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ANÁLISIS DE SANGRE, ESPEJO DE LA SALUD

Karina Galarza Vásquez

Recorre al organismo en forma similar a como lo hacen los vehículos por calles y avenidas, y su
misión es transportar elementos que nos permiten aprovechar los nutrientes de los alimentos, respirar,
defendernos de infecciones y eliminar sustancias de desecho. Se trata de la sangre, fluido que
también proporciona valiosa información cuando enfermamos.

Sin la sangre sería imposible vivir, ya que todos los órganos de nuestro cuerpo funcionan gracias a
ella, amén de las múltiples labores que realiza para preservar la salud. Aproximadamente 95% de este
líquido se produce en la médula ósea (material blando y esponjoso que se encuentra en el interior de
los huesos) mediante un proceso denominado hematopoyesis, el cual consiste en generar células
sanguíneas, en cuya fase inicial son llamadas "madre" (debido a que tienen la capacidad de
multiplicarse), pero una vez que alcanzan la madurez desarrollan otras, a las cuales se les denomina
glóbulos rojos y blancos, y plaquetas, que en conjunto forman al fluido vital; de éste, adolescentes y
adultos tienen en promedio entre 4.5 y 6 litros, en tanto que los niños poseen del 7.6 a 8% de su peso
corporal.

Cabe destacar que existen otros órganos en nuestro cuerpo que ayudan a regular la producción de
tejido sanguíneo, por ejemplo, bazo e hígado, los cuales intervienen en el proceso de destrucción y
regeneración de células de la sangre.

Componentes
La sangre humana está formada por diversos elementos, de los que 78% corresponde a agua y 22% a
sólidos, pero veamos con detalle cuáles son sus diferentes compuestos y la labor que cada uno de
ellos realiza.

Glóbulos rojos o hematíes. Son las células sanguíneas que se tienen en mayor cantidad y contienen
la hemoglobina, que es la sustancia que le proporciona a la sangre color rojo, transporta oxígeno
desde pulmones a los diferentes tejidos del organismo y elimina algunas sustancias de desecho.

Glóbulos blancos o leucocitos. Se encargan de proteger al organismo contra los diferentes tipos de
microbios, por ello, cuando se presenta alguna infección aumentan su número para mejorar las
defensas. Es importante saber que existen diferentes tipos de estas células, como los linfocitos
(defienden mediante la producción de anticuerpos), neutrófilos (atacan a todo tipo de organismo
extraño), eosinófilos (se activan para atacar parásitos o en caso de alergia), monocitos y granulocitos
(encargados de digerir microorganismos extraños hasta eliminarlos).

Plaquetas o trombocitos. Su labor consiste en coagular la sangre cuando se rompe alguno de los
conductos por las que este líquido transita.

Plasma. Líquido compuesto de agua, proteínas, sales minerales y otras sustancias necesarias para el
funcionamiento normal del organismo en donde se encuentran "nadando" las células sanguíneas antes
descritas.

Entre los elementos de importancia que transporta se encuentran:


Albúmina. Proteína que ayuda a mantener el equilibrio de agua en el plasma.

Globulinas. Anticuerpos encargados de la defensa del organismo frente a infecciones.


Factores de coagulación. Son imprescindibles para evitar hemorragias, y se les ha clasificado en V,
VII, VIII, IX, X y XII.

Otras proteínas. Transportan elementos necesarios para el normal funcionamiento de las células, por
ejemplo, grasas, azúcares y minerales.

Tipos
Los glóbulos rojos tienen en su superficie elementos llamados antígenos, los cuales son marcadores
que les proporcionan identidad. Esto ha permitido que la sangre sea clasificada en diferentes grupos
según la presencia o ausencia de dichos componentes, así se reconocen los tipos A, B, AB y O (este
último no posee ninguno). Ahora bien, los hematíes también se distinguen por contener otras
sustancias que permiten realizar una subclasificación: Rh positivo (Rh+) y negativo (Rh-).

Es muy importante saber nuestro grupo sanguíneo y Rh, pues las emergencias nunca avisan y
podemos vernos en la necesidad de donar o recibir el vital líquido.

Exámenes de laboratorio
Los análisis de sangre son muy útiles para descartar o confirmar múltiples enfermedades, además,
permiten la identificación de nuestro grupo sanguíneo. El procedimiento de extracción de la muestra
es relativamente fácil, pues sólo basta seguir sencillas indicaciones por parte del quimico, las cuales
incluyen:

 Cerrar y abrir varias veces la mano, ya que esto aumentará el flujo sanguíneo.
 Colocación de liga elástica en el brazo, pues permite retener la sangra en la extremidad.
 Se introduce la aguja en la vena ubicada en la cara interna del codo; se extrae el fluido y se
deposita en pequeños tubos que se etiquetan con los datos del paciente.

Antes de que le practiquen la toma de sangre es necesario que verifique que el instrumental empleado
(agujas y guantes) se encuentre en empaques perfectamente sellados. A continuación se describen los
análisis se sangre:

25-hidroxi vitamina D. Se realiza para determinar si un paciente tiene alguna enfermedad en el


riñón.

5'-N'Tasa. Mediante este indicador se puede evaluar si hay daño en el hígado.

Absorción de la D-xilosa. Ayuda a determinar las causas de trastornos como diarrea persistente,
pérdida de peso inexplicable, desnutrición y debilidad general.

ACE. Mediante la medición de los niveles de esta proteína es posible precisar si se sufre cáncer de
colon y si esta enfermedad se está expandiendo.

Ácido metilmalónico. Se solicita para detectar la presencia de trastornos genéticos.

Ácido úrico. Indica si los niveles de este ácido son elevados.

ACTH. Ayuda a evaluar irregularidades hormonales.

Albúmina. Permite diagnosticar enfermedades en hígado y riñón, así como desnutrición.


Aldolasa. Se solicita cuando se sospecha de daño en músculos.

Aldosterona. Se realiza cuando el médico intuye anomalías en los niveles de esta hormona, cuya
principal función es regular la presión sanguínea.

Alfa fetoproteína. Permite diagnosticar y/o controlar angustia fetal o anomalías en el producto en
formación.

Alfa-1 antitripsina. Es útil para identificar las causas de padecimientos en pulmones.

ALT/TGPS. Se recurre a este examen para determinar si el paciente sufre daños y lesiones en el
hígado.

Análisis del factor V, VII, VIII, IX, X y XII. Son de gran utilidad para detectar problemas de
coagulación de la sangre.

Análisis del síndrome de fragilidad del cromosoma X. Normalmente se efectúa para detectar si el
cromosoma sexual X tiene alteraciones o para identificar a mujer portadoras de hemofilia
(enfermedad que se caracteriza por ocasionar deficiente coagulación de la sangre)

Anticuerpo antimitocondrial. Es de gran ayuda para confirmar e identificar las posibles causas de
daños en los tejidos del hígado.

Anticuerpo contra la enfermedad de Lyme. Es útil para identificar si el organismo está activando
mecanismos de defensa contra dicho padecimiento, el cual se caracteriza por causar cambios en la
piel, inflamación en articulaciones y síntomas parecidos a los de la gripe.

Anticuerpos antimembrana basal glomerular. Es usual practicarlo cuando se cree que la causa de
enfermedad en riñones es la presencia de anticuerpos contra la citada membrana, que es parte del
sistema de filtración renal.

Anticuerpos antimúsculo liso. Se solicita cuando se sospecha de una enfermedad que impulsa al
organismo a producir anticuerpos contra el músculo liso, por ejemplo, hepatitis y cirrosis.

Anticuerpos antitiroglobulina. Mediante este examen se pueden identificar problemas en la glándula


tiroides (ubicada en el cuello y encargada del metabolismo).

Anticuerpos asociados a las plaquetas. Se ordena cuando alguien tiene baja cantidad de estas células
sanguíneas.

Anticuerpos contra las células parietales. El médico puede usar esta prueba como ayuda en el
diagnóstico de anemia perniciosa (se presenta cuando los glóbulos rojos son muy grandes, pero no
están bien desarrollados y no se produce la cantidad adecuada de los mismos) y por deficiencia de
hierro y en trastornos en la glándula tiroides.

Anticuerpos del virus sincitial respiratorio. Permite diagnosticar bronquiolitis (enfermedad infecciosa
que afecta a los bronquios durante los primeros 12 meses de vida).

Anticuerpos microsomales antitiroideos. Se realiza para confirmar la causa de los problemas tiroideos
y padecimientos autoinmunes, como anemia perniciosa, diabetes tipo 1, artritis reumatoide, lupus
eritematoso sistémico (trastorno inflamatorio que puede afectar diversos sistemas del organismo,
como piel, articulaciones y órganos internos), esclerosis múltiple (daña a cerebro y médula espinal, lo
que ocasiona debilidad y rigidez muscular, fatiga y deterioro en la memoria) y miastenia grave
(genera ataques repetitivos y progresivos de debilidad en músculos y fatiga), entre otros.

Anticuerpos séricos de herpes simple. Detecta si el sistema inmune (aquel que nos defiende de
infecciones) ha estado en contacto con el virus del herpes.

Anti-Dnasa B. Se utiliza con mayor frecuencia para confirmar infección por estreptococos (tipo de
bacteria).

Antígeno prostático específico. Evalúa los niveles de dicho antígeno, si son elevados indica que el
paciente padece cáncer de próstata.

Antígenos de histocompatibilidad. Es necesario practicarlo para saber si existe compatibilidad entre


donador y donante cuando se requiere injerto de tejidos y trasplante de órganos.

Antitrombina III. Está indicado cuando se presentan episodios repetidos de acumulación de coágulos
con el fin de detectar su causa.

Apolipoproteína B100. Se realiza para identificar los factores que ocasionan hiperlipidemia (niveles
elevados de grasas en la sangre).

ASO. Demuestra la presencia de anticuerpos contra estreptococos y si el sistema inmunológico está


produciendo defensas contra el propio organismo.

AST. Se recurre a él para verificar la evolución de enfermedades en el hígado.

Bandas oligoclónicas en LCR. Confirma el diagnóstico de esclerosis múltiple.

Betacaroteno. Mide los niveles de vitamina A cuando se sospecha que hay deficiencia de este
nutriente.

Bilirrubina. Identifica si el paciente padece alguna enfermedad en el hígado.

BUN o nitrógeno ureico en la sangre. Se utiliza primordialmente para evaluar el funcionamiento de


los riñones, pero también puede revelar si se tiene enfermedad hepática o deshidratación.

Búsqueda radioactiva de abscesos. Identifica si hay acumulaciones de pus en el organismo cuando la


persona presenta síntomas de sepsis (infección bacteriana en sangre).

C1 Factor de inhibición. Permite evaluar la severidad de alguna enfermedad y determinar la eficacia


del tratamiento; también es útil para diagnosticar angioedema hereditario (anomalía que ocasiona
inflamación y acumulación de líquidos en ojos, labios, manos, pies y garganta.

Calcio ionizado. Tiene como propósito investigar y controlar enfermedades en los huesos, trastornos
en la regulación del calcio y problemas en riñones o glándula tiroides.

Calcitonina. El médico puede sugerir un examen de calcitonina cuando sospecha de cáncer de


tiroides y osteoporosis.
Capacidad total de fijación del hierro (TIBC). Es útil para detectar anemia.

Captación de T3 por resina. Se realiza como complementos a la evaluación de la glándula tiroides.

Cariotipo. Generalmente se solicita para determinar si el feto en desarrollo padece anomalías


genética.

Ceruloplasmina. Se efectúa ante la sospecha de trastornos en el metabolismo y/o almacenamiento del


cobre en sangre.

CPK. Es útil para determinar la severidad de enfermedades musculares y diagnosticar ataque


cardíaco e infección postoperatoria.

CSC. Puede reflejar problemas relacionados con el volumen de líquidos en el organismo (por
ejemplo, deshidratación), pérdida de sangre, destrucción de células sanguíneas y reflejar si hay
trastornos en la coagulación.

Dehidrogenasa láctica (DHL). Evalúa la presencia de tejido dañado en corazón, hígado, riñones,
huesos, células sanguíneas del cerebro y pulmones.

Determinación del grupo sanguíneo. Indica qué tipo de sangre tiene cada persona.

ELISA y Western blot para VIH. Son dos técnicas que detectan la presencia de anticuerpos contra el
virus de la inmunodeficiencia humana, responsable del sida.

Eritropoyetina. Indica si se padecen trastornos en la médula ósea o riñones.

Estriol en el suero. Su uso más común es en la evaluación del estado fetal durante el embarazo.

Examen de agregación plaquetaria. Se requiere principalmente cuando hay tendencia a presentar


hemorragias frecuentes.

Examen de Coombs directo. Detecta si el sistema inmunológico está produciendo anticuerpos contra
los propios glóbulos rojos.

Examen de estradiol. Evalúa la función de ovarios, particularmente cuando se sospecha que en ellos
puede haber algún tumor, o bien, si hay desarrollo anormal o retrasado de las características
corporales masculinas o femeninas.

Examen de glucosa. Se utiliza para valorar los niveles de azúcar en la sangre y diagnosticar diabetes.

Examen de mononucleosis. Es útil para identificar la presencia del virus de Epstein-Barr, causante de
esta enfermedad que se caracteriza por ocasionar fiebre, molestias en garganta, pérdida de apetito y
dolor muscular.

Examen de supresión de la hormona del crecimiento. Identifica si los niveles de dicha hormona son
elevados, ya que ello es causa de acromegalia (trastorno que ocasiona agrandamiento gradual de los
tejidos, huesos de la cara, manos, pies y cráneo) en los adultos o gigantismo (crecimiento excesivo)
en niños.
Factor reumatoideo. Es útil para diagnósticar artritis reumatoide (enfermedad inflamatoria que afecta
principalmente las articulaciones y sus tejidos contiguos).

Fosfatasa ácida (FA). Se realiza con mayor frecuencia para determinar si el paciente tiene cáncer en
la próstata o alguna anomalía en este región.

Fosfatasa alcalina. Ayuda a determinar la ubicación de tejidos enfermos o deteriorados en el cuerpo.

Haptoglobina. Indica la velocidad de destrucción de glóbulos rojos.

Microbiológico. Se recurre a él para encontrar microorganismos en el torrente sanguíneo, como


bacterias, hongos y parásitos.

Niveles de ECA. Confirma el diagnóstico de sarcoidosis (enfermedad que ocasiona inflamación de


pulmones, hígado, ojos, piel y otros tejidos) y lepra (enfermedad infecciosa conocida desde los
tiempos bíblicos, caracterizada por causar lesiones cutáneas desfigurantes, daños neurológicos y
debilidad progresiva).

Niveles hormonales. Mide los niveles de cualquiera de las diferentes hormonas del organismo.

Perfil de lípidos. Evalúan la cantidad de colesterol y triglicéridos, que son dos formas comunes de
grasa en el organismo.

Prueba de embarazo. Confirma la gestación al identificar en sangre una hormona llamada


gonadotropina coriónica humana, la cual es producida por la placenta.

Química sanguínea. Estudio de la sangre que valora diversas sustancias liberadas por varios tejidos
en el cuerpo, cuyas cantidades pueden reflejar alguna anomalía en los mismos.

Recuento de plaquetas. Es útil para diagnosticar y/o monitorizar los trastornos en la coagulación.

Recuento sanguíneo completo. Mide tamaño, número y madurez de las diferentes células sanguíneas,
y puede solicitarse para determinar trastornos en producción o destrucción de las mismas.

Recuento sanguíneo diferencial. Ayuda a diagnosticar anemia y cáncer en la sangre, así como a
monitorizar la respuesta de un paciente hacia quimioterapia (administración de compuestos químicos)
y radioterapia (tratamiento mediante rayos X).

Serológico. Se usa para buscar anticuerpos producidos por el sistema inmune (aquel que nos defiende
de infecciones) en respuesta a microorganismos que causan enfermedades específicas, por ejemplo,
hepatitis C.

Triple marcador. Se practica en mujeres embarazadas entre las semanas 16 y 18 de la gestación para
identificar si el feto sufre malformaciones o síndrome de Down.

Es importante tomar en cuenta que si el resultado de algún análisis se encuentra fuera de los rangos
de normalidad que establecen los laboratorios, no necesariamente significa que se tenga algún
padecimiento grave, pues también deben considerarse los síntomas y resultados del examen físico.
Como podrá apreciar, la sangre, además de ejercer funciones que preservan la vida, también indica si
alguna enfermedad está afectando la calidad de la misma. Por ello, cuando su médico solicite algún
análisis, así sea de rutina, acuda al laboratorio inmediatamente, nunca está de más confirmar que
nuestra salud es óptima.

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