Está en la página 1de 2

Artículo de C. Wickham, “La otra transición: del mundo antiguo al feudalismo.


Studia Historica. Hª Medieval, VII (1989), 7- 35.

En este artículo de Wickham, se establecen las bases teóricas de un tema que es una constante en la
historiografía, el “paso o la transición” de un período a otro, o de un modo de producción a otro. Este tema,
aunque como ya hemos señalado es una constante, significa varias cosas y se interpreta de diferentes
maneras según los diferentes historiadores.

Estructura del texto y resumen del contenido.

Hay una breve definición de lo que es el feudalismo: es el sistema de vasallaje y de feudo, aunque no se
puede denominar feudal a todas las sociedades que se apoyen en las servidumbres, o en las que una
clase de terratenientes ejercieran el poder político y controlara a una clase de labradores y con frecuencia
también a una clase de esclavos.

Lo que en último término provocó la desintegración del imperio romano fue la conjunción de un poder
económico y político ilimitado en manos de la clase propietaria, de su emperador y de su administración,
no había nada que frenara la codicia y la ambición de los ricos.

Los impuestos se hicieron cada vez más gravosos desde el siglo IV.

El sistema político romano facilitó una explotación económica intensísima y en último término destructiva
de la gran masa del pueblo, ya fuera libre o esclavo haciendo imposible cualquier reforma de tipo radical.
El resultado fue que la clase propietaria y los hombres verdaderamente ricos, que habían creado
deliberadamente ese sistema en su propio beneficio, exprimieron hasta agotarla la savia de su mundo y
destruyeron de ese modo la civilización grecorromana en una gran parte del imperio.

Las causas fueron económicas y sociales. La estructura política tan jerárquica del imperio romano,
desempeñó un papel importante. Los campesinos rara vez fueron capaces de rebelarse salvo en algunos
lugares como Hispania y la Galia en el caso de las revueltas bagaudas.

La tendencia general ha sido aglutinar en un bloque único a toda la “Antigüedad clásica” o neoclásica
donde para todo el espacio del Imperio Romano abarcarían las mismas estructuras culturales y políticas.

En la Alta Edad Media se consolidan dos tendencias de formaciones sociales diferentes: el modo de
producción feudal, y las sociedades islámicas.

Wickham se centra en los aspectos económicos siguiendo los conceptos marxistas de la transición, otro
elemento que tiene en cuenta es la caída del “Estado”, pero teniendo en cuenta que el Estado era parte de
la estructura del Bajo Imperio. La comprensión de la historia del Occidente tardío, apunta Wickham, sólo
puede entenderse por una precisa descripción de la naturaleza de su estructura económica, esto es sus
modos de producción.
Frente a las tradicionales explicaciones marxistas, del paso de un modo de producción a otro, Marc Bloch
señalaba una teoría nueva, el incremento de esclavos de guerra durante los siglos V y VI, que no se
adaptaron en las estructuras tradicionales, y se convirtieron en tenentes. Entonces surge el feudalismo, al
fusionarse dos grupos sociales, entre estos nuevos tenentes y los anteriores tenentes libres. Aunque se
plantean algunos problemas en esta explicación, resulta difícil encajar la Antigüedad tardía en ninguna
serie de etapas claras.

Para entender el fin del mundo antiguo de Occidente y el paso a un nuevo sistema de organización social
y económico denominado Feudalismo, es necesaria una precisa descripción de las estructuras
económicas y modos de producción que dieron lugar a este proceso.
Los cambios económicos se basan en que el modo de producción esclavista paso a un modo de
producción feudal, donde los esclavos fueron reemplazados por los siervos. Este cambio de sistema se fue
dando de forma muy lenta en la sociedad, inclusive puede decirse que los dos sistemas llegaron a
desarrollarse de igual manera en la sociedad en el mismo momento.
En el bajo imperio del siglo III, durante el Estado de Dioclesiano, las haciendas esclavistas ya habían
desaparecido y el cultivo estaba a mano de los tenentes. Después de las guerras de los siglos V y VI hubo
un tremendo incremento en el número de esclavos que luego se convirtieron en tenentes, los cuales
pasarían luego a formar parte del nuevo grupo social cuando surja el sistema feudal.
Pero el feudalismo no dominaba la sociedad, la renta no había reemplazado al impuesto aún. Esto pasara
recién en el siglo IV cuando los impuestos aumentaron de gran manera debido a las guerras, solo
entonces los impuestos superaron a la renta.
El antiguo modelo romano estaba basado en una sociedad donde los ciudadanos eran propietarios
privados y cooperaban con el control de la riqueza basada en la tierra pública de la ciudad. Cuando Roma
se expandió se rompió el sistema y los esclavos comenzaron a desplazar al campesinado libre. La riqueza
paso a basarse en un impuesto o tributo impuesto a los propietarios de los campos. Este impuesto que se
hacía sobre el área de tierra que un hombre poseía, era la base del Estado. En un principio este impuesto
se pagaba en forma de especies, pero a comienzos del siglo V comenzó a cobrarse en oro y se hacía a los
propietarios y no a los poseedores de la tierra. En muchos lugares los impuestos llegaron a ser más de
una cuarta parte de los ingresos brutos, a menudo se elevaban a más de la mitad, y en años malos un cien
por ciento, a esto se le suma que los recaudadores corruptos extraían más de lo establecido.
A través del impuesto, el Estado llego a dominar la economía. Las relaciones de producción estaban
alineadas con los intereses del Estado. El comercio y el Estado mantenían una estrecha relación, el
patrocinio del Estado podía traer una riqueza mercantil muy grande. El Estado necesitaba todo el dinero
que recolectaba de los impuestos para mantener al ejército y a la burocracia, para aprovisionar a las
grandes ciudades, para obras públicas y para generar reservas de grano para aliviar el hambre. A pesar
del peso y la centralización del Estado, el Imperio había sido siempre una estructura celular basada en las
ciudades y su territorio que eran independientes financiera y políticamente y esto hacía que lo recaudado
mediante los impuestos quedara en la ciudad, lo cual la hacía fuerte como institución.
Cuando los ricos obtenían tierras, también obtenían la responsabilidad del impuesto, lo cual hacía que sus
intereses privados entraran en contradicción con sus intereses como dirigentes. Esto llevo a que los ricos
comenzaran a evadir la tributación.
En el siglo V, las invasiones bárbaras le dieron a la aristocracia la posibilidad de elegir entre el sistema del
mundo antiguo o el modo feudal. A esto se le suma que los campesinos empezaron a entrar en las
clientelas de los ricos para evitar tener que pagar los impuestos. La tributación obligo a los hombres a huir
hacia los barbaros, también obligo a los pobres a entregar sus propiedades a los ricos a cambio de
patrocinium, protección contra el pago de impuestos y a ser recibido como tenente.

También podría gustarte