Está en la página 1de 12

Diplomado Universitario de

Capacitación Docente en Neurociencias

Material de extensión académica y estrategias didácticas VII

P á g i n a 1 | 12
En este apunte completaremos aspectos de la atención y veremos su diferencia
con la memoria de trabajo.

Dr. Roberto Rosler

Breve repaso:

La atención es una combinación de tres circuitos neuronales denominados


estado de alerta, orientación y atención ejecutiva. Cada subproceso
contribuye con un elemento esencial y estos elementos se unen para crear una
totalidad más grande, la atención.

Hemos visto en la entrega anterior, un gráfico que


representaba una serie de estímulos en el aula,
como el estado de alerta, y el modo en que influía
en nuestros alumnos.

Veamos nuevamente la imagen, pero relacionándola ahora con otro de los


subprocesos, la orientación.

P á g i n a 2 | 12
Al ver la figura, podemos observar que contiene buenas noticias. Debido a que
pocos estímulos ambientales cruzan el umbral del estado de alerta, el estudiante
representado en la imagen puede procesar ciertos estímulos de forma efectiva.

Sin embargo, este diagrama también noticias no tan buenas. Y es que se está
orientando hacia estímulos inapropiados. Cuando este alumno se focaliza en lo
que pasa en el pasillo o en lo que comerá, no se puede centrar en las fracciones
o en historia. Por eso, debemos equilibrar la prominencia de los estímulos del
aula. Debemos disminuir los estímulos que desorientan al alumno e incrementar
los del tema de la clase.

Al ver el gráfico anterior, podemos organizar los estímulos desorientadores en


dos grupos.

Los dos superiores (estudiante interesante y el almuerzo) representan


distracciones internas provocadas por motivaciones biológicas. Un alumno
desorientado por el hambre o por el frío está respondiendo a su homeostasis, a
sus necesidades fisiológicas básicas. Recuerde, estas son siempre más
prominentes que el tema que estamos enseñando.

El tercer y el cuarto ejemplo (qué pasa en el pasillo y el mensaje de texto)


representan distracciones externas, que son aquellas generadas por el
medioambiente. Debemos reducir las distracciones generadas por estímulos
ambientales (externos) y fisiológicos (internos). Para reducirlos, debemos
comenzar repensando la definición de nuestra tarea: toda distracción en el aula
(ya sean biológicas, ambientales o tecnológicas) interfieren con el aprendizaje y,
por lo tanto, merecen que las consideremos.

P á g i n a 3 | 12
Atención ejecutiva

Para llevar a cabo cualquier tarea escolar, los alumnos deben elegir la información
pertinente y significativa del resto de los estímulos. La atención ejecutiva les
permite a los alumnos focalizarse en tan
solo algunas piezas de un
rompecabezas infinito de información.

Supongamos que un alumno tiene que


leer un texto en el que figura la palabra
princesa y usted le pide que identifique
la parte de la oración con esa palabra. Este alumno le dice que es una “metáfora”.

Por supuesto, metáfora no es la respuesta correcta, después de todo “metáfora”


no es una parte de una oración.

¿Qué diablos estaba pasando en el cerebro de


este alumno que hizo que generara esta
respuesta bizarra? Lo más probable es que
este alumno simplemente tuviera demasiados
tipos deferentes de información
repiqueteando en su cerebro.

Pensando en una pregunta diagnóstica: ¿cómo actúa un alumno con un problema


de atención ejecutiva? Debemos tener en cuenta para responderá que ese
alumno dice o hace algo que hace que el docente piense: ¿de dónde vino esa
respuesta? o ¿qué proceso cognitivo sin relación con mi tema produjo este
extraño resultado?

Los errores de la atención ejecutiva aparecen de forma diferente en cada una de


nuestras clases. Tal vez un alumno aplica una regla gramatical para responder
una pregunta acerca de la parte favorita de un cuento. O tal vez utiliza un atajo
para resolver un problema con números elevados a la tercera potencia.
Internamente el alumno se siente confundido por tener demasiadas posibilidades
de elecciones cognitivas. Externamente parece que está pensando acerca del
problema desde una perspectiva extravagante.

Aunque los problemas de atención ejecutiva pueden ser difíciles de diagnosticar,


por suerte, son perfectamente posibles de resolver. Aprender a diagnosticar y
evaluar estrategias para cada subproceso de la atención, pasa a ser un factor a
tener muy presente en nuestras prácticas.

Vayamos ahora parte por parte y veamos estrategias para cada subproceso.

Primero: Ahora sabemos que la atención es


el resultado de varios subprocesos
neuronales.

P á g i n a 4 | 12
Podemos ayudar a que nuestros alumnos presten atención estimulando su estado
de alerta, su orientación y su atención ejecutiva.

Segundo: Sabemos qué características tienen estos subprocesos neuronales en


el aula.
Los alumnos que luchan con su estado de alerta están
correteando alrededor del aula (típicamente en el nivel
preescolar y en los grados inferiores de la primaria) o
dormitando sobre sus pupitres (típicamente en los grados
superiores de la primaria o en la secundaria).

Los que están desorientados focalizan su atención en un


estímulo ambiental que no es aquel más pertinente para el
aprendizaje. Miran por la ventana, le dan un puñetazo a un
compañero, miran furtivamente los monitores de sus
celulares, etc. No escuchan al docente o no leen el libro.

Quienes cuenten con una atención ejecutiva baja no


solamente responden con una respuesta incorrecta, sino que
también parecen pensar sobre esa pregunta de una forma
incorrecta. Discuten las propiedades de los gases nobles para resolver problemas
con semimetales o utilizan una resta para manipular una ecuación con
multiplicaciones.

Tercero: Como hemos visto, el diagnóstico será una nueva habilidad que
debemos practicar. En el pasado a todos estos problemas los etiquetábamos
como problemas de atención y tratábamos de resolverlos gritando o
reclamándola. Pero no podemos generarla focalizándonos en ella.

En vez de esto necesitamos identificar cuál de los procesos neuronales no está


trabajando de la forma apropiada. Esto quiere decir que debemos pasar al
verdadero problema subyacente de la atención.

Cuarto: Poseemos varias estrategias específicas para apoyar cada una de estas
funciones neuronales.

Para promover el estado de alerta podemos agregar nuevos elementos visuales


al aula: los videos, por ejemplo, pueden ayudar a los alumnos tanto para
calmarlos como para despertarlos.

Podemos cambiar de una tarea a la otra: deje de dar una clase sobre las reglas
del paralelismo, por ejemplo, y deles a los estudiantes, la posibilidad de evaluarse
entre ellos sobre el teorema que analizaron ayer acerca de los triángulos
congruentes.

P á g i n a 5 | 12
Con algunas preguntas sobre el partido de futbol de ayer o sobre el concierto del
fin de semana, podemos proveer un breve recreo cerebral para que recarguen
sus máquinas cognitivas.

Generando movimiento podemos ayudar que descarguen energía (en los grados
inferiores) o lograr que su sangre circule nuevamente hacia su sistema nervioso
(en los grados superiores).

Simplemente pidiendo que se movilicen para que formen grupos de discusión, o


invitando a cinco chicos a que escriban preguntas en el pizarrón o que se paren
para que corran tres asientos, podemos lograr que alcancen un nivel moderado
de estado de alerta y así estimular su atención.

Para ayudar a que nuestros estudiantes se orienten, debemos reducir los


estímulos que los desorientan e incrementar la prominencia de los contenidos de
la clase.

Eliminar fuentes potenciales de desorientación puede parecer trivial o anodino,


pero las investigaciones nos muestran las ventajas de esta estrategia. Al
reexaminar deliberadamente nuestras aulas bajo una nueva perspectiva (nuevos
ojos, oídos y narices) podemos percibir los distractores potenciales a los cuales
nos hemos acostumbrado a lo largo de los años. Los portazos en el corredor, el
olor de goma quemada, los posters de colores brillantes de proyectos pasados:
todos estos estímulos ambientales, aunque benignos para nosotros, pueden
desviar la atención.

Al mismo tiempo, debemos incrementar la


prominencia de nuestros contenidos. Podemos re-
focalizar a nuestros alumnos del barullo que los rodea
hacia las tareas cognitivas dentro de su cerebro.

Utilizando evaluaciones por pares o formativas


frecuentes y generando identidades tribales para nuestras aulas, podemos
ayudar a que los estudiantes focalicen su atención en las ideas que deseamos
que aprendan.

Se recomienda realizar evaluaciones formativas en todas las lecciones para poder


monitorear la comprensión de los alumnos, y el desarrollo de su conocimiento
mientras aprenden.

Para estimular la atención ejecutiva, cuando parecen pensar sobre un problema


de la forma incorrecta podemos comenzar con una solución de la memoria de
trabajo y reducir la carga cognitiva de una tarea en particular. Si un alumno
queda irremediablemente confundido comparando cuatro términos en economía,
tal vez tendrá éxito si compara tres.

P á g i n a 6 | 12
También podemos ayudar a restablecer al auto-control cognitivo disminuyendo
la presión temporal y también estimulando un ambiente de apoyo que ayude a
los estudiantes a sentirse relacionado, competente y autónomo. Podemos reducir
el vagabundeo mental restableciendo en forma rutinaria el modelo de situación.
Esta estrategia asegura que la nueva información encaje en forma adecuada
dentro de un marco conceptual accesible.

Piense en todas las estrategias que vimos, o mire a las


mismas, tal vez hacer un mapa, lista, grafico o el modo
en que usted elija para registrarlas juntas, sea algo que
pueda resultarle de utilidad

Cuando organizamos las estrategias de enseñanza de


esta forma podemos observar otro motivo por el cual el
diagnóstico debe venir en primer lugar. Si considero que
mis alumnos están teniendo problemas de atención
puedo recordar que el movimiento puede incrementar la atención. Por esta razón,
les digo a mis alumnos que cuenten hasta cinco y se muevan para establecer
nuevos grupos de discusión.

Esta estrategia puede funcionar muy bien si mis alumnos están teniendo
problemas con su estado de alerta. Sin embargo, si están distraídos o están
teniendo problemas con la atención ejecutiva (por ejemplo, están pensando en
mis preguntas de la forma incorrecta) todo este movimiento puede desorientarlos
o desordenarlos aún más.

En otras palabras, si utilizamos una estrategia para el estado de alerta para


resolver un problema de orientación o de la atención ejecutiva puedo exacerbar
el problema que quiero resolver. Para ser efectivo en la promoción de la atención
un correcto diagnóstico siempre debe ser lo primero que debo hacer.

¿Cómo todas estas piezas encajan en un aula en el mundo real?

Supongamos que tiene que analizar la campaña de


San Martín en Chile. Debe analizar el cruce de la
cordillera, las batallas de Chacabuco, Cancha
Rayada y Maipú y comparar a San Martín con el
general O´Higgins.

Mientras piensa cómo ayudar a sus alumnos a que


presten atención durante esta lección
inmediatamente se da cuenta que esta clase
comienza justo después del almuerzo. Todo el mundo se siente algo aletargado
después de comer al mediodía, por lo tanto, usted ya sabe que el estado de alerta
será un tema a afrontar.

Por este motivo, decide comenzar la clase con un corto video que ha encontrado
en Youtube sobre la preparación del cruce de los Andes en Mendoza. Usted

P á g i n a 7 | 12
también tiene imágenes de los pasos de Los Patos y Uspallata a través de los
cuales San Martín hizo atravesar a su ejército la cordillera.

La geografía jugó un papel crucial en este cruce ya que San Martín eligió pasos
muy abruptos en el cruce de la cordillera para asegurarse el factor sorpresa y las
imágenes muestran estas características. Luego planifica que sus alumnos se
dividan en grupos de discusión para analizar el rol de la topografía en el éxito del
cruce de la cordillera.

Al generar dos tipos de novedad visual (el video y las imágenes) y al pedirle a
sus alumnos que se muevan dos veces (que pasen a grupos de discusión y luego
nuevamente al formato de clase tradicional), tiene varias estrategias a mano para
moderar el estado de alerta. Por si acaso, usted ha anotado en su planificación
que el equipo masculino de básquet del colegio ganó el sábado la semifinal de la
liga intercolegial. Si necesita dar un recreo cerebral, tiene un tema accesible para
vigorizarlos cognitivamente.

¿Cómo puede ayudar a que sus alumnos se orienten hacia estos contenidos?

Primero tiene que estar seguro de que los distractores ambientales están bajo
control. Su aula puede volverse sofocante después del mediodía. Por esta razón,
debe recordar abrir las ventanas antes de ir a almorzar o puede pedir un
ventilador para asegurarse de que la circulación del aire es correcta.

También debe recordar que un colega suyo, cuya oficina está justo enfrente de
su aula, le gusta corregir escuchando a Beethoven. Si la puerta de su aula está
abierta para que el aire circule, el drama de la novena sinfonía puede
perfectamente distraer a sus adolescentes del drama de Cancha Rayada. Por
esto, le pide a su colega si puede cerrar su puerta o utilizar audífonos.

Se asegura de que el material es realmente prominente para sus alumnos. Por


este motivo planifica una evaluación formativa a través de un juego de la oca
luego de los grupos de discusión.

También debe preocuparse por la atención ejecutiva.

La campaña de San Martín en Chile contiene mucha información. Después de


todo, incluye los detalles del cruce de los Andes y de tres batallas. Si sus alumnos
van a pensar sobre todos estos contenidos tendrán demasiada información sobre
su placa cognitiva.

Por lo cual decide focalizarse en profundidad solamente en la batalla de Maipú.


De esta manera, reduce la carga sobre la memoria de trabajo, al dosificar el
número de nombres y datos.

También utilizará un mapa conceptual para comparar a San Martín y a O´Higgins.


Este organizador visual reforzará la estructura conceptual, o sea el modelo de

P á g i n a 8 | 12
situación, de forma tal que demasiados no hagan que la atención de sus
estudiantes comience a vagabundear.

Aun luego de reducir el foco de la planificación de la lección usted sabe que


todavía tiene una agenda ambiciosa. Por consiguiente, determina de antemano
cuáles de las preguntas del juego de la oca pueden ser sacadas si necesita
ahorrar tiempo. Y también anota en su planificación para recordar que en ningún
momento les diga a sus alumnos cuán poco tiempo tienen para cubrir los
contenidos. Después de todo, recuerda, que la presión temporal disminuye el
auto-control cognitivo.

Revisando su planificación con el estado de alerta, la


orientación y la atención ejecutiva en mente puede
estar mucho más confiado que sus alumnos prestarán
atención. Y logrará este objetivo sin tener que gritar
¡préstenme atención!

Por supuesto, su propia forma de aplicar estas


estrategias diferirá considerablemente de esta
hipotética clase de historia. Si usted está enseñando
matemáticas en tercer grado, o ciencias en sexto grado o como encender el fuego
a los Boy Scouts, pensará de una manera diferente acerca de sus estudiantes, el
contenido que deben aprender, el lugar en donde ellos aprenden y su propia
personalidad y experiencia.

Las investigaciones científicas no generan un mapa con caminos para seguirlos,


ofrece varias brújulas que puede utilizar a su manera a través del territorio
cognitivo que tiene delante suyo.

¿Cuál es la longitud ideal para una clase?

Por el momento no existen investigaciones que nos puedan sugerir que una
longitud de tiempo sea mejor en forma consistente que otra.

Por ejemplo, un meta-análisis, examinó 14


trabajos diferentes que compararon longitudes de
clases que se extendían desde los 55 hasta los 90
minutos y llegaron a la siguiente conclusión: los
hallazgos no indican que participar en una clase
de 90 minutos de duración generen resultados
negativos para los alumnos, pero las revelaciones
sobre los efectos positivos no son lo
suficientemente fuertes como para recomendar la
implementación de una clase de esta duración.

En otras palabras, la clase de 90 minutos de duración no fue consistentemente


mejor que la de 55 minutos.

P á g i n a 9 | 12
Los docentes que comprenden cómo funciona la atención (es decir, que saben
que deben focalizarse en el estado de alerta, en la orientación y en la atención
ejecutiva) pueden enseñar de una forma efectiva en diferentes longitudes de
clases. Teniendo en cuenta diversas estrategias y recreos cerebrales.

¿Se puede mejorar la capacidad del alumno de prestar atención?

Sí y no.

El estado de alerta y la orientación son procesos neurobiológicos


básicos y no responden fácilmente ante el entrenamiento. Por
ejemplo, nuestra preferencia por la novedad visual forma parte de
la herencia evolutiva y, por esta razón, es improbable que pueda
ser entrenada. Así también, los alumnos se orientan en forma
automática hacia los ruidos fuertes, los objetos brillantes, las caras enojadas y
las risas ruidosas.

No obstante, la atención ejecutiva puede ser entrenada. A medida que crecemos


casi la mayoría de nosotros mejoramos en el arte de ejercer todos los tipos de
auto-control, incluyendo el auto-control cognitivo.

Los adultos son típicamente mejores para retrasar la auto-gratificación que los
niños. De hecho, el auto-control puede ser estimulado por los requerimientos
característicos de cualquier escuela.

Cada vez que un alumno tiene que esperar su turno o trabaja en problemas para
los cuales no está intrínsecamente motivado o levanta la mano en lugar de gritar
la respuesta, ha practicado un poco de auto-control que eventualmente le
ayudará a construir un depósito más grande en su prefrontal. Muchas actividades
para los niños más pequeños (como, por ejemplo, Simón dice) transforman el
desarrollo del auto-control en un juego.

Como siempre sucede, los docentes se esfuerzan por lograr un equilibrio para
ayudar a que sus alumnos aprendan a auto-controlarse.

La investigación de Baumeister, ha mostrado que las personas agotan su


capacidad de auto-control con el paso del tiempo, así también muchas exigencias
para la atención ejecutiva de nuestros alumnos también pueden agotarla.

Al mismo tiempo, debemos darles a nuestros alumnos trabajo para que lleven a
cabo el auto-control.

Primero: necesitan practicar para mejorar sus habilidades de auto-control o


auto-regulación.

Segundo: ninguna organización social puede funcionar bien si sus miembros no


regulan sus propias conductas.

P á g i n a 10 | 12
Esforzándose para mantener este balance en sus mentes los docentes deben
utilizar su propio juicio, experiencia y humildad cuando le agreguen o quiten
carga a la atención ejecutiva de sus alumnos.

Memoria de trabajo y atención:

Para cerrar este apunte, considere oportuno hacer una diferenciación entre
memoria de trabajo y atención, ya que algunas veces se prestan a confusión.

La memoria de trabajo, es una memoria de corto plazo, por lo tanto, es un


sistema funcional de corta duración, y además es un sistema que reorganiza la
información y puede combinar dicha información con la memoria de largo
plazo. Un ejemplo claro de MT, es la multiplicación.

La atención tiene tres componentes (Alerta, orientación y atención


ejecutiva). El filtro atencional no deja pasar todos los estímulos que están a
nuestro alrededor. Por ello se dice hacer foco, o poner luz sobre algo. La atención,
no reorganiza información.

Como vimos en apuntes anteriores, la MT, funciona como un filtro atencional,


dejando en espera algún dato por un tiempo en nuestra mente, por si llega a ser
necesario su uso. De no ser necesaria entonces, después de un tiempo, la
borra.

Bibliografía:

Posner, M.I., and Rothbark, M.K. (2006). Educating the human brain. Washington
DC: American Psychological Association.

Mayer, R.E. et al. (1996). When less is more: Meaningful learning from visual and
verbal summaries of science textbook lessons. Journal of Educational Psychology,
88 (1), 64.

Mousavi, S. Y. et al. (1995). Reducing cognitive load by mixing auditory and visual
presentation modes. Journal of Educational Psychology 87 (2), 319.
Monk, T.H. (2005). The post lunch dip in performance. Clinics in Sports Medicine,
24 (2), e15 – e23.

Dickson, K., et al. (2010). What is the effect of block scheduling on academic
achievement? A systematic review.
https://eppi.ioe.ac.uk/cms/Portals/0/PDF%20reviews%20and%20summaries/Bl
ock%20scheduling%20Report.pdf?ver=2010-02-24-160528-010

Kelley, P., et al. (2015). Synchronizing education to adolescent biology: Let teens
sleep, start school later. Learning, Media and Technology, 40 (2), 210 – 226.
Baumeister, R.F, and Tierney, J. (2011). Willpower: Rediscovering the greatest
human strength. New York: Penguin.

P á g i n a 11 | 12
Masicampo, E.J., and R.F. Baumeister. Toward a physiology of dual process
reasoning and judgement: Lemonade, willpower and effortful rule-based
analysis. Psychological Science 19 (2008): 255 – 260.

P á g i n a 12 | 12

También podría gustarte