Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
GUÍA DE ESTUDIO
EL DISCURSO LITERARIO Y LA SOCIOCRÍTICA
Introducción.
El presente texto es un recorrido por las diferentes formas del discurso literario
analizado desde los elementos que componen la mirada Socio-Crítica de
acercamiento a las relaciones entre Historia y Literatura. Todo texto literario
procede de un contexto socio cultural específico y concreto que puede rastrearse
en las formas estilísticas, estéticas e ideológicas, que lo ubican dentro de un
panorama específico de enunciación. Al mismo tiempo, el discurso de la socio-
crítica cobija las teorías literarias existentes para, desde un ejercicio hermenéutico,
acercarse a los contenidos y significaciones posibles que dentro de la obra literaria
puedan hallarse.
Para tal fin, es preciso que realicemos un paneo por las teorías que sustentan la
socio-crítica, especialmente desde los autores Edmond Cross y Marc Angenot
(Textos que se anexan para su lectura) y que recapitulemos algunos de los
conceptos esenciales que componen la obra literaria de carácter narrativo,
particularmente el cuento, con el ánimo de develar a través de sus componentes
un análisis del mismo amparado en la mirada socio crítica.
Objetivos:
Contenidos.
Nos dice Edmond Cross en su ensayo “Hacia una teoría sociocrítica del texto”
A diferencia de la mayoría de enfoques sociológicos de la literatura que dejan intactas las estructuras del texto, la sociocrítica
sienta que la naturaleza social de la obra literaria debe ser localizada e investigada dentro del texto y no fuera de él. Es
necesario reconstruir de manera paciente y exacta los elementos semiótico ideológicos, para mostrar cómo el proceso
histórico está profundamente involucrado en el proceso de escritura. De hecho, es necesario examinar las diferentes formas en
que la historia es incorporada en el texto. Sobre este punto, es preciso enfatizar en una serie de preguntas:
¿Qué enfoque teórico y metodológico permite en el ejerciciocrítico sacar a la luz el proceso de la incorporación de la historia?
En primera instancia debemos notar que para Cross, el hecho estético literario
habla primero desde sí mismo antes que frente a un contexto mayor. Eso significa
que es esencial determinar la forma en la que están trabajados los componentes
del texto mismo antes que intentar relacionarlo con sus posibilidades socio
históricas.
__________________________________________________________________
__________________________________________________________________
__________________________________________________________________
__________________________________________________________________
__________________________________________________________________
__________________________________________________________________
__________________________________________________________________
__________________________________________________________________
__________________________________________________________________
__________________________________________________________________
__________________________________________________________________
__________________________________________________________________
__________________________________________________________________
__________________________________________________________________
__________________________________________________________________
__________________________________________________________________
__________________________________________________________________
__________________________________________________________________
__________________________________________________________________
__________________________________________________________________
Con los datos históricos recopilados puede realizarse una nueva lectura del
minucuento de Luis Vidales y entonces sabremos que ese “Muerto” no es
cualquier muerto, que detrás de su muerte hay un contexto de enunciación y que
probablemente ese muerto represente a los miles de muertos de la Colombia
posterior al magnicidio de Jorge Eliecer Gaitán y que, en definitiva, marcó el curso
de la historia colombiana entre los años 1948 y el presente.
Para explicar estas relaciones entre el texto y la Historia, vayamos a lo que nos
dicen Edmond Cross y Marc Angenot :
Genotexto y fenotexto
El genotexto es un campo semiótico que parece totalmente neutro, pero, al mismo tiempo, está
cruzado por contradicciones ideológicas. Está constituido por un sistema combinatorio de elementos
genéticos, responsables de la producción global de sentido y portadores del conflicto. Estos elementos
funcionan de un modo pluri-
acentuado, y afirmo que estas contradicciones reproducen las contradicciones de las formaciones
sociales e ideológicas.
Edmon Cross
La sociocrítica pretende sostener los dos extremos de un dilema o paradoja. Por una parte, el texto
literario está inmerso en el discurso social, las condiciones mismas de legibilidad jamás le son
inmanentes –y esto lo priva aparentemente de autonomía–. Sin embargo, la atención sociocrítica
está consagrada a poner de relieve lo que constituye la particularidad del texto como tal, a poner en
evidencia los procedimientos de transformación del discurso en texto. Extraído del discurso social,
producido según “códigos” sociales, el texto puede ciertamente vehiculizar la opinión, lo
aceptable, los prejuicios, pero puede también transgredir, desplazar, confrontar irónicamente,
exceder la aceptabilidad establecida.
Marc Angenot
Como puede observarse, el dilema del genotexto no obedece a otra cosa que a la
presencia de elementos de la realidad histórica dentro de la obra literaria y el
tratamiento ficcional que se hace de esos elementos dentro de la obra para
resignificar, revalorar y revisar la pertinencia o no de la verdad histórica como
fuente esencial. Entonces, si el genotexto persigue las relaciones entre el
entramado social y el carácter de la enunciación del texto, el Fenotexto no será
otra cosa que las relaciones internas de la anécdota del cuento en relación con los
demás elementos dentro de este, sin ir más allá del texto en sí, sin traer a colación
la Historia o el contexto social. En otras palabras, el Fenotexto será la coherencia
entre anécdota, trama y argumento de la obra narrativa.
__________________________________________________________________
__________________________________________________________________
__________________________________________________________________
__________________________________________________________________
__________________________________________________________________
__________________________________________________________________
__________________________________________________________________
__________________________________________________________________
__________________________________________________________________
__________________________________________________________________
__________________________________________________________________
__________________________________________________________________
__________________________________________________________________
__________________________________________________________________
__________________________________________________________________
__________________________________________________________________
Argumento
Formas.
Pasos. Focalización. Pausas.
Artificio. Punto de vista. Tiempos.
Epifanía.
Todos estos elementos juntos crean la Atmósfera, que no es otra cosa que ese
ambiente tensionante que posibilita la llegada de la autoridad, la posibilidad de un
castigo social a la maltratadora, el escenario del médico examinando al animalito,
la zozobra de su dueña en la sala de espera. Mecanismo que contribuyen a la
Tensión y ofrecen descansos y aceleraciones en la trama.
Pero toda narración debe tener un Punto de giro, un momento, un suceso que
transforma la racionalidad hasta ahora enunciada y rompe con ella para dejarnos
fuera de base, para cambiar el orden en que vienen los acontecimientos y
resinificarlo todo y es punto de giro, es instante en el que todo varía y se
desvanece nos ofrece a su vez la Epifanía, que no es otra cosa que la revelación
del objetivo final de la trama, es decir el Argumento, de tal manera que este último
aparece sólo cuando hemos comprendido cuál es el punto de giro.
Referencias Bibliográficas:
ESCOBAR, H., Juliana, B. (2017). Hacia una teoría sociocrí- de Colombia.tica del
texto. Edmond Cros (traducción de Hernando Escobar y Juliana Borrero). La
Palabra, (31), 29–38. doi: https://doi.org/10.19053/01218530.n31.2017.7272.
VI
FUNCIONAMIENTOS TEXTUALES III
GENOTEXTO Y FENOTEXTOS
Genotexto y fenotextos
Lo que antecede prueba, a mi juicio, que el estudio del problema sólo se puede
seriar para comodidad de la exposición, al ser tan evidente que el fenómeno textual
es el producto de un haz de elementos que operan de forma simultánea.
Pero ¿cómo opera exactamente este haz de elementos, y a partir de qué lugar del
texto?
Utilizaré aquí una metáfora espacial, sugiriendo que se imagine el punto de
intersección de dos ejes, un eje vertical y un eje horizontal. Situemos en el primero
el interdiscurso, que materializa, repitámoslo, a la vez estructuras mentales y las
formaciones ideológicas producidas por una formación social. En este eje se lee el
discurso del tiempo sobre el tiempo o, dicho de otro modo, este interdiscurso
traduce en operaciones semióticas, a través de múltiples trazados ideológicos, las
condiciones sociohistóricas en las que se halla inmerso un locutor. De manera
opuesta, situaremos, en el eje horizontal, el intertexto, el preaserto, el
preconstruido, la precoerción, es decir, todo el material de lenguaje deastinado a
materializar el sentido y a informarlo. En este nuevo eje, como en el primero, están
señalados trayectos de sentido preestablecidos que van a ofrecer una mayor o
menor resistencia a la modelización textual, en cuyo seno mantendrán islotes
semióticos, microespacios de lectura susceptibles de engendrar, bajo el efecto del
eventual proyecto monosémico de la instancia narrativa, zonas conflictivas.
En este punto de intersección debemos imaginar el proceso de transformación de la
realidad observable bajo el efecto de los códigos de mediación: la complejidad de
los elementos que están en juego muestra con claridad a la vez la necesaria
polisemia del texto ficcional, la importancia de su distanciamiento con respecto a la
realidad referencial, así como la resistencia que presenta a la mirada crítica. En este
crisol, sin embargo, surgen lineas directrices, centros de sentido en torno a los
cuales se organizan nuevas operaciones semióticas, modelos semánticos, es decir,
toda una combinatoria de elementos que contienen en potencia la textualidad; así
se sitúa el dispositivo conceptual que asegurará la autonomía del texto / signo con
respecto a la conciencia que se supone que l& produce y con respecto a la realidad
originariamente instaurada.
Genotexto
«el semoanálisis se preserve del tematismo psicológico así como del idealismo
estetizante, que se disputan actualmente el monopolio de lo que se ha podido
llamar escritura» (Derrida, art. cit., pág. 279).
Todo lo que escribe sobre este punto J. K. es sumamente sugestivo, pero, como
hemos visto, no quiero plantear el problema a este nivel. Al utilizar estas nociones,
pretendo establecer un paralelismo riguroso entre dos estados de la enunciación
peculiar de un texto; el primero opera con categorías conceptuales y corresponde a
una enunciación no gramaticalizada, en el sentido de que esta enunciación aún no
está incluida en una fórmula. No es una estructura, pero está llamada a serlo al
estructurarse en las diferentes realizaciones fenotextuales de un mismo texto. Para
nosotros, en efecto, el texto se abre en diferentes niveles (narratividad, conjuntos
significantes múltiples constituidos, entre otros, por los personajes y los códigos de
simbolización, cadena de significaciones de los significantes...) en que operan a la
vez categorías propias de estos niveles y categorías lingüísticas en el marco de un
proceso de significancia que tiende a realizar así, de forma aparentemente
incoherente y dispersa, las latencias semánticas de un mismo enunciado, que
designamos como genotexto. Así pues, este genotexto sólo existe en esas
realizaciones múltiples y concretas que son los fenotextos, y corresponde a una
abstracción que reconstituye el analista.
Entre estos dos estados del enunciado funcionan los que hemos llamado diversos
códigos de transformación, es decir, el proceso de generación del sistema
significante que queda englobado en parte, para J. K. (tenemos aquí otro
desplazamiento de los términos con respecto a ella), por la noción de genotexto.
Esta concepción del funcionamiento textual tampoco debe confundirse con la
distinción que introduce la gramática generativa entre estructura profunda y
estructura superficial. Chomsky, en efecto, postula la estructura profunda como el
reflejo arquetípico de la performance, como observa muy acertadamente Kristeva:
Para ilustrar el tipo de relación que propongo que se establezca entre el genotexto y
el fenotexto, sugiero que volvamos a Ciudadano Kane para extraer de la película,
en una primera etapa, una serie de fenómenos que consideraremos como formas de
referencia. Veamos, por ahora, tres de ellos:
1. El primero corresponde a una frase inscrita en un cartel que aparece en la
secuencia del Noticiario dedicada a la muerte de Kane: «La semana pasada en
Xanadu tuvieron lugar los funerales más importantes y más extraordinarios del año
1941». Recordemos, para comprender cómo funciona esta inscripción, que el
rodaje de la película terminó el 23 de octubre de 1940; su montaje, a principios de
febrero de 1941, y la primera presentación pública estaba prevista para mediados
de febrero (este estreno se retrasó a causa del escándalo provocado por W. R.
Hearts, que pretendía ver en la película una caricatura de su propia biografía, y no
tuvo lugar hasta el 9 de abril). El primer público de la película se encuentra, en el
marco de un Noticiario, ante la reconstitución del pasado de Kane, proyectada a su
vez sobre su propio futuro (el fin del año 1941, implicado en la fórmula elegida:
«...más importantes del año...»). Sin duda podríamos observar que la película se
nos presenta así como ficción pura, si esta fórmula, en la que el Pasado y el Futuro
se confunden en el tiempo Presente del espectáculo, no fuera perceptible en otros
aspectos, en otro lugar.
2. En efecto, la secuencia que, en el relato de Bernstein, evoca el paso de un equipo
de periodistas del Chronicle al Inquirer de Kane se puede reducir a un esquema
similar. Estos periodistas aparecen en un grupo de dos filas en una foto expuesta en
el escaparate del Chronicle, ante el que pasan Leland, Kane y Bernstein. Pero,
brutalmente, esta foto se descompone, liberándose cada personaje de la pose que
tenía. La intervención de Kane nos hace comprender que se trata de una foto hecha
en los locales del Inquirer. Entre los dos instantes de la diegesis que se evocan han
transcurrido seis años. Pero en realidad, sin duda fugazmente, se ha constituido un
efecto de lectura que nos ha trasladado a una zona de anterioridad con respecto a la
primera foto. Este efecto de lectura nos hace pasar del instante en que la foto n.° 1
se percibe como ya hecha al momento en que se hace, es decir, de un momento [2]
a un momento [1], antes de abolirse en un nuevo efecto que nos hace comprender
que esta anterioridad no es sino una falsa anterioridad en la medida en que este
momento [1] está, en realidad, unido a la foto n.° 2. Ahora bien, el primer efecto de
lectura tiene en común con la foto n.º 1 el hecho de corresponder a una imagen del
pasado portadora de un futuro ya transcurrido en el momento en que se percibe
dicha imagen. Así, pasado y futuro se funden en cierto modo en un punto que
implica el presente de la visión. Inscrito en el pasado, el futuro aparece como un
«ya ahí».
3. Esta coincidencia del futuro y del pasado en un solo punto, semánticamente
focalizada en su categoría de presente, volveremos a hallarla realizada en el diálogo
en repetidas ocasiones. Sólo citaré dos casos: el primero sólo es legible en el
contexto de la serie analógica que estamos reconstituyendo: «No soy, no he sido
nunca, ni seré más que un simple ciudadano americano». El segundo, por el
contrario, apenas necesita ser explicitado; se trata de las palabras pronunciadas por
la voz en off del periodista del Noticiario para describir los últimos años que pasó
Kane en Xanadu: «Solo en su palacio nunca terminado (futuro) y ya (presente)
agrietado (pasado), retirado del mundo, recibiendo sólo raras visitas».
Tres formas de referencia, como decíamos, pero también tres niveles del texto
fílmico si aceptamos distinguir el montaje (caso n.° 1) de la utilización in situ de la
sintaxis de las imágenes (aquí, el fundido-encadenado del caso n.° 2), que tienen
cada uno su propio sistema de significación y sus propias reglas de funcionamiento,
y que, en el interior de un mismo texto, no desempeñan el mismo papel. Estas
formas de referencia, sin embargo, dicen lo mismo, y esto mismo que dicen
corresponde a un enunciado del genotexto. Este enunciado se halla desconstruido y
redistribuido por los componentes específicos de cada uno de los tres niveles que
estructuran a su manera su modelización fenotextual.
En el caso de Ciudadano Kane, este enunciado, en la forma esquemática que le es
propia, nos repite –como acabamos de ver en estos tres casos– que «lo que va a
suceder ya está aquí», concepto que, en el plano de otra categoría textual, la
narratividad, está realizado por el sistema de prolepsis y el conjunto de signos
premonitorios de lo que será, en última instancia, el destino de Kane (sus fracasos
sentimentales y políticos, su falta de visión política al predecir que no habrá
guerra...). Lo mismo podría decirse a propósito de los códigos de simbolización
elegidos (Torre de Babel, Pigmalión...), en los que están inscritas, en el seno de los
proyectos emprendidos, en el momento en que Kane los emprende, las marcas de
sus fracasos futuros. ¿Acaso no nos dice la intriga misma, por un efecto de vuelta
atrás, que la respuesta a nuestro eventual interrogante y, en cualquier caso, a la
cuestión que la película pretende resolver (¿Quién o qué es Rosebud?) estaba ya
presente en las primeras secuencias?
Sin embargo, donde es más interesante delimitar este punto de coincidencia es en
el caso del lenguaje figurativo que interviene en el discurso de las primeras
imágenes. Recordemos que la evocación de la muerte de Kane se reconstruye en la
perspectiva de un transitus mortis, concretizado por el recurso a una temática del
espejo, entendido como el doble lugar poético de la transgresión y de la difracción;
esta temática, como explicábamos, constituye el soporte figurativo que informa el
texto fílmico generando así una sistemática de la fragmentación. Pero el espejo
funciona aquí, contradictoriamente, como símbolo de un umbral que hay que
franquear y como superficie reflectora, una especie de tope donde se rompe la
linealidad temporal que ya sólo puede desarrollarse hacia atrás y en donde, de esta
manera, se confunden pasado y futuro. Así, por vías múltiples, volvemos
constantemente a nuestro primer enunciado, que hemos calificado como
genotextual.
Este genotexto se considerará, a su vez, como producto ideológico. En el caso
de Ciudadano Kane será preciso relacionar este primer estado de enunciación («lo
que va a suceder ya está aquí») con las teorías sobre la predestinación («lo que
debe suceder ya está aquí») de una sociedad puritana.