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Actitud ante la Detección

De las Adicciones

Actitud ante la
Detección de las
Adicciones
Actitud ante la Detección
De las Adicciones

BIBLIOGRAFÍA

• NEVADO REY, M. (2013) Actitud ante la detección de las adicciones. En GIL


GREGORIO, P., LÓPEZ TRIGO, J.A. y GÓMEZ MARTÍN, P. (2013) Manual de buena
práctica en cuidados a las personas mayores (pp: 369-376). Madrid, España. Editorial:
SEGG Sociedad Española de Geriatría y Gerontología. 1

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Uso con fines académidos
Manuel Nevado Rey

Actitud ante la detección


de las adicciones

Introducción
El estrés crónico puede conducir a la larga al padecimiento de una depresión y
favorecer el desarrollo de adicciones, generalmente al tabaco, al alcohol, a las
drogas o al juego. En cuidadores de personas con discapacidad este estrés se va
incrementando como consecuencia del tiempo de cuidado y el abandono social
y físico por el que atraviesa un cuidador.

Las adicciones suponen una válvula de escape cuando uno se siente atrapado en un
mundo en el que se encuentra tremendamente solo. Las adicciones forman parte
de nuestra sociedad: escuchas los programas deportivos en la radio y te inundan
con información de apuestas deportivas en las cuales te prometen la solución eco-
nómica a muchos de los problemas que tienes a día de hoy, sales a dar una vuelta
y todo el mundo te incita a tomar una caña o un vino acompañado de un cigarrito…

Solo hay que fijarse en la Navidad como potenciador de adicciones: ludopatía


(lotería de Navidad), alcoholismo (fiestas de empresa y familia)… 1
Por ello resulta tremendamente fácil caer en una adicción y tremendamente
difícil salir de ellas.

Qué son las adicciones


Las adicciones son hábitos que dominan la voluntad de una persona, provoca
una enfermedad física y psicoemocional y genera dependencia hacia sustancias,
actividades o relaciones causada por la satisfacción que esta causa a la persona
(codependencia).

Las adicciones suelen ser una respuesta de ansiedad a nivel motor que surge
como consecuencia de situaciones de estrés que generan inadaptación en las per-
sonas que la padecen. Los deseos producidos por la adicción consumen los pen-
samientos y comportamientos (síndrome de abstinencia) del adicto, y estos actúan
en aquellas actividades diseñadas para conseguir la sensación o efecto deseado
y/o para comprometerse en la actividad deseada (comportamientos adictivos).

Las adicciones deterioran la vida real y traen consigo problemas gravísimos en


la esfera social, afectiva, personal, familiar y económica en la persona afectada.

Tipos de adicciones
Actualmente se considera adicción cualquier actividad que la persona es
incapaz de controlar, que lo lleve a conductas compulsivas y que perjudique su
calidad de vida. En muchas de las adicciones hay que tener en cuenta la pre-
sión social sobre los afectados, resulta difícil resistirse a tomar una caña o un
vino con los amigos, echar una quiniela o tomar un ansiolítico cuando uno se
encuentra especialmente nervioso. Este tipo de conductas están tan arraigadas
en la sociedad actual que dificultan muchísimo la rehabilitación de los afectados
y su vuelta a la reinserción social.

Los principales tipos de adicciones son las siguientes:

Drogodependencia

Se trata de una enfermedad de carácter crónico que afecta progresivamente


2 al que la padece. Caracterizada por el consumo de una sustancia lícita o ilegal
que provoca en el ser humano la imperante necesidad de seguir ingiriendo para
alcanzar un estado emocional, y por lo tanto conductual, que le provoque la
sensación que él o ella “necesite”. De aquí se desprende por qué la mayoría de
los adictos tienen una droga de preferencia.

Consiste en el consumo de una sustancia que afecta al sistema nervioso central y


al cerebro, produciendo alteraciones tanto en el comportamiento como en el juicio.

La dependencia es la necesidad que tiene el drogadicto de consumir droga.


Puede ser de dos tipos:

• Física:
 cuando el individuo deja de tomar droga se producen cambios en su
aspecto físico. Pasa, por ejemplo, en el estado de abstinencia.

• Psicológica:
 se produce cuando el individuo toma droga debido a la euforia
que esta produce. Cuando no la toma experimenta un descenso emocional.

Alcoholismo

El alcoholismo consiste en el consumo abusivo de bebidas etílicas, generando


una dependencia a las mismas y produciendo en la persona problemas físicos
y mentales importantes que pueden dar lugar incluso a la aparición de un
tipo de demencia específico en personas alcohólicas, como es el síndrome de
Korsakoff.

Tabaquismo

Se produce cuando la persona genera una adicción al tabaco. Esto es debido


a que entre sus componentes se encuentra la nicotina, que es una sustancia
adictiva y estimulante.

Constituye una de las principales causas de muerte en todo el mundo y entre sus
efectos cabe destacar la disminución de oxígeno que llega al cerebro debido al
aumento del dióxido de carbono.

Ludopatía

La ludopatía se produce en aquellas personas que recurren al juego como fuente


de evasión. Es un trastorno consistente en la necesidad de jugar (apostar) con-
tinuamente. Está reconocido por la Organización Mundial de la Salud (OMS) en
su clasificación internacional de enfermedades. Para los ludópatas el juego es
una enfermedad que constituye una obsesión y una pérdida de control total y
absoluta de sus vidas.

Farmacodependencia

Adicción relativa al consumo de fármacos, principalmente benzodiazepinas;


estas comienzan a tomarse como respuesta a problemas de ansiedad y a la
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falta de control en determinadas situaciones que suponen estrés.

Emocionales

Referentes a personas que nos hacen daño, pero que generan fuerte depen-
dencia y de las cuales resulta muy difícil salir, generando daño para uno mismo
en todas las esferas de la vida.

Adicciones múltiples

Se producen cuando se suman varias adicciones, por ejemplo, tabaco, alcohol


y juego.

En cuidadores de personas con discapacidad la adicción a los fármacos es más


habitual en mujeres, y al alcohol y al juego en hombres.
Características
Es importante diferenciar lo que es una adicción de otro tipo de comportamiento.
A una persona le puede gustar mucho una actividad en concreto y no por ello
constituir un problema de índole adictiva. Las características diferenciales hay
que buscarlas en los efectos que producen, como puede ser el progresivo dete-
rioro de la calidad de vida, motivado de un modo directo por las consecuencias
de la actividad en cuestión.

Otra característica que se presenta invariablemente es la pérdida del control; ser


incapaz de evitar la práctica compulsiva, aunque el adicto lo vea de otra manera.
Esto es así, porque esta es otra particularidad que siempre está presente: el
autoengaño y la negación del problema, lo que conduce a una falta de perspec-
tiva a la hora de asociar el deterioro personal con el comportamiento adictivo que
lo provoca, y por ende, no ver la necesidad de buscar ayuda. Muchas adicciones,
además del daño que se inflige uno mismo, se caracterizan por otros daños cola-
terales, particularmente al entorno más próximo, como la pareja o la familia.

• Son personas que pasan la mayoría del tiempo pensando en una sustancia,
actividad o persona.

• Dan vueltas y vueltas a los pensamientos y se inventan una y mil mentiras


4 para evitar asumir la realidad de la adicción.

• Manipulan
 constantemente, mienten para conseguir el objetivo y ocultar la
realidad.

• Cuando
 razonan son conscientes de que la sustancia, actividad, etc., les está
causando problemas importantes y muy serios, pero continúan buscándola.

• Consideran que controlan la situación y que pueden dejarlo cuando quieran;


la realidad es otra, no pueden controlar el impulso sobre el estímulo adictivo
y tienen la sensación de volverse locos si no lo consiguen.

• Intentan abandonar la adicción y consideran que pueden hacerlo por sí


mismos, de esta manera se autoengañan.

• Como
 consecuencia de la conducta adictiva se acostumbran a perder (perder
el trabajo, una relación amorosa, amistades u otro tipo de oportunidades).

• Mienten sobre la adicción: solo fumo de vez en cuando, solo tomo dos cañas,
solo juego a las quinielas…

• Generan deudas, principalmente; se generan adicciones múltiples (alcohol,


juego…).
• Asocian la adicción a momentos de placer, por lo que los refuerzos son
mucho más potentes.

Ansiedad y adicciones
La relación existente entre trastornos psicológicos como la ansiedad y el
aumento de las conductas adictivas tiene un sentido de carácter bidireccional,
uno da lugar al otro y viceversa. A nivel científico recibe el nombre de patología
dual, es decir, la relación existente entre un problema psicológico (ansiedad,
depresión…) y su relación con el consumo de sustancias o actividades adictivas
(alcohol, juego u otro tipo de drogas).

En la mayoría de las ocasiones la adicción está estrechamente relacionada con


problemas psicológicos, bien como iniciadores de la adicción o como conse-
cuencia de la aparición de la misma.

Así comprobamos que en pacientes con trastornos de ansiedad la presencia de


trastornos de alcoholismo se sitúa entre el 15-33%. La diferencia del intervalo
depende del trastorno de ansiedad estudiado, siendo máximo en trastornos de
fobia social y menor en trastornos de pánico o de agorafobia.

En la gran mayoría de pacientes el trastorno de ansiedad aparece con anterio-


ridad a la dependencia de alcohol, debido probablemente a que estas personas
utilizan esta sustancia como un medio de autotratamiento para intentar dis-
minuir las manifestaciones de ansiedad debido a las “conocidas” propiedades
ansiolíticas del alcohol.

Otras adicciones, como el juego patológico, siguen el mismo proceso que el


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alcohol y se desarrollan como una vía de escape ante problemas de la vida
diaria, mediante el cual encontrar refuerzos rápidos a situaciones complejas.

Por todo ello hay unos conceptos básicos que hay que tener en cuenta en todos
estos procesos:

• Un abordaje multidisciplinar del mismo.

• Es
 importante apoyarse en las redes sociales del adicto (familia, amigos,
pareja...) para conseguir y supervisar los procesos de rehabilitación de los
mismos.

• Las adicciones y la ansiedad pueden formar parte de un conjunto general


de trastornos, que de alguna forma pueden estar relacionados, debido a
una base genética similar en ambos casos. Hay estudios familiares que
así lo demuestran. En otros ensayos se observa que familiares afectos de
personas con problemas de adicciones y síndrome de ansiedad tienen más
posibilidades de sufrir un trastorno de ansiedad que los familiares de per-
sonas que solo presentan trastornos de ansiedad.

Algunas causas de la adicción


• Genética: los genes no pueden causar una adicción, pero pueden hacer que
la persona tenga una inclinación a volverse adicta a ciertas cosas.

• Ambiente: las personas pueden volverse condicionadas a través de expe-


riencias evolutivas sociales o culturales.

• Abuso: muchos comportamientos adictivos comienzan con la idea de eli-


minar dolor físico y emocional causado por otra persona.

• Problemas emocionales: la ansiedad, la depresión, la frustración, son


estados psicológicos de los cuales una persona desea escapar. En el intento
de escaparse aumentan las adicciones.

Consejos

6 1. Darse cuenta de que existe el problema

Al igual que en cualquier otro problema que necesite solución, esta pasa por
reconocer el problema, por reconocer la adicción. El primer paso para dejar
de beber es ser consciente del alcance del problema. Asumir que existe una
dependencia y que es necesario abandonarla cuanto antes.

2. Evitar pensamientos justificativos de la adicción

“Esto lo controlo”, “puedo dejarlo cuando quiera” o simplemente evitar pensar


en ello y justificar la acción. Y reconocer además que será imprescindible contar
con ayuda, que uno solo no puede salir de ello.

3. Ponerse en manos de profesionales cualificados

Para abandonar la adicción a las drogas, al alcohol o al juego es necesario apo-


yarse en mucha gente y contar con apoyo tanto profesional como social. No
puede faltar el equipo sociosanitario (psicólogo, medico…), no solo para con-
trolar que no haya recaídas, sino para corroborar que su organismo esté en el
mejor estado posible. Quizá sea necesario recurrir a determinada medicación,
pero siempre bajo prescripción médica. Además, el equipo médico también debe
tomar parte en la parte psicológica del paciente.
4. Buscar apoyo de la gente cercana

Las adicciones generan ansiedad y depresión, aparece la culpa por el daño


hecho a terceras personas, sobre todo cuando comienza el proceso de recupe-
ración de la adicción, por eso es vital dejarse apoyar por los demás.

5. Hacer deporte y comer sano

En líneas generales se recomienda comenzar a desarrollar hábitos saludables


tales como el deporte o la comida sana. Con ello se conseguirá mejorar el con-
trol cognitivo, mejorar la relajación y aumentar la autoestima mediante el con-
trol de objetivos a corto plazo.

6. Controlar los impulsos

Trabajar desde el campo de la psicoterapia para controlar impulsos, para


ello se recomienda trabajar la relajación y aprender técnicas de control del
pensamiento.

7. Acudir a asociaciones

Hay asociaciones y programas especiales para personas con todo tipo de adic-
ciones, ya sean de pago o de carácter gratuito. Ahí se puede acceder a charlas,
reuniones y todo tipo de actividades con más personas con el mismo problema,
lo cual servirá de ayuda para, en conjunto, unir fuerzas y luchar por dejar defi-
nitivamente la adicción.

8. Tolerancia cero 7
Algo que debe tener claro una persona adicta a lo que sea (alcohol, tabaco,
juego…) es que, una vez que empiece su proceso de recuperación, la adicción
debe de desaparecer de su vida (por ejemplo, un ludópata no podrá echar una
quiniela o jugar a un videojuego). No vale aquello de “es una ocasión especial”,
o “solo un trago”. Ni en fiestas, ni en ningún otro evento.

9. Evitar malas compañías y lugares

Por malas compañías no nos referimos a gente mala, sino gente que haga peli-
grar nuestro propósito de dejar la conducta adictiva. Lo importante es nuestra
vida y por ello hay que dejar aparcadas determinadas compañías o situaciones
que no serán de ayuda. Si, por ejemplo, tenemos un compañero de borracheras,
lo mejor es evitarle. O, en todo caso, convencerle y buscar la ayuda mutua para
salir juntos del problema.
10. Buscar hobbies

La falta de aficiones es uno de los motivos que suele conllevar a la aparición de


adicciones, por ello y como base de la recuperación es importante trabajar en
aspectos que puedan llenar al individuo y ayudarle en su recuperación.

Estar con los seres queridos para recuperar el tiempo perdido con ellos: los
viajes, la lectura, etc., que también serán un buen apoyo para continuar con una
vida plena y sana.

11. Potenciar la autoestima y marcarse objetivos a corto plazo

Ser conscientes de que se puede salir, que se puede controlar. Los problemas
pueden aparecer, pero lo que está claro es que nunca desaparecen como con-
secuencia del consumo de sustancias, sino que lo que hacen estas es cronificar
e incrementar los problemas.

12. Trabajar las emociones

Expresar mis sentimientos, manejar la culpa, pedir perdón por el daño cau-
sado a terceros; en definitiva, potenciar la expresión emocional será clave para
mejorar las conductas adictivas y mejorar el día a día.
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Bibliografía
• Becoña Iglesias E, Cortés Tomás M. Guía clínica de intervención psicológica en
adicciones. Edit. Socidrogra. Ministerio de Trabajo y Sanidad, 2010.

• Becoña Iglesias E, Cortés Tomás M. Manual de adicciones para psicólogos.


Ministerio de Trabajo y Sanidad, 2011.

• Bobes J, Casas M, Gutiérrez M. Manual de trastornos adictivos, 2011.

• De Asís Babín Vich F. Programa de prevención en drogodependencia. Edit.


Ayuntamiento de Madrid, 2008.

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