Está en la página 1de 12

República Bolivariana de Venezuela

Ministerio del Poder Popular para la Educación Universitaria, Ciencia y


Tecnología

Instituto Universitario Politécnico “Santiago Mariño”

Extensión Maturín
Ingeniería Industrial

Ley Orgánica de Ciencia y Tecnología e Innovación (Proyecto


LOCTI)

Doc. De la asignatura: Alumnas:

María Flautes Lauri Alcalá, C.I:27.578.405

Estefanía Fruguett, C.I:27807795

Madelaine Villarreal, E: 84.495.700

Verónica Goitia, CI: 27.527.715

Pedro Méndez, C.I: 26.360.630

Maturín, Diciembre 2020


1. Lectura e Interpretación de la LOCTI

La Ley de Ciencia, Tecnología e Innovación (LOCTI) fue promulgada por la


Asamblea Nacional de Venezuela el 12 de julio de 2005. La LOCTI, consiste
en una colección de artículos cuyo propósito final es la de conducir a
Venezuela, un país emergente, con relativo escaso desarrollo tecnológico, a
una etapa donde la aplicación de la ciencia, la tecnología y la innovación
ayuden a su gente a mejorar su forma de producción y sus condiciones de
vida.

La Ley presenta diferentes aspectos vinculados con el desarrollo de la


ciencia y tecnología en el país, como en la definición de los sujetos que
participan en la generación de productos científico-tecnológicos y la
responsabilidad de los entes públicos en la formulación del Plan Nacional de
Ciencia, Tecnología e Innovación (PNCTI). No obstante, también tiene efecto
como parte del régimen tributario del Estado venezolano, puesto que
establece aportes para personas jurídicas, entidades privadas o públicas,
domiciliadas o no en el país que realicen actividades económicas en el
territorio nacional y que obtengan ingresos brutos anuales superiores a cien
mil Unidades Tributarias (100.000 U.T.) en el ejercicio fiscal inmediato
anterior.

El Art. 1 de la Ley menciona que su Objeto es "dirigir la generación de una


ciencia, tecnología, innovación y sus aplicaciones, con base en el ejercicio
pleno de la soberanía nacional, la democracia participativa y protagónica, la
justicia y la igualdad social, el respeto al ambiente y la diversidad cultural,
mediante la aplicación de conocimientos populares y académicos".
Para ello, se plantea que el Estado venezolano se encargue de la
formulación de políticas en el área, a través del ente con competencia en la
materia y la incorporación de los sujetos que realicen actividades científicas y
tecnológicas, en el marco del Plan Nacional de Desarrollo Económico y
Social de la Nación.

ARTÍCULO 23: Los aportes para la ciencia, la tecnología, la innovación y sus


aplicaciones provendrán de personas jurídicas, entidades privadas o
públicas, domiciliadas o no en la República que realicen actividades
económicas en el territorio nacional.

ARTÍCULO 25: A los efectos de esta Ley, se entiende como aportantes para
la ciencia, tecnología, innovación y sus aplicaciones, aquellas personas
jurídicas, entidades privadas o públicas, domiciliadas o no en la República
que realicen actividades económicas en el territorio nacional y hayan
obtenido ingresos brutos anuales superiores a cien mil Unidades Tributarias
(100.000 U.T.) en el ejercicio fiscal inmediato anterior.

ARTÍCULO 27: El aporte establecido en el artículo 23 del presente Decreto


con Rango, Valor y Fuerza de Ley, se liquidará y pagará ante el Fondo
Nacional de Ciencia y Tecnología e Innovación (FONACIT), durante el
segundo trimestre posterior al cierre del ejercicio fiscal correspondiente.

El objetivo de los aportes es financiar las actividades de la ciencia, la


tecnología, la innovación y sus aplicaciones, necesarias para el avance
social, económico y político del país, así como para la seguridad y soberanía
nacional, en concordancia con el Plan Nacional de Ciencia, Tecnología e
Innovación establecido por la autoridad nacional con competencia en esta
materia.

Los recursos recaudados por concepto de los aportes son destinados al


financiamiento de planes, programas, proyectos y actividades en materia de
Ciencia, Tecnología e Innovación y sus aplicaciones en áreas sociales,
basándose en la prioridad comunitaria, tales como: comunicaciones, salud,
vivienda, petróleo, biotecnología, talento humano; que van dirigidos a
fomentar la apropiación social del conocimiento, a fin de alcanzar la
soberanía e independencia científico-tecnológica del país.

2. Estructuración del Proyecto de Investigación de acuerdo a las


normas específicas requeridas por el financiamiento LOCTI

Para la ejecución de proyectos, lo más importante es que las organizaciones


que intervienen en el proyecto (aportantes y beneficiarios) estén
debidamente registradas en el SIDCAI.

Para registrarse en el SIDCAI hay que dirigirse al sitio web


http://sidcai.oncti.gob.ve/ y seguir las instrucciones. Es importante tener a la
mano la documentación legal de la organización a registrar (Acta Constitutiva
RIF, entre otros) para llenar los datos en el sistema, luego hay que formalizar
el registro llevando al FUNDACITE más cercano copia fotostática (fotocopia)
del Acta Constitutiva, Publicación (si aplica), RIF, Cédula de Identidad y
última declaración de impuestos sobre la renta.

Ya en el SIDCAI, la carga de proyectos se hace a través de perfiles los


cuales deben comprender los siguientes puntos:

 Nombre del Proyecto


 Actividad del Artículo 42 de la Ley con la que se relaciona
 Problemática del Proyecto
 Objetivos
 Actividades
 Productos y Resultados
 Costos
 Fecha de Ejecución

Algunas organizaciones recomiendan para complementar el proyecto


agregar los siguientes puntos:

 Beneficiarios
 Impacto
 Descripción de Procesos
 Cuadros de Costos
 Cronograma de Actividades
 Cronogramas de Inversión

Es importante resaltar que aunque la carga de proyectos es únicamente para


los beneficiarios, los aportantes deben hacer este diseño para coordinar la
ejecución de actividades, ya que al momento de hacer las declaraciones
(justificación) deben hacerlo bajo el mismo esquema.

3. Mecanismos y Estrategias para el financiamiento LOCTI

Con la entrada en vigencia de Ley Orgánica de Ciencia, Tecnología e


Innovación publicada en gaceta Oficial N° 38.242 del 03 de Agosto de 2005
que duró tres años en discusión, el gobierno mediante el Ministerio de
Ciencia y Tecnología destacó que esta nueva ley tiene por objeto desarrollar
los principios orientadores que establece la Constitución de la República
Bolivariana de Venezuela en materia de ciencia, tecnología e innovación y
sus aplicaciones, así como organizar el Sistema Nacional de Ciencia,
Tecnología e Innovación.

Con su reciente modificación aprobada en la Asamblea Nacional según la


Gaceta Oficial N° 39.575 de fecha 16 de Diciembre de 2010 quedó
establecido que los recursos obtenidos deben ser entregados al Fondo
Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación (FONACIT).

Es importante destacar que la ley definirá los lineamientos que orientarán las
políticas y estrategias para la actividad científica, tecnológica, de innovación
y sus aplicaciones, con la implantación de mecanismos institucionales y
operativos para la promoción, estímulo y fomento de la investigación
científica, la apropiación social del conocimiento y la transferencia e
innovación tecnológica, a fin de fomentar la capacidad para la generación,
uso y circulación del conocimiento y de impulsar el desarrollo nacional.

Se crearon nuevas vías para superar la brecha tecnológica y entre las más
importantes están los aportes que en ciencia y tecnología pueden hacer las
empresas del sector. La reforma que fue aprobada en la Asamblea Nacional
presenta cambios referentes a la coordinación y promoción propiedad
intelectual, La intención es solventar la brecha tecnológica y que nuestro país
dé un salto hacia el desarrollo convirtiendo la ciencia y la tecnología en algo
cotidiano y no estrictamente académico como ha sido hasta ahora.

Los aportes que realicen los empresarios serán aprovechados para su propia
institución, debido a que pueden invertir en conocimiento para sus
empleados financiando estudios, invertir en proyectos y tecnologías
realizadas en el país que se relacionen con las actividades de la empresa,
financiar proyectos de innovación realizados con participación de
Universidades o centros de investigación a través de convenio, creación de
bases y sistemas de información de libres accesos, creación de premios o
estímulos de programas de fomento a la investigación, programas
permanentes de actualización del personal, financiamiento de tesis y
pasantías de investigación de estudiantes de educación superior, entre otras
opciones. Estos aportes empezaron a realizarse a partir de Enero del 2006.
La Ley de Universidades rige las actividades de investigación en nuestras
casas de estudios, así lo expresa en su artículo nº 3:

“Las Universidades deben realizar una función rectora en la educación, la


cultura y la ciencia”.

Para cumplir esta misión, sus actividades se dirigirán a crear, asimilar y


difundir el saber mediante la investigación y la enseñanza; a completar la
formación integral iniciada en los ciclos educacionales anteriores; y a formar
los equipos profesionales y técnicos que necesita la Nación para su
desarrollo y progreso”

La insuficiencia presupuestaria ha sido y es un denominador común año tras


año para el sector académico, por lo cual la gerencia de la investigación se
plantea como reto continuo lograr los recursos financieros necesario para
satisfacer la demanda de investigación, de allí que la aprobación de la LOCTI
vino a ser el instrumento que orientó los recursos durante el periodo 2005
-2010 contribuyendo al fortalecimiento y consolidación de la actividad
científica de las universidades y la generación de respuestas a las empresas
que así lo solicitaban.

La LOCTI aclara, en el artículo 41, que “El Ministerio de Ciencia y


Tecnología, sin menoscabo de otros tipos de financiamiento público o
privado, propiciará, de acuerdo con las disposiciones del Decreto con rango y
fuerza de Ley Marco que Regula el Sistema Financiero Público del Estado
Venezolano, el establecimiento de programas crediticios y de incentivos por
el sector bancario nacional para el financiamiento de la innovación
tecnológica. A tales fines, propiciará ante el Consejo Técnico Financiero para
el Desarrollo, sistemas de incentivos a las instituciones financieras que
participen en el financiamiento de actividades de innovación tecnológica”.

Se considera que los recursos asignados a ciencia y tecnología tienen dos


orígenes básicos, a saber, los aportes provenientes del Estado (esto es, del
presupuesto público dedicado a esta área) y, de otra parte, los aportes
provenientes del sector productivo, vía el cumplimiento de lo indicado al
respecto por la LOCTI.

A partir de lo anterior cabe hacer las siguientes consideraciones:

En primer lugar, los datos generales ofrecidos por el Observatorio Nacional


de Ciencia y Tecnología muestran que en los años 2006 y 2007 y 2008 el
presupuesto total aportado por el Estado al fortalecimiento de las actividades
científicas y tecnológicas representó en los diferentes años mencionados
entre 0.42 y 0.58 del PIB, cifras que muestran una proporción semejante a la
que históricamente se ha observado en el país.

En segundo término, la percepción de la importancia relativa del


presupuesto mencionado cambia si se toman en cuenta los recursos
derivados de las empresas, de acuerdo a lo establecido por la LOCTI. Hasta
ahora el citado Observatorio, organismo responsable de esta materia, hasta
este año en el que, como ya se apuntó, fue reemplazado, en estas tareas por
el FONACIT, ha recabado los recursos correspondientes a los años 2006 y
2007 35, en los cuales las empresas aportaron $7.316 millones (cerca de
15.000 millones de bolívares fuertes), de los cuales más de $6.500 millones
(13.000 millones de bolívares fuertes), más del 90% del total, fueron
inversiones realizadas para llevar adelante sus propios planes, es decir,
hechas en clave productiva, (formación de recursos humanos, desarrollo de
actividades de innovación, implantación de sistemas de información,
etcétera),es decir, en función de sus intereses económicos y conforme a
objetivos que no coinciden necesariamente con los planes gubernamentales,
ello a pesar de que aún cuando no se tienen información oficial al respecto,
al menos la mitad de los recursos invertidos por las empresas provienen de
empresas del sector público. Quiere decir esto que el financiamiento de las
actividades de ciencia, tecnología e innovación en el marco de la LOCTI
continúa teniendo un fuerte sesgo estatal.
En tercer lugar, resalta el hecho de que menos del 10% del dinero
originado en el sector productivo fue dado a proyectos previstos en la cartera
de otras instituciones (el Ministerio, sus organismos adscritos, las
universidades, entre otros).

Vistas las cifras suministradas por el Observatorio, con la puesta en vigencia


del reglamento del artículo 42 de la LOCTI, el país ha pasado en términos
porcentuales de una inversión en esta área equivalente al 0.5% del pib
nacional, la cual se mantuvo, con altibajos a lo largo de las tres décadas de
existencia del CONICIT, a otra que representa el 3%, cifra que rebasa
ampliamente el promedio latinoamericano y que se equipara al de los países
más desarrollados.

4. La investigación universitaria y su vinculación con el Sistema


Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación.

En la década de los 90, existían ideas y proyectos, que iban enmarcado en el


rol de los diferentes factores de una nación o región, en la promoción del
cambio tecnológico; donde era interesante la puesta en prácticas de
elementos de orden industrial como académicos, que eran “donde existían
las infraestructuras que interactúan en la generación de innovación” (Cervilla,
2001). Es por esto que, a nivel regional, surge la iniciativa de un sistema
nacional de innovación como un modelo interactivo de creación y uso del
conocimiento en el cual participan los diferentes agentes relacionados con la
producción y el desarrollo tecnológico. Este resulta de la necesidad de
estudiar los procesos de innovación bajo una visión sistémica y de la
importancia atribuida al contexto institucional y al factor organizacional en el
aprendizaje y difusión de tecnologías; en donde a las universidades, se
aboco que sus esfuerzos se orientaran al desarrollo de marcos analíticos y
fundamentos teóricos.

El sistema de innovación no es una institución u organización en


particular, sino una manera de articular diversas instituciones, organizaciones
y actividades. Este conjunto de instituciones y organizaciones, al interactuar,
comparten conocimientos y habilidades que contribuyen al desarrollo y a la
difusión de nuevas tecnologías creando un ambiente de innovación. Dando a
la academia ese marco de las teorías y pruebas de hipótesis como se dijo
anteriormente y a las industrias, el camino para desarrollar esas teorías

A principio del siglo XXI, se comenzó a difundir el concepto de sistema


nacional de ciencia, tecnología e innovación (SNCTI), el cual fue incorporado
en algunas leyes nacionales de ciencia y tecnología aprobadas en América
Latina, como la de Argentina (marzo de 2001) y Venezuela (agosto de 2001 y
reformulada en 2005). La intención básica que se persiguió era tornar
explícitamente la importancia de la ciencia, la tecnología y la innovación
como espacio de promoción de la política pública. Por lo tanto, los objetivos
de política deben considerar la innovación en el centro de la política al mismo
nivel de otras prioridades sociales; no se trata de colocar, o no, la innovación
en el centro de la política, se trata de impulsarla con fines de brindar
bienestar a la sociedad

Allí es donde entran las Universidades en su papel primordial que es la


investigación, la cual es muy importante para el desarrollo de estas
tendencias; aunque estas aportaciones no son nuevas, ya que según Freites
(1989), en el lapso que va de 1959 a 1968, el desarrollo de las instituciones
científicas está vinculado al crecimiento de la educación universitaria, ya que
no existía presupuesto público, para sufragar la ciencia. Durante casi una
década, lo que fue de 1960 a 1970, algunos científicos, de manera personal,
así como la Asociación Venezolana para el Avance de la Ciencia (ASOVAC),
le propusieron al Estado venezolano la creación de un organismo que
permitiera el financiamiento y la creación de las condiciones para la
investigación, pero no se mencionó la planificación para tal fin.

Es decir, la Investigación de las universidades dio origen y apoyo a la


comunidad científica venezolana que, aliada con educadores, ingenieros y
algunos empresarios demandaban que el Estado asumiese la
responsabilidad y la obligación directa de impulsar, proteger y financiar el
desarrollo científico y tecnológico en el país.

Teniendo todo esto en cuenta se puede señalar lo siguiente:

Que en Venezuela se desarrolló una importante capacidad de investigación


académica lo cual se ha traducido en la conformación de un sistema nacional
de investigación, pero no así de desarrollo tecnológico y de innovación. En
este sentido, se destaca que el proceso de consolidación de estructuras de
creación y generación de conocimientos científicos y tecnológicos, revela
diferencias significativas en la evolución de estos dos esfuerzos.

En relación con la infraestructura científica, se observa que, desde la década


de los años de 1950, hasta principios de los años de 1980, se logró una
importante consolidación y expansión de una serie de instituciones cuyos
objetivos eran el desarrollo de la actividad científica. Por lo tanto, uno de los
importantes beneficios de este proceso fue el aumento en la formación de
profesionales, en prácticamente todas las disciplinas científicas, en un amplio
espacio geográfico nacional.

En cuanto a la creación de espacios institucionales para el desarrollo


tecnológico se observa una situación más débil en este ámbito. La cantidad
de centros creados para este fin ha sido baja en comparación con la creación
de organismos para la investigación científica.
Por otra parte, las áreas de actuación de los centros que se crearon durante
los primeros años, revelan la inexistencia de alguna vinculación directa con
las necesidades de las industrias estratégicas en Venezuela, desarrollada en
ese momento (petróleo, petroquímica, hierro). Esto generó una dinámica de
funcionamiento orientada a garantizar su sobrevivencia, determinando una
capacidad incipiente, tanto desde el punto de vista de los recursos humanos
como de infraestructura.

Es por ello que se cuestiona la eficacia de la visión ofertista para asumir el


desarrollo tecnológico en Venezuela, sobre todo si se toma en cuenta que el
espacio tradicional para el desarrollo de esta actividad es la empresa, es
decir el sector de la demanda. La realidad de la industria venezolana, en
general, se caracteriza por una baja capacidad de involucrarse en
actividades de desarrollo tecnológico y de innovación.

También podría gustarte