Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Todos queremos un sueño de calidad. Cuando somos jóvenes, en su mayor parte, es fácil de
conseguir. Pero a medida que envejecemos, dormir bien puede convertirse en algunos casos
en un gran desafío. Millones de personas se acuestan en la cama por la noche, dando vueltas,
sin desear nada más que un sueño tranquilo. El problema es que nuestras mentes ocupadas no
se apagan y siguen funcionando. Ahora es entendible.
Toma conciencia de tus hábitos diarios: Comienza a prestar atención a los hábitos diarios que
pueden estar interfiriendo con el sueño nocturno. Cosas como asegurarte de no beber cafeína
o alcohol demasiado cerca de la hora de acostarse, no comer alimentos picantes o con alto
contenido de azúcar y hacer una dosis diaria de ejercicio, aunque si es solo una caminata.
Todos estos son hábitos útiles que puedes implementar durante el día para asegurarte de no
interferir con el proceso natural del sueño. A medida que avanzan los días, presta atención y
observa si notas una correlación directa entre estos hábitos y la calidad del sueño por la
noche.
Crea un ritual nocturno: Si es posible, cada noche antes de acostarte, intenta disfrutar de
algunas actividades tranquilas y enriquecedoras que te relajen y te ayuden a desconectarte de
los eventos del día. Puedes probar cosas como tomar un baño caliente o practicar yoga ligero.
Parte de tu rutina podría implicar apagar la tv, el ordenador y el teléfono móvil al menos una
hora antes de acostarte. Esto ayuda a crear una zona de amortiguación que te aleja de tu día
de trabajo y permite a tu ser activo convertirse en tu ser relajado. Otras cosas que puedes
probar son escuchar música, un pasatiempo tranquilo como dibujar y, por último, pero no
menos importante: la meditación. La reprogramación del sueño no ocurre de la noche a la
mañana, pero con una comprensión de lo que se necesita y un esfuerzo comprometido, podrás
disfrutar de un sueño reparador.
Practica la no reactividad: Hay algo de lo que la mayoría de nosotros no nos damos cuenta, y
es que el problema no radica en el hecho de que no podamos conciliar el sueño. El problema
es cómo reaccionamos al no poder quedarnos dormidos. Si no podemos dormir pero no
luchamos contra ello, nos acostaríamos en la cama, perfectamente relajados y obtendríamos
una cantidad significativa de descanso curativo incluso si no estuviéramos durmiendo.
Cuanto más practicamos la no reactividad, más se arraiga ese estado mental y menos reactivos
somos por la noche. Esa es la clave para conciliar el sueño. Eliminar la presión y poder
relajarse en el momento, sea lo que sea.
Elimina la preocupación: ¿Alguna vez has notado que cuando se acerca la noche, justo antes
de acostarte, tu mente comienza a tener más actividad? A veces estamos reproduciendo
eventos emocionantes del día, otras veces estamos revisando nuestra lista de tareas o
preocupándonos por el futuro. A menudo no nos damos cuenta de lo excitadas que están
nuestras mentes hasta que ponemos la cabeza sobre la almohada y nuestros pensamientos
comienzan a girar sin control. Liberar nuestros pensamientos y preocupaciones durante el día
es una parte importante para obtener un sueño de calidad. Idealmente, queremos abordar lo
que esté sucediendo en nuestra mente antes de ir a la cama. Durante el día, estamos tan
ocupados que a menudo no nos damos cuenta de lo que sucede en nuestras mentes y
cuerpos. Si lo fuéramos, nuestros pensamientos e inquietudes no se acumularían de manera
constante, y cuando nos acostáramos habría menos pensamientos abrumadores. Tendemos a
pensar que lo que sucede durante el día no afecta nuestro sueño, pero en realidad está
directamente conectado. El estado de nuestra mente durante el día se desvanece en el estado
de nuestra mente en la noche. Sintonizar durante el día, ayuda a tomar conciencia de lo que
está sucediendo dentro. Y si puedes reconocer durante el día tus emociones, sensaciones
corporales y pensamientos y soltarlos, es menos probable que te arrastren por la noche. Una
estrategia efectiva para abordar tus inquietudes para que no te mantengan despierto por la
noche es reservar un "tiempo de preocupación" antes de acostarte. Para hacer esto, encuentra
un lugar cómodo para sentarte y escribe todas las inquietudes que surgen en tu mente. No te
preocupes por lo que escribes, es solo para ti. Cree una lista de inquietudes en el lado
izquierdo de la página, y luego frente a eso, a la derecha, enumera una o más posibles
soluciones. Desglosar las preocupaciones en soluciones con pasos pequeños te hará sentir que
son mucho más manejables. No sientas que tienes que arreglar o resolver todo de inmediato.
El objetivo es sacar de tu mente tus preocupaciones antes de irte a la cama para que no pasen
por tu mente durante la noche.
Escaneo corporal: ¿Alguna vez has notado lo extraño que es que tengamos un día ocupado o
estresante, y que luego al irnos a dormir, tan pronto como nuestra cabeza toque la
almohada, nuestra mente comienza a girar sin importar lo cansados que estemos? La razón es
que en la tranquilidad de nuestra propia casa, sin nuestras distracciones normales del día a día,
nos enfrentamos a lo ocupada que está nuestra mente. Y debido a que la mente y el cuerpo
están tan conectados, si tenemos una mente ocupada, inevitablemente tendremos un cuerpo
inquieto. Si somos capaces de verificar cómo nos sentimos durante el día, estamos en mejores
condiciones para detener el estrés antes de que se intensifique. Y si podemos relajarnos
durante las horas de vigilia, estaremos mucho más listos para descansar por la noche. Los
escaneos corporales nos permiten sintonizarnos con lo que sucede en nuestra mente y cuerpo,
y nos ayudan a relajar la tensión. Cuando estamos relajados, somos más capaces de liberarnos
de la presión que nos imponemos para quedarnos dormidos, y ahí es cuando el sueño
inevitablemente sucede. Esta noche, cuando te vayas a la cama, prueba el “Escáner o
exploración corporal”. Es una meditación relajante para ayudarte a conciliar el sueño que
puedes encontrar en la APP de GO fit. Puedes llevarlo contigo directamente a la cama y no te
preocupes por escuchar toda la práctica. No dudes en dejarte llevar por el sueño cuando
llegue.