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COMPOSICIÓN QUÍMICA

            La membrana citoplásmica bacteriana es la estructura de tipo


bicapa proteo-lipídica que delimita al protoplasto. Su proporción
proteínas: lípidos es superior a la de las membranas celulares
eucarióticas, llegando a alcanzar valores relativos de 80:20.

1.1.1        CARENCIA, EN GENERAL, DE ESTEROLES

            Las membranas procarióticas, a diferencia de las de eucariotas,


carecen de esteroles (con las salvedades de Cianobacterias, ciertas
bacterias metilotrofas; además, los micoplasmas presentan colesterol,
pero lo “secuestran” de las células eucarióticas a las que parasitan).

            Pero en cambio, en muchas bacterias existe una peculiar clase


de compuestos policíclicos, denominados hopanoides (triterpenoides
pentacíclicos) que parecen condicionar parte de la rigidez de las
membranas citoplásmicas. Los hopanoides se sintetizan a partir del
mismo tipo de precursores que los esteroles. (Por cierto, como dato
curioso diremos que los sedimentos de combustibles fósiles como el
petróleo presentan cantidades gigantescas de hopanoides, lo que
confirma el papel que tuvieron las bacterias en su formación).

1.1.2        LÍPIDOS
Los lípidos son un conjunto de moléculas orgánicas, que están constituidas principalmente por
carbono e hidrógeno y en menor medida por oxígeno que integran cadenas hidrocarbonadas
alifáticas o aromáticas, aunque, también pueden contener fósforo, azufre y nitrógeno.

 Abundan sobre todo los fosfolípidos derivados del ácido fosfatídico:

fosfatidiletanolamina
fosfatidilglicerol
cardiolipina (difosfatidilglicerol)

En bacterias Gram-positivas, además se


encuentran glucolípidos y glucofosfolípidos.

            La composición y proporción concretas de los distintos tipos de


lípidos son variables entre distintas cepas bacterianas, y dentro de cada
cepa, en función de las condiciones de cultivo (temperatura, pH, etc.).
Los ácidos grasos esterificados con el glicerol en los fosfolípidos son
principalmente:

1)      saturados, como p. ej.:

a)      palmítico (16:0)

b)      mirístico (14:0)

c)      de cadena ramificada (muy frecuentes en muchas bacterias Gram-


positivas)

2)      monoinsaturados (sobre todo en Gram-negativas), como p. ej.:

a)      palmitoleico (cis-9, 16:1)

b)      cis-vaccénico (cis-11, 18:1)

             A diferencia de eucariotas, no existen ácidos grasos


poliinsaturados, con la excepción de las Cianobacterias. Este grupo de
bacterias fotosintéticas tiene, además, la capacidad de modificar
mediante desaturasas el grado de saturación de sus ácidos grasos, lo
que representa un mecanismo adaptativo frente a cambios de
temperatura.

             Las bacterias pueden modificar la proporción entre ácidos


grasos insaturados y saturados, con objeto de mantener un estado de
fluidez adecuado en la membrana, como adaptación a cambios de
temperatura:

a altas temperaturas, aumenta la proporción de ácidos grasos saturados,


a bajas, aumenta la de los insaturados. Las bacterias psicrófilas (amantes del
frío) presentan casi todos sus ácidos grasos de tipo insaturado.

           En Arqueas, en lugar de los habituales lípidos a base de ésteres


de ácidos grasos con glicerol, existen lípidos a base de éteres de
alcoholes de cadena larga con glicerol  (p. ej., difitanil-glicerol-
diéteres). Los alcoholes suelen ser derivados poliisoprenoides. Este tipo
de membranas son más rígidas que las de eubacterias. Incluso existen
arqueas con membranas a partir de tetrafitanil-diglicerol-tetraétereres,
que consituyen bicapas monomoleculares.
            Como ya vimos en el tema anterior, la membrana citoplásmica
alberga un transportador lipídico de tipo politerpenoide,
llamado undecaprenil-fosfato, presente en pequeña cantidad (<1%).
Igualmente se dan quinonas isoprenoides (como la menaquinona o la
ubiquinona) que, como veremos en otro capítulo, participan en cadenas
de transporte de electrones. En algunas bacterias existen igualmente
variedades de pigmentos carotenoides.

1.1.3        PROTEÍNAS
son macromoléculas formadas por cadenas lineales de aminoácidos. Las proteínas están
formadas por aminoácidos y esta secuencia está determinada por la secuencia de nucleótidos
de su gen correspondiente. 

 Constituyen la mayor parte de la membrana bacteriana (hasta el 80% en


peso seco). Existe una gran variedad de tipos de proteínas en una misma
bacteria (hasta 200), pero la composición y proporción concreta varía
según las condiciones de cultivo.

            Según su localización en la membrana, y su grado de unión con


la porción lipídica, se distingue entre:

proteínas integrales de membrana (=endoproteínas): son proteínas


estrechamente unidas a la membrana, por lo general atravesadas en plena
bicapa lipídica. Son difíciles de extraer, teniéndose que recurrir a detergentes
y/o disolventes orgánicos para separarlas respecto de los lípidos. Las proteínas
integrales pueden desplazarse lateralmente en la bicapa lipídica, pero no son
capaces de rotar, por lo que siempre presentan una determinada orientación o
polaridad. Algunas presentan hidratos de carbono que sobresalen hacia la
superficie externa (glucoproteínas).
Proteínas periféricas (= epiproteínas): unidas a la superficie de la membrana,
de forma más débil, por lo que son más fáciles de extraer y purificar. Incluso
algunas establecen contactos sólo transitorios con la membrana.

ESTRUCTURA
Métodos de observación y estudio

            A microscopio óptico, se recurre a la tinción con Azul Victoria. A


microscopio electrónico, en cortes ultrafinos, se observan una estructura
de unos 7 nm de grosor, con dos capas externas densas a los electrones
limitando una capa central transparente.
            Los estudios mediante difracción de rayos X y de resonancia
magnética nuclear (RMN) demuestran una estructuración básica a base
de cadenas de fosfolípidos en una bicapa, según se describe a
continuación.

Estructura

            Consiste en una bicapa lipídica, con los grupos polares


(hidrófilos) hacia afuera, y las cadenas hidrofóbicas de ácidos grasos (o,
en el caso de Arqueobacterias, de alcoholes) hacia adentro, ajustándose
al modelo de mosaico fluido de Singer y Nicholson. Inmersas en esta
bicapa se encuentran las abundantes proteínas, que pueden moverse
lateralmente en el mosaico de moléculas de lípidos, igualmente dotados
de una rápida movilidad. Parece ser que no existe movilidad de lípidos
entre las dos capas.

            La membrana citoplásmica es asimétrica (aunque no tanto como


la membrana externa de Gram-negativas). Esto se traduce en el hecho
de que muchos de los procesos que tienen lugar en la membrana
sean vectoriales (tengan una dirección determinada).

1.3 FUNCIONES DE LA MEMBRANA


        

CITOPLASMICA
            La membrana citoplásmica de los procariotas es una notable
estructura multifuncional (como uno podría esperar de la constatación del
gran número de tipos de proteínas), siendo el sitio donde se producen
muchos procesos metabólicos complejos, en un grado desconocido en el
resto del mundo vivo.

Citemos brevemente las principales funciones de la membrana


procariótica (aunque en este y otros temas las estudiaremos en detalle):

Barrera osmótica (que mantiene constante el medio interno), impidiendo el


paso libre de sales y de compuestos orgánicos polares
Es el límite metabólicamente activo de la célula: establece la frontera entre el
protoplasto y el medio externo, impidiendo la pérdida de metabolitos y
macromoléculas del protoplasto.
Ahora bien, merced a sistemas de transporte, permite selectivamente el paso
de sustancias entre el exterior y el interior (y viceversa).
Interviene, además, en procesos bioenergéticos (fotosíntesis, respiración)
Participa en la biosíntesis de componentes de membrana, de pared y de
cápsulas,
En la secreción de proteínas.

RANSPORTE DE NUTRIENTES
            Lo primero que tiene que hacer un microorganismo a la hora de
su nutrición es captar los nutrientes que necesite desde el medio exterior.
Debido a que la bicapapa lipídica actúa como barrera que impide el paso
de la mayor parte de las sustancias, esto significa que deben existir
mecanismos específicos para lograr la entrada de los nutrientes.
Además, teniendo en cuenta que las bacterias suelen vivir en medios
diluidos, deben realizar un “trabajo” para trasladar muchos de esos
nutrientes en contra del gradiente de concentración.

            Tradicionalmente se viene considerando tres métodos principales


de transporte de sustancias a través de la membrana:

transporte pasivo inespecífico (= difusión simple);


transporte pasivo específico (= difusión facilitada);
transporte activo.

 Como veremos, los más importantes en procariotas son los sistemas de


transporte activo.

2.1 TRANSPORTE PASIVO INESPECÍFICO O


        

DIFUSIÓN SIMPLE
            Este transporte consiste en la difusión pasiva de ciertas
sustancias para las que la membrana es impermeable, debido a la
diferencia de concentración (C) a ambos lados de dicha membrana (la
sustancia tiene mayor concentración fuera que dentro de la célula).
Aparte de esta diferencia de concentración, en la difusión pasiva influyen:

la constante de permeabilidad (P), es decir, el grado de permeabilidad de la


membrana a la sustancia en cuestión;
el área o superficie total (A) a través de la que se produce el transporte.

            Las membranas citoplásmicas son impermeables en sí mismas a


la mayor parte de las moléculas. Sólo se da en el caso de O2, CO2, NH3,
agua y otras pequeñas sustancias polares no ionizadas.
            La difusión simple se produce por el paso de estas sustancias a
través de poros inespecíficos de la membrana citoplásmica.

2.2 TRANSPORTE PASIVO ESPECÍFICO O


        

DIFUSIÓN FACILITADA
            Es un proceso que permite el paso de compuestos por difusión a
través de transportadores estereoespecíficos y (al igual que en el caso
anterior) sobre la base de un gradiente de concentración (en la dirección
termodinámicamente favorable).

            El transportador suele ser una proteína integral de membrana


(permeasa o facilitador), cuya conformación determina un canal interior,
y por el cual un determinado sustrato puede alcanzar el interior, sin gasto
de energía. Se piensa que cuando el soluto se une a la parte de la
permeasa que da al exterior, esta proteína sufre un cambio
conformacional que libera la molécula en el interior. Como al entrar la
molécula, enseguida entra en el metabolismo y desaparece como tal,
esto basta para mantener el gradiente de concentración que permite esta
difusión. La difusión facilitada exhibe propiedades similares a las de las
reacciones enzimáticas:

Especificidad de sustrato: cada permeasa transporte un solo tipo de sustratos


químicamente parecidos.
Cinética de saturación de tipo Michaelis-Menten, es decir, la velocidad de
transporte aumenta con la concentración de sustrato, hasta un valor límite (Vmax)
por encima del cual ulteriores aumentos del soluto no aumentan dicha velocidad
(debido a que todas las porinas disponibles están ya totalmente ocupadas):

Velocidad de entrada:   Vent = Vmáx  · [Sext] /Km + [Sext]

Velocidad de salida:     Vsal = Vmáx  · [Sint] /Km + [Sint]

            Aunque este sistema de transporte es muy común en eucariotas,


es muy raro encontrarlo en bacterias. La explicación evolutiva es que los
procariotas suelen vivir en ambientes con pocas concentraciones de
nutrientes, y por lo tanto no es frecuente que se den gradientes
adecuados. Una de las pocas excepciones la constituye el glicerol, que
es transportado por difusión facilitada en una amplia gama de bacterias,
tanto Gram-positivas como Gram-negativas. Conforme el glicerol entra,
es rápidamente convertido a glicerol-fosfato; por lo tanto, la
concentración interna de glicerol como tal es prácticamente nula, lo que
facilita esta difusión incluso a bajas concentraciones exteriores de esta
sustancia. En Zymomonas existe un facilitador de membrana que
transporta glucosa.

TRANSPORTE ACTIVO
            Consiste en el transporte de sustancias en contra de un
gradiente de concentración, lo que requiere un gasto energético. En
la mayor parte de los casos este transporte activo (que supone un trabajo
osmótico) se realiza

a expensas de un gradiente de H+ (potencial electroquímico de protones)


previamente creado a ambos lados de la membrana, por procesos de
respiración y fotosíntesis;
por hidrólisis de ATP.

            Los sistemas de transporte activo son los más abundantes entre


las bacterias, y se han seleccionado evolutivamente debido a que en sus
medios naturales la mayoría de los procariotas se encuentran de forma
permanente o transitoria con una baja concentración de nutrientes.

            Los sistemas de transporte activo están basados en permeasas


específicas e inducibles. El modo en que se acopla la energía
metabólica con el transporte del soluto aún no está dilucidado, pero en
general se maneja la hipótesis de que las permeasas, una vez captado el
sustrato con gran afinidad, experimentan un cambio conformacional
dependiente de energía que les hace perder dicha afinidad, lo que
supone la liberación de la sustancia al interior celular.

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