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Vigorexia

La vigorexia es un trastorno mental en el que la persona se obsesiona por su


estado físico hasta niveles patológicos. Estas personas tienen una visión
distorsionada de ellos mismos y se ven débiles y enclenques. Por este motivo,
el trastorno incide directamente sobre su conducta alimentaria y sus hábitos de
vida, y se caracteriza por realizar una actividad física extrema, abandonando
las relaciones sociales y descuidando otros aspectos de su vida, para dedicar
todo su tiempo a entrenar.

La adicción al ejercicio se acompaña de una ingesta exagerada de proteínas y


carbohidratos y el consumo abusivo de sustancias como esteroides
anabolizantes, con el fin de aumentar la masa muscular y conseguir un cuerpo
musculoso. Este trastorno también se conoce como complejo de
Adonis, anorexia invertida o dismorfia muscular.

Causas de la vigorexia

La vigorexia puede estar ocasionada por problemas fisiológicos o emocionales,


casi siempre relacionados con el entorno del afectado.

Los problemas fisiológicos están asociados a trastornos en las hormonas y los


mediadores de la transmisión nerviosa del Sistema Nervioso Central.

En el caso de que este trastorno aparezca vinculado a la relación del paciente


con su entorno, se encuentran implicados factores sociales, culturales y
educativos, que influyen para que el individuo desarrolle un tipo de
personalidad obsesiva.

Los principales síntomas que muestran las personas con vigorexia son:
 Baja autoestima.

 Tendencia a la automedicación.
 Siguen dietas altas en proteínas y carbohidratos y bajas en grasas, que
suelen incluir productos anabólicos y esteroides.

 Padecen una distorsión de la imagen corporal, y suelen mirarse


continuamente al espejo y verse débiles.

 Se pesan continuamente.

 Están obsesionados con el culto al cuerpo.

 Todos los días, dedican su tiempo libre a un entrenamiento exhaustivo.

 Se aíslan socialmente.

 Presentan un cuerpo desproporcionado.

La modificación de la dieta puede provocar también trastornos alimentarios. El


abuso de anabolizantes para intentar mejorar el rendimiento físico y aumentar
el volumen muscular tiene como resultado trastornos como:

 Alteración del ciclo menstrual de la mujer.

 Aparición de acné.
 Problemas cardíacos.

 Atrofia testicular.

 Reducción del volumen de espermatozoides.

 Retención de líquidos.

Tratamiento de la vigorexia

Un problema frecuente de los afectados por vigorexia es que no se consideran


enfermos, por lo que suelen acudir al médico cuando el trastorno está muy
avanzado, o ha progresado a un trastorno obsesivo
compulsivo, anorexia o bulimia. Es imprescindible, por lo tanto, que la persona
reconozca que padece el trastorno y esté dispuesta a someterse a tratamiento
para superarlo.
El objetivo del tratamiento de la vigorexia debe centrarse en modificar la
conducta y la percepción distorsionada que tiene el paciente sobre su propio
cuerpo. Y una pieza clave es que la persona lo asuma y ayude en el cambio
que conlleva acabar con este trastorno.
Está indicado un tratamiento que combine las facetas psicológica (terapia
cognitivo-conductual), farmacológica y nutricional. Al igual que en el caso de
otros desórdenes emocionales y trastornos de la conducta alimentaria, como
la anorexia y la bulimia, es fundamental el apoyo de los seres queridos del
paciente para mejorar.
Las personas diagnosticadas con vigorexia deben cambiar la nutrición que han
llevado hasta ese momento, que suele estar basada en muchas proteínas y
carbohidratos y pocas grasas. Además, es conveniente alejarse de los batidos
de proteínas y los esteroides anabolizantes, pues su consumo en exceso
puede provocar cambios en la menstruación, problemas cardiacos, acné,
retención de líquidos e incluso atrofia testicular y una reducción en la
producción de espermatozoides.

Así mismo, es importante reducir el número de horas que el paciente dedica a


la práctica de ejercicio, y sustituir esta actividad por otras de su agrado, en las
que además se relacione con otras personas, para que se vuelvan a sentir
incluidos en la sociedad y adquieran nuevos hábitos y aficiones, con el fin de
conseguir que se reduzca su obsesión por el culto al cuerpo.

Pica

La pica es un trastorno alimentario que se caracteriza por comer con regularidad cosas que
no son alimentos.

 Por lo general, lo que comen las personas con pica no les hace
daño, pero, a veces, les causa complicaciones, como
obstrucciones en el tubo digestivo o envenenamiento por plomo.
 Los médicos suelen diagnosticar pica cuando una persona de
más de 2 años de edad ha estado comiendo cosas que no son
alimentos durante 1 mes o más.

 Las técnicas de modificación conductual pueden ser beneficiosas


pero se sabe poco acerca de los tratamientos específicos para la
pica.

 Se tratan las carencias nutricionales y otras complicaciones


según sea necesario.

Las personas con pica comen regularmente cosas que no son alimentos
(como papel, barro, suciedad o cabello). En niños menores de 2 años, este
comportamiento se considera dentro del desarrollo normal. Estos niños
frecuentemente se ponen todo tipo de cosas en la boca y a veces se las
comen. La pica puede también ocurrir durante el embarazo.

En algunas partes del planeta, comer cosas que no son alimentos forma parte
de una tradición cultural, en forma de medicina popular, ritos religiosos o
práctica común. Por ejemplo, algunas personas de la región de Piedmont en
Georgia (Estados Unidos) comen regularmente arcilla.

Por lo general, lo que comen las personas con pica no les hace daño. Sin
embargo, a veces lo que comen les causa complicaciones,
como estreñimiento, obstrucción del tubo digestivo, envenenamiento por
plomo por comer virutas de pintura, o una infección parasitaria por comer
heces.
La pica por sí misma rara vez altera el funcionamiento social, pero a menudo
se produce en personas con otros trastornos mentales que sí repercuten en
este. Estos trastornos son el autismo, la discapacidad intelectual y
la esquizofrenia.

Diagnóstico

 Evaluación médica
 Pruebas para detectar posibles complicaciones
El médico, por lo general, diagnostica la pica mediante la determinación de lo
que la persona ha estado comiendo.

La pica se diagnostica cuando la persona come repetidamente cosas que no


son alimentos durante 1 mes o más. El trastorno no se diagnostica en niños
menores de 2 años, ya que a esa edad el hecho de comer ese tipo de
materiales se considera parte del desarrollo normal. Tampoco se diagnostica
cuando forma parte de la cultura de la persona.

Si los médicos sospechan la presencia del trastorno, valoran el estado


nutricional para comprobar si hay pérdida de peso y deficiencias nutricionales.
A veces la pica se diagnostica cuando la persona afectada presenta síntomas
de obstrucción del tubo digestivo (como calambres intensos o estreñimiento)
o envenenamiento por plomo y se le lleva a la unidad de emergencias para
que le vea un médico.

Puede realizarse una exploración radiológica para detectar bloqueos en el


tubo digestivo.

Los médicos pueden pedir análisis de sangre para verificar si hay intoxicación
por plomo o análisis de heces para buscar una infección parasitaria.

Tratamiento

 En ocasiones modificación conductual

 Tratamiento de los déficits nutricionales y otras complicaciones

Las técnicas de modificación conductual pueden ser beneficiosas pero se


sabe poco acerca de los tratamientos específicos para este trastorno. Las
técnicas de modificación conductual ayudan al paciente a desaprender
conductas no deseables en tanto que aprende otras que sí lo son.
Se tratan las carencias nutricionales y otras complicaciones según sea
necesario. Los bloqueos en el tubo digestivo pueden requerir cirugía.

La pica puede durar varios meses y después desaparece por sí solo, sobre
todo en los niños.

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