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ESPACIOS INSTITUCIONALES Y MARGINACIÓN (Butelman)

Butelman, quien además de ser autora de este capítulo es la compiladora de


los demás trabajos y la ideóloga de la publicación, se sitúa en el rol de
“psicopedagoga institucional” y al referirse a su lugar teórico habla de sí misma
como “institucionalista”. Se entiende que su objeto de trabajo se centra en las
“problemáticas” o los conflictos de las instituciones. Considera a la psicopedagogía
institucional como “un modelo teórico-práctico que permite una indagación, un
diagnóstico y una elaboración de recursos para la solución de problemas en
situaciones de carencia, conflicto, crisis, en instituciones educacionales”.

Para la autora, el abordaje desde un lugar del saber es limitante y reconoce,


desde el punto de partida, las fragmentaciones a que se someterá: “(...) las
hipótesis surgidas sobre la base de un modelo teórico tienden a la comprensión
selectiva de las situaciones, a causa de los alcances y los intereses teóricos de los
propios conceptos con los que se indagan sólo algunos aspectos de la realidad, ya
que tal teoría deja otros afuera por no problematizarlos”.

Un término que nos interesa definir entonces es el conflicto. La autora lo


aborda desde su carácter emergente, como una instancia que da lugar a ver o a
ocultar, a desentrañar la naturaleza de los vínculos, de la experiencia de los
actores. Ella dice que

“en toda situación de conflicto se produce un escape hacia espacios imaginarios


(individuales) que dificultan la emergencia de datos procedentes de los
observables, aumentando la necesidad profesional de inferir e interpretar”.

Con respecto a la incidencia de condicionantes estructurales, o agentes


(externos o internos a la institución) que pueden tener incidencia, Butelman
describe a la institución como un sistema complejo que sitúa a las instituciones en
una continua pugna: “en primer lugar con ese contexto social con el fin de
mantener un cierto equilibrio entre las propias necesidades de supervivencia y las
exigencias provenientes de los distintos centros de poder que las atraviesan; y en
segundo lugar, con la exigencias y presiones procedentes de los deseos y las
necesidades de los integrantes de cada institución”.

Es decir que el conflicto se vive entre la institución y el afuera y también al interior


de la propia institución, en el primer caso se trata de un conflicto por el control de
las decisiones, y en el segundo de un conflicto por la significación de los actos.

Se infiere del texto la propuesta de una postura de distanciamiento entre el


institucionalista y la institución, a los efectos de conservar cierta “objetividad”, es
decir: para entender un proceso institucional es necesario mantener una “distancia
perceptual que nos permita pensar con palabras específicas insertas en un
paradigma científico, que remita a ese proceso y nos ubique en la distancia justa”.
Y señala que la pérdida de tal distancia puede consistir en un acercamiento
emocional, en cuyo caso se distorsionaría la percepción del objeto. Esta distancia
define entonces su postura desde lo “epistémico”.

En la emergencia del conflicto, entonces, Butelman propone observar. ¿Y


observar qué? Su propuesta se centra en el lenguaje, y propone dos niveles
distintos de comprensión desde el discurso. Estos son:

Niveles de comprensión de lo institucional desde el lenguaje:

® “...un primer nivel de datos desde los observables, en los aportes verbales que
los consultantes dicen y especialmente quieren decir, (...) todo aquello en lo que
los consultantes especialmente necesitan ser escuchados”. En este tipo de
discurso se define el NIVEL DE LO MANIFIESTO.

® “...un nivel subjetivo, de lo que no se dice, de lo que se dice mal y se oye mal,
de lo que parece que se quiere decir pero se distorsiona, , de los miedos, de los
sufrimientos vinculares que a veces priorizan la agresión”, que es el NIVEL DE LO
LATENTE.

La obvia extracción psicoanalítica de estos términos y su correlato con los


niveles manifiesto y latente de los sueños, por ejemplo, en la obra de Freud, se
confirma con la postura propuesta para el psicopedagogo institucional: la
interpretación. El institucionalista describe lo que ellos dicen que está pasando, en
palabras de la autora: “enuncia con sus palabras; su mirada funciona como un
organizador situacional, creando el espacio real”.

3) ACERCA DE LAS INCERTIDUMBRES Y LAS BÚSQUEDAS EN EL CAMPO


INSTITUCIONAL (Marta Souto)

En el texto de Marta Souto (autora de “Hacia una didáctica de los grupal”,


hermoso libro cuya previa lectura me hizo abordar esta nueva producción de la
autora con mucho interés) aparece, respecto de los anteriores, una perspectiva
diferente, tanto en la construcción de un lugar para el institucionalista como desde
la propia definición del conflicto. En los dos trabajos anteriores el psicólogo, el
psicopedagogo institucional, el institucionalista, el investigador... debían tomar una
cierta distancia para no implicarse demasiado y conservar cierta dosis de
objetividad. Aquí, en cambio, la implicación es asumida como necesaria para la
recorrida por lo que Souto llama la trama institucional “no sería posible sino desde
la implicación del investigador. La trama en la investigación se teje entre los hilos
ya anudados en la institución y otros nuevos que el sujeto que investiga aporta
desde la visión, el enfoque, el interés, y el deseo de conocer que la misma rama
suscita, con la ayuda de dispositivos teórico-metodológicos definidos”.

Si los enfoques anteriores habían sido interpretativos, hermenéuticos,


asentados sobre la palabra que debe ser escuchada y traducida o simplemente
compartida, esta propuesta adopta una perspectivas epistemológica más amplia y
de algún modo abarcativa de las anteriores, la de la complejidad. Esta perspectiva
plantea “la comprensión del mundo actual y sus sucesos sin reduccionismos ni
simplificaciones. Es decir, asumiendo la confusión, el desorden, la oscuridad y
también el orden en lo real, y buscando al mismo tiempo modelos que faciliten la
comprensión, la elucidación a través de un pensamiento complejo que no la
mutile”.
Toma en parte lo interpretativo al asignarle una lógica extradiscursiva al discurso
que escucha (y pide escuchar, es una situación artificial) y en parte lo histórico al
evocar relatos del pasado. Un ejemplo que explica ambos procedimientos está en
el momento en que Souto compara el relato de los distintos actores acerca de la
institución: cómo recuerdan que era en el pasado y cómo creen que es en el
presente. Así, compara la percepción de los procesos de cambio por parte de los
distintos actores.

El conflicto se define como desfasaje en las percepciones. Está presente aquí


ese pasado que debe recordarse de un modo consensuado que proponía
Mezzano, pero está utilizado desde otro lugar, entendido como catalizador de la
formación de sub grupos que convierten a la institución en un espacio donde
conviven (y entran en conflicto) distintas realidades en pugna. Si quisiéramos
emparentarlo con el trabajo de Butelman, se podría decir que ésta es una de
aquellas situaciones en que el conflicto tiene lugar al interior de la propia
institución, y es un conflicto por la significación de los actos, en este caso los actos
del pasado.

DIAGNOSTICO INSTITUCIONAL

analizar y seleccionar el aspecto o los aspectos a mejorar

sumergirse en las causas.

diagnóstico: permite identificar los problemas o dificultades de la institución

planificar con sentido y foco

debe apuntar directamente a las causas de los problemas y no a otros factores

implica analizar la escuela

permite evaluar las mejoras, con respecto al inicio


implica

1) Analizar con evidencia empírica la situación de la escuela en general y las


condiciones y prácticas institucionales vinculadas al aprendizaje.

2) Tener en claro el objetivo que se quiere lograr y evaluar la distancia entre la


escuela deseada y la escuela actual. debe apuntar directamente a las causas de
los problemas y no a otros factores

3) Definir los problemas institucionales que explican la distancia entre la situación


actual y la deseada.

Institución: Un conjunto de sujetos que se reúnen con un fin determinado, que


establecen normas, formas de funcionamiento, legalidad determinada, etc.

Las instituciones tienen fines:

• Directos: sus objetivos dan respuesta a las necesidades determinadas de


una comunidad

• Indirectos: Satisfacen las necesidades de quienes la crean

• Intermedios: articulación de intereses de quienes lo crean con el contexto


socio cultural en el cual se forman.

Las escuelas están en un espacio intermedio, ya que responden a la necesidad


social y a una política nacional.

Institución escolar

Lo “ideal” se configura desde dos vertientes dentro de la institución, el YO IDEAL y


el IDEAL del YO. En las instituciones se arma un ideario, relacionado con los
ideales explícitos que tienen que ver con el IDEAL del YO. Los aspectos del YO
IDEAL son aspectos ICC, fundados en el narcisismo, es decir con significaciones
trans generacionales que forman parte de la misma. Es decir, aquellos mandatos
CTE e ICC que regulan la circulación del conocimiento y los esquemas de acción
que se ponen en marcha. Los esquemas de acción repetitivos a la vez dan
logicidad inconsciente.

Entender estos esquemas nos da la pauta para entender los fenómenos,


posibilitando la reflexión y la simbolización, y que, por lo tanto, sea posible
equilibrar el ideal con el aprendizaje institucional.

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