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CAPITULO QUINTO
PROCEDIMIENTOS DECLARATIVOS ESPECIALES1
a) Procedimiento de tutela a la posesión y mera
tenencia y querella de amparo, restitución y de restablecimiento -
interdictos posesorios.
b) Tutela de ciertos derechos personales juicios
especiales del contrato de arrendamiento.
c) Procedimientos relacionados con la acción de
desposeimiento.
d) Juicios sobre pagos de ciertos honorarios.
e) Procedimiento tutelar de derechos de familia.
Nulidad de matrimonio. Divorcio y alimentos. Tuición de Menores.
f) Juicios de hacienda.
g) Juicios ante árbitros.
h) Juicios de partición de bienes.
1
Procedimiento Civil. Juicios Especiales. Carlos Alberto Stoehrel y Mario Muñoz Salazar.
Ayudantes del Profesor don Fernando Alessandri R. Colección Apuntes de Clases N° 2. Editorial
Jurídica de Chile.
En términos generales, podemos decir que las acciones
posesorias persiguen conservar o recuperar la posesión de bienes raíces
o derechos reales constituidos sobre ellos. No se tutela el dominio, sino
el hecho jurídico de la posesión e inclusive en determinados casos la
mera tenencia.
Clasificación de las querellas posesorias: (artículo 549 del Código de
Procedimiento Civil)
a) Querella de Amparo: Persigue conservar la posesión de bienes
raíces o derechos reales constituidos sobre ellos. Se persigue
impedir la perturbación, embarazo o despojo de la posesión, que
se asegure la posesión de quien fundadamente teme, además de
perseguir la indemnización de los perjuicios.
b) Querella de Restitución: Persigue recuperar la posesión de que
injustamente se ha sido privado, además de ser indemnizado.
c) Querella de Reestablecimiento: Persigue el reestablecimiento
de la posesión o mera tenencia de que se ha despojado
violentamente.
d) Denuncia de Obra Nueva: Pretende impedir que se desarrolle
una obra nueva en construcción sobre el predio de que se es
poseedor.
e) Denuncia de Obra Ruinosa: Pretende impedir que una obra
ruinosa cause daño.
f) Interdictos especiales.
Características de las querellas posesorias: Todas las querellas o
interdictos posesorios tiene numerosas características comunes:
a) Se protege la posesión y nunca el dominio: Sin perjuicio de que
se tome en cuenta el dominio que las partes acreditan en la acción
posesoria. Por extensión en un caso se protege además la mera
tenencia (querella de reestablecimiento).
b) Solo aplicable a Bienes Raíces: Sólo proceden en defensa de esa
clase de bienes, ya sea que se trate de inmuebles por naturaleza o
por destinación (ej: se puede proteger la posesión sobre
animales). Los bienes muebles están excluidos de la protección
de las acciones posesorias, y su posesión deberá resguardarse a
través de la acción sumaria o a través del recurso de protección
que se de en los supuestos del caso.
c) Para poder accionar, se requiere posesión tranquila e
ininterrumpida por al menos un año: La posesión del
inmueble se acredita con la inscripción conservatoria en el
registro respectivo. Si no lo está, deberá acreditarse por medio de
los actos positivos que contempla el Código Civil.
d) Prescriben generalmente en el plazo de un año: En el mismo
plazo prescribe la acción para obtener la indemnización de los
perjuicios. La excepción la constituye la regla del artículo 950
del Código Civil.
e) El objeto de estas querellas puede ser conservar, recuperar o
reestablecer la posesión.
f) Las acciones posesorias son procedimientos declarativos
especiales: Se tramitan conforme al un procedimiento sumario
especial, breve y extremadamente concentrado.
g) No rige el fuero (artículo 133 del Código Orgánico de
Tribunales).
h) Tribunal competente: Es siempre competente el juez de letras
del territorio en que este ubicado el inmueble.
i) Apelación: Se concede por regla general en el solo efecto
devolutivo, salvo que se verifique alguna de las siguientes
circunstancias:
i. Norma expresa en contrario.
ii. Que la ley disponga que se conceda en ambos efectos.
iii. Que se rechace el interdicto.
iv. Apelación de la sentencia que ordena la destrucción de
la obra ruinosa.
j) La interposición de interdictos deja siempre a salvo el
ejercicio de las acciones ordinarias: Se aplican las reglas
generales y no hay necesidad de efectuar reserva. Existe cosa
juzgada formal por el solo ministerio de la ley (excepcional).
k) Procedencia de la Indemnización de Perjuicios: Se discute se
procede pedir indemnización en esta clase de querellas, toda vez
que en principio, los perjuicios son una materia de lato
conocimiento que atentaría contra la rapidez y eficacia de estos
procedimientos, y que debiera tramitarse en un juicio ordinario.
No obstante, la redacción del artículo 563 del Código de
Procedimiento Civil da la idea que en estos procedimientos
puede condenarse al pago de perjuicios.
El Procedimiento General de las querellas posesorias: la Querella de
Amparo: Es el interdicto que tiene por objeto conservar la posesión de
bienes raíces o derechos reales constituidos sobre ellos. Sus
características fundamentales son las siguientes:
b) Demanda: La demanda deberá cumplir con los requisitos
comunes a todo escrito, con los del artículo 254 del Código de
Procedimiento Civil, con las normas sobre comparecencia en
juicio, y adicionalmente con los requisitos específicos del
artículo 551 del Código de Procedimiento Civil:
i. El actor personalmente o por accesión debe haber
estado en posesión tranquila e ininterrumpida por un plazo no
inferior a un año.
ii. Debe acreditar que se le ha tratado o de hecho se le ha
perturbado o molestado en su posesión, debiendo señalar
expresamente los actos que constituyen la perturbación o
molestia.
iii. Debe señalar los medios de prueba de que se valdrá. Si
desea rendir la prueba testimonial en el interdicto, debe
acompañar la lista de testigos a su demanda. Si no lo hace, no
podrá rendir la testimonial.
iv. El inciso 2º del artículo 551 del Código de
Procedimiento Civil, contempla una especie de medida
prejudicial que le da el carácter de medida preventiva a la
querella. Si el actor se interesa en obtener dicha medida, debe
señalarlo expresamente en la demanda.
c) Primera Resolución: El artículo 552 del Código de
Procedimiento Civil dice que presentada la demanda, el tribunal
citará a las partes a comparendo de discusión y prueba para el 5º
día siguiente a la notificación de la demanda, sin aumento de
tabla. La notificación de la demanda se practica personalmente.
Si se requiere efectuar notificación subsidiaria, solo debe
acreditarse la morada del demandado y podrá notificársele aún
cuando este no se encuentre en el lugar del juicio. Si el
comparendo llegase a celebrarse en rebeldía del demandado,
antes de la sentencia la querella se pondrá en conocimiento del
defensor de ausentes, quien podrá recurrir y seguir el recurso
(artículo 553 del Código de Procedimiento Civil).
d) Comparendo: Dado que el comparendo es de contestación y
prueba, no hay una resolución especial que reciba la causa a
prueba, ni que fije los hechos sustanciales, pertinentes y
controvertidos. La prueba que efectivamente se rinde en el
comparendo de contestación y prueba es la prueba testimonial.
Respecto de las demás, deben solicitarse en la audiencia.
e) Prueba: En general se aplican las reglas generales, salvo en el
caso de la testimonial, en que el legislador se encargó
expresamente de regularla:
i. Si el querellante desea rendirla, debe acompañar la
lista de testigos a su demanda.
ii. El demandado debe presentar lista de testigos antes de
las 12 horas del día anterior a la audiencia.
iii. Cada parte puede presentar hasta 4 testigos por cada
hecho. Como en los interdictos posesorios no hay hechos
sustanciales, pertinentes y controvertidos, los testigos
depondrán al tenor de los expuesto en la demanda y sobre lo
que señalen las partes en la audiencia.
iv. En cuanto a las tachas de testigos, el artículo 557 del
Código de Procedimiento Civil reitera la norma general en
cuanto a que se los debe tachar antes que declaren. Si se
tachan el tribunal podrá citar a una nueva audiencia para
dentro de 3º día, para objetar las tachas.
v. Existe además una norma especial que prohíbe delegar
competencia para rendir testimonial (no hay exhortos). Las
deposiciones de los testigos se verifican únicamente ante el
tribunal de la causa.
f) Sentencia: Conforme al artículo 561 del Código de
Procedimiento Civil, inmediatamente después de verificada la
audiencia, el tribunal citará a las partes a oír sentencia, dictándola
en el acto o dentro de 3º día. Si se acoge la querella, el tribunal
debe condenar en costas al demandado. La sentencia de primera
instancia sólo es susceptible de apelación (artículo 550 del
Código de Procedimiento Civil.)
Querella de Restitución: Su objeto es recuperar la posesión de bienes
raíces o de derechos reales constituidos sobre ellos. Sólo procede contra
actos de despojo (hechos consumados y no meras intenciones o
amenazas).Tiene las mismas normas de tramitación de la querella de
amparo, salvo lo siguiente:
a) Lo que se solicita es la restitución de la posesión.
b) Entre los requisitos específicos de la demanda, en vez de
acreditar que se le ha tratado o de hecho se le ha perturbado o
molestado en su posesión, debe señalar clara y precisamente
cuales actos son los que han despojado de la posesión (artículo
551 inciso 4º del Código de Procedimiento Civil.)
I. Generalidades
Fuentes legales.
Los juicios especiales del contrato de arrendamiento se hallan
reglamentados en el Título VI del Libro III del Código de Procedimiento
Civil, o sea, en los artículos 588 al 616.
Concepto.
Se define el desahucio como la noticia anticipada de la voluntad de
cualesquiera de las partes para poner término al contrato de
arrendamiento.
Ahora bien, el desahucio tiene lugar:
a) Cuando no se ha fijado tiempo para la duración del arriendo; o
b) Cuando habiéndose fijado, este tiempo no es determinado por el
servicio especial a que se destina la cosa arrendada o por la
costumbre (art. 1951, inc. 1°, CC).
El desahucio judicial.
Desde luego, se efectúa notificando al arrendador o arrendatario de
conformidad al artículo 553 el decreto en que el juez manda poner en
conocimiento de uno u otro la noticia anticipada a que se refiere el
artículo 1951 del Código Civil (art. 588, inc. 3°, CPC).
Por consiguiente, la parte contratante interesada en poner término al
arrendamiento mediante desahucio judicial se presentará por escrito ante
el tribunal respectivo, pidiendo que ordene poner en conocimiento de la
otra su voluntad de poner término a dicho contrato y la fecha en que,
también a su juicio, debe entenderse terminado.
El tribunal accederá a esta presentación y deberá ser notificada
personalmente al desahuciado; pero, en caso que no fuere habido y sea
necesario notificarlo de conformidad al artículo 44, bastará con acreditar
cuál es su morada sin que sea necesario también probar que se encuentra
en el lugar del juicio (arts. 553 y 588, inc. 3°, CPC).
En otras palabras, la notificación del desahucio judicial se efectúa
del mismo modo que en las querellas de amparo, destitución y
restablecimiento.
Una vez notificado el contratante a quien se le ha dado desahucio,
puede adoptar dos actitudes, según creyere conveniente a su derecho:
reclamar del desahucio, o no.
Estas diversas actitudes influyen en la tramitación que, en seguida,
experimentará el juicio; y debemos, por lo tanto, analizarlas
separadamente.
El desahuciado reclama.
La reclamación al desahucio sólo podrá entablarse dentro de los diez
días subsiguientes a la noticia del desahucio (art. 590 CPC).
Este plazo, en consecuencia, presenta las siguientes características:
a) Se cuenta desde la notificación del desahucio;
b) Es legal y, por consiguiente, no es susceptible de prórroga (art.
67 CPC);
c) Es fatal, dada la expresión "dentro de" empleada por el legislador
al establecerlo y, por consiguiente, el derecho a oponerse al
desahucio se extinguirá por su solo vencimiento (art. 64 CPC); y
d) Es de días, y por hallarse establecido en el Código de
Procedimiento Civil, se entenderá suspendido durante los
feriados (art. 66 CPC).
El desahuciado no reclama.
Esta situación se producirá cuando la parte notificada de desahucio,
llámese arrendatario o arrendador, deja transcurrir el plazo de diez días
señalado en el artículo 590 del Código de Procedimiento Civil para
oponerse a este desahucio judicial, sin hacerlo.
Acerca de la manera como continúa adelante el negocio judicial de
que se trata, se han formulado dos opiniones manifiestamente
divergentes:
a) Según unos, en este caso, el desahuciante debe limitarse a pedirle
al tribunal que dicte de inmediato sentencia definitiva, sin más
trámite; y
b) Según otros, tan pronto ha vencido el plazo de diez días, sin
haberse formulado reclamación, el desahuciante debe pedir que
se tenga por "ratificado" el desahucio y que se dicte sentencia
definitiva, sin más trámite.
Los recursos.
La sentencia definitiva de primera instancia, que tiene por ratificado
el desahucio y fija día para la restitución de la cosa arrendada, lo mismo
que la que declara sin lugar el desahucio, serán susceptibles de los
recursos de casación en leí forma y de apelación.
El recurso de casación en la forma no suspenderá la ejecución de la
sentencia, sin que el demandado vencido pueda exigir del demandante
fianza de resultas, por estarle vedado este derecho expresamente por el
legislador (art. 773, inc. 2°, del del Código de Procedimiento Civil
CPC).
En cuanto al recurso de apelación, será necesario distinguir si la
sentencia ratifica el desahucio o, por el contrario, lo deniega: en el
primer caso, el recurso se concederá sólo en el efecto devolutivo y se
tramitará como en los incidentes; en el segundo, a contrario sensu, la
apelación se concederá en ambos efectos (art. 606 del Código de
Procedimiento Civil CPC).
La sentencia definitiva de segunda instancia será susceptible de
casación en la forma y, si ha sido pronunciada por Corte de Apelaciones,
será susceptible, además, de casación en el fondo; pero estos recursos no
suspenderán la ejecución de la sentencia, ni autorizarán al vencido para
exigir del vencedor la correspondiente fianza de resultas (arts. 767 y
773, inc. 2°, del Código de Procedimiento Civil CPC).
El desahucio extrajudicial.
Es aquel que se efectúa, como su nombre lo indica, sin intervención
de la justicia.
La prueba del desahucio extrajudicial se sujetará a las reglas
generales del Título XXI, Libro IV, del Código Civil y a los
procedimientos que establece el Código del ramo (art. 588, inc. 2°, del
Código de Procedimiento Civil CPC).
Desde el momento en que se trata de un hecho, puede probarse por
cualesquiera de los medios de prueba que contempla la ley para
acreditarlo en juicio, incluso por medio de testigos, pues no existen
limitaciones legales al respecto (art. 341 del Código de Procedimiento
Civil CPC).
Pero el desahucio extrajudicial se da con el objeto de que produzca
un resultado práctico útil, cual es, que el arrendatario desahuciado
restituya la cosa mueble o inmueble arrendada al arrendador. ¿Cómo se
obtiene, pues, esta finalidad?
A nuestro juicio, será necesario distinguir según sea la actitud que
asuma el contratante a quien se ha notificado extrajudicialmente de
desahucio, esto es, si dentro del término legal deduce o no reclamación:
a) Sabemos que el término para reclamar del desahucio, sea judicial
o extrajudicial, es dentro de los diez días subsiguientes a la
noticia del desahucio, o sea, de la fecha en que fue dada (art. 590
del Código de Procedimiento Civil CPC).
Si dentro de este plazo el desahuciado extrajudicialmente
reclama ante la justicia, el tribunal proveerá la reclamación
citando a las partes a una audiencia para dentro del quinto día
hábil después de la última notificación, a fin de que concurran
con sus medios de prueba y expongan lo conveniente a sus
derechos (art. 589 del Código de Procedimiento Civil CPC).
La reclamación se notificará al que hace el desahucio en
la forma que dispone el artículo 553 (art. 591, parte la, del
Código de Procedimiento Civil CPC). En otras palabras, la
solicitud que contiene la reclamación y su correspondiente
proveído serán notificadas personalmente al que dio el desahucio,
y si se practica de conformidad al artículo 44, sin necesidad de
acreditar que se encuentra en el lugar del juicio. La razón de ser
de esta notificación personal, al que hizo el desahucio, no es otra
que se trata a su respecto de la primera que se practica dentro de
una gestión judicial, cuya iniciación, además, ha debido ignorar
(art. 40 del Código de Procedimiento Civil CPC).
En estos casos, si la persona que ha dado el desahucio no
se ha hecho parte en la primera instancia antes del
pronunciamiento de la sentencia definitiva, se pondrá ésta en
conocimiento del defensor de ausentes, quien podrá deducir y
seguir los recursos a que haya lugar (art. 591, parte 2a, del
Código de Procedimiento Civil CPC).
Si la reclamación aparece interpuesta fuera del plazo, o si
los fundamentos en que se ha apoyado no son legales, o no
resultan comprobados, será desechada por el tribunal,
manteniéndose el desahucio extrajudicial y designándose en la
misma sentencia el día en que deba hacerse la restitución de la
cosa arrendada (art. 594, inc. 1°, del Código de Procedimiento
Civil CPC).
En caso contrario, se acogerá la reclamación y se
declarará sin lugar el desahucio extrajudicial de que se trate (art.
594, inc. 2°, del Código de Procedimiento Civil CPC).
Esta sentencia definitiva será susceptible de los mismos
recursos y se cumplirá en idéntica forma que la pronunciada
dentro de la gestión a que ha dado origen el desahucio judicial, de
suerte que es innecesario insistir sobre ello; y
b) En cambio, si el contratante desahuciado extrajudicialmente
guarda discreto silencio dentro del término legal que tenía para
reclamar de esta noticia anticipada de poner término al arriendo,
al contratante que ha dado el desahucio no le queda otro camino
que recurrir a los tribunales de justicia; y ¿qué pedirá al respecto?
A nuestro juicio, deberá solicitar que se tenga por
ratificado el desahucio extrajudicial y como éste se prueba en
conformidad a las reglas generales del derecho y a los
procedimientos establecidos por el Código de Procedimiento
Civil (art. 588, inc. 2°, del Código de Procedimiento Civil CPC),
el tribunal proveerá semejante presentación, citando a las partes
interesadas a una audiencia para dentro del quinto día hábil
después de la última notificación, a fin de que concurran con sus
medios de prueba y expongan lo conveniente a sus derechos.
Esta resolución se notificará personalmente al arrendador
o arrendatario desahuciado, según el caso (art. 40 del Código de
Procedimiento Civil CPC); y la audiencia estará destinada
fundamentalmente a que la persona que ha dado el desahucio
extrajudicial lo acredite por los medios legales de prueba que
correspondan, si desea que el tribunal, en definitiva, tenga por
ratificado el desahucio extrajudicial y fije día para la restitución
de la cosa arrendada.
La sentencia definitiva que ratifique el desahucio
extrajudicial, o lo declare sin lugar, será también susceptible de
los mismos recursos y se cumplirá en idéntica forma que la
pronunciada dentro de la gestión a que dio origen el desahucio
judicial.
Su procedimiento.
Presentada la demanda de terminación inmediata del arriendo,
señalará el tribunal la audiencia del quinto día hábil después de la
notificación del demandado, a fin de que concurran las partes con sus
medios de prueba y expongan lo conveniente a su derecho (art. 607, inc.
1°, del Código de Procedimiento Civil ).
Es aplicable a la notificación de la demanda, en este caso, lo
dispuesto por el artículo 553 (art. 608 del Código de Procedimiento Civil
CPC). En otras palabras, la demanda se notificará al demandado
personalmente; y, en caso de serlo personal de conformidad al artículo
44, bastará con acreditar cuál es su morada, sin que sea necesario probar
que también se halla en el lugar del juicio.
Tendrá lugar la audiencia con sólo el interesado que asista (art. 607,
inc. 1°, del Código de Procedimiento Civil CPC). Por consiguiente, la
ausencia del demandante o del demandado no frustra el comparendo, el
cual se llevará a efecto en rebeldía del inasistente.
Si ha de rendirse prueba testimonial, se procederá con arreglo a lo
establecido en los dos últimos incisos del artículo 578 (art. 607, inc. 2°,
del Código de Procedimiento Civil CPC). Quiere esto significar que las
listas de testigos serán presentadas por las partes antes de las doce del
día que preceda al comparendo y que todo cuanto hemos expresado
acerca de la prueba testimonial en las querellas posesorias le será
también aplicable a este nuevo juicio especial (ver Nº 863).
Cuando el tribunal lo estime necesario podrá, antes de dictar
sentencia, nombrar un perito que informe sobre los hechos alegados o
practicar una inspección personal (art. 609 del Código de Procedimiento
Civil CPC).
Terminada la audiencia o practicadas las diligencias antes indicadas,
el tribunal citará de inmediato a las partes a oír sentencia, la que deberá
dictar dentro de tercero día (artículo 610 del Código de Procedimiento
Civil CPC).
Si la sentencia da lugar a la terminación del arrendamiento, sólo será
apelable en el efecto devolutivo; y el recurso se tramitará como en los
incidentes (art. 614 del Código de Procedimiento Civil CPC). A
contrario sensu, si la sentencia niega lugar a la demanda, será apelable
en ambos efectos; y el recurso se tramitará en la forma ordinaria.
Los recursos de casación no suspenderán la ejecución de la sentencia
recurrida; y la parte vencida tampoco podrá exigir de la vencedora el
otorgamiento de fianza de resultas, porque dentro de la expresión "los de
desahucio" también se comprenden los juicios de terminación inmediata
del arrendamiento.
Para justificar esta última afirmación los tribunales han recurrido a la
historia fidedigna del establecimiento de la ley; y ella nos demuestra que
el actual artículo 773 del Código de Procedimiento Civil fue tomado de
la Ley de Enjuiciamiento Civil española, en la que los juicios de
desahucio son sinónimos de todos nuestros juicios especiales del
contrato de arrendamiento.
Por último, las sentencias que se pronuncien en conformidad a este
juicio o procedimiento especial no privarán a las partes del ejercicio de
las acciones ordinarias a que tengan derecho sobre las mismas
cuestiones resueltas por aquéllas (art. 615 del Código de Procedimiento
Civil).
Su procedimiento.
Cuando la terminación del arrendamiento se pida por falta de pago
de la renta, de conformidad a lo dispuesto por el artículo 1977 del
Código Civil, la segunda de las reconvenciones a que dicho artículo se
refiere se practicará ocurriendo al tribunal respectivo, el que citará a las
partes a una audiencia inmediata y procederá en lo de-más con arreglo a
lo establecido en los artículos precedentes, o sea, en conformidad al
juicio especial de terminación inmediata del contrato de arrendamiento
anteriormente analizado (art. 611, inc. del Código de Procedimiento
Civil).
El legislador parte, pues, de la base que la primera reconvención a
que alude el artículo 1977 del Código Civil se ha efectuado
extrajudicialmente, y que la segunda deberá hacerse ante el tribunal
respectivo; de suerte que si el arrendatario no paga la renta adeudada o
no da seguridades de pago, y el arrendador prueba la efectividad de
haberse efectuado la primera reconvención, el tribunal declarará
terminado inmediatamente el arrendamiento y fijará fecha para la
restitución de la cosa arrendada.
Sin embargo, en la práctica, siempre la primera reconvención se
efectúa por intermedio de la justicia, para precaver dificultades
posteriores de prueba. En consecuencia, el juicio comienza por solicitud
del arrendador en la que pide se ordene practicar al arrendatario moroso
la primera reconvención de pago, a lo cual el tribunal accede. Esta
primera reconvención la realiza el Receptor; y, por ser la primera
notificación que se practica en el proceso, se efectúa personalmente (art.
40 del Código de Procedimiento Civil).
Una vez transcurridos cuatro días (art. 1977 CC), el arrendador
presentará una nueva solicitud, en la que pedirá que se ordene practicar
al arrendatario moroso la segunda reconvención de pago. El tribunal la
proveerá, citando a las partes a una audiencia para dentro del quinto día
hábil después de la notificación del demandado. Esta resolución, en
conformidad a las reglas generales, se notificará a las partes por cédula
(art. 48 del Código de Procedimiento Civil.)
Se trata de una audiencia de contestación y de prueba que se regirá
en todo por lo que ya hemos expuesto, al tenor de los artículos 607, 608,
609 y 610 del Código de Procedimiento Civil; pero, como la segunda
reconvención de pago aún no se ha efectuado al arrendatario, la
audiencia se comenzará practicando el tribunal al demandado dicha
reconvención.
Esta audiencia, por consiguiente, tiene una triple finalidad:
reconvenir por segunda vez al demandado a objeto de que pague las
rentas adeudadas, o bien, de que otorgue seguridades competentes;
escuchar las alegaciones de las partes, en especial la defensa del
demandado; y, por fin, recibir las pruebas que las partes deseen ofrecer y
rendir.
Así también quedó claramente establecido en la historia fidedigna de
la ley; pues se pensó que al efectuar la segunda reconvención en la
audiencia, se le permitiría al demandado pagar las rentas, o, por lo
menos, ofrecer seguridades de pago, las que podrían también ser
discutidas por el actor, y, en definitiva, ser apreciadas por el juez en
orden a su suficiencia.
La sentencia rechazará la demanda de terminación inmediata del
arrendamiento, sea porque no se logró probar el con-trato, en caso de
haber sido desconocido por el arrendatario, sea porque este último pagó
las rentas insolutas, o bien prestó seguridades competentes de pago a
juicio del juez.
En caso contrario acogerá la demanda, esto es, declarará
inmediatamente terminado el contrato de arrendamiento y fijará fecha de
restitución de la cosa arrendada; y en el evento de que el arrendador
también hubiere comprendido en su demanda el cobro de las rentas
insolutas, de los consumos y demás prestaciones análogas, también la
sentencia deberá contener expresa declaración sobre estas peticiones.
Cuando la sentencia definitiva dé lugar a la terminación del
arrendamiento, sólo será apelable en el efecto devolutivo; y el recurso se
tramitará como en los incidentes (art. 614 del Código de Procedimiento
Civil). A contrario sensu, la que niegue lugar a la terminación del
arrendamiento, será apelable en ambos efectos; y el recurso se tramitará
en la forma ordinaria.
Los recursos de casación no suspenderán la ejecución de la sentencia
recurrida; y la parte vencida no podrá exigir del vencedor el
otorgamiento de fianza de resultas, por las mismas razones dadas al
tratar esta materia dentro del anterior juicio especial de arrendamiento
(art. 773 del Código de Procedimiento Civil).
Las sentencias que se pronuncien en conformidad a este juicio o
procedimiento especial, no privarán a las partes del ejercicio de las
acciones ordinarias a que tengan derecho sobre las mismas cuestiones
resueltas por aquéllas (art. 615 del Código de Procedimiento Civil
CPC).
Su procedimiento.
Cualquiera de las dos acciones antes señaladas que deduzca el
arrendador de predio rústico en contra del arrendatario o colono, será
substanciada en conformidad al procedimiento sumario; o sea, al
procedimiento especial señalado en los artículos 680 al 692 del Código
de Procedimiento Civil, que ya conocemos.
La sentencia que da lugar a la terminación del arrendamiento sólo
será apelable en el efecto devolutivo; y el recurso se tramitará como en
los incidentes (art. 614 del Código de Procedimiento Civil CPC). A
contrario sensu, en los demás casos, la apelación se concederá en ambos
efectos; y su tramitación se ajustará a las reglas generales.
En cuanto a la casación, de acuerdo a las reglas generales, no
suspenderá la ejecución de la sentencia recurrida; y el vencido no tendrá
derecho a exigir del vencedor fianza de resultas, por tratarse de un juicio
de desahucio, en conformidad a la interpretación histórico-
jurisprudencial oportunamente señalada (art. 773 del Código de
Procedimiento Civil CPC).
Las sentencias que se pronuncien, en todo caso, no privarán a las
partes del ejercicio de las acciones ordinarias a que tengan derecho sobre
las mismas cuestiones resueltas por aquéllas (art. 615 del Código de
Procedimiento Civil CPC).
Su procedimiento.
La terminación de estos contratos de arrendamiento se ajustará a lo
dispuesto en el artículo 604 del Código de Procedimiento Civil; y como
esta disposición se remite, a su vez, al juicio de desahucio, a la postre,
quiere decir que este otro juicio especial se ajustará al procedimiento
señalado para esta última clase de juicios.
La sentencia que dé lugar a la terminación del arrendamiento será
apelable sólo en el efecto devolutivo; y el recurso se tramitará en
conformidad a los incidentes (art. 614 del Código de Procedimiento
Civil CPC). A contrario sensu, en los demás casos, la apelación se
concederá en ambos efectos.
En cuanto a la casación, no suspenderá la ejecución de la sentencia
recurrida; y el vencido no podrá exigir del vencedor fianza de resultas
por las razones tantas veces dadas (art. 773 del Código de
Procedimiento Civil CPC).
No hay que olvidar, en todo caso, que las sentencias que se
pronuncien no privarán a las partes del ejercicio de las acciones
ordinarias a que tengan derecho sobre las mismas cuestiones resueltas
por aquéllas (art. 615 del Código de Procedimiento Civil CPC).
Concepto.
La principal obligación que pesa sobre el arrendatario es la de pagar
el precio o renta del arrendamiento (art. 1942, inc. 1°, CC).
Ahora bien, para la seguridad de este pago y de las indemnizaciones
a que tenga derecho, podrá el arrendador retener todos los frutos
existentes de la cosa arrendada, y todos los objetos con que el
arrendatario la haya amoblado, guarnecido o provisto, y que le
pertenecen, a menos de prueba en contrario (art. 1942, inc.2°,CC).
Pero para que sea eficaz el derecho de retención que en ciertos casos
conceden las leyes, es necesario que su procedencia se declare
judicialmente a petición del que pueda hacerlo valer; en este caso, del
arrendador cuyo arrendatario es moroso en el pago del precio o renta
convenida, o le adeuda determinadas indemnizaciones originadas por el
mismo arriendo (art. 545, inc. 1°, del Código de Procedimiento Civil
CPC).
Cabe, entonces, preguntar ¿cuál es el procedimiento que tiene el
arrendador para obtener que se declare en su favor el derecho legal de
retención antes indicado?
Su procedimiento.
La verdad es que nada ha dispuesto expresamente el legislador sobre
el particular.
Empero, en conformidad al espíritu general de la legislación, a
nuestro juicio, este derecho legal de retención puede solicitarse por vía
de acción principal, o por vía de incidente.
Si es por vía de acción principal, podrá deducirse aisladamente o en
unión de otra acción; y, en ambos casos, el procedimiento será el
ordinario, el sumario o el especial, según corresponda.
Por el contrario, si es por vía incidental, este derecho legal de
retención revestirá el carácter de una medida precautoria, destinada a
asegurar los resultados de la acción principal; ejemplo, de cobro de
rentas insolutas, en cuyo caso se procederá conforme a lo dispuesto en
los artículos 299, 300 y 302 (art. 545, inc. 2°, del Código de
Procedimiento Civil CPC).
La sentencia que dé lugar a la retención sólo será apelable en lo
devolutivo; y la apelación se tramitará como en los incidentes (art. 606
del Código de Procedimiento Civil CPC).
Su procedimiento.
Cuando el arrendatario desahuciado reclame indemnizaciones,
haciendo valer el derecho de retención que otorga el artículo 1937 del
Código Civil, deberá interponer su reclamo dentro del plazo de diez días
que concede el artículo 590 del presente Código; y se tramitará y fallará
en la misma forma que la oposición al desahucio. El tribunal, sin
perjuicio de lo que establezca sobre el desahucio, resolverá si hay o no
lugar a la retención solicitada (art. 597 del Código de Procedimiento
Civil CPC).
En otras palabras, la oportunidad que tiene el arrendatario para
invocar el derecho de retención sobre la cosa arrendada, para
garantizarse del pago de determinadas indemnizaciones, tratándose del
juicio de desahucio, será en el mismo plazo que tiene para oponerse a él,
esto es, dentro de diez días a contar desde su notificación.
Este derecho legal de retención se tramitará y fallará juntamente con
la cuestión principal, o sea, con el desahucio; debiendo el tribunal
pronunciarse, en definitiva, tanto sobre aquél, cuanto sobre la retención
solicitada.
El derecho legal de retención hecho valer por el arrendatario en el
juicio de desahucio no es propiamente fundamento o motivo de
oposición a este último; pues bien puede el juez acoger ambos, rechazar
ambos, o aceptar solamente el desahucio y denegar la retención.
En la práctica suele existir confusión al respecto. Se fundamenta la
oposición al desahucio, invocando el arrendatario el derecho legal de
retención de la cosa arrendada, en circunstancias que, como ya se ha
visto, él no enerva el desahucio: sólo impide ejecutar la sentencia o
retardarla.
En efecto, si ratificado el desahucio y llegado el momento de la
restitución existe retención decretada en favor del arrendatario, y el
arrendador no ha caucionado el pago de las indemnizaciones debidas, no
podrá éste pedir lanzamiento sin que previamente pague dichas
indemnizaciones o asegure su pago a satisfacción del tribunal (art. 600
del Código de Procedimiento Civil CPC).
La sentencia que dé lugar a la retención sólo será apelable en lo
devolutivo; y el recurso se tramitará como en los incidentes (art. 606 del
Código de Procedimiento Civil CPC). A contrario sensu, la que lo
deniegue será apelable en ambos efectos.
Los gastos hechos por el arrendatario en la cosa arrendada con
posterioridad al desahucio no le autorizarán para pedir su retención (art.
599 del Código de Procedimiento Civil CPC).
Competencia.
Para saber con exactitud cuál es el tribunal llamado a conocer de esta
clase de juicios, es necesario remitirnos al artículo 17 de la Ley Nº
18.101, que dispone: "Los jueces letrados de mayor cuantía serán
competentes, conforme a las reglas generales del Código Orgánico
de Tribunales, para conocer en única o en primera instancia de los
juicios a que se refiere este Título, sin perjuicio de las atribuciones
que competan en la materia a los jueces de policía local que sean
abogados".
Recordemos que los jueces de letras conocen de las causas de
arrendamiento en única instancia cuya cuantía no exceda de 10 Unidades
Tributarias Mensuales y en primera instancia cuando excedan de dicha
cantidad (art. 45 del Código Orgánico de Tribunales); y que los jueces
de policía local que sean abogados conocen de las causas de
arrendamiento en única instancia hasta $ 3.000 en las ciudades
compuestas de una o más comunas en que no tenga el asiento de sus
funciones un Juez de letras (art. 14 letra A, Ley Nº 15.231).
Tratándose, ahora, de esta clase de juicios en que el Fisco fuere parte
o tuviere interés, conocerán siempre de ellos los Jueces de letras de
asiento de Corte en primera instancia (art. 18 Ley Nº 18.101). En otros
términos se trata de una regla especial de competencia, en ciertos y
determinados juicios de hacienda, que prima sobre la norma general
contenida en el artículo 48 del Código Orgánico de Tribunales; y que en
suma se traduce en otorgarles competencia a los jueces letra dos con
sede en la ciudad de asiento de Corte de Apelaciones, sin que tenga
importancia determinar si el Fisco es demandante o demandado, y no
pudiendo recurrirse al juez del domicilio del demandado, a menos que
ello fuera procedente a virtud de la regla especial de competencia antes
señalada.
Por último, ya que de reglas de competencia se trata, es del caso
recordar que ninguna importancia tendrá el factor fuero para determinar
el tribunal llamado a conocer de esta clase de juicios, porque, según
veremos más adelante, el procedimiento a seguir es el sumario; y en esta
última clase de juicios, no hay fuero para los litigantes que venga a
alterar la competencia normal de los tribunales llamados a conocer de
ellos (art. 133 COT).
Procedimiento,
a) Los juicios a que se refiere el art. 7° de la Ley Nº 18.101, se
tramitarán conforme al procedimiento sumario establecido en el Título
XI del Libro III del Código de Procedimiento Civil; con ciertas y
determinadas modificaciones y algunas reglas especiales, según fuere la
clase de acción en ellos ejercitada (art. 8°, inc. 1°, Ley Nº 18.101).
En efecto, la notificación de la demanda se efectuará conforme a la
norma del inc. 1° del art. 553 del Código de Procedimiento Civil (art. 8°,
Nº 2, Ley Nº 18.101); lo cual significa que en caso de que ella sea
practicada personalmente en conformidad al art. 44 del citado Código,
no es menester acreditar que el demandado se encuentre en el lugar del
juicio.
Tampoco procederá la ampliación del plazo a que se refiere el art.
683 (art. 8°, Nº 3°, Ley Nº 18.101); de suerte que la audiencia de
contestación se realizará forzosamente el quinto día hábil siguiente a la
notificación.
Ella se llevará a efecto con sólo la parte que asista y no se requerirá
la concurrencia del defensor público (art. 8°, Nº 4, Ley Nº 18.101); y
como no regirá en estos juicios lo dispuesto en el inc. 1° del art. 691 y
los Arts. 681, 684, 685 y 689 del Código de Procedimiento Civil, no
cabe la posibilidad de cambio del procedimiento sumario en ordinario y
que se acceda provisoriamente a la demanda en rebeldía del demandado,
ni que sea menester oír a los parientes, alterándose, al mismo tiempo el
régimen de la apelación de la sentencia definitiva (art. 8°, Nº 1°, Ley Nº
18.101).
Es así que la sentencia que dé lugar al desahucio, restitución o
terminación del contrato será apelable en el solo efecto devolutivo (art.
8°, No 6°, inc. 1°, Ley Nº 18.101). A contrario sensu en los demás casos,
de acuerdo a la regla general, la sentencia definitiva será apelable en
ambos efectos.
Tratándose de otra clase de resoluciones, esto es, que no sea
sentencia definitiva, la apelación se concederá en el solo efecto
devolutivo (art. 8°, inc. 1°, Ley Nº 18.101, en relación con el art. 691,
inc.2°,CPC).
Aún más: en los casos de desahucio y restitución, el tribunal superior
podrá decretar, a petición de parte, la suspensión del cumplimiento de la
sentencia por el tribunal inferior mientras se encuentre pendiente la
apelación, si se solicitase con justa causa, petición que, tratándose de un
tribunal colegiado, se resolverá en cuenta (art. 8°, No 6°, inc. 2°, Ley Nº
18.101).
En cuanto al cumplimiento de las resoluciones, se regirá por las
reglas generales; pero, cuando ellas ordenen la entrega de un inmueble,
se aplicará lo prescrito en el artículo 595 del Código de Procedimiento
Civil, vale decir, el demandado será lanzado de aquél a su costa, previa
orden del tribunal notificada por cédula. En estos juicios y en los de
comodato precario, el juez de la causa, decretado el lanzamiento, podrá
suspenderlo en casos graves y calificados por un plazo no superior a seis
meses (art. 13, Ley Nº 18.101).
b) Sabemos que, en conformidad al artículo 588 del Código de
Procedimiento Civil, el desahucio puede ser judicial o extrajudicial.
Sin embargo, en esta clase de juicios de desahucio, éste solamente
puede ser judicial. Así fluye de los artículos 3° y 4° de la Ley Nº 18.101,
disposiciones que no obstante distinguir entre contrato de arrendamiento
pactado mes a mes, a plazo fijo siempre que no exceda de un año y de
duración indefinida, coinciden en que el arrendador sólo podrá poner
término al arrendamiento o pedir la restitución del inmueble, en su caso,
a través del desahucio judicial.
Respecto del motivo plausible, vale decir, de la causa que legitima al
arrendador para poner término al contrato de arrendamiento, existe una
importante diferencia entre los contratos regidos por el DL Nº 964 y los
regidos por la Ley Nº 18.101. En efecto, no se exige invocar un motivo
plausible respecto de los juicios de desahucio relativos a contratos de
arrendamiento celebrados a partir del 29 de enero de 1982; en cambio,
en los juicios de desahucio relativos a contratos de arrendamiento
anteriores a dicha fecha, debe por regla general invocarse un motivo
plausible (arts. 18 y 19 DL Nº 964).
Respecto del plazo de desahucio, tratándose de arrendamientos
pactados mes a mes, de duración indefinida y de plazo fijo que no
exceda de un año, éste siempre será de 4 meses, contados desde la
notificación de la demanda.
En cuanto a la posibilidad de un aumento o de un plazo adicional, y
tratándose de contratos pactados mes a mes y de duración indefinida,
dicho término de cuatro meses se aumentará en dos meses por cada año
completo que el arrendatario hubiere ocupado el inmueble. Pero dicho
plazo más el aumento no podrá exceder, en total, de doce meses (art. 3°,
inc. 2°, Ley Nº 18.101). En cambio, respecto de los contratos de plazo
fijo que no excedan de un año, el arrendatario tendrá derecho solamente
al término legal de desahucio (art. 3°, inc. 2° y art. 4°, inc. 1°, Ley Nº
18.101).
c) En lo que respecta a los juicios de terminación del arrendamiento
de bienes raíces urbanos, por falta de pago de rentas, se mantienen las
dos reconvenciones de pago que contempla el artículo 1977 del Código
Civil, al disponerse que la segunda de ellas se practicará en la audiencia
de contestación de la demanda (art. 10, inc. 1°, Ley Nº 18.101).
Por consiguiente, la primera reconvención tendrá que estar
constituida por la notificación de la demanda, actuación que
desempeñará un doble rol: emplazar al demandado y reconvenirlo de
pago por las rentas insolutas.
Al ejercitarse la acción antes aludida, podrá deducirse también,
conjuntamente, la de cobro de las rentas insolutas en que aquélla se
funde y las de pago de consumos de luz, energía eléctrica, gas, agua
potable y de riego; gastos por servicios comunes y de otras prestaciones
análogas (art. 10, inc. 2°, Ley No 18.101).
Demandadas esas prestaciones, se en-tenderán comprendidas en la
acción las de igual naturaleza a las reclamadas que se devenguen durante
la tramitación del juicio y hasta que la restitución o el pago se efectúe
(art. 10, inc. 3°, Ley Nº 18.101).
Finalmente, cabe tener presente respecto del procedimiento de
arrendamiento de bienes raíces urbanos, que el Nº 5 del artículo 1° de la
Ley Nº 19.866, de 11 de abril de 2003, reemplazó el artículo 8° de la
Ley Nº 18.101, por el siguiente:
1) El procedimiento será verbal; pero las partes podrán, si quieren,
presentar minutas escritas en que se establezcan los hechos
invocados y las peticiones que se formulen. Deducida la
demanda, citará el tribunal a la audiencia del quinto día hábil
después de la última notificación;
2) La notificación de la demanda se efectuará conforme a la norma
del inciso primero del artículo 553 del Código de Procedimiento
Civil. Para los efectos de lo dispuesto en el artículo 44 del mismo
Código, se presumirá de pleno derecho como domicilio del
demandado el que corresponda al inmueble arrendado;
3) En la demanda deberán indicarse los medios de prueba de que
pretende valerse la demandante. Sólo podrán declarar hasta
cuatro testigos por cada parte y la nómina, con la
individualización de los que el actor se proponga hacer declarar,
se presentará en el escrito de demanda. La nómina con los
testigos del demandado, hasta antes de las 12:00 horas del día
que preceda al de la audiencia;
4) La audiencia tendrá lugar con sólo la parte que asista, se iniciará
con la relación verbal de la demanda y continuará con la
contestación verbal del demanda-do. Acto seguido se procederá
obligatoriamente al llamado a conciliación;
5) En la contestación el demandado podrá reconvenir al actor,
debiendo en el mismo acto dar cuenta de los medios de prueba
que sustentan su pretensión. De la reconvención se dará traslado
a la demandante, la que podrá contestar de inmediato o reservar
dicha gestión para la audiencia a que se refiere el inciso final del
número 6) del presente artículo. En ambos casos, la reconvención
será tramitada y resuelta conjuntamente con la cuestión principal;
6) En caso de no producirse avenimiento total, el juez establecerá
los puntos sustanciales, pertinentes y controvertidos que deban
ser acreditados, procediendo de inmediato a la recepción de la
prueba ofrecida en la demanda y la contestación.
Si el tribunal no estimare que existan puntos sustanciales,
pertinentes y controvertidos que deban ser acreditados, citará de
inmediato a las partes para oír sentencia.
Si se hubiere deducido demanda re-convencional, la
demandante podrá solicitar se cite a las partes a una nueva
audiencia a realizarse dentro de los 5 días siguientes, a objeto de
proceder a la con-testación de la misma y a la recepción de la
prueba que ofrezca. Las partes se en-tenderán citadas de pleno
derecho a di-cha audiencia y se procederá en ella en conformidad
a lo establecido en el presente artículo. En este caso, cualquiera
de las partes podrá solicitar se reserve para dicha audiencia el
examen de la prueba que no pudiere ser rendida en el acto;
7) La prueba será apreciada conforme a las reglas de la sana crítica.
La prueba testimonial no se podrá rendir ante un tribunal diverso
de aquel que conoce de la causa. Concluida la recepción de la
prueba, las partes serán citadas a oír sentencia;
8) Los incidentes deberán promoverse y tramitarse en la misma
audiencia, conjuntamente con la cuestión principal,
sin paralizar el curso de ésta. La sentencia definitiva se
pronunciará sobre la acción deducida y sobre los incidentes, o
sólo sobre éstos cuando sean previos o incompatibles con
aquélla;
9) Sólo serán apelables la sentencia definitiva de primera instancia y
las resoluciones que pongan término al juicio o hagan imposible
su continuación.
Todas las apelaciones se concederán en el solo efecto
devolutivo; tendrán preferencia para su vista y fallo y durante su
tramitación, no se podrá conceder orden de no innovar.
En segunda instancia, podrá el tribunal de alzada, a
solicitud de parte, pronunciarse por vía de apelación sobre todas
las cuestiones que se hayan debatido en primera para ser falladas
en definitiva, aun cuando no hayan sido resueltas en el fallo
apelado, y
10) Las partes podrán comparecer y defenderse personalmente, en
primera instancia, en los juicios cuya renta vigente al tiempo de
interponerse la demanda no sea superior a cuatro unidades
tributarias mensuales.
Presencia de subarrendatarios.
Queda, por fin, esclarecer si la sentencia que se pronuncie en contra
del arrendatario afecta a los subarrendatarios y puede, por tanto,
cumplirse también en contra de estos últimos.
Para que ello acontezca, se requiere que los subarrendatarios hayan
sido notificados de la demanda o se hayan apersonado a la causa,
tratándose de juicios de desahucio, de restitución o de terminación del
arrendamiento por falta de pago de las rentas seguidos contra el
arrendatario (art. 11, inc. 1°, Ley Nº 18.101).
Con tal fin, en dichos juicios, el ministro de fe, en el acto de
notificación personal de la demanda requerirá de juramento al
demandado acerca de la existencias o no de subarrendatarios y, en caso
afirmativo, de sus nombres. El ministro de fe deberá dejar constancia
escrita de la notificación a una persona adulta ocupante del inmueble
(art. 11, inc. 2°, Ley Nº 18.101).
Puede acontecer que la demanda no hubiere sido notificada
personalmente, o sea, en forma personal propiamente dicha. En tal
evento, el mismo requerimiento acerca de la existencia de sub-
arrendatarios deberá hacerle el tribunal al demandado en la audiencia de
contestación, si éste concurriere y, en caso que la respuesta sea
afirmativa, se suspenderá dicha audiencia, se ordenará notificar a los
subarrendatarios y se citará a una nueva, la que tendrá lugar una vez
practicadas las respectivas notificaciones o una vez que los
subarrendatarios se hayan apersonado a la causa (art. 11, inc. 3°, Ley Nº
18.101).
A su vez, en los juicios de terminación del arrendamiento por falta
de pago de la renta seguidos en contra de un subarrendador, los
subarrendatarios podrán pagar al demandante, antes de la dictación de la
sentencia de primera instancia, las rentas adeudadas por el arrendatario.
Si así lo hicieren, enervarán de este modo la acción y tendrán derecho a
ser reembolsados de ellas por el subarrendador, con más el interés
corriente a contar de su pago, o a imputarlas a las rentas más inmediatas;
todo ello, sin perjuicio de las indemnizaciones que correspondan (art.
12, Ley Nº 18.101).
En relación con los subarrendatarios, es necesario dejar en claro que,
conforme con el artículo 22 de la Ley Nº 18.101, todo lo dispuesto por
dicha ley respecto de los arrendadores y arrendatarios se aplicará, en su
caso, a los subarrendadores y subarrendatarios, respectivamente.
Finalmente, en relación con la autorización para subarrendar, el
artículo 32 del DL Nº 964, de 1975, sancionaba con una multa al
arrendatario que, sin autorización o con expresa prohibición, subarriende
total o parcialmente el inmueble arrendado. La Ley Nº 18.101 no
contiene en la materia norma alguna, con lo cual habría que aplicar en
forma supletoria la contenida en el artículo 1946 del Código Civil que
establece: "El arrendatario no tiene la facultad de ceder el arriendo ni de
subarrendar, a menos que se le haya expresamente concedido; pero en
este caso no podrá el cesionario o subarrendatario usar o gozar de la
cosa en otros términos que los estipulados con el arrendatario directo".
Sin perjuicio, en relación con la facultad del arrendatario de
subarrendar, es necesario tener presente la situación considerada en el
artículo 5° de la Ley Nº 18.101 que establece: "En los contratos de
arrendamiento de inmuebles destinados a la habitación con plazo fijo
superior a un año, se entenderá siempre implícita la facultad del
arrendatario de subarrendar, salvo estipulación en contrario, en cuyo
caso éste podrá poner término anticipado al contrato sin la obligación de
pagar la renta por el periodo que falte".
Fuentes legales.
El Decreto Ley Nº 993, de 24 de abril de 1975, junto con legislar
acerca del contrato de arrendamiento de predios rústicos y de cualquiera
otra convención que tenga por objeto su explotación por terceros, así
como las medierías o aparcerías, contiene reglas de competencia y de
procedimiento sobre las cuestiones o conflictos que surjan entre las
partes con motivo de los contratos antedichos.
En su artículo 20, deroga el DFL Nº 9, de 26 de enero de 1968,
expedido a través del Ministerio de Agricultura, y sus modificaciones
posteriores, que versaban sobre estas mismas materias.
Asimismo, el Decreto Ley Nº 2.567, de 22 de marzo de 1979,
publicado en el Diario Oficial No 30.333, de 5 de abril de 1979,
modifica el Decreto Ley Nº 993, de 1975, a través de su artículo único
que se analizará al desarrollar el tema en cuestión.
Competencia.
Las cuestiones o conflictos que surjan entre las partes con motivo de
los contratos de arrendamiento de predios rústicos o de cualquiera otra
convención que tenga por objeto su explotación por terceros, así como
las medierías, o aparcerías, serán sometidos al conocimiento y
resolución del juzgado de letras del departamento donde estuviera
ubicado el inmueble o de cualquiera de los departamentos si el inmueble
es-tuviere ubicado en más de uno (artículo 2°, inciuso 1°, parte primera).
Sin embargo, las partes siempre podrán someter a un árbitro el
conocimiento de los conflictos o cuestiones antes señaladas (artículo 2°,
inciso 2°, parte primera). ¿De qué clases de árbitros se trata? Ello está
vinculado al procedimiento, de suerte que la respuesta adecuada deberá
darse al conocer esta otra materia.
Procedimiento.
Dependerá de la clase de tribunal llamado a conocer del juicio
respectivo.
En efecto, si lo es un juez de letras se atendrá al procedimiento
establecido para el juicio sumario en el Título XI del Libro III del
Código de Procedimiento Civil (artículo 2°, inc. 1°, parte 2ª).
En cambio si lo fuere un árbitro, se ceñirá al procedimiento que
señalen las partes en el respectivo contrato o, en su defecto, al que
corresponde a los árbitros arbitradores (artículo 2°, inciso 2°, parte 2ª).
Por tal razón, debemos colegir que estos árbitros sólo podrán ser
arbitradores o mixtos, puesto que los de derecho siempre deben tramitar
de acuerdo al procedimiento que corresponda, según la naturaleza de la
acción instaurada.
Y si alguna de las partes impetra en su favor el derecho legal de
retención consagrado en los artículos 1937 y 1942 del Código Civil, la
tramitación de su petición dependerá de la clase de tribunal ante el cual
se ventile el asunto principal:
a) si lo es ante un arbitro, se tramitara por el procedimiento que
fijen las partes y, en subsidio, por el que aquél determine; y
b) si lo es ante la justicia ordinaria ha querido naturalmente el
legislador referirse a los jueces de letras se sustanciará, en su
caso, de acuerdo a lo establecido en los artículos 597, 598 y 600
del Código de Procedimiento Civil (art. 4°).
.
VI.- EL JUICIO DE ALIMENTOS.
Los alimentos son las prestaciones que una persona debe a otra,
de todo lo necesario para satisfacer las necesidades de existencia, y que
generalmente dicen relación con el parentesco existente entre ellas, para
lo cual existe un orden de prelación, contenido en los artículos 321 a
326 del Código Civil.
En materia de procedimientos, existen fundamentalmente dos
posibilidades, según la calidad del demandante. En efecto, si este es
mayor de edad, se aplicará el procedimiento para la determinación de
alimentos mayores, en tanto que si el demandante es menor de edad, o si
demanda un mayor en conjunto con un menor de edad, se aplica el
procedimiento de alimentos menores. A continuación analizaremos
ambos procedimientos.
1. Procedimiento:
a) Iniciación del procedimiento: El juicio se inicia por denuncia
oral o escrita o demanda. La demanda o denuncia debe contener
una narración circunstanciada de los hechos en que se funda, los
motivos por los cuales estos hechos afectan la salud física o
psíquica de él o los afectados, el nombre e individualización del
autor o autores de tales hechos y, en lo posible, la indicación de
la o las personas que componen el núcleo familiar afectado. En
toda denuncia que se efectúe ante Carabineros o Investigaciones,
de no precisarse la identidad de él ofensor, el servicio que haya
recibido la denuncia deberá practicar las diligencias necesarias
para su individualización, la cual deberá señalarse en el parte que
se envíe al tribunal, al transcribir la denuncia respectiva. Si el
juicio se inicia por demanda, esta debe interponerse ante el juez
competente. Si es por denuncia, esta se puede realizar
directamente ante el juez o ante Carabineros o Investigaciones,
siendo aplicables lo establecido en los artículos 83 y 86 del
Código de Procedimiento Penal.
b) Resolución que debe recaer en la demanda o denuncia: El
tribunal citará al denunciante o demandante, al afectado, y al
ofensor a un comparendo de discusión, conciliación y prueba,
al cual las partes deberán concurrir con todos los medios de
prueba que dispongan. El comparendo deberá celebrarse dentro
de los 8 días hábiles siguientes, bajo apercibimiento de
procederse en rebeldía de quien no asista. Adicionalmente, si el
tribunal lo estima conveniente, podrá citar a los otros miembros
del grupo familiar. En tercer lugar, la resolución deberá requerir
al Servicio de Registro Civil e Identificación, por la vía que
estime más rápida y efectiva, un informe sobre las anotaciones
que el demandado o denunciado tuviere en el registro especial
que establece el artículo 8, el cual deberá ser evacuado dentro
del plazo de 5 días hábiles. Finalmente, el Juez podrá decretar
una medida cautelar.
c) Notificación: La primera notificación será siempre personal a
menos que el tribunal, por motivos calificados, disponga otra
forma de notificación. En todo caso, deberá dejarse al notificado
copia íntegra de la resolución y de la demanda o denuncia según
sea el caso.
d) Comparendo: La audiencia se celebrará con las personas que
asistan. El Juez debe escuchar los descargos del ofensor respecto
de la demanda o denuncia. Posteriormente el juez someterá a los
interesados las bases sobre las cuales sería posible una
conciliación y personalmente las instará a ello. Las opiniones que
el tribunal emita al efecto no serán causal de inhabilitación. En la
conciliación se podrá convenir sobre toda y cualquier materia, a
fin de garantizar la debida convivencia del núcleo familiar y la
integridad física y psíquica del ofendido. No habiendo
conciliación o en rebeldía del ofensor, el tribunal recibirá la
causa a prueba, señalando los puntos sobre los cuales ésta debe
recaer, debiendo las partes rendirla en ese mismo acto. Iniciada la
audiencia, esta no podrá suspenderse por motivo alguno, y en
caso que la prueba no alcance a rendirse en ella, continuará al
día siguiente hábil y así hasta terminar. El tribunal deberá
habilitar los horarios especiales para ello, de no ser posible
continuar dentro de su horario normal de funcionamiento.
Respecto de la prueba de testigos, se establece que en estos
juicios no regirán las inhabilidades de los números 1, 2, 3, 4 y
5 del artículo 358 del Código de Procedimiento Civil.
Tampoco es necesario acompañar lista de testigos ni minuta de
interrogatorio. Sólo son admisibles los testigos presenciales y no
de oídas. Finalmente, en cuanto a la apreciación de la prueba, se
establece en la letra j) del artículo 3 que "la prueba se
apreciará según las reglas de la sana crítica"
e) Etapa de Sentencia: Terminada la recepción de la prueba el
tribunal citará a las partes para oír sentencia. Dentro de los 3 días
hábiles siguientes a dicha resolución, el tribunal puede decretar
las medidas para mejor resolver establecidas en el artículo 159
del Código de Procedimiento Civil y además podrá decretar
informes médicos, psicológicos, de asistentes sociales u otros que
estime convenientes, así como, requerir informes o antecedentes
de organismos de la Administración del Estado, Municipalidades
y de empresas particulares. En caso de requerir informes, deberá
fijar un plazo para su cumplimiento, pudiendo aplicar los
apremios del artículo 420 del Código de Procedimiento Civil.
La sentencia definitiva debe ser dictada en el acto o a más tardar
dentro de 10° día. Respecto de la forma de la sentencia, se
establece que ésta sólo deberá contener las indicaciones que
establecen los números 1, 4 y 6 del artículo 170 del Código de
Procedimiento Civil. Es esencial que en la parte resolutiva
exista un pronunciamiento sobre la ocurrencia del hecho
constitutivo de violencia intrafamiliar y si este afecta o no a la
salud física o psíquica del ofendido, así como, la responsabilidad
que cabe en el hecho al denunciado o demandado y la sanción
que se le aplica.
f) Recursos: En el procedimiento sólo se contienen normas
especiales para regular algunos aspectos del recurso de apelación.
Se puede deducir verbalmente y sin formalidad alguna, y será
concedido en el sólo efecto devolutivo (sea definitiva o
interlocutoria). El recurso se verá en cuenta sin esperar la
comparecencia de las partes y gozará de preferencia para su vista
y fallo.
g) Cosa Juzgada: La sentencia definitiva solo producirá cosa
juzgada substancial respecto de la ocurrencia del hecho y la
responsabilidad del ofensor
Procedimiento:
1. Demanda: Se presenta ante el tribunal que dictó la
sentencia, y dentro del plazo de un año desde la exigibilidad de las
prestaciones en él contenidas. Se trata de un escrito en el que se
solicita el cumplimiento incidental de la sentencia y que debe
cumplir las formalidades de una demanda incidental.
2. Características:
a) Es un procedimiento de aplicación general, no obstante su
ubicación en el Código de Procedimiento Civil, porque actúa de
manera supletoria respecto de los procedimientos ejecutivos
especiales.
b) Sirve para perseguir la ejecución de cualquier clase de obligación
que se encuentre contenida en un título ejecutivo y no sólo en una
resolución judicial.
c) Es un procedimiento compulsivo o de apremio (embargo, remate
y pago)
d) Se funda en una obligación indubitada, revestida de una
presunción legal de veracidad.
e) Como consecuencia de lo anterior, los medios y posibilidades de
defensa se encuentran taxativamente delimitados, aunque menos
que en el procedimiento incidental.
f) La rebeldía del ejecutado, libera al tribunal de la obligación de
pronunciarse sobre el fondo del asunto, limitándose a disponer
las medidas de apremio que fueren procedentes.
g) Se aplican de manera supletoria, las disposiciones comunes a
todo procedimiento.
3. Clasificaciones:
a) Según la naturaleza de la obligación: Existen procedimientos
ejecutivos por obligación de dar, de hacer y de no hacer. En el
presente capítulo analizaremos las normas del juicio ejecutivo
por obligación de dar, sin perjuicio que al final dedicaremos una
mención especial a las particularidades que presentan los otros
procedimientos.
b) Según su ámbito de aplicación: Puede ser general o especial.
c) Según la cuantía del asunto: Puede ser de mayor o de mínima
cuantía.
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Oscar Luis Infante Fernandez. Excepciones a la Ejecución. Estudios de Jurisprudencia (1980-1996). Editorial Jurídica
Conosur Limitada. Santiago de Chile.
iii. En el escrito de oposición se debe mencionar
con claridad y precisión los hechos que sirven de
fundamento a las excepciones y los medios de prueba de
que el ejecutado pretende valerse para acreditarlas.
(Artículo 465 del Código de Procedimiento Civil). En la
práctica, en un otrosí del escrito de oposición, se indica que
se usarán "todos los medios de prueba disponibles".
Respecto de la enumeración de las excepciones, si bien ésta es
aparentemente taxativa, algunos de sus numerales dan cabida a
múltiples situaciones y de hecho la jurisprudencia dice que es una
enumeración genérica. Lo importante es que todas y cualquiera
de las excepciones, pueden referirse tanto a la totalidad de la
deuda como a una parte de ella. La doctrina, acostumbrada al
juicio ordinario, las clasifica en dilatorias y perentorias, siendo
del primer grupo las indicadas en los cuatro primeros numerales:
i. Incompetencia del Tribunal: Se puede
fallar de inmediato o dejarla para definitiva. Si se acoge, no
es necesario fallar las demás.
ii. Falta de Capacidad del demandante o de
personería o representación legal del que comparezca en
su nombre: Se refiere exclusivamente al demandado, por lo
que cualquier vicio de legitimación o incapacidad del
demandado, debe alegarse por la vía del numeral 7º.
iii. Litis Pendencia: sólo existe si el otro juicio
ha sido iniciado por el mismo acreedor.
iv. Ineptitud del Libelo: Al igual que en el caso
de la incompetencia, si el tribunal la acoge no requiere
pronunciarse sobre las demás.
v. Beneficio de Excusión o Caducidad de la
Fianza: Aunque hemos dicho que no reviste importancia,
cabe señalar que lo respectivo al beneficio de excusión es una
excepción dilatoria, en tanto que la caducidad es una
excepción perentoria (artículos 2358 y 2371 del Código
Civil).
vi. Falsedad del Título: Se refiere a que el título
no haya sido otorgado por las personas que en él aparecen o
en la forma que en él se indica, Puede inclusive llegar a
constituir delito penal, conforme al artículo 167 del Código
Penal.
vii. Falta de alguno de los requisitos o
condiciones establecidas por las leyes para que dicho
título tenga fuerza ejecutiva, sea absolutamente, sea con
relación al demandado: Esta es la excepción que según la
doctrina y la jurisprudencia transforman en genérica la
enumeración. En ella pueden comprenderse una serie de
situaciones tales como defectos en la cesión de un título,
protesto extemporáneo, juicio iniciado sin previa notificación
a los herederos, incapacidad o falta de legitimación del
ejecutado, etcétera.
viii. Exceso de Avalúo en el caso de los incisos
2º y 3º del artículo 438 del Código de Procedimiento Civil.
ix. Pago de la deuda: Sea total o parcial.
x. Remisión.
xi. Concesión de esperas o la prórroga del
plazo.
xii. Novación.
xiii. Compensación.
xiv. Nulidad de la Obligación.
xv. Pérdida de la cosa debida.
xvi. Transacción.
xvii. Prescripción de la deuda o sólo de la
acción ejecutiva.
xviii. Cosa Juzgada.
LA CITACIÓN DE EVICCIÓN
Pregunta Nº 172. ¿En qué consiste la Citación de Evicción?
Pregunta Nº 173. ¿En qué Juicios procede citar de Evicción?
Pregunta Nº 174. ¿En qué momento debe hacerse la citación de
Evicción?
Pregunta Nº 175. ¿Qué efecto se produce luego de decretada la
Citación?
Pregunta Nº 176. ¿Qué efecto se produce luego de practicada la
Citación?
Tramitación:
Dado que la ley nada dice, la jurisprudencia ha optado por aplicar
el procedimiento establecido para los incidentes ordinarios, en cuanto la
oposición es un asunto accesorio a la solicitud que es lo principal. El
escrito de oposición debe cumplir con los siguientes requisitos:
a) Comunes a todo escrito;
b) Ley de Comparecencia en Juicio;
c) Que emane del legítimo contradictor; y,
d) Que se pretenda cambiar el carácter de la gestión, de no
contenciosa a contenciosa.
De la oposición se dará traslado al solicitante, siendo un incidente
de previo y especial pronunciamiento.
Existen diversas teorías sobre lo que debe ocurrir a continuación,
pero lo cierto es que nuestra jurisprudencia ha establecido que el juez
sólo se encuentra facultado para calificar la oposición y la calidad de
legítimo contradictor del oponente, sin entrar en consideraciones de
fondo ni de determinación del procedimiento aplicable.
Si encuentra procedente la oposición, deberá suspender el
negocio hasta que en el juicio correspondiente se resuelva el asunto
controvertido. Para los efectos de dicho juicio, el cual se tramitará
conforme al procedimiento que corresponda según la naturaleza de la
acción, la solicitud se considerará como demanda y la oposición como
contestación, en forma similar a lo que ocurre en el juicio de cuentas.
Lo cierto es que la anterior no es una regla general sino tan sólo
un criterio jurisprudencial, por lo que en cada caso habrá que examinar
cual de las partes es la que persigue la declaración, reconocimiento o
constitución de un derecho.
3. Insinuación de Donaciones:
Toda donación que involucre un valor superior a dos centavos, ha
de ser autorizada por la justicia (artículo 1401 del Código Civil).
En virtud de lo anterior, lo cierto es que en la práctica, toda
donación debe insinuarse, exceptuándose exclusivamente las siguientes:
a) Donaciones a favor del Fisco (D.L. Nº 45)
b) Donaciones cuyo único fin sea la realización de programas de
instrucción y educación, en cuanto no excedan de un 2% de la
renta imponible del donante (artículo 31 de la Ley de Impuesto
a la Renta.)
La solicitud en virtud de la cual se insinúa la donación debe
contener las menciones indicadas en el artículo 889 del Código de
Procedimiento Civil:
a) Nombre del donante y del donatario y la indicación de si alguno
de ellos está sujeto a tutela, curatela o bajo potestad de padre o
marido.
b) Cosa o cantidad que se pretende donar.
c) Causa de la donación (remuneratoria, legítima, mera liberalidad,
etc.)
d) Monto líquido del haber del donante y cargas de familia.
El tribunal apreciará el cumplimiento de los requisitos legales y
procederá a conceder o denegar la autorización, conforme al artículo
1401 del Código Civil. (Artículo 890 del Código de Procedimiento
Civil).
8. Otros Procedimientos:
a) Nombramiento de Tutores y Curadores: Artículos 838 a 857
del Código de Procedimiento Civil.
b) Habilitación para comparecer en Juicio: Se aplica tanto a la
mujer casada bajo el régimen de sociedad conyugal como al hijo
de familia, en subsidio de la autorización del marido o padre
(artículos 829 a 832 del Código de Procedimiento Civil)
c) Autorización Judicial para Repudiar la Legitimación de un
Interdicto: Se encuentra tratado entre los artículos 833 y 835
del Código de Procedimiento Civil.
d) Emancipación Voluntaria: Artículo 836 del Código de
Procedimiento Civil.
e) Autorización Judicial para Repudiar el Reconocimiento de
un Interdicto: Se encuentra tratado en el artículo 837 del
Código de Procedimiento Civil, el cual se remite al
procedimiento para requerir la autorización para repudiar la
legitimación de un interdicto.
f) Declaración del Derecho al Goce de un Censo: Artículos 901
a 908 del Código de Procedimiento Civil.
g) Expropiación por Causa de Utilidad Pública: Se encuentra
tratado en el Título XV del Libro IV, entre los artículos 915 a
925 del Código de Procedimiento Civil. No obstante, dicho
título fue derogado por la dictación del D.L. Nº 2.186 publicado
en el Diario Oficial de fecha 9 de Junio de 1978, contenido en el
apéndice del Código de Procedimiento Civil, que contiene la Ley
Orgánica del Procedimiento de Expropiaciones.