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Presentación
Universidad Autónoma de
Santo Domingo
Historia del Arte ll
Maestra: Barbara Suncar Heredia
La vanguardia en la
arquitectura del siglo XX
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¿Qué es vanguardia?
El término vanguardia ha sido uno de los más utilizados para el desarrollo
del arte en el siglo XX, sea para definir posturas ante el arte y su papel en
la sociedad, sea para ordenar el estudio de la historia del mismo siglo.
Convirtiéndose así en un fenómeno nuevo respecto a otros periodos de la
historia, importante para comprender el arte de nuestra época, y solo en
ésta aparecen expresiones como: Vanguardia en la arquitectura,
vanguardia en la música, vanguardia en el cine, vanguardia en las artes
plásticas, etc.
La vanguardia en la arquitectura en el
siglo XX más emblemáticas del siglo XX en numerosas
Las construcciones
ciudades occidentales proceden de las aportaciones del modernismo y
de las vanguardias de finales del XIX. Sin embargo, los movimientos más
significativos de la centuria se relacionan con las corrientes racionalistas
y funcionalistas del llamado Estilo Internacional y con la intuición de
arquitectos geniales, como Frank Lloyd Wright o Le Corbusier.
Entre los llamados movimientos de vanguardia se diferenciaron
numerosas corrientes, todas ellas unificadas por el deseo de
experimentación:
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La arquitectura racionalista
La contraposición al predominio de lo intuitivo de los organicistas es el
modelo rígidamente deductivo y basado en planes minuciosamente
estudiados de los racionalistas.
Entre los precursores del racionalismo arquitectónico sobresalen el
francés Auguste Perret, autor de una casa en la calle Franklin que
inspiraría posteriormente a otros creadores a la hora de aportar
soluciones en espacios reducidos, y el austríaco Adolf Loos, cuyas
edificaciones se caracterizaron por la preferencia por las formas cúbicas
y la ausencia de decoración.
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Entretanto, en 1914 se había publicado el Manifiesto de la arquitectura
futurista, firmado por Marinetti y el visionario Antonio Sant’Elia, que
anticipaba los principios de la arquitectura radical de vanguardia de los
años veinte y treinta.
Su texto contenía ideas novedosas sobre el nuevo arquitecto-ingeniero y
los avances mecánicos recientes y sobre una arquitectura sin decoración.
También especificaban que las construcciones contemporáneas no debían
inspirarse en la naturaleza, sino en la mecánica.
Exaltaban los nuevos materiales, sobre todo el hormigón y el acero;
criticaban a los arquitectos que no eran conscientes, según su punto de
vista, de las necesidades urbanas del recién nacido siglo XX y ensalzaron la
rapidez de las comunicaciones y las ventajas del transporte colectivo.
Para Marinetti y Sant’Elia, quienes, en los años diez, no desarrollaban una
arquitectura futurista, sino que miraban a Vitrubio, Vignola o Palladio
concebían prisiones de la inteligencia. Dijeron: No somos hombres de
catedrales ni palacios, sino de grandes hoteles, grandes estaciones de
ferrocarril y carreteras inmensas.
La casa futurista no tenía escalera, sino ascensores; y su origen se
encuentra en los rascacielos americanos, esas serpientes de hierro y cristal
con vistas al exterior. Según los adalides de la arquitectura futurista, las
calles de la ciudad tenían que encontrarse a distintos niveles de altura y
contar con electricidad.
En 1914 presentó en Milán La città nuova, que no llegó a construirse. En
su propuesta no aparecían maquetas ni planos, sino tipologías de edificios
transitorios y fugaces, puro reflejo de la vida moderna.
Creía Sant’Elia que la arquitectura tenía que ser generacional: cada
hornada social tenía que alumbrar desde cero su arquitectura,
destruyendo lo tradicional y teniendo en cuenta los nuevos materiales y
tecnologías. No tuvo pelos en la lengua a la hora de defender la
destrucción de edificios solemnes clásicos, teatrales y decorativos para
construir los futuristas.
Dos eran las tipologías que desarrolló: los edificios basados en astilleros
navales, enormes y grandilocuentes, que favorecían el movimiento; y los
basados en centrales eléctricas. En los dos casos incorporaba novedades
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técnicas y distintos niveles en altura para la circulación de coches, trenes y
aviones.
Los proyectos de Sant’Elia murieron con él, en 1916. Remiten
inevitablemente a su formación como ingeniero, a la influencia de la
arquitectura utópica decimonónica y al Viaje a Icaria de Cabet, novela
publicada en 1840 que ya abordaba la importancia del tráfico y su
canalización.
El otro gran arquitecto futurista, junto a Sant’Elia, fue Mario Chiattone.
Sus proyectos se caracterizan por el dominio severo de la geometría y las
líneas rectas; las suyas son composiciones monumentales con influencias
de los rascacielos y el metro de Nueva York. En 1919 se alejó del
movimiento: el proyecto Prampolini se acerca más a la arquitectura
expresionista centroeuropea.
Escuela de la Bauhaus
Fue la escuela de arquitectura, diseño, artesanía y
arte fundada en 1919 por Walter Gropius en Weimar
(Alemania) y cerrada por las autoridades prusianas
en manos del Partido Nazi.
Institución creada a partir de la Escuela de Artes y
Oficios de Weimar, fundada por Henri van de Velde.
Fue Walter Gropius quien cambió el nombre del
centro y lo trasladó a Dessau, donde se desarrollaría
el periodo más fecundo de los arquitectos y pintores
racionalistas que allí trabajaban. Junto a artistas
como Theo van Doesburg, Wassily Kandinsky o Paul
Klee, en la Bauhaus proyectaron sus creaciones Le Corbusier, capilla de Nuestra Señora
de Ronchamp, (Francia).
arquitectos como Hannes Meyer y Ludwig Mies van
der Rohe, quien ejercería una notable influencia en
posteriores generaciones de arquitectos.
En consonancia con los principios del racionalismo creó su obra otro de los grandes
arquitectos del siglo, el suizo Charles-Édouard Jeanneret, conocido como Le Corbusier. Gran
difusor de las ideas racionalistas a través de sus libros gustaba de abordar extensos proyectos
urbanísticos, como el de la Ciudad Radiante, o constructivos, como el de la Unidad de
Habitación, de Marsella. 9
Uno de los principios establecidos por la Bauhaus desde su fundación es
"La forma sigue a la función"
El edificio de la Bauhaus de Dessau de Walter Gropius es el más
emblemático de entre sus escuelas. Se despliega en varios volúmenes,
independientes entre ellos, y diseñados según la función para la que
fueron concebidos. Tiene una configuración relacionada con las
condiciones de la zona donde se ubica: limita con una calle, atraviesa otra
perpendicular a la primera y dos de sus alas contornean un cercano campo
deportivo, y se abre al ritmo de la vida urbana con sus grandes fachadas
de luminosas cristaleras. Este proyecto es considerado como la obra
maestra del racionalismo europeo.
Tel Aviv es la ciudad con más arquitectura Bauhaus. Hay más edificios
construidos al estilo Bauhaus que en cualquier otro lugar del mundo,
incluyendo cualquier ciudad de Alemania. El estilo fue llevado en los 30
por arquitectos europeos, mayormente alemanes y rusos, de la escuela
Bauhaus que huían del régimen nazi. Desde 2003, "La Ciudad Blanca" es
considerada Patrimonio de la Humanidad, y son más de 4000 los edificios
de estilo Bauhaus y estilo internacional contabilizados y sujetos a distintos
planes de restauración y preservación.
Sólo hicieron falta unos años (de 1919 a 1933) para que la Bauhaus
(nombre derivado de la unión de las palabras en alemán “Bau”:
construcción y “Haus”: casa) superara la función de cualquier centro de
enseñanza y se convirtiera no sólo en la primera escuela de diseño del s.
XX sino en todo un movimiento artístico que se convirtió en todo un
referente internacional de la arquitectura, el arte y el diseño.
Al igual que otros movimientos pertenecientes a la vanguardia artística,
los procesos políticos y sociales tuvieron gran influencia. Con el final de la
primera guerra Mundial comenzaron a surgir movimientos revolucionarios
que aspiraban provocar una renovación radical de la cultura y la sociedad
que con la necesidad de encontrar nuevos caminos en cuanto a diseño y
composición.
El objetivo de la escuela, encabezado por Gropius, era reformar la
enseñanza de las artes para lograr una transformación de la sociedad
burguesa. Su contenido crítico y compromiso de izquierda causarían su
cierre en 1933.
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Para Gropius la base del arte estaba en la artesanía: los artistas tenían que
volver al trabajo manual.
Con ella se trataba de unir todas las artes estableciendo así una nueva
estética que abarcaría todos los ámbitos de la vida cotidiana, “desde la
silla en la que usted se sienta hasta la página que está leyendo” (Heinrich
von Eckardt).
Por primera vez, el diseño industrial y gráfico fueron considerados como
profesiones ya que se establecieron las bases normativas y los
fundamentos académicos tal y como los conocemos en la actualidad
(antes de la Bauhaus estas dos profesiones no existían del modo en que
fueron concebidas dentro de esta escuela).
Uno de los principios establecidos desde su fundación fue «la forma sigue
a la función «, por lo que en arquitectura los diferentes espacios eran
diseñados con formas geométricas según la función para la que fueron
concebidos.
La Bauhaus es sinónimo de modernidad, de colores primarios, nuevas
concepciones del espacio y de la forma e integración de las artes.
La escuela tuvo su sede en tres ciudades: Weimar, Dessau y Berlín en las
que se distinguen tres etapas:
La primera etapa en Weimar abarca desde la fundación de la escuela en
1919 hasta 1923.
Desde el momento de su apertura se establecieron los objetivos de la
escuela recogidos en el manifiesto de la Bauhaus: “La recuperación de los
métodos artesanales en la actividad constructiva, elevar la potencia
artesana al mismo nivel que las Bellas Artes e intentar comercializar los
productos que, integrados en la producción industrial, se convertirían en
objetos de consumo asequibles para el gran público”.
Con la idea del arte como respuesta a las necesidades de la sociedad se
pretendía eliminar las diferencias entre artistas y artesanos además de
intentar vender sus propios productos realizados en la escuela para dejar
de depender del Estado (que hasta ese momento era quien los
subsidiaba).
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En 1923 el gobierno exigió a la escuela
muestras de lo que estaban trabajando por
lo que se realizó la Primera Exposición de la
Bauhaus.
Durante seis meses, los alumnos trabajaban
en los distintos talleres. Así, bajo la
metodología de “aprender trabajando”, se
formaban en las distintas áreas para
descubrir sus preferencias y orientarse para
su posterior formación: trabajaban con
piedra, madera, metal, barro, tejidos, vidrio,
colorantes y tejidos mientras se le enseñaba
dibujo y modelado. Aprendían las pautas Póster para la exposición de la
Bauhaus, Joost Schmidt, 1923.
básicas de diferentes oficios y el trabajo con
materiales nuevos para la elaboración de
edificios y todo tipo de objetos.
En este tiempo realizaban también un curso obligatorio “vorkurs”,
conocido posteriormente como “Método Bauhaus”, creado por el
arquitecto Johannes Itten, donde se investigaba los principales
componentes visuales en textura, color, forma, contorno y materiales.
De esta forma, al salir de la escuela, salían con una formación completa:
dibujo, modelado, fotografía, diseño de muebles, escenificación, danza,
tipografía…
Se utilizan las formas geométricas básicas (el círculo, el cuadrado y el
triángulo) junto con los tres colores primarios como base, aunque los
colores principales fueron negro, blanco y rojo.
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La segunda etapa abarca de 1923 hasta 1925.
A partir de 1923, la Bauhaus llevó a cabo un cambio de dirección con la
incorporación como profesor de László Moholy-Nagy, que supuso la
introducción de las ideas del Constructivismo Ruso y el Neoplasticismo
(movimiento artístico iniciado en Holanda con el ideal de llegar a la
esencia del arte eliminando lo superfluo).
Se abogaba por un arte comunal, basado en la idea y no en la inspiración.
De esta época datan los escritos teóricos más influyentes de la Bauhaus
como los realizados por Kandisky y Klee.
Aunque la metodología estaba basada en una “investigación de la esencia”
y un “análisis de la función”, la influencia de la estética creada por la
Bauhaus fue minoritaria y hubo que esperar a los años sesenta para que
estas ideas se popularizaran comercialmente.
En esta época Herbert Bayer, que estudió en la
escuela durante 4 años, fue el publicista más
destacado de la Bauhaus y Gropius lo nombró
director de impresión y publicidad. En 1925,
siguiendo el principio de eliminar lo superfluo y
dejar lo esencial, diseñó un estilo tipográfico en
donde eliminó las mayúsculas y las serifas,
creando una fuente geométrica, universal, cuya
versión digital recibe el nombre Architype Bayer.
Con estos principios se estableció un nuevo estilo
tipográfico y los fundamentos de la Nueva
Tipografía.
La tercera etapa transcurre desde 1925 hasta el cierre de la escuela en
1933.
La gran depresión desencadenó la necesidad del cambio de sede de la
escuela en Dessau en 1925, una ciudad industrial ansiosa por potenciar su
oferta cultural.
En esta nueva sede, la escuela se instala en el edificio más emblemático de
la Bauhaus diseñado por Walter Gropius: La Escuela Bauhaus (1925-1926),
de planta asimétrica, con pabellones a diferentes alturas y predominio de
ventanas horizontales (característico de la arquitectura racionalista).
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En esta época se llevaron a cabo grandes fiestas (generalmente temáticas:
fiesta blanca, fiesta del metal…) en cuya organización y diseño se
trabajaba durante semanas con el objetivo de fomentar el trabajo en
equipo y promover la relación entre la Bauhaus y los ciudadanos, ya que la
escuela estaba considerada como socialista y contaba con más de un
enemigo.
En 1925, debido a las continuas presiones del gobierno, Moholy-Nagy
abandona la escuela y dos años después, Walter Gropius deja la dirección
a manos del suizo Hannes Meyer.
Junto con Gropius, varios profesores abandonaron la escuela y en 1930 la
dirección pasó a cargo de Ludwing Miës Van Der Rohe.
Con la llegada de los nazis a Dessau en 1932 vino el cese de la ayuda
financiera a la institución por parte del gobierno y la escuela se trasladó a
Berlín hasta que fue ordenada su clausura el 11 de abril de 1933 por las
autoridades alemanas nazis para eliminar cualquier rastro de
“cosmopolitismo judío” y de arte “decadente y bolchevique”.
La obra de la Bauhaus en Weimar y en Dessau fue nombrada Patrimonio
de la Humanidad por la Unesco en 1996.
Tanto Miës van der Rohe como los profesores y alumnos que fueron
perseguidos por el régimen huyeron del país y se instalaron en Estados
Unidos donde siguieron con sus ideales y donde László Moholy-Nagy
estableció La Nueva Bauhaus: el Instituto de Diseño de Chicago.
La escuela de oficios y diseño Bauhaus, o Staatliche Bauhaus, es uno de los
hitos del arte moderno. Tocó las distintas áreas artísticas, aunque fue en la
arquitectura donde más influyó. Las bellas artes y la artesanía tenían el
mismo valor dentro de la producción industrial. Su significado es “Casa de
la construcción” y de ahí salieron algunas de las ideas y propuestas más
interesantes de principios del siglo XX.
No sólo fue una escuela, también se convirtió en todo un movimiento
artístico. Fue definida como “el edificio del futuro”. La razón, con ella se
trataba de unir todas las artes y ha influido en todas las vanguardias
europeas.
En la Bauhaus nacieron las bases normativas y los fundamentos
académicos del diseño industrial y el diseño gráfico tal y como los
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conocemos. Los profesionalizó, pero además lo hizo aportando un estilo
propio presente en todos los objetos usados en el día a día.
Bauhaus fue un referente mundial y aún lo sigue siendo. En ella
convergieron todas las propuestas racionalistas, desde el neoplasticismo
al constructivismo para fundirse en una metodología del diseño y el
proyecto arquitectónico. Y es que los diseños que salieron de la Bauhaus
aún siguen siendo deseados. Pero la arquitectura fue el campo en el que
más influyó. Uno de los principios era “la forma sigue a la función”. Las
formas de los edificios era geométricas que estaban inspiradas en el arte
grecolatino y del renacentista.
«La meta final de toda actividad artística es la construcción… Creemos
juntos la nueva construcción del futuro, que será todo un conjunto,
Arquitectura, Escultura y Pintura».
El edificio de la Bauhaus en Dessau está considerado como el mayor
trabajo de Gropius, la obra más emblemática del racionalismo europeo e
icono de la famosa escuela. El edificio se despliega en varios volúmenes, lo
que le aporta dinamismo, y se hizo adaptado a las condiciones de su
ubicación. Está hecho de acero y cristal y de los talleres del centro salieron
los muebles y las lámparas de la escuela y de la residencia.
La Bauhaus tenía que ofrecer más que una especialización académica para
cumplir con sus propósitos. Necesitaba nuevos métodos de enseñanza y
para Gropius la base del arte estaba en la artesanía. Estaba convencido de
que los artistas tenían que volver al trabajo manual. Por tanto, las clases
las impartían artistas y artesanos. Los profesores procedían de distintas
ramas artísticas. Entre ellos han desfilado Kandisnky, Itten, Muche, Marcks
o Klee.
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El objetivo era borrar la distinción entre las bellas artes y las artes
aplicadas. Con esta escuela, Gropius agrupaba el compromiso político, la
pedagogía moderna y la producción industrial. Las ideas socialistas de su
fundador se relacionaban con las intenciones de la escuela: reformar la
enseñanza de las artes para lograr un cambio en la sociedad burguesa.
Gropius quería estabilizar y reforzar la escuela Bauhaus impulsado por el
periodo revolucionario que vivía Alemania tras la guerra.
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LOGOS CON DISEÑO BAUHAUS
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CONCLUSIÓN
Las vanguardias artísticas de principios del siglo XX lograron abrir
las fronteras del arte, en un momento de miras estrechas y de un
arte rancio e inmovilista. Eso favoreció la expresividad de los
artistas, lo multidisciplinar. Nada suponía un límite para una obra
de arte si el artista así lo sentía, siendo una época de
experimentación y de nuevas técnicas artísticas.
Los críticos e historiadores de Arte piensan que es hoy una época
de vuelta a la calma, de asimilar el siglo XX y estabilizarse. Tras
experimentar con soluciones nuevas, las formas de expresión
tradicionales (pintura, escultura, arquitectura, fotografía)
vuelven a coger fuerza sin que ello desprecie el abanico de
posibilidades que ofreció el pasado siglo.
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BIBLIOGRAFÍ
BIBLIOGRAFÍA
Historia Universal del Arte- Arte S. XX - VV- IX, Editorial Planeta, 1994 –
A
Dirigida José Milicua.
Artículos varios, Wikipedia enciclopedia virtual.
https://www.hiru.eus/es/arte/la-arquitectura-del-siglo-xx
https://masdearte.com/especiales/arquitectura-de-vanguardia-construir-
para-una-generacion/
https://moovemag.com/2013/02/bauhaus-la-escuela-del-arte-del-diseno-
y-la-arquitectura-del-siglo-xx/
Natalia Alcalá http://www.cultier.es/bauhaus-la-primera-escuela-de-
diseno-del-siglo-xx/
El Legado de la Escuela Bauhaus. Publicado por Lorena García
ESTILO DE VIDA. Bauhaus, legado que no muere. 13-09-2009, 5:00:00 PM
Por: Alto Nivel
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