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Los rayos X son radiaciones electromagnéticas cuya longitud de onda va desde los 10nm hasta los

0,01nm (1nm = 10^-9m). Cuando sea menor la longitud de onda de los rayos X mayor es su energía

y por lo tanto su poder de penetración

Los rayos X cercanos a la banda ultravioleta de espectro se conocen como “blandos”, y los que

están próximos a la banda de la radiación gamma, se conocen como “duros”. Tanto la luz visible

como los rayos X se producen a raíz de las transiciones de los electrones atómicos de una órbita a

otra: la luz visible corresponde a transiciones de los electrones más externos y los rayos X a los

electrones más internos.

Los rayos X se producen cuando un haz de electrones proyectil de alta energía, acelerados a través

de un voltaje de miles de voltios, choca con el blanco (tungsteno) del tubo de rayos X.

Los electrones proyectil interaccionan con los electrones orbitales o los núcleos del blanco por tres

mecanismos diferentes que dan lugar a emisiones energéticas diferentes.


Los característicos rayos X son emitidos por los elementos pesados, cuando sus electrones realizan

transiciones entre los niveles más bajos de energía atómica. La característica emisión de rayos X,

que se muestra en la ilustración de la izquierda como dos picos agudos, se producen cuando se

producen vacantes en el n = 1 o capa K del átomo y los electrones caen desde arriba para llenar los

vacíos. Los rayos X producidos por las transiciones desde los niveles n=2 hasta n=1 se llaman rayos

X K-alfa y los correspondientes a la transición de n=3→1, se denominan rayos X K-beta.

Las transiciones a n=2 o capa L son designadas como rayos X L (n = 3→2 es L-alfa, n = 4→2 es L-

beta, etc.) La distribución continua de rayos X que forma la base para los dos picos agudos de la

izquierda se llama "radiación de frenado".

La producción de rayos X típicamente involucra el bombardeo de un objetivo de metal en un tubo

de rayos X, con electrones de alta velocidad que han sido acelerados por decenas o cientos de

kilovoltios de potencial. Los electrones de bombardeo, puede expulsar electrones de las capas

internas de los átomos del objetivo de metal. Esas vacantes se llenan rápidamente por los

electrones que caen desde los niveles superiores, emitiendo rayos X con frecuencias bien

definidas, asociadas a la diferencia entre los niveles de energía atómicos de los átomos del

objetivo.

Las frecuencias de los rayos X característicos, se pueden predecir a partir del modelo de Bohr.

Moseley midió las frecuencias de los rayos X característicos, de una gran fracción de elementos de

la tabla periódica, y produjo un gráfico de ellos que ahora se llama "gráfico de Moseley".
Los rayos X característicos se utilizan, para la investigación de la estructura cristalina por difracción

de rayos X. Se puede determinar las dimensiones de la red cristalina, con el uso de la ley de Bragg

en un espectrómetro de Bragg.

La difracción de las ondas electromagnéticas se produce porque los elementos de una rejilla,

absorben la radiación y actúan a su vez como fuentes secundarias reemitiendo la radiación en

todas direcciones. Cuando hacemos incidir un haz de rayos X sobre un cristal, éste choca con los

átomos haciendo que los electrones que se encuentren en su trayectoria vibren con una

frecuencia idéntica a la de la radiación incidente. Estos electrones actúan como fuentes

secundarias de nuevos frentes de onda de rayos X con la misma longitud de onda y frecuencia.

Cuando un cristal difracta rayos X, las ondas dispersadas electromagnéticas reemitidas interfieren

entre sí constructivamente sólo en algunas direcciones, es decir se refuerzan, anulándose en el

resto. Los rayos 1 y 2 estarán en fase y por tanto se producirá difracción cuando la distancia AB

represente un número entero de longitud de onda, esto es cuando AB=nl , siendo n un número

entero (0, 1, 2, 3...n).


Para cada nl el ángulo q es constante y el conjunto de los rayos difractados forma un cono cuyo eje

central está formado por una fila de átomos. Ese cono tiene otro simétrico al otro lado del haz

incidente.

Bragg se dio cuenta que los rayos X dispersados por todos los puntos de la red en un plano (hkl)

debían estar en fase para que las ecuaciones de Laue se vieran sastisfechas y aún más, la

dispersión a partir de sucesivos planos (hkl) debían estar así mismo en fase. Para una diferencia de

fase igual a cero las leyes de la simple reflexión deben mantenerse para un plano sencillo y la

diferencia de camino para reflexiones de planos sucesivos debe ser un número entero de

longitudes de onda .
En la figura presentada arriba se ve como un haz incidente es difractado por dos planos

sucesivos hkl con espaciado interplanar dhkl. La diferencia de camino recorrido por los dos

haces de planos sucesivos viene dada por la ecuación

AB+ BC =2 d hkl sen q ,

y de ahí la condición para que la difracción sea máxima:

2 d hkl sen q=n l

Bragg encontró que las trayectorias de difracción en los cristales podían explicarse como si

hubieran producido por reflexión de rayos X por planos hkl, pero sólo cuando la ecuación

se satisface.

La mayor aplicación de la ley de Bragg se encuentra en la interpretación de diagramas de

difracción de rayos X de cristales completamente pulverizados (diagramas de polvo). A

partir del método de difracción del polvo se determinan los parámetros de la red y en

algunos casos las estructuras cristalinas a partir de las intensidades de difracción.


 

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