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1 La teoría de Emile Durkheim y la conciencia colectiva.

La noción de consciencia colectiva se refiere a las creencias compartidas y a las actitudes morales, que
funcionan como una fuerza unificadora dentro de la sociedad. Esta fuerza se encuentra separada y es,
generalmente, dominante en comparación con la conciencia individual. Según esta teoría, una sociedad,
una nación o un grupo constituyen una entidad que se comporta como un individuo global. Debe
diferenciarse de la noción de inconsciente colectivo, que alude al conjunto de símbolos, arquetipos o
imágenes primordiales en la sociedad humana que trascienden el tiempo.
La expresión fue acuñada por el sociólogo emile durkheim (1858-1917) en varias de sus obras:Así,
Durkheim sostiene que:
El conjunto de creencias y sentimientos comunes al término medio de los miembros de una misma
sociedad, forma un sistema determinado que tiene vida propia: podemos llamarlo conciencia colectiva o
común. Es, pues, algo completamente distinto a las conciencias particulares aunque sólo se realice en los
individuos.
En su libro De la división du travail social, Durkheim sostiene que en sociedades "tradicionales" o "más
simples" (aquellas basadas en las relaciones familiares, tribales o entre clanes), la religión desempeña un
rol importante al unir a sus miembros por medio de la creación de una conciencia común (conscience
collective en francés original). En las sociedades de este tipo, los contenidos de la conciencia de un
individuo son ampliamente compartidos en común con todos los otros miembros de su sociedad, creando
una solidaridad mecánica a través la semejanza mutua. Entonces, la conciencia colectiva es mucho menos
importante en una sociedad con solidaridad orgánica que en otra con solidaridad mecánica. Es más
probable que los miembros de una sociedad moderna se mantengan unidos por la división del trabajo y la
necesidad de que otros realicen ciertas funciones que mediante una conciencia colectiva poderosa.

2  El carácter objetivo de lo hechos sociales.

El sociólogo Emilio Durkheim estudió y precisó el concepto de hecho social, definiéndolo como aquellos hechos que
consisten en modos de actuar, de sentir y de pensar, que se le imponen al individuo humano en forma coactiva, siendo
exteriores a sí mismo.
Los hechos sociales son conductas humanas habituales, no dependientes de la constitución biológica ni
psíquica de las personas, sino de la sociedad que integran, que tiene una existencia singular y propia.
Si bien a la sociedad le interesan todas las acciones de una persona, como dormir, comer o hacer gimnasia,
ya que se necesita que la población esté sana psíquica y físicamente para que la suma de los individuos
saludables de por resultado un conjunto social óptimo, esos hechos no pueden calificarse como sociales,
pues esos hechos no son impuestos (si lo fueran sí serían hechos sociales, como por ejemplo cuando se
reúnen a comer un grupo de ejecutivos y lo hacen en forma protocolar).

3  La teoría de Dilthey sobre los hechos sociales.

Filósofo idealista alemán, profesor de la Universidad de Berlín, representante de la denominada filosofía de


la vida. Para Dilthey, el concepto central era el de espíritu vivo, que se desarrolla en formas históricas.
Rechazaba el conocimiento de las leyes del proceso histórico; la filosofía no puede ser un conocimiento de
esencias suprasensoriales, únicamente puede ser una «ciencia de las ciencias», es decir, «doctrina de la
ciencia». Dilthey divide el mundo de las ciencias en ciencias de la naturaleza y ciencias del espíritu; el
objeto de estas últimas es la realidad social. La filosofía ha de comenzar por el análisis de la conciencia,
dado que sólo este análisis –según él– proporciona el medio de captar la esencia de la vida natural y del
espíritu partiendo de las vivencias inmediatas del «Yo». La base de todas las ciencias del espíritu es una
psicología, pero no la psicología explicativa, apoyada en la causalidad, sino la descriptiva. Al caracterizar la
creación artística, Dilthey hacía hincapié en la importancia de la imaginación: gracias a ella el poeta eleva lo
causal al rango de lo significativo y representa lo típico como base de lo individual. El eslabón de enlace
entre la filosofía y las ciencias históricas forma, según Dilthey la “teoría de la interpretación” o
“hermenéutica”.

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