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Screpanti, E. y Zamagni, S. (1997). Cap. 6.

La construcción de la ortodoxia neoclásica.


En Panorama de historia del pensamiento
económico (pp. 187-221). Barcelona: Ariel.
CAPÍTULO 6

LA CONSTRUCCIÓN DE LA ORTODOXIA NEOCLÁSICA

6.1. La Be/le Époque

Agotados los efectos inmediatos de la crisis agraria y de la «Gran Depresión))


que había afectado a varios países desarrollados entre el final de la década de
1870 y mediados de la de 1890, Europa, Estados Unidos y Japón reforzaron, aun-
que con moderación, las barreras proteccionistas de la industria nacional y se
lanzaron a un impetuoso desarrollo económico, que se prolongó a un ritmo sos-
tenido hasta la primera guerra mundial y fue particularmente notable por las nu-
merosas novedades tecnológicas que produjo. Algún estudioso habla incluso de
una segunda revolución industrial; una revolución que se difundió a través de mi-
les de kilómetros de cables de teléfono y de redes de distribución de energía eléc-
trica, sobre las ruedas de millones de bicicletas, motocicletas y automóviles, y so-
bre las alas de los primeros aviones, y produjo los misteriosos y potentes produc-
tos de la nueva química de síntesis de los derivados del carbón.
En esta época, en la que las ciudades resplandecían de luces y se abrían am-
plias y lisas avenidas a los nuevos medios de transporte, la movilidad de la pobla-
ción, dentro y fuera de las fronteras nacionales, aumentó enormemente; casi tan-
to como la movilidad del capital, que de los principales centros financieros de
Londres, Berlín y París se expandió a los lugares más diversos.
Nuevos países, que hasta entonces habían quedado al margen del desarrollo in-
dustrial, como Suecia, Holanda, Italia, España, Rusia, Hungtia y Japón, realizaron
notables avances, mientras que el impulso de Europa hacia la expansión colonial se
hacía más urgente 1 casi obsesivo, aunque no siempre económicamente rentable.
A pesar de que los movimientos sindicales -ahora ya bien organizados en
muchos países- desarrollaron una intensa actividad militante, las instituciones
político-sociales se habían vuelto bastante flexibles, y el desarrollo económico se
había hecho lo suficientemente consistente como para permitir un gran número
de concesiones a los trabajadores, sobre todo en materia de salarios y de condi-
ciones de trabajo, sin provocar rupturas dramáticas de la tendencia expansiva.
Por tanto, fue también un período de mejoras en el nivel de vida de las clases po-
pulares, de urbanización, y de transformación de los hábitos de consumo.
El desarrollo industrial paralelo de muchas áreas económicas hizo necesaria
alguna forma de coordinación de las relaciones comerciales y financieras interna-
cionales. Esta exigencia la cumplía el gold standard, un sistema monetario que
había evolucionado en los siglos precedentes y que alcanzaría su apogeo precisa-
mente en este período.
188 PA'\/0RA\ 1A DE HISTORIA DEL PE.'\ISA.\11Er-..-:TO ECO\JÓM ICO LA cor,..¡STRUCCIÓ1' DE LA ORTODO XIA SEOCLÁS ICA 189

Con el gold sta!ldar d, las moneda s naciona les eran libreme nte convert . . . ·in embarg o identifi car un denomi nador
ibles con otras. Ello no ha de impedtr nos, s . t u~ originad a en la revoluc ión
en oro y los cambio s tendían a oscilar, entre bandas muy estrecha s, en . 1 unidad de pensam 1en o q '
torno a los común, una sus l ancia d l . t y a .,
ni\·eles determi nados por las paridad es áureas. Esto desince ntivaba . d'a a emerge r gra ua roen e converg er hacia la construc c10n
los movi- margina l1sta, ten 1 . d siglo xx la teoría econom 1ca, .
mientos de capital a corto plazo, que son en general desestab ilizador . zos e1
es, e incen- de un único sistema t eo'rico · Ya a comien . . mpacto · la inflexió n de los pn-.
tivaba -en cambio - las inversio nes exterior es a largo plazo, al mismo b o un corpus doctnn ano ca .
tiempo pura se present a a ~om al final había produci do un sístema teórico to-
que proporc ionaba al comerc io internac ional garantía s de certeza en
los pagos. rneros años de la deca_dal de 1::~avía predom ina en la actualid ad.
!\o resultab a fácil para cada país perman ecer vinculad o a este sistema , que talment e nuevo, que es e que
exigía
un alto nivel de prosper idad y de seriedad en las práctica s moneta1 ias,
pero los
período s durante los cuales alguno de los países abando nó el gold standar
d fue-
ron breves. Éste no era un sistema tan automá tico como afirmab a una Marsha ll y los neoclás icos inglese s
gran parte 6.2.
de la literatu ra económ ica; sin embarg o, Gran Bretaña poseía recurso
s financie -
ros y autorid ad suficien tes como para poner en acción, en el momen to
oportun o, 6 _2.1. ALFRED MARSHALL
los necesar ios mecanis mos de ajuste.
Las innovac iones tecnológ icas, la estabili dad económ ica y una relativa . . . lmente ersonal, Marsha ll logró ofrecer al pa-
paz Recorri endo un itiner~n o to~a. l p t' a la propues ta por Jevons y, so-
social produje ron, pues, un ciclo de desarro llo capitali sta tan vigoroso radigma neoclás ico una sahda teonca a tema ivla
que sólo El método de análisis del
sería superad o en intensid ad, duració n y número de países involuc rados, t'
por la bre todo, una perspec iva e ultural .
de mavor a canee.
., . ~ tribució n decisiva al análisis eco-
expansi ón internac ional de los años 1950-19 73. La gran fábrica, el maquin . • l fu su gran mvenc1o n 'v su con
ismo y equilibn o parcia e . ~ l de toda la tradició n contlne . al
la aspirina conquis taron incluso la imagina ción popular , a través de las
exposic iones internac ionales que se realizar on en las principa les ciudade
colosale s nómico . A diferenc ia de Walras, y
. •¡ •
:n generla
l eahsmo v a capaCI
"dad explicat iva de la teoría
nt '
s indus- Marsha ll tendía a pnv1 egiar e r l .· f . al de los resultad os. Fue por eso
triales del mundo y que gozaron de un enorme éxito de público , haciend - lógica y la e eganc1a 01 m
o sentir más que 1a coh erencia . l
su influenc ia en la literatur a, la pintura, la arquitec tura y la música. La
Belle Épo-
, l . l .ones entre 1os mercados , para centrars e en . as
por lo que ignoro -~ i~terre ac1a uno de los sectores product ivos. Sus princ1pa -
que fue una época de optimis mo y de grandes transfor macion es económ
icas, condici ones de equ1hb~ ~ ~e cad l nce tos de «industria}) y de «empre sa re-
aunque en el ámbito político estuvo marcad a por una serie de antiguo les instrum entos de anahs1s eran os e~ t p d empres as que produce
s y renova- n la misma
dos antagon ismos naciona les que, aliment ados por las nuevas y potente presenta tiva». Una industri a es un co~Jun o e empres a «media}) que
s armas reúne las
militare s fabricad as por la industri a modern a, llegaria n a explota r en ,
un conflict o mercanc ia,. una empres a represen tativa· es d
una
·
armado de proporc iones descono cidas hasta entonce s. Dicho conflict . ,
o supuso el caracter ísticas mas so b r esalient es de la .m ustna. d la existenc ia de numero sos v1ncu- ,
final de la Be/le Époque . Natural mente, Marsha ll era conscie nte ed , Walras por otra parte,
había
Las generac iones de estudios os margina listas que trabajar on entre
del siglo XIX y comien zos de la década de 1920 de nuestro siglo conquis
finales
taron las
d
los de inter epe~. encia
d
reconoc ido la uuhdad practic ad
.
:n . tre todos los merca os. '
el método del equilibr io parcial. El hecho es que
academ ias en casi todos los países occiden tales y contribu yeron a alzar
al nuevo
d .stas se dirigían a 1ectores d"stinto I
s· Marsha ll al hombre
. '
sistema teórico a una situació n de predom inio absoluto . En Gran Bretaña los dos ~ran. es econom 1 1 hombre de negocio s (por ello los aspecto s ma-
, Alfred común mtehgen te y, sobre t~~º-' a daron relegado s a apéndic es); Walras, a sus
Marsha ll (1842-1 924), la figura más relevan te del período , dio origen
a una au- temátic o-forma les de su anahs1s qule , l rato matemá tico de los Element os
téntica escuela de pensam iento con caracter ísticas peculiar es, pero d. sen genera (as1, e apa
también colegas y a 1os estu ioso. ocas) A este respecto , hay que sena _ ¡
Francis Ysidro Edgewo rth (1845-1 926), Philip Henry Wickste ed (1844-1 ar que
927) y Ar- era notable y sólo acce~1ble a u;os prb . . rcial al estudio de los mercad
thur Cecil Pigou (1877-1 959) realizar on contribu ciones de p1imer orden. os de
En Aus- Marsha ll aplicaba el metodo de equdI I fnotpa product ivos Para estos
tria, la rápida difusión del enfoque «austria co» fue obra de los entusias , últimos ,
tas segui- mercanc ias, no a 1 d e los mercad os l eb ac, oressistema de «equilib ·
rio
al
dores de Menger, Eugen von Bohm-B awerk (1852-1 914) y Friedric h ., , • al gener » en
von Wieser tamb1en e1 -a1 1gu que Walras l
- e a oro un
d t .. d
(1851-1 926). En Italia, Maffeo Pantale oni (1857-1 924), Enrico Barone
(1859- el que las interrel aciones entre os pro uc os y los factores de producc 10n esem-
1924) y, sobre todo, Vilfredo Parcto (1848-1 923) desarro llaron y popular
izaron peñan un papel esen~ial . , . el econom ista adecuad o en el momen to y el
las enseñan zas walrasia nas. En Suecia, Knut Wicksell (1851-1 926) y
Gustav Cas- Marsha ll es el eJemplo_ t1p1co _d d 1 . 1 XJX la Inglater ra ,~ctoria na
sel (1866-1 944) trataron de fusiona r la teotia austriac a con la de Walras, nave-
dando lugar adecuad os. En los ult1mos an?s. e s1g o , ' ·co se difundí a el
vida a una original escuela sueca. Finalme nte, las dos figuras predom y con optimis mo
inantes en gaba viento en popa; ' . el crec1m1 . d
ento econom i ,
. 1 El alario medio real aument ab a cons-
Estados Unidos fueron Irving Fisher(1 867-194 7) y John Bates Clark (1847-1
938), sobre el destino de la soCieda d in u~tn~ . l s semana laboral tendía
a quienes debemo s la difusión del sistema teórico neoclás ico en los a disminu ir
ambien tes tanteme nte, y, gracias al progres o tecnico, a
académ icos y en los círculos cultural es de aquel país.
Ciertam ente, no hay que infraval orar la existenc ia de diversas corrient lentame nte. b "d Marsha ll estudió teología , matemá ticas y
es de Típico intelect ual de Cam n ge,, ,, nos en la época en que en los
pensam iento y de distinta s escuela s naciona les, a menudo en agria polémic física, para llegar por fin a la econom ia mas o me
a unas
,
PA!\JOR M,1A DE l!JSTOR I..-\ DEL PE\JS4..r -...UHd O LA CO'\ST RLCCIÓ \; DF LA ORTOD OXIA \iEOCL ÁSICA 191
190 FCO\JÓ, \1TCO

ambie ntes intelec tuales inglese s se empez aba a advert '


ir la influe ncia de las teo- p
rías de Danvi n y Spenc er. Marsh all cultivó tanto el
evoluc ionism o darv,.'i niano
como la moral cristia na y el utilita rismo bentha miano
, pero fusion ó estas tres
grande s directr ices de pensam iento en una síntesi s compl
etame nte person al. Así,
para Marsh all, el proces o evolut ivo imphc aba que toda la
socied ad debía tender a
la mejora materi al. y no sólo los más fuertes e intrépi
dos, como predic aban los
danvin istas sociale s. Por lo que se refiere a la prepar ación
matem ática, Marsh all
se benefi ció tambi én de las enseña nzas del gran físico Maxv,;
ell y del matem ático
Clifford. De esta influe ncia se deriva precis ament e la introd
uc~ión en la econo-
mía de los moder nos métod os diagra mático s de exposi ción
teó1ica.
Lo princi pal de su contri bución se halla en los Princip
ios de econom ía. La
obra se public ó en 1890, pero su prime ra redacc ión se remon
ta a comie nzos de la
década de 1870, es decir, a la época en que se inició la
revolu ción margin alista.
Los Pn·ncipios de Marsh alJ tu\iero n un éxito enorm e, y poco
a poco fueron susti- D(q)
tuyend o -sobr e todo en Ingla terra- a los de Mill como
texto base en todos los
centro s univer sitario s impor tantes ; y buena parte de su q
métod o contin úa domi-
nando la enseña nza de la micro econo mía aún en nuestr a
época. En particu lar, si-
gue conser vando su encan to la que puede consid erarse FIGCRA 6.1.
la contri bución más im-
portan te de su sistem a de pensam iento: la célebr e «cruz
marshalliana)>, con la
que el gran econo mista trató de combi nar la teoría de la
produ cción de los auto- la que Marsh all no aceptó el ataque de Je_vons a. ~icard o,
res clásico s con la teoría neoclá sica de la deman da, elabor llegan do ~ncluso a afir-
ada por él mismo . mar que, SI. R.1card o pudo haber dado la 1mpre smn de que no consid eraba la de-
En este sentid o, hay que tener presen te que ni Jevons ni
Walra s habían lo- manda como determ inante del valor, fue sólo por un uso . . .
grado vincul ar direct ament e su teoría de la utilida d a la 1mprop10 del lengua Je.
teoría de la deman da. En Al mismo tiempo , Marsh all sosten ía que la teoría de la
cambi o Marsh all, con la hipóte sis de la utilida d margin ~ferta y la deman da no
al consta nte del dinero ,
puso en relació n la escala de la utilida d margin al de un era 1a b ase c. 1·,en 11·¡1·ca de la econo mía • Según su plante amien
. to, el proble ma cen-
bien con la escala de de- • n 0 es el de la asigna ción de una sene .
manda del consu midor ; de este modo, llegó a la formu lación tra 1 d e 1a econo mia ~
de recurs os dados, smo
de la teoría del «ex- más bien el de cómo dichos recurs os llegan a ser lo que . .
cedent e o renta del consum idor)). son. No sólo la «c1e~c1a
· .·d d
La teoria se propo nía ofrece r una medid a de la gananc ia, d e 1as act1\,1 a es» -c•orno e'l la llama ba- debía ser . un suplem ento . . necesa
. .no a
en térrnin os de utili- la «cienc ia de las necesi dades) ), sino que ---com o a~rm~
dad, que el consu midor obtien e de la acthid ad de interca en los Pnncz pi~s- si una
mbio. La idea consis te en de las dos «pued e preten der ser intérp rete de la ~1ston a
compa rar el precio margin al de deman da, que el sujeto de la humam d~d [ .. .] es
estaría dispue sto a pagar · · d ¡ ct
por una cantid ad dada del bien, con el precio de merca do
de éste. Sea D(q) la cur- 1a c1enc1a e as a 1·,.·1·dades y. no la de las necesi dades» . (p. 90). Adema s, por lo
. ,
va de deman da de un determ inado bien; p, el precio corrie ta a la funció n positiYa de la compe tencia , Marsh all no la s1tuo tanto
nte de merca do, y q, la que respec . . d'
cantid ad deman dada (cfr. fig. 6.1 ). Al precio p , el consu midor en la capaci dad de aumen tar la produc tividad por me. 10 · · ¡· ·
compr a la cantid ad d~ as1gnac10nes e 1c1en-
0 tes de los recurs os como en el estímu lo para descu bnr
q 0, gastan do una suma de dinero igual al área Op Cq . meJor es maner as de pro-
0 0 Sin embar go, estaría dis-
puesto a pagar P2 para obtene r la cantid ad q ; p , para obtene r la cantid ad q 1, etc. ducir los bienes .
2 1
Esto signifi ca que su desem bolso efecti\ 'o es inferio r al
que estada dispue sto a
afront ar para entrar en posesi ón de la cantid ad desead a.
Geom étricam ente, esta
diferen cia, que mide el excede nte del consum idm~ viene 6.2.2. COMPE TENCIA Y EQULI BRlO El\ MARSH ALL
indica da por el área del
triángu lo D¡p 0C.
El model o de cienci a predom inante en el períod o de la forma El mérito de la invenc ión de la teoría del equili biio de compe
ción intelec tual tencia perfec ta
de Marsh all era el de la física newto niana, un model o de se atribu ve tradic ionalm ente a Coum ot. La noción de equilib
cu:va cohere ncia lógica y rio que ~ourn ot de-
de cuya robust ez teórica nadie dudab a. La tarea que se propo , las Investi gacion es es de tipo parcia l, ya que hace refere ncia
sarro l¡ o en
V

nía Marsh all consis - a un mer-


tía en presen tar la cienci a econó mica de acuerd o con la cado aislad o del resto de la econo mía. Coum ot d1sting .... d · d
mo entre os Upos e equ1- ·
visión científ ica entonc es 1·b · . l de los merca dos con un solo produ ctor y el de los merca
domin ante, destac ando la solidez de sus fundam entos, la dos con mucho s
contin uidad de su creci- 1
ndo. et
miento y la univer salida d de sus princip ios. Esto ayuda l del monop olio y el de la compe tencia perfec ta. El equilib
a entend er por qué se pro uc ores, e -., , . . rio com•
oponía a las disput as sobre las cuesti ones fundam entale s:
creía que éstas podría n
petitiv o se veía como una situac1 0n hmlte; es decir, c~mo el estad o del mercad.º al
menos cabar y debili tar el status científ ico de la discipl ina. que se llegarí a si todos los agente s econó micos careci eran
Es por esta razón por de poder monop ohsta.

i
192 PA.'.'.ORA.\1A DE HISTORIA DEL PE!\"SAM IE\ilü ECOr-.:Ó\11CO LA COl\:STRCCCIÓ'.'-J DE LA ORTODOX IA ~EOCLASI CA 193

. • d d d
Como ya hemos visto en el capítulo 5, es precisam ente este concepto de equili~ un cierto mvcl e eman a, e l m creado se halla en ddesequil ibrio si el precio de
b1io competit ivo el que rechazó ¼'airas. El sistema walrasia no parte de la hipóte- • •
demanda difiere d e l precrn · d f rta Una situación e d esequ1·¡·b · · d
1 no tien d
e a e-
eo e . ,
sis de que los agentes formulan sus planes y llernn a cabo sus decisione s toman- · , ·
sencaden ar ]a siguiente relac1on. S1 Pd > Ps, los vendedor es reaccion aran aumen-
d d ..
do los precios como dados. No así Marshall , cuya concepci ón de la compete ncia tando el volumen d e la o fert a, O bien mediante un aumento. e Ia pro ucc1on, . , 1
o

y del equilibri o es profunda mente distinta de la de ½'airas, aproxim ándose
más a bien mediante una re duccw · , n del nivel de las resen:as; y si p d < p ,, ocurnra
d · •
o

la de Cournot. t no De este mo d o, ¡a ex1·stencia de un desequili brio se tra uce en pnmer .
con ra . . ., d l s
En primer lugar, Marshall distingui ó netamen te entre comport amiento de lugar en una \'artacwn e a cantidad es , \'. sólo después - y d como consecue ncia
d h ¡¡·
mercado )' comport amiento normal. El primero se refiere a la cantidad de bienes de ésta en una vanacwn · · · d ]os precios En general, los ven e ores mars a ia-
~ . .
e · . d
t
comprad os y vendidos efectivam ente en un momento dado y a un determin ado nos prefenra n aumen ar sus beneficio s actuando sobre .
las cant1da es antes que
precio de mercado . El segundo, en cambio, refleja lo que cada uno de los agentes . ¡
sobre los precios, por a razon , obvia de que en situacrnn es cercanas a ¡a compe-
.. .
decide vender o comprar ({normalmente)), por unidad de tiempo, en un determi- . f ta uede resultar difícil modifica r los prec10s.
nado período. Las decisione s normales depende n del nivel ({normal» de los pre- tencia per _ec P d t. M rshall le llevó ine\itabl emente a un análisis de las
El metodo que a op o ª ..
cios de los bienes que el agente espera que predomi nen en el mercado en el perío- . . d 1 f rt . I movimie nto hacia el eqmhbn.o adm1tia . , vanacrnn
• ·
es
cond1c10nes e a?¡ e da.len eproductos, sino también de los factores, si éstos son
do de tiempo consider ado, Sabiendo por experien cia que el precio de mercado en en la oferta no so o e os
general difiere del precio normal, el agente basará sus decisione s cotidiana s -su- . ' , to de contacto con la economi, a ncar
. d.
iana, aunque
reproduo bles. He aEqu1 ufn ptunMarshall no aceptó la óptica de la productibilidad
poniendo que el día sea la unidad de tiempo conside rada- en la tendenci a de los sólo parcialm ente. n e ec o,
precios de mercado . Sin embargo , su objetivo último consiste en realizar sus pro- d d tar la teoria del valor ricardian a. Ad opto, una teona , b
as~ a
d
hasta el punto e a op d ciéndolo s -como Senior Y Stuart Mili- a trabaJo y
pias decisione s normales en el horizont e de tiempo consider ado.
en los coste~s real~s, perSo hre u ter consider ó la teoría del coste real de Marshall
La distancia entre el precio de mercado y el precio normal llevará al sujeto a «esperai> No en \-ano c umpe · ¡· · (
anticipar o a retardar la compra o la venta de un determin ado bien, pero no como «la· ramita . d ¡· . fr 'da a sus predeces ores
e o n-o o eci e as1cos» p. 1057) .
a
cambiar su idea de cuál debe ser el comport amiento normal: éste constituy e una
especie de punto de referenci a fijo. En efecto, hay que precisar que, para Marshall
,
los precios normales son valoracio nes subjetiva s de los precios que se prevé que 6.2.3. LA FILOSOFÍA SOCIAL DE MARSHAL L
tenderán a predomi nar en el mercado en un determin ado horizonte temporal futu-
ro; y es basándos e en estos precios esperado s como cada empresar io decide la di- En The Present Post·1wn ·
o
fEconom ics lección inaugura l del año académi co
'
mensión y el tipo de instalacio nes que adoptará . Marshall se mostró muy reticente ·, la tarea principa l de la economr,n como e ¡ ca·¡ cu ¡o
\885-188 6 Mars h a11 d e fi rno •¡ · d ·
' ¡¡ •
con respecto al mecanis mo de formació n y revisión de los precios normales , pero d lO s bene cios de ¡a 1rans formació n industria l v~ socia , temen o siempre pre-
negó que éstos pudieran obteners e de manera directa de los precios de mercado e d l •sma cantidad de dinero mide un mayor placer para e 1
sente el hecho el q~e a mi t nto como decir que el bienestar total aumenta si
observad os, como su media o la extrapola ción de su tendenci a pasada. Si hay un
pobre que parade lncd~' ~due des ªocia!» se modifica a favor de los pobres, hasta ni-
vínculo causal entre los precios de mercado y los precios normales , parece que va la distribuc ión e {( IVI en ° s
de los últimos a los primeros , y no al revés. • •d d
lar las utlh a es margma· ¡ 5 de todos los sujetos. Para Marshall, ¡a d e fensa d e
ve e . . . .. . ,
, .
En segundo lugar, existe una sensible diferenci a entre Walras y Marshall en 1 s políticas econom1 cas re d.is tributiva s procede del pnnc1p10 ut1htans ta segun
lo que se refiere a la definició n de compete ncia. En el concepto walrasian o, ªel cual el fin
. u.1timo
. d ¡ . .
t • ,. dad económi ca es la max1m1z
e a ac n l
. , d I b.
ac10n e 1enestar
el
agente en compete ncia perfecta es un price-taker: consider a los precios como da-
colectivo . I d M·¡¡
dos y sin posibilid ad de que su propio comport amiento influya en ellos. Para Como buen a umno e 1 , Marshall fue el iniciador ¡ .
dentro de la corriente
. ]'
Marshall , en cambio, un mercado perfectam ente competit ivo es aquel en el que d
eoclásica d e una ten encia · que trata de atemper ar el atssez. [arre con una po 1-
n . ente como Mill- 1 f
rechazó a tesis, de en 1 a por d.d
opera un número elevado de sujetos; cada uno de ellos tiene objetivos que están • d f rmas· v -prec1sa m
t1ca e re o . ' ~ ¡·b
en conflicto con los de los demás, y tratará de realizarlo s sin entrar en coalicio- 10 s más acérnmo s i recam b.1s tas de la época ' de que la única ,
vía de mejorar las
. E
condicio nes de ¡os po b res consistir ía en incentiva r el egmsmo
nes o bloques y sin poder ejercer una presión especial. La compete ncia «perfecta . .
)) de los neos. sta
d
· ¡ ]levó a incluir en su sistema e pensamie nto pnnci- . • ·
de Marshall no presupon e en absoluto que cada agente consider e el precio de los ostura de comprom iso e
p l .
¡ , n en abierto conflicto con a 1deologia spencena . •
bienes como dados, ni presupon e que las empresa s sean idénticas (aunque sí de- -
p ios -y normas que se ¡reve ana . . , d M
ben ser «parecida s»). En el sistema marshall iano, las pequeña s diferenci as entre a dominan te Y que e acarre arían no pocos sinsabore s. En la vis10n e ar-
las empresa s desempe ñan un papel equivale nte al de las variacion es genéticas en n ·¡ ' - . d ¡ de Walras- existe un vínc u! o inextrica bl e entre 1os
hall -a di erenc1a e a ' · •. h
la teoría danvinia na. s , .
'mbitos economi co, socia • ¡ , ultural una
Ye '
fuerte conex1on entre los ec hos de ]a
a . . .
• l , los de la esfera moral, conexión que implica importan tes, con-
Marshall distingui ó entre precio de demanda (pd), el precio máximo para el
que la demanda alcanza un nivel prefijado , y precio de oferta (ps), el precio míni- esfera ~atena l; d d ebir por eJ·emplo, la intervenc ión del Estado en la
secuenci as en e mo o e conc '
mo que induce a los vendedo res a ofrecer una cantidad igual a la prefijada . Dado economí a.
194 :TO ECO\i ÓMIC O . '\IFOC L-\SIC A 195
PAT\"OR.\MA DE HISTO RIA DEL PE\:SA _\HE:\ L\ CONS TRLC CJÓI\ DE LA ORTODOXIA

impl icaci one -


A Mars hall le preo cupa ban las . . s que pod1 a tener en econ omía la 6.2.4. PIGOU Y LA ECOl\ :OMÍA DEL BIENE STAR
lev segú n la cual la
a(}uellos organ ismo s :~j: r
( 242
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p a os para enef1 ciarse del medi o
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v and Ali Tlzat and Other Essavs
, le preo cupa ba rebat ir la tesis -f I d o princ ipal de la econ omía se inter -
~- ). ~n parti cular o_nr~u a a pm os darn 1- (1952 ), en la Cam bridg e mars halli ana el objet
1
d
msta s socia les de la époc a- de ue el E star. En la Yisión mars halli ana, el estu-
t~ -o no debe n~ mten 'enir de ning ún preta ba en térm inos de econ omía del biene
modo para cone gir el proce so d~ la sele~ las situa cione s en las que el meca nism o
- 1 . ~Iond natur ~l. Sin emba rgo, tomó del dio del biene star econ ómic o inclu ía el de
danv inism o socia l la conc epció n e\-o uc1o nista e la h1stor,·a ·. ¡· ficio sos que se esper an de él. es de-
la c,·ta qu " , conc epcw n. e .1caz-
d . de merc ado deja de prod ucir los efect os bene
ment e sinte tizad a por p ·
e apare ce en 1a nme ra pagm a e los Pnnc zpws : · · Este fue el princ ipal inter és de Pigou ,
,(Nat ura non facit saltu s )>. El prog1

. . . h • cir, el estud io de los ,<fallos del merc adoi> .
. , omía de la Cniv ersid ad de Cam bridg e.
T

eso uman o es lento , ,


la socie d d by ª."an za umc a~en te con suces or de Mars hall en la cáted ra de Econ
pequ eños pasos . Los inten tos de camb iar u afirm a que el objet o de la econ omía
núan d , . a iusca ment e estan cond. e- En La econ omía del bienestar (1920 ), Pigo
nado s al fraca so .Y' si conti , pro ucen umca ment e mis cua. .· p d e mu_v bren circu nstan cias que cond uzca n al au-
uc
• . del biene star cons iste en la búsq ueda de las
suce der -adm ite Mars hall - que en e I curso de la lenta ernl -· · d ¡as mst1t o de un país deter mina do. La esper an-
. min d ~ · uuon e u- ment o del biene star econ ómic o del mund o
Clones socia les surja una deter ~ tació n de estrib a en suge rir form as de inter ven-
un grup o socia l por parte de ot ; .a cst~u ctura que se p:est e la explo za de quien es se dedic an a dicha búsq ueda
de tal estru ctura o y de los indiv iduos parti cular es,
en el tiem po demo strar ía que , ro. 11~ e_m argo, 1~ supcr v1ven-. c1a . • des)} sobre - ción, o de no inter venc ión, por parte del Estad
en as c1rcu nstan c1as dada s , sus rgo, con Pigou el énfas is se despl a-
pasa rían a sus «defe ctos» .
«nrtu que favor ezcan tales circu nstan cias. Sin emba
so comp etitiv o y la persp ecti\· a histó -
al . . zó del análi sis del funci onam iento del proce
Esta tesis se aplic aría de mane ra es ecial d cap1_tahsmo ~o~e rno. A pesa r ano-- - al análi sis form al.
socia les y de las injus ticia s: ue rica -tan impo rtant e en el siste ma mars hal1i
d_e sus coste s
a lugar , el cap1 tahsm o asegu ra- e de Pigo u se refie re a la céleb re distin ción
q
na la efica cia prod uctiv a v· distr ib u t·1"ª \'-, en cons ecue ncia cont ·b · · ¡ La contr ibuci ón más impo rtant
caus a princ ipal de la diver genc ia entre
. de la cond ición h · ' n mna a a me- entre coste s priva dos y coste s socia les. La
Jora y al prog reso
rimdana, <spfro aque llos elem entos de la natu- en la ausen cia de rend imie ntos cons -
ralez a hum ana que se han de. amba s categ orias de coste s se ident ifica ba
e~ e tr~ns curso de los siglo s [ ... ] por las indu stria s con rend imie ntos decre -
sórdi dos y burd os place res, no s;~:~ e~ s~ tante s. Pigo u obse rvó que, mien tras que
nerac ión. Ahor a, como siem pre l brsupe ra os en el trans curso de una ge- cient es tiend en a hace rse más gran des de
lo que resul ta socia lmen te desea ble, las
tiend en a segu ir siend o más reduc i-
la socie dad pinta n atrac tivos cu~d ;~s 1; ts -~Jns a1~re s de la reorg aniza ción de indu stria s sujet as a rend imie ntos creci entes
de la inter venc ión del gobie rno en for-
i;~ ~ ,ta y como podr ia apar ecer bajo das. De ahí la conc lusió n de la nece sidad
el influ jo de las instit ucion es que su i::a; de pens amie nto la expu so p1im ero
ac1on cons truye con facili dad. Pero ma de impu estos y subv encio nes. Esta línea
se trata de una imag inaci ón irres
dbleb, y~ que proce de de ·la asun ción impl í- en su obra más cono cida, La econ omía
cita de que la natur aleza hum anaponsa pue e aJo nuev as ~ns · f en Wealth and Welfare (1912 ), y más tarde
no es cierto )) (p 60Ó) E l"d Ituc1 0nes, modi ficar se del bienestar, ya menc ionad a.
rápid amen te; lo cual las conc lusio nes a las que habí a
~ba: rea a ', cuan do Mars hall habla - El prop io Mars hall inter vino para critic ar
ba de «sórd idos y burd os place res» h.abía
I
dofinlado ya de hech o lasd.prem isas apare nte inefi cacia de las indu stria s
utilit arista s. Com o va hemo s visto con 1M"]] · l . . llega do su alum no en la obra de 1912. La
· 1 una osofí a so
cia que 1scn mma - se deriv aba del hech o de que Pigo u
entre place res benig nos v place res sor , d. d ' la filoso fía con rendi mien tos decre cient es -afi rmó
I os no pued e conv ivir con trata r cuest iones que, por el contr a-
utilit arista . . utiliz aba un apara to analí tico estát ico para
defin ió la ley de los rend imie ntos cre-
nte l d. ., . , . rio, eran dinám icas. En efect o, Mars hall
Para Mars hall, hay que tenerI prese s1on soc10 poht1 ca de la ac- organ izaci ón que usua lmen te acom pa-
ción hum ana va desd e el inic· d d. a 1men
1scur so econ ómic o L as imp · r · cient es en térm inos de las mejo ras en la
10 e
r. , .. icac1 0nes gene - es el senti do de la cono cida prop osi-
ra 1es de esta actit ud en el plano d 1 ñan a un incre ment o de la dema nda. Y este
V

econ om1c a son notab les. El Estad o la natur aleza inter viene en la prod uc-
tiene el derec ho v-' el deber· de 1· n t en'en e a ~o itical
ir en e á b ·t o econ om1c , • ción de que, mien tras que la parte en la que
~ I o para regul ar los tos decre cient es, la parte corre spon -
meca nism os del merc ad , . .. .
últim a, prese nte ción mues tra una tende ncia a los rendi mien
en toda la obra mars hall~ a~:o n/gn las d~sto
rs1ones; tesis, esta a los rendi mien tos creci entes ; lo cual
dient e al homb re mues tra una tende ncia
o so~ter.nda( lf9ucrte y explí citam ente en Posibili- nuam ente para enco ntrar mane ras
dades sociales de la caballerosid~drecon a 07) Sus prop u t d e Intro . d . equiv ale a decir que el homb re lucha conti
. onuc uc1r ales. En térm inos teóri cos, esto im-
1
en e siste ma econ ómic o-po lítico de la socie dad i . ~s as nuev as de afloj ar o romp er los \IÍncu los natur
ngl_e sa meca rnsm os corre ctore s, estát ico, en el que los coste s aume ntan
como la coop eraci ón , la pa1•1· c,·p . . 1
ac1on en os benc f ICios, · ¡ b" • plica una clara distin ción entre un análi sis
e ar itraJe en mate ria ico, en el que los coste s camb ian en el
en funci ón del outp ut, y un análi sis dinám
l

salar ial v otras simil ares ' pare c1ero . zada s a los . d
. n muv avan OJOS e sus coetá neos . esfue rzo huma nos. Es preci same nte
l.
y tamb ién es verda d que se debe a M .h ll e que, ya desd e princ ipios de siglo , tiem po como cons ecue ncia del ingen io y del
ars a a admi tir la irrev ersib ilida d de la curv a
el danv inism o socia l empe zara a d ec¡·mar en Ingla terra ' aun que no ¡¡ egara a <lesa- por este cami no por el que Mars hall llegó
escal a, una vez alcan zada s medi ante el
parec er total ment e. de ofert a a largo plazo : las econ omía s de
te desap arece rían, aunq ue el outp ut
prog reso gene ral de la econ omía , difíc ilmen
ya había obse rvado Mars hall en The
del secto r decre ciera . Ello impli ca, como
sibili dad de move rse hacia adela n-
Pure Theory o(Do mest ic Values (1879 ), la impo
197
.\1lCO LA CO:s!ST RUCCIÓ l\i DE LA ORTOD OXIA ;',l:EOCLÁSTCA
196 PA.\iORA..MA DE IIISTOR JA DEL PEl\SAM IE:\J.TO EC0:"iÓ
al propor cional a sus
a su propu esta de dise- mismo modo: todos recibe n una cuota de la renta nacion
~e ~· hacia a_u·ás en la misma curva de oferta, lo que explic ad produ cida viene determ ina-
na1 de nue\ o la curva cada \'ez que «se introd uzcan grande
s econo mías adicio na- respec tivas produc tividad es margin ales. La cantid
de de factore s tecnol ógicos ,
irrever sibles de oferta da por la suma de los recurs os emple ados y depen
les))_- Por otra parte, es impor tante señala r que, con curvas s están determ inadas por las
entar el equilib rio a lar~ mientr as que las remun eracio nes de dichos factore
el aJuste usualm ente ~escri to en los manua les para repres de la estruc tura de los merca dos.
go plazo del sector deJa de tener sentid o. Marsh all debía
de ser consci ente de ello fuerza s de la oferta y la deman da, y depen den
distrib uida son dos magni tudes inde-
ió que «la teoría estáti~ Así pues, la renta produ cida y la renta
ya que en _I~ c~arta e~ició n ~e sus Pril:cipios (1898) escrib distint as, por lo que no hay ningu na razón
ca del eqmlib ~,o es solo una mtrodu cc1ón a los estudi os económ icos; v apena s re- pendie ntes, determ inadas según reglas
s. Por otra parte, desde el punto de vista ló-
so y el desarr ollo de ia:-s indust rias para espera r que sean siemp re iguale
presen ta una Introd ucción al estudi o del progre ión en la que la suma de las cuotas distrib u-
crecie ntes» (p. 461 ). Esta insis- gico resulta ría inacep table una situac
que .muest ran una tenden cia a los rendim ientos el prime r caso, despué s
como agente s de progre so consti tuve tivas fuera inferio r o superi or a la unidad . En efecto, en
tencia en .el desarr oUo y en la compe tencia al, queda ría un residu o
de Marsh all, rasgo que -sin emba rgo- ~o de haber pagad o cada recurs o según su produ cto margin
u~ ra~~o im~o1 ;ante del pe~sa miento distrib uir; en el segund o, en cambi o, parece ría que los
nado como estaba por la exigen cia de confer ir rigor que no se sabría a quién
asum1 0 su d1sc1pulo, obsesw r una retribu ción pro-
formal a la obra del maestr o. recurs os aplica dos no produ cirían lo suficie nte para obtene
la cohere ncia lógica de
Marsh all, acabó tradu- porcio nal a su produc tividad margin al. En ambos casos,
. Así Pig~~' _en su papel de intérp rete autori zado de que uno estuvi era dis-
plazo al ~engua je de la compe tencia estátic a, y así pasa- la teoría se veria inevita bleme nte compr ometid a, a menos
c~end_o el anahs1 s a largo ar alguna s retribu cio-
más acredi tados. En el puesto a introd ucir un princi pio no margin alista para explic
ra mas tar~e a los manua les de microe conom ía, aun a los cto se «agota )) en las cuotas
entativ a marsh allia- nes. De ahí la necesi dad de demos trar que el produ
curso de dicha traduc ción, Pigou redefin ió la empre sa repres
rio, e identif icó el equi- corres pondie ntes a los factore s.
~a ~orno una ei:i-ipresa en busca de una posici ón de equilib factore s de produc -
titivo. Más aún: tam- Supon gamos , para simpli ficar, que haya únicam ente dos
h~no :11arsh~lli~~o con el equilib rio perfec tamen te compe r s unitar ios a los que éstos se
de la empre sa con el ción: trabaj o y capita l. Indica ndo con w y los precio
b1en h1z~ ~omc1dir la posici ón de equilib rio a largo plazo y con L y K las cantid ades emple adas, el
coste medio a largo plazo; adquie ren en los respec tivos merca dos,
punto mm1m o de la célebr e curva en forma de «U» del p Y = wL + rK, donde Y es el volum en del
ientes se redujo a una mera proble ma consis te en demos trar que
con e_l~o, todo el proble ma de los rendim ientos decrec ías hay de que la determ inació n de los pr~-
mento centra l del análisi s produc to, y p su precio . ¿Qué garant
cuest1~~ de econ~ ~í~s extern as. Situan do como instru regla de la produ ctivid ad margin al resulte compa ti-
finalm ente a defini r la indust ria cios de los factore s según la
la noc10n de eqmh bno de empre sa, Pigou pasó y el de la renta nacion al?
estátic o. De este modo, se dejaba n ble con la iguald ad entre el valor del produ cto nacion al
como una colecc ión _d~ empre sas en equilib rio de recurs os emple ados
so marsh alliano : las que tratab an de La cantid ad produc ida, Y, resulta determ inada por el total
d~ l~d~ las partes mas intere santes del discur a los factore s se de-
un enemi go de Marsh all, sino de un «mars ha- según la funció n de produ cción Y= f (K, L); las retribu ciones
d~nam1ca. Todo esto_ no fue obra de = p Y L y r = p YK, donde
lhano leal, aunqu e sin fe», según la feliz expres ión de Rober tson. termin an según la regla margin a1ista que estable ce que 1.v
Y = dY / dL es el valor de la produc tividad margin al
del trabajo , e YK = dY I dK, el
cida y la distrib uida son,
d~ la produc tividad margin al del capita l. La renta produ
as; así, no hay ningun a ra-
6.2.5. WICKS TEED Y «EL AGOTAMIE.r-.;:TQ DEL PRODL 'CTO» por tanto, magni tudes determ inadas por reglas distint
zón necesa ria para espera r que siemp re coinci dan.
la siguie nte maner a:
-más que a The El proble ma admite soluci ón si podem os expres ar Y de
El nombr e de Wicks teed está indiso lublem ente ligado lican~ o los dos té~i~ ~s de 1~
ambic iosa~ a An Essay Y= YL L + YK K. Efecti vamen te, en este caso, multip
Comm on Seme of Po/itica/ Econo my ( 191 O), su obra más Ahora bien, una cond1c10n sufi-
en esta obra en la que ecuaci ón por p se obtien e: pY = pYLL + pYKK.
on the Coord m~twn of the Laws of Distrib ution (1894) . Es L + Y K K es que la funció n de pro-
pto de funció n de pro- ciente (aunqu e no necesa ria) para que Y= YL
halla_~os la pnmer a defini ción explíc ita del célebr e conce es decir, que manifi este rendim ientos
lación explíc ita del «pro- ducció n sea homog énea de prime r grado,
ducc10n. En ella se encue ntra tambié n la prime ra formu se puede aplica r el famos o teorem a de
blema ~el agotam ie~to del produc to». Ya hemos señala do que debem os a Menge r consta ntes de escala . En tales condic iones,
ón para salvar el rigor formal de la teoría res-
utivas en términ os de produc tivi- Euler. Pero es obvio que esta soluci
el proyec~o de explic ar todas las cuotas distrib de aplica bilidad . Sin embar go, Wicks teed no era
el sistem a teórico menge riano, en su tringe excesi vamen te su ámbit o
~ad margm al, ?ero record emos tambié n que bilidad de la hipó-
e~~ca, no hallo eco en Inglate rra. Es cierto que en la prime ra edició n de los Prin- de esta opinió n; antes bien, estaba tan conve ncido de la plausi
fue el consta ntes de escala que ni siquie ra trató de justifi carla.
ClJJ_Ws de Marsh all se encue ntran ya indicio s del proble ma, pero Wicks teed tesis de los rendim ientos
de Wicks teed lo que Pa-
Algun os años despué s, Y será precis ament e la valide z empír ica de la conclu sión
pnme ro en tratar la cuest~ón de maner a sistem ática. tanto porqu e existe n
Clark, Baron e ~ otros volver an a aborda rla; más adelan te hablar emos de ellos. reto critica rá en 1897: la teoría no tiene valide z univer sal,
o decrec ientes de es-
distint as para casos de proces os produc tivos con rendim ientos crecie ntes
.Al contr~ no que en el siste~ a .rica_rdiano, que recurr e a teorias por presen tar propo r-
cuota~ ~1stnb utivas, el pensam iento margi nalista parte de cala como porqu e los proces os a menud o se caract erizan
explic ar las. diferen tes a que no es posibl e defini r sus
s se consid eran del ciones fijas en el emple o de los factore s, de maner
una sola ley, la de la produ ct1nda d margin al. Todos los factore
198 PA~ORAMA DE HISTORIA DEL PEKSA ,\HE.'HO ECO;\Ó
MICO LA COl\tSTRlTCIÓ-.,¡: DE LA ORTOD OXIA ~EOCLÁSTCA 199
produc tividad es margin ales. Obsén ·ese que este tipo de
crítica no socava la es- d d dmira ción probab lemen te ello se
tructu ra lógica de la teoría, sino únicam ente su valide Si hoy Edgew orth es recor ad o co]nb a En e'sta 'tras haber definid o a los
z empíri ca. En cualqu ier d 1 da parte e su i ro.
caso, y aparte de su mayor o menor realismo, la solución de deba sobre to,º.ª a segun ,
\Vicksteed no era sa- vidos or el self-interest, se expon e la famos a teoria
tisfact oria, puesto que era incom pleta; supon ía un hecho agente s econom 1cos como mo p 1 1 roceso de interc ambio como una se-
que en realida d estaba
por demos trar: que las leyes del merca do permi ten pagar de la negociación, en la que se ':ºn_temp a e p, 1 interru mpe en el mome nto en
los factore s según su
produc tividad margin al, es decir, que w = pYL y r = pYK· rie de negoc iacion es y re_negociac1ones qt~~a~ºo: ;:ra revisa
¿Qué estruc tura deberí an r los acuerd os que se
tener los merca dos para asegu rar este resulta do? Habrá el que los indivi duos deJan de estar mol\ . 1 . o en
Wicks elt y luego a Robin son, para m·anz ar de maner a
compl eta del problema.
que espera r prime ro a
decisiv a hacia la soluci ón han tomad o. A difere ncia del ~ª~•n.~;:1~-~
bastad or)) -com ~ e~t~ supram (In~ o¿iaci ón edge\\ ·orthia
el que la acción del «su-
:~:/~s ;;;fí¡i co- es la que coordi na las
na son los propio s in-
decisio nes de los mdiv1 duos, e~ a g t de alcanz ar una
posici ón óptima , aca-
dividu os quiene s, tratan do fat~f~s~m~n, e o fácilm ente
se puede intuir, el análisi s
6.2.6. EDGEW ORTH Y LA NEGOCIACJÓ>-; ban llevan do el sistem a al e~u1 I no. oml texto walras
h' . iano. En particu lar, la
es mue 1s1mo m ás compl eJo que .. b .
en e con
. 1 , aquí más delicad a. Ya Edgev,:ort h
Edge\v orth es una figura singul ar en el panor ama teórico cuesti ón de la unicid ad del eqmh nodse \Ue \ e una econo
de estos años. Gra- . mía de interca mbio con
cias a sus excepc ionale s dotes analíti cas y a una forma ción se d10 cuenta de e llo , v- había mostr a o que en
matem ática netam en- . d" "d . . .. l e iste un contin uum -la ce-¡e bre
te superi or al estánd ar de su época, sin duda ha sido uno dos 1n 1v1 uos, dadas las dotac1 0nes 1mc1a es, x b".
res)) de la econo metría , entend ida en su sentid o origin al
de los «padre s fundad o- t atos» de puntos p are1o-o'ptimo s alcanz ables. Observ ó tam 1en
«curva d e con r - al l
aumen ar e nu, mero de agente s econó micos , pero
de aplica ción sistem ática . h t
del instru mento matem ático al ámbit o del análisi s econó
mico. En este aspect o que d ic a curva se reduce d 1 . .
tuvo una funció n profét ica en la histori a de la discip lina, tam b ién que, en g eneral ' no pue e conc wrse n ada defini do de su compo rtam1edn-
conve rtiría en línea de invest igació n incues tionab le en la
anticip ando la que se . , . ando cambi.a e I numer ,
o e
d agente s. Los contem poráne os e
época más recien te. to as1nto tico cu . . bsolut o la impor tancia de su teoría de 1a negocr.n-
Su principal obra, Mathematical Psychics (1881), es un breve
pocas página s afront a, con sorpre ndente profun didad, alguno
volum en que en Edgew orth no perc1b1eron :;1
ción, la cual. en efecto , era emasi a
a . do avanz ada para su época, inclus o para inte-

difícile s de la invest igació n económ ica. Para entend er el


s de los temas más . . ¡·¡ como las de Jevons V M ars hall ' o más tarde Keyne s. Sólo en los
sentid o de esta obra es ne- hgenc ias su, es b . . d Sh b"k Scarf Debreu v. Aumann, ha re-
cesario tener presen te la gran admir ación que sentía Edge\v
orth por la mecán ica último s treinta a~o~,, con los ~ra :;:;a edan~o Iorigen ~
la teorí; del core. De este
clásica , admir ación que compa rtían alguno s contem poráne surgid o la negoc1a~10n edgev. ~rt , tamen te la estruc tura asintó tica del con-
os ilustre s, como Je-
vons y Walras . De acuerd o con esta línea de pensam iento, modo ha sido p~~1bl~ determ 1~~r 1::i~ad puede mante
el análisi s econó mico nerse tambi én asintó tica-
debía «apren der» el modo de argum entar y el razona miento
lógico de aquell a dis- junto de los eqmhb nos (la mu ? ., de genera r equilib rios que no puede n
ciplina , para obtene r resulta dos de igual exacti tud y mente ) y demos trar que la negoci ac10n pule .
Edgew orth, quizás esta admir ación se debía -al menos
elegan cia. En el caso de dio del tátonn ement wa ras1an o. Ademá s , los dos conjun .
tos de
en parte - al interca mbio alcanz arse por me . •d' 'lo asintó ticame
equ1·¡·b
1 nos. 1·1enden , en genera l a comct ir so nte ven ciertas con-
intelec tual sosten ido con el gran físico irland és Willia m Hamil ' -
ton, amigo de su pa-
dre. En los años en los que el joven Edgeworth se formab dicion es de regula ridad. . Walra s estaba conve ncido de la posibl e existen ~ia
a, Hamilton trabajaba
desde hacía tiempo en una elegan te y unitar ia sistem atizac A pesar de que el propio . . . om etitivo no fuera
ión de la mecán ica que el único, la negoci a-
todaví a hoy lleva su nombr e. La objetiv a dificul tad de de situac iones en las que el equt!1bndo e dp a afront
las argum entaci ones de h. veló mas a ecua a par ar el proble ma del dese~
Edgew orth, que utiliza n extens ament e instru mento s que ción edgew ort iana se re
aún no eran de domin io or walras iano está activo, el sistem a no pue-
univer sal, como el cálcul o de variac iones; su estilo literar quilibr io: mie~~r~s que el «~~ba~tad ,i nos ue se den
io, rico y denso de citas, condic iones muy especi a-
pero mucha s veces tambi én oscuro ; su caráct er modes to de más que d1ngir se al eqwh~ nod a 1:se cons~ midor es v
y reserv ado: todo ello ex- la tecnol ogía dispon ible.
plica por qué, a pesar de la consid eració n de la que Edgev- les en cuanto a las prefer encias e I n los Propio s individ uos quiene s
.'orth gozó ya en vida, no
se compr endió plenam ente el valor de su obra hasta mucho Pero en el m:1nd o edge_ wo::ia ::d:nn : aiuaen ::r nunca
s años despué s de su el equilib rio -aun en~~-
muerte . Debem os, pues, consid erar Mathematical Psychics realiza n los aJUStes.' el s1ste p b. ed saltar drástic ament e de un equ1h~
a la luz de estos datos.
En la parte introd uctori a de la obra, Edgew orth realizó sos no demas iado m&ec uentes ~, o ien pu_ a: pertur bacion
un apasio nado ale- es. No resulta , pues,
gato en favor de la econo mía matem ática, basad o en la brio a otro inclus o en presen cila de pe~u~ ~ enere norma lmente «más» equili•
observ ación de que, a di- ¡
ferenc ia de las matem áticas , en genera l la econo mía puede
trabaja r, no con for- sorpre n d ente e hecho de que a negoci art
ac10n g
ta teoría muest ra que el mecam.smo d e
mas funcio nales exacta s, sino con forma s indefi nidas de brios que el_ tá.tonnement. Po~~~ ~::r d:ás~~ camen te el conjun
las que sólo se especi fi- to de posibl es resul-
can alguna s propie dades. En otras palabr as: para Edgev ajuste consid erado puede md .d
mática es una discip lina esenci almen te cualitativa, idea
,mrth, la econo mía mate- tados del proces o de merca o, I ea que,sólo hov . .
empie za a entend erse plenam en•
que volver ía a surgir mu- .
chas veces en distint os autore s, como el Keyne s de la Teoría
general o el Samue l- te gracia s al aparat o ana l'tico
1
de la teona de Juegos .
d l , .
son de los Funda mento s del análisis económ ico. La tercer a Y u, lfma1 parte e opus magnu 111 de Edgew orth trata del clas1co h
proble ma del compo rtamie nto de los agente s econo'micos Evoca ndo a Bent am,
.
200 ECONÓ MICO LA CONSTRUCCJÓ'.\I DE LA ORTOD OXIA NEOCL
ÁSICA 201
PA;\ORA\.1A DE HJSTO RIA DEL PENSA MIENT O

o . . . ., l del 1<marginalismo)) y de
su~us o ~~e el comp miam iento huma no está 'b• nent~ do a la max1m 1zac1o n de la do. Ya en su época se le consi derab a el princi pal apósto
satisf accion indi\'i dual - v que se p d d · Knies en Heide lberg, Clark ha-
ue e escn ,
ir media nte la
.
· ·
ma.x1m1zac1ón vincu- la teoría de la produ ctivid ad margi nal. Alum no de
1a d a d e una funció n de utilid d d 1 e mism..o , prop uso a gunas pos1'bl es es-
¡ ica alema na. Tanto el métod o
'fi . a , e a, que h
1 bía tenido una gran influe ncia de la escue la histór
pec1 cac1ones. En su anális is · Ed ge\\•O rt se rem1t10 - má s- que a ¡a econ omía - tes en su prime ra obra, The
. como el espíri tu de dicha escue la se hicier on paten
a ¡ tra b ªJº de fisio-p sicólo gos c orno F ec h ner v Helm h lt S. b
Philosophy of' Wealth (1886), que contie ne un decid
ido ~aun que respe tuoso --
d d . o z. laIn em argo, el proble -
ma que más le intere só fue el de la pos1'b'J·d· 1 1 a e mfen r . . .,
so- ataqu e a las premi sas de la teoría clásic a. El sistem
a ricard iano se descri be aquí
. /d I . d' 'd ua Ies una v meJor as1gna c10n
cza e. . os recurs os de las prefer en c1as . .m , . se propo ne la interv enció n
1v1
ez que estas se hubie ran como «la apote osis del egoísmo)), y como altern ativa
espec ificad o. y supus o no sólo que l tTd d rable en sentid o car- públic a para reduc ir el poder econó mico de los indus
triales , para llevar a cabo la
dinal, sino tambi én que no es necesaano ~ l I a result a mensu al d . y el confli cto por la coope ra-
. .
recur
I
rir a
una ese a e medid a con un justic ia distrib utiva, para sustit uir la comp etenc ia
ongen arbitr ario como ocurr e -por eJemp C h bajo el contro l del princi pio
, u
o- con la te
mp~ra ~ura. o erente - ción y, en gener al, para coloc ar el proce so econó mico
mente con sus premi sas, Edge\ vorth concl 'Ó

colect ivo, debía n ser precis amen te a uello )_ ~~~•


para maxi~ 1zar el biene star moral .
bido por el desafí o inte-
» quien s md1~ l~uos que tuv:ieran una mayo r Duran te los diez años siguie ntes Clark se vio absor
capac idad de i<exp erime ntar placer lectua l que const ituía el probl ema de la distri bució n funcio nal de la renta. U na
recurs os. Inclus o podri an darse ca sos ql,1m1te . es relc1bieran una mayo r cantid ad de princi pal, The Distribution of
en os que. un ind lVI · 'd d e b ería reci- serie de ensay os prepa raron el camin o a su obra
. d uo
b Ir to os los recurs os dispo nibl es. D e a h'I a 1a concl usión de q h b , Wealth (1899). En este períod o, Clark camb ió comp letam ente de orient ación ,
1 . 1 , l ue a na que privi-
eg1ar a « os seres que ocupa n el lugar escala de la evolu ción» no abraz ando el plante amien to neoclá sico; y la conve
rsión fue radica l, como todas
breve paso aun Ed mas a to en la
hay más que un vó qu e en gener a¡ e¡ anahs .
, . 1s adulta . Ahora , era la comp etenc ia entre indivi duos
d ' que gewo rth obser . las que sobre viene n en la edad
e este probl ema no puede lleva ración social y de la justic ia.
defini das y plena mente satis- egoíst as la que apare cía como el vehícu lo de la coope
factori_as ~esde el punto de vista ró;i:~ ~pues tas bien valora cione s que realiz a el
La comp etenc ia servir ia al bien comú n, ya que las
S1 el mgen uo utilita rismo en el que se ba b a este razon amien to parec e, aún deriva das de las utilid ades
l sa merca do de las merca ncías y de los factor es, en tanto
hoy~ no del todo desca bellad o -d d s correc tas para la socied ad
~ mode rna teoría del biene¡·star se apo- margi nales de los indivi duos, serian las valora cione
ya todav ía sólida mente sobre ba a otql1:1e n estata l, no para sustit uir
, so fº1stica das- el matiz eug ses, u. 1 Itanst d I
as del
, . .
mism o t·ipo, so'I o 1gera mente en su conju nto. Finalm ente, se invoc aria la inten enció
mas edg , h · • . as anti trust.
' · enesic
. d d
o e anahs 1s
ev.ort 1ano tiene mevit a- a la comp etenci a, sino para impon erla media nte polític
bl emen te un tono sinies tro , . a en la produ ctivid ad
, Y sin u a repres enta la p ª rt e mas
, d antlcu ada de su El funda mento de la teoria de la distri bució n basad
o b ra. En efecto Edgew orth ' ·mas 1 . í'fi ca» de de- la produ cción debe recibi r una
' ones id
. nadas posici , .
que
.
emos trar la natu ra eza «c1ent margi nal es una regla muy sencil la: cada factor de
termi 1 . d f d bució n a la produ cción . Supo-
eo og1cas, y --en conse
. 1
cue
, nc1a - e en erlas, preten día cuota de la renta nacio nal propo rciona l a su contri
demo strar que tambi én los fenóm enos socia los mism os princi pios para to-
d es
.
mas
.
comp le · podi an ser descri -
JOS niend o que la distri bució n de la renta se basa en
tos e mane ra «exac ta» por leves ps d -fí e que las implic acion es das las catego rias de renta y para todos los sujeto s, implíc itame nte se llega a afir~
tenían -p 'elu o . s1cas, y p~rec
polític as de dicha s leves direct a o indire ctame nte, en rentas
- ara e una impor tancia relativ a. mar que todas las rentas puede n traduc irse,
ión por una determ inada ca-
de trabaj o. Tamb ién el benef icio sería la comp ensac
que coord ina la produ cción y asum e su riesgo .
pacid ad labora l, la del empre sario
6.3. La teoría neocl ásica en Estad os Unido s irse indire ctame nte en rentas
Inclus o las rentas puras del capita l puede n traduc
la remun eració n de capita les presta dos que, a su
de trabaj o, en tanto repres entan
6.3.l. NAL de rentas produ cidas ---en un
CLARK y LA TEORí A DE LA PRODU CTI\1D AD MARGI vez, provie nen de ahorr os acum ulado s y, por tanto,
entre las distin tas forma s de
. estadi o anter ior- media nte trabaj o. Las difere ncias
Clark y Fishe r fuero n los artífic es de I d'fu s1on ., no hay ningu na difere ncia
mient ras que Fr k I a . I del nuevo sistem a teóric o en renta, si existe n, son única mente forma les; sobre todo,
Estad os Unido s s se divida n en clases socia-
- audss1gl (1859 -1940 ) fue su divulg ador. El de princi pio que depen da del hecho de que los sujeto
predo minio ne~cl ásico aún estab :~ eJos 1 renta de la tierra, que se con-
. .
e a canza rse en 1885 , ano
· .
-
en e que se les. La única excep ción a esta regla la consti tuye la
fun d o en Sarato ga (Nuev a York) I Amene origen única mente en la esca-
d • a an Econo mic A
. .,
· ·
ss?c_1at1on po: u~ grupo sidera una forma espur ia de renta en tanto tiene su
~ _Jóvenes econo mista s en desac uerdo con 1 sez de suelos agrico las.
10n clas1ca. La Biblia de la
\'leJa escue la la const ituían aún los Pn. . . : tra?1c Una vez elimin ada cualq uier conno tación sociop olítica
del probl ema distri-
en Esta_dos Unido s, Mili era
a la econo mía políti ca lo que Euclid nczrlOS e M1~l: e una fracci ón de la renta nacio nal
. . . es a lahge~ metna . l Peroblm la teoría ricard iana butivo , para demo strar que cada sujeto percib
de la renta de la tierra ni el pnnc1 p10 ma t us1an o de ., , es neces ario postu lar que la pro-
a po ac10n p~rec ían parti- propo rciona l a su contri bució n a la produ cción
cularm ente_ adecu ados para interp retar realid ad la estado umde nse; Y este ductiv idad margi nal de un factor repres enta la medid a correc ta de dicha contri -
el aband o d 1 . es como
fue un motiv o más para no e sistem a clásic o por parte d e ¡os econo· -
• s de aquel país. bució n.
mista arece aquel la relaci ón
Una prime ra conse cuenc ia de esta teoria es que desap
Sin duda, Clark fue el econo mista más influv ente y· cara a los clásic os. En efec-
. revere nciad o del perio- neces aria entre salari o y consu mo de subsis tencia tan
202 LA CO!\STRLCCIÓ'.\: DE LA ORTODOXlA S-EOCL.\SlCA 203
PAl\ORA~lA DE HISTORIA DEL PE'.'JSAMIE!\TO ECONÓMICO

to, no hay razón para considerar que, en general, la productivida d marginal del . . ~ r eneral ,. permanente que es el capital, es
tación específica y trans1tona del facto dg 1·1· mpo Además Clark incluía la
trabajo deba igualar al salario de subsistencia . l h mula os en e 1e • ,
decir, el fondo de os a orros acu . ., .entada a eliminar ab ovo todos los
En segundo lugar, la aplicación de una regla general como la de la producti-
tierra en el stoc~ de capitaL u~ah d~c~10:no:1 stado estacionario el fondo de capi-
vidad parece satisfacer dos principios generales: el principio de eficiencia, dado problemas de Ricardo y de Ma t usd. n ·¡ 1 n ]os que éste se manifiesta pueden
que se excluye la posibilidad de que los recursos improductiv os puedan tomar
tal es constante, aunque los bienes .
e cap1 a e
. . l trabajo que pennanece homoge- ,
parte en la producción de la renta )' puedan seguir siendo producidos, y el princi- variar. Desde esta óptica, el capital se as1m1 1ª_ a I d 1~ fuerza de trabajo. De es-
pio de equidad, desde el momento en que parece éticamente legítimo que cada . . . di\'iduos entran\. sa en e
neo mientras ¡os d istmtos m di
uno reciba en función de lo que ha contribuido a producir. En otras palabras: . utput tarob:, 1en o
h moge'neo producido en con -
,
tos dos factores se o b tiene un o , E competencia perfecta, las pro-
cada clase obtiene, por «ley natural», el equivalente de su contribución a la pro- . • t de escala constantes. n
cienes de ren d im1en os d d n de sus respectivas o f ertas,
ducción, En tal contexto, incluso la propia noción de explotación pierde todo sig- ductividades marginales de los factores, que epen e
nificado.
determinan los salarios y e~ ~nteré~. ra distinguir entre variaciones del trabajo
C na tercera e importante consecuenci a es que el estudio de la distribución Clark halló grandes dificulta es pa . .ones del trabajo relativas al
funcional de la renta acaba coincidiend o con el estudio de la estructura de los . de capital existentes v vanaci I .
relativas a 1os b 1enes ·1
mercados de los factores, desde el momento en que es en estos mercados donde . al LI mó rentas a os ren d'1m1en - . tos de los bienes de capita exis-
se determinan los precios de los factores y se establecen las cantidades que de di-
stock de {(capit )}. a .
. tierra) v ahnno, que en equ1Tbrio éstas igualarian a l 1n-
.
tentes (incluí d a la propia 1 , l
d. . d, ¡ capi'tal»· aquí el equilibrio imp i-
chos factores se intercambia n. Así, desde el punto de vista marginalista el proble- d f -·da margina 1 e « ,
terés, es decir, a 1a pro uc n l d 1 . ión de los bienes de capital a las
ma de 1a distribución se convierte en el de la elaboración de una teoría de la ofer-
ca que se h a a Icanza d o el a1·uste e a compos1c. n a las quasi-rentas de Mars h a 11 •
ta y la demanda de los factores, totalmente simétrica de la teoría de la oferta y la . d f Dichas rentas se asemeJa
exigencias pro uc ivas. . . d 1 renta de la tierra; pero Clark ignoro, e1 h e-
demanda de las mercancías, que permita demostrar la siguiente proposición: el Deberían ser, por tanto, d1~t1ntas ~. a, no uede a ·ustarse a la demanda como la
funcionamie nto de los mercados de los factores hace que los intercambio s volun-
cho de que la oferta ~e la t1_erra es fIJa ~l r:rese:n.'¿ el término «beneficios» para
tarios entre individuos racionales y virtualmente iguales conduzcan a una estruc- de los bienes de capital. Fmalmente, d ª1a dinámica a corto plazo.
tura distributiva eficiente y mutuamente beneficiosa. los excedentes temporales que surgen e
The Distribution of lVealth se inspiraba en un proyecto ambicioso: integrar
en un único sistema teórico consumo y producción, capital y trabajo, interés, sa-
lario y renta de la tieITa, productivida d marginal y utilidad marginal. Sin embar- lÓN IN:TERTEI\'lPORAL y TEORÍA CCANTlTATIVA DEL DINERO
6.3.2. fISHER: ELE Cc '
go, Clark limitó sus ambiciones al análisis de los estados estacionario s, dejando a
otros la tarea de ocuparse de la dinámica. b fue objeto de gran admiración, Fisher
Aunque después d~ su mu~rte su ~ ra firmado la predicción de Schumpe-
El modelo agregado de Clark sería recuperado en la década de 1950 por fue muy criticado en v1da. El ~1em~odo;e :~turos considerará n a Fisher co~o el
Sv.mn y por Solo\v en dos contribucion es que marcaron el inicio de la generación ter «probablem ente algunos h1stona . ue ha habido hasta el día de
de los modelos neoclásicos de crecimiento . Se trataba de modelos que sustituían · . t ·entífico norteameric ano q
más grande econom1~ ~ ~1 , . El ro io Schumpeter dio dos ra-
el estado estacionario de Clark por vías de crecimiento sostenido, pero cuyo obje- hov» (Historia del analtszs econom~co, p. 872). F'phepr se hizo portavoz de varias
tivo principal ya no era la distribución de la renta basada en la productivida d v • L pnmera es que 1s
•,
zones para esta apreciac1on. a ºd . d I eugenesia acérrimo defensor del
marginal, ni la justifi :ación ética del principio marginalista . Sin embargo, fue . , micas· fue part1 ano e a '
instancias no econo . . . , . l'f a La segunda razón es que su ex-
precisament e la referencia a esta teoría la que hizo estallar -en la década de prohibicioni smo y escntor versal!] en p~ l ic .(Gibbs el gran físico de la termo•
1960- la gran controversia entre las dos Cambridges de la que hablaremos en el . . • ·ento de las matematlca s ,
traord1nano conoc1m1 ) 1 11 . , formular aplicaciones a la econo-
capítulo 11. . fu de sus mentores e e\.o a ,
dinámica, e uno . fu ejemplo el inventor de los numeros
El enfoque de Clark no es walrasiano, sino de tipo agregado; y se basa en la mía avanzadas para su época. F1sher , e, por b' fue un mal intérprete de los
suposición de que tanto el interés como el salario tienden a la uniformidad entre .
índice y un pionero d e la econometna . En cam 10,
atastrófico especulador en la b o1sa.
los diversos sectores productivos. La competencia y la movilidad de los factores hechos económicos y, entre_ ot:a~. cosas, un c las cotizaciones habían alcanzado
deberían garantizar este resultado, pero en el equilibrio descrito por Clark se tra-
En el otoño d~ 1929 d;c!a;~:;.\ ~cs::~::: ;;::ste presupuesto perdió, además de
ta de una «movilidad sin movimiento)>. Para sus propósitos, Clark necesitaba que
su nivel de_ ~ax1ma es a i 1 . ~ casi todo su patrimonio familiar. .
el factor «capital» fuese homogéneo y maleable, de manera que fuera posible cal- su reputac1on como econom1st , F her se interesó por el mismo conJun-
cular su productivida d marginal específica independien temente de las diversas En el transcurso de toda su carr~:~k.1sS in embargo, su manera de afrontar-
formas técnicas asumidas por los medios de producción en las distintas distribu- to de problemas que preocuparon a do por la búsqueda de un funda·
ciones y en el transcurso del tiempo. No hay que confundir este «capital» con los . . F' h estaba menos preocupa .. d
bienes de capital, los cuales -por el contrario-- difieren totalmente de unas in-
los fue d1stmta: is er , 1 . r d d las hipótesis v la correcc10n e
mento ético del mercado y mas por a va 1 ez e ~
dustrias a otras y de un período a otro. Para Clark, éstos constituirían la manifes- los razonamient os.
\SJCA 205
204 ECONÓ MICO LA CO~ST RUCCI Ót\ DE LA ORTODOXIA '\iEOCL
PA-"OR,\MA DE HISTO RIA DEL PEKSAMIE-"J:TO

. . , de iguald ad entre consu mo corrie nte y


se encue ntra en su tesis . e una cantid ad de consu mo futuro
Su prime ra contr ibució n teóric a a la econo mía rio supon er que, a partir de una s1~uac1on
the Theory of Va/ue and ?ri- 1 '[' d el suieto requ1 er pensa ción,, por una unidad a d.I-
docto ral de 1892, Mathe malic al lnvest igatio ns in consu mo futuro p am tea o, . . h
teoría del equili brio econó mi- d . ment e corno «com . , a la impac iencia , rec azan-
ces, que contie ne una magis tral expos ición de la mavo r que la e consu mo co esta cornp ensac 10n d
ró que no conoc ía su obra. - . h t ·buvó ta el coste -de los servic.d ios e
co gener al de Walra s; aunqu e en el «Prefa cio» decla ciona l de trabaj o. F1s era n .· . ,
s repres en esperai) En este senti o, se
rlos sobre todo en Jevon s, 1 1'd d que el mtere
Sus princ ipales punto s de refere ncia hay que busca do decid idame nte a •,ea 11 e do ((abstm . .
encia)) o (<
autor es de Unter suchu n-

B "h -Baw erk- de que lah esper a
Auspi tz :y Liebe n. De los dos econo mista s austri acos, un factor de produ cc10n ama 1 . , .
gen über die Theorie des Preises (1889 ), la única contr
ibució n austri aca valios a . . . 'ª -que popu anzo o m l impac iencia donde ay que
is del equili brio opuso a la tests austn acl oduct o Es pues, en a 1 .
a la econo mía matem ática, Fishe r aprec ió sobre
todo el anális
contri buve a acrec. entar e pr s· por. otra ' la b r eveda d de la vida y a incer-
ia, anális is que en esenc ia . 1· , d l interé parte,
parcia l del precio en condi cione s de comp etenc busca r la exp icacw n e ' . - la prefer encia tempo ral. . 1 , n
all. En su teoría del equili brio 1 f ctores que exp1icana n
equiv ale al -bast ante más cono cido- de Marsh .
tidurn bre senan os a . , ha in Poiver of Money, que me uye su co -
de la existe ncia de profu ndas analo - ambio s, o ecuac ión cuan-
gener al, Fishe r se mostr aba conve ncido En 1911, Fishe r pubhc oThe Purcaci~n ~e los interc
y el sistem a econó mico, y trató de apli- l eciff M la cantid ad mone taria
gías forma les entre la termo dinám ica tribuc ión a la teona mone tana. la ecu d
' ' t
acion es que Gibbs había introd ucido en ( V M'V') / T donde p enota e pr
car al estud io de este últim o las innov
Scar f- titativ a, P == M + ' . l . , . \1' los depós itos banca rios en cuen a
-debi dos a Herbe rt ccion es, o sea, el nivel de
el cálcu lo vecto rial. Así, los recien tes avanc es circul ante; V, su velo': idad de ~irc~ a~~:n, 'i T 'las transa
brio gener al tuvier on en en toda la cienci a eco-
en el cálcu lo de soluc iones para los sistem as de equili corrie nte; V', su veloc idad de circu ac10f" ') l' matem
ática
] de
Fishe r a un notab le precu rsor. d • · Ningu na otra ormu
m1ca. ·o en las otras d'iscip
ª
. 1·nas si excep tuamo s 1a ¡·ormu a la
ignor ar los probl emas de la activi da econo . . . 1 I ,
enta
El mode lo fisher iano de equili brio gener al tendía a nómic a -v- qu1zas me dus . fmaa un ovm
, h . t ac. ta Con ella se repres .
la oferta ; en partic ular, no incluí a ni el capita l ni el
interé s. Las obras Appreciation
Einst ein- ha gozad o el mayo r ~ ' d 1 f rta mone taria si la veloci
. .
dad ye
d 1
e (1906), que se ocupa ban svaria c10ne s e aoet ntes gener an' las vanac e
and lnterest (1896 ) y The Nature ofCap ital and Incom idea trad1c
..
1ona
ld
e que a a .
10nes
d
' el apara to técmc o e mo- 1
l, sentar on las bases de gran . es perma necen .cons
de los probl emas deriva dos de la prese ncia del capita volum en de las transa cc10n .
nac

Para Schum peter, se tratab a . C la ecuac ión cuant1 tattva ue se conso lidará en e curso
parte de la litera tura poste rior sobre esta cuesti ón. nivel de los prec10s. on . . .,
ma de mvest tgac1o nn qFried man. Y, si bien es1 cierto .
d, y es (o deber ía ser) la base
de la «prim era teoría econó mica de la conta bilida netari smo mode rno, un progr a d M'lt
de] mode rno anális is de la renta» (p. 872). Fue aquí
donde se formu ló la noció n
de la décad a de 1960 debid o, sobre to o, a 1 i:.; que nos referi remos en el pró-
incluí a el consu mo de los servi- q Fishe r introd ujo algun as mauz acton es -a t slos ªJ·ustes de las transa ccion es
de la renta como consu mo; el cual, natura lment e, ue
cios de los biene s durad eros. 'tieran tener en cuen a je mone tarist a que surge d e su
ximo capítu lo-- que p~rn:1 V' el mensa
los tipos de interé s está F'she r y su ecuac ión de los inter-
La célebr e teoría fisher iana de la determ inació n de V los efecto s de las vanac 10nes en Vhy '
ada en 1907, y en la nueva edició n am- Es u~ :1ec o qui ed~onro 'l partic ularm ente acusa da
en la
conte nida en The Rate of lnterest, public trabaj o es fuerte y claro.
con el título de The I71eo,y of lnterest. l t. preoc upac1 0n por e ine estado
pliada de la mism a obra, public ada en 1930 n fijado única - camb ios a an igua , ,, d no en su presen te.
Fishe r quiso revisa r el texto origin al porqu e sus crítico s se había Norte améri ca de la epoca , entro e 11 e
inante del tipo de interé s,
mente en el aspec to de la «impa cienci a» como determ
olvida ndo el de la «opor tunida d». En The Theory of
Interest, elabo ró la que él lla-
oportu nidad )), donde se defi- . • en Austr ia y Sueci a
La teoría neoc1as1ca
mó una teoría del interé s «de la impac iencia y de la 6.4.
de rendim iento sobre los cos-
nía «la oport unida d de invers ión» como «la tasa
flujos de renta. Como el pro- LA ESCCELA AUSTRIACA y EL SUBJETIVISMO
tes», enten diend o ambo s conce ptos en térmi nos de 6.4, l.
pto muy simila r a la «efi-
pio Keyne s recon ocería más tarde, se trata de un conce conom ía de la Unive rsidad de Viena en 1903.
Fishe r la ampli ación de la teo- ., ,
cacia margi nal del capita l» keyne siana. Debem os a Meng er deJOw·la catedla ?e E centra1 d e la escue la austri aca: centra l en
ra figura d
el
ución intert empo ral, ampli a- . . Von ieser, « tal como Io es-
ría del equili brio gener al al probl ema de la distrib Le suced1 0 'd d 'ntele ctual»
1 h ;-,¡·
es del famos o mode lo del fesa ' en su capaC '
1 Id a 1914 Theorie ' der gesel se a,t z-
ción que permi tió antici par algun as de las concl usion 'd
tiemp o en las I eas que pro
prefie ren espac iar su consu mo ad al pensa mient o
ciclo vital: las que explic an por qué los indivi duos cribió Streis sler (p. 194). Su tratad o g~ner a e siste,;
,aticid
ral de sus rentas espera das. Aún punto de refere ncia
en el tiemp o, cualq uiera que sea el curso tempo chen Wirtschafl' propo rcion a ma~o r a cancet 1ylizará como
l'd d .
es, en esenc ia, la acept ada en la lite- d b stante tiemp o se u na 1 a mas
ho::,; la teoría fisher iana del ahorr o indivi dual meng eriano , y urant e a , B .. hm-B awerk la perso
Fishe r le permi tió situar se por comie nzos
ratura neoclá sica. El plante amien to adopt ado por
esenc ial de la 1escue la. No obstante,.dsenda 1 ºescue la austri aca hasta .
el capita l y sobre el interé s que ya en su época ' contro vert1 a e ae prece dieron a la prime ra guerr a
encim a de las contro versia s sobre presti giosa y, a a vez, mas . -
ar en térmi nos de «opor tunida d de invers ión», ontab a entre sus partic ipante s
empe zaban a difund irse. Al razon de la décad a de 1920. dEnB"hm los diez anoks qu . . d
ctivo, «el capital)), que in- -Baw er -que c
no tuvo ningu na neces idad de habla r de un factor produ
. En esta teoría , el interé s
'
li 1
i¡ mund ial, el. semm
. .
ano e o fue e 1 pnnc,
p ter-
. . 1 centro de elabo . ,
pa
ración teonc
B h
a e
tenr:iene como argum ento en la funció n de produ cción Von Mises y c um e
S h 1 . t as de la época se refen nan a o m-
no se consi dera un coste de produ cción . Para enten
der su natura leza, es neces a- la escue la austn.aca. N o en \ ,a no os marx1 s
con
1
206 PAl\OR A\U DE HISTOR IA DEL PEr-..:SAJ\IIE.\iTO ECOI\Ó LA CO!'\:ST RCCCJÓ \i DE LA ORTOD OXIA '.\EOCL ÁSICA 207
.\11CO

Ba\~·erk como al enemi go intelec tual que había que comba .· boles etc Según la célebr e termi-
sentab a la econo mía burgue sa.
tir: era él quien repre- miento del vino, e l crcc1m . . ~nto Y ta 1a d e 1os ar
1c . ·__ . , .
oral del proces o produc tiYo consi dera da
no}ogí a de R. Frisch , la estruc tui a temp . .
En efecto, Bühm -Bawe rk alcanz ó la fama no sólo por su H brá que espera r a
sino tambié n por su ataque fronta l a la teoiia marxi
teoría del interés , por Bohm -Bawe rk es del tipo co11tinuousdznpli9ll7-¡3Joll~t
.
~l{{~~~;. a ~na forma lizació n
1896 (el Libro III de El capital se había public ado dos
ana del valor-t rabajo . En J. Hicks y a su ensayo Capita .
l and n111e, e
..
, par
~ d . d l model o contin uous znput-
~ . .
años antes) el econo mista riguro sa del caso del capita l fiJo, es ec1r, e conn-
\-ienés dio a la impre nta La conclu sión del sistem a de Marx,
un ensayo en el que m:ous output .
preten día estigm ati;.,ar la «gran contra dicció n» de la obra . .. en el análisi s de las decisio nes
marxia na: la contra dic- Una vez introd ucida la d1mens1on tempkor[a 1
ción entre la teoria del \'alar-t rabajo y la teoiia de los
precio s de produc ción. Po- de consu mo y d e pio . d . ·, Bóhm -Bawe r a irma que resulta ·
posibl e explic ar
lemist a de talento , y al mismo tiempo hombr e de consid ucc10n , , . .. esto que la .
erable experi encia prácti- . produ cción requie re
ca (fue tres veces minist ro de Econo mía del gobier no el fenom cno de 1 m . t ·és en estos tennm os. pu
ei . . , .. ~nte los bienes presen tes a 1os
austria co), Bóhm -Bawe rk tiempo y puesto que e1 suJe . · to prefier e s1stem ancam e
dio origen a aquell a tensió n entre los estudi osos marxis ., tilizan capita l deben genera r un pro-
tas y los econo mistas neo- futuro s, ¡os proces·os de produc
clásico s que más tarde, en el períod o de entreg uerras , . c10n , que . u ~ en los períod os anterio .
res, h ayan .
hallará eco en el debate so- dueto que perm1 a pag •t ar un mteres a qmenc s,
bre la posibi lidad del cálcul o econó mico en una econo . · . d" s· embar go el desesp era o m- d .
centra lista (véase el aparta do 8.5).
mía planif icada de maner a inverti. do en los proces.os produc ll\'OS . m irectos . m
l . ,
• de demos trar la pos1t1v1 a .. 'd d d 1
tento de adapta r la teoría del caplta1 a a ex1genc1dª·r·cultades e
Bühm -Bawe rk se propo nía ampli ar la teoría menge riana , ., bl d alguna s graves 1 1 de las que Bóhm- Ba-
del valor subjet ivo tipo de interes es respon sa
a la teoria del capita l v del interés . Tras haber public ado, ,
e e h ~ - l d Van Havek en La leona ,
pura
en 1884, Geschichte und \Verk no logro nunca liberar se . Como a sena a o - , d 1
Kritik der Kapitalzinstheon·e, en 1889 dio a la impre nta la d 1 , d I capita l en apoyo de la teona e
que sería su obra princi- del capita 1 ( 1941 ): «e1 tratam iento e adteona Ie d _ rrollo ' -
pal, Positive Theorie des Kapitales. Ambas obras consti .d f t [ ] sobre todo porqu e
tuyen las dos partes de un interés , ha tem o e ec os desafo rtuna os en e esa ... d 1
tratad o titulad o Kapita l und Kapital::.ins, al que se debe
el éxito de la escuel a aus- . . l interés por
¡ , los salario s v las rentas e a
los intento s d e exp licai e ana ogia con . .,
triaca a finales del siglo pasado y comie nzos del actual . · '. . d
La obra será objeto poste- . d
tierra, como e 1 precio e los serv1c1 0s de un elerm1•nado "facto r" de produc,c10n
riorme nte de \'alora ciones bastan tes dispar es. Por una .d
parte, los neo-b6 hm-ba - .
casi siemp h
re an 11 e,,a , do a cons1 erar e 1 cap1·t a l como una sustan cia homog .
enea,
werkia nos de las décad as de 1960 y 1970, encab ezado " d d 1 (p ") Se trata de una 1mpor -
s por P. Bernh olz y M. Fa- cuva "canti dad pue e cons1 e ·d rarse como un a o» · __, ·
ber, tratará n de supera r los límites señala dos por el trabaj - , . iales del gran debate sobre la
o origin ario del maes- ..
tante propos 1c10n, , que anticip a los termm os esenc
tro. Por otra, habrá econo mistas , como L. Lachm ann,
que -ampa rándo se en la teoría del capita l de la década de 1960.
opinió n de Menge r (según la descri be Schum peter) -
juzgar án la teoría del capi-
tal de Bühm -Bawe rk como «uno de los ma:vor es errore
s jamás comet idos». En
cualqu ier caso, el propio Bühm -Bawe rk consid eraba su
teoría del capita l y del in- 6.4.2.
LA ESCUEL A ACSTRI ACA CONFL CYE El\ EL MA!SST
RE.4M
terés como una simple extens ión de la teoría del valor subjet
ivo de Menge r.
La contri bución especí fica de Bóhm -Bawe rk reside en , . . onfluv ó en el nzainstream del sistem a
la idea de que la ca- El plante amien to teonco austna co c p
racteri stica fundam ental de toda activid ad produc tiva - . terrum pir el curso de nues•
en la que se utiliza capita l , d
neoclá sico en las d eca as d e 1920 ·v 1930. ara no m
-enten dido éste como el conjun to de los medio s de produ ., . . . en este aparta do hablar emos
consis te en ,incul ar entre sí los aconte cimien tos en
cción reprod ucible s- tra narrac 10n, y aun a cos t a de alguna sfl repet1c 10nes,
. 1N 0 obstan te en los capítu los 7 y 8'
secuen cias tempo rales. En del modo en que tuvo l ugar dicha con uencia
este caso, son las relacio nes de compl ement arieda d, más 1 . '
dedica dos a los <(años de la alta teo~a)>' vo verem os. a consid erar con mavor eta-
d
que las de sustitu ibili-
dad, las que disting uen el conjun to de las transf ormac iones ~
tecnol ógicam ente po- lle gran parte d e las, cuesti ones aqm tratada s.
sibles. Hay que contem plar el tiempo como una sucesi d. 1 1 noram a de la teoría econom , .
ón irrever sible de mome n• , d l · era guerra mun ia e pa 1ca
tos, de maner a que el estado de la estruc tura produ ctiva Despu es e a pnm ~ 1 d l palest ra nuevas d
en un mome nto dado de- ., d. lmente sa tan o a a genera ciones e es-
pende no sólo de los aconte cimien tos pasado s, sino austria ca cam b io r~ ic~ . n 'Havek Gottfr ied Haberl er, Fritz Machl up, Os_k ar
tambié n de las secuen cias tu.dios os, como Fnedn ch ~~
tempo rales en las que dichos aconte cimien tos se han materi da 'v Hans Ma,·er. En el transc urso de las deca-
alizad o. En otras pa- Morge nstern , Paul Rosen ste1n- Ro _n_.
labras , el capita l interv endría en la produ cción como , ~rrolla ron en el seno de tres gru-
cunid o desde la introd ucción , en distint os mome ntos,
duraci ón del tiempo trans- das de 1920 y 1930, los debate s teor1c~s se ~~s rimero
de factore s origin arios encab ezado por el mate-
--com o el trabaj o y la tierra - hasta la obtenc ión de un pos de estudi osos, a veces superp ome~ osee. 1 p p~ba de las aplica ciones de
outpu t final. Sin embar - mático Karl Menge r, h..IJO del econo mista Iar' se ocu
go, a B6hm- Bmver k, como a todos los econo mistas austria , . , 1 8 donde tratare mos de las
ración , se le escapó el hecho de que el tiempo intenr iene
cos de la prime ra gene- las matem attcas ,. ha bl arem os de ello .
en e capnu o '
b I . 1
en la produ cción tam- .
contri bucion es d e a Igunos de sus m1em ros a pro blema de la existen cia de so d"u-
bién de otra maner a: como duraci ón del inten'a lo en .. . 1 D los otros dos grupos , uno estaba i•
el que la «máqu ina» cede dones en e1 m od eIo d e eqmhb no genera . e
sus sen·ici os. En efecto , en el conce pto austria co el capita
l casi siemp re es capita l . . , , .· I
b 'mcula do a a unl\·er . . •d d La princi pal contn"b ucion ·,
ngido por Ma~er \ ~~tad a 1' eoría del equilib s1 a . .
circula nte. No hay lugar aquí para el capita l fijo, lo cual rio, que consid eraba mcapa z de ex-
explic a por qué los ejem• de Maver fue su cntica e a t
plos prefer idos son los que se refiere n a proces os produc
tivos como el enveje ci- plicar -la secuen cia de las accion es que con d ucen a los precio s del merca do. Para
.
208
PA\iORAMA DE HISTORIA DEL PEI\SAMIE \/TO ECO:\:Ó,\.1JCO L\ CONSTRLCCIÓ:-... DE LA ORTODOXIA '\iEOCLASICA 209

él, solament e el método te genético- causal» podría explicar dicha secuenci a,


aspec- , iba~ durar
. , . l ustriaca; influenci a que, no obstante
to que se plantear á de nuevo en el program a de investiga ción neo-aust riaco,
al influenci a teonca de la. · escue aa <l o su ca't e dr a (que anteriorm ente habia ocu-
M: · , ocupan
que nos referirem os en el capítulo 11. El último grupo giraba en tomo al célebre poco. Aunque . ayer sigmo . . .mundial , el grupo de jó\·enes y brillante s
pado \rVieser), hasta la segunda gu~na d·, - , en gran medida por razones
Pn\:atsem inar de Von Mises y se reunía en la Cámara de Comerci o de Viena; in-
cluía, además de varios jóvenes economi stas, a filósofos y sociólogo s de la talla economi stas del círculo de. Von M_ise~ se ¡19s3p4eras0Ginebra ' ·\" más tarde a Nueva -
1 · y Mises emigro en
de Felix Kaufman n, Alfred Schutz y Erik Voegelin. Debemos a este círculo una políticas. E prop10 on lo miembro s del grupo llegaron al convenci -
de s 1 h b' n pasado -va a formar parte de
primera sistemati zación rigurosa de la manera austriaca de hacer teoría econó- York. Por otra parte,
1 -d
muchos
b, · , s de su escue a a ia
mica ~-. sobre todo, su difusión fuera de los ambiente s ,-ieneses. Sin embargo ,
es mientodde queEl as ¡·I eas asica . . h' t r"cista .V el declive de lasd actitudes 1
. ·e del planteam iento is o 1
de Menger fue plena- . l los más renuente s e que as
importan te señalar que no siempre la inspiraci ón filosófica la orto oxia. ec. ips or persua II. me uso a
d.
. d lugar hegemón ico y que, por
mente apreciad a por los jóvenes represen tantes de la escuela austriaca . El ele- antiteóri cas terminar on p habian
. ¡· lm nte
,
alcanza o un . d 1
mento que supuso una mayor ruptura fue la sustituci ón de un paradigm a aristo- ideas austnaca s ma e eidad alguna de luc har po r una ((versión austnaca}> e . a
h b. d e t 932 ' daba fe de esta convic-
télico por un paradigm a kantiano . Esto resulta evidente, sobre todo, en Von Mi- tanto, no a, ia. ya Unec declarac1 s , de\.ron Mises,
. 0n •, .
ses, quien -aunqu e se consider aba el auténtico heredero de Menger - desde
el teoría economi ca. na . . . , es habitual en tres escuelas de pensam1 en-
el funda- entone¡ d L a~a}> Van Mises afirmaba --evo-
punto de vista filosófico y metodoló gico tenía muy poco en común con ción. Refiriénd ose a la dins10~,cana
. ¡ gloamen v a e aus '
dor de la escuela. to ' «la austnaca , a an ·· d e econom i•stas {<difieren únicame nte en
t s grupos
En este período, Lionel Robbins, de la London School of Economi cs, entró cando a Morgen stem- que _es o ·d fu d ental V se hallan divididos más por
¡- n -~~ d l~ Presenta ción que por la esen-
en contacto con el grupo de Viena y fue en gran medida influenci ado por él. Así, su manera de expresar la misma I ea
adoptada y_por la pe~u ia;:ob~em; of Economi cs, p. 214).
en 1931 Robbins invitó a Von Hayek a enseñar en aquella institució n. De estos ia terminol ogía
cia de sus enseñanzas}> (Eptstemolo~1cal . . , Desde su punto de vista, cuatro
contacto s surgió An Essa_v on the Nature and Significance of Economi c Science, de
1932, que sinió para que una buena parte de las ideas austriaca s se incorpor
aran También Machlup era de la misma ~pmwhn.b'an penetrad o en todas las es-¡
¡ d ¡ agrama austriaco a 1 e
a la terminol ogía económi ca de manera definitiva . No cabe duda de que en el ideas fundame nta. es e_. prntes de la segun da guerra mundial. En primer. lugar, .
austriaco : los únicos autores cuyas cuelas de pensami ento )' a a , . . . s cognitiva s de la ciencia so-
Essay de Robbins predomi naba el enfoque d 1, - 0 . las umcas proposic 10ne
individualisnzo¡¡ meto o ogic · reduc1rse . , . - nes sobre deseos y acciones
obras se citaban pertenec ían a dicha escuela. Además, el origen de la más tarde eden a propos1c10 b
célebre definició n de Robbins de la ciencia económi ca (la ciencia «que estudia
el cial son aque as que pu . . de los a entes \" de las institucio nes se a-
-
comport amiento humano como una relación entre objetivos --dasific ables en or- individua les, y todas ~as m~tl~a~1one~ finalme !e no ~xisten tendenci as inmanen
d b: etivos independ ientemen te de la
den de importa ncia- y medios escasos aplicable s a usos alternativ os)), p. 15)
se san en el comport amiento 1nd1v1dual, . a os o J d l
h. . apunten a determm
Menger, con la única variante -por otra parte de d l el sub¡"etivisrno: las acciones e os
hallaba ya en los Grundsdtz.e de 1 . que_
tes en lad distoria d' ·iduos En segun o ugar,
escasa relevanc ia- de que allí el término «necesid ades» sustituía a «objetivos>>. l . , on los conocim ientos, creen-.
volunta e ,osl m I\ den compren der en re ac1on c
·

El Essay no tuvo un éxito inmediat o, a juzgar por el ataque frontal que Souter
le individuo s so o se pue . . d·viduos En tercer lugar, el coste de oportunt -
año si- de los propios m I. . 1 que expresan la más impor-
dedicó en una reseña publicad a en el Quarterly Jounwl of Economi cs del vas
cias v expectati .
~ . íl . en las dec1s10nes son os ·
emplean recursos producti vos
.
guiente, donde le acusaba de haberse distancia do de la tradición del pensami ento dad: los costes que m uyen . . do se
- dasl cud~n . , temporal de la actividad , ftanto
marshall iano: «es un sucinto y estimabl e resumen de las principal es afirmacio tante de las alternativ as sacnf1ca
. d f Por último a tmenston
Robbins como miembro de de la ue se derivan la noción de pre eren-
nes de la escuela austriaca ; es el credo del profesor
dicha escuela» (p. 377).
para un determin a o m.
del consumo como de la producc
cia temporal y la hipótesis de la mayor pro uct1,1 a
. ~n•
w ' ¿ .. d d de los métodos de produc-
La llegada de Von Hayek a Londres contribu yó también a difundir la teoría
austriaca del ciclo económi co, una teoría que Von Mises había esbozado ya en ción indirecto s. b t d de Von Havek, Lachman nb Y
t riores a cargo so re o o -
1912. La fase ascenden te del ciclo se atribuía a distribuc iones intertem porales Los avances P?S e ' de ideas típicame nte austriaca s no esta a
elen:o d I t n el capítulo 11, al referimo s a
erróneas provocad as por tipos de interés «demasia do bajos». El error estaría en Kirzner, demostra ran que este
completo . Volverem os sobre ello mas ~ e an e, e
el hecho de que las empresa s inician procesos producti vos que implican la exis- las aportacio nes de la escuela neo-aust riaca.
tencia de un cierto deseo de los consumi dores de pospone r el consumo , mientras
que en realidad esto resulta incompa tible con el «verdade ro» pattern de sus prefe-
rencias temporal es. El consecue nte abandon o o truncam iento de los procesos ya 6.4.3. WICKSEL L y EL r-.:ACli\HENTO DE LA ESCLELA SCECA
iniciados provocar ía la fase descende nte del ciclo. Se hallan presente s aquí, por
una parte, el modo típicame nte bühm-bav,,rerkiano de represen tar el proceso pro- . Entre sus ras-
1 Marshall de Escandin avia.contribu
t'd d de reconoce r las ciones
ductivo y, por la otra, la teoría wickselli ana sobre la relación entre tipo de interés g
WickselJ es, en muchos sent1dlos,
. t·
he
s e hallan a ones 1 al ¡· .t s de su propio ana, 1s1s, . . ¡
a
real y tipo bancario , de la que hablarem os en el próximo apartado . os más caracten s 1col hs mildad de aceptar os im 1 e 1
. d bºd . , la extraord inaria agudeza de
Los primeros años de la década de 1930 constituy eron el período de máxima de los otros autores, a u .
inteligen cia de evitar generaliz ac10nes m e I as :\' .
...
210 AM1P·T o Eco .. ÁSICA 211
PA-'íORA\1A DE HISTO RIA DEL PE'.'JS
. . - " .\iOMTCO LA co:,..¡sT RUCCI ÓJ\ DE LA ORTOD OXU \IEOCL

antici par ideas poster iores · s·m em bargo a d., . ades físicas de los distin tos
. . 1 erenc ia de Marsh all, \Vicksell no to de los cambi os, expre sados en valor, en las cantid
fu e obJeto de grand es recono c,·m.1en t os en' vida · - .
h 1 , . . - . , m s1qme ra en su propi o país · y biene s de capita l. Su suma es:
asta a decad a de 1930 ' en qu e -por m1ciat 1va de K h .
¡ · ¡·
~on a ~ng es_Geldzins und Gueterpreise (1898 ) V los
uber dze Natwn aloek onom ie (1901 v 1906)
.ª . n; Key-· nes- se traduj e-
.. - dos \_olum enes de Vorlesungen
dVk = i dp, K I + ip dK,
i =1
1
dr
1= 1 dr
-y, sobre todo, el pensa mien to- d_ w· k º17 empe zana a conoc erse el nomb re
dr
un círcul o de econo mista s que las cantid ades físicas .
cada. vez sería más ampli o, hasta ef uI~t;ed en En esenc ia, al variar ,. camb ian tanto los precio s como
7i . p e que, en el period o que separ a el 1 ), el efecto \Vicksell real seria
Treat,se on Monev (1930 ) de l Ahora bien, si hubie ra un solo bien de capita l (n ==
ban neowi cksell i;nos. a eona general (1936 ) de Ke!'ne s, todos se declar a- habitu al interp retaci ón de que la in-
siemp re negati vo, a lo que se podri a dar la
. nta al dismi nuir el interé s. Pero
Con Ueber Wert, Kapital und Rente (1893 ) 1 sueco realiz ó tensif icació n capita lista de las técnic as aume
1· d d ' e gran econo mista l 1), los dos efecto s Wicks ell puede n
un notab le trabaj o de síntes is • Pa r 1en o e la t , d l cuand o existe n divers os biene s de capita (n >
. . eona e valor.. :v de la utilid ad Y a esto último no se le
margm a1 de Jevon .
s v de Meng e" t ra 1,o d e fu SIOna r l •¡· . ser de signo positi vo o negati vo, al igual que su suma.
d l . l ,,
d 1 ' 1 . e ana 1s1s bohm -bmve rkiano
puede aplica r ningu na interp retaci ón habitu al.
a

e cap1ta y del Interé s con el


eº¡ \\adra s1ano de equili brio econó mico gene- el capita l fijo en el mode -
ral. Form uló un mode lo en elmo que e pro uct o aume nta al hacer lo el interv alo Poco antes de su muert e, Wicks ell trató de encaj ar
t habrí a podid o lograr su obje-
lo austri aco, que sólo incluí a el capita l circul ante. Y
empa ra] entre la introd ucció n d e 1os Inputs .
·, de la positi vidad del t· v la pro duccw · , n del outpu t Su ex
· . . , hubie ra emple ado la fór-
Pl 1cac1o
d d
n
. ipo e
d
mteré s b d 1 .
de
· ·-
la produ ctivi- tivo si, en lugar de introd ucir una amort izació n lineal
. ' asa a en a tesis tiemp o de hacerl o.
a margm al de la esper a
,
es . .
casi tan 1mpo. rt an t e como la formu lación de mula de la amort izació n expon encial ; pero no tuvo
F h .
is er. W1cksell fue consc iente de l a re l evanc1a Wicks ell a la teoría margi nalist a de la distrib ución de la
de d d . La contri bució n de
· . s~ eu a mtele ctual con el dedic ados a Wicks teed y a
P :nsam 1ento austri aco. En 1921 lle ó in 1 renta (de la que ya hemo s habla do en los aparta dos
1r: «Desd e los Princi pios de , Wicks ell se sinrió de un sen-
Ricar do no ha habid o ningú n otro grb c uso_ a ~sc:1b Clark) es de gran impor tancia . Para su formu lación
1 I ro ---:-bm siquie ra el brilla nte, aunqu e algo Q, obten ido media nte el em-
aforís tico, trabaj o de Jevon s ,. ~" a contn ució ¡ cillo mode lo de equili brio gener al con un solo bien,
wa¡ras- que haya tenido una 1·n11 . n, amen tablem ente difícil • de más tarde se conoc ería como
uencr n tan gra d e en e I desarro llo de la econo - pleo de trabaj o, L, y capita l homo géneo , K. La 1que
, n a ya prese nte en los escri-
m1a como los Grundsti.tze de Meng er " (ella . d
o en Uh r, p. 834) · funció n de produ cción Cobb- Dougl as, Q == LªK --a, estab
.
E n el pnme r volum en d ¡ Le • amien to del tema del agota -
, e as ccwne s Wick se 11 comp1eto, la reform ulació n tos juven iles de Wicksell. Por otra parte, su plante
d l Baron e, en «Stud i sulla distri-
.e, a teona del capita l y del interé s d B··h '
onand o la cuant ifica- mient o del produ cto merec e espec ial atenci ón. Ya
l en térmi nos de «peno ,e do m-~aw erk, aband en 1896), se había dado cuent a
cwn del capita , o med 10 de d .,
)) v sustit uvénd ola buzio ne» (publi cado en Gioni ale degli Econo misti,
por una teona del capita l qu e lo re d uc1a a la t , pro ucc1on o del produ cto, es sufici ente que
¡
· •
inputs del hecho de que, para que se dé el agota mient
ru~tu ra tempo ral de los el nivel mínim o de los costes
emp eados en el proce so produ ctivo en di t" es las empre sas active n la produ cción hasta alcan zar
tal estruc tura puede sufrir variac ione s I~tos penad os de tiemp o. Afirm ó que er )a homo genei dad de prime r gra-
medio s. En estos casos no es neces ario supon
os- dos dimen siones : la de la con el recon ocimi en-
«anch ura)) y la de la «altur a». Final m: ~n -a _men do de la funció n de produ cción . Wicks ell integr ó estas tesis
llar una teoría sobre el modo en que nvana e,_ trato --con relativ o éxito - de desarr o- de dicho nivel mínim o es condi ción ne-
, 1 la t to explíc ito del hecho de que la existe ncia
.
c10n a camb iar el nivel del salari o o l t" de~ ructu ra tempo ral de la produ c- a largo plazo. En efecto , sólo en el punto de
cesari a para el equili brio comp etitivo
recon oció con refere ncia a la te'cn1· ca dee enve1e Ipo . e. Interé s. Como el propi o Wicks ell corres ponde un benef icio nulo y el agota -
c1m· d 1 • coste mínim o a largo plazo -al que
1 ,
og1as muy partic ulares el valor de] sto k d . iento e vino, sólo para tecno- mient o del produ cto- puede haber un equili brio comp
etitivo a largo plazo. A di-
' e e capita l,
o esta soluci ón como altern a-
ferenc ia de Baron e y Walra s, que había n consi derad
se tratab a de una gener ali-
tiva respec to a la de Wicks teed, \Alicksell percib ió que
n
vk:::: LPi K1 zación , dado que el punto mínim o de la curva del coste
medio a largo plazo se ca-
i""l >, consta ntes. Esto quiere de-
. . , . racter iza por los rendim ientos de escala «localmente
(dond e K¡ repre senta la cantid ad del bien d en, al meno s localm ente,
stock tota~ ~ap1ta 1 _z-es1m o, y Pi, su precio ), cons- cir que el equili brio comp etitivo impli ca que se apliqu
tituye una medid a aprop iada del
e capita l, :~ten dido éste como fac- las condi cione s técnic as supue stas por Wicks teed.
tar de la produ cción . Esto es así or: u La soluc ión de Wicks ell se basab a en su teoría del
empre sario, según la cual
El efecto Wicksell es precis ament epe] q e b~k eds un_a func10n del tipo de interé s , r . los sen'ic ios de sus propi os
°fi al variar r, es decir dV / dr Lcam io . el . l d l
, ,a or e stock de capita l que se el empre sario contri buye a la produ cción media nte
ven ca mism a remun eració n tanto si
~ _exprles10n «efect o WickselI» fue introd uc,·- factor es. En equili brio, estos servic ios tendr ian la
da por Uhr en 1951 pero n' o ske apr. ec10 como si se cedía n a otras em-
t ·b · ' rea me t su impor
. ne
·
tancia hasta las con- eran emple ados por el empre sario en su empre sa
n_ uc10nes de loan Robin son en 1956 v d presas . El trabaj o emple ado para organ izar y coord
inar la empre sa seria remu-
en 1960. Existe un ef"ecto
Wzcksel! de precio ' que consis te en la re~'al : ~1er~, Sraffa s de capita l debi- nerad o como el trabaj o de la mism a calida d emple
ado en otra tarea y en cual-
{t. n~ac1 0n de los biene
da a la variac ión de los precio s v quier otra empre sa. En efecto , si el empre sario obtuv iera una remun eració n más
' " un e ecto Wzcksell real, consis tente en el conju n-
212 PAKORAAIA DE HJSTO RIA DEL PE.NSA MIE:.iT
O ECOr,.;Ó\.1ICO LA Cü'.'>JSTRLCCIÓI\ DE LA ORTOD OXIA ;'\EOC 213
LÁSIC A
alta, todos querr ían dedic ar su traba jo a tarea
s de organ izació n y nadie querr ía . uí una carac teríst ica funda ment al del análi-
ser un subor dinad o. Obvi amen te, a fin de que Sin emba rgo, es neces ano dest~ car aq .
se pued a llega r a un benef icio . . ~ 1 s dos tipos de interé s produ ciría
nulo por este cami no, es neces ario que el núme
ro de quien es posee n capac idad s1s \VICkse ¡¡·iano.. la d e que la dIVer .
genci a entre o
1 .
, t'r úmca ment e en e nn . ' l de los preci os. Esta dt\'er gen-
empr esaria l sea eleya do. Aunq ue él no lo afirm efecto s que se h anan sen l e
ó explí citam ente, es lícito supo- . fi , ¡ . ( todos los preci os V las renta s au-
ner que \iVicksell pensa ba en un equil ibrio de cia no mod1 cana os prec ios relati vos porqu e
estad o estac ionar io en el que el . medi da) m. ten dna , [ tos impo rtante s ·en la acum u ¡a-
empr esari o realm ente no desar rolla ningu na ment arían en la mism a e ec . ,,
activ idad de decis ión ~' en el que . 1 w· ' 1 d'fica cione s del tipo de mtere
todo el traba jo de organ izaci ón se reduc e a una ción del cap1t a . ic se k ll no exclu ía que as mo I s
simpl e super visió n. . d.
. 1 , conve nient e la adopc ión de tecmc as , .
Geldzins und Güterpreise y el segun do volum en mone tano pu 1eran hacer que resu tara mas
de las Lecciones conti enen la 'dera ba que tales e fectos tema ,
n
aport ación más signif icativ a de \Vicksell a la temia más O meno s inten same n t e capita listas '.pero cons1 d
fue un pione ro de la aplica ción del plant eamie
mone taria. De hecho , Wicksell
una impo rtanc ia .
secun dana. · En cualq uier caso, e ¡ t"po 1 natur al podía consi erar-
nto de la oferta y la dema nda agre- .,
gada para expli car las \'aria cione s en el valor
de la mone da. En la mayo r parte de se const ante d urant e e I pro ceso .,
de acum ulac1 0n.
,· kselli ana era el relati vo a la teoría de 1a h
las versio nes de la teoría cuant itativ a de la mone Otro frente de la reflex10~ v.1~ . a-
da, el nivel de los preci os varia de E Finan"teoretische Untersuchungen
mane ra direc tamen te propo rcion al a las varia , b]"
cien da pu ica y d e la tribu tació n optim
cione s de la canti dad de mone da, 1 a.T dn ' 'b]" d 1
pero en dicha s versio nes no existe ningú n víncu (1896 ), Wick sell aplicó el apara to de a uf!! i d argin al al secto r pu ICO e a
lo entre las varia cione s de la canti- a I m_ 'n del conoc ido princ ipio del
dad de mone da, inclu idas las del crédi to banca
rio, y las decis iones de produ cción econo mía, llegan d o, por una Parte. ' a .la ormu ac10 .,
•terio base de la tribut ac10n , Y,
de los empr esario s. Wick sell clarif icó estas relaci
ones y formu ló la hipót esis de benef icio V d e la capa ciclad contn but1v a. como en
d los senic ios de las empr esas pu, b]"1-
que, en ausen cia de pertu rbaci ones exóge nas . 1 esta de fiJ. ar los prec1 0s e
(es decir, aquel las sobre las que el por otra, a a propu
, e 1 ·t . del coste marg ina . 1 E f cto la .obra de 1896 imcia . . . ,
na, en a
l
banco centr al no tiene contr ol algun o; como cas segun en eno . n e e '
, por ejemp lo, las varia cione s en la , . k II L. dahl- Musg rave- Samu e lson. Se-
produ cción de oro, o las decis iones de finan ciar teoría de los biene s públi cos, la ldmeba ~1c sle
ingen tes défici t del gobie rno con , d -rsemla produ cción del bien públi co
prést amos del banco centra l), las fluctu acion
es del nivel de los preci os estarí an gún esta hnea e pensa m iento , e e impu . 1.
sa
le la suma de las tasas marg ma . l
causa das por una persi stente diver genci a entre hasta el punto en e l que e l coste marg ina 1gua es
el tipo de interé s banca rio (o de b" . .
• ·ados de todos los md1v1 uos m- .d •
merc ado) y el tipo real, o «natu ral», enten diend de sustit ución entre tenes p~ I b . 'bl' cos v 1enes pn\i
o por este últim o la tasa de rendi - . fi d
mien to esper ado sobre los biene s de capita l de teresa dos en los b ienes . úbhc os. Con an o demasia do en la hones tidad y en el
nueva produ cción , Así, Wick sell lle- l
P ,, t· de la cultu ra escan
.
dmav a-,
w·1-
gó a afirm ar que, contr ariam ente a lo que indic
a la simpl e temía cuant itativ a, es la princ ipio de conse nso - rasgo carac 1 tens 1co , tarde se cono cerla como el pro e- bl
canti dad de mone da la que se adapt a a los mo\ii cksel l no parec ió darse cuent a de o ~lueLmads
mient os del nivel de los precio s; .d. hl el indiv iduo se ve incen tivad o a
ma del 'ree-n zng: e:1 un merc
adem ás, puede influi r en la distri bució n de la .r, ado est1 o m a ,
renta y en la predi sposi ción al aho- . ·1 d
rro y a la inver sión de los agent es. En el anális decla rar que no obtie ne nmgu na uU I·d a d del bien públi co con la esper anza e no
is \vicks ellian o, el equil ibrio mone -
tario exige la satisf acció n simul tánea de las tres contr ibuir a su finan :i.aci ón. 'al w·cks ell adop
condi cione s siguie ntes: tó posic iones decid idam ente ~efor-
En el plano poht1co-soc1 ' I d d" t .b ción de la rique za de los neos a
a) la igual dad entre tipo de interé s banca . f
mista s. Luc h o a avor de progr amas e re IS n u
rio y tipo de interé s natur al; o bl para su carre ra acadé mica.. N"
bien, puest o que e1 tipo natur al no es una magn los pobre s, lo que le supus o no pocos pro¡ edmasl in-
itud obser vable , el predo minio de , ofa del New Deal como Wick sell.
un tipo de interé s capaz de garan tizar: gún escrit or de 1a epoca se a cerco tanto a a I eo 01y
ocía muv bien - tanto como 1ns- •
b) la igual dad entre la oferta de ahorr o y la
dema nda de prést amos para in- Rech azó el marx1. sm 0 --que ' por otra parte d l
, con -
·m·1ento del capit alism o como en
versió n y saldo s reales de caja; trume nto para comp rend er las leves . 1 e mo\~
. ¡
l d
•, d" "gida a a meJora e las condi cione s de vida de la e a-
e) la estab ilidad del nivel de preci os. cuant o guía para a ac~1o n in hall Wick sell se aperc ibió del hecho de. que un
se obrer a. Much o meJo r que Mars '. t un estad o de máxi mo biene star
En el apart ado 7.1.3 consi derar emos con mayo equil ibrio comp etitiv o no lleva nece sana~ e:1:
r deten imien to el meca nism o . ª1 rgum ento del sistem a neocl ási-
que asegu ra la igual dad entre los dos tipos de
interé s. Aquí simp leme nte const a- socia l m a un estado de iguald ._. ad Pero antic ipo e a
· . d
tarem os que -seg ún Wick sell- los banco s podrí
'
co que hace de la comp etenc ia · perfe cta una con d"1c1•o'n del óptim o paret iano; a e-
b l
e actua ndo so re as dO tacio nes inicia les de los sujeto s, es
an contr ibuir decis ivam ente al .·
estab lecim iento o al mant enim iento del equil más, comp ren d JO
ibrio aume ntand o el tipo de interé s qu ' . stado ue adem ás de eficie nte, resu¡te euca- , ·
en los perío dos de inflac ión y dismi nuyén dolo posib le cond ucir al sistem a hacia ~nke 11 bqavÓ
en los de defla ción. con fuerz a la tesis de que el logro
El estud io de estas tres condi cione s de equil . emba rgo Wic se su r .
ment e acept a bl e. S IIl
ibrio mone tario será objet o de . d · ,,
'
modo . · b' tivo mora lmen te incon trove r1·1
una gran atenc ión, a finale s de la décad a de 1920 de la eficie ncia e nmgu n const ituye un o Je -
y duran te la de 1930, por parte l . , .
ómic a para la apolo gía de 1 s1ste-
de Linda hl. Myrd al v Oh]in . El traba jo de estos ble' V, por lo tanto , no hay lugar en a teona
estud iosos -uni do al de sus cole- l econ
gas más jóven es, como Lund berg y Sven nilso ma ~apit alista .
cance a la teoria econó mica de Wick sell y a conso
n- contr ibuir á a dar un mayo r al- . . k
El incon formi smo de W1c se 11 e;~;~ :tellig entsia
r
su rivali dad con Gusta ,1 Casse l, pre-
lidar la escue la de pensa mien to sueca . Hasta la décad a de
sueca (o de Estoc olmo ), de la que habla remo s cepto r del rey y homb re .dest acado ~ , d ·smo
más exten same nte en el capít ulo 7. econó mico sueco , fue el econo -
1930, Casse l, autén tico pilar del cons ena un
ORT ODO XIA '.\l:EOC
LA CO~STRUCCiór,.;; DE LA
r-.·Ó:\HCO
214 DEL PE~ SA, \1IE J\10 ECo
PA!\ ORA .MA DE HIS TOR IA
stru cci ón es la teo rí
inte rna cio nal E
. , La pie dra ang ula r de esta con
m~sta m_ás cita do en la pre nsa e d. n 191
mza social teórica ' una obr a q u , aun cua n o nod con t em,a nin
8 pub lico

, en ale má n, Econo-
gun a refe ren cia ex-
cio nal del con sum ido r, teo ría
que -co mo se rec ord ar
de que el con sum ido r se
!~:
, , a un int san te mo elo de •¡ •b . gen era l. Con te- list as bas aro n en la hip óte sis
p 11c1ta a Wa lras , des arro llab ere d en sus pro pia s nec esi,
, b nov eda d· ·1· . equ i I no , d
a fu nc1. 0n e uti1ida d. tab lec er un ord en de prio rida t
ma tam ién una imp ort ant e .denol ut1 lZa ba nin gun o se col oca ba la célebrt;; 1:-

st:
C . , .. com por tam ien to del con sum ,-
E efecto , ass el era un crít ico ten az pi....
n no.c1~~ de ~nh dad . ma rgin
al. Uti liza n- scu -Ro ege n, rez aba así: «si se
and a com o con ce en la for mu lac ión de Geo rge continua.~- sta
do la fun ció n de dem
pn; -1h vo, ) rom pie ndo así
el vín cul o dad de dic ho pla cer dis min uye
n de util ida d v fun ció n d el terr um pid am ent e, la inte nsi se hac e nula)) (p. LXXXJ. Jes -
ent re fun ció
gna ció de I em an a, os Cas sel situ ó a los pre cio s en alc anz ar la sac ied ad, mo me
nto en que la inte nsi dad
cen tro de su teo ría de la a~i izá aci dad de sati sfa cer ne-
n e os rec urs Qu s sea esta 1a raz ón que ida d de un bie n com o su cap
1· ¡ de 1 b d C . pué s de hab er def inid o la util cta me nte la exi sten -
exp ica a eno rme infl uen cia la lite ratu ra eco nóm ica has ta alis tas pas aba n a pos tula r dire
g ªsº hra e ass el en
la déc ada de 1930. Sin em bar o, c um pet er -ex age ran d o un po c0 - def inir á a ces ida des , los prim ero s ma rgin s de los bie nes un val or
a las can tida des con sum ible
eass e1com o «un 90 % de Wal ras Y un 10 ofc de aguaii. cia de una fun ció n que aso cia inc rem ent o en la util ida d
Ade más , se sup oní a que el
que mid e su util ida d tota l. gra dua lme nte . Est e es
can tida d con sum ida dec rec e
cor res pon die nte a cad a nue va
al decreciente.
ian os el principio de la util ida d margin sup osi ció n fun -
6.5. Par eto y los neo clá sic os ital te con stru cci ón se bas a en una
Ah ora bie n, tod a esta bril lan o de un bie n es una
el suj eto obt ien e del con sum
6.5.1. AL ORD JNA LJSM O dam ent al: que la util ida d que gni tud úni ca exc ept o
DE LA UTILIDAD CARDINAL tido car din al, es dec ir, una ma
ma gni tud me nsu rab le en sen them atic al Psychics, ha-
line al. Edg ewo rth, en la Ma
nte de una fam ili
, si se da una tran sfo rma ció n ida d. Pro fun dam ent e
Vil fred o Par eto , des cen die ít. a que con tara ent re . sus mie m- ido ené rgic am ent e la me dic ión car din al de la util
bro s tan to con em ine nte s pol Ico s com o con rev. olu c10 . . bía def end (18 60) y de E. H. We ber
nan os, suc edi ó a Wa lras rim ien tos de E. T, Fec hne r
1
a de Eco nom ía Pol ític a de la Uni v infl uen cia do por los des cub lleg ado inc lus o a afir ma r
en a cát edr san ~, don de pub licó ent al, Edg ewo rth hab ía
en 189 6-1 897 , ;~ 'fª d de Lau (18 46) en psic olo gía exp erim
una esp ecie de
el Cours d'économie politique S , . 9?6 se pub lico su Imp orta nte ría me dirs e en fun ció n de sus áto mo s me dia nte
eco nom ia pol itic a que el pla cer pod
obr a Ma nua le di
com .1 us _mlult~ples inte res es com o inv esti gad or
aba rca ban tan to la eco nom ía la ci enc1a · poI'Ihc . a. Su Trattato «hedonímetro>). * por que , en un pri-
d" soc w · l ogza. generale ( 191 6) es O a SOC IO
I' .
og1 a y
- b 1a dist ribu - no deb ería sor pre nde mo s dem asia do. Pre cisa me nte
de p Est o eca de los obj e-
z
., d I al I
un c as1c o; v la «ley are to» . so . re. , la util ida d se ide ntif ica con una pro pie dad intr íns
c1on e as ren tas ' segu' n la c u a ren ta se dis, trib uv l me r mo me nto cci ón de las nec esid a-
-
V

t d 1 - e ent re os md1v1duos apr oxi - dad de gen era r feli cid ad me dia nte la sati sfa
mo do en las épo cas , se deb ate tos (la pro pie ad o al bie nes tar físi co
ma d am ent e del mis mo o os os pai ses y en tod as
util ida d si con trib uye n a la feli cid
. nes pos een
y se util iza aún hov des ), los bie el esta do de salu d de
icid ad y bie nes tar son alg o obj etiv o, com o
, nos cen trar e de alg uie n. Fel ien e del con sum o de
. Aquí, por raz ~ne s de esp acio mo s en la que , con raz ón, se
con -
vo com o el pla cer que ésta obt
s1dera la con trib uci ón fun dam ent al d p
fun dac ión una per son a; y no alg o sub jeti los pri me ros ma rgin a-
11 e I arfeto a la t~;=>ría eco nóm ica : la par a Ben tha m ---c om o par a
del esta tuto ord ina list a vV' liga
do
ª e o, ad orm-ula c1o n del {{c·nten o par etia no» de
• una bue na com ida . Así pue s, erv abl e, y la feli cid ad se-
ars e com o una can tida d obs
, · em o d .
opt imo . Sin em bar go, no pod gs eJalr Se s~n ala r la con trib uci ón de Par eto a la lis tas - la util ida d pod ía trat
ión com o pue de ser lo el pes o.
teo ria del equ ilib rio eco nóm ico
ene ra . egu,n la opi n., 10 d
J H" s, exp res ada ría tan sus cep tibl e de me dic ida me nte y lue go
f osa teo na del e ·1 n'b •e
· 1ck abr ió cam ino -pr im ero tím
V,a lor y capital (19 39) · [ J
era l no es nad a Hac ia fina les del sigl o XIX se la util ida d: la util ida d
en · {( ··· su am d qui , no gen - una con cep ció n dis tint a de
,
ma s que una ele gan te rep etic
ión de las d .
Un a opi nió n cad a vez con má s aut ori dad isio nes del ind ivid uo.
del todoctnndasera d e Wa lras » (p. 12). nci as y, por tan to, de las dec
com par tida por mu cho s per o no
ov era co mo , . com o exp res ión de las pre fere util ida d fue det erm ina n-
1 ' Tb . ' mm 1m o por que en el este cam bio en la noc ión de
P nm. ría del
er vo um en del Cours la teo e t equ1 1 no gen era l se ve enr iqu eci da con La con trib uci ón de Par eto a elim ida d» (de l grie go
ital ian o acu ñó el térm ino «of
una par te sob re los mo nop olio
s (mi
el mo nop olio úni cam en- te. En el Cours, el eco nom ista a que es cap az de sa-
la f n rasdque en Wa lras ota r «el atri but o de una cos
te se trat aba en la lec ció n 41 en
na e una exp osic i , d ¡
on e a teo rialede Cou r- ophelos, «beneficioso))) par a den La prin cip al raz ón adu ci-
• gra rlo con la del' eq Tborr. des eo, leg ítim o o no)) (p. 3).
no yt · inte
sin m 1 no gen d . era l) Má s a, . ¡M
un. en e anu a , Par eto tisf ace r una nec esid ad o un ica era la nec esid ad de
ar su inn ova ció n term ino lóg
·a1a b a num ero sos ras gos de la que , ia mo no- da por Par eto par a fun dam ent uo -es decir, la ofe -
sen
mo s en 1 marta s tdar e se llam aría com pet enc pie dad de las cos as des ead as por un ind ivid
pol ista , a la que nos refe rire e apa o 8 l 3 dife ren cia r la pro ios as par a la soc ied ad,
mie nto de l . . , ·1 . de las cos as que son ben efic
Ya sab em os que con el adv eni verifi- lim ida d- de la pro pie dad
,
rad ica l de lo t, . ~re ,~ uc1ón ma rgin alis ta se
co una refo rmu lac ión ico . En par ti-
so eco nóm
re la n:t u:: ~:o s el ,di~ cur
cula r, cam bió la opi nió n sob I d ~~onom1cacon de la act ivid ad pro duc ti- ad de las sens acio nes que perc
ibim os.
ent o post ula la men sura bilid
va, que hal ló aho ra su fun dam en as ec1 s10 nes
.
de
.
su
mo : una
d rmi na-
ete * La llam ada ley de Fechner-Weber ació n es igua l al loga ritm o de la inte nsid ad del estím ulo» .
de la sens
da fi á pre feri bl Seg ún esta ley, «la inle nsid ad
con gur aci ón pro duc tiva ser e a otr a s1 sati sfac e me jor las nec esid
a-
del t.)
des de los ind ivid uos . (N.

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