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Sinopsis
La violencia está presente en casi todos los hogares bolivianos, sin impor-
tar su esfera social, económica o cultural; son muy pocos los hogares que no
sufren algún tipo de violencia intrafamiliar. En el 83 por ciento de los hogares los
hijos e hijas son castigados por alguna persona adulta. Dicho de otro modo, sólo
en un 17% de los hogares la niñez no sufre castigos. Esta publicación presenta los
resultados más relevantes de la Encuesta Nacional de Demografía y Salud (ENDSA)
efectuada en 2003 complementándolos con información generada a partir de
Violencia contra la niñez en Bolivia dicha encuesta.
Primera Edición
Depósito Legal Llegamos, por tanto, a una situación en la cual más de 1.2 millones de
La Paz. Bolivia hijos(as), alguna vez, han sido vejados(as) físicamente y más de 1 millón han sido
objeto de violencia psicológica. Los hijos e hijas son castigados(as) por sus proge-
INE Instituto Nacional de es tadísticas nitores por igual. Es decir, no existe una diferencia importante respecto al sexo de
Responsables: la niñez víctima de violencia.
Director Ejecutivo INE: Johnny Suxo
Representante UNICEF: Jonathan Lewis Los datos de la ENDSA implican que los autores de esa violencia física,
Autor: Hugo Tórrez psicológica y de otra naturaleza dentro de los hogares bolivianos es atribuible en
Supervisión INE: Víctor Mezza un 75% a las madres biológicas y en un 53% de los hogares la violencia es produ-
cida por los padres. Considerando el sesgo de la ENDSA y sus limitaciones —visto
UNICEF Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia
que la ENDSA ha sido aplicada mayormente a mujeres y proporcionalmente pocos
Responsables:
hombres/padres han sido encuestados— se puede inferir razonablemente que
Asistencia Técnica UNICEF: Carlos Gutiérrez
Coordinación Editorial: Clara Marcela Barona padres y madres ejercen violencia contra sus hijos e hijas en igual proporción.
Delina Garsón Asimismo, el conjunto de autores de la violencia contra la niñez no se limita a los
Edición: Hugo Montes progenitores, sino que se extiende a otros miembros del hogar, tales como abue-
los, padra st ros y hermanos.
Diseño Gráfico
Creación y Diseño: DG Herminio Correa R. Entre los condicionantes de la violencia contra la niñez, mediatizados por
Diagramación: María Luisa Aguilar las características de las madres encuestadas por la ENDSA 2003, se destacan el
tipo de trabajo y su educación. Las trabajadoras manuales comenten mayor violen-
Agradecimientos especiales: cia contra sus hijo/as que las trabajadoras no manuales. Eso se demuestra de
María Esther Arze - UNICEF manera evidente respecto a la violencia física (39% frente al 24%) y violencia psico-
Anna Kroon - UNICEF lógica (35% frente al 24%). Con respecto a la educación, se observa que las madres
María Cristina Ramírez - UNICEF con mayor grado de instrucción (9 y más años) cometen menos violencia contra
Nancy Alé - UNICEF
sus hijos/hijas. Las evidencias dan cuenta de la violencia física (20% frente al 40%)
Fotografía y violencia psicológica (21% frente al 33%).
Tapa: UNICEF/Bolivia/Cuellar/2003
La composición del hogar influye en la magnitud de la violencia ejercida
Impresión contra la niñez. Las familias que tienen muchos hijos ejercen más violencia contra
Imprenta Prisa los niños (36% violencia física y 32% violencia psicológica frente a 31% y 28%, res-
pectivamente, ejercidas por las madres con menos de 5 hijos e hijas). Asimismo,
La Paz - Bolivia las familias que tienen hijos e hijas menores de 5 años de edad presentan mayor
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VIOLENCIA contra la niñez en Bolivia
Sinopsis
magnitud de violencia (física 37% y psicológica 30%) comparada con las madres
que no tienen hijos(as) con las edades mencionadas (en este grupo de madres los
porcentajes alcanzan a 24% y 27%, respectivamente).
Analizando otros estudios sobre violencia (por ejemplo los publicados por
la OMS), se podría pensar que la violencia asume un carácter intergeneracional. Sin
Índice
embargo, los datos contrastados entre la violencia ejercida contra las madres por
sus progenitores o por los cónyuges y los castigos ejercidos por ellas contra los
hijos demuestran que en Bolivia, no es necesariamente el caso. Esto es, que tanto
madres que fueron objeto de violencia y maltrato como las que no sufrieron estos Introducción . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .8
actos, ejercen castigo contra sus hijos e hijas. Eso remite a buscar otras posibles
causas o condicionantes de la violencia, tales como la violencia que se encuentra Capítulo I. Un marco de referencia para la comprensión de la violencia
en la calle, en los medios de comunicación y en la sociedad en general. en el hogar . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .16
1. Aspectos conceptuales . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .16
Es importante enfatizar que la violencia en el interior de un hogar no es
2. La familia y la violencia en el hogar . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .18
un problema de orden privado, ni un hecho aislado, sino que es un problema de
3. La violencia en el hogar y su correlación con el desarrollo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .19
orden social, económico y cultural, es un problema de salud pública —debido a la
4. La valoración del niño y de la niña . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .19
magnitud y consecuencias negativas en la salud de esa población— y sobre todo
5. Los derechos de los niños, niñas y adolescentes . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .20
es una violación de los derechos de los niños, niñas y adolescentes.
6. Políticas y acciones estatales contra la violencia en el hogar . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .21
Siendo la violencia contra niñas, niñas y adolescentes el resultado de múl- 6.1 Políticas públicas de protección de la familia: la Ley 1674 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .21
tiples factores sociales, económicos, culturales, políticos y ambientales que se 6.2 Políticas sectoriales gubernamentales . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .23
manifiestan en el nivel individual, familiar y comunitario, y reconociendo que el 7. Breve contextualización socioeconómica para la comprensión de la violencia contra la niñez . . . . . . .24
Estado boliviano ha asumido a nivel internacional el compromiso de proteger los 7.1 El entorno socioeconómico . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .24
derechos de los niños, niñas y adolescentes, Bolivia debe mejorar sus políticas 7.2 Los indicios de la persistencia de la pobreza . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .25
públicas integrales orientadas a erradicar los factores estructurales de la violencia,
con un enfoque esencialmente preventivo, superando el abordaje de sus conse- Capítulo II. Los derechos de los niños, niñas y adolescentes en su contexto socio-demográfico . . . .30
cuencias y de medidas exclusivamente represivas. Asimismo, debe emprender pro- 1. Panorama de la población infantil y juvenil . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .31
gramas sociales de identificación, notificación, remisión a una institución, inve st i- 2. Retrospectiva y prospectiva de la población infantil y juvenil . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .31
gación, tratamiento y observación ulterior de los casos antes descritos de malos tra- 2.1 Bolivia: una población esencialmente joven . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .32
tos al niño. (Art. 19 de la Convención sobre los Derechos del Niño y Art. 12 del 3. Exposición a los riesgos de mortalidad en la niñez:
Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales). la situación boliviana en el contexto latinoamericano . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .35
4. El entorno familiar . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .36
Se observa que actualmente el Estado boliviano no está cumpliendo con
las obligaciones respecto a los derechos de los niños, niñas y adolescentes, dado Capítulo III. El maltrato contra la niñez en el hogar . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 42
que de millones de niños, niñas y adolescentes afectados por la violencia, apenas 1. Los factores condicionantes del maltrato infantil en el ámbito familiar . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 42
1.805 tuvieron algún tipo de atención (Defensoría de la Niñez y Adolescencia, 2. La legislación boliviana sobre violencia contra la niñez: avances y logros . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 44
División Menores, de la Policía Técnica Judicial (PTJ), Hospital del Niño, entre 3. La ENDSA 2003 sobre la violencia contra la niñez en el hogar . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 47
otros). Es decir, las respuestas del Estado son prácticamente inexistentes frente a 3.1 Enfoque y perspectivas de la ENDSA 3003 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 47
la magnitud del problema de la violencia. Por tanto, una proporción importante de 4. Análisis de la información de la ENDSA 2003 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 49
la población boliviana, la niñez, aún se ve afectada en su derecho “al disfrute del 4.1 La encuesta y los datos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 49
más alto nivel posible de salud física y mental” debido a la insuficiente respuesta 4.2 Tipología de la violencia para el análisis de los datos de la ENDSA 2003 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 51
del Estado boliviano. 5. Evidencias de la violencia contra la niñez en el hogar a partir de la ENDSA 2003 . . . . . . . . . . . . . . . . . 52
5.1 Lo que las madres declaran sobre el castigo a sus hijos(as) frente a evidencias del castigo
que aplican efectivamente . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 52
5.2 De víctimas de maltrato a autores de hechos de violencia contra la niñez . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 57
5.3 Autores y actores del maltrato contra la niñez en el hogar: las evidencias relevantes . . . . . . . . . . . 59
5.4 Hijos e hijas en el hogar y las manifestaciones de la violencia contra la niñez . . . . . . . . . . . . . . . . 66
5.5 El castigo contra la niñez según el sexo de los hijos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 70
1 Pacto Internacional sobre los Derechos Económicos, Sociales y Culturales (Art. 12). Véase anexo I de este volumen.
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VIOLENCIA contra la niñez en Bolivia VIOLENCIA contra la niñez en Bolivia
Indice Indice
Capítulo IV. Las estructuras familiares y la violencia contra la niñez . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 76 B. Normas nacionales de Bolivia . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 126
1. El enfoque de las estructuras familiares . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 76 Constitución Política del Estado . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 126
2. La familia y el hogar o unidad doméstica . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 77 Código Penal . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 126
3. La población femenina en las tipologías de hogar . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 79 Código del Niño, Niña y Adolescente . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 126
4. La violencia contra la niñez en el hogar analizada según tipo de hogar . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 80 Ley Nº 2033, “Protección a las Víctimas de Delitos Contra la Libertad Sexual” . . . . . . . . . . . . . . . . 129
4.1 Posición de las madres frente al castigo contra los hijos y castigos que aplican en realidad . . . . . 80
4.2 Los autores del castigo a los hijos(as) y las opiniones sobre el castigo Anexo II. Satisfacción de niños, niñas y adolescentes respecto a sus centros educativos . . . . . . . . 130
“con fines educativos” . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 82
Anexo III. El maltrato a la mujer. Un referente para comprender la reproducción de la violencia
Capítulo V. La violencia contra la niñez en su dimensión de negligencia . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 88 contra la niñez en el hogar . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 132
1. El estado nutricional de la niñez boliviana . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 88
Anexo IV. Violencia contra la niñez: cuadros complementarios . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 137
1.1 La situación nutricional de Bolivia en el contexto latinoamericano . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 88
1.2 La situación nutricional en Bolivia: evidencias de desnutrición infantil en
los indicadores antropométricos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 91
2. La falta de acceso a la educación como forma de violencia contra la niñez
y la adolescencia . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 93
2.1 Niños, niñas y adolescentes y su situación en la educación escolar . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 93
2.2 Asistencia escolar . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 94
3. El trabajo infantil y juvenil, otra forma de violencia contra la niñez y la adolescencia . . . . . . . . . . . . . . 96
3.1 Las evidencias del trabajo infantil según el censo de población y vivienda de 2001 . . . . . . . . . . . . 97
Capítulo VII. La denuncia del maltrato infantil y la respuesta estatal frente al problema . . . . . . . . . 110
1. El conocimiento de los organismos estatales sobre la violencia contra la niñez . . . . . . . . . . . . . . . . . . 110
2. La respuesta de los organismos estatales frente a la violencia contra la niñez . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 112
Conclusiones . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 114
1. Importancia de la cuestión . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 114
2. El papel y las obligaciones del Estado y de los progenitores . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 115
3. Recomendaciones para futuras investigaciones . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 116
Bibliografía . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 118
Anexos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 122
Anexo I. Principales disposiciones normativas que regulan la violencia contra la niñez . . . . . . . . . . . . . . . 124
A. Normas internacionales . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 124
Convención internacional de los Derechos del Niño . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 124
Pacto Internacional sobre los Derechos Económicos, Sociales y Culturales . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 126
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VIOLENCIA contra la niñez en Bolivia VIOLENCIA contra la niñez en Bolivia
Introducción
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VIOLENCIA contra la niñez en Bolivia VIOLENCIA contra la niñez en Bolivia
Introducción Introducción
Por tanto, el conocimiento sobre la magnitud de la violencia contra la logro educativo que debe alcanzar la niñez en edad escolar. Por una parte, se
niñez en los hogares, basado en información de la ENDSA 2003, debe ser conside- podría pensar que los padres son los culpables de esa situación pese a que tienen
rado en el marco de las re st ricciones anotadas, principalmente cuando se trate del los medios económicos necesarios; por otra, el bajo nivel de la educación alcanza-
diseño de políticas. da por los niños y niñas podría atribuirse al sistema educativo impuesto por el
Estado —que dificulta el acceso a la enseñanza—, además de factores como la dis-
Las normas nacionales incorporadas en el Código del Niño, Niña y tancia a los centros educativos, la ausencia de establecimientos escolares, la
Adolescente (artículo 7, Prioridad social) establecen que la familia, la sociedad y el ausencia de profesores, etc.
Estado tienen el deber de asegurar al niño, niña o adolescente, con absoluta priori-
dad, el ejercicio y respeto pleno de sus derechos. Asimismo, dicho instrumento en A fin de precisar los conceptos de violencia, castigo y maltrato se toman en
su artículo 108 define el maltrato como “todo acto de violencia ejercido por padres, cuenta las siguientes consideraciones basadas en ejemplos adoptados de la realidad:
responsables, terceros y/o instituciones, mediante abuso, acción, omisión o supre-
sión, en forma habitual u ocasional, que atente contra los derechos reconocidos a • Pegar a un niño o a cualquier persona en la calle, provocando lesión corporal, se
niños, niñas y adolescentes por el Código y otras leyes; violencia que les ocasiona- considera como delito tipificado por el Código Penal u otras disposiciones jurídi-
re daños o perjuicios en su salud física, mental o emocional”. cas; en cambio, si un progenitor pega a su hijo en el hogar, lamentablemente es
un hecho aceptado culturalmente.
La violencia contra la niñez puede ser analizada desde el punto de vista • Pegar a alguien es un acto de violencia pero no se considera una violación de
de sus escenarios y desde las modalidades de la violencia. En el primer caso, el derechos humanos. La violación de los derechos humanos surge cuando el
enfoque consiste en considerar los espacios geográficos y/o institucionales en los Estado comete un acto de violencia mediante instituciones tales como centros de
cuales se ejerce la violencia; estos ámbitos, más conocidos como settings5, son: protección de niños. De este modo se asume que la violación de los derechos
humanos vinculada a la violencia tiene que ver con el incumplimiento de las obli-
• el hogar y el entorno familiar gaciones de prevención y atención de la violencia por parte del Estado boliviano.
En otras palabras, el Estado boliviano estaría violando los derechos humanos de
• la escuela y el entorno educativo los niños, niñas y adolescentes víctimas de la violencia si no brinda la atención
• las instituciones de protección (hogares) o de internamiento por conflicto con la necesaria ante estos hechos o si no hace lo suficiente para la prevención de los
ley penal mismos. En suma, el único actor que puede cometer violaciones de los derechos
• la calle y la comunidad humanos es el Estado.
• las situaciones laborales
Este trabajo consta de siete capítulos precedidos por una introducción y com-
• los medios de comunicación.
plementados por una sección de conclusiones. En el capítulo I se abordan los aspec-
Las modalidades de la violencia6 se refieren a: tos relevantes para la investigación: contempla una aproximación referencial para
• maltrato físico comprender la violencia en el hogar incluyendo enfoques que atañen a los derechos
• maltrato psicológico humanos y la salud. Asimismo, se incluyen las disposiciones legales y las políticas y
• negligencia o abandono acciones dirigidas a la prevención de los hechos de violencia contra las personas.
• abuso sexual
• explotación para fines sexuales u otros fines. En el capítulo II se describe el perfil de la población infantil y juvenil desde
una visión general acorde con los derechos que tanto organismos internacionales
Para efectos del presente trabajo se opta por abordar el análisis de la violen- como nacionales reconocen a esta población. Complementariamente, mediante el
cia considerando principalmente la vertiente escenarios y, dentro de éstos, se con- anexo II, que esboza una caracterización demográfica y social de la población
templa la cuestión de las distintas modalidades de violencia. Como escenarios se femenina, se pretende ofrecer insumos para comprender las características de la
considera básicamente el hogar y el establecimiento educativo, teniendo en cuenta violencia ejercida contra la niñez, acudiendo principalmente a datos censales del
que la mayor incidencia de la violencia contra la niñez se concentra en el entorno 2001 y a los resultados de la Encuesta de Demografía y Salud realizada en 2003.
familiar y, en segundo lugar, en el ámbito escolar. En cuanto a los tipos de violencia,
se pone énfasis en las categorías de violencia física, psicológica y negligencia. Los capítulos III y IV se abocan al análisis de la cuestión central de este
estudio a partir de datos procesados de la base ENDSA 2003. En el capítulo III se
Es oportuno señalar la existencia de situaciones híbridas en determinadas incluyen aspectos de la legislación boliviana sobre violencia contra la niñez, sus
formas de violencia, como es el caso de la violencia atribuible a la negligencia. Un avances y logros. Las evidencias de castigos contra los niños y niñas están enmar-
caso particular es el relacionado con la precariedad en los niveles de asistencia y cadas en la agregación de los castigos declarados por las madres contra sus hijos e
hijas en cuatro categorías: física, psicológica negligencia y otras. Adicionalmente,
se hacen análisis asociados con los castigos que las madres han recibido de sus
5 Estudio de las Naciones Unidas sobre violencia contra niños, niñas y adolescentes. http://www.ohchr.org/english/bodies/crc/study.htm.
6 Diversas organizaciones han clasificado el maltrato infantil de varias maneras. Para el presente estudio se utiliza la tipología elaborada por la OMS (maltrato
progenitores y la violencia ejercida por los cónyuges contra ellas en un intento de
físico, maltrato psicológico, negligencia, abuso sexual, explotación para fines sexuales u otros fines).
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VIOLENCIA contra la niñez en Bolivia VIOLENCIA contra la niñez en Bolivia
Introducción
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VIOLENCIA contra la niñez en Bolivia
UNICEF/Bolivia/Cuellar/2003
Capítulo I Un marco de referencia para la comprensión de la violencia en el hogar Capítulo I Un marco de referencia para la comprensión de la violencia en el hogar
uno u otro grupo social o socioeconómico está determinado por las condiciones
de trabajo y niveles de vida existentes, que a su vez determinan las condiciones
colectivas de vigencia de los derechos humanos, la protección física y psicológica
de los habitantes, los servicios de salud, etc. 9
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VIOLENCIA contra la niñez en Bolivia VIOLENCIA contra la niñez en Bolivia
Capítulo I Un marco de referencia para la comprensión de la violencia en el hogar Capítulo I Un marco de referencia para la comprensión de la violencia en el hogar
Estructuras
familiares y Entorno socio-cultural y económico Nivel macro
socioeconómicos Entorno jurídico Causas 13 La Conferencia Internacional sobre Población y Desarrollo de 1994 define la salud reproductiva como “un estado general de bienestar físico, mental y social
Entorno demográfico básicas en los aspectos relacionados con el sistema reproductivo y con sus funciones y procesos. Ello lle va implícito (…) el derecho de la mujer a tener acceso a los
servicios de atención de la salud que propicien los embarazos y los partos sin riesgo. Los derechos reproductivos abarcan ciertos derechos humanos recono-
cidos en las leyes nacionales (…) adoptar decisiones sin sufrir discriminación, coacciones ni violencia”.
14 DNI Bolivia, 1998: p. 13.
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VIOLENCIA contra la niñez en Bolivia VIOLENCIA contra la niñez en Bolivia
Capítulo I Un marco de referencia para la comprensión de la violencia en el hogar Capítulo I Un marco de referencia para la comprensión de la violencia en el hogar
La profundización de esa lógica de reproducción del mundo adulto, a tra- escuela —uno de los espacios en los cuales el niño y la niña deberían sentirse más
vés del trato acordado a los niños y niñas, ha determinado una fragmentación de amados y protegidos— siguen existiendo niveles de maltrato alarmantes17.
la categoría niñez y el consiguiente surgimiento de dos tipos de infancia claramen-
te diferenciados15: Cabe mencionar que la Declaración Universal de los Derechos del Niño18
señala que el niño disfrutará de todos los derechos enunciados en dicha declara-
• Los niños/niñas que figuran como “representantes oficiales pero minoritarios” de ción sin excepción alguna ni distinción o discriminación por motivos de raza, color,
la categoría niñez, que ostentan el “sello de garantía” de la escuela, que gozan sexo, idioma, religión, (…), ya sea del propio niño o de su familia. Los derechos del
del privilegio de pertenecer a una “buena familia”, que tienen sus necesidades niño hacen referencia, entre otros aspectos, a una protección especial y disponibili-
básicas satisfechas y que son, además, portadores indiscutibles de la pureza dad de servicios para que pueda desarrollarse física, mental, moral, espiritual y
infantil. socialmente en forma saludable y normal; recibir educación que será gratuita y
• Los niños/niñas que viven en permanente conflicto con su familia, que rechazan obligatoria por lo menos en las etapas elementales; figurar entre los primeros que
la escuela, que están inmersos en la pobreza, el vicio y la delincuencia, y que reciban protección y socorro; ser protegido contra toda forma de abandono, cruel-
representan una amenaza para la población o, en el mejor de los casos, simple- dad y explotación; y gozar de los beneficios de la seguridad social.
mente inspiran compasión.
La forma en la que el adulto ha concebido a la niñez a lo largo de la histo- 6. Políticas y acciones estatales contra la violencia en el hogar19
ria refleja cierta instrumentalización a la cual el niño/niña ha sido reducido hasta Bolivia ha desarrollado numerosos programas y estrategias nacionales en
ahora, constituyendo una de las formas más extremas de violencia de la que una el área de la violencia doméstica desde el punto de vista técnico, pero su impacto
persona pueda ser objeto: la negación de su condición de sujeto social dueño de ha sido reducido. A continuación se da cuenta de algunas disposiciones jurídicas:
sus actos y responsable de las decisiones que le conciernen.
No obstante, también queda claro que al mundo adulto le resulta muy difí- 6.1 Políticas públicas de protección de la familia: la Ley 1674
cil plantearse maneras más respetuosas de relacionarse con la niñez. Respecto del Esta ley, aprobada el 15 de diciembre de 1995, contempla las políticas
maltrato infantil, los adultos como grupo social son herederos históricos de postu- públicas de protección a la familia, entre las cuales se menciona que el Estado, a
ras, percepciones y actitudes que, en el mejor de los casos, se traducen en ambiva- través de sus instituciones especializadas y en coordinación con las asociaciones
lencias e incoherencias entre los discursos y las prácticas sociales16. Prueba de esta civiles e instituciones privadas relacionadas con la materia, es responsable de las
afirmación es la ausencia de una discusión amplia y seria sobre cuestiones como la actuaciones que contempla dicha ley. Concretamente, propone:
ubicación de la infancia en la sociedad o la ausencia de políticas sociales coheren-
tes, que tomando en cuenta la realidad económica, política, social y cultural, articu- • Promover la incorporación, en los procesos de enseñanza, de orientaciones y
len la emergencia de una nueva cultura nacional acerca de la infancia. valores de respeto, solidaridad y autoestima de niños, jóvenes y adultos de
ambos sexos, fomentando el acceso, uso y disfrute de los derechos ciudadanos
sin discriminación de sexo, edad, cultura o religión.
5. Los derechos de los niños, niñas y adolescentes
• Impulsar un proceso de modificación de los patrones [culturales] de hombres y
Una referencia que clarifica, orienta y permite avanzar en ese proceso de mujeres (...) para contrarrestar prejuicios, costumbres y todo tipo de prácticas basa-
reconciliación con la niñez es la Convención Internacional sobre los Derechos de das en la supuesta inferioridad de cualquiera de los géneros o en papeles estereo-
Niño, promulgada en 1989, firmada y ratificada inmediatamente por el Estado boli- tipados para el hombre y la mujer que legitimen o exacerben la violencia.
viano. Esta convención es un instrumento que reconoce en el niño un “sujeto • Difundir los derechos y la protección de la mujer dentro de la familia, así como
social y de derechos” y una “persona en proceso de desarrollo”. Esta nueva con- el acceso a la salud, evitando la discriminación o actos de violencia que perju-
cepción lleva a pensar la infancia como una categoría social con necesidades y diquen o alteren su salud.
potencialidades específicas que exigen una atención importante y muy particular • Sensibilizar a la comunidad a través de campañas masivas acerca de los cuidados
de parte del resto de la sociedad. que se debe brindar a la mujer embarazada, evitando todo tipo de violencia que
pueda afectarla o afecte al ser en gestación.
Sin embargo, si bien contamos actualmente con concepciones más respe- • I n st ruir al personal de los servicios de salud para que proporcionen buen trato y
tuosas de la niñez, también es evidente que, en el curso de las últimas décadas, el atención integral a las víctimas de la violencia doméstica, respetando su dere-
marco de violencia simbólica dentro del cual ésta vive inmersa, lejos de suavizarse, cho a la intimidad y privacidad, y evitando la repetición de exámenes clínicos
ha ido más bien endureciéndose progresivamente. En otras palabras, mientras más que afecten a su integridad psicológica.
se postula la necesidad de respetar a la niñez, más se la maltrata. Incluso en la
20 21
VIOLENCIA contra la niñez en Bolivia VIOLENCIA contra la niñez en Bolivia
Capítulo I Un marco de referencia para la comprensión de la violencia en el hogar Capítulo I Un marco de referencia para la comprensión de la violencia en el hogar
• Coordinar acciones conjuntas de los servicios de salud con los servicios legales inte- Por otra parte, en lo que concierne a la oferta institucional, siguen exis-
grales para brindar una atención adecuada a las víctimas de violencia en la familia. tiendo limitaciones en la prestación de servicios públicos de prevención y atención
• Capacitar y sensibilizar al personal de administración de justicia, policía y demás de los casos de violencia, debido a re st ricciones presupuestarias, falta de conoci-
funcionarios encargados de la aplicación de la ley. miento de las normas y reglamentos, preconceptos y cargas culturales y débil arti-
• Incorporar en el lenguaje y el discurso de los medios de comunicación masiva la culación entre los diferentes actores institucionales.
difusión permanente del rechazo a la violencia doméstica.
• Difundir la Convención de las Naciones Unidas sobre Eliminación de todas las for- 6.2 Políticas sectoriales gubernamentales
mas de discriminación contra la mujer y la Convención Interamericana de la
Organización de los Estados Americanos para la Prevención, Sanción y 6.2.1 Sector salud
Erradicación de la Violencia contra la Mujer.
La problemática de la violencia contra las personas ha generado un proce-
• Divulgar el texto de la presente ley hacia públicos especializados, niveles de toma
so de concientización que ha movilizado a toda la sociedad, hecho que se ha
de decisión política, dirigentes sindicales y partidarios y líderes de opinión...
manifestado en las respuestas estatales frente a este problema, en las demandas y
• Promover el establecimiento de hogares temporales de refugio para víctimas de
propuestas del movimiento de mujeres y en las acciones de las organizaciones no
violencia y la creación de instituciones para el tratamiento de los agresores...
gubernamentales, en el marco de las Convenciones Internacionales y de la
• Insertar como asignatura curricular de formación en los Institutos Militares y Plataforma de Acción Mundial de la IV Conferencia Mundial de la Mujer.
Academia Nacional de Policías, la Ley Contra la Violencia en la Familia o Doméstica.
Dentro de este proceso, y en el marco de los importantes cambios de con-
Por otra parte, los rasgos principales de la mencionada ley hacen referen-
cepción y enfoque de la violencia contra la mujer, el Ministerio de Salud, el
cia a aspectos como el concepto y formas de violencia intrafamiliar, de la denuncia
Viceministerio de Asuntos de Género, Generacionales y Familia y la Organización
(quién puede denunciar de acuerdo a la modalidad de los hechos, es decir, si el
Panamericana de la Salud (OPS) diseñaron conjuntamente el Proyecto “Violencia
hecho es constitutivo de delito o no), medidas de protección para la víctima y de
contra la mujer y la niña: Una propuesta para establecer acciones coordinadas”.
las sanciones. En el anexo I se presentan los puntos principales de la Ley 1674.
Este proyecto define la violencia contra la mujer y la niña como un problema de
salud pública; por tanto, se lo aborda desde una perspectiva epidemiológica, consi-
La promulgación de la Ley 1674 y su decreto reglamentario marcó un hito
derando las causas y factores desencadenantes y planteando propuestas de aplica-
en el agendamiento de las acciones estatales en la lucha contra la violencia intrafa-
ción de estrategias de acción para su resolución.
miliar, que fue seguida de una serie de acciones estatales que refuerzan y profun-
dizan la estructura institucional para la prevención, atención y sanción de la violen-
En este sentido, la violencia se presenta como un problema multifacético y
cia dentro de la familia. Entre los aspectos más destacados se puede mencionar la
de causas múltiples, por lo que el enfoque de intervención, de acuerdo al
formalización de los servicios legales integrales como mecanismos de atención y
Proyecto, debe ser interdisciplinario y multisectorial; que integre conocimientos y
prevención de la violencia intrafamiliar a través de la Ley de Municipalidades de
experiencias readicionadas con las prácticas de un estilo de vida saludable; que
1988; el establecimiento de las Brigadas de Protección a la Familia, dependientes
promocione una cultura de no violencia como forma de relación social.
de la Policía Nacional, y la conformación de las redes de atención y prevención de
la violencia que articulan servicios de atención con organizaciones comunitarias20.
6.2.2 Sector educación
Pese a estos avances, la violencia intrafamiliar sigue siendo un problema El Ministerio de Educación, Cultura y Deportes, a través de la Reforma
que afecta principalmente a las mujeres, ya que, según datos del viceministerio Educativa, y conjuntamente con el Viceministerio de Asuntos de Género,
correspondiente, 7 de cada 10 víctimas son mujeres que sufren algún tipo de vio- Generacionales y de Familia, han diseñado y ejecutan el Programa de Prevención
lencia en sus hogares21. Un 75% de los casos tienden a ser repetitivos y no suelen de la Violencia en la Escuela (PPVE) con apoyo de UNICEF23.
ser denunciados por la víctima. Así, el 53% de las mujeres que declararon haber
sufrido violencia en sus hogares no emprendió ninguna acción y apenas poco más Los objetivos del programa son:
de un 17% de ellas sentó denuncias ante las Brigadas de Protección a la Familia, los • Prevenir y erradicar toda forma de violencia y discriminación de género dentro y
Servicios Legales Integrales o el Sistema Judicial. El 30% restante optó por solucio- fuera del aula hacia la construcción de una sociedad respetuosa de la diferencia,
nes en el marco de sus propios núcleos familiares22. equitativa y democrática.
• Promover la incorporación y el tratamiento de la equidad de género como una
propuesta para el mejoramiento de la calidad educativa a través de acciones de
capacitación, sensibilización y evaluación permanentes.
20De acuerdo con los datos del Viceministerio de la Mujer, a fines del año 2002 se contaba con 65 servicios legales integrales, 17 brigadas de protección de la
familia y 10 redes de atención y prevención de la violencia funcionando en todo el país.
22 Viceministerio de la Mujer: Plan Nacional de Políticas Públicas para el ejercicio pleno de los Derechos de las Mujeres, documento de trabajo.
21 En el anexo III de este volumen se constata que un 64% de las mujeres que viven en pareja han sido víctimas de alguna forma de agresión por parte del
cónyuge. 23El Programa de Prevención de la Violencia en la Escuela tiene cuatro fases: sensibilización, capacitación, seguimiento y evaluación.a
22 23
VIOLENCIA contra la niñez en Bolivia VIOLENCIA contra la niñez en Bolivia
Capítulo I Un marco de referencia para la comprensión de la violencia en el hogar Capítulo I Un marco de referencia para la comprensión de la violencia en el hogar
• Propiciar actividades extracurriculares que incentiven una “cultura escolar” basada • El desarrollo de las capacidades a través de la mejora en los servicios de educa-
en la equidad, el respeto, el desarrollo de la autoestima y la no discriminación ción, salud y saneamiento básico.
entre varones y mujeres. • Aumentar la seguridad y protección de los pobres, protegiendo a las poblaciones
• Desarrollar acciones de sensibilización y motivación dirigidas a la comunidad edu- más vulnerables y a las poblaciones afectadas por desastres naturales.
cativa, especialmente hacia las juntas escolares, a fin de generar condiciones • Promover la integración y participación social mediante el fortalecimiento de los
favorables para el acceso y la permanencia de las mujeres en la escuela. mecanismos de participación, particularmente en los espacios municipales.
7. Breve contextualización socioeconómica para la comprensión de la violen- Sin embargo, en un informe reciente de la CEPAL, que examina las condi-
cia contra la niñez ciones en las cuales los países de América Latina y el Caribe podrían alcanzar las
metas de reducción de la pobreza, en el marco de la Declaración de los Objetivos
7.1 El entorno socioeconómico del Milenio, expresa su preocupación sobre lo que ocurriría con algunos países,
entre ellos Bolivia. Al respecto, señala: si los países de la muestra siguieran compor-
Los informes especializados señalan que las dimensiones de la economía
tándose como en el decenio de 1990, en 2015 sólo 7 de los 18 cumplirían sus metas
boliviana, su producto per cápita, una estructura productiva con elevada participa-
de reducción de la pobreza; en otros 6 seguiría disminuyendo la incidencia de la
ción de actividades primarias e indicadores sociales aún no satisfactorios determi-
extrema pobreza pero demasiado lentamente y, finalmente, en el resto, donde se
nan condiciones socioeconómicas inferiores a las del promedio latinoamericano y,
encuentra Bolivia, los niveles de pobreza se elevarían, ya sea por un aumento de la
en algunos casos, semejantes a las observadas en algunos países del continente
desigualdad, por la merma del ingreso per cápita o por ambas razones24.
africano, por lo que Bolivia está calificada como país de menor desarrollo relativo.
En el contexto internacional, el Informe sobre el Desarrollo Humano 2003 del Aunque el informe mencionado se deriva de simulaciones de situación, no
PNUD clasifica a Bolivia como un país que presenta una esperanza de vida al nacer deja de ser preocupante la prognosis señalada para Bolivia, en tanto que se experi-
de 63 años, una tasa de alfabetización de adultos que alcanza el 86%, una tasa menta en la actualidad muchos problemas para elevar el nivel de vida de los habi-
bruta combinada (primaria, secundaria y terciaria) del 84%. Un 14,4% de la pobla- tantes y que, obviamente, sus efectos se vislumbrarían en los niveles de mortalidad
ción que sobrevive con menos de 1 dólar estadounidense diario, el 23% de la y desnutrición infantil25.
población está desnutrida, el 83% de los niños llegan a completar el 5º año de pri-
maria y establece para Bolivia un índice de desarrollo humano de 0,672, lo cual La Estrategia Boliviana de Reducción de la Pobreza (EBRP) reconoce explíci-
sitúa al país en el puesto 114º. tamente que la pobreza extrema se encuentra ubicada sobre todo en el ámbito
rural; asimismo, asume que es en ese espacio donde se verifica la mayor exclusión
El modelo vigente que, con variantes, ha sido aplicado en los últimos quin- social contra indígenas, campesinos y, especialmente, contra las indígenas y cam-
quenios, se inscribe en la economía de mercado y, si bien ha logrado superar la cri- pesinas, pues, es en las áreas dispersas donde se presenta de manera más cruda la
sis de los años ochenta, no ha alcanzado tasas de crecimiento económico y meca- exclusión social de carácter étnico y de género. Por esa razón, en el conjunto de
nismos de distribución suficientes como para revertir las condiciones de pobreza y los instrumentos que desarrolla, propone acciones focalizadas de lucha contra la
desigualdad subsistentes en el país. Este hecho se traduce en los indicadores pobreza rural.
sociales que muestran una situación muy preocupante reflejada en el Índice de
Desarrollo Humano (IDH) que sitúa a Bolivia como el quinto país de menor des-
arrollo en América Latina. Estos indicadores sociales son aún más preocupantes en 7.2 Los indicios de la persistencia de la pobreza
lo que se refiere a la niñez, no solamente por las tasas de mortalidad y morbilidad, Un estudio realizado por la Unidad de Análisis de Políticas Económicas
sino por las consecuencias de largo plazo que apuntan a la desnutrición y a las (UDAPE)26 muestra la situación preocupante de la pobreza en Bolivia, toda vez que
insuficiencias de la educación preescolar. este fenómeno, medido por el método de la línea de pobreza, aumentó en 2,57
puntos porcentuales (de 62,03% a 64,60%) entre 1999 y 2002, en tanto que la
En ese contexto, surge la Estrategia Boliviana de Reducción de la Pobreza pobreza extrema aumentó en 0,93% (de 35,84% a 36,77%). Esta situación se debió
(EBRP), elaborada a partir de una amplia consulta conocida como el “Diálogo al deterioro de los ingresos de quienes se encontraban trabajando en las activida-
Nacional”, que permitió conocer las principales demandas de la población pobre, des económicas que fueron afectadas con mayor intensidad por los shocks inter-
como la falta de mercados, las bajas oportunidades de empleo, el exiguo acceso al nos y externos. El estudio también señala que las mayores diferencias entre 1999 y
crédito, la falta de infraestructura económica y la baja calidad de los servicios de
educación y salud que provee el Estado. La EBRP plantea reducir la pobreza de un
63% a un 41%, y la extrema pobreza del 37% al 17% en los próximos quince años, 24 CEPAL, PNUD e IPEA, 2003: p. 5.
proponiendo cuatro componentes que integran un conjunto de acciones y políticas: 25 Un recuento de la situación económica para el año 2003 señala que la economía boliviana experimentó un crecimiento del 2,45%, mientras que la tasa de
crecimiento de la población fue de 2,75. Las ramas de actividad económica que contribuyen en mayor porcentaje al PIB de Bolivia son las relacionadas al
sector de servicios, la agricultura, la industria manufacturera y la minería. Aproximadamente el 50 por ciento del PIB se produce en la actividad comercial, el
• Ampliar las oportunidades de empleo e ingreso, apoyando y fomentando la capa- transporte, los establecimientos financieros, la administración pública y otros servicios. La agricultura, al igual que la industria manufacturera, contribuye con
cidad productiva de los pobres. el 13% del PIB, y la minería con el 8%.
26Landa, 2003: p. 3.
24 25
VIOLENCIA contra la niñez en Bolivia VIOLENCIA contra la niñez en Bolivia
Capítulo I Un marco de referencia para la comprensión de la violencia en el hogar Capítulo I Un marco de referencia para la comprensión de la violencia en el hogar
2002 se encuentran en el área urbana, con un crecimiento de la pobreza de 2,58%, En las ciudades, gran parte de estas familias está marcada por el desem-
frente a un aumento de 1,87% en el área rural. pleo abierto y el trabajo esporádico y precario, y cada vez son más frecuentes los
episodios de desintegración familiar, con las secuelas de prostitución, trabajo infan-
De los datos del cuadro 1.1 se infiere que la quinta parte de las familias til, delincuencia y otros males sociales asociados a la pobreza extrema.
bolivianas subsisten con menos de medio dólar al día y están postradas en la indi-
gencia y la marginalidad. Estos hogares, conformados en promedio por 4 ó 5 Una conclusión importante que se deriva de la información recopilada por
miembros, tienen como rasgo distintivo al hambre, ya que cada integrante de la la MECOVI es que la quinta parte de las familias más acomodadas del país disponí-
unidad familiar dispone en promedio de sólo 10 a 15 centavos de dólar (un bolivia- an en el 2002 de un ingreso familiar que era 44 veces mayor al obtenido por la
no) al día, monto con el que apenas se puede comprar un máximo de 3 panes. quinta parte más pobre. Este nivel de desigualdad social —uno de los más elevados
de Latinoamérica— se agravó en los últimos años a causa de las políticas neolibera-
El análisis de la información oficial, consignada en la Encuesta continua de les aplicadas inadecuadamente y que dieron lugar a la concentración de la riqueza
hogares 200227, también permitió establecer que en esta situación crítica se en pocas manos.
encuentran alrededor de 390 mil hogares que conviven cotidianamente con la
miseria extrema al contar con un ingreso familiar de apenas 16 dólares estadouni- Ahora bien, a partir del enfoque adoptado en el presente capítulo, es
denses al mes. Un monto que literalmente no alcanza para nada, en un país oportuno señalar que en los capítulos que siguen se analiza la situación de la
donde la canasta familiar mínima se calcula en al menos 400 dólares, según las niñez considerándola sobre todo en el marco de sus derechos, entre ellos el dere-
estimaciones gubernamentales más modestas. cho a nacer en condiciones adecuadas, el derecho a todas las oportunidades de la
vida, el derecho a ser alimentado, instruido y educado suficientemente, el derecho
Asimismo, destacan que, de acuerdo al informe oficial, la mayor parte de a no ser maltratado física ni psicológicamente y, en general, el derecho a la protec-
estas familias están en el área rural y conviven cotidianamente con el atraso producti- ción integral de su vida.
vo, el analfabetismo y la ausencia de servicios básicos y vitales como la luz eléctrica y
las postas sanitarias. En el área rural, especialmente en el Altiplano y los valles, reina
el minifundio y una bajísima productividad que ha llevado a la ruina a la economía
campesina, quebrantada además por la libre importación de productos alimenticios,
el libre comercio y la ausencia de políticas de apoyo técnico y financiero.
Cuadro 1.1
Bolivia: pobreza y pobreza extrema, según área de residencia
(porcentajes)
27 Llevada a cabo por el Instituto Nacional de Estadística en el marco del Programa de Mejoramiento de Encuestas y Medición de Condiciones de Vida (MECO-
VI/Bolivia). INE, 2002.
26 27
VIOLENCIA contra la niñez en Bolivia VIOLENCIA contra la niñez en Bolivia
UNICEF/Bolivia/Alé/2006
Capítulo II Los derechos de los niños, niñas y adolescentes en su contexto socio-demográfico Capítulo II Los derechos de los niños, niñas y adolescentes en su contexto socio-demográfico
30 31
VIOLENCIA contra la niñez en Bolivia VIOLENCIA contra la niñez en Bolivia
Capítulo II Los derechos de los niños, niñas y adolescentes en su contexto socio-demográfico Capítulo II Los derechos de los niños, niñas y adolescentes en su contexto socio-demográfico
23,1 22,0
Gráfico 2.1 29,1 21,9
27,8
Estructura de edades de las poblaciones de Argentina, 24,6
Bolivia y Uruguay, año 2000
(porcentajes) 20 y más
10 a 19
menores de 10 años
1990 2000 2010
52,3
46,7
33,2
Fuente: Proyecciones de población 1950-2050 (INE-UNFPA-CELADE, 2002).
39,5
27,3 25,6
23,8 En efecto, el primer grupo poblacional (menores de 10 años) disminuiría al
27,7
23,9 25% hacia el año 2010 (4 puntos porcentuales menos que en 1990). A este respecto
30 ó más
cabe afirmar que, por ejemplo, si se prescinde de las migraciones, la tasa de natali-
dad después de 1990 ha sido menor que en los años anteriores a dicho año. A ello
15 a 29
se debe añadir que los supervivientes de este grupo de edad, a lo largo de los dos
menores de15 años decenios precedentes a 2010, habrán ido a engrosar la categoría 20-29 años, y los
Bolivia Uruguay Argentina supervivientes de este grupo, en el periodo indicado, también habrán incrementa-
do el segmento de población mayor de 40 años. De este modo, el segundo grupo
de edad mantendría su representatividad del 22%; en cambio, el último aumentaría
Fuentes: Proyecciones de población 1950-2050 (INE-UNFPA-CELADE, 2002) y CELADE, 1997. de 48% en 1990 a 53% en el año 2010.
Siguiendo con esta comparación, se puede añadir que los mayores de 60 En resumen, se puede concluir que la variación en la estructura etárea de
años apenas superan el 4% en el caso de Bolivia, mientras que en Uruguay y la población boliviana en los próximos 20 años habrá de conducir a una ligera dis-
Argentina superan el 8%. minución de la importancia relativa de la población menor de 15 años de edad.
Este proceso es ampliamente reconocido por su irreversibilidad.
Sin embargo, se prevé que la estructura de la población boliviana experi-
mente un ligero cambio entre 1990 y 2010. Para mostrar dichas previsiones se ha
clasificado a la población en tres grandes grupos de edad: menores de 10 años, de
10 a 19 años y mayores de 19 años, tal como se puede apreciar en el gráfico 2.2.
32 33
VIOLENCIA contra la niñez en Bolivia VIOLENCIA contra la niñez en Bolivia
Capítulo II Los derechos de los niños, niñas y adolescentes en su contexto socio-demográfico Capítulo II Los derechos de los niños, niñas y adolescentes en su contexto socio-demográfico
Cuadro 2.1 tes en cada grupo de edad. Cabe advertir que la población de ambos sexos menor
Evolución de la población boliviana menor de 20 años entre 2003 y 2010 de 15 años se habría incrementado a razón de 46 mil personas anualmente entre
e índice de masculinidad 2003 y 2005, en tanto que esta tasa se reduciría a 30 mil individuos anuales para el
quinquenio 2005-2010. La misma figura se presenta cuando se trata de la población
Grupos de edad Población total Índice de masculinidad diferenciada por sexo. En los varones sería 24 mil y 15 mil, respectivamente; y en
2003 2005 2010 2003 2005 2010 las mujeres sería 23 mil y 15 mil, respectivamente. Es indudable que en estas ten-
0-4 1.252.156 1.279.278 1.302.875 104,1 104,0 104,1 dencias estará presente el efecto de la reducción de la fecundidad, ya que la base
5-9 1.166.265 1.184.544 1.259.095 104,0 104,0 103,9 de la estructura de edades de la población está afectada principalmente por la
variable demográfica señalada.
10-14 1.073.561 1.120.715 1.172.211 103,6 103,8 103,9
Menores de 15 años 3.491.982 3.584.537 3.734.181 103,9 104,0 104,0
3. Exposición a los riesgos de mortalidad en la niñez: la situación boliviana
15-19 932.510 980.559 1.110.391 102,7 102,9 103,5
en el contexto latinoamericano
Menores de 20 años 4.424.492 4.565.096 4.844.572 103,6 103,7 103,8
La diversidad de situaciones de pobreza, malas condiciones ambientales y
Fuente: Proyecciones de población 1950-2050 (INE-UNFPA-CELADE, 2002).
la particular inserción de la población en la estructura productiva, junto con los
aspectos culturales, han determinado que ciertos países presenten condiciones de
morbi-mortalidad de vida infantil más agudas que otros. Las probabilidades de mor-
talidad infantil de la población boliviana alcanzan magnitudes elevadas incluso
Cuadro 2.2
Evolución de la población boliviana menor de 20 años dentro de la región latinoamericana.
entre el 2003 y el 2010, clasificada por sexo
Estudios publicados recientemente han dado a conocer que durante los 25
Grupos de edad Hombres Mujeres años precedentes al Censo Nacional de Población y Vivienda de 2001, la esperanza
2003 2005 2010 2003 2005 2010 de vida al nacer en Bolivia ha experimentado un incremento importante con res-
0-4 638.644 652.317 664.395 613.512 626.961 638.480 pecto a países que en 1950 tenían tasas de mortalidad infantil superiores a 150 por
5-9 594.608 603.976 641.645 571.657 580.568 617.450 mil nacidos vivos. Las estadísticas señalan que el periodo que va de 1975-1980 a
10-14 546.244 570.690 597.320 527.317 550.025 574.891 1995-2000 se observa un incremento de 6,4 años en la expectativa de vida de los
recién nacidos en el conjunto de países de América Latina. El incremento de esta
Menores de 15 años 1.779.497 1.826.983 1.903.360 1.712.486 1.757.554 1.830.821
variable en Bolivia a lo largo de ese mismo periodo fue de 11,4 años, 8,7 en Haití,
15-19 472.358 497.309 564.646 460.151 483.250 545.745 12,1 en Honduras, 10,8 en Nicaragua y 9,9 en Perú. Sin embargo, y a pesar del
Menores de 20 años 2.251.855 2.324.292 2.468.006 2.172.637 2.240.804 2.376.566 aumento observado en la esperanza de vida de los bolivianos, la mortalidad infan-
Fuente: Proyecciones de población 1950-2050 (INE-UNFPA-CELADE, 2002). til y la mortalidad en menores de 5 años sigue siendo motivo de preocupación.
34 35
VIOLENCIA contra la niñez en Bolivia VIOLENCIA contra la niñez en Bolivia
Capítulo II Los derechos de los niños, niñas y adolescentes en su contexto socio-demográfico Capítulo II Los derechos de los niños, niñas y adolescentes en su contexto socio-demográfico
en 2003 las tasas de sobremortalidad más altas que presenta Bolivia son con res-
pecto a Chile y Costa Rica (6 ó más veces superiores a la mortalidad de esos paí-
ses). Estas cifras evidencian que Bolivia aún se encuentra en una situación preocu-
El proceso de socialización de este sector poblacional está marcado por un
pante. En efecto, Bolivia exhibe la reducción más modesta de la TMM5, ya que
conjunto de elementos cuyo rasgo común es la fru st ración permanente respecto
logró reducirla sólo en 4 veces con respecto a 1960. En cambio, Chile y Costa Rica
de la satisfacción de las necesidades básicas. Los procesos de desintegración fami-
lograron reducirla en más de 12 veces; Colombia, Ecuador y Perú en más de 6
liar, íntimamente relacionados con las graves limitaciones económicas, matizados
veces; y el resto de países, con excepción de Haití, alrededor de 5 veces.
por situaciones de carencia afectiva que se asocian con el maltrato en sus diferen-
tes expresiones y culminan con la ruptura y el abandono del hogar de miles de
4. El entorno familiar niños, niñas y adolescentes, son también factores que predisponen a la violencia
La mayor parte de los niños, niñas y adolescentes bolivianos de los secto- intrafamiliar que afecta tan intensamente a los niños y a las niñas.
res urbanos marginales y del área rural viven y crecen en condiciones de pobreza.
Los niveles de desarrollo actuales y los que pueden alcanzar en el futuro se ven
afectados por el conjunto de factores derivados de esa condición.
36 37
VIOLENCIA contra la niñez en Bolivia VIOLENCIA contra la niñez en Bolivia
Capítulo II Los derechos de los niños, niñas y adolescentes en su contexto socio-demográfico Capítulo II Los derechos de los niños, niñas y adolescentes en su contexto socio-demográfico
Gráfico 2.3
Población menor de 15 años clasificada por convivencia con padres
(porcentajes)
29OIT-UNICEF, 2005: p. 7.
38 39
VIOLENCIA contra la niñez en Bolivia VIOLENCIA contra la niñez en Bolivia
UNICEF/Bolivia/Sánchez/2005
Capítulo III El maltrato contra la niñez en el hogar Capítulo III El maltrato contra la niñez en el hogar
niños, niñas y ancianos). Las formas de violencia contra los más débiles o población
vulnerable constituyen apenas la punta del iceberg que muestra la situación de discri-
minación en que vive dicha población, incluso en los países desarrollados.
1. Factores condicionantes del maltrato infantil en el ámbito familiar Los factores que explican el frecuente silenciamiento de la violencia intra-
familiar son principalmente el resguardo de la privacidad de la familia, el temor, el
Las políticas de desarrollo aplicadas en los últimos años, signados por la dolor de hablar de algo que se considera íntimo y vergonzoso, así como diferen-
crisis social y económica, han tendido a agudizar las desigualdades, incrementan- cias socioculturales sobre la percepción de la violencia.
do así la exclusión social de vastos sectores de la población que han resultado
cada vez más empobrecidos. Por otra parte, en el propio ámbito familiar, espacio fundamental de socia-
lización primaria, con frecuencia se desarrollan procesos que tienden a reforzar la
Es innegable que los procesos de modernización y globalización que viven percepción de que la violencia es un mecanismo legítimo de resolución de conflic-
estos países configuran un contexto propicio para el aumento generalizado de la tos entre sus miembros y reproducen estereotipos que perpetúan las inequidades
inseguridad ciudadana, y en particular de la violencia, incluida la violencia doméstica. existentes 32.
Los ambientes urbanos y rurales marcados por un constante deterioro, Un factor agravante es la tendencia a no visualizar las estrechas interrela-
donde los pobres apenas tienen acceso a servicios sociales básicos, predisponen a ciones entre la violencia intrafamiliar y la violencia social. Existe un proceso de
una cultura de la violencia o la retroalimentan cuando ésta ya existe. transmisión intergeneracional de la violencia que se gesta en el seno de la familia
y contribuye a la reproducción y perpetuación de la conducta de la violencia en la
Adicionalmente, la pérdida de valores éticos en todos los estratos de la sociedad entera.
sociedad, al afectar al tejido social fundamental, genera mayor vulnerabilidad a
todo tipo de conductas desviadas en el ámbito familiar, laboral, educativo y comu- En efecto, debido a las disfunciones de la familia como estructura social
nitario. Por su alta incidencia y relevancia social, se impone una seria re fl exión y básica, cada vez hay una mayor proporción de niños y niñas que están siendo
una firme acción colectiva en torno a la violencia que tiene como escenario el pro- socializados en la violencia en sus propias familias o en espacios sustitutivos de las
pio hogar de las víctimas y de los victimarios30. mismas, tales como la vida forzada en las calles. Estos niños y niñas presentan una
alta predisposición a reproducir patrones agresivos y violentos en sus futuros hoga-
Como se dijo en el capítulo I, la violencia en el hogar es un problema
res, en su vida personal y en sus comunidades, contribuyendo así a elevar los índi-
social de considerable magnitud y prácticamente universal en los diferentes estra-
ces de violencia social.
tos de la sociedad, sustentado en una compleja red de estructuras culturales, socia-
les, legales y relacionales que dificultan su estudio apropiado, su prevención y, Asimismo, fuertes evidencias empíricas demuestran que los individuos vio-
desde luego, su tratamiento. lentos suelen tener antecedentes de violencia intrafamiliar en su hogar, ya sea
como víctimas o como testigos. De este modo, se hace patente el poderoso nexo
Además, se dijo que la violencia en el hogar se inscribe en el contexto de las entre violencia intrafamiliar y violencia social.
relaciones de poder y jerarquía. En el interior de los hogares, como fiel reflejo de lo
que ocurre en la sociedad, la violencia es un mecanismo para mantener el poder en
las relaciones de dominación del más fuerte con respecto a los más débiles (mujeres,
42 43
VIOLENCIA contra la niñez en Bolivia VIOLENCIA contra la niñez en Bolivia
Capítulo III El maltrato contra la niñez en el hogar Capítulo III El maltrato contra la niñez en el hogar
2. La legislación boliviana sobre violencia contra la niñez: avances y logros • Promulgación de la Ley de Protección a las Víctimas de Delitos contra la Libertad
Sexual (Ley 2033, 1999), que modifica el Código Penal e introduce una nueva tipi-
La problemática de la violencia intrafamiliar ha generado en la sociedad
ficación de estos delitos que afectan a niños y niñas y establece medidas especí-
boliviana un proceso de re fl exión y búsqueda de soluciones que se ha profundiza- ficas de atención, protección, orientación psicológica y apoyo a las víctimas, aun-
do en los últimos años. Organizaciones gubernamentales que atienden a la mujer que en la ley no existe ninguna referencia de atención específica a los niños,
y niñez han realizado una serie de esfuerzos tendientes a conocer y visualizar los niñas y adolescentes víctimas de violencia.
problemas que afectan a estos grupos tan vulnerables, con el fin de contribuir a • Aprobación de la Ley Orgánica del Ministerio Público (Ley 2175, 2001), que dispo-
mejorar su situación. ne la participación de fiscales especializados en procesos de adolescentes en
conflicto con la ley.
En ese sentido, en Bolivia se ha promulgado el Código del Niño, Niña y
• Suscripción del Protocolo Facultativo sobre Tráfico, Venta y Prostitución Infantil
Adolescente en concordancia con los postulados de la Convención Internacional (noviembre de 2001).
de los Derechos del Niño. En la declaración de esta Convención se intenta garanti-
zar los derechos de los niños, niñas y adolescentes, dotándoles de atención sanita- En cuanto al soporte institucional, la Ley 1702 de Modificaciones y
ria, acceso a la educación, normas jurídicas adecuadas y elementales condiciones Ampliaciones a la Ley 1551 de Participación Popular (1996) crea las Defensorías de
sociales de vida. la Niñez y Adolescencia como un servicio gratuito de protección y defensa de los
niños y de sus derechos. A su vez, el Código del Niño, Niña y Adolescente incorpo-
El Código del Niño, Niña y Adolescente se inscribe en la doctrina de la pro- ra en la normativa nacional este servicio como una entidad de protección. Cada
tección integral e incorpora en su articulado las disposiciones de la Convención gobierno municipal asume la responsabilidad de establecer las defensorías en
Internacional de los Derechos del Niño de las Naciones Unidas33. Además, es un número necesario para atender los requerimientos de la población infantil y ado-
cuerpo legal que “establece y regula el régimen de prevención, protección y aten- lescente de su jurisdicción con personal profesional especializado para que pueda
ción integral que el Estado y la sociedad deben garantizar a todo niño, niña y ado- cumplir las atribuciones asignadas a estas instancias en áreas de protección social,
lescente, con el fin de asegurar el desarrollo físico, mental, moral, espiritual, emo- defensa jurisdiccional, prevención y promoción.
cional y social de los mismos en condiciones de libertad, respeto, dignidad, equi-
dad y justicia”34. En cumplimiento de este mandato, los 327 gobiernos municipales deberí-
an establecer este servicio desconcentrando sus funciones en oficinas distritales o
Cabe destacar que a partir de la ratificación de la Convención Internacional cantonales, de acuerdo a criterios de densidad poblacional, número y característi-
sobre los Derechos del Niño por el Estado boliviano, es innegable que se han cas de los distritos y cantones y convenios de mancomunidad. A la fecha, esto no
logrado avances importantes en la visualización de los niños, niñas y adolescentes sucede; un municipio extenso como el de Santa Cruz, por ejemplo, debería tener
como sujetos de derecho y en la incorporación de la temática vinculada en la 15 defensorías y sólo tiene 6 con personal compartido, hecho que impide una
agenda pública. Sin embargo, a decir de quienes hacen el seguimiento al cumpli- intervención adecuada, eficiente y oportuna. Los siguientes datos permiten consta-
miento de este instrumento jurídico, no se ha logrado superar del todo la visión tar el incumplimiento de la ley:
asistencialista y, en muchos casos, discriminadora del Estado y la sociedad civil,
cuando se trata de considerar las necesidades de los niños y niñas como derechos • En 1999 funcionaban 146 defensorías en 136 municipios.
humanos y no como carencias, como inversiones y no como gasto. • En 2001 funcionaban 204 defensorías en 183 municipios.
• En 2002 funcionaban 220 defensorías: 20% en zonas urbanas y 80% en el área
No se puede desconocer que el Código del Niño, Niña y Adolescente se ha
rural. En esta última, en su mayoría, funcionan con una sola persona que no
concretizado atendiendo al trabajo permanente de instituciones de la sociedad civil, siempre cuenta con la capacitación requerida.
que desde 1992 han venido desplegando acciones y esfuerzos para que los princi-
pios y disposiciones de la Convención Internacional sobre los Derechos del Niño Por otra parte, los gobiernos municipales no han asignado los presupues-
sean incluidos en el ordenamiento jurídico nacional, pues, gracias a esta labor, se tos necesarios y suficientes para que este servicio responda a las necesidades de
ha logrado avances legales importantes como los que se señala a continuación: los niños. Adicionalmente, en muchos casos el personal no ha sido contratado
mediante convocatoria o por méritos académicos, sino por compromisos partida-
• Promulgación de la Ley de Municipalidades (Ley 2028, 1999) que instituye como
rios con el alcalde o los concejales35.
competencia de los gobiernos municipales la defensa y protección de la niñez
y la adolescencia, y la organización y funcionamiento de las defensorías de la
El permanente cambio de personal en las defensorías de la niñez y adoles-
niñez y adolescencia.
cencia impide contar con recursos humanos debidamente capacitados, ya que los
nuevos funcionarios dedican la mayor parte del tiempo que permanecen en el
33Con la sanción del Código, el país ha cumplido una parte del compromiso asumido con la ONU al ratificar la Convención. 35“Informe del cumplimiento de la Convención Internacional sobre los Derechos del Niño en Bolivia”, Revista por la Defensa de los Derechos de los Niños,
34 Código del Niño, Niña y Adolescente, artículo 1 (véase anexo I de este volumen). Niñas y Adolescentes Nº 27, 2005: p. 7.
44 45
VIOLENCIA contra la niñez en Bolivia VIOLENCIA contra la niñez en Bolivia
Capítulo III El maltrato contra la niñez en el hogar Capítulo III El maltrato contra la niñez en el hogar
cargo a conocer sus funciones y a adquirir experiencia en las capacitaciones sin Sin embargo, advierte que no obstante el avance conceptual de la
retorno para el servicio. Estas situaciones impiden la vigencia plena del Código del Convención y debido a las formas de relación social, persisten hoy en día culturas
Niño, Niña y Adolescente y menoscaban la protección y defensa que deben brin- de la infancia por las que niños, niñas y adolescentes siguen siendo una mayoría
dar a los niños, niñas y adolescentes. excluida37.
A ello se suma que no todos los concejos municipales conformaron la Es indudable que con el nuevo Código se ha avanzado notoriamente hacia
Comisión de la Niñez y Adolescencia como instancia fiscalizadora de las acciones y el reconocimiento jurídico y social de los ciudadanos niños, niñas y adolescentes;
políticas municipales dirigidas a la niñez. sin embargo, será imprescindible la participación efectiva y decidida no sólo de la
familia, sino de la sociedad civil organizada, puesto que la defensa, atención y pro-
También es necesario referirse al desempeño de los Jueces de la Niñez y tección de los derechos de los niños, niñas y adolescentes exige un nivel de res-
Adolescencia, que tienen competencia exclusiva y excluyente para conocer y diri- ponsabilidad social en la fiscalización de cada una de las políticas, estrategias y
mir todas las situaciones jurisdiccionales que afecten a niños, excepto en materia acciones a implementarse.
penal y familiar, incluyendo el tema de adopción y todos los tipos de familia susti-
tuta. Para casi la mitad de la población del país, existen solamente 13 juzgados, Teniendo en cuenta las consideraciones anotadas, en lo que resta de este
cada uno con un equipo interdisciplinario. capítulo y el siguiente se analiza la información proporcionada por la Encuesta
Nacional de Demografía y Salud de 2003 con referencia a la violencia contra la
También cabe destacar que la Dirección General de la Niñez del niñez en Bolivia, lo que constituye el objetivo principal de este estudio38.
Viceministerio de la Juventud, Niñez y Tercera Edad (VIJUNTE) declara que la apro-
bación del Código Niño, Niña y Adolescente, en octubre de 1999, constituye un
3. La ENDSA 200339 sobre la violencia contra la niñez en el hogar
gran avance en materia de adecuaciones legislativas; en él se define como
niño/niña a todo ser humano desde su concepción hasta cumplir los doce años, y 3.1 Enfoque y perspectivas de la ENDSA 2003
adolescentes desde los doce a los 18 años de edad cumplidos.
En el capítulo de la ENDSA 2003 referido a la violencia intrafamiliar se
Asimismo, expresa que promueve el cumplimiento de los derechos de los enuncia lo que se menciona reiteradamente en otros capítulos de esta investiga-
niños, niñas y adolescentes, propone la protección integral y universal, sin distin- ción, esto es, que “la violencia en cualquiera de sus formas es la expresión más
ción de raza ni religión, cultura, idioma, posición económica, nacionalidad, sexo, cruda del ejercicio del poder, del hombre sobre la mujer, del adulto de ambos
discapacidad o cualquier otra situación, y reconoce la necesidad de brindar condi- sexos sobre los niños y las niñas, del rico sobre el pobre y en general del fuerte
ciones adecuadas para su pleno desarrollo. La vigencia plena del código ratifica los sobre el débil”. También afirma que “las sociedades humanas han tratado de regu-
principios de la no discriminación, el interés superior del niño, la participación acti- lar, mediante la promulgación de leyes, el ejercicio arbitrario de la violencia; es así
va, la construcción social y el desarrollo integral. como en Bolivia se ha promulgado la Ley 1674 Contra la Violencia en la Familia o
Doméstica o abuso de poder, a fin de brindar protección jurídica a los más vulnera-
En cuanto a la representación social de la niñez y adolescencia, indica que bles del hogar frente a toda forma de violencia física, psicológica y sexual ejercida
a partir de la aprobación de la Convención sobre los Derechos del Niño (1989) se en su contra por parte de los miembros más fuertes” de la familia.
ha empezado a reconocer formalmente a los niños, niñas y adolescentes como
sujetos sociales y de derecho, es decir personas, modificándose de esta manera la Asimismo, destaca que no siendo suficiente la regulación jurídica del ejer-
visión doctrinal que de ellos se tenía y que los consideraba dependientes de la cicio del poder, se ha visto la necesidad de abordar la violencia en el hogar desde
familia, del maestro y del padre en particular. De ser una categoría marginal e invi- otros ámbitos, en este caso como un problema de salud pública. Desde este punto
sible y en muchas sociedades insignificante, la niñez pasó a ser reconocida en su de vista, se concibe la violencia contra miembros del entorno más íntimo —la fami-
especificidad y autonomía36. lia— y contra la propia persona como expresión de patologías en la esfera de la
salud mental. En tal sentido se identifica los aspectos etiológicos y epidemiológicos
La infancia, además de ser una etapa en la vida de todos los seres huma- del mal40, pero el enfoque pretende contribuir efectivamente al control social de
nos es una categoría que se ha ido construyendo a lo largo de la historia de la este mal. Sin embargo, debe quedar también claro que dicha perspectiva no busca
humanidad. La figura de la infancia no siempre ha sido la misma, ya que cada cul-
tura y cada sociedad elaboran su imagen de niño como descripción real y como
modelo ideal.
37 Dirección General de la Niñez (VIJUNTE) “ Violencia hacia la niñez y adolescencia en base a los resultados del Sistema de Información de las Defensorías (
38En el capítulo V de este estudio se aborda la violencia contra la niñez considerando otras fuentes de información.
39De las cuatro ENDSA realizadas en el país (1989, 1994, 1998 y 2003), sólo la última incorpora la recolección de información referida a la violencia familiar
36Cabe señalar que si bien el artículo 6 de la Constitución boliviana reconoce que “todo ser humano tiene personalidad y capacidad jurídica, con arreglo a las
doméstica.
leyes y goza de los derechos, liber tades y garantías reconocidos por ella”, lo que explícitamente abarcaría a los seres humanos que no han llegado a la
mayoría de edad, no hace ningún reconocimiento expreso de és tos como sujetos sociales y de derecho. En rigor de verdad, para la Constitución, los niños y 40En este enfoque se señala al enfermo, que es al mismo tiempo el portador y agente transmisor (el agresor), y, por otro lado, al resto de los miembros del
niñas sólo existen en función de la familia; en ese marco, establece que el Estado debe proteger su salud física, mental y moral, y defender sus derechos al medio familiar, como potenciales víctimas de violencia y como po tenciales enfermos de violencia. Está probado que una gran mayoría de los agresores de
hogar y a la educación. la actualidad fueron víctimas en el pasado.
46 47
VIOLENCIA contra la niñez en Bolivia VIOLENCIA contra la niñez en Bolivia
Capítulo III El maltrato contra la niñez en el hogar Capítulo III El maltrato contra la niñez en el hogar
un culpable sino un enfermo; no aplica una sanción, sino que prescribe un trata- relación al tratamiento del alcoholismo y de otras drogodependencias se ha visto
miento, identifica las posibles causas y los mecanismos de transmisión y reproduc- que grupos de autoayuda como Alcohólicos Anónimos, por ejemplo, se han consti-
ción del mal y diseña un sistema de prevención41 en función de estos elementos. tuido en el método más eficaz y de menor costo. Puesto que el abuso del alcohol
Por otra parte, en los casos de violencia intrafamiliar, tanto la víctima como el agre- y las drogas y la violencia intrafamiliar forman parte de una misma categoría noso-
sor deberían merecer la atención oportuna de parte de las políticas públicas y de lógica (violencia autodestructiva), cabría prever una eficacia similar si se usa el
los operadores de salud. mismo tratamiento.
Aparte de las heridas que pudiera presentar en el cuerpo y de otras mani- Con relación al tratamiento de las víctimas, es indispensable complemen-
festaciones del abuso, la persona agredida debe recibir atención en la esfera de la tar la atención de los daños corporales con una psicoterapia que permita recuperar
salud mental. La humillación que supone el haber sido objeto de violencia (física, la confianza y la autovaloración perdidas y desterrar el anhelo de venganza.
psicológica o sexual) somete a la víctima a una profunda devaluación de su autoes- Asimismo, los grupos de autoayuda han probado su eficacia44 en el caso de los
tima. La imposibilidad de “pagar al agresor con la misma moneda” representa para “codependientes” (entorno familiar de los adictos).
la víctima una frustración que se incrusta en un rincón del inconsciente, aguardan-
do la oportunidad para el desquite. En tal sentido, la víctima se convierte en un 4. Análisis de la información de la ENDSA 2003
agresor potencial, entre otras cosas porque ha identificado en la violencia un meca-
nismo para la solución de problemas y es muy probable que intente reproducirlo42. Con las consideraciones anotadas, en lo que sigue se analiza la informa-
ción referida a la violencia contra la niñez tomando como base los datos proporcio-
Igualmente, se afirma que por mucho que en la sociedad moderna la nados por la Encuesta Nacional de Demografía y Salud de 2003.
violencia contra miembros de la propia familia se presente cotidianamente, no se
la puede calificar como “normal”. Sin embargo, la violencia intrafamiliar, como 4.1 La encuesta y los datos
cualquier otra enfermedad, debe abordarse desde dos perspectivas, la preven-
ción y el tratamiento. El análisis sobre la violencia como tal se efectúa a partir de cinco pregun-
tas incorporadas en el cuestionario utilizado para el efecto45:
3.1.1 Perspectiva de la prevención • Pregunta 1025. ¿Quién castiga (castigaba) a sus hijos en el hogar?:
Si las estrategias de prevención se dirigen hacia la víctima, sólo se le - Padre biológico
puede sugerir que huya en cuanto advierta en el agresor los primeros indicios de - Madre biológica
conducta violenta, pues prevención significa identificar y atacar las causas; pero la - Padrastro, madrastra, otro
causa no puede hallarse en el comportamiento de la víctima. Eso equivaldría a bus- - Nadie/No los castigan.
car una justificación de las acciones del agresor. En materia de prevención a partir
de la víctima es posible, como única alternativa, incentivar y facilitar la denuncia
• Pregunta 1027. ¿En qué forma castiga (…) a sus hijos(as)?:
ante las autoridades o instituciones jurídicas y de salud. En consecuencia, habrá
que formular políticas y estrategias dirigidas al agresor para que éste reconozca en - Palmadas/sopapos/lapos
primer lugar el carácter patológico de su comportamiento y luego admita la necesi- - Jalón de orejas
dad de modificarlo, para lo cual deberá informarse acerca de la etiología del mal, - Golpes de puño o pie
identificar sus causas y, finalmente, atacarlas con los medios a su alcance . Si el - Golpes de chicote/correa/palo
agresor reconoce que la enfermedad ya se ha presentado en su caso, corresponde - Golpes de manguera/soga
recurrir a una estrategia de tratamiento. - Gritos/insultos
- Prohibiéndoles algo que les gusta
3.1.2 Perspectiva del tratamiento - Privándolos de alimentación
Es indudable que el sistema de salud pública de nuestro país aún no logra - Dejándolos encerrados
ofrecer servicios totalmente satisfactorios en materia de salud mental. Sin embar- - Ignorándolos
go, el hecho de reconocer la existencia del problema e identificar luego una alter- - Poniéndoles más trabajo
nativa de solución se puede considerar como un avance al respecto. En efecto, con
- Dejándolos fuera de casa
- Echándoles agua
41 La violencia que se ejerce sobre sí mismo y sobre el entorno más íntimo, la violencia autodestructiva y la violencia intrafamiliar como parte inseparable de
esta categoría es, sin duda, la que tiene mayor incidencia en el entorno social, y, por tanto, se reproduce con mayor celeridad.
42INE-MSD, 2004: Cap. 12. 44 Ibid.
43 Ibid. 45 Para mayores referencias véase el informe final de la ENDSA 2003 (INE-MSD, 2004: pp. 387 y 388).
48 49
VIOLENCIA contra la niñez en Bolivia VIOLENCIA contra la niñez en Bolivia
Capítulo III El maltrato contra la niñez en el hogar Capítulo III El maltrato contra la niñez en el hogar
- Quitándoles la ropa aspectos tales como edad, educación, condición y modalidad de trabajo de la madre,
- Quitándoles apoyo económico como una aproximación a las condiciones en las que se da la violencia familiar.
- Otra.
Un primer aspecto que conviene explorar en este análisis es el referido a
la opinión de la madre con respecto al castigo que se debería aplicar al niño o a la
• Pregunta 1028. Generalmente, ¿en qué forma la castigan o castigaban a Ud. sus niña que infringieran determinadas normas y hubieran incurrido, por ejemplo, en
padres o las personas con las que se ha criado? desobediencia o incumplimiento de obligaciones. Es interesante observar las con-
- Palmadas/sopapos/lapos tradicciones que se presentan cuando, digamos, las madres encuestadas declaran
- Jalón de orejas que no se debería aplicar “ningún” castigo pero en la realidad ejercen violencia
- Golpes de puño o pie contra sus hijos(as). En las secciones que siguen se analiza este aspecto.
- Golpes de chicote/correa/palo
- Golpes de manguera/soga 4.2 Tipología de la violencia para el análisis de los datos de la ENDSA 2003
- Gritos/insultos Los estudios sobre la violencia contra la niñez establecen tipologías de vio-
- Prohibiendo algo que les gusta lencia por escenario, es decir, de acuerdo al lugar donde ocurre la violencia46.
- Privándolos de alimentación Identifican seis posibles escenarios: hogar, escuela, centros de protección estatales
- Dejándolos encerrados o privados, calle, situaciones laborales y medios de comunicación. Sin embargo, en
- Ignorándolos el presente estudio, el análisis se limita a abordar la violencia ejercida en los hoga-
res, debido a su mayor incidencia y a la información disponible de la ENDSA 2003.
- Poniéndoles más trabajo
Con respecto a la violencia en la escuela/colegio —que se presenta en el anexo II—,
- Dejándoles fuera de casa
se recurre a una encuesta realizada en establecimientos educativos y cuyos resulta-
- Echándoles agua dos están recogidos en el estudio Panorama del maltrato en escuelas y colegios de
- Quitándoles la ropa Bolivia publicado por Defensa de los Niños Internacional, Sección Bolivia (DNI
- Quitándoles apoyo económico Bolivia, 1998).
- Otra.
El análisis de la violencia en los hogares/familias se basa en datos oficiales,
lo que garantiza la confiabilidad y representatividad nacional de la información
• Pregunta 1029. ¿En su opinión se justifica que el padre o la madre pegue a sus
atendiendo a la metodología utilizada. En cambio, la encuesta en establecimientos
hijos(as)?:
educativos fue aplicada por una organización privada a dos mil estudiantes y más
- Cuando son desobedientes de medio millar de docentes en 163 establecimientos fiscales y particulares de La
- Cuando hacen renegar Paz, El Alto, Oruro, Cochabamba y Santa Cruz. El hecho de que los informantes no
- Cuando llegan tarde a la casa pertenezcan a una misma categoría imposibilita la consolidación de las estadísticas
- Cuando no cumplen con las tareas familiares. sobre la violencia y los enfoques de la víctima y del victimario sobre la violencia47.
50 51
VIOLENCIA contra la niñez en Bolivia VIOLENCIA contra la niñez en Bolivia
Capítulo III El maltrato contra la niñez en el hogar Capítulo III El maltrato contra la niñez en el hogar
años en 14 países de Sudamérica, Centroamérica y Asia, menciona entre las prác- Gráfico 3.1
ticas más comunes de violencia física las bofetadas, golpes en la cabeza, golpes Aprobación de las madres con respecto al castigo a hijos e hijas
con regla, cinturón, cadena, toalla mojada, manguera, cable, ramas, punteros y el (porcentajes)
kimsacharani (chicote de cuero trenzado). En Bolivia, el Hospital del Niño ha
registrado hematomas, fracturas, quemaduras con cigarrillos o planchas, como las
formas más comunes de violencia física contra los niños. 62,4
53,7 56,0
• Psicológica: Gritos/insultos, ignorarlos y quitarles la ropa.
• Negligencia y/o abandono: P ri vación de alimentos, encierro, imposición de
46,3 44,0
carga de trabajo adicional, impedirles ingresar a la casa y la supresión de asig-
37,6
nación moneta ri a .
• Otras: Privación de algo que les gusta, etc.
Merecen castigo
Ningún castigo
5. Evidencias de la violencia contra la niñez en el hogar a partir de la Urbano Rural Total
ENDSA 2003 43
Fuente: ENDSA 2003, tabulaciones especiales de la base de datos.
5.1 Lo que las madres declaran sobre el castigo a sus hijos(as) frente a
evidencias del castigo que aplican efectivamente
La variedad de las formas de violencia familiar es casi infinita: violencia Indudablemente las tipologías de faltas tienen su importancia, pues deno-
contra los mayores, entre cónyuges, contra los niños, las mujeres, los hombres y tan que algunas de ellas merecen mayor castigo que otras. En el gráfico 3.2 se
los discapacitados. Se reconoce que es difícil pensar en un esquema típico de mal- aprecia que la desobediencia —sola o combinada con otras causas— supera el 59%
trato en la familia, pues la violencia puede ser psicológica o física, y se da en todas de las respuestas; le sigue el hacer renegar —solo o combinado con otras causas—
las clases sociales, culturas y edades. con aproximadamente el 28%. El resto de los castigos tienen que ver con el hecho
de llegar tarde a la casa e incumplir tareas en el hogar.
Observando los resultados de la ENDSA 2003, es importante hacer notar
que más de la mitad de las madres bolivianas justifican el castigo a sus hijos e hijas La desobediencia entendida como el hecho de no hacer lo que a uno(a)
(véase gráfico 3.1), sobre todo en caso de desobediencia e incumplimiento de obli- le ordenan es un concepto muy amplio, lo que explica el elevado porcentaje de
gaciones familiares (véase gráfico 3.2). El análisis desglosado de las madres por esta categoría (59%) como causal para castigar al hijo. A este respecto, en una
áreas de residencia o características como educación y edad no arroja diferencias encuesta realizada por la Fundación La Paz, sobre una muestra de 606 niños, niñas
significativas. Es más, las madres de las áreas rurales y las de las urbanas parecen y adolescentes de diferentes establecimientos educativos, se encontró que los
coincidir esencialmente en su aprobación del castigo a sus hijas e hijos en circuns- motivos por los cuales los varones son castigados en la familia tienen mayor rela-
tancias determinadas. ción con las malas calificaciones escolares, y, entre las mujeres, por mal comporta-
miento (no hacer sus deberes)50.
Las preguntas de la ENDSA 2003 fueron dirigidas por separado atendiendo
a cada rubro con alternativas de “sí” o “no” en cada pregunta. Por tanto, la sumato-
ria en el tratamiento de los datos relativizados para el agregado de las preguntas
no podía totalizar el cien por ciento. No obstante, para efectos de la información
presentada en esta sección se han hecho las combinaciones pertinentes, de modo
que el agregado de las respuestas tenga un denominador común (100 por ciento).
49De las cuatro ENDSA realizadas en el país (1989, 1994, 1998 y 2003), sólo la última incorpora la recolección de información referida a la violencia familiar o
doméstica. 50 Fundación La Paz, s. f.: p. 17.
52 53
VIOLENCIA contra la niñez en Bolivia VIOLENCIA contra la niñez en Bolivia
Capítulo III El maltrato contra la niñez en el hogar Capítulo III El maltrato contra la niñez en el hogar
Gráfico 3.2 Los datos presentados revelan que las madres bolivianas castigan a sus
Causas por las que los niños y las niñas merecerían ser castigados hijos/hijas pese a que en la encuesta declaren que éstos no deberían ser castiga-
según opinión de la madre (porcentajes) dos, pues más del 25% de ellas aplican castigo físico, psicológico o por negligen-
cia. De estas cifras se deduce que sólo el 40% de las madres que se declararon
contrarias al castigo se abstienen efectivamente de castigar.
Por llegar tarde 3,6
y otros
Cuadro 3.1
Por hacer 14,2 Situaciones que según las madres merecerían castigo y castigos
renegar y otros que las madres aplican efectivamente a sus hijos(as)
Desobediencia 7,1 32,9
y otros Formas de castigo aprobadas por las madres Total
Por incumplir (porcentajes) madres
3,5 con
y otros
Situaciones que No Físico Negligencia Psicológico Otros Total % respuestas
5,8 justificarían castigo castigan padres menor de sobre
Por llegar tarde 15 años violencia
Por hacer 13,3 Por desobediencia 21,8 21,6 3,7 20,8 32,2 100,0 1.103
renegar
Por hacer renegar 16,8 25,5 1,9 26,7 29,1 100,0 573
Por 26,6 Por llegar tarde 27,0 17,4 1,1 20,8 33,7 100,0 178
desobediencia
Por incumplir tareas 17,3 22,0 4,7 22,0 33,9 100,0 127
Desobediencia y demás motivos 18,8 31,3 2,1 20,8 27,0 100,0 1.296
Fuente: ENDSA 2003, tabulaciones especiales de la base de datos. Por hacer renegar y demás motivos 24,2 29,5 3,9 25,0 17,4 100,0 596
Por llegar tarde y demás motivos 32,3 19,2 6,9 17,7 23,8 100,0 130
Si el gráfico 3.2 refleja la opinión de las madres respecto a las faltas que Ningún castigo 39,8 10,6 1,3 17,2 31,1 100,0 2.702
merecerían castigo, resulta aún más interesante cotejarlo con el cuadro 3.1, que Promedio nacional 28,5 19,9 2,3 20,2 29,1 100,0 6.705
contrasta esa opinión con los castigos efectivamente aplicados por las madres para Formas de castigo:
sancionar esas faltas 51. Físico: Palmadas/sopapos/lapos, jalón de orejas, golpes de puño o pie, golpes con chicote/correa/palo, golpes con mangue-
ra/soga, echándoles agua.
Como se desprende del mencionado cuadro, aproximadamente el 40% de Negligencia: Privación de alimentos, dejándolos encerrados, poniéndoles más trabajo, dejándolos fuera de casa, quitándoles
apoyo económico.
las madres recurren a la violencia física, psicológica o negligencia contra sus hijos Psicológico: Gritos/insultos, ignorándolos, quitándoles la ropa.
e hijas. Utilizan el castigo físico y el psicológico casi con la misma frecuencia Otras: Prohibiéndoles algo que les gusta, otras formas.
(20%), pero cabe resaltar que recurren con muy poca frecuencia al castigo caracte- Fuente: ENDSA 2003, tabulaciones especiales de la base de datos.
51 No se puede inferir el porcentaje de hijos que sufren violencia porque no se dispone de la información sobre número de hijos de las madres encuestadas
en este tema.
54 55
VIOLENCIA contra la niñez en Bolivia VIOLENCIA contra la niñez en Bolivia
Capítulo III El maltrato contra la niñez en el hogar Capítulo III El maltrato contra la niñez en el hogar
52 No se ha querido descartar la hipótesis sobre el carácter intergeneracional de la violencia porque la ENDSA tiene sus limitaciones. Posiblemente futuros
estudios de caso en profundidad puedan brindar ma yores luces al respecto.
56 57
VIOLENCIA contra la niñez en Bolivia VIOLENCIA contra la niñez en Bolivia
Capítulo III El maltrato contra la niñez en el hogar Capítulo III El maltrato contra la niñez en el hogar
En efecto, muchos progenitores justifican el castigo a sus hijos argumen- Cuadro 3.3
tando que ellos mismos, cuando eran menores, también recibieron castigos de sus Formas de castigo que la madre recibía de sus progenitores
propios padres. Esa conducta no les parece cuestionable, pues la consideran nor- contrastadas con formas de castigo de la madre a hijos e hijas
mal, dentro de sus pautas culturales. Un rasgo fundamental en el perfil de un
Castigos aplicados por la madre
padre o una madre que maltratan es la existencia de una tradición de violencia. Violencia del Total
(porcentajes)
cónyuge contra madres
De manera similar, cabe distinguir las agresiones no sistemáticas de aque- la madre No cas- Físico Negli- Psico- Otros Total % que
llas situaciones en las que el maltrato ha perdido el supuesto “fin educativo” y se tigan gencia lógico declaran
transforma en violencia por la violencia. En este entendido, se puede realizar un Agresión física
análisis similar con respecto a la combinación castigos recibidos por la madre de y psicológica 21,7 25,9 2,3 23,8 26,4 100,0 6.009
parte de sus progenitores y los castigos que ella ejerce contra sus hijos e hijas o la Sólo agresión
combinación maltrato del cónyuge a la madre y el castigo perpetrado por ella con- psicológica 24,1 22,2 2,4 20,5 30,9 100,0 1.267
tra sus hijos e hijas. Ninguna agresión 30,4 24,0 2,2 19,3 24,0 100,0 4.001
Total 25,1 24,8 2,3 21,8 26,1 100,0 11.277
De acuerdo a la información del cuadro 3.2, es también evidente el hecho
Fuente: ENDSA 2003, tabulaciones especiales de la base de datos.
de que casi el 70% de las madres que nunca habían sido maltratadas por su pareja
administran diversos tipos de castigo a sus hijos, y sólo un 30% de ellas no aplican
castigo alguno. El cuadro 3.2 muestra claramente que cerca del 50% de las madres que
sufren agresión física y psicológica aplican a su vez castigos físicos y psicológicos a
sus hijos o hijas, y sólo un 22% de ellas se abstiene de castigarlos. Estas magnitu-
Cuadro 3.2
des evidencian la tendencia de las madres a reproducir contra sus hijos la violencia
Violencia del cónyuge contra la madre y formas de castigo que sufren de manos de su cónyuge.
que la madre aplica a sus hijos(as)
Otro tanto se puede afirmar con respecto a la relación castigo recibido por
Castigos aplicados por la madre Total las madres de parte de sus progenitores y la violencia que ellas ejercen contra sus
Violencia del cónyuge (porcentajes) madres hijos e hijas (véase cuadro 3.3). En efecto, las madres que no han recibido castigo
contra la madre No cas- Físico Negli- Psico- Otros Total % que alguno de sus padres alcanza apenas al 18% (1.996 casos de un total de 11.276
tigan gencia lógico declaran
madres encuestadas), lo que significa que aproximadamente 4 de cada 5 madres
No castigada 41,0 18,9 2,1 19,2 18,7 100,0 1.996 han soportado el maltrato de sus padres. Sin embargo, casi un 60% de estas
Físico 21,0 36,1 2,2 17,8 22,9 100,0 5.058 madres que no sufrieron castigo ejercen alguna forma de violencia contra sus
Negligencia 26,4 20,0 8,2 16,2 29,2 100,0 500 hijos(as), sobre todo castigos físicos y psicológicos, que llegan al 38%. Así, no es de
Psicológico 20,8 14,3 1,5 41,9 21,5 100,0 2.144 extrañar que cerca del 54% de las mujeres que sí fueron maltratadas por sus proge-
Otros 23,3 11,7 1,6 12,6 50,8 100,0 1.578 nitores maltraten física y psicológicamente a sus hijos e hijas (5.058 casos de 11.276
Total 25,1 24,8 2,3 21,8 26,1 100,0 11.276 madres encuestadas).
Fuente: ENDSA 2003, tabulaciones especiales de la base de datos.
5.3 Autores y actores del maltrato contra la niñez en el hogar: las eviden-
cias relevantes
El informe final de la ENDSA 2003 recuerda que la violencia tiende a repro-
ducirse en todos los ámbitos donde se presenta, de modo que la gran mayoría de
los agresores de hoy fueron víctimas en el pasado, como se ha constatado en los
cuadros y gráficos analizados anteriormente.
58 59
VIOLENCIA contra la niñez en Bolivia VIOLENCIA contra la niñez en Bolivia
Capítulo III El maltrato contra la niñez en el hogar Capítulo III El maltrato contra la niñez en el hogar
Gráfico 3.5 En ese sentido, atendiendo a la información del gráfico 3.6, se constata
Autores de castigos a hijos(as) en el hogar que más del 80% de los niños y niñas reciben diversas formas de castigo de manos
(porcentajes) de los distintos miembros del hogar (padre, madre, ambos padres u otros miem-
bros de la familia), y que sólo el 17% se salva de ser castigado. Asimismo, los datos
del gráfico mencionado y los del cuadro 3.4 evidencian que la madre es la que
Padre 7,5 aplica la mayor parte de los castigos o maltrato a los hijos (los datos en el ámbito
nacional muestran que por cada maltrato o castigo aplicado por el padre, la madre
Madre 29,07 aplica casi cuatro). Esta relación varía considerablemente según la residencia geo-
gráfica de la mujer; por ejemplo, en el área urbana la relación se aproxima a la
45,0 observada a escala nacional, mientras que en el área rural se reduce a casi 1 a 2,5.
Padre y madre
Pero ambos padres o progenitores aplican el grueso (el 45%) de los castigos perpe-
Padrastro, madrastra, 1,7 trados contra los hijos.
otras personas
60 61
VIOLENCIA contra la niñez en Bolivia VIOLENCIA contra la niñez en Bolivia
Capítulo III El maltrato contra la niñez en el hogar Capítulo III El maltrato contra la niñez en el hogar
Así, los hogares en los que menos se castiga a los hijos corresponden a
madres de entre 15 y 29 años de edad, con logro educativo superior a los 8 cursos,
que no trabajan, que tienen menos de tres hijos e hijas en el hogar y a las mujeres
que tienen niños menores de 5 años.
62 63
VIOLENCIA contra la niñez en Bolivia VIOLENCIA contra la niñez en Bolivia
Capítulo III El maltrato contra la niñez en el hogar Capítulo III El maltrato contra la niñez en el hogar
En el caso de la mujer que no trabaja se podría decir que posiblemente esté Cuadro 3.6
más dedicada al hogar y al cuidado de los niños, sobre todo si éstos son de corta Formas de castigo aplicado por madre a hijo(a),
edad, lo cual se traduce en un porcentaje menor de castigos contra los hijos55. clasificación por residencia geográfica
Castigos aplicados por la madre Total
Entre las personas que trabajan también existen diferencias en el ejercicio
(porcentajes) madres
del castigo. Así, las madres que son profesionales o ejercen actividades no manua-
Residencia geográfica Físico Negli- Psico- Otros Total% que
les, corresponden de manera general a hogares en los que la frecuencia de castigo gencia lógico declaran
contra el hijo(a) es menor en comparación con los de madres que realizan activida-
des económicas manuales. A este respecto se debe añadir que las mujeres profe- Área
sionales y calificadas tienden a tener menos hijos que las trabajadoras manuales. Urbana 25,7 3,2 25,7 45,4 100,0 5.602
Rural 47,8 2,6 35,8 13,9 100,0 2.848
En cuanto al número de hijos e hijas en el hogar, se puede afirmar que las Departamento
mujeres con pocos hijos (menos de 4) tienden a ejercer menos violencia contra los Chuquisaca 39,2 3,2 33,9 23,8 100,0 564
niños y niñas en comparación con las mujeres que tienen 4 hijos o más. La Paz 28,6 4,1 35,6 31,7 100,0 2.284
Cochabamba 39,5 1,5 28,3 30,7 100,0 1.577
Cabe también destacar el tipo de castigo aplicado por las madres contra Oruro 30,8 1,5 37,5 30,2 100,0 344
los niños y niñas. Para propósitos del presente estudio se ha agrupado las diferen- Potosí 33,9 0,6 44,1 21,4 100,0 687
tes formas de castigo de la encuesta en cuatro categorías: castigo físico, negligen- Tarija 24,9 4,6 21,5 49,0 100,0 414
cia, psicológico y otros (véase explicación en la sección 5 de este capítulo). Santa Cruz 32,2 3,2 20,5 44,2 100,0 2.215
Beni-Pando 39,2 5,8 10,7 44,4 100,0 365
Atendiendo a esta clasificación, el cuadro 3.6 sugiere que el castigo físico
Región
y el castigo psicológico son los que se aplican a niños y niñas con mayor frecuen-
Altiplano 29,9 3,1 37,5 29,5 100,0 3.313
cia (33% y 29%, respectivamente, en el ámbito nacional); esto significa que 6 de
Valle 37,1 2,4 28,4 32,1 100,0 2.557
cada 10 niños castigados son afectados en su organismo o en su estado de ánimo
Llano 33,2 3,5 19,1 44,2 100,0 2.580
con consecuencias tanto para el presente como para su desarrollo futuro. Cabe
resaltar que quienes residen en áreas rurales aplican principalmente el castigo físi- Municipios según grado de pobreza
co (48%) y los gritos, insultos y amenazas (36%). En cambio, en el área urbana, los Capitales departamentales 24,3 2,2 23,8 49,8 100,0 3.227
castigos clasificados como ‘otros’ son los más frecuentes (45%), mientras que los Municipio El Alto 28,4 2,6 31,6 37,5 100,0 469
castigos físico y psicológico se presentan en proporciones similares. Municipios de pobreza baja 30,7 3,2 26,8 39,2 100,0 872
Municipios de pobreza media 45,7 3,8 26,7 23,7 100,0 1.819
Municipios de pobreza alta 37,9 3,6 40,1 18,5 100,0 2.064
Total 33,1 3,0 29,1 34,8 100,0 8.451
Por otra parte, la información presentada en el cuadro 3.7 indica que la fre-
cuencia del castigo físico fluctúa entre el 40% y el 24%. Se puede destacar que las
madres que utilizan el castigo físico con más frecuencia son las que tienen menos
de 9 años de educación, las que realizan trabajos de tipo manual y las que se ads-
criben como quechuas. Por su parte, las que utilizan con menor frecuencia el casti-
go físico son las que realizan trabajos no manuales y las que no tienen niños
menores de 5 años. El rango de la variación mencionada está acompañado por las
demás características de la madre; así, si se considera los porcentajes mayores de
castigo psicológico, la brecha más amplia se presenta al considerar la educación de
55Otra hipótesis es que las que no trabajan podrían tener un entorno económico más favorable. la madre (33% entre los niños de madres con un logro educativo inferior a los
nueve años, y 19% cuya madre tiene 9 o más años de logro educativo.
64 65
VIOLENCIA contra la niñez en Bolivia VIOLENCIA contra la niñez en Bolivia
Capítulo III El maltrato contra la niñez en el hogar Capítulo III El maltrato contra la niñez en el hogar
66 67
VIOLENCIA contra la niñez en Bolivia VIOLENCIA contra la niñez en Bolivia
Capítulo III El maltrato contra la niñez en el hogar Capítulo III El maltrato contra la niñez en el hogar
Gráfico 3.10
Porcentaje de madres que declaran que sus hijos(as) son castigados por todos los
autores, según el número de miembros que componen el hogar Fuente: ENDSA 2003, tabulaciones especiales de la base de datos.
Total
83,2
Gráfico 3.12
Castigo recibido por la niñez de todos los autores,
Fuente: ENDSA 2003, tabulaciones especiales de la base de datos. por número de hijos e hijas en el hogar
(porcentajes)
Ahora bien, ¿se castiga más en hogares con niños de corta edad o en
hogares donde no hay hijos menores de cinco años? De acuerdo a la información
93,2
de la ENDSA 2003, en aquellos hogares donde no hay niños menores de cinco 79,2 83,2
años se tiende a castigar más a los hijos que en los hogares con hijos pequeños
(87% y 82%, respectivamente, como se puede ver en el gráfico 3.11).
20,8
6,8 16,8 Castigados por
todos los autores
No reciben castigo
Menos de 4 hijos 4 hijos o más Total
68 69
VIOLENCIA contra la niñez en Bolivia VIOLENCIA contra la niñez en Bolivia
Capítulo III El maltrato contra la niñez en el hogar Capítulo III El maltrato contra la niñez en el hogar
Al principio de este capítulo se mencionaba, entre los condicionantes del Gráfico 3.13
maltrato contra la niñez, que los ambientes urbanos y rurales en estado de deterio- Castigo a hijos e hijas en el hogar, según sexo
ro —donde los hogares pobres tienen poco acceso a servicios básicos y sociales— (porcentajes)
predisponen a una cultura de violencia o la retroalimentan cuando ésta ya existe.
En ese sentido, la información de la ENDSA 2003 permite identificar los siguientes 81,2
75,1
factores como determinantes de la violencia contra los menores en el hogar: 65,1 65,0
• Tipo de trabajo. El tipo de trabajo guarda relación con la violencia que las madres
ejercen contra sus hijos/as. Las trabajadoras manuales tienden a cometer más
actos de violencia contra sus hijos/as que las trabajadoras no manuales. Esta dife- 34,9 35,0
rencia se percibe de manera evidente tanto en la violencia física (39% frente al 24,9
18,8
24%) como en la violencia psicológica (35% frente al 24%).
Castigan
• Educación. Las madres con mayor nivel de instrucción (9 cursos o más) aplican
menos castigos violentos a sus hijos e hijas. Los resultados arrojan 20% frente al No castigan
40%, en el caso de la violencia física, y 21% frente al 33% en el caso de la violen- Madres con Madres con Madres con Total país
cia psicológica. sólo hijas sólo hijos hijos e hijas
• Composición del hogar. En términos de número de hijos e hijas en el hogar y la
presencia de niños menores de 5 años en el hogar, los datos del cuadro 3.7 Fuente: ENDSA 2003, tabulaciones especiales de la base de datos.
muestran que las madres que tienen muchos hijos (más de 4) ejercen más vio-
lencia contra los niños (36% violencia física y 32% violencia psicológica frente a
31% y 28%, respectivamente, en el caso de las madres con menos de 5 hijos e Gráfico 3.14
hijas). Asimismo, las madres que tienen hijos e hijas menores de 5 años de edad Formas de castigo aplicado por las madres que tienen sólo hijas
(porcentajes)
aplican más violencia (física 37% y psicológica 30%) que en los hogares que no
tienen hijos(as) pequeños, donde los porcentajes de castigo físico y psicológico
38,6
alcanzan a 24% y 27%, respectivamente. Los resultados de la ENDSA 2003 sobre la
violencia contra niños(as) menores de 5 años coinciden con otras fuentes de
información, que señalan que los niños que corren mayor riesgo de ser maltrata- 29,7 29,2
dos físicamente son los menores de tres años de edad (78%)56.
70 71
VIOLENCIA contra la niñez en Bolivia VIOLENCIA contra la niñez en Bolivia
Capítulo III El maltrato contra la niñez en el hogar Capítulo III El maltrato contra la niñez en el hogar
40,4
32,4
29,7 30,2
32,5
24,5
2,6
3,2
No obstante, se puede señalar algunas diferencias en las formas de casti- Fuente: ENDSA 2003, tabulaciones especiales de la base de datos.
go contra niños y niñas. Por ejemplo, el 32% de las mujeres que tienen sólo hijos
aplican castigos físicos, en tanto que únicamente el 30% de las madres que tienen Sin embargo, el número de hijos en el hogar no es necesariamente un
sólo hijas aplican castigos físicos. Complementariamente, el castigo psicológico factor que determine la magnitud del castigo contra la niñez. Los factores directos
presenta cifras opuestas a las del maltrato físico, esto es, 27% en el caso de las son de otra naturaleza, fundamentalmente el contexto en el que se desarrolla la
madres con sólo hijas, y 23% en el caso de las madres que tienen sólo hijos. Lo población, de modo que las evidencias aquí señaladas deberían asociarse a los
que llama la atención es la constatación de que las madres que tienen hijos e hijas elementos que están presentes en los referentes teóricos y contextuales abordados
recurren más al maltrato físico y al castigo psicológico que las que tienen sólo hijas en los primeros capítulos de este estudio.
o sólo hijos. Esto da a entender, por una parte, que las madres que sólo tienen
hijos o sólo hijas corresponden a hogares de pocos miembros; en cambio, las que
tienen hijos de ambos sexos son las que tienen un mayor número de hijos e hijas.
Por otra parte, sugiere la presencia de conflictos entre hermanos de diferentes
sexos, de modo que, por la combinación de ambos aspectos —número de hijos y
conflictos—, la madre opta por ejercer el castigo, probablemente en las modalida-
des de castigo señaladas para mujeres que tienen sólo hijos o tienen sólo hijas.
72 73
VIOLENCIA contra la niñez en Bolivia VIOLENCIA contra la niñez en Bolivia
UNICEF/Bolivia/Sánchez/2005
Capítulo IV Las estructuras familiares y la violencia contra la niñez Capítulo IV Las estructuras familiares y la violencia contra la niñez
La Convención Internacional sobre los Derechos del Niño57 establece que • Es el único grupo social para el cual puede contarse con datos a partir de censos
“los Estados Partes adoptarán todas las medidas legislativas, administrativas, sociales y encuestas sin necesidad de preguntas adicionales aunque sea preciso elaborar
y educativas apropiadas para proteger al niño contra toda forma de perjuicio o abuso tabulaciones especiales.
físico, mental, descuido o trato negligente, malos tratos o explotación, incluido el • En la mayor parte de las sociedades conocidas, las principales funciones de socia-
abuso sexual, mientras el niño se encuentre bajo la custodia de los padres, de un lización se verifican en el seno del hogar, sobre todo en las edades cruciales para
representante legal o de cualquier otra persona que lo tenga a su cargo”; asimismo, la formación de actitudes básicas de los individuos.
la Constitución Política del Estado boliviana58 señala que “El Estado protegerá la salud • Es una unidad social de existencia prácticamente universal.
física, mental y moral de la infancia, y defenderá los derechos del niño al hogar y a la • Funciona como unidad de consumo de gran parte de los bienes y servicios eco-
educación”. Al respecto, se debe indicar que los padres y sus hijos conforman unida- nómicos pero, en muchos casos, también actúa como unidad de producción.
des familiares que tienen sus particularidades de acuerdo al entorno socioeconómi- • Es la única institución que abarca a la gran mayoría de los miembros de una sociedad.
co en el cual se desenvuelven. Estas particularidades también se reflejan en las con-
ductas que asumen los padres con relación al trato que dan a los hijos. Las razones señaladas dejan en claro que el hogar constituye una de las
principales formas de la organización social y, por tanto, merece un tratamiento
En general, se puede afirmar que las conductas y formas sociales de una cuidadoso desde las distintas variables a partir de las cuales es posible compren-
comunidad están determinadas por el modo en que ésta se organiza para la produc- derlo a fin de buscar mayores luces en la explicación del fenómeno de la violencia
ción de bienes y servicios económicos; esto es, la relación de una persona con el familiar/doméstica.
medio físico y con los demás habitantes, que se canaliza a través de los grupos o ins-
tituciones guiados por normas y conductas establecidas59. Estas consideraciones 2. La familia y el hogar o unidad doméstica
apuntan a la necesidad de visualizar la violencia contra los hijos e hijas desde la pers-
pectiva de las tipologías de hogar que corresponden a los habitantes del país. No obstante las grandes posibilidades de explicación que ofrece el análisis
del hogar, su tratamiento adecuado no escapa a ciertas dificultades de orden con-
ceptual y metodológico. Una de ellas es la definición operativa del concepto que
1. El enfoque de las estructuras familiares
se va a utilizar, por cuanto a veces resulta difícil precisar los límites de parentesco
En la mayoría de los estudios se toma como unidad de análisis a los indivi- que definen una familia y en otros casos se tiende a confundir el concepto de
duos identificados bajo determinadas características innatas o adquiridas: educa- familia con el de hogar particular o unidad doméstica.
ción, idioma, tipo de ocupación, años de instrucción, etc. Aunque esta forma de
aprehender la población ofrece pautas importantes sobre la caracterización socioe- De lo anterior se deduce que la información recogida sobre las personas
conómica, cultural, demográfica y reproductiva de los habitantes, conviene admitir que conviven en un hogar (sus relaciones conyugales, de parentesco o de no
que para todos los fines el individuo no se comporta como un ente aislado, sino parentesco, sus características socio-demográficas, laborales, etc.) permite identifi-
que actúa bajo la influencia y en función del grupo cultural, político, económico o car a las personas que constituyen una familia. Así, tomando las relaciones de
familiar en el que se halla integrado. parentesco como criterio básico, se puede clasificar los hogares en familiares y no
familiares, dependiendo de la naturaleza de las relaciones entre las personas que
Se puede sostener que la estructura social y económica imprime caracterís- deciden enfrentar conjuntamente su subsistencia. De este modo, los hogares fami-
ticas específicas a los diferentes grupos en los que se halla inserta la población liares corresponden a los espacios organizativos de subsistencia conformados por
(familiar, laboral, cultural, etc.), de acuerdo a los distintos tipos de sociedad. Estas individuos relacionados por lazos familiares, mientras que los hogares no familiares
peculiaridades, a su vez, están determinadas por el hecho de que el individuo constituyen agrupaciones de individuos basadas en vínculos de afinidad o conve-
interactúa con la sociedad a través de los grupos a los que se encuentra integrado, niencia para compartir recursos y vivienda61.
57 Véase anexo I.
58Véase anexo I. 60Tórrez Pinto, 1985: p. 144.
59El informe mundial sobre la violencia y la salud señala que todo enfoque integral del maltrato de menores debe tener en cuenta las diversas normas y 61 Los hogares no familiares por lo general asumen dos formas: los conformados por una sola persona (hogares unipersonales) y los constituidos por dos o
expectativas de comportamiento de los padres en las distintas culturas del mundo. más personas sin lazos de parentesco (hogares de co-residentes).
76 77
VIOLENCIA contra la niñez en Bolivia VIOLENCIA contra la niñez en Bolivia
Capítulo IV Las estructuras familiares y la violencia contra la niñez Capítulo IV Las estructuras familiares y la violencia contra la niñez
Tomando en cuenta las consideraciones anteriores, y de acuerdo al cues- Es indudable que las tipologías de hogar o estructuras familiares presentan
tionario del hogar de la ENDSA 2003, las familias pueden clasificarse en monopa- diferencias según los diversos fenómenos que se quiera analizar, pues, de acuerdo
rentales o biparentales, y ambas admiten las modalidades de familia nuclear, al esquema presentado en el capítulo I de este volumen, su estructuración obede-
extendida y compuesta, como se muestra en los esquemas 4.1 y 4.2. Éstos resu- ce a los entornos socioeconómicos, culturales y demográficos. Por consiguiente,
men la construcción de las tipologías de hogar atendiendo a la relación de paren- cabe esperar que a cada tipología de hogar corresponda un determinado grado de
tesco con respecto al jefe declaradas por las personas entrevistadas. violencia familiar (física o psicológica), con manifestaciones y factores específicos.
62 No se hizo contrastación con respecto al estado civil, asumiendo la veracidad de la declaración de las personas entrevistadas.
78 79
VIOLENCIA contra la niñez en Bolivia VIOLENCIA contra la niñez en Bolivia
Capítulo IV Las estructuras familiares y la violencia contra la niñez Capítulo IV Las estructuras familiares y la violencia contra la niñez
La frecuencia relativa de mujeres integrantes de hogares biparentales modo que el otro 50% se declara en desacuerdo con la práctica de castigar a los
nucleares varía de un departamento a otro; así, en el departamento La Paz se regis- hijos(as). Por otra parte, un 56% de las madres de hogares monoparentales que no
tra el mayor porcentaje (65%), y los menores porcentajes corresponden a los depar- recibieron ningún castigo se inclinan por no castigar a los niños y niñas.
tamentos de Tarija y el agregado Beni-Pando con alrededor del 50%. Los departa-
mentos con mayor proporción de integrantes de hogares biparentales extendidos y
compuestos son Beni-Pando (29,6%, por encima del promedio nacional, que es de Cuadro 4.3
20%), en tanto que la menor frecuencia se encuentra en el departamento de La Opinión sobre castigo a hijos(as), desglosada según castigo
Paz (15%). recibido por la madre en el hogar paterno
Opinión castigo a hijos e hijas
4. La violencia contra la niñez en el hogar analizada según tipo de hogar (porcentajes) Total
Tipologías de hogar y % castigo Merecen Ningún Total madres
4.1 Posición de las madres frente al castigo contra los hijos y castigos que castigo recibido por recibido castigo castigo opinión que
aplican en realidad madre de sus padres por madre declaran
Biparental nuclear 100,0 58,9 41,1 100,0 4.679
Si, como ya se dijo en el capítulo anterior, los resultados de la ENDSA 2003
sugieren que la mayoría de las entrevistadas aprueban el castigo a los hijos en Recibió algún tipo de castigo 79,8 61,3 38,7 100,0 3.735
caso de desobediencia o incumplimiento de sus obligaciones, el desglose de las Ningún castigo recibido 20,2 49,7 50,3 100,0 944
madres por tipologías de hogar no revela diferencias significativas en esta tenden- Biparental resto 100,0 58,4 41,6 100,0 1.346
cia. En efecto, todas las madres, independientemente del tipo de hogar al que per- Recibió algún tipo de castigo 80,1 60,9 39,1 100,0 1.078
tenecen, se muestran partidarias del castigo a los niños y niñas (véase cuadro 4.2). Ningún castigo recibido 19,9 48,5 51,5 100,0 268
Monoparental 100,0 58,8 41,2 100,0 1.176
Recibió algún tipo de castigo 81,6 62,2 37,8 100,0 960
Ningún castigo recibido 18,4 44,0 56,0 100,0 216
Cuadro 4.2
Tipología de hogar y opinión de mujeres Fuente: ENDSA 2003, tabulaciones especiales de la base de datos.
sobre castigo a hijos
Opinión castigo a hijos e hijas
(porcentajes) Total Otro aspecto interesante es la forma de castigo que aplican las madres a
Tipo de hogar Merecen Ningún Total madres que sus hijos e hijas, diferenciando entre las que se declaran opuestas al castigo y
castigo castigo declaran aquellas partidarias de las sanciones. En efecto, el cuadro 4.4 presenta las diversas
Biparental nuclear 58,9 41,1 100,0 4.679 formas de castigo que administran las madres atendiendo a su posición frente a las
Biparental resto 58,4 41,6 100,0 1.345 prácticas punitivas.
Monoparental 58,8 41,2 100,0 1.176
Total 58,8 41,2 100,0 7.200 En los hogares biparentales nucleares, el 28% de las madres favorables al
castigo aplican castigos físicos, y el 24% de ellas aplican castigos psicológicos. En
Fuente: ENDSA 2003, tabulaciones especiales de la base de datos.
cambio, en los hogares biparentales resto, el castigo físico (20%) es comparativa-
mente menor que en los hogares biparentales nucleares; otro tanto se puede decir
con respecto al castigo psicológico (16%). Con 25% y 22%, respectivamente, la
Sin embargo, esta tendencia general presenta matices cuando se conside- situación intermedia entre estos dos extremos corresponde a las madres que se
ra otros aspectos concernientes a la madre. Uno de estos aspectos es el hecho de ubican en hogares monoparentales.
haber sido objeto de castigo por parte de sus padres. Como se vio en el capítulo
anterior, la gran mayoría de las madres fueron maltratadas por sus padres. En ese
sentido, el cuadro 4.3 corrobora la tendencia general de las personas a reproducir
la violencia física y psicológica que sufrieron durante la niñez. (Véase especialmen-
te la columna “ningún castigo”.)
El 39% las madres de hogares biparentales que han sufrido algún tipo de
castigo se declaran contrarias a castigar a sus hijos, mostrando así una actitud dife-
rente de la de sus progenitores. En cambio, la mitad de las madres que dijeron no
haber recibido castigo alguno se declara en favor de castigar a sus hijos o hijas, de
80 81
VIOLENCIA contra la niñez en Bolivia VIOLENCIA contra la niñez en Bolivia
Capítulo IV Las estructuras familiares y la violencia contra la niñez Capítulo IV Las estructuras familiares y la violencia contra la niñez
4.2 Los autores del castigo a los hijos(as) y las opiniones sobre el castigo
En cambio, en los hogares biparentales nucleares con madres favorables al
“con fines educativos”
castigo, las sanciones violentas administradas por ambos progenitores alcanzan al
En el capítulo III se señalaba que más del 80% de los niños y niñas reciben 57%, mientras que en los hogares biparentales de la combinación extendida y com-
castigos de los distintos miembros del hogar (padre, madre, ambos padres u otros puesta, el castigo impuesto conjuntamente por los padres es algo menor (40%).
miembros de la familia). Asimismo, se anotaba que la mayor parte de los castigos
estaban a cargo de la madre. Aunque con matices específicos para cada caso, este En lo que respecta a la opinión sobre el castigo al niño o niña “con fines
patrón general se reproduce en los distintos tipos de hogar. educativos, el cuadro 4.6 permite resaltar los siguientes aspectos:
El cuadro 4.5 muestra que tanto en los hogares biparentales nucleares El 73% de las madres del país opinan que se debería recurrir al castigo alguna
como en los biparentales resto, las madres partidarias de castigar a los hijos(as) vez para que sus hijos e hijas sean responsables y cumplan con sus obligaciones; es
castigan entre tres y cuatro veces más que los padres. Esta situación, al parecer, se más, según determinados textos sobre violencia contra los hijos, los mismos padres
relaciona con el número de miembros en el hogar y la composición heterogénea solicitan a los profesores propinar algún castigo a los niños que se están educando.
de los hogares, además del tipo de actividad que realiza la madre (trabaja o no tra- En efecto, las denuncias que hacen los niños investigados mediante una encuesta
baja, atiende a muchos o a pocos hijos, atiende a muchos o a pocos miembros en refieren que los profesores justifican los golpes, los jalones de patillas y los puñetazos
el hogar, etc.)63. que aplican a sus alumnos aduciendo que éstos no hacían sus tareas 64.
63En el caso de las madres pertenecientes a hogares monoparentales es más destacable la relación mencionada, esto es una relación de 15 a 1. Esta eviden-
cia no podía ser de otra manera si se tiene en cuenta que en los hogares monoparentales está la ausencia de alguno de los progenitores (en este caso pro-
bablemente del padre, de modo la madre sea la única responsable del cuidado del hogar y de los hijos y el padre sólo aparece ocasionalmente).
82 83
VIOLENCIA contra la niñez en Bolivia VIOLENCIA contra la niñez en Bolivia
Capítulo IV Las estructuras familiares y la violencia contra la niñez
hijos merecen castigo por las causas señaladas en los hogares biparentales nuclea-
res opina que sus hijos deberían ser castigados alguna vez “por motivos educati-
vos”. Otro tanto se percibe en las declaraciones hechas por las madres de hogares
biparentales extendidos y compuestos, aunque en una magnitud algo menor.
Cuadro 4.6
Opinión de madres sobre castigo a hijos “con fines educativos”
(por tipo de hogar)
Opinión de madres sobre castigo
“con fines educativos” (porcentajes) Total
Tipo de hogar y Con Alguna Nunca Total madres
opinión sobre castigo frecuencia vez que
“con fines educativos” declaran
Biparental nuclear 0,4 64,9 34,7 100,0 4.679
Merecen castigo 0,6 85,9 13,5 100,0 2.757
Ningún castigo 0,2 34,8 65,0 100,0 1.922
Biparental resto 0,6 58,6 40,8 100,0 1.346
Merecen castigo 0,8 79,3 20,0 100,0 786
Ningún castigo 0,4 29,6 70,0 100,0 560
Monoparental 0,3 64,7 35,0 100,0 1.177
Merecen castigo 0,4 86,1 13,4 100,0 693
Ningún castigo 0,2 33,9 65,9 100,0 484
Total país 1,4 73,5 25,1 100,0 11.994
Biparental nuclear 1,3 74,5 24,2 100,0 7.784
Biparental resto 1,2 70,3 28,5 100,0 2.230
Monoparental 1,7 73,4 24,8 100,0 1.980
Fuente: ENDSA 2003, tabulaciones especiales de la base de datos.
84
VIOLENCIA contra la niñez en Bolivia
UNICEF/Bolivia/2006
Capítulo V La violencia contra la niñez en su dimensión de negligencia Capítulo V La violencia contra la niñez en su dimensión de negligencia
66 También señala que el retraso en el crecimiento (desnutrición crónica) afecta a más de la quinta par te de los niños de Bolivia, El Sal vador, Guatemala,
65En este capítulo se incluye información de dos fuentes (ENDSA y SVEN), no con fines comparativos, sino más bien como indicadores de tendencias, pues Guyana, Haití, Honduras, zonas rurales de México, Nicaragua y Perú. Sólo en Chile, Costa Rica y Trinidad y Tobago el porcentaje de niños con desnutrición
cabe suponer que si una fuente apunta alguna tendencia, con la otra debería ocurrir lo mismo, independientemente de los valores que muestren. crónica es igual o inferior al 5%.
88 89
VIOLENCIA contra la niñez en Bolivia VIOLENCIA contra la niñez en Bolivia
Capítulo V La violencia contra la niñez en su dimensión de negligencia Capítulo V La violencia contra la niñez en su dimensión de negligencia
Insuficiencia ponderal El cuadro 5.3 muestra asimismo las diferencias en el gasto que los distintos
Países Moderada Grave Emaciación* Cortedad de talla gobiernos destinan a salud y ofrece datos sobre la pobreza (población que subsiste
y grave moderada y grave moderada y grave con menos de un dólar estadounidense diario), pues no cabe duda de que la des-
Argentina 3 0 2 13 nutrición y la atención profesional prenatal y en el parto están vinculadas a la mag-
Bolivia 8 1 1 27 nitud de esos indicadores.
Brasil 6 1 2 11
Chile 1 0 2 1.2 La situación nutricional en Bolivia: evidencias de desnutrición infantil
Colombia 7 1 1 14 en los indicadores antropométricos
Ecuador 12 26
La literatura relacionada señala que los estratos más empobrecidos de la
Perú 7 1 1 25 población boliviana presentan graves problemas nutricionales que afectan especial-
Uruguay 5 1 1 8 mente a los niños y a las mujeres en periodo de gestación y lactancia. Entre las
Venezuela 4 1 3 13 características de estos cuadros de desnutrición podemos mencionar la proporción
Fuente: UNICEF, 2004 (excepto Bolivia para el año 2003). de habitantes que viven en una situación de pobreza crónica, las altas tasas de
INE, ENDSA 2003 (dato para Bolivia en 2003) desocupación asociadas a la emigración rural-urbana; asimismo, conviene tomar
* Enflaquecimiento extremo por causa morbosa
en cuenta las elevadas tasas de morbilidad en la niñez, las mismas que están
estrechamente asociadas al estado nutricional de la población general.
También conviene destacar que en cuanto a la proporción de mujeres Las encuestas de demografía y salud (ENDSA) realizadas en el país han
embarazadas que recibieron atención prenatal por personal especializado, Bolivia incluido en el cuestionario individual de la mujer un módulo destinado a recolectar
presenta uno de los porcentajes más bajos con respecto a los países considerados datos antropométricos y otros relacionados con la alimentación y la salud de los
en el cuadro 5.3, pues, según los datos de UNICEF, la atención prenatal supera el niños y de sus madres con el fin de conocer su estado nutricional. Los informes de
90% en países como Argentina, Chile y Uruguay. Se puede decir algo similar con resultados señalan en primer lugar que para evaluar el estado nutricional en la
respecto a la atención de partos por personal especializado, porcentaje que en niñez se ha utilizado el método directo a través de las determinaciones antropomé-
Bolivia no supera el 60%, mientras que la cobertura se aproxima al 100% en países tricas para niños menores de 5 años. El estado nutricional ha sido medido a partir
de características más urbanas como Argentina, Chile y Uruguay. de tres indicadores: peso para la edad, talla para la edad y peso para la talla, a fin
de mostrar evidencias de los distintos tipos de desnutrición.
90 91
VIOLENCIA contra la niñez en Bolivia VIOLENCIA contra la niñez en Bolivia
Capítulo V La violencia contra la niñez en su dimensión de negligencia Capítulo V La violencia contra la niñez en su dimensión de negligencia
1.2.1 Evidencias en el indicador peso para la edad (desnutrición global) cit prolongado del aporte necesario de calorías y nutrientes que ocasiona una dis-
minución del crecimiento y deriva finalmente en un estado de desnutrición.
Este indicador —uno de los más sensibles— mide la desnutrición global, es
decir que refleja simultáneamente la desnutrición crónica y la aguda. A este res-
Según la ENDSA 200370, la prevalencia de la desnutrición aguda afecta al
pecto, la ENDSA 2003 muestra que la desnutrición global67 en Bolivia alcanza al
1,3% de la niñez boliviana. Este fenómeno afecta al 1,5% de los niños del área rural
7,5% de la población infantil menor de los 5 años de edad.
y al 1,1% de los niños en el área urbana. La desnutrición aguda severa también pre-
senta diferencias: 0,2% en el área urbana y 0,4% en el área rural.
La desnutrición global clasificada por área de residencia muestra la magni-
tud de la brecha existente entre los niños menores de 5 años de las ciudades y los
del campo, denotando que la desnutrición en el área urbana alcanza al 4,8%, y al 2. La falta de acceso a la educación como forma de violencia contra la niñez
11,1% en el área rural. Esto significa que el riesgo de déficit de peso entre los niños y la adolescencia
rurales supera en más del 50% el riesgo de los niños citadinos. En ese sentido,
también muestra una diferencia importante en lo que respecta a la desnutrición 2.1 Niños, niñas y adolescentes y su situación en la educación escolar
severa, pues alcanza al 0,6% en el área urbana, y al 2,1% en el área rural. Esto equi- La literatura sobre la evolución de la educación para la niñez y los jóvenes
vale a decir que el riesgo de desnutrición infantil severa en el área rural es el doble señala que en la década de los años sesenta surgió en América Latina un marcado
que en el área urbana. interés por el valor económico de la educación, lo que contribuyó al crecimiento
progresivo de las demandas educativas y, en consecuencia, la necesidad de cons-
1.2.2 Evidencias en el indicador talla para la edad (desnutrición crónica) truir y equipar las escuelas, colegios y universidades.
El indicador talla para la edad mide la desnutrición crónica. Tiene la ventaja En la actualidad, el acceso a la educación se ha expandido a sectores de la
de reflejar la historia nutricional del niño desde su concepción hasta el momento población que previamente habían estado completamente al margen de este servi-
de la medición. Este tipo de desnutrición es el principal problema que aqueja a los cio. Así, el analfabetismo en Bolivia bajó del 34% en 1960 al 13% en 199571, mien-
niños de Bolivia, ya que guarda una estrecha vinculación con la situación de pobre- tras que la tasa de matriculación primaria aumentó en casi un 50% y actualmente
za en que se desenvuelve gran parte de los hogares bolivianos, caracterizada por supera el 90%; en el nivel secundario, esta tasa ha crecido en un 36%, y en la edu-
bajos niveles de ingreso, limitaciones en el acceso a los servicios básicos, etc. cación superior ha pasado del 6% al 27%72.
De acuerdo con la ENDSA 200368, la prevalencia de la desnutrición crónica Adicionalmente, la masiva incorporación de las mujeres al sistema escolar ha
alcanza al 26,5% en Bolivia. Los resultados de esta encuesta evidencian, asimismo, disminuido las diferencias de escolaridad con respecto a género: actualmente las niñas
que el problema se presenta con mayor intensidad en el área rural, puesto que presentan tasas aproximadamente iguales a las de los niños en todos los niveles73.
más de una tercera parte de los niños rurales (37%) padecen de desnutrición cróni-
ca, frente al 18,5% de la población infantil de las áreas urbanas. Cabe destacar tam- Por otra parte, uno de los principales Objetivos de Desarrollo del Milenio
bién que la desnutrición crónica severa afecta a cerca del 8% de la niñez bolivia- es alcanzar la educación primaria universal, lo que implica asegurar para el 2015
na69. Sin embargo, la incidencia de este tipo de desnutrición presenta diferencias que los niños y niñas tengan la posibilidad de terminar el ciclo completo de educa-
considerables según el área de residencia: en las áreas urbanas alcanza el 4,7% y ción primaria. El informe Progreso de los Objetivos de Desarrollo del Milenio
en las rurales llega al 12,3%. En otras palabras, la desnutrición infantil en el campo (UDAPE, 2005) ha hecho el seguimiento al cumplimiento de este objetivo a partir
es casi el triple que la de las ciudades. de indicadores como la cobertura neta de primaria y la tasa de término de 8º de
primaria. A este respecto, el trabajo citado da a conocer que el sector educativo ha
1.2.3 Evidencias en el indicador peso respecto a la talla (desnutrición presentado mejoras gracias a la implementación de la Reforma Educativa, señalan-
aguda) do que ya en el 2001 la cobertura neta de primaria alcanzaba al 97% y mejorando
levemente el indicador al 97,1% hacia el año 2003. También se señala que la tasa
La desnutrición aguda se mide como el déficit de peso para la talla del
de término bruta primaria presentó la misma tendencia, aunque en el 2003 no
niño, sin tomar en cuenta su edad. Este indicador presenta valores relativamente
había superado el 75%.
bajos en países en vías de desarrollo —entre ellos Bolivia—, donde grandes grupos
de población viven en una situación de pobreza crónica, caracterizada por un défi- Se puede afirmar que los avances en materia educativa tienen mucho que
ver con las reformas introducidas en el sector. Es el caso de la reforma educativa ini-
67 El valor de cada uno de es tos indicadores se expresa en términos del número de desviaciones es tándar (DE) respecto de la media del patrón internacional uti-
lizado por NCHS/CDC/OMS, lo que permite la comparación de es tos valores entre distintos países. Los niños se clasifican como desnutridos si están 2 ó más
desviaciones estándar por debajo de la media de la población de referencia. (Véase INE-MSD, 2004: cuadros 10.9.1 y 10.9.2.) 70INE-MSD, 2004. Véase cuadro 10.9.2: Indicadores de desnutrición para niños menores de cinco años, por características socioeconómicas seleccionadas.
68INE-MSD, 2004. Véase cuadro 10.9.2: Indicadores de desnutrición para niños menores de cinco años, por características socioeconómicas seleccionadas. 71 UNESCO, 1996, citado en INE-UNFPA, 2003.
69Los niños que se encuentran en esta categoría tienen una talla esperada para su edad de –3 DE, es decir, 3 puntos de desviación estándar por debajo de la 72 INE-UNFPA, op. cit.: p. 41.
mediana de referencia. 73 bid.
92 93
VIOLENCIA contra la niñez en Bolivia VIOLENCIA contra la niñez en Bolivia
Capítulo V La violencia contra la niñez en su dimensión de negligencia Capítulo V La violencia contra la niñez en su dimensión de negligencia
ciada en 1994. En efecto, con una educación intercultural y bilingüe, en un contexto Asimismo, los hogares más pobres que requieren ingresos adicionales para
de descentralización del Estado y la Participación Popular, se ha avanzado en la satisfacer sus necesidades recurren con frecuencia al trabajo de los niños y adoles-
democratización del sistema educativo y en una educación más participativa y más centes, ya sea mediante labores realizadas dentro del hogar (cuidado de niños
cerca de las comunidades locales (juntas escolares, currículo diversificado, etc.). menores, tareas domésticas) o mediante su incorporación a la actividad económica
a edades tempranas. De esta manera, los menores contribuyen efectivamente a
Atendiendo a las consideraciones anotadas, se puede afirmar que las tasas equilibrar la economía del hogar, pero tal situación repercute negativamente en las
de analfabetismo y alfabetismo74 son indicadores que permiten determinar los tasas de asistencia escolar.
avances en la situación educativa de la población. En ese sentido, y comparando
los resultados de los últimos tres censos nacionales de población y vivienda, la tasa
Gráfico 5.1
de analfabetismo ha disminuido de 36,8% en 1976 a 20,0% en 1992 y a 13,3% en Tasas de asistencia escolar en niños de 6 a 14 años de edad (1992 y 2001)
2001. La tasa de analfabetismo para el año 2001 en el área urbana registra 6,4%, y (porcentajes)
en área rural 25,8%. Las mujeres presentan una tasa de analfabetismo más alta res-
pecto a la población masculina (19,3% frente a 6,9%, respectivamente).
91,4 92,0
90,8
2.2 Asistencia escolar
El nivel de asistencia escolar está condicionado por las posibilidades eco-
nómicas de los educandos y sus familias, si bien la tasa de asistencia escolar de la
85,6
población de 6 a 19 años de edad se incrementó, pasando de 61,42% en 1976 a
83,8
72,32% en 1992 y a 79,71% en 2001, aún se la considera insuficiente de acuerdo a 82,0
las metas fijadas por la Reforma Educativa, que busca llegar al 100%.
2001
El rezago en la edad de ingreso a la escuela alcanzaba al 21,8% de la
población escolar en el año 2001. Los escolares rezagados no están en las mismas 1992
condiciones que los que ingresan oportunamente, situación que, a su vez, contri- Total hombres mujeres
buye a elevar las tasas de repetición, deserción escolar o abandono definitivo del Fuente: INE-UNFPA, 2003.
sistema escolar.
Gráfico 5.2
Si bien existen varios estudios sobre el tema, el Censo Nacional de Tasas de asistencia escolar en la población de 6 a 14 años,
Población y Vivienda 2001 incorpora nuevos elementos de análisis que permitirán por área de residencia: 2001
conocer la nueva realidad educativa del país y la evolución de la actividad educati- (porcentajes)
va nacional con miras a evaluar y formular nuevos planes y programas educativos.
Por otra parte, cabe señalar que las ciudades o áreas con mayor densidad
demográfica registran mayores tasas de asistencia escolar, posiblemente debido a
la mayor oferta y demanda educativa que se da en dichas áreas. En el área rural, 94,8 95,0 94,6
en cambio, la mayoría de las familias viven en condiciones de subsistencia, lo que 87,0
86,3
es un impedimento para que los padres envíen a sus hijos e hijas a la escuela, o 84,9
los fuerza a un abandono prematuro. También cabe indicar que existen muchos
problemas de oferta educativa o distancia a la escuela, factores que contribuyen
negativamente a las tasas de asistencia escolar.
Rural
Urbana
Total hombres mujeres
74 El cálculo de la tasa de analfabetismo equivale al cociente de la población de 15 años o más que declara no saber leer ni escribir, entre la población total de
15 años o más (analfabetos absolutos). La población de 15 años o más de edad que no puede entender lo que lee, o que no se pueda dar a entender por
escrito, o que no pueda realizar operaciones numéricas elementales, se los denomina analfabetos funcionales”.
Los niños y adolescentes en edad escolar que nunca asistieron a la escue-
94 95
VIOLENCIA contra la niñez en Bolivia VIOLENCIA contra la niñez en Bolivia
Capítulo V La violencia contra la niñez en su dimensión de negligencia Capítulo V La violencia contra la niñez en su dimensión de negligencia
la o la abandonan por razones de trabajo, cuando intentan insertarse nuevamente autoexplotación, en condiciones laborales caracterizadas por largas jornadas de tra-
al sistema educativo, confrontan las dificultades del rezago escolar, porque su bajo y la desprotección laboral. Gran parte de las cónyuges y, en menor medida,
edad ya no corresponde al grado que deberían cursar, situación que se profundiza los hijos se incorporaron al mercado laboral como trabajadores no asalariados, lo
con el paso de los años y que constituye una de las principales causas de la repeti- que agrava su situación de explotación colectiva, sin remuneración definida.
ción escolar, la deserción y el abandono definitivo de la escuela.
Otras evidencias señalan que las zonas rurales y las áreas marginales de
las ciudades concentran grandes cantidades de niños, niñas y adolescentes trabaja-
3. El trabajo infantil y juvenil, otra forma de violencia contra la niñez y
dores. Al menos, la mitad del trabajo infantil y adolescente se concentra en las
la adolescencia
comunidades campesinas. En general, se encuentra un mayor porcentaje de mano
Las evidencias sobre el trabajo infantil y juvenil recopiladas reflejan las de obra infantil en actividades agropecuarias, en el sector informal urbano y en el
marcadas desigualdades entre diferentes grupos sociales que caracterizan a la trabajo doméstico. Hay un segmento de niños trabajadores que, a pesar de ser
población boliviana. En efecto, según el investigador del CEDLA Germán minoritario, reviste importancia por la gravedad de su situación; se trata de aque-
Guaygua75, prevalecen desigualdades socioeconómicas, étnicas y de género, que llos que se desempeñan en ocupaciones peligrosas como por ejemplo los niños
se manifiestan desde las edades más tempranas, y que posteriormente se reprodu- que desde los 8 años trabajan entre 10 y 12 horas diarias en interior mina, sopor-
cen en la vida adulta y se transmiten a las generaciones siguientes, lo que contri- tando temperaturas sofocantes, trasladando cargas de mineral cuyo peso es supe-
buye a explicar la persistencia de los elevados niveles de desigualdad socioeconó- rior a su capacidad física, expuestos a sustancias tóxicas y a situaciones de riesgo
mica en el país. Esta desigualdad en un país con bajo nivel de ingreso por habitan- (por ser más pequeños son escogidos para entrar en túneles angostos o poner
te se traduce en insuficiencia de recursos en los hogares para satisfacer las necesi- señalización en zonas propensas a derrumbes). También existe explotación en otro
dades más básicas de sus miembros y se expresa en altos niveles de pobreza y de tipo de actividades como, por ejemplo, la zafra de la caña de azúcar y de la casta-
miseria. Ante esta situación, las familias bolivianas de bajos ingresos recurren a una ña. Tampoco es menos evidente la explotación sexual, sobre todo en ámbitos de
serie de estrategias de movilización de recursos para reducir la vulnerabilidad y los prostitución urbana, que revelan altas tasas de ocupación infantil.
circuitos de pobreza, y a menudo se ven obligadas a enviar a los menores a su
cargo a trabajar. Aparte de sus efectos sobre la sociedad en su conjunto, este tipo Los niños y niñas de las zonas urbanas se incorporan al trabajo a edades
de salidas también limita el fortalecimiento de su capital humano y, consiguiente- más tempranas. Un sector de la infancia se dedica exclusivamente —y, a veces,
mente, el potencial económico del país. combinándola con la educación— al servicio doméstico, lo que muchas veces
encubre situaciones de explotación y servidumbre.
Aunque el trabajo infantil no es un fenómeno nuevo, constituye un indica-
dor de pobreza, y también un reflejo de las deficiencias y limitaciones de las políti-
3.1 Las evidencias del trabajo infantil según el censo de población y
cas sociales. No cabe duda de que la inserción de los niños y niñas en el mercado
vivienda de 2001
laboral obedece a múltiples causas, pero no es menos cierto que genera conse-
cuencias negativas para los propios niños, niñas y sus familias. Las jornadas de tra- En Trabajo infantil en Bolivia, características y condiciones, Carmen Ledo
bajo sobrepasan los límites fijados por las legislaciones nacionales incluso para los (2005) corrobora muchas de las afirmaciones sobre el trabajo infantil consignadas
adultos. El Programa Internacional para la Erradicación del Trabajo Infantil (IPEC), de en los párrafos anteriores. El estudio mencionado sostiene que alrededor de 313
la Organización Internacional del Trabajo (OIT), estima que la jornada laboral infan- mil niños, niñas y adolescentes (de entre 7 y 17 años de edad) se consideran como
til en la región sumaría cerca de 46 horas semanales, carga que no difiere sustan- económicamente activos, es decir, los que estaban ocupados en alguna actividad
cialmente de la jornada laboral de los adultos. La remuneración del trabajo es míni- económica, los que teniendo empleo no trabajaron en el periodo de referencia (la
ma. Según datos de la OIT 76, el 90 por ciento de los niños y niñas de entre 10 y 14 semana previa al empadronamiento) por estar enfermos o de vacaciones, los que
años de edad perciben un ingreso menor o igual al salario mínimo legal. Al menos se encontraban sin empleo por haber sido despedidos (cesantes) y los que busca-
el 50 por ciento de la mano de obra infantil en la región no percibe ningún ingre- ban trabajo por primera vez.
so, y su actividad cae en la categoría de trabajo familiar no remunerado.
El año 2001 la población boliviana comprendida entre los 7 y los 13 años
Según un estudio del Centro de Estudios para el Desarrollo Laboral de edad alcanzaba alrededor de 1,5 millones de individuos; de éstos, 115 mil niños
(CEDLA) sobre el trabajo de madres e hijos, el año 2000, cerca de un 80% de éstos y niñas declararon estar insertos en actividades de producción de bienes y servi-
se desempeñó en el comercio, los servicios y la manufactura, predominantemente cios, y alrededor de 2.500 declararon estar desempleados ya sea por estar cesantes
organizados en unidades económicas familiares y semiempresariales, en las que la o porque estaban buscando empleo por primera vez.
75 Guaygua, 2002.
76 Según un estudio realizado por la Organización Internacional del Trabajo (OIT, 2002; citado por Guaygua, op. cit.: p. 4), las cifras del trabajo infantil en Bolivia
son elevadas. Más de 800 mil niños y adolescentes se han insertado en el mercado de trabajo, lo que representa el 10% de la población nacional y al menos
el 65% del total del índice de subempleo.
96 97
VIOLENCIA contra la niñez en Bolivia VIOLENCIA contra la niñez en Bolivia
Capítulo V La violencia contra la niñez en su dimensión de negligencia Capítulo V La violencia contra la niñez en su dimensión de negligencia
Terciario
10% Comercio minorista 30,2
Secundario y reparaciones
30% 51,3
44,7
Servicio doméstico
3,1
Secundario
21%
Fuente: INE, Censo Nacional de Población 2001.
Por otra parte, el estudio muestra la inserción de los niños, niñas y adoles-
centes en los sectores tradicionales de la actividad económica, es decir, primario,
secundario y terciario. La información disponible y el análisis efectuado muestran
profundas diferencias entre las áreas urbanas y rurales: mientras que cerca de tres
cuartas partes de los menores que trabajan en las zonas urbanas se inserta en el
sector terciario (seguido del sector secundario), en las zonas rurales, más de tres
cuartas partes (el 77%) declaran trabajar en alguna actividad del sector primario
(seguido del sector terciario).
29OIT-UNICEF, 2005: p. 7.
98 99
VIOLENCIA contra la niñez en Bolivia VIOLENCIA contra la niñez en Bolivia
UNICEF/Bolivia/2006
Capítulo VI Evidencias de violencia contra la niñez y la adolescencia en los establecimientos educativos Capítulo VI Evidencias de violencia contra la niñez y la adolescencia en los establecimientos educativos
78 Diouf, Pape N’Diaye, Seminario “Desarrollo y políticas educativas”, IUED, Ginebra, 1977 (citado en DNI Bolivia, 1998: p. 15).
79DNI Bolivia, 1998: p. 18.
77 DNI Bolivia, 1998: p. 15 80 Íbid.
102 103
VIOLENCIA contra la niñez en Bolivia VIOLENCIA contra la niñez en Bolivia
Capítulo VI Evidencias de violencia contra la niñez y la adolescencia en los establecimientos educativos Capítulo VI Evidencias de violencia contra la niñez y la adolescencia en los establecimientos educativos
3. Aspectos institucionales de la violencia contra la niñez en la escuela logra neutralizar los efectos negativos del maltrato escolar —por muy frecuente e
intenso que éste sea— sobre su estado de ánimo.
3.1 La escuela, un ámbito propicio para el maltrato contra la niñez y la
adolescencia Con estas consideraciones, se aborda a continuación el asunto del maltra-
to a la niñez y la adolescencia en los establecimientos educativos.
No cabe duda de que, en el ámbito escolar, el adulto busca consolidar y
cultivar la capacidad de comprensión y acción del niño y del adolescente. Las
escuelas y los colegios constituyen, por tanto, espacios sociales destinados al ejer- 4. Magnitud y naturaleza del maltrato infantil en los centros educativos
cicio de una acción adulta sobre la niñez.
4.1 Maltrato psicológico en la escuela
Al respecto, Emilio García Méndez (1994) afirma que si se contrasta las De los datos disponibles se desprende que, por regla general, el maltrato
características actuales de las escuelas latinoamericanas con los componentes pro- contra los niños, niñas y adolescentes en la escuela no se presenta a través de una
pios de todo escenario de maltrato, se encuentra que éstas —a pesar de todos los única acción violenta, sino que ésta viene normalmente acompañada de varias
cambios— siguen presentando en su seno características favorables a la emergen- otras formas de agresión (por ejemplo, gritos acompañados de intentos de ridiculi-
cia y al desarrollo del maltrato. En efecto, aunque no se pueda sostener que los zación o humillación y golpes).
espacios escolares sean necesariamente escenarios en los que se ejerza el castigo
cotidianamente, hay indicios suficientes como para aseverar que siguen siendo Los entrevistados de todos los grupos de edad coinciden en señalar que
espacios de interrelación estructuralmente predispuestos a la violencia y al maltrato son los profesores los que aplican mayor presión psicológica, sobre todo a los ado-
contra niñas, niños y adolescentes. lescentes de entre 13 y 15 años, si bien parece que la presión aplicada sobre las
niñas y adolescentes es considerablemente menor. La medida más usada por los
3.2 La escuela como ámbito de intervención esperanzadora autores del maltrato es la expulsión de los niños, niñas y adolescentes; sin embar-
go, este hecho sólo se da con una frecuencia de “alguna vez” .
Sin embargo, la valoración que se hace de la institución escolar podría
comunicar la sensación de un espacio frente al cual sólo caben las lamentaciones
fatalistas. Sería una apreciación incorrecta, por lo que es importante equilibrarla 4.2 Maltrato físico en la escuela
poniendo de relieve que, a pesar de todo lo mencionado, la escuela debe ser tam- Las modalidades más frecuentes de agresión física contra los alumnos y las
bién considerada como un ámbito de intervención esperanzadora al menos por las alumnas son los golpes con palo y con la mano (35% y 36%, respectivamente) pro-
siguientes dos razones: pinados por los y las docentes. Sin embargo, la aplicación de estos castigos presen-
ta diferencias atendiendo al sexo de los alumnos; así, el castigo con palo alcanza al
• La escuela constituye un paso obligado para la mayor cantidad posible de niños, 45,4% de la población masculina, y al 23,7% de la femenina. En cambio, cuando se
niñas y adolescentes.
trata de sopapos, bofetadas o palmadas, afecta al 25,9% de los varones y al 48,1%
• La escuela, en tanto construcción socio-histórica, puede ser objeto de acciones de las mujeres. El jalón de orejas se aplica al 8,6% de la población escolar (7,7% en
que pretendan y logren hacerla evolucionar en uno u otro sentido. el caso de los varones y 9,6% en el caso de las mujeres). El uso de chicote alcanza
al 9,7% del estudiantado (10,5% para los varones y 8,9% para las mujeres). A estas
Varios autores que han trascendido el marco del análisis conflictualista sos-
prácticas les siguen en importancia los puñetazos y, en menor magnitud, la de for-
tienen que es importante —y además posible— superar el enfoque fatalista. Por
zar al alumno(a) a arrodillarse.
ejemplo, Jurjo Torres (1991) señala que “no existe práctica reproduccionista que no
genere a su vez procesos de resistencia más o menos explícitos, más o menos Los maestros de ambos sexos son los que más maltratan físicamente a los
fuertes, más o menos exitosos”. Según este autor, existe dentro de la escuela toda alumnos(as), pues el 58% de los niños, niñas y adolescentes declaran haber sufrido
una cultura de resistencia que permite, tanto a alumnos como a profesores, prota- agresiones físicas de sus profesores y profesoras (56% contra el alumno y 59% con-
gonizar acciones orientadas a la satisfacción de necesidades descuidadas por el tra la alumna). Siguen, a distancia considerable, quienes declaran haber sido casti-
aparato educativo, y contrarrestar las agresiones directas o indirectas que el aparato gados físicamente por el regente (13,4%), y los que afirman haber sufrido agresio-
mencionado ejerce sobre ellos. nes físicas de manos de sus propios compañeros y compañeras (el 11,2%).
Al respecto cabe señalar que los alumnos no siempre adoptan actitudes El 59% de las mujeres reciben castigo físico, sobre todo de parte del profe-
pasivas frente al maltrato del que son objeto. Se observa que a menudo desarro- sor (principalmente golpes con la mano), mientras que éste utiliza el palo en el
llan estrategias de resistencia que van desde la relativización de la agresión sufrida, 21% de los varones que dicen ser maltratados físicamente.
pasando por la presentación de reclamos legítimos, hasta la organización de gru-
pos y la realización de actos violentos contra el personal de sus establecimientos
escolares. En algunos casos, la eficacia de estas estrategias es tan categórica que
Asimismo, un 43,4% revela que son abusados por sus propios compañeros (el 80% de es tos agresores son varones).
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VIOLENCIA contra la niñez en Bolivia VIOLENCIA contra la niñez en Bolivia
Capítulo VI Evidencias de violencia contra la niñez y la adolescencia en los establecimientos educativos Capítulo VI Evidencias de violencia contra la niñez y la adolescencia en los establecimientos educativos
Fuente: Ministerio de Desarrollo Sostenible y Planificación, Viceminis terio de Asuntos de Género, Generacionales y Familia, 2000: p. 84.
48,2
45,3
23,7
25,9
9,6 8,9 8,9
0,7 10,5
7,7 9,3
1,3 Alumnas
Alumnos
Jalón de Arrodi- Puñetes Golpes Chico- Golpes
orejas llarse con la tazos con palo
mano
Fuente: Ministerio de Desarrollo Sostenible y Planificación, Viceminis terio de Asuntos de Género, Generacionales y Familia,
2000: p. 84.
82Complementariamente, los niños, niñas y adolescentes que sentaron denuncias, lo hicieron ante diversas personas o autoridades del establecimiento educati-
vo: padres, amigos, hermanos, profesores y otras personas. Las denuncias ante autoridades competentes son muy pocas.
106 107
VIOLENCIA contra la niñez en Bolivia VIOLENCIA contra la niñez en Bolivia
UNICEF/Bolivia/Cuellar/2003
Capítulo VII La denuncia del maltrato y la respues ta estatal frente al problema Capítulo VII La denuncia del maltrato y la respues ta estatal frente al problema
En el presente capítulo se intenta contrastar las evidencias sobre la magni- Por otra parte, presenta datos para aproximarse a un diagnóstico de las
tud de la violencia sufrida por la niñez boliviana con la respuesta que brinda el problemáticas atendidas con mayor frecuencia por las defensorías de la niñez y
Estado boliviano a las víctimas de la violencia en términos de información, preven- adolescencia (DNA) del área urbana y rural. En el resumen destaca que existe una
ción, denuncia y atención. mayor cantidad de niños y niñas que son atendidos por el organismo indicado:
48,3% menores de 6 años y 2,1% entre 7 y 11 años, en comparación con los adoles-
1. El conocimiento de los organismos estatales sobre la violencia centes de 12 a 18 años, que suman un 31%.
contra la niñez
También señala que, según las cifras del Sistema de Información de
En primer lugar, cabe señalar que la crítica situación de la violencia descri- Defensorías (SID), el 98% de una muestra de 3.468 casos provienen directamente de
ta en los capítulos precedentes no es ignorada por las organizaciones estatales
que tienen responsabilidad en el asunto.
83Véase anexo I de es te volumen. 84 Dirección General de la Niñez (VIJUNTE): Violencia hacia la niñez y la adolescencia.
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VIOLENCIA contra la niñez en Bolivia VIOLENCIA contra la niñez en Bolivia
Capítulo VII La denuncia del maltrato y la respues ta estatal frente al problema Capítulo VII La denuncia del maltrato y la respues ta estatal frente al problema
las defensorías sin una remisión por parte de otras instituciones pres tadoras de servi- Día por medio llega, al Hospital del Niño de La Paz, un paciente con sig-
cios, lo que hace suponer que estas instituciones de la niñez y adolescencia ya cons- nos de maltrato físico. La mayoría de las veces, los padres que acuden con el
tituyen un referente de importancia y vida propia en el imaginario de la comunidad. pequeño mienten sobre el origen de las lesiones de sus hijos. Otras veces, el
médico descubre señales antiguas cuando revisa al pequeño por otras causas .
De acuerdo a los datos reportados por el SID, la problemática más frecuen-
te es la referida al maltrato por acción u omisión, ya sea física y/o psicológica, con Sin embargo, y pese al conocimiento de las instituciones estatales sobre el
un total de 1.031 atenciones, lo que representa el 30%. Luego está la problemática problema —tal como queda reflejado en informes oficiales de las mismas—, su res-
referida a identidad y protección de niños, niñas y adolescentes con 956 atencio- puesta en materia de prevención, denuncia, notificación, y atención a niños, niñas
nes, que corresponden a un 28%, de donde se desglosa que la tipología de ‘asis- y adolescentes víctimas de violencia, es aún precaria. Esta afirmación se basa en
tencia familiar’ corresponde al 14%, ‘reconocimiento’ corresponde al 13% y ‘trámite las estadísticas reportadas por instituciones de atención a la salud, como el
de certificado de nacimiento’ tan sólo al 1%. Hospital del Niño.
La problemática que presenta el tercer lugar en frecuencia es la irresponsa- En Bolivia, sólo 1.805 casos de violencia contra la niñez son atendidos
bilidad paterna y/o materna, que alcanza a 571 atenciones, de las que un subtotal anualmente, ya sea por las defensorías de la niñez y adolescencia, la Policía
de 91 casos (el 14%) corresponden a abandono de hogar por los progenitores, en Nacional o el Hospital del Niño. Esos casos de violencia fueron atendidos por las
tanto que el 2% corresponde a la omisión de la educación, es decir, los padres no siguientes instancias:
envían a estudiar a sus hijos. Las atenciones sobre abuso sexual no superan el 4%,
pero vale la pena destacar esta categoría en vista del daño físico y psicológico que • 1.602 atenciones por las defensorías de la niñez y adolescencia, según el SID
se ocasiona a un niño, niña o adolescente que se encuentra en proceso de forma- 2004, a nivel nacional (1.031 casos de maltrato, 571 casos de irresponsabilidad de
ción, considerando además que no sólo implica la necesidad de la sanción al agre- los progenitores, incluyendo los padres no envían a estudiar a sus hijos y aban-
dono).
sor, sino la recuperación de la víctima.
• 7 atenciones por la División Menores de la Policía Técnica Judicial (PTJ) que ha
Respecto a la identificación del autor de la violencia, en el 45% de las aten- registrado desapariciones de niños, niñas y adolescentes atribuibles a huidas del
ciones del maltrato psicológico se señala al padre como principal agresor, en el hogar por miedo a los castigos. Es decir, no retornaron a sus casas por temor a
ser castigados por sus padres ante las malas notas escolares obtenidas.
23% a la madre y a otros adultos en un 9%. De igual manera, ambos progenitores
son los principales responsables de un 32% de los casos de maltrato físico. • 196 atenciones a cargo del Hospital del Niño (109 niños y 87 niñas). Las estadís-
ticas de la oficina de Trabajo Social del Hospital del Niño indican que dicho esta-
El abandono del hogar es mayor en el área urbana (16,8%) que en el área blecimiento, durante el año 2004, atendió 1.750 casos, de los cuales el 11% fue
rural (14%). Igualmente, el extravío es más frecuente en el área urbana (3,9%) que por maltrato infantil (109 niños y 87 niñas). 79 de las víctimas eran menores de 1
año, 59 tenían entre 1 y 4 años, y 58 de ellas tenían entre 5 y 14 años de edad.
en el área rural (1,5%). Asimismo, existe un 5,9% de intentos de violación en el
área rural, frente a un 3,6% en el área urbana. El robo o hurto por niños, niñas y En resumen, se puede concluir que el Estado boliviano no está cumplien-
adolescentes en el área rural (3,8%) es mayor que en el área urbana. do de forma adecuada con las obligaciones asumidas internacionalmente para
garantizar el derecho de los niños, niñas y adolescentes víctimas de violencia, con-
Otro elemento relacionado con la violencia contra niños, niñas y adoles- templadas en la Convención sobre los Derechos del Niño (Art. 19) y en el artículo
centes es el consumo de alcohol y otras drogas. En algunos casos, los niños, niñas 12 del Pacto Internacional sobre los Derechos Económicos, Sociales y Culturales
y adolescentes bajo los efectos del consumo de estas sustancias son víctimas de (véase el anexo I de este volumen).
violencia y, en otros casos, se trata de adultos que habiendo consumido alguna
sustancia, generalmente bebidas alcohólicas, ejercen violencia contra los niños,
niñas y adolescentes. El reporte muestra que de 3.468 atenciones, el 10% tiene
relación con el consumo de alcohol o alguna otra droga. Un 34% de los 369 casos
de consumo de alcohol se refieren a los niños, niñas y adolescentes.
112 113
VIOLENCIA contra la niñez en Bolivia VIOLENCIA contra la niñez en Bolivia
Conclusiones
Conclusiones
Los golpes y el maltrato físico en general producen en primer lugar daño
físico, pero en el mismo instante del castigo se envían mensajes profundamente
destructivos para la psique de las víctimas, con un dramático impacto en áreas críti-
cas del desarrollo infantil, con perjuicios actuales y futuros en el funcionamiento
social, emocional y cognitivo de quienes lo sufren. El carácter altamente traumático
del pánico, la impotencia, el terror, las frustraciones severas y prolongadas, acom-
pañadas del dolor y del carácter impredecible del comportamiento del agresor o
agresora, constituyen secuelas psicológicas que se manifiestan en trastornos de la
identidad, baja autoestima, ansiedad, miedo, angustia y depresión.
1. Importancia de la cuestión
La violencia dentro de un hogar no es un problema de orden privado, ni Los niños o niñas que no reciben muestras de afecto, en el caso de aban-
un hecho aislado, sino que es un problema de orden social, económico y cultural; dono o negligencia, además de formarse una pobre imagen de sí mismos, perci-
es un problema de salud pública —debido a la magnitud y consecuencias negativas ben el mundo como algo amenazante y poco seguro. Posteriormente, en su vida
en la salud de esa población— y, sobre todo, es una violación de los derechos de adulta, pueden presentar cuadros depresivos, pues se ha constatado que la priva-
los niños, niñas y adolescentes. ción afectiva durante la infancia es una de las principales causas de la depresión,
que a su vez puede ser enmascarada por otros trastornos conductuales.
En la presente investigación se analizó la violencia considerando la vertien-
te escenarios y dentro de éstos se contempla las distintas formas de violencia. Las consecuencias negativas para el desarrollo intelectual de la niñez que
Como escenarios88, se considera principalmente el hogar y el establecimiento edu- sufre violencia psicológica se manifiestan ya durante la edad escolar. Esos niños y
cativo, teniendo en cuenta, por una parte, que la mayor incidencia de la violencia niñas son significativamente más propensos a mostrar retrasos en el desarrollo
contra la niñez está concentrada en el entorno familiar, y por otra, que hay eviden- cognitivo. Este fracaso se ha atribuido a la falta de estimulación y descalificación
cias de que la escuela es el segundo ámbito donde se ejerce el maltrato contra los permanente de padres que se preocupan excesivamente de aspectos disciplinarios
niños y niñas. En cuanto a las formas de violencia89, el análisis se centra en las y de obediencia, en detrimento de las necesidades exploratorias y de estimulación,
categorías de violencia física, psicológica y negligencia. imprescindibles para el desarrollo normal.
La violencia está presente en una gran parte de los hogares bolivianos, 2. El papel y las obligaciones del Estado y de los progenitores
independientemente de su esfera social, cultural o condición política; son muy
Pese a que la legislación boliviana ofrece leyes e instrumentos jurídicos
pocos los hogares que no presentan algún tipo de violencia intrafamiliar. En el 83%
contra la violencia doméstica, es preciso admitir que en la práctica no se ha avan-
de los hogares, los niños, niñas y adolescentes son castigados por alguna persona
zado mucho en materia de denuncia, notificación, atención a víctimas en estable-
adulta. Únicamente para insistir en el carácter preocupante de esta magnitud, dire-
cimientos de salud y administración de justicia en general. Es preocupante consta-
mos que los menores no reciben ningún castigo sólo en un 17% de los hogares.
tar el carácter insuficiente de los esfuerzos por sensibilizar a la población para pre-
Éstos son algunos de los resultados más relevantes de la investigación basada prin-
venir la violencia intrafamiliar y para que la violencia contra niños, niñas y adoles-
cipalmente en los datos generados por la Encuesta Nacional de Demografía y
centes sea sancionada, pues siguen habiendo víctimas de la violencia.
Salud (ENDSA) efectuada en 2003.
El Estado boliviano no está cumpliendo con su obligación de garantizar los
Llegamos, por tanto, a una situación en la cual más de 2 millones de
derechos de los niños, niñas y adolescentes90, pues los informes de las instancias
niños, niñas y adolescentes han sido vejados(as) físicamente alguna vez, y más de
mencionadas (Defensoría de la Niñez y Adolescencia, División Menores de la
1,8 millones de ellos han sido objeto de violencia psicológica en el hogar. No exis-
Policía Técnica Judicial, Hospital del Niño, etc.) indican que en Bolivia se atiende
te una diferencia importante con respecto al sexo de los menores que son víctimas
sólo 1.805 casos de violencia contra la niñez anualmente, frente a los millones de
de la violencia.
niños, niñas y adolescentes afectados por la violencia.
En cuanto a las consecuencias de la agresión, cabría indicar que el maltra-
La respuesta del Estado boliviano es claramente insuficiente frente a la
to en todas sus formas conlleva una serie de secuelas que van más allá de las hue-
magnitud del problema de la violencia, ya que una proporción significativa de la
llas físicas del maltrato físico. Se identifican consecuencias a corto, mediano y largo
población boliviana —niñas, niños y adolescentes— aún se ve afectada en su dere-
plazo en el desarrollo psico-social, emocional e intelectual de los niños y niñas.
88El estudio del Secretario General de las Naciones Unidas sobre violencia contra niños, niñas y adolescentes.
http://www.ohchr.org/english/bodies/crc/study.htm, define seis escenarios: el hogar y el entorno familiar; la escuela y el entorno educativo; instituciones de
protección (hogares) o de internamiento por conflicto con la ley penal; la calle y la comunidad; situaciones laborales; los medios de comunicación.
89Diversas organizaciones han propuesto distintas clasificaciones del maltrato infantil. Para el presente estudio se utiliza la tipología elaborada por la OMS (mal-
trato físico, maltrato psicológico, negligencia, abuso sexual, explotación para fines sexuales u otros fines). 90Convención sobre los Derechos del Niño, Art. 19 (véase anexo I).
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VIOLENCIA contra la niñez en Bolivia VIOLENCIA contra la niñez en Bolivia
Conclusiones Conclusiones
cho “al disfrute del más alto nivel posible de salud física y mental”, como manda el • Aprovechar el módulo relativo a la violencia contra la mujer para recoger —de
Pacto Internacional sobre los Derechos Económicos, Sociales y Culturales91 suscrito madres y padres— información en profundidad sobre aspectos concretos de la
por el Estado boliviano. violencia contra la niñez, pues algunas variables consideradas carecen del poder
explicativo satisfactorio, más aún si se tiene en cuenta que el tema abordado se
Sin embargo, también es preciso reconocer que no se puede atribuir deriva de las preguntas y respuestas planteadas con fines de captar la situación
exclusivamente al Estado la responsabilidad de mejorar la calidad de vida y, por del maltrato ejercitado contra la mujer en el ámbito familiar.
ende, el bienestar de toda la población. Tampoco se puede llegar a la conclusión • Incorporar preguntas acerca del conocimiento de los progenitores sobre los dere-
simplista y errada de que toda magnitud negativa en los indicadores nacionales chos de los niños, niñas y adolescentes, a fin de contrastar esta información con
sobre maltrato infantil se debe a un incumplimiento de las obligaciones estatales. las evidencias de violencia contra la niñez.
Hay muchos otros factores y actores que influyen positiva y negativamente en Finalmente se puede concluir que, a pesar de sus limitaciones, los resulta-
estos indicadores. dos de la investigación contienen elementos importantes que responden a los
objetivos planteados. En primer lugar, que se constituye en una línea de base para
3. Recomendaciones para futuras investigaciones futuras investigaciones, no solamente a través de encuestas, sino como forma de
hacer frente a la preocupación actual de fortalecer los registros administrativos
La gravedad y la magnitud de la violencia contra la niñez boliviana han lle- para disponer de información sobre una base más regular y continuada. Por otra
vado al Instituto Nacional de Estadística (INE) a investigar esta problemática hacien- parte, los resultados permitirán fortalecer y/o replantear acciones y programas
do uso de la información recolectada en la ENDSA 2003. Cabe señalar, sin embar- orientados a reducir la violencia en los hogares bolivianos.
go, que la información sobre la violencia cubre sólo un aspecto del objetivo princi-
pal y más amplio de la ENDSA 2003, es decir, la salud de la población femenina en
edad reproductiva. Hecha esta consideración, estamos en condiciones de afirmar
que los resultados obtenidos en el presente estudio han permitido realizar un diag-
nóstico situacional de la violencia contra niños, niñas y adolescentes en los hoga-
res bolivianos. Se ha logrado conocer de forma aproximada la magnitud de la vio-
lencia, las áreas geográficas de mayor incidencia, así como los factores que la con-
dicionan (nivel educacional de la madre, tipo de trabajo de la madre, composición
y tipología del hogar, etc.).
91 Pacto Internacional sobre los Derechos Económicos, Sociales y Culturales, Art. 12 (véase anexo I de es te volumen).
116 117
VIOLENCIA contra la niñez en Bolivia VIOLENCIA contra la niñez en Bolivia
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UNICEF/Bolivia/Sánchez/2005
Anexo I Principales disposiciones normativas que regulan la violencia contra la niñez
Artículo 4 (Aplicación de los derechos) Artículo 20 (Protección de los niños privados de su medio familiar)
Los Estados Partes adoptarán todas las medidas administrativas, legislativas y Los niños temporal o permanentemente privados de su medio familiar o
de otra índole para dar efectividad a los derechos reconocidos en la presente cuyo superior interés exija que no permanezcan en ese medio, tendrán derecho a
Convención, en lo que respecta a los derechos económicos, sociales y culturales, los la protección y asistencia especiales del Estado.
Estados Partes adoptarán esas medidas hasta el máximo de los recursos de que dis-
pongan y, cuando sea necesario, dentro del marco de la cooperación internacional. Artículo 32 (Trabajo infantil)
Los Estados Partes reconocen el derecho del niño a estar protegido contra
Artículo 6 (Vida, supervivencia y desarrollo)
la explotación económica y contra el desempeño de cualquier trabajo que pueda
Los Estados Partes reconocen que todo niño tiene derecho intrínseco a la ser peligroso o entorpecer su educación o que sea nocivo para su salud o para su
vida. Los Estados Partes garantizarán en la máxima medida posible la supervivencia desarrollo físico, mental, espiritual, moral o social.
y el desarrollo del niño.
Artículo 34 (Explotación sexual)
Artículo 9 (Separación de padres y madres)
Los Estados Partes de comprometen a proteger al niño contra todas las for-
Los Estados Partes velarán porque el niño no sea separado de sus padres mas de explotación y abuso sexuales. Con este fin, los Estados Partes tomarán, en
contra la voluntad de éstos, excepto cuando, a reserva de revisión judicial, las autori- particular, todas las medidas de carácter nacional, bilateral y multilateral que sean
dades competentes determinen, de conformidad con la ley y los procedimientos apli- necesarias para impedir:
cables, que tal separación es necesaria en el interés superior del niño. Tal determina-
ción puede ser necesaria ni casos particulares, por ejemplo en el caso en que el niño • La incitación o la coacción para que un niño se dedique a cualquier actividad
sea objeto de maltrato o descuido por parte de sus padres o cuando éstos viven sepa- sexual ilegal;
rados y debe adoptarse una decisión acerca del lugar de residencia del niño. • La explotación del niño en la prostitución u otras prácticas sexuales ilegales;
• La explotación del niño en espectáculos o materiales pornográficos.
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Anexo I Principales disposiciones normativas que regulan la violencia contra la niñez Anexo I Principales disposiciones normativas que regulan la violencia contra la niñez
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Anexo I Principales disposiciones normativas que regulan la violencia contra la niñez Anexo I Principales disposiciones normativas que regulan la violencia contra la niñez
6. Se lo utilice como objeto depresión, chantaje, hostigamiento o retención arbitra- Artículo 112 (Derecho a la educación)
ria, en los conflictos familiares y por causas políticas o posición ideológica de
El niño, niña o adolescente tienen derecho a una educación que les per-
sus padres o familiares;
mita el desarrollo integral de su persona, les prepare para el ejercicio de la ciudada-
7. Sea víctima de la indiferencia en citrato cotidiano o prolongada incomunicación
nía y cualifique para el trabajo...
de sus padres, tutores o guardadores;
8. Sea obligado a prestar su servicio militar antes de haber cumplido la edad fija-
da por ley; Artículo 113 (Prohibición)
9. Se lo utilice o induzca a participar en cualquier tipo de medidas de hecho como Se prohíbe a los establecimientos educativos en toda la República, de todos
huelgas de hambre, actos violentos y otras que atenten contra su seguridad los niveles, escuelas e institutos de formación técnica, media o superior que funcio-
10. Existan otras circunstancias que impliquen maltrato. nen bajo cualquier denominación, sean públicos o privados, rechazar o expulsar a
las estudiantes embarazadas, sea cualquiera su estado civil, debiendo permitir que
Artículo 110 (Obligación de denunciar) continúen sus estudios hasta culminarlos sin ningún tipo de discriminación.
Los casos de malos tratos serán obligatoriamente denunciados ante las
Defensorías de la Niñez y Adolescencia, Fiscal de Materia u otra autoridad compe- Artículo 125 (Derecho a la protección en el trabajo)
tente de la niñez y familia, quienes deberán tomar las medidas pertinentes,
debiendo presentar la denuncia en el término de veinticuatro horas ante el Juez de Todo adolescente tiene derecho a la protección en el trabajo, a la forma-
la Niñez y Adolescencia. ción integral y a la capacitación profesional de acuerdo con su vocación, aptitudes
y destrezas en relación a las demandas laborales.
Están obligados a denunciar:
Artículo 128 (Prohibición)
1. Los familiares, convivientes, cónyuges o parientes;
Queda prohibida la contratación de adolescentes para efectuar cualquier
2. Toda persona que, en el desempeño de sus actividades, funciones o en su vida
cotidiana, tuviera conocimiento o sospecha de la existencia de maltrato y, tipo de trabajo en el exterior. Excepcionalmente y velando por el interés superior
del adolescente, el Juez de la Niñez y Adolescencia podría utilizar dicha contrata-
3. Todo profesional o funcionario que tuviera conocimiento o sospecha de la exis-
tencia de maltrato, no pudiendo alegar secreto profesional ni ampararse en ción, previa comprobación de la licitud de la actividad por desarrollar.
órdenes superiores o dependencia funcionaria de cualquier naturaleza.
Artículo 133 (Trabajos prohibidos)
Los informantes o demandantes a que se refiere este artículo, están exen-
Se prohíbe el desempeño de trabajos peligrosos, insalubres y atentatorios
tos de responsabilidad penal y civil con respecto a la información que proporcio-
a la dignidad de los adolescentes. Se prohíbe el trabajo nocturno.
nen, salvo mala fe.
128 129
VIOLENCIA contra la niñez en Bolivia VIOLENCIA contra la niñez en Bolivia
Anexo II Satisfacción de niños, niñas y adolescentes respecto a sus centros educativos
Gráfico A2.1
Anexo II Niveles de satisfacción y aspectos de molestia en la población
de 10 a 18 años que asiste a un establecimiento ededucativo (porcentajes)
Satisfacción de niños, niñas y adolescentes
respecto a sus centros educativos 12,1
8
10,6
Hombres Mujeres
13,5
7
10,6
12,8
El panorama de la situación de la población infantil con respecto al maltra- 6
11,2
to en los establecimientos educativos se basa en los informes de una encuesta
15,2
aplicada a niños y niñas de 10 a 12 años y adolescentes de 13 a 18 años, quienes 5
11,9
fueron entrevistados en la escuela o en su lugar de trabajo; esto es, en ambos 8,5
casos, fuera del entorno familiar. Las entrevistas fueron realizadas en las ciudades 4 13,9
de Sucre, La Paz, El Alto, Cochabamba, Oruro, Potosí, Tarija, Trinidad, Cobija y Santa 6,7
Cruz92. Esta encuesta, realizada por la oficina de Defensa de Niñas y Niños 3 9,1
Internacional (Sección Bolivia), entre los años 1994 y 1995, tenía la finalidad de 51,6
2 56,7
conocer la percepción de los encuestados sobre sus derechos y sobre el maltrato
que sufrían en las unidades educativas a las que asistían. La encuesta también ha 36,3
1 32,7
abordado otras cuestiones como el trabajo infantil, el entorno familiar y la valora-
ción que los niños, niñas y adolescentes tienen sobre sus derechos.
Fuente.- Ministerio de Desarrollo Sostenible y Planificación:
La encuesta se aplicó a 2.780 personas (1.453 varones y 1.327 mujeres). El Diagnóstico y Abordaje del Maltrato en Bolivia, 2001.
REFERENCIAS
90% de las entrevistas se realizó en los domicilios de los menores encuestados y el
1. Satisfechos
resto corresponde a los niños de la calle. 2. Insatisfechos
3. Malos profesores
Los resultados de las entrevistas señalan que el 83,7% de los niños, niñas y 4. Infraestructura inadecuada
adolescentes dijeron que les gusta cómo enseñan en la unidad educativa a la que 5. Falta de compañerismo
asisten, el 12,5% se declara más o menos satisfecho y los insatisfechos llegan al 3,6%. 6. No cumple o normas rígidas
7. Otros
8. NS/NR
Si bien el nivel de satisfacción con el establecimiento tiene relación con el
tiempo de permanencia en el mismo, el valor de esta variable disminuye a medida
que los años van avanzando. Las mujeres, en general, presentan un mayor nivel de satisfacción respecto
a la unidad educativa, pues los varones se declaran comparativamente más moles-
También cabe mencionar que a los que les gusta cómo enseñan en su tos que las mujeres por la infraestructura, y ellas, como se dijo anteriormente,
unidad educativa no siempre les agrada todo, pues sólo el 34% declara estar com- reclaman porque son molestadas por sus mismos compañeros.
pletamente satisfecho con todo lo que es inherente a su establecimiento, mientras
que el 74% de los niños, niñas y adolescentes afirma que les molesta algo de su Con referencia a las relaciones entre profesores y alumnos, el 60% de los y
colegio o escuela. El 13% de los entrevistados dicen que son los compañeros lo las estudiantes dice que son buenas, el 31% las califica como regulares, el 5,6%
que más les molesta, mientras que el 11% señala que les molestan más las inade- considera que son muy buenas, y los que las califican como malas o pésimas lle-
cuadas condiciones de infraestructura. gan al 1,8% del total de la población entrevistada. Son más las mujeres encuesta-
das que califican las relaciones con sus profesores como buenas o muy buenas,
mientras que son más los varones (sobre todo los adolescentes) que califican
como regular la relación con sus maestros.
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VIOLENCIA contra la niñez en Bolivia VIOLENCIA contra la niñez en Bolivia
Anexo III El maltrato a la mujer. Un referente para comprender la reproducción de la violencia contra la niñez en el hogar
Anexo III ron agredidas y que sufrieron lesiones se les preguntó si habían visitado un médico
o un establecimiento de salud y si habían recibido información sobre las vías dispo-
nibles para buscar protección o para denunciar la agresión.
El maltrato a la mujer.
Con la finalidad de visualizar el fenómeno del maltrato a la mujer se pre-
Un referente para comprender la reproducción sentan cuadros agregados con información sobre:
de la violencia contra la niñez en el hogar • población femenina clasificada en las categorías de mujeres agredidas y mujeres
nunca agredidas (el gráfico A3.1 muestra estos datos desagregados por área
Muchos estudios sobre la violencia en el hogar señalan que este fenóme- urbana y rural);
no es una manifestación del ejercicio del poder de una persona sobre otra, y que • formas de violencia, según características de la mujer (edad, años de instrucción,
se expresa por medio de insultos, amenazas, coerciones, chantajes o agresiones actividad económica, etc.), atendiendo a la combinación violencia física y psico-
físicas que afectan la salud física, sexual o psicológica de las víctimas, principal- lógica y sólo violencia psicológica.
mente las mujeres, los niños y las niñas. Sin embargo, éste es un problema que Un primer aspecto digno de destacar es que alrededor del 64% de las
generalmente se calla y se oculta, y con demasiada frecuencia es la propia víctima mujeres que alguna vez estuvieron casadas o en convivencia y las actualmente
la que más contribuye a silenciar estos hechos. En muchas culturas y sistemas de casadas o unidas fueron maltratadas ya sea físicamente, psicológicamente o la
creencias, la violencia doméstica es tolerada y hasta legitimada como derecho del combinación de ambas, con una frecuencia mayor en los contextos urbanos que
hombre sobre la mujer y los hijos, pasando así a formar parte de la interacción en los rurales. Y atendiendo al estado conyugal se constata que entre las mujeres
intrafamiliar, y queda instituida como práctica cotidiana, perpetuándose a través de actualmente casadas o unidas la frecuencia del maltrato es menor (62%) con res-
generaciones con la crianza de los hijos, los que a su vez la replican sobre sus pro- pecto a las mujeres que alguna vez estuvieron unidas o casadas (viudas, divorcia-
pios hijos cuando les toca ser padres. das y separadas, 75%).
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VIOLENCIA contra la niñez en Bolivia VIOLENCIA contra la niñez en Bolivia
Anexo III El maltrato a la mujer. Un referente para comprender la reproducción de la violencia contra la niñez en el hogar Anexo III El maltrato a la mujer. Un referente para comprender la reproducción de la violencia contra la niñez en el hogar
mayores frecuencias de violencia (superior al 64%), mientras que el resto de los Cuadro A3.1
municipios presentan magnitudes de maltrato iguales o inferiores al 64%. Violencia ejercida por el cónyuge actual contra mujeres casadas y convivientes
Formas de violencia
Otro elemento destacable que se desprende del procesamiento de datos
Características de la mujer Agresión Sólo Ninguna Total Número
efectuado para el presente estudio es que la violencia física casi siempre viene acom-
física y agresión agresión de
pañada por la violencia psicológica, pero no toda violencia psicológica se acompaña
psicológica psicológica mujeres
de maltrato físico (véase cuadro A3.1), pues el 63% de las mujeres maltratadas resulta (porcentajes)
de la combinación del 52% de mujeres que fueron agredidas físicamente y psicológi-
Edad
camente y el 11% de mujeres que sufrieron sólo agresión psicológica.
15 a 19 40,2 11,8 48,0 100,0 381
Es interesante examinar el maltrato atendiendo a las características de la 20 a 34 49,9 10,9 39,2 100,0 5.257
mujer (edad, años de instrucción, actividad económica y número de hijos en el 35 a 49 53,2 10,4 36,3 100,0 4.218
hogar). Para fines de este análisis, se observa que las mujeres de las siguientes Años de instrucción
características no sufren agresiones físicas ni psicológicas: Menos de 5 53,2 8,9 37,9 100,0 3.645
5-8 52,1 11,0 36,9 100,0 2.770
• mujeres jóvenes de 15 a 19 años (48%) 9-12 51,7 12,0 36,3 100,0 2.457
• mujeres con 13 ó más años de instrucción (49%) 13 y más 37,5 13,6 48,8 100,0 983
• mujeres que desempeñan actividades con calificaciones de profesionales, técni- Actividad económica
cos y administrativos calificados (46%) No trabaja 45,5 10,6 43,9 100,0 2.961
• mujeres que no tienen hijos (50%). Prof., Tec., Adm. 39,1 14,7 46,2 100,0 744
Complementariamente, y comparando la columna correspondiente a la Trabajadoras no manuales 54,3 11,2 34,5 100,0 2.654
combinación de agresión física y psicológica y solamente psicológica del cuadro Trabajadoras manuales 55,6 9,7 34,6 100,0 3.478
A3.1, se visualiza los siguientes hechos: Hijos en el hogar
Ninguno 36,3 13,5 50,2 100,0 695
Por niveles de educación no se encuentran diferencias claras. Sin embar- 1a3 49,9 11,5 38,7 100,0 6.264
go, los menores niveles de violencia psicológica y física se presentan entre las 4 y más 56,7 8,6 34,7 100,0 2.898
mujeres con educación superior a la primaria (51 por ciento) 94. Total país 50,9 10,8 38,3 100,0 9.857
Fuente: Tabulaciones especiales con base en los resultados de la ENDSA 2003.
En cuanto a la edad, el maltrato experimentado por mujeres de 35 a 49
años es relativamente mayor que el que sufren las mujeres de las otras edades. A
este respecto, la información disponible permite constatar que en las generaciones
Por otra parte, analizando los resultados, se puede indicar que el maltrato
más jóvenes la violencia ejercida es menos frecuente; sin embargo, se debe tener
contra las mujeres es mayor cuanto más bajo es el estatus socioeconómico (visto a
en cuenta que si bien las generaciones más jóvenes ingresan a la nupcialidad a
través de la variable condición de actividad de la mujer). En efecto, la frecuencia de
edades algo más tardías, el tiempo de exposición debido a la duración de la vida
agresión física95 y psicológica entre las trabajadoras manuales es mayor con respec-
conyugal tiene mucho que ver con los datos consignados. Como ejemplo, se
to a las mujeres de las otras ocupaciones96. Por tanto, en atención a la frecuencia
puede indicar que cualquiera sea la generación o cohorte de nacimientos y la
de los hechos y las formas de ejercer el poder en el ámbito del hogar sobre las
edad de ingreso a la nupcialidad, no existen mayores diferencias. Se puede deducir
mujeres, cabe resaltar los siguientes aspectos destacados en el Informe Final de la
que el mayor porcentaje de violación entre las mujeres de edades mayores es atri-
ENDSA 2003 (página 273):
buible a los años de vida matrimonial que llevan, esto es, al tiempo de exposición
al fenómeno analizado. • La forma más frecuente de violencia física son los empujones y jalones, reporta-
da por el 48% de las mujeres y seis puntos porcentuales por debajo, el 42% de
ellas reportó golpes con las manos o los pies.
95La forma más frecuente de violencia física son los empujones y jalones.
96 Una aproximación mediante la variable grado de pobreza del municipio han expresado para el caso de las mujeres, diferencias no muy relevantes aunque si
elevadas en cuanto a su magnitud, lo cual da cuenta que la violencia ejercida sobre la mujer se da en todos los contextos cualquiera sea el grado de pobreza,
94 Atendiendo a los depar tamentos, dan cuenta que el porcentaje de violación psicológica varía desde 45% en el agregado Beni-Pando, y el 58% en Tarija. pero es de suponer que las manifestaciones y particularidades son de diferente naturaleza.
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Anexo III El maltrato a la mujer. Un referente para comprender la reproducción de la violencia contra la niñez en el hogar
• La forma más común de violencia física de que son víctimas las mujeres entrevis-
tadas, los empujones y jalones, presenta las mayores frecuencias entre las muje- Anexo IV
res divorciadas o separadas (32%) y las mujeres residentes en el departamento
de La Paz (30%), llamando la atención la diferencia a favor de las mujeres del Violencia contra la niñez: cuadros
área rural (19%) con respecto a las mujeres del área urbana (27%).
• La forma más común de violencia física (“a menudo”) son los empujones, repor-
complementarios
tada por el 8% de las mujeres que convivieron alguna vez con su pareja; y el 7%
reporta golpes con la mano o el pie, situaciones que se observan especialmente
entre las mujeres sin educación, las de mayor edad (45-49 años) y las residentes
en el Valle, particularmente Cochabamba y Tarija. Cuadro A4.1
Autores de castigo a hijos en el hogar contrastados
con castigo de la madre a hijos(as)
Cuadro A4.2
Autores de castigo a hijos en el hogar contrastados con castigo de la
madre a hijos(as) entre las madres actualmente con cónyuge
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Anexo IV Violencia contra la niñez: cuadros complementarios Anexo IV Violencia contra la niñez: cuadros complementarios
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Anexo IV Violencia contra la niñez: cuadros complementarios Anexo IV Violencia contra la niñez: cuadros complementarios
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Anexo IV Violencia contra la niñez: cuadros complementarios Anexo IV Violencia contra la niñez: cuadros complementarios
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Anexo IV Violencia contra la niñez: cuadros complementarios Anexo IV Violencia contra la niñez: cuadros complementarios
Formas de castigo de madres a hijos(as) (%) Total Formas de castigo de madres a hijos(as) (%) Madres
madres que
Características de la madre No Física Negli- Psico Otras Total que Residencia geográfica No Física Negli- Psico Otras Total recibieron
castigan gencia lógica recibieron castigan gencia lógica violencia
castigo de cónyuge
Edad madre Contexto
15-29 31,6 25,3 1,5 20,6 20,9 100,0 3.292 Urbano 22,5 20,0 2,4 20,5 34,5 100,0 4.941
30-49 16,1 26,5 2,7 23,4 31,3 100,0 5.987 Rural 21,2 36,2 2,1 28,9 11,6 100,0 2.336
logro educativo (años) Departamento
Menos de 9 20,6 31,9 2,8 26,1 18,6 100,0 5.864 Chuquisaca 17,5 28,7 2,8 30,3 20,7 100,0 435
9 y más 23,4 16,0 1,4 16,1 43,1 100,0 3.415 La Paz 22,2 22,6 3,0 27,0 25,1 100,0 2.038
Condición laboral Cochabamba 21,8 29,7 1,0 22,7 24,8 100,0 1.341
No trabajan 26,4 27,6 1,9 19,5 24,6 100,0 2.524 Oruro 30,3 22,1 0,6 25,8 21,3 100,0 357
Trabajan 19,8 25,5 2,4 23,5 28,8 100,0 6.733 Potosí 19,1 26,5 0,7 35,7 18,0 100,0 582
Tipo de trabajo Tarija 21,2 19,4 3,2 18,3 37,9 100,0 377
Trabajadoras no manuales 20,1 19,0 2,6 20,0 38,3 100,0 3.437 Santa Cruz 22,6 24,4 2,7 16,4 33,9 100,0 1.867
Trabajadoras manuales 19,6 32,3 2,1 27,2 18,8 100,0 3.294 Beni-Pando 24,3 31,2 3,6 9,8 31,2 100,0 276
Hijos e hijas en hogar REGIÓN
Menos de 4 25,5 23,5 1,9 20,6 28,6 100,0 6.667 Altiplano 22,5 23,3 2,3 28,6 23,3 100,0 2.979
4 ó más 11,8 32,7 3,3 27,1 25,2 100,0 2.611 Valle 20,8 27,7 1,8 23,4 26,3 100,0 2.154
Niños menores de 5 años Llano 22,8 25,3 2,8 15,5 33,5 100,0 2.143
No tienen 18,4 20,4 2,5 21,8 36,9 100,0 3.022 Municipios según grado de pobreza
Tienen 23,2 28,8 2,2 22,7 23,1 100,0 6.258 Municipios Capitales(*) 22,1 19,1 1,6 19,1 38,1 100,0 2.765
Miembros en el hogar Municipio El Alto 21,0 22,2 2,4 25,5 29,0 100,0 424
1 a 5 miembros 23,1 24,3 1,9 21,6 29,2 100,0 5.441 Municipios de pobreza baja 20,7 24,0 2,6 21,9 30,8 100,0 776
6 y más miembros 19,5 28,6 2,9 23,6 25,4 100,0 3.838 Municipios de pobreza media 22,6 33,9 3,2 21,5 18,9 100,0 1.485
IDIOMAS HABLADOS Municipios de pobreza alta 22,6 28,7 2,5 30,8 15,4 100,0 1.826
Sólo castellano 21,8 21,7 2,6 15,3 38,6 100,0 4.086 Total país 22,1 25,2 2,3 23,2 27,2 100,0 7.276
Castellano e idioma nativo 22,1 27,5 2,1 27,3 21,0 100,0 4.510 (*) Refiere a capitales de depar tamento
Sólo idioma nativo 17,6 42,9 1,5 32,6 5,3 100,0 680 Fuente: Tabulaciones especiales con base a resultados de la ENDSA 2003.
Adscripción étnica
Quechua 20,8 31,1 1,6 25,5 21,0 100,0 3.042
Aymara 23,0 23,0 2,5 29,1 22,5 100,0 2.141
Otra o ninguna* 21,5 24,0 2,7 16,6 35,2 100,0 4.091
Total país 21,6 26,1 2,3 22,4 27,6 100,0 9.274
* Incluye reducido número de casos de guaraní y otras adscripciones.
Fuente: Tabulaciones especiales con base a resultados de la ENDSA 2003.
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Anexo IV Violencia contra la niñez: cuadros complementarios Anexo IV Violencia contra la niñez: cuadros complementarios
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Anexo IV Violencia contra la niñez: cuadros complementarios Anexo IV Violencia contra la niñez: cuadros complementarios
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Anexo IV Violencia contra la niñez: cuadros complementarios Anexo IV Violencia contra la niñez: cuadros complementarios
Cuadro A4.18
Formas de castigo a hijos(as) por parte de las madres,
clasificación por tipologías de hogar
Formas de castigo de madre a hijos(as) (%) Total
Tipologías de hogar Física Negli- Psico- Otras Total % madres
gencia lógica que
declaran
Biparental nuclear 34,5 3,2 31,0 31,3 100,0 5.631
Biparental resto 30,4 2,7 23,8 43,1 100,0 1.386
Monoparental 30,3 2,5 27,1 40,0 100,0 1.427
Total 33,1 3,0 29,1 34,7 100,0 8.444
Fuente: Tabulaciones especiales con base a resultados de la ENDSA 2003.
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Anexo IV Violencia contra la niñez: cuadros complementarios
Cuadro A4.20
Formas de violencia ejercidas contra la madre por el cónyuge contrastadas con formas
de castigo de madre a hijos(as), clasificación por tipologías de hogar
Formas de castigo de madre a hijos(as) (porcentajes) (%) Total
Tipologías de hogar y formas No Física Negli- Psico- Otras Total madres
de violencia contra la madre castigan gencia lógica que
declaran
Biparental nuclear 23,7 26,3 2,5 23,6 23,9 100,0 7.384
Agresión física y psicológica 20,4 27,3 2,6 25,5 24,2 100,0 3.917
Sólo agresión psicológica 22,4 26,2 2,7 22,3 26,4 100,0 772
Ninguna agresión 29,0 24,8 2,2 21,3 22,7 100,0 2.695
Biparental resto 32,0 20,7 1,8 16,2 29,4 100,0 2.038
Agresión física y psicológica 28,8 21,3 1,7 17,8 30,4 100,0 1.044
Sólo agresión psicológica 30,1 14,2 1,6 17,5 36,6 100,0 246
Ninguna agresión 37,0 21,9 1,9 13,5 25,7 100,0 748
Monoparental 22,7 23,5 2,0 20,9 30,9 100,0 1. 84 5
Agresión física y psicológica 19,4 25,0 1,6 23,4 30,5 100,0 1. 04 6
Sólo agresión psicológica 23,2 17,5 1,6 18,3 39,4 100,0 246
Ninguna agresión 28,8 23,3 2,7 17,4 27,8 100,0 553
Fuente: Tabulaciones especiales a partir de resultados de la ENDSA 2003.
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