Está en la página 1de 7

Las Fiestas de la dedicación, una verdad incómoda.

Autor: Hno. Nestor Santos


Objetivos de la Disertación: Que el creyente:
✓ Conozca que son las fiestas de la dedicación.
✓ Adquiera una comprensión más profunda acerca del
significado de ser “la luz del mundo”.
✓ Comprenda la demanda de nuestro Señor de restaurar y
dedicar nuestras vidas como templo del Espíritu Santo.
Etimología:

Hanukka (Janucá): ‫ חֲ נֻכָּה‬Palabra de origen hebreo que se traduce como dedicación o inauguración.

Introducción.

El entendimiento de Hanukka para el común de las personas está íntimamente relacionada con una
festividad de origen y practica judía la cual se desarrolla en la época decembrina en fechas cercanas
(y en ocasiones paralela) a la conocida navidad y víspera de año nuevo.

El objetivo de la siguiente disertación es presentar ante usted una verdad que para muchos será una
incómoda confrontación a nuestras costumbres, todas ellas heredadas desde hace cientos de años
por nuestros padres y los padres de nuestros padres, entorno a la relación que tiene tan importante
celebración y de como el enemigo de nuestras vidas se ha encargado de ocultar este tipo de
verdades de nuestros ojos, con el único objetivo de “Colocar nuestra luz debajo de un almud” (ref.
Lucas 11:33).

Hanukka NO quiere decir reemplazo.

La festividad de la dedicación no nace como una opción alterna a la navidad, como muchos quizá
tengan entendido, es decir, es quizá el desear “Feliz Hanukka” en el espacio temporal que se suele
desear “Feliz Navidad” lo que ha llevado a tal confusión, les aseguro que al finalizar esta disertación
usted entenderá que no solo la una es totalmente diferente de la otra, sino que además, la festividad
de la dedicación es ciertamente la celebración de la victoria obtenida de no participar de costumbres
y cultos paganos como lo son por ejemplo el de la navidad.

Origen: ¿podrá la mano del hombre cerrar la boca de Dios?

El origen de las fiestas de la dedicación o Hanukka como la hemos venido mencionando, se remonta
al periodo de Antíoco IV Epifanes, específicamente entre los años 175 al 164 a.C., durante este
periodo, este emperador de origen Griego perteneciente a la dinastía seléucida que reinaba sobre
la partición Siria del imperio que nació como fruto de las conquistas de Alejandro Magno en el año
332 a.C. (ref .Daniel 2: 36-45), decidido a imponer por la fuerza la cultura que conocemos como
helenismo, obligó al pueblo de Dios a adoptar el calendario solar, ordenó expresamente y aun
mediante cartas, que todo culto al Dios de los judíos fuera declarado como anticuado, obsoleto, sin
fundamento filosófico, de manera que, las practicas asociadas a la adoración en el santuario y el
sacrificio a Dios conforme a las costumbres descritas en la Ley de Dios es decir la Torá o el
pentateuco, quedaban automáticamente abolidas y prohibidas, debían además los judíos, dejar de
practicar el acto de la circuncisión, se debía confiscar toda copia escrita de la Torá para ser quemadas
y el nombre de Dios debía ser borrado de todo registro, dando cumplimiento a lo escrito por Daniel
7:25; queriendo desaparecer el nombre de Dios de la faz de la tierra, saqueó el templo y mandó a
construir dentro de este, imágenes dedicadas a los dioses, entre ellas, una estatua a Zeus y con
motivo de celebración del cumpleaños de este dios pagano, el 25 de diciembre, ordeno que se
sacrificasen cerdos sobre el altar para hacerlo inmundo (Ref. Deuteronomio 14: 8; Daniel 11:30-
31). Aun las mujeres que ignorando el edicto circuncidaban sus hijos conforme a la tradición judía,
eran asesinadas y sus hijos eran ahorcados en la ciudad (ref. Jeremías 31:15; Mateo 2:18), Antíoco
IV ordeno prácticamente que se efectuase todo acto considerado como inmundo para Dios, con el
único objetivo de desmoralizar y acabar de manera definitiva con la identidad del pueblo de Dios.
Todos estos acontecimientos fueron sin lugar a duda, un intento franco para borrar la memoria de
Dios entre los hombres, práctica común en la antigüedad y que en latín se conoce como Damnatio
memoriae (Deuteronomio 12:3; Deuteronomio 29:20) tales actos abominables no pueden provenir
de nadie más que no sea precisamente el mismo santanas.

El milagro de la Hanukka

Ya habiendo perdido todo, y el templo convertido en oprobio ante los hombres, habiendo cometido
Antíoco IV Epifanes, todas las vilezas (hasta la más inimaginable de ellas) en contra del nombre de
Dios, un sacerdote llamado Matatías hijo de Juan decidió entonces revelarse, pues movido por el
celo de la casa de Dios y ya no teniendo nada que perder más que la vida misma, decide iniciar un
levantamiento armado para hacer frente a los enemigos (que no era nada más y nada menos que el
ejército griego en pleno, apoyado por judíos helenizados, alguno de ellos llamados saduceos).

En el momento de su muerte, Matatías delega su liderazgo en sus hijos Simón y Judas llamado
Macabeo (esto quiere decir martillero) quienes continuaron con la revolución iniciada por su padre
y emprendieron una milagrosa campaña, la cual, más allá de ser solamente una lucha de
independencia de un yugo extranjero se convirtió en una guerra civil, una guerra santa, con un
profundo carácter espiritual ante la confrontación de la luz y las tinieblas. Estos hombres llegaron a
entablar contienda contra cerca de 70.000 soldados entre griegos y mercenarios contando
solamente con 10.000 hombres, el rumor de la batalla fue tal, que los mismos mercaderes de
esclavos hicieron acto de presencia en el campo de batalla con oro y plata para comprar a los judíos
como esclavos pues para el mundo era evidente que iban a ser aplastados por el ejército del
Emperador Antíoco IV, sin embargo, al finalizar el día, Dios levanto bandera y de Él fue la victoria,
de una manera sin lugar a dudas milagrosa, lograron matar a filo de espada y disolver el ejercito
enemigo, luego de esta hazaña descansaron e iniciaron el proceso de purificación del templo.

Con la colocación los panes de la proposición como señal de la culminación del proceso de
purificación, el día 25 del noveno mes conforme al calendario lunar judío, (esto fue en ese entonces
el 25 de diciembre según el calendario ordinario) en el aniversario del día que se profano el templo
mediante el cumplimiento del edicto de Antíoco IV Epifanes, se celebró la re-dedicación del mismo,
durante 8 días se celebró conforme la celebración de las fiestas de succot, o de la dedicación del
templo de Salomón las cuales se celebran durante 8 días (2 Cronicas 7:8-9); fiestas que no pudieron
celebrar estando en campaña dos meses antes. Este acontecimiento se declaró entonces como
festividad histórica dentro del pueblo de Dios.

Desde entonces, a partir del día 25 del noveno mes de cada año conforme al calendario lunar judío,
se celebran durante 8 días las fiesta de la dedicación o de la Hanukka, como recordatorio del milagro
de la victoria entregada por Dios a su pueblo, librándolos del yugo extranjero y sus costumbres, los
sacerdotes entonces re-dedicaron el templo encendiendo su menorah (candelabro), esto es,
encendiendo la luz que vence las tinieblas, por lo que hoy podemos decir, que cada año se celebra
como señal, la re-dedicación de nuestras vidas a Dios y el milagro de la victoria sobre las costumbres
paganas.

¿Qué impacto tuvo este acontecimiento para nosotros como discípulos de Jesucristo?

La victoria del pueblo de Dios en ese día, hizo posible que la Sagradas Escrituras fueran preservadas
hasta nuestros días, permitiéndonos conocer su voluntad y sus designios, como consecuencia de
esto, hoy permanecen los testimonios escritos del ministerio de nuestro Señor Jesucristo, esto es,
la Ley o la Torá, los escritos y los profetas, que testifican el cumplimiento de cada señal sobre nuestro
Señor y lo declaran como el ungido del Padre, el Mesías, a quien debemos nuestra salvación (ref.
Juan 5:39) seguro preguntaremos entonces:

¿Por qué un evento tan notablemente grande e importante no está incluido en la biblia?

Ya habrán notado entonces, que el periodo en cuestión de estos hechos se encuentra inserto en lo
que los hombres llamaron los 400 años de silencio, llamado así por ser un periodo durante el cual el
Señor no hablo mediante revelación a algún profeta desde Malaquías hasta Zacarias el padre de
Juan el Bautista; sin embargo, es conveniente notar que lo ocurrido entonces es sin lugar a dudas
una señal profética de los acontecimientos descritos por el Apóstol Juan en la isla de Patmos, esto
es el libro de revelaciones o apocalipsis, tanto su cumplimiento en los eventos del año 70 d.C. como
los eventos por venir que manifestaran la segunda venida de nuestro Señor y salvador.

Los libros que relatan todos estos acontecimientos se conocen como Escritos de los Macabeos y se
dividen en dos libros, fueron descartados de entre los escritos sagrados hebreos, por el movimiento
político religioso de turno, los saduceos, los cuales, en el periodo del auge de la hegemonía Romana
sobre el mundo conocido, hicieron pacto con el general Pompeyo del imperio romano para tomar
el poder de la región de judea en el año 63 a.C. y derrocar a los sucesores de los macabeos.

Los nuevos líderes religiosos puestos por los romanos alegaron que los libros de los Macabeos se
escriben para justificar una posición no aprobada por Dios, esto es, que un sumo sacerdote de la
casa de Leví ocupara al mismo tiempo el lugar de regente asociado solamente a la casa de David de
la tribu de Judá, fijaron de esta manera su posición para no incluir los escritos Macabeos del canon
sagrado hebreo. Pero sus intenciones no estaba más lejos del argumento pro-davidico, pues desde
la óptica de los intereses personales de dicho movimiento político-religioso deja ver claramente
como el deseo del poder era su principal celo, siendo sucesor de estos hombres, Herodes, el mismo
que ordeno matar a filo de espada a todo niño menor de dos años en la región de Belén de Judá y
sus alrededores con la finalidad de preservar el trono para sí (ref. Mateo 2), ¿Qué paso entonces
con el argumento de la preservación del trono a la simiente de David empleado por los sacerdotes
y regentes de entonces?.

Para encubrir de los romanos el motivo independentista y nacionalista de la celebración de la


dedicación, se hizo propaganda a la historia del milagro de Hanukka, la cual dice que durante la
dedicación del templo solo había aceite suficiente para un día, sin embargo, la luz de la menorah
brillo durante 8 días a la espera de la fabricación de aceite nuevo, pasando a conocerse la
celebración desde entonces como las fiestas de las luces.
Posteriormente durante el concilio celebrado por la iglesia católica en la ciudad de Trento en los
años 1545 y 1563 se establecen los escritos sagrados del cristianismo (cannon sagrado) que hoy
define el compendio de la biblia comúnmente aceptada, descartando los libros de macabeos entre
el canon sagrado cristiano, por no ser considerados de inspiración divina, basados en que los escritos
del canon sagrado hebreo tampoco los considera así.

Reflexionemos por un instante, ¿habrá parado Satanás después de su derrota?

Posterior a la victoria de los macabeos que garantizo la preservación de las Escrituras, y luego de la
gran victoria sobre la cruz, mediante la resurrección de nuestro Señor Jesucristo para salvación del
mundo, la tierra estuvo conmocionada por la predicación del Evangelio, añadiéndose los creyentes
día tras día para salvación, dejando de lado las costumbres paganas de adoración a Zeus (llamado
entonces Júpiter por el proceso helenístico de los romanos) y los otros dioses del culto greco-
romano, para volver sus rostros al Dios de los judíos, la práctica de sus festividades y el conocimiento
de las Escrituras, movidos en arrepentimiento y bautizados en el nombre de nuestro Señor
Jesucristo mediante la testificación de los apóstoles y las señales que confirmaban su Evangelio (ref.
Hechos 9:15; Hechos 10; Hechos 13:46-47; Hechos 15:7-20; Hechos 22:21; Hechos 28:28; Romanos
11:13-15).

Los primeros creyentes fueron asiduamente perseguidos, por un lado, por los principales sacerdotes
escribas, saduceos y fariseos por ser calificados de apostatas y por otro lado por los romanos, por
identificarse dentro del pueblo judío, rechazar la religión del imperio y muchas veces siendo
acusados de sedición, para dar cumplimiento lo dicho por nuestro Señor en Mateo 10:21-22. En
procura de su aniquilación y no pudiendo lograrlo, indujo satanás un proceso separatista de las
costumbres judías entre los cristianos mediante la persecución romana y colocación de altos
impuestos a todo aquel identificado como judío o que manifestara ser prosélito (este impuesto se
conoció como Fiscus Judaicus) y cumpliéndose las advertencias de nuestro Señor en Mateo 6:21-
34; los hombres amando más la riquezas y cegados por el afán del día, dieron la espalda a Dios y
solicitaron ante el Emperador Domiciano, que los cristianos se declararán como una religión
diferente y sin nexos judíos para no pagar esos impuestos, sin embargo las persecuciones no pararon
allí. En el año 313 d.C. el emperador Constantino (proclamado como Constantino el grande), decide
instaurar la iglesia católica, colocando los fundamentos a la aceptación del cristianismo como la
religión oficial del imperio romano, pero: ¿era acaso esto una victoria para la iglesia de Jesucristo?

Inicio entonces un segundo periodo registrado en la historia antigua como la segunda helenización,
ya hemos observado las características de esta llamada helenización en la época de los macabeos,
y les aseguro que está segunda, no cambio de parecer en sus intenciones, imponiendo entonces
Constantino, que las celebraciones paganas sean ahora practicadas como parte del culto a Dios
(Proceso helenístico aplicado por ejemplo en el caso de la transición de la adoración de Zeus a
Júpiter), haciendo a los creyentes coparticipes de las abominaciones que nos mandó el Señor que
NO hiciéramos, (Exodo 20: 1-11; Deuteronomio 5: 1-15) con el único fin de hacer inmundo el nuevo
templo de Dios, esto es nosotros los creyentes, constituidos templo y morada del Espíritu Santo
(ref.1 Corintios 6:19); continuó Constantino persiguiendo sin detenerse a todo practicante de las
costumbres judías o que se identificase como judío, obligando a los hermanos de la fe, en ese
entonces, a dejar atrás toda celebración de las fiestas judías, y celebrar las fiestas paganas, ahora
con una fachada cristiana, pero guardando sus orígenes y contextualizaciones, este tipo de
operación y maquinación no es de extrañar, como bien dice el Apóstol Pablo en 2 Corintios 11:14,
donde esta vez, satanás tomando ocasión en Constantino, se disfraza de ángel de luz y dispuso su
rostro a la persecución de las practicas judías, alegando que fueron los judíos y no los romanos los
que crucificaron a nuestro Señor, todas estas características son las que llamamos las características
ANTICRISTO, es decir, contrarias a nuestro Señor Jesucristo, cuyo único objetivo es que el pueblo de
Dios deje atrás su palabra y olvide sus mandamientos (ref. Mateo 5:17-37).

De manera que, el enemigo jamás ha parado ni se ha dado por vencido en sus intenciones, pues
como Pablo Apóstol describe en su segunda carta a los Corintios, no debemos ignorar sus
maquinaciones para que no tome ventaja sobre nosotros (ref. 2da Corintio 2:11).

¿Aparece Hanukka en nuestra biblia actualmente?

La primera vez que la palabra Hanukka aparece en las Escrituras lo hace como un acontecimiento
profético (el arrebatamiento), solamente entendible cuando leemos las escrituras en el Hebreo
original, y es con la historia de Enoc el padre de Matusalén, este mismo Enoc fue el que camino con
Dios y desapareció porque Dios lo tomo para sí (Genesis 5:24) fue la 7ma generación desde Adam y
su nombre en Hebreo se pronuncia Hanok, que quiere decir dedicado, y cuya raíz es Hanukka o
dedicación.
Generación Nombre Esp Referencia
1 era. Adam Genesis 1:26
2 da. Set Genesis 5:4
3 era. Enos Genesis 5:6
4 ta. Cainan Genesis 5:10
5 ta. Mahalaleel Genesis 5:12
6 ta. Jared Genesis 5:15
7 ma. Enoc (Hanok) Genesis 5:18

La palabra Hanukka se emplea en diversos pasajes en hebreo donde se ha traducido como


dedicación, por ejemplo: Numeros 7:10 “Y ofrecieron los príncipes para la dedicación (Hanuuka) del
Altar el día que fue ungido, ofrecieron los príncipes su ofrenda delante del altar.”

Nuestro Señor Jesucristo y las fiestas de la dedicación.

Nuestro Señor Jesús subió a Jerusalén a celebrar las fiestas de la dedicación, es decir celebrar las
fiestas de la Hanukka, así está escrito en el evangelio según Juan 10:22. Es importante señalar que
nuestro Señor Jesucristo fue enviado a juzgar las acciones de su pueblo y todas las tradiciones de
hombre que se imponían a los creyentes, (ref Mateo 23:2-4) declaró abiertamente sus juicios en
contra de las prácticas de los principales sacerdotes, de los fariseos, de los escribas y saduceos, que
enseñaban doctrinas de hombres (ref Mateo 7:28-29), en este orden de ideas, nuestro Señor se
presentó en Jerusalén para celebrar estas fiestas de la dedicación, para celebrarlas y no condenarlas,
sino, antes bien, honro el altar dedicado por los sacerdotes que obtuvieron la victoria ante el
Emperador Antioco IV Epifanes, enseñando sobre la luz que vence a las tinieblas (ref. Juan 8:12) y
devolviéndole la vista a los ciegos de nacimiento (Juan 9: 1-12) situación contextualizada durante la
interrogación del pórtico de Salomón Juan 8, 9 y 10.

¿En qué consisten las fiestas de la Hanukka?


Las fiestas de la dedicación es una fiesta histórica; no es inherentemente malo el no celebrar el
Hanuka; así que el celebrarlo como el no celebrarlo está bien, es criterio de cada observante, para
los que están interesados en la manera de celebrarlo, la tradición consiste en el encendido de una
Hanukia, el cual es un candelabro especial de 8 velas más una vela piloto, totalizando 9 luminarias;
cada día al caer la noche en la ventana de casa a la vista de todos los que entren (Lucas 11: 33-36)
se coloca el candelabro y se enciende con la vela piloto la primera vela el primer día, luego el
segundo día se encienden dos velas, el tercero 3 y así hasta el 8vo día(Proverbios 4: 18). Durante el
encendido de las velas se celebran con canticos, alabanzas y oraciones a Dios como acción de gracias
por la victoria sobre las tinieblas y sus cultos paganos, se comparten buñuelos, donas rellenas y toda
clase de dulces predominantemente fritos con motivo de celebración, la costumbre señala que la
primera vela se coloca en el extremo derecho del candelabro, día tras día se van llenando las
posiciones de derecha a izquierda mientras que el encendido se va realizando de izquierda a
derecha, garantizando que cada vela dure al menos 30 min encendida para testimonio de quienes
nos rodean, de manera que si no se apagare sola por su consumo natural, podemos apagarla sin
ningún inconveniente pasado este tiempo.

Significado de las fiestas de la dedicación

Es el encendido de luz de la Hanukka, la representación de la luz que resplandece sobre las tinieblas
(Juan 9: 5), en un mundo desordenado, entregado a satanás y a servidumbre del pecado, oculto
delante de nuestros ojos se encuentra el milagro de la hanukka, el milagro de la dedicación, un
llamado a dejar atrás nuestra antigua manera de vivir y con ella toda sombra de culto pagano,
pidamos al Señor que nos retorne la vista, pues hemos sido ciegos de nacimiento, (Juan 9: 35-41)
desde que nacimos hasta este día hemos servido al pecado y celebrado la mentira, o ¿acaso se ha
celebrado algún 25 de diciembre sin enseñarle a nuestros hijos que celebramos el nacimiento de
Jesús? cuando realmente y de manera encubierta se celebrara el nacimiento de Zeus, enseñándole
en su inocencia a mentir, diciéndoles que Jesús se vuelve niño cada 25 de diciembre y trae presentes
a todos los niños bien portados, celebramos la mentira y el engaño, el chantaje y la manipulación, y
la hemos disfrazado de inocencia; hoy las fiestas de la dedicación nos hacen un llamado a dejar atrás
todo culto pagano y toda idolatría y así como el padre Abraham dejo atrás sus costumbres y
parentela (Genesis 12) creyéndole a Dios mediante la fe, y constituyéndose padre de nosotros
mediante la misma fe, así también Rahab la ramera dio la espalda a sus orígenes paganos, y a su
desordenada manera de vivir (Josué 2:1) , ella prostituyéndose con hombres, nosotros nos hemos
prostituido con cultos paganos e idolatrías que no agradan a Dios, haciéndonos imágenes y
adorando los simbolismos del dios sol, sin embargo ella fue justificada y contada como parte del
linaje mesiánico tras su arrepentimiento (Mateo 1: 5); de igual manera Rut naciendo enemiga de
Dios en su condición de moabita, decidida, dejó atrás su parentela y siguió a Nohemí para tomar su
pueblo y su Dios como suyo (Rut 1:16); no seamos más bien como Ofra, abrazando nuestra antigua
manera de vivir, y decidiendo prestar atención a las costumbres heredadas de nuestros padres.

2 Crónicas 7:14
“Si se humillare mi pueblo, sobre el cual mi nombre es invocado, y oraren, y buscaren mi rostro, y
se convirtieren de sus malos caminos; entonces yo oiré desde los cielos, y perdonaré sus pecados, y
sanaré su tierra.”
Este tiempo es propicio para estar a cuentas con el Señor y hacer resplandecer la luz del evangelio
de nuestras vidas, encendiendo la lampara de la Hanukka (esto es de la dedicación), en las ventanas
de nuestras casas, como testimonio a los que nos rodean que hemos decidido dejar atrás nuestra
antigua manera de vivir.
Lucas 8: 16
“Nadie que enciende una luz la cubre con una vasija, ni la pone debajo de la cama, sino que la pone
en un candelero para que los que entran vean la luz.”
Lucas 11: 33-36
“33 Nadie pone en oculto la luz encendida, ni debajo del almud, sino en el candelero, para que los
que entran vean la luz.
34 La lámpara del cuerpo es el ojo; cuando tu ojo es bueno, también todo tu cuerpo está lleno de
luz; pero cuando tu ojo es maligno, también tu cuerpo está en tinieblas.
35 Mira pues, no suceda que la luz que en ti hay, sea tinieblas.
36 Así que, si todo tu cuerpo está lleno de luz, no teniendo parte alguna de tinieblas, será todo
luminoso, como cuando una lámpara te alumbra con su resplandor.”
Mateo 5: 14-16
“14 Vosotros sois la luz del mundo; una ciudad asentada sobre un monte no se puede esconder.
15 Ni se enciende una luz y se pone debajo de un almud, sino sobre el candelero, y alumbra a todos
los que están en casa.
16 Así alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras, y
glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos.”
Marcos 4: 21-23
“21 También les dijo: ¿Acaso se trae la luz para ponerla debajo del almud, o debajo de la cama? ¿No
es para ponerla en el candelero?
22 Porque no hay nada oculto que no haya de ser manifestado; ni escondido, que no haya de salir a
luz.
23 Si alguno tiene oídos para oír, oiga.”
Juan 9:5-7
“5 Entre tanto que estoy en el mundo, luz soy del mundo.
6 Dicho esto, escupió en tierra, e hizo lodo con la saliva, y untó con el lodo los ojos del ciego,
7 y le dijo: Ve a lavarte en el estanque de Siloé (que traducido es, Enviado). Fue entonces, y se lavó,
y regresó viendo.”

Vayamos entonces al Estanque de Siloé (esto es del enviado) y lavemos nuestros ojos y dejemos que
entre la luz que vence las tinieblas, esto es una verdad incómoda, esto es Hanukka, esta es la fiesta
de la dedicación. Hoy decido celebrar Hanukka con mi casa, no por tener algo con que llenar el vacío
que produce el dejar de celebrar la navidad por ser una tradición pagana, lo celebro por lo que
representa, un tiempo para testificar a quienes vean mi luz brillar en mi ventana y pregunten de
que tratan mis acciones, entonces podré testificar que, así como la luz vence a las tinieblas así el
evangelio resplandece en mi vida, y así como la dedicación del templo, decido dedicar mi vida a Dios
y mi cuerpo como templo del Espíritu Santo junto con toda mi casa y mientras el mundo decide
celebrar la mentira, mi casa y yo celebramos la victoria de la luz sobre las tinieblas para testimonio
de los que creen y si durante más de 20 años me esforcé en celebrar la mentira ¿cómo no procuraré
entonces celebrar la verdad?.

Juan 8:32: “y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres.”

Dios les bendiga rica y poderosamente en el nombre de nuestro Señor Jesucristo, Amen.

También podría gustarte