Está en la página 1de 6

Josúe 1,9 «¿No te lo he ordenado yo? ¡Sé fuerte y valiente!

No temas ni te acobardes,
porque el Señor tu Dios estará contigo dondequiera que vayas».
Isaías 41,10 «No temas, porque yo estoy contigo; no te desalientes, porque yo
soy tu Dios. Te fortaleceré, ciertamente te ayudaré, sí, te sostendré con la
diestra de mi justicia».
Timoteo 1,7 «Porque no nos ha dado Dios espíritu
de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio
propio».
Juan 16,33 «Estas cosas os he hablado para que en mí tengáis paz. En el
mundo tenéis tribulación; pero confiad, yo he vencido al mundo».
Mateo 9,22 «Pero Jesús, volviéndose y mirándola, dijo: Ten ánimo,
hija; tu fe te ha salvado. Y la mujer fue salva desde aquella hora».
Apocalipsis 21,4 «Enjugará Dios toda lágrima de los ojos de
ellos; y ya no habrá muerte, ni habrá más llanto, ni clamor, ni
dolor; porque las primeras cosas pasaron».
Salmos 21,1«Dios mío, tú eres mi luz y mi salvación; ¿de quién voy a tener miedo? Tú eres quien protege mi
vida; ¡nadie me infunde temor!».
Salmos 42,5 «¡Pero no hay razón para que me inquiete! ¡No hay razón para
que me preocupe! ¡Pondré mi confianza en Dios mi salvador! ¡Sólo a él
alabaré!»
Isaías 40,31 «Pero los que confían en Dios siempre tendrán nuevas
fuerzas. Podrán volar como las águilas, podrán caminar sin
cansarse y correr sin fatigarse».
Salmos 46,1«Nuestro Dios es como un castillo que nos brinda
protección. Dios siempre nos ayuda cuando estamos en problemas».
Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros
pecados y limpiarnos de toda maldad. 1 Juan 1:9.
Pidan y se les dará; busquen y encontrarán; llamen y se les abrirá. Porque
todo el que pide, recibe; el que busca, encuentra; y al que llama, se le abrirá.
Mateo 7,7-8.
Mas tú, Señor, Dios misericordioso y clemente, lento para la ira, y grande en
misericordia y verdad. Salmos 86:15.
Te alabaré para siempre por lo que has hecho y esperaré en tu nombre.
Porque es bueno, delante de tus santos. Salmos 52:9.
Y todo lo que pidamos lo recibimos de él, porque guardamos sus
mandamientos y hacemos las cosas que son agradables delante de
él. Juan 3:22.
Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome
su cruz y sígame. Mc 8,34.
Acerquémonos con corazón sincero, en plena certidumbre de fe,
teniendo nuestro corazón purificado de mala conciencia y nuestro
cuerpo lavado con agua pura. Hebreos 10:22.
Dijo María: Yo soy la esclava del Señor; hágase en mí
según tu palabra. Lc 1,38.
El que cubre la trasgresión busca amistad, pero el que divulga el asunto
aparta al amigo. Proverbios 17:9.
Puesto que Dios los ha elegido a ustedes, los ha consagrado a él y les ha
dado su amor. Sean compasivos, magnánimos, humildes, afables y pacientes.
Colonenses 3:13.
Te mando que te esfuerces y seas valiente; no temas ni
desmayes, porque Yahvé tu Dios estará contigo en
dondequiera que vayas. Js. 1, 9.
Deléitate también en el Señor y él cumplirá los deseos de tu
corazón. Salmos 37:4.
No temas, porque yo estoy contigo; no te angusties, porque yo soy tu Dios.
Te fortaleceré y te ayudaré; te sostendré con mi diestra. Is. 41, 10.
Porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder, de amor, y de
dominio propio. 2 Timoteo 1:7.
Cree en el Señor y serán salvos tú y tu familia. Hechos 16:31.
Sed firmes y valientes, no temáis ni os aterroricéis ante ellos, porque el
Señor tu Dios es el que va contigo; no te dejará ni te desamparará.
Deuteronomio 31:6.
Si tienes que pasar por el agua, yo estaré contigo. Isaías 43:2.
Me alegraré y me regocijaré en tu misericordia,
porque has considerado mi angustia. Has conocido a
mi alma en las adversidades. Salmos 31:7.
Él restaura mi alma, él me guía por senderos de justicia
por amor de su nombre. Salmos 23:3
Y esta es la confianza que tenemos en él, que si pedimos alguna cosa
conforme a su voluntad, él nos oye. 1 Juan 5:14.
Si ustedes permanecen en mí y mis palabras permanecen en
ustedes, pidan lo que quieran y lo obtendrán. Juan 15,7.
Tú eres mi refugio, me guardarás de la angustia, me rodearás
con cantos de liberación. Salmos 32:7.
Porque yo sé los planes que tengo para vosotros «declara el Señor»
planes de bienestar y no de calamidad, para daros un futuro y una
esperanza. Jeremías 29:11.
En todo tiempo ama el amigo, y el hermano nace para
tiempo de angustia. Proverbios 17:17.
No nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder,
de amor y de dominio propio. 2. Tim. 1, 7.
No temas, porque yo estoy contigo; no desmayes, porque yo soy tu Dios
que te esfuerzo, yo te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi
justicia. Isaías 41:10.
No temáis, manada pequeña, porque a vuestro Padre le ha placido
daros el reino. Lucas 12:32.
El Señor es mi pastor, nada me faltará. Salmos 23:1.
Y el Dios de esperanza os llene de todo gozo y paz en el creer,
para que abundéis en esperanza por el poder del Espíritu Santo.
Romanos 15:13.
A Dios nadie lo ha visto jamás; pero si nos amamos unos a otros,
Dios está entre nosotros. 1 Jn 4,12.
El odio despierta contiendas, pero el amor cubre todas las faltas.
Proverbios 10:12.
Os doy un mandamiento nuevo: que os améis unos a otros. Como yo os amé que así
también vosotros os améis mutuamente. En esto reconocerán todos que sois mis
discípulos, si os amáis unos a otros. Juan 13: 35-35.
El amor debe ser sincero. Aborrezcan el mal; aférrense al bien. Romanos 12:9.
El segundo es éste: «amarás a tu prójimo como a ti mismo.»
No hay otro mandamiento mayor que éstos. Marcos 12:31.
Sobre todo, ámense los unos a los otros profundamente,
porque el amor cubre multitud de pecados. 1 Pedro 4:8
Y ahora permanecen la fe, la esperanza y el amor, estos tres; pero el
mayor de ellos es el amor. 1 Corintios 13:13.
¿Con qué limpiará el joven su camino? Guardando tu palabra. Salmos
119:9.
Jesucristo es el mismo ayer, y hoy, y por los siglos. Hebreos 13:8
Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá. Mt. 7, 7.
Nosotros le amamos a él, porque él nos amó primero. 1 Juan
4:19.
Pon tus preocupaciones en las manos de Dios, pues él tiene
cuidado de ti. 1 Pedro 5,7.

También podría gustarte