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Copia de Tesario de Estudio Con Numeracion Corregida
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NOTA INTRODUCTORIA:
1) El presente temario constituye una pauta tanto para los alumnos como para los
profesores, en lo referente a la preparación del examen para obtener el Bachiller en
Teología. Tomados en su conjunto abarca una selección de temas que se estiman
indispensables para una visión global de la teología. Por lo tanto, los alumnos deben
cuidar de abarcar todo este temario a través de los cursos mínimos y optativos del
propio estudio. Por su parte los profesores y el director del curriculum lo tendrán
también en cuenta.
2) Sin perjuicio de las especializaciones bien claras de algunos temas, en cada uno de
ellos hay dimensiones escriturísticas, patrísticas, magisteriales y de síntesis teológica.
Hay, asimismo, condicionamientos históricos y canónicos y perspectivas ecuménicas y
pastorales. De todos estos niveles debe responder el candidato, en la medida en que
corresponda.
5) Para los exámenes de grado los candidatos pueden servirse del texto de la Sagrada
Escritura, del Enchiridion Symbolorum y del texto de los documentos del Vaticano II.
6) Los candidatos deben ser conscientes de que, siendo el Bachiller un grado que
habilita para enseñar teología, el defecto grave y sustancial en la respuesta a un tema
determinado reviste tal importancia que puede llegar a causar signo negativo a todo el
examen no obstante la positiva calidad de otras respuestas.
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I. TEOLOGÍA FUNDAMENTAL:
3) El don de la fe como respuesta del hombre a Dios que se revela. La fe es una entrega
total y libre a Dios, la cual es posibilitada por la gracia del Espíritu Santo. Ella hace
asentir libremente a lo que Dios revela. Si en el plano humano la fe tiene una estructura
interpersonal, también la fe cristiana posee esta estructura en un nivel infinitamente
más profundo: Dios es un fundamento (credere Deo), es su objeto (credere Deum, o las
"verdades de la fe") y es la persona a quien el creyente se entrega (credere in Deum).
5) La Escritura es la Palabra de Dios en cuanto escrita por inspiración del Espíritu Santo.
Significado de esta inspiración. En qué sentido todo el contenido en la Escritura es
verdadero (veritas salutaris). Interpretación y sentido de la Escritura. El canon de los
libros sagrados. Significado de la canonicidad.
11) Dios Padre de nuestro Señor Jesucristo. Dios Padre del Hijo Unigénito y eterno a
quien envía al mundo. La Palabra hecha carne es la manifestación del Dios invisible.
Jesucristo, según los testimonios del Nuevo Testamento, es Hijo de Dios y Dios de Dios.
Relaciones entre el Padre y el Hijo.
12) Dios envía a su Espíritu, que es dado también por Cristo. El Espíritu, de Yavé del
Antiguo Testamento y el Espíritu Santo del Nuevo Testamento. El Espíritu de Jesús
según los Sinópticos, los Hechos y san Pablo. El Espíritu de la Iglesia según san Pablo;
activo en la misión apostólica y en la fe en el Señor Jesucristo; formando la comunidad
mediante sus dones ordinarios y extraordinarios; haciendo de cada creyente un ser
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auténtico, verdadero hijo de Dios. Es el Espíritu de libertad y de vida, que nos une y nos
asemeja a Cristo. Función escatológica del Espíritu. El Espíritu como persona en el
Nuevo Testamento. Textos y fórmulas trinitarias en el Nuevo Testamento, como
síntesis de la fe en la Trinidad de la Iglesia primitiva.
15) Por lo tanto, se dan en Dios dos procesiones, cuatro relaciones reales inmanentes,
de las cuales sólo tres se hallan en mutua oposición y son, así, realmente distintas entre
sí. Estas son las tres Personas o hipóstasis divinas. Las tres divinas Personas
inexistentes entre sí (perijoresis) y las tres conjuntamente operan hacia afuera (ad
extra). Al orden de las procesiones intradivinas corresponden las misiones en el tiempo.
Experiencia del Dios trino como fundamento histórico del cristiano en la fe.
16) La creación. La enseñanza del Antiguo y del Nuevo Testamento. Según la doctrina
de la Iglesia todos los seres son creados por Dios de la nada, por su omnipotencia y con
suma libertad. El mundo no es eterno sino que ha sido creado en el tiempo.
Dios, Señor del universo, conserva y gobierna, con providencia, todas las cosas y
concurre a todas sus acciones. Dios crea por amor a fin de comunicar su bondad y su
gloria.
Creación y evolución.
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El Padre lo ha creado todo por el Hijo en el Espíritu Santo, y de la misma manera todo se
conserva. La huella trinitaria se da en toda la creación, pero especialmente en el
hombre que es, en sentido eminente, "imagen de Dios".
17) El hombre es una unidad sustancial de cuerpo y alma espiritual. Es criatura racional,
libre e inmortal. Su destino y su misión personales se orientan a Dios mismo. Es un ser
social y solidario con los demás hombres. Especialmente por el trabajo continúa y
perfecciona la obra creadora de Dios.
20) El pecado. Doctrina bíblica sobre el pecado en general: ruptura de la alianza con
Dios; ofensa contra el amor del Padre, aspecto social del pecado. Actos malos y
situación de pecado. Permisión del pecado por parte de Dios; lugar providencial del
pecado en la historia de la salvación del hombre. Remisión del pecado como
reconciliación del pecador con Dios y con el Pueblo de Dios.
23) Necesidad de la gracia para los actos salvíficos, también para el inicio mismo de la fe
y para la perseverancia final.
Gratuidad de la gracia. Gracia y libertad. Las distintas escuelas teológicas. Gracia eficaz
y gracia suficiente.
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24) La Gracia y el obrar humano: ética y acción en el mundo. Ética individual y social; su
vinculación mutua. La conciencia de la ley: problema de la formación de la conciencia.
Ética cristiana como respuesta a la Gracia que nos hace hijos de Dios y hermanos de
todos los hombres en Cristo.
IV. CRISTOLOGÍA:
26) El lugar que ocupa Cristo en el plan de Dios. El Hijo de Dios se hace hombre (propter
nos homines et propter nostram salutem). Cristo es el fin de todas las cosas; todo ha
sido creado por Dios en Él, por Él y hacia Él. Controversia sobre la finalidad de la
Encarnación.
30) El mysterion tes kénoseos (Flp 2,7): la operación del Espíritu Santo en la concepción
de Cristo. La assumptio creativa. La gracia de unión: aspecto creado y aspecto increado.
El Hijo como asumente. ¿Por qué sólo el Hijo? Sentencia a este respecto de san Agustín
y de santo Tomás. La communicatio idiomatum.
33) La oración de Jesús. Los datos de la Escritura acerca de lugares, tiempo, frecuencia,
modalidades, ocasiones y objeto de la oración de Jesús. Raíz profunda de la oración de
Jesús: su ser filial. ¿Se puede afirmar, en algún sentido, que Jesús tiene la fe y la
esperanza?
V. MARIOLOGÍA:
Desde el siglo V hasta el siglo XVIII: formas de la piedad mariana. Siglos XIX y XX: los
dogmas de la Inmaculada Concepción y de la Asunción. Movimiento de ideas sobre la
Mariología especialmente en la víspera del Vaticano II. Vinculación de la Mariología al
misterio de Cristo y de su Iglesia. El sensus fidelium en la evolución de los dogmas
marianos.
VI. ECLESIOLOGÍA:
42) Jesús y los orígenes de la Iglesia. Anuncio del Reino y constitución de la Iglesia.
Cuatro momentos importantes para apreciar la voluntad de Jesús con respecto a la
Iglesia:
a. La vocación de los Doce;
b. La promesa a Pedro de su rol específico;
c. La institución de la Eucaristía, y
d. Voluntad de Jesús de tener una comunidad de discípulos.
54) La eclesiología, articulación fundamental del Vaticano II. Enlace del resto de la
documentación conciliar con "Lumen Gentium" y con "Gaudium et Spes". Relación de
la eclesiología con la Liturgia, el derecho canónico, la misionología, el ecumenismo, la
moral, la sacramentalidad especial, particularmente con la Eucaristía.
VII. SACRAMENTOS:
57) Sacramentos de iniciación cristiana en la Tradición primitiva de los siglos I- IV. El rito
de la Iniciación cristiana significa la unión del bautizado con Cristo en la Iglesia y va
precedida en los adultos de la conversión del corazón y de la enseñanza de la fe. El
bautismo es un verdadero sacramento. Sus elementos, su significado y sus efectos. Su
necesidad para la salvación..
El nuevo Ordo para el bautismo de niños y de adultos. Su orientación teológica.
b. Eucaristía:
c. El sacramento de la Reconciliación:
63) Historia del sacramento de la Penitencia. La enseñanza del Antiguo y del Nuevo
Testamento: pecado, penitencia o conversión, consecuencias del pecado, el perdón
(Mt 16,19 y 18,18; Jn 20, 21-23) y el poder de perdonar los pecados.
El período patrístico. Penitencia pública y privada. Reiteración de la penitencia.
Evolución del rito de reconciliación. Desaparición gradual de la penitencia pública en
Occidente y el tránsito a la penitencia privada. Los monjes celtas. Los libros
penitenciales. La confesión a los laicos y las indulgencias.
La enseñanza de Trento. El nuevo Ordo del papa Paulo VI. Su orientación teológica.
e. El Matrimonio:
67) El Matrimonio como institución natural. Sus fines. Sus propiedades esenciales:
indisolubilidad y unidad. Lo que constituye el matrimonio: el consentimiento. El
carácter sacral o religioso del Matrimonio en la historia. Potestad de la Iglesia sobre el
matrimonio como institución natural.
68) El sacramento del Matrimonio. Enseñanza del Magisterio sobre el carácter propio y
verdaderamente sacramental del Matrimonio cristiano. Sus elementos: materia y
forma. Ministro del sacramento. Potestad vicaria de la Iglesia con respecto al vínculo
matrimonial. (Privilegium fidei; ratum non consummatum).
Efectos del vínculo conyugal. Indisolubilidad y unidad. La gracia de este sacramento.
Autoridad de la Iglesia con respecto al signo sacramental del Matrimonio:
establecimiento de impedimentos y disolución del vínculo. Sus límites.
69) Lo escatológico como una dimensión presente en toda la historia salvífica y en toda
la vida cristiana ("ya" y "todavía no") que avanza hacia el Reino definitivo de Dios.
Cristo el "eschaton", el Señor y la plenitud de los tiempos. Tiempo y salvación.
Salvación en el tiempo. Significado bíblico del tiempo y la eternidad y su diferencia con
el significado griego.
71) El Juicio Particular. Enseñanza de la Escritura. Los Padres. La sentencia de Juan XXII
como teólogo particular. Datos del Magisterio. Reflexiones teológicas sobre la esencia
del juicio particular y su relación al Juicio final.
73) El Infierno. En la Sagrada Escritura. Los Padres. Enseñanza del Magisterio respecto a
su existencia, y a su comienzo después de la muerte, a su duración eterna y a la
naturaleza de las penas.
Reflexión teológica sobre la esencia del infierno: pena de daño y pena de sentidos. El
temor en la vida cristiana.
76) El Cielo como consumación total. La humanidad consumada por Cristo y por la
fuerza del Espíritu llega al Padre. Cielo como diálogo e intimidad con Dios y con los
demás, como vida eterna, paz, gozo, gracia y premio. ¿Crecimiento indefinido?
TEOLOGÍA
FUNDAMENTAL
“La fe y la razón son como las dos alas con las cuales
el espíritu humano se eleva a la contemplación de la
verdad… el objetivo fundamental al que tiende la
teología consiste en presentar la inteligencia de la
revelación y el contenido de la fe”
Juan Pablo II (Fides et ratio)
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2) Hay una suerte de analogía, así como la gracia supone la naturaleza y la eleva,
la revelación supone y eleva la religión.
1) Mitos: creencias o narraciones sobre el origen, esto es, algo del pasado, que
fundamenta el presente y lo abre hacia el futuro.
3) Abarca toda su existencia, sus dos facetas polares individual y social, personal
y comunitario y todas sus posibilidades (palabra, gesto, signos oración...).
Sucede algo análogo que con la anterior relación, la experiencia estética está en
disposición de todos los hombres, pero requiere de ciertas condiciones que la hagan
bullir; mientras que la referencia a Dios es más básica y nuclear en la existencia, se la
puede eludir, pero sólo a cambio de deformarla en alguna suerte de idolatría.
La experiencia estética complementa la religión, la exterioriza, tanto en
expresiones finas, como en el goce del encuentro con Dios en las criaturas.
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v. Religiosidad popular:
Conclusión:
a. El acontecimiento de la revelación:
1) La revelación por la creación y conservación del Universo: La huella del Creador está
marcada en su creación (Sb 13; Rm. 1,12-23), de ahí que, pueda conocerse a Dios con
certeza a partir de las criaturas (cf. Dz 3004 y DV 3). Esta forma recibe el nombre de
revelación natural o conocimiento natural de Dios.
hombre frustre aparentemente este plan salvífico original, Dios, sin embargo, lo
llama de nuevo a la comunión en la esperanza de la salvación (Gn 3,15).
iii. Intrínseca vinculación entre revelación por los hechos y por las palabras:
a. Signos de credibilidad:
1) Antes del Vaticano II, se los consideraba sólo como motivos externos de credibilidad,
basándose en la definición del Vaticano I (Dz 3009): los milagros y las profecías son
signos que Dios da al hombre para que asienta con sus potencias humanas a la
revelación, ello complementa la acción de la gracia que es el motivo interno de
credibilidad.
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Los milagros de Jesús son signos de credibilidad que han tenido una gran
importancia para la teología y el dogma en la historia de la Iglesia:
El Vat. II (cf. LG 5), los considera como signos del Reino que testimonian a Cristo.
Como gestos privilegiados de la presencia de Dios y de su obra. La fe es supuesto para
aceptación del milagro como acto divino. En ellos se revela la persona de Cristo.
2) Además hay verdades de orden natural que no pueden ser conocidas por todos "de
modo fácil, cierto, sin mezcla de error".
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El Vat I define que "la fe es la obra por la que el hombre presta a Dios mismo
libre obediencia cooperando y consintiendo a su gracia, a la que podría resistir (Dz
3010). Para el cristiano la fe es la actitud adecuada del hombre ante la revelación; la fe
equivale a la revelación que ha llegado a su destinatario, a su meta. Fe y Revelación
constituyen el misterio del encuentro de Dios y el hombre. Dios que invita al hombre,
quien responde a su invitación.
i. La fe es una entrega total y libre a Dios, la cual es posibilitada por la gracia del
Espíritu Santo.
- Se fundamenta en la promesa.
- Es gratuita, lo primero en ella es la libre iniciativa divina.
- Implica también aventura, éxodo del hombre (Como Abraham salir de
Ur).
- Más que intelectual, existencial; no sólo conocer sino una experiencia
global.
- Dinamismo, exige esperar el cumplimiento en el futuro.
- Tiene una característica personal (ej. fe de Abraham) y comunitaria es la
fe de todo un pueblo, es la base de su identidad comunitaria.
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ii.. Necesidad de la gracia. Ella hace asentir libremente a lo que Dios revela:
En el plano humano, creemos lo que nos dicen otras personas; creemos en sus
intenciones (ej. su bondad) y nos confiamos a ellas (ej. : pactos, matrimonio). Ello nos
muestran que el creer no menoscaba ni la libertad, ni la dignidad de la persona sino que
es indispensable para la vida.
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1) Credere Deo: "Fides qua creditur". Dios como fundamento de nuestra fe,
confiamos en Él porque Él es Dios, creemos por su autoridad y no porque
seamos capaces de llegar solos a ver la verdad de lo que se nos revela.
v. La fe explícita y la fe implícita:
a. Puntos centrales:
3) Pero es la gracia la que hace ver en esos signos una vocación personal a la fe, es
decir, la razón por sí sola no llega a la fe, requiere necesariamente del auxilio de la
gracia: iluminación y fortaleza para creer.
3) Pero esto no significa que el motivo de creer esté en la "intrínseco verdad de las
cosas", sino en la autoridad de Dios que revela. De ahí que la fe sea cierta, más que
todo conocimiento humano (Dz 3008)
1) La razón es incapaz de captar por sí sola las verdades de fe. Requiere de una
iluminación especial.
3) Iluminada por la gracia y movida por ella puede avanzar en la comprensión de los
misterios de la fe. Los cuáles, sin embargo, siempre escapan de su total dominio y
comprensión.
En conclusión:
c. Problema de Lutero:
Propugna la Sola Escritura como única regla de fe, es decir, principio único de
divina determinación existencial y, sin Tradición (y Magisterio) como contextos
normativos de interpretación de la Escritura.. Todo lo demás son tradiciones humanas.
Aunque da valor a los 5 primeros siglos de tradición, considerada como incontaminada,
pero a otro nivel que la Biblia. En realidad ello obedece a la incapacidad del reformador
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d. Respuesta de Trento:
DV 9, aludiendo a Trento (Dz 1501), dice que tanto la Escritura como la Tradición
son Palabra de Dios, pues están íntimamente vinculadas y trabadas. La Escritura ha
nacido en la Tradición. Es la Tradición fijada en escritos inspirados por Dios. Nacida en el
contexto de una Tradición viva, ésta la interpreta rectamente. Incluso la misma
existencia de los libros inspirados la conocemos por Tradición.
"Están íntimamente unidas y compenetradas pues provienen de una misma
fuente, se unen al mismo caudal y corren hacia el mismo fin... la S.E. es la palabra de
Dios en cuanto ha sido escrita por inspiración del Espíritu Santo. La Tradición recibe la
palabra de Dios encomendada por Cristo y el E.S. a los apóstoles y la trasmite a sus
sucesores.
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iv. El Magisterio:
3) Servicio que:
- Ejercita en nombre de Jesucristo.
- No está por sobre la palabra de Dios, sino a su servicio.
- Por lo que sólo puede enseñar lo que le ha sido trasmitido.
5) Tipos de magisterio:
- Universal y local:
- Ordinario y extraordinario:
6) El asentimiento al Magisterio:
a. Padres de la Iglesia:
b. Teólogos:
c. Sensus fidelium:
1) Dogma es aquella verdad revelada por Dios y definida como tal por el
Magisterio de la Iglesia, a través de una declaración humanas auténticas,
autoritativas e infalibles.
2) En todo dogma hay una tensión entre sus dos polos: inmutabilidad o fidelidad
de su contenido revelado y evolución o profundización de su formulación
humana e histórica.
para remediar estas situaciones. Ello no quiere decir que esas definiciones no
requieran ser explicadas y profundizadas, sitúandolas en su contexto histórico.
5) Por otro lado, los dogmas son como ventanas que permiten mirar lejos e ir
profundizando y desplegando la verdad revelada, de modo que, se produce
realmente una evolución dogmática. No porque se cambie o aumente el
depósito de la fe, sino porque crece su comprensión y su aplicación a las
distintas situaciones y fenómenos históricos nuevos.
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TESIS 5. La Escritura es la palabra de Dios en cuanto escrita por inspiración del E.S.
(DV 5)
i. Significado de la inspiración:
a. Escritura:
b. Inspiración:
1) Definición:
La inspiración es la especial acción del Espíritu Santo, bajo cuyo impulso y
guía han sido escritos determinados libros, de tal modo que tienen a Dios como
autor y contienen su Palabra. Está también ordenada a la Encarnación: "A través
de todas las palabras de la S.E., Dios dice sólo una Palabra; su Verbo único, en
quién él se dice en plenitud". La inspiración es un carisma especial del Espíritu
Santo sobre los escritores sagrados, para que pusiesen por escrito todo y sólo lo
que Dios quería. Por eso, Dios es autor de la S.E., actuando Dios en ellos y por
ellos, contando con sus facultades y talentos humanos (DV 11).
2) Fundamento bíblico:
- A.T.: Aparece el influjo divino sobre determinados hombres (Ej. profetas) para
que obren y se expresen de un modo determinado (pero no por medio de
escritos). Es interesante reparar en los relatos de vocaciones proféticas: Is, Jr.,
Ez.
- N.T.:
- Respecto al A.T.: testimonios de que los anuncios proféticos del A.T.
provenían del Espíritu Santo. 2 P 1,16. 20-21 donde se refiere tanto a las
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- Durante los primeros siglos se utilizaban las imágenes del instrumento musical
o del dictado, pues el énfasis se ponía en la causalidad divina.
- Santo Tomás distingue entre causa principal (Dios) e instrumental
(hagiógrafo). La inspiración la concibe como aquel impulso por el cual el profeta
es impulsado por el Espíritu Santo a conocer la verdad divina (inspiración
profética).
- El Magisterio:
- El concilio de Florencia es el primero que habla de inspiración.
- Trento, la resume en: "Por dictado del Espíritu Santo" ("Spiritu Santo
dictante").
- El Vaticano I contra racionalismo la define, vinculándola con la idea de Dios
autor.
- Otros hitos:
- Providentissimus Deus que al impulsar los estudios bíblicos, siguiendo a
Santo Tomás, inspiración casi se confunde con inerrancia (León XIII).
- Divino Afflante Spiritu (Pío XII) al tratar de la importancia de los géneros
literarios, realzó el papel del hagiógrafo.
La Sagrada Escritura expone la Palabra de Dios sin error, esto es, se transmite la
Verdad. Ella entendida como verdad histórico-salvífica, esto es, Cristo. No como verdad
científico-positiva, histórica, etc. La inerrancia de la Escritura, es decir, que ella no
contiene error, está en orden a las verdades que salvan, otra cosa diferente, son las
distintas imágenes, géneros literarios, etc. que los autores sagrados toman de las
culturas donde se insertan, las cuales están sujetas a los errores propios de las
realidades mutables y temporales, pero nunca en cuanto al contenido de verdad
salvífica que trasmiten.
a. Interpretación de la Escritura:
b. Sentido de la Escritura:
La S.E. tiene 2 Sentidos diversos que es necesario tomar en cuenta para vida
cristiana:
1) "Canon": Designaba todo lo que para la Iglesia era norma imperativa. Siendo
la Escritura norma de fe y vida para la Iglesia, a partir del s. IV, se designa a la
colección de escritos sagrados como el "canon" por antonomasia.
3) Respecto del A.T. se recibió como sagrados la versión de los LXX (versión en
griego), que incluye 7 libros no conservados por la versión hebraica y algunos
textos de Est y Dn no contenidos en ella, denominados deuterocanónicos.
b. Significado de la canonicidad:
2) Escritos reconocidos por la Iglesia como inspirados (sentido pasivo). De ahí que sean
los libros canónicos "Norma non normata" para la fe de la Iglesia y para la teología.
a. Definición:
1) San Anselmo la define como "Fides quaerens intellectum", es decir, "la fe que
busca entenderse o comprenderse con la razón". El punto de partida es la fe y el
punto de llegada es el entender. La fe, en efecto, porta en sí misma un impulso a
buscar comprender lo que es su objeto. La teología es así una actividad de la fe
que busca (movida por la gracia) comprender.
2) Santo Tomás define teología como "Ciencia de Dios", cuyo objeto material es
Dios o las cosas en cuanto ordenadas a Dios, y cuyo objeto formal o punto de
vista es desde la revelación, es decir, estas mismas cosas en cuanto revelados.
Su objeto material la diferencia de las ciencias de la religión que estudian el
fenómeno religioso pero no a Dios mismo. Su objeto formal la diferencia de la
teodicea o teología natural, que estudia a Dios desde la razón natural.
c. Funciones de la teología:
3) Práctica: "Vita fidei o hacer viva la fe", buscando que responda a los anhelos
del hombre actual.. Que lleve a una opción vital, cobran especial relevancia la
pastoral, la moral y el derecho canónico.
d. Características:
a. Lo común:
b. Lo diferente:
- Aquellas que se basan en principios admitidos por una ciencia superior, que,
por tanto, descansan en principios intrínsecamente no evidentes para la razón
humana. En el caso de la Teología, la ciencia de Dios y de los bienaventurados,
cuyos principios son los principios de la fe, revelados por Dios. Así, la teología es
ciencia porque:
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1) Tiene un objeto material: Dios y las criaturas en cuanto dicen relación con
Dios.
busca comprender este misterio en cada época y cultura. De ahí que, puedan surgir y
ser coherentes con la revelación diversas aproximaciones. teológicas. La pluralidad se
diversifica aún más teniendo en cuenta la subjetividad de quien hace teología (el
teólogo), pluralidad de los destinatarios y por la variedad de métodos (positivos o
especulativos).
Todo ello fundamenta un sano pluralismo teológico, que enriquece y expresa la unidad
del misterio revelado. Pero el pluralismo no ha de ser arbitrario. Los criterios que
permiten detectar un sano pluralismo son:
1) Fidelidad al Magisterio.
sociología; política; análisis marxista; cierta exégesis (ej.: Exodo), que no pocas
veces excluyen la globalidad del mensaje revelado..
v. Teología y sabiduría:
El teólogo es ante todo un creyente, que busca entender para creer más y más
profundamente. Su búsqueda nace de su experiencia personal con Dios, uno y trino. Y
es la oración la expresión más sublime de esta experiencia.
La revelación puede se entendida como una gran oración, esto es, diálogo de
amistad entre Dios y su pueblo. El teólogo se alimenta de ella, más que un experto en la
palabra de Dios, es un orante privilegiado de ella. Siempre está en una actitud de
escucha.
Con todo, el teólogo se enfrenta siempre ante el riesgo del racionalismo,
perdiendo la dimensión mistérica de la fe que pretende entender. La oración evita la
disolución racionalista de la fe, pues vuelve sobre el fundamento de la fe, que es
siempre autocomunicación de Dios. Permite además intuir más profundamente el
misterio y dejarse guiar en el esfuerzo teológico por el Espíritu de Dios.
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1) Ateísmo científico:
Las ciencias, con todo, no responden al sentido de las cosas y a su último por
qué. Y dado los avances, cada vez más la ciencia tiene que relativizar sus
certezas (cf. El mito de la ciencia de Quintanilla).
2) Ateísmo Antropológico:
3) Ateísmo marxista:
4) Ateísmo psicoanalítico:
5) Ateísmo vitalista:
6) Ateísmo existencialista:
1) Deísta: Si bien cree en Dios como ser creador, sostiene que no tiene ninguna
relación con el mundo. Como un gran arquitecto o un relojero que nada tiene
que ver con su obra (ej. masones).
iii. Fundamentos y dimensiones del ateísmo contemporáneo: (cf. G.S. 20, 21 y 22)
Ante el ateísmo los cristianos lejos de considerarlo como sólo un adversario para
nuestra vivencia de la fe, debemos preguntarnos en qué medida somos responsables
de él (incoherencias, divorcio fe y vida). Ello nos insta a presentar el rostro auténtico de
Dios, no desfigurado en nuestra vida cotidiana y en la participación social. El testimonio
cristiano convencido es nuestra primera y mejor respuesta al ateísmo.
Para el Vaticano II el ateísmo es uno de los fenómenos más graves de hoy, que
exige ser examinado con detención. La palabra ateísmo designa actitudes tan distintas
como la indiferencia religiosa, el positivismo, la protesta contra el mal, etc. Ha de
considerarse también la culpa de los creyentes, pues son corresponsales del ateísmo,
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toda vez que ellos han ocultado el rostro de Dios con actitudes que no se adecuan a sus
creencias. De lo que se deduce que no siempre el ateo sea totalmente responsable de
su increencia. Al mismo tiempo afirmamos que, incluso los que rechazan la existencia
de Dios sin culpa propia, y son fieles y honestos a su conciencia, santuario donde el
verdadero Dios les habla, se salvan de un modo misterioso sólo conocido de la
misericordia del Padre.
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BIBLIOGRAFÍA
a. FUENTES:
4. JUAN PABLO II, Catecismo de la Iglesia Católica, Editores del Catecismo, 1993
b. TEXTOS:
2. RUIZ ARENAS, O., Jesús, epifanía del amor del Padre, CELAM, 1987
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TRINIDAD
“A causa de la unidad,
el Padre está todo en el Hijo, todo en el Espíritu Santo;
el Hijo está todo en el Padre, todo en el Espíritu Santo;
el Espíritu Santo, está todo en el Padre, todo en el Hijo”
Concilio de Florencia
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Conocimiento natural de Dios: Aquel conocimiento que se tiene de Dios, a partir de las
huellas que el Creador ha dejado impresas en sus criaturas por medio de la razón
natural.
Existe una relación entre conocimiento natural y revelado de Dios. Se diferencian por
los principios que utilizan, mientras el conocimiento natural por la razón, partiendo de
las cosas creadas, el conocimiento revelado por la revelación, esto es, Dios se ha dado a
conocer. De ahí que el conocimiento natural es un conocimiento de Dios en sí mismo,
como principio y fin de la creación. Conocimiento real, pero muy lejano e imperfecto;
mientras que el conocimiento revelado lo es, acerca de verdades que superan nuestra
capacidad. Más aún si se piensa que estas verdades son personas. El conocimiento
natural está al servicio del conocimiento revelado. Es el presupuesto antropológico de
la revelación: capacidad natural para que el hombre pueda conocerle cuando se revele.
- Diversas posturas:
2) "Es posible":
a. En la Escritura:
b. En el Vaticano I:
1) Se condena a Arrio, que afirmaba Dios está por sobre todo conocimiento, incluso del
Verbo.
2) Se condena a la gnosis, que afirmaba que sólo algunos pueden acceder a este
conocimiento.
Tanto el A.T. (cf. Job.) como el N.T. saben que Dios es más grande que el
pensamiento humano. Ello queda claro del análisis de 1 Co 13,12:
Lo mismo afirma la Tradición, así concuerdan los Padres (cf. Gregorio de Nisa y
Dionisio Aeropagita). El Magisterio lo afirma expresamente en el concilio Lateranense
IV (Dz. 800) y Vat. I (Dz. 3001), usando términos equivalentes como "incomprensible",
"inefable". Con todo, el conocimiento natural de Dios es verdadero, aunque lejano. Así
afirma el concilio Lateranense IV(cf. Dz. 432) que "no puede afirmarse tanta semejanza
entre el Creador y la criatura, sin que haya de afirmarse mayor desemejanza". Sto.
Tomás que "de Dios sabemos más lo que no es, que lo que es".
b. Tareas de la razón:
Entender lo que se cree, para profundizar más y así creer más (función teológica
o interna). Entender lo que se cree para dar razón de la propia esperanza, tanto para
defender la propia fe como para comunicarla a los demás (función apologética y
misionera).
1) Analogía de atribución:
- Analogía de la fe:
Dios, al revelarse, ha usado palabras humanas, las cuales han adquirido una
mayor riqueza de contenido. Por ejemplo, Dios es Padre y todo lo que la revelación nos
dice de la paternidad divina. También significa la analogía de la fe que se puede
comprender con mayor hondura una verdad revelada, comparándola con otros datos
de la revelación. El Vat. I (cf. Dz. 3016) une estas dos analogías. K. Barth, las
contrapone, acepta sólo la "analogía fidei".
b. El monoteísmo en el Éxodo:
1) Se constituye Israel como una nación (de "am" o clan familiar pasa a ser "goy"
o pueblo).
2) Yavé actúa a través del rey, en el Templo y es Señor de la historia y creador
del universo (2 S 7,14).
siquiera dioses" (Jr 2,11), sino "seres inexistentes" (Jr 5,7). Así, el paso es de un
monoteísmo práctico, es decir, que Yavé era más poderoso y pedía culto
exclusivo, a uno también teórico.
2) El Dios de Israel es el único Dios, creador del mundo, que lo gobierna y guía
hacia su plenitud escatológica (Gn 1,1-2,4a; Ez 37,12ss).
3) El paso se da con los profetas y por el culto sinagogal que pretende
salvaguardar identidad, ante peligros de sincretismo religioso.
4) La literatura sapiencial reforzará la misma idea en dos sentidos:
b. Dios con los hombres: Personal, familiar y cercano al hombre, liberador, aliado, tiene
un pueblo, lo dirige, fiel...
"Celo" viene de una raíz hebrea que indica el rojo del rostro apasionado. La
característica del celo es el exceso de amor y pasión:
1) Los celos de un Dios único: Dios exige adoración exclusiva, porque es "celoso"
(Ex 20).
iii. La Alianza:
3) YHVH:
2) Dios-Padre: Ama a Israel como a un hijo querido, aún más que una madre a su
criatura (Is 49,15). Primero se revela Yavé como padre del Pueblo (metáfora)
pues es su creador (Sal 103); luego como padre del rey y su descendencia (2 S
7,14) y; finalmente como padre del Mesías (Is 7,14) o Hijo del hombre (Dn 7,14)
pero en un sentido más íntimo y personal (esfera divina).
3) Otras imágenes: La del amor del pastor por su rebaño (Sal 22, Ez. 34); el del
viñador por su viñedo, etc.
a. El ángel de Yavé: En los textos más antiguos (cf. Gn 16,7), significaba el mismo Dios
en la forma visible en que se aparece a los hombres (teofanía). Más adelante, el ángel
irá cobrando autonomía como mensajero, ya sea de la venganza (cf. ángel
exterminador), ya sea como protector (cf. Rafael y Tobías).
x. La Trinidad en el A. T.:
b. Los Padres interpretan trinitariamente una serie de textos del A. T.: plural divino (Gn
1,26); tres ángeles a Abraham (Gn 18); trisagio de Isaías (Is 6,3); triple bendición
sacerdotal (Nm 6,24-26). etc.
a. El Mesías - Rey es el prototipo del Mesías. La raíz histórica está en las promesas
hechas a David (2 S 7,14). Consistía más en una época anunciada (reinado) que en un
personaje histórico determinado (rey de un reino). Tuvo el siguiente desarrollo:
c. Profeta escatológico surgirá después del exilio, ante el desengaño respecto del rey y
del culto. Será una mediación carismática, con un primer nivel con el Profeta y su
palabra fuerte y eficaz (cf. Dt. 18, 18). Y con un segundo nivel con el Mesías Servidor,
escogido por Dios , ungido por el Espíritu, que sufre vicariamente por salvar a los
demás (cf. Is. 51, 1-3 y Lc. 4,4).
1) Jesús anuncia en su predicación al mismo Dios del A.T. (cf. Mc 12,26. 37,etc.).
2) Este Dios se ha hecho presente entre los hombres en el ministerio de Jesucristo: Lc.
7, 16, "Dios ha visitado a su pueblo".
6) En la cruz, se revela el Padre con mayor plenitud, su amor infinito que nos entrega lo
más preciado. ¿Dios sufre? No en cuanto defecto de su naturaleza. Sí, por la perfección
de su amor, que lo lleva a compadecerse del dolor de la criatura.
8) El envío del Espíritu Santo, don del Padre dado a la comunidad de su Hijo después de
su muerte. Manifiesta la conciencia de Jesús de su íntima unión con su Padre (Jn 17).
a. Escuela paulina: "Dios y Padre de Nuestro Señor Jesucristo" (1 Ts 1,1; Ga 1,3; 1 Co 1,3).
b. Escuela Joánica:
1) El N.T. continúa la fe monoteísta del A.T. (Mc 12,29-32), enfatiza que viene a
darle cumplimiento a la ley, sobre todo al mandamiento principal. San Pablo
acentúa que "no hay más que un Dios" (1 Co 8,4-6).
2) Jesús no predica la Trinidad en cuanto tal; pero al predicar la llegada del Reino
de Dios, Él se presenta como Hijo de Dios y promete el envío del Espíritu Santo.
De esa forma manifiesta la vida tripersonal del Dios Uno. (jn 1)
72
El N.T. profundiza en la ira de Dios, que brota del celo de Yavé. Pero lo matiza
con la redención vicaria de Cristo que satisface por nosotros (Rm 1,18 ss). Los
incrédulos y paganos son objeto de la cólera divina, pues son inexcusables por el
desprecio a Dios, por no haberle conocido por sus obras. Sin embargo, en Rm. 3, 9, el
apóstol nos advierte que, pese al conocimiento natural de Dios, somos justificados sólo
por la sangre de Cristo. Sólo así, seremos libres de la cólera. (Dz 3004)
"Disposiciones por las que Dios conduce con sabiduría y amor a sus criaturas
hacia su fin último".
Hay diversos textos del N.T. que enseñan que Jesucristo es el Hijo de Dios y es
Dios mismo: Jn 1,1. 18; Rm 9,5; Col 1,15.19. Nos muestran que ya en la primera
generación cristiana había conciencia de la pertenencia de Jesús al misterio de Dios.
a. En lo que hace y padece Jesús, hay una manifestación de su ser que se corresponde
con las palabras que dice y se dicen sobre Él. ¿Cuáles son estos hechos de la vida de
Jesús?
1) Predicación del Reino: Se va identificando con el mismo Jesús (cf. Mt.12, 28),
de modo que la aceptación o rechazo de Jesús coincida con la aceptación o
rechazo del Reino. (cf. Lc.9, 23 -26).
2) La autoridad de Jesús: Superior a la de los otros; se manifiesta en el "Yo os
digo", en los milagros (Mc. 1, 27), en el perdón de los pecados (Mc. 2, 7) y sobre
todo en su libertad frente a la ley.
3) Libertad frente a la ley: Señala que ha venido a cumplirla (cf. Mt. 5), pero la
supera, en especial con su actitud respecto del sábado y a la pureza de los
alimentos (Mt. 7, 19). En el fondo, hay un criterio superior a la ley: Jesús mismo
(cf. Mc. 2, 28: "el Hijo del Hombre es señor del sábado").
4) Invitación al seguimiento: Tan radical, que supone reconocer a Jesús como
Dios.
5) Las parábolas: Estilo más original de Jesús. El mismo está incluido en ellas (Ej.
el novio al que esperan 10 vírgenes; el sembrador). Muestran la conciencia de
Jesús de pertenecer a las acciones de Dios.
6) Relación con el Padre: "Abba": Esta familiaridad nos revela la autoconciencia
de Jesús y el secreto de su ser. La distinción que hace entre "mi Padre" y
"vuestro Padre" indica que la relación de Jesús con su Padre es única e
intransferible.
7) Muerte y resurrección: Manifiestan plenamente la filiación. En la cruz, Jesús
vive hasta el extremo su obediencia filial (cf. Lc. 23, 46; Getsemaní).
8) Este recorrido nos manifiesta como toda la vida de Jesús revela su ser más
íntimo: La filiación divina. Esta verdad será plenamente comprendida por los
discípulos después de la resurrección.
1) El uso del término "Abba"(Mc 14,36) propio del trato íntimo y coloquial de un
hijo con su papá, ello es una novedad respecto del A.T.
75
2) La distinción que hace entre "mi Padre y vuestro Padre"(Jn 20,17), muestra su
relación absolutamente original con su Padre.
3) La voz del Padre en el N.T. "Este es mi Hijo Amado"(Mc 1,11. 9,7), confirma
esta relación.
a. Unigénito: Hijo único. Desarrollado por Juan: cf. 1, 14. 18; 3, 16. 18.
b. Preexistente:
1) San Pablo: Col 1,15-20: "todo fue creado por Él"; "él existe con anterioridad a
todo"; Ef. 1, 3-14: Nuestra elección y filiación es el centro de la creación; ella está
ordenada a la salvación en Jesús.
2) San Juan: Prólogo; Jn. 8, 24: "Antes que Abraham existiera, Yo soy".
c. Enviado al mundo:
iv. Jesucristo según los testimonios del N.T., es Hijo de Dios y Dios de Dios.
Jesús es Dios, no sólo porque 6 textos del N.T. expresamente lo diga o sino
también porque se desprende de su vida y palabras intrínsecamente unidas: de su
predicación con autoridad (Mt 5,22), actitudes para con los pecadores y débiles (Jn 8,1-
11,; Lc 15), sus milagros, la elección de sus discípulos, etc.
Jesús en su resurrección, ha sido constituido Hijo y Señor. Pero no significa esto que
no lo fuera antes. En realidad, se destaca que es a través de la muerte y resurrección
como Jesús ha manifestado su verdadero ser: Hijo del Padre.
El mismo sujeto es el que "siendo de condición divina." se hizo "esclavo". San Juan
lo enseña en el prólogo con mayor claridad "En el principio existía el Verbo...y el
Verbo era Dios...y puso su morada entre nosotros". De ahí que la preexistencia va
unida a la encarnación. Los sinópticos lo expresan de algún modo en la concepción
virginal.
a. El núcleo de las relaciones de paternidad y filiación está dado por el Espíritu Santo
común al Padre y al Hijo. Este Espíritu establece relaciones de conocimiento y amor: "El
77
Padre ama al Hijo" (Jn. 3, 15), "le muestra todo lo que Él hace" (Jn. 5, 20) porque "nadie
conoce al Padre sino el Hijo" (Mt. 11, 27).
1) El Hijo depende del Padre, "no puede hacer nada por su cuenta" (Jn. 5, 19).
2) El Hijo obedece al Padre: "Me ha sido dado todo poder..." (Mt. 28, 17).
4) El Hijo vive para el Padre, "mi alimento es hacer la voluntad del que me ha
enviado" (Jn. 4, 34).
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TESIS 12. Dios envía el Espíritu Santo, que es dado por Jesucristo
Jesús promete enviar el "Espíritu del Padre" (Mt 10,20); Pablo habla de cómo se
es santificado por el "Espíritu del Hijo" (Ga 4,6). Es enviado por el Padre y por el Hijo (Jn
15,26).
Pues está en íntima relación con ellos, es tan personal, que no puede no ser
Dios: "Espíritu de Dios" (Mt 3,16, Rm 8,14). Todo lo que tiene el Padre lo tiene el Hijo (Jn
16,5; Lc 10,22). Tanto el Verbo como el Espíritu están junto a Dios (Jn 1,1. 15,26). El
Espíritu escucha las palabras del Hijo, acogiéndolas plenamente (Jn 16,13).
iii. El Espíritu Santo en los Sinópticos, en los Hechos y en San Pablo; activo en la misión
apostólica y en la fe en el señor Jesucristo; formando la comunidad mediante sus
dones ordinarios y extraordinarios; haciendo de cada creyente un ser auténtico,
verdadero hijo de Dios:
1) Presencia del Espíritu en Jesús: Más que una fuerza que le adviene en ciertos
momentos claves, se trata de una plenitud de presencia que es permanente, "el
Espíritu del Señor está sobre mí..." (Lc 4,18). Le permite hacer milagros (Mt. 12, 28).
Los evangelios destacan esta presencia en los momentos decisivos de la vida de
Jesús: encarnación, bautismo, tentaciones, comienzo de la predicación, etc. Ello
responde la pedagogía de los evangelistas que unen siempre la misión del Espíritu a
la del Hijo.
2) Jesús habla pocas veces del Espíritu Santo (cf. Mt 12,28; Mc 3,28-30); pero en
éstas, manifiesta su conciencia de haber recibido la plenitud del Espíritu Santo.
b. San Juan:
c. En los Hechos:
d. En San Pablo:
iv. Espíritu de libertad y de vida que nos une y nos asemeja a Cristo:
c. Fórmulas litúrgicas:
- "Bautizar en" significa introducir en, esto es, incorporar con significado
salvífico.
- "En" ("EIS"): Sentido dinámico, direccional, esto es, hacia una persona.
Se usa en el Credo: Padre, Hijo, Espíritu Santo.
- "El nombre": en singular, pero al mismo tiempo son tres, se quiere
resaltar unidad.
- Las tres personas están en sentido absoluto: "el" Padre; "el" Hijo; "el"
Espíritu Santo, es decir, emplea el mismo idioma de Jesús.
- Ello refiere a la igualdad de las tres personas, aunque ordenadas en una
cierta jerarquía.
- Con ello se afirma la personalidad del Espíritu Santo.
e. Fórmulas en la Liturgia y oración trinitarias: cf. Ef. 3, 14-l7; 2 Co. 13, 13.
b. Absolutización de la monarquía:
1) Se niega personalidad del Hijo y del Espíritu Santo, son sólo meras
manifestaciones del único Dios, es decir, distintas formas de modalismos.
2) Se atribuye al Hijo y al Espíritu Santo una verdadera personalidad, pero
fuera de los límites de la divinidad, seres que han sido divinizados o eones
que conviven con el dios supremo.
a. Fórmulas litúrgicas:
1) Gnosticismo: Varios movimientos gnósticos, así por ejemplo, unos hacen una
distinción entre el Dios del A.T. y del N. T. (Marción), otros dicen que Cristo no es
Dios sino una fuerza divina (eón).
Será por la "regla de la fe" que los primeros Padres consiguen mantener, contra
los errores, la fe trinitaria, y la reflexionan y profundizan. La fórmula bautismal (Mt 28)
se transformará luego en fórmula eucarística ("Gloria al P, H y E.S."), y después en
fórmula para profesar la fe: La "regla de la fe", el origen del símbolo de la fe o credo.
85
El objetivo que persiguen las teologías trinitarias es mostrar que la unidad divina
no está amenazada por confesar la divinidad del Padre, Hijo Espíritu Santo.
a. El Macedonianismo es semiarrianismo:
Ante la falta de claridad acerca de la naturaleza del Padre y del Hijo, partidarios
de Arrio interpretarán el concilio siguiendo a su maestro. Así entenderán por
"homoousios" como semejanza según la sustancia. Entonces se vuelve al error, pues el
Padre y el Hijo son sólo semejantes (Aecio y Eunomio). También se les llama
neumatómacos, es decir, enemigos del E.S. pues algunos si bien reconocen la divinidad
del Hijo desconocen la del Paráclito. (pneumatómacos)
San Basilio, San Gregorio de Nisa, San Gregorio Nacianceno; serán quienes
defenderán la fe Nicena contra la herejía, haciendo valiosos aportes al dogma trinitario.
La conclusión será afirmar: Una substancia o esencia (ousía) en tres subsistencias
(hipóstasis).
Surgen hacia el 360, cuando herejes afirman que el Espíritu Santo es criatura.
Tiene tres raíces:
3) Trópicos: El Espíritu Santo es una figura (tropos), con que el Padre se comunica
con los hombres.
Serán condenados en el Sínodo de Alejandría (362) por el Papa Dámaso I (374) y por
el Concilio I de Constantinopla (381).
a. Triteísmo:
nadie lo haya profesado, sino más bien era una posibilidad en la que se podía caer si se
afirmaba demasiado la distinción de las personas divinas, olvidando su unidad.
1ª Parte: Mostrar que la fe de la Iglesia (Nicea) la unidad del Padre, del Hijo y del E. S.
coincide con el testimonio de la Escritura, tanto del A. T., como del N. T.
2ª Parte: Especulativa, comprender con la razón cómo puede ser esto. Lo hará,
explicando 3 términos: "Sustancia", "lo relativo" y "persona". Luego, en lo que es
quizás su mayor originalidad, busca comprender la Trinidad en base a imágenes
tomadas de la naturaleza, y en especial, del hombre: la Trinidad "psicológica". La
imagen más preciada es el "amor": "si ves el amor ve la Trinidad: En el amor se
requieren tres: el amante (Padre), el amado (Hijo) y el amor (Espíritu Santo), pero en
tanto nadie ama lo que no conoce, el conocimiento es principio de unidad de los
tres. Así, son tres, pero al mimso tiempo uno”. De Trinitate IX.
1) Diversidad pacífica: En occidente, el E. S., Don recíproco del Padre y del Hijo (de la
voluntad); el Padre: Único principio de la divinidad, engendra al Hijo, y de ambos
procede el Espíritu. En oriente: El Hijo es la Palabra del Padre, pronunciada junto con
el Espíritu; el Padre es el único principio de la divinidad; el E.S. procede del Padre por
el Hijo. La Escritura puede interpretar rectamente por ambas tradiciones.
1) El E.S. es (procede) eternamente del Padre y del Hijo. Tiene su esencia y ser
subsistente del Padre y del Hijo.
2) Procede eternamente del Padre y del Hijo como de un único principio y única
espiración. Aunque el que proceda del Hijo, lo tiene el Hijo del Padre, quien se lo dio
al engendrarlo.
3) Todo lo que es o tiene el Padre, no lo tiene de otro sino de sí mismo, como
principio sin principio. Lo que es o tiene el Hijo, lo tiene del Padre, como Principio de
principio. Lo que es o tiene el E.S., lo tiene del Padre y del Hijo, pero como de un solo
principio.
4) Los tres no son tres principios de las criaturas, sino un solo principio.
5) La introducción del "Filioque" en el Credo fue realizada a causa de la situación por
inminente necesidad, lícita y razonablemente.
90
x. El Concilio Vaticano I frente a los errores del siglo XIX, en especial el panteísmo y
materialismo:
b. En los documentos del Concilio, no hay un estudio especial sobre el tema, pero su
espíritu trinitario está siempre presente, vivificando cada tema y renovándolo desde
dentro. Con el Concilio, la Trinidad deja de ser un "tratado" y se convierte en fuerza
generadora de la vida de la Iglesia y de cada hombre:
a. K. Rahner:
Karl Rahner es uno de los grandes impulsores de los estudios trinitarios. Uno de
sus grandes aportes (que está en el Concilio): Tratar el misterio en su dimensión
histórica- salvífica.
Su tesis fundamental: Identidad de la "Trinidad económica" y la "Trinidad
inmanente". Esto es, conocemos la Trinidad en sí misma (ad intra) a partir del
conocimiento que tengamos de como se ha manifestado en la historia de la salvación,
"ad extra" (Ej.: Conocemos "unión hipostática", ello nos manifiesta algo exclusivo del
ser del Verbo "ad intra", su capacidad de recibirlo todo, luego, sólo la 2ª persona podía
encarnarse, en contra de Santo Tomás que afirmaba dada la omnipotencia divina
cualquiera podía hacerlo). Su teoría ha planteado diversos problemas: Ej. 1)
Difuminación de "persona" no incluiría la conciencia. 2) La constante
autocomunicación de las personas divinas al hombre.
c. La inmutabilidad divina:
¿Puede sufrir el Padre ante la muerte de su Hijo? Se descubre que sí, sin que esto
signifique imperfección, la causa de su sufrimiento no es ni la debilidad ni el pecado, al
contrario es el amor (cf. J. Galot, W. Kasper).
92
Misterio es una verdad desconocida por la razón, pero que podría conocerla.
Ahora bien misterio en sentido estricto se refiere a una verdad desconocida, que la
razón no puede conocerla por sí sola, sino que requiere que le sea revelada. Y una vez
revelada no alcanza de ella plena luz, pues su comprensión sigue siendo oscura para su
potencialidad cognocitiva. Pero no por eso es irracional, pues la razón puede avanzar
en su comprensión.
1) La Trinidad sólo puede ser conocida por revelación. La razón por sí sola no puede
conocerla. Las teorías de las razones necesarias (cf. San Anselmo, Ricardo de S. Victor)
son sólo razones de congruencia, que presuponen que la doctrina de la Trinidad ya ha
sido revelada. Se opone al error de Günther, quien intentaba deducir la Trinidad por la
sola razón, analizando la conciencia divina (aplicando la filosofía de Hegel).
3) La razón, expresa el sentido del dogma, lo explica por analogías y refuta objeciones.
Pues todo misterio en sentido estricto es suprarracional, pero no irracional (cf. Dz
3017).
ii. En el misterio de la Trinidad afirmamos el único Dios es tres personas, que tienen
una misma naturaleza divina y que son, por lo tanto, iguales en poder y en eternidad.
3) Lo común a los tres es la esencia o substancia divina. Pero se distinguen las tres
personas realmente entre sí.
2) El Hijo subsiste, en cuanto recibe eternamente del Padre la naturaleza divina, por
generación: El Hijo, engendrado de la substancia del Padre. Procede del Padre por
generación. Junto con el Padre, es principio del Espíritu Santo (cf. L.G. 3).
3) El Espíritu no es engendrado, sino que procede del Padre y del Hijo por espiración,
como de un solo principio. El Espíritu Santo no es engendrado ni no engendrado.
Procede del Padre y del Hijo, pero no como de dos principios, sino de un solo
principio. El Espíritu Santo procede del Padre y del Hijo por vía de espiración, que es
común al Padre y al Hijo (un sólo principio) (cf. L.G. 4).
94
Santo Tomás parte de la fe de la Iglesia. Esta nos enseña que en Dios existen dos
procesiones inmanentes: La generación del Verbo (Nicea) y la procesión del Espíritu
Santo (Constantinopla I).
- "ad extra": Todas las cosas proceden de Dios, en cuanto causa primera.
- "ad intra": Origen de una persona divina de otra por la comunicación de la
esencia divina.
2) Estas dos procesiones son la razón de que se den en Dios, tres personas realmente
distintas.
4) Santo Tomás para comprender estas procesiones busca en las cosas creadas una
cierta semejanza. Así, va a encontrar en la criatura racional, dos procesiones
inmanentes: Una, en el acto de conocer (se engendra una "noticia" o "verbo" de lo
conocido), y otra, en el acto de amar (el impulso hacia lo amado).
4) Pero existe el accidente "relación", que no inhiere en la sustancia en sí, sólo la refiere
a otro, es un "esse ad".
iii. De las cuales sólo tres se hallan en mutua oposición y son, así, realmente distintas
entre sí: Las tres Personas divinas
1) Relaciones opuestas entre sí: Son aquellas que sus términos son realmente
distintos entre sí. Todas las relaciones divinas son opuestas, salvo la espiración
activa, pues el Padre y el Hijo tienen en común el espirar, dar origen al Espíritu Santo,
es eso no se diferencian entre sí.
d) Distinción entre substancia y relaciones divinas: Es de razón (no real), pero con
fundamento "in re".
e) Principio fundamental del dogma trinitario: "En Dios todo es uno, mientras no
exista oposición relativa". (cf. Florencia). DZ 1330-1333
Una nota peculiar que conviene únicamente a una divina persona y distingue a
ésta de las otras dos: innascibilidad y Paternidad son nociones del Padre; Filiación del
Hijo; Procesión del E.S.; y Espiración del Padre y del Hijo.
vi. Y las tres (divinas personas) conjuntamente operan hacia fuera (ad extra):
Todas las operaciones divinas 'ad extra' son comunes a las tres divinas personas
(cf. Letrán IV y Florencia): Las tres personas constituyen un único principio de todas las
cosas (no tres principios). La razón está en que la naturaleza divina es el "principium
quo" (principio por el cual) de su actividad.
Sin embargo es posible la apropiación de alguna de estas operaciones a una de
las tres personas divinas. Es un modo especial de predicar de una sola persona divina
un atributo u operación divina común a las tres, en razón a cierta afinidad con la
propiedad de tal persona. Ej. Al Padre la creación: Padre creador.
a Hay una cierta relación del enviado respecto al que envía. En Dios, por la identidad
sustancial, es una dependencia sólo de origen.
97
c. Las misiones temporales reflejan el orden de origen de las personas divinas: El Padre
envía, pero no es enviado, El Hijo es enviado y envía, el Espíritu Santo es enviado, pero
no envía.
1) Visibles: Por medio de una criatura (Ej.: Hijo asume la naturaleza humana por
unión hipostática; Espíritu Santo toma formas de criaturas, como signos de su
presencia).
ix. Experiencia de Dios Trino como fundamento histórico del cristiano en la fe.
c. Enseña San Agustín: "Nadie ama lo que no conoce". Ciertamente. Pero también es
cierto que "Nadie conoce lo que no ama". "Tarde te amé...".
98
BIBLIOGRAFÍA
a. FUENTES:
5. JUAN PABLO II, Catecismo de la Iglesia Católica, Editores del Catecismo, 1993
b. TEXTOS:
Aqui voy
99
- La creación en el A.T.:
1) La fe de Israel, ante todo, está ligada a la historia, más que a la naturaleza (cf. Dt. 26,
5 -10). En este contexto, Israel descubre que Yavé dispone de la naturaleza para ponerla
al servicio de su designio histórico. Los 3 textos más antiguos son: Js 10, 5-13, Josué
manda detenerse al sol; Js 4-5, prodigios obrados por Dios en favor de su pueblo; Ex 15,
1-18 Cántico para celebrar paso del mar Rojo.
- Surge entonces pregunta: ¿si Dios lo puede todo, no será porque lo ha hecho
todo? La respuesta se hará explícita en tiempos de los profetas exílicos y está
subordinada a la primera noción teológica acuñada en Israel, que es la de la
Alianza.
100
- Si esto ya aparece en Jr 32, 7, será sobre todo en Dt. Is. donde se alude al
poder creador de Dios para confortar a los israelitas y darles esperanza ante el
desastre nacional (cf. Is. 51, 9-11) y ante el peligro de la idolatría (cf. Is. 46, 1-10).
- "Bará": crear, Designa una acción inédita, incomparable, específicamente
divina, sólo Yavé es sujeto. (cf. 40, 28; 41, 20). Nunca se menciona una materia
prima "desde la cual" Dios cree.
- También se habla de la creación 'por la palabra' (cf. Is 48, 13).
- Estas expresiones fluctúan entre referencias a la creación del mundo y a la
recreación del pueblo.
Lo que interesa en él, más allá de la creación misma, es que sirve de punto de
arranque para una historia de salvación. Es protohistoria, el fundamento de la historia.
Sólo hay un relato propiamente creacional:
- La creación en el N. T.:
El Misterio Pascual da nueva luz a toda la revelación. Cristo aporta una novedad total
a lo cosmológico, que está al servicio de lo cristológico.
a. Sinópticos:
b. San Pablo:
1) Continuidad con el A. T. (1Co. 11, 12); conocimiento racional de Dios como Creador (cf.
Rm 1,19-23).
2) La novedad es Cristo:
c. San Juan:
Con un lenguaje distinto, hay una gran proximidad a los textos paulinos. En el
Prólogo expresa la idea de vinculación profunda entre creación y salvación (Jn 1,1: "En
el principio"). El Logos está también al comienzo del ser de todas las cosas, las
mantiene en su existencia (Jn 1,4), creación y salvación que se fusionan en la
Encarnación. El resumen del aporte de todo el N. T. puede sintetizarse en el pasaje
"Todo se hizo por (dia) y sin Ella, nada de lo que existe fue hecho", pues muestra que
es causa eficiente y final. Lo mismo en la expresión respecto a Cristo del Apocalipsis,
"alfa y Omega".
ii. Según la doctrina de la Iglesia todos los seres son creados por Dios de la nada por su
omnipotencia y con suma libertad:
- El mundo ha sido creado por Dios: (cf. Dz 428 (800), 1333, 1300-3001)
1) Nada hay que preexista a la acción creadora, la motive o la funde fuera de Dios.
Rechazamos todo residuo dualista o mitológico.
2) Y si nada hay al margen de la acción creadora, nada hay que no sea alcanzado por la
acción salvadora. Todo está destinado a Cristo, a ser recapitulado por Él.
3) Si Dios crea de la nada, puede dar vida al alma en pecado, y puede resucitar a los
muertos.
4) Todas las cosas han sido creadas.
c. Dios llama a la existencia todas las cosas por su omnipotencia y libertad de Dios:
Las dificultades que plantea son, por una parte metafísicas, pues no es posible
aceptar el principio "el bien es difusivo", pues haría la creación necesaria y se liquidaría
104
iv. Dios, Señor del Universo, conserva y gobierna, con providencia, todas las cosas y
concurre a todas sus acciones:
La solicitud del Padre sobre las criaturas, que no sólo las crea y ordena hacia su
fin, sino que en concreto las guía hacia Él. Es concreta e inmediata. Se sirve de causas
segundas. Dios invita al hombre a cooperar libremente en su acción providente No es el
azar lo que preside al mundo, sino la benevolencia de Dios que es Padre. Por tanto,
rechazamos cualquier suerte de fatalismo.
Dios crea libremente, nada exterior lo fuerza, nada preexiste a su gesto creador.
Crea desde sí mismo. En su suma perfección de amor y felicidad, las procesiones
intratrinitarias colman plenamente toda necesidad de amor. De tal forma que su
actuación "hacia fuera" no se debe a ninguna precariedad o falta, sino que lo hace para
dar-se, comunicar lo suyo, no para darse a sí mismo o perfeccionarse. En definitiva crear
es participar o comunicar su bondad y gloria.
Se debe distinguir entre el fin del que obra, esto es, el fin de Dios creador, y el fin
de la obra misma, es decir, el fin del mundo creado, coinciden. La única respuesta está
en que Dios al crear de la nada, el fin de la creación tiene que ser Dios mismo. "El
mundo ha sido creado para la gloria de Dios". Rechazamos los errores de los
semiracionalistas (Dz 3021), que sostenían que el fin de la creación era "aumentar su
gloria" (caeríamos nuevamente en la creación necesaria). Nosotros sostenemos que
ella existe "no para aumentar su gloria sino para manifestarla y comunicarla" (cf. San
Buenaventura y Dz 3002). Vat. II: "para su gloria y para nuestra felicidad" (AG 2). La
síntesis mejor la da San Ireneo: "la gloria de Dios es la vida del hombre" ese es el fin de
la creación, pues como hemos visto en los testimonios del N.T. Cristo es la causa final.
Así creación, encarnación y salvación son facetas de un solo proceso.
2) No significa que requiera algo distinto de sí para ser perfecto, pues Dios lo posee
todo (Job 22,1-3; Is 1,11-15; Hch 17,24-25).
3) Significa que Dios crea sólo por amor para participar o comunicar su gloria y su
bondad. (Sal 19,2-5; Is 6,3; 1 Co 6,20). La gloria divina es la bondad divina participada por
la criatura.
vii. El Padre lo ha creado todo por el Hijo en el E.S. y de la misma manera lo conserva:
El A.T. revela la fe en la creación en el principio, "en el, creó Dios...". El N.T. nos
revela que Dios creó todo por el Verbo (Jn 1,1). La fe de la Iglesia afirma también la
acción creadora del Espíritu Santo: "dador de vida". San Ireneo habla explícitamente
de las dos manos del creador. Y del mismo modo, la conservación en la existencia (cf.
CEC).
San Agustín en el De Trinitate acuña la expresión de la verdad: Creación del
Padre, por el Hijo en el E.S.
1) Del Padre (ex Patros, a Patre): La omnipotencia divina (Ds 1-5; 10-25) Dios Padre todo
lo sostiene y gobierna, ante el peligro gnóstico, se debe afirmar que es "creador del
cielo y de la tierra", esto es, de todo.
2) Por el Hijo (dia juicio, per Filium) Col 1,16; Jn 1,3.10, la creación es puesta en orden de
la redención. Todo es creado por el Hijo: por medio de Él y en orden a Él (instrumento y
fin de la creación). Dios crea con su mismo ser-Palabra.
107
3) En el E.S. (ev, in S.S.) El Espíritu es el don original y personal que actúa en toda
comunicación ad extra, en toda donación.
4) La creación vista en esta perspectiva histórico salvífica es palabra y don de amor del
Padre que crea para autocomunicarse al hombre.
El Vat II nos enseña que, en definitiva, la creación del hombre y su misterio "sólo
se esclarece a la luz del misterio del Verbo encarnado" (GS 22).
108
- San Juan: Jesucristo es la plena realización del misterio del hombre: "He aquí el
hombre", en la paradoja de la humillación y la cruz, se lo ensalza y glorifica.
a. El hombre es criatura:
b. El hombre es racional:
c. El hombre es libre:
d. El hombre es inmortal:
siglo, por medio de su trabajo. Donde se reconoce la justa autonomía de las realidades
terrenas, de ahí que el cristiano haya descubrir, promover y usar los valores y leyes del
mundo para orientarlas hacia su fin, así consagrarán el mundo con su actividad. Ello
llama a hacerlo con otros y por otros, en un gran movimiento de fraternidad y
colaboración entre creyentes y no creyentes, todos bajo el signo de una auténtica
solidaridad humana y en el horizonte de la justicia social.
El trabajo humano no sólo transforma y perfecciona la creación (sentido
objetivo del trabajo), sino que mediante él, el mismo hombre se perfecciona a sí y a sus
semejantes (sentido subjetivo del trabajo). El trabajo es ante todo la expresión
concreta de la llamada de Dios al hombre de autotrascenderse a sí mismo.
113
a. Escritura:
- Los ángeles:
2) En el Antiguo Testamento:
3) En el Nuevo Testamento:
- Continuidad con la angeleogía judía tardía. Son espíritus creados (Hb 1,14). La
discontinuidad se marca en que, es Cristo, centro del mundo de los ángeles,
"creados por él y para él" (Col. 1, 16), se reconcilian con Dios mediante la sangre
del cordero.
- Acompañan a Cristo durante toda su vida. Desde la encarnación hasta la
ascensión son los ángeles los encargados de anunciar a los hombres la acción
salvífica de Dios. "¿No son todos ellos espíritus administradores, enviados para
servicio en favor de los que han de heredar la salvación?" (Hb 1,14).
- Testigos celestiales del acontecimiento pascual antes y después de que el
Señor se mostrara a los suyos, pero nunca mientras Jesús está presente.
- Acompañarán a Cristo en su venida gloriosa (Mt 16,27); en el juicio divino (Mt
25).
114
- Los demonios:
2) En el Antiguo Testamento:
3) En el Nuevo Testamento:
b. La doctrina de la Iglesia:
- Los ángeles son seres espirituales (Ireneo, Gregorio Magno, etc.). Por lo que se
les llama "espíritus", o se les niega tener cuerpo carnal (Ireneo), o se les atribuye
cuerpo inmaterial (Tertuliano, Agustín). Se aparecen no con su propia forma de
ser, sino como aparición (Juan Damasceno).
- Fueron creados por Dios (Justino), por el Logos antes de las demás criaturas
(Taciano, Orígenes, Ireneo, etc.). Fueron creados dotados de entendimiento y
libertad (Justino), por eso podían pecar (Agustín).
- Ven a Dios y a los hombres, sobre todo a los cristianos.
- De Gregorio de Nisa y del pseudo-Dionisio viene la doctrina sobre el ángel
guardián. En la Edad Media, se desarrollará como custodio personal de cada
cristiano. Se apoya también en el desarrollo de la angeología del judaísmo
tardío.
2) El Magisterio:
- Credo niceno - constantinopolitano confiesa que el Padre es creador
"todo lo visible y lo invisible".
- Concilio regional de Braga.
- El Letrán IV.
- Florencia.
- Vaticano I
- Humani Generis de Pío XII.
- Vaticano II.
- Credo del Pueblo de Dios de Pablo VI.
- CEC.
- Verdades expuestas por el magisterio:
1) Son criaturas de Dios. Verdad afirmada desde Nicea, Constantinopla, etc. Son
creados buenos, así lo afirma el concilio de Braga, lo reafirma Letrán IV y Vat. I.
116
2) La razón que tuvo Dios al crearlos fue su pura bondad (Florencia, Dz 1333). Por
su libérrimo designio para manifestar su perfección y conceder bienes a los
hombres (Vat. I, 3002).
3) La naturaleza de los ángeles es espiritual (Letrán IV, Dz 428, y Vat. I, Dz 3002).
Es decir, no tienen materia (aunque los Padres lo discutieron), son formas puras
inmateriales, aunque creadas. Pío XII en su encíclica Humani Generis lo reafirma,
como también reprueba a quienes niegan su personalidad (Dz 3891). Pablo VI en
el Credo del Pueblo de Dios, confiesa en 1968, que son espíritus puros.
4) Son por naturaleza inmortales, lo que se deduce de su espiritualidad (cf.
Ibídem).
5) Poseen entendimiento y libre voluntad. El conocimiento de Dios es mediato,
lo adquieren contemplando sus perfecciones. Su conocimiento es muy superior
al nuestro, pero inferior al de Dios.
6) Creados "en estado de vía", debían merecer, análogamente que nosotros con
la ayuda de la gracia, logran visión beatífica "en estado de término", al que
accedieron los buenos, luego de sortear una prueba moral (Letrán IV, Dz 800).
7) Actividad de los ángeles buenos: 1º Gloria y servicio de Dios. 2º Proteger a los
hombres, velar por su salvación (ej. Rafael en el libro de Tobías). De lo que se
desprendería como consecuencia teológica que cada persona tiene su ángel de
la guarda, o al menos cada bautizado (cf. Mt 18, 10; Hch 12,15).
8) El Vat. II los presenta en cuanto venerados por los cristianos (LG 50), estarán
con Cristo cuando venga en su gloria (LG 49). María ha sido exaltada por encima
de los ángeles (LG 69).
Los ángeles son un tema muy gravitante en las culturas emergentes de hoy:
New Age, espiritistas, etc. Al mismo tiempo hay corrientes teológicas cristianas que
tienden a negar la existencia de los ángeles, porque obedecerían a formas de
representar la realidad de las culturas orientales antiguas, que se han trasvasijado y
purificado en la Biblia.
Además, serían realidades no comprobables empíricamente. La realidad
auténtica no es la empírica, una filosofía sólida, así lo demuestra, como también la
misma experiencia humana, que postula los valores y realidades más relevantes,
trascienden el espacio y el tiempo.
b. Ángeles y demonios:
- Ángeles:
1) Reflexionar acerca de los ángeles nos ayuda a reflexionar sobre el misterio de Cristo.
Ellos lo rodean en su gloria, puestos a su servicio por el Padre. En Cristo tienen su razón
de ser, como la tiene toda criatura, a Él están sujetos y le colaboran en su advenimiento
definitivo (Mt 25).
2) Puede considerarse el mundo angélico un modelo analógico del triunfo definitivo,
pues ellos libremente han optado por el plan del Señor, asociados al misterio redentor
de Cristo de una manera que nosotros desconocemos.
El mundo de los ángeles está inserto de alguna manera en la historia de la
salvación de los hombres, y entra, por tanto, en el misterio de la Providencia Divina. La
Providencia abarca tanto a la creación como a la caída de los ángeles. De algún modo
también insertos en el Misterio Pascual, en la victoria de Cristo.
3) Son embajadores de Dios, al servicio de la obra de la salvación de los hombres.
Actúan de modo que su cooperación es siempre benéfica para con el hombre: custodia,
intercesión, etc.
4) Realizan su mediación y ministerio en la historia de salvación. Se unen a la Iglesia de
algún modo en la alabanza divina, por tanto, también en comunión en la liturgia. Serán
nuestros compañeros en la patria celestial.
5) Conociendo el mundo de los ángeles, podemos sacar luz para iluminar problemas
que agitan al pensamiento humano. Así, por ejemplo, el amor verdadero, fruto de la
libertad de Dios, crea seres libres para que ellos participen de algún modo de ese amor.
"Dios quiere que en el mundo se realice aquel amor verdadero que sólo es posible
sobre la base de la libertad". El mal uso de la libertad, intensidad y malicia del pecado.
Necesidad de la vigilancia. Destino definitivo del ángel y del hombre: nos muestra que
la salvación a la cual estamos llamados es ya eficaz en muchos seres. Y, también que la
condenación es no sólo una posibilidad, sino también una realidad.
- Demonios:
1) Como criaturas son buenas, han sido creados buenos. Han caído debido al mal uso de
su libertad. Su opción ha sido radical contra Dios (desobediencia) de modo que se
hayan condenados.
2) La acción del demonio persigue desarticular la obra de la redención. Arrastrar a los
hombres al pecado. Con todo, no tienen poder directo sobre los hombres, sólo
indirecto (concupiscencia).
3) No se puede reducir su existencia a la imperfección, a la concupiscencia, al desorden,
enfermedades psíquicas, etc. Existe como voluntad y entendimiento maléfico,
contrario al plan de Dios. No es lícito a un fiel por un afán de situar los límites de lo
psíquico y lo demoniaco, borrar de su existencia cristiana, la realidad de la lucha contra
el demonio.
119
1) Los ángeles y demonios son seres espirituales que se relacionan con el hombre,
pudiendo intervenir sólo indirectamente en sus potencias: memoria, inteligencia y
voluntad.
2) Ello lo hacen a través de la sensibilidad humana. Los ángeles como mensajeros de
Dios, los fortalecen con sus apariciones (a María, a Zacarías, etc.). Les trasmiten los
mensajes de Dios, sin que de ello se siga necesariamente la determinación de la
libertad, puede o no darse la apertura creyente de la persona (ej. diferencia entre la
acogida de María y la de Zacarías).
Otra forma que tienen los ángeles de actuar entre los hombres es la de
protegerlos, velar por ellos en sus caminos. Tanto físicamente como por su intercesión.
3) Los demonios también actúan sobre la sensibilidad humana, pero en sentido inverso,
buscando que lo que Dios ha sembrado en el corazón humano no crezca, se ahogue o
quede infecundo: 1º Como tentación, aunque el hombre conserva su libertad natural. 2º
Infestación: Infiriéndole males físicos y morales, a través de causas secundas, que Dios
permite en algunos casos como pruebas para quienes están preparados a enfrentarlas.
3º Posesión: Dominio sobre el cuerpo y las fuerzas inferiores del alma, pero nunca las
superiores.
4) No se debe olvidar que el demonio ha sido vencido por Jesucristo, pero su acción
continúa entretanto de la manifestación definitiva como permisión para la lucha, en
razón de nuestra libertad. Pruebas del amor de Cristo que lo vence y pruebas de
nuestro amor, que con-vence con Cristo sobre el Maligno.
120
1) Siglo II: Los primeros cristianos centraron su reflexión en la vida cristiana (Bautismo y
Eucaristía) y en la polémica contra los judíos y los paganos. La fe debía estar
acompañada de obras.
2) Siglo III: Los primeros teólogos: Ireneo, Orígenes, etc. El hombre es "imagen de Dios"
por la creación y "semejanza superior" por el Bautismo. Aparece así la diferencia entre
"natura" y "gratia" (naturaleza y gracia).
3) Siglo IV: Los teólogos griegos desarrollan la doctrina de la gracia como divinización
del hombre basada en la inhabitación de la Trinidad en el justo. Influencias
neoplatónicas.
4) Siglo V: En occidente se desarrolla la doctrina de la gracia. Ante el optimismo
exagerado de Pelagio. Agustín precisa los conceptos de gracia, pecado original, libertad
y naturaleza.
5) Siglo XV y XVI: El pesimismo de la Reforma protestante. El concilio de Trento vuelve a
la Escritura y la Tradición, aclarando la doctrina en un justo término medio entre
pelagianismo y luteranismo.
6) Siglo XVI y XVII: Disputa sobre los auxilios de la gracia entre los jesuitas (molinismo) y
los dominicos (tomistas). Errores de Bayo y Jansenio.
7) Siglo XVII: Escuela francesa (Oratorio): La gracia es entendida como asemejarse a
Cristo (S. Francisco de Sales).
121
a. Antiguo Testamento:
En el A.T. no hay un término técnico para gracia, ello porque la mentalidad judía
es concreta. Se centra en la relación hombre - Dios, la que puede describirse a través
de vocablos que también designan aspectos de gracia:
- "hen": Actitud del poderoso que se inclina sobre el pequeño. Ser benigno,
benevolencia (Ex 33, 12-17; Sal 86, 103, etc.), el creyente demanda la
benevolencia divina.
- "hesed": Bondad, amor gratuito, generoso (cf. Ex 34,6-7). La misma alianza se
sostiene en el 'hesed' divino (cf. Dt 7, 8. 9. 12). Asociado al término siguiente:
- "rahamín": Amor entrañable, tierno, como el de una madre por su hijo; "Yo te
desposaré...en hesed y rahamín" (Os 2, 21). A su vez, Dios espera del hombre
"hesed" (cf. Os 10, 12).
- " sedakah": Justicia de Yavé. No es la justicia distributiva, sino la actitud del
que ayuda a otros para que puedan ser fieles a lo prometido (Jc 5,11).
- " emet": Fidelidad de Yavé a sus promesas (Ex 34,6). Es lo seguro, la confianza
absoluta, etc. (raíz de amén).
5) En suma:
b. Nuevo Testamento:
1) Sinópticos:
- Predicación del Reino (cf. Lc. 4, 16 ss): Anuncio exclusivo de salvación. Las
parábolas del Reino destacan la gratuidad e iniciativa exclusiva de Dios. Pero el
hombre debe decidirse. Es un reino que desborda y sobrepasa lo esperado y se
dirige primero a quienes tienen "menos" capacidad.
- Seguimiento de Jesús: Para acceder al Reino, hay que seguir a Jesús. Para ello,
hay que ser llamado y hacerse enteramente disponible (cf. Joven rico). Y se hace
123
2) San Juan:
a. Gracia:
- En todos los escritos paulinos aparece la idea de una elección libérrima, por
gracia. ( 2 Ts 1,12; Ef 1,1ss).
- "Xaris" condensa todos los gestos y etapas de la salvación divina. De ahí que
aparezca al comienzo y al fin de muchas cartas, compendiando el mensaje.
- Rm 3,23-24: Ante la pecaminosidad universal, Cristo nos justifica por "el don de
la gracia" que permite el paso del estado de pecador al de agraciado o
justificado.
b. Justificación:
- Ga 2,16: "El hombre no se justifica por la obras de la ley (erga nómon) sino por
la fe en Jesucristo (písteos Jesun-Christón)".
- Ga 2,20: La justificación conlleva una vida nueva. Ésta es la vida de Cristo, vida
que se adquiere por la fe (v 16).
c. En suma:
1) Los Padres Griegos sostienen que la salvación del hombre consiste en la participación
en el ser de Cristo, y mediante él, en la comunicación trinitaria. Es decir, la divinización,
por la que el hombre llega a ser por gracia lo que las personas de la Trinidad son por
naturaleza.
2) Hay en esta doctrina algún influjo platónico, aunque el punto de partida es bíblico: el
hombre creado a imagen de Dios y la encarnación del Logos (Gn 1 y Jn 1).
3) El punto de partida es la libertad.
- Ireneo afirma que "Dios se ha encarnado para que el hombre fuese divinizado".
- Orígenes: La libertad del hombre es participada, pues es libre porque participa
del Logos.
- Máximo el Confesor: El cristiano tiene dos alas: la libertad y la gracia
4) Es el E.S. quien diviniza al hombre:
- Atanasio afirma que en el E.S., el Logos glorifica la creación, la diviniza, la
adopta y lleva al Padre.
- Gregorio Nacianceno: El E.S. es el que restablece la semejanza divina en el
hombre.
5) En suma: la orientación de esta sotereología es, no antropológica (como en
Occidente) sino cristológica y pneumatológica: La Encarnación del Verbo y la efusión
125
b. San Agustín:
1) Sus fuentes son San Pablo, San Juan y su propia experiencia de conversión (principios
siglo V).
2) Advierte que el gran peligro de la doctrina de Pelagio es proponer una vida cristiana
en la que Cristo no fuese completamente necesario, es decir, que el hombre pudiera
salvarse al margen de su influjo redentor.
3) La gracia no es la sola naturaleza (libre albedrío). Después de la creación vino la
caída. La naturaleza humana quedó herida por el pecado original y tiene que ser sanada
por la gracia de Cristo.
4) La justificación se realiza en el Bautismo; en el que recibimos la adopción filial, la
caridad (santificación) y la inhabitación de la Trinidad en el corazón humano.
5) Gracia y libertad: "Dios, al mandarte algo, te amonesta para que hagas lo que está a
tu alcance y pidas lo que no puedes realizar". La gracia, lejos de abolir la libertad, la
libera del pecado: "Serás libre si eres siervo; libre del pecado, siervo de la justicia".
6) Dada la concupiscencia (inclinación al mal como consecuencia del pecado original,
que subsiste después del bautismo), para hacer el bien debemos amarlo. La gracia
libera la voluntad haciendo que nos deleite el bien nos da "la delectatio victrix"
(delectación vencedora).
7) Otros temas tratados: El Espíritu y la renovación interior, la inhabitación trinitaria en
el justo, la filiación adoptiva, la divinización.
8) Punto débil, su doctrina de la predestinación algo ambigua y descontextualizada;
influirá más tarde en el jansenismo.
a. La tradición Occidental:
b. Pelagio:
1) Concilio que data del año 418, por tanto, anterior a las polémicas
antipelagianas de San Agustín. Ello desmiente la afirmación que la doctrina
sobre el pecado original sea invención de Agustín, sino que es un dato recibido
por él de la tradición eclesial anterior (Tertuliano, etc.).
d. Semipelagianismo:
1) "Indículus" del papa Celestino, del año 442, cf. Dz 129-142: DH 238-249
6) Mérito: El Espíritu Santo hace que sus dones puedan ser también méritos
nuestros. La gracia no destruye la naturaleza, la sana y eleva:
- Afirma que el bautismo quita todo lo que es razón de pecado. "Nada odia
a Dios en los renacidos"
- Luego la concupiscencia no es pecado, aunque proviene y conduce a él.
- Su aspecto positivo es que reafirma la libertad del hombre y su papel de
colaborador en su salvación, aspecto negativo es que es una consecuencia
del pecado y que conduce al pecado.
a. Después de Trento:
131
- La justicia original era debida por naturaleza (no era una gracia). Niega su
carácter sobrenatural.
- La caída corrompió la naturaleza, de ahí que todo cuanto se hace es pecado.
Confunde entre concupiscencia y pecado (Lutero).
- La gracia de la justificación no será un estado o hábito permanente; será más
bien una sucesión de actos buenos, la gracia nos rescata de pecar en cada acto
puntual (una suerte de justificación por las obras).
- Así, el hombre sigue siendo pecador y a la vez justo.
b. Respuesta de la Iglesia:
- 1567: bula de Pío V, "Ex omnibus affictionibus" condena de los errores de Bayo
(Dz 1001-1080).
-1653: la bula "Cum occasione" de Inocencio X, condena 5 proposiciones de
Jansenio: Cristo murió por todos; Dios da a todos la gracia y posibilidad de
salvarse (Dz 1092-1096).
132
- Durante los s. XVII y XVIII siguió la controversia: cf. Dz contra el seudo sínodo
de Pistoia.
- S. XIX: Atisbos de renovación. S. XX: De Lubac: Sobrenatural. Rahner. Y Vat. II.
a. Experiencia humana:
Pareciera ser un tema superado, un tabú del pasado; así lo proclaman las
doctrinas psicológicas, el naturalismo, escuelas morales, etc. Con razón Pío XII afirmó
en su momento que el pecado del siglo XX ha sido la pérdida del sentido del pecado.
Juan Pablo II retomando la misma idea ha señalado, que dicho olvido lleva
necesariamente al olvido de Dios.
Por otra parte la S.E. es clara, 1 Jn 1,8: "Si decimos que estamos sin pecado, nos
engañamos a nosotros mismos y la verdad no está con nosotros. Si reconocemos
nuestros pecados, El que es fiel y justo nos perdonará los pecados". El pecado en su
perspectiva antropológica, es parte integrante de la verdad sobre el hombre (contra el
optimismo ingenuo). Se lo encuadran inmediatamente en el horizonte divino, en el que
el pecado se confronta con la verdad del amor divino, justo, generoso y fiel, que se
manifiesta sobre todo con el perdón y la redención. En efecto, reconocerse pecador es
el principio indispensable para volverse a Dios.
ii. Doctrina bíblica sobre el pecado en general: ruptura de la alianza con Dios; ofensa
contra el amor del Padre :
1) Salmo 50:
con el pecado de David, quien ante la revelación de Dios por medio del profeta
Natán reconoce su pecado.
- Los verbos "borrar", "lavar" y "purificar" nos indican que el pecado es algo que
permanece, que deja una huella, que sólo puede ser borrada por Dios. Es más
(cf. v 7), está tan radicado el pecado, que sólo la acción re- creadora de Dios lo
puede librar (v 12-13 "bará").
- v 6: Dimensión religiosa del pecado, éste alcanza a Dios (cf. 2 S 12). David
adquiere conciencia del pecado al serle revelado por Dios mismo mediante el
profeta Natán.
2) Gn 3, 1-24:
1) Los sinópticos:
2) San Juan:
Cristo ha venido "a quitar el pecado del mundo" (Jn 1,29). "El pecado" es un
poder de hostilidad a Dios y a su reinado con el que se ve enfrentado Cristo, el repudio
voluntario a la luz (Jn 3,13), bajo el influjo perverso de Satán (cf. 1 Jn 3,8-10). Este
repudio se manifiesta en el homicidio y la mentira (cf. Jn 8,44), expresiones éstas de
aquel "odio" (Jn 3, 20) que llevará al homicidio del Hijo de Dios.
3) San Pablo:
c. Síntesis Bíblica:
1) fe El sentido del pecado se hace claro sólo al interior de una experiencia de fe (cf.
David, Adán, Pedro ). De ahí que lo preceda el anuncio del Reino y de la misericordia
divina, es allí donde el hombre percibe su propio pecado y el camino del perdón. La
revelación máxima del amor de Dios: El Misterio Pascual, acabará por descubrir la
dimensión más honda del pecado, y su papel en el plan de la Providencia. La pérdida del
sentido de Dios se retroalimenta con la pérdida del sentido de pecado.
2) El pecado es contra Dios: (cf. Sal 50). ¿En qué sentido? En cuanto amor no
correspondido. Dios se ha hecho 'vulnerable' en sus criaturas, en virtud de los vínculos
de amor que ha establecido con ella en la creación, y en la salvación (alianza y
encarnación). En Cristo los hombres han podido realmente hacer sufrir y morir a Dios
136
(cf. Hch 3,15), así, frente a la cruz el "contra ti,...solo pequé" adquiere pleno sentido. La
encarnación se prolonga en el prójimo (cf. Mt 25), el amor exige respuestas de amor
que se traduzcan en servicio al hermano.
3) El pecado es contra el hombre: (cf. Gn 3 y 4-11; Mt 25). Pecar afecta la comunión con
los demás, produce una espiral del pecado en la historia y en el ambiente, en contra de
los demás, de la naturaleza y de sí mismo. Conduce a la muerte: física (personal,
moral y social) y eterna (cf. Sb 2, 24; Rm 6,23). El pecado es una esclavitud (Rm 7), hace
la libertad del hombre se vea menoscabada, la cual debe ser liberada constantemente.
3) También nos puede llevar a la distinción entre pecado mortal y venial. Ya la Escritura
distingue entre un pecado que conduce a la muerte y otro que no lleva a ella (cf. 1 Jn 5
16 ss).
- Pecado venial, aquel que si bien es una transgresión del amor y mandatos
divinos, no afecta gravemente la relación con Dios, de modo que sólo merece
una pena temporal, que se debe reparar con la oración, el sacrificio, la caridad o
por la aplicación al pecador de los méritos de Cristo o de los santos
(indulgencias).
1) Dios, en su poder infinito, podría haber creado algo mejor. Sin embargo, en su
sabiduría y bondad infinitas, quiso crear un mundo "en estado de camino" hacia su
perfección última.
2) Los hombres (y los ángeles) deben caminar libremente hacia su destino último.
Pueden desviarse, y de hecho se desviaron, es decir, pecaron.
3) Dios no es ni directa ni indirectamente, la causa del mal moral. Sin embargo, lo
permite, respetando la libertad de la criatura, y misteriosamente, sabe sacar de él el
bien. Ej. cf. Gn 45, 8 y 50, 20 que narra la venta de José a Egipto, que, sin embargo, trajo
un mayor bien para sus hermanos.
138
4) Del mayor mal, la muerte del Hijo de Dios; saca el mayor de los bienes, la glorificación
de Cristo y nuestra Redención. Sin embargo, no por esto el mal se convierte en bien.
Quien más ha meditado en esto en la Biblia es San Pablo, cf. Rm 11,32, donde sostiene
que la infidelidad de Israel "incluyó todos los hombres en la desobediencia, para usar
de misericordia con todos"; Rm 8,20: "Todo sucede para el bien de los que le aman". La
cruz de Jesús es la manifestación máxima del amor de Dios (Rm 8, 31-39).
vi. Remisión del pecado por parte de Dios; lugar providencial del pecado en la historia
de la salvación del hombre.
1) Si el pecado no es la simple carencia del bien debido (mal físico), sino un desorden
que lleva al hombre a su infelicidad, ya en la vida peregrina, y acarrea en la eterna, la
condenación. Cabe preguntarse, por qué Dios, rico en misericordia y que quiere que
todos los hombres se salven (1 Tm 2,4), al menos permite el pecado.
3) El dominio del pecado, del poder del demonio y las tinieblas, sólo es permitido por
Dios, pero no hasta el punto de anular la libertad humana. Pues nadie es probado más
allá de su fuerzas. La lucha contra el mal se convierte en signo de amor de Dios, que se
hace vulnerable hasta morir en la cruz por nuestra redención como expresión de su
amor inmenso ante el pecado. Es signo de nuestra aceptación y respuesta al don del
amor de Dios que es derramado en nuestros corazones.
viii. Remisión del pecado como reconciliación del pecador con Dios y con el Pueblo de
Dios.
Si el pecado es contra Dios y contra los demás, su remisión ha de sanar todas sus
heridas y rupturas en esta doble dimensión, tanto personal con Dios como con la
comunidad, el Pueblo de Dios. La invitación de Cristo no es solo a volver a la comunión
139
con Dios aisladamente, sino que volver a integrarse a la comunidad cristiana (Mt 18).
Pues Dios no ha querido salvar al hombre aisladamente, sino formando parte del
Pueblo de Dios. Esto lo podemos ver en el sacramento del perdón y en sus frutos.
- Pecado original originante: es decir, aquel pecado que está al origen de todos
los pecados, y que es el que se nos narra en la Biblia como pecado
desobediencia de Adán y Eva.
- Pecado original originado: es decir, aquella culpa conque todos nacemos y que
se nos ha trasmitido por propagación. Tiene su origen en el primer pecado.
Se debe partir del justo equilibrio respecto a la naturaleza humana, una visión
realista y a la vez optimista respecto a ella; punto medio entre optimismo naturalista de
Pelagio y pesimismo existencial de Lutero.
i. Su afirmación en la Escritura:
a. Antiguo Testamento:
2) ¿Cómo compaginar esta realidad con la santidad y bondad del creador? Esta
pregunta surge en tiempos de la monarquía la reflexión sapiencial de Gn 2-3 (Y).
b. Nuevo Testamento.:
1) En los evangelios:
Los evangelios no se trata directamente el tema del origen del pecado. Sin
embargo, el misterio del pecado, sólo se aclara a la luz del misterio de la redención.
Sin tratar explícitamente el tema del pecado original es indudable que se lo supone.
Concuerdan también los testimonios de los sinópticos y de Juan.
- Sinópticos:
- San Juan:
San Pablo explícitamente trata el tema del origen del pecado en la Carta a los
Romanos: Rm 5,12-21:
- Su contexto próximo:
- Anterior: la constatación de que todos han pecado, Rm 1-3.
- Posterior: la conclusión, el pecado (hamartía) habita en todos, Rm 7.
- ¿Cómo es esto? 2 posibilidades:
- Por la naturaleza, entonces Dios tendría la culpa.
- En la historia, lo que implica la responsabilidad del hombre por el
mal uso de su libertad.
- Rm 5, 12 ss:
cómo una acción humana introdujo dinámica del pecado y cómo los
pecados de todos manifiestan esta situación.
- La situación universal de perdición por la hamartía es previa a
nosotros y la propia responsabilidad. El origen de esta 'hamartía' se
remonta a un acto libre (el de Adán).
- La universalidad del pecado (por solidaridad humana) está en
función de la universalidad de la redención.
- Tenemos así los fundamentos suficientes de la doctrina de la Iglesia
sobre el pecado original, que no remonta a Agustín sino a San Pablo
Rm 5,19.
todos y cada uno como propio, nos afecta interiormente a cada uno; no
extrínsecamente. Así, este canon llega al núcleo: Necesidad de ser
salvados por Cristo; no podemos por nuestras propias fuerzas.
- canon 4: Complementa al anterior al reafirmar la necesidad y sentido del
Bautismo de los niños.
- canon 5: Complementa también afirmando la diferencia con los
reformadores en cuanto que el pecado original es realmente cancelado
por el Bautismo (no se limita a no imputarlo). Queda la concupiscencia,
que no es pecado en sentido propio.
8) CEC:
- La inmortalidad del hombre inocente: Si bien tanto la Escritura (Sb 1,11ss) como
el Magisterio (Dz 101) afirman el nexo entre pecado y muerte: la muerte es pena
148
4) Pecado estructural o social (Boff), del cual se participa pues se forma parte de
una humanidad dividida profundamente en clases. Minimiza el pecado de Adán y
la gracia original.
Todo es gracia. Para comprender esta hermosa realidad que Dios nos regala, es
necesario construir un orden sistemático, esquemático y conceptual, que si bien no la
agota, permite acercarse a ella y presentarla a los demás.
5) Dios vuelve a ofrecer su amor, ahora como redención al hombre, haciendo con el una
historia de salvación. El culmine de esta historia es Jesucristo, quien con su vida,
muerte y resurrección nos ofrece el don de la filiación divina, esto es participar de su
naturaleza por la gracia.
8) En sentido amplio todo es gracia (Gn 1,1; Rm 16,25-26). Sin embargo, es necesario
distinguir entre el orden natural o creado y el orden sobrenatural o increado y cómo se
conectan ambos.
10) En sentido estricto gracia es el diálogo entre Dios y el hombre en el cual Dios se le
autocomunica al hombre, lo hace partícipe de su vida divina.
11) Por el carácter dialogal de la gracia cabe la respuesta libre del hombre:
13) La justificación del pecador, esto es el paso del estado de pecado al estado de justo
o agraciado es automática. Se produce en forma ordinaria en el Bautismo, aunque a
quienes sin culpa suya no lo han podido recibir, Dios les ofrece otros caminos
extraordinarios de salvación solo conocidos por su misericordia. Ello no empece a que
psicológicamente haya en la persona un proceso anterior y posterior a ese momento.
- Gratia gratis data: La que se concede a unos para la salvación de otros; carismas,
poderes de la potestad de orden y de jurisdicción.
- Gratia gratum faciens: Se destina a todos para la santificación personal. Esta última
comprende:
- Gracia increada: Dios mismo en cuanto se nos comunica: Por la unión hipostática
(gracia de unión), la inhabitación en el alma del justo, y la visión beatífica.
- Gracia creada: Don sobrenatural distinto de Dios, o efecto causado por Dios. El acto de
la unión hipostática, la inhabitación y visión beatífica es una gracia creada, pues tuvo
comienzo en el tiempo; pero es increado el don que se confiere.
a. Don increado:
b. Don creado:
5) Constituye una comunión física y espiritual con Dios. El hombre pasa a ser semejanza
de Dios en todo su ser personal.
6) Esta asimilación sobrenatural con Dios se consumará por la visión beatífica. La gracia
es a la gloria, lo que la simiente al fruto, lo que el principio a su consumación.
153
iii. El Espíritu Santo que habita en el hombre y lo une a Cristo, haciéndolo hijo de Dios,
es don increado cuya recepción constituye la santificación creada del hombre: gracia,
virtudes y dones:
El Espíritu Santo que se nos derrama hace de nosotros Templos suyos, inhabitando
junto a él en nosotros el Padre y el Hijo Al recibirlo libremente crea en nosotros la
santificación que llamamos gracia santificante creada.
Los frutos del E.S. son perfecciones que el E.S. forma en nosotros
como primicias de la vida eterna: caridad, gozo, paz, paciencia, dominio de
sí, etc.
1) Incertidumbre.
2) Cada persona tiene su propia historia de gracia, de modo que no es unívoca.
Primero por la libre disposición de Dios. Segundo por disposición y cooperación
de cada uno.
3) Se puede acrecentar por las buenas obras.
155
1) Es un influjo transitorio y sobrenatural de Dios sobre las potencias del alma, con el fin
de moverle a realizar una acción saludable.
1) También es necesaria la gracia para perseverar (Orange, Dz 183; Trento, Dz 832). Pues
la voluntad humana está enfrentada a la rebelión de la carne, la concupiscencia de los
ojos y la tentación del mundo. No tiene en sí misma fuerza para asegurarse en el bien.
Nuestra libertad requiere constantemente ser liberada.
157
3) La perseverancia es un don de Dios (Trento 826 y 832). Sin embargo, exige del
hombre una actitud de acogida y colaboración con la gracia, que paradojalmente es
también gracia (preveniente), pero como en María requiere de nuestro consentimiento
libre o cooperación.
i. La gratuidad de la gracia:
b. Gratuidad de la gracia:
2) La gracia no se puede merecer por las obras naturales (Orange, Dz 191; Trento, Dz
797).
1) El hombre es libre por naturaleza. Conocemos esta verdad por la revelación (Si 15,11-
18), como por la razón natural (Dz 1650). La voluntad tiene libre albedrío, esto es
capacidad de autodeterminarse al fin que la razón le muestra como bien. La libertad no
se extinguió por el pecado original (Trento 793 y 815).
- La gracia posibilita y facilita los actos buenos en bien del hombre (Trento, Dz
811).
- Con las solas fuerzas de la voluntad humana es imposible levantarse del pecado
(Trento, Dz 793).
- La libertad no se extinguió con el pecado original (Trento, Dz 793 y 815).
- La voluntad sigue siendo libre bajo el influjo de la gracia eficaz. La gracia no es
irresistible (Trento, Dz 814; Cum ocatione de Inocencio X contra Jansenio (Dz
1093).
- Existe una gracia suficiente, y que permanece, no obstante, ineficaz por la
resistencia de la voluntad (cf. Dz 814).
- Gracia eficaz: Aquel aspecto de la gracia actual que lleva realmente a poner un
acto saludable. Está en íntima relación al asentimiento consciente y libre del
hombre a la moción del Espíritu que lo impulsa. La justificación del hombre
requiere de su cooperación voluntaria (Ibídem).
Dios decreta la salvación para todos y el medio para obtenerla es la gracia eficaz.
Influye físicamente sobre la voluntad libre, moviéndola a cooperar en forma libre, obra
el consentimiento de la voluntad. Es distinta de la gracia suficiente que sólo da la
potencia para una acto saludable, requiere para pasar de la potencia al acto de otra
gracia que la actualice, esto es, de la gracia eficaz.
gracia suficiente. El problema está que hace depender la gracia de Dios de la respuesta
humana.
v. Gracia y predestinación:
2) Otra forma de explicarlo es el mérito. Mérito consiste en que, el justo, por sus
buenas obras, adquiere verdadero derecho a recompensa por parte de Dios (cf. Dz 809,
810) pues Él hace de sus dones méritos nuestros. Se requiere como condiciones: estar
"en estado de camino o peregrinación" y "en estado de gracia".
1) El obrar bueno del hombre en el mundo tiene su origen en el amor de Dios. El Padre
entregó a su Hijo al mundo por amor (Jn 3,16) y, posteriormente, junto a su Hijo
derramó el Espíritu Santo en los corazones de los discípulos de su Hijo (Rm 5,5).
La gracia, no queda inerte en el que la acoge. Impulsa a las buenas obras, esto
es, a dar frutos del amor, de la caridad (cf. Jn 15).
2) La caridad, don de Dios (Rm 5,5) nos impulsa al amor a Dios y al prójimo, que es la
plenitud de la ley (Trento, Dz 800, 809; Vat. II, GS 35).
1) Etica: Disciplina filosófica que trata de la moralidad de los actos humanos. La ética se
diferencia con la Teología moral, en que parte de los principios de la razón humana.
Mientras que la moral parte del dato de la revelación, esto es, de las normas de
conducta reveladas por Dios.
Con todo no se contraponen, al contrario se potencian y complementan. Desde
la fe se comprende mejor y se les da su pleno sentido a las normas que la razón
descubre (ley natural). A su vez la razón profundiza y explica la moral revelada.
4) CEC: Las virtudes teologales fundan, animan y caracterizan todo el obrar moral del
cristiano. Informan y vivifican todas las virtudes morales. Son infundidas por Dios para
capacitar a obrar como hijos y merecer la vida eterna.
- Caridad: Virtud por la cual amamos a Dios sobre todas las cosas por Él
mismo y a nuestro prójimo como a nosotros mismos por amor de Dios.
- La caridad es el mandamiento nuevo (Jn. 13, 34). Ella guarda los
mandamientos (Jn. 15, 9-10).
- El ejercicio de todas las virtudes está animado por la caridad; es la forma
de las virtudes, las articula y ordena entre sí.
- La vida moral, animada por la caridad, nos da la libertad espiritual de los
hijos de Dios. Así, nuestra vida es la del hijo que responde al amor del "que
nos amó primero" (1 Jn. 4, 19).
3) Ley natural: es la luz de la inteligencia infundida en nosotros por Dios. Gracias a ella
conocemos lo que se debe hacer y lo que se debe evitar. Dios ha donado esta luz y esta
ley en la creación (Santo Tomás).
4) Ley revelada:
- Ley nueva: Gracia del Espíritu Santo recibida mediante la fe en Cristo, que
opera por la caridad (Rm 8,2-4). Cumple, supera y perfecciona la ley antigua.
Reforma el corazón que es la raíz de los actos.
- Relación entre ambas: San Agustín lo ha dicho bellamente: La ley se nos dio
para que suplicásemos el don de la gracia; y la gracia se nos dio para que
cumpliéramos la ley
4) La conciencia es "el núcleo más secreto y el sagrario del hombre, en el que está solo
con Dios, cuya voz resuena en lo más íntimo de ella" (GS 16).
Conciencia moral: Juicio de la razón por el que la persona humana reconoce la
calidad moral de un acto concreto. El juicio de la conciencia puede ser recto o erróneo.
La conciencia errónea no siempre exime de responsabilidad, si el error es vencible. De
ahí necesidad de formar la conciencia.
v. Ética cristiana como respuesta a la Gracia que nos hace hijos de Dios y hermanos de
todos los hombres en Cristo:
2) La gracia nos hace hijos de Dios en su Hijo Jesucristo, partícipes de la vida divina, ya
aquí en la tierra. Invitados a formar parte del banquete celestial. También nos hace
hermanos entre nosotros y de los demás hombres. Anunciadores e instauradores del
Reino entre las realidades temporales.
BIBLIOGRAFÍA
a. FUENTES:
4. JUAN PABLO II, Catecismo de la Iglesia Católica, Editores del Catecismo, 1993
b. TEXTOS:
TESIS DE CRISTOLOGÍA
Sin duda que son escasos, pero hacen concluir con certeza la historicidad de la vida de
Cristo en el arco que va del 4 a.C. al 30 d.C.
- Literatura judía:
- Literatura pagana:
- Tácito, historiador romano, 54-119 d.C., que afirma que Nerón culpó del
incendio de Roma a los cristianos, fundados por Cristo.
169
El trasfondo de todo el N.T., más allá de las diferencias entre las distintas fuentes y
tradiciones es la transmisión de la Buena Noticia, Jesucristo. Ello viene a ser el
cumplimiento de las promesas de Dios, hechas al pueblo de Israel. Pero, al mismo
tiempo, trasciende la promesa, pues la autocomunicación de Dios en Jesucristo
desborda y supera ampliamente lo esperado.
a. Concepto teológico:
b. Textos kerigmáticos:
- San Pablo:
Rm 1,1-4; 8,34; 10,8-9; 1Co 15,1-7; Ga 1,3-4; 1Tes 1,9-10. Pablo expresa aquí las más
antiguas profesiones de fe. Grandes afirmaciones:
Grandes afirmaciones:
a. Marcos:
2) 1ª parte: El secreto mesiánico. Jesús impone silencio; los discípulos muchas veces no
comprenden; en las controversias con los fariseos, Jesús no responde con toda
claridad; habla en parábolas. ¿Por qué?
b. Mateo:
3) Lucas:
Más que la reflexión sobre Jesús mismo, insiste en la historicidad de Jesús, su vida
antes de su predicación y la vida y tiempo de Jesús. Le interesa la vida y misión de la
Iglesia, después de la muerte y resurrección de Jesús (Hch).
1) El empleo de ciertos títulos: Jesús, Cristo, Señor, Hijo de Dios, Piedra, Hijo de
David, todos provenientes de las tradiciones anteriores a él. Sin embargo, hay
algunos que no utiliza: Rabí, Hijo del hombre, El Santo, etc.
Himnos anteriores:
- Col 1,15-20: El gran tema del himno es la primacía de Jesús en todo, su señorío
cósmico y salvífico. Tres grandes afirmaciones cristológicas:
6) No quiere ocultar que Jesús era verdadero hombre pero quiere acentuar a su modo,
que es verdadero Dios:
- Es el Hijo de Dios.
- No conoció pecado (2 Co 5,21).
- Es preexistente a toda la creación, participa en la creación (Col 1,16).
c. Jesús es el Señor:
Jesús como el Hijo de Dios (Jn 11,27). Éste es el eje articulador del Evangelio. Y en torno
al Hijo de Dios gira toda la Escritura. Se lo reconoce como el Mesías (Marta, Jn 11,27);
como el profeta y salvador que tenía que venir al mundo (Samaritana, Jn 4,42); como el
rey (ante Pilato, Jn 18,36) y; como el cordero de Dios (Juan Bautista, Jn 1,29.36).
3) Contra los docetismos, destaca la humanidad de Jesús (Jn 1,14; 19,28. 34); pero a la
vez se oculta todo lo que pueda diluir la filiación divina (ej. tentaciones, oración en
Getsemaní).
3) Clímax del Evangelio: Confesión de Tomás: "Señor mío y Dios mío"(Jn 20,28); todo
creyente debería llegar a lo mismo.
1) Logos preexistente junto al Padre (Jn 1,1). De ahí que habla de lo que "ha visto y oído
junto al Padre" (Jn 3,13. 32) y es Pan bajado del cielo (Jn 6).
2) El título característico de Juan es "Hijo de Dios" o "El Hijo" o "Hijo Unico". Dice
directa relación al Padre.
3) El envío del Hijo es expresión del amor que el Padre tiene por los hombres.
d. Jesús y el Espíritu:
e. Jesús sacerdote:
2) Nuevo Templo de Dios entre los hombres (Jn 1,14); donde el cordero del sacrificio es
el mismo (Jn 1,29.36); una nueva carne y sangre que dan la vida (Jn 6), etc.
4) La cruz es el altar donde se produce esta nueva Alianza definitiva, donde Cristo es al
mismo tiempo, la víctima, que da su vida, y el sacerdote, que libremente entrega su
ofrenda.
v. Hebreos:
1) En Cristo se ha cumplido plenamente el A.T. Pero los ritos judíos han sido superados
ampliamente por el nuevo sacerdocio de Cristo, que alcanza a todos los hombres.
Plantea a la vez la trascendencia de Jesús y su solidaridad con los hombres.
4) Sumo Sacerdote: Superior al del A.T. Está cerca de los hombres, compartiendo su
debilidad. La persona y obra de Jesús constituye el culto nuevo, sacrificio universal,
celeste, eterno, único.
vi. Apocalipsis:
3) Jesús recibe variados títulos: Primogénito de entre los muertos (Ap 1,5); Hijo del
hombre (Ap 1,13); Mesías davídico (Ap 3,7); Rey y príncipe de los reyes de la tierra (Ap
1,5), etc.
5) La plenitud: Bodas del cordero, mundo nuevo. La salvación pasa por el cordero
degollado, cuya presencia está en la Iglesia. El guía a su "esposa" al banquete de las
bodas de la Jerusalén celestial (Ap 16.6-9).
180
Ga 4,4: "Al llegar la plenitud de los tiempos..."; en Cristo, Dios ha visitado a su pueblo
(Lc 7,6-8), ha cumplido las promesas del A.T. (Lc 1,55), y ha recapitulado todas las
cosas. Es el alfa y el omega de la historia de salvación (Ap 1,8), "todo en Él" es cabeza
del plan de la creación y del designio de la salvación de la Trinidad santa (cf. Hb 1,3ss).
i. El Hijo de Dios se hace hombre (propter nos homines el propter nostram salutem):
El hecho de que el Hijo de Dios haya asumido una naturaleza humana para llevar a cabo
por ella nuestra salvación. La fe en la encarnación es el signo distintivo de la fe cristiana
(cf. 1Jn 4,2).
ii. Cristo es el fin de todas las cosas; todo ha sido creado por Dios en Él, por Él y hacia
Él:
Estas mismas ideas las trasmite Juan a su modo. Por el Logos se hizo todo. Comunicó la
vida y es el fin de la existencia. El señorío de Cristo se verá en plenitud cuando el
universo sea transfigurado en la venida gloriosa del resucitado (Ap 21, 1-5).
dirige el cosmos desde los primeros pasos de su evolución; unidad interna, coherencia
y consistencia: su centro teo-céntrico.
i. Las homologías del Nuevo Testamento como germen de las fórmulas dogmáticas de
los siglos ulteriores:
fue exaltado por Dios y adoptado como Hijo, recibiendo en su ser "el Cristo" (el
cual se aleja en la Pasión).
3) Gnosticismo:
c. San Ireneo:
Las herejías servirán para suscitar el trabajo de los Padres, quienes recogerán la
Tradición, sirviendo de puente entre la generación de los apóstoles y el desarrollo
teológico de la Iglesia. El gran adversario contra la gnosis será San Ireneo. Escribe
Adversus Haerenses, para rebatirla, mostrará el vínculo entre cristología y soteriología.
Las controversias del siglo IV fueron eminentemente trinitarias, pero con evidentes
consecuencias cristológicas:
Arrio vive en Alejandría entre el 256 y el 336. La ciudad es la cuna del sincretismo
religioso y filosófico. En ella durante el siglo II se desarrolló el gnosticismo. Para
combatirlo, además de la ortodoxia católica, se desarrollaron otras corrientes
teológicas que cayeron en la herejía, que influirán sobre manera en nuestro autor:
v. La doctrina de Arrio:
3) Dios creó todas las cosas por medio del Verbo. De ahí que se le pueda
considerar Dios "para nosotros". Así, interpretaba las fórmulas tradicionales en
sentido relacional, pero alteraba su contenido ontológico.
8) En el canon, condena como herejía que el Hijo tuviera comienzo, que fuera hecho de
la nada o de otra esencia, que sea mutable, pues entonces sería criatura (contra Arrio).
DH 130.
b. Importancia y valor dogmático:
San Atanasio será el gran defensor del dogma niceno ante los semiarrianos que
pulularon después del concilio.
a. Apolinar de Laodicea: Apolinar, Obispo de Laodicea, Siria, 310 - 390. Fue discípulo de
Atanasio y defensor de Nicea. Deseando defender la doctrina de la redención y
perfecta unidad de Cristo, es incapaz de comprender la unidad personal en dos
naturalezas completas. (1)Apoyándose en Nicea, que definió la divinidad del Verbo;
imagina en Cristo una naturaleza completa a semejanza del compuesto humano, en la
que el Verbo hacía las veces del alma (nous) de la persona. (2)Si Cristo tuviera alma
humana tendría dos principios rectores, sería un ser compuesto y dividido. De esto se
deducirá que Jesucristo no tiene alma humana; es Verbo más cuerpo. Luego, no
tendría ni voluntad ni psicología humana. Sólo voluntad divina. María engendró un
cuerpo que luego fue divinizado al unirse con el Verbo, que hizo las veces de su alma.
La fórmula que resume toda su doctrina: Cristo tiene una naturaleza del Dios
encarnado. (constatinopla Dh año 553
En el año 381, el emperador convoca a este concilio para zanjar las disputas teológicas
sobre la Trinidad, especialmente acerca de la divinidad del Espíritu Santo, negada por
eunomianos, macedonianos y trópicos. En cuanto a su doctrina cristológica acentúa la
verdadera humanidad de Cristo, apoyándose en el principio antiapolinarista: "lo que no
es asumido, no es redimido".
a. Nestorio:
b. Cirilo de Alejandría:
5) Sin embargo en algunos escritos de Cirilo, hay expresiones dudosas, que podrían dar
pie a una concepción de la unión como confusión de ambas naturalezas, al hablar de la
unión natural entre ambas naturalezas: "Una naturaleza del Verbo encarnado".
a. Aspectos generales:
2) El énfasis de Cirilo está en la unión natural, a nivel óntico, no sólo por gracia.
El hijo de Dios mismo es el mismo que vivió una vida humana desde su
nacimiento de la Virgen María hasta su muerte en cruz. La unión es natural del
Verbo y el hombre, aunque sin mezcla ni confusión.
3) Nestorio, al acentuar la diferencia de las naturalezas, sin negar la unión, la
pone en peligro, sobre todo respecto a la "comunicación de propiedades". Las
humanas, sólo se predicarán del Hombre; lo mismo las divinas sólo de Dios.
d. Repercusiones:
i. El monofisismo:
b. Dióscoro:
a. Patriarca Flavián:
b. León Magno:
Flavián y Eutiques acudieron al Papa León Magno, quien respondió con una carta
dogmática a Flavián, llamada "Tomus Leonis" o "Tomus ad Flaviano" (Dz 143,DH 293).
Esta carta será aclamada e incorporada en Calcedonia:
1) Terminología certera y clara, hasta hoy vigente, extra bíblica, tomada del
lenguaje pagano, es un gran esfuerzo inculturizador. Usa equivalentemente
'persona' (prosopon) e 'hipóstasis' (sustancia o subsistencia), distinguiéndolas
194
a. Leoncio de Bizancio:
Monje del s. VI, poco anterior a Constantino II. Ayuda a clarificar el vocabulario
cristológico.
2) Por otro lado, subsisten los nestorianos: Teodoro de Mopsuestía, Teodoreto de Ciro,
Ibas de Persia, etc.
3) Todos ellos habían sido condenados por Justiniano (s. VI) por un edicto
("homología"). El Papa Virgilio, presionado, lo acepta mediante el "Indicatum" (548);
luego se retracta por el "Constitutum" (553, Dh 416).
- En Jesucristo hay una sola Persona, aún después de la unión del Verbo
con la naturaleza humana (unión sin confusión).
- En Jesucristo hay dos naturalezas. Las que permanecen con sus
propiedades después de la unión (distinción sin separación).
- La unión de la naturaleza humana y divina se llama composición o
hipostática.
3) El canon más importante es el cuarto (Dz 216 dh424) que explica que la unión
de las dos naturalezas de Cristo se realiza SEGÚN la persona del Verbo. Según
composición o según hipóstasis, es decir, no por yuxtaposición sino en la
persona del Verbo. Viene a enfatizar lo que Calcedonia decía: en la persona del
Verbo.
a. Antecedentes:
A la base del Concilio está el concilio de Letrán del 649 (Dz 263-264) una carta
dogmática del Papa Agatón (Dz 288). La intención del Concilio fue salvaguardar la
plena y explícita voluntad humana de Jesucristo, lo que negaban los monoteletas. El
conflicto se planteaba en el orden ontológico, no moral (no está en juego la
impecabilidad de Jesús). Así, Constantinopla III defendió la absoluta integridad de la
naturaleza humana, incluidas todas sus operaciones, aún tras la encarnación.
198
-
Afirmaciones básicas (Dz 291 dh 556):
a. Naturaleza:
- Acto de ser o ser: aquello que hace que tal cosa exista, de ahí que la
existencia, es decir, el hecho de ser o existir es el resultado de tener el
acto de ser.
- Además están los accidentes, modos de ser secundarios, que son
determinaciones de la esencia (color, carácter, etc.).
- Santo Tomás enseña que naturaleza nos indica 'qué es' y 'cómo actúa':
Todo ser actúa según la naturaleza: "el obrar sigue al ser". Hay una diferencia real
entre naturaleza y persona. Mientras la naturaleza responde a la pregunta qué,
persona responde a la pregunta quién, esto es, el sujeto último de responsabilidades
de las acciones y propiedades de la naturaleza.
c. Persona:
Según Éfeso, Calcedonia y Constantinopla III, "ser una persona" significa en Cristo:
4) Unión hipostática:
202
2) Por otra parte la persona divina del Verbo no pasa a formar parte de la
naturaleza humana de Cristo por la unión hipostática, sino que es la energía o
acto que la hace existir. Su subsistencia (acto de ser o existir) es realmente
distinta de la naturaleza humana de Cristo.
c. Principio de incomunicabilidad:
1) Jesús, aún como hombre, es Hijo natural de Dios. Pues la filiación es propiedad de la
persona, no de la naturaleza. Contra adopcionismo que afirma que como hombre, sería
hijo adoptivo de Dios, ello sería una forma de nestorianismo.
1) Santo Tomás definiría la persona mirando "ad intra", pero no "ad extra", en
su relación con el mundo y los demás (cf. K. Rahner; W. Kasper).
El que se acerca por primera vez a la fe tendrá dificultad en reconocer como Dios a
aquel Jesús de Nazaret que vivió y murió hace dos mil años en Palestina. En cambio,
quien cree en su divinidad, al repasar su vida, encontrará quizás dificultad en admitir
hasta sus últimas consecuencias que Jesucristo, Dios de Dios, haya podido ser también
verdadera y auténticamente hombre como nosotros.
Lucas nos muestra una particular presencia del Espíritu Santo en algunas personas que
tienen una especial vinculación con el misterio de la Encarnación: Zacarías, Isabel, Juan
Bautista, Simeón.
b. El Espíritu Santo en María: "Llena de gracia" (Lc 1,35). Consagración previa de María;
de ahí que, lo que nacerá de ella será santo. El E.S. desciende sobre ella.
e. La atribución al Espíritu Santo, está en que al ser la encarnación activa obra del amor
de Dios; conviene atribuírsela a quien es Amor personal.
f. El Espíritu Santo ni "envía", ni "viene", pero no puede estar ausente allí donde el
Padre envía y el Hijo viene.
La naturaleza humana de Cristo no existía antes de estar unida a la persona del Verbo.
La unión hipostática se produce en el momento mismo de la concepción. En ese
momento la persona del Verbo asume la naturaleza humana creándola, tanto el alma
como el cuerpo humano de Cristo (formándola en el seno purísimo de María).
a. Aspecto increado:
b. Aspecto creado:
vi. ¿Por qué sólo el Hijo?. Sentencia de santo Tomás y de San Agustín:
Santo Tomás sostiene que por la identidad de cada persona divina con la esencia
divina, y por su consecuente igualdad, todas ellas pueden encarnarse, pues las tres son
todopoderosas. Sin embargo, señala algunas razones de congruencia (o conveniencia)
para la encarnación del Hijo:
3) La caída fue hecha por el deseo de la ciencia, la redención debía ser hecha
por la Sabiduría eterna y verdadera.
2) No podemos aplicar a cada persona divina lo que la revelación nos enseña de una en
particular, pues las propiedades personales distinguen a las personas.
3) Las obras divinas llevan el sello de la Trinidad. La Encarnación es la obra divina por
excelencia, luego han de aparecer en ella las huellas personales de las tres divinas
personas. Entonces, sólo podrá encarnarse una persona divina si, mediante su
encarnación, puede manifestarse y actuar la característica personal que la distingue
dentro de la vida intratrinitaria.
210
5) La actividad propia del Espíritu Santo es de carácter íntimo y espiritual (amor del
Padre e Hijo). Luego, su presencia ha de ser interior, espiritual, y no objetivable y
humano-corpórea.
3) Prueba escriturística: Hch 3, 15: "disteis muerte al autor de la vida"; Flp 2,6: el mismo
que obedeció, fue crucificado... existía en forma de Dios; Jn 8,58; Rm 9,5; Ga 4,4; etc.
4) Reglas:
- La reduplicación, que viene a ser lo mismo que referir el atributo a la naturaleza. Ej.:
Cristo, en cuanto Dios, murió en al cruz (errónea).
- Los elementos esenciales de la naturaleza humana, hacen sus veces. Ej.: El alma de
Cristo es omnisciente (errónea).
- La conciencia de Jesús:
Los datos de la Escritura nos dan testimonio de que Jesús tenía conciencia clara de su
identidad (Hijo de Dios y Mesías) y de su misión.
a. Puntos fundamentales:
c. Conciencia humana:
Por su conciencia humana, Jesús conoce su ser humano y divino a modo humano. Ello
supone:
d. Los datos de la Escritura: dan testimonio que Jesús tenía conciencia de su identidad
como Hijo de Dios y como Mesías (Cristo) y de su misión:
1) Conciencia explícita:
2) Conciencia implícita:
- Jesús se autodesigna como "Hijo del Hombre" (Mc 13,26, etc.). Era
un título que en el libro de Daniel se atribuye al Mesías escatológico.
- La aplicación a Jesús el título de Mesías o Cristo (ungido). El no se
lo autoaplica, sin embargo, no lo rechaza de Juan Bautista (Jn 1,20).
Incluso lo purifica de todo triunfalismo mundano (Mc 8, 29-34) y lo
combina con los rasgos del Hijo del hombre (Mt 26,64).
- Expulsa los demonios por el Dedo de Dios (Poder divino, Lc 11,20).
- Se presenta como maestro que modifica y relativiza la ley: "Se os
dijo... yo os digo" (Mt 5,21).
- Tiene poder para hacer milagros, se da cuenta que la fuerza sale de
él (Mc 5,3).
- Perdona los pecados, ello es sólo atributo de Dios (Mc 2,5).
- Se da cuenta de que se le aproxima un final dramático, pero lo
acepta, identificándose con el Siervo de Yavé (Mc 8,31).
- Distingue claramente entre "mi Padre" y "vuestro Padre" (Lc 10,21;
Jn 20).
La solución no es fácil, pero debe ser estudiada a la luz de la encarnación y kénosis del
Verbo:
1) Todo en Jesús se une en la persona divina del Verbo. La cual asume nuestra
naturaleza, por lo tanto la conciencia humana de Jesús.
3) Con todo, la conciencia humana de Jesús participa de aquella santidad que por la
unión con la persona del Verbo se le concede. De modo que aunque sujeta a las leyes
del crecimiento se autotrasciende a sí misma.
- La ciencia de Cristo:
a. Puntos fundamentales:
1) Tentación: Si Jesús era Hijo de Dios tenía que saberlo todo (docetismo).
2) Éfeso afirmó la asunción del Verbo de una naturaleza humana completa, contra
Apolinar quien negó el alma humana de Jesús, por lo que también negó su
conocimiento humano. Luego, si Jesús tiene alma humana, tiene conocimiento
humano.
Atestigua que en Jesús hay doble conocimiento. El divino, por el cual conoce
perfectamente al Padre en el E.S.. Otro humano, limitado y sujeto a las leyes del
crecimiento, aunque por la gracia de la unión plenificado admirablemente.
2) Pero también aparece un saber más que humano, que atestigua la acción de la
gracia de la unión en su conocimiento. Ej., conocimiento exhaustivo de ciertos
aspectos del Reino de Dios; penetra los corazones y pensamientos: "conociendo sus
pensamientos, dijo..."; conocimiento de determinadas personas: Samaritana,
Natanael, etc.; conocimiento de su Pasión y Resurrección, traición de Judas, negación
de Pedro, etc.
Durante la Edad Media se discutió mucho acerca de la ciencia humana de Cristo. Santo
Tomás: La triple ciencia.
3) Ciencia de visión o visión beatífica: Inmediata e intuitiva visión de Dios que los
bienaventurados poseerán en la eternidad. Aunque no en el estado de visión
"beatífica", sino de modo kenótico, libremente aceptado por amor, en servicio de la
redención, para que pudiera padecer.
1) Decreto Lamentabili de Pío X, 1907. Condena los siguientes errores del Modernismo
acerca de la ciencia de Cristo (Dz 2032-2035):
- El sentido obvio de los textos del N.T. es inconciliable con lo que enseña la
Iglesia acerca de la conciencia y la ciencia infalible de Cristo. Admiten la
posibilidad de error en Cristo.
2) Decreto Santo Oficio 1918: Prohibe la enseñanza que niega la ciencia de visión.
- El papa enseña que "es verdad de fe que Cristo poseyó la visión beatífica y
unánime aceptado que gozó de ella desde su concepción en el seno de María"
(Dz 2289).
iv. Posiciones actuales y esfuerzos por situar el problema dentro del marco bíblico y
trinitario:
a. Posiciones actuales:
A partir de la experiencia de filiación que tiene Jesús, J. Galot señala que no se trata de
una ciencia infusa enciclopédica; se refiere con las verdades relacionadas con el Reino
de Dios. Sigue a San Agustín, quien afirmaba que "Jesucristo no pretendió hacernos
matemáticos, sino cristianos".
La ciencia infusa se vale de las verdades humanas y los medios de conocimiento más
fundamentales: Familia, sinagoga, estudio de la Escritura. Además, iluminaciones
extraordinarias sobre personas o momentos determinados en los que se hace
consciente, en general, sobre todas las verdades salvíficas. Esta ciencia se da en la
humanidad, pero en razón de la unión hipostática, desde la Encarnación. Se va
explicitando por el desarrollo humano.
- Así, en Cristo, hay desde un principio una especial percepción de Dios por
unión con Él, que le connaturaliza con todo lo divino. Le permite juzgar con
certeza de todas las cosas divinas, y supera a toda ciencia infusa (cf. profetas).
Es decir, en Él el conocimiento de Dios es de modo inmediato, no mediato.
- Ahora bien, este conocimiento es susceptible de desarrollo en cuanto a su
conceptualización (conocimiento temático). A ello contribuyen sus otros
conocimientos, ciencia adquirida por el estudio de la Escritura, oración, etc.
4) CEC 471 - 474: "El conocimiento humano gozaba en plenitud de la ciencia de los
designios eternos que había venido a revelar. Lo que reconoce ignorar en este campo,
declara en otro lugar no tener misión de revelarlo” (cf. Hch 1,7).
2) Los padres repiten y desarrollan la misma idea del N.T. Gregorio Nacianceno
enseña que "se llama Cristo a causa de la divinidad ya que esta es la unción de la
humanidad; ella santifica...por la presencia total de aquel que santifica".
En virtud de la gracia de unión, la humanidad de Cristo fue dotada de todas las gracias
necesarias para su misión: gracia santificante, dones del E.S. y virtudes teologales y
morales. Cristo poseyó aquella gracia santificante que le permitió llevar una vida santa
en calidad de hombre verdadero.
- Fe, la tiene en otro sentido que los hombres, pues gozaba, aunque
kenotizada, de la visión beatífica.
- Esperanza, en otro sentido que los hombres, pues ya poseía el objeto de
la esperanza.
- No tiene penitencia, sino compasión por el pecado ajeno; es impecable.
- Continencia y dominio de sí, no la tiene sino en un sentido diverso al
resto de los hombres. Su naturaleza humana estaba en total armonía con
su naturaleza divina.
- Cristo estuvo libre de todo pecado: tanto del pecado original, como del pecado
personal.
1) Testimonio de la Escritura:
2) En el Magisterio de la Iglesia:
- Florencia: Jesús fue concebido sin pecado original; vale decir que no lo tuvo
(Dz 711).
- Exigencia de su misión redentora del pecado, o si no habría él también tenido
necesidad de un salvador.
3) Cristo no sólo no pecó de hecho, sino que no podía pecar en razón de la unión
hipostática. Ya que la persona divina es el "principium quod" de todas las acciones de
Cristo, también de las humanas. Sería contradictorio que una persona perfectísima
fuera responsable de lo más imperfectísimo, el pecado.
¿Si Jesús no podía pecar, era plenamente libre?, ¿Podría haberse negado a hacer la
voluntad del Padre?, ¿En que sentido se dice que Jesús es libre?
1) Datos bíblicos:
- La Sagrada Escritura nos muestra a Jesús con una libertad "cotidiana" (va,
viene, etc.) No está coaccionado externamente (parientes, medio, etc.).
- También frente a su muerte : Jn 10,18, "Nadie me quita la vida, yo la doy
voluntariamente, tengo poder para darla y recobrarla de nuevo".
- Así, su muerte no es fruto del azar. La voluntad del Padre no anula su voluntad,
sino que la confirma y fortalece.
2) En el Magisterio:
3) En la teología católica:
divina del Verbo. Con todo, no hay confusión, ni mezcla entre ambas (fiel a
Calcedonia). Con todo la voluntad humana de Jesús está en total acuerdo y
dependencia con la voluntad divina. Máximo el confesor lo prueba con el texto
de la oración de Jesús en el huerto de Getsemaní (Mt 26, 36-46). Donde se
muestra la distinción de ambas voluntades y su total armonía y coordinación.
- Santo Tomás de Aquino enseña que la naturaleza humana de Jesús (y la
libertad es una propiedad de la naturaleza) es como un "instrumentum
coniunctum divinitatis", esto es, un instrumento intrínseco a la divinidad, pero
libremente movido por el amor.
- La razón profunda de libertad de Jesús está en que la libertad no es hacer
cualquier cosa, o elegir entre el bien y el mal. Es asumir interna y gozosamente,
sin coacción, la voluntad de Dios. Así lo hace Jesucristo; de ahí que sus actos
sean meritorios. En Jn afirma categóricamente: "Mi alimento es hacer la
voluntad del que me ha enviado" (Jn 4,34) y, ante la inminencia de su muerte
declara: "Nadie me quita la vida, yo la doy voluntariamente" (Jn 10,17).
- El planteamiento del problema se debe hacer desde un concepto de libertad
humano más profundo que el de la libertad de elección. La libertad de elección
auténtica supone una libertad más radical que es la de autodeterminación para
el bien de la persona. En una palabra el dominio de sí para el don de sí. Esto en
Cristo se dio plenamente.
- Pensar que Jesús no ha sido verdadero hombre, pues no ha tenido ni siquiera
la posibilidad de pecar, es equivocar los términos. Jesús es libre porque
voluntariamente siempre ha buscado realizar la voluntad del Padre. Afirma san
Agustín, "con el E.S., el placer es no pecar, eso es la libertad". Jesús tiene la
plenitud del E.S. y sus dones. Él nunca ha sido esclavo, ha sido plenamente libre.
La libertad verdadera es la adhesión total a Dios.
- Sus acciones humanas han sido meritorias, pues han sido libres y unidas
perfectísimamente al querer humano.
1) Las tentaciones son también una realidad en la vida de Jesús (cf. Sinópticos y Hb
4,15). Obviamente se producen como parte de la kénosis del Verbo.
2) Jesús, a lo largo de toda su vida, lucha contra el poder del demonio ( Lc 4, 18-22).
4) En Cristo hay tentación pero sólo analógicamente. Se debe evitar dos extremos:
La oración de Jesús está ampliamente acreditada en el N.T. Por una parte implica una
continuidad con la oración del A.T., pero al mismo tiempo, introduce una gran novedad
y discontinuidad: Su oración es ante todo filial (Mt 12,25). Denota su total comunión
con su Padre.
a. Acerca de lugares: Jesús oraba, a menudo en lugares solitarios (Lc 3,21; 6,12; etc.), en
el desierto, en el monte, se retiraba a lugares solitarios, etc. Pero también ora en el
Templo y en las sinagogas. Todo momento es propicio para orar, incluso en la cruz.
b. Tiempo: Jesús rezaba las oraciones propias de los judíos, pero especialmente se
retiraba a orar, rezaba a menudo en la noche y la madrugada (Mc 1,35).
e. Ocasiones: Toda ocasión es propicia para la oración de Jesús. Pero ora con especial
cuidado en circunstancias especiales:
f. Objeto de la oración:
Jesús tenía conciencia de ser el Hijo del Padre. Esto lo mostró en sus palabras y obras.
Su oración se engarza en el conjunto de su vida como Hijo del Padre. No sólo ha sido
engendrado eternamente del Padre, vive del Padre; sino que vive para el Padre. El
Padre tiene en su Hijo sus complacencia. Pero es glorificado en y por el Hijo. La
orientación fundamental de la vida del Hijo es su Padre (Jn 14,13; 1 Co 15,28). Por lo
tanto su oración es el reflejo en la humanidad de Cristo de esta orientación eterna del
Hijo hacia su Padre:
iii. ¿Se puede afirmar, en algún sentido, que Jesús tiene la fe y la esperanza?:
a. La fe en Jesús:
Para dar una respuesta adecuada acerca de la fe en Jesucristo se debe distinguir qué se
entiende por fe:
b. La esperanza en Jesús:
1) También en sentido analógico puede decirse que había en Él esperanza. Jesús tenía
la ciencia de visión o visión beatífica , aunque kenotizada por su aceptación libre de
abajarse para salvarnos. Por tanto no tenía un conocimiento total del futuro, sino que
de modo humano iba creciendo en ciencia experimental y recibiendo la ciencia infusa
de aquello necesario para la salvación de los hombres (cf. Tesis 31).
2) De modo análogo que la fe, Cristo tiene esperanza en grado sobreminente y pleno.
Es verdaderamente "el iniciador y consumador de la esperanza", parafraseando Hb
12,2.
3) Se debe entender la esperanza de Jesús como la confianza plena en su Padre,
expresada a lo largo de toda su vida, y especialmente en la cruz: "Padre, en tus manos
encomiendo mi espíritu..." (Lc 23,46).
4) Los cristianos participamos de su esperanza, ella nos alienta y sostiene en nuestro
peregrinar y nos consuela en nuestras luchas.
226
Todos los relatos evangélicos están encaminados hacia la cruz. M. Kahler enseña que
"los Evangelios son relatos de la Pasión con una introducción prolija". Los Padres
recalcan que, la Encarnación, en la actual economía, está ordenada a la cruz. S.
Atanasio: El Logos no podía morir. De ahí que tomara un cuerpo para poder ofrecerlo
por todos. Continuando la doctrina de san Ireneo, "el admirable intercambio" y/o "lo
que no es asumido no es redimido"
1) Is 53: 4º canto del Siervo: muerte vicaria "por muchos" (cf. Mc 14,24; 10,45).
2) Ex 24,8: habla de la "sangre de la Alianza" del Sinaí (cf. Mc 14,24).
3) Los textos pascuales en general, pues Pablo alude a Jesús como el nuevo cordero
Pascual (1Co 5,7).
4) Gn 22: Sacrificio de Isaac figura y tipo del sacrificio de Cristo (cf. Rm 8,32).
5) Hb: Los sacrificios del A.T. prefiguran el sacrificio salvífico de la cruz, el cual los
supera.
i. El misterio de la Pasión:
2) Especialmente en la Cena:
- Lc 22,15-20 y 1Co 11,23-25: Fórmula paulina; continuidad con los cánticos del
Siervo (Is 53),entrega sacrificial.
La Cena esta en íntima relación con el calvario y la cruz, son como las palabras que dan
sentido al gesto; de modo que no se las pueden entender separadamente:
Sin duda que los relatos de la pasión son el núcleo de los evangelios, que vienen a ser
como una amplificación del kerygma primitivo. La coincidencia en el núcleo de los
acontecimientos y la complementariedad de los detalles, manifiestan la fuerza de
historicidad que tienen.
3) Jn: Destaca la gloria y la realeza de Jesús. Jesús va a la cruz con toda libertad
(10,17). Es la vuelta al Padre. Insiste en la obediencia filial de Cristo por la cual se
cumplen perfectamente las profecías (19,28-30). Es el rey entronizado en la cruz
(!8,33-37).
Aplicando los criterios de historicidad se puede aseverar que los relatos de la muerte
de Jesús ciertamente responden al Jesús terreno: Testimonio múltiple, en todas las
fuentes y tradiciones neotestamentarias; discontinuidad con las maneras que las
corrientes de la época imaginaban el triunfo del Mesías; continuidad con los anuncios
del destino del Siervo Sufriente; explicación necesaria que aclara muchos otros puntos
de la vida de Jesús y de la Iglesia primitiva; algunas de las palabras y los gestos en
general responden al estilo de Jesús; inteligibilidad interna de los relatos, son
coherentes con la predicación y ministerio de Jesús; e interpretan de diversa manera
un mismo fondo, en el cual todos están de acuerdo.
En conclusión que Jesús haya muerto en la cruz es una de las realidades más ciertas de
la historia de Jesús.
229
b. Causa de la muerte:
La tradición del N.T. interpretó la muerte de Jesús como salvadora y expiatoria: "por
nosotros" y "por muchos". El pecado para ser perdonado requiere de una satisfacción
de la ofensa. Que la satisfacción (reparación de una ofensa) sea vicaria significa que no
es presentada por el mismo ofensor, sino por quien lo representa. En la tradición
bíblica esta doctrina venía anunciada en el 4º Canto del Siervo (Is 53,1-12), quien no
tenía pecado, pero sufría por las culpas del pueblo.
4) Otros textos importantes son: "El Hijo del Hombre ha venido a entregar su
vida como precio por el rescate de muchos" (Mt 20,28 y paralelos); "Yo pongo
mi vida por mis ovejas" (Jn 10,15).
5) Magisterio: Éfeso (Dz 122); Trento, "satisfizo por nosotros" (Dz 799 ).
6) San Anselmo. (cf. Tesis siguiente).
- Todas las acciones de Cristo tienen un valor infinito, al ser el "principium
quod" de las mismas, la persona divina del Verbo Encarnado.
- De ahí que se trate de una satisfacción sobreabundante.
- Cristo murió por todos los hombres, no sólo los fieles (cf. 1 Jn 2,2:
"propiciación por los del mundo entero" y Trento: Dz 794)
2) Católicos: Cristo, por ser inocente no puede asumir el sufrimiento y la muerte como
castigo, esto es, en cuanto pena debida a una ofensa. Pero sí puede asumirla en
cuanto a la carga que ese castigo implicaría. No hay una expiación penal (Lutero), sino
la satisfacción vicaria por los pecados de todos. Él, asume la Pasión como actitud de
amor y obediencia, que a su vez nos manifiestan el amor infinito del Padre.
1) Sacrificio de expiación:
2) Cordero Pascual:
2) Juan:
- Figura del Cordero.
- Pasión: Narrada en un contexto pascual: la muerte en el Día de la Pascua;
Jesús, verdadero Cordero (Jn 19,14); la crucifixión en la hora sexta, era la
misma hora en que se sacrificaban los corderos para la fiesta.
- Ap: cordero degollado, que nos ha librado por su sangre.
- 1 Jn: Sacrificio de Cristo, sacrificio expiatorio o propiciación por nuestros
pecados.
3) San Pablo: asevera la sustitución vicaria de Cristo "por" nuestros pecados (cf. lo
dicho más arriba).
c. En el Magisterio:
d. Reflexión teológica:
Para una justa valoración del sacrificio redentor de Cristo se lo debe entender desde la
categoría fundamental de la Alianza y la elección divina. No desde las categorías
aducidas por los protestantes, la ira y la expiación penal. La invitación primigenia de
Dios a la comunión y participación de su vida, se vio entorpecida por el pecado, pero
no truncada. La muerte de Cristo, con su hondo contenido de dolor y angustia, es un
signo más del amor de Dios, que no abandona al hombre, sino que asume su realidad
para redimirlo. La obra de la redención, es obra trinitaria. Ello implica que las tres
personas participan en la muerte, cada una según su propiedad personal. El Hijo
muere, el Padre acepta su ofrenda y sufre de amor con su Hijo, el E.S. es derramado
como efusión de ese amor que Padre e Hijo se tienen eternamente.
233
i. San Anselmo:
San Anselmo, en su obra "¿Cur Deus homo?", interpreta la muerte de Cristo como
satisfacción vicaria por los pecados de los hombres.
3) Sin embargo, no basta la reparación o mera devolución del honor quitado, hay que
añadir algo más para compensar el ultraje. Esto es la satisfacción de la culpa.
5) Para salvarnos ha de ser necesaria una satisfacción completa: Alguien que devuelva
lo arrebatado y satisfaga con algo infinito la culpa, por eso se requiere que sea, a la
vez, Dios y hombre.
6) Sólo un Dios-hombre puede satisfacer por los hombres. De ahí que necesariamente
se requiera la encarnación para nuestra salvación.
- ¿Cómo Dios puede llevar a la muerte a su Hijo? El Padre le mandó morir, sólo en
el sentido de que le mandó algo por lo que le sobrevino la muerte. Esto es, sólo
en razón del pecado del hombre, se seguiría la muerte de Cristo de la misión
que el Padre le encomendó.
- Con todo, la encarnación sigue siendo gracia; sólo sería necesaria en cuanto a
la fidelidad de Dios a su palabra.
- La cruz de Cristo satisface por nuestros pecados: Por su calidad de Hijo de
Dios, su muerte es de valor infinito; y siendo Él inocente y yendo a la muerte
libremente, ésta es supererogatoria.
Hace una síntesis estupenda. Sigue a San Anselmo afirmando que la satisfacción de
Cristo ha superado la compensación exigida por la ofensa inferida a Dios por el pecado.
5) Doctrina de la redención:
- Mérito: es el infinito amor con que nos amó hasta la muerte de cruz.
- Satisfacción: busca sobretodo la reconciliación de la amistad, lo que
sucede cuando el ofensor ofrece un signo de su conversión.
- Sacrificio: su esencia es la oblación interior: el amor y la obediencia de
Cristo de la cual el sacrificio visible (muerte) es signo. Si Dios lo acepta, no
es porque necesite "aplacarse", sino porque es necesario para nuestro
bien; el que reconozcamos su soberanía nos hace crecer en el amor.
- Redención: siendo el pecado una esclavitud, y a la vez, una deuda de
justicia para con Dios, Cristo pagó un cierto precio de rescate, por el que
hemos sido liberados de ambas obligaciones.
iii. Trento:
Recoge las enseñanzas de San Anselmo y Santo Tomás y del Magisterio, que había
definido la universalidad de la redención en el Concilio de Quiersy (853): "No hay, ni
hubo, ni habrá hombre alguno por quien no haya padecido Cristo" (recoge textos de
San Agustín, Dz 319) y es reafirmado en Florencia: "Él solo por su muerte derribó el
enemigo del género humano y abrió la entrada del reino celeste" (Dz 711).
1) Dz 790: "salvados por los méritos del único mediador, N.S. Jesucristo, que nos
reconcilió con el Padre en su sangre".
2) Dz 799: " nos mereció la justificación por su pasión santísima en el leño de la cruz y
satisfizo por nosotros a Dios Padre".
3) Dz 938: "Así, pues, el Dios y Señor nuestro, aunque había de ofrecerse una sola vez a
sí mismo a Dios Padre en el altar de la cruz, con la intercesión de la muerte, a fin de
realizar para ellos la eterna redención".
1) Cristo "se vació a sí mismo": se hace, por la encarnación, realmente uno de nosotros,
menos en el pecado. Con todo, lo que ella conlleva: pasibilidad, sufrimientos,
crecimiento, etc.
3) Se hace el siervo por excelencia, "el siervo de Yavé"; de ahí que se hace "obediente
hasta la muerte".
4) "Y muerte de cruz": resalta el amor infinito del Padre, que entrega al Hijo al mundo
para redimirlo desde dentro. Aún cuando la encarnación histórica en un mundo que
vive en el pecado, llevase a su Hijo hasta la muerte de cruz (oposición de los grupos
dominantes de la época de Jesús a su ministerio).
vi. El descenso a los infiernos. El dato bíblico y su significado. Cuestiones que plantea
a la teología actual:
a. "Fue sepultado":
- El Sheol designa el "lugar donde habitan los muertos", las regiones inferiores de la
tierra.
- Expresa un estado extremamente mísero; el estado de privación de la vida humana en
su plena extensión espiritual-corpórea.
- Es descrito como: tinieblas, silencio, soledad, imposibilidad de alabar a Dios (cf. Job;
Salmos).
- Ireneo: "Para llegar a ser el primogénito de los muertos, el Señor observó las leyes de
la muerte"; la ley de la muerte era tanto el descenso al sheol, como la inhumación en la
tumba.
238
2) Con todo no puede hablarse de "pena, de daño" en Jesús. El CEC 637 enseña que,
"Cristo muerto, en su alma unida a su persona divina, descendió a la morada de los
muertos. Abrió las puertas del cielo a los justos que le habían precedido"(Ds 485). Por
tanto no descendió a los infiernos para liberar a los condenados (Ds 587) ni destruir el
infierno (Dz 536).
Cuando se estudia la resurrección del Señor partiendo de los textos del N.T., se debe
tomar en cuenta y distinguir:
Apariciones del resucitado: Las mujeres (cf. Mt 28,9-10); Pedro (Lc 24,34); los doce (cf.
1 Co 15,5); más de quinientas personas (1Co 15,4-8).
3) Testimonio recibido que trasmite a su vez a sus oyentes: 1Cor 15: La resurrección del
Señor es paradigma de la nuestra.
240
7) Se extiende por toda nuestra existencia como vida nueva: "vuestra vida escondida
en Cristo" (Col 2,12). Produce un cambio no sólo ontológico (filiación), sino también
moral: vivir la caridad (1 Co 13).
Al igual que en Pablo, muerte y resurrección son teológicamente una sola cosa.
2) Es un cuerpo material; el Resucitado come con sus discípulos y es tocado por ellos.
3) Con todo, es un cuerpo glorioso está fuera del tiempo y del espacio; pero puede
hacerse presente cuando y donde quiere. Libertad para adquirir otras formas
(jardinero). Su cuerpo está lleno del poder del Espíritu Santo; está en estado de gloria.
241
Nos sirve en este punto la reflexión de Pablo acerca del "hombre celestial" en 1 Co
15,35ss.
vi. Realidad de la Resurrección y motivos para creer en el Resucitado tanto para los
testigos como para nosotros.
Estos motivos son los mismos para nosotros, que los hemos recibido por la Tradición
ininterrumpida, en una cadena de testigos. Nuestros motivos se les podrían aplicar las
palabras dichas por el Resucitado ante la credulidad de Tomás: "Porque me has visto
has creído. Dichosos los que no han visto y han creído" (Jn 20,29).
2) Cumplimiento de las promesas del A.T. ("resucitó según las Escrituras") y las del
mismo Jesús durante su vida terrena.
3) Confirma la divinidad de Jesús, Jn 8,28: "cuando hayáis levantado al Hijo del hombre,
sabréis que Yo Soy".
4) Nos da nueva vida: justificación que nos devuelve la gracia y realiza la adopción filial.
vii. El Resucitado como fuente universal de salvación para los hombres y para el
universo:
a. Efectos personales:
5) Fundamenta la Esperanza.
4) "La creación entera desea la revelación de los hijos de Dios y espera ser
liberada de la servidumbre de la corrupción para participar de la gloriosa
libertad de los hijos de Dios, gime y sufre dolores de parto" (Rm 8,19-23). La
suerte del universo está ligada a la del hombre, más concretamente la
redención del universo pende del "rescate de nuestro cuerpo" (Rm 8,23), que
es como el corolario de la Resurrección. La redención del universo no consiste
en la simple resurrección de los muertos, sino que se añade la liberación del
universo mismo de la vanidad, esclavitud y corrupción a la que hoy se ve
enfrentado.
En cuanto a la economía salvífica, el Espíritu Santo es el Espíritu del Resucitado, don del
Señor Resucitado (Jn 7,39-40). Lo recalca sobretodo Juan, y no porque desconozca o
niegue la presencia del Espíritu en la vida terrena de Jesús, tan remarcada en los
sinópticos. Sino porque quiere enfatizar la donación propia del Señor Resucitado: en la
muerte (Jn 19,30); en el golpe de la lanza (Jn 19,34); prometido como otro Paráclito
(Jn 14,16, etc.); sobre todo en el don pascual a los once (Jn 20,21-23)
Los Hechos de los Apóstoles, en consonancia con Juan, resaltan también la íntima
relación entre el Espíritu y el Resucitado: "Jesús ha derramado lo que vosotros veis y
oís" (Hch 2,33) refiriéndose al Espíritu. El Espíritu derramado el día de Pentecostés,
anima y alienta la misión de la Iglesia, que es continuación de la misión salvífica de
Cristo.
1) Es el otro Paráclito.
2) Se da a ruegos de Jesús.
3) Enviado en nombre de Jesús.
4) Enseñará y recordará sus palabras.
5) Enviado por Jesús.
6) Dará testimonio de Jesús.
7) Está desde el principio con Jesús.
8) Viene cuando Jesús se vaya.
9) Glorificará a Jesús.
10) Recibirá lo que es de Jesús.
11) Hablará de lo que oyere de Jesús.
x. Resurrección y Ascensión:
1) Mc 16,19; Lc 24, 50-53 y Hch 1,9 nos trasmiten el acontecimiento de la Ascensión del
Señor. Se complementan con las numerosas confesiones de fe que recorren el N.T.
desde el kerygma primitivo hasta la carta a los Hebreos, de que Jesús ha sido exaltado
y está a la diestra de Dios Padre. En Jn está presente de otra forma, como regreso al
Padre. Cristo nos antecede y prepara un lugar en la casa de su Padre.
2) La cronología de la resurrección y la ascensión del Señor:
5) Jesús glorificado envía el Espíritu Santo (cf. Jn). El acontecimiento pascual revela
la historia y presencia del Espíritu. Desde entonces, el influjo vivificante de Cristo
glorioso se realiza por el Espíritu, a través de la Iglesia. Todo en ella es sacramental,
en especial los sacramentos que son acciones de Cristo glorioso.
247
BIBLIOGRAFÍA
a. FUENTES:
4. JUAN PABLO II, Catecismo de la Iglesia Católica, Editores del Catecismo, 1993
b. TEXTOS:
MARIOLOGÍA
a. Introducción:
a. Antiguo Testamento:
LG 55 enseña que los libros del A.T, junto con el N.T. y la Tradición, muestran la
misión de María en la historia de la salvación, en ellos se va preparando la venida de
Cristo. En realidad, a luz del N.T. (acontecimiento Cristo) y de la Tradición viva de la
Iglesia, es que emerge la presencia de María en el A.T. como una presencia moral,
profética y tipológica en los textos veterotestamentarios, los cuales encuentran su
sentido pleno. Podemos así discernir en el A.T. los rasgos morales, tipológicos y
proféticos de esta presencia.
1) Moral: La figura de la mujer que está llamada a participar de la victoria sobre el mal
(cf. Gn 3,15).
b. Nuevo Testamento:
-Es, a sí mismo la prrar, el verbo "parir" ("tikzo", engendrar femenino), "de la que
nació...", para afirmar la virginidad de María, ella es como la tierra nueva de la que es
tomada la naturaleza humana del Verbo. Lo refuerza el contraste de María con las
cuatro mujeres que son aludidas en la genealogía (paganas).
- 1,18-25: ¿Cómo? Responde a cómo entra Jesús en la historia y se cumple de la profecía
de Is 7,14 (versión LXX). El medio para cumplir la profecía es el ministerio de José y la
virginidad de María.
José es "justo", esto es cumplidor de la ley, y es el encargado de poner el nombre al
Señor, él será su padre legal, con lo que se insertará en la descendencia davídica.
La virginidad de María antes del parto queda clarísima, pues lo que nacerá de ella es del
E.S. Respecto a la virginidad después del parto, la preposición "hasta" usada en la frase
"no la conocía hasta el nacimiento del hijo", no implica que después del nacimiento, si
lo hiciera. Además ésta se desprende del conjunto de la revelación y de la tradición de
la Iglesia.
- 2,1-12: ¿Dónde? En Belén, ciudad de David, así se cumplen las promesas. María aparece
como "gebirá" o Madre del rey, papel importante en el pueblo de Israel como
intercesora de su pueblo. Presencia de María en la casa junto a Jesús (v. 11).
- 2,13-23: ¿Desde dónde? Identificación de Jesús con la historia de Israel, la completa y la
supera: Como Moisés huye, intenta ser matado por el rey Herodes, como Moisés por el
faraón, etc. La Pascua es el gran contexto que se quiere remarcar. Jesús niño, realiza
una nueva Pascua, viniendo desde Egipto, e inaugura un nuevo pueblo. José y María
son los primeros llamados del nuevo pueblo, acompañan a Jesús.
252
4) Textos de Lc:
Lc ha sido llamado el Evangelio mariológico, pues de las 152 veces que se nombra a
María en la Biblia, 80 veces están en Lc. También porque quiere expresar la novedad
conque Jesús entra en el mundo, diferente a lo de Mt que recalca la realeza davídica de
Jesús. Hace un díptico entre la anunciación de Zacarías y nacimiento de Juan que es
como el resumen del A.T., y la anunciación a María y el nacimiento de Jesús; entre la
visita a Isabel y la presentación del Niño en el Templo. En todo lo que se refiere a Jesús
hay novedad y superación del A.T.
- Teofanía y saludo: Visión y audición del ángel, con asombro, tanto porque es en
lugar profano como porque es a una mujer.
-Misión:
- Respuesta del ángel: "El Espíritu Santo te cubrirá con su sombra, y el poder del
Altísimo vendrá sobre ti, por eso lo que nacerá santo..."
- Lc 1,39-45:
- Lc 1,46-55.
María como nuevo Israel canta con los sentimientos de la hija de Sión. Es un himno
compuesto de un mosaico del A.T. construido sobre la base del cántico de Ana (1 S 2,1-
10). Tiene muchas referencias a la espiritualidad de los pobres de Yavé (anawin).
- Otros que sería auténtico de María. Distinguiendo 2 partes, una más bien personal que
responde a un hecho histórico y otra más bien universal que responde a una reflexión
posterior a partir de la experiencia cristiana de la comunidad.
- Parte personal (1,46-49): María estalla de gozo porque reconoce que la misericordia
ha obrado en ella. María es objeto de un acto divino: "el ha puesto sus ojos en ella",
como en el A.T. Yavé veía el estado de su pueblo (Ex 2,25). María es el inicio del pueblo
nuevo, gracias a la iniciativa divina. Lo que ha visto en ella es su humillación, esto es,
que no es nada sin la acción divina, lo espera todo de Él (anawin). Será llamada
bienaventurada, como ya lo ha hecho Isabel, porque Dios ha hecho en ella maravillas.
-Parte universal (1,50-55), responde a la pregunta ¿Quién es el Dios del que habla
María?: Es el Dios fiel que cumple sus promesas, el Dios de los padres que hace todo
nuevo, el Dios que actúa a partir de y en los pobres. Es el Dios de la novedad del N.T.
pues lleva a la historia a una nueva conformación (cambio de los principios) e introduce
su Reino, paradojalmente, sin usar de los poderes de este mundo.
presentación del "resto fiel", muestra su pobreza a Jesús. María se irá al final de
la boda con Jesús y discípulos, que empiezan a creer, se incorporan por la fe a la
comunidad de la nueva alianza (cf. v 11-12).
- v. 4, "Mujer, ¿que tengo yo contigo?": No es una forma vulgar de referirse a su
madre. Más bien muestra que su misión no proviene de los lazos de la carne,
sino de la fe. Entonces, María, procede en cuanto creyente (v. 5).
- v. 5-10 "haced lo que él os diga" (cf. Ex 19,8): María invita a los sirvientes a
tomar posición ante la propuesta de Jesús, representan al resto fiel, siervos, que
al creer y obrar hacen posible la nueva alianza: el milagro que evoca novedad y
sobreabundancia.
- v. 11, los discípulos creyeron en Jesús por el signo de Caná, los precedió la fe de
María.
- v. 12: María se incorpora a la comunidad de la nueva Alianza.
- Más que un acto de piedad filial, aparece Jesús revelando a María como el
Nuevo Israel, figura de la Iglesia, a la que confía el discípulo fiel.
- Aparece como "madre" y "mujer": representa los trazos de su misión como
figura de la Iglesia. En el A.T. hay una estrecha relación entre la mujer e Israel
(Ct, Est, Jdt).
- "Madre", se podría decir lo que ya hemos afirmado de la "gebirá" o Reina
Madre, que en Israel tenía un papel de intercesión para con el pueblo
(Betzabeth no gobierna, pero intercede ante su hijo Salomón). Pero la
maternidad de María va más allá, pues está en estrecha relación con Jesús
mismo. A ella le es confiado "el discípulo", que es el prototipo del seguidor de
Jesús. Ella será la "madre" de todos los discípulos, contribuirá en su salvación.
- Sólo después de este encargo, la madre es entregada a la custodia del
discípulo, lo que obviamente hubiera sido lo primero (un acto natural de
protección a la madre viuda).
-"A partir de aquella hora": es la hora mesiánica, la hora de la Nueva y eterna
Alianza.
- "el discípulo la acogió en su casa". Entre los suyos, esto es, no sólo en la
comunidad cristiana, sino que también en su intimidad (I. de la Potterie). A María
se le encomienda una maternidad espiritual respecto de los fieles. Se reafirma
con el grito de Jesús "todo está cumplido" (19,28).
Cristo Nuevo Adán: en un contexto donde aún no hay polémica acerca de María.
Ella es vista como "Nueva Eva", que colabora con el Nuevo Adán, que es Cristo. Justino
afirma que Jesús se hizo hombre de María, para realizar la obediencia que Adán no
realizó. María, virgen concibe por su obediencia a la palabra del ángel, mientras que
Eva, virgen concibió el pecado por seguir la palabra de la serpiente. Así se redime al
hombre por el mismo camino por el que pecó. San Ireneo desarrolla la misma idea,
afirma que así como Eva causa la muerte por su no, María causa la salvación por su si
obediente. María desata el nudo atado por Eva. Ella participa en el plan de la salvación.
2) Defensa cristológica.
- San Justino: Contra los gnósticos afirma que María no se unió carnalmente a
nadie, ni semidiós ni hombre, la concepción fue virginal, obra del E.S.
- Cirilo de Alejandría:
- Concilio ecuménicos del siglo V: Éfeso y Calcedonia, que confirman y definen que
María es Teotokos.
4) El culto mariano:
- Egipto (s. III): "Bajo tu amparo", invocación colectiva a la Virgen, que confiesa
su maternidad divina y su virginidad ("Lex orandi, lex credendi).
- El desarrollo del culto favorece la homilética y la himnografía mariana (cf.
"akathistos").
- Comienzan a aparecer las fiestas marianas, íntimamente vinculadas a la vida del
Señor.
4) Calcedonia (451): Clarifica la unión personal de las dos naturalezas. Así, se entiende
mejor que María es la madre de la persona del Verbo.
2) En Roma la Basílica Santa María la Mayor. Ya a fines del s. VII se celebran 4 grandes
fiestas marianas: Purificación, Anunciación, Asunción y Natividad.
4) Siglo XII: siglo mariano: cf. San Bernardo (sermones). Luego (s. XIII) San
Buenaventura y Santo Tomás establecen las bases de la doctrina mariana, fundándose
en la fe en la maternidad divina, y la relación única de María con el Verbo hecho carne.
Las definiciones dogmáticas surgen del sentido de la fe del pueblo fiel, del hecho
eclesial de la liturgia, en una palabra de la vida cristiana animada por el E.S., que ilumina
la S.E. y Tradición, que se escruta con cuidado y en ella se descubren los fundamentos
bíblicos y tradicionales de los mismos dogmas. No se los inventa, sino que la Iglesia
cosecha frutos de la riqueza del depósito que recibió de Jesús.
- Pío IX, por la bula "Ineffabilis Deus", declara el dogma de la Inmaculada en 1854.
- Pío XII, por la Constitución Apostólica "Munifentissimus Deus", declara el dogma de la
Asunción en 1950.
262
iv. Movimiento de ideas sobre mariología especialmente en vísperas del Vaticano II:
1) Tendencia Cristológica:
2) Tendencia eclesiológica:
1) Introducción: donde aclara lo que hemos dicho sobre el rescate de lo mejor de ambas
tendencias mariológicas y muestra la intención del concilio.
protección. Han buscado imitar sus virtudes. Acuden en toda necesidad a ella. Todo ello
siempre bajo la dirección del sagrado magisterio.
La clarificación del dogma mariano pone en evidencia la íntima relación entre
Escritura, Tradición, Magisterio y sentido de la fe, pues las verdades definidas no sólo se
encuentran al menos insinuadas en la Escrituras, enseñadas y trasmitidas en la
Tradición y el Magisterio, sino que también los dogmas han sido vividos mucho antes
por el pueblo cristiano, en su Liturgia y en la piedad..
265
Que María fuera la "Teotokos" era la respuesta indirecta a una pregunta aún más
fundamental: ¿Quién es Jesucristo?. Podemos constatar que así como la espiritualidad
y piedad marianas son un camino a Jesús ("A Cristo por María"), en teología se sigue el
camino inverso: la verdad de los datos sobre la Encarnación del Hijo, nos lleva a
reconocer a su madre ("a María por Cristo").
i. Fundamentación bíblica:
1) Ga 4,4: "Al llegar la plenitud de los tiempos, envió Dios a su Hijo, nacido de mujer...":
Alude al Hijo, preexistente en cuanto Dios. Es Dios. Hijo es el término de la acción
generativa de la mujer. Une a sí el ser hombre, tener una historia y cultura.
2) Rm 9,5: Si la doxología, "Cristo que procede de los patriarcas según la carne, Dios
bendito por los siglos" alude a Cristo, como concuerdan la mayoría de los exégetas, el
texto afirma que Cristo, que es Dios, es engendrado según la carne de los israelitas;
esto es, históricamente, "de María".
3) Lc 1,26-38: Anunciación de María, destaca el v 35, "Lo que nacerá de ti será llamado...
Hijo de Dios". "Será llamado" equivale a "será" (cf. significado del nombre). Además es
una reminiscencia de Ex 40,34-35, donde se describe la tienda donde mora Dios, ahora
en María encontramos la "nueva tienda".
266
1) San Ignacio de Antioquía: "Nuestro Dios Jesucristo... fue gestado por María en su
seno, nació...".
2) También hay testimonios en San Justino y San Ireneo: Estos testimonios se oponen a
todo docetismo (Cristo sería Dios con cuerpo humano aparente) y al gnosticismo
valentiniano (Cristo tendría, no un cuerpo de carne recibido de María, sino un cuerpo
celeste que habría pasado por María como por un tubo).
2) Nestorio atacó el título en una predicación pública, con gran escándalo del pueblo, lo
que muestra lo arraigado que estaba.
267
3) Afirma demasiado las dos naturalezas de Cristo: humana y divina, las cuales son
perfectas, cada una tiene su propia persona.
1) Carta de San Cirilo aprobada en el Concilio de Éfeso con autoridad infalible (Dz 111a).
2) Anatemas de San Cirilo (Dz 113), fueron aprobados más tarde por la Iglesia; no en
Éfeso.
3) Fórmula de unión (Dz 142 y 5003), expone la misma doctrina de Éfeso, pero con
terminología antioquena.
5) Muchos siglos más tarde, en el s. XVI, Bula "Cum quorumdam hominum", de Paulo
IV, contra los unitarios, enumera entre las negaciones que afectan "los fundamentos de
la misma fe", el de que " la misma B. V. María no es verdadera Madre de Dios" (Dz
993).
d. Vaticano II:
(alma o corazón), pero es madre realmente de la persona. Ella aporta a su hijo no sólo
el cuerpo humano, sino todo aquello que es propio de la naturaleza humana: la
educación materna, la historia y tradiciones culturales, la religión, etc. En definitiva
María es Madre en el pleno sentido humano de la palabra.
La dignidad de María: "Redimida de la manera más sublime en atención a los
méritos de su Hijo y unida a Él de manera íntima e indisoluble, está enriquecida con este
don y dignidad: es la Madre del Hijo de Dios. Por tanto, es hija predilecta del Padre y
sagrario del Espíritu Santo. Debido a esta gracia tan extraordinaria, aventaja con mucho
a todas las criaturas...". Este tema era muy tratado en la teología de antes del Concilio
(sobre todo por la tendencia cristológica de la mariología).
Santo Tomás: La dignidad de una criatura es tanto mayor cuanto más cerca se
halle de Dios. Y María es la criatura que, después de la naturaleza humana de Cristo,
que más cerca se ha hallado de Dios, en razón de haber nacido de ella el Verbo
encarnado. Luego, su dignidad es en cierto modo infinita, al ser la Madre de una
Persona infinita y divina. Deduce también Santo Tomás de la maternidad divina, el que
María está enriquecida de una dotación especialmente copiosa de gracias.
Sin embargo, se debe mantener la afirmación de la dignidad de María, sin que
ello nos la haga lejana, o implique olvidar cómo ella vivió esta dignidad: Como la
Esclava del Señor.
- Mediación de María:
i. Fundamentación bíblica:
a. En el Antiguo Testamento:
1) Gn 3,16: "Parirás con dolor"; Is 66,7; "Antes de tener dolores dio a luz"; etc. Si María
está exenta del pecado original, el nacimiento de su Hijo ha ser diverso que el parto del
hijo de Eva. El dolor no puede ser el mismo. Uno sería debido al pecado, otro a la
aceptación de participar en la redención.
2) Profecía de Is 7,14 de que el Mesías nacería de una virgen (LXX, parzenos, virgen;
Texto hebreo masorético, almah, doncella).
b. En el Nuevo Testamento:
1) Lc 1,27: El ángel es enviado "a una virgen...La virgen se llamaba María". Hay una
intención de remarcar la virginidad mesiánica de María.
2) Lc 1,34: "No conozco varón". María reconoce su virginidad, sólo está desposada con
José.
3) Lc 1,35: Explicación del ángel, "El Espíritu Santo vendrá sobre ti...". María asimilada al
arca de la Alianza. La nube es signo de la presencia de Yavé. La concepción es virginal
obra del E.S. en las purísimas entrañas de la virgen, sin concurso de varón.
272
4) Mt 1,20: El ángel certifica a José: "lo que en ella ha sido engendrado es del Espíritu
Santo".
6) Mt 1,25: "no la conocía hasta que ella dio a luz...". No hubo comercio carnal antes del
nacimiento de Jesús. La preposición griega "eos" no implica referencia tiempo
posterior, sino sólo al presente. Cosa distinta pasa en castellano con la preposición
"hasta".
1) Lc 1,34: "¿Cómo será esto, sino conozco varón?". María habría tenido propósito o
voto de virginidad, que Dios levanta por la concepción virginal. Después María mantuvo
vida marital con José. Desconoce este argumento la Tradición de la Iglesia y el conjunto
de los Evangelios.
2) Mt 1,25: "no la conocía hasta que ella dio a luz...". Afirmaría que después del
nacimiento del niño, María entró en comercio sexual con José. Ello repugna la Tradición
y al conjunto de la S.E. Además la preposición griega "eos" no implica referencia tiempo
posterior, sino sólo al presente. Cosa distinta pasa en castellano con la preposición
"hasta".
4) "Hermanos y hermanas de Jesús" (cf. Mc 6,3 y 15,40. 45; 16,1). La referencia a los
hermanos de Jesús, se refiere a parientes cercanos (primos), pues en el N.T. la palabra
"hermano" indistintamente , con sentido de hermano o primo. Sólo en Col 4,10 se usa la
palabra griega "primo". Además nunca se dice que los "hermanos de Jesús" sean hijos
de María Mientras que a Jesús, contra todas las costumbres semíticas, se le llama "Hijo
de María" (Mc 6,3). También en las listas de hermanos de Jesús se incluyen en los
Evangelios, Santiago y José (Mt 13,55 y Mc 6,3), son nombrados como hijos de Cleofás y
María, hermana de la Virgen en otros lugares del Evangelio (Mc 15,40.45; 16,1)
Cristo fue concebido virginalmente, esto es, por obra del Espíritu Santo, sin
concurso (colaboración) alguna de varón. La doctrina del N.T. es tan clara, que hay
testimonios explícitos muy antiguos:
5) Aparece en todas las recensiiones del símbolo apostólico (ya en s. III, en fórmula de
Hipólito. cf. Ds. 10: "ex María Virgine"). El símbolo apostólico era el Símbolo de la Iglesia
de Roma, que contiene los enunciados de la fe transmitida por los apóstoles a la Iglesia.
10) Canon contra Nestorio, parte de la segunda carta de San Cirilo, posteriormente
oficialmente incorporada al dogma católico (Dz 113).
14) El papa Pablo IV incluye esta verdad en los fundamentos de la fe y condena a los
que dicen que "María no permaneció en la integridad de la virginidad antes del parto,
en el parto y perpetuamente después del parto" (Dz 993)
b. Virginidad en el parto:
La virginidad en el parto afirma que María dio a luz sin perder la integridad
corporal.
274
2) Tertuliano pensó que en el parto, María perdió la integridad corporal. Pero Clemente
de Alejandría mantiene la virginidad.
4) A fines del s. IV, Joviniano la niega. Fue condenado por un sínodo en Milán, el cual
interpreta la fórmula del símbolo apostólico así: "Que nació del Espíritu Santo
(concepción virginal) y de María Virgen (parto virginal)". Esta interpretación se hará
general.
5) San León Magno en su carta a Flaviano del año 449, expresa y sostiene la virginidad
de María en el parto (Dz 144).
7) Esta doctrina fue definida en el concilio de Letrán del año 649, bajo el pontificado de
Martín I (Dz 256).
La virginidad después del parto afirma que María no tuvo más hijos después del
nacimiento de Jesús y consagró su cuerpo totalmente al Señor. Hay unanimidad en los
Padres. Salvo Tertuliano y dos teólogos que fueron inmediatamente refutados.
Orígenes defiende la virginidad de María después del parto, por dos razones:
testimonio de los apócrifos, en especial de los Evangelios de Pedro y Santiago; y por la
inhabitación del E.S. que la consagra como su templo, de modo que ya santificado a Él,
ya no puede ser violado por ningún hombre. Ante las negaciones surgidas en el siglo IV,
se produce una gran reacción, ya que se considera la virginidad después del parto una
verdad de fe (cf. San Epifanio, San Jerónimo, San Ambrosio). Se habla de Virginidad
perpetua de María:
275
2) Las fórmulas ternarias (antes, durante y después del parto) empiezan también a
aparecer en el s. iv.
- Para María: llevaba en su cuerpo un signo, dado por Dios, para fortalecer su fe
en la prueba.
- Manifiesta la supremacía absoluta del amor de Dios.
- Simbología eclesial: Virgen y madre; la Iglesia, siendo virgen, engendra cada
día nuevos miembros de Cristo.
276
i. La enseñanza de la Escritura:
a. Gn 3,15:
1) Dios pone enemistades entre Eva y la serpiente, entre los linajes de ambas. Figura y
profecía de las enemistades de María y el demonio, de Cristo y Satanás. Ambos tienen
la misma enemistad contra el demonio. Cristo tiene una enemistad total y excluyente
contra el diablo. Luego, la enemistad de María con el demonio ha de ser total; excluye
en María un estado originario de pecado. Esta consecuencia es fruto de la exégesis del
texto a la luz de la tradición eclesial.
2) "Enemistad": La palabra hebrea expresa una radical no amistad, que se da sólo entre
personas, que es habitual, implacable, que se satisface sólo con derramamiento de
sangre.
3) Serpiente (demonio, cf. Sb). Se refiere a que la serpiente era una divinidad pagana,
relacionada con la fecundidad. Subyace aquí un pensamiento característico hebreo: los
dioses paganos son demonios (Dt 32,17).
277
b. Lc 1,28:
1) Ya en el s. II, con San Justino y San Ireneo aparece el paralelismo Eva - María, en la
que María es la nueva Eva asociada al nuevo Adán, en la lucha contra el diablo.
b. San Agustín:
Afirma la suma santidad de María, por "el honor del Señor". Pero establece
ciertos principios que tendrán un peso negativo en el desarrollo del dogma. Relacionó
la inmunidad de pecado original en Cristo con su concepción virginal y la transmisión
del pecado original por la concupiscencia propia de toda concepción humana en el acto
sexual.
3) San Anselmo, también la niega, pero establece ciertos principios que tendrán influjo
muy positivo:
4) Tendencia Positiva:
3) Magisterio:
- Trento (Dz 792): En el decreto sobre pecado original, se dice expresamente que
no se lo quiere afirmar respecto de la Bienaventurada Virgen María. Algunos
dicen que sería una declaración implícita, otros que es la puerta definitiva para
su declaración.
- Pío IX en 1854, con la bula "Ineffabilis Deus" declara el dogma (Dz 1641).
3) "Por singular gracia y privilegio de Dios": El autor de esta gracia es Dios mismo, Él se
la concede a María. "Singular", nos consta sólo de ella. "Privilegio", como sinónimo de
gracia, no como exención de una ley (así, la Bula prescinde si María tenía o no el
"débito" de contraerlo).
4) "En atención a los méritos de Cristo, salvador del género humano..." por los méritos
de Cristo, que se le anticipan. Esta es la razón de la concesión de la gracia.
280
5) "Preservada de... toda mancha de pecado original": Todo lo que es verdadera razón
de pecado. La definición nada dice de las consecuencias del pecado original, por
ejemplo, si tuvo o no concupiscencia.
- Otros sostienen que María, siguiendo en todo a su Hijo, no estuvo libre de las
consecuencias del pecado, como Él, que por solidaridad con el género humano
fue semejante en todo a los hombres, menos en el pecado.
6) Por tanto, por un privilegio especial de la gracia, María estuvo inmune de todo
pecado personal durante el tiempo de su vida (cf. Trento Dz. 833).
1) La entrega total a la obra de su Hijo en favor de los hombres, la que sólo podía ser
obstaculizada por el pecado. Así, María podía entregarse plena y sin reserva al designio
de Dios.
3) K. Rahner: El saber que en nuestra propia raza hay alguien que ha llenado el ideal de
Dios sobre lo que debe ser el hombre, es fuente de esperanza.
4) El dogma nos revela la unidad de la economía salvífica, creación y redención son dos
facetas del único designio salvífico. El origen y término del hombre no es el mal, sino la
gracia y misericordia. Optimismo.
- Los Padres, desde el siglo II, consignaron una especial unión de María (Nueva
Eva) con Cristo (nuevo Adán) en la lucha contra el diablo (argumento patrístico).
- Según Gen 3,15, la lucha entre la descendencia de Eva y la serpiente, ha de
terminar por el triunfo de la primera. Ello es una profecía del triunfo de Cristo
sobre el diablo, el mal y la muerte. Es una victoria total, como lo atestigua el
N.T. (Rm 5-6).
- Según San Pablo en 1 Co 15,54 (cf. Rm 5-6; 1Co 15,21-26), la victoria de Cristo
sobre el diablo fue sobre el pecado y la muerte, no es sólo suya individualmente,
sino del Cristo total, la cabeza y los miembros. María participa de la lucha de su
Hijo, ha sido predestinada "con un mismo decreto" con su Hijo por el Padre. Hay,
por consiguiente, que afirmar una especial participación de María (que habrá de
ser plena) en esta victoria. Y no será plena sin la glorificación corporal de María.
- Los santos Padres afirmaron también a partir de la teología de Lucas, que María
era la nueva Arca de la Alianza. Por lo cual aplican los textos de la santidad e
inviolabilidad del arca a María (Sal 131; 8: Is 60,13). También a partir de los textos
de la Maternidad y la realeza de Cristo, la han visto como reina (gebirá, hebrea)
al lado de su Hijo rey.
282
- Lc 1,28: "Llena de gracia", participio perfecto del verbo agraciar, que indica una
acción realizada y realizándose en plenitud. De lo cual podría inferirse la
Asunción a la luz del testimonio de la tradición eclesial.
- Ap 12,1: Imagen de la mujer glorificada. Imagen eclesial, pero que también tiene
connotaciones marianas. Se debe, empero, sacar todas los elementos no
compaginables con la fe en María (ej. dolores de parto).
- Ex 20,12 y Lv 19,3: "Honra a tu padre y a tu madre". Razón moral, Jesucristo
cumple a perfección este mandamiento, por lo que es conveniente la Asunción
de María como ejemplo para la humanidad, pues es Él mismo como Verbo autor
de tal precepto.
- Otros textos acerca de la resurrección, sobre todo paulinos: Conviene la
Asunción de María para alentar la fe en nuestra futura glorificación en cuerpo y
alma.
1) Los apócrifos, de antes del siglo IV, recogen narraciones del tránsito de María. El
concepto de Asunción, en muchos de ellos, es el de resurrección anticipada.
4) Siglo VIII: En Oriente, muchos testimonios de los Padres (San Modesto de Jerusalén,
San Andrés de Creta). En Occidente se duda entre glorificación de sólo su alma o del
alma con el cuerpo.
7) Gran consulta de Pío XII que manifiesta unanimidad del pueblo cristiano.
1) En la fórmula, no se indica que los tres dogmas anteriores sean los fundamentos
especulativos de la definición. Aunque si los señala como razones teológicas de la
definición.
283
a. Sentido teológico:
2) Nos anuncia nuestro destino original y último: participar de la vida Trinitaria, sin
perder nuestra identidad y corporalidad. Ello es un don ofrecido efectivamente a la
humanidad.
b. Sentido espiritual:
1) Resalta la verdadera dignidad del cuerpo, como expresión del espíritu, medio de
comunicación y habitación de la Trinidad. Nuestra vida debe reflejar esta hermosa
vocación
3) Este privilegio mariano no es exclusivo suyo, sino que todos estamos llamados a ser
glorificados en cuerpo y alma. ¿En qué consiste el privilegio? En la anticipación de la
resurrección común que será el destino de todos los justos. De ahí que no se señale en
284
BIBLIOGRAFÍA
a. FUENTES:
4. JUAN PABLO II, Catecismo de la Iglesia Católica, Editores del Catecismo, 1993
b. TEXTOS:
ECLESIOLOGÍA
1. "Prefigurada desde el origen del mundo...": El mundo fue creado en orden a la Iglesia,
decían los antiguos Padres. Esto es, creado el mundo en orden a la comunicación de la
vida divina, esta comunión habría de realizarse en la Iglesia.
ii. Cuatro momentos importantes para apreciar la voluntad de Jesús con respecto a la
Iglesia:
a. La elección de discípulos:
2) 1 Co 15,3-5 es el texto más antiguo que se refiere a los Doce. Los doce aparece
como un cuerpo o asamblea estable, diferenciado, que ocupa un lugar de
prioridad.
3) Los Evangelios nos muestran como este grupo se remonta a una elección de
Jesús histórico (cf. Mc 3,13-19 y Lc 6,12-17).
4) Aparecen como un grupo estable; se habla de los Doce incluso cuando Judas
ya no estaba entre ellos: cf. Jn 20,2.
5) Mc 3,13-19:
8) Ello muestra que fueron instituidos como una comunidad de vida y misión (a
modo de colegio), y actúan como tal: A la muerte de Judas, lo primero será
completar el número de Doce (cf. Hch 1,15-26).
1) En las listas de los Doce, Pedro es nombrado en primer lugar. Mt 10, 2 dice
expresamente que es "el primero" (proton).
2) Es el portavoz de los doce: Responde en nombre de los Doce a la pregunta de
Jesús (Mt 16), las autoridades del templo lo reconocen como el jefe del grupo,
etc.
3) Le son confiados poderes y prerrogativas especiales, atestiguados tanto por
la tradición sinóptica (Mt 16.18ss y paralelos), como por Jn (Jn 21,15-17).
4) Es el primer testigo de la resurrección dentro del grupo de los doce: Lc 24,34
y 1 Co 15,3.
5) Puesto reconocido en la comunidad post-pascual: toma la iniciativa para
completar el número de los doce; preside el tribunal apostólico que condena a
Ananías y a Záfira, preside el concilio de Jerusalén, etc. (cf. Hch).
- Poder de las llaves: Abrir y cerrar el acceso al Reino de los cielos (cf. Is
22,22), Es puesto como visir de o mayordomo de palacio. Esa es su
función con respecto al Reino.
- Poder de atar y desatar: En el medio rabínico es el poder de imponer
una obligación o liberar de una carga. Aquí se refiere tanto al plano
magisterial y de gobierno, como al de perdón de los pecados.
- El Primado de Pedro está confirmado también por otros textos del N.T.
(cf. 1 Co 15,3 ss.; Mc 16,1-7), distingue a Pedro de los otros apóstoles.
2) Cuatro relatos: Mt, Mc, Lc y 1 Co. Más allá de los elementos exegéticos (cf.
Tesis Eucaristía). ¿En qué sentido constituye un acto fundacional por excelencia
de la Iglesia? En cuanto en la Cena se anticipa sacramentalmente la Nueva
Alianza sellada en el sacrificio de Cristo en la cruz, y al igual que en el A.T., la
Alianza Nueva "implica la gestación de un pueblo nuevo.
2) Uno de los más importantes énfasis del Concilio, que a lo largo de la génesis
de LG va perfilándose como elemento nuclear de la misma:
3) El Pueblo en el A.T.:
- Tiene a Dios por autor (Dt 7,7-8), esto es, tiene su origen en el amor de
Dios, que lo ha elegido. Se le llama "primogénito, predilecto" (Ex 4,22
ss.). Y la elección es para la alianza (Ex 19,5-6).
Reunido por una nueva Alianza (Jr 31), cuya ley estará escrita en los
corazones. Será formado a partir del "resto" fiel que quede tras el
destierro. Este pueblo será de carácter universal, así se recobrará
la unidad original de la humanidad (Is 66,18). Sus características
son análogas a la del antiguo pueblo, pero al mismo tiempo se las
supera:
- Una comunidad de origen, no étnico, sino espiritual.
- Ley no escrita en tablas de roca, sino en los corazones.
- Comunidad de destino, solidaridad en la peregrinación
hacia la patria celestial.
- Tendrá como patria definitiva el universo entero
renovado,
- Todas las lenguas se aunarán, para alabar a Dios en el
amor.
- Comunidad sacerdotal que ofrece a Dios el culto agradable
a Dios (Is 61,6; Ml 1,11).
- En el Nuevo Testamento:
4) Los Padres, en especial San Agustín, hablan del cuerpo de Cristo, referido
tanto a la Eucaristía como a la Iglesia.
10) El Vaticano II, ha querido poner la imagen del cuerpo junto a otras imágenes
bíblicas del Pueblo de Dios (LG 6 y 7), aunque le ha dado particular importancia
al dedicarle un número especial (LG 7).
11) CEC:
a. Continuidad:
b. Discontinuidad:
2) La ruptura con el judaísmo es una experiencia, unida al rechazo por parte del
pueblo judío, que suscita en la comunidad formas de vida y culto que marcarán
definitivamente la diferencia y superación entre ambas comunidades:
a. Categoría de Alianza:
La Alianza expresa el vínculo que Dios quiere establecer con el hombre. Tiene
varios matices:
3) Alianza del Sinaí: Empieza la vida del pueblo de Israel (cf. Ex 19). Se renueva
con un rito: comida sagrada, sangre que se rocía. Muestra la gratuidad:
Iniciativa de Dios. Se renueva en grandes momentos (Josué, Josías, Esdras).
1) Imágenes contenidas en LG 6 y 7:
c. Importancia de la Alianza:
a. Didaché:
g. Tertuliano:
i. Aportes posteriores:
c. La crisis donatista:
d. San Agustín:
b. Clemente de Alejandría:
c. Orígenes:
d. Metodio:
b. La Iglesia oriental desde el período patrístico hasta la ruptura con la Iglesia Católica
(1054 d.C.):
3) Los Padres orientales, antes del cisma, reconocían la supremacía romana (San
Máximo el Confesor, Teodoro Estudita, Patriarca Nicéforo, etc.). Una
declaración dogmática o un decreto del un concilio es obligatorio si Roma la
reconoce.
1) Iglesias orientales en plena comunión con la Iglesia Católicas: regidas por un derecho
particular que reconoce sus tradiciones litúrgicas y disciplinas eclesiásticas particulares.
Organizadas en torno a patriarcados.
a. Eclesiología de Lutero:
1) Trento:
- Elementos constitutivos:
- Un secreto: Tb 12,7.11.
- Los misterios griegos: Sb 14,15.
- Término apocalíptico: Designios secretos de la voluntad divina que dirige la
marcha de la historia. Dn 2,18.19.27-30. Este sentido será recogido por la
apocalíptica judía, vigente en tiempos de Jesús (cf. Qumram). Todo lo que existe
o ha de suceder tiene una preexistencia en los decretos divinos.
2) Misterio en el N.T.:
- En san Pablo el uso del término "misterio", también depende del uso
apocalíptico. Se trata de secretos divinos de presencia, así como de una acción
divina actual, que no es perceptible sino por un don divino. Ef 3,3 y Rm 16,25-26:
Misterio de Dios, conocido por revelación. 1 Co 2,6 ss.: el misterio, manifestado
en el tiempo presente. Ef 1,9-10: Dimensiones cósmicas del misterio. Ef 3,9-10:
Misterio manifestado mediante la Iglesia.
316
No significa que a los 7 sacramentos, haya que añadir un octavo. De ahí que se
diga que es "como" un sacramento. Se trata así de una semejanza o analogía. Se usa en
sentido amplio. Si sacramento es un signo eficaz de la gracia, hay que afirmar que la
humanidad de Cristo es el sacramento radical:
- Cristo es el signo sensible de la gracia que salva: Es el gran signo que nos
manifiesta la benignidad del Padre (Tt 3,4) y su plan de salvación.
- Y es el instrumento o signo eficaz de esa gracia: La Trinidad es la causa única y
principal de la justificación, pero la humanidad de Cristo fue el instrumento
mediante el cual esa justificación nos fue merecida y aplicada.
Que la Iglesia sea sacramento, como enseña la LG 8, significa que hay una
notable analogía entre la Iglesia y la unión hipostática de las naturalezas humana y
divina en la persona de Cristo. La Iglesia se asimila al misterio del Verbo encarnado.
Pero también hay una diferencia fundamental, mientras que en Cristo, la humanidad
sigue perfectamente a la divinidad; la Iglesia está siempre necesitada de purificación en
sus miembros aún no triunfantes.
a. Institución:
1) Magisterio: Trento (Dz 844) define que todos los sacramentos fueron instituidos por
Cristo.
318
2) Los teólogos:
b. Estructura:
Los sacramentos del N.T. contienen la gracia que significan y la confieren a los
que no ponen estorbo (Dz 849-850). Actúan "ex opere operato", esto es, en virtud del
rito sacramental y no por la disposición subjetiva del ministro que los administra ni del
319
que los recibe (Dz 851). En los adultos, la disposición subjetiva, no es causa de la gracia,
sino condición indispensable para que ésta sea fructífera.
a. La Palabra:
b. La Liturgia:
c. La autoridad pastoral:
3) En la Iglesia es el Espíritu Santo el que suscita los carismas, pero el mismo Espíritu ha
suscitado el carisma de discernimiento de los carismas, que está entregado a los
pastores de la Iglesia.
4) La Iglesia es, ante todo, una comunión, "una sola realidad", visible y espiritual (LG 8).
a. Identidad de la Iglesia:
b. Necesidad de la Iglesia:
3) Magisterio:
- Letrán IV, Dz 430: "Una sola es la Iglesia universal de los fieles, fuera de la cual
nadie se salva"; Inocencio III, fórmula de fe a los valdenses, Dz 423; Florencia, Dz
714.
- Pío IX, Dz 1677: no excluye posibilidad de salvación de quienes ignoran
invenciblemente la verdadera religión.
- LG 14: confirma esta doctrina, Cristo, único mediador se nos hace presente en
su Cuerpo, en la Iglesia. Afirma la necesidad de la Iglesia.
- LG 16: Los que sin culpa suya, no conocen a Cristo y a su Iglesia, se salvan por
los méritos de Cristo, en la Iglesia, por un camino sólo conocido por la divina
misericordia..
322
4) En Suma: Toda salvación viene de Cristo, Cabeza del cuerpo; y por la Iglesia, que es
su Cuerpo. Así, la necesidad de la Iglesia es no sólo de precepto, sino también de
medio. Esta necesidad de medio también se da por el deseo de la misma (votum o
deseo) aunque sea implícito (buena disposición moral).
santo de la Pascua de Resurrección. Por eso la "Iglesia los acoge y los considera desde
ya como suyos".
a. El Ecumenismo:
1) Definición del Vaticano II (UR): "Actividades e iniciativas que, según las variadas
necesidades de la Iglesia y las características de la época, se suscitan y se ordenan a
favorecer la unidad de los cristianos".
1) Misión: Fidelidad al mandato dado por Cristo: "Id ... ". (Mt 28)
- Derechos comunes:
- Deberes comunes:
1) Igualdad en cuanto a la dignidad y la acción entre todos los fieles (LG 32; CIC
208).
2) Hay en la Iglesia unidad de misión, pero diversidad de ministerios (AA 2).
326
1) Hay tres grados del sacramento del orden, pero dos grados de participación
ministerial en el sacerdocio de Cristo: Episcopado y presbiterado. El diaconado está
destinado a ayudarles y colaborar con el obispo y el presbítero.
- Sujeto:
- Ministro:
1) Fue Cristo quien eligió a los apóstoles y los hizo partícipes de su misión y
autoridad. Cristo sigue actuando por medio de los obispos (LG 21).
2) Siendo el sacramento del Orden el sacramento por el cual se confiere el
ministerio apostólico, corresponde a los obispos, en cuanto sucesores de los
apóstoles, transmitir "el don espiritual" (LG 21), "la semilla apostólica" (LG 20).
3) "Los obispos válidamente ordenados, es decir, que están en la linea de la
sucesión apostólica, confieren válidamente los tres grados del sacramento del
Orden" (CEC 1576; cf. CIC).
- Materia y forma:
- Efectos:
1) El carácter indeleble:
a. Carácter Colegial:
b. Colegialidad y Primado:
c. El Primado:
1) Cristo constituyó a Pedro como primero entre los apóstoles y como cabeza
visible de toda la Iglesia, confiriéndole inmediata y personalmente el primado
de jurisdicción (Vaticano I, Dz 1823 y LG 18).
2) Por institución de Cristo, San Pedro tendrá en todos los tiempos sucesores
de su primado de jurisdicción sobre toda la Iglesia (Dz 1823).
3) San León Magno: "Así como perdura para siempre lo que en Cristo Pedro
creyó, de la misma manera perdurará para siempre lo que en Pedro Cristo
instituyó".
a. La misión de enseñar:
b. Magisterio auténtico:
v. Infalibilidad:
b. Objeto de la infalibilidad:
c. Indefectibilidad e infabilidad:
v. Jurisdicción universal:
todos los obispos del mundo, en comunión y bajo la autoridad del Papa, su cabeza y
nunca sin esa cabeza.
a. Presbiterado:
b. Diaconado:
vi. Laicado:
a. Laicado:
Los laicos son los cristianos incorporados a Cristo por el Bautismo, que forman
el Pueblo de Dios y que participan de las funciones de Cristo, Sacerdote, Profeta y Rey.
Ellos realizan, según su condición, la misión de todo el pueblo cristiano en la Iglesia y el
mundo (LG 31).
a. Noción:
1) Vocación universal: "Todos los fieles, de cualquier estado o régimen de vida, son
llamados a la plenitud de la vida cristiana y a la perfección de la caridad" (LG 40 y Mt
5,48).
- El progreso espiritual tiende a la unión cada vez más íntima con Cristo. Es la
unión mística, a la cual todos estamos llamados. Aunque hay gracias especiales
que se conceden sólo a algunos (gratuidad del don).
- El camino de la perfección pasa por la cruz y el combate espiritual. (cf. 2 Tm
4). Cristo, modelo de toda santidad.
- La santidad es una exigencia del bautismo. Pero hay cominos específicos de
santidad. Ej.: Sacerdocio (sacramento del Orden), la profesión de los consejos
evangélicos.
2) Multiplicidad de formas:
a. La vida consagrada:
3) Se propone:
- Seguimiento más íntimo de Cristo.
- Entrega a Dios, amado por encima de todo.
- Significar y anunciar a la Iglesia la gloria del mundo futuro.
b. Situación eclesial:
- Vida eremítica.
- Vírgenes consagradas.
1) Peregrina.
2) Actitud vigilante como las vírgenes prudentes.
3) Luchar contra asechanzas del demonio.
4) Vida de fe y esperanza.
340
a. Mundo:
1) El universo o la tierra.
2) El género humano.
3) Realidad afectada por el pecado.
4) El conjunto de los hombres que resisten a Dios y persiguen con su odio a
Cristo y sus discípulos (Jn 7.7; 15,18; etc.)
b. La Iglesia y el mundo:
- Principios generales:
4) Ante la herida del pecado conque está dañada la sociedad humana. La Iglesia
no sólo comunica al mundo la vida divina, sino que también sana y eleva la
dignidad de la persona humana, fortalece la comunidad humana e impregna de
sentido profundo la actividad humana.
1) La misión de la Iglesia es religiosa, pero desde ella surgen tareas, luz y fuerzas
que pueden ayudar al fortalecimiento de la comunidad humana.
2) La unidad de la humanidad es íntimamente vinculada a la naturaleza de la
Iglesia, que es en Cristo como un sacramento de comunión con Dios y entre
todo el género humano. La unidad de la Iglesia, nace de Dios Trino, se sustenta
en Él y se consumará en Él.
3) Toda cultura, sistema político, social o económico puede ser impregnado,
sanado y elevado por el Evangelio que trasmite la comunidad eclesial.
4) La Iglesia procura alentar e incentivar las instituciones que promueven los
derechos de la persona y su dignidad.
- Ayuda que la Iglesia, a través de los cristianos, procura prestar a la actividad humana:
v. Iglesia y cultura:
4) Trasciende, sin embargo, a toda cultura. Puede así entrar en comunión con
toda otra forma de cultura, enriqueciéndola y enriqueciéndose a sí misma.
1) La Madre del Mesías en el A.T. Los libros del A.T. van preparando, paso a paso,
la venida de Cristo al mundo. En ellos aparece la figura de la mujer, madre del
Mesías. Especialmente en los textos de Gn 3,15; las promesas del Emanuel de Is
7,14 y Mi 5,2-3. También en la figura de la hija de Sión.
El número III del capítulo VIII de la LG, se titula: La santísima Virgen y la Iglesia:
- Modelo de fe.
- Modelo de virtudes.
1) Introducción: donde aclara lo que hemos dicho sobre el rescate de lo mejor de ambas
tendencias mariológicas y muestra la intención del concilio.
a. Vaticano I:
c. Pío XII:
d. Vaticano II:
2) La renovación de la Iglesia.
- Ad intra:
- Ad extra:
a. Iglesia y Liturgia:
c. La misionología e Iglesia:
d. El ecumenismo:
e. La moral:
del encuentro con Dios: La creación, el pueblo de Israel (sus instituciones y culto) y;
ante todo, Cristo: Sacramento primordial.
CEC 774, enseña que "Sacramentum" expresa mejor el signo visible de la
realidad oculta de la salvación, indicada por el término "mysterium". Cristo es Él mismo
el misterio de la salvación. La obra salvífica de su humanidad santa y santificante es el
sacramento de la salvación que se manifiesta y actúa en los sacramentos de la Iglesia
(en Oriente: "los santos misterios"). Los 7 sacramentos son signos e instrumentos,
mediante los cuales el Espíritu Santo distribuye la gracia de Cristo, que es la Cabeza, de
la Iglesia que es su Cuerpo.
En efecto, la Iglesia es la derivación de la realidad del Verbo encarnado. En el
Vaticano II, la Iglesia se va a definir por primera vez en un Concilio como sacramento
(cf. SC 5); como sacramento de unidad (LG 3, comunio) y como sacramento universal
de salvación (LG 48).
La Eucaristía manifiesta la sacramentalidad de la Iglesia en forma plena, muestra
su naturaleza más profunda, pues es la fuente y cumbre de la vida de la Iglesia (SC 10):
"Por consiguiente, de la liturgia, sobre todo de la Eucaristía, mana hacia nosotros como
de una fuente, la gracia y con la misma eficacia se obtiene la santificación de los
hombres en Cristo y la glorificación de Dios, a la que tienden todas las demás obras de
la Iglesia como a su fin".
354
BIBLIOGRAFÍA
a. FUENTES:
4. JUAN PABLO II, Catecismo de la Iglesia Católica, Editores del Catecismo, 1993
b. TEXTOS:
SACRAMENTOS
2) Definición de signo.
“Es una cosa que, además de la imagen que infunde en los sentidos, hace venir
otra cosa al pensamiento” (san Agustín).
3) Tipos de signos.
5) A modo de síntesis.
Dios se acomoda al lenguaje humano para ser entendido por los hombres (ej.
Escritura) y todos los medios que Dios ha ocupado para comunicarse con el hombre
son para hacerse accesible (Encarnación). Los signos (acontecimientos, palabras y
cosas) son el lenguaje usado por Dios para relacionarse con el hombre y comunicarle su
gracia. Estos signos nos permiten a su vez oír “su voz” y escuchar su mensaje.
3) El signo en la Escritura.
Es un signo de algo sagrado con fuerza para santificar a los hombres. El signo o
símbolo sacramental es un símbolo ritual pues se refiere al culto de Dios y es signo de la
gracia del Salvador. Los sacramentos del A.T. no causan la gracia sino que la figuraban.
Los del N. T. La contienen y la confieren a los que dignamente la reciben sin poner óbice
(Dz 695 y 996).
2) Definición de Sacramento.
Los sacramentos son “signos sensibles, instituidos por nuestro Señor Jesucristo
y confiados por el a la Iglesia, que confieren la gracia que significan” o bien “signos
eficaces de la Gracia, instituidos por Cristo y confiados a la Iglesia por los cuales nos es
dispensada la vida divina”(CEC 1131)
- Partes metafísicas:
- Materia remota: las cosas materiales que se usan en el rito esencial del
sacramento (ej. el agua del bautismo).
- Materia próxima: las acciones o los gestos que se realizan con las cosas
anteriores (ej. ablución con agua en el bautismo).
359
- La teología escolástica:
"Los sacramentos del N.T. contienen la gracia que significan y la confieren a los
que no ponen estorbos" (Dz 849, Trento).
- "a los que no ponen óbice": óbice es el impedimento u obstáculo que se puede
poner a la comunicación de la gracia (del latín ob-ire, es decir, ir en contra):
- En los adultos:
4) Efectos:
- Gracia santificante: Efecto común a todos los sacramentos, que lleva consigo
las virtudes y los dones infusos.
- El carácter:
- Para algunos sacramentos se requiere la potestad de orden, pues los sacramentos son
actos de la Iglesia, expresan su estructura sacramental. Los ministros de estos
sacramentos han de ser ministros ordenados. En el orden se requiere de la plenitud del
sacerdocio, su ministro es el obispo. En la Eucaristía, la penitencia y la unción se
requiere el sacerdocio, su ministro es el obispo y el presbítero. En el caso de la
confirmación aunque su ministro originario es el obispo, requiere el sacerdocio, pues en
el rito oriental ordinariamente y en el rito occidental más extraordinariamente la
confieren también los presbíteros. Por su necesidad para la salvación el bautismo
puede ser administrado válidamente por cualquier ser humano, con tal que realice el
rito con la intención de hacer lo que hace la Iglesia. En el matrimonio los ministros son
los contrayentes.
362
- En la S.E.:
- En el Magisterio:
- Cómo instituyó Cristo los sacramentos: Es sentencia común que Cristo instituyó en
especie el bautismo, la Eucaristía y la penitencia. Hay diversidad de opiniones respecto
de los demás.
- En los demás sacramentos Cristo sólo determinó las gracias que debían significarse o
el efecto que se tenía que producir El signo sacramental sólo de una manera genérica,
cuya determinación específica la dejó a los apóstoles y a la Iglesia (ello explica el
cambio de los ritos esenciales a lo largo de la historia de la confirmación y el orden).
- Institución en especie inmutable: Jesús instituye en los demás sacramentos las gracias
que debían significarse y del rito esencial (materia y forma), aunque entrega a la Iglesia
la potestad de añadir condiciones de validez para los sacramentos. Esto explica, por
ejemplo, en la penitencia que el confesor de modo habitual tenga potestad (condición
sine qua non).
7) Sujeto.
- Excepción, en los casos del matrimonio y orden se requiere mayor grado de intención,
pues no basta la intención habitual de recibirlos, pues con ellos se recibe un estado de
vida nueva, que supone al menos una intención virtual de parte de quien lo recibe.
- Para la fructuosidad
365
No han faltado quienes han visto en el bautismo una derivación de actos para-
cristianos como el rito de purificación de los esenios. En esta líneas mostraremos como
el bautismo, teniendo una raíz veterotestamentaria posee un contenido absolutamente
novedoso por la vinculación con el mandato de Jesús y su obra salvífica.
Los Padres de la Iglesia, y con ellos la liturgia (cf. Vigilia Pascual), han
reflexionado a la luz del N. T. como los acontecimientos de salvación del A.T.
prefiguraban el misterio del bautismo.
a. Desde el origen del mundo el agua es fuente de vida y fecundidad (cf. Gn 1,2: el
Espíritu de Dios se cernía sobre ella)
b. Arca de Noé: Otra prefiguración de la salvación por el bautismo (cf. 1 Pe. 3,20: agua,
muerte al pecado y vida para algunos.)
1) Muchas religiones han tenido ritos en los que se utiliza el agua como signo de
purificación. Así, por ejemplo, en la época de Cristo los esenios utilizaban un baño de
purificación como requisito para ingresar a la comunidad. Israel también conocía los
ritos de purificación mediante el lavado con agua (purificación externa o legal).
2) El baño de Juan Bautista dista de todos estos: es un signo de conversión radical
como preparación a la era mesiánica inminente. Juan representa el último eslabón del
A.T. y su bautismo no tiene otra finalidad que preparar la aparición del Mesías (cf. Mt
3,1). Juan, al igual que el resto de los profetas esperaban que cada israelita se
arrepintiera y experimentara una transformación personal del corazón.
3) El bautismo de Juan consistía en arrepentimiento individual, confesión de los
pecados y el los bautizaba en el Jordán (Mc 1,5).
- Este bautismo era para el perdón de los pecados (Mc 1,4), “bautizaba con agua
para la conversión”(Mt 3,11).
- En este contexto el bautismo de Juan implicaba verse libre del castigo futuro
(carácter escatológico).
- Finalmente este bautismo no es un rito de iniciación, pues su centro está en la
purificación para el fin de los tiempos. No tiene función eclesiológica (como el
bautismo cristiano) sino solo sotereológica, y centrado en la inminente venida
del Mesías.
Cristo no sólo revela en sus palabras sino en su manera de actuar, de ahí que
para comprender el bautismo cristiano debamos partir de la teofanía bautismal de
Jesús en el Jordán. Tan importante será el bautismo de Jesús en el N. T. que el
testimonio apostólico arrancará del mismo para proyectarlo hasta el final en la
resurrección (cf. condiciones para suplir a Judas).
a. El bautismo de Jesús.
2) Descenso del Espíritu (Cf. Is. 42,1-7). El Espíritu que estará en el Mesías para
ayudarlo en su misión. El texto nos revela la inauguración de los tiempos
mesiánicos en Cristo. Marcos, en especial, nos revela la diferencia con el
bautismo de Juan (Mc 1,8); por el bautismo Jesús nos comunicará el E.S.
haciéndonos verdaderos hijos de Dios. Lo mismo, en otros términos está en el
relato de Mt. y Lc.
3) Proclamación celeste (cf. Mc, texto más antiguo). Institución del bautismo.
2) El bautismo no agrega a una raza (pueblo de Israel) sino que nos consagra a
Dios, el Padre, mediante la configuración con el Hijo en el Espíritu de filiación,
comunicado en el rito. Este carácter trinitario del bautismo está en Mt. Además,
la asistencia personal de Jesús es prometida a la proclamación de su Palabra
(“...Yo estaré con vosotros...”, Mt 28,20).
2) Bautismo como unión personal con la muerte y resurrección de Cristo (cf. Rm 6,1-11).
El Bautismo aparece como la reproducción del misterio Pascual de Jesús. De ahí que la
vida del resucitado se hace presente en el bautizado. Para San Pablo, ser sepultado con
Cristo es dejar sepultado al hombre viejo e iniciar así el retorno al Padre (retorno del
cual Cristo es la primicia; cf. 1Co 15,20). Esta unión del bautizado con Cristo se da en un
proceso dinámico de participación en su vida (cf. v. 5 que refiere a una semejanza
interna, a que estamos injertados en Cristo). Es importante acentuar que la
participación del bautizado en la muerte, en la sepultura y en la resurrección de Cristo,
no es solo una participación moral, sino real, no solo espiritual sino ontológica. Es decir,
quien se convierte en propiedad de Cristo por medio del bautismo debe situarse bajo
su cruz.
370
3) El bautismo, vida nueva en Cristo (cf. 2 Co 5,17). La regeneración es obra del Espíritu
Santo, como lo es la resurrección de Jesús y la nuestra (Rm 8,11).
2) Nacer del Espíritu es nacer de lo alto (3,7) lo cual es esencialmente nacer a la vida
nueva (Jn. 1,13) porque el Espíritu es la fuerza del amor.
371
3) Pero este nacimiento es también del agua. En el Evangelio de Juan, el agua tiene un
valor salvífico (cf. milagros) y de purificación (cf. lavado de pies). Indica también la
plenitud mesiánica cumplida en Cristo (cf. 7,37) y esta agua que es viva (cf. 7,38) se
conecta con el Espíritu (7,39). Este bautismo del agua y del espíritu tendrá una plena
eficacia por la Pasión de Cristo. Será la configuración con Cristo, que comporta el
bautismo, lo que le dará su eficacia. En síntesis: nacer del agua y del Espíritu es nacer a
la vida divina por el bautismo que nos da el Espíritu Santo.
5) Bautismo y reino de Dios. Según Jn. 3,3-5 el bautismo incorpora en el Reino de Dios.
Se está refiriendo a la comunidad, a la Iglesia.
vi. Conclusión.
2) Sacramentalidad: Asume las tipologías del A.T. El elemento sensible del agua
acompañada de la Palabra, recibe su eficacia sacramental del sacrificio salvador de
Cristo. Es el Espíritu Santo quien interviene y forma en el interior del hombre la imagen
del resucitado.
b. En los Padres:
6) Cipriano: niega validez del bautismo hecho por herejes, en cuanto es el sacramento
de la Iglesia. El bautismo válido es incompatible con la herejía.
7) A lo aportado por los Padres, es bueno señalar que en este primer período las
imágenes más comunes que usan son:
- El baño con agua como signo de tránsito de la muerte a la nueva vida en Cristo
- La regeneración o nuevo nacimiento
- El sello. Es signo de Cristo, protección contra Satanás.
c. Polémica por el bautismo de los herejes. ¿Es válido el bautismo conferido por los
herejes?
1) La praxis africana: se considera inválido porque los herejes no tienen el E.S., son
pecadores y enemigos de Dios. Fuera de la Iglesia no hay salvación. Entonces, solo vale
el bautismo de la Iglesia, pues es la única administradora de los sacramentos. Los
herejes no confiesan la fe íntegra en la Trinidad y están fuera de ellas. Entonces el
bautismo administrado por ellos es INVÁLIDO..
En esta época emergen los donatistas, cismáticos cuya doctrina enseña que la
comunidad pura solo constituye la Iglesia real. Por tanto, sólo un sacerdote sin mancha
puede administrar los sacramentos. Para ellos todos los sacramentos administrados
por la Iglesia son inválidos, por la falta de santidad y “pureza” de los ministros.
1) El concepto: “Es el sacramento instituido por Cristo, por el que la Iglesia, Cuerpo de
Cristo y presencia especial viviente de Cristo encarnado, aplica a cada hombre la
salvación, alcanzada para todos por Cristo, en forma de purificación por el baño de
agua en la palabra (cf. Ef 5,26) por el que se actualizan simbólicamente las obras
salvíficas de Jesús" (cf. Dz 844 Trento).
Con el bautismo el neo cristiano muere con Cristo al pecado y nace con Él, por el E.S., a
una nueva vida divina.
5) Instituido por Cristo. Se discute el cuando. San Buenaventura, al respecto señala que
el bautismo es instituido por Cristo:
a. Materia:
1) REMOTA: Agua verdadera y natural (Dz 854; Didajé 7; Jn 3,5; Hch 8,36)
2) PRÓXIMA: Ablución realizada por el contacto físico del agua. Esto sea por inmersión
(sumergirse en el agua); por infusión (derramar agua) y por aspersión (rociar agua). En
la antigüedad se practicaba en general la triple inmersión, esto en símbolo de las tres
divinas personas y de la permanencia del Señor por tres día en el sepulcro (san Cirilo de
Jerusalén).
b. Forma:
c. Ministro:
2) Extraordinario:
- Instituido por la Iglesia: Un laico para los lugares donde hay penuria de clero.
- En caso de necesidad: cualquier ser humano, incluso un no cristiano.
d. Sujeto:
2) Remisión de las penas debidas por el pecado. Trento enseña “todos los que han sido
renacidos por las aguas del bautismo no queda nada abominable a Dios, ni que pueda
impedirles la entrada al cielo”(Dz 782; 696). Se remiten tanto las penas eternas como
las temporales.
4) Incorpora a la Iglesia. No hay bautismo sin Iglesia e Iglesia sin bautismo. El bautismo
es el rito de iniciación de la Iglesia, es decir, de la comunidad visible de Jesucristo en
este mundo (Dz 696; CEC 1267-1270).
5) Participa de los oficios del sacerdocio de Cristo, es decir, el sacerdocio común de los
fieles:
- Sacerdotal, es decir, el culto espiritual, que incluye toda la vida del cristiano.
Particularmente lo habilita para celebrar la Eucaristía.
- Profético, es decir, el testimonio, anuncio y denuncia con la palabra y con el
modo de vivir.
- Real, por cuanto el bautismo capacita para la ascesis, el servicio, trabajar por el
Reino, siendo el bautizado señor con Cristo por que ha vencido el pecado y la
muerte (cf. LG 11, 17; CEC 1270).
a. Es necesario para la salvación: Jn, 3,5: “quien no nace del agua y del Espíritu no
puede entrar en el reino de los cielos”; lo mismo se define en Trento Dz 861 y otros
como 696 en Florencia; 791,847,861,868-870; CEC 1257. Por los mismo Jesús mandó a
los discípulos a anunciar a todas las gentes el Evangelio y a bautizar (Mt 28,19; LG 14; AG
5). Importante parece acotar lo que señala el catecismo: “el bautismo es necesario para
la salvación en aquellos a los que el Evangelio ha sido anunciado y han tenido la
posibilidad de pedir este sacramento” (CEC 1257).
e. En cuanto a los niños que mueren sin bautismo, la Iglesia solo puede confiarlos a la
misericordia divina, que nos hace confiar en que haya un camino de salvación para los
niños que mueren sin el bautismo (cf. CEC 1261).
a. Ministros:
2) Extraordinario:
- Instituido por la Iglesia: Un laico para los lugares donde hay penuria de clero.
- En caso de necesidad: cualquier ser humano, incluso un no cristiano.
379
b. Sujeto: “Es capaz de recibir el bautismo todo ser humano, aún no bautizado, y solo
él” (CEC 1246; CIC 864)
c. Rito:
1) Recepción.
2) Liturgia de la Palabra
3) bendición del agua
4) renuncias
5) profesión de fe
6) ablución con agua y forma esencial
7) unción del crisma
8) vestidura blanca y cirio
9) Padrenuestro
10) Bendición final
i. Generalidades
a. Definición.
b. En la economía salvífica
1) Antiguo Testamento:
Los profetas anunciaron la venida del Espíritu sobre el futuro Mesías (Is 11,2)
para realizar su misión salvífica. También anunciaron la venida del E.S. sobre todo el
pueblo mesiánico (cf. Ez 36;25-27, Jl 3,1-2). Cristo es el ungido de Dios, a la vez que
prometió y realizó la efusión del E.S.
2) Nuevo Testamento:
a. No existe relato alguno que narre la institución de este sacramento por Cristo. Sin
embargo lo sugieren tres hechos:
- Es esta imposición de las manos la que a sido considerada con toda razón por la
doctrina católica como el primitivo origen del sacramento de la confirmación, el
cual perpetúa, en cierto modo, en la Iglesia la gracia de Pentecostés (CEC 1288).
Muy pronto, para mejor significar el don del Espíritu se añadió a la imposición de
las manos la UNCIÓN con el Crisma (ilustra el nombre de Cristiano: ungido).
b. Esta no es una novedad introducida por los apóstoles, sino que una acción por la cual
única y exclusivamente trataron de cumplir la obra de Cristo.
Una costumbre de la Iglesia de Roma facilitó lo anterior (cf. san Hipólito): había
dos unciones después del bautismo, una aplicada por el presbítero después de la
inmersión para significar la participación en las funciones profética, sacerdotal y real de
Cristo; la otra dada por el obispo, ésta es la que se desplaza.
a. Inocencio I (419 d.C.): Afirma que la confirmación solo debe ser conferida por el
obispo. Esto lo fundamenta en la costumbre eclesiástica y en Hch 8,14-17 (Dz 98).
b. Inocencio III (1204 d.C.): Por la crismación de la frente se designa la imposición de las
manos, que por nombre se llama confirmación, porque por medio de ella se da el
Espíritu Santo para aumento de fuerza (Dz 419).
el Espíritu santo para fortalecer, para que el cristiano, como los apóstoles en
Pentecostés confiese valerosamente el nombre de Cristo (Dz 697).
d. Concilio de Trento (1547 d.C.): Reafirma su carácter sacramental (Dz 871); la acción
del Espíritu Santo(Dz 872); y que es propio del obispo administrarlo como ministro
ordinario (Dz 873).
e. Vaticano II:
1) Rito latino: unción del santo crisma en la frente (imprime el sello espiritual), hecha
imponiendo la mano, y con estas palabras: “recibe por esta señal el don del E. S.”
3) Por la unción se recibe la marca o sello del Espíritu Santo. El sello es símbolo de la
persona, de su amistad, de su propiedad sobre un objeto y autentifica un acto jurídico.
4) Este sello del E.S. marca la pertenencia total a Cristo, la puesta a su servicio para
siempre, pero indica también la promesa de la protección divina en la gran prueba
escatológica (CEC 1296 y Ap 7,2-3; Ez 9,4-6).
- Fuerza especial del E.S. para “difundir y defender la fe mediante la palabra y las obras
como verdaderos testigos de Cristo, para confesar valientemente el nombre de Cristo y
para no sentir jamás vergüenza de la cruz”(cf. CEC 1303). La plenitud que proporciona
este sacramento se mueve en una doble dimensión: de testigo (fermento, mártir) y de
apóstol (misionero, soldado)
a. Sujeto:
"Todo bautizado aún no confirmado puede y debe ser confirmado..." (cf. CIC, c.
889). Además en la tradición latina se requiere edad de uso de razón como requisito de
licitud. En peligro de muerte se puede aplicar incluso antes, a los niños pequeños.
Importante es establecer una adecuada distinción entre la edad adulta de crecimiento
natural y la edad adulta de la fe.
b. Ministro:
2) En el rito latino: El ministro originario es el obispo (LG 26). El obispo puede, por
razones graves, conceder a presbíteros la facultad de administrar el sacramento de la
confirmación (CIC, c. 884). En peligro de muerte, cualquier presbítero.
a. Raíces veterotestamentarias:
2) Etimología. “Peshá”, que significa cojear, saltar. Ex. 12,27, que señala que “Yavé saltó
las casas de los israelitas". Ex 12,1-14 relata la institución de la fiesta: SACRIFICIO-
BANQUETE.
4) Memorial. Es un rito que tiene por objeto recordar ante Dios las hazañas realizadas
en el pasado para que fiel a si mismo y a su designio salvífico, los haga presente en su
pueblo. El memorial por excelencia era la pascua: no sólo se recordaba el hecho
salvífico sino que se lo hacía presente.
5) Evolución de la fiesta.
c. Profecías de la Eucaristía
2) En DtIs (Is 55,1ss), banquete escatológico ofrecido por Dios a todos los
pueblos.
2) Realidad presente, renovación ritual del hecho; cada israelita es liberado por
Dios.
- Análisis:
5) Entrega de la copa : Mc y Mt, Mc: "...y bebieron todos de ella" (narrador). Mt:
"...bebed todos de ella", forma invitatoria (Jesús).
7) Aspecto de “alianza”. Las fuentes paulinas hablan de una “ Nueva Alianza” (de la
sangre). El A.T. sello de la Alianza con la sangre (carácter divino). Cristo invita a sus
discípulos a recibir la sangre de la Nueva alianza . Cristo acepta la muerte y ésta se
presenta aquí , en términos sacrificiales y en forma sacramental, a través del pan
partido y la sangre derramada con lo cual Cristo se ofrece a Dios Padre por muchos.
8) Sólo la fuente paulina dice : “ hagan esto en memoria mía “. En cuanto a “ memoria “
, hay que entenderla en sentido de “ memorial".
3) Hechos 2,41-47.
v. El “ Pan de vida “ de Jn 6:
1) Juan escribe su Evangelio cuando posee los tres sinópticos, añadiendo aspectos que
éstos no tratan.
a. Antiguo Testamento:
b. Nuevo Testamento:
ii. La tradición nos enseña que en la Eucaristía se ofrece a Dios el verdadero sacrificio
de Cristo y de la Iglesia.
2) Para Hipólito “la misa es un sacrificio incruento” en cuanto memorial del sacrificio de
la cruz. Los Padres insistirán en la anámnesis (memorial) para explicar el carácter
sacrificial de la misa, en cuanto recuerdo y representación del sacrificio de la cruz.
3) Para san Cipriano es oblación y sacrificio por medio del cual recibimos el fruto del
sacrificio de Cristo.
393
4) Para san Agustín, influenciado por san Ambrosio, la misa figura el sacrificio de Cristo
y de la Iglesia. En ella se ofrece a Cristo y a la Iglesia entera.
Lo interesante del aporte de los Padres está en que cuando hacen referencia al
carácter sacrificial de la Eucaristía lo hacen en cuanto memorial del sacrificio de la cruz.
Para ellos la Eucaristía es anamnesis o memorial del sacrificio de la cruz. Muchos
enfatizan que no se trata de un sacrificio distinto, sino del mismo hecho presente “in
mysteri”, “in sacramenti”, “en imagen”.
3) Tiene “valor” para toda la Iglesia (vivos y difuntos) y para los hombres. Es un
“sacrificio” que hace presente el único sacrificio de Cristo en la cruz , esencialmente; ni
le suplanta ni le sustituye.
1) Lutero: Ataca principalmente que la misa sea una "obra meritoria", es decir, un don
ofrecido a Dios para conseguir sus favores para los vivos o los difuntos; de la Epístola a
los Hebreos concluye la inexistencia de cualquier otro sacerdocio fuera de Cristo y de
cualquier otro verdadero sacrificio fuera del de la Cruz. Cristo instituyó la misa como
banquete y no como sacrificio, esto es, una auténtica idolatría que se debe a Satán.
Rechaza todo sacerdocio visible y por tanto todo sacrificio
iv. Magisterio
b. Concilio de Trento:
4) El sacrificio de la Eucaristía será además hasta el final de los tiempos una incesante
conmemoración del sacrificio del calvario, lo cual se indica de manera especial en la
anámnesis que sigue a la consagración ; pero no es una mera solemnidad
conmemorativa ( Dz 950 ), sino verdadero y propio sacrificio.
6) El mérito mayor del Concilio de Trento consiste en haber superado las incertezas
teológicas de los siglos precedentes, que habían llegado hasta el Concilio, y de haber
396
- Cristo se ofrece a sí mismo sobre la cruz, como Cordero Pascual que lleva a la
realidad la promesa de la Pascua antigua y así mismo llega ser la Pascua del N.T.
- Cristo instituye la Eucaristía, como un don para sus discípulos, por eso manda a
sus apóstoles de hacer lo mismo que Él ha hecho. “ Mandar hacer” quiere decir
“ dar el poder de hacer “ y de este momento se ofrecerá el Sacrificio, en
dimensión Sacramental, realizando cada vez en el Rito de la Pascua de Cristo,
esto es su sacrificio sobre la cruz.
397
c. Magisterio actual:
1) Mediator Dei (Pío XII): presenta la doctrina de Trento sobre el sacrificio eucarístico
3) Mysterium fidei (Pablo VI): dice que en la misa “se hace presente, y se conmemoran
y aplican los frutos del sacrificio de la cruz".
1) ¿Cómo puede hacerse presente un sacrificio realizado hace dos mil años?.
La misa es a tal punto el sacrificio de la Iglesia, que aún la misa más “privada” de
un sacerdote es siempre sacrificio de la Iglesia, y hasta debe, en lo posible aparecer
como tal (Dz 938-939). “Cristo confió a su Iglesia el memorial de su muerte y de su
resurrección” (S.C. 47). Es toda la Iglesia (Cuerpo) que ofrece con Cristo (cabeza)
oferente y que se ofrece con Cristo víctima (Iglesia: cuerpo de Cristo). Esto se debe
entender iluminado por el concepto de participación. Así, la vida de los fieles, su
alabanza, su sufrimiento, su oración y su trabajo se unen a los de Cristo y a su total
ofrenda y adquieren así un valor nuevo (cf. CEC 1368). Cristo deja a su esposa su propio
sacrificio para que lo haga suyo, uniéndose a Él en su intercesión ante el Padre.
Haciéndolo se hace acreedora del mismo amor con que el Padre se vuelca sobre la
ofrenda de su Hijo. Aquí está toda la eficacia de la Eucaristía. Si bien es cierto que los
hombres no pueden ofrecer una ofrenda digna a Dios, no es menos cierto que el mismo
Cristo la pone en nuestras manos.
398
Es bueno hacer presente la distinta participación de los fieles y del sacerdote del
único sacrificio: siendo la Eucaristía un acto de Cristo, cabeza, en favor de su Cuerpo, la
confección del sacrificio es exclusiva del sacerdote, en cuanto lo represente. Los fieles
por él y junto con él ofrecen el sacrificio.
3) ¿Cuales son los fines del Sacrificio eucarístico?
Por tanto, el carácter de Cena, banquete, fracción del pan nos orienta a
descubrir que la Presencia del resucitado bajo las especies sacramentales es para “ser
comido”. La presencia es para la comunión (P. Gesteira), en función de los hombres.
De ahí que la participación plena de la eucaristía, de su contenido y sentido fundacional
pasa por la comunión eucarística y no solo por la celebración.
a. En la Escritura.
b. En los Padres.
1) De la Eucaristía se dice que es la carne del Señor en un sentido literal y propio (san.
Ignacio, Ireneo).
- Ireneo comienza a hablar de la transformación del pan y del vino que se hacen
Cuerpo y Sangre de Cristo, contra los docetas y gnósticos.
401
4) Los padres griegos usaron diversos conceptos para explicar como se realiza la
conversión del pan y el vino en el Cuerpo y la Sangre del Señor. Utilizan términos que
significan convertir, cambiar, transformar, eucaristizar, llegar a ser, confección,
transfigurarse, pasar a ser ( sustancia divina ). Todos estos parten de la encarnación del
Logos: como el Verbo se hace carne en María, así se hace presente en el pan y el vino.
- San Cirilo de Alejandría y san Gregorio de Nisa, así como el Logos tomó cuerpo
en el seno de María, así se une por intermedio del Espíritu con el pan y el vino
ofrecidos, “transformándolos” en el cuerpo y sangre de Cristo.
c. Edad Media.
- Primera controversia:
- Segunda controversia
et sacramentum, esto es, el Cuerpo y Sangre del Señor en esas especies; y res tantum,
los efectos del sacramento, la comunión con Cristo y con la Iglesia (Dz 414- 416).
3) Santo Tomás:
1) Lutero:
2) Zwinglio:
3) Calvino:
a. Sagrada Escritura:
b. Concilio de Trento:
2) Negación de la permanencia de las sustancias de pan y vino: “si alguno dijere que en
el sacramento de la Eucaristía permanece la sustancia de pan y vino juntamente en el
Cuerpo y la Sangre de Cristo...” (Dz 884). Por tanto es de fe que después de la
consagración, las sustancias, al ser esencial del pan y del vino, desaparecen.
406
4) Permaneciendo sólo las especies de pan y de vino, a saber el ser empírico de dichas
materias permanece inmutable (Dz 884). El concilio al afirmar que lo que permanecen
son las especies y no los accidentes, Trento no se limita a la filosofía aristotélica. El
concilio definió una presencia que comienza con la consagración y perdura tanto como
la existencia de las especies sacramentales (Dz 886)
a. Simbolismo eucarístico.
hecho de una presencia, a la par real y simbólica, del cuerpo de Cristo, dicho cuerpo ¿es
en realidad el mismo que vivió en Palestina y murió en la cruz?.
- Sínodo de Roma (1079, Dz 355): Contra Berengario se afirma que "en la misa el pan y el
vino se convierten substancialmente en la verdadera, propia y vivificante carne y sangre
de Cristo” y que después de la consagración son el verdadero cuerpo de Cristo que
nació de la Virgen...” y la “verdadera sangre de Cristo que manó de su costado”
- Concilio de Letrán (1215): Contra el Abad Joaquín de Fiore afirma que “...Jesucristo,
cuyo cuerpo y sangre se contienen verdaderamente en el sacramento del altar bajo las
especies de pan y vino” (Dz 430).
2) Afirmación bíblica.
3) Tradición.
4) Concilios.
- IV Letrán (Dz 430), contra los valdenses que rechazaban la jerarquía, y reconocía a
todos los fieles los mismos derechos y poderes: “Este sacramento solo puede realizarlo
el sacerdote válidamente ordenado”.
- Trento contra la doctrina protestante que señalaba que el sacerdocio universal de los
fieles era condición suficiente para obtener el sacrificio eucarístico, de modo que no era
instituido por Cristo sino deformación humana el sacerdocio ministerial. “Si alguno
dijere que con las palabras “haced esto en memoria mía” Cristo no instituyó sacerdotes
a sus apóstoles, o que no ordenó que ellos o los otros sacerdotes (sucesores) que
ofrecieran su cuerpo y su sangre sea anatema". Además definió la institución por Cristo
de un sacerdocio especial al que le está reservado el poder de consagrar (Dz 949, 957,
961).
1) Unen más estrechamente la presencia personal con el signo que les sirve de
mediación esencial, que por ello aparece como humanizado, como prolongación de la
propia corporalidad humana.
5) Cristo se da en el pan y el vino ¿Que les sucede a estos elementos?. La realidad más
profunda de un ser para estos teólogos radica no tanto en el ser físico químico (lo que
es “en sí”) sino su relación, su “significación para”. Cuando esta significación cambia
porque el mismo hombre y sobretodo Cristo y Dios pueden darle nuevo “sentido”. En
realidad cambia lo más profundo del ser: la TRANSIGNIFICACIÓN, que es cambio de la
realidad profunda, aunque lo físico quede igual. Es claro que en la Eucaristía se da de
hecho una transfinalización y una transignificación, pues los dones cambian realmente
de finalidad y de sentido. Por lo que estas interpretaciones son válidas. Pero, ¿Son
además de válidas, suficientes? ¿llegan al fondo de la cuestión o será preciso
completarlas de algún modo con la transusbtaciación? (P. Gesteira); ¿No encontramos
en estas explicaciones llevadas a extremo una relativización de la objetiva presencia
real? Ciertamente constituyen interesantes aportes en relación a nuestro tema pero
dejan muchas interrogantes abiertas.
412
6) La Eucaristía, vínculo de caridad al ser el don supremo del Padre. Nuestro Salvador
dejó en su Iglesia la eucaristía como símbolo de caridad ,con lo que quiso que todos los
cristianos estuvieran unidos y estrechados entre sí (Dz 873).
Nuestro salvador quiso que la Eucaristía fuera prenda o señal de nuestra gloria
futura y de nuestra eterna felicidad, también el símbolo de aquel único cuerpo del que
es Él mismo la cabeza (1 Co 11,3) y con el que quiso que nosotros estuviéramos unidos
como miembros, con los estrechos lazos de la fe, de la esperanza y de la caridad a fin
de que todos tuviéramos un mismo lenguaje y no hubiera divisiones entre nosotros (1
Co 1,10 y Dz 875).
El banquete futuro del Reino entraña el misterio de comunión y por ello de constitución
de un único cuerpo en Cristo, supondrá una transformación sustancial del hombre y del
mundo, de la historia y de la creación entera, una especie de “transusbtanciación”
última cuyas primicias se anticipan en la celebración eucarística. Pero esta
transusbtanciación por serlo también de las personas es sacrificial; entraña la renuncia
a si mismo como parte de aquella oblación personal por medio de la cual se va
construyendo la comunidad eclesial en torno a la mesa del Reino y se va edificando el
cuerpo de Cristo, la Iglesia.
congregando en torno a sí como Pan de Vida a los fieles y haciendo de ellos una única
comunión y un único cuerpo suyo haciéndolos participar, como cabeza, de su misma
“carne y sangre” de su vida, y de su Espíritu (cf. P. Gesteira).
v. Necesidad de la Eucaristía.
- LG 26: “ En todo altar Cristo está presente, el cual con su poder da unidad a la
Iglesia.... Porque la participación del cuerpo y sangre de Cristo no hace otra cosa
sino que pasemos a ser aquello que recibimos”.
2) Para la Evangelización.
“Los sacramentos, al igual que todas los ministerios eclesiásticos y las obras de
apostolado está unidas a la Eucaristía, y hacia ella se ordenan. Pues en la Eucaristía se
contiene todo el bien espiritual de la Iglesia, es decir, Cristo es persona, nuestra Pascua
y pan vivo. La Eucaristía aparece como fuente y cima de toda evangelización" (cf. CEC
1324; AG 26).
3) Para la redención.
La Eucaristía aparece como don y empeño de Cristo para conseguir en todos los
tiempos y lugares el objetivo primordial de la redención de todos los hombres, como
ayuda decisiva para que esos mismos hombres puedan participar de la redención de
Cristo y vivir como redimidos. “Por la celebración de la Eucaristía nos unimos ya a la
415
liturgia del cielo y anticipamos la vida eterna cuando Dios será todo en todos" (CEC
1326)
El camino hacia esta unidad con Cristo es la Eucaristía: “Quien come mi carne y
bebe mi sangre vive en mí y yo en el” (Jn 6,56). La comunión con la carne de Cristo
resucitado conserva, acrecienta y renueva la vida de la gracia recibida en el bautismo
(cf. CEC 1392).
1) Pecado:
- Salmo 50:
- Gn 3,1-24:
- Síntesis:
2) Penitencia o conversión:
4) El perdón:
- Los términos que expresan la misericordia divina en el A.T. son muchos. Los
más importantes los encontramos tanto en Ex 34, 6-7 y Sal 50, 3-4:
1) Pecado:
Jesús se inserta en la tradición bíblica del A.T. acerca del pecado, tanto respecto
a su consistencia, como a su universalidad. Con todo, radicaliza su origen en el corazón
del hombre y lo relaciona directamente con el Reino de Dios, cuya expresión más
profunda es el pecado contra el Espíritu Santo (Mc 3, 28-30).
2) Conversión y penitencia:
4) Perdón:
- Jesús perdona los pecados, así queda atestiguado en varios pasajes de los
evangelios: al paralítico; a la pecadora; a Pedro; etc. Ello causa admiración de
los peritos de la ley, pues se dan cuenta que sólo Dios puede perdonar el
pecado. Denota la conciencia de Jesús de que es Dios.
- San Juan:
- Jn 20, 19-23:
- Síntesis:
2) También existe una penitencia para los pecados graves, aunque en rigor, éstos no
deberían darse en la vida cristiana. El perdón de estos pecados se consigue al término
de una laboriosa expiación, que se realiza bajo el control de la Iglesia y exige su
intervención especial. Tenemos datos de esta penitencia ya desde el siglo II (cf. Pastor
de Hermas). Tertuliano nos da la primera descripción detallada de la penitencia en la
Iglesia (cf. "De Poenitentia"). Pero será sobretodo después de la paz constantiniana en
que aparecerá bien reglamentada. ¿Cuáles eran estos pecados graves? En general:
Idolatría o apostasía, homicidio, adulterio y fornicación (aunque las listas varían según
los testimonios).
El Pastor de Hermas distingue entre la 'aphesis' o remisión total en el bautismo
y, la 'metanoia' o penitencia post- bautismal laboriosa, que era otorgada sólo una vez
423
en la vida. Los pocos testimonios de los siglos I a III no nos indican que hubiera
pecados excluidos de la penitencia (como han dicho algunos).
- Características:
- Casos especiales:
2) Penitencia privada:
425
- Hacia el siglo VI, ante la baja del fervor eclesial, entra en crisis la penitencia
pública: muchos prefieren esperar para reconciliarse o incluso para bautizarse, a
la hora de la muerte por temor de volver a caer.
- Surgió en oriente, y luego pasó a occidente, en los ambientes monásticos, la
práctica de la confesión privada, aunque no en un sentido sacramental, sino
como medio de perfección (dirección espiritual). En el siglo VI, los monjes celtas
en Irlanda empiezan a practicar la confesión en secreto para los fieles, dada la
rudeza de los irlandeses (celtas). El sacerdote impone una penitencia en
privado, cumplida la cual, le absuelve en privado; permitiéndole comulgar.
También, a veces, por razones de distancias u otros inconvenientes, el
sacerdote da primero la absolución, para que luego penitente haga la
satisfacción.
- Existen los libros penitenciales, que traen 'tarifas' para cada pecado. Por eso
también se la llamará 'penitencia tarifaria'. Estas tarifas también se pueden
conmutar por determinadas obras.
- Esta penitencia está abierta a todos los pecados, no sólo los graves.
- Es reiterable. No deja secuelas o efectos socioeclesiales en los penitentes
(impedimentos). También los clérigos se pueden confesar y no son depuestos
por ello.
2) Existen los libros penitenciales, que traen 'tarifas' para cada el pecado. Por eso
también se la llamará 'penitencia tarifaria'. Estas tarifas también se pueden conmutar
por determinadas obras.
5) Hacia el siglo XIII, además de las dos formas de penitencia pública, se impone una
tercera forma que es la peregrinación. Los penitentes son enviados como peregrinos a
algún santuario (Roma, Santiago, Jerusalén, etc.), en el cual reciben la absolución, la
penitencia viene dada en las vicisitudes de la peregrinación. La peregrinación a Roma
se popularizó, de modo que comenzó la práctica de reservar la absolución dada por el
papa a algunos pecados.
6) Concilio IV de Letrán: Manda que los fieles se confiesen 'una vez al año'. Lo mismo
dirá Trento.
2) A partir del siglo XIV, va perdiendo terreno, aunque todavía se aconseja en el siglo
XVI. El concilio de Constanza Condena a Wycleff que consideraba superflua la
confesión al haber contrición. Florencia: enumera la 'confesión' entre los actos del
penitente.
3) Las indulgencias, esto es, la remisión ante Dios de la pena temporal por los pecados,
ya perdonados, en cuanto a la culpa, que un fiel dispuesto y cumpliendo determinadas
condiciones consigue por mediación de la Iglesia, la cual, como administradora de la
redención, distribuye y aplica con autoridad el tesoro de las satisfacciones de Cristo y
de los santos. Generalmente se unían a ellas algunas limosnas y la aplicación de ellas
por los difuntos. Su fundamentación teológica está en el misterio de la comunión de
los santos, en la Iglesia, los méritos de unos benefician a otros, bajo la administración
de los pastores de la Iglesia
1) Trata de la penitencia:
viii. El nuevo Ordo del papa Paulo VI. Su orientación teológica: (1973).
- Debidamente dispuesto.
- Se proponga a su debido tiempo, lo antes posible, a confesar individual
todos los pecados graves que en el presente no ha podido confesar.
- Si hay tiempo debe instruírseles sobre los requisitos anteriores y
exhórteseles a hacer un acto de contrición a cada uno.
- Para recibirla una segunda vez, salvo causa grave, debe mediar una
confesión individual (Ello no porque la absolución colectiva sea de
segunda clase, sino para ayudar al penitente a objetivar su situación y así
asegurar su conversión).
b. Su orientación teológica:
2) Aplica la reforma y renovación del Vaticano II, sobre todo acerca de la participación
consciente y fructuosa. Se insiste en su carácter litúrgico: la liturgia de la palabra, los
gestos de imposición de las manos, etc.
- Penitencia interior:
2) Consiste en:
- "dolor del alma.
- y detestación del pecado cometido.
- con el firme propósito de no volver a pecar".
iv. Cristo da a la Iglesia el poder de perdonar los pecados, distinto del poder
bautismal, instituyendo un nuevo sacramento:
- El papa.
- Los cardenales.
- Los Obispos, salvo que el Obispo diocesano en un caso
concreto se oponga. Si otro Obispo la transgrede confiesa
válida aunque ilícitamente (CIC 967,1).
1) Absolución:
Acto del ministro del sacramento de la Penitencia, a través del cual, Dios da el
perdón del pecado a quien se ha arrepentido, lo reconcilia con Él y con la Iglesia. No es
una simple declaración del perdón del pecado (Lutero), sino que es además, una
palabra eficaz de perdón. Su fórmula ha tenido una evolución en el tiempo, los
testimonios más antiguos muestran oraciones más bien de corte deprecativo (no por
éso, no eficaces); pasando a formulaciones más indicativas. Hoy se ha hecho una
síntesis, se comienza con una parte deprecativa para terminar con la fórmula
indicativa: "Yo te absuelvo en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo". Sin
embargo, en caso de necesidad, basta sólo la parte indicativa para la validez del
sacramento.
Es efecto inmediato del signo externo y a la vez signo interno, que causa el
efecto último de la gracia propia del sacramento. Es "res" o efecto y "sacramentum" o
signo causativo (Ver Tesis 55). Santo Tomás enseña que la "res et sacramentum" de la
Confesión es la penitencia interior (contrición interior), la cual reclama el perdón de
Dios, el cual es la "res tantum" o sólo efecto. Muchos teólogos hoy sostienen que el
"res et sacramentum" es la reconciliación con la Iglesia, en virtud de la cual recibimos
nuevamente la gracia del Espíritu Santo, lo que nos justifica ante Dios, que es la "res
tantum".
1) Reconciliación con Dios: Es sin duda el primer efecto y la primera gracia del
sacramento. El Concilio de Trento sólo mencionaba este efecto, que consiste en
la restitución de la gracia perdida por el pecado, lo que tiene como
contrapartida su perdón.
a. La definición dogmática:
b. Prueba de la Escritura:
- Santiago dice que los sujetos de esta solicitud pastoral son los
enfermos, sin especificar la gravedad de la enfermedad, sin
embargo, supone cierta gravedad, que impida movilizarse y que
haga necesario llamar a los presbíteros.
- Son los presbíteros los encargados de esta solicitud pastoral. Los
"ancianos" son los representantes de la Iglesia local, se destaca el
carácter comunitario del sacramento. Aunque lo realizan "en
nombre del Señor", es decir, como sus enviados.
- Su tarea consiste en ungir con óleo y orar sobre el enfermo en
nombre del Señor. Orar sobre alguien, en la tradición bíblica sugiere
la imposición de las manos.
- La unción no es mágica, tiene significado simbólico. Su eficacia no
está en sí misma, sino en haber sido hecha en nombre del Señor. Ello
es reafirmado en la exigencia de la fe de quien ha orado sobre el
enfermo, esto es, que es un signo salvífico-religioso.
- Su significado religioso es original, si bien está en continuidad con
los sentidos que se le daba en la tradición bíblica y judía, se lo
desarrolla y enriquece profundizándolas.
- Los efectos de la unción son tres:
439
- Los gestos de curación de los enfermos de los Doce, no hacen más que
prolongar la obra de Cristo mismo. Sanaciones corporales como signo de
la salvación mesiánica traída por Cristo.
- Estos hechos, no son provisorios, sino están destinados a perpetuarse en
la Iglesia, hasta la llegada de la plenitud escatológica. Será misión de los
apóstoles y sus más estrechos colaboradores, los presbíteros, el sanar a
los enfermos.
- Mientras en los apóstoles esta misión ha implicado un carisma especial
de sanación milagrosa (ej. Hch 3,6-8), en los presbíteros de Santiago este
carisma no se menciona. Por eso se debe distinguir dicho carisma del
sacramento de la Unción.
c. Prueba en la tradición:
a. El ministro:
Se debe distinguir entre el ministro del sacramento y el de la bendición del óleo
de los enfermos:
- Todos los sacerdotes con cura de almas respecto de los fieles a ellos
encomendados. Especialmente los párrocos y vicarios parroquiales. Los
pastores de almas (y los familiares de los enfermos) deben procurar
oportunamente la reconfortación de los enfermos con este sacramento
(CIC 1001).
- Cualquier otro sacerdote:
- con causa razonable, por esto esta "permitido" llevar consigo óleo
bendito.
- con el consentimiento al menos presunto del anterior. Pastoralmente
conviene informarle después para que no se reitere el sacramento sin
necesidad.
ii. Efectos:
a. Concilio de Pavía:
b. Concilio de Florencia:
c. Concilio de Trento:
Enumera los siguientes efectos: conferir la gracia; perdonar los pecados; quitar
las reliquias del pecado; aliviar y confortar al enfermo; restaurar la salud del cuerpo (Dz
909 y 927).
a. Sujeto de la Unción:
- Debidamente preparados.
- Rectamente dispuestos.
- De acuerdo con las prescripciones del Obispo diocesano.
- Cuidadosamente.
- Con las palabras, orden y modo prescritos en los libros litúrgicos.
- En caso de necesidad basta:
- Unción en la frente u otra parte del cuerpo.
- fórmula completa.
- Unciones con la mano salvo que una razón grave aconseje el uso de un
instrumento.
- Debidamente preparados.
- Rectamente dispuestos.
- De acuerdo con las prescripciones del Obispo diocesano.
5) Si bien solo los sacerdotes son los ministros de la Unción, en la pastoral participan
otras personas que preparan el terreno a la recepción del sacramento y/o ayudan a los
que lo han recibido a descubrir la gracia que les ha sido concedida en la Iglesia.
1) La Iglesia ayuda a los fieles y a todos los hombres en el momento decisivo de sus
vidas, a vivir la muerte como entrega de la vida y encuentro con Dios.
2) Mientras está consciente el moribundo la Iglesia ora con y por él, para ayudarlo a
vencer la angustia propia de la experiencia de la muerte.
v. Nueva Constitución del Papa Pablo VI. Nuevo Ordo. Su orientación teológica:
- Mantiene la bendición del óleo santo una vez al año en la misa crismal, pero
autoriza al sacerdote celebrante, en caso de necesidad y sólo para el uso en esa
celebración, la bendición de óleo santo.
- Mantiene como materia del sacramento el aceite de oliva, pero autoriza a usar
cualquier otro aceite vegetal, allí donde no es fácil conseguir aceite de oliva.
c. Su orientación teológica:
a. Textos claves:
2) Relato Y (Gn 2,18-24). Nos presenta la pareja humana como comunidad de vida y de
relaciones personales. El texto nos introduce en el misterio del amor humano.
de la mujer: muerte). Frente al divorcio (Dt 24,2-4) lo reglamenta y limita. Impone tres
condiciones:
4) Poligamia. Israel la aceptó en tiempo de los jueces (Jc 8,30) y de los reyes, al igual
que el concubinato. Pero después del destierro va ir desapareciendo hasta llegar a una
situación totalmente superadas en el tiempo de Cristo.
ii. Matrimonio en el Nuevo Testamento.
a. En los sinópticos:
2) Ante la objeción Jesús muestra que la concesión de Moisés, fue por la dureza del
corazón, pero al principio no fue así. El ha venido a restaurar el plan original de Dios.
3) ¿Incisos de excepción?
- Para san Agustín y san Roberto Bellarmino respecto del adulterio, Jesús no se
pronunciaría (lo dejará para otra ocasión)
b. En San Pablo:
1) Texto de 1 Co 7:
- Compara la relación conyugal a la que existe entre Cristo y la Iglesia. En esto está el
"Misterio" presente, ya en el texto del Gn 2, 24 y este es el fundamento último de la
indisolubilidad.
- De esta relación se deriva una enseñanza para el matrimonio: como han de ser el
amor y la fidelidad conyugales.
iii. En la tradición.
2) En los primeros siglos los Padres combatirán tendencias rigoristas que prohiben el
matrimonio entre bautizados (ciertas sectas gnósticas, como el montanismo) y
también tendencias que exaltarán tanto el matrimonio que llegarán a despreciar la
virginidad.
449
3) Los padres estiman que el fin principal del matrimonio es la procreación, otro fin
aunque secundario es la protección de la mujer y como remedio para la
concupiscencia.
Aunque de estos tres bienes, solo el primero constituye propiamente un fin del
matrimonio. En cuanto al valor moral del acto conyugal, san Agustín tiene una opinión
severa, en razón de la concupiscencia. Solo es bueno si la intención es la procreación
(de lo contrario, hay pecado venial)
1) Sacramentalidad.
Los papas canonistas de los siglos XII y XIII aportarán la solución a estas
discusiones, uniendo lo valioso de ambas escuelas: dirán que el matrimonio es
verdadero formal y válido sacramento en virtud del consentimiento. Pero mientras no
se consume permanece disoluble (el símbolo del sacramento es aún débil)
La síntesis está dada por santo Tomás siguiendo a Aristóteles muestra que el
matrimonio es una institución natural a partir de que la unión sexual está naturalmente
orientada a la transmisión de la vida, para la conservación de la especie. Y al
transmitirse aquí una vida humana, esta requiere del cuidado y de la educación, lo que
supone la unión estable de los progenitores.
v. Concilio de Trento.
1) Doctrina:
a. Por el matrimonio cristiano los cónyuges participan del misterio de unidad y amor
fecundo entre Cristo y la Iglesia;
451
d. En esta especie de Iglesia doméstica los padres deben ser para sus hijos los primeros
predicadores de la fe., mediante la palabra y el ejemplo
i. Institución natural:
La revelación, nos enseña además, que Dios, por una disposición positiva ha
instituido el matrimonio (cf. Tesis anterior).
iii. Sus propiedades esenciales: De los fines se deducen dos leyes o propiedades
esenciales:
Definición: "Acto por el cual cada parte otorga a la otra y acepta el derecho
perpetuo y exclusivo, a la vida común y a los actos de por sí aptos para la generación
de los hijos".
vi. Potestad de la Iglesia sobre matrimonio natural (cf. Potestad sobre derecho
natural, Tesis 52):
Los sujetos directos de la potestad de la Iglesia son sólo los bautizados. Tiene
potestad indirecta en el caso de matrimonio entre un bautizado y un infiel (cf. Casos en
que puede disolverlo). Pero también hay casos en que el Papa, como Vicario de Cristo,
puede disolver un matrimonio de paganos (naturalmente válido).
454
3) En los Padres.
4) Concilio de Trento.
1) Materia: Las palabras mismas del contrato, en cuanto expresan la mutua donación
de los derechos conyugales.
455
iii. Ministros:
Este vínculo conyugal, el matrimonio 'in facto esse', tiene dos propiedades
esenciales: La indisolubilidad y la unidad.
1) Indisolubilidad.
Pío XII, en una alocución a los prelados de la Rota romana en Octubre de 1941,
enseñaba que: "El matrimonio rato y consumado es por derecho divino indisoluble, en
cuanto no puede ser disuelto por ningún poder humano; mientras que los demás
matrimonios, aunque intrínsecamente indisolubles, no tienen una indisolubilidad
extrínseca absoluta, y, dándose previamente ciertas condiciones necesarias pueden
(se trata, se sabe, de casos relativamente bien escasos) ser disueltos -además del
privilegio paulino- por el Romano Pontífice, en virtud de su poder ministerial (potestad
vicaria, privilegio petrino).
2) Unidad.
se disuelve el vínculo por la muerte de uno de los cónyuges, las segundas nupcias son
válidas y lícitas.
La Iglesia tiene el poder propio y exclusivo de establecer para sus sujetos los
impedimentos de matrimonio y de juzgar las causas matrimoniales en lo que respecta al
vínculo. El Estado, en cambio, debería tener competencia sólo respecto de los efectos
puramente civiles de este matrimonio.
458
BIBLIOGRAFÍA
a. FUENTES:
5. JUAN PABLO II, Catecismo de la Iglesia Católica, Editores del Catecismo, 1993
b. TEXTOS:
ESCATOLOGÍA
1) Concepto de escatología:
a. En el Antiguo Testamento:
los repatriados. De ahí que, paulatinamente, el esjaton tenderá a ser situado más
allá de la historia que viene a cerrar: La promesa será cumplida en una dimensión
metahistórica. Así, el libro de Daniel recalca el carácter trascendente de la
consumación.
b. En el Nuevo Testamento:
Si se lee con atención el N.T. se puede concluir que, sólo en Cristo muerto y
resucitado se encuentra la respuesta definitiva a la esperanza del Pueblo de Dios. El
Misterio Pascual de Cristo cumple de un modo sobreabundante las promesas hechas
por Yavé, por medio de los profetas. Por lo tanto, en el ministerio y en la misma
persona de Jesús se encuentran los elementos que caracterizan a la escatología
cristiana:
- Jesús habla de un 'juicio' (Mt 25, Lc 19), él mismo se presenta como el juez
que vendrá a juzgar al final de los tiempos (Mc 8,38), que acabará la
situación del 'siglo' presente.
- Habla de resurrección; vida y muerte eterna.
- Recalca la actitud de la vigilancia en sus discípulos, como esperanza cierta
y realización efectiva del amor, preferentemente como servicio a los
pequeños (Mt 25; parábolas de la vigilancia, etc.).
- San Juan: Aunque enfatiza el carácter actual de los bienes salvíficos, afirma
también la tensión escatológica de su plena posesión (leer atentamente, por
ejemplo, Jn 6,54).
3) Lo escatológico como una dimensión presente en toda vida cristiana ('ya' y 'todavía
no') que avanza hacia el reino definitivo de Dios:
La tensión entre el 'ya' y el 'todavía no' deriva del mismo Jesús. Tanto los
sinópticos como los demás escritos del N.T. parecen estimar próxima la Parusía; pero
afirman enseguida, la función de un tiempo intermedio: el presente, la Iglesia. Sin él,
no se darían elementos sustanciales del mensaje cristiano como una comunidad
escatológica, una tarea misional, una ética exigente, etc.
Esta tensión se continúa en el tiempo de la Iglesia (cf. Tesis 51). Ella es la
encargada, por una parte, de prolongar la misión evangelizadora, santificadora y
pastoral del mismo Cristo; y por otra, es el germen y comienzo en la tierra del Reino
definitivo. Por eso el anuncio de la Palabra, los sacramentos y el servicio pastoral de
conducción jalonan la vida cristiana. También expresan la tensión escatológica.
Particularmente los sacramentos que nos confieren la gracia, en el presente, pero a la
vez son 'prenda de la futura gloria', pues nos hacen vivir por adelantado las realidades
futuras. Sobre todo la Eucaristía.
La tensión entre el 'ya' y el 'todavía no' deriva del mismo Jesús; no hay rupturas
en este punto entre su doctrina y la comunidad primitiva. Jesús es el 'esjaton', es decir,
lo último o definitivo. Él, su ministerio y persona, son el Reino de Dios, que
corresponde a la plenitud de los tiempos. Confesar a Jesucristo como el Señor, es el
centro de la fe. Esto viene a ser lo mismo que afirmar que Dios reina en nosotros por
Jesucristo, aunque de momento vivamos su Reinado en las arras de su plena
consumación (anticipadamente). San Pablo lo expresa bellamente en la carta a los
Gálatas capítulo 4: "Al llegar la plenitud de los tiempos envió Dios (Padre) a su Hijo,
nacido de mujer....para que recibiéramos la filiación adoptiva". En definitiva la plenitud
de los tiempos es un modo de expresar nuestra plena comunión con el Padre, por el
463
Hijo, en el Espíritu Santo, a la que somos invitados, ya desde ahora, a participar por el
bautismo.
El tiempo es el cronos (lo medible), que tiene además una duración cíclica. El
tiempo es un ciclo eterno donde todas las cosas se vuelven a producir (eterno
retorno). Se trata de un círculo sin comienzo ni fin, en el que el hombre es un ser sin
destino, está sumido en un sino absurdo. La eternidad para los griegos, no es más que
la repetición infinita de los ciclos de vida y muerte, totalmente intramundana.
b. La fe bíblica:
sostén y meta de sus criaturas, en cuanto todo lo ha creado, lo sostiene y lo salva para
comunicar su amor.
El filósofo Henri Bergson, recogiendo la tradición cristiana, distingue entre dos
modos de tiempo. El primero que responde a la concepción griega y el segundo a la
concepción bíblica de tiempo:
¿La muerte una consecuencia del pecado?: En Gn 3 se muestra con una reflexión
sapiencial, cómo el pecado distorsiona las relaciones del hombre con Dios, con sigo
mismo. con los demás y con la creación. Lo que produce el pecado no es la muerte,
sino el trastorno en nuestra relación con la muerte, el sentido que damos a la muerte.
En plena comunión con Dios, el hombre no experimentaría el desgarro y el vacío ante
su partida, sino que sería para él, como la "hermana" que posibilita la comunión más
plena con su Creador.
La idea que la muerte es consecuencia del pecado es mucho posterior en la
Biblia (50 a.C.). Se encuentra en el libro de la Sabiduría: "no fue Dios quien hizo la
muerte..." (Sb 1,13-15); "mas por envidia del diablo entró la muerte en el mundo" (Sb
2,23-24). Aquí muerte no debe ser entendida en su sentido natural o físico, sino como
muerte teológica. Viene a ser una forma de expresar lo que es el pecado, es decir, un
morir a la vida de Dios.
2) En el Nuevo Testamento:
Cristo, con su muerte, destruye la muerte y el poder del diablo (cf. Hb 2,14ss),
no sólo en su significado natural, sino que también, en su dimensión teológica, esto es,
la radical separación o alejamiento del hombre de la comunión con Dios: el pecado.
d. La muerte natural:
La retribución está conectada directamente con la idea del juicio de Dios. El cual
versa sobre la vida terrestre. Después de la muerte, no hay ulterior posibilidad de
opción por las obras de Dios (cf. Mt 25). San Pablo es categórico: "Para que cada cual
reciba según las cosas que hizo mediante su vida mortal, el bien o el mal"(2 Co 5,10).
La muerte como la línea divisoria en la que la situación del justo y del impío se
cambian definitivamente: Buen ladrón ("hoy..."); 2 Co 5,8: "preferimos salir de este
cuerpo para vivir con el Señor...". La muerte de Cristo abre las puertas del paraíso y,
por consiguiente, la muerte del creyente en él, supone la entrada a la vida eterna. Esta
esperanza mesiánica no se demora hasta el esjaton (final de la historia), sino que es
operante en el hoy del sacrificio de Jesús (cf. Lc 23,41-43).
467
a. Mt 10,28: "No teman a los que sólo pueden matar el cuerpo (soma), pero no el alma
(psiké)..."
1) Los exégetas han demostrado que 'psiké' debe ser traducido por 'alma' y no por
'vida' (zoé).
2) El texto afirma una pervivencia del alma en el caso y aún después de que el cuerpo
sea matado. Ello supone una dualidad (no dualismo) antropológico 'soma - psiké'. Así,
Jesús hace suyo el pensamiento helenista de la época, de una pervivencia del alma,
que adjunta a la fe en la resurrección.
3) Está en continuidad con el A.T., que ya concebía la idea. Algunos textos de los libros
más cercanos al N.T. muestran la pervivencia después de la muerte, de un elemento
antropológico distinto del cadáver. Todo ello inserto en la antropología judía de
eminente carácter holístico (unitario). Veamos el desarrollo del concepto alma en el
A.T.:
- En los textos más antiguos, al hablar del hombre vivo, el esquema es claramente
unitario. La persona es, a la vez, "basar"-carne y "nefesh ayah"-espíritu viviente.
Ambos términos se refieren a todo del hombre, en cuanto aspectos diferentes. Basar
es el hombre en cuanto débil. Nefesh ayah en cuanto tiene el 'aliento de vida' que
viene del viento (ruaj) de Dios.
- Al tratar del hombre muerto, en cambio, se distingue entre los cadáveres que están
en los sepulcros (que se corrompen) y los 'refaím' que perviven en el 'sheol' o lugar de
los muertos. Estos 'refaím' o muertos eran como 'sombras' del hombre todo, que
conservaban su núcleo personal, aunque en forma muy deficiente (cf. Sal 6,6).
San Pablo nos propone la antropología bíblica más nítida del N.T. Fiel a la
tradición bíblica, tiene una concepción unitaria del hombre. El ser humano es la unidad
en cuerpo y espíritu. Prefiere el término cuerpo (soma) al de carne (sarx), y el término
espíritu ('nus' o 'pneuma') a alma ('psiké'). Sólo en 1Ts 5,23 usa el término alma
('psiké'). De ahí que, generalmente se afirme que en su concepción de hombre,
agregue a la dualidad 'cuerpo -alma', concepción antropológica aceptada en el
contexto cultural helenista en que vive, el 'espíritu'.
Pese a lo anterior, parece ser que San Pablo adhiere a la convicción de que el
alma pervive después de la muerte. Implícitamente, pues no es un asunto que a él le
interese mayormente. Textos como los de Flp 1,20-24, "desmontar la tienda de
campaña", y 2 Co 5,1-10, "si la tienda de nuestra mansión terrena (cuerpo) se deshace",
suponen implícitamente una pervivencia (del alma) fuera del cuerpo en la espera de la
resurrección.
3) Lactancio, en el s IV niega el juicio particular. Enseña que todas las almas esperan en
el mismo lugar el juicio final. Afraates sostiene que ese tiempo es como de sueño
(incomunicación e impercepción).
4) Incluso, San Agustín piensa que la retribución definitiva no tendrá lugar sino hasta la
resurrección Pues el alma separada tiene un connatural "apetito o deseo" de su cuerpo
que le impide poseer plenamente la bienaventuranza. Sin embargo, cree en la
existencia de un juicio postmortal, apoyándose en la parábola del Rico y el pobre
469
Lázaro de Lc 16,19. Hay un descanso postmortal para las almas, que es la mínima parte
de la promesa.
6) Queda claro que no hay consenso entre los padres acerca del momento de la
retribución definitiva. Ello porque están enfrentados a distintos contextos culturales y
eclesiales, que los hacen pronunciarse en sentidos diversos.
a. Universalidad de la muerte:
Los concilios de Cartago (Dz 101) y de Orange (Dz 175) afirman la universalidad
de la muerte como pena del pecado de Adán, que no sólo lo dañó a él, sino que a toda
su descendencia. Lo confirma Trento en Dz 789.
c. Su carácter definitivo:
- El punto más controvertido en el Magisterio, serán las homilías del papa Juan XXII de
los años 1331-32, que postulaba, como teólogo privado y de lo que se retractaría al final
de su pontificado, que la visión de Dios se dilataría hasta el día del juicio final. Esto va
en contra de la doctrina común que se había impuesto de la visión inmediata después
de la muerte y del juicio particular. Su sucesor Benedicto XII publicó la bula de
retractación de su predecesor (DS 990-991) y la bula "Benedictus Deus" (Dz 530-31). En
esta última enseña que, el estado de vida eterna y muerte eterna comienzan
"inmediatamente (mox) después de la muerte". La vida eterna es entendida como
visión intuitiva del ser divino. El concilio de Florencia confirma esta doctrina (Dz 693-
94). El Vaticano II la hace suya en L.G. 49.
El concilio de Cartago enseña que es herético sostener que Adán fue creado
mortal, de modo que la muerte no fuera por "castigo del pecado, sino por necesidad
de la naturaleza" (Dz 101). Habla de morir en el cuerpo, esto es, salir del cuerpo. Esta
definición magisterial ha de entenderse en el contexto histórico en que pronunciada,
Pelagio sostenía que la muerte no era un castigo debido al pecado, de modo que no
demostraba la universalidad del pecado original. Los obispos que quieren afirmar la
universalidad de la gracia de Cristo y del pecado original, definen sólo negativamente la
inmortalidad del hombre. Esta debe ser entendida no como algo necesario a la
naturaleza humana, sino como un don, que se pierde por el pecado.
Por tanto la muerte es algo natural en cuanto se sigue de la índole compuesta
de la naturaleza humana, que tiende a la disolución (evidente a la razón). Pero no
como el destino original de Dios, que es la invitación primera a la comunión con Él, y
que se manifiesta en lo que llamamos don de la inmortalidad. De ahí que, los teólogos
actuales hablen de que lo que perdimos por el pecado fue nuestra relación armónica
con la muerte, que se vio trastornada. Sólo la gracia de Dios es capaz de devolverle a
esta dramática experiencia su carácter de inmortalidad: la entrada a la vida.
En las S.E. desde Sb 2,23-24 se relaciona la muerte con el poder del diablo. En el
Nuevo Testamento recoge esta tradición y la desarrolla. Por ejemplo, Mt 10,28, que ya
comentamos más arriba, recalca la superioridad el poder de Cristo y de Dios Padre,
sobre el demonio. Con todo, Jesús advierte que se ha de temer a "aquel que puede
hacer perder el alma y el cuerpo". Pero, inmediatamente llama a la confianza y
abandono en la providencia divina. San Pablo, a su modo, expone la misma doctrina,
pero desde el punto de vista de la justificación del pecador: Rm 5,12ss
Jesucristo entrega su vida, la dona, para que otros tengan vida. El momento
supremo de su abajamiento y humillación, es paradojalmente el momento de su
471
exaltación, pues con su obediencia al Padre hasta la cruz, por su muerte, nos libra de la
muerte (en sentido teológico, es decir, alejamiento de Dios). Bien lo entiende el buen
ladrón, quien al ver morir injustamente junto a sí al Señor exclama: "Jesús, acuérdate
de mí cuando vengas en tu Reino" Jesús le dice "Yo te aseguro; hoy estarás conmigo
en el paraíso".
El hoy del triunfo de la muerte de Cristo, es como adelantado por el Bautismo,
que es muerte al pecado y entrada, aunque entre velos, a la vida verdadera. Lo expresa
bellamente San Pablo: "Si hemos muerto con él, creemos que también viviremos con
él" (Rm 6,8).
2) A la luz de la fe:
- Es inminente, se nos acerca a cada paso, pero no como fatalismo, sino como
esperanza cierta en la resurrección y en el gozo de la vida eterna. Ya no es
enemiga, sino una hermana (S. Francisco de Asís).
Esta teoría propone que en el instante de la muerte (el último punto de la línea
de la vida), todo hombre tendría la ocasión de una plena decisión sobre su destino
eterno. Tiene su origen en la concepción de la muerte de Cayetano: Instante en que se
superponen el último momento de la vida presente, en el que aún puede decidirse la
persona a favor o en contra de Dios y; el primer momento en que puede su alma
decidir al modo angélico, esto es, con inmutabilidad de la decisión. Algunos autores en
este siglo (L. Boros) se han basado en esta argumentación para proponer la teoría de
la opción final, es decir, todo hombre al morir se decide en favor o en contra de Dios.
- Dificultades:
- Una decisión final sin conexión con la vida precedente, no concuerda con los
datos del N.T. La S.E. afirma que seremos juzgados por lo que hicimos a través
del cuerpo y, no por algo hecho al modo angélico, que supone alma separada.
- La vida terrestre, en su sentido más humano y bíblico, dejaría de tener todo su
relieve, frente ese momento final, una situación privilegiada, que poco y nada
tendrían que ver con ella.
- Pensar en un 'instante' en el que se den simultáneamente el estado de unión y
el de separación es como pensar 'en un círculo cuadrado' (R. de la Peña).
i. Enseñanza de la Escritura:
2) En el N.T.:
- La parábola del rico y el pobre Lázaro (Lc 16,19-31). Los exégetas convienen que se
trata de un estado de escatología intermedia, comenzado en seguida después de la
muerte. Es de advertir que el infierno tiene aquí las mismas características que en otros
pasajes en que se trata de una situación posterior a la resurrección, es decir, como
"llama", situación irremediable.
- Otro texto a veces aducido es el de Hch 1,25; "Judas desertó para irse al lugar que le
correspondía", interpretándolo como una alusión al infierno, lo que parece una
interpretación un poco extrema.
3) Otros padres, como san Clemente romano, el Pastor de Hermas, san Cipriano,
afirman la retribución plena inmediata. Lo hacen para combatir más radicalmente
contra los gnósticos y para alentar a los cristianos en tiempos de persecución, para que
mantuvieran su fidelidad hasta la sangre, pues les esperaba inmediatamente la corona
de gloria, pues "todos los justos entran en el Reino junto a Cristo" (Cipriano).
4) A partir del siglo IV, los testimonios serán mucho más explícitos acerca de la
retribución esencial inmediata. Afirman directamente el juicio particular: Juan
Crisóstomo, Jerónimo, Agustín, Cesáreo de Arlés, etc.
5) Sin embargo algunos autores todavía vacilan. Así, por ejemplo, San Agustín, se
pregunta si las almas de los justos contemplarán a Dios antes de resucitar. Esta duda
perdurará incluso hasta San Bernardo (s. XII).
1) La posición de Juan XXII: (1316- 1334): Desde fines de 1331, afirmó en 6 homilías, que
las almas de los santos, antes del juicio final, están en el cielo y contemplan la
Humanidad de Cristo, pero no ven la esencia divina. Los condenados no irán al infierno
hasta después del juicio; mientras tanto, están en el 'aire tenebroso' junto con los
demonios.
3) El día antes de morir, leyó su retractación ante el Sacro Colegio, texto que tenía
pensado publicar en una bula. La publico Benedicto XII (DS 990-991).
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1) El punto más controvertido en el Magisterio, serán las homilías del papa Juan XXII de
los años 1331-32, que postulaba, como teólogo privado y de lo que se retractaría al final
de su pontificado, que la visión de Dios se dilataría hasta el día del juicio final. En contra
de la doctrina común de los teólogos, de la visión de Dios inmediata después de la
muerte en el juicio particular. Su sucesor Benedicto XII publicó la bula de retractación
de su predecesor (DS 990-991) y la bula Benedictus Deus (Dz 530-31). En esta última
enseña que el estado de vida eterna y muerte eterna comienzan "inmediatamente
(mox) después de la muerte". La vida eterna es entendida como visión intuitiva del ser
divino. Por tanto lo definido no es el juicio particular, ni el estado intermedio, sino la
retribución esencial inmediata (mox) post mortem.
2) El concilio de Florencia confirma esta doctrina en el decreto para los griegos (Dz
693-94).
a. Problema ecuménico:
Por su inmediata conexión con una verdad infaliblemente definida, esto es, la
retribución esencial 'mox post mortem'; se le considera, al menos, una doctrina
teológicamente cierta. Algunos teólogos la consideran una explicación del contenido
de la definición, ellos estiman que sería 'implícitamente definida'.
2) Sin embargo, cabe preguntarse, ¿Estaría asegurada la objetividad del juicio, debido a
la tendencia innata al egoísmo? Además, el misterio del pecado no es perceptible en
toda su hondura tomándose a sí mismo como medida, sino sólo en relación a Dios. Por
último, LG. 48, para hablar del juicio particular, utilizó 2 Co 5,10. Más allá de los
problemas exegéticos del texto, nos muestra que el Concilio lo concibe como un
presentarse ante el tribunal de Cristo, que sin duda es tribunal de infinita misericordia y
justicia. Lo mismo se afirma en CEC 1015, que dice que el juicio será dado "por Cristo,
Juez de vivos y muertos".
1) El juicio final es el que aparece con mayor claridad en la Escritura: Cuando Cristo
vuelva glorioso, el Padre pronunciará por su medio la palabra definitiva sobre toda la
historia, revelando su sentido último y el triunfo de la justicia de Dios. Todos los
hombres comparecerán ante el tribunal de Cristo, con sus cuerpos, para ser juzgados
respecto de su vida. Será la ratificación del juicio particular (cf. CEC. 1038 ss.).
- Aportes y defensa:
3) Hay diversos autores que han buscado replantear el problema (cf. Boros, Greshake,
etc.). Una de estas teorías (la más común) plantea la resurrección en un 'esjaton'
distinto, pero no distante cronológicamente, de la muerte por la ausencia de tiempo-
espacio después de la muerte (Barth, Brunner). En tal caso, juicio particular y juicio
universal coincidirían cronológicamente. La muerte es el paso del espacio-tiempo a la
metahistoria o final de los tiempos.
- Excluye todo pensar que haga ininteligible la oración por los muertos
o que quite a la Asunción lo que tiene de único.
- Espera de la Parusía, "considerada como distinta y aplazada con
respecto a la condición de los hombres inmediatamente después de la
muerte".
i. Su base en la Escritura:
1) 2 M 12,45 ss: Se ofrece un sacrificio por el pecado de quienes han muerto, pues se
considera que, aunque habiendo muerto 'piadosamente', algo les falta todavía, de lo
cual deben ser librados.
2) 1 Co 3,12-15: En el día del juicio (del cual el fuego es imagen), algunos, por sus obras,
"sufrirán detrimento" y se salvarán "como a través del fuego". Estos últimos se
distinguen de aquellos cuyas obras son sólidas, que recibirán de inmediato la
recompensa.
4) 1 Co 15,29: el rito de bautizarse por los muertos, esto es, que una acción litúrgica
puede aprovechar a un muerto. La misma idea se haya en 1 Tm 1,16-18, donde Pablo
intercede por un cristiano muerto.
480
5) Mt 5,8: la limpieza de corazón posibilita ver a Dios; Ap 21,27, "nada profano entrará
en ella (Jerusalén celestial)".
Una exégesis cuidadosa de los textos que se han expuesto en conexión con
toda la enseñanza de la Escritura, da pie a afirmar que, si bien de ninguno de ellos se
desprende explícitamente la verdad del purgatorio, éste encuentra en ellos sólido
fundamento, que corrobora la praxis litúrgica de la oración por los difuntos y la
Tradición viva de la Iglesia. Estos fundamentos pueden resumirse en algunos puntos
claves:
a. Enseñanza de la liturgia:
Los sufragios por los difuntos es una praxis litúrgica y privada, en cuanto a la
oración personal y comunitaria por los difuntos, acendrada en la tradición cristiana
desde los orígenes. Haya su fundamento incluso en el judaísmo precristiano (2 M 12).
Numerosos testimonios antiquísimos muestran que la Iglesia conoció y practicó ritos y
oraciones en favor de los difuntos. El más conocido es el epitafio de Abercio.
b. En los Padres:
3) San Efrén: Señala que "los muertos son auxiliados por la oblación que hacen los
vivos", se apoya en 2 M 12.
4) San Cirilo de Jerusalén atestigua la fe que tienen los cristianos en la utilidad que
reporta a los difuntos las oraciones de la comunidad y el sacrificio eucarístico que se
hacen por ellos.
481
b. La respuesta de Trento:
plenamente en comunión con Dios, no sólo de las culpas por el pecado, sino que
también el reato o residuo que han dejado en la persona como pena temporal. Dicha
acción de la gracia se realiza, ya sea en esta vida o después de ella por una purificación
(estado).
a. La fe de la Iglesia:
El decreto para los griegos del concilio de Florencia define el dogma del
purgatorio (Dz 693) que se resume en los siguientes puntos (será corroborado por
Trento Dz 840 y por el Vat II LG 48-51):
c. Esencia de la purificación:
4) De ahí que su sanación y perdón requiera que las abarque a ambas dimensiones. Así
se entiende la distinción escolástica entre el reato de la culpa y el reato de las penas .
Mientras las culpas y el reato de la pena eterna se perdonan inmediatamente por la
justificación producida por el bautismo, la absolución o la contrición perfecta, el reato
de las penas temporales son purificadas por sus buenas obras, su oración, la
intercesión de los santos durante su vida terrestre; y/o después de muertos por las
penas del purgatorio y los sufragios de los vivos.
5) Aspecto expiatorio o penal: Si bien, nadie puede salvarse si no está absuelto se sus
culpas y que, al mismo tiempo, perdonado por Dios el pecador se vuelve justo, y
muriendo así, tiene asegurada su salvación. De ello no se sigue que no deba colaborar
personalmente con la gracia para purificar en él los daños que le han provocado sus
pecados, incluso después de dejar este mundo. La tradición eclesial llama a esta
colaboración humana expiar o purgar las penas temporales, que al tratarse de difuntos
llama penas del purgatorio.
limpia todas las heridas del pecado, ya que para gozar de Dios se requiere tener el
corazón limpio (Mt 5,8,etc.). Por lo tanto, esta colaboración humana, que los concilios
antiguos llaman expiación, es respuesta del salvado que se deja purificar por Dios,
incluso después de muerto. Ello queda de manifiesto en el cambio de vocabulario del
Magisterio, se pasa del "purgar" de los concilios antiguos, al "ser purificado" del
Vaticano II.
La fe de la Iglesia nos enseña que aprovechan a los difuntos los sufragios que
los vivos prestan a los difuntos que viven en estado de purificación (Dz 693). Esta
verdad se inserta dentro de la concepción de la Iglesia como cuerpo místico de Cristo,
que arranca de la eclesiología de San Pablo (1 Co 12). El concilio Vaticano II recoge y
desarrolla esta idea en varios lugares, especialmente en el capítulo VII de la LG:
"Carácter escatológico de la Iglesia peregrina y su unión con la Iglesia del cielo".
Enseña que la Iglesia es la comunidad de los discípulos de Cristo, de los cuales, "unos
peregrinan en la tierra; otros, ya difuntos, se purifican; mientras otros están
glorificados...Todos, sin embargo, aunque en grados y modos diversos, participamos
del mismo amor a Dios y al prójimo...Todos los de Cristo, que tienen su Espíritu, forman
una misma Iglesia y están unidos entre sí en Él" (LG 49).
La unión está dada por la unión con Cristo, cabeza; y realizada por el Espíritu
Santo. Esta unión "de ninguna manera se interrumpe...y se refuerza con la
comunicación de bienes espirituales". Los sufragios y oraciones ofrecidas en favor de
los difuntos es la expresión concreta de la vivencia de esta verdad de fe
ininterrumpidamente creída por la comunidad eclesial.
El Padre Congar enseña que "el hombre no se limita ser salvado; también el se
salva, debe obrar su salvación". La salvación se opera allí donde concuerdan gracia
divina que invita y regala el don de la justificación, y la libertad humana que lo acoge. El
purgatorio expresa hasta que punto es importante este acogimiento, pues de no
existir esta purificación, para quienes no han acogido en su vida terrestre en plenitud el
don de la gracia, la salvación de éstos sería, al menos en parte, sin concurso de su
libertad. San Agustín lo expresó a su modo, "quien te creó sin ti, no te salvará sin ti".
d. Como una de las dimensiones del juicio:
L. Boff enseña que el purgatorio "es la gratuita posibilidad que Dios concede al
hombre de poder y deber madurar radicalmente en la muerte". Este proceso de
maduración ya comenzó en esta tierra.
486
Ante todo, el infierno es una verdad salvífica, pues la invitación que Dios hace al
hombre a la comunión con él, es gratuita y libre. El hombre no está obligado a
entregarse sin límites a Dios, puede efectivamente rechazar su elección. La
condenación eterna, el infierno, refuerza la libertad del hombre, que Dios quiere y
respeta celosamente, razón por la que el Padre entregó a su Hijo al mundo (Jn 3,16).
Con todo, el mensaje cristiano presenta sólo un fin para el hombre y la historia:
la salvación. La condenación eterna es una posibilidad factible, pero tan sólo para
ciertos casos particulares; pues la única certeza absoluta es el triunfo de Cristo y de los
suyos, la buena noticia de la salvación.
i. En la Sagrada Escritura:
a. En el Antiguo Testamento:
2) Preparación literaria:
- Is 66,24, Visión del infierno: "Verán los cadáveres de los hombres que pecaron
contra Mí; ciertamente, su gusano no morirá ni se extinguirá su fuego, y serán
abominación...". La descripción se hace con los elementos que Jesús utilizará más
tarde para describir el infierno. Isaías localiza el lugar cerca de Jerusalén; más
tarde se identificará con el valle de Hinnon, en ese lugar se habían quemado
niños a los baales (Ge -valle- Hinnon -del gemido-, en tiempos de Jesús gehenna).
487
En la época de Jesús este valle era un basurero, lugar de mucho calor donde
abundaban los gusanos y quemas de desperdicios.
- Juan Bautista: Anuncia el castigo escatológico, como "fuego inextinguible".
b. En el Nuevo Testamento:
a. Siglos I y II:
b. En el siglo III:
- Orígenes: Interpreta los textos del N.T. como meras 'amenazas' y las penas
como pedagógicas, pues habrían de tener fin. Postula la doctrina herética de la
apocatástasis.
- Pero su pensamiento no será seguido por la mayoría de los Padres. San Agustín
lo refuta expresamente. Será condenado en el Sínodo Endemousa del año 543
(Dz 211).
- Sin embargo, Orígenes introducirá un matiz positivo a la teología católica: se
opone a la concepción material de la pena de fuego, proponiendo una
interpretación simbólica del mismo. El fuego es símbolo del tormento interior del
condenado, afligido por su propia deformidad y desorden.
- San Juan Crisóstomo, más adelante, sin abandonar la realidad sensible de las
penas infernales, remarcará más que lo esencial del estado de perdición es la
exclusión del Reino de Dios. San Agustín en la misma línea dirá que el infierno es
la "muerte sempiterna,...el alma no podrá vivir, al no tener a Dios".
a. Respecto a la existencia
La doctrina del infierno aparecerá sólo en la época tardía. Lo más relevante era
la vida eterna, sólo ante ciertas doctrinas que negaban la eternidad de la condenación,
como la de la Apocatástasis, se reflexionará sobre el tema. La apocatástasis fue
condenada por algunos sínodos, el que más destaca es el de Endemousa (Dz 211). En el
1215, el Concilio IV Letrán (Dz 429), emitió una profesión de fe en contra de la herejía
albigense, en que se estipula que los pecadores "recibirán...con el diablo una pena
489
iv. Reflexión teológica sobre la esencia del infierno: pena de daño y pena de sentido:
2) Esta distinción arranca de una exégesis de los textos bíblicos referentes al infierno,
un tanto literal. Mientras los textos que llamamos lenguaje negativo se referían al daño
o privación; los que llamamos de lenguaje positivo, a las penas de los sentidos. Hoy los
exégetas concuerdan que ambos grupos de textos evocan la misma realidad, y que son
formas estilísticas para señalar lo mismo; de tal modo que la esencia de la pena del
infierno es el alejamiento definitivo de Dios.
490
3) Ello no borra la distinción entre pena de daño y pena de sentido, sino que las
coordina y subordina: la pena de sentido es consecuencia de la pena de daño. Así lo
comprendieron también los Padres de la Iglesia, como ya se ha afirmado más arriba.
Baste una cita de San Juan Crisóstomo: "Desde el momento que alguien es condenado
al fuego, evidentemente pierde el reino, y esta es la desgracia más grande. Sé que
muchos tiemblan ante el solo nombre de la Gehenna, mas para mí la pérdida de aquella
gloria suprema es más temible que los tormentos de la Gehenna".
6) Dos modos de concebir las penas del infierno en la teología católica actual:
1) En el N.T. hay también otros términos para designar el mismo acontecimiento, los
cuales no harán sino acentuar uno u otro de sus aspectos:
- Es, con mucho, la expresión que con mayor frecuencia designa la parusía (1Ts
5,2; 1 Co 5,5; 1,8; 2 Co 1,14; Rm 2,16; etc.).
- Ha nacido de la transposición cristológica de "el día de Yavé" (cf. Lc 17,24).
Patentiza la continuidad respecto de la esperanza escatológica del A.T., a la vez
que la novedad de la esperanza cristiana, centrada ahora en la figura de Cristo.
- El elemento que se acentúa con esta expresión es el de juicio escatológico.
- Como variante de esta fórmula puede considerarse la expresión de los
sinópticos, "venida del Hijo del hombre" (cf. Dn; Mc 13,26). Se acentúa aquí el
494
- Epifanía:
- Apocalipsis:
- Maran Atha:
- Anticristo:
En 2 Ts 4,12, esta figura es un personaje singular y todavía por venir. Para Juan, en
cambio, se trata de una colectividad ya presente (cf. 1 Jn 2,18-22; 4,14), en la que
se encarna el espíritu de oposición a Cristo (gnósticos). En Ap 13,1-10, se lo
describe con los rasgos del imperio romano.
Esta fluctuación da pie para interpretar el anticristo como símbolo hipostasiado
de los poderes que, a lo largo de la historia, se oponen al Reino de Dios.
495
Algunos textos del N.T., como los de Lc 18,1-8 y 24,12, aluden a la gran prueba que
sacudirá la fe de muchos creyentes (cf. CEC 675). San Pablo en 2 Tm estima que
consistirá en confusión e impiedad de los últimos tiempos.
- Anuncio del Evangelio a todo el mundo: Mt 28,14 y otros, que aluden al deber misional
del tiempo intermedio.
- Conversión de Israel: Rm 11, 25ss., etc., expresan que el plan de la salvación que se
hace realidad en sus primeros destinatarios.
- Venida Gloriosa: "ha de venir a juzgar", que equivale a venir con poder (Ds
60), pasa al símbolo de Nicea (Dz 54); "ha de venir con gloria a juzgar" en el
símbolo de Constantinopla I (Dz 86).
- Venida en su carne: Un problema posterior en la reflexión eclesial fue el de
la verdad de la resurrección carnal de Jesucristo: Concilio romano del año
382 (Dz 73), la fe del papa Pelagio (Dz 228a), etc.
2) Desde la Edad Media hasta el Concilio Vaticano II, sólo dos veces ha aparecido
la Parusía en los textos del Magisterio; y sólo como alusiones rutinarias: en el IV
de Letrán (Dz 429) y en la profesión de fe de Miguel Paleólogo, del Concilio II de
Lyon (Dz 462).
- En primer lugar, subraya el sentido final y conclusivo que tiene la fase histórica
inaugurada con la venida de Cristo.
- También expresa la seguridad de que la venida gloriosa se realizará de hecho.
- Es una invitación a todas las generaciones cristianas a vivir la posibilidad real de
la Parusía: vigilancia, conversión, consuelo en la tribulación.
- Por lo demás, hay textos del N.T. que suponen una duración larga antes de la
Parusía. Y los cristianos han vivido del modo más natural la experiencia de la
dilación de la Parusía. No hay rastros, como han dicho algunos, de una supuesta
497
Por distintos caminos diversas teorías teológicas han querido reducir la Parusía
de acontecimiento a la simple expresión simbólica de "una cualidad de la existencia
creyente". Esta cualidad es lo que se ha llamado dimensión estructural de la Parusía.
Así, por ejemplo, Albert Schweitzer, señala que el desplazamiento indefinido de
Parusía es un recurso para mantener el sentido de la fe. Dodd, que la Parusía
498
representa a nivel colectivo, algo que sólo es real a nivel personal: El encuentro con
Dios al término de la existencia.
La doctrina católica, muy por el contrario, afirma que la Parusía es un
acontecimiento real e inminente. Si la Parusía fuera mero símbolo de una dimensión
supra-temporal de la existencia, por qué no podría decirse lo mismo de la encarnación
(la kénosis histórica, ¿no postula una vindicación también histórica?) o de la
resurrección (ésta es confesada en la fe, y aguardada en la esperanza). Si la Parusía no
tuviera nunca lugar, nunca se cumpliría la fe y esperanza en la resurrección.
En realidad, si ni el mundo, ni la historia, ni la humanidad en cuanto tales, tienen una
consumación, tampoco la Iglesia la tiene, lo que no estaría de acuerdo con la Escritura
que enfatiza el alcance cósmico de la salvación de Cristo (cf. 1 Co 15, Ef 1 y Col 1). Así
también lo enseña con profusión el Vaticano II. Karl Rahner lo había afirmado con
decisión: porque el hombre es, indivisiblemente, individuo y ser social, "la escatología
tiene que tener en sí necesariamente la misma dualidad".
Las teorías que sostienen la Parusía como una dimensión estructural nos
presentan un mundo (y una Iglesia) sin futuro, meta, ni consumación. Estas categorías
se conservarían sólo para el individuo, lo que viene a ser lo mismo que una
privatización de la salvación, desmundanización del ser humano y desconexión de la
historia con el esjaton.
- La parusía como juicio: Mientras que la idea de parusía va unida a las de gozo y
alegría; a la de juicio, a la temor e incertidumbre. Sin embargo, en la Biblia, el
juicio de Dios siempre persigue la salvación del hombre. En el N.T. queda claro
que la venida gloriosa del Señor implica el juicio (Mt 25,31; 2 Ts 2,8; etc.). Con
todo, también se invita a confiar en la misericordia de Dios, junto con la vigilancia,
de ahí que, "No hay temor en el amor, porque el amor perfecto expulsa todo
temor...tengamos confianza en el día del juicio..." (1 Jn 4,17-18).
1) Cristo vendrá a la tierra a reinar. Puede ser un retorno con o sin los justos.
i. El testimonio de la Escritura:
- En el Antiguo Testamento:
1) Dn 12,2-3. 13: "se despertarán, unos para la vida eterna; otros para el horror
eterno".
- En el Nuevo Testamento:
- anisteimi: estar hacia arriba o estar de pie, pararse (se impondrá en los
padres).
- egeiro: despertar, levantarse.
3) En San Juan las menciones a la resurrección son más abundantes y con mayor
densidad teológica.
1) Apologistas:
- El hecho mismo de la resurrección: ante los paganos que la niegan por ser un
hecho posible pero actualmente irreal, dan vuelta el argumento arguyendo que
un hecho real actual, parecía imposible en el pasado, eso no lo hace menos real.
Del mismo modo sucede con la resurrección, cuya realidad queda afirmada por la
omnipotencia de Dios (cf. San Justino, Taciano).
que el alma sea purificada; es alimentada con el cuerpo y sangre de Cristo para
que el alma se nutra de Dios...". En conclusión: "No puede separarse en el premio
lo que la obra de la salvación ha unido".
3) Orígenes:
- Símbolos más antiguos: Salterio del rey Etelstani (Dz 11); Codex Laudimus (Dz
12), etc.
- Las profesiones de fe de concilios provinciales: Concilio de Toledo I (Ds 190; Dz
30); Concilio de Braga (Dz 242); C. de Toledo XI (Dz 287).
- En las Profesiones de fe de concilios ecuménicos: Constantinopla I (Dz 86),
Letrán IV (Dz 429), Vaticano II (LG 48).
- Es un evento escatológico: "El último día" (Dz 16), "al fin del mundo" (LG. 48).
- Es un evento universal: "Todos..." (Dz 40, 287, 429. También LG. 48).
- Identidad somática: "con sus cuerpos" (Dz 40, 531), "en esta carne..."(Dz 287).
Esta identidad viene exigida porque ha de ser el mismo hombre quien resucite, y
como reacción al menosprecio de los distintos dualismos imperantes por la
carne y de la corporeidad. Se trata pues, de una identidad numérica, esto es, el
mismo cuerpo humano y; no sólo específica, un cuerpo humano. Ello para no
confundir la resurrección con la reencarnación. En todo caso la fe de la Iglesia no
precisa, qué es lo que se requiere para que se dé esta identidad numérica del
cuerpo resucitado. Ello es un asunto abierto a la discusión teológica.
3) En síntesis. Resucitamos:
- Porque Cristo ha resucitado.
- A imagen de Cristo resucitado.
- Como miembros del cuerpo resucitado de Cristo.
- GS 39,1: "... Dios ha preparado una nueva morada y una nueva tierra en la
que habita la justicia...".
- GS 39,2: Cómo esta espera de una tierra nueva no debilita, sino que
potencia los esfuerzos por mejorar la sociedad humana del tiempo
presente e impulsa al compromiso por el adelanto de la humanidad.
a. Introducción.
La muerte, certeza ineludible para todos, constituye para los hombres muchas
veces motivo de angustia o, en todo caso, suscita las interrogantes más profundas
acerca del sentido de toda la existencia. ¿Cuál es la respuesta de la fe cristiana a tales
interrogantes?
El cristiano que une su propia muerte a la de Jesús, ve la muerte como una
partida hacia Él y la entrada en la vida eterna. El Credo nos enseña, en su penúltimo
artículo, la verdad de la resurrección de todos los muertos y en la vida eterna. En la
presente tesis abordaremos el tema del contenido vivencial de la bienaventuranza
eterna. Es a ello, a lo que se alude al hablar de "vida eterna" o de "cielo"; el primer
término responde a la cuestión en términos de estado o situación, el segundo en
términos de lugar o espacio.
- Antiguo Testamento:
1) La vida (natural) en el A.T. es más que el mero existir; implica una cierta
plenitud, caracterizada por una serie de bienes que la acompañan. Por otra parte,
Dios tiene la posesión de la vida en su sentido más pleno (cf. "Dios vivo").
- Nuevo Testamento:
1) La predicación de Jesús:
- Las parábolas, por ejemplo, hablan del esjaton, de forma tal que la
bienaventuranza es presentada a partir de las experiencias de plenitud
constatables en la existencia histórica: Red repleta, mies abundante, etc.
- Entre estos símbolos, el del banquete mesiánico o convite nupcial tiene
una especial importancia.
- Estas imágenes reflejan el carácter comunitario de la plenitud, lo que se
subrayará más tarde con los imágenes de la ciudad celestial o la nueva
Jerusalén (Ap 21,9 ss.).
- La denominación "reino de Dios" importa así mismo una presencia de la
vida eterna como la presencia triunfante de Dios que llena con su majestad
toda la creación.
- Con todo, en otras denominaciones usadas en el N.T., se resalta, además
del carácter comunitario, el aspecto personal, singular del reino anunciado:
Vida eterna, visión de Dios, ser con Cristo. Las veremos con más detención:
2) Vida eterna:
3) Visión de Dios:
- 1Jn 3,2: "Le veremos tal cual es" ¿A quién: A Cristo o a Dios? Más allá de la
discusión exegética, el acento recae sobre el modo de la visión: "tal cual
es". Incluso si se trata de Cristo, es verlo como persona divina. Luego, se
nos promete la visión de la divinidad.
Y, además, de afirmarse el hecho de la visión, se nos dice que ella
engendra la semejanza. Así, la visión se presenta como divinización, y ésta,
seguramente, se sitúa en la línea de la actual filiación divina ("ahora somos
hijos de Dios"). En todo caso, se conecta así la visión de Dios, con la
participación en su ser, esto es, de la comunión de vida divina.
“La gloria de Dios es la vida del hombre. La vida del hombre es la visión de Dios”
Ireneo, Contra los herejes
1) Los primeros símbolos de fe recogen la esperanza en "la vida eterna" (Ds 15,19,
21 ss.).
- Se define:
- El hecho de la visión.
- El modo de la visión:
- Se habla de un Bien que es conocido, y del cual nace el gozo. Para ello
tiene que darse amor de ese bien.
- Se afirma que desaparecen fe y esperanza; por tanto implícitamente,
queda la caridad.
- En todo caso, la definición, ex cathedra, no pretende agotar todas las
dimensiones que la revelación nos presenta de la vida eterna. (falta, por
ejemplo, la dimensión social).
- Del mismo modo, los números. 48-51 hacen también patente la índole
social de la vida eterna, en las frecuentes alusiones a la Iglesia como sujeto
de la misma.
El cielo responde a una cultura religiosa antigua, hoy debe purificarse esa visión (tal
como lo hace la S.E. y el Magisterio), considerándose el cielo, no como un lugar allá
arriba, lejano del hombre, el mundo invisible, etc.; sino como la pura trascendencia,
aquella dimensión de la realidad (y de nuestro mismo mundo), que se nos escapa de
las manos, y que se identifica con la comunión con Dios, esto es, la participación de la
vida de Dios. Jesús lo llamaba "reino de los cielos", esto es, aquel destino personal y
514
i. La humanidad consumada por Cristo y por la fuerza del Espíritu llega al Padre.
Además, por una parte, la visión beatífica, debe ser interpretada como un
conocimiento de tipo vivencial. Y en segundo lugar, en la Trinidad, las personas se
identifican con la esencia, no existe la esencia separada de cada una de las personas:
Ver la persona del Verbo es ver la esencia divina; y como las personas son
esencialmente relativas, en el Hijo se ve al Padre y al Espíritu Santo. La humanidad de
515
Cristo tiene un eterno significado para nuestra relación con Dios; la inmediatez de la
visión de Dios no niega la eterna mediación de Cristo-hombre.
Cristo no sólo entra en comunión con cada uno de los redimidos, sino que éstos
entran al gozo del banquete celestial. Nadie se salva sólo, sino que formando un
pueblo, que es un cuerpo, del cual Cristo es la cabeza, la "primicia" de los que resucitan
(1 Co 15,20).
Los padres insistieron mucho en la idea que la vida eterna, ya en su estadio incoado y
terrestre, es deificación, que el Espíritu de Dios obra en el cristiano. Se basaban en la
tradición bíblica, desarrollada por San Pablo: "nos vamos transformando en esa misma
imagen cada vez más gloriosa, como corresponde a la acción del Espíritu del Señor".
La acción del Hijo y del Espíritu Santo, las manos del Padre, es realizar el
designio de salvación, que el Padre Dios tenía para con la humanidad desde toda la
eternidad. Misterio de comunión y participación de su propia vida, por Cristo, en el
Espíritu Santo. San Pablo claramente lo expone a los Gálatas: "envió Dios a su
Hijo...para que recibiéramos la filiación adoptiva. La prueba de que sois hijos es que
Dios ha enviado a nuestros corazones el Espíritu de su Hijo que clama: ¡Abbá,
Padre!"(Ga 4,4-7).
gozo. En el hombre justificado pero aún "in statu viae", el mismo Dios se le da por la fe,
la esperanza y el amor.
ii. El Cielo como diálogo e intimidad con Dios y con los demás, como vida eterna, paz,
gozo, gracia y premio:
3) Sociabilidad y mundanidad:
La vida eterna es participar de la vida de Dios, de ahí que el "estar con Cristo" es
una eternidad participada. La Benedictus Deus la entiende como duración sin
interrupción ni término; como situación definitiva e irrevocable.
"Donde hay amor hay esperanza. En el fondo no podemos separar estas dos
virtudes ni entre sí ni de la fe. Quien ama confía en el otro, y quien confía en el otro
sabe en quién ha puesto su esperanza...Quien se siente amado y ama en
correspondencia, sabe en quien puede poner su confianza..."(Carlos Ignacio González
S.I.).
La esperanza es la virtud teologal por la que aspiramos al Reino de los cielos y a
la vida eterna como felicidad nuestra, poniendo nuestra confianza en las promesas de
Cristo y apoyándonos no en nuestras fuerzas, sino en los auxilios de la gracia del
Espíritu Santo (CEC 1817).
La virtud de la esperanza:
a. En la Escritura:
6) San Pablo:
b. En el Magisterio:
3) Vaticano II, en el Decreto sobre el apostolado de los fieles laicos (AA 4), que
muestra como la vida cristiana es un continuo ejercicio de la fe, esperanza y
caridad. "En medio de las adversidades de esta vida, hallan fortaleza en la
esperanza, pensando que los padecimientos del tiempo presente no son nada en
comparación con la gloria que ha de manifestarse en nosotros (Rm 8,18)".
- La gloria del cielo prometida, esto es, la comunión con las tres personas divinas
(cf. Rm 8,28-30).
- Perseverar hasta el fin (Mt 10,22).
- La salvación de todos (1Tim 2,4).
520
1) Amor y deseo del bien sobrenatural (la caridad que es el fin esperado).
Las faltas más graves contra la esperanza son: Por exceso, la presunción o
temeridad. Por defecto, la desesperación.
a. La desesperación:
2) Formas:
3) Grados:
4) Raíces:
2) Formas:
4) Raíces:
BIBLIOGRAFÍA
a. FUENTES:
4. JUAN PABLO II, Catecismo de la Iglesia Católica, Editores del Catecismo, 1993
b. TEXTOS:
3. RUIZ DE LA PEÑA, J.L., La otra dimensión. Escatología cristiana, Sal Terrae, 1986