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EXTRANJERIZACIÓN DE TIERRAS
RURALES EN COLOMBIA
Propuesta de lineamientos de política pública para
limitar, prevenir y regular los fenómenos de
concentración y extranjerización de tierras rurales
Coordinadora:
Diana Marcela Cuellar Orjuela
Autores:
Diana Carolina Higuera Mejía
Diego Fidel Quiroga Gómez
Juan Pablo Sandoval Castaño
Héctor Santaella Quintero
Jhon Alexander Giraldo Vargas
Cindy Elizabeth Rubiano Rozo
Andrés Felipe Ocampo Martínez
Luis Fernando Barreto Montero
Versión 1
Palabras clave:
Concentración, extranjerización, acaparamiento, acumulación, tierras rurales productivas,
sistemas de información, inversiones a gran escala, inversión extranjera directa, tributación
rural, acuerdo de paz, economía campesina, uso sostenible del suelo, Zonas de Reserva
Campesina.
Este documento es propiedad intelectual de la UNIDAD DE PLANIFICACIÓN RURAL AGROPECUARIA - UPRA. Sólo se
permite su reproducción parcial cuando no se use con fines comerciales y citando este documento como:
Unidad de Planificación Rural Agropecuaria - UPRA, 2014, “Título del documento”, dirección URL de ubicación del
documento. Bogotá, Colombia.
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TABLA DE CONTENIDO
pág.
RESUMEN................................................................................................................................................... 2
INTRODUCCIÓN......................................................................................................................................... 5
1. ANTECEDENTES........................................................................................................................... 10
2. DIAGNOSTICO Y MARCO DE REFERENCIA................................................................................11
3. METODOLOGÍA.............................................................................................................................. 14
4. DESARROLLO................................................................................................................................ 18
4.1 LINEAMIENTOS REFERENTES AL ORDENAMIENTO Y REGULARIZACIÓN DE LA
PROPIEDAD RURAL............................................................................................................ 18
4.1.1 Primer lineamiento: Sistemas de Información..................................................................18
4.1.2 Segundo lineamiento: Estrategias para Regular y Limitar la extranjerización de Tierras en
Colombia............................................................................................................................. 24
4.2 LINEAMIENTOS REFERENTES AL USO Y EFICIENTE Y SOSTENIBLE DEL SUELO..........26
4.2.1 Tercer lineamiento: Cargas Mínimas de Aprovechamiento y Uso del Suelo....................26
4.2.2 Cuarto lineamiento: Centralización del Impuesto Predial.................................................28
4.2.3 Quinto lineamiento: Tarifas Diferenciales del Impuesto Predial........................................31
4.2.4 Sexto lineamiento: Excepcionalidad del Cobro del Impuesto Predial a Microfundistas....33
4.2.5 Séptimo lineamiento: Renta Presuntiva y Patrimonio Inmovilizado..................................35
4.2.6 Octavo lineamiento: Cobro de la Valorización Rural........................................................37
4.2.7 Noveno lineamiento: Cobro de Plusvalías Rurales...........................................................38
4.2.8 Decimo lineamiento: Régimen sancionatorio ambiental y los efectos ambientales de los
fenómenos de concentración de tierras rurales...................................................................40
4.2.9 Undécimo lineamiento: Determinantes del ordenamiento para la producción de alimentos y
economía campesina........................................................................................................... 43
4.2.10 Duodécimo lineamiento: Planificación en las actividades agroindustriales, pecuarias y
forestales de gran escala..................................................................................................... 45
4.2.11 Decimotercero lineamiento: Reconversión productiva y uso sostenible del suelo rural....47
4.2.12 Decimocuarto lineamiento: Reglamentación sobre la acumulación e impacto sobre los
servicios ecosistémicos para comunidades rurales.............................................................49
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4.3 LINEAMIENTOS REFERENTES AL DESARROLLO RURAL INTEGRAL...........................50
4.3.1 Decimosexto lineamiento: Protección de las formas de vida campesina para la prevención
de los fenómenos de concentración de tierras rural............................................................50
4.3.2 Decimoséptimo lineamiento: Fortalecimiento de la figura de Zona de Reserva Campesina
51
4.3.3 Decimoctavo lineamiento: Utilidad pública en proyectos de gestión y ordenamiento social
de la propiedad y proyectos productivos de agricultura familiar campesina........................51
4.3.4 Decimonoveno lineamiento: Coordinación de políticas de ordenamiento productivo y social
de la propiedad y políticas de desarrollo rural.....................................................................51
5. SEGUIMIENTO Y EVALUACIÓN.................................................................................................... 53
6. CONCLUSIONES............................................................................................................................ 54
7. RECOMENDACIONES................................................................................................................... 56
BIBLIOGRAFÍA.......................................................................................................................................... 59
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INTRODUCCIÓN
El presente documento contiene una serie de propuestas de lineamientos de política pública cuyo
objetivo es limitar, prevenir y regular la concentración y extranjerización de la propiedad de la
tierra productiva en Colombia. Estos lineamientos se adecuan a los ejes rectores presentados por
la UPRA en el documento intitulado: “Gestión del Territorio para Usos Agropecuarios. Bases
para la Formulación de Política Pública” (UPRA, 2015), y tienen como fundamento la nutrida
producción bibliográfica de la entidad en particular el libro intitulado: “Concentración y
Extranjerización de Tierras Productivas en Colombia” (UPRA-FAO, 2017), y el libro intitulado:
“Análisis de la Distribución de la Propiedad Rural en Colombia” (UPRA, 2017).
En la literatura referenciada pueden encontrarse los siguientes criterios que sustentan los
lineamientos propuestos:
3. Tener como una meta principal la distribución equitativa de la propiedad desde un enfoque
diferencial.
4. Tener en consideración que parte de la tierra en Colombia ha sido apropiada por particulares
de manera irregular y violenta, lo cual limita el cumplimiento de los fines constitucionales de
acceso progresivo a la propiedad de los trabadores agrarios y el cumplimiento de la función
social y ecológica de la propiedad.
5. Propender por la coordinación institucional con miras no solo a comprender los procesos
históricos, sino para establecer marcos presentes y futuros de ocupación del suelo.
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6. Comprender la tierra como fuente de riqueza, y por tanto entender que la desigualdad en la
tenencia condiciona y limita otras formas de distribución económica y de poder. (UPRA, 2016;
38-39).
Los anteriores criterios, principios y premisas son elementos de justificación para la Gestión del
Territorio para Usos Agropecuarios (GESTUA) de la UPRA y se pueden resumir en 5
problemas:
b) Uso ineficiente del territorio rural: Los trabajos de la UPRA muestran que la ocupación
del territorio colombiano, rico en recursos naturales y con potencial productivo, se ha
desarrollado de una forma tal, que privilegia la desigualdad y la especulación por encima
de la democracia, la eficiencia económica y la sostenibilidad ambiental y social, pues las
mejores tierras del país tienen usos en pastos para ganadería extensiva, mientras que la
agricultura familiar ha sido desplazada a las laderas y zonas montañosas. (UPRA, 2015;
18).
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tierra, buscar la sustitución de importaciones y aumentar la competitividad y diversidad
productiva agropecuaria, en particular, la producción de alimentos, máxime en un
escenario de caída de precios de las materias primas a nivel mundial (petróleo y carbón,
principalmente).
Ahora bien, a partir de lo anterior, la UPRA y otras instituciones y actores han desarrollado
serios diagnósticos sobre estos problemas, los cuales han permitido desarrollar una multiplicidad
de propuestas. Sin embargo, dado que este informe corresponde al tema de la concentración y
extranjerización de la tierra, conviene citar algunas de las recomendaciones del libro de la
UPRA-FAO (2017), intitulado: “Concentración y extranjerización de tierras productivas en
Colombia”, de las cuales son derivados algunos de los lineamientos propuestos. Veamos:
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v. Empoderamiento de las comunidades locales con el fin de garantizar
interlocución y defensa efectiva de sus derechos con consecuencia de las
implicaciones económicas y sociales generadas por la concentración y
extranjerización de la propiedad rural.
Finalmente es conveniente señalar que los lineamientos propuestos en este documento bien
podrían inscribirse en el denominado “Plan Nacional de Ordenamiento Productivo y Social de la
Propiedad Rural”, particularmente en lo que concierne a los ejes de distribución y acceso a la
tierra rural, mercado de tierras rurales, gestión del conflicto y uso del suelo y regularización de la
propiedad privada.
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1. ANTECEDENTES
De ahí parte el interés de la UPRA por formular lineamientos, criterios, e instrumentos en torno a
sistemas de información sobre la realidad de la tenencia de la tierra en el país, al uso eficiente y
sostenible del suelo, y al desarrollo rural integral.
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2. DIAGNOSTICO Y MARCO DE REFERENCIA
La propuesta de lineamientos de política pública cuyo objetivo es limitar, prevenir y regular los
fenómenos de concentración y extranjerización de las tierras rurales en Colombia, que
presentamos a continuación tiene como punto de partida el trabajo previo realizado por la UPRA
y la FAO sobre el tema y condensado en el libro intitulado: “Concentración y extranjerización de
tierras productivas en Colombia. Marco conceptual, legal e institucional, contribución a la
aplicación de las directrices voluntarias sobre la gobernanza responsable de la tenencia de la
tierra”.
En este texto se estableció cual era el contexto global que promovía y acentuaba los procesos de
concentración y extranjerización de tierras rurales, y se sistematizaron los marcos de referencia
jurídicos, legales, institucionales, teóricos y conceptuales de dichos fenómenos. Igualmente, en
ese libro se encuentra un primer diagnóstico sobre los procesos de concentración y
extranjerización de tierras en Colombia, unos análisis de caso concretos, una propuesta
metodológica para el análisis de esos fenómenos, y unos resultados con respecto a la
concentración de tierras productivas en el caso colombiano.
Es importante subrayar dos puntos fundamentales de dicho trabajo: 1) en primer lugar el análisis
de los fenómenos de concentración y extranjerización de las tierras productivas en Colombia no
implica una denuncia arbitraria de la gran propiedad o de ciertos proyectos agroindustriales de
gran escala, sino la necesidad de promover la coexistencia entre la pequeña economía campesina
y la mediana y gran propiedad. Tal y como esta explicitado en el texto, dicha coexistencia
implica la segmentación de ciertos mercados, unas restricciones al mercado de tierras, la
regulación de la inversión extranjera en el sector rural, la promoción de sistemas tributarios que
permitan un uso eficiente y sostenible del suelo basados en principios de equidad y
progresividad, la promoción de las consideraciones socioambientales y la regulación de los
servicios ecosistémicos en el caso de ciertos proyectos agroindustriales, y la canalización de la
inversión pública hacia la agricultura familiar.
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2) en segundo lugar, la concentración y la extranjerización de las tierras productivas rurales en
Colombia no son fenómenos que hagan referencia exclusivamente a la propiedad de la tierra. Es
necesario explorar con más detenimiento y profundidad como estos fenómenos están ligados
fundamentalmente al uso del suelo. En ese sentido, para el caso colombiano es importante
distinguir claramente lo que significa la acumulación, el acaparamiento, la concentración y la
extranjerización de las tierras rurales.
En este sentido, es importante tener clara la definición que se ha utilizado a lo largo de este
documento sobre el fenómeno de concentración de las tierras rurales productivas en Colombia, y
que tomamos directamente del libro UPRA-FAO referenciado anteriormente:
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acaparamiento o acumulación. (…) Sin embargo, para efectos de este documento
únicamente se considera la extranjerización ligada a procesos de concentración y
grandes transacciones de tierras. Este término no debe ser entendido únicamente
como la compra de grandes extensiones de tierras, sino que, además, debe
comprender la inserción de capitales extranjeros en las economías regionales y
locales a partir de formas de acceso al uso o usufructo, como el arrendamiento,
que terminan influyendo en la economía y las políticas de desarrollo rural
nacional”.
El diagnóstico y el marco de referencia trabajados llevan a unas conclusiones en esta materia que
son las que se trabajan en el marco de los lineamientos de política pública propuestos. Estas
conclusiones implican: 1) la necesidad de contar con mejores sistemas de información sobre la
realidad rural en Colombia y poder elaborar registros rigurosos de las inversiones extranjeras en
tierras; 2) la necesidad de evaluar la calidad de las inversiones en los territorios rurales para
evitar la especulación, el rentismo, el acaparamiento y de esta forma avanzar en el cumplimiento
de la función social y ecológica de la propiedad rural; 3) la necesidad de utilizar los instrumentos
tributarios para flexibilizar el mercado de tierras y lograr eficiencia y sostenibilidad en el uso del
suelo; 4) la necesidad de planear políticas públicas que hagan compatibles el ordenamiento social
y productivo de la propiedad rural con las expectativas de las comunidades campesinas; 5) la
necesidad de lograr la inclusión y el fortalecimiento con equidad de los pequeños y medianos
productores; 6) la necesidad de consolidar el proceso de paz en Colombia.
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3. METODOLOGÍA
La primera tarea realizada por el equipo fue la revisión de la cadena de valor y de los objetivos y
alcances del proyecto. A partir de esto se construyó un plan de trabajo colectivo e individual que
buscaba ser coherente con el trabajo previo realizado por la UPRA – FAO y que establecía
actividades, tiempos y productos a entregar. Estos dos planes de trabajo se fueron actualizando
mes a mes y se resumen en la siguiente gráfica.
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La primera tarea realizada por el equipo fue la revisión del marco jurídico, legal e institucional
que circunscribe los fenómenos de concentración y extranjerización de las tierras productivas en
Colombia. Para realizar tal tarea se revisó el libro titulado: “Concentración y extranjerización de
tierras productivas en Colombia. Marco conceptual, legal e institucional, contribución a la
aplicación de las directrices voluntarias sobre la gobernanza responsable de la tenencia de la
tierra” editado por la UPRA-FAO.
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tarea incluyo la participación en eventos académicos sobre experiencias internacionales de
reformas agrarias, diagnósticos de la equidad de la propiedad rural en Colombia, y
caracterizaciones de la distribución de la propiedad rural en el país.
Igualmente es importante subrayar que el equipo revisó las propuestas normativas construidas
por los equipos de la UPRA en términos de inversión extranjera en tierras y tributación en el
sector rural para incluir algunos de estos elementos en la construcción de lineamientos de
política pública tendientes a prevenir y limitar los fenómenos de la concentración y
extranjerización de las tierras rurales.
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Con la retroalimentación recibida se construyó una propuesta definitiva de lineamientos de
política tendientes a regular, prevenir y limitar los fenómenos de la concentración y
extranjerización de las tierras rurales en Colombia en la cual se incorporan los comentarios y las
propuestas presentadas por los expertos. Esa propuesta es la que se presenta a continuación y
cabe mencionar que sigue los parámetros establecidos por la UPRA para la formulación de
lineamientos, criterios e instrumentos de política pública. Este documento está acompañado por
las fichas de lineamientos en el formato UPRA y por una propuesta normativa particular.
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4. DESARROLLO
Con el objetivo de evitar la especulación sobre el valor de los predios rurales, la UPRA, en
convenio con el IGAC, consolidará una línea base para la identificación de valores de referencia
del suelo rural, cuyo objetivo es disponer de los valores comerciales determinados por los
gestores catastrales del suelo rural y de los valores económicos determinados para los predios
catalogados de conservación ambiental a partir de información geográfica y alfanumérica, los
cuales deberán actualizarse anualmente con el fin de servir de insumo para evaluar el grado de
concentración y extranjerización de tierras en el país.
Dicha línea base requiere que existan registros diferenciados y detallados sobre la inversión
extranjera en tierras, para lo cual es necesario crear una mesa de trabajo entre la UPRA, la ANT,
la SNR, el Banco de la República, la Unidad de Investigación y Análisis Financiero, las Cámaras
de Comercio, entre otras entidades, para avanzar en el proceso de identificación, registro y
seguimiento a la inversión extranjera en tierras (compraventas, contratos de uso o
aprovechamiento productivo de largo plazo, entre otras modalidades) con el fin de generar un
instrumento que permita hacer trazabilidad a las inversiones en tierras a gran escala realizadas
por nacionales, extranjeros y capitales mixtos.
El rezago en materia de información catastral sobre los predios privados y de la nación en los
territorios rurales ha sido una de las mayores dificultades para avanzar en los procesos de
ordenamiento de la propiedad, fundamental para una equitativa distribución de la tierra, zanjar
conflictos sobre la tenencia, así como ejercer la vigilancia necesaria para la sostenibilidad
medioambiental y la seguridad alimentaria del país al corto, mediano y largo plazo.
Así mismo, la falta de un análisis sobre el avance reciente de dichos fenómenos en el campo
colombiano plantea la necesidad de contar con información que permita comprender los alcances
1
Recientes estudios sobre el fenómeno de la extranjerización de tierras, conocido en el ámbito internacional como
land grabbing, muestran cómo tras el fin de conflictos armados internos, grandes empresas de capital extranjero
adquirieron vastas extensiones de tierras con distintos mecanismos legales e ilegales, incrementando las
conflictividades a nivel local. Ver al respecto: Neef, Andreas (2016) Land Rights Matter! Anchors to Reduce Land
Grabbing, Dispossession and Displacement: A Comparative Study of Land Rights Systems in Southeast Asia and the
Potential of National and International Legal Frameworks and Guidelines. Berlin, Brot für die Welt et al. y Cotula,
Vermeulen, et al, (2009) Land grab or development opportunity? Agricultural investment and international land
deals in Africa. Fao, IIED e IFAD. Londres/Roma.
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del acaparamiento, la concentración y la extranjerización de tierras, y así avanzar hacia la
construcción de una política pública que logre el equilibrio entre la equidad, la sostenibilidad y la
soberanía. Este es quizá uno de los pasos iniciales para cuantificar y diagnosticar el alcance de
dichos fenómenos, uno de los puntos sobre los cuales más han insistido varios expertos en el
tema (Deininger & Byerlee, 2011; Borras Jr & Franco 2012; Cotula 2012; Allaverdian, 2010;
Dwyer, 2015; De Schutter, 2011; Davis, Dódorico, & Rulli, 2014). De ahí la necesidad de
diseñar lineamientos de política, como posibles hojas de ruta para abordar la problemática de los
sistemas de información catastral y de registro en el país.
4.1.1.2 Justificación
Según las proyecciones censales en materia de crecimiento demográfico con respecto al censo de
2005, la población ubicada en el denominado Resto, que corresponde a las áreas rurales a nivel
municipal en el año 2017, es de 11’475.558 habitantes. Sin duda, la mayoría de la población
colombiana se ha concentrado en centros urbanos, sin embargo, este proceso de urbanización se
encuentra estructuralmente atado a la pobreza y la brecha existente entre los tipos de pobreza
rural y urbana.
Sin embargo, las condiciones de los pobladores rurales son aún más complejas, pues la distancia
se amplía si se tiene en cuenta la distribución de la propiedad en el campo. El reciente estudio de
la UPRA en torno a la distribución de las propiedades rurales (2017) muestra que mientras en los
rangos de predios menores de 0,5 a 3 has abarcan un total de 1’573.556 has, el 3% de los suelos
rurales aptos para la agricultura, que corresponden a 1’703.043 predios y 2’427.975 propietarios,
el 56%; por el contrario, el rango que abarca los predios mayores o iguales a 1.000 has ocupan
12’821.632 has el 26% de los suelos aptos para la agricultura, sumando 3.686 predios y sólo
6.934 propietarios, el 0,16% de las personas registradas.
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Además de la inequitativa distribución de la propiedad y la fuerte tendencia a la mini y
microfundización de los predios rurales, al analizar la información del Censo Nacional
Agropecuario de 2014, según el cual, de los 111,5 millones de hectáreas que componen el área
continental del país, de las cuales el 38,6%, que corresponde a 43 millones de hectáreas son
destinadas para la agricultura.
La medida utilizada por el Dane para recopilar la información desagregada fue la Unidad de
Producción Agrícola, y de éstas el 81,4% dedican el suelo para tal fin. Sin embargo, la
producción alimentaria se concentra en unidades de producción de menos de 5 hectáreas, que
representan el 73,2% de UPA’s y explotan el 3,2% del área censada, para un total de 2’160.347
hectáreas. Por el contrario, las UPA mayores a 1.000 has cuentan con una mayor proporción de
bosques naturales, correspondiente al 49,7% del área censada (DANE-CNA, 2014). En efecto, la
porción de la población con menor cantidad de área disponible dedica sus predios para la
producción agrícola en una porción que sin duda, contribuye a la seguridad alimentaria del país.
Con la información existente, hecha pública por la UPRA a través del Atlas de la distribución de
la propiedad rural (2017), es posible identificar de manera precisa a los ocupantes, poseedores o
propietarios de predios de gran tamaño.
Ahora bien, son diversos los casos denunciados de acumulación irregular de predios con
antecedentes de baldíos, especialmente en los llanos orientales, los cuales bien pudieron ser
evitados mediante un registro y seguimiento riguroso de las transacciones realizadas. Un registro
que señale la intención de adquisición de bienes inmuebles o su uso de largo plazo, describiendo
entre otros: montos, tipo de producción a realizarse, lugar de aplicación de la inversión, análisis
de registros prediales previos y otros similares, pueden evitar dolores de cabeza para
inversionistas y para el regulador.
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contratos, no tienen la dinámica esperada con el fin de reversar estas presuntas transacciones
irregulares.
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Para tal efecto, El Gobierno Nacional, modificará el Decreto 4800 de 2010 y demás normativa
vigente, aclarando que no constituye Inversión Extranjera Directa la adquisición de predios
rurales, directamente o mediante la celebración de negocios fiduciarios, o como resultado de un
proceso de titularización inmobiliaria de un inmueble en zonas rurales del territorio nacional.
Será la autoridad competente en materia de tierras, la encargada de regular las inversiones con
capital extranjero en las áreas rurales de la Nación.
4.1.2.2 Justificación
La necesidad de mantener un control sobre la producción alimenticia nacional, así como evitar
posibles afectaciones por desequilibrios entre la oferta y la demanda de alimentos producidos por
grandes proyectos agroindustriales mixtos y/o de origen extranjero, obliga al Estado, en cabeza
del MADR, a establecer unos criterios mínimos de información y control para asegurar la
seguridad alimentaria nacional.
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economía con el fin de conseguir en el plano nacional y territorial, en un marco de sostenibilidad
fiscal, el mejoramiento de la calidad de vida de los habitantes, la distribución equitativa de las
oportunidades y los beneficios del desarrollo y la preservación de un ambiente sano.
Si bien el caso colombiano aun esta por estudiarse en materia de extranjerización de tierras,
luego de los acuerdos de paz (2016) el país debe blindarse frente a los intereses de capitales
foráneos, interesados en adquirir tierras en zonas que años atrás estuvieron vetadas a causa de la
guerra.
Para todas las propiedades rurales, se establecerán parámetros mínimos de aprovechamiento del
suelo en usos agropecuario y forestal a nivel municipal. Estos parámetros deberán incluirse en
los instrumentos de ordenamiento territorial de las EETT, con el fin de evitar los conflictos de
uso y limitar las actividades tendientes a la concentración de tierras.
2
Ver al respecto: Neef, Andreas (2016) Land Rights Matter! Anchors to Reduce Land Grabbing,
Dispossession and Displacement: A Comparative Study of Land Rights Systems in Southeast Asia and the
Potential of National and International Legal Frameworks and Guidelines. Berlin, Brot für die Welt et al.
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conflicto armado. Estos parámetros serán usados para fines sancionatorios y de expropiación por
incumplimiento de la función social y ecológica de la propiedad.
4.2.1.1 Descripción y objetivos
Estimular a través de incentivos el uso eficiente del suelo, estableciendo el uso mínimo que se
deberá hacer del recurso en actividades agropecuarias y forestales. Del mismo modo, a través de
estos parámetros mínimos, se atacará la ociosidad de la tierra potencialmente productiva
buscando que todas las áreas con vocación agrícola o ganadera sean explotadas de manera
eficiente y sostenible. Además, tendrá como objetivo coadyuvar en la producción de información
para los inversionistas.
4.2.1.2 Justificación
Sobre la generación de incentivos, es preciso decir que disponer de un marco base del potencial
productivo de un territorio a una escala municipal puede colaborar en el ordenamiento social y
productivo de la propiedad. Al mismo tiempo, tal información serviría como base para el cálculo
del grado de incumplimiento de la función social y ecológica de la propiedad, y por ende sería
fundamento para generar políticas redistributivas por medios sancionatorios, tributarios o de
extinción de dominio. En términos concretos, en la actualidad, la única posibilidad de realizar
una política redistributiva de la tierra en Colombia, es el establecimiento de cargas mínimas de
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aprovechamiento productivo de la tierra cuyo incumplimiento de lugar a multas, aumento de
tributos, o genere procesos de extinción de dominio.
Por otra parte, tener una descripción detallada de la capacidad de los suelos y su mínimo
aprovechable en cada municipio daría un panorama del potencial competitivo de cada ente
territorial. La sistematización de dicha información sería un aporte muy relevante para
inversionistas nacionales y extranjeros interesados en realizar emprendimientos
agropecuarios o forestales, quienes tendrían que adecuar sus planes de inversión al
ordenamiento social y productivo de los municipios y de esta forma armonizar la IED con los
intereses locales y nacionales.
En la actualidad el impuesto predial es definido por los entes territoriales en sus consejos
distritales o municipales. Sin embargo, dado el contexto de alta concentración de la propiedad
rural, esta regla puede generar contradicciones a nivel local entre el interés de los terratenientes y
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el interés de la ciudadanía municipal. De esta forma, en los municipios con altos niveles de
concentración de la propiedad de la tierra, se generan fenómenos de sobrerrepresentación política
de los latifundistas en dichos consejos municipales quienes no tienen incentivos reales para
“castigar” este fenómeno. De esta forma, en la actualidad, a nivel del impuesto predial rural, son
pocos los municipios en el país que respetan los principios constitucionales de equidad y
progresividad de la tributación.
En tal sentido la propuesta es ampliar el margen de maniobra del gobierno central quien en
coordinación con los gobiernos locales definirá la base y la tarifa del impuesto predial para cada
municipio. La definición de la base y la tarifa podrían ser establecidas a partir de información
propia del municipio, indicadores sociales, zonificaciones definidas por la UPRA y de la
información tributaria que dispone la Dirección de Impuestos y Aduanas Nacionales (DIAN). El
recaudo estaría a cargo de la DIAN, y sería transferido al inicio de cada vigencia fiscal a los
municipios.
Ahora, tal medida puede requerir una reforma constitucional por tratar sobre la autonomía de los
entes territoriales. En tal caso, podría suceder que el legislativo a partir de tal reforma, discuta
por períodos bianuales estos parámetros tributarios, siguiendo como ejemplo reciente la forma de
distribución de las regalías.
4.2.2.2 Justificación
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incluyendo a las mismas elites. Lamentablemente esto no existe en el sector rural debido a que
los terratenientes asentados en los Consejos Municipales no promueven estas dinámicas para el
desarrollo de cerca del 58% de los municipios del país.”
Así, a la inexistencia de incentivos para aumentar la tributación sobre la propiedad rural debido a
la sobre-representación de sus propietarios en las instancias de poder local donde son definidos
los componentes del impuesto (tarifas y condiciones a cargo de los concejos municipales; y
recaudo a cargo de las alcaldías), se suman: 1. La carencia de formación o actualización del
catastro rural (fundamento de la base de cobro) y; 2. La debilidad o inexistencia de capacidades
estatales para que los municipios cumplan de forma eficiente con sus obligaciones
institucionales. Esto último ha sido destacado en investigaciones realizadas por la UPRA en años
anteriores, por ejemplo, en las propuestas para el ordenamiento y financiación del suelo rural
(Consultoría UPRA - U.T M&G Montaña consultores-Geografía urbana en el año 2015), se dice
que para el caso del impuesto predial: "es evidente la baja capacidad local para su aplicación, en
situaciones en las que prevalece la informalidad de la propiedad rural y la desactualización de la
información catastral, además de las falencias de información predial que reporte elementos
claves para establecer capacidad, titularidad y productividad del suelo rural."
Así, un impuesto que tiene el carácter de irrisorio en las finanzas municipales, con alto grado de
regresividad considerando factores como capacidad de pago y área en propiedad del sujeto de
cobro, reproduce la economía política de la desigualdad, donde los hacedores de política pública
son los detentores del hecho generador del impuesto (dueños de la tierra). Así, la propuesta es
transferir esta obligación al gobierno nacional central, para de esta manera conseguir una mayor
veeduría nacional a la vez que una mayor disciplina tributaria a los dueños de la tierra. Esta
disposición podría flexibilizar el mercado de la tierra, pues no habría estímulo para el uso
ineficiente del suelo ni para la concentración de un bien que tributariamente sería más costoso.
Por supuesto, esto implica necesariamente una actualización de las bases gravables (avalúos
prediales) y el respeto a los principios de equidad y progresividad (por área y capacidad de pago
para el caso de este tributo).
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adicionales (sobretasas) al impuesto predial rural en los siguientes casos: 1) Elevada
concentración de la propiedad, la cual será definida a partir de rangos de mayor concentración o
por número de Unidades Agrícolas Familiares (definición del DANE en Censo Nacional
Agropecuario); 2) Uso del suelo contrario a lo establecido en los Planes de Ordenamiento
Territorial (POT), Planes Básicos de Ordenamiento Territorial (PBOT) y Esquemas Básicos de
Ordenamiento Territorial (EOT); 3) Propiedad consolidada que supere los umbrales de
concentración de la propiedad (factor 1 de este lineamiento) dispersos en varios predios bajo el
dominio o posesión de un mismo sujeto.
El objetivo del lineamiento consiste en desincentivar vía tributaria el uso irracional de la tierra y
generar fuentes de ingresos susceptibles de financiar la provisión de bienes y servicios públicos
en el sector rural. La progresividad puede establecerse no solo en términos de áreas sino también
en términos de número de propiedades.
4.2.3.2 Justificación
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(naturales y sembrados), así como bosques y rastrojos. Este uso de la tierra, según Kalmanovitz,
muestra que el uso especulativo es principal en la persistencia a la concentración de la propiedad,
y por tanto castigar este comportamiento ineficiente, debería ser uno de los objetivos de la
política tributaria.
Según Magda Montaña en su caracterización del sistema tributario colombiano (2016), entre los
criterios que se valoran para definir la tarifa del impuesto predial (definida por los concejos
municipales) se hallan: La (i) estratos socioeconómicos; (ii) usos del suelo en el sector urbano;
(iii) antigüedad de la formación o actualización del catastro; (iv) rango de área; y (v) avalúo
catastral. Así, el lineamiento simplemente reforzaría varios de estos criterios (ii y iv, por
ejemplo) para estimular incentivos que propendan por la disminución de la concentración de la
propiedad rural y su uso ineficiente.
Establecer la excepcionalidad temporal del cobro del impuesto predial para poseedores o
propietarios que sufren las consecuencias económicas y sociales del fraccionamiento
antieconómico de la propiedad, es decir, aquellos cuyos predios sean de área menor a la Unidad
Agrícola Familiar (UAF). Tal disposición estimulará la asociación de predios pequeños y la
focalización de la tributación en grandes propiedades, lo cual a su vez flexibilizará el mercado de
tierras rurales.
4.2.4.2 Justificación
Bajo el legado liberal de “No hay tributación sin representación”, un propietario rural que no
disponga del área mínima necesaria para garantizar la subsistencia de la familia, no debería ser
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un sujeto pasivo del cobro del impuesto predial, o por lo menos, su aporte debería ser mínimo en
comparación con otros propietarios. Ese es el caso de la economía familiar o campesina en
Colombia, que como ha sido analizada en diversos estudios, se encuentra aislada de las mejores
tierras y en cantidades que hacen parte de la clasificación de fraccionamiento antieconómico
(informe intitulado: Gestión del territorio para usos agropecuarios, año 2015).
Este mismo estudio citado por Restrepo mostraba para el año 2010 que los predios clasificados
como microfundios (área menor a la UAF) representaba 80,5% del total de predios rurales y
apenas 10,5% del área total. Mientras tanto, los predios clasificados como gran propiedad (más
de 10 UAF), que representaban apenas el 0,85% del total de predios, abarcaban el 52,5% del área
productiva total. Así, unos pocos con gran cantidad de tierra no tributan según su capacidad de
pago, y con su ánimo de acaparamiento y especulación contribuyen para la reproducción de la
desigualdad social y la ineficiencia económica.
Página 30 de 59
4.2.5 Séptimo lineamiento: Renta Presuntiva y Patrimonio Inmovilizado.
La implementación de este lineamiento estaría regida por el uso del compendio de información
que se dispone del Censo Nacional Agropecuario (a nivel de UPA), así como los avalúos del
IGAC a nivel predial, y las caracterizaciones del uso y calidad del suelo que dispone la UPRA en
cartografía de alta precisión. Con estos insumos, se podrían realizar cálculos con rigor técnico,
para medir el valor de la riqueza inmovilizada en distintas zonas del país, que aunado a un uso
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improductivo, darían base o sustento adicional para legitimar la acción del Estado por dos vías:
para aunar información en procesos agrarios, particularmente en procesos de extinción de
dominio, y así tener un cálculo aproximado a nivel general del costo económico derivado del
incumplimiento de la función social y ecológica de la propiedad; y por otro lado, para legitimar
impuestos al patrimonio inmovilizado y renta presuntiva no generada, que permitan el ejercicio
de la tributación como mecanismo eficiente y necesario para la flexibilización del mercado de
tierras rurales. De esta manera, altos impuestos al patrimonio inmovilizado crearían incentivos
para el fraccionamiento de grandes predios sin uso económico eficiente, garantizando la
desconcentración del bien primario y limitando la concentración de tierras productivas en
Colombia por motivos especulativos.
Constituir un fondo para la compra de tierras con fines de reforma agraria producto del cobro por
valorización en áreas rurales. Este cobro por valorización se realizará desde el nivel central de
gobierno, y aplicará sobre predios clasificados como mediana y gran propiedad en jurisdicción
de municipios donde se reciba influencia de obras de infraestructura estatal.
4.2.6.2 Justificación
Página 32 de 59
capacidades, además permitiría identificar claramente las áreas suburbanas en que deben aportar
para su desarrollo y para equilibrar el entorno rural.” (Página 41).
Página 33 de 59
4.2.7.1 Descripción y objetivos
Establecer una línea base comparativa de la inversión pública en obras de infraestructura física
(carreteras, puertos, navegabilidad de ríos, distritos de riego, etc.) y su correspondencia con la
estructura de la propiedad de la tierra, que permita identificar potenciales áreas susceptibles de
priorización de cobros por equidistribución en el ordenamiento territorial (valorización y
plusvalías), orientadas a incentivar la desconcentración de la propiedad y el uso eficiente del
suelo.
4.2.7.2 Justificación
En relación con las plusvalías, el informe señala que si bien: “…este tributo está creado desde
hace ya casi 20 años su implementación en los municipios es bastante reciente, y su aplicación
confusa en consideración a la complejidad que tiene la determinación de la base gravable para
liquidar el tributo, adicional a ello el problema de informalidad en la propiedad que padecen la
mayoría de los municipios deja por fuera de la posibilidad real de su cobro.” (Página 41) Así
mismo este riguroso compendio de estudios contratados por la UPRA, y en particular el informe
final intitulado: “Bases teóricas, conceptuales, legales y metodológicas para adopción,
adaptación y creación de mecanismos de ordenamiento y financiación del suelo rural”, señala
que: “sólo el 10,7% de los municipios de Colombia han cobrado, entre 2011 y 2014, alguno de
los dos tributos (valorización o plusvalía). El 8,35% del total de municipios de Colombia ha
cobrado contribución por valorización, 3,72% ha cobrado participación en plusvalía y 1,36% ha
cobrado los dos tributos, siendo un total de 15 municipios que complementan sus tributos”
(Página 63). Por último, es conveniente señalar que, en el caso del cobro por valorización, este
tiene un margen de flexibilidad en su imposición (desde el nivel nacional hasta entidades
autónomas territoriales tienen potestad) que bien puede ser aprovechado para evitar conflictos de
formulación.
Así, la UPRA en uso de sus capacidades técnicas puede ayudar a los municipios y a entidades
del orden nacional en la definición de bases gravables, uno de los puntos más álgidos en este tipo
Página 34 de 59
de tributos. En uso de la información disponible, la UPRA puede establecer una línea base del
valor económico adicionado al espacio rural en áreas bien definidas como consecuencia del
impacto esperado o real de obras de infraestructura, instrumentos de ordenamiento social y
productivo del suelo (PINES, Zonas Francas, ZIDRES, etc.). Con esta línea base, se pueden
diseñar propuestas de cobros por equidistribución, que impidan la especulación y concentración
de la propiedad en áreas de influencia de recursos estatales, a la vez que subsidiariamente
contribuiría con la generación o fortalecimiento de capacidades estatales a nivel de regulación y
generación de ingresos para los municipios.
Los efectos e impactos ambientales, especialmente sobre el suelo y provocados por los
fenómenos de concentración de tierras rurales y sus servicios ambientales asociados, serán objeto
de la aplicación del régimen sancionatorio ambiental, del cual trata la ley 1333 de 2009, en
cabeza de las autoridades ambientales, por medio de la articulación interinstitucional entre
entidades del sector rural y ambiental.
Promover el control y seguimiento ambiental sobre las actividades vinculadas a los fenómenos
de concentración de tierras rurales y sus servicios ambientales asociados para controlar y mitigar
sus impactos, para garantizar el uso sostenible y adecuado del suelo rural.
4.2.8.2 Justificación
Página 35 de 59
concentración), frente a los conflictos de uso del suelo; en estas tierras, la mitad presentan
vocación agropecuaria y solo un 4 por ciento de esta área 4, con uso potencial agropecuario,
tienen hoy un uso aparentemente adecuado. De esto se infiere, que los procesos concentración de
tierras, exacerban exponencialmente, los conflictos de uso del suelo.
La Ciénaga Grande de Santa Marta, es considerado el complejo cenagoso más grande del país, el
cual cubre alrededor de 500.000 hectáreas, fue declarado mediante el decreto 224 de 1998, como
humedal de importancia internacional en el marco del convenio internacional de Ramsar,
adoptado por el país5, quedando denominado como el Sistema Delta Estuarino del Río
Magdalena, Ciénaga Grande de Santa Marta, además, dentro de este humedal, se delimito un
Parque Nacional Natural por su riqueza natural y presencia de manglares, en la categoría de
Santuario de Fauna y Flora, el cual fue catalogado a su vez como reserva de la biosfera de la
UNESCO. Esto denota, su importancia ambiental nacional e internacional.
Otro ejemplo es el caso de la altillanura, donde el cambio de uso del suelo, frente al uso actual
pastos es que es del 54 por ciento del total del área, debido a la transformación e intensificación
de coberturas de pastos limpios llevando consigo la desaparición de las coberturas naturales,
como las sabanas tropicales y bosques de galería [CITATION Daf99 \l 3082 ], antes mencionadas y
pérdida de biodiversidad asociada.
4
Fonseca, L. (2017). ¿Cómo aplicar el concepto de equidad a la distribución de la tierra en Colombia? Dirección
de Ordenamiento de la propiedad y mercado de tierras. Presentaciones UPRA.
https://drive.google.com/file/d/0B41eMRb76ohEaWlNYUdTUldOamM/view
5
Ley 357 del 21 de enero de 1997, Colombia aprobó la "Convención relativa a los Humedales de Importancia
Internacional Especialmente como Hábitat de Aves Acuáticas" suscrita en Ramsar el 2 de febrero de 1971, cuyo
objeto es la conservación y uso racional de los humedales y sus recursos.
6
https://www.elespectador.com/noticias/medio-ambiente/el-despojo-de-tierras-detras-del-lio-ambiental-de-ciena-
articulo-550494
7
https://www.elespectador.com/noticias/medio-ambiente/cienaga-grande-sigue-enferma-articulo-606864
Página 36 de 59
Esto sin mencionar la fragilidad que estos escenarios presentan frente al cambio climático, según
él [ CITATION IDE10 \l 3082 ], el departamento del Vichada tiene una vulnerabilidad alta frente a
eventos de cambio climático
En las zonas del suelo rural municipal, para la producción agrícola, ganadera, forestal y acuícola,
contempladas como determinantes en el ordenamiento territorial municipal, según la ley 388 de
1997 y Decreto 3600 de 2007, los municipios dentro de sus planes de ordenamiento territorial,
incorporarán áreas para garantizar la producción campesina de alimentos nutritivos, accesibles y
culturalmente adecuados, de forma autónoma, sostenible y ecológica en los municipios,
generando a su vez, un mayor control sobre los usos del suelo y actividades asociadas que
Página 37 de 59
presionen dichas áreas, incluyendo las vinculadas a fenómenos de concentración de tierras
rurales.
4.2.9.1 Descripción y objetivos
Establecer las áreas de suelo rural a nivel municipal que se deberán dedicar a actividades que
garanticen la producción campesina de alimentos nutritivos, accesibles y culturalmente
adecuados, de forma autónoma, sostenible y ecológica en los municipios, generando a su vez
control sobre los usos del suelo y actividades asociadas que presionen dichas áreas, incluyendo
las vinculadas a fenómenos de concentración de tierras rurales, por medio de los determinantes
establecidos en los instrumentos de ordenación municipal (Planes de Ordenamiento Territorial
-POT, Planes Básicos de Ordenamiento Territorial - PBOT y Esquemas de Ordenamiento
Territorial -EOT).
4.2.9.2 Justificación
Adicionalmente, el estudio realizado por el DNP evidencia un conflicto creciente entre el uso del
agua y la tierra con actividades mineras y serios problemas asociados a la ocupación de
humedales e insuficiente regulación de corrientes que genera problemas de inundaciones en
épocas de alta pluviosidad (DNP, 2014a).
Página 38 de 59
Por lo tanto, como medida de protección a la economía familiar campesina se debe propender
por generar mecanismos regulatorios que permitan establecer las áreas destinadas únicamente a
estas actividades, de tal manera que permita evitar y prevenir las presiones que limitan el
desarrollo de la economía campesina y la concentración de tierras con otros fines. Esta es una
medida que también ha sido evaluada en otros países como Perú, pues según Escobedo (2012),
“una medida que se estaba contemplando era reconocer el derecho de los pequeños y medianos
agricultores de acceder a tierras. Evaluando si debería reservarse un 40% de las tierras a
pequeños agricultores y con incentivos para que se asociaran. De esa manera, en un futuro,
podrían adquirir módulos de mayor dimensión. Un 30% de las tierras debería reservarse a los
medianos agricultores, y lo restante se destinaría a la gran agricultura, siempre y cuando
tomando en cuenta estos parámetros establecidos”.
4.2.10.2 Justificación
Página 39 de 59
ecosistémicos III) actividades pecuarias y ganaderas, III) otros cultivos commodities, como
banano, algodón, soya, trigo, sorgo y arroz ; y finalmente IV) actividades mineroenergéticas
[ CITATION Ped13 \l 3082 ][ CITATION Bau13 \l 3082 ][ CITATION FAO17 \l 3082 ][ CITATION
Nee16 \l 3082 ].
Esta vinculación permite materializar y concretar de una mejor forma, los fenómenos de
concentración, a través de sus actividades asociadas, de las cuales se puede decir, además, que en
sus prácticas predominan modelos convencionales o de revolución verde, poco diversificados,
mecanización, uso de agroquímicos, semillas transgénicas y paquetes tecnológicos. Lo cual, ha
traído consigo en el país, perdida de coberturas naturales, incremento de la erosión de los suelos,
contaminación hídrica, que a su vez aceleran procesos de desertificación, salinización,
movimientos de remoción en masa y pérdida de horizontes edafológicos, incrementando el
riesgo y la vulnerabilidad frente a inundaciones y otros fenómenos naturales [CITATION Leó12 \t
\l 3082 ], además de desplazamiento de otro tipo de uso del suelo y prácticas tradicionales.
Este lineamiento tendrá como objetivo promover la reconversión productiva en las zonas rurales
para mitigar, corregir y prevenir los conflictos socioambientales, y la degradación de los recursos
naturales, en especial del suelo, resultado de los fenómenos de concentración de tierras rurales, a
Página 40 de 59
través de medidas y programas que incorporen sistemas productivos agropecuarios sostenibles,
acordes a las condiciones biofísicas, socioeconómicas y culturales locales; estos programas serán
impulsados por el Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural con el apoyo y la asesoría de la
UPRA, el IGAC y el Ideam.
4.2.11.2 Justificación
Según el [CITATION Cod12 \p 181-182 \l 3082 ] se encontró que, en Colombia, de un total de 114
´174.800 hectáreas, el 68% tiene un uso adecuado, el 16% tiene un conflicto por
sobreutilización, 13% por subutilización y un 3% es zona urbana, lo cual además contrastando la
información aportada por este estudio frente a la vocación y el uso actual encontramos que, de 22
millones de hectáreas con vocación para la actividad agrícola no más de 5 millones se encuentran
dedicadas a esta actividad y frente a la vocación ganadera, que es de aproximadamente 15
millones de hectáreas, el territorio dedicado a esta actividad duplica esta cifra. Lo cual da cuenta
de la magnitud de los conflictos por uso del suelo en el territorio colombiano, de igual forma,
estos usos incompatibles y dinámicas de cambio, pueden estar relacionados con fenómenos de
concentración y extranjerización de tierras [ CITATION FAO17 \l 3082 ], lo que a su vez se
traduce directa e indirectamente en la generación de impactos ambientales y degradación del
suelo y sus recursos asociados.
Página 41 de 59
social y ambiental. Las estrategias deben ajustarse al tipo de ganadería y a las condiciones de
cada región. También deben contribuir a atenuar los impactos generados sobre el agua, suelo,
aire, energía y biodiversidad, y al mismo tiempo incrementar beneficios sociales como la
generación de empleo, la oferta alimentaria y la distribución de la riqueza” (…).
Generar una reglamentación que regule los impactos y la acumulación de servicios ecosistémicos
y de recursos asociados al suelo, producto de los fenómenos de concentración de tierras rurales,
para promover el uso sostenible de dichos servicios y el acceso a sus beneficios para las
comunidades rurales.
4.2.12.2 Justificación
El suelo, visto más allá de la óptica del recurso o superficie, funciona como integrador de otros
elementos de la naturaleza, como el agua y la biodiversidad, además en él, tienen como principal
escenario, los ciclos biogeoquímicos, tan importantes para el mantenimiento de las dinámicas
naturales y los equilibrios ecológicos. En razón a lo anterior, relacionado con los fenómenos de
concentración y extranjerización de tierras rurales, es posible inferir que dichos fenómenos,
tienen relación directa e indirecta con la afectación a dichas dinámicas del suelo en su
complejidad.
Página 42 de 59
De igual forma, contemplando una visión más amplia e integral de la problemática, los
fenómenos de concentración de tierras inciden, a su vez, en los servicios ecosistémicos 8 que el
suelo y sus elementos asociados, prestan a las comunidades rurales, desde su disponibilidad,
hasta su calidad, los cuales son fundamentales para el desarrollo de las actividades productivas y
en general para garantizar la calidad de vida y sostenimiento de estas comunidades.
Página 43 de 59
4.3.1.1 Descripción y objetivos
Dichos espacios buscan fortalecer la capacidad de las organizaciones en los siguientes aspectos,
de acuerdo a lo definido en el punto uno:
a. Fortalecer la organización cooperativa de los pobladores rurales en los territorios
priorizados en el Acuerdo de Paz.
b. Generar escenarios de veeduría ciudadana para el fortalecimiento institucional local
como mecanismo de seguimiento a la implementación del punto uno del Acuerdo de Paz
en los territorios priorizados por dicho Acuerdo.
c. Desarrollar las actividades de administración, control y vigilancia que les sean
encargadas por los organismos oficiales o semioficiales.
d. Colaborar en la planeación y ejecución de programas de desarrollo municipal, regional o
nacional.
e. Servir como agentes multiplicadores en los programas de investigación, fomento,
extensión, educación y capacitación.
f. Promover la constitución de empresas agrícolas o industriales entre los asociados.
g. Fomentar organizaciones que permitan la incorporación de todos los sectores de la
población rural a los programas de desarrollo rural integral en las zonas priorizadas en el
marco del Acuerdo de Paz y aquellas con presencia de fenómenos de concentración y
extranjerización de tierras.
h. Promover la participación de las asociaciones en todas las actividades encaminadas al
desarrollo integral de las comunidades.
4.3.1.2 Justificación
El Acuerdo de Paz entre el Gobierno Nacional y la guerrilla de las Farc busca cerrar más de
cinco décadas de conflicto. Precisamente, el principal escenario de la confrontación ha sido el
campo colombiano, de ahí que el primer punto abordado durante la mesa de diálogos en La
Habana fuera el problema agrario. Producto de este primer acuerdo, el Gobierno Nacional se
comprometió a desarrollar una reforma rural integral, cuyo objetivo se resume en dar solución a
las causas históricas del conflicto agrario, entre estas, la concentración de la tierra y la exclusión
de los sectores rurales (Acuerdo de Bogotá, 2016: 10). Sin embargo, las zonas de frontera
agrícola abierta hoy enfrentan el desafío que impone el silenciamiento de los fusiles. Aquellos
territorios antes vedados para el mercado a causa de la violencia son hoy del interés de grandes
inversionistas nacionales y extranjeros.
Página 44 de 59
La inversión de capitales en zonas afectadas por la violencia no es un fenómeno desconocido en
el país y se encuentra estrechamente ligado a la capacidad de control territorial de los grupos de
interés locales y regionales para insertarse en el Estado local. Un ejemplo palpable de dicha
situación fue denunciado por la Contraloría General de la Nación (2014) en su informe sobre los
procesos de acumulación indebida de predios de origen baldío en la Altillanura colombiana.
Lo anterior se plantea en línea con las directrices voluntarias sobre la gobernanza responsable de
la tenencia de la tierra, la pesca y los bosques en el contexto de la seguridad alimentaria nacional,
según la cual “existe una estrecha relación entre la tenencia de la tierra y la realización de los
derechos humanos, la seguridad alimentaria, la erradicación de la pobreza y el desarrollo rural”
(UPRA-FAO, 2017: 54).
9
Aceites Manuelita en Orocué Casanare, Poligrow en Mapiripán Meta o Mónica Colombia en Puerto Gaitán, entre
otros, desarrollaron sus inversiones en períodos de hegemonía de un grupo armado, o en vísperas a su
desmovilización. Ver al respecto: Contraloría General de la Nación. (2014). Informe de actuación especial (ACES).
Instituto Colombiano de Desarrollo Rural – INCODER. “Actuación Especial sobre la Acumulación Irregular de
Predios Baldíos en la Altillanura Colombiana.
Página 45 de 59
En línea con los Acuerdos de Paz, en donde se determinó que las Zonas de Reserva Campesina
son iniciativas agrarias que contribuyen a la construcción de paz, a la garantía de los derechos
políticos, económicos, sociales y culturales del campesinado, al desarrollo con sostenibilidad
socioambiental y alimentaria y a la reconciliación de los colombianos y las colombianas, el
Gobierno Nacional y los entes territoriales incluirán los planes de desarrollo sostenible de las
Zonas de Reserva Campesina en los POT de los municipios en donde existan o se configuren a
futuro nuevas zonas.
Así mismo, las organizaciones de ZRC y los municipios, en coordinación con las instituciones
del gobierno nacional y departamental, formularán proyectos de desarrollo rural territorial
específicamente dirigidos a apoyar a los productores rurales que hagan parte de las ZRC, con el
fin de asegurar su sostenibilidad.
El acuerdo de paz entre el Gobierno Nacional y la guerrilla de las Farc busca cerrar más de cinco
décadas de conflicto. Precisamente, el principal escenario de la confrontación ha sido el campo
colombiano, de ahí que el primer punto abordado durante la mesa de diálogos en La Habana
fuera el problema agrario. Producto de este primer acuerdo, el Gobierno Nacional se
comprometió a desarrollar una reforma rural integral, cuyo objetivo se resume en dar solución a
las causas históricas del conflicto agrario, entre estas, la concentración de la tierra y la exclusión
de los sectores rurales (Acuerdo de Bogotá, 2016: 10). Sin embargo, las zonas de frontera
agrícola abierta hoy enfrentan el desafío que impone el silenciamiento de los fusiles. Aquellos
territorios antes vedados para el mercado a causa de la violencia son hoy del interés de grandes
inversionistas nacionales y extranjeros.
Página 46 de 59
controlados por grupos armados, hoy pueden encontrarse inversiones de capital en amplias
extensiones de tierras de conglomerados empresariales nacionales y/o extranjeros10.
Lo anterior se plantea en línea con las directrices voluntarias sobre la gobernanza responsable de
la tenencia de la tierra, la pesca y los bosques en el contexto de la seguridad alimentaria nacional,
según la cual “existe una estrecha relación entre la tenencia de la tierra y la realización de los
derechos humanos, la seguridad alimentaria, la erradicación de la pobreza y el desarrollo rural”
(UPRA-FAO, 2017: 54).
4.3.2.2 Justificación
Según las proyecciones censales en materia de crecimiento demográfico con respecto al censo de
2005, la población ubicada en el denominado Resto, que corresponde a las áreas rurales a nivel
municipal en el año 2017, es de 11’475.558 habitantes. Sin duda, la mayoría de la población
colombiana se ha concentrado en centros urbanos, sin embargo, este proceso de urbanización se
encuentra estructuralmente atado a la pobreza y la brecha existente entre los tipos de pobreza
rural y urbana. El siguiente gráfico del DANE muestra los niveles de pobreza. La histórica
distancia entre las condiciones para el desarrollo social entre lo urbano y lo rural es notable:
Página 47 de 59
Fuente: DANE, 2017: 05.
Sin embargo, las condiciones de los pobladores rurales son aún más complejas, pues la distancia
se amplía si se tiene en cuenta la distribución de la propiedad en el campo. El reciente estudio de
la UPRA en torno a la distribución de las propiedades rurales (2017) muestra que mientras en los
rangos de predios menores de 0,5 a 3 has abarcan un total de 1’573.556 has, el 3% de los suelos
rurales aptos para la agricultura, que corresponden a 1’703.043 predios y 2’427.975 propietarios,
el 56%; por el contrario, el rango que abarca los predios mayores o iguales a 1.000 has ocupan
12’821.632 has el 26% de los suelos aptos para la agricultura, sumando 3.686 predios y sólo
6.934 propietarios, el 0,16% de las personas registradas11.
La medida utilizada por el Dane para recopilar la información desagregada fue la Unidad de
Producción Agrícola, y de éstas el 81,4% dedican el suelo para tal fin. Sin embargo, la
producción alimentaria se concentra en unidades de producción de menos de 5 hectáreas, que
11
Ver al respecto: UPRA. (2017) Análisis de la distribución de la propiedad rural en Colombia: propuesta
metodológica. Bogotá, UPRA, Pág. 107.
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representan el 73,2% de UPA’s y explotan el 3,2% del área censada, para un total de 2’160.347
hectáreas. Por el contrario, las UPA mayores a 1.000 has cuentan con una mayor proporción de
bosques naturales, correspondiente al 49,7% del área censada (DANE-CNA, 2014). En efecto, la
porción de la población con menor cantidad de área disponible dedica sus predios para la
producción agrícola en una porción que sin duda, contribuye a la seguridad alimentaria del país.
La importancia del alto grado de participación en la muestra de este 73,2% de las UPA frente al
área explotada, denota el uso intensivo del suelo a través del modelo de agricultura familiar. En
paralelo, para el año 2013 el porcentaje de participación de los cultivos agroindustriales en el
área rural dispersa censada fue del 35,1% (DANE-CNA, 2014: 236). La distribución por grupos
de cultivo fue la siguiente:
Porcentaje de Grupo de cultivo
participación
según área
sembrada
35,1% Agroindustriales
22,3% Tubérculos y
plátanos
16,0% Cereales
14,6% Frutas
6,8% Plantaciones
forestales
4,2% Hortalizas,
verduras y
legumbres
0,8% Plantas aromáticas
y medicinales
0,2% Flores y follajes
El grado de participación de los cultivos agroindustriales, sin tener en cuenta las áreas destinadas
a pastos para la ganadería, muestran cómo la gran propiedad continúa ganando terreno frente a
otros modelos de economía rural. Sin embargo, bajo dichos esquemas de producción, la
competitividad, así como la seguridad alimentaria a nivel local e incluso nacional puede verse
comprometida frente a los monocultivos dedicados a la producción de biocombustibles o de
insumos para la producción de alimentos manufacturados.
Página 49 de 59
Sin embargo, el impacto de la competencia desigual es aún más grave para el campesinado. La
ausencia de regulaciones frente a la gran propiedad en el campo, las dificultades de acceso a
mercados para la comercialización, los cambios en los modos tradicionales de producción de las
comunidades, entre otros, terminan por debilitar a los pobladores rurales haciendo insostenible el
proyecto de vida en la ruralidad. Lo anterior termina generando los incentivos necesarios para la
consolidación de procesos de concentración de la propiedad.
El panorama empeora en los territorios afectados por la violencia asociada al conflicto armado,
como ha sido señalado en diversos estudios de caso sobre procesos de concentración y
extranjerización de tierras o land grabbing, en países con persistentes conflictos armados internos
de baja intensidad o recientes procesos de dejación de armas en medio de una frágil presencia
institucional de amplios territorios rurales12.
Sin embargo, una de las alternativas al rezago frente al país conectado que enfrentan los
territorios rurales es la figura de las zonas de reserva campesina, a través de la cual se crean
espacios de estabilización del poblamiento rural que pueden ser fácilmente intervenidos bajo la
lógica del enfoque de desarrollo rural con enfoque territorial sostenible en términos
medioambientales, sirviendo de contrapeso a los procesos de concentración y acaparamiento de
tierras en zonas de amortiguación de ecosistemas estratégicos.
Página 50 de 59
antieconómico de la propiedad, la garantía de restitución de tierras a poblaciones víctimas del
despojo o abandono forzado de tierras, el favorecimiento de la producción de alimentos y la
protección de la economía campesina. Como criterios jurídicos y técnicos se deben incluir
aquellos definidos en la Ley 388 de 1997 (adaptarlos para suelo rural), la Ley 160 de 1994 y
la Ley 1448 de 2011.
4.3.3.1 Descripción y objetivos
Establecer los motivos de utilidad pública e interés social con fines de expropiación para el
desarrollo de proyectos de adecuación de suelos y desarrollo de proyectos de economía
campesina. De esta manera quedará autorizada la expropiación administrativa o judicial de los
bienes e inmuebles rurales que se requieran para la disminución de la concentración de la
propiedad rural, así como la mitigación de sus efectos. Esto de conformidad con el artículo 58 de
la Constitución Política y de los criterios previstos en las leyes 388 de 1997 y 160 de 1994.
4.3.3.2 Justificación
En tales circunstancias los motivos de utilidad pública e interés social pueden ser invocados para
la expropiación de bienes inmuebles rurales con fines de desarrollo de proyectos de economía
campesina que ayuden a mitigar estos factores adversos en materia social y económica que
genera la concentración excesiva de la tierra. Tal recurso sería complementario de la prescripción
adquisitiva de dominio, la cual se hace por acción directa del poseedor en cumplimiento de
parámetros como tiempos de explotación o posesión continua o discontinua del bien. En el caso
de la expropiación administrativa o judicial, es el Estado quien asume la responsabilidad por el
cumplimiento de la función social de la propiedad rural, garantizando así el acceso a la tierra a
familias en proyectos de economía campesina. Así, en desarrollo de este lineamiento se le daría
el sustento normativo necesario para ejercer tal prerrogativa basado en los motivos de utilidad
pública e interés social que encarna la superación y/o mitigación de la concentración de la
propiedad rural y sus efectos económicos y sociales.
Página 51 de 59
especialmente en su artículo 31. Solo que ya no sería considerada únicamente como una forma
de resolución subsecuente de la incapacidad de negociación por compra directa con el
propietario, sino que sería por la invocación de utilidad pública e interés social (que igualmente
la Ley 160 de 1994 incorpora) en proyectos de adecuación de suelos y economía campesina que
propendan por la disminución de la concentración de la propiedad de la tierra, el despojo y
abandono forzado de la misma y todos los efectos negativos sobre las poblaciones rurales más
vulnerables.
Por último, es conveniente señalar que un lineamiento de política pública con similar esencia ha
sido caracterizado y definido en materia jurídica y técnica en consultoría contratada por la UPRA
para el diseño de MECANISMOS DE GESTIÓN Y FINANCIACIÓN DEL SUELO RURAL.
Los distintos informes que en desarrollo de esta consultoría fueron presentados en el año 2016,
dan sustento y relevancia jurídica y técnica al lineamiento expuesto.
Página 52 de 59
cuidado medioambiental requieren ser socializados y estudiados a profundidad por parte de
quienes intervienen el campo.
4.3.4.2 Justificación
La coordinación interinstitucional de las instituciones que intervienen los territorios rurales del
país es fundamental para la materialización del desarrollo del campo. Dependiendo del enfoque
de las instituciones, la legislación se especializa y refuerza el trabajo sectorizado, en detrimento
del trabajo colaborativo. Si bien las instituciones desarrollan una serie de espacios de
interlocución y coordinación, es importante que los servidores que asisten a dichos escenarios,
así como aquellos que implementan la política pública del campo, conozcan en detalle el
entramado jurídico e institucional existente en materia de ordenamiento social del territorio, ya
sea en términos agropecuarios, registrales, ambientales, entre otros.
Página 53 de 59
5. CONCLUSIONES
Página 55 de 59
6. RECOMENDACIONES
La cuarta recomendación es integrar los análisis realizados en la UPRA a los diagnósticos sobre
los fenómenos de concentración y extranjerización. Uno de los temas que se deben considerar es
la expansión de la frontera agrícola, y otro el tema de la sustitución de cultivos ilícitos.
Página 57 de 59
BIBLIOGRAFÍA
Calderón-Urquizo, P. (2012). Jaime Escobedo: Las medidas para limitar los grandes latifundios
dependen de la realidad de cada país. Recuperado de:
https://cepesrural.lamula.pe/2012/06/26/jaime-escobedo-las-medidas-para-limitar-los- grandes-
latifundios- dependen-de- la-realidad- de-cada-pais/cepesrural/
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