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EL ARTE RUPESTRE
El arte rupestre: un medio de comunicación. Se conoce como arte rupestre a los rastros
de actividad humana o imágenes que han sido grabada o pintadas (pictografías Pág.16)
sobre superficies rocosas.
En su paso por el mundo, el hombre ha dejado plasmadas en cuevas, piedras y paredes
rocosas, innumerables representaciones de animales, plantas u objetos; escenas de la
vida cotidiana, signos y figuraciones geométricas, etc., obras consideradas entre las más
antiguas manifestaciones de su destreza y pensamiento. Antes del desarrollo de la
escritura, las sociedades humanas posiblemente registraban ya, mediante la pintura y el
grabado en piedras, una gran parte de sus vivencias, pensamientos y creencias.
Expresadas de una manera muy sintética, estas manifestaciones son el reflejo de la
capacidad intelectual de la humanidad para abstraer y representar su realidad. Su
denominación como “arte” no significa que se trate de objetos artísticos en los términos
y con las finalidades con que hoy los entendemos desde nuestra cultura occidental. Ésta
es sólo una más de las formas como se ha intentado definir su significado. Lo “rupestre”
hace referencia al soporte en que se encuentra (del latín rupe: roca). Quizás sea más
indicado el término manifestaciones rupestres*, pues la palabra “arte” implica darle un
sentido que no necesariamente coincide con el que le dieron sus ejecutores.
Los cazadores-recolectores del Paleolítico Superior formaban comunidades de grupos
reducidos que vivían de la caza, de la pesca, de la recolección de alimentos silvestres,
frutos secos (piñones, nueces y otros), raíces, setas, insectos, etc. El hombre todavía
tenía que competir con otros predadores como por ejemplo el oso o el lobo y su modo
de vida era un nomadismo restringido que implicaba desplazamientos estaciónales en
función de los recursos aprovechables dentro de un amplio territorio. Esto no le permitía
grandes acumulaciones de posesiones materiales. Aquellas sociedades donde todos los
bienes eran propiedad común y el reparto de los alimentos se hacía de forma igualitaria
se basaron en un comunismo elemental que implicaba como base de las relaciones
sociales la solidaridad. En aquellos tiempos del Paleolítico Superior no existieron ni
esclavos ni guerras porque nadie podía sacar provecho de tales cosas. Grupos de
distintos territorios incluso se necesitaban mutuamente para el intercambio de materias
primas, cacerías colectivas y para evitar la consanguinidad (propiciar parejas).
Las cuevas que decoraron se han localizado desde el sur de España y Portugal hasta
Rusia, con una frecuencia de distribución muy desigual. Mientras en muchas regiones se
trata de casos aislados, destacan el norte de España y los Pirineos franceses por la gran
GARCIANI, CARLA
estómago. Esto viene corroborado por los resultados de numerosas excavaciones que
demostraron que los animales más representados no siempre fueron los más capturados.
Parece que cada grupo cazador-recolector escogió los temas según razones religiosas y
culturales, y la composición singular de figuras y signos en cada una de las cuevas nos
impide cualquier generalización. La forma de vida y las preocupaciones de distintas
poblaciones eran muy diferentes. Los grupos de zonas cercanas a los glaciares por
ejemplo tuvieron que emplear otras estrategias de caza que los del extremo sur de la
Península. Por eso existen también diferencias entre el bestiario representado en las
cuevas de Cantabria y de la provincia de Cádiz donde había un clima templado, incluso
durante las épocas glaciales.
Es de suponer que la comunicación mediante imágenes fue utilizada por el hombre del
Paleolítico en contextos muy diferentes. La importancia de la comunicación y de la
expresión en la supervivencia biológica ya fue demostrada por Charles Darwin. Los
elementos pictóricos pueden tener una relación con conceptos tan distintos como por
ejemplo la transmisión del saber y experiencia de una generación a otra (enseñanza),
difusión de ideas, información con el fin de inducir o intensificar actitudes y acciones
específicas, mantener el orden jerárquico del grupo o simplemente dejar constancia de
la existencia del hombre, de sus mitos, leyendas, historia o mundo espiritual. Fuera cual
fuera el objetivo de cada objeto del arte rupestre, la razón de su existencia implicaba el
intento de persuadir a través de los sentimientos o de la razón.
A pesar de todo el arte rupestre es una realidad física que se puede y debe documentar,
analizar y clasificar: medir tamaños de pinturas y grabados, estudiar las composiciones
químicas de los pigmentos, determinar edades, comparar estilos y técnicas, examinar el
entorno, relacionar las manifestaciones artísticas con el registro material de
excavaciones, etc. Estudiando cada figura y símbolo en detalle, no se debe perder de
vista el conjunto y posibles relaciones de distintos componentes que incluso pueden
formar escenas de gran interés. Las expresiones artísticas no pueden ser desligadas
tampoco del ambiente social, ideológico y económico que las produjo.
DESCRIPCION
Las pinturas rupestres del Paleolítico Superior consisten en su mayor parte en imágenes
realistas de animales grandes (como los búfalos con un detalle tan impresionante que
aún nos dejan asombrados), de los cuales se sabe que vivieron en esa zona en esa época
mediante hallazgos de fósiles. El otro tipo de pintura rupestre consiste en huellas
humanas. La cueva fue descubierta el 12 de septiembre de 1940 por cuatro
adolescentes. El acceso público se facilitó tras la Segunda Guerra Mundial. Hacia 1955,
el dióxido de carbono producido por los 1.200 visitantes que la cueva recibía al día
dañó la misma visiblemente. Se trata de una caverna provista de magníficas pinturas
prehistóricas (17.000 años a.C.) cuyos autores fueron -en ese caso y según se cree-
miembros de la sociedad magdaleniense. La misma que se supone inventó la aguja de
coser y el farol de grasa.
La pintura revela las técnicas empleadas que no difieren de las actuales como
degradado cromático, coloración parcial de patas, vientre y hocicos, y por sobre todo
indican un profundo conocimiento del cerebro en cuanto a su funcionamiento de
inmovilidad a inmovilidad ya que descomponían el movimiento en imágenes sucesivas,
empleaban la perspectiva y deformaban algunas siluetas para que sean vistas desde
todos los ángulos tal como se manifiestan de hecho. Hay, por ejemplo, un friso con
cinco ciervos nadando de los que sólo emergen el cuello, la cabeza y las astas como si
vadearan en fila india un río imaginario, y aparecen numerosos caracteres de una
escritura que tal vez nunca llegue a descifrarse.
Las lámparas de grasa al no despedir humo como las antorchas permitían conservar
intactas las pinturas que contaban con 25 tonalidades, desde el negro de manganeso
hasta el óxido de hematites.
En el sitio más recóndito de la caverna llamado “Pozo” se encuentra la pintura más
dramática basada en un bisonte cuyo vientre -perforado por una jabalina- desparrama
las entrañas mientras frente a él se desploma el matador simbolizado por un hombre
con cabeza de pájaro muerto a causa de una cornada.
Esta pintura realizada en el Pozo tiene una resonancia de gran belleza estética. El reino
del conjunto “Yo Ilusorio-Imagen de Sí “, dividido por un lado, y el hombre-pájaro, por
el otro, es el símbolo egipcio, el del Apocalipsis, y muchos más, que representa al
dragón que custodia la manifestación de ese reino. La lucha que se entabla en ese reino
dividido concluye con el "suicidio" del yo ilusorio.
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Diez años después, 1950, cerca del Lago Eduardo ubicado en el Congo, se encontró un
extraño hueso de 20,000 años de antigüedad, que luego de numerosos estudios
realizados por especialistas belgas se constató que se trata del sistema numérico,
cálculo y relaciones matemáticas más antiguo del que se tenga conocimiento. Estos
investigadores belgas observaron en ese instrumento matemático tres grupos de
inscripciones que revelan valores numéricos y relaciones matemáticas, encontrándose
expuesto al público en el Museo de Ciencias Naturales de Bruselas.
La cueva de Lascaux del valle del Vezere, cerca de Montignac, en el suroeste de
Francia, se compone de un amplio espacio que es denominado Sala de los Toros y
numerosas galerías que se encuentran decoradas con casi 1500 grabados y 600 pinturas
en tonos amarillos, marrones y negros. En la mencionada Sala de los Toros aparecen
pequeñas figuras de ciervos y caballos en claro contraste con enromes figuras de toros
que tienen unos 5 mts. de longitud. Se han encontrado encajes que se suponen eran
utilizados para colocar andamios, y los análisis del material orgánico con carbono 14
señalan que la cueva comenzó a estar habitada alrededor del año 15.000 a.C., mientras
que las pinturas datan aproximadamente del año 9000 a.C. y se encontraban en perfecto
estado de conservación.
Como es característica esencial en las actividades del hombre máquina cerebral, basada
en el utilitarismo, se ha dedicado desde siempre a destruir las obras más monumentales
e imposibles de realizar con los conocimientos científicos y tecnológicos de los que
dispone actualmente y que fueron concebidas y construidas por los supuestos monos de
los cuales cree descender. Así fue que después del año 1940 se deterioraron las
pinturas, los colores palidecieron y comenzó a desarrollarse cierto hongo verde sobre
los pigmentos. Hicieron una imitación, una réplica, para seguir en el año 1983 con el
utilitarismo de dejarla visitar por el público.
Las representaciones originales se traten de bisontes, caballos y ciervos, por nombrar
algunas, están realizadas con pigmentos extraídos de la tierra, compuestos de diferentes
minerales pulverizados y mezclados con grasa animal, clara de huevo, extractos de
plantas, cola de pescado y también sangre. Los pinceles que usaron estaban hechos de
varitas y juncos y utilizaban técnicas que les permitían soplar la pintura sobre la pared.
Lo menos que demuestran aquellos antepasados del hombre-máquina es que no eran
monos, sino que tenían un profundo conocimiento del hecho religioso en el Hombre y
además la capacidad analógica entre diversas disciplinas (incluida la astronomía) que es
realmente creativa para expresar ese conocimiento abstracto por medio de imágenes y
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símbolos, anexando a todos los materiales que fueron necesarios para semejante obra
arquitectónica y pictórica un material esencial, fundamental, que jamás puede ser
desechado para realizar una obra de esa naturaleza, como es la Luz.
Para entender la importancia del material Luz en este tipo de construcciones, las
memorias consolidadas del hombre son las rocas en que se encuentra incrustada la
cueva y demás materiales utilizados para levantar el teatro donde se desarrollará el
drama onírico de la existencia humana como parte del hecho religioso en el Hombre,
pero la evocación que es la esencia de dicho hecho religioso y que también forma parte
de los materiales necesarios no son de la misma clase de materialidad que las rocas o
memorias consolidadas. La evocación es la Luz para la obra arquitectónica llamada
Hombre.
El bisonte rojo con sus dos cuernos gruesos señala la presencia de la dualidad u
opuestos del funcionamiento del cerebro animal en el Hombre, y al mismo tiempo el
color rojo indica el lugar más alejado y grosero en el círculo cromático (por tal motivo
queda iluminado con el último rayo de sol, es decir al anochecer, en la caída de la Luz)
mientras que el caballo tiene el significado muy claramente expuesto en el ajedrez
porque su movimiento es un triángulo áureo de reproducción de sí mismo que circula el
perímetro del cuadrado de ocho en 12 pasos recurrentes o circulares. De modo tal, que
el material de la luz muestra invertida su mitad dentro del círculo de luz (para la
existencia cerebral) y la otra mitad queda fuera del círculo recurrente que proyecta la
entrada de la cueva (para la Vida en la Alta Fuente de Origen), con el primer rayo de
sol o amanecer. Es evidente que la puesta en escena de estas imágenes no obedecía a
algo antojadizo, y que cada una de ellas está colocada en un lugar predeterminado que
está indicado por un patrón o plan maestro elaborado y posteriormente llevado a cabo
con toda precisión durante varias generaciones (como en el caso del conjunto de
pirámides de Gizeh, Egipto), lo que está señalando la forma religiosa del gobierno de la
sociedad en que los constructores existían. De lo contrario esa obra hubiese sido
imposible de realizar en tan largo período manteniendo en todos sus detalles el Plan
Maestro o Patrón.
La cueva es lugar donde se unen la existencia onírica y la vida en el Hombre. Y este es
otra característica que asemeja a la Cueva de Lascaux con las tres pirámides de Gizeh.
Esta relación queda patentizada por la relación que ambas tienen con el mundo estelar.
Entre los dibujos de toros, antílopes y caballos de la cueva hay 12 puntos, que terminan
en un cuadrado. Precisamente es el caballo, como se dijo anteriormente, que como
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Signos tectiformes en la Cueva de Altamira - Localización - Santillana del Mar (Cantabria); Datación - Su
realización data del año 12.000 a.C.
VENUS DE WILLENDORF
femenina que exaltaba la feminidad, este tipo de escultura apareció por primera vez en
el Paleolítico Superior. De forma esquemática, genéricamente llamada "Venus" y
representa a la diosa de la fertilidad o espíritus protectores. Fue descubierta en 1908 y
considerada hasta hoy como la más antigua del mundo. Sus casi inexistentes
extremidades pierden protagonismo en pro de una exageración de los atributos
femeninos.
El Arte rupestre son dibujos, grabados, o pinturas realizados por hombres en a cuevas.
esto le permite a los investigadores estudiar algunos aspectos de la forma de vide
antiguos habitantes de una zona. En más de una oportunidad, representaciones de este
tipo recibieron el califica artísticos dada la perfección de las pinturas.
Entre estos debemos nombrar las pinturas prehistóricas de la zuna llamada del A
Pinturas (se llama así porque se encuentran en la primera parte del Río Pinturas).
los componentes con el que mezclaban estas tierras eran el yeso que le dio la posibilidad
de fijar las pinturas a la roca.
Edades de la historia
GARCIANI, CARLA
Escritura 476 Caída del Imp. 1453 Caída del Imp. 1789 Revoluc. 2007
500 A.c Romano de Occ. Romano de Or. en Francesa
Poder de los turcos