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«Cambalache» es un tango argentino compuesto en 1934 por Enrique Santos Discépolo para la película El alma

del bandoneón.
La canción fue originalmente compuesta durante la Década Infame a la que denuncia en sus letras. A partir de
1943, en el marco de una campaña iniciada por el gobierno militar que obligó a suprimir el lenguaje lunfardo,
como así también cualquier referencia a la embriaguez o expresiones que en forma arbitraria eran consideradas
inmorales o negativas para el idioma o para el país, incluyó al tango Cambalache dentro de los censurados para su
difusión radiofónica. Las restricciones continuaron al asumir el gobierno constitucional el general Perón pero en
1949 las dejó sin efecto.
Si bien la canción tuvo un origen y un contexto en su creación, al representar a la sociedad humana de siempre
será un tema vigente en cualquier época. En la letra se menciona junto a los próceres San Martín y Napoleón a
algunos personajes reales y otros ficticios: Stavisky fue un financista y estafador que se suicidó en 1934, don
Bosco fue un sacerdote, educador y escritor italiano del siglo XIX que fundó la Congregación Salesiana, don Chicho
era el apodo de Juan Galiffi, un conocido mafioso de Argentina, y Carnera alude al boxeador italiano consagrado
campeón mundial el 29 de junio de 1933. Sobre "la Mignon" o "la mignon" hay varias hipótesis: para algunos se
trata de la voz francesa “mignonne” entendida como querida o amante, para otros se refiere a un personaje
de Goethe, una niña raptada que es obligada a cantar, bailar y divertir.
La siguiente versión de "Cambalache" es la más popular, pero no la única, hay muchas según la época.

Que el mundo fue y será una porquería, ya lo sé, en el ¡Pero qué falta de respeto, qué atropello a la razón!
quinientos seis y en el dos mil también; que siempre ¡Cualquiera es un señor, cualquiera es un ladrón!
ha habido chorros, maquiavelos y estafáos, contentos Mezclaos con Stavisky van don Bosco y la Mignon, don
y amargaos, valores y dublé. Pero que el siglo veinte es Chicho y Napoleón, Carnera y San Martín. Igual que en
un despliegue de maldad insolente ya no hay quien lo la vidriera irrespetuosa de los cambalaches se ha
niegue, vivimos revolcaos en un merengue y en un mezclao la vida, y herida por un sable sin remache ves
mismo lodo todos manoseaos. llorar la Biblia contra un calefón.
Hoy resulta que es lo mismo ser derecho que traidor, Siglo veinte, cambalache, problemático y febril, el que
ignorante, sabio, chorro, generoso, estafador. ¡Todo es no llora no mama y el que no afana es un gil. ¡Dale
igual, nada es mejor, lo mismo un burro que un gran nomás, dale que va, que allá en el horno nos vamo a
profesor! No hay aplazaos ni escalafón, los inmorales encontrar! ¡No pienses más, sentate a un lao, que a
nos han igualao... Si uno vive en la impostura y otro nadie importa si naciste honrao! Es lo mismo el que
roba en su ambición, da lo mismo que si es cura, labura noche y día como un buey que el que vive de los
colchonero, rey de bastos, caradura o polizón. otros, que el que mata o el que cura o está fuera de la
ley.
Enrique Santos Discépolo (arg, 1901-1951)
Cambalache se refiere a una prendería y/o trueque; un lugar de compraventa de enseres usados. También se dice
de un lugar o situación en los que predomina el desorden y el ruido. (R.A.E.)

De aquí surge la frase "La Biblia y el calefón", que contrasta un libro de gran valor religioso con un artefacto
mundano, la cual fue empleada para un programa de televisión homónimo, conducido por Jorge Guinzburg, y un
tema musical homónimo, compuesto e interpretado por Joaquín Sabina, incluido en su álbum 19 días y 500
noches de 1999, canción escrita especialmente para el mencionado programa de televisión.

La frase “el mundo fue y será una porquería, ya lo sé”, también fue parafraseada por Gustavo Cerati, Pedro
Aznar y Charly García en la canción No te mueras en mi casa; los músicos la transformaron en: “el barrio fue y será
una porquería, ya lo sé”. Dicho tema se incluye en el LP Filosofía barata y zapatos de goma (1990), de Charly
García, si bien debió formar parte del disco Tango 3, que no pudo concretarse.

El segundo capítulo de la segunda temporada de la serie Narcos, producto original de Netflix que relata la vida del
narcotraficante colombiano Pablo Escobar, se titula "Cambalache", y tanto en la primera como en la última
escena del episodio suena el tango de fondo. En la primera escena, Escobar la canta mientras se da una ducha; en

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la última, la baila con su mujer "Tata", mientras sus hombres asesinan a decenas de policías que hacían guardia en
la ciudad.

Tango, cocoliche, lunfardo

La palabra tango por el año 1803 figuraba en el diccionario de la Real Academia Española como una variante del
tángano, un hueso o piedra que se utilizaba para el juego de ese nombre. Pero ya en 1889 la institución normativa
de la lengua incluía una segunda acepción del tango como "fiesta y baile de negros y de gente de pueblo en
América". Sin embargo, debieron pasar casi 100 años para que el diccionario definiera al tango como "baile
argentino de pareja enlazada, forma musical binaria y compás de dos por cuatro, difundido internacionalmente".

Otros estudiosos de la música ciudadana argumentan que el vocablo es propio de las lenguas africanas que
llegaron con los esclavos al Río de la Plata y cuyo significado sería "lugar cerrado". Aunque es muy probable
que tango sea una voz de origen portugués introducida en el nuevo continente a través del dialecto criollo afro-
portugués. El lugar de reunión de los esclavos, tanto en África como en América, era llamado tango. Y así
nombró Buenos Aires a las casas de los suburbios donde, a comienzos del siglo XIX, los negros se encontraban
para bailar y olvidar temporalmente su condición.

El origen del cocoliche se halla en la obra literaria de Eduardo Gutiérrez, Juan Moreira, uno de los textos más
importantes de la literatura argentina. Los criollos a veces veían a los extranjeros, que llamaban “gringos”, como
una amenaza y por ello empezaron las burlas en los conventillos hacia los extranjeros. En sus memorias
publicadas en 1930 bajo el título Medio siglo de Farándula, José Podestá cuenta cómo nació el personaje cómico
Cocoliche.

El Diccionario del habla de los argentinos define el lunfardo como “jerga originariamente empleada en Buenos
Aires y en sus arrabales por inmigrantes, marginales y malvivientes”. Parte de sus vocablos y locuciones se
difundieron luego en el lenguaje coloquial y en el resto del país. Según el estudio hecho por Amaro Villanueva, la
palabra “lunfardo” tiene su origen en el gentilicio “lombardo” que llegó a ser sinónimo de ladrón porque los
lombardos fueron en el siglo XVIII usureros y prestamistas, actividades por entonces deshonestas.

Hasta la mitad del siglo XX la mayoría de los gramáticos y profesores de Castellano no veían el lunfardo como algo
positivo.

El tango ha jugado un papel fundamental en la difusión del lunfardo. Uno de los primeros tangos donde fueron
utilizadas palabras lunfardas es Mi noche triste (1916) de 23 Pascual Contursi.

El habla porteña, gracias al tango, a las obras de teatro, a la radiotelefonía y a la televisión se difundió en toda la
nación. Según Teruggi, el habla de los argentinos, a pesar de la existencia de regionalismos, es bastante uniforme
y se puede oír lunfardismos por toda la nación. No todos los argentinos consideran el habla popular como un
habla elegante y por ello no utilizan lunfardismos, pero tal vez los pueden comprender. Teruggi escribe que, si
alguien entiende una palabra lunfarda en una conversación o cuando la lee, esa palabra forma parte de su léxico
personal. En Argentina se oyen lunfardismos sin que los individuos que los utilizan se den cuenta.

Fragmentos extraídos textualmente de un estudio realizado por Ulysse le Bihan en el 2011: Italianismos en el
habla de la Argentina: herencia de la inmigración italiana Cocoliche y lunfardo (UNIVERSITETET I OSLO)

https://www.duo.uio.no/bitstream/handle/10852/25849/MASTEROPPGAVExIxSPANSKxHFxVxRx2011.pdf?
sequence=1&isAllowed=y

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La palabra cambalache tiene varios significados según el contexto. Según el diccionario de la Real
Academia Española, es:

Un trueque o intercambio de cosas de poco valor, usado en sentido despectivo.

Un acuerdo o intercambio entre dos o más partes alcanzado de forma poco transparente, usado
en sentido despectivo.

Una prendería o lugar de compraventa de enseres usados, usado en Argentina, Paraguay y


Uruguay.

También se puede usar cambalache para referirse a un lugar o situación en los que predomina el
desorden y el ruido

El tango tiene una relación directa con la década infame, que fue el período de la historia argentina
entre 1930 y 1943, marcado por el fraude electoral, la corrupción, la dependencia económica y la
represión. El autor denuncia la falta de valores, la injusticia, la hipocresía y el cinismo que reinaban en
esa época. También hace referencia a algunos personajes históricos y ficticios que representan los vicios
y las virtudes de la humanidad.

El nombre década infame le fue dado por el periodista nacionalista José Luis Torres, que publicó en
1945 un libro homónimo, donde denunciaba los negociados y las irregularidades cometidas por los
gobiernos de ese período.

El término fue adoptado por la historiografía cercana al radicalismo y al peronismo, que consideraban
que esos años habían sido una etapa de retroceso y de traición a la soberanía popular y nacional.

La década infame (resumen), por Felipe Pigna

El golpe de estado del general José Félix Uriburu, perpetrado el 6 de septiembre de 1930 al presidente
radical Hipólito Yrigoyen, inauguró un período de trece años en el que ocuparon la presidencia, gracias
al fraude electoral, el general Agustín P. Justo, el radical Roberto Marcelino Ortiz y el conservador
Castillo. Esta etapa de nuestra historia, conocida popularmente como «la década infame», se
caracterizó por la ausencia de la participación popular, la persecución a la oposición, la tortura a los
detenidos políticos, la creciente dependencia de nuestro país y la proliferación de los negociados.

Solamente durante los años 1931 y 1934 en Argentina ocurrieron varios escándalos políticos que
evidenciaron la corrupción y el fraude que caracterizaron a la década infame. Algunos de ellos fueron:

El escándalo de la CHADE, una empresa eléctrica que sobornó a funcionarios y legisladores para
obtener una concesión monopólica y ventajosa del servicio eléctrico de Buenos Aires, evadiendo
impuestos y perjudicando a los usuarios y al Estado.

El escándalo del Banco Central, que estalló en 1934 cuando se descubrió que el presidente de este,
Ernesto Bosch, había otorgado créditos millonarios a empresas vinculadas con él y con el ministro de
Hacienda Federico Pinedo, sin garantías ni controles. Bosch renunció al cargo y fue procesado por
malversación de fondos públicos.

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El escándalo del pacto Roca-Runciman, firmado en 1933 entre el vicepresidente Julio A. Roca (hijo) y el
ministro de comercio británico Walter Runciman, que establecía condiciones desventajosas para
Argentina en el comercio de carnes con Gran Bretaña, favoreciendo a los frigoríficos extranjeros y
perjudicando a los productores nacionales. El escándalo de las carnes, denunciado por el senador
Lisandro de la Torre, terminó con el asesinato del senador Enzo Bordabehere, compañero de bancada
de De la Torre, por un matón del Partido Conservador.

El escándalo del empréstito Baring, contraído en 1933 con el banco inglés Baring Brothers, que
implicaba una deuda externa de 60 millones de libras esterlinas, con altos intereses y garantías
hipotecarias sobre las rentas públicas. El empréstito fue considerado una usura y una hipoteca del
futuro del país.

El escándalo de la represión del 17 de octubre, cuando las fuerzas policiales y militares reprimieron en
1931 brutalmente una manifestación popular en Plaza de Mayo, convocada por la Unión Cívica Radical
para exigir el restablecimiento de la democracia y la libertad de los presos políticos. El saldo fue de
varios muertos y heridos, y una fuerte condena nacional e internacional al gobierno de Uriburu.

El escándalo de la intervención a las universidades, ordenada por el ministro de Justicia e Instrucción


Pública Carlos Saavedra Lamas, que pretendía eliminar la autonomía universitaria y la participación
estudiantil en el gobierno de las facultades, establecidas por la reforma universitaria de 1918. La medida
provocó una fuerte resistencia de los estudiantes y los profesores, que realizaron huelgas, asambleas y
protestas.

El escándalo de la elección presidencial, realizada el 8 de noviembre de 1931, que fue organizada por el
gobierno con el propósito de legitimar su golpe de Estado y perpetuar el poder de las fuerzas
conservadoras. La elección estuvo marcada por el fraude electoral, la proscripción de facto de la Unión
Cívica Radical y la falta de garantías para los demás partidos opositores. El resultado fue la victoria del
general Agustín P. Justo, candidato de una coalición llamada Concordancia, formada por la Unión Cívica
Radical Antipersonalista, el Partido Demócrata Nacional y el Partido Socialista Independiente. La
elección fue impugnada por la oposición y por sectores nacionalistas, que la consideraron una farsa y
una traición a la soberanía popular

Fuente: www.elhistoriador.com.ar

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