los pantanos,
en los valles y en los
bosques. Algunos hasta
volaban, como pájaros.
Casi, casi, eran los
dueños de la tierra.

Los reptiles más


pequeños medían
alrededor de medio metro; los más grandes, ¡más de treinta! Los que volaban tenían
cuerpos aerodinámicos, es decir, cuerpos adecuados para volar. Había reptiles con
poderosos cuernotes en la cabeza, con enormes escamas, con gigantescas colas, con
muchos dientes grandes o con pocos dientes chicos, con patas cortas y largas, con
cuellos rechonchos o con cuellos flexibles
como jirafas.

En fin, para todos los gustos.

¿Sabías que los reptiles nacen de huevos?

El huevo se desarrolla después que la hembra


ha sido fecundada por el macho. Allí dentro
crece el bebé reptil. El huevo es como un
almacén de alimentos y está protegido por una
membrana o por una cáscara.

Los reptiles son ovíparos u ovovivíparos.

Los ovíparos incuban sus huevos en nidos, en


el suelo, bajo las piedras o en lugares seguros.
Los ovovivíparos conservan los huevos dentro
del cuerpo hasta que las crías se han formado
completamente.
Durante el verano, en el campo, se pueden
encontrar huevos de serpiente en diversos sitios.  

Con él, rompen el huevo. Horas más tarde pierden


el "diente" que ya ha cumplido su función.

Las tortugas y los cocodrilos tienen un


engrosamiento especial que les sirve para romper
el huevo.

Se dice que los reptiles son de "sangre fría".


Esto significa solamente que el calor de sus
cuerpos depende del calor del medio. O sea, a
diferencia de nosotros, los reptiles no tienen un
sistema propio para regular la temperatura
corporal. Por eso, siempre andan buscando el calor
cuando hace frío y el fresco cuando la temperatura
es muy alta. Por eso, también, prefieren las
regiones tropicales o templadas ya que en ellas
hay menos variaciones de calor.

Como hace demasiado calor, tienen una piel gruesa e impenetrable, y orinan sólido
para ahorrar
energías y
aprovechar al
máximo el agua
disponible en su
cuerpo. En las
temporadas de
más calor, estos
reptiles se entierran
en la arena o se
dedican a dormir.

Quedan pocos
reptiles en el
mundo. Hay sólo
cuatro grupos.

¡Atención! El
Chelonia, que
agrupa a las tortugas; el Crocodilia, a los cocodrilos, caimanes y aligátores; el
Squamanta, a las lagartijas y serpientes, y el Rinchocephalia, con un solo
representante, el tuatara. Éste se parece a la iguana; tiene patas gruesas y la cola
aplastada, y vive en dos islas de Nueva Zelandia.

El grupo de las serpientes y lagartijas es el que tiene más especies, que están
repartidas en todos los continentes.

No olvides las características de los reptiles.


Las tortugas tienen un bonito caparazón, un pico y cuatro extremidades; viven en
regiones cálidas o semicálidas. Los cocodrilos
prefieren los climas tropicales y, sobre todo, los
pantanos; ya sabes que poseen fuertes mandíbulas
y una cola larga. Las serpientes son cilíndricas y
carecen de patas y orejas. Las lagartijas son
semicilíndricas, y tienen cuatro patas y larga cola.

Hay tortugas gigantes y pequeñitas. Los cocodrilos


son grandes, ¡de hasta ocho metros! Las serpientes
miden desde un par de centímetros a trece metros
o más. Las lagartijas generalmente no pasan de los
quince centímetros. Sin embargo, hay un lagartijón:
vive en la isla Komodo, en Indonesia, y mide tres
metros.

¡Ojo con las


mordidas de
algunos
reptiles!

Hay dos especies venenosas de lagartijas: el


"monstruo de Gila", que vive en el norte de
México, y el temacuil, en el sureste. Son
venenosas también las serpientes marinas, las
cobras, los búngaros, las mambas, las coralillos,
las cascabeles y las nauyacas. En varias
regiones de México hay serpientes venenosas.

El veneno de las serpientes puede matar en


segundos o en pocas horas. Para contrarrestarlo
se inventaron los antídotos
o contravenenos. Sin
embargo, debes tener muy
clara una cosa: las víboras
y las serpientes son
temerosas; sólo atacan si
se las fastidia o se las
pisa.

Las serpientes se han convertido en símbolos de lo bueno


y lo malo.

Eso se debe a que son frías, se


arrastran, "miran fijo" porque no
poseen párpados, y cambian de piel
muchas veces.

Los aztecas las asociaban a


Quetzalcóatl, Coatlicue y Tláloc.
Según la Biblia, fue una serpiente la
que indujo a Eva a comer del fruto prohibido. En los cuentos y leyendas aparecen
reptiles fantásticos, como los dragones, animales mitad serpiente y mitad lagarto que
echan fuego por la boca.

 Todos los reptiles son útiles. ¡Hasta los más venenosos!

Con el veneno de las serpientes se fabrican antídotos y medicinas. La carne y los


huevos de las tortugas nos sirven de alimentos, mientras que su caparazón y su piel
se emplean en la industria.

En muchos países se come carne de serpientes y de lagartos.


Además, la piel de las serpientes, de los grandes lagartos, de
los cocodrilos, de los caimanes y de los aligátores, fue muy
estimada en
la industria
peletera; y
gracias a la
invención de
las pieles
sintéticas, ya
no se usa
tanto y se ha
dejado de
cazarlos.

Los agricultores quieren mucho a los reptiles. Saben que ellos protegen las
cosechas al devorar ratas, ratones, cucarachas, chapulines y otras plagas.

Los reptiles no son monstruos. Son criaturas de la naturaleza, como todos nosotros,
que cumplen importantes misiones. Conociéndolos bien,
los comprendemos y nos damos cuenta que hay que
cuidarlos y estimarlos.

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