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¿Qué es lo inicial de un proyecto social? Podríamos decir que lo primero es una persona (o varias)
que luego se convertirán en emprendedores sociales. Esta persona o personas tienen intereses,
motivaciones y, seguramente, habilidades que quieren poner al servicio de un proyecto social. En
la mayoría de los casos (si no todos) estos intereses iniciales pueden estar puestos o bien en un
tema particular, o bien en una comunidad en particular. Un ejemplo: puedo estar
interesado/a en la recreación o en la problemática medioambiental y, además, si soy estudiante de
alguna carrera universitaria o terciaria, puedo tener interés en ofrecer a otros las herramientas que
estoy adquiriendo en la universidad; en el segundo caso, puedo estar interesada/o en una
comunidad como mi barrio, una iglesia o una comunidad vecina. Ahora, según comencemos por
un lado o por otro, tendremos distintos desafíos. En la siguiente tabla presentamos
esquemáticamente algunos de ellos:
En ambos puntos de partida, vamos a encontrar un momento en que tendremos que elegir un
problema3 o terminar de determinarlo. Para eso, puede ayudar pensar algunas características
que harían a un problema elegible o abordable en un proyecto social:
- Elegir un problema concreto, aunque seguramente habrá muchos que queden fuera del
alcance. Ejemplo: si mi foco es la recreación en los comedores escolares, seguramente los
chicos que comen ahí tienen muchísimos problemas más, edilicios, de alimentación, de
3
Problema: en líneas generales se definen como carencias o déficits existentes en un grupo poblacional
determinado. Los problemas sociales pueden ser entendidos también como “aquello que es digno de ser
transformado”. El problema social es, además, al mismo tiempo objetivo y subjetivo. Objetivo porque puede
ser medido en función de ciertos datos y subjetivo porque debe ser también percibido por distintas personas
(en este caso, los emprendedores y los afectados)
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Programa Avancemos, Ashoka Cono Sur
Publicación n° 1
Hasta aquí las características que harían a nuestro problema elegible y abordable a través de
nuestro proyecto. Ahora, para poder concretar esta tarea lo que necesitamos es realizar un
diagnóstico. Si hacemos un buen diagnóstico, tendremos por resultado el problema delimitado y
un éxito casi asegurado de nuestro proyecto. Veamos de qué se trata.
¿QUÉ ES UN DIAGNÓSTICO?
Podríamos pensar el diagnóstico como el ‘reconocimiento del terreno’ donde se va a trabajar. Todo
el proceso que comienza con ese interés o motivación y termina con la identificación de un
problema, sus causas y posibles caminos a seguir para resolverlo, es el diagnóstico.
Entonces, a través del diagnóstico:
- Describimos el contexto (comunidad y espacio donde se realizará el proyecto). Para esta
tarea, es conveniente centrarnos en ciertas cuestiones generales y resaltar las que más se
relacionen con el problema que queremos solucionar. Ciertas preguntas que pueden orientarnos:
¿quiénes y cuántas personas son?; ¿dónde viven?, ¿cómo es el espacio?, ¿cuáles son las
características más relevantes de esa comunidad? Hay que tratar de evitar juicios de valor cuando
realizamos la descripción y puede ser útil dárselo a leer a algunas personas de la comunidad y que
estén de acuerdo con aquello que escribimos.
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Pero hay muchas formas de realizar diagnósticos. Como en el caso de los médicos, los que
realizamos proyectos sociales somos personas trabajando junta a otras personas. Por eso,
creemos que la mejor forma es la del diagnóstico participativo: valorando y permitiendo
participar en el proceso a la comunidad donde vamos a trabajar. Partimos de la base de que todas
las personas tienen algún conocimiento sobre aquello que les pasa y es muy importante tenerlo en
cuenta. Por eso, si no sé qué piensan, sienten u opinan respecto del problema las personas de la
comunidad, tengo una visión parcial de lo que ocurre. Entonces, podemos decir que las miradas
tanto del emprendedor como de las personas con las que voy a trabajar se complementan, porque
uno de ellos puede verlo “desde afuera” y otro “desde adentro”.
Antes de pensar en estrategias de participación, tenemos que preguntarnos ¿quiénes son los que
tienen que diagnosticar el problema con nosotros? Creemos que es útil diferenciar los proyectos en
los que trabajamos con adultos y aquellos otros en que los beneficiarios directos serán los niños.
Si trabajamos con adultos:
Es una parte fundamental de nuestro diagnóstico que ellos reconozcan y encuentren ‘problemático
el problema’ tanto como nosotros, es decir, que vean allí algo a solucionar. Ejemplo: si mi
problema es la ausencia de participación en los jóvenes y adultos de mi barrio, por lo menos
algunas personas del barrio deben detectar, o bien este problema, o bien sus consecuencias
visibles (abandono de las plazas, falta de discusiones sobre problemas locales, etc.)
Posibles estrategias:
- Tener entrevistas con distintas personas que tengan distintos roles en la comunidad. Si es en un
hospital, por ejemplo, con las enfermeras, algún enfermo, el director/a del hospital.
- Realizar encuestas. Siempre y cuando sean fáciles de sistematizar y los encuestados no sean
demasiados, es una herramienta muy útil para un diagnóstico.
- Visitar varias veces la comunidad, no quedarse con la primera impresión.
- Hablar o entrevistarnos con personas que lleven adelante proyectos similares en otras
comunidades
- Hablar o entrevistarnos con personas/instituciones que ya estén trabajando en esa comunidad,
aunque estén trabajando con otros problemas.
- Buscar datos estadísticos sobre la comunidad
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EMPRENDEDORES Y BENEFICIARIOS
Una vez que tenemos tanto nuestra problemática como la comunidad donde vamos a llevar a cabo
nuestro proyecto, es importante pensar sobre cuál es nuestro lugar como emprendedores y cuál
es el lugar de los beneficiarios en esta nueva iniciativa.
Los que impulsamos proyectos sociales, somos personas que queremos mejorar la situación de
otros; por lo tanto, como dijimos antes, trabajamos junto a otros. ¿Qué lugar tienen estos
beneficiarios en el proyecto?; ¿cuál es nuestro lugar como jóvenes emprendedores? y
¿cuál es la relación entre los beneficiarios y nosotros como emprendedores sociales?
Así como un diagnóstico sin participación de la comunidad es una mirada parcializada, un
problema que intenta resolver solamente el emprendedor, es un problema difícil (por no decir
imposible) de solucionar. El proyecto debe ser realizado en conjunto: tanto los emprendedores
como los beneficiarios tienen que estar comprometidos en aquello que quieren solucionar.
Se preguntarán entonces, ¿para qué está el emprendedor? Nosotros como emprendedores,
traemos la iniciativa, la mayor parte de los recursos —ya sean recursos humanos, saberes
técnicos, tiempo o contactos para conseguir otros recursos— y, lo más importante, lideramos un
proceso de cambio. Por eso, ¡nuestra tarea es fundamental!
1. Descripción de la comunidad
La comunidad con la que vamos a trabajar es un comedor escolar que atiende a 60 chicos y chicas
en la localidad de Mataderos, Provincia de Buenos Aires. En el comedor se brinda almuerzo, luego
del almuerzo los niños y niñas tienen apoyo escolar y, por último, la merienda antes de irse a sus
casas. Los 60 son estudiantes de primaria, asisten a la escuela pública de la zona, y el objetivo del
comedor es que no abandonen la escolaridad. Para asistir al comedor y al apoyo es obligatorio
presentar todos los años el certificado de alumno regular.
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Las familias de los chicos tienen pocos recursos aunque en su mayoría están empleados o cobran
planes sociales. No traen ni retiran del comedor a sus hijos, aunque sí asisten a las reuniones
anuales del comedor.
En el comedor trabajan dos personas que son directivos del lugar y un grupo de 10 voluntarios/as
que se turnan para servir el almuerzo y la merienda.
Para el apoyo escolar, en este momento existen solamente dos voluntarias sin título docente, que
ayudan a los chicos/as en las tareas escolares. En cuanto a sus resultados escolares, el año
anterior el 60% de los chicos/as tuvo que compensar en diciembre y febrero. De ese número, un
30% repitió de año (datos brindados por los directivos del comedor).
3. Beneficiarios
Beneficiarios directos: 60 chicos/as del comedor escolar
Beneficiarios indirectos: familias de los chicos del comedor.
4. Recursos
a. Humanos
Contamos, en primer lugar, con la iniciativa de los directivos del comedor, que quieren modificar
esta situación. Por otra parte, las dos voluntarias están dispuestas a trabajar en un proceso de
trasformación y ampliación del apoyo para mejorar los resultados escolares de los estudiantes.
En cuanto al equipo del proyecto, somos diez voluntarios que podremos concurrir al comedor a
realizar apoyo escolar.
Por último, contamos con dos especialistas en educación, dispuestos a capacitar a todos los
voluntarios para lograr un trabajo de calidad en el apoyo escolar.
b. Materiales
El comedor cuenta con un salón de clases, con bancos. Además, proporcionan materiales
didácticos para todos los chicos/as.
c. Tiempos
Los horarios del comedor son: Lunes a Viernes de 13 a 18h
Los horarios de los voluntarios son variados, pero todos tienen disponibilidad en alguno de los
horarios.