mitos y leyendas de nuestra ciuda Leyenda del pozo de Donato
La leyenda del pozo de Donato comienza en una familia
de indígenas que tuvieron 2 hijos que cuando crecieron se amaban que todos los días se reunían pero un día su mama los pillo y rompió la chicha y inundo el lugar y como castigo se convirtió en piedra El perro de Al frente del convento san francisco de San Francisco, en Tunja (Boyacá), existía la estatua, en piedra de un perro. Dicen los habitantes de la región que el canino era visto por ellos, a media noche, arrastrando sus cadenas, emitiendo fuertes aullidos y encendiendo sus ojos, como si fueran bolas de fuego. El sacerdote sin EL MOJE SIN cabeza, también conocido como el CABEZA Cura, Fraile o Padre sin cabeza, es un personaje perteneciente a una leyenda colonial del folclor latinoamericano, el cual es descrito como el fantasma de un sacerdote sin su cabeza LA Este mito o espanto LLORONA es también conocido en Tunja. Según las creencias populares, la Llorona aparece como una mujer con rostro huesudo de calavera, ojos rojizos, cabellos desgreñados, con largas vestiduras, sucias y deshilachadas, llevando en sus brazos un niño muerto. También es recordado por los el sombrero tunjanos de antaño. Según las tradiciones, aparece como un ser infernal con un inmenso sombrero que corre por los caminos de las veredas y las calles de Tunja, con paso ligero. Con luz amarillenta, El farol de recorría la ciudad de Tunja y sus Las Nieves contornos. Se detenía en algunas casas cercanas a la Catedral de Tunja. ... El Farol de las Nieves está relacionado con la leyenda de la Emparedada, una joven que recibió el castigo de su padre por buscar un matrimonio a disgusto y a escondidas. El mito. La laguna El Mito no siempre existió, antes de que las desconocido del masas de agua Lago de Tota cubrieran amplios terrenos, el lugar no era más que un hueco árido en el que no crecía yerba alguna. Una bola de fuego la recorría en las noches para luego hundirse en lo más profundo y llegaba escuchaban en la el espanto Fuente Grande, en donde se recogía el agua de la fuente para la ciudad. Cuentan las tradiciones que los indios Chibchas, cuando tenían graves problemas con los encomenderos españoles, secaban las fuentes de agua. GRACIAS