TERCIOPELO Revista del Museo Nacional de la Historia del Traje

Junio 2014. Año 3 ISSN: 2250 - 7477

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2º An

Tangos para sufrir, modas

para matar

La pasión del 2x4

Tangos: pilchas de seda y

percal

Apuntes tangueros

Del percal al body painting

TANGO Y todo en color “Tango”

Orígenes del vestuario del

tango
 In memoriam

Rosa Iglesias

Directora del Museo Nacional de la Historia del Traje

 Terciopelo

Editorial

Por
Analía Yaker Valle A ritmo de 2x4, con cortes y quebradas. Surgido de los arrabales porteños a finales del
Directora editorial siglo XIX, mezcla de sonidos de la cultura afro-rioplatense, la gauchesca, con toques
de la inmigración española e italiana. Pero sabemos que saliéndonos de los datos, el
tango es mucho más. Es identidad, es lo propio, es lo que nos hizo populares a nivel
mundial (mucho antes que el fútbol, el Che o el dulce de leche). Lo verídico de sus
letras, lo divertido de sus milongas, lo sensual de sus movimientos al bailar, hizo que a
comienzos de siglo XX, Europa se rindiera ante este nuevo género y que en la
actualidad exista el Tango Argentino como una categoría de danza en sí misma.
Dudo que alguien que haya escuchado Cambalache, inmediatamente después no haya
dicho, "parece como si lo hubieran escrito hoy". Quizás porque, tristemente algunas
cosas no han cambiado, o quizás porque la exactitud de lo que cuenta la letra hace que
su vigencia no se extinga. Dicen por ahí que hay un tango para cada circunstancia de la
vida. Sabemos que nos vamos a sentir identificados con la melancolía del amor fallido,
o con la añoranza de la distancia. Pero también los vicios y el juego están hechos
tango, Por una cabeza, interpretada por el inolvidable Carlos Gardel ha quedado
registrada incluso en el cine norteamericano.
Cabe tener en cuenta, que en sus comienzos, que el tango era cosa de hombres.
Prohibido por las clases altas del Buenos Aires del 1900, se bailaba entre hombres
hasta que lentamente se incorporaron mujeres (arrabaleras), transformando la dinámica
de la danza. Ya para 1920, en la década de liberación tras la Primera Guerra Mundial,
los sonidos de lugares lejanos a Europa, como el Charleston y el Shimmy de los
Estados Unidos y nuestro querido tango, conquistan los salones parisinos y, de allí al
resto del mundo. Es muy interesante ver en estos años la conformación y los ganadores
del Mundial de Tango que se lleva a cabo en Buenos Aires. No sólo argentinos,
uruguayos o latinos tiene sus participación, sino que franceses, y japoneses,
especialmente, han realizado presentaciones de gran nivel, con un compromiso y un
fervor por el tango como el mejor malevo del '30.
Quizás un poco abandonado en las décadas de 1980 y 1990, en este siglo XXI que
estamos viviendo, la juventud ha retomado esos sonidos dándoles un giro hacia lo
moderno con fusiones como el Electro-Tango de Gotan Project, Bajofondo Tango Club
y Tanghetto. Dándole un vigor renovado a las ya increíblemente potentes creaciones de
Piazzolla.
Incluso quien diga que el tango no le gusta, tiene que reconocer que está presente en su
vida cotidiana: Todos estamos pendientes de la guita y del laburo; que la fiaca a veces
parece no irse nunca; no hay hombre que no relojee a una mina por la lleca; como no
hay mujer que no quiera un par de tamangos nuevos; que vivir en Argentina es un
quilombo, que hay demasiado chorro suelto...Y que la pilcha, estuvo, está y estará
siempre ligada a la humanidad

1
 STAFF DE TERCIOPELO
Directora Editorial
Analía Yaker Valle

Editora
Agustina Fornasier

Jefe de arte y diseño gráfico

Dacio Luna Álvarez

Columnistas
Rosa Iglesias

Bárbara Brizzi
Delia Etcheverry
Susana Speroni
Alejandra Espector

Colabora en este número

Andrea Castelli

ISSN: 2250 - 7477

Dirección: Chile 832. Ciudad Autónoma

de Buenos Aires, Argentina
Tel/Fax: 4343-8427
museodeltraje@gmail.com
www.funmuseodeltraje.com.ar

Terciopelo es una revista virtual

propiedad de la Fundación Museo del
Traje. Se prohíbe la reproducción total o
parcial del material publicado

Edición Junio 2014

Sumario
3 Crónicas 8 Danzares
4 En pantalla 10 Entretejidos
6 Ayer y hoy 12 Fotos de ayer
7 Cosas que pasan 13 En las tablas

2

Crónicas
Por
Rosa Iglesias
Tangos para sufrir, modas para matar
Sin duda, la sensualidad exaltada del tango remite a su origen
orillero. El tango es confluencia de varias cosas: tango andaluz,
habanera, milonga y baile de esclavos negros.
Los gauchos, a medida que se acercaban con sus guitarras a las
pulperías, almacenes o prostíbulos de las orillas de Buenos Aires,
llegaron a la milonga, que era cantada, y, por fin, al tango, que
empezó como milonga bailada.
Bailado por italianos y emigrantes europeos, el tango se hizo más
lento; aunque los compadritos de los suburbios adoptaron algunos
modos de la danza de los negros... “Cuando se bailaba en senda
estrecha el hombre se interrumpía para lucirse o marcar una
quebrada, deteniendo su movimiento y el de su pareja...”Y esta
sensualidad exaltada y los pasos de seducción continua del hombre
hacia la mujer y de la mujer hacia el hombre, remiten a la moda. No
existe una “moda tango”, el tango se baila a la moda que corresponde
a cada época.
Pero sí existe un arreglo, una manera estudiada y precisa de vestirse
que insinúa, acentúa o remarca los diferentes cortes de la danza y
desafueran la seducción entre la pareja de tango: una moda para
matar.
Todo esto me empuja, sin duda, a citar a un escritor que admiro
profundamente: me refiero a Arturo Pérez Reverte, miembro de la
Real Academia Española de la Lengua, en su excelente novela: El
Tango de la Guardia Vieja (Alfaguara 2012).
“Ella bailaba de forma sorprendente, comprobó de nuevo. El tango
no requería espontaneidad, sino propósitos insinuados y ejecutados
de inmediato en un silencio taciturno, casi rencoroso. Y así se movían
los dos, con encuentros y desencuentros, quiebros calculados,
intuiciones mutuas que les permitían deslizarse con naturalidad por
la pista, entre parejas que tangueaban con evidente torpeza amateur.
Por experiencia profesional, Max sabía que el tango era imposible
ejecutarlo sin una pareja adiestrada, capaz de adaptarse a un baile
donde la marcha se detenía súbita, frenando el ritmo el hombre, en
remedo de lucha en la que, enlazada a él, la mujer intentaba una
continua fuga para detenerse cada vez, orgullosa y
provocadoramente vencida. Y aquella mujer era esa clase de
pareja.”
… Guerrero, torero, tanguero, la seducción de lo inminente, conocido
“Fueron dos tangos seguidos -Champagne Tangó, se llamaba el
otro- durante los que no cambiaron ni una palabra, entregados por
completo a la música y al placer del movimiento, al roce esporádico
3
Terciopelo
del raso con la franela masculina y al calor próximo, intuido por
Max, de la carne joven y cálida de su acompañante, de las líneas del
rostro y el cabello peinado hacia atrás que conducían hacia el cuello
y la espalda desnudos. Y cuando en la pausa entre los dos bailes se
quedaron inmóviles uno frente al otro -ligeramente sofocados por el
esfuerzo, esperando a que recomenzara la música sin mostrar ella
intensión de regresar a la mesa-, y él advirtió diminutas gotas de
sudor en el labio superior de la mujer, sacó uno de los dos pañuelos
que llevaba encima; no el que asomaba en el bolsillo superior de la
chaqueta del frac, sino otro planchado impecable de su bolsillo
interior y se lo ofreció con naturalidad. Aceptó ella el dobladillo de
batista blanca y se tocó apenas la boca con él, devolviéndoselo con
una ligerísima humedad y una leve mancha de rouge”
Aprestarse para una velada de tango exigía al hombre entregarse a
una minuciosa preparación para la conquista basada en su atuendo
impecable y seductor: “...Cogiendo un peine de encima de la
cómoda se alisa el pelo a la manera antigua, hacia atrás,
marcando la raya recta e
impecable en el lado izquierdo,
muy alta...
...Max empieza a vestirse con la
meticulosa lentitud de los viejos
tiempos, cuando enfundarse la
ropa adecuada con rutina
minuciosa, vigilando el detalle de
la inclinación del sombrero, el
modo de anudarse una corbata o
las cinco maneras de disponer un
pañuelo blanco en el bolsillo
superior de una chaqueta, le
hacía sentirse, en momentos de
optimismo y fe en los propios recursos, como un guerrero
equipándose para el combate.
Y esa vaga sensación, el aroma familiar de expectación o lance
inminente, acaricia su orgullo mientras se pone los calzoncillos de
algodón, los calcetines grises, la camisa de seda ligeramente
holgada y la americana clásica de cintura estrecha abotonada en
el segundo botón.”
e incierto. Seducción, tentación y distancia.
Terciopelo

En pantalla
Por
Bárbara Brizzi

La pasión del 2x4

Si oímos hablar de 2x4 y no estamos en una clase de matemáticas, La estética del baile “a lo
pensaremos en tango. Si oímos hablar de ochos y no estamos en Valentino” trascendió
una clase de tejido a dos agujas, pensaremos en tango. Pero nada largamente su época y hasta
más lejano del rigor de las matemáticas o de las lides de las labores fue rescatada por películas
manuales que la pasión a la que remite el tango en cualquier como Mentiras verdaderas
imaginario. Pasión de cuchilleros de orilla en sus comienzos, (James Cameron – 1994).
pasión de parejas de dudosa moralidad, después. Y más tarde, un Arnold Schwartzeneger en un
ritmo que se fue popularizando y entrando en las reuniones momento del film, honra a
familiares hasta salir de su Buenos Aires natal para desparramarse James Bond quitándose un
con pasión por todo el mundo. traje de buzo para quedar
luciendo un impecable
smoking y entrar a una fiesta
Por supuesto, el cine ha donde le hará los honores al
rescatado y reflejado tango Por una Cabeza
muchos momentos en su haciendo que Tia Carrere, en
historia y en la historia del su papel de comerciante de
tango. Claro, si decimos piezas antiguas, describa
“tango a lo Valentino” la sensuales circunvoluciones a
imagen que se nos su alrededor. Al final de la
presenta es la de un película Arnold y su esposa
hombre y una mujer en la ficción, Jamie Lee Curtis, vuelven a bailar el mismo tango,
bailando mejilla con con una rosa entre los dientes describiendo exageradas figuras,
mejilla dando pasos de ella, con un insinuante vestido negro con un tajo de vértigo y él
lado y pegando unas con un smoking blanco al estilo Huphrey Bogart en Casablanca.
violentas vueltas para
seguir el ritmo supuesto
del 2x4. Así apareció También “a lo Valentino” bailaron en la fiesta organizada por Jay
Rodolfo Valentino en Los Gatsby todos sus invitados cuando la orquesta arremetió con un
Cuatro Jinetes del tango alternando con los sones del fox trot y el charleston también
Apocalipsis, film dirigido de moda en esos años. Por supuesto, nos referimos a la película El
por Max Ingram y Gran Gatsby estrenada en 1974, dirigida por Jack Clyton y
estrenado en 1921. Allí aparecía, en un supuesto cafetín de La protagonizada por Robert Redford y Mia Farrow., basada en la
Boca, vestido de gaucho con sombrero calañés y amplias novela de Scott Fizgerald publicada en 1925.
bombachas, bailando mejilla con mejilla, con una mujer envuelta Catherine Deneuve y Lihn Dan Pham tuvieron su momento de
en un mantón de Manila y llevando como tocado una peineta diversión como madre e hija
española. Las extravagantes volteretas terminaban con un primer adoptiva en la película Indochina
plano de la pareja en un beso muy sensual para su momento. El (Regis Wargnier – 1992). Allí
éxito de “el divino Rudy” devenido en un temprano latin lover, lo bailaron mejilla con mejilla
catapultó al estrellato y su mirada arrobadora conquistó a mujeres mientras sonaba un disco en la
de las más diversas latitudes. fonola bajo el calor agobiante de
Su historia de amores, bailarín de cabarets y fortunas dilapidadas una tarde en ese exótico país.
provocó que en 1977, nada menos que Ken Russell le dedicara un
film con su nombre protagonizado por Rudolph Nureyev.

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 Terciopelo
La primera película argentina con sonido óptico producido por
Movietone fue Tango, dirigida en 1933 por Luis Moglia Barth y
protagonizada por Tita Merello, Libertad Lamarque, Luis Sandrini
y Pepe Arias, donde aparecen los tópicos ineludibles: muchacha de
arrabal, cantor de tangos, guapos y París.

Fue en 1985 cuando el espectáculo Tango Argentino creado y

dirigido por Claudio Segovia y Hector Orezzoli desembarcó en
Broadway para estar, fuera de todo pronóstico, seis meses en
cartel. Se había estrenado en París en 1983 y la revista Vogue le
había dedicado una importante nota. Con este espectáculo, Segovia
quiso mostrar la elegancia y la belleza de lo popular y acuñó el
término “chic reo” y a raíz de su éxito la “moda tango” invadió las
vidrieras de las casas de modas de Estados Unidos tiñéndolas de
rojo y negro, los colores que preponderaban en la obra y haciendo
que el ritmo del 2x4 comenzara a tener más y más seguidores.

En 1997 Sally Potter dirige, produce y protagoniza algo muy

parecido a una autobiografía. Es la película La lección de tango
donde ella y el bailarín profesional Pablo Verón se entrelazan
coreográfica y sentimentalmente, dando lugar a exquisitas figuras
llenas de sensualidad y conflicto, dándose la contraposición del
hombre que conduce en el tango y la mujer que dirige la película.
Cine dentro del cine...tango dentro del tango...

En 2001 cuando Buz Luhrmann dirige su barroca Moulin Rouge!

Encuentra, en la voz ronca de Jacek Koman en su papel del
argentino narcoléptico, el toque que necesitaba para el Tango de
Roxanne. La letra de la exitosa canción de The Police se amalgama
perfectamente con la música compuesta por Mariano Mores y toda
la escena es un tango perfecto: deseo, sensualidad, celos, lágrimas,
pérdida, amor, el otro, la sospecha, traición, ira y...pasión.

Chan chan

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Terciopelo
Ayer y hoy
Por
Agustina Fornasier
Tangos: pilchas de seda y percal
A pesar de estar escritos hace décadas, los tangos siguen y seguirán
presentes en la vida de todos. Porque en mayor o menor medida,
todos tenemos alguna relación con esas letras que emocionan, que
hacen reír y, porqué no también, que nos hacen pensar. Hablan de las
cosas más simples y más complejas de la vida, de ayer, de hoy, de
siempre: el amor contrariado, el desengaño, el abandono, la viejita, la
amistad incondicional, el café, la calle, la mina, el arrabal.
Se podrían escribir y de hecho se han escrito, cientos de páginas sobre
la música y su danza, profundizar en sus temáticas y ejemplificar con
sus letras cada tópico tratado. Pero acá hablamos de indumentaria y,
por supuesto, hay tangos que rozan este tema, tanto para describir el
vestuario con el que se lo baila o para para recordar un viejo amor
trunco y así diferenciar a la piba de la que se enamoraron de la mina
abacanada en la que se convirtió.
“Vestido como dandy, peinao a la gomina / y dueño de una mina más
linda que una flor, / bailas en la milonga con aire de importancia, /
luciendo la elegancia y haciendo exhibición”, son las primeras
estrofas de Bailarín compadrito, de Miguel Buccino (1929).
Y en Zapatitos de raso, Fernando Caprio y Jorge Dragone, describen
la vestimenta de la mujer:
“Zapatitos de raso / pa' bailar la milonga, / zapatitos de raso / con
taquito francés... / Pollerita cortona / con un tajo al costado / de una
seda muy negra y una pierna muy blanca / marcando su compás”.
Pero también muchos son los tangos donde el rencor y las diferencias
entre clases quedan manifiestas y definen, a través de la indumentaria
las desigualdades entre una y otra.
Desde lejos se te juna, pelandruna abacanada / que naciste en la
miseria de un convento de arrabal, / porque hay algo que te vende, yo
no sé si es la mirada, / la manera de sentarte, de charlar o estar
parada, / o ese cuerpo acostumbrado a las pilchas de percal.
(…)
Yo me acuerdo: no tenías casi nada pa' ponerte / hay usás ajuar de
seda con rositas rococó... / ¡Me revienta tu presencia, pagaría por no
verte! / Si hasta el nombre te has cambiado como ha cambiado tu
suerte: / Yo no sos mi Margarita...¡Ahora te llaman Margot!
(Margot, Celedonio Flores, Carlos Gardel, José Razzano, 1919)
Entre el percal y la seda; entre el amor y el odio. Ese percal de los
orígenes, que alude a la pobreza; esa seda de clase alta y de buen vivir.
Todo un símbolo el percal. Una tela de algodón, de muy bajo costo
que representa, en el tango, aquellas raíces humildes de los bajos
fondos.
6
Percal... ¿Te acuerdas del percal? / Tenías quince abriles, /anhelos
de sufrir y amar, / de ir al Centro a triunfar y olvidar el percal. /
Percal... Camino de percal... / Te fuiste de tu casa, / tal vez nos
informamos mal; / sólo sé que al final olvidaste el percal.... (Percal,
Homero Expósito, Domingo Federico, 1943)
Las letras de tango manifiestan
una mirada del hombre hacia la
mujer, muy propia de la época,
que hoy en día haría que más de
una feminista pusiera el grito en
el cielo por semejante trato. Ellos
machistas, conservadores,
celosos. Y ellas siempre las
culpables de sus desamores y del
abandono. En ¡Atenti, pebeta! le
aconsejan a la mina que huya de
los señores bienudos y le
recomiendan el uso de prendas
que ya en aquel entonces
empezaban a desaparecer.
“Abajate la pollera por donde
nace el tobillo, / dejate crecer el pelo y un buen rodete lucí, /
comprate un corsé de fierro con remaches y tornillos / y dale el olivo
al polvo, a la crema y al carmín” (¡Atenti, pebeta!, Celedonio
Flores, Ciriaco Ortíz, 1929).
Pero el tango es Buenos Aires, está en nuestro ADN, es nuestro gran
patrimonio. Con sus letras profundas y con la sensualidad de su baile.
Con sus grandes cantores masculinos; con las voces inconfundibles
de Tita Merello, Susana Rinaldi o Adriana Varela.
Difícil abstraerme de mi historia personal. Por herencia familiar, por
mi gran viejo tanguero que nos cantaba “Adiós muchachos” o “Mano
a Mano”, el tango en mi vida ocupa un lugar especial, íntimo y
entrañable. Como supongo les pasará a muchos; como espero les
suceda. Ya alguna vez lo dijo José Larralde: “Soy un fanático del
tango. No existe otra cosa. Todo lo que te puede pasar en la vida está
en un tango”.
“Ese es el tango canción de Buenos Aires, / nacido en el suburbio
que hoy reina en todo el mundo. / Este es el tango que llevo muy
profundo / clavado en lo más hondo del criollo corazón”. (Canción
de Buenos Aires, Azucena Maizani, Oreste Cúfaro, Manuel
Romero)
 Terciopelo

Cosas que pasan

Por
Lic. Susana Speroni

Apuntes tangueros
Qué no se ha expresado, hablado o escrito sobre esta música
emblemática que se hizo danza orillera, arrabalera y que pasó creadora de firuletes desde el medio del cuerpo hacia abajo,
luego a los patios del conventillo, al salón de la casa burguesa y a conservando por su origen que el varón conduzca a su pareja, pero
los bailes de la alta sociedad. Nacida en esta orilla del “Plata”, permitiendo sin egoísmos que su acompañante se luzca y la
mezcla de habanera, candombe y otros ritmos que las oleadas muestra permitiendo que se aprecie el ceremonioso entendimiento
inmigratorias, en una ciudad portuaria como Buenos Aires, y el amor por la danza.
supieron amalgamar dándole sello propio. En las ciudades de Europa (París, Viena, Berlín) los elegantes
Un sello que a principios del siglo XX la llevó triunfar a París con hoteles ofrecían en la tarde, a la hora del té, música en la que no
sus artistas emblemáticos distinguiendo el ser argentino y antes de faltaba el tango y la compañía de elegantes caballeros
que fuera aceptada por toda la sociedad de nuestro país. perfectamente trajeados, expertos en la danza como compañeros de
Cuentan las memorias que el “Turco” baile para permitir que señores y señoritas gustaran del tan
Casimiro Aín, en una visita al Vaticano, mentado baile, hubiera o no acompañantes masculinos en la mesa.
como excelente bailarín demostró sobre el Así fue descubierto Rodolfo Valentino, quien sería el galán latino
pavimento de mármol su experticia por excelencia en los albores del siglo XX.
acompañándose en la danza muda, Impulsada costumbre en
cadenciosa y sensual con una elegante nuestro Buenos Aires, donde los
silla. Quiso demostrar con ello la florida muchachos de casas bien,
coreografía que se lograba en esta danza danzaban con señoritas no
de pareja pero no pudo alejar la idea de presentables en su mundo y en
pecado que pesaba sobre ella. Elegante, lugares “non sanctos” como lo
como toda la delegación que lo de Hansen, en horarios
acompañaba, vestía para la ocasión la nocturnos. En dichos lugares, y
levita bien cortada, el pantalón fantasía, el otros, ellas vestían a la última
chaleco en juego con corbata de plastrón palabra de la moda, quizá con
y el botín impecablemente lustrado. Otro un poco de menos gusto en los adornos. En Francia, Mme. Paquin
recuerdo es la exhibición que realizara el había inventado vestidos con faldas con recortes que permitían
célebre y rebelde Juan Carlos Cobián ante el acompañar los florilegios de la danza. En las barricadas, las
Príncipe de Gales, Eduardo, que sería más muchachas lucían sus mejores atuendos mucho más sencillos en
tarde el Duque de Windsor y visitara nuestro adornos y telas pero iguales en sus diseños a las clases altas.
país. Con el devenir del tiempo, encontró
En un principio fue una danza un nuevo compás de dos por cuatro
exclusivamente varonil, en las esquinas o variando de esta manera su
cortadas orilleras; tenía como coreografía y su música. Es
acompañamiento el silbido de quienes aceptado en sociedad e ingresa en
hacían ronda; es un producto natural del todos sus segmentos, acompañando
puerto, la ciudad y sus alrededores. Su a esta dupla hombre-mujer, que
acompasado y primitivo dos por cuatro encuentra en su ritmo gusto y
asimila al inmigrante y al paisano. Así, conjuntamente con su desafío.
hermana la milonga se ve como dice la letra de Zapatitos de raso En esta esquina del mundo, donde el
al bailarín luciendo: “pantalón bombilla / Sin bajos y con trencilla mar se abraza al río, mezcla de
/ pa milonguear... pa milonguear...” inmigrante y compadrito, queda
La inclusión de nuevos instrumentos (ya no clarinete, flauta, indeleble la estela graciosa que el
guitarra y piano) y la incorporación de la mujer produce la pincel de las piernas dibujan sobre
concreción cabal del fenómeno tango. algún piso encerado.
Danza de pareja unida, estática de la cintura hacia arriba y

7
Terciopelo
Danzares
Por
Andrea Castellii
Del percal al body painting
Así como el tango está desde su nacimiento en constante cambio,
crecimiento y búsqueda, todos los elementos que lo circundan
parecen estar en la misma sintonía, el vestuario es uno de ellos.
Del percal al body painting señala un recorrido: el percal, esa tela
de algodón de bajo precio, sin brillo, que puede lavarse con
facilidad. Percal, del persa pargâlah, que significa “trapo”. Se
importó originalmente de la India luego se fabricó en Francia y
más tarde en nuestro país, símbolo de la sencillez, del barrio, de la
mujer humilde y honesta; el percal como una costumbre y un
destino.
El tango hace mención en varias de sus composiciones más
conocidas
Y al revolear mi percal, márqueme su firulete, que en el brete
musical se conoce, … mi prosapia de arrabal.” (Arrabalera)
“Estercita y Mimí como Ninón, dejando sus destinos de
percal/vistieron al final mortajas de rayón.” (Che, bandoneón) .
“Porque hay algo que te vende, yo no sé si es la mirada, … o ese
cuerpo acostumbrado a las pilchas de percal.” (Margot) . “
cuando van las fabriqueras tentadoras y diqueras bajo el sonoro
percal…”(Muchacho)
El percal, “prosapia de arrabal” en oposición a la dudosa moral
que se deja entrever en la mujer que luce “Aquel tapado de
armiño, todo forrado en lamé...
En el otro extremo del recorrido, el body painting: marca sobre la
piel con la que algunas bailarinas y también bailarines han
coqueteado como vestuario. Cuerpos tribal y esporádicamente
dibujados ofrecidos a la danza. Rituales de la escena tanguera
contemporánea.
Sería interesante pensar los cánones a los que responden los
cambios producidos en el vestuario utilizado para bailar tango en
un escenario a lo largo de su breve aún historia, independiente ya
del cine o de las piezas teatrales donde solían verse cuadros de
baile, como en los sainetes, a principios del siglo pasado. Lejos del
análisis sociológico, y cerca de la observación y el uso realizado
del vestuario tanguero, guardo en mi memoria imágenes que
podrían señalar algunos momentos claves de estos cambios,
8
haciendo hincapié en el vestuario femenino y excluyendo los
zapatos, un capítulo aparte en esta historia.
En este recorte personal, destaco los diseños del gran artista
Eduardo Bergara Leumann, su arte y su concepción estética
aplicada al vestuario de sus programas de TV y a sus
espectáculos: túnicas y largos vestidos poblados de sus bellos
ángeles y coloridas mariposas.
Recuerdo también el vestuario, utilizado por Tita Merello, Sofía
Bozán, Carmencita Calderón (compañera del Cachafaz) y otras
tantas referencias que ofrece la filmografía de la época.
Más adelante el gran espectáculo Tango Argentino, glamoroso y
sobrio, vistió de brillo y esplendor los cuerpos de las legendarias
milongueras, algunas más acostumbradas al percal que a las
lentejuelas. Otro de los espectáculos que recuerdo por su impacto
estético fue Perfumes de Tango de la Compañía Tango x 2 que
tuvo a cargo del vestuario a Renata Schussheim, maestra de la
plástica aplicada a la escena, quien supo aggiornar diseños
prototípicos del tango: la mujer del arrabal, el estilo Valentino, los
milongueros del barrio y dotarlos de gran presencia escénica y
sutileza contemporánea. Aire fresco que vino a ofrecer una
perspectiva poética de la escena tanguera, alternativa opuesta a
ciertos rancios shows “for export” cortados casi por la misma
tijera… Respecto de estos últimos, montados aprovechando cierto
auge marketinero del Tango, comenzaron a proliferar diferentes
géneros y texturas: lamé, paillettes, gasas, terciopelo, o su versión
económica: el chiffon, algunas veces en caóticas y abigarradas
asociaciones…. Recortes del cuerpo, sugiriendo con transparencias
y ocultando con bordados, pedrerías y apliques (moda importada
al estilo de las competencias de ball room). Estructuras algunas
veces un tanto rígidas, alambres, rellenos que modelan nuevos
contornos, push up exagerados… Cierto lenguaje revisteril en el
diseño del vestuario, transformando el cuerpo de la danza,
construido de alguna manera para la mirada, en un cuerpo
“tallado” para el “deseo”, forzada voluptuosidad estética del
movimiento, tal vez invitando al tango a retornar a un mundo
prostibulario. Al decir de J.L. Borges: “El Tango crea un turbio
pasado irreal que de algún modo es cierto…” El tango: ficción,
montaje, creación. Recuerdo imposible...
En la actualidad podemos observar el empleo de géneros más
livianos que acompañan el movimiento, creando un diálogo fluido
entre vestido y cuerpo, sin dejar de contemplar las tendencias
fashion contemporáneas.
 Terciopelo

Al respecto consultadas algunas de las más relevantes bailarinas sin sentirlo, sin que me incomode porque se mueve o es rígido, me
con extensa trayectoria en esta danza acerca del vestuario ideal complemente en la interpretación, particularmente me muevo e
para bailar en escenario,
interpreto depende lo que tenga puesto”.
Milena Plebs sostiene que “El
Interesantes detalles de las protagonistas, que parecen tener bien
vestuario para bailar tango ante todo
claras sus necesidades de indumentaria a la hora de exhibirse en un
debe ser cómodo. Para la mujer es
escenario. Así como en lo coreográfico se abren cada vez más
importante que los vestidos estén fijos
posibilidades a la investigación y la búsqueda creativa, la
para que no se enrosquen en el cuerpo
elaboración de un lenguaje propio desde el diseño de vestuario
por los constantes movimientos en
para el Tango, que convenga e identifique, contribuirá liberando
espiral del torso, y además el ruedo de
de estructuras que muchas veces resultan extranjeras y extrañas al
los vestidos debe ser mínimo para que
propio cuerpo, al propio baile.
los tacos altos de los zapatos no se
enganchen en los mismos, lo que
puede causar accidentes, amén de Mis “ENAGUAS”
dificultar el baile. Las faldas deben Para la intervención coreográfica Enaguas, realizada en el año
ser amplias o con tajos para permitir 2013 en el Museo Nacional de la Historia del Traje, la prenda que
los movimientos de las piernas. Para vertebró el vestuario fue, obviamente la enagua. Esta vez elegimos
los hombres es importante que el saco hacer visible lo invisible. Aquello que ayer se ocultaba, hoy fue
tenga un triángulo de tela en la sisa para que al abrazar a la mujer traído al centro de nuestra escena.
no se levanten las hombreras. Las enaguas fueron el primer vestuario con el que pude jugar, mi
Los pantalones deben tener primera ropa de ficción, con el consentimiento de mi abuela
buena línea para acompañar
materna, que me permitía revolverle los roperos y elegir las que
el movimiento.”
Para Gachi Fernández “el más me gustaban... Ese universo infantil es parte de mi imaginario
vestuario ideal tiene que ser al momento de la creación.
cómodo como primera Personalmente me cuesta separar la danza de las texturas,
medida, que permita libertad
temperaturas, los propios movimientos, los perfumes, sonidos y
de movimiento sin perder
elegancia y diseño y también colores de las telas. Hacen parte del universo que me planteo al
describir la situación a crear una obra, casi tanto como la música.
interpretar... “ Desde hace bastante tiempo adapto enaguas para bailar. Largas, de
Por su lado, Johana Copes tiene una visión absolutamente ajuares de novia, en materiales nobles como el raso o la seda, más
sensible del tema:” El vestuario es lo que cierra los sentimientos y
las razones de ese baile...es por esto que el vestuario ideal es el modernas con poliéster, sexys y algunas casi ortopédicas… Tengo
que representa lo que uno quiso que sea...” una pequeña colección, desde hace muchos años. Las encuentro,
las compro, me las regalan…
Las enaguas que utilizamos en el vestuario son prendas antiguas,
seleccionadas y restauradas. Prendas que ya tuvieron dueña y uso.
Probablemente sus dueñas estén muertas… Pero cuando un objeto
tiene historia, por el paso del tiempo, por su uso, como la enagua,
íntimamente relacionada a la historia de una mujer, a su piel…
ese objeto se transforma en una memoria.
Esos géneros, son el lienzo sobre el que escribimos nuestro texto
Pormenorizando también sobre la ropa interior, Aurora Lubiz coreográfico, agregando recuerdos a la memoria. Una memoria
opina que “ el vestuario tiene que ser construida desde la danza, la música. Una memoria inventada.
confeccionado con materiales leves, Es asombroso el trabajo minucioso y la elaboración tan
ajustado al cuerpo en el corset y si es “puntillosa” a veces de esa prenda creada para no ser vista, para
posible la ropa interior, la bombacha permanecer oculta debajo del vestido…
diseñada en una sola pieza , pegada al Pienso la enagua como una dedicatoria, íntima, destinada
corset”. solamente para la persona elegida… Un secreto…*
Corina de la Rosa asocia el vestuario con el
movimiento y la interpretación: “el vestuario
ideal para bailar en un escenario es aquel que
Andrea Castelli
Trabaja fusionando elementos de la danza y el teatro. Sus producciones están orientadas a la investigación de los bailes populares,
especialmente el tango, llevados a la escena. Desde hace unos años se dedica a investigar el cruce entre danza y arquitectura, llevando
sus obras a espacios no convencionales.

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Terciopelo

Entretejidos
Por
Delia Etcheverry

Y todo en color “Tango”

El Instituto Pantone radicado en Nueva Jersey (U.S.A.), creó un los directivos del Insituto Pantone, “El anaranjado-mandarina
sistema para identificar los colores. Pantone es conocido Tango, nos sigue proporcionando el empujón de energía que
mundialmente como el lenguaje estándar para la comunicación necesitamos para recargar fuerzas y seguir adelante”.
precisa del color; esto se logró por medio de un libro de colores “El color mandarina Tango se une con la vivacidad y la descarga de
donde se presenta toda la gama a modo de abanico cromático. De adrenalina del rojo, junto con la simpatía y la calidez del amarillo,
esta manera se resolvió el problema asociado a que cada individuo para formar un tono de gran visibilidad y magnetismo que emana
interpretaba el espectro de colores de manera diferente. Esta calor y energía”, asegura Leatrice Eiseman, directora ejecutiva del
normativa es utilizada en las artes gráficas, la tecnología digital, la Pantone Color Institute, en un comunicado de prensa.
moda, el hogar, los productos plásticos, la arquitectura, la pintura, Pero, ¿en qué se basa Pantone para determinar el nombre de este
y el diseño en general. color?. Habría que preguntarse si existió históricamente.
En la actualidad el instituto investiga de qué manera los procesos El color “Tango”
de color influyen en el pensamiento humano, en las emociones y existió y su origen se
en las reacciones físicas, proporcionando así una mayor remonta a su
comprensión para utilizar el color de manera más efectiva como desembarco en
medio de comunicación. Todos los años, después de llevar a cabo Francia. Desde
estudios, elige un determinado color que marcará tendencia para principios del siglo
ese año. A partir de allí, la industria y los diseñadores se hacen eco XX el Tango hizo
y es así como nos veremos rodeados de todo tipo de artículos furor; ya en 1913
portando ese color. proliferaban en París
Así como el color para el año 2010 los tés-tango como un
fue el Turquesa (Pantone 15-5519), modo de hacer que la
en 2011 el Madreselva (Pantone 18- danza fuera
2120), en 2013 el Esmeralda respetable y que las
(Pantone 17-5641). En 2014 el clases medias lo
Orquídea Radiante (PANTONE 18- aceptaran. También
3224), el denominado “Mandarina había champagne-tango, tangos sorpresa, tangos de caridad,
Tango” o Tangerine Tango (Pantone cenas-tango y por supuesto los tangos en las boites nocturnas, que
17-1463), fue el color elegido para el año 2012Según palabras de se multiplicaban para satisfacer el furor por la danza. Había

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 Terciopelo

funciones de tango sobre hielo en el Palais de Glace, donde Más allá de lo que sugiere el Instituto Pantone sobre el color
también se organizaba el Gran Concurso de Tango en el cual la “Tangerine Tango”, pienso que en él está reflejada la
pareja debía bailar 62 tangos ante un jurado, idea que sensualidad del baile en el cuerpo femenino; la transgresión en
posteriormente se puso en práctica en Buenos Aires. Incluso había la búsqueda de las miradas; el arrabal, el puerto, y sus
un tren "Tango" entre París y Deauville, durante el verano. prostíbulos. Este color nos trasmite fuerza y pasión, que son el
Se trataba de la tangomanía: Se impone la moda tango en todo y sello que distingue al tango..
hasta había comidas llamadas “tango”. También tuvo su perfume
y también su color. Se dice que un fabricante de seda tenía un
stock de tela bastante importante que nadie compraba desde hacía
tiempo; buscando solucionar su situación, al tendero se le ocurrió
llamar a la tela de un color entre anaranjado amarillento y rojizo,
“satén tango”. Tuvo tanto éxito que rápidamente la partida se le
agotó. Pero el fabricante tuvo la mala suerte de perder la fórmula,
lo que dio tiempo a que sus competidores aprovecharan la
oportunidad para vender diversos colores como el limón pálido y
el azafrán como la véritable couleur tango (el verdadero color
tango).

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Terciopelo

Fotos de ayer

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En las tablas
por Alejandra Espector
Orígenes del vestuario del tango
El Tango se origina en ambas márgenes del Río de la Plata entre
1850 y 1890, extendiéndose en Buenos Aires rápidamente a los
barrios del sur, como San Telmo, Monserrat y Pompeya.
Alrededor de 1860, los estratos sociales más humildes, los del
suburbio, criollos y gauchos rioplatenses, marineros, indios, negros
y mulatos bailaban valses, pasodoble, habaneras, polka, mazurcas,
cuadrilla y milonga; teniendo como base el fandango y el
candombe.
En el año 1877 en el barrio del “Mondongo” se encontraban las
sociedades candomberas que en carnaval salían a la calle a bailar,
pero las grandes rivalidades llevaban a encuentros violentos por lo
que fueron disueltas. Sin embargo, se formaron centros de baile
con los mismos elementos, donde fue surgiendo el tango. En un
principio las parejas se separaban al compás, imitando los
movimientos del candombe y se hizo tan popular que los
compadritos de arrabal lo llevaron al barrio de los corrales, donde
funcionaban los perigundines, locales mezcla de bar y burdel.
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Terciopelo
El tango se convirtió en algo propio de los compadritos, ya que el
más diestro en bailarlo era el más “tauro” y más admirado por las
mujeres. El tango era eminentemente masculino, una demostración
de habilidad para el corte y la quebrada y posteriormente se
incluiría a la mujer pero sin papel dominante. Por eso en sus
comienzos es una pareja de hombres quienes lo bailan al compás
de los organitos callejeros, la figura del compadrito criollo y el
italiano acriollado de la Boca, con su especial indumentaria.
Evaristo Carriego, poeta de Buenos Aires lo describe en su poema
El alma del suburbio :
'En la calle la buena gente derrocha
sus guarangos decires más lisonjeros,
porque al compás de un tango que es “La morocha”
lucen ágiles cortes dos orilleros.'
En este poema Carriego no describe a un hombre y a una mujer
bailando, sino a dos hombres. Suele decirse también que el tango
bailado tiene en su coreografía (la corrida, el ocho, el paso atrás y
los firuletes) formas corporales vinculadas a la pelea a cuchillo
entre dos hombres.
En los barrios surge entonces el "tango arrabalero," interpretado
por modestos grupos que cuentan sólo con violín, flauta y guitarra
ya que el bandoneón, no se incorpora hasta 1900
aproximadamente.
Por eso, la vestimenta
clásica del hombre en el
tango, siempre emulaba a la
del "compadrito", que si
bien puede comprender
Terciopelo
ciertas variaciones, se caracterizaba a través de algunos elementos
básicos como el “funyi” sombrero de fieltro oscuro y blando con
cinta alta, el saco largo con solapas en punta, chaleco ribeteado en
raso claro, la camisa de piqué blanco, el pantalón negro con rayas
grises, el “lengue”, pañuelo de seda al cuello y las botas de taco
alto.
El tango fue extendiéndose por otros barrios en las Academias. La
Academia era un café atendido por mujeres donde se ejecutaba
música con un organito. Se bebía y se bailaba con las camareras.
Eran centros de distracción y placer. Asistía no solamente la gente
de avería, la flor y nata de los compadritos, malevos y pesados del
arrabal sureño sino hasta los que por ese entonces se denominaban
"cajetillas".
Las taqueras, prostitutas, bailaban y se divertían para luego irse al
bulín de algún cliente. Se las llamaba taqueras en jerga lunfada,
por el fuerte y provocativo taconeo que tenían con el fin de atraer
así la atención.
Estos lugares tenían cierta semejanza en su clima turbio con
aquellos café-concert que existían en París por los peligrosos
barrios de Ménilmontant o de La Villete, con sus apaches, sus
valentones, sus gigolet. Las camareras muchas veces resultaban
casi uniformadas con sus atuendos de polleras de raso negro
cortas, blusas rojas y tacos que recordaban mucho a las
apachinettes.
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Al incluirse en el tango la mujer, la coreografía se volvió muy
"corporal", provocadora, sensual, explícita. Los hombres y mujeres
bailaban con los cuerpos fuertemente abrazados, de una manera
atrevida y sexual. Sus letras, en un comienzo, eran casi groseras y
chabacanas y el baile era considerado obsceno y amoral. Por eso
generó mucho rechazo en la alta sociedad que tenía prohibido
escuchar o bailar esta música. Fue condenado por la Iglesia y
prohibido por la policía, considerado vulgar e indecente por los
estratos más conservadores, ya que era fomentado por los
prostíbulos.
En su comienzo las academias eran lugares de baile, como antesala
de prostíbulo, pero evolucionaron hasta convertirse en academia de
enseñanza donde también se bailaban valses, polkas, pasodobles,
mazurcas y chotis. A las camareras no se les exigía ninguna
condición de belleza, sino que fueran buenas bailarinas y usaran
pollera corta sobre enaguas almidonadas.
El tango, entonces se trasladó de las calles, las romerías, los
cuartos de las chinas, los piringundines y las academias hasta
alcanzar finalmente los salones, el conventillo, el cabaret y las
casas de familia de la pequeña y recién surgida clase media baja.
Sufrió entonces grandes innovaciones, cambiando no solamente
sus letras, sino también su coreografía. Interpretado por
muchachas en su mayor parte inmigrantes, que no adaptaron el
 Terciopelo

movimiento original y surge entonces la modalidad del "tango
liso".
“Tras la adecentada coreografía, será aceptado en las mejores
familias. Y de alguna manera,
dejará de ser, un poco, el tango prepotente, desafiador y alegre de
los orígenes, para teñirse de
cierta ablandadora sentimentalidad, fugándose cada vez más de
los pies del bailarín para
alojarse casi definitivamente en los oídos” (Benarós, 1976).
En los conventillos, uno de los primeros lugares donde el tango se
bailó de modo espontáneo, la gente iba vestida con su ropa de uso
cotidiano. Por otra parte, allí, en los burdeles, los “niños bien” de
la alta sociedad porteña adoptaron el tango y lo llevaron en sus
viajes a Europa, especialmente a París, donde se convirtió en moda
y furor. París era la capital del glamour y de la moda, siendo
abierta allí en 1910 la primera academia de baile. Claro que aquel
tango no era el de los cortes y las quebradas del compadrito, sino
el llamado tango liso.
la parte superior del cuerpo. Esto contrastaba claramente con la
moda impuesta por la "chica Gibson", que se caracterizaba por
corsés a la cintura muy apretados. Además, la falda pantalón, o
pantalón para mujeres, se puso de moda para adecuarse.
También los vestidos se volvieron más ligeros y holgados para
adecuarse a los movimientos propios del tango, caracterizado por
un estrecho abrazo entre la pareja, muchas veces mejilla con
mejilla, con las piernas extendidas entre las de su compañero de
baile. El "satén tango", naranja y amarillo, se impuso y el "tango
visite", en 1913, era un vestido con una parte alta muy holgada y
una falda de paneles transparentes que llegaba hasta la mitad de la
pantorrilla.

“Le tangó” alcanzó una popularidad comparable con el exitoso

vals e influyó incluso en un estilo de la indumentaria. Hubo
Asimismo, el atuendo gauchesco era el estereotipo que
vestidos de tango, color tango, tango-tés. El tango causó tal
representaba a una lejana y exótica Buenos Aires, difundida luego
sensación que revolucionó el uso del corsé, el que que se adaptó
por el mundo e inmortalizada en la imagen de Rodolfo Valentino.
haciéndose funcional para bailar, permitiendo mayor movilidad en

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Terciopelo

compadritos, con el pelo engominado, peinado hacia atrás,

influenciaría años más tarde el vestuario masculino para bailar. El
hombre aparece siempre muy varonil. En los años 30 se usaba el
traje cambrona, con tiradores para sujetar el pantalón, reemplazado
en los años 40, por el saco cruzado, con hombreras marcadas, las
solapas grandes y la corbata ancha. Más tarde el saco se acortó y
entalló, con pantalones bombilla, cintura alta y muchos botones,
pero siempre mantuvo en esencia las características originales,
sobre todo el calzado negro bien lustrado.

Mientras tanto, el tango era cada vez más aceptado por las clases
medias y altas de Buenos Aires y su música y temática comenzó a
ser el eje de un creciente número de espectáculos. La década del
20 se pobló de cabarets, una institución en la difusión del tango,
pero la verdadera época de oro del tango fue la comprendida entre
1940 y 1950.

El vestuario de la mujeres siempre mantuvo una línea de

sensualidad y elegancia, siendo muy importantes el movimiento de
la falda y el escote de la espalda por la postura del abrazo, así
como también el busto armado, la cintura estrecha y las caderas
marcadas. Las faldas fueran de muselina, satén y raso, las enaguas
con encaje, siempre tuvieron que tener amplitud o aberturas para
que las piernas pudieran moverse libremente, siendo los tajos
siempre a la derecha o atrás.
En 1940, Carmencita Calderón, la compañera de El Cachafaz , en
La Querencia, un salón de Avenida de Mayo, usó un tajo al
costado en una falda recta de loneta negra larga hasta la pantorrilla
El vestuario para el tango siempre se basó en la elegancia y la
muy semejante a la creada por Madame Paquin a principios del
seducción. El vestuario masculino a pesar del paso de las décadas,
siglo XX.
siempre se identificó con el traje. Carlos Gardel, quien a menudo
También se mantuvieron como clásicos en el vestuario femenino
usaba el atuendo típico inspirado en la indumentaria de los

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 Terciopelo

los camafeos o los pañuelos gatitos y las medias de red o con

costura en la pantorrilla con el distintivo sello de un portaligas en
una de las piernas y el zapato de tacón fino y alto con pulserita
para una buena sujeción del pie. A partir de los mismos orígenes
del tango se establecen ciertas prendas y accesorios como
estereotipos en tipologías, color, siluetas, que con variantes y
adaptaciones contemporáneas más o menos estilizadas aparecen en
el vestuario de tango actual.

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 Museo Nacional de la Historia del
Traje
Ministerio de Cultura
Presidencia de la Nación
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