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Mil y un orgasmos con Magy

Mi nombre es Alejandro, pero todos los que me conocen siempre


me han dicho, Alex. Esto sucedió en mis tiempos de preparatoria o
liceo como se le conoce en algunos lados y se trata de la historia de
cómo mi profesora de Inglés no solo me introdujo a los placeres del
sexo, sino que también cambió el rumbo de mi vida. Sobra decir
que se trata de un relato verídico.

En fin, como ya mencioné esto sucedió hace bastantes años,


estaba en segundo año de preparatoria, siempre fui un chico
“normal” si es que así me puedo considerar, de estatura media, con
gran afición por los videojuegos, sin embargo también tenía mi lado
atlético, pues en esas épocas jugaba mucho basketball con mis
amigos por lo que hasta cierto punto mi apariencia en esas épocas
no me desagradaba, eso sin mencionar que mi atractivo con las
chicas siempre ha sido mi color de piel blanca y mis ojos de color
claro.

Como podrán imaginar en cualquier chico de esa edad, el sexo era


uno de mis grandes intereses, fantaseaba con las compañeras de
clase, con las chicas mayores que encontraba a diario y claro, con
mi novia de ese entonces, Mariana con la que nunca había llegado
a más que los típicos “fajes” y manoseos propios de un par de
adolescentes inexpertos. Sin embargo una de mis más grandes
fantasías era con mi profesora de Inglés, la mis Magy.
Mis Magy era una mujer joven, de 30años, pelo largo lizo de color
negro, casi de mi estatura, es decir alrededor de 1.66 sin tacón (yo
no soy muy alto, mido 1.68), tenía un culo bien formado y brazos
tatuados que le hacían ver muy sexy, pero en definitiva lo que más
resaltaba de ella y por lo que era famosa con todos los alumnos,
era por esa piel color canela y ese rostro angelical.
Afortunadamente, el inglés fue una de mis materias favoritas, y
gracias a diversos medios siempre se me facilitó por lo que un
curso de inglés de nivel preparatoria no representaba mayor
conflicto para mí, por lo que casi de inmediato fui el preferido de la
profesora Magy, por supuesto yo le correspondí entregando tareas
y sacando buenas notas en sus exámenes y de esta manera, a lo
largo de 2 cursos llegó a identificarme bastante bien, casi llegando
al punto de la amistad pues platicábamos de varias cosas cada que
tenía oportunidad.

No fue sino hasta el final del segundo año cuando nos citó a su
clase para entregar calificaciones como era costumbre de los
maestros, el cierre de curso siempre era muy difícil para todos pues
la profesora era bastante estricta aunque justa al momento de
calificar. Y así uno por uno comenzó a llamarnos para entregar la
calificación.

Yo estaba muy calmado y realmente no me importaba mucho, pues


sabía que por lo menos tendría asegurado un 90 de calificación
(nuestro sistema era base 100), cuando por fin fue el turno de pasar
con ella, mi quijada casi golpea el suelo al enterarme que mi
calificación era 65, es decir 5 puntos por debajo de la mínima
aprobatoria.
Muy calmada y siempre con su monótono tono de profesora, me
dijo:

“¿Qué te pasó? Porque saliste tan bajo”

Evidentemente y sin tener respuesta alguna le conteste que no


sabía.

“¿Sabes qué fue lo que te pasó? Tus inasistencias.”

Reconozco que efectivamente había saltado la clase en varias


ocasiones, pero no era el único además de que otros compañeros
habían pasado sin problema y ellos habían faltado más que yo, en
ese momento un gran sentimiento de indignación recorrió mi cuerpo
pues pensé que al menos habría tenido la decencia de advertirme
sobre la situación..

Aun así, y conmocionado por mi baja calificación, al final me armé


de valor y pregunté:

“¿Y ya no se puede hacer nada para aumentar la calificación?”

Con el pasar de los años y después de pensar mucho en la escena,


casi estoy convencido de que la profesora Magy esperaba esa
pregunta.

“Hay Alex…pues es que ya es la calificación final, ya las tengo que


entregar al rato” cambió un poco su tono a un tono más amigable
“mira sé que eres buen estudiante, qué te parece si me vas a ver
después de clases en mi oficina y revisamos tus notas y tus
asistencias para ver que se puede hacer”.

“Si, está bien.”

Fue lo único que pude contestar ante tal sorpresa.

Al final de la clase, me percaté de que había sido el único que


había tenido problemas con su calificación, no faltaron los
compañeros felices de haber pasado aun cuando no se lo merecían
y por supuesto también había aquellos que se burlaban de mi
infortunio. Claro que mis amigos se encargaron de levantarme el
ánimo como solo los amigos saben. “Te la va a aplicar por confiado”
”Sino te quiere ayuda, le muerdes una teta”, entre otras cosas.

Así transcurrió el resto del día, hasta que por fin dieron la 1:30 de la
tarde y fue hora de buscar a la profesora de inglés.

Fui en compañía de mis amigos hasta el edificio de maestros, en


donde se encuentran las oficinas de cada uno de ellos, al llegar me
lleve una sorpresa al ver que ella iba saliendo de su oficina con
algunos papeles en la mano.

“Alex que crees, me acaban de llamar a junta, espérame un rato, no


tardo”.
Mientras ella pasaba junto a nosotros, no pudimos evitar voltear a
ver ese increíble culo que se escondía debajo de ese pantalón azul
de tela.
Decidí esperar un rato, sin embargo ya pasaban de las 2 de la
tarde, mis amigos ya se habían marchado y no había rastro de la
maestra Magy.

Vi como muchos profesores cerraron sus oficinas, dispuestos para


terminar el día, incluso aún recuerdo al infame profesor Raúl
Morales pasando junto a mí y diciendo “niños, todo al último”, cosa
que no me causó nada de gracia, sin embargo justo cuando el
profesor Morales iba de salida por fin vi a la maestra Magaly en
compañía de tres profesoras más entrando al edificio.

Parte 2
La seducción

Cada una de las maestras se dirigió a sus respectivas oficinas aun


platicando de varios temas.

“Perdón Alex, el director nos llamó…ven pasa”.

La profesora Magaly buscó sus llaves, noté un poco de duda o tal


vez nerviosismo, al cabo de unos instantes al fin pudo dar vuelta a
la cerradura y pudimos pasar al interior de su oficina.

El lugar era la típica oficina de profesores, es decir de poco tamaño,


suficiente para tal vez 4 o 5 personas, un escritorio, ventanas que
daban hacia el interior del mismo edificio y donde podías ver los
pasillos y el resto de las oficinas de maestros, un pequeño
archivero, libros y papeles por doquier.
“Toma asiento Alex…a ver vamos a ver” Dijo la maestra mientras
buscaba papeles de entre la infinidad de cosas que tenía en su
escritorio.

El tiempo pasaba y pasaba, la maestra buscaba entre sus papeles


y de vez en cuando me hacía preguntas sencillas, la mayoría
acerca de las clases, pero algunas referentes a mí, cosas
insignificantes como “¿ya te tienes que ir?” “¿Ya cerraste todas tus
materias?” entre otras cosas.

Durante ese incómodo momento noté que la profesora Magy


miraba constantemente su reloj y veía hacia el exterior de la oficina,
como si estuviera esperando algo. Poco a poco el resto de las
maestras que se encontraban en el edificio cerraban sus oficinas y
se retiraban.

“Hasta luego Magy” escuché que alguien dijo desde la puerta.

“Adiós Rosita, buen fin de semana”.

“¿Te vas a quedar mucho tiempo? Acuérdate que aquí espantan


después de las 3”

“Jajajaja, es lo que dicen Rosy…pero ya casi terminé, lo que pasa


es que me equivoqué con la calificación de este chico y estoy
revisando”

“Hay amiga Magy, por tus prisas, bueno que descanses, adiós.”
“Bye Rosy…”

“Hasta luego maestra” Contesté amablemente pero ciertamente


intrigado por lo que había escuchado acerca de que se había
equivocado, entonces empecé a sentir un poco de ansiedad pues si
todo había sido un error, había estado ahí esperando en vano.
Justo en ese momento, la maestra Magy se levantó y caminó hacia
la puerta de su oficina, no perdí oportunidad para ver con discreción
ese culo tan rico que tiene y noté como cerraba la puerta, no solo
comencé a sentir más ansiedad, sino un poco de excitación, la
simple idea de estar solo con una de las maestras más sexys del
instituto era una idea emocionante.

La profesora regresó a su escritorio y se sentó, volvió a revisar sus


papeles sin decir nada por un par de minutos, pero al final habló.

“Tú crees que el director quería que vinieramos a trabajar en las


vacaciones” su tono era monótono como el de siempre, y ni siquiera
se molestó en subir la mirada, como si estuviera lanzando el
comentario a nadie en particular.

“No me diga maestra, ¿por qué?” Respondí con la mayor


tranquilidad y desinterés que pude.

“Ideas locas del señor…yo creo que nadie lo quiere en su casa”

Reí amablemente a su comentario y le respondí “Entonces va a


venir a trabajar”

“Si, aunque lo convencimos de que nos redujera los días de trabajo


en vacaciones”

“Ah que bien, por lo menos” - Conteste mientras ella sonreía


amablemente ante mi comentario.

Pasaron otros minutos, ella seguía buscando y leyendo mientras yo


esperaba en la oficina y a la menor oportunidad que tenía, buscaba
dar un vistazo discreto ese maravilloso escote de ensueño. Al cabo
de un rato levantó la mirada, miró a su alrededor, me miró fijamente
y finalmente preguntó:
¿Hace calor no?” entonces la profesora se quitó su chaqueta…no
podía creer lo que estaba enfrente de mí. La profesora tenía un top
de tirantes color blanco ajustadísimo que hacía resaltar sus tetas de
manera exquisita, jamás la había visto así pues siempre se
aseguraba de estar presentable para sus clases. Mi expresión
debió haber sido una mezcla de sorpresa y duda, pues de casi de
inmediato se volvió a sentar con una sonrisa avergonzada dibujada
en su rostro.

La maestra me miró fijamente por unos cuantos segundos, como


analizando mi comportamiento y entonces me hizo la pregunta que
cambió mi vida para siempre, nunca olvidaré la forma en la que su
voz pasó de ser monótona a tomar un tono muy seductor.

“¿Quieres tocar?”

Parte 3
Comienza el juego

Al escuchar la pregunta levanté la mirada, no podía creer lo que


estaba escuchando, en verdad me había preguntado ¿si quería
tocar?, mi expresión debió haber sido mucho más graciosa que la
de hace unos momentos porque la maestra solo se quedó mirando
con una sonrisa esperando mi respuesta.

“S…si…” fue lo único que pude decir, sin embargo no podía


levantarme por dos razones; en primera mi cabeza seguía girando
debido a lo que estaba sucediendo, y más importante aún, tenía
una erección como nunca antes la había tenido lo que me hizo
dudar pues no quería que se diera cuenta de que estaba a punto de
estallar.

“¿Qué te pasa?” dijo en tono seductor y hasta un tanto burlón “no


me digas que no te puedes levantar…” mientras decía eso parecía
que su escote reventaría en cualquier instante o tal vez era ella
quien estaba acercando su pecho hacia mí por encima del
escritorio.

En eso, miré hacia abajo, hacia el bulto que se había formado en mi


entrepierna, al parecer la maestra Magy captó de inmediato el
mensaje y volvió a decir.

“No te preocupes”.

Entonces se levantó, volvió a mirar a sus alrededores y se acercó a


mí, yo seguía sin creer lo que estaba pasando, la maestra de mis
fantasías estaba ahí enfrente con un top criminal que apenas y
podía contener ese par de deliciosas tetas. Se inclinó un poco,
tomó mi mano y la llevó a su pecho, al sentirlo creí haberme corrido
pero solo era el líquido lubricante que indica que mi pene estaba
listo para la acción, mientras aún estaba acostumbrándome a la
forma tan hermosa de esa parte de su cuerpo, ella llevó su mano a
mi muslo lo que me exaltó un poco, comenzó a acariciarme
mientras me decía al oído “¿Te gusta”? yo solo pude asentir y antes
de que pudiera decir otra cosa, me plantó un beso, un beso suave,
dulce, tierno, un beso en el que apenas nuestras lenguas se
tocaron, un beso que nunca olvidaré, justo en ese momento su
mano por fin alcanzo mi pene que estaba erecto al punto del dolor,
lo acarició por encima del pantalón y sintió como se estremecía al
igual que todo mi ser.

Al fin se separó de mí, parecía agitada y emocionada, como si la


maestra que había conocido por tanto tiempo hubiera
desaparecido, una vez más revisó los alrededores, finalmente me
dijo:

“Te puedo ayudar con tu calificación Alex, pero tienes que hacer un
trabajo conmigo ¿ok?”

No hace falta mencionar que dije que sí sin pensarlo.


Entonces tomó mi mano y volvió a decir:

“Necesito que apagues este calor dentro de mí”

Entonces llevó mi mano a su pierna justo por encima de su media,


debajo de su falda, sin decir nada comencé a recorrer su culo y
muslo, la suavidad era increíble, conforme subía más y más ella
solo agitaba su respiración.

Yo sabía lo que estaba buscando, no era su pierna, ni siquiera eran


esas nalgas tan increíbles que sabía que tenía, mi primer
pensamiento fue llegar hasta lo más preciado de su feminidad, me
acercaba poco a poco tocando suavemente su muslo hasta que por
fin llegué al último obstáculo entre ella y mi mano, sus bragas, de
inmediato supe que eran de encaje por la textura con la que me
encontré. No pude resistirme y levanté su falda para poder ver el
panorama completo, lo que vi me volvió a dejar sin palabras.

Llevaba unas bragas color negro semitransparente de encaje que


apenas y dejaban ver un poco ese magnífico tesoro que cada vez
parecía estar más a mi alcance.

Introduje mi mano por debajo de sus bragas, ella simplemente se


limitó a cerrar los ojos y a disfrutar el momento, comencé a recorrer
esa zona hasta que me encontré con esa rajita tan deseada por
todos los hombres del instituto, de inmediato supe que ella lo
estaba disfrutando pues sentí una gran humedad en mi mano y
comencé a explorar con movimientos suaves y hasta temblorosos
debido a mis propios nervios, poco a poco introduje un dedo, la
sensación era como nada que hubiera sentido antes, el calor y sus
líquidos bañaban mi mano de una manera muy excitante, ella solo
se limitaba a gemir, no perdí oportunidad y con mi otra mano por fin
pude tocar ese espléndido culo que tantas veces había
contemplado en clase, era de buen tamaño, redondo y para nada
flácido, era perfecto.
Mi propia excitación por poco me traiciona, la escena era tan
excitante que por poco termino en mis pantalones, pero me contuve
como pude, poco después sentí un leve movimiento involuntario por
parte de la profesora Magy, como si algo la hubiera sobresaltado,
me atreví a repetir el movimiento que había hecho con mis dedos
sólo para percibir una reacción similar, entonces repetí una vez
más, con resultados similares, me di cuenta que había encontrado
un punto que a la profesora parecía gustarle, no me detuve y
continúe con el movimiento aumentando mi velocidad, la profesora
se dio cuenta y con un tono de voz que nunca antes había
escuchado o siquiera imaginado que ella pudiera tener me dijo:

“N..no, no Alex, para…” No me llevó mucho aprender que ese tono


de voz básicamente quería decir que no me detuviera, entonces
continué con mis movimientos, subiendo un poco más la
intensidad…

“Ya..para por favor…yaaaa, hmmm…” suplicaba la maestra Magy


cada vez estremeciéndose un poco más al ritmo de mis
movimientos…

“…Todavía no…Alex, todavía no…para…” la profesora Magy se


alejó como pudo de mí, casi de inmediato retiré mi mano la cual
estaba bañada en sus jugos, como si fuera reflejo lleve mis dedos a
mi nariz para poder oler la esencia de mi adorada profesora.

El olor era fuerte, pero para nada desagradable, al contrario.


Entonces y si la escena no era lo suficientemente surrealista, la
profesora tomó mi mano y se llevó mis dedos a la boca, casi los
devora con su lengua, la expresión que ella tenía era de pura
excitación.

Cuando liberó mi mano y sin decir nada se lanzó a mis labios y me


dio otro beso, esta vez era muy diferente al primero que nos dimos,
este no fue dulce y cariñoso, este era salvaje y apasionado, mi
lengua casi no podía resistir los embates de la suya, eso sin
mencionar que el sabor ligeramente salado de sus labios gracias a
sus propios fluidos me nubló la mente todavía más pues el sabor
era embriagante.

Al cabo de un rato por fin nos separamos, nuestras respiraciones


estaban agitadas, yo estaba listo para llegar hasta lo último con la
sexy profesora, no me importaba nada en ese momento, ni la
calificación, ni la hora, nada…solo quería volver a besar esos labios
y volver a recorrer con mis manos ese delicioso culo y esas jugosas
tetas…pero antes de que pudiera hacer algo, lo que me dijo en ese
momento me dejó un poco decepcionado.

“Aquí no Alex…aquí no podemos, es muy peligroso” A la fecha aún


no sé cómo hizo para controlar su respiración y su tono de voz,
pues de repente todo parecía volver a la normalidad.

“Espérame afuera del estacionamiento, yo paso por ti.”

Tuve que esperar un poco para asimilar lo que acababa de pasar y


lo que me había dicho, además de tomar un poco de aire y calmar
la tremenda erección que aún tenía, por fin después de unos
segundos logré sonreír por primera vez desde que habíamos
empezado y le dije:

“Si Profa.…nada más permítame tantito, tengo que recuperar


fuerza” - Ella rio como una colegiala avergonzada por el
comentario, aunque a la fecha estoy seguro que esa risa no era
más que parte de su acto de niña inocente pero seductora.
La maestra se levantó y comenzó a tomar sus cosas, no sin
dedicarme algunas miradas traviesas, mientras tanto, me levanté y
como pude oculté un poco mi erección, justo antes de salir de la
oficina me dijo:

“Oye, ¿tienes celular?” Le respondí que sí, que sí tenía.


“¿Qué te parece si avisas en tu casa que vas a llegar tarde?”

Esta pregunta no me paralizó, al contrario, convirtió toda mi


ansiedad y mis nervios en una emoción sin igual, como si fuera un
niño esperando la navidad. Por fin recuperé un poco de confianza y
le contesté:

“Maestra cómo cree, yo siempre llego a casa temprano como niño


bueno”

Ella me miró fijo y me percaté de los hermosos ojos que tenía, algo
en lo que muy pocas veces había puesto atención.

“Pues hoy me voy a comer ese niño bueno hasta que me canse”.

Salí de la oficina, intentaba relajarme, pensar detenidamente lo que


había pasado, comencé a sentir un poco de miedo, al fin y al cabo
me dirigía a una situación que nunca había experimentado, además
se trataba de una maestra, que pasaría si alguien se enterara.

Decidí distraerme un poco y de paso procurar que mi pene también


pudiera regresar a la normalidad y aproveché para llamar a casa.

Uno de mis hermanos contestó y le dije:

“Oye dile a mamá que llego tarde, voy a ir con mis amigos a comer,
a jugar videojuegos y tal vez al cine, llego cerca de las 8, como
siempre”.

Aprovechando que era un viernes y sobre todo el fin de curso,


sabía que mi familia no sospecharía nada pues no era la primera
vez que iba con mis amigos a pasar el rato. Incluso Mariana, mi
novia de ese entonces había faltado el viernes a la escuela, pues
salía desde muy temprano con su familia pues ellos pasaban las
vacaciones con sus parientes de otro estado. Por extraño que
fuera, todo se estaba alineando.
Cuando iba caminando hacia la salida, sumergido en mis propios
pensamiento, me percaté de una silueta a mi lado, no tardé mucho
en reconocer quien era, incluso era imposible no adivinar que se
trataba de la profesora Flor.

Se trataba de una chica bajita como de 1.58 de estatura, delgada


pero con una deliciosa figura, con una piel clara como la nieve,
cabello rubio cenizo largo y lacio que le llegaba a media espalda,
tenía facciones finas y muy hermosas, un par de tetas no muy
grandes pero bien formadas, un culo también muy bien formado
acorde a su figura delgada, ojos color miel y una sonrisa
cautivadora, en pocas palabras se trataba de una verdadera
muñequita.

Por si fuera poco era una persona sumamente agradable con todo
el mundo, que amaba su trabajo y siempre tenía tiempo para
ayudar a sus estudiantes.

“¿Alex tan tarde te vas?

“Hola profesora, si por ahí surgió un detalle con una calificación…


pero ya todo arreglado”

“Ah que bueno”

“Y usted, ¿ya de salida?”

“Si Alex, ya a casa a descansar”

Justo en ese momento, el pánico recorrió mi cuerpo...¿Acaso Flor


estaba en el edificio de maestros hace unos minutos? ¿Se habrá
dado cuenta de algo?
“Qué bueno profesora, ¿A dónde se va de vacaciones?”

Decidí que no importaba preocuparme por eso, pues la actitud de la


maestra Flor parecía ser la misma de siempre por lo que continuó
nuestra plática por un rato mientras nos dirigíamos a la salida, fue
entonces que vi estacionado al carro de la profesora Erika, justo en
frente.

Por un momento volví a sentir miedo y hasta desilusión pues tal vez
la presencia de la profesora Flor arruinaría los planes que
teníamos, sin embargo y de la manera más natural la profesora
Magaly explicó como por su culpa y por un error que cometió tuve
que quedarme hasta tarde para revisar una calificación y que me
dejaría en el boulevard del centro para acercarme a mi casa, la
maestra Flor pareció un poco extrañada por la amabilidad de
Magaly, pero al final dijo:

“Bueno Magy, te veo entonces la otra semana”

“Claro Flor, dime no quieres que te lleve, podría acercarte a tu casa


también”

La profesora Flor pareció pensarlo un poco, pero con esa sonrisa


tan encantadora que tiene contestó:

“No te preocupes Magy, no quiero que te desvíes mucho, bye Alex,


te portas bien...”
La última frase me puso pálido, ¿acaso sospechaba algo? Sin
embargo la maestra Magaly pareció no molestarse o no notó el
comentario, y me hizo una señal para que subiera al auto, así lo
hice y la profesora comenzó a conducir, entonces me dijo:

“Esa Flor…es un encanto ¿verdad?”

“Si, le cae bien a todos”


“Espero que no pienses que está mejor que yo”

“No para nada, usted…usted es un monumento” le dije mientras


volvía a recorrer su cuerpo con la mirada.

“Mentiroso…” dijo con una voz sexy mientras ponía su mano en mi


pierna “Entonces mi amor, que dices, listo para lo que sigue”.

“Claro que si”

“Por cierto y creo que no necesito decirlo, pero no le vas a contar


esto a nadie me entiendes”

En ese momento ella me pudo haber pedido que matara al director


de la escuela y yo hubiera dicho que sí a todo.

“Por supuesto maestra, a nadie”

Parte 3
Me confesó que desde la primera vez que me vio en el primer año,
le gusté mucho, era básicamente su tipo y el que compartiéramos el
gusto por el inglés le fascinó todavía más, no tardé en ganar su
confianza y a partir de ahí decidió que si lo iba a hacer con alguien,
era conmigo.

Esa confesión me puso muy contento, para ese entonces los


nervios ya habían desaparecido y ahora era pura excitación,
expectativa y ansiedad lo que sentía, ella seguía recorriendo mi
pierna discretamente cada vez que podía y de vez en cuando
rozaba mi pene, además levantaba un poco su falda para que
pudiera apreciar su pierna, literalmente mi boca se hacía agua.

Al cabo de varios minutos, giró el automóvil hacia un edificio, el


Motel Griego, uno de los moteles más concurridos por todas
aquellas parejas que buscan algunas horas de privacidad para
entregarse al deseo.

La empleada solo sonrió y movió la cabeza, al final nos indicó una


habitación y nos notificó que teníamos 4 horas.

Cuando cerramos la cochera de la habitación y por fin estuvimos


solos, la profesora me volvió a besar, bajamos del auto y entramos
en la habitación. Era una habitación lujosa, alfombrada, con una
cama enorme en el centro, adornos estilo griego, un gran espejo al
frente, una televisión en un rincón y lo mejor de todo, un enorme
espejo justo encima de la cama.

En ese instante me di cuenta que estaba a punto de suceder, ya no


había nada que lo impidiera, no sabía ni por dónde empezar pues
mi experiencia era nula, la profesora Magy de inmediato notó mi
falta de iniciativa, dejamos nuestras cosas en un rincón y por fin se
me acercó, me abrazó y me dijo muy tiernamente.

“Por fin te voy a gozar como loca”

Entonces comenzó a besarme, yo respondí al beso lo mejor que


pude, además de que por fin pude dar rienda suelta a mis manos
que comenzaron a recorrer todo su cuerpo, desde su espalda, sus
piernas y por supuesto ese grandioso trasero, todo eso mientras
saboreaba sus labios y sentía su lengua invadiendo cada rincón de
mi boca.

Ella comenzó a mover sus caderas hacia mi pelvis, yo sentía su


entrepierna y también podía sentir sus tetas en mi cuerpo, no
quería despegarme de sus labios, busqué el final de su falda con
mis manos y comencé a subirla, recorrí sus muslos y busqué una
vez más sus bragas pero en esta ocasión no fui por su intimidad,
sino que quise sentir sus enormes nalgas con mis manos. La
suavidad con la que me encontré es indescriptible, pero además
pude sentir la firmeza y el gran tamaño de su trasero. Justo en ese
momento ella recorrió mi cuello con sus labios, yo solo podía sentir
como mi piel se erizaba mientras sus manos buscaban mi miembro
el cual había recuperado la firmeza que había tenido en la oficina.

Por fin nos separamos, ella se quitó la chaqueta para revelar el top
blanco que había visto con anterioridad, ahora si no perdí
oportunidad y me lance a ese par de enormes y apetitosas tetas,
primero las sujeté por encima del top, ella cerró los ojos para sentir
mis toque y después llevé mis manos a explorar por debajo de su
ropa, primero su vientre y después sus tetas, esos gloriosos senos
con los que había fantaseado por mucho tiempo estaban en mis
manos, esta vez yo comencé a besarla, ella respondió de inmediato
y llevo sus manos a mi trasero, lo apretó justo como yo había
apretado el suyo, mis manos seguían recorriendo sus pechos por
encima de su sostén, finalmente ella volvió a arrodillarse y
desabrochó mi pantalón de inmediato.

No puse ningún tipo de resistencia, solo sentí como mis pantalones


bajaban por mis piernas, la maestra Magy comenzó a acariciar mi
miembro por encima de mi bóxer, y después metió su mano para
tocar mi virilidad.

La sensación era indescriptible, la suavidad de sus dedos y su


delicado toque una sensación completamente nueva, mi cuerpo se
estremeció de imaginar lo que seguía pues solo estábamos
empezando.

Poco después, se levantó y besó mi pene sobre el boxer lo que me


sobresaltó, su rostro reflejaba mucha excitación, su respiración era
agitada y su cabello comenzaba a mostrar señas de alboroto.

“Voy a pasar al baño…quiero ponerme cómoda…espérame aquí y


prepárate”

Tomó su bolso y entró al pequeño cuarto de baño, de inmediato


terminé de desnudarme, y comencé a hacerme una paja, muy
despacio solo para no perder esa erección que casi dolía, cuando lo
vi me sorprendí un poco, jamás lo había sentido así y entonces me
emocioné mucho más por lo que estaba a punto de pasar.

Los minutos parecían eternos, juraba que habían transcurrido


horas, pero tan solo habían pasado 3 o tal vez 4 minutos, aun así
fueron los más largos de mi entonces corta vida.

Yo me encontraba completamente desnudo sentado en la orilla de


la cama...cuando de repente escuché la puerta del baño abrirse, mi
corazón comenzó a latir todavía más fuerte, la vi y una vez más mi
maestra adorable volvía a dejarme sin habla.

Ella salió del cuarto de baño casi desnuda, tan solo tenía una toalla
cubriendo su cuerpo, se acercó lentamente hacia mí, su mirada era
diferente a las que había visto, por fin podría ver un rastro de
emoción en su rostro, una sonrisa de alivio y una expresión de
ansiedad en ella.

“Estoy muy nerviosa” dijo mientras se ponía en frente de mí, yo


seguía sentado en la cama, aun anonadado por la vista de su
escultural cuerpo casi desnudo.

“No tiene porqué maestra, usted es tan hermosa”

“Dime Magy, no me hables de usted, en este momento soy Magy


nada más”

Cuando dijo eso, tomó mi mano y lo llevó a su pecho, “Siente mi


corazón”

No recuerdo haber sentido sus latidos, lo único que recuerdo era


que sentía el calor de su piel, el ritmo de su respiración pero sobre
todo esa suavidad que solo el cuerpo de una mujer puede tener.

Finalmente y después de toda la anticipación se inclinó y me beso,


cerré los ojos para saborear sus labios y en ese momento sentí
como la toalla caía a mis pies, mis manos instintivamente buscaron
su cuerpo, estaba desnudo ante mí, no abrí mis ojos pues seguía
concentrado en su lengua acariciando la mía, pero mis manos
rápidamente encontraron el par de tetas más perfecto que jamás
pudiera haber imaginado, comencé a acariciar todo su cuerpo, sus
piernas, hasta que no aguanté más, abrí los ojos y por fin pude ver
a la escultural profesora de Inglés en todo su esplendor.

Lo único que tenía puesto era su braga que ya había visto en la


oficina, no pude evitar recorrer su cuerpo con la mirada varias
ocasiones, ella sonrió como colegiala y preguntó:

“¿Te gusta lo que ves?

“Eres perfecta…eres hermosa…wow”

“Ahora sí corazón, te voy a coger hasta que quedes seco”

Me recosté en la cama, mientras ella se ponía encima de mí, su


mirada siempre fija en mis ojos, el contacto de mi cuerpo desnudo
con el suyo es una de las sensaciones más maravillosas que aún
recuerdo, comenzó a besarme frenéticamente, sus muslos
chocaban con los míos, mis manos recorrían todo su cuerpo, no
quería dejar rincón alguno sin explorar, hasta que volví a encontrar
su entrepierna, sus bragas estaban bañadas en sus líquidos,
comencé a bajarlas pero me detuve para poder volver a insertar mis
dedos en su feminidad, estaba tan húmeda, no sabía que una mujer
fuera capaz de mojarse así.

“¿Qué quieres bebé?” Me preguntó sin dejar de besarme y


moverse.
“A ti, te quiero a ti Magy”
“¿Quieres sentirme, quieres estar dentro de mí?
“Si, mucho, no hay nada que quiera más en este mundo”
“¿Es tu primera vez?”
“S…si”
“¿Quieres que te haga hombre mi amor?”
“Por favor Magy, ya no aguanto”
“Yo tampoco, ya no aguanto”

Entonces Magy retiró sus bragas, tomo mi duro miembro, y


comenzó a frotarlo en la entrada de su raja, la sensación era
increíble, el líquido lubricante que ambos producíamos estaban
mezclados, estaba tan cerca de por fin ser uno con mi profesora,
mientras tanto yo seguía recorriendo sus tetas con mis manos.

Después de un rato de seguir así, me susurró

“Hazme el amor Alex”

Y si decir más, deslizó mi pene en su húmeda rajita, sentí como las


capas se abrían paso ante la entrada de mi verga, ella lanzó un
grito de satisfacción, dolor y excitación, de un solo intento entró
todo mi ser, ya estábamos unidos, en ese momento nada más
importaba, solo quedaba seguir ahogándonos en puro placer.

Parte 5
La consumación del deseo

Ella comenzó a cabalgarme, sus gemidos eran constantes y los


intercalaba con algunos gritos, yo aún estaba pasmado por la
sensación, mi pene se sentía extraño, sentir como me envolvía el
interior de Magy era una sensación muy placentera, cada vez mi
verga entraba y salía sentía el mundo detenerse a mi alrededor,
comencé a sentir sus fluidos sobre mis muslos, sus tetas enfrente
de mi rebosaban sin control, las tomé y las apreté suavemente,
también deslizaba mis manos a sus piernas, no quería dejar de
tocarla, los sonidos que envolvieron la habitación eran los de
nuestros cuerpos chocando mezclados con los dulces gemidos de
la voraz profesora de inglés.

Perdí la noción del tiempo, ella se movía de arriba abajo, y en


ocasiones realizaba movimientos circulares con su cadera que me
hacían sentir el cielo.
“Sientes eso mi vida, sientes eso” Dijo jadeando

Sí, claro que lo sentía, la punta de mi pene estaba tocando algo, no


sabía que era, todas esas sensaciones eran nuevas para mí.

“Si mi amor, te siento toda”

“Es mi cuerpo, te quiere te desea, cógeme, Alex, cógeme…”

Sus movimientos se intensificaron, mi pene estaba tocando muy


profundo dentro de su ser, ella solo se movía y comenzaba a tener
espasmos involuntarios, señal de que la excitación que tenía Magy
estaba en su máximo punto, yo respondí a sus embates subiendo
mis caderas al ritmo de sus movimientos.

“¿Qué haces? – Dijo Magy en medio de un grito ahogado.


“¿Te gusta mi amor? – Le respondí con intensidad.
“Es muy profundo, estás llegando muy profundo…” Decía entre sus
gemidos, pero sin dejar sus frenéticos movimientos.

El gozo y el éxtasis que los dos experimentamos era evidente,


nuestros cuerpos parecían haberse adaptado casi de inmediato, la
escena era surrealista y morbosa, no solo tenía enfrente el erótico
cuerpo de mí amada maestra, sino que también podía ver el espejo
que teníamos sobre nosotros, al vernos reflejados, al ver los
movimientos tan salvajes que hacíamos un pensamiento cruzó por
mi mente…”esto no es hacer el amor, esto es coger como salvajes”.

Conforme la intensidad subía, Magy parecía acercarse más al


clímax, yo aguanté correrme por el deseo de seguir
experimentando el tremendo placer que estaba sintiendo, de
repente ella empezó a perder el control de sus propios
movimientos, su cuerpo se estremeció, sus espasmos fueron más
frecuentes y su rostro perdió todo rastro de decencia:
“Oh Dios…dios…dios mío, me corro, por dios…bebe, mas, asi
bebé..más, más, más…ahhhhhhhhhhhh”

Magy lanzó un grito de satisfacción, ni ella podía controlar su propio


cuerpo, por lo que se volcó hacia mí, sin embargo no salí de ella,
aún seguía penetrándola.

La abrace, su cara estaba en mi pecho, podía escuchar su


respiración, como si hubiera corrido un maratón kilométrico, su
espalda estaba empapada de sudor, sus líquidos bañaban mis
muslos…

“eso…eso fue maravilloso” Dijo mientras intentaba recuperar aire…

Entonces me miró, la maestra con la que fantaseaba tanto tenía


una expresión muy diferente a la que yo estaba acostumbrado, su
rostro era un desastre pues estaba llena de sudor y su peinado
había perdido toda forma, pero aun así me pareció la mujer más
hermosa del mundo.
Comenzó a besarme, eran besos suaves pero apasionados, justo
en ese momento no pude evitar mover mi cadera, aún estaba
erecto y aún estaba dentro de ella.

“Nooo…espera, no te muevas…”

Ella se contrajo y me suplicó

“Estoy muy sensible…se siente demasiado”

Nunca debió decirme eso, sabía que era la oportunidad. Volví a


mover mi cadera para que mi pene recorriera su interior…ella se
estremeció y volvió a decir:

“no por favor, es enserio se siente mucho”


Ella se quitó de encima para evitar que siguiera con mis
movimientos, quiso recostarse junto a mí, pero yo estaba decidido a
correrme en ese momento, ya no aguantaba más y entonces perdí
el control.

Magy apenas se estaba acomodando a mi lado cuando yo me volví


hacia ella, junté la fuerza que aún me quedaba para someterla, ella
estaba completamente agotada, por lo que no podía poner mucha
resistencia, me puse encima de ella y volví a buscar su vagina con
mis dedos, ella no quería que la tocara, parecía que en verdad
estaba muy sensible, pero al final mi fuerza pudo más y no tuvo otro
remedio más que abrir sus piernas

“Despacio, hazlo despacio…”

Y entonces mi pene encontró la entrada a su ser y con la


anticipación desbordándose una vez más por volver a sentir su
interior, me deje ir con todas las fuerzas.

“Ohhhhhh……Dios!!!!!!!!!!!”

Magy gritó al sentir como la volvía a penetrar, ahora sí estaba


decidido a liberar todo lo que había acumulado a lo largo del día y
comencé a mover mis caderas de manera instintiva, aunque al
parecer no muy efectiva pues al cabo de un rato ella me detuvo…

“Espera bebé, espera…” - Entonces, alcanzó una de las almohadas


que estaban cerca… “Ayudame…” Y la colocamos justo debajo de
su cadera para que tuviera una mejor posición.

Volví a alinear mi pene en su rajita y lentamente volví a entrar en


ella… “Oh si papi, que rico” Dijo Magy con su dulce voz y sus ojos
entrecerrados.

La verdad es que su idea había sido muy buena pues estaba


mucho más cómodo y la penetración era muy profunda, lo que me
facilitó subir el ritmo de mis movimientos, la posición era muy
placentera y sentía todo su ser con cada embestida.

Debo admitir que no tardé mucho en sentir que iba a correrme, la


sensación era demasiada…

“Magy, Magy voy a terminar Magy” Le dije sin bajar el ritmo de mis
caderas.

“Lléname Papi, lléname, quiero sentir como te corres, no te salgas”

Magy me rodeo con sus piernas para asegurarse que no fuera a


salir. Por un instante recordé todo lo que se decía acerca del sexo
sin protección y los embarazos, pero francamente no me importó en
ese momento, solo quería sentir lo que era terminar dentro de una
mujer.

Y sin más llegó el momento del orgasmo, sentí como eyaculaba


como nunca, la cálida sensación nublaba mi mente y mi cuerpo
parecía perder toda su fuerza mientras que Magy también se
estremecía y gemía con dulzura al sentir mi leche recorriendo su
ser.

Después de ese momento de puro y absoluto éxtasis, nos


recostamos, ella me abrazó y yo puse mi brazo a su alrededor,
comencé a acariciarla tiernamente y ella me besaba dulcemente los
labios, fue un momento hermoso que deseaba nunca fuera a
terminar, a tal grado llegó nuestra relajación que sin decir mucho,
me quedé dormido.

“Amor, despierta bebé, ya despierta…”

Cuando reaccioné, vi a Magy recostada sobre mi, además de su


cuerpo desnudo, también sentí una manta sobre nosotros...al
parecer no era buena idea pasar frío después de sudar como lo
habíamos hecho, estábamos acurrucados como un par de amantes.
“Pero que hermosa vista” Le dije, y ella volvió a besarme
tiernamente mientras continuamos con las caricias mutuas.

“Ya es hora de irnos bebé” Dijo después de un rato, miré el reloj y


me di cuenta que ya casi eran las 6 de la tarde, no me había dado
cuenta pero el tiempo había pasado volando después de esta
genial experiencia.

Eventualmente nos levantamos y tomamos un baño juntos,


mientras nos duchamos volvíamos a besarnos con pasión, yo no
dejaba de recorrer su cuerpo mientras que ella jugaba con mi pene,
al cabo de un rato lo puso duro otra vez y ella se arrodilló para
aplicarme un oral de ensueño, pero por desgracia no pude terminar,
la hora estaba encima.

Después del baño, nos vestimos, entre jugueteos y más besos, en


un punto determinado, casi volvemos a desnudarnos para volver a
hacer el amor, pero ella recapacitó pues tenía que ir a dejarme a
casa y después se reuniría con su prometido para cenar.

Salimos del Motel a las 7 en punto, por el camino platicamos de


muchas cosas, la mayoría de lo que habíamos experimentado esa
tarde, ella me confesó que esta había sido sin duda alguna una de
las experiencias más excitantes de toda su vida, pero que no podía
volver a pasar nunca.

Yo sentí una gran decepción, pero a la vez estaba contento de que


hubiera tenido mi primera vez con una mujer como Magy.

Al poco rato llegamos a mi colonia y ella se estacionó a un par de


cuadras de mi casa, no sabía cómo despedirme por lo que dije lo
primero que se me ocurrió en tono de burla:

“Ya no me preocupo por la calificación ¿verdad?”


“No tontito, ya no...yo me encargo de eso”

El silencio se apoderó del auto después de eso, pero no fue


incómodo, al contrario, yo seguía en las nubes por lo que acababa
de suceder y ni siquiera podía disimular mi sonrisa, ella me miraba
fijamente con ojos de ternura más que de amor y al final dijo:

“Me voy a arrepentir de esto...pero, pásame tu número de


celular...si necesito algo, te hablo, ¿va?”

Mi sonrisa se extendió más y le di mi número…

“Sabes, en estas semanas de vacaciones voy a salir más temprano


de la escuela...espera mi llamada”

Nos dimos un beso y me bajé del auto...no podía creer lo que había
pasado y lo que faltaba, si tan solo en ese momento hubiera sabido
lo que aún me esperaba con la profesora Magy, en definitiva no lo
hubiera creído.

DOS PARA UNA

En uno de mis viajes me tope con una pareja que me narro este relato, no
puedo asegurar que sea completamente real, nos queda mas que confiar
en su palabra, muchos morirían de celos al ver a su pareja con alguien
más, para esta pareja esto los unió aun mas

Bien volviendo a la época donde ocurrieron los hechos, estaba en mi


época de segundo año de universitaria en la capital tenía un novio del
colegio en esa época llevábamos como 3 años juntos, teníamos momentos
malos pero en general no era mala la convivencia, yo vivía en una pensión
junto con otra gente del sur, mientras que él podía arrendar un
departamento, no vivíamos juntos por temas económicos pero si puedo
decir que aprovechábamos cada momento de intimidad que teníamos, por
esos tiempos con él nos pusimos a experimentar en el ámbito sexual, con
él fue la primera vez que ocupe un juguete sexual, tenía una vida sexual
bien satisfactoria, de el puedo decir que tenía una buena herramienta y
juntos nos completábamos súper bien y nos conocíamos perfectamente.
Durante una conversación aleatoria le pregunte si tenían alguna fantasías
sexual que le gustaría cumplir, cuando oyó eso quedo un poco atónito, si
bien el en ese momento no respondió la pregunta me dejo a mi para
responder primero, yo respondí que quería experimentar aquello del mito
de la gente de tonalidad oscura, si era verdad que tenían pene grandes,
quería verlo de primera persona si eso era verdad jejeje, esto es debido a
que una compañera de carrera había asistido a una despedida de soltera
de una amiga de su hermana, donde en el club que fueron había un
stripper donde era la sensación, la gracia que tenía este hombre era que
tenían una herramienta bastante tentadora jejeje  ya que nos mostró con
una foto que alcanzo a sacar en ese momento, desde ese momento me
pico la curiosidad de tener un pene grande en mi interior, no era que no
estaba contenta con el que poseía mi novio sino que deseaba
experimentar con algo que pudiera llenar todo mi interior. Después de ver
semejante herramienta busque por internet, si realmente existían esos
penes, lo digo porque mi experiencia era limitada a dos hombres y mi
novio actual tenía una herramienta como de 18 cm, en eso encontré videos
donde varios hombres de color hacían gala de sus dotes naturales, con
cada video que veía me humedecía tanto era el fluido que mis bragas se
mojaron tanto que tuve que cambiarlas, estaba tan caliente que termine
masturbándome con mi dildo viendo una película interracial.

El quedo atónito con la fantasía que tenía en mente yo en ese instante de


pensarlo me humedecía, el me pregunto:

El: ¿y como piensas cumplirlo?

Yo: no sé, podríamos ir a algún lugar y ver si alguien quiera o buscar por
internet servicios de esos.

El: mmm, ir a un lugar creo que sería difícil, porque no sabes con que te
puedes encontrar, además te dejaría, pero con una condición.

Yo: ¿Cuál sería esa condición?


El: Que fueran dos hombres que te penetraran al mismo tiempo y me
gustaría verte como disfrutas de esa experiencia.

Yo: ¡¡¡de verdad!!!, no había pensado en tener dos penes dentro de mi


pero me encanto tu idea, además igual sería más excitante tenerte ahí me
sentiría más cómoda.

El: Ya, ¿y cómo vamos a pagar eso?

Yo: no sé, ¿podríamos trabajar y juntar dinero?

El: Podríamos trabajar y juntar el dinero, además de que tienes que


prepararte para aquel evento.

Yo: ¿Cómo que prepararme?

El: Claro que te tienes que prepararte, si te van a usar por los dos orificios,
tienes que estar preparada para la descarga de ellos, el más pequeño
tiene que estar preparado para lo que te va a entrar en el cuerpo, por
último, tenemos que estar seguro de que no te embaraces jajajaj.

Yo: Ahora entiendo, si tienes razón, tengo que prepararme físicamente


para ese evento y ser regular con mi ciclo.

El: ¿En cuanto tiempo más quieres realizar esto?

Yo: No sé, cuanto tiempo igual quiero verme espectacular para ese
momento jejeje

El: Mi amor, ya te vez deseable para los hombres.

Yo: Pero quiero dejar cautivados a mis compañeros jejeje

El: Te entiendo, de verdad me gusta ese lado tuyo.

Yo: ¿Te parece que para meses de noviembre?

El: Me parece una fecha razonable, así juntamos para pagar el hotel, a los
chicos, comprar lubricantes y lencería para esa noche

Yo: Ya, me parece genial la idea pongamos a trabaja en ello.


Una vez ya acordado en eso, ambos nos pusimos a juntar dinero, recuerdo
que trabajamos en supermercados haciendo inventarios y de reponedores
también, cualquier dinero servía para cumplir mi fantasía, también me puse
a dieta salía a hacer ejercicio con mi novio, cuando teníamos relaciones
siempre terminaba preguntándome si todavía quería cumplir mi fantasía, el
sabía que no iba a retroceder, ambos comenzamos a investigar mejor
como realizar lo que quería, me empecé a cuidar y tener la higiene que se
requería para no tener sorpresas ese día ya que me iban a literalmente a
partir dos potros, el hecho de pensar que me iban a dominar dos
sementales me excitaba más, pasaban los días y mi libido aumentaba
más, con mi pololo las relaciones eran cada vez más intensas, de cierto
modo como que estábamos entrenando para dicho espectáculo, ya
estábamos perdiendo la vergüenza lo hacíamos donde nos pillara la
calentura, si era en algún baño público, en las bodegas del trabajo, las
escaleras de emergencia de cualquier lugar, ya habíamos perdido el pudor

Paso el tiempo y la fecha ya había llegado, entonces con mi novio


comenzamos a buscar quienes iban a ser los afortunados que me iban a
dominar jejeje, buscamos por páginas de internet, de momento estábamos
frustrado no encontrábamos a alguien idóneo para mi, nadie me llamaba la
atención, hasta que encontramos a un brasileño, sus fotos que tenía era
de alguien con un físico único un cuerpazo, era lindo de rostro para mí,
ojos negros con una mirada dulce, tenía unos brazos grande y un pecho
marcado al igual que su abdomen, decía en su descripción que hablaba
español, que media un metro noventa, que estaría unos meses en el país,
y cuando vimos a su amigo de abajo, me dejo húmeda con solo verlo, era
un pene de unos 25 cm grueso venoso y cabezón, lo único quería era
devorármelo enseguida ejejje en eso mi novio me observo y me pregunto: 

El: ¿Parece que lo encontramos?

Yo: Sí, con el quiero, de solo verlo ya me dejo húmeda

El: jajajaja, ya pues, que esperamos para llamarlo.

Yo: Pero dice que atiende a parejas y hombres, no creo que atienda a
mujeres.

El: llama no más, si el te dice que no Pregúntale a quien te recomendaría,


total ellos saben del negocio y conocen gente que podría ayudarnos.
Yo: Ya, total no perdimos nada.

En eso tomo el teléfono, mi estomago era un nudo, no podía marcar bien


los números de la excitación que tenía. En eso comienza a sonar y de
repente alguien contesto, espere unos segundos y una voz gruesa del otro
lado me responde.

El: ¿ Alo?

Yo: Alo, con Bruno (pongamos que se llamaba así).

Bruno: Si con el mi amor, ¿que desea?

Yo: mira estaba viendo tu anuncio y me estaba preguntando si atendías a


mujeres, además de saber, ¿cómo podría realizar una cita contigo,
también de consultar precios y que servicios ofreces a una mujer? que me
digas de que servicios realizar y cuanto cobras por tus servicios?

Bruno: Wow, una mujer decidida, mira te cuento mis servicios son
generalmente a hombres, parejas y mujeres pocas veces realizo el
servicio, pero para ti estoy disponible, mi servicio incluye: besos, caricias,
juegos de roles, penetración tanto oral o anal, para tu caso tu caso también
vaginal, lluvia dorada, y puedo acabar en tu cuerpo o donde quieras mi
amor. y el precio depende de la hora que quieras estar conmigo si es una
noche sale un poco más alto, pero ahí puedo hacerte un precio.

Yo: ooh (con solo escuchando ya me estoy excitando, jejeje), ya me


interesa contratar de tus servicios además tengo tres consultas más por
hacerte.

Bruno: Dime mi amor que consultas tienes, te digo de inmediato que estoy
sano y que todas las fotos que ves son reales si quieres te envió una foto
para que veas que soy real.

Yo: jejeje ya una consulta menos que hacer, yo igual estoy sana. Lo que te
quería pregunta es lo siguiente. ¿Tu podrías conseguir a un amigo tuyo
con las mismas características tuyas? O ¿tengo que contratar a otra
persona para realizar un trio con dos personas de tus características? Y
obviamente ¿si no te molesta realizar el trabajo y si de que no quieras que
me digas a alguien como te que quería realizar el trabajo?
Bruno: guaau!!, mira no me molesta trabajar con alguien más, es más
estas de suerte, un amigo mío que ya hemos trabajado junto antes va a
llegar al país en 14 días más, ¿así que en 16 dias más te parece
agendar?, te digo altiro que es mulato igual que yo, pero es más dotado
que yo jejejeje ( risa picarona).

Yo: yaa que rico me interesa. pero tengo un último pedido, no te molestaría
que mi pareja estuviera ese día ahí conmigo?

Bruno: ooh, ya veo entonces él sabe a lo que vas, no me molestaría, si


quiere grabar y si se quiere unir no tengo problema, ¿el también quiere
que le demos el servicio?, también me gustaría saber ¿dónde te gustaría
la cita en mi departamento, en el tuyo o en un hotel?

Yo: jajaja, no el no está en el trato solo soy yo, el me va acompañar y


mirar, te parece en un hotel cuando hagamos la reservación, te mandamos
los datos, otra cosa ¿cuánto tiempo más o menos crees tú que podamos
estar?

Bruno: no sé, eso depende de ti, pero como me agradaste te voy a cobrar
ambos por dos horas, pero generalmente nos tomamos 3 horas, sin contar
una previa antes, también te quiero decir que antes de que nos juntemos
no tengas relaciones con tu novio y no juegues contigo tampoco, para que
la experiencia sea la mejor posible.

Yo: yaa, me parece perfecto, aunque sea difícil pero lo voy hacer desde
hoy soy casta, hasta probar ese pene tuyo ejejeje.

Bruno: jajajaj me gusto esa actitud vas a ser nuestra puta ese día.

Yo: No sigas que me voy a devorar a mi novio si continuas.

Bruno: jajaja ya entonces cerramos el trato me mandas el 50% ahora y los


datos del hotel, estaré ansioso de que llegue ese día.

Yo: Ya bebe te esperare.

 
Después de esa conversación acordamos el pago y reservamos un hotel.
le enviamos los datos de la habitación, le comente a mi novio que no
íbamos a tener relaciones por un tiempo hasta el día del encuentro, el no
se quejó y acepto, durante esos días compre un plug para poder tener una
mejor experiencia, además de realizar los cuidados correspondientes, la
fecha se acercaba con mi novio no era difícil de vernos debido a
compromisos con la universidad y otras cosas, cinco días antes del
encuentro utilice el plug que había comprando para cuando llegara el
momento de usar mi orificio este pudiera extenderse de mejor manera así
había leído en un sitio, cada vez se me hacía más difícil aguantar no poder
jugar con mi novio y conmigo a solas, era tanto las ganas que tenía que
cambiarme las bragas constantemente, llevaba unas por si acaso era
mucha la humedad que tenía. El día antes me escribió Bruno para
confirma la cita y le dije que sí, el me mando un texto diciendo que estaban
desando con su amigo que llegara pronto la cita, la noche anterior había
dejado listo todo, lubricante, bolas chinas, juguetes, todo lo necesario para
tener la mejor experiencia de mi vida.

Entonces, llego el día compramos unos destilados, bebidas y cigarros para


estar más tranquilo, llegamos a al hotel nos registramos, mi novio aviso
que alguien nos iba a visitar que eran dos personas que más rato iban a
llegar, en eso que subíamos en el ascensor mi novio me miraba, yo esta
excitada a mas no poder, la suite era enorme, estaba en altura así que
veíamos desde alto todo la cuidad, tenía un pequeño hall con dos sillones
uno grande y otro un sillón para una persona, caminando a la cama, entre
al baño ya que estaba de camino, era enorme tenía una lavamos enorme y
largo, las toallas eran blancas y tenía una tinaja que alcanzaban dos
personas perfectamente y al lado la regadera que era bastante grande
como para tres personas, después de inspeccionar el baño me fui a donde
iba a dejar la vida, la habitación era grande con vitrales que daban a la
cuidad, la cama era enorme nunca antes había dormido en una cama tan
grande, solo de pensar que esa cama iba a cumplir mi fantasía e iba dejar
yo en ese momento jejejee.

La hora se iba acercando, con mi novio estábamos arreglando las cosas


para que llegaran nuestros invitados, en eso mi novio me dice que ya es
hora de que me arregle mi pololo, me quite la ropa al frente de él, en eso el
me mira y me dice estas más espectacular que nunca hoy realmente no
vas a olvidar lo que te van hacer, yo le dije eso que me mojaba más, en
eso entro al baño, me bañe, me puse crema por todo el cuerpo, me saque
los últimos pelos de mi monte venus, me asee por todo lados una limpieza
profunda, en eso me comienzo a colocar la ropa, iba usar un body de
encaje elástico con espalda abierta y una falda larga de malla
transparente, me veía bien el conjunto que había elegido resaltaba mi
figura y el body sostenía mi busto con firmeza, mis muslo se veían
estilizados y la cintura se me vía delgada y el abdomen plano, en eso que
mi novio me avisa que los jóvenes venían subiendo en el ascensor, así
que aproveche de maquillarme rápido, no me puse mucho rubor y escogí
un color morado para los labios, en eso que me maquillaba mi novio me
dice están aquí, sentí como mi estomago se estremecía y mi corazón
comenzaba a palpitar con más fuerza ya quería que hacer todo lo que
tenia planeado hacer. 

Hasta que tocaron el timbre y mi novio abrió la puerta, yo mientras seguía


maquillándome, mientras me miraba en el espejo pensaba que hoy no era
yo era una persona que solo quería saciar su libido y cumplir su fantasía
más extrema, en eso escucho que mi novio se reía con nuestros invitados,
lo deben estar pasando bien, en ese momento lo único que quería ir a
luego a reunirme con ellos, no me puse tacos o algo en los pies, sabia que
iba a molestar, procedo a salir del baño y me topo con ellos, dos hombres
grandes de más de un metro noventa, una piel morena casi oscura, con
facciones bien definidas, vestían camisas ambos y pantalones de tela
ajustados que marca entonces , Bruno con una voz profunda me dice:

Bruno: Hola, así que tú eres … que bueno conocerte, te ves muy exquisita.
Te presento a Andrés mi amigo quien nos va a acompañar esta noche.

Andrés: Hola mi amor, me lleve una buena sorpresa al verte, no esperaba


que fueras tan hermosa (se acerca y me da un beso en la boca).

Yo: Hola, chicos espero que hoy nos podamos divertir mucho.

Andrés: Hoy mi amor nunca olvidaras las cosas que te vamos a hacer

Yo: Te muestras muy seguro espero que sea verdad


Bruno: jajaja, me gusta tu actitud nena, pero mañana no vas a poder ni
caminar bien jajaja

Yo: Que rico.

Después de eso fui a servir unas bebidas y veía como aquellos hombres
me devoraban con la vista me sentía muy excitada y mojada, así que
pensaba que la elección de mi conjunto era la mejor decisión, en eso
procedo a servir a nuestros invitados y me siento al medio de ellos. Entre
la conversación nos preguntaron que como habíamos tomado la decisión y
comentamos que era una fantasía que deseaba cumplir después de ver
aquel stripper, mientras movía mis piernas para que vieran lo excitada que
estaba, le preguntaron a mi pololo que opinaba y él dijo que era algo que
ella quería experimentar que lo hiciera total no quería una persona
reprimida en el aspecto sexual, cuando dijo eso lo ame más todavía en ese
momento.

Bueno la conversación siguió hasta que ya no pude más me monte sobre


Bruno en ese momento, Bruno me dice aquí comienza la atención así que
tienen como 4 horas para entretenerte, cuando termino de decir eso en
acto reflejo bese de manera apasionada a Bruno, me calentaba cada vez
más, mi entrepierna ya comenzaba a dar de ese elixir que toda mujer brota
cuando esta excitada, en eso  Andrés observaba fijamente lo que hacía
con su compañero de labores, en eso me pongo de pie y les pido que se
pongan de pie para ver hasta donde les llegaba, en eso ambos se colocan
de pie, para mi asombro le llegaba a los pectorales ambos hombres en eso
mi novio me fotografió, mientras yo me mordía el labio inferior, por mi
mente pasaba la idea de que esa noche no iba hacer la misma nunca más.
En ese momento le dije a Andrés que de momento iba a jugar con Bruno,
en eso empujo a Bruno al sillón y comienzo a besar apasionadamente
aquel semental, en eso el jugaba con su lengua en mi anterior, mientras
con su mano comenzaba acariciar mis pechos, me decía que eran grandes
y redondos que no alcanzaba a agarrarlos completos con una mano, en
eso yo desabrochaba su camisa, mientras sacaba su camisa tocaba esos
pectorales que estaban duros, en eso en un acto de calentura comencé a
lamer sus pezones negros que tenia mientras mi mano recorría su cuerpo
hasta llegar a lo que sentía hace rato un bulto que molestaba cuando
estaba en el regazo de Bruno, comencé a sentir a Andrés que
desabrochaba mi falda, ahí estaba solamente con mi body mi culo ya esta
expuesto, sentí como Andrés mordió mi trasero, cuando hizo eso un
gemido salió de mi boca, ya no podía aguantar más.

En eso baje su cierre y ahí estaba lo que quería probar su pene, era tan
grueso que no podía envolverlo con mi mano intentaba masturbar a Bruno,
pero no me alcanzaba la mano, en eso siento que Bruno me dice

Bruno: Ya mi amor cuando te lo vas a comer, esto era lo querías.

Yo: Es que todavía no puedo creer lo que tengo entre mis manos (mientras
masajeaba ese trozo de carne)

Bruno: jajaja tómalo con calma.

Yo: Eso hare gracias por el consejo.

Acto seguido escupí la punta de su pene, mientras continuaba


masturbando a aquel semental, en eso mi boca ya no podía más, intente
introducir ese pedazo a mi boca, pero no podía, al principio abarque
solamente la cabeza, no me iba a dar por vencida, así que me puse un
poco de rodillas tome aire y introduje nuevamente ese trozo, llegue hasta
la mitad, lo saque rápidamente porque me dio una arqueada, en eso mis
ojos se pusieron lloroso en así que lo saque de mi boca, mientras miraba a
Bruno que reía, me decía parece que te está costando, así que tome valor
y un movimiento lo introduje nuevamente en mi boca y al final lo logre lo
sentía como recorría ese trozo de pene en mi garganta casi sentía que
llegaba a mi estómago, en aquel momento con un acto reflejo me lo saque
de la boca, en eso Bruno me dice vaya te costó jejeje, yo solo asentí con la
cabeza mientras limpiaba mi saliva con mi mano, la noche todavía era
joven pensaba no había que ser tan ansiosa total todavía me faltaba
Andrés por probar…
Costumbres Nórdicas

Una de esas raras costumbres sociales con las que, de vez en cuando, tenemos la
oportunidad de toparnos es la de las antiguas zonas rurales de Islandia en los tiempos
en los que un arado de madera era la última tecnología.

Es bien sabido el carácter frío y poco o nada extrovertido de los habitantes nórdicos
acentuado, más si cabe, cuando estos individuos conviven en una sociedad poco dada
a las relaciones y contactos entre habitantes de una misma comunidad.

Al parecer, el sistema de sustentación familiar en aquellas épocas pasaba por la


explotación de la agricultura y de una exigua ganadería doméstica, siendo éstos casi
los únicos medios de sustento. Estas vías de aprovisionamiento casi exclusivas
proporcionaban gran individualidad en cuanto a necesidades de bienes de consumo en
la vida diaria en las haciendas. Tal individualidad intensificaba la falta de contacto entre
diferentes haciendas o comunidades al no existir necesidad de adquirir tales bienes
desde el exterior de la unidad familiar y agrícola.

A ello hay que sumar la falta de fiestas locales o celebraciones de ámbito cultural o
religioso que pudieran congregar al conjunto de la comunidad propiciando un
acercamiento entre los habitantes de cada localidad.

Si a todo esto se le suma una educación intrafamiliar cerrada y sobre protectora


obtenemos como resultado un alto déficit de adaptación social de la masa popular
islandesa de aquellas épocas.

Tan escasos eran los contactos entre la población de una misma comunidad que los
jóvenes casaderos apenas contaban con ocasiones para poder relacionarse entre ellos
y, cuando lo hacían, sus actitudes timoratas y faltas del instinto propio de la exaltación
hormonal típico del inicio de la madurez sexual o quizás, debido a una educación
doméstica castrante, daban como resultado escasos o nulos compromisos
sentimentales entre los hijos de las diferentes familias.

Tanto fue así que las poblaciones se vieron mermadas en número considerable
contabilizándose durante muchos años, escasos matrimonios entre jóvenes casaderos
y, por ende, escasos o nulos nacimientos.

La drástica disminución del censo en las comunidades hizo que poco a poco se
empezara a tomar conciencia y se llevaran a cabo acciones para atajar el imparable
despoblamiento rural. La realidad de aquellos tiempos mostraba a los descendientes
creciendo y madurando hasta edades muy avanzadas sin abandonar el hogar y sin
traer nuevos integrantes al seno familiar, llegando incluso a la vejez en soltería.
Fueron los cabezas de cada familia los que, para solucionar tan grave problema de
despoblación y de sucesión dinástica, empezaron a concertar matrimonios con familias
vecinas para asegurar la continuidad y aumento de la estirpe.

Los vástagos contaban no solo con la inestimable dotación de un cónyuge apalabrado,


en el mayor de los casos, desde su niñez sino con la ayuda económica de sus familias
que se afanaban en abastecer de posesiones tales como casa y tierras a sus nuevos y
jóvenes vecinos.

Sin embargo, los esfuerzos por facilitar las tareas maritales que sus vástagos no eran
capaces de llevar a cabo por sí mismos no siempre se veían recompensados. Quizá
debido a una educación sexual nula o cuando menos escasa o bien por una anormal
inhibición en cuanto a apetencias sexuales se refiere. El caso es que tras el salto de la
soltería hacía la vida conyugal los resultados fecundadores no se plasmaban en un
aumento poblacional.

Tan extremo era el problema en torno a las artes amatorias, que se daban casos de
parejas que, tras años en matrimonio, aún no había llegado al coito puesto que
pensaban que el mero acto de acostarse juntos en la misma cama, uno al lado del otro,
era suficiente para que la mujer quedara encinta.

Se encuentran viejas historias de parejas que trataron de fecundarse juntando sus


ombligos, abrazándose fuertemente u orinándose en sus sexos.

Habría que añadir que no existía en la cultura islandesa, por aquel entonces, la “Noche
de Bodas”, entendiéndose como tal esa primera noche que los novios pasaban juntos
después del paso al matrimonio tras una vida célibe dedicada al respeto del futuro
cónyuge. Esa noche “especial”, cargada de erotismo y deseo, tan popular en la cultura
centro y sur europea.

La primera noche que los recién casados pasaban juntos llegaba tras la finalización de
la construcción del que sería su hogar. Las costumbres de aquellos asentamientos
dictaban que todo el pueblo ayudaba a construir la casa de los prometidos y próximos
nuevos vecinos una vez que el novio había adquirido, bien por sí mismo o bien por
cesión de algún familiar, un terreno en el que construir su hogar.

Después de meses e incluso años en el que toda la comunidad había contribuido con
su esfuerzo y trabajo, se celebraba la finalización de las obras, previa dotación de
mobiliario y enseres del hogar, con un festejo popular. Dicho festejo, costeado por los
familiares de los novios, finalizaba con el estreno oficial de la casa por los desposados.

Marcaba la tradición que dicho estreno se materializaba al cruzar el umbral asidos de la


mano por primera vez. Este hecho, tan simple como significativo, estampaba el paso de
la pareja de la soltería al matrimonio y culminaba con la pernoctación en el habitáculo
nupcial como otro acto más de la ceremonia.
Hete aquí el primer problema de los nuevos esposos puesto que, si bien ambos eran
duchos en todas las tareas propias del hogar y de sus labores aledañas, rara vez
alguno de los dos tenía el conocimiento o el instinto necesario para consumar su unión.

Para atajar el inconveniente en torno a la ignorancia sobre la realización del acto sexual
y asegurar la instrucción de sus vástagos en estas lides, los padres optaron por instruir
a sus propios hijos e hijas el día previo a la boda.

Tal era la desastrosa capacitación de los hombres y mujeres casaderas que sus
progenitores optaban por utilizar la noche previa como toma de contacto con un ser del
otro sexo y posterior instrucción práctica en sus vertientes más completas.

Esta práctica, tan pasmosa como necesaria, terminó por convertirse en parte de las
costumbres no escritas de aquella sociedad. Sin embargo, esta medida no solucionaba
el problema por completo puesto qué, en muchos casos, las hijas quedaban
embarazadas de sus padres con los consiguientes problemas inherentes a una
concepción incestuosa. Por otra parte, aunque en menor magnitud, tampoco las
madres eran ajenas a este problema.

Versiones contra puestas indican que la realización de la práctica carnal llevada hasta
el final, incluida la penetración, se llevaba a cabo no tanto por imperativo de la
instrucción sexual sino más bien derivada de la superstición que rodeaba a un
matrimonio novel. Al parecer, el que los novios acudieran vírgenes al casamiento no
traía buenos augurios ni al pueblo ni a la pareja por eso el desfloramiento llevado a
cabo por los progenitores se daba como un remedio espiritual más que como un
adoctrinamiento carnal.

Es posible que ambas teorías sean ciertas y simplemente las complementaron para
resolver dos problemas de un solo golpe. En cualquier caso, con el devenir de los
tiempos se aplicaría una fórmula que corregía algunos de los inconvenientes aquí
descritos. Paulatinamente se comenzó a desplazar el peso de la responsabilidad
educadora sexual desde los padres biológicos hacia los políticos, es decir, poco a poco
empezó a ser la madre de la novia quien se encargaría de enseñar e instruir a su futuro
yerno en las artes amatorias que a posteriori debía aplicar con su hija.

A su vez, el padre del novio preparaba e iniciaba a su futura nuera para con sus
deberes maritales en el lecho nupcial. De esta manera, ambos pretendientes serían
capaces de desarrollar sus labores procreadoras sin ningún contratiempo ni cortapisa
durante la noche siguiente y en los futuros venideros y, de ese modo, ayudar con su
prole al aumento tan deseado de la población.

Esta medida no evitaba que, al igual que venía sucediendo, las muchachas quedaran
embarazadas por otros hombres que no fueran sus prometidos pero teniendo en
cuenta que el posible hombre fecundador no era otro que el padre del novio y por
consiguiente sangre de su sangre nunca importaba sobremanera el origen progenitor
de la criatura.
En otros casos, los menos, era la madre de la novia quien quedaba preñada del novio
de su hija pero tampoco aquí se daba demasiada importancia a la naturaleza del
embarazo materno tomándose en algunos casos como una bendición o regalo divino.

Con el devenir de los tiempos, no se sabe exactamente la razón, hubo una variación
interesante en las costumbres prenupciales. Al acto sexual llevado a cabo entre la
pareja casadera con sus respectivos suegros se sumó una tercera cópula.

Este tercer enlace sexual era llevado a cabo entre el padre de la novia y la madre del
novio (justo los que en épocas anteriores tomaban participación directa en la
instrucción sexual de sus propios hijos e hijas). Se especula con la posibilidad de un
estrechamiento de lazos entre familias, realizando así un triple enlace prenupcial.
También hay quien aboga por un intento de las partes no participantes por “equilibrar la
balanza”.

Y es que existía la posibilidad de que un hombre con varias hijas pudiese ver a lo largo
de los años, cómo otros tantos mozos copulasen y fornicasen con su esposa pudiendo
incluso llegar a preñarla. En el otro lado, una mujer con un número indeterminado de
hijos varones podía presenciar como su marido fornicaba con un, quizás abultado, alto
número de jovenzuelas de carnes más duras y prietas que las propias.

En cualquiera de los casos, bien porque la unión completa entre los novios y sus
progenitores tenía razones románticas o ya sea por encontrar una paridad entre las
relaciones sexuales de todos ellos, lo cierto es que de nuevo la tradición se asentó
durante muchos años y terminó por trasladarse desde la noche prenupcial a la misma
noche del enlace.

Según se constata en los escasos documentos y referencias escritas de estos pasajes


prenupciales, al parecer, las tradiciones anteriores a este último cambio dictaban que
eran los pretendientes los que acudían al hogar y a la alcoba de los padres políticos
quedando los progenitores desparejados, relegados a pasar esa noche fuera de sus
aposentos en cuartos destinados a terceros usos. Con la añadidura de este tercer
enlace sexual hubo un cambio drástico en la elección del lugar del coito.

El mismo día del enlace, tras el ocaso del convite y posterior despedida del conjunto de
comensales asistentes al casorio, cada pareja se retiraba a un cuarto, preparado ex
profeso, en la misma casa recién estrenada de los desposados. El cuarto principal, el
que sería la alcoba de los recién casados y que contaba con las mayores comodidades
de ajuar y complementos, quedaba reservado para la madre del novio y el padre de la
novia.

Los novios con sus respectivos suegros copulaban en dormitorios menores. Estos
cuartos secundarios solían ser pequeñas estancias contiguas al dormitorio principal y,
en muchos casos, eran partes del propio aposento separadas por cortinas o biombos
improvisados.
Esto último no nos parecería estrambótico si conociéramos el diseño de las humildes
construcciones islandesas formadas por edificios de una sola planta. El centro del
hogar estaba constituido por un habitáculo que hacía las veces de cocina y lugar de
reunión rodeado de varias estancias concebidas como despensas y lugares donde
guardar sus enseres y aperos de labranza.

Inicialmente la construcción tenía un solo dormitorio. Posteriormente se iban


acondicionando más dormitorios a medida que iban llegando retoños a la unidad
familiar. Los matrimonios más previsores acondicionaban desde el inicio, además de su
dormitorio conyugal, otro cuarto más para sus futuros descendientes. Eran estos
cuartos adicionales los que se preparaban para acoger al resto de las parejas de
amantes el día de la celebración. Pero cuando, bien por la humildad de la construcción
o bien por la falta de previsión logística, solo disponían de un único cuarto debía ser
éste quien acogiera a las tres parejas de amantes.

La suposición más aceptada sobre la elección por parte de las tres parejas de cuasi
compartir una única estancia en lugar de utilizar los domicilios propios por parte de los
padres de los novios es que el número de ocupantes en dichas residencias fuera mayor
que en la nueva vivienda al haber acogido en ellas a los parientes asistentes al
casamiento.

A la falta de intimidad hay que añadir que las conversaciones mantenidas entre los
neófitos del sexo y sus monitores fueran oídas por todos los ocupantes del aposento.
También es remarcable el hecho de que, puesto que la cópula ente los recién casados
y sus suegros era un acto de iniciación y descubrimiento, el coito entre ellos se
realizaba a la luz de candiles que alumbraban sobradamente el lugar.

No podemos imaginar cómo serían las conversaciones, los gemidos, las composturas y
el resto de acciones entre las 6 personas que compartiesen el mismo habitáculo. Como
tampoco nos hacemos una idea de cómo se desarrollarían sus vidas a partir del día
posterior al apareamiento.

Desgraciadamente esta práctica tan exótica como interesante se fue perdiendo a


medida que la sociedad islandesa fue modernizándose. Hoy en día no queda ningún
joven cuya ignorancia en temas amatorios sea tan grande como para que necesite de
un tutor o guía sexual. Sin embargo de vez en cuando hay quien decide celebrar su
unión nupcial bajo el antiguo rito imbuyendo a su familia a tomar parte en un acto que
deja de estar reservado solo para los esponsales.

El último caso conocido, de los escasísimos casamientos que se llevan a cabo por este
rito, es el de la pareja de alemanes Eike Gottieb y Bettina thalberg afincados en la isla
desde hacía una década que, entusiasmados por retomar una de las más seductoras y
olvidadas tradiciones islandesas, no dudaron en movilizar a todas sus familias y amigos
para celebrar en común unión su alianza.
Por desgracia para todos, este enlace no tuvo un prospero futuro. La pareja se separó
después de que se supiera, tras años de matrimonio, la continua infidelidad de Eike con
la madre de su mujer que, al parecer, no disfrutó lo suficiente en la noche de bodas y
quiso continuarla un poco más. Para mayor escarnio la ruptura tuvo largas citas en los
tribunales pues el primogénito de la pareja parecía ser fruto de la unión entre Bettina
con su suegro el día de la boda. Ella utilizó su paternidad o, mejor dicho, la falta de ésta
para evitar que su ex marido tuviera acceso al que hasta hace poco tiempo había
creído su hijo biológico.

Otro acto parecido que poco a nada tiene que ver con este ancestral ritual, aunque
arrastre ciertos tintes semejantes, es el llevado a cabo por Scott Harris.

Este muchacho de Ontario afincado en estados unidos remató su despedida de soltero


acostándose con la madre de su inminente esposa. No se sabe si el alcohol o un
instinto sexual desinhibido por parte de ambos fue el culpable de que acabaran el uno
sobre la otra.

Lo único cierto es que la boda que había de celebrarse en ciernes tuvo que
suspenderse al llegar a oídos de su prometida la doble infidelidad. Sin embargo el amor
pudo más que el resentimiento y Amanda Whistter, que así se llama su compañera,
acabó perdonándole aunque para ello pusiera una condición, ¿saben cuál?

Ella y su suegro se acostarían las veces necesarias hasta que ésta quedara
embarazada. Aunque cabe pensar que la traicionada Amanda quisiera castigar con
saña a su esposo infringiéndole un escarnio desmesurado lo cierto es que la razón de
tal condición radicaba en la esterilidad del pobre Scott y consiguiente imposibilidad de
procreación.

Los coitos fueron programados y consensuados tanto por el marido como por los
suegros. No se sabe si a Scott y a su madre les debió molestar en demasía los
encuentros carnales entre sus respectivas parejas pero ¿qué importa que tu cónyuge
comparta sus orgasmos con otra persona cuando se tiene el amor?

A día de hoy Amanda y Scott tienen tres preciosos hijos aunque se desconoce si todos
fueron concebidos de la misma manera.

 .
Flechazo
n el año 2012 conocí, por una amiga, a varias de sus compañeras de universidad
que estudiaban abogacía, con las cuales nos juntábamos fines de semana para ir a
bailar; con una de ellas, una morena preciosa, me reencontré a los años volviéndonos
íntimos amigos, acabando como amigos sexuales, follando de una y mil maneras.
Nos reencontramos en el 2016, ya que “Patty”, una morena de figura sexy, de
cuerpo algo llenita, sobre todo era de pechos voluptuosos, labios carnosos, de bellos
ojos negros era muy atractiva… solía salir a patinar como hobby los domingos, cerca
de una avenida cerrada a mi departamento, si bien la tenía en el Facebook
intercambiamos números y que de cariño nos decíamos “Chica” y “Chico” en nuestras
horas de llamadas y momentos de chat.
Un día por la noche.
D: ¡Chica!… que tal, así que tienes la costumbre de salir a patinar los domingos,
nos vemos el próximo domingo entonces?
P: ¡Hola chico!!... si, bueno ya tengo la costumbre de hace unas semanas
aprovechando el buen clima
D: Y que fue de las demás chicas
P: Bueno… ya la mayoría están comprometidas y con sus niños
D: Si, si lo vi en sus redes, pero pensé que te veías con ellas
P: No mucho, aunque a veces hablo con ellas
D: Si bueno, ya buenos años que no nos juntamos, y si pues ya la mayoría está
echando raíces, ¡y tu aún nada?
P: Si, estoy saliendo con un compañero del trabajo, aunque lo tengo en secreto, el
aún es casado y pues… tenemos una relación con discreción.
D: Oh, bueno como dicen, dios perdona el pecado, pero no el escandalo
P: Algo así –con voz dudosa
D: Bueno entonces si el próximo domingo estas por aquí, me pasas la voz y nos
vemos un rato.
P: Ok, dale yo te aviso chico –riéndose
D: Ok, chica cuídate… un abrazo
Así nos despedimos, pero como a fines de ese mismo año estaba en encuentros
furtivos con “Anita” hasta que llego a irse de viaje.
Año Nuevo.
Llego así el verano del 2017, y veo un whatsapp de ella un jueves por la tarde.
“Chico espero hayas tenido un feliz año, este domingo… me avisas si puedes para
vernos, con un beso chico”
La verdad fui algo ingrato pues no la salude ni por navidad ni año nuevo, perdí
interés cuando me dijo que tenía su relación con el tipo casado. Aun así, le respondí a
su mensaje porque sé que a veces las segundas oportunidades pueden darse.
“Chica! también espero hayas un tenido un feliz año, este domingo claro, si puedo
chica, ya me dices por donde estarás… un abrazo, hasta el domingo entonces”
Llego el día, y la llamé plan de 8 am para saber por dónde estaba
D: “Chica”, por donde estas… ¡nos vemos por donde, dime tu?
P: “chico”, ya mira hay que tomar desayuno en la Chicharronería “nombre”… te
parece?
D: Ya genial nos vemos ahí
P: tomo un taxi ahí nos vemos, un beso.
Pude sentir que estaba cariñosa, pues iría con todo a jugármela esta podría ser mi
oportunidad, llegue antes y al encontrarnos ufff que mujer, traía un vestido ceñido a su
figura de algodón de color lila y sandalias traía un maletín, varios tipos giraban y la
miraban de reojo, me sentía dichoso. Ingresamos a desayunar, empezando a charlar
muy abiertamente.
D: Chica, y que tal tu fin de año, donde lo celebraste.
P: Me fui para Pisco (Ciudad al sur de Lima) para casa de unos familiares
D: Genial, que chévere… yo no pude viajar este año… será para el próximo, si me
invitan a pisco pues –riéndome
P: Ay, me hubieras dicho y te colabas –contestándome con risas
Así fuimos conversando, coqueteándonos y pues contándonos de a pocos nuestras
historias
D: Y sigues con tu novio, el que me contaste hace tiempo
P: Uhmm, bueno en realidad se supone que estamos, pero en todo este tiempo aún
no me ha dado señales que quisiera estar seriamente conmigo… es una historia larga
D: Sorry, solo pregunte no quise hacerte sentir incomoda
P: No te preocupes… y tu chico... ¡en que andas, estas aún con tu novia?
D: Quien yo, no ya no estoy solo hace unos meses… ¡me hablas de la maestra de
inicial?
P: Con ella, si es la misma con la que ponías fotos en tus Facebook, un poco más y
juraba que se casaban
D: Bueno… se terminó, no congeniamos en el fondo tan bien… lo que más nos unía
era... ya sabes la parte intima.
P: No, no se cuéntame – toda intrigada y riéndose
D: Bueno, de ese tema te estoy hablando, no te hagas – avergonzado y riéndome
P: Si, ya lo sé, entiendo te estoy fastidiando – riéndose
D: Y pues se acabó, voltee la página y ahora estoy tranquilo
P: Y no hay nadie quien te guste ahora, no estas saliendo con nadie
D: Bueno no… aún no hay nada, quien sabe y pueda aparecer alguien de sorpresa
P: Si a lo mejor… oye estoy algo cansada y llena, vamos a tu departamento… no
tengo ganas de patinar
D: Si supuse, además con tremendo desayuno que hemos tenido… como todos los
domingos me dan ganas de descansar, me levanté por ti nada más chica – en todo
coqueto
P: Hay chico, que lindo, pero me hubieras dicho y podíamos vernos otro día...
D: No, no que dices soy de cumplir mi palabra, además también quería verte… y
charlar claro
P: Ohh gracias, en realidad no quería estar en mi casa, anoche discutí con mis
papas, están molestos porque no sé cómo se enteraron que estoy saliendo con este
tipo que te conté… el casado – con tono de voz estresada
D: Ok, entiendo...vamos y descansas el tiempo que quieras.
Tomamos un taxi y llegamos a mi departamento, ingresamos y se recostó sobre el
sofá grande, mientras miraba su móvil, tecleaba rápido, pero no le preguntaba nada,
hasta que ella me dijera algo, hasta que en un momento me fui a la cocina mientras
ponía en el refri botellas de gaseosa por si me pedía al rato, cuando la vi ingresar a mi
cocina.
P: Tienes algo helado que me invites
D: Si, justo puse gaseosa a helar, pero descuida ya te sirvo con hielo – todo atento
P: Ok, gracias chico – con voz de niña dejándose engreír.
Mientras le servía rápidamente y se lo alcanzaba cogió con su mano rozando con la
mía, mirándola a los ojos sorprendido, y ella ya me tenía clavada su mirada y acentuó
decirme
P: Gracias chico, eres muy atento… si hubiera sabido elegir bien, quizás pudimos
vernos hace tiempo
D: Lo dices, en serio o me estas bromeando – todo confundido.
P: Eh… olvida lo que dije – tomado del vaso mientras salía nuevamente hacia la
sala
Volvió a recostarse y pues la acompañe yo recostado en el otro sofá mientras ponía
música desde mi móvil… y nos quedábamos en reposo en un gran silencio, pues nos
encontrábamos a la luz del día que reflejaba, entrando la brisa por la ventana.
D: Quieres que te traiga algo para que te tapes por si deseas dormir, solo pídemelo
con confianza
P: No… solo... quiero dormir…
Así quedaba profundamente dormida y solo la contemplaba, que linda mujer de piel
morocha, veía como sus piernas se ente cruzaban, sus brazos hacían presión a sus
pechos, sentí que me excitaba queriendo saltar sobre ella, desvestirla y poseerla… aun
así esperé pasando casi 20 minutos cuando volvió en si al escuchar sus mensajes del
móvil, levantándose y mirando su móvil y al parecer poniéndolo en modo silencio.
P: Todo bien, no te molesta que duerma cierto – algo dudosa
D: Si deseas dormir mejor, te presto mi cama
P: ¿Ohm, no tendrías problemas? – más dudosa en su hablar
D: No, no descuida… descansa un rato, yo te cuido – sonriéndole
Así la invite a mi habitación a cuál deje ordenada antes de salir, algo dudosa,
quedándose profundamente dormida, olvidándose su celular en la sala y al asomarme
para saber quién era puede ver que llegaban mensajes.
“Donde estas, con quien estas que no puedes hablar”, “Cuidado con lo que hagas
Patty, cuidado con lo que hagas”,” ya vamos hablar cuando se te pase tu berrinche”
Deduje… esta chica tiene muchos enredos, se está haciendo un mundo seguro este
tipo se está obsesionando con ella, típico cuando tienes relaciones con terceros.
Mientras estaba sentado en mi sillón prendí un cigarro… al cual en los minutos escucho
que me llama desde mi cuarto.
P: ¿Chico?, ¡estas fumando?
D: Este… si, te molesta el olor, lo apago descuida.
P: No, no descuida es tu casa y puedes hacer lo que quieras, no te preocupes.
D: Pero, si te molesta el olor, normal hago lo que sea para que te sientas mejor y
cómoda.
Hubo un silencio… hasta que la oí decir.
P: Puedes traerme gaseosa helada, por favor
D: Si, claro ya te lo llevo –apague el cigarro y llevándole un vaso de gaseosa e
ingrese a mi habitación
P: Gracias, que lindo eres conmigo -con tono de voz tierna
D: Ok, voy a la sala te dejo descansar.
P: No quédate, hablemos un poco
D: Ok, - me senté al filo de mi cama, y mientras ella estaba recostada nos miramos
en silencio - y de que quieres hablar.
P: ¿Yo te gusto verdad? – con voz intrigante
D: Ehh, este… si, si eres guapa – estaba todo nervioso por la pregunta y sonrojado
P: Ok, pero no te pongas nervioso, además a quien no le gusto – con voz picará y
riéndose
D: Obvio, claro – riéndome con ella para olvidar el nerviosismo.
P: Hace calor acá cierto - mientras miraba como abrir la ventana.
D: Ya abro la ventana, descuida seguro por ello no has podido descansar bien.
Así abrí la ventana entrando una suave brisa de la mañana, así cuando la volví a
mirar ya miraba muy tiernamente
D: ¿Si, necesitas algo más? – todo intrigado por cómo me miraba.
Me sorprendió que sus ojos se pusieran llorosos casi brotando lágrimas
P: No, Nada chico descuida… ya se me va a pasar
D: ¿Que sucede Patty, sigues con problemas… ya me imagino es con el tipo cierto?
P: Si, bueno si… es que soy una tonta no sé cómo me pude enganchar en esa
relación sabiendo que no me hace bien… me cuesta superar este tema, no porque lo
quiera, sino porque quisiera que ya no me busque, voltear la página para estar
tranquila, pero pareciera que estuviera obsesionado.
D: Si entiendo, te entiendo… yo alguna vez fui un tercero y sentí que me
obsesionaba con aquella mujer, se puede decir que me obsesione con ella, pero más
por la parte sexual… menos mal di un paso al costado, ya que tenía su familia y pues
no quería romper un hogar, pues sentía que solo buscaba un escape conmigo, fui
difícil, pero lo supere.
P: En serio, tú has pasado también por ello – algo sorprendida
D: Si, se cómo te sientes, es difícil dar la vuelta la página, pero no imposible –
mientras la tome de la mano.
Al parecer eso era lo que ella necesitaba un cariño, una caricia, un consuelo para
darle paz; por dentro sentía que quería besarla, tocar todo su cuerpo, morderla toda,
saborearla desde la punta de sus cabellos hasta la punta de sus pies, solo resistía para
quedar como un caballero.
Así pasamos a la sala, y pasando un rato la acompañe a que tomará un taxi de
regreso a su casa, me había dejado ardiendo, pero supuse que podría esperar para
otro momento.
Acordamos ir al cine a mitad de semana, mientras en eso días pensaba, tiene que
darse en algún momento un par de salidas más y me lanzo, ya que sentía que lo que
quería era atención y cariño, pero no iba a dejar escapar tremenda hembra, tenía
chupar esas tetas y que comerme esa colita sí o sí.
Luego de tener días de charlas, yendo al cine, a reuniones juntos y demás
confesiones íntimas, un día la invite a cenar y con la excusa de tomar un vino en mi
departamento, acabamos follando ardientemente, quedando sorprendido por su forma
de follar y de saborear sus voluptuosas tetas de pezones oscuros.
Después de tener varias salidas y mostrándome correctamente para que siempre
me tenga confianza, la invité a comer anticuchos una noche, pues nos gustaba la
comida criolla a ambos, charlamos amenamente, mientras me confesaba que su ex
saliente casado, estaba dejándola en paz, mientras planeaba viajar a pisco por verano,
a lo cual ella me invito a acompañarla.
P: ¡Chico, vamos a pisco, a pasar unos días en mi casa, te animas?
D: ¿Y va estar tu familia, normal, no te dicen nada?
P: Ya le hablé de ti a mi mamá y me dijo que normal que podía invitarte, además…
no te avergüences no va decir nada mi familia.
D: ¿Ok, ok, vamos pues… que calor que hace vamos un rato a mi departamento,
puedes... tienes tiempo aún?
P: Si, si vamos aún tengo tiempo.
Así terminamos y fuimos en un taxi a mi departamento, ya dentro destapé la botella
de vino y mientras brindábamos frente a frente, poco a poco nos fuimos poniendo
cariñosos, previa charla íntima que empezamos a tener a luz tenue de una lámpara en
la noche.
D: Salud, chica… vaya que nos hemos vuelto íntimos amigos… y todo por
casualidad.
P: Si, quien iba a pensar has sabido escucharme y ser bueno conmigo – mientras
miraba su copa, frotándola con sus dedos y algo nerviosa mordía sus labios.
D: Sabes, te confieso algo
P: ¿Qué cosa? –mientras me miro nerviosa y sorprendida
D: Tu, tu eres una gran mujer…por eso me gustaría saber si… –algo nervioso y
quedándome mudo adrede.
P: ¿Que, que… que te gustaría?, es sobre mí? –estaba toda intrigada
D: Uhmmm creo que no, mejor me lo guardo -mientras me servía más vino.
P: Ya dime… no te quedes callado, para eso querías que viniera, solo para
tomarme el pelo, mira que esta oportunidad no se puede volver a repetir - sentí retarla
D: Ósea, que si no te digo ahora que me gustas y que quisiera besarte, quizás
nunca te lo diga otra vez –entre nervioso y medio sonrojado por el vino
P: ¡tonto! –se me acerco dándome un tierno y suave beso, quedándonos en silencio
mientras estabas frente a frente en el sofá
D: Me rescataste de la soledad, quédate conmigo… me haces falta todas las
noches.
Así tomé su mano, me acerqué a ella y besándola sentía que iba a estallar de la
excitación, dejamos nuestras copas, fui besándola bajando hacia su cuello, ella estaba
entregada, atreviéndome a desabotonar su blusa, íbamos poniéndonos intensos,
aunque no sabía cómo reaccionaría la clave fue ser paciente.
Al terminar de desabrochar su blusa subí su brasier blanco, exponiendo sus
preciosas tetas de pezones oscuros, tocándolos y besándolos con la excitación de por
fin poseer tremenda hembra, mientras con mis manos deslizándose por debajo de su
falda llegué a sus caderas presionándolas sintiendo esa carnosidad de sus muslos que
me hicieron volver loco.
P: Vaya que estabas ansioso, con calma que no voy a ir a ningún lado.
Inclinándose hacia el respaldar del sofá pudiendo alzar su falda, quitándole su
calzón en el acto para acariciar su vulva con mis dedos, sentí lubricándose sometida a
mis bajos instintos, abierta de piernas empecé a comerme su coño, lengüeteando,
succionando su rica vulva, mientras ella gemía se retorcía de placer, fue quitándose su
blusa y brasier por completo, alzando mi mirada y observando la voluptuosidad de sus
tetas, acariciándolas llevando mis dedos a su boca los cuales ella chupaba, ufff sentía
que me mojaba, la puse de pie para poder quitarle su falda para después recostarla
sobre el sofá levantando sus piernas sobre mis hombros, así devoraba tan pulposa
concha mientras con mis manos sobaba sus tetas a placer
P: ¡Ay, ay, que rico, quiero tu pinga!  ¡Dame tu pinga que quiero comérmela toda!
D: Ok, cométala todo mi amor –parándome frente a ella, mientras me ayudaba
quitarme el pantalón y bóxer… mientras caía mis fluidos pre seminales.
P: Ya estabas arrecho –mientras me miraba y empezaba a masturbar mi verga, a la
vez pasaba su lengua sobre mi glande como saboreando un helado
D: Ya cómetelo todo, chúpalo –todo excitado
La tomé de la cabeza y empecé a follarla de boca, devoraba mi verga a todo placer
me estaba llevando al cielo con las tremendas mamadas que me daba, mientras
apretaba mis bolas y yo la tomaba del cabello, estábamos entregados al placer, la
levante mientras la pegaba mi cuerpo nos besábamos, sentía tus voluptuosas tetas,
tenía tremenda hembra entre mis brazos.
Me senté posicionándola encima de mío, friccionaba su culo buscando penetrarla
mientras ella me entregaba sus tetas a mamar y chupar, lo disfrutaba tanto que me
pegaba sus tetas a mi cara casi sin respirar, hasta que por fin pude penetrarla dando
ella un gemido de placer, le hacía menear su culo, la penetraba una y otra vez
estábamos excitadísimos, seguimos así unos minutos
P: Ahhh, ya me viene, ya me viene, ahhh –toda excitada
D: Vente, vente mi amor –mientras la besaba y chupaba tan ricos pezones
sujetando sus caderas y apretando tremendo culo.
Empezó a remecerse, mientras daba un gemido largo, sintiendo como se mojaba
toda mi verga, sujetaba su culo contra mi pelvis; Luego la recosté sobre el sofá
subiendo sobre ella colocando mi verga en su cara y empezando a follármela de boca,
retándola a que me haga venir con su deliciosa boquita.
D: chúpalo más fuerte, hazme venir, vamos –mientras aceleraba mis movimientos.
Seguía a ritmo frenético, oía las arcadas que seguro le producían las embestidas en
toda su boca, hasta que sentí venirme a chorros, ufff ella solo mamaba y mamaba
devorándose toda mi leche, respirando agitada y exhausta, a la vez con sus brazos me
sujetaba las piernas y con sus manos apretaba mis nalgas, su hambrienta boca se
encargó de recibir toda mi leche.
Al acabar me puse de pie viéndola desnuda y rendida sobre el sofá se recogía el
cabello hacia atrás, ofreciéndole más vino, para luego recostarme sobre ella
besándonos y acariciándola tiernamente, disfrutando de un momento romántico luego
de una maravillosa sesión amatoria, pero como resultamos ser muy ardientes,
seguimos follando esta vez en mi habitación.
La lleve cargándola, con todas sus tetas en mi cara, mientras se sujetaba con sus
piernas de mis caderas, la tumbe sobre la cama y abriéndola de piernas apunte mi
verga nuevamente en su coño penetrándola y empezando a bombear tan rica conchita,
ella solo me sujetaba de mis brazos, gimiendo de placer, veía como sus tetas se
meneaban en cada movimiento, a lo cual ella juntaba sus pechos con sus manos
ofreciéndomelas a chuparlas, era toda una atrevida. Me gire y eche en la cama, para
subirse en mí, pero dándome el culo a mi vista, ufff quede maravillado, se sujetaba de
mis canillas, a la vez que sentía que sus tetas rosaban mis piernas, disfrutaba ver
rebotar su culo incesantemente mientras lo acariciaba y daba nalgadas.
P: ¿Te gusta? –con voz arrecha
D: ¡Me encanta, sigue, sigue! -excitadísimo
Mientras cabalgaba, fui rosando mis dedos en su ano, lo cual pareció excitarla más.
P: Quieres mi culito, vamos a ver cómo te portas para dártelo –excitadísima a mas
no poder
D: ¡Cuando tú quieras, sabré esperar
Acto seguido se puso de cuclillas quedando maravillado por tremendo culo
expuesto, dándome unos sentones incesantes, sentía que ya no podía más.
D: ¡Me vengo!, me vengo! –exclamaba excitadísimo
P: Córrete mi amor, ya estoy en mis días, córrete –motivándome a acabar.
D: ¡Me vengo, ahhh!!! -mientras empecé a eyacular dentro de su concha
No tuve escapatoria y menos pude escapar de su hambrienta cola, tuve miedo de
que quedase embarazada, pero con los días si tuvo su menstruación
D: Wao… eres… increíble Patty –todo exhausto y rendido
P: Y tú no quedas atrás –mientras se subía en mi para besarme, nos quedamos así
unos minutos
P: ¿Ya me tengo que ir es tarde, un fin de semana me quedo quieres? –sonriendo y
guiñándome
D: Claro que si –todo sonriente.
Fue a ducharse de cuerpo teniendo cuidado de mojar su cabello, la ayudé
recogiendo su ropa, nos vestimos, y le pedí un taxi de aplicativo. Así luego que me
confirmo que llego bien a su casa, hablamos un ratito por el móvil y planeamos cuando
iríamos de viaje, incluso ya fantaseábamos con lo que queríamos hacer a solas cuando
estemos en pisco, la pasaríamos mejor aún.
Abogada y el sexo anal

Era el año 2011, había tenido ya ciertas aventuras desde que me fui a vivir solo, en
una reunión me presentaron a Laly, linda mujer de blanquita de cabellos negros y figura
monumental de buenas piernas caderas y pechos grandes, tendría unos 27 años, y
aunque congeniamos muy bien no pudimos echar rienda suelta nuestras pasiones,
hasta que un día fue a mi departamento.
Ella salía a diario del centro de Lima hacia su casa por Lima sur, así que un día
quedamos en que ella iría a mi departamento una tarde, ya había pedido permiso para
salir con anticipación, compre vino y lo puse a helar, arregle bien la sala y claro está mi
habitación.
Mientras esperaba tomándome un Red Bull para estar despierto, sonó mi celular, el
cual vi su nombre, a lo cual contesté.
-¿Hola Laly, como estas, ya estás en camino? –Preparándome para su positiva
respuesta
-¿Si, muñeco, en que estación de metropolitano bajo?
-En la estación “XXX”
-Ok, ya estoy cerca, ok salgo para darte el encuentro, besos.
Salí presuroso, y en mitad de camino al cruzar la pista la divise a lo lejos, que
encanto de mujer llevaba un sastre -falda y saco -ceñido a su despampanante figura,
con su bolso, una mochila y folder en una mano, con unos tacones que se hacían
relucirse más monumental, además de llevar su cabello negro azabache al viento. Se le
notaba estresada a lo cual presuroso, tome su mochila y folders ofreciéndole mi brazo
para que se apoyase a lo cual accedió.
-Como estas preciosa, dándole un tierno beso en su mejilla, uy se nota que hay
tenido un día difícil o me parece
-Que en serio? ¿Se me nota?, bueno si tuve un día pesadito, bueno todos mis días
son pesados en el poder judicial, tengo que redactar citaciones, hacer que el juez firme
resoluciones, bueno cosas de abogados. -mientras íbamos llegando a mi
departamento.
-Si, ya me imagino, pero bueno ya vas a descansar al menos un ratito en mi casa,
te atenderé como toda una mujer de la realeza –a los cual nos miramos y ambos
reímos.
-Aquí vives?
-Si, Bienvenida a mi mansión-todo un caballero en ese momento.
Al ir entrando pude ver su figura desde su espalda, era todo un monumento y sus
tacones hacían marcar sus pantorrillas, demasiada carne en esa bella mujer.
-Puedes quitarte los tacos si deseas, relájate un momento al menos
-En serio –replico
-Si claro, no te cohíbas… ya te traigo algo para tomar y picar
Ingrese a la cocina y al salir con el vino demás de pasas de piqueo, la vi casi
echada sobre el sofá grande en medio de los cojines ya descalza con las piernas
cruzadas carnosas y apetecibles.
-Gustas vino? –destapando la botella
-Solo un poco claro, no quiero relajarme mucho, puedo abrir un poco la ventana
-Claro –le mencione y servía el vino
Pude notar una vez más sus caderas, sus glúteos como se apoyaban en mi sofá
junta a la ventana para abrirla, por un momento quise dejar todo y lanzarme sobre ella
quitándole toda su ropa y hacerle un delicioso oral para relajarla.
-Que pasa te has quedado mudo… que me cuentas como estuvo tu día
-Bien, bueno… estaba viendo una obra y me escape temprano para poder verte
-Te tiraste la pera por mi?! Te pasas –mientras reía y le acercaba la copa de vino
-Es que valías la pena –mientras acaricia su mano al momento que ella sostenía la
copa
-Si tú lo crees, ojalá no te arrepientas
-Para nada –Repliqué
-Pero tú también ponte cómodo, estás en tu casa no tienes por qué seguir con tu
camisa y zapatos.
-Ok me cambio y vuelvo, no te vayas a ir
Fui rápidamente a mi habitación me quite la camisa solo y me puse unos jeans,
demás de quedarme descalza como ella.
-Muñeco y vives solo? –preguntándome desde la sala
-Si, ya hace unos años… poco a poco implementando el departamento
-Y no te da miedo vivir solo
-No nada que ver, es cuestión de acostumbrarse -mientras salía a la sala
Mientras ella buscaba poner en mi equipo de radio música para relajarnos un
poquito más
-Bueno, ya estoy más cómodo.
-Ay ni tanto, ya quisiera andar en ropa interior, como cuando llego a mi casa y entro
a mi habitación desestrezándome
-Bueno, si quieres lo puedes hacer, yo no tengo problemas –mientras sonría
-Si, que más que atrevido eres
-No, solo quiero que te sientas cómoda, ya se échate en el sofá grande, dame tus
pies te los voy a masajear.
-Saber dar masajes a los pies? –toda dudosa mientras tomaba de a sorbos el vino
-Si, algo… lo intentare.
Se echó sobre el sofá, acomodándose con los cojines, mientras puse sus pies sobre
mis piernas masajeándola suavemente, así fuimos conversando, fijándome que eso era
lo que necesitaba una mujer después de un día de trabajo con tacos que la mimen y
engrían.
-Y como así, abogada, ósea tienes presencia... y seguro ahí en los juzgados todos
estarán atrás de ti.
-No te voy a mentir, están atrás de mi invitándome a salir, hasta los mismos jueces
no pierden la oportunidad de galantearme, pero no quiero mezclar trabajo con pasión
-Pasión? –le pregunte admirado
-Jajaja, O sea amor pues no me interesa
-Ósea eres muy apasionada –tomando mi copa diciéndole Salud, sin dejar de
sostener con una de mis manos su pie.
-Ay no me hagas caso, este vino me está haciendo hablar tonteras –mientras
sonreíamos
-Y tú? ¿por qué estas solo? Que pasa contigo nadie te puede atrapar –curioseando
en su pregunta.
-Ja, no nada que ver solo que no se ha presentado ninguna mujer que me atraiga
por completo.
-Como te gustan pues? –mismo interrogatorio
-Apasionadas –Replique
-Ya pues, no me desvíes el tema –mientras reíamos, pero ya en la confianza de
estar acariciando no solo sus pies sino también sus pantorrillas.
-Bueno lo importante es que le importe y no me tome como una aventura, yo si soy
de entregarme de verdad y querer de corazón, por eso me han fallado antes.
Ella empezó a mirarme con atención, con cara de pobre bebe.
-Bueno te has fijado en malas mujeres, pero creo que puedes tener mejor suerte
-Así?, porque lo dices… Tu eres ese tipo de mujer ¿o sea crees que tu podrías ser
esa mujer que he estado esperando –me lance al ruedo en una era al todo o nada.
-Quien sabe, mientras desvió su mirada hacia la ventana y el cielo se tornaba ya lila
por el atardecer.
-No te pongas nerviosa solo fue una simple pregunta-mientras ya acariciaba sus
rodillas y sentía que me iba excitando.
-No voy a negar que me gustas, por eso estoy acá… y que pueda pasar más
adelante no lo sé… solo quiero que sepas algo acércate, para decírtelo al oído –
subiendo un poco casi como poniéndome encima suyo y ella diciéndome al oído.
-Tú… –con voz baja
-Que? no escucho –mientras la mire de reojo y ella me tomo del rostro
-Bésame –con voz tierna como queriéndose llevar por el momento
Nos acercamos al instante y empezamos a besarnos ya sobre ella enroscaba una
de sus piernas como las mías me sostenía sobre el sillón y ella solo se entregaba
dándome su cuello y yo procedí besarla toda, mientras ella me abrazo sobre el cuello,
estuvimos así un rato hasta que me dijo –Siéntate.
Me senté sobre el sofá-tomo su copa y yo la mía, ¡Salud, Salud!
-Voy a cerrar un poco las cortinas
Se apoyó casi sobre mí y sentí como sus pechos presionaban uno de mis hombros,
y al cerrarlas con casi poca luz parada frente a mi
-Quiero que me hagas el amor, trátame como una reina y yo te tratare como a un
rey
-Trátame como a un rey, y te adorare no sabes cómo.
Empezó a desbotonarse la blusa, dejando ver sus voluptuosos pechos y al quitarse
el sostén puede apreciar tan robustas tetas con sus pezones casi rosados, me
encandilaron, acto seguido se dio vuelta y me pidió que le bajase el cierre de la falda,
procediendo luego ella a bajárselos lentamente, que delicia de culo tenía… traía una
tanguita negra podía apreciar casi a poca luz tremenda cola que empecé a acariciar
sus glúteos, atreviéndome a besarla poco a poco subiendo por su espalda hasta llega a
su cuello mientras me pegué a ella abrazándola y presionando sus tetas carnosas y
pesadas.
Ella se dio vuelta me quito el polo y me ordeno que me sentará, yo solo obedecía a
tan despampanante mujer, me desabrocho el pantalón bajándomelos con todo y bóxer,
a lo cual mi verga salió disparada de lo erecta que me puso.
-Vas a ver lo apasionada que soy –mientras me miraba empezó a masturbar mi
pene y sin dejar de verme a los ojos, puso su lengua sobre mi glande empezando a
rotar su lengua y de una sola mordida metió mi verga en su boca empezando una gran
mamada que me hizo arrecharme tanto que solo atine a sostener su cabeza a sostener
sus cabellos mientras succionaba una y otra vez, me estaba llevando al cielo, sentía
como sus tetas rosaban con mis piernas como sus manos me tocaban tratando de que
me excitará lo cual consiguió.
-Wow, que rico… que haces, me estas volviendo loco.
-Te tocará después a ti engreírme así... uhmmm uhmm
-Ahhhh, que rico, sigue así muñeca me estas llevando al cielo… vamos súbete
quiero culearte mi amor.
La puse de pie, le baje su tanguita ya casi a la oscuridad de la sala, solo iluminaba
tenuemente las luces de los postes, bese algo rápido su concha levantando una de sus
piernas sobre mi hombro para hacerle un rápido sexo oral, quería empamparla con sus
fluidos, sentir el sabor de su vulva para poder follarla. La ordene montarse sobre mí,
empezando ella a menearse una y otra vez dejándose embestir mi verga en su
concha… se veía que lo disfrutaba y yo más mientras por ratos acercaba sus tetas a mi
boca para morderlas y chuparlas.
Que noche estábamos teniendo, follando sin prohibir nada de nuestros bajos
instintos, besándonos, acariciándonos, tomándonos el uno al otro. Se detuvo, pero
rápidamente giró hacia mi dándome todo su culo a mi vista, metiéndosela en su concha
y empezando a clavarse ella sola mi verga hacia atrás y hacia adelante una y otra
vez… esa tremenda cola destrozando mi verga, ¡qué mujer!, ¡qué tal hembra!
Muñeca ya me vengo… ya me vas hacer venir… se paró rápidamente y
arrodillándose frente a mi puso sus tetas entre mi verga y empezó a hacerme una rusa
inimaginable, ya no podía más.
-chúpamelo ya me vengo
Empecé a disparar los chorros de leche que llegaron hasta su cara, a lo cual ella
metió mi verga en su boca empezando a recibir toda mi descarga de semen… yo
sentía que se me salía el alma.
-Uhmm, tienes mucha leche… uhmmm, sabe dulce, debes ser por el vino.
-Ahhh… que apasionada resultaste… era cierto –mientras nos reíamos
coquetamente
-Pero no se vale eh, yo aún no he acabado, pero ya no tenemos tiempo ya me
tengo que ir.
-No mi amor, no te voy a dejar que te vayas así –la recosté en el sillón patas arriba
sosteniendo tremenda cola empecé a lamer tremenda concha mojada por nuestros
fluidos, y no me importo porque tenía que satisfacer a tremenda mujer, lamia,
lengüeteaba su concha, clítoris, levante más su cola y empecé a hacerle un beso negro
no deje escapar nada de tremenda concha y culo, sentía que ya estaba volviéndose a
excitar.
-Si tú eres apasionada yo también no me quedo atrás –apuntando mi verga y
metiendo de a pocos mi glande sobre su ano.
Aunque pensé que iba a dar batalla, entro sin mucha complicación y estuve así
dándole, dándole, al parecer era tubera, ella solo se dejaba follar recostada sobre el
sofá y con sus manos debajo de su cola abriéndosela ayudándome para penetrarla con
más comodidad,
Que tal combinación mamadora y tubera, que buena hembra había encontrado.
-Ahh, me vengo ohhh, no pares sigue.
Fue tanta su excitación que se vino follandomela analmente, bajando luego las
piernas y poniéndose de cuclillas dándome otra mamada espectacular hasta hacerme
venir nuevamente, esta vez mi leche las dejo caer en sus tetas, las acaricio y froto cual
bloqueador solar.
Caí rendido en el sofá mientras nos abrazábamos, pero yo entre caricia y caricia
besaba sus mejillas y hombro en tono romántico.
-Muñeco me tengo que ir, se me va hacer tarde…
-Te pido un taxi satelital descuida, vamos a bañarnos, te presto baya tengo
secadora no te preocupes, solo llegarás un poquitín tarde a tu casa, pero prométeme
que otro día te quedas conmigo ok.
-Ok, muñeco, vamos rápido.
Mientras nos bañábamos pude apreciar más su figura, sus tetas de pezones
rosados y grandes glúteos, era un hembrón.
Así quedamos en vernos el fin de semana prometiendo quedarse a dormir, era mi
mujer una hembra la cual folle por varias semanas, y aunque tuvimos un final
habitualmente cuando solo hay sexo, no voy a negar que follamos muy rico, nunca me
dijo no a follarmela analmente, Le encantaba; además de tener de ella fotos que se
dejaba tomar desnuda entre artísticas y eróticas. De las mejores mujeres que pude
conocer bella, inteligente y muy ardiente.
Ya habiendo tenido nuestro primer encuentro y habiendo pactado un fin de semana
para nosotros solos, adecue mi departamento con, sabanas nuevas, velas, más vino y
lubricante por si mi ardiente abogada me pedía hacerle más cosas.
Llego el sábado al mediodía, con la comida que había preparado en su casa por la
mañana para almorzar juntos, y así lo hicimos… nos pusimos cómodos, me pidió unos
de mi bóxer además algún polo que no usase, y yo vestido con mi short con un polo
cómodo. Entre broma y broma contándonos anécdotas de nuestro día a día.
Luego destapamos una botella de vino y pasamos a mi habitación para ver tv
mientras estábamos relajados… hasta que nos besamos y poco a poco fuimos
poniéndonos más calientes… nos quitamos la ropa y estuvimos desnudos sobre mi
cama, tocándonos masturbándonos, y besándola por todo el cuerpo, su pantorrillas,
sus muslos, su colita mientras le daba suaves mordiscos llegando hasta su tetas con
sus pezones rosados y estuve amamantando como un niño, me envicie con tan ricas
tetas , se las mordía succionaba apretaba sus pezones… mientras ella con una de sus
manos me masturbaba y jugaba con mis huevos masajeándolos y estirándolos,
estábamos volviéndonos salvajes nuevamente.
-Ya quiero follarte otra vez, no hay problema si quiero darte por tu culo
-No, no hay problema… me gusta el sexo anal… no lo tomes a mal, pero me
encanta es otra sensación.
-No que va, si a ti te encanta a mí también y que bueno haberte encontrando.
Me levante de la cama y saque de mi cajón de mi mesa de noche el lubricante, y la
puse hacia el filo de la cama.
-¡Ya estabas preparado, vaya! –como sorprendida pero excitada por lo que íbamos
a pasar
-No nada que ver lo compre pensando en ti, para no hacerte daño –mientras habría
el frasco y echaba lubricante a mi verga ya casi erecta a tope y colocándole también en
su ano.
-Veremos que tanto daño me haces –mientras se reía como retándome
Fui sobando su culo y acariciando su ano introduje suavemente un dedo palpando
el esfínter de su ano, se poniéndose muy ardiente… seguí así metiendo y sacando un
dedo, luego introduje dos dedos y fui tratando de dilatar su hermoso culito… mientras
ella sostenía una de sus piernas con su antebrazo, estaba dispuesta a que le hiciera de
todo.
Así me decidí por introducir mi verga en tan rica cola, mientras de la punta de mi
pene ya chorreaba liquido pre seminal de lo arrecho que estaba, eché un poco más de
lubricante y empecé a introducir mi glande, sentí de ella un pequeño salto y suspiro por
la penetrada. Mientras ya con la cabeza del glande dentro de su culo poco a poco fui
tomando ritmo a la vez que la abría de piernas sosteniéndola de la parte posterior de
las rodillas y fui empujando cada vez más y más.
-Uhhh, que rica cola tienes mi amor… me vuelves loco
-Te gusta… dime que te gusta –con voz excitada
-Me gusta, me encanta follarte así amor –mientras empecé a ponerme más salvaje
-Sigue bebe, sigue así… dame rico, dame que me gusta mucho –ya arrecha al
máximo
La sostenía con tan firmeza que iba bombeando hermosa cola, mientras ella se
sobaba sus ricas tetas, se apretaba los pezones, empezamos a transpirar del calor que
empezamos a sentir su cuerpo se volvía sudoroso de la transpiración y yo más
todavía… seguía y seguía mi pene empezó a entrar y salir con tal ritmo frenético que
solo hacia ponernos más salvajes, hasta que de tanto culearla empezó a soltar gases.
-Ay, sorry bebe, es que me estas llenando de aire, uhhmm ahhhh –apenada y
excitada
-No te preocupes mi amor, seguiré si tú quieres o quieres que pare
-No, sigue sigue –mientras se agarraba de mis manos
Seguí con follandomela, ella seguía soltando gases, seguía poniéndose arrecha,
esta vez con sus manos empezó a apretar mis tetillas, estaba queriendo sodomizarme
de lo excitada que estaba segura... seguía mete y saca, mete y saca en su delicioso
culo ya dilatado de placer
-Ay ayyy, me vengo bebé, me vengo...
Empezándose a venir nuevamente, como la anterior vez, sentí salpicar su
eyaculación hasta mi ombligo, lo cual hizo que me arrechará más… seguí hasta que le
dije
-Yo me quiero venir en tu culo bebe, quiero llenarte de mí leche.
Asintió con su cabeza con un sí, mientras se le notaba la cara de excitación final
que había tenido por eyacular.
-Ya me vengo yo también bebé.
Sostenía mi verga con dirección a su ano para seguir follandola, mientras apretaba
ya su clítoris para acabar de excitarla, ella solo con los ojos desorbitados solo
aguantaba y aguantaba, a la vez que también se toqueteaba el clítoris
-Ahí viene, ya ,ya… ahhh.
Sentí venirme a chorros, clave mi verga hasta el tope de su ano, solo descargaba y
descargaba chorros de leche que me hacían adormecer mi cuerpo, ella toda excitada y
exhausta tocaba mis manos como diciendo: “bien campeón, bien”
-Ufff siento que tu semen me ha llegado hasta las tripas… auuu ufff, creo que voy al
baño bebe
-Anda -con el cuerpo exhausto sacando mi verga y viendo como su ano quedo
ligeramente abierto por lo dilatado que estaba
Al levantarse, solo algo de gases, ya que seguro de tanta bombeada seguro y
seguía llena de aire, y efectivamente cuando se fue al baño sentí que levanto la tapa
del inodoro supongo que al sentarse solos más gases… fue algo gracioso, pero heroico
de su parte haber aguantado tanta culeada solo por placer
-Todo bien -pregunte.
-Si bebe todo bien, me voy a bañar, ya voy en un ratito
-Ya te acompaño –le dije desde el cuarto
Ya mientras ella se bañaba, vi que se enjabonada bien la cola, y mirándome me dijo
-Bote mucho semen –poniendo carita de que me dolió.
-Así, pero aún tengo más –mientras entraba con ella a la ducha para bañarnos
juntos
Así ya limpiecitos volvimos a la habitación y mientras traje más vino para seguir
tomando le pedí, que me chupará la verga que quería sentir su boquita traviesa.
-Amor, me la mamas un ratito que aún estoy con ganas -con voz de compláceme si
-Ya mi rey lo que tú me pidas.
Empezó a darme una riquísima mamada mientras sus cabellos mojados me
excitaban al tacto de mi piel y sus pezones rozaban mis piernas volví a arrecharme,
volvió a llevarme a la gloría mordía, chupaba, succionada tan deliciosamente que mi
verga ya se ponía rojiza de tanto maltrato, juntaba con sus dos manos mis huevos con
mi verga… Empezó a lamer mis huevos bien depilados –porque eso si una noche antes
me los depilé bien para que me devorará por completo– hasta que sentí que
nuevamente me venía.
-Tomate toda mi leche si, si tu culo recibió mucha leche, tómatela toda, sí. –con voz
arrecho le pedía que lo haga
-Ujummm uhmm, si mi rey, uhmm –siguió mamando
Ella al venirme apretó mi verga y sin soltarla dentro de su boca empezó a recibir mi
segunda eyaculada, pasándosela y dejándome maravillado por tal acto de placer.
-Wow, sí que me complaciste bebe –mientras me sobada la cabeza de placer un
digno happy end.
-Uaaaww, ahora si bebe ya estas contento –mientras acababa de limpiar toda mi
verga con su lengua dejándomela lustrosa e impecable, además de caliente de tanta
acción.
-Voy a secarme el cabello –mientras salía y se ponía la toalla entre sus enormes
tetas
Tuvimos una gran tarde, y después en la noche seguimos follando con más lujuria y
poses acabamos tan rendidos que nos quedamos dormidos desnudos, al día siguiente
pedidos chicharrones de desayuno de una local cerca que hacia delivery, mientras le
iba tomando fotos desnudas semi artísticas, pero ninguna en pleno acto, no le gustaba,
pero artísticas si, y así tuvimos un acto más de despedida antes que se fuera a su
casa.
Y como lo dije en mi anterior relato, de las mejores mujeres que pude conocer bella,
inteligente y muy ardiente.

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