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¿QUÉ ES LA CRITEOROLOGÍA TEOLÓGICA?

La criteorología teológica es una rama de la teología que se ocupa del estudio de los criterios
que se utilizan para evaluar la verdad y la validez de las afirmaciones religiosas. Estos
criterios pueden ser de naturaleza filosófica, histórica, científica o teológica.

La criteorología teológica es un campo relativamente nuevo, que surgió en el siglo XX en


respuesta a la creciente secularización de la sociedad. En un contexto en el que las
afirmaciones religiosas son cada vez más cuestionadas, la criteorología teológica ofrece un
marco para justificar y defender la fe cristiana.

Algunos de los criterios más comunes utilizados en la criteorología teológica son los
siguientes:

• La coherencia interna: Las afirmaciones religiosas deben ser consistentes entre sí y con la
experiencia humana.
• La adecuación empírica: Las afirmaciones religiosas deben ser compatibles con los hechos
de la historia y la ciencia.
• La relevancia existencial: Las afirmaciones religiosas deben ser significativas para la vida
humana.
• La coherencia con la revelación: Las afirmaciones religiosas deben estar en consonancia con
la revelación de Dios en la Biblia y la tradición cristiana.

La criteorología teológica es un campo en constante desarrollo, y los criterios que se utilizan


para evaluar la verdad y la validez de las afirmaciones religiosas están sujetos a debate. Sin
embargo, la criteorología teológica ofrece un marco valioso para el diálogo sobre la fe
cristiana en un mundo cada vez más secularizado.

Algunos ejemplos de criterios utilizados en la criteorología teológica incluyen:

• El criterio de la coherencia interna se utiliza para evaluar si las afirmaciones religiosas son
consistentes entre sí. Por ejemplo, si la Biblia afirma que Dios es amor, entonces las
afirmaciones de Dios sobre la ira o el castigo deben ser interpretadas de manera que sean
coherentes con la naturaleza del amor.
• El criterio de la adecuación empírica se utiliza para evaluar si las afirmaciones religiosas son
compatibles con los hechos de la historia y la ciencia. Por ejemplo, si la Biblia afirma que
Jesús resucitó de entre los muertos, entonces esta afirmación debe ser compatible con las
leyes de la naturaleza.
• El criterio de la relevancia existencial se utiliza para evaluar si las afirmaciones religiosas
son significativas para la vida humana. Por ejemplo, si la Biblia afirma que Dios nos ama,
entonces esta afirmación debe ser capaz de proporcionar consuelo y esperanza en tiempos
de dificultad.
• El criterio de la coherencia con la revelación se utiliza para evaluar si las afirmaciones
religiosas están en consonancia con la revelación de Dios en la Biblia y la tradición cristiana.
Por ejemplo, si la Iglesia Católica afirma que el Papa es el sucesor de Pedro, entonces esta
afirmación debe ser compatible con los textos bíblicos sobre Pedro.
La criteorología teológica es un campo complejo y desafiante, pero es esencial para el diálogo
sobre la fe cristiana en un mundo cada vez más secularizado.

LOS SIGNOS DE LOS TIEMPOS EN LA TEOLOGÍA

Los signos de los tiempos son acontecimientos, tendencias o desarrollos en la sociedad que
pueden interpretarse como manifestaciones de la voluntad de Dios. La teología de los signos
de los tiempos es un enfoque que busca comprender la presencia de Dios en el mundo actual
a través del análisis de estos signos.

El concepto de los signos de los tiempos fue desarrollado por el Concilio Vaticano II, que en
su constitución pastoral Gaudium et Spes afirma que "la Iglesia está llamada a leer los signos
de los tiempos e interpretarlos a la luz del Evangelio" (GS 4).

La teología de los signos de los tiempos tiene una serie de implicaciones para la vida cristiana.
En primer lugar, nos invita a estar atentos a lo que está sucediendo en el mundo, a reconocer
los acontecimientos y tendencias que pueden indicar la presencia de Dios. En segundo lugar,
nos pide que interpretemos estos signos a la luz del Evangelio, para discernir lo que Dios nos
está diciendo. En tercer lugar, nos llama a actuar en respuesta a estos signos, para responder
al amor de Dios en el mundo.

Algunos ejemplos de signos de los tiempos que han sido interpretados teológicamente
incluyen:

• El movimiento de los derechos civiles en Estados Unidos, que fue visto como un signo de
la lucha de los pobres y los oprimidos por la justicia.
• La caída del Muro de Berlín, que fue visto como un signo del triunfo del bien sobre el mal.
• La emergencia de la ecología, que ha sido interpretada como un llamado a la humanidad a
cuidar la creación de Dios.
• La pandemia de COVID-19, que ha sido interpretada como un momento de crisis y
oportunidad para la humanidad.

La teología de los signos de los tiempos es una herramienta importante para la reflexión
teológica en el mundo actual. Nos ayuda a comprender la presencia de Dios en el mundo y a
responder a su amor en el contexto de los desafíos y oportunidades de nuestro tiempo.

Algunos ejemplos de cómo la teología de los signos de los tiempos se ha aplicado en la


práctica incluyen:

• La Iglesia Católica ha utilizado la teología de los signos de los tiempos para justificar su
compromiso con la justicia social y la paz. Por ejemplo, la encíclica papal Laudato si' (2015)
interpreta la crisis ecológica como un signo de la necesidad de un cambio en el modo de
vida humano.
• Los movimientos de base cristianos han utilizado la teología de los signos de los tiempos
para identificar y responder a las necesidades de los pobres y los oprimidos. Por ejemplo,
el movimiento de los derechos civiles en Estados Unidos fue inspirado por la teología de la
liberación, que interpreta la pobreza y la opresión como signos de la injusticia de un sistema
social injusto.
• Los teólogos feministas han utilizado la teología de los signos de los tiempos para
identificar y desafiar las formas de sexismo en la Iglesia y la sociedad. Por ejemplo, la
teología de la mujer de la liberación ha identificado la violencia contra las mujeres como un
signo de la necesidad de una transformación de las relaciones de género.

La teología de los signos de los tiempos es un enfoque dinámico y adaptable que puede ser
utilizado para interpretar los acontecimientos y tendencias del mundo actual a la luz de la fe
cristiana.

EL TEMA DE LAS FUENTES EN LA DEI VERBUM

El tema de las fuentes en la Dei Verbum se refiere a las fuentes de la revelación divina, que
son la Sagrada Escritura y la Tradición. La constitución dogmática Dei Verbum, promulgada
por el Concilio Vaticano II en 1965, establece que la Sagrada Escritura y la Tradición son
"fuentes vivas de la revelación divina" (DV 9).

La Sagrada Escritura

La Sagrada Escritura es la Palabra de Dios escrita, que consta de dos partes: el Antiguo
Testamento y el Nuevo Testamento. El Antiguo Testamento es la revelación de Dios al
pueblo de Israel, que culmina en la venida de Jesucristo. El Nuevo Testamento es la
revelación de Dios en Jesucristo, que es la Palabra de Dios encarnada.

La Dei Verbum afirma que la Sagrada Escritura es "la Palabra de Dios escrita, transmitida
por inspiración divina" (DV 10). Esto significa que la Sagrada Escritura es la Palabra de Dios
en palabras humanas. El Espíritu Santo inspiró a los autores humanos de la Sagrada Escritura
para que escribieran lo que Dios quería decir.

La Tradición

La Tradición es la transmisión viva de la revelación divina, que se realiza a través de la


Iglesia. La Tradición incluye la enseñanza de los apóstoles, la liturgia de la Iglesia, la vida
de los santos y el magisterio de la Iglesia.

La Dei Verbum afirma que la Tradición "es la transmisión viva de la Palabra de Dios, que se
realiza en la Iglesia bajo la asistencia del Espíritu Santo" (DV 8). Esto significa que la
Tradición es la Palabra de Dios transmitida a través de la vida de la Iglesia. La Iglesia es el
guardián de la Tradición, y su magisterio tiene la autoridad de interpretar la Sagrada Escritura
y la Tradición.
Relación entre la Sagrada Escritura y la Tradición

La Dei Verbum afirma que la Sagrada Escritura y la Tradición están íntimamente


relacionadas. La Sagrada Escritura es la base de la Tradición, y la Tradición ilumina la
Sagrada Escritura.

La Dei Verbum establece que "la Sagrada Escritura y la Tradición, como fuentes de la
revelación divina, están estrechamente unidas y se hallan en mutua relación" (DV 9). Esto
significa que la Sagrada Escritura y la Tradición no son dos fuentes independientes de la
revelación divina. La Sagrada Escritura es la base de la Tradición, y la Tradición ilumina la
Sagrada Escritura.

Implicaciones para la vida cristiana

El tema de las fuentes en la Dei Verbum tiene una serie de implicaciones para la vida
cristiana. En primer lugar, nos invita a conocer y estudiar la Sagrada Escritura y la Tradición.
En segundo lugar, nos llama a vivir de acuerdo con la Palabra de Dios. En tercer lugar, nos
anima a compartir la Palabra de Dios con los demás.

La Sagrada Escritura y la Tradición son fuentes de la vida cristiana. Nos ayudan a conocer a
Dios, a seguir a Cristo y a vivir según su voluntad.

LA SAGRADA ESCRITURA Y LA TRADICIÓN

La Sagrada Escritura y la Tradición son las dos fuentes principales de la revelación divina en
la fe cristiana.

La Sagrada Escritura

La Sagrada Escritura es la Palabra de Dios escrita, que consta de dos partes: el Antiguo
Testamento y el Nuevo Testamento. El Antiguo Testamento es la revelación de Dios al
pueblo de Israel, que culmina en la venida de Jesucristo. El Nuevo Testamento es la
revelación de Dios en Jesucristo, que es la Palabra de Dios encarnada.

La Sagrada Escritura es inspirada por Dios, lo que significa que el Espíritu Santo guió a los
autores humanos para que escribieran lo que Dios quería decir. La Sagrada Escritura es la
Palabra de Dios en palabras humanas, y es una fuente infalible de fe y enseñanza para la
Iglesia.

La Tradición

La Tradición es la transmisión viva de la revelación divina, que se realiza a través de la


Iglesia. La Tradición incluye la enseñanza de los apóstoles, la liturgia de la Iglesia, la vida
de los santos y el magisterio de la Iglesia.
La Tradición es la Palabra de Dios transmitida a través de la vida de la Iglesia. La Iglesia es
el guardián de la Tradición, y su magisterio tiene la autoridad de interpretar la Sagrada
Escritura y la Tradición.

Relación entre la Sagrada Escritura y la Tradición

La Sagrada Escritura y la Tradición están íntimamente relacionadas. La Sagrada Escritura es


la base de la Tradición, y la Tradición ilumina la Sagrada Escritura.

La Sagrada Escritura es la base de la Tradición porque es la Palabra de Dios en palabras


humanas. La Tradición ilumina la Sagrada Escritura porque nos ayuda a comprender el
significado de la revelación divina.

Implicaciones para la vida cristiana

La Sagrada Escritura y la Tradición son fuentes de la vida cristiana. Nos ayudan a conocer a
Dios, a seguir a Cristo y a vivir según su voluntad.

En la vida cristiana, la Sagrada Escritura y la Tradición son complementarias. La Sagrada


Escritura es la fuente principal de la revelación divina, pero la Tradición nos ayuda a
comprender la Sagrada Escritura y a aplicarla a nuestra vida.

Algunos ejemplos de cómo la Sagrada Escritura y la Tradición se complementan


incluyen:

• La Sagrada Escritura nos enseña sobre la naturaleza de Dios y su plan de


salvación. La Tradición nos ayuda a comprender cómo se aplica este plan a
nuestra vida.
• La Sagrada Escritura nos enseña sobre la vida de Jesucristo. La Tradición nos
ayuda a comprender el significado de su muerte y resurrección.
• La Sagrada Escritura nos enseña sobre los mandamientos de Dios. La Tradición
nos ayuda a aplicar estos mandamientos a nuestra vida cotidiana.

La Sagrada Escritura y la Tradición son fuentes esenciales de la fe cristiana. Al estudiar y


practicar estas dos fuentes, podemos crecer en nuestra relación con Dios y vivir una vida
cristiana más plena.

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