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Marrano (judeoconverso)

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Marranos. Séder de Pésaj secreto en España en la época de la Inquisición. Pintura de historia del


artista ruso-judío Moshe Maimon,1 1893.

Marrano es un término que hace referencia a los judeoconversos (judíos


convertidos) de los reinos cristianos de la península ibérica que "judaizaban", es
decir, que seguían observando clandestinamente sus costumbres y su anterior
religión.2 El criptojudaísmo de los marranos fue justificado por los rabinos con el
argumento de que los judíos podían -e incluso debían- fingir convertirse a otra
religión si creían en peligro su vida y estaban exentos de cumplir aquellas
prácticas del culto que pudieran delatarles —solo se les exigía en última instancia
que mantuvieran la fe en sus conciencias—. 3
Especialmente entre los siglos XV y XVII, el vocablo marrano se utilizó de forma
extensiva y peyorativa para designar a todos los judeoconversos y a sus
descendientes, llevando implícita la insinuación de cristianismo fingido.
El origen de la palabra marrano la cual se utilizó (y aún se utiliza[cita  requerida]) de
modo despectivo para identificar a judíos convertidos al catolicismo y a sus
descendientes, no proviene del nombre del animal, sino al contrario: relacionando
a los primeros con un animal considerado inmundo. Aún hoy mantiene su
definición: sucio y desaseado: el muy marrano se ducha una vez al mes; quien
actúa de forma grosera: ese marrano me ha dicho unas groserías que no quiero
repetir; quien actúa con malas intenciones: es un marrano y sólo piensa en su
propio beneficio; [judío] converso.
En la época contemporánea, el término marrano ha sido incorporado por la
historiografía internacional y al acervo de otros idiomas distintos del castellano,
el catalán y el portugués; como el inglés, el francés o el alemán.
El investigador Israël Salvator Révah definió al marrano como un católico sin fe y
un judío sin saber, aunque un judío por voluntad.

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