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Clase 2.

Mundos de signos que nombran al mundo

Toda las experiencias y los aspectos de la vida humana están


mediatizados a través de sistemas o estructuras de signos que llamamos
lenguajes.

Como introdujimos en la clase 1. Nombrar, el o los lenguajes nos unen,


con el mundo y la historia, define nuestra condición de seres simbólicos,
que desarrollamos nuestra existencia como sujetos sujetados al mundo,
a lxs otrxs y a una memoria común o colectiva, que llamaremos historia,
que nos trasciende, nos incluye, nos involucra, pero no nos determina.

La construcción de la subjetividad se sostiene y está atravesada por


otras subjetividades que interactuan y se interrelacionan en un espacio –
tiempo determinado, que podemos definir como cultura.

“El lenguaje humano manifiesta que somos seres simbólicos y que – en


cierta medida – los símbolos guían nuestros comportamientos. Toda
respuesta simbólica va articulada en un sistema de significaciones
sociales, a menudo complejas y muy ajenas a la realidad natural. Esta
función simbólica del lenguaje es la más destacada de todas las
actividades culturales porque, expresamente condensa significados para
manifestarlos y compartirlos, es decir para producir comunicación.”(1)

Desde esta perspectiva desarrollaremos algunas ideas referidas al


concepto de SIGNO y la ciencia o disciplina que estudia los signos en el
campo social de la vida humana: LA SEMIOTICA.

Qué es un signo? A qué se debe su existencia? Qué características


presentan? Se pueden clasificar?

Palabras, imágenes, gestos, sonidos, marcas, huellas, señales, síntomas


entrarían en la categoría de signo, definido como algo que está en lugar
de otra cosa y la significa, y “ofrece datos sobre la realidad
representada.” (2) Los signos nos permiten establecer lazos
significativos con las cosas que nos rodean y con las realidades que el
mundo y la cultura nos ofrece.

Es además, “una interpretación de la realidad representada.”(3)


También podemos definir al signo como un instrumento que nos permite
conocer, interpretar y comprender aquello de lo que no hemos tenido ni
tenemos experiencia directa.

Por ejemplo, a través de imágenes, mapas, registros sonoros etc.


podemos hacernos alguna idea y también manifestar algunas
sensaciones y emociones sobre lugares, personas, períodos históricos y
experiencias no vividas o “encarnadas”. Es decir que el signo no es la
cosa, sino que es una representación de la cosa que nombra o designa.

Acordaremos entonces que :

La palabra mesa no es la mesa

Un mapa no es el territorio

Una fotografía o una pintura no es la persona retratada o el paisaje


presentado

En este sentido, un signo es una representación que hace presente lo


ausente.

Ahora bien, para que un signo sea considerado signo debe poseer
algunas características :

Cualquier cosa puede ser un signo de otra, siempre y cuando:

Podamos captarla a través de los sentidos, debe ser perceptible o


sensible.

Siempre que sea convenida y acordada por un grupo social. Es en el


marco de una cultura determinada donde el signo es creado y acordado.
Por lo tanto un signo es una entidad cultural.

Podemos establecer, entonces que “ los signos son condiciones de


percepción, interpretación, diálogo y acción.” (4)

La semiótica, es la ciencia o disciplina que estudia “la vida de los signos


en el seno de la vida social” (Ferdinand de Saussure )

Si bien el problema del lenguaje, la simbolización, la interpretación y la


comunicación humana ha sido pensado, estudiado y teorizado a lo largo
de la historia y por diversas corrientes y sistemas filosóficos, la
Semiótica moderna surge como ciencia independiente a partir de la obra
del filósofo norteamericano Charles Sanders Pierce que define al signo
como “un Signo o Representamen, un Primero que mantiene con un
Segundo Objeto, tan verdadera relación triadica que es capaz de
determinar un Tercero, llamado Interpretante, para que este asuma la
misma relación triadica con respecto al llamado Objeto que la existente
entre el Signo y el Objeto.”

Es decir que para Pierce toda la experiencia humana se organiza en tres


niveles :

Primeridad: hace referencia a lo más elemental o básico del


conocimiento humano. Lo que es percibido a través de los sentidos.

Secundaridad : implica un paso más complejo en el conocimiento


humano, ya que se refiere a distinguir la continuidad, es decir, que
luego de captación sensorial se pueden distinguir recurrencias en esas
sensaciones.

Terceridad: es el nivel más complejo del conocimiento humano. Hace


referencia a la capacidad de razonar, pensar e interpretar. Se basa en
conectar la primeridad con la segundidad y a partir de esta relación
producir un pensamiento.

El signo es una relación en tres términos que produce un proceso de


encadenamiento entre el Signo, el Objeto y el Interpretante. Define al
signo en una relación de tres niveles:

SIGNO = REPRESENTAMEN = SIGNIFICANTE: se refiere al aspecto


concreto o perceptible, es decir, que captamos a través de los sentidos.
Ejemplo 1: una huella

Ejemplo 2: una fotografía, una imagen

Ejemplo 3: una palabra escrita o hablada

Ejemplo 4: un aroma.

OBJETO = REFERENTE : es la realidad, la cosa u objeto a la que refiere


el signo o significante o representamen.

INTERPRETANTE = SIGNIFICADO: es el concepto, la idea del signo en la


mente de quien percibe el representamen o significante. Refiere al
sentido.
El lingüista suizo Ferdinand de Saussure, establece una relación binaria
del signo, en dos niveles :

Significante : el aspecto sensible y Significado : concepto o idea.


Sentido.

La designación de los niveles del signo tienen variantes nominales de


acuerdo a cada autor.

Pierce clasificó al signo en:

ÍNDICE: no guarda una relación de semejanza con lo que representa. Más


bien establecen una relación de causa y efecto. Los indicios o señales
que provienen de la naturaleza son índices.

Ejemplos: síntomas corporales, relámpagos, nubes, huellas, humo

ÍCONO: guarda una relación de semejanza con el objeto. Ejemplo: una


fotografía

SIMBOLO: es convencional y no guarda una relación de semejanza con el


referente u objeto. Ejemplo: La Cruz en la fe cristiana, la paloma en
relación a la paz.

Si bien en esta presentación tomamos como marcos teóricos generales


estos conceptos relativos a la Semiótica y definiciones del signo,
características y clasificaciones, nuestro propósito es indagar las
posibilidades de creación de nuevos sentidos a partir de otras lecturas
de la realidad.

No nos detendremos en conceptualizaciones que profundicen el


fenómeno de la comunicación ni es aspectos relativos a la lingüística.
Abordaremos una semiótica del signo estético, “ una apertura de la
Semiótica a la Estética. Sentido, sensación, sensitividad, sensibilidad,
sentimiento – una ramificación que nos abre la Estética en su carácter
de doctrina de conocimiento sensible -.” (5), es decir comprometiendo
las pasiones en la creación de nuevos sentidos sobre la realidad.

Cecilia Cánepa. Mayo de 2020

Bibliografía consultada
Diccionario enciclopédico de las ciencias del lenguaje, Oswald Ducrot-
Tzvetan Todorov

De la Semiótica a la Estética, Herman Parret

Signo, Umberto Eco

Notas para una estética convivencial, Graciela Gutiérrez Marx

La gramática del arte, J. J. Beljon

La danza de los signos, Vitorino Zecchetto

Manual de Semiótica general, Jean Marie Klinkenberg

(1) Vitorino Zecchetto, La danza de los signos, capítulo 2: Lo dado,


lo creado y lo adquirido : Naturaleza y cultura, página 47
(2) Vitorino Zecchetto, La danza de los signos, capítulo 4: Esas
cosas llamadas signos, página 87
(3) Vitorino Zecchetto, La danza de los signos, capítulo 4: Esas
cosas llamadas signos, página 87
(4) Vitorino Zecchetto, La danza de los signos, capítulo 4: Esas
cosas llamadas signos, página 86.
(5) Herman Parret, De la Semiótica a la Estética, Introducción,
página 6

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