Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
La palabra escrita nos ofrece una de las oportunidades poco comunes en la vida de
volver a decirlo: corregir y decir esta vez lo que queríamos. El tiempo que invertimos
en la edición, la reelaboración y la depuración convierte nuestro primer borrador en
un segundo borrador… y luego en un tercero y, si seguimos así, al final tendremos
algo fabuloso. El peor error que podemos cometer como escritor es suponer que lo
que escribiste la primera vez es lo suficientemente bueno.
Edición
Busquemos los errores comunes
La mayor parte de los errores de redacción son tan comunes que desconciertan; los
buenos escritores se vuelven expertos en detectarlos antes de que queden
plasmados. Algunas de las cosas que debemos aprender a identificar son:
Cuando escribimos algo, nos encontramos muy cercano al texto. Es casi imposible
distanciarse lo suficiente como para hacer una edición adecuada de manera
inmediata. Pero debemos alejarnos y regresar después con otra perspectiva.
Cuanto más tiempo podamos dejar un borrador antes de editarlo, mejor.
Cuando ya estemos editando, lo ideal sería leer tu trabajo en voz alta, haciendo
pausas solo cuando hayas puesto signos de puntuación.
Al obligarte a decir las palabras, en vez de solo leerlas en una pantalla de una
computadora, identificamos más problemas y sentiremos más fluidez.
Recorta
Escribir de más representa mayores problemas que escribir de menos. Es mucho
más probable que escribamos demasiado que muy poco. Es mucho más fácil lanzar
palabras sobre un problema que tomarse el tiempo para encontrar las palabras
adecuadas.
La regla para la mayoría de los escritores es: “Si tienes dudas, recórtalo”. Si alguna
palabra no es necesaria en una oración, quítala; si una oración no es necesaria en
un párrafo, quítala; y si un párrafo no es necesario, también quítalo.
Repasa lo que has escrito y busca las partes que puedes recortar sin afectar el
resto, y eliminalas. Eso hará más riguroso el trabajo, y lo que tratamos de decir
tendrá mayor precisión.
Estructura
La estructura es en lo que se apoya el texto. No importa qué tan bien se redacten
las oraciones por separado si todo lo demás es un desorden. Debemos asegurarnos
de que estamos teniendo en consideración al público que deseamos llegar. Una
serie de párrafos largos e inacabables hará que nuestro lector no quiera seguir
leyendo.