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CAPITULO CUARTO

OTROS PROCEDIMIENTOS DECLARATIVOS COMUNES


I.- EL PROCEDIMIENTO DECLARATIVO ORDINARIO DE
MENOR CUANTÍA
1. GENERALIDADES
La estructura del Código de Procedimiento Civil contemplaba
dos procedimientos declarativos ordinarios, destinados a aplicarse según
la cuantía de las causas, y cuya extensión y complejidad iba
disminuyendo según el monto de lo disputado: se trataba de los
procedimientos de mayor cuantía y el de menor cuantía.
Sin embargo, con posterioridad se modificó esta nomenclatura y
se estableció un tercer procedimiento declarativo ordinario, que fue el de
mínima cuantía, pero cuya regulación, en el fondo pasó a ser la del
anterior procedimiento de menor cuantía.
Entre estos tres procedimientos, el declarativo de mayor cuantía,
estaba destinado a tramitar los procesos de montos más altos y asuntos
no susceptibles de apreciación pecuniaria, y el de mínima cuantía, se
reservó para los procesos de menor importancia, casi de nivel vecinal y
doméstico.
Por ende, el procedimiento de menor cuantía quedó reservado
para los juicios de monto intermedio entre los dos restantes, Es cuanto a
su estructura, el legislador estuvo lejos de crear efectivamente un nuevo
procedimiento, sino que lo que hizo simplemente fue quitar algunos
pocos trámites y, sobre todo, acortar algunos plazos, en breves
preceptos, al procedimiento de mayor cuantía, con la intención de
obtener una tramitación más rápida.
Se trata, por lo tanto, de un procedimiento que carece de
personalidad propia, que apenas constituye una modalidad
procedimental respecto al de mayor cuantía y, que por lo tanto, nunca ha
revestido mayor importancia en el sistema procesal nacional.
La época en que el juicio de menor cuantía fue más utilizado, fue
mientras estuvieron vigentes los Juzgados de Letras de Menor Cuantía,
encargados de conocer los juicios tramitados conforme a los
procedimientos de menor y de mínima cuantía, los que fueron
suprimidos por el Decreto Ley Nº 2.416, de 10 de enero de 1979.
Sin embargo, en el año 1998, la Ley Nº 19.594 intentó hacer del
procedimiento de menor cuantía el aplicable a la mayor cantidad de
materias, al elevar considerablemente la cuantía de las materias que
deberían ser tramitadas conforme a sus reglas, dejándola entre 10 y 500
Unidades Tributarías Mensuales, que en este último caso equivalen a
aproximadamente 15 millones de pesos.
En la práctica, sin embargo, pareciera que el resultado perseguido
con esta última modificación no se ha conseguido del todo, porque no se
advierte una utilización masiva de este procedimiento.

2. PARTICULARIDADES DEL PROCEDIMIENTO DE MENOR


CUANTÍA
Lo único que se puede estudiar del procedimiento de menor
cuantía son algunos rasgos específicos, que presentan en relación al
procedimiento ordinario de mayor cuantía, cuyos trámites y actuaciones
se aplican en todo lo que no exista una reglamentación especial.
Se trata, por lo tanto, de un procedimiento escrito, regido por los
mismos principios del de mayor cuantía.
2.1. Período de discusión
La primera diferencia importante en lo que se refiere al período
de discusión, es que se suprimen los trámites de réplica y duplica.
(Artículo 698 Nº 1 del Código de Procedimiento Civil).
Es decir, se persigue disminuir la duración de los juicios,
eliminando estos trámites que la experiencia común demuestra que
pocas veces revisten mayor utilidad. En consecuencia, en lo que son los
requisitos y exigencias de la demanda y la contestación de la demanda,
rigen íntegramente las reglas del procedimiento ordinario de mayor
cuantía.
En cambio, se disminuye el término de emplazamiento, que será
de 8 días, más un aumento si el demandado se encuentra fuera del radio
urbano de la ciudad asiento del tribunal, de acuerdo a la tabla de
emplazamiento, pero sin que su plazo pueda exceder de 20 días.
(Artículo 698 Nº 2 del Código de Procedimiento Civil).
Se permite al demandado la interposición de excepciones
dilatorias, En el evento que sean desechadas o, siendo acogidas, el
demandante subsane los defectos, el demandado dispondrá del plazo de
6 días para contestar la demanda. (Artículo 698 Nº 2 inciso 2° del
Código de Procedimiento Civil).

Si se deduce apelación en contra de las resoluciones que se


refieran a la competencia o a la inhabilidad del tribunal, o sobre algún
vicio que anule el proceso, el recurso debe tenerse por interpuesto y
concederse de inmediato. (Artículo 698 Nº 7 inciso 1° del Código de
Procedimiento Civil). Lo mismo que si trata de un recurso de apelación
concedido en contra de resoluciones que se pronuncian sobre medidas
prejudiciales y precautorias. (Artículo 698 Nº 7 inciso 2° del Código de
Procedimiento Civil).
En cambio, si se refiere a otro tipo de incidentes o excepciones
dilatorias, el recurso de apelación deberá tenerse por interpuesto “para
después de la sentencia que ponga término al juicio”. (Artículo 698
N° 7 inciso 1° del Código de Procedimiento Civil.) En ese caso, el
apelante deberá reproducir el recurso dentro del plazo de 5 días a la
notificación de la sentencia, y en virtud de esta reiteración, deberá
concederlo el tribunal. (Artículo 698 Nº 7 inciso 1° del Código de
Procedimiento Civil).
Luego, se permite al demandado la presentación de una demanda
reconvencional. De ella de deberá dar traslado al demandante, pero
como se ha suprimido el trámite de la réplica, el legislador establece que
se le deberá conceder al demandante un plazo de 6 días para que la
conteste. (Artículo 698 Nº 1 inciso 2° del Código de Procedimiento
Civil).
También se debe llevar a cabo una audiencia de conciliación como
está establecido para el procedimiento de mayor cuantía, pero se acortan
los plazos, disponiendo el legislador que se debe citar para un día que va
entre el tercero y el décimo día desde la notificación de la resolución.
(Artículo 698 Nº 3 del Código de Procedimiento Civil).
2.2.1. Período de prueba
Una vez contestada la demanda, el tribunal debe examinar el
expediente y decidir si recibe la causa a prueba o cita a las partes para
oír sentencia, todo de acuerdo a las regias generales.
Una vez recibida la causa a prueba, el término probatorio será de
15 días, (artículo 698 Nº 4 del Código de Procedimiento Civil), en lugar
de los veinte días que constituye el probatorio ordinario de
procedimiento de mayor cuantía.
Podrá concederse un término probatorio extraordinario para
rendir prueba fuera del lugar del juicio, por un máximo de 20 días.
(Artículo 698 Nº 4 del Código de Procedimiento Civil).
En todo lo demás, en particular en la producción de cada uno de
los medios de prueba, interposición de incidentes y demás trámites
característicos de este procedimiento escrito, rigen íntegramente las
normas del ordinario de mayor cuantía.
Se contempla también un periodo de observaciones a la prueba del
artículo 430 del Código de Procedimiento Civil, pero el plazo se reduce
a 6 días. (Artículo 698 Nº 5 del Código de Procedimiento Civil).
2.3. Período de decisión
Una vez vencido el término de observaciones a la prueba, se citará a
las partes para oír sentencia, trámite que se rige en todo por las reglas
del procedimiento ordinario de mayor cuantía.
Notificada esta resolución, el legislador exige que se dicte la
sentencia dentro del plazo de 15 días, (artículo 698 Nº 5 del Código de
Procedimiento Civil), plazo que como todos aquellos que imponen un
deber al tribunal, no implica la extinción de su facultad, por lo que en
caso de incumplimiento sólo se puede imponer otro tipo de sanciones.
En cuanto a las exigencias de la sentencia, no existiendo reglas
especiales, se aplican las normas generales.
3. RECURSO DE APELACIÓN CONTRA LA SENTENCIA
DEFINITIVA
El recurso de apelación contra la sentencia definitiva se tramitará
conforme a las reglas que rigen la apelación de las sentencias recaídas en
los incidentes. (Artículo 699 inciso 1° del Código de Procedimiento
Civil).
Por cierto, en caso de que se haya concedido algún recurso de
apelación de aquellos que se ha debido dejar para después del
pronunciamiento de la sentencia definitiva, la apelación de esta última se
verá conjuntamente con las primeras.
El legislador probablemente como mecanismo para acelerar el
conocimiento del recurso, pero cuya utilidad en ese sentido no
visualizamos estima necesario restringir el tiempo de alegatos a 15
minutos, Sin embargo, autoriza al tribunal para prorrogar este tiempo
hasta el doble. (Artículo 699 inciso 2° del Código de Procedimiento
Civil).
No comprendemos de qué manera la disminución legal, en
algunos minutos, del tiempo de alegatos puede acelerar el conocimiento
y fallo de una causa. Más bien, lo que demuestra es su desvalorización,
consecuencia lógica del carácter escrito del proceso, que hace que
prácticamente la única fuente de información del tribunal para fallar, sea
la lectura del expediente.
También establece que la Corte de Apelaciones deberá destinar al
menos un día para conocer en forma preferente los recursos de apelación
en contra de sentencias dictadas en juicios de menor cuantía. (Artículo
701 del Código de Procedimiento Civil).
Finalmente, con la misma finalidad, se ordena que la sentencia
debe dictarse dentro del plazo de 15 días, contados desde el término de
la vista de la causa. (Artículo 602 del Código de Procedimiento Civil).
III.- EL PROCEDIMIENTO DE MINIMA CUANTIA
Artículos 704 y siguientes del Código de Procedimiento Civil
Juicio de Mínima Cuantía: Es prácticamente inútil y de escasísima
aplicación práctica, toda vez que se aplica sólo en los casos en que no
habiendo procedimiento especial, la cuantía del asunto sea inferior a 10
Unidades Tributarias Mensuales. No obstante, es un procedimiento con
disposiciones bastante particulares e idealistas, constituyendo un deleite
para los procesalistas. Características mas importantes de este juicio:
a) El procedimiento es oral: (data del año 1903). Sin perjuicio de
ello el artículo 704 del Código de Procedimiento Civil permite
presentar minutas escritas en que se establezcan los hechos
invocados y las peticiones que se formulan. En la práctica, la
oralidad es inaplicable por la carga de trabajo de los tribunales.
No obstante, esta norma inspiró la forma de presentación de las
demandas del comparendo laboral, la cual también ha
degenerado.
b) Notificaciones: La demanda se notifica a través de receptor, si es
que lo hay. No habiendo receptor, o estando éste inhabilitado,
podrá practicar la notificación un vecino de la confianza del
tribunal, mayor de 18 años, que sepa leer o escribir, o un
funcionario policial. Las demás notificaciones de relevancia de
hacen por cédula (resolución que recibe la causa a prueba,
sentencia definitiva, la que cite personalmente a las partes, etc.) y
puede practicarse por las mismas personas antes indicadas. En
todo caso, la regla general en materia de notificaciones es el
estado diario. Son horas hábiles para notificar las comprendidas
entre las 06:00 y las 20:00 horas, lo cual ha sido modificado en
los demás procedimientos.
c) Abandono del Procedimiento: El plazo es de tan sólo 3 meses.
d) Procedimiento:
i. El procedimiento, una vez deducida la demanda,
consiste básicamente en una audiencia de discusión y
conciliación (artículos 710 a 712 del Código de
Procedimiento Civil). Inmediatamente luego de la
contestación, real o ficta, y en caso de fallar la conciliación,
se dicta la resolución que recibe la causa a prueba y fija los
puntos de prueba que sobre ella recaen (artículo 715 del
Código de Procedimiento Civil).
ii. Los incidentes se resuelven en la sentencia definitiva
(al igual que en el juicio sumario). Los que se deben resolver
durante la tramitación del juicio son solamente la
incompetencia, la falta de capacidad o personería del
demandante y aquella en que se reclama del procedimiento
siempre que aparezcan razones manifiestamente admisibles.
iii. Procede la reconvención, y debe interponerse en la
audiencia de discusión (artículo 713 del Código de
Procedimiento Civil)
iv. En materia probatoria, lo normal es que la práctica de
toda diligencia probatoria debe pedirse en la audiencia de
contestación pero con una particularidad, y es que el tribunal
puede de oficio y para mejor resolver en cualquier estado de
la causa decretar todas las diligencias y actuaciones que
quiera. El juez debe resolver el conflicto con un papel activo
durante todo su curso, para velar por la validez del proceso.
Hay normas especiales para las pruebas:
- Testimonial: La lista de testigos debe presentarse
en la audiencia o dentro de los 3 días siguientes de
notificada la resolución que recibe la causa a prueba.
- Confesional: La absolución de posiciones solo
puede pedirse por una vez, en la audiencia de contestación
(artículo 718 del Código de Procedimiento Civil).
- Pericial: Respecto del informe de peritos, se designan
preferentemente empleados públicos, los que deben
desempeñar el cargo gratuitamente (artículo 720 del
Código de Procedimiento Civil).
i. La prueba se aprecia conforme a las reglas generales
(prueba legal o tasada). No obstante, podrá el tribunal en
casos calificados estimarla conforme a conciencia (sana
crítica sobre la base de elementos como la lógica, la
experiencia y la buena fe) - artículo 724 del Código de
Procedimiento Civil.
Los requisitos de la sentencia definitiva se encuentran contenidos en el
artículo 725 del Código de Procedimiento Civil.

III.- EL PROCEDIMIENTO SUMARIO


Artículos 680 – 692 del Código de Procedimiento Civil
El procedimiento sumario en términos generales, está concebido
para ser un procedimiento rápido, eficaz, sin embargo, en los hechos
puede llegar a durar tanto o más que uno ordinario.
Concepto:
Procedimiento sumario es un procedimiento de tramitación
rápida, establecido para los casos en que la naturaleza de la acción
deducida requiera de esta condición para su eficacia o para ciertos
asuntos taxativamente enumerados por el legislador y en los cuales
resulta necesario y conveniente fallar con rapidez.
Se trata de un procedimiento declarativo, común, pero
también podemos decir que es un procedimiento especial. Tratemos de
explicar esta antinomia o contradicción entre estas dos ideas opuestas.
Es posible distinguir entre proceso ordinario, como un proceso
plenario y aquellos procesos que siendo comunes, no se identifican con
el tipo ordinario porque tienen menos amplitud que éste, y que pasan a
llamarse procesos sumarios. Los procesos sumarios también son
procesos comunes, aunque distintos del ordinario y no son procesos
especiales porque ellos, los juicios sumarios, se piensan para hipótesis
dotadas de cierta generalidad y no para casos concretos o
particulares, en todo caso, en el Código de Procedimiento Civil, el
legislador considera un proceso sumario de carácter general, de
aplicación general, y ese procedimiento está contemplado en el artículo
680 inciso 1° del Código de Procedimiento Civil, pero a la vez esta
misma disposición contempla un procedimiento sumario especial en su
inciso 2°, y es especial porque enumera en forma expresa los asuntos o
negocios que deben tramitarse necesariamente con arreglo a sus
disposiciones.
Luego podemos concluir que los procesos sumarios tienen este
carácter atendiendo a la materia que se trata en ellos, y no deben
confundirse con los llamados plenarios rápidos, porque éstos no son
sino una aceleración del proceso ordinario y carecen de limitaciones
en cuanto a su campo de aplicación material (en el Código de
Procedimiento Civil, plenarios rápidos son los juicios de menor y
mínima cuantía, en que conservando la estructura del juicio ordinario,
se recortan los plazos, se obvian ciertos trámites o sencillamente se
omiten otros)
Campo de aplicación del procedimiento sumario:
Este procedimiento sumario tiene la particularidad de aplicarse en
forma amplia en defecto de cualquier otra normativa especial, a
aquellos casos en que la acción deducida requiera por su naturaleza
una tramitación rápida para que sea eficaz, así lo indica el artículo
680 inciso 1° del Código de Procedimiento Civil, de aquí que sea común
porque no entra a especificar la acción que se requiere sino que hay que
atender a la naturaleza de la acción para determinar si es aplicable
o no este procedimiento sumario.
Va a corresponder al tribunal determinar cuando debe aplicarse
este procedimiento en razón de las circunstancias que señale, vale decir,
cuando la naturaleza de la acción requiera esta tramitación rápida
para que sea eficaz.
Casos en que se aplica el procedimiento sumario:
La regla general es la ya señalada, siempre que la naturaleza de
la acción deducida requiera una tramitación rápida para que sea
eficaz.
Sin embargo, existen también algunos casos en que el legislador
ha estimado que necesariamente debe tramitarse conforme a este
procedimiento el ejercicio de las acciones que él menciona, y esa regla
especial es la que nos permite decir que este juicio sumario, dentro de
las clasificaciones de los procedimientos, es especial.
Casos de aplicación obligatoria del juicio sumario:
Consignados en el artículo 680 inciso 2° del Código de
Procedimiento Civil, en esta enumeración no taxativa debe
necesariamente ajustarse al ejercicio de la acción a deducir a este
procedimiento sumario. Aquí el juez no tiene esa facultad de discernir si
acepta o no el procedimiento invocado ante él en este procedimiento
sumario, sino que necesariamente tiene que aceptarlo.
Los casos son los del artículo 680 inciso 2° del Código de
Procedimiento Civil, y también podemos agregar el artículo 754 del
Código de Procedimiento Civil, que somete a las normas del juicio
sumario, el juicio de divorcio temporal, el artículo 177 del Código de
Aguas, que extiende la aplicación de este procedimiento sumario a los
juicios sobre aguas, etc.
Características o particularidades del procedimiento sumario:
1. Su principal característica es ser verbal, así lo menciona el
artículo 682 del Código de Procedimiento Civil. Pero por lo que
se señala en el mismo artículo es que hoy jamás se puede
encontrar un juicio sumario con esta principal característica que
señala la ley. No se podrían aplicar por ejemplo, las reglas de
distribución de causa en caso que la demanda sea verbal, por lo
que esta minuta que menciona el inciso 2° se transforma en la
práctica en la demanda del juicio sumario, ésta demanda no
contiene requisitos, entonces ante el silencio que guarda el
procedimiento sumario respecto de la demanda o minuta que las
partes pueden presentar, se recurre al artículo 254 del Código de
Procedimiento Civil, porque en ausencia de una norma
regulatoria de un procedimiento especial tenemos que recurrir
supletoriamente al procedimiento ordinario.
2. Otra característica es la llamada sustitución del
procedimiento, sustitución a la que alude el artículo 681 del
Código de Procedimiento Civil, en los casos en que se aplica este
procedimiento porque la naturaleza de la acción deducida lo
requiere, vale decir, lo que indica el artículo 680 inciso 1° del
Código de Procedimiento Civil, iniciado el procedimiento
sumario puede decretarse su continuación conforme a las reglas
del juicio ordinario si existen motivos fundados para ello, o a la
inversa. Esta solicitud se tramita en forma incidental. (también se
le llama conversión del procedimiento)
3. En él se contempla la llamada concesión provisoria de lo
pedido en la demanda o aceptación provisional de la demanda,
según el Art. 684 CPC, en el caso de rebeldía del demandado se
accederá provisionalmente a lo pedido en la demanda si el actor
lo solicita con fundamento plausible.
4. Los incidentes deben promoverse y tramitarse en la audiencia
de contestación, conjuntamente con la cuestión principal y sin
paralizar el curso de ésta. En esta situación la sentencia
definitiva se va a pronunciar sobre la acción deducida y sobre los
incidentes que se hayan promovido, o bien sólo sobre éstos
incidentes, cuando sean previos o incompatibles con aquellos las
acciones principales.
Tramitación del juicio sumario: La tramitación a que debe someterse
este juicio esta contenida en el artículo 683 del Código de Procedimiento
Civil.
1.- Periodo de discusión.
Como todo juicio, debe iniciarse a través de una demanda,
pero a diferencia de lo que ocurre en el procedimiento ordinario, acá no
están contemplados los requisitos que debe contener la demanda en este
juicio sumario, no hay en la ley ninguna referencia a ella, pero se estima
que esa demanda debe cumplir con las exigencias que señala el artículo
254 del Código de Procedimiento Civil, por aplicación de lo dispuesto
en el artículo 3° del Código de Procedimiento Civil, en orden a que
debe aplicarse el procedimiento ordinario en todas las gestiones, trámites
y actuaciones que no estén sometidas a una regla especial diversa,
cualquiera que sea su naturaleza.
Esta demanda según el artículo 683 del Código de Procedimiento
Civil, puede ser verbal o escrita. Ahora bien, esta verbalidad de la
demanda es imposible de llevar a cabo en la práctica, de allí que en los
hechos se use la franquicia de presentar una minuta escrita, dentro de
ella se comprende la demanda.
Providencia que recae en la demanda así presentada:
El tribunal provee la demanda citando a las partes a un
comparendo al 5º día hábil después de la última notificación.
Artículo 683 del Código de Procedimiento Civil. (Aquí no hay traslado
de la demanda al demandado)
Notificación de la demanda en el juicio sumario
Se aplican las reglas generales del procedimiento ordinario.
(Notificación al demandante por el estado diario y al demandado se le
notifica o personalmente o por la forma especial del artículo 44 del
Código de Procedimiento Civil (cédula) o por avisos en los diarios o por
la notificación tácita)
Ahora bien, si el demandado no está en el lugar del juicio, sino
que fuera del territorio jurisdiccional de ese tribunal o fuera de la
república, el plazo de 5 días hábiles mencionado anteriormente se va a
ampliar con todo el aumento que concede el artículo 259 del Código de
Procedimiento Civil, referido al aumento del término de emplazamiento
(pero no tiene aplicación el aumento del artículo 258 del Código de
Procedimiento Civil, porque el artículo 683 del mismo cuerpo legal lo
excluye)
Quienes concurren a la audiencia:
La ley se pone en el caso de que ciertas personas pueden
concurrir a estas audiencias, amén del demandado (estas personas que
vamos a mencionar no necesariamente concurren a esta audiencia de
rigor, según la naturaleza del asunto que se va a debatir, irán a concurrir
o no)
A esta audiencia fuera del actor y del demandado pueden
concurrir otras personas que el Código de Procedimiento Civil a
señalado en los artículos 683 inciso 2º y 689 del Código de
Procedimiento Civil.
1. El respectivo defensor público, en la medida que lo requiera
la ley o cuando el tribunal lo juzgue necesario (nos referimos
al auxiliar de la administración de justicia, regulado en el Código
Orgánico de Tribunales, denominado Defensor Público, debe
tenerse presente a este respecto la norma contenida en el artículo
2° de la Ley N° 19.806/2002) En la práctica los oficiales del
Ministerio Público no concurren a la audiencia señalada. Cuando
deban ser oídos estos funcionarios ellos informan por escrito,
informes que recibe el nombre de dictámenes, para tal efecto, el
tribunal les va a remitir los autos.
2. Ciertos parientes de alguna de las partes; cuando así lo
ordene la ley o el juez lo estime necesario. La citación a esos
parientes se hace en términos generales a aquellas personas que
se contemplan en el artículo 42 del Código Civil, sea para que
asistan a la primera audiencia o a otra posterior si se da el caso, y
se va a notificar personalmente a aquellos que sean habidos, lo
que no obsta a que si algún otro tiene conocimiento de la
existencia del litigio también puede concurrir ante el tribunal. En
todo caso la opinión que puedan emitir estos parientes en esta
audiencia, no obliga al juez, sino que simplemente van a servir
para que éste quede mejor instruido de los hechos que son objeto
del pleito.
Situación de las partes ante la audiencia de contestación:
Llegado el día de la audiencia, pueden darse las siguientes alternativas:
1.- Que comparezcan las dos partes (regla general)
2.- Concurre solo el demandante.
3.- Sólo concurre el demandado.
4.- Que no concurra ninguna de las partes.

ANALISIS PARTICULAR DE LAS DIVERSAS SITUACIONES


QUE PUEDEN PRESENTARSE
1.- Concurren ambas partes.
Este comparendo que se denomina comparendo de estilo o de
rigor se celebra al 5º día hábil después de la última notificación. (Es un
comparendo de contestación, no es un comparendo de prueba)
Cada una de las partes va a exponer lo que estime conveniente
para la defensa de sus derechos. En este comparendo se acostumbra,
porque no es obligatorio hacerlo, que el actor ratifique su demanda (al
actor le basta con proponer su demanda) y a continuación el
demandado debe promover, en ese momento, todas sus excepciones
tanto las dilatorias como las perentorias y además debe promover
todos los incidentes. Artículo 683 del Código de Procedimiento Civil. Y
con el mérito de lo que el demandado expone en su contestación, el
juez llama a las partes a conciliación (Artículo 262 del Código de
Procedimiento Civil) y dejará constancia de los resultados de ella, si
se produce o no, caso en el cual el tribunal procederá a recibir la
causa a prueba o citará de inmediato a las partes para oír sentencia.
Artículo 313 del Código de Procedimiento Civil. (También cuando el
juicio verse sólo sobre materias de derecho)
El demandado en esta audiencia debe proponer todas las
excepciones sean dilatorias o perentorias, pero además debe
formular los incidentes que aparezcan vinculados con la cuestión
principal, sin que por ello se suspenda al tramitación del asunto, al decir
del artículo 690 del Código de Procedimiento Civil, incidentes que se
van a resolver en la sentencia definitiva.
Dejemos claro, que en este caso, a lo que el legislador se refiere,
es a aquellos incidentes que nacen de un hecho anterior al juicio o que
son coexistentes con su principio.
Ante el silencio de la ley y siguiendo un orden lógico, el
demandado debe plantear en primer lugar los incidentes que estime
procedentes para luego proponer las excepciones dilatorias y finalmente
las excepciones perentorias; por ejemplo incidente de nulidad procesal,
se promueve antes de contestar la demanda, porque si se acoge de nada
sirven las alegaciones, en subsidio, se interpone la excepción dilatoria de
incompetencia del tribunal, y para el caso de ser ambos denegados, se
contesta la demanda oponiendo la excepción perentoria del pago de la
deuda, por ejemplo.
Aplicando el principio dispositivo pertinente, las partes pueden
suspender el comparendo o postergarlo para una audiencia próxima
ya sea invocando algún motivo o causal o simplemente
comunicándole al juez su intención sin expresar motivo, a este juez
no le resta sino aceptar lo que sobre el tema acuerden las partes. No
puede el juez, y carece de facultades para ello, ordenar la continuación
de la audiencia hasta agotar el debate o rechazar una petición formulada
en tal sentido de común acuerdo por las partes. Recordemos que el
artículo 63 del Código de Procedimiento Civil, autoriza a las partes a
suspender el procedimiento si están de acuerdo en ello por un lapso
máximo de 90 días.
El juez luego de llamar a conciliación, después de fracasada
ésta y después de haber verificado personalmente el examen de los
autos, y constatada la existencia de estos hechos sustanciales,
controvertidos y pertinentes, recibe a prueba la causa, ésta se rinde en
el plazo y forma establecidos para los incidentes (Artículo 686 del
Código de Procedimiento Civil), se refiere aquí, al artículo 90 inciso 1°
del Código de Procedimiento Civil, por tanto se abrirá un término
probatorio de 8 días, y dentro de los dos primeros días del mismo
deberá presentarse la lista de testigos.
¿Hay lugar a un término de prueba extraordinario en el
procedimiento incidental? Sí, además podría haber un término de
prueba especial, si sobreviene entorpecimiento en el término probatorio
ordinario o extraordinario.
Artículo 686 del Código de Procedimiento Civil: producción de
la prueba en forma y plazos de incidentes. Resolución que recibe la
causa a prueba en el juicio sumario se notifica por cédula, por la regla
general del artículo 48 del Código de Procedimiento Civil; en cambio, la
resolución que recibe a prueba el incidente se notifica por el estado
diario; esta forma de notificación no se traspasa al juicio sumario, pues
lo que se hace conforme al procedimiento incidental, es la producción de
la prueba, no la notificación de la resolución que recibe a prueba la
causa.

2.- Sólo concurre el demandante:


Es decir, el demandado se encuentra en rebeldía. Si no
comparece el demandado se puede (si hay motivos fundados para ello)
pedir por el demandante al tribunal, que se acceda provisionalmente a lo
pedido en la demanda, así lo indica el artículo 684 del Código de
Procedimiento Civil; se procederá entonces con la contestación ficta o
simbólica de la demanda y que por ende, el juez puede dar cumplimiento
a lo dispuesto en el artículo 262 del Código de Procedimiento Civil,
tendrá que llamar a conciliación y darla por fracasada ante la ausencia
del demandado para poder seguir el desarrollo normal del pleito.
Puede también en esta situación de rebeldía del demandado,
ordenar que se reciba la causa a prueba o bien citar a las partes para oír
sentencia, según lo estime de derecho Art. 685 CPC
Veamos lo relativo a la concesión provisional de lo pedido en la
demanda (Artículo 684 del Código de Procedimiento Civil), esta es una
característica propia del juicio sumario, inexistente en otros juicios de
nuestro sistema. El juez tiene esta facultad de acceder
provisionalmente a la demanda en la medida que lo solicite con
fundamento plausible el demandante y, en la medida que el
demandado esté rebelde. Si el juez da lugar a la concesión provisional
de lo pedido en la demanda, el demandado puede apelar de esa
resolución y este recurso se concede en el solo efecto devolutivo, según
el artículo 691 del Código de Procedimiento Civil. Pero ese demandado
rebelde que se ve afectado por la concesión provisional de lo pedido en
la demanda puede también deducir oposición a esa concesión
provisional y va a formular esa oposición dentro del plazo fatal de 5
días que se cuentan desde la notificación de esa resolución, y esa
oposición se va a estimar como una contestación a la demanda.
Frente a esta oposición que formula el demandado, el tribunal va a citar
a una nueva audiencia, la que se va a tramitar de igual forma que la
primera. Pero advierte el legislador que el hecho de haberse formulado
esta oposición y de citarse a esta nueva audiencia, no suspende el
cumplimiento de lo solicitado provisionalmente, ni tampoco se va
alterar la condición jurídica de las partes, se mantiene la calidad de
demandante y demandado iniciales. Esa resolución que cita a las partes
a esa segunda audiencia se notifica por cédula. Pero también puede
suceder que el demandado no deduzca oposición dentro de ese plazo
de 5 días, y por ende no se opone a la concesión provisional de la
demanda, en tales circunstancias el tribunal va a recibir a prueba la
causa o bien va a citar a las partes para oír sentencia según lo estime
de derecho, así lo dice el artículo 685 del Código de Procedimiento
Civil.

3.- Sólo concurre el demandado:


En este caso, ante la incomparecencia del actor, el demandado va
a contestar la demanda y oponer todas sus excepciones tanto dilatorias
como perentorias e incidentes que estime pertinentes, igual que en la
primera situación.
Cabe destacar, que no es necesaria la presencia del actor en este
comparendo de estilo, y que no es necesario tampoco que éste ratifique
su demanda en este comparendo. Al demandante le basta proponer su
demanda y notificarle en forma legal para que el juicio se dé por
iniciado y continúe su desarrollo aún cuando el no concurra a este
comparendo; y esta incomparecencia del actor no puede estimarse como
una renuncia de la acción, como un desistimiento de la demanda, ni
tampoco va a servir para que el demandado pida el rechazo de la
demanda porque ella no ha sido notificada por el actor, ese trámite de la
notificación de la demanda es inexistente en la ley, de modo que no se
ajusta a derecho una petición en tal sentido. Por lo demás así lo ha
reconocido la jurisprudencia de los tribunales en un fallo del año 1961,
la Corte de Apelaciones de Santiago manifestó lo siguiente: “En el
juicio sumario la comparecencia del demandante a la audiencia de
estilo no constituye una exigencia de la ley, y por lo tanto su omisión
no lleva envuelta una nulidad procesal de aquellas que el juez puede
declarar de oficio para enmendar o corregir el procedimiento”.
Recordemos además que al demandado le está vedado
reconvenir, de modo que la presencia del actor es irrelevante en ese
sentido.

4.- Ninguna de las partes concurren:


En esta situación el comparendo a que fueron convocadas no se
lleva a cabo; el tribunal de oficio no puede llevar adelante este
comparendo (principio de pasividad)
De modo tal que si no concurren las partes el día y a la hora que
se determinaron, ese comparendo no se verifica y la parte interesada en
llevar adelante el juicio tendrá que pedir un nuevo día y hora para la
celebración del comparendo. Se notificará esa resolución por cédula.
Si ninguna de las partes se interesa en activar el juicio, este
quedará inactivo hasta que se decida a moverlo, y podrán transcurrir los
plazos legales para que alguna de ellas (el demandado obviamente)
pueda pedir en un momento el abandono del procedimiento.

La conversión o sustitución del procedimiento: (característica propia


del juicio sumario)
A este fenómeno se refiere el artículo 681 del Código de
Procedimiento Civil. De él se desprende que puede ser de dos clases:
A) Del procedimiento sumario a uno ordinario.
B) Del procedimiento ordinario a uno sumario

Casos en que procede la sustitución del procedimiento


Tiene lugar sólo en los casos del inciso 1° del artículo 681 del
Código de Procedimiento Civil, lo que significa que procederá cuando la
naturaleza de la acción deducida requiera de una tramitación rápida para
que sea eficaz. Esto es, cuando se inicia un procedimiento sumario
según lo dispone el inciso 1°, éste puede devenir en un juicio ordinario,
pero no siempre, ya que el artículo 681 parte final del Código de
Procedimiento Civil, agrega que deben existir motivos fundados para
ello.
No hay sustitución del procedimiento sumario a uno ordinario
cuando se trate de los juicios a que se refiere el artículo 680 inciso 2°
del Código de Procedimiento Civil.
Oportunidad para solicitar la sustitución de procedimiento
La ley nada dice a este respecto. Este silencio ha dado lugar para
que tanto la jurisprudencia como la doctrina sustenten dos posiciones
diversas:
1.- La primera posición sostiene que la sustitución de
procedimiento puede solicitarse antes de la contestación de la
demanda, como una excepción dilatoria en el juicio ordinario,
o como tal, en el comparendo del juicio sumario, por
consiguiente no puede pedirse después de contestada la
demanda, sea que se trate de un juicio ordinario o sumario.
2.- La segunda corriente, sostiene que la sustitución puede
solicitarse aún después de contestada al demanda, siempre
que aparezcan motivos fundados para ello y antes de que se
dicten resoluciones que establezcan derechos permanentes a
favor de las partes o se pronuncien resoluciones que
signifiquen un pronunciamiento de modo definitivo sobre el
procedimiento.
Fundamentos de una u otra actitud:
1.- Antes de contestar la demanda: (sustitución del
procedimiento ordinario al sumario)
 Los incidentes que se promuevan en un juicio ordinario se
rigen por las reglas de los artículos 84, 85 y 86 del Código de
Procedimiento Civil; y según el artículo 84 del Código de
Procedimiento Civil, los incidentes que nacen de un hecho
co-existente con la iniciación del juicio deben proponerse
antes de hacer cualquiera gestión principal en el pleito, y la
sustitución de procedimiento es un incidente cuya causa es
coetánea con la iniciación de juicio y como debe ser
promovida antes de realizar cualquier gestión principal, debe
alegarse antes de contestar la demanda. Este incidente
particular de sustitución de procedimiento nace junto con
iniciarse el pleito, como un defecto legal en el modo de
proponer la demanda.
 Al solicitarse la sustitución del procedimiento lo que se
pretende es corregir el procedimiento con que se ha iniciado
el juicio y por consiguiente de acuerdo con lo que prescribe
el artículo 303 Nº 6 del Código de Procedimiento Civil, debe
interponerse como una excepción dilatoria del juicio
ordinario, lo que sólo puede realizarse antes de contestar la
demanda y dentro del término de emplazamiento.

2.- En cualquier estado del juicio, siempre que aparezca la


necesidad de aplicarlo:
 El Art. 681 inciso 2° del Código de Procedimiento Civil, no
restringe la aplicación a una etapa del pleito, toda vez que la
necesidad de sustituir el procedimiento puede aparecer en
cualquier estado del juicio y ese será el instante cuando
procede promover este incidente.
 Es errónea la afirmación que se hace en el sentido de que al
solicitarse la sustitución del procedimiento lo que se pretende
es la corrección de éste, ya que con la sustitución no se
persigue corregir vicios del procedimiento, sino lo que se
pretende es hacer más expedita y eficaz el ejercicio de la
acción instaurada.
 El incidente de sustitución no nace junto con iniciarse el
litigio, porque la necesidad de aplicar el procedimiento
sumario es la determinante de tal cambio y puede aparecer
esta necesidad durante la secuela del juicio y allí entonces no
sería aplicable al caso lo prescrito en el artículo 84 del
Código de Procedimiento Civil.
Conversión de juicio sumario a ordinario:
Se ha planteado prácticamente la misma discusión de que dimos
cuenta y para algunos este incidente de sustitución debe promoverse en
la audiencia de contestación de la demanda, y antes de contestar la
demanda. Se basan para ello en lo prescrito en el artículo 690 del
Código de Procedimiento Civil, que indica que todos los incidentes
deben promoverse en esta audiencia de estilo.
En cambio, los que no participan de esta opinión, dicen que se va a
poder promover este incidente en cualquier estado del juicio siempre que
existan motivos fundados para ello.
Resolución que se pronuncia sobre la sustitución de procedimiento:
Se sostiene que la resolución que falla este incidente es una
sentencia interlocutoria, de aquellas que establecen derechos
permanentes en favor de las partes y en opinión de éstos autores, no
procede en su contra un recurso de casación, porque no se trata de una
sentencia interlocutoria que ponga término al juicio o que haga
imposible su continuación, únicos casos en que procede el recurso de
casación. (El Profesor de Derecho Procesal de la Universidad de
Concepción don Héctor Oberg Yañez discrepa de esta afirmación y
señala que procede el recurso de casación ya que la sentencia
interlocutoria referida pone término al juicio ordinario para que continúe
como sumario o a la inversa).
Impugnación de la resolución de sustitución del procedimiento:
Para saber los recursos que se conceden y los efectos de los mismos,
hay que distinguir:
1. Si se trata del juicio ordinario
2. Si se trata del juicio sumario.
1.- Si se trata de un juicio ordinario. La resolución que da lugar al
cambio de procedimiento según el artículo 691 inciso 1° del Código
de Procedimiento Civil, es apelable en ambos efectos; y aquella que
no da lugar al cambio de procedimiento es apelable en el solo efecto
devolutivo, según el artículo 194 N° 2 del Código de Procedimiento
Civil.
2.- Si se trata de un juicio sumario. Sea que la resolución dé o niegue
lugar a la sustitución del procedimiento, ella es apelable, y el recurso
debe concederse en el sólo efecto devolutivo según el inciso 2° del
artículo 691 del Código de Procedimiento Civil.
Conviene tener presente que tratándose de este procedimiento
sumario, toda resolución debe dictarse a más tardar dentro de
segundo día, esta es la regla general y así lo manifiesta el inciso 2° del
artículo 688 del Código de Procedimiento Civil, en orden a que la
sentencia definitiva tiene que dictarse en el plazo de 10 días siguientes a
la fecha de la resolución que citó a las partes para oír sentencia.
La sentencia definitiva que debe dictarse en el juicio sumario,
en el plazo excepcional de 10 días, puede impugnarse: (esa sentencia
definitiva se notifica por cédula)
1.- Procede la apelación en ambos efectos, al tenor del Artículo 691
inciso 1° del Código de Procedimiento Civil.
2.- Recurso de casación, siguiendo reglas generales, incluso puede
pensarse en el recurso de revisión si se dan las condiciones o requisitos
que contempla el Artículo 810 del Código de Procedimiento Civil.
Respecto de otras resoluciones que pueden dictarse en este
procedimiento sumario, la apelación se concede en el sólo efecto
devolutivo (Artículo 691 inciso 2° del Código de Procedimiento Civil).
Agrega también el inciso 1° del artículo 691 del Código de
Procedimiento Civil, que la apelación se va a conceder en el sólo efecto
devolutivo si de otorgarse en ambos efectos hallan de eludirse sus
resultados, de modo que si bien la regla general es que la sentencia
definitiva es apelable en ambos efectos, puede llegar a concederse en el
sólo efecto devolutivo si se van a eludir los resultados del juicio.
Esta apelación, en la segunda instancia, se sujeta en cuanto a su
tramitación, a las reglas establecidas para los incidentes. (inciso final del
artículo 691 del Código de Procedimiento Civil).
Materia relacionada con el recurso de apelación, es la del artículo
692 del Código de Procedimiento Civil, que señala que en segunda
instancia podrá el tribunal de alzada, a solicitud de parte
pronunciarse por vía apelación sobre todas las cuestiones que se
hallan debatido en primera para ser falladas en definitiva, aún
cuando no hallan sido resueltas en el fallo apelado. Esto, es algo
excepcional dentro del recurso de apelación, ya que es una excepción a
lo dispuesto en el Artículo 208 del Código de Procedimiento Civil, que
señala que podrá el tribunal de alzada fallar las cuestiones ventiladas
en primera instancia y sobre las cuales no se hallan pronunciado la
sentencia apelada por ser incompatible con lo resuelto en ella, sin
que se requiera nuevo pronunciamiento del tribunal inferior, todo
ello, en relación con el artículo 170 N° 6 del Código de Procedimiento
Civil. Esta última norma señala que, las sentencias definitivas de
primera o de única instancia y las de segunda que modifiquen o
revoquen en su parte dispositiva de las otros tribunales contendrán:
N° 6 La decisión del asunto controvertido. Esta decisión deberá
comprender todas las acciones y excepciones que se hallan hecho valer
en el juicio; pero podrá omitirse la resolución de aquellas que sean
incompatibles con las aceptadas.
En igual forma deberán dictarse las sentencias definitivas de
segunda instancia que confirmen sin modificación las de primera
cuando estas no reúnen todos o algunos de los requisitos indicados en la
enunciación precedente.
Si la sentencia de primera instancia reúne estos requisitos la de
segunda que modifique o revoque no necesita consignar la exposición de
las circunstancias mencionadas en los números 1°, 2°, 3° del presente
artículo y bastará referirse a ella.

CAPITULO QUINTO
PROCEDIMIENTOS DECLARATIVOS ESPECIALES1
a) Procedimiento de tutela a la posesión y mera
tenencia y querella de amparo, restitución y de restablecimiento -
interdictos posesorios.
b) Tutela de ciertos derechos personales juicios
especiales del contrato de arrendamiento.
c) Procedimientos relacionados con la acción de
desposeimiento.
d) Juicios sobre pagos de ciertos honorarios.
e) Procedimiento tutelar de derechos de familia.
Nulidad de matrimonio. Divorcio y alimentos. Tuición de Menores.
f) Juicios de hacienda.
g) Juicios ante árbitros.
h) Juicios de partición de bienes.

I.- LAS QUERELLAS POSESORIAS.


Dada su evidente relación con el derecho civil, estas acciones
tienen una doble reglamentación, tanto en el Código Civil (artículos
916 y siguientes CC), como en el Código de Procedimiento Civil
(artículos 549 y siguientes CPC).

1
Procedimiento Civil. Juicios Especiales. Carlos Alberto Stoehrel y Mario Muñoz Salazar.
Ayudantes del Profesor don Fernando Alessandri R. Colección Apuntes de Clases N° 2. Editorial
Jurídica de Chile.
En términos generales, podemos decir que las acciones
posesorias persiguen conservar o recuperar la posesión de bienes raíces
o derechos reales constituidos sobre ellos. No se tutela el dominio, sino
el hecho jurídico de la posesión e inclusive en determinados casos la
mera tenencia.
Clasificación de las querellas posesorias: (artículo 549 del Código de
Procedimiento Civil)
a) Querella de Amparo: Persigue conservar la posesión de bienes
raíces o derechos reales constituidos sobre ellos. Se persigue
impedir la perturbación, embarazo o despojo de la posesión, que
se asegure la posesión de quien fundadamente teme, además de
perseguir la indemnización de los perjuicios.
b) Querella de Restitución: Persigue recuperar la posesión de que
injustamente se ha sido privado, además de ser indemnizado.
c) Querella de Reestablecimiento: Persigue el reestablecimiento
de la posesión o mera tenencia de que se ha despojado
violentamente.
d) Denuncia de Obra Nueva: Pretende impedir que se desarrolle
una obra nueva en construcción sobre el predio de que se es
poseedor.
e) Denuncia de Obra Ruinosa: Pretende impedir que una obra
ruinosa cause daño.
f) Interdictos especiales.
Características de las querellas posesorias: Todas las querellas o
interdictos posesorios tiene numerosas características comunes:
a) Se protege la posesión y nunca el dominio: Sin perjuicio de que
se tome en cuenta el dominio que las partes acreditan en la acción
posesoria. Por extensión en un caso se protege además la mera
tenencia (querella de reestablecimiento).
b) Solo aplicable a Bienes Raíces: Sólo proceden en defensa de esa
clase de bienes, ya sea que se trate de inmuebles por naturaleza o
por destinación (ej: se puede proteger la posesión sobre
animales). Los bienes muebles están excluidos de la protección
de las acciones posesorias, y su posesión deberá resguardarse a
través de la acción sumaria o a través del recurso de protección
que se de en los supuestos del caso.
c) Para poder accionar, se requiere posesión tranquila e
ininterrumpida por al menos un año: La posesión del
inmueble se acredita con la inscripción conservatoria en el
registro respectivo. Si no lo está, deberá acreditarse por medio de
los actos positivos que contempla el Código Civil.
d) Prescriben generalmente en el plazo de un año: En el mismo
plazo prescribe la acción para obtener la indemnización de los
perjuicios. La excepción la constituye la regla del artículo 950
del Código Civil.
e) El objeto de estas querellas puede ser conservar, recuperar o
reestablecer la posesión.
f) Las acciones posesorias son procedimientos declarativos
especiales: Se tramitan conforme al un procedimiento sumario
especial, breve y extremadamente concentrado.
g) No rige el fuero (artículo 133 del Código Orgánico de
Tribunales).
h) Tribunal competente: Es siempre competente el juez de letras
del territorio en que este ubicado el inmueble.
i) Apelación: Se concede por regla general en el solo efecto
devolutivo, salvo que se verifique alguna de las siguientes
circunstancias:
i. Norma expresa en contrario.
ii. Que la ley disponga que se conceda en ambos efectos.
iii. Que se rechace el interdicto.
iv. Apelación de la sentencia que ordena la destrucción de
la obra ruinosa.
j) La interposición de interdictos deja siempre a salvo el
ejercicio de las acciones ordinarias: Se aplican las reglas
generales y no hay necesidad de efectuar reserva. Existe cosa
juzgada formal por el solo ministerio de la ley (excepcional).
k) Procedencia de la Indemnización de Perjuicios: Se discute se
procede pedir indemnización en esta clase de querellas, toda vez
que en principio, los perjuicios son una materia de lato
conocimiento que atentaría contra la rapidez y eficacia de estos
procedimientos, y que debiera tramitarse en un juicio ordinario.
No obstante, la redacción del artículo 563 del Código de
Procedimiento Civil da la idea que en estos procedimientos
puede condenarse al pago de perjuicios.
El Procedimiento General de las querellas posesorias: la Querella de
Amparo: Es el interdicto que tiene por objeto conservar la posesión de
bienes raíces o derechos reales constituidos sobre ellos. Sus
características fundamentales son las siguientes:
b) Demanda: La demanda deberá cumplir con los requisitos
comunes a todo escrito, con los del artículo 254 del Código de
Procedimiento Civil, con las normas sobre comparecencia en
juicio, y adicionalmente con los requisitos específicos del
artículo 551 del Código de Procedimiento Civil:
i. El actor personalmente o por accesión debe haber
estado en posesión tranquila e ininterrumpida por un plazo no
inferior a un año.
ii. Debe acreditar que se le ha tratado o de hecho se le ha
perturbado o molestado en su posesión, debiendo señalar
expresamente los actos que constituyen la perturbación o
molestia.
iii. Debe señalar los medios de prueba de que se valdrá. Si
desea rendir la prueba testimonial en el interdicto, debe
acompañar la lista de testigos a su demanda. Si no lo hace, no
podrá rendir la testimonial.
iv. El inciso 2º del artículo 551 del Código de
Procedimiento Civil, contempla una especie de medida
prejudicial que le da el carácter de medida preventiva a la
querella. Si el actor se interesa en obtener dicha medida, debe
señalarlo expresamente en la demanda.
c) Primera Resolución: El artículo 552 del Código de
Procedimiento Civil dice que presentada la demanda, el tribunal
citará a las partes a comparendo de discusión y prueba para el 5º
día siguiente a la notificación de la demanda, sin aumento de
tabla. La notificación de la demanda se practica personalmente.
Si se requiere efectuar notificación subsidiaria, solo debe
acreditarse la morada del demandado y podrá notificársele aún
cuando este no se encuentre en el lugar del juicio. Si el
comparendo llegase a celebrarse en rebeldía del demandado,
antes de la sentencia la querella se pondrá en conocimiento del
defensor de ausentes, quien podrá recurrir y seguir el recurso
(artículo 553 del Código de Procedimiento Civil).
d) Comparendo: Dado que el comparendo es de contestación y
prueba, no hay una resolución especial que reciba la causa a
prueba, ni que fije los hechos sustanciales, pertinentes y
controvertidos. La prueba que efectivamente se rinde en el
comparendo de contestación y prueba es la prueba testimonial.
Respecto de las demás, deben solicitarse en la audiencia.
e) Prueba: En general se aplican las reglas generales, salvo en el
caso de la testimonial, en que el legislador se encargó
expresamente de regularla:
i. Si el querellante desea rendirla, debe acompañar la
lista de testigos a su demanda.
ii. El demandado debe presentar lista de testigos antes de
las 12 horas del día anterior a la audiencia.
iii. Cada parte puede presentar hasta 4 testigos por cada
hecho. Como en los interdictos posesorios no hay hechos
sustanciales, pertinentes y controvertidos, los testigos
depondrán al tenor de los expuesto en la demanda y sobre lo
que señalen las partes en la audiencia.
iv. En cuanto a las tachas de testigos, el artículo 557 del
Código de Procedimiento Civil reitera la norma general en
cuanto a que se los debe tachar antes que declaren. Si se
tachan el tribunal podrá citar a una nueva audiencia para
dentro de 3º día, para objetar las tachas.
v. Existe además una norma especial que prohíbe delegar
competencia para rendir testimonial (no hay exhortos). Las
deposiciones de los testigos se verifican únicamente ante el
tribunal de la causa.
f) Sentencia: Conforme al artículo 561 del Código de
Procedimiento Civil, inmediatamente después de verificada la
audiencia, el tribunal citará a las partes a oír sentencia, dictándola
en el acto o dentro de 3º día. Si se acoge la querella, el tribunal
debe condenar en costas al demandado. La sentencia de primera
instancia sólo es susceptible de apelación (artículo 550 del
Código de Procedimiento Civil.)
Querella de Restitución: Su objeto es recuperar la posesión de bienes
raíces o de derechos reales constituidos sobre ellos. Sólo procede contra
actos de despojo (hechos consumados y no meras intenciones o
amenazas).Tiene las mismas normas de tramitación de la querella de
amparo, salvo lo siguiente:
a) Lo que se solicita es la restitución de la posesión.
b) Entre los requisitos específicos de la demanda, en vez de
acreditar que se le ha tratado o de hecho se le ha perturbado o
molestado en su posesión, debe señalar clara y precisamente
cuales actos son los que han despojado de la posesión (artículo
551 inciso 4º del Código de Procedimiento Civil.)

Querella de Reestablecimiento: Su objeto es el mismo que la querella


de restitución, pero cuando el despojo ha sido violento. Es la única
querella que protege tanto la posesión como la mera tenencia. Tiene las
mismas normas de tramitación de la querella de amparo, salvo lo
siguiente:
a) Lo que se solicita es la restitución de la posesión por despojo
violento.
b) Entre los requisitos específicos de la demanda, en vez de
acreditar que se le ha tratado o de hecho se le ha perturbado o
molestado en su posesión, debe señalar clara y precisamente
cuales actos son los que han despojado violentamente de la
posesión o mera tenencia (artículo 551 inciso 5º del Código de
Procedimiento Civil)
Denuncia de Obra Nueva: Su objeto inmediato es suspender toda obra
nueva que pueda menoscabar el goce de la posesión que se tiene sobre
ciertos bienes raíces. Tiene el procedimiento que la querella de amparo,
pero con las siguientes particularidades:
a) Procede que se decrete la suspensión provisoria de la obra. Se ve
el estado de la obra y se apercibe con la destrucción de todo lo
que se haga en el futuro. Para esto es indispensable el examen de
un perito.
b) Basta la notificación al constructor.
c) La sentencia que ordene la demolición es apelable en ambos
efectos.
d) Hay reserva de acciones (artículo 569 del Código de
Procedimiento Civil)
Denuncia de Obra Ruinosa: Su objeto es impedir que una obra ruinosa
o peligrosa cause daño. El procedimiento también es el general con las
siguientes características:
a) Es obligatoria la inspección personal del tribunal, asesorado por
un perito, y sólo una vez efectuado el reconocimiento del
tribunal, se citará a las partes a oír sentencia (artículo 571 del
Código de Procedimiento Civil)
b) También se contempla la reserva de acciones.
c) Su objetivo es derribar o reparar la obra ruinosa, a costa del
querellado.
d) Es una acción popular (artículo 948 del Código Civil).

II.- LOS JUICIOS DE ARRENDAMIENTO.


LOS JUICIOS ESPECIALES DEL CONTRATO
DE ARRENDAMIENTO

SUMARIO: I. Generalidades; II. El juicio de desahucio; III. El


juicio de restitución de la cosa arrendada por la expiración del
tiempo estipulado para la duración del arrendamiento, o por la
extinción del derecho del arrendador; IV. El juicio de terminación
inmediata del contrato de arrendamiento en los casos expresamente
señalados por el legislador; V. El juicio de terminación inmediata del
contrato de arrendamiento por falta de pago de la renta; VI. El juicio
destinado a atajar el mal uso o la deterioración del fundo arrendado
exigiendo fianza u otra seguridad competente, y aun en casos graves,
para hacer cesar inmediatamente el arriendo; VIL El juicio sobre
terminación del contrato de arrendamiento de servicios inmateriales;
VIII. El derecho legal de retención en favor del arrendador; IX. El
derecho legal de retención en favor del arrendatario; X. El juicio
relativo a los contratos de arrendamiento de bienes raíces urbanos;
XI. El juicio relativo a los contratos de arrendamiento de predios
rústicos.

I. Generalidades

Fuentes legales.
Los juicios especiales del contrato de arrendamiento se hallan
reglamentados en el Título VI del Libro III del Código de Procedimiento
Civil, o sea, en los artículos 588 al 616.

Estos preceptos, a su vez, están modificados o complementados por


las siguientes disposiciones:
a) Decreto Ley Nº 964, de 12 de abril de 1975, cuyo texto
refundido, coordinado y sistematizado se fijó por Decreto
Supremo de Vivienda y Urbanismo Nº 357, de 2 de junio de
1978, publicado en el Diario Oficial de 22 de agosto del mismo
año, que señala los procedimientos a que deben sujetarse los
conflictos derivados de los contratos de arrendamiento de bienes
raíces urbanos;
b) Decreto Ley Nº 993, de 21 de abril de 1975, publicado en el
Diario Oficial de 24 del mismo mes, que señala los
procedimientos a que deben sujetarse los conflictos a que den
origen los contratos de arrendamiento de predios rústicos;
c) Decreto Ley Nº 1.505, de 14 de junio de 1976, publicado en el
Diario Oficial de 25 de junio del mismo año, que fija normas
sobre arrendamiento y lanzamiento de viviendas;
d) Ley Nº 18.101, de 7 de enero de 1982, publicada en el Diario
Oficial Nº 31.178, de 29 de enero del mismo año, con las
rectificaciones salvadas en la edición Nº 31.183, del mismo
Diario, de 4 de febrero de 1982, la que fija normas especiales
sobre arrendamiento de predios urbanos.

Clases de juicios especiales del contrato de arrendamiento.


En atención a la innegable importancia económica y social del
contrato de arrendamiento y, al mismo tiempo, a su carácter
esencialmente transitorio, el legislador debió considerar procedimientos
judiciales especiales para el ejercicio de determinados derechos
emanados del referido contrato, a riesgo de ser ilusorios si no los
establecía.
Estos juicios o procedimientos especiales son los siguientes:
a) El de desahucio (arts. 588 al 596 CPC);
b) El de restitución de la cosa arrendada por la expiración del
tiempo convenido para la duración del arrendamiento, o por la
extinción del derecho del arrendador (art.604CPC);
c) El de terminación inmediata del contrato de arrendamiento en
los casos expresamente señalados por el legislador (arts. 607 al
610 CPC);
d) El de terminación inmediata del contrato de arrendamiento por
falta de pago de la renta (art. 611 CPC);
e) El destinado a atajar el mal uso o deterioración del fundo
arrendado, exigiendo fianza u otra seguridad competente, y aun
en casos graves, para hacer cesar el arriendo (art. 612 CPC);
f) El de terminación del contrato de arrendamiento de servicios
inmateriales (art. 613 CPC);* y
g) El destinado a hacer valer el derecho legal de retención que la
ley concede en favor del arrendador o del arrendatario, según el
caso (arts. 597, 598 y 599 CPC).

Sin embargo, no todos los derechos emanados del contrato de


arrendamiento, al ser ejercitados judicialmente, pueden encasillarse en
los anteriores juicios o procedimientos especiales. De ahí que se
sostenga, y con razón, que las acciones emanadas del contrato de
arrendamiento, que no tengan señalada en la ley una tramitación
especial, deberán ajustarse al procedimiento ordinario o al sumario,
según corresponda.
Claro está que como la mayoría de estas acciones requieren de un
procedimiento rápido para que sean eficaces, a falta de norma especial,
el legal y adecuado a que deben ajustarse en su tramitación será el
sumario.
Los juicios especiales del contrato de arrendamiento antes señalados,
son los que contempla el Código de Procedimiento Civil; pero, fuera de
ellos, existen otros dos más en la legislación especial, de mayor
importancia práctica que aquellos por su objeto y campo de aplicación.
Tales son: a) el juicio relativo a los contratos de arrendamiento de
bienes raíces urbanos; y b) el juicio relativo a los contratos de
arrendamiento de predios rústicos.

Características generales de los juicios especiales del contrato de


arrendamiento.
Las características más sobresalientes de esta clase de juicios son las
siguientes:
a) Son de la competencia de los jueces de letras (en única instancia
cuya cuantía no exceda de 10 UTM y en primera instancia
cuando excedan de dicha cantidad) (art. 45 COT); y de los jueces
de Policía Local en las ciudades compuestas de una o más
comunas en que no tenga el asiento de sus funciones un Juez de
letras, siempre que aquellos sean abogados (en única instancia
hasta $ 3.000) (art. 14 letra A, Ley Nº 15.231).
b) El valor de lo disputado se determinará en conformidad a la
siguiente regla: en los juicios de desahucio o de restitución de la
cosa arrendada, por el monto de la renta o del salario convenido
para cada periodo de pago; y en los de reconvenciones, por el
monto de las rentas insolutas (art. 125 COT);
c) Son juicios declarativos, especiales y de aplicación particular.
Declarativos, porque la sentencia se limita a declarar o reconocer
derechos controvertidos; especiales, porque su estructura difiere
abiertamente de los procedimientos ordinarios; y de aplicación
particular, porque su campo de actuación está expresamente
señalado en la ley para casos también particulares;
d) Su tramitación es muy breve y concentrada, puesto que se reduce
a la interposición de la demanda, la notificación del demandado,
la celebración de un comparendo, en que se oye a las partes y se
reciben todas las pruebas de rigor, y al pronunciamiento de la
sentencia definitiva, en el más corto espacio de tiempo posible;
e) Las apelaciones de las sentencias en que se ratifique el desahucio
o se ordene el lanzamiento, las que den lugar a la retención, las
que dispongan la restitución de la cosa arrendada, y las que den
lugar a la terminación del arrendamiento, sólo serán apelables en
el efecto devolutivo, y el recurso se tramitará como en los
incidentes (arts. 606 y 614 CPC);
f) Las sentencias que en ellos se pronuncien dejan a salvo a las
partes el ejercicio de las acciones ordinarias a que tengan
derecho, sobre las mismas cuestiones resueltas por aquéllas (art.
615 CPC); y
g) Para iniciar la gestión de desahucio o cualquier juicio de
arrendamiento, el demandante deberá acompañar, junto con
presentar su demanda, el recibo de contribuciones
correspondiente al último semestre o un certificado de la
Dirección de Impuestos Internos que indique el avalúo de la
propiedad en que incide la gestión o juicio, sin cuyo requisito el
juez no dará curso a la demanda (art. 3°, Ley Nº 9.910, de 22 de
mayo de 1951).

II. El juicio de desahucio

Concepto.
Se define el desahucio como la noticia anticipada de la voluntad de
cualesquiera de las partes para poner término al contrato de
arrendamiento.
Ahora bien, el desahucio tiene lugar:
a) Cuando no se ha fijado tiempo para la duración del arriendo; o
b) Cuando habiéndose fijado, este tiempo no es determinado por el
servicio especial a que se destina la cosa arrendada o por la
costumbre (art. 1951, inc. 1°, CC).

Por regla general, la anticipación con que debe darse la noticia de la


voluntad de poner término al contrato de arriendo, o sea, el desahucio,
será ajustándose al periodo o medida de tiempo que regula los pagos. En
consecuencia, si se arrienda a tanto por día, semana, mes, el desahucio
será respectivamente de un día, de una semana, de un mes (art. 1951,
inc. 2°, CC); y empezará a correr al mismo tiempo que el próximo
periodo (art. 1951, inc. 3°, CC).
Ejemplo: si arriendo un inmueble por meses, digamos de primero a
primero, y mi arrendador me desahucia el día 20, el aviso de un mes sólo
produce efecto desde el primero del próximo mes.
Sin embargo, tratándose del arrendamiento de casas, almacenes u
otros edificios, el desahucio en los casos en que tenga lugar deberá darse
con anticipación de un periodo entero de los designados por la
convención o la ley para el pago de la renta (art. 1976 CC); y del
arrendamiento de predios rústicos, con la anticipación de un año (art.
1985 CC).
Clases de desahucio.
El desahucio se clasifica en judicial y extrajudicial, según si se hace
con o sin intervención de los tribunales de justicia (art. 588, inc.
1°,CPC).
Desahucio judicial, por consiguiente, es el que se efectúa por
intermedio o a través de los tribunales de justicia; y desahucio
extrajudicial, por el contrario, el que se hace de cualquier modo, sin
intervención alguna de los órganos judiciales.
La clasificación anterior tiene suma importancia, por la diversa
forma o manera como se practican cada uno de estos desahucios y el
diverso procedimiento que se sigue con uno y otro; si bien ambos
desahucios, a la postre, producen idénticos efectos legales.

El desahucio judicial.
Desde luego, se efectúa notificando al arrendador o arrendatario de
conformidad al artículo 553 el decreto en que el juez manda poner en
conocimiento de uno u otro la noticia anticipada a que se refiere el
artículo 1951 del Código Civil (art. 588, inc. 3°, CPC).
Por consiguiente, la parte contratante interesada en poner término al
arrendamiento mediante desahucio judicial se presentará por escrito ante
el tribunal respectivo, pidiendo que ordene poner en conocimiento de la
otra su voluntad de poner término a dicho contrato y la fecha en que,
también a su juicio, debe entenderse terminado.
El tribunal accederá a esta presentación y deberá ser notificada
personalmente al desahuciado; pero, en caso que no fuere habido y sea
necesario notificarlo de conformidad al artículo 44, bastará con acreditar
cuál es su morada sin que sea necesario también probar que se encuentra
en el lugar del juicio (arts. 553 y 588, inc. 3°, CPC).
En otras palabras, la notificación del desahucio judicial se efectúa
del mismo modo que en las querellas de amparo, destitución y
restablecimiento.
Una vez notificado el contratante a quien se le ha dado desahucio,
puede adoptar dos actitudes, según creyere conveniente a su derecho:
reclamar del desahucio, o no.
Estas diversas actitudes influyen en la tramitación que, en seguida,
experimentará el juicio; y debemos, por lo tanto, analizarlas
separadamente.

El desahuciado reclama.
La reclamación al desahucio sólo podrá entablarse dentro de los diez
días subsiguientes a la noticia del desahucio (art. 590 CPC).
Este plazo, en consecuencia, presenta las siguientes características:
a) Se cuenta desde la notificación del desahucio;
b) Es legal y, por consiguiente, no es susceptible de prórroga (art.
67 CPC);
c) Es fatal, dada la expresión "dentro de" empleada por el legislador
al establecerlo y, por consiguiente, el derecho a oponerse al
desahucio se extinguirá por su solo vencimiento (art. 64 CPC); y
d) Es de días, y por hallarse establecido en el Código de
Procedimiento Civil, se entenderá suspendido durante los
feriados (art. 66 CPC).

Una vez presentada la reclamación al desahucio por el arrendador o


el arrendatario, según el caso, el tribunal citará a las partes para la
audiencia del quinto día hábil después de la última notificación, a fin de
que concurran con sus medios de prueba y expongan lo conveniente a
sus derechos (art. 589 CPC).
Esta audiencia, en consecuencia, es de contestación y de prueba a la
vez; y la manera de proveer el escrito de reclamación al desahucio será:
"Santiago, 30 de julio de 1985. Por formulada reclamación al desahucio,
vengan las partes a comparendo para la audiencia del quinto día hábil
después de la última notificación, a las 15 horas, con sus medios de
prueba. Juez. Secretario".
En atención a que se trata de una resolución que ordena la
comparecencia personal de las partes, y a falta de disposición especial al
respecto, se notificará por cédula (art. 48 CPC). Por el contrario, la
forma de notificación de la resolución que recae en la reclamación,
contemplada en el artículo 591 del Código de Procedimiento Civil, por
su finalidad, que no es otra que poner en conocimiento personal de la
parte que ha dado el desahucio el hecho de haber sido reclamado, como
se comprende, es propia del desahucio extrajudicial.
La audiencia señalada tendrá lugar con sólo la parte que concurra;
pero si ha de rendirse prueba testimonial, se procederá de conformidad
con lo dispuesto en los artículos 554 al 560, inclusive (art. 592 CPC). En
otras palabras, el comparendo se llevará a efecto en rebeldía del
inasistente; y si se desea rendir prueba testimonial, se ajustará en todo a
las reglas especiales ya estudiadas dentro de las querellas de amparo,
restitución y restablecimiento (ver Nº 863).
La referencia de los artículos 592 al; 554 del Código de
Procedimiento Civil demuestra, pues, que la oportunidad para presentar
lista de testigos en el juicio de desahucio, para ambas partes, no puede
ser otra que antes de las doce del día que preceda al designado para la
audiencia.
Como se trata de una actuación judicial, habrá que dejar constancia
escrita en el proceso del comparendo realizado (art. 61 CPC) en un acta,
en la que, por expresa disposición de la ley, se mencionarán con
brevedad las alegaciones de las partes, a más de las pruebas
acompañadas (art. 593, parte la, CPC).
Sin otro trámite, el tribunal citará a las partes a oír sentencia, la que
dictará inmediatamente, o a más tardar dentro de tercero día (art. 593).
En dicha sentencia definitiva el tribunal tendrá que optar entre estas
dos soluciones:

a) Desechar la reclamación, manteniendo el desahucio y


designando, al mismo tiempo, el día en que deba hacerse la
restitución de la cosa arrendada; o
b) Acoger la reclamación, declarando sin lugar el desahucio.

¿Cuándo adoptará uno u otro camino?


Desechará la reclamación si aparece interpuesta fuera del plazo legal,
o si los fundamentos en que se apoya no son legales, o si no resultan
probados; la acogerá en caso contrario (art. 594 del Código de
Procedimiento Civil CPC).
El día para la restitución de la cosa arrendada será el mismo señalado
por la parte que da el desahucio, si aún no hubiere llegado y, en caso
contrario, el que prudencialmente señale el tribunal. Ejemplo: dentro de
tercero día a contar de la notificación de la sentencia.

El desahuciado no reclama.
Esta situación se producirá cuando la parte notificada de desahucio,
llámese arrendatario o arrendador, deja transcurrir el plazo de diez días
señalado en el artículo 590 del Código de Procedimiento Civil para
oponerse a este desahucio judicial, sin hacerlo.
Acerca de la manera como continúa adelante el negocio judicial de
que se trata, se han formulado dos opiniones manifiestamente
divergentes:
a) Según unos, en este caso, el desahuciante debe limitarse a pedirle
al tribunal que dicte de inmediato sentencia definitiva, sin más
trámite; y
b) Según otros, tan pronto ha vencido el plazo de diez días, sin
haberse formulado reclamación, el desahuciante debe pedir que
se tenga por "ratificado" el desahucio y que se dicte sentencia
definitiva, sin más trámite.

Esta última opinión se fundamenta en el artículo 595 del Código de


Procedimiento Civil, el cual comienza disponiendo "Si, ratificado el
desahucio..."; y, además, en la historia fidedigna del establecimiento de
la ley, de la que se infiere la necesidad de cumplir con el trámite de la
ratificación.
Ahora bien, cualquiera que sea la opinión que se adopte, lo cierto es
que el tribunal debe dictar sentencia definitiva y, por lo que respecta a
las actitudes que aquel debe adoptar, nuevamente se dividen las
opiniones de los intérpretes. En efecto:
a) Según unos, en este caso, la sentencia debe desestimar el
desahucio por cuanto nadie puede ser creído bajo su sola palabra,
ya que la existencia y condiciones del contrato de arrendamiento,
al que se pretende poner término mediante desahucio,
aparecerían acreditadas con la mera afirmación del desahuciante;
y a éste no le quedaría otro camino que el ejercicio posterior de la
acción ordinaria correspondiente; y
b) Según otros, es cierto que en principio nadie puede ser creído
bajo su sola palabra, pero esta regla tiene excepciones, y una de
ellas la constituye precisamente este caso, en el cual al
desahuciado se le ha dado la oportunidad legal para oponerse
bajo el apercibimiento o riesgo de que, al no hacerlo, el
desahuciante ratifique el desahucio y el tribunal, en definitiva,
tenga que darlo por aceptado; a todo lo cual se agrega que no es
posible colocar en mejor situación al litigante rebelde que al que
comparece a defenderse, tratándose, sobre todo, de un juicio tan
sui géneris como es el de desahucio.
En consecuencia, de acuerdo con este último criterio que es el que
compartimos la sentencia definitiva tendrá que dar por ratificado el
desahucio y designar, al mismo tiempo, el día en que deba hacerse la
restitución de la cosa arrendada.

Los recursos.
La sentencia definitiva de primera instancia, que tiene por ratificado
el desahucio y fija día para la restitución de la cosa arrendada, lo mismo
que la que declara sin lugar el desahucio, serán susceptibles de los
recursos de casación en leí forma y de apelación.
El recurso de casación en la forma no suspenderá la ejecución de la
sentencia, sin que el demandado vencido pueda exigir del demandante
fianza de resultas, por estarle vedado este derecho expresamente por el
legislador (art. 773, inc. 2°, del del Código de Procedimiento Civil
CPC).
En cuanto al recurso de apelación, será necesario distinguir si la
sentencia ratifica el desahucio o, por el contrario, lo deniega: en el
primer caso, el recurso se concederá sólo en el efecto devolutivo y se
tramitará como en los incidentes; en el segundo, a contrario sensu, la
apelación se concederá en ambos efectos (art. 606 del Código de
Procedimiento Civil CPC).
La sentencia definitiva de segunda instancia será susceptible de
casación en la forma y, si ha sido pronunciada por Corte de Apelaciones,
será susceptible, además, de casación en el fondo; pero estos recursos no
suspenderán la ejecución de la sentencia, ni autorizarán al vencido para
exigir del vencedor la correspondiente fianza de resultas (arts. 767 y
773, inc. 2°, del Código de Procedimiento Civil CPC).

La ejecución de la sentencia definitiva.


Al respecto se hace un claro distingo según sea la clase del bien
sobre el cual versaba el arrendamiento y que la sentencia ordena
restituir.
En efecto:
a) Si el arrendatario desahuciado retarda la restitución de la cosa
mueble arrendada, se procederá a la ejecución de la sentencia, de
conformidad a las reglas generales, esto es, mediante el auxilio
de la fuerza pública (arts. 235, Nº 1°, y 596 del Código de
Procedimiento Civil CPC); y
b) Si ratificado el desahucio, llega el día señalado para la restitución
sin que el arrendatario haya desalojado la finca arrendada, éste
será lanzado de ella a su costa, previa orden del tribunal
notificada en la forma establecida por el artículo 48 (art. 595 del
Código de Procedimiento Civil CPC).
En consecuencia, mientras la sentencia que ratifica el desahucio y
ordena restituir una cosa mueble arrendada se ejecuta en conformidad a
las reglas generales; la que ratifica el desahucio y ordena restituir una
cosa inmueble arrendada, se cumple mediante un procedimiento especial
llamado lanzamiento.
Según Escriche, lanzamiento es el despojo ordenado y ejecutado por
mandato judicial, arrojando a alguno de la posesión o tenencia por
ministerio de la justicia. Para nosotros, en cambio, es el procedimiento
especial señalado por el Código del ramo para obtener el cumplimiento
de la sentencia que acoge el desahucio y ordena restituir la finca o cosa
inmueble arrendada.
Dictada, pues, la sentencia que da lugar al desahucio y que ordena
restituir el inmueble arrendado, se pide el correspondiente lanzamiento,
no obstante la interposición de recursos; puesto que, como hemos visto,
tanto la apelación como la casación se conceden sólo en el efecto
devolutivo (arts. 606 y 773, inc. 2°, del Código de Procedimiento Civil).
Acogida esta solicitud por el tribunal, debe ser notificada al
arrendatario retardado en el cumplimiento de la sentencia, por cédula
(arts. 48 y 595 del Código de Procedimiento Civil CPC). Esta
notificación implica requerimiento judicial, y, en consecuencia, desde
ese momento queda aquél constituido en mora, no obstante haber
precedido el desahucio (art. 1949 CC), con las consecuencias legales
consiguientes.
Y si aun se resiste, se procede materialmente al lanzamiento, o sea,
desalojando al arrendatario de la finca arrendada mediante el auxilio de
la fuerza pública, tanto en lo que se refiere a su persona, cuanto a los
bienes muebles con que lo hubiere amoblado, guarnecido o provisto, a
su costa.
No olvidemos, en todo caso, que la sentencia que ordena el
lanzamiento sólo será apelable en el efecto devolutivo, y la apelación se
tramitará como en los incidentes (art. 606 del Código de Procedimiento
Civil CPC).

El desahucio extrajudicial.
Es aquel que se efectúa, como su nombre lo indica, sin intervención
de la justicia.
La prueba del desahucio extrajudicial se sujetará a las reglas
generales del Título XXI, Libro IV, del Código Civil y a los
procedimientos que establece el Código del ramo (art. 588, inc. 2°, del
Código de Procedimiento Civil CPC).
Desde el momento en que se trata de un hecho, puede probarse por
cualesquiera de los medios de prueba que contempla la ley para
acreditarlo en juicio, incluso por medio de testigos, pues no existen
limitaciones legales al respecto (art. 341 del Código de Procedimiento
Civil CPC).
Pero el desahucio extrajudicial se da con el objeto de que produzca
un resultado práctico útil, cual es, que el arrendatario desahuciado
restituya la cosa mueble o inmueble arrendada al arrendador. ¿Cómo se
obtiene, pues, esta finalidad?
A nuestro juicio, será necesario distinguir según sea la actitud que
asuma el contratante a quien se ha notificado extrajudicialmente de
desahucio, esto es, si dentro del término legal deduce o no reclamación:
a) Sabemos que el término para reclamar del desahucio, sea judicial
o extrajudicial, es dentro de los diez días subsiguientes a la
noticia del desahucio, o sea, de la fecha en que fue dada (art. 590
del Código de Procedimiento Civil CPC).
Si dentro de este plazo el desahuciado extrajudicialmente
reclama ante la justicia, el tribunal proveerá la reclamación
citando a las partes a una audiencia para dentro del quinto día
hábil después de la última notificación, a fin de que concurran
con sus medios de prueba y expongan lo conveniente a sus
derechos (art. 589 del Código de Procedimiento Civil CPC).
La reclamación se notificará al que hace el desahucio en
la forma que dispone el artículo 553 (art. 591, parte la, del
Código de Procedimiento Civil CPC). En otras palabras, la
solicitud que contiene la reclamación y su correspondiente
proveído serán notificadas personalmente al que dio el desahucio,
y si se practica de conformidad al artículo 44, sin necesidad de
acreditar que se encuentra en el lugar del juicio. La razón de ser
de esta notificación personal, al que hizo el desahucio, no es otra
que se trata a su respecto de la primera que se practica dentro de
una gestión judicial, cuya iniciación, además, ha debido ignorar
(art. 40 del Código de Procedimiento Civil CPC).
En estos casos, si la persona que ha dado el desahucio no
se ha hecho parte en la primera instancia antes del
pronunciamiento de la sentencia definitiva, se pondrá ésta en
conocimiento del defensor de ausentes, quien podrá deducir y
seguir los recursos a que haya lugar (art. 591, parte 2a, del
Código de Procedimiento Civil CPC).
Si la reclamación aparece interpuesta fuera del plazo, o si
los fundamentos en que se ha apoyado no son legales, o no
resultan comprobados, será desechada por el tribunal,
manteniéndose el desahucio extrajudicial y designándose en la
misma sentencia el día en que deba hacerse la restitución de la
cosa arrendada (art. 594, inc. 1°, del Código de Procedimiento
Civil CPC).
En caso contrario, se acogerá la reclamación y se
declarará sin lugar el desahucio extrajudicial de que se trate (art.
594, inc. 2°, del Código de Procedimiento Civil CPC).
Esta sentencia definitiva será susceptible de los mismos
recursos y se cumplirá en idéntica forma que la pronunciada
dentro de la gestión a que ha dado origen el desahucio judicial, de
suerte que es innecesario insistir sobre ello; y
b) En cambio, si el contratante desahuciado extrajudicialmente
guarda discreto silencio dentro del término legal que tenía para
reclamar de esta noticia anticipada de poner término al arriendo,
al contratante que ha dado el desahucio no le queda otro camino
que recurrir a los tribunales de justicia; y ¿qué pedirá al respecto?
A nuestro juicio, deberá solicitar que se tenga por
ratificado el desahucio extrajudicial y como éste se prueba en
conformidad a las reglas generales del derecho y a los
procedimientos establecidos por el Código de Procedimiento
Civil (art. 588, inc. 2°, del Código de Procedimiento Civil CPC),
el tribunal proveerá semejante presentación, citando a las partes
interesadas a una audiencia para dentro del quinto día hábil
después de la última notificación, a fin de que concurran con sus
medios de prueba y expongan lo conveniente a sus derechos.
Esta resolución se notificará personalmente al arrendador
o arrendatario desahuciado, según el caso (art. 40 del Código de
Procedimiento Civil CPC); y la audiencia estará destinada
fundamentalmente a que la persona que ha dado el desahucio
extrajudicial lo acredite por los medios legales de prueba que
correspondan, si desea que el tribunal, en definitiva, tenga por
ratificado el desahucio extrajudicial y fije día para la restitución
de la cosa arrendada.
La sentencia definitiva que ratifique el desahucio
extrajudicial, o lo declare sin lugar, será también susceptible de
los mismos recursos y se cumplirá en idéntica forma que la
pronunciada dentro de la gestión a que dio origen el desahucio
judicial.

Reserva de la acción ordinaria.


Sea que la sentencia definitiva se haya pronunciado dentro de una
gestión de desahucio judicial, que se haya pronunciado dentro de una
gestión de desahucio extrajudicial, que mantenga o ratifique el
desahucio, o que lo declare sin lugar, lo cierto es que dicha sentencia no
privará a las partes del ejercicio de las acciones ordinarias a que tengan
derecho, sobre las mismas cuestiones resueltas por aquélla (art. 615 del
Código de Procedimiento Civil CPC).
En otras palabras, esta sentencia se cumple y no puede ser
modificada dentro de la gestión judicial en que fue pronunciada; pero no
hay inconveniente legal alguno para que por la vía ordinaria se discuta
entre las mismas partes idéntica cuestión ventilada en el juicio de
desahucio.
Constituye este caso, en consecuencia, un claro ejemplo de lo que
llamábamos en su oportunidad cosa juzgada formal.

III. El juicio de restitución de la cosa arrendada por la


expiración del tiempo estipulado para la duración del arrendamiento,
o por la extinción del derecho del arrendador

Objeto y campo de aplicación de este juicio.


Dispone el inciso 1° del artículo 604 del Código de Procedimiento
Civil, que “el procedimiento establecido en este párrafo (alude al
juicio de desahucio) se observará también cuando se exija la
restitución de la cosa arrendada por la expiración del tiempo
estipulado para la duración del arrendamiento, o por la extinción
del derecho del arrendador”.
Agrega el artículo 605 que “cuando la terminación del
arrendamiento resulte de sentencia judicial, en los casos previstos
por la ley, podrá adoptarse el procedimiento del artículo anterior o
el que corresponda para la ejecución de dicha sentencia, a elección
de la parte a quien ella favorezca”.
En consecuencia, el objeto preciso y determinado de este juicio
especial del contrato de arrendamiento es pedir la restitución de la cosa
arrendada, llámese mueble o inmueble; y el fundamento de esta petición
puede consistir en:
a) La expiración del tiempo estipulado para la duración del
arrendamiento. Ejemplo: arriendo por tres años y vencido el
plazo exijo la restitución de la cosa arrendada; la simplicidad de
la petición y de su fundamento sólo requieren de un juicio
especial, breve y sencillo, como el que estamos analizando (art.
1950, Nº 2°, CC);
b) La extinción del derecho del arrendador. Ejemplo: el arrendador
era usufructuario y el usufructo se extingue por vencimiento del
plazo por el cual fue constituido; luego el propietario tiene
derecho a exigir del arrendatario la restitución de la cosa
arrendada. El arrendador vende la cosa arrendada y el nuevo
dueño no está obligado a respetar el arrendamiento; luego, este
último puede pedir del arrendatario la restitución de la cosa
arrendada (arts. 1950, Nº 4°, 1958 y 1961 CC);
c) La dictación de una sentencia judicial de la que resulte la
terminación del arrendamiento, en los casos previstos por la ley
(art. 1950, Nº 4°, CC). Éste es otro modo de terminación del
contrato de arrendamiento que obliga al arrendatario a restituir la
cosa arrendada al arrendador. Si no lo hace, este último puede
valerse del juicio o procedimiento que estamos tratando. La
sentencia judicial que declara expirado el arriendo ha podido
pronunciarse en cualquier clase de juicio, sea ordinario o
sumario, y el arrendador favorecido con ella podrá exigir la
restitución de la cosa arrendada de acuerdo con el procedimiento
señalado en el artículo 604 del Código de Procedimiento Civil, o
en conformidad a las reglas generales sobre ejecución de
sentencias, a su elección; o sea, de acuerdo a los artículos 231 y
siguientes de este Código. Es evidente que este último camino le
será más fácil y expedito, pues le permitirá recuperar la cosa
arrendada mediante el simple auxilio de la fuerza pública; y
d) No obstante, la jurisprudencia ha agregado un cuarto caso en que
puede ser utilizado este juicio especial de arrendamiento: nos
referimos a la terminación del arrendamiento producido por la
estipulación de un pacto comisorio con la cláusula de
terminación "ipso facto".

El pacto comisorio consiste en estipular expresamente que el no pago


de la renta de arrendamiento convenida hace cesar el correspondiente
contrato. Como se ve, es la condición resolutoria ordinaria que puede
pactarse válidamente en todo contrato bilateral, la que una vez cumplida
opera de pleno derecho, esto es, sin declaración judicial previa.
Si a la estipulación anterior agregamos que la resolución se producirá
ipso facto, con mayor razón producido el evento del no pago de la renta,
deberá entenderse resuelto el arrendamiento de pleno derecho; y puede,
por consiguiente, exigirse la restitución de la cosa arrendada, en
conformidad a lo preceptuado en el artículo 604 del Código de
Procedimiento Civil, del mismo modo que si se tratara de la terminación
del contrato por la expiración del término estipulado para su duración.
Su procedimiento.
Este juicio especial del contrato de arrendamiento se tramita como el
juicio de desahucio, salvo pequeñas modificaciones.
En la demanda se pedirá la restitución de la cosa arrendada y se
invocará, además, su correspondiente fundamento, o sea, la expiración
del tiempo estipulado para la duración del arrendamiento, la extinción
del derecho del arrendador, la dictación de una sentencia que declare
terminado el arriendo, o el evento del pacto comisorio ipso facto, todo
ello, según el caso.
El tribunal ordenará poner esta demanda en conocimiento del
demandado; quien, notificado en conformidad al artículo 553 del Código
de Procedimiento Civil, tendrá el plazo de diez días para oponerse a
dicha restitución; continuando el juicio adelante lo mismo que si se
tratara del desahucio judicial (art. 604, inc.2°, del Código de
Procedimiento Civil CPC).
Cuando se trate de bienes inmuebles, la misma sentencia que deseche
la reclamación ordenará además el lanzamiento, si está vencido el plazo
del contrato; salvo que existan retenciones decretadas a favor del
arrendatario por no haberse otorgado las cauciones a que se refiere el
artículo 600 (art. 604, inc. 3°, del Código de Procedimiento Civil CPC).
De donde se deduce que este juicio puede iniciarse preventivamente,
esto es, antes de estar vencido el plazo estipulado para la duración del
arrendamiento; y a fin de tener de antemano una sentencia firme que
ordene restituir la cosa arrendada al momento del vencimiento de dicho
plazo; faltando sólo pedir y decretar el lanzamiento, si de bienes
inmuebles se tratare.
La sentencia que disponga la restitución de la cosa arrendada sólo
será apelable en el efecto devolutivo; y la apelación se tramitará como
en los incidentes (art. 606 del Código de Procedimiento Civil CPC). A
contrario sensu, si la sentencia acoge la reclamación, o sea, niega lugar a
la restitución de la cosa arrendada, será apelable en ambos efectos.
En cuanto a la casación, en conformidad a las reglas generales, no
suspenderá la ejecución de la sentencia recurrida; y el vencido no podrá
exigir del vencedor fianza de resultas para poder cumplirla, ya que este
derecho le está vedado al demandado en los juicios de desahucio, y el
que estamos tratando se tramita como este último (art. 773, inc. 2°, del
Código de Procedimiento Civil ).
No hay que olvidar que la sentencia no privará a las partes del
ejercicio de las acciones ordinarias a que tengan derecho sobre las
mismas cuestiones resueltas por aquélla (art. 615 del Código de
Procedimiento Civil).
IV. El juicio de terminación inmediata del contrato de
arrendamiento en los casos expresamente señalados por el legislador

Objeto y campo de aplicación de este juicio.


El objeto de este juicio especial del contrato de arrendamiento es
pedir al tribunal que declare inmediata-mente terminado el contrato de
arriendo, o sea, lo que el actor pretende es que el contrato expire, por
medio de sentencia judicial obtenida a través de un procedimiento rápido
y especial (art. 1950, N°4°,CC).
El fundamento de la petición de terminación del arriendo será el
incumplimiento por parte del arrendatario de determinadas obligaciones
que le impone el contrato, siempre y cuando ella no sea el pago de la
renta; pues, en tal caso, el arrendador tendría que recurrir a otro juicio
especial, al cual nos referiremos más adelante.
Junto con pedir la terminación inmediata del arriendo, fundada,
como hemos dicho, en la infracción por parte del arrendatario de
determinadas obligaciones que le impone el contrato, se solicitará
también, consecuencialmente, la restitución de la cosa arrendada.
Ahora bien, ¿en cuáles casos se utilizará este procedimiento
especial?
Contesta la interrogación la parte primera del artículo 607 del
Código de Procedimiento Civil, al decir: "Cuando la ley autorice al
arrendador para pedir la terminación inmediata del arrendamiento, como
en los casos previstos por los artículos 1972 y 1973 del Código Civil,
señalará el tribunal la audiencia...".
Este precepto, de sencilla apariencia, ha dado origen a diversas
interpretaciones en su aplicación práctica; porque se discute arduamente
en doctrina y ante la jurisprudencia de nuestros tribunales sobre el
campo de aplicación de este juicio.
En efecto, tres opiniones se han formulado al respecto:
a) Unos piensan que este juicio se aplica única y exclusivamente a
los dos casos señalados por el artículo 607 del Código de
Procedimiento Civil, o sea, a los casos en que la terminación
inmediata del arriendo se funde en lo dispuesto en los artículos
1972 y 1973 del Código Civil
El primero de estos preceptos autoriza al arrendador para
pedir la terminación inmediata del arrendamiento cuando el
inquilino es negligente en el cumplimiento de sus obligaciones de
mantener las paredes, los pavimentos y demás partes interiores
del edificio medianamente aseados, de mantener limpios los
pozos, acequias y cañerías y de deshollinar las chimeneas.
El segundo, en cambio, autoriza al arrendador para expeler
al inquilino cuando empleare la casa o edificio en un objeto
ilícito, o cuando teniendo facultad para subarrendar, subarriende
a personas de notoria mala conducta, las que, en este caso, podrán
ser igualmente expelidas;
b) Otros consideran que este juicio especial se aplica nada más que
a aquellos casos en que la legislación civil, por expresa
disposición, autoriza al arrendador para pedir la "terminación
inmediata" del arriendo.
Tal sería el caso del artículo 1979 del Código Civil que
autoriza al arrendador para hacer cesar "inmediatamente" el
arriendo, en casos graves, cuando el colono o arrendatario rústico
no goza del fundo como buen padre de familia; y
c) Por último, hay quienes sostienen que la terminación del
arrendamiento por medio de este juicio especial puede obtener-se
no sólo cuando el legislador la autoriza "inmediatamente", o sea,
valiéndose de esta palabra, sino también cuando emplea
expresiones equivalentes; y, todavía más, cuando opera la
condición resolutoria tácita envuelta en todo contrato bilateral,
vale decir, por infracción del arrendatario a cualesquiera de sus
obligaciones, naturalmente siempre que no sea la de pagar la
renta convenida, que origina, como ya lo hemos expresado, otro
juicio especial.
La primera opinión la rechazamos, por cuanto la simple lectura del
artículo 607 del Código de Procedimiento Civil permite apreciar que la
referencia a los artículos 1972 y 1973 del Código Civil es meramente
ilustrativa, o sea, por vía de ejemplo; y la tercera, por ser demasiado
amplia y no cuadrar con el objeto preciso y determinado de este juicio,
cual es pedir la terminación inmediata del arriendo en los casos
expresamente señalados por el legislador.
Pensamos que la segunda doctrina es la que se ajusta más a la letra y
al espíritu de la legislación procesal civil; pero, al mismo tiempo,
dejando en claro que la acción de terminación del arriendo si no es
inmediata, en virtud de disposición expresa del legislador civil, podrá
ventilarse ya en procedimiento ordinario, ya en procedimiento sumario,
según su especial naturaleza.

Su procedimiento.
Presentada la demanda de terminación inmediata del arriendo,
señalará el tribunal la audiencia del quinto día hábil después de la
notificación del demandado, a fin de que concurran las partes con sus
medios de prueba y expongan lo conveniente a su derecho (art. 607, inc.
1°, del Código de Procedimiento Civil ).
Es aplicable a la notificación de la demanda, en este caso, lo
dispuesto por el artículo 553 (art. 608 del Código de Procedimiento Civil
CPC). En otras palabras, la demanda se notificará al demandado
personalmente; y, en caso de serlo personal de conformidad al artículo
44, bastará con acreditar cuál es su morada, sin que sea necesario probar
que también se halla en el lugar del juicio.
Tendrá lugar la audiencia con sólo el interesado que asista (art. 607,
inc. 1°, del Código de Procedimiento Civil CPC). Por consiguiente, la
ausencia del demandante o del demandado no frustra el comparendo, el
cual se llevará a efecto en rebeldía del inasistente.
Si ha de rendirse prueba testimonial, se procederá con arreglo a lo
establecido en los dos últimos incisos del artículo 578 (art. 607, inc. 2°,
del Código de Procedimiento Civil CPC). Quiere esto significar que las
listas de testigos serán presentadas por las partes antes de las doce del
día que preceda al comparendo y que todo cuanto hemos expresado
acerca de la prueba testimonial en las querellas posesorias le será
también aplicable a este nuevo juicio especial (ver Nº 863).
Cuando el tribunal lo estime necesario podrá, antes de dictar
sentencia, nombrar un perito que informe sobre los hechos alegados o
practicar una inspección personal (art. 609 del Código de Procedimiento
Civil CPC).
Terminada la audiencia o practicadas las diligencias antes indicadas,
el tribunal citará de inmediato a las partes a oír sentencia, la que deberá
dictar dentro de tercero día (artículo 610 del Código de Procedimiento
Civil CPC).
Si la sentencia da lugar a la terminación del arrendamiento, sólo será
apelable en el efecto devolutivo; y el recurso se tramitará como en los
incidentes (art. 614 del Código de Procedimiento Civil CPC). A
contrario sensu, si la sentencia niega lugar a la demanda, será apelable
en ambos efectos; y el recurso se tramitará en la forma ordinaria.
Los recursos de casación no suspenderán la ejecución de la sentencia
recurrida; y la parte vencida tampoco podrá exigir de la vencedora el
otorgamiento de fianza de resultas, porque dentro de la expresión "los de
desahucio" también se comprenden los juicios de terminación inmediata
del arrendamiento.
Para justificar esta última afirmación los tribunales han recurrido a la
historia fidedigna del establecimiento de la ley; y ella nos demuestra que
el actual artículo 773 del Código de Procedimiento Civil fue tomado de
la Ley de Enjuiciamiento Civil española, en la que los juicios de
desahucio son sinónimos de todos nuestros juicios especiales del
contrato de arrendamiento.
Por último, las sentencias que se pronuncien en conformidad a este
juicio o procedimiento especial no privarán a las partes del ejercicio de
las acciones ordinarias a que tengan derecho sobre las mismas
cuestiones resueltas por aquéllas (art. 615 del Código de Procedimiento
Civil).

V. El juicio de terminación inmediata del contrato de


arrendamiento por falta de pago de la renta

Objeto y campo de aplicación de este juicio.


Entre las obligaciones que el contrato de arrendamiento impone al
arrendatario sobresale la de pagar el precio o renta convenida (art. 1942,
inc. 1°, CC).
Si el arrendatario no cumple con esta obligación sobreviene la
condición resolutoria tácita que va envuelta en todo contrato bilateral,
consistente en no cumplirse por uno de los contratantes lo pactado, y que
autoriza al otro contratante para pedir la resolución del contrato o el
cumplimiento del mismo, en ambos casos con indemnización de
perjuicios (art. 1489 CC).
Esta acción resolutoria, en los contratos de tracto sucesivo, como es
el de arrendamiento, equivale a su terminación; y, en atención a que no
tiene señalada en la ley una tramitación especial, se ajustará al
procedimiento ordinario o sumario, según corresponda.
Sin embargo, tratándose del arriendo de casas, almacenes u otros
edificios, "la mora de un periodo entero en el pago de la renta, dará
derecho al arrendador, después de dos reconvenciones, entre las
cuales medien a lo menos cuatro días, para hacer cesar
inmediatamente el arriendo, si no se presta seguridad competente de
que se verificará el pago dentro de un plazo razonable, que no
bajará de treinta días" (art. 1977 CC).
En consecuencia, este otro juicio especial de arrendamiento tiene por
objeto obtener su terminación inmediata, median-te sentencia judicial,
fundado en la falta de pago de la renta o precio convenido, y siempre
que el contrato verse sobre casas, almacenes u otros edificios.
Pero, al ejercitarse esta acción, podrá deducirse también la de cobro
de las rentas insolutas en que aquélla se funde, y la de los consumos de
luz, gas, energía eléctrica, agua potable, riego u otras prestaciones
análogas que se adeuden (art. 611, inc. 2°, del Código de
Procedimiento Civil).
Todavía más: demandadas estas prestaciones, se entenderán
comprendidas en la acción las de igual naturaleza a las reclamadas que
se devenguen durante la tramitación del juicio hasta la expiración del
plazo que se haya fijado para la restitución o para el pago (art. 611, inc.
4°, del Código de Procedimiento Civil ).
Si no existieran estas disposiciones, el arrendador tendría que haber
cobrado las rentas y demás prestaciones en el juicio ordinario
correspondiente. El hecho de comprenderse, además el cobro de las
prestaciones que se devenguen entre la interposición de la demanda y la
expiración del plazo que se haya fijado para la restitución o para el pago,
es un ejemplo típico de acción y de sentencia sobre condena futura.

Su procedimiento.
Cuando la terminación del arrendamiento se pida por falta de pago
de la renta, de conformidad a lo dispuesto por el artículo 1977 del
Código Civil, la segunda de las reconvenciones a que dicho artículo se
refiere se practicará ocurriendo al tribunal respectivo, el que citará a las
partes a una audiencia inmediata y procederá en lo de-más con arreglo a
lo establecido en los artículos precedentes, o sea, en conformidad al
juicio especial de terminación inmediata del contrato de arrendamiento
anteriormente analizado (art. 611, inc. del Código de Procedimiento
Civil).
El legislador parte, pues, de la base que la primera reconvención a
que alude el artículo 1977 del Código Civil se ha efectuado
extrajudicialmente, y que la segunda deberá hacerse ante el tribunal
respectivo; de suerte que si el arrendatario no paga la renta adeudada o
no da seguridades de pago, y el arrendador prueba la efectividad de
haberse efectuado la primera reconvención, el tribunal declarará
terminado inmediatamente el arrendamiento y fijará fecha para la
restitución de la cosa arrendada.
Sin embargo, en la práctica, siempre la primera reconvención se
efectúa por intermedio de la justicia, para precaver dificultades
posteriores de prueba. En consecuencia, el juicio comienza por solicitud
del arrendador en la que pide se ordene practicar al arrendatario moroso
la primera reconvención de pago, a lo cual el tribunal accede. Esta
primera reconvención la realiza el Receptor; y, por ser la primera
notificación que se practica en el proceso, se efectúa personalmente (art.
40 del Código de Procedimiento Civil).
Una vez transcurridos cuatro días (art. 1977 CC), el arrendador
presentará una nueva solicitud, en la que pedirá que se ordene practicar
al arrendatario moroso la segunda reconvención de pago. El tribunal la
proveerá, citando a las partes a una audiencia para dentro del quinto día
hábil después de la notificación del demandado. Esta resolución, en
conformidad a las reglas generales, se notificará a las partes por cédula
(art. 48 del Código de Procedimiento Civil.)
Se trata de una audiencia de contestación y de prueba que se regirá
en todo por lo que ya hemos expuesto, al tenor de los artículos 607, 608,
609 y 610 del Código de Procedimiento Civil; pero, como la segunda
reconvención de pago aún no se ha efectuado al arrendatario, la
audiencia se comenzará practicando el tribunal al demandado dicha
reconvención.
Esta audiencia, por consiguiente, tiene una triple finalidad:
reconvenir por segunda vez al demandado a objeto de que pague las
rentas adeudadas, o bien, de que otorgue seguridades competentes;
escuchar las alegaciones de las partes, en especial la defensa del
demandado; y, por fin, recibir las pruebas que las partes deseen ofrecer y
rendir.
Así también quedó claramente establecido en la historia fidedigna de
la ley; pues se pensó que al efectuar la segunda reconvención en la
audiencia, se le permitiría al demandado pagar las rentas, o, por lo
menos, ofrecer seguridades de pago, las que podrían también ser
discutidas por el actor, y, en definitiva, ser apreciadas por el juez en
orden a su suficiencia.
La sentencia rechazará la demanda de terminación inmediata del
arrendamiento, sea porque no se logró probar el con-trato, en caso de
haber sido desconocido por el arrendatario, sea porque este último pagó
las rentas insolutas, o bien prestó seguridades competentes de pago a
juicio del juez.
En caso contrario acogerá la demanda, esto es, declarará
inmediatamente terminado el contrato de arrendamiento y fijará fecha de
restitución de la cosa arrendada; y en el evento de que el arrendador
también hubiere comprendido en su demanda el cobro de las rentas
insolutas, de los consumos y demás prestaciones análogas, también la
sentencia deberá contener expresa declaración sobre estas peticiones.
Cuando la sentencia definitiva dé lugar a la terminación del
arrendamiento, sólo será apelable en el efecto devolutivo; y el recurso se
tramitará como en los incidentes (art. 614 del Código de Procedimiento
Civil). A contrario sensu, la que niegue lugar a la terminación del
arrendamiento, será apelable en ambos efectos; y el recurso se tramitará
en la forma ordinaria.
Los recursos de casación no suspenderán la ejecución de la sentencia
recurrida; y la parte vencida no podrá exigir del vencedor el
otorgamiento de fianza de resultas, por las mismas razones dadas al
tratar esta materia dentro del anterior juicio especial de arrendamiento
(art. 773 del Código de Procedimiento Civil).
Las sentencias que se pronuncien en conformidad a este juicio o
procedimiento especial, no privarán a las partes del ejercicio de las
acciones ordinarias a que tengan derecho sobre las mismas cuestiones
resueltas por aquéllas (art. 615 del Código de Procedimiento Civil
CPC).

VI. El juicio destinado a atajar el mal uso o la deterioración del


fundo arrendado exigiendo fianza u otra seguridad competente, y aun
en casos graves, para hacer cesar inmediatamente el arriendo.

Objeto y campo de aplicación de este juicio.


El artículo 1979 del Código Civil establece que "el colono o
arrendatario rústico es obligado a gozar del fundo como buen padre
de familia; y si así no lo hiciere, tendrá derecho el arrendador para
atajar el mal uso o la deterioración del fundo, exigiendo al efecto
fianza u otra seguridad competente, y aun para hacer cesar
inmediatamente el arriendo, en casos graves".
Por otra parte, el artículo 612 del Código de Procedimiento Civil
prescribe que "el arrendador que pretenda hacer uso de los derechos
concedidos por el artículo 1979 del Código Civil, se ajustará a lo
establecido en el Título XI de este Libro sobre procedimiento
sumario".
De donde se desprende que los objetos de este juicio especial del
arrendamiento son dos:
a) Exigir por parte del arrendador al arrendatario de predio rústico,
fianza u otra seguridad competente; o
b) Pedir la terminación inmediata del contrato de arrendamiento de
predio rústico, en casos graves.

En ambos casos, el fundamento de las acciones deducidas será el mal


uso o deterioración del fundo por parte del arrendatario, esto es, en
suma, la infracción a su más elemental obligación de gozar de aquél
como buen padre de familia.

Su procedimiento.
Cualquiera de las dos acciones antes señaladas que deduzca el
arrendador de predio rústico en contra del arrendatario o colono, será
substanciada en conformidad al procedimiento sumario; o sea, al
procedimiento especial señalado en los artículos 680 al 692 del Código
de Procedimiento Civil, que ya conocemos.
La sentencia que da lugar a la terminación del arrendamiento sólo
será apelable en el efecto devolutivo; y el recurso se tramitará como en
los incidentes (art. 614 del Código de Procedimiento Civil CPC). A
contrario sensu, en los demás casos, la apelación se concederá en ambos
efectos; y su tramitación se ajustará a las reglas generales.
En cuanto a la casación, de acuerdo a las reglas generales, no
suspenderá la ejecución de la sentencia recurrida; y el vencido no tendrá
derecho a exigir del vencedor fianza de resultas, por tratarse de un juicio
de desahucio, en conformidad a la interpretación histórico-
jurisprudencial oportunamente señalada (art. 773 del Código de
Procedimiento Civil CPC).
Las sentencias que se pronuncien, en todo caso, no privarán a las
partes del ejercicio de las acciones ordinarias a que tengan derecho sobre
las mismas cuestiones resueltas por aquéllas (art. 615 del Código de
Procedimiento Civil CPC).

VII. El juicio sobre terminación del contrato de arrendamiento de


servicios inmateriales

Objeto y campo de aplicación de este juicio. Dispone el artículo


613 del Código de Procedimiento Civil, que "en los casos de los
artículos 1989 y 2009 del Código Civil, la terminación del
arrendamiento se someterá a las disposiciones del artículo 604".
Ahora bien, el artículo 1989 del Código Civil trata de la terminación
del contrato de arrendamiento de criados domésticos, disposición que se
encuentra derogada tácitamente por las pertinentes del Código del
Trabajo; de suerte que la referencia a dicho precepto es legalmente
inoperante.
En cuanto al artículo 2009 del Código Civil, versa sobre la
terminación del contrato de arrendamiento de servicios inmateriales; y
sobre el particular dispone que a esta clase de contratos puede ponérsele
fin cuando se quiera, o con el desahucio que se hubiere estipulado.
Pero como la mayoría de los contratos de arrendamiento de servicios
inmateriales, hoy día, frente a la legislación social constituyen
verdaderos contratos de trabajo, su terminación se halla reglamentada
por el Código del ramo; y la manera de pedirla será en conformidad a las
normas que en él se contienen y no a las del juicio especial que estamos
tratando.
En resumen, este juicio especial tiene por objeto pedir la terminación
de aquellos contratos de arrendamiento que versen sobre servicios
inmateriales que no se hallan reglamentados por el Código del Trabajo;
en otras palabras, de aquellos arrendamientos de servicios inmateriales
que no constituyen efectivamente contratos de trabajo.

Su procedimiento.
La terminación de estos contratos de arrendamiento se ajustará a lo
dispuesto en el artículo 604 del Código de Procedimiento Civil; y como
esta disposición se remite, a su vez, al juicio de desahucio, a la postre,
quiere decir que este otro juicio especial se ajustará al procedimiento
señalado para esta última clase de juicios.
La sentencia que dé lugar a la terminación del arrendamiento será
apelable sólo en el efecto devolutivo; y el recurso se tramitará en
conformidad a los incidentes (art. 614 del Código de Procedimiento
Civil CPC). A contrario sensu, en los demás casos, la apelación se
concederá en ambos efectos.
En cuanto a la casación, no suspenderá la ejecución de la sentencia
recurrida; y el vencido no podrá exigir del vencedor fianza de resultas
por las razones tantas veces dadas (art. 773 del Código de
Procedimiento Civil CPC).
No hay que olvidar, en todo caso, que las sentencias que se
pronuncien no privarán a las partes del ejercicio de las acciones
ordinarias a que tengan derecho sobre las mismas cuestiones resueltas
por aquéllas (art. 615 del Código de Procedimiento Civil CPC).

VIII. El derecho legal de retención en favor del arrendador

Concepto.
La principal obligación que pesa sobre el arrendatario es la de pagar
el precio o renta del arrendamiento (art. 1942, inc. 1°, CC).
Ahora bien, para la seguridad de este pago y de las indemnizaciones
a que tenga derecho, podrá el arrendador retener todos los frutos
existentes de la cosa arrendada, y todos los objetos con que el
arrendatario la haya amoblado, guarnecido o provisto, y que le
pertenecen, a menos de prueba en contrario (art. 1942, inc.2°,CC).
Pero para que sea eficaz el derecho de retención que en ciertos casos
conceden las leyes, es necesario que su procedencia se declare
judicialmente a petición del que pueda hacerlo valer; en este caso, del
arrendador cuyo arrendatario es moroso en el pago del precio o renta
convenida, o le adeuda determinadas indemnizaciones originadas por el
mismo arriendo (art. 545, inc. 1°, del Código de Procedimiento Civil
CPC).
Cabe, entonces, preguntar ¿cuál es el procedimiento que tiene el
arrendador para obtener que se declare en su favor el derecho legal de
retención antes indicado?

Su procedimiento.
La verdad es que nada ha dispuesto expresamente el legislador sobre
el particular.
Empero, en conformidad al espíritu general de la legislación, a
nuestro juicio, este derecho legal de retención puede solicitarse por vía
de acción principal, o por vía de incidente.
Si es por vía de acción principal, podrá deducirse aisladamente o en
unión de otra acción; y, en ambos casos, el procedimiento será el
ordinario, el sumario o el especial, según corresponda.
Por el contrario, si es por vía incidental, este derecho legal de
retención revestirá el carácter de una medida precautoria, destinada a
asegurar los resultados de la acción principal; ejemplo, de cobro de
rentas insolutas, en cuyo caso se procederá conforme a lo dispuesto en
los artículos 299, 300 y 302 (art. 545, inc. 2°, del Código de
Procedimiento Civil CPC).
La sentencia que dé lugar a la retención sólo será apelable en lo
devolutivo; y la apelación se tramitará como en los incidentes (art. 606
del Código de Procedimiento Civil CPC).

Medida provisional de orden policial.


Si el arrendatario pretendiera burlar el derecho de retención que
concede al arrendador el artículo 1942 del Código Civil, extrayendo los
objetos a que dicho precepto se refiere, podrá el arrendador solicitar el
auxilio de cualquier funcionario de policía para impedir que se saquen
esos objetos de la propiedad arrendada.
El funcionario de policía prestará este auxilio sólo por el término de
dos días; salvo que, transcurrido este plazo, le exhiba el arrendador
copia autorizada de la orden de retención expedida por el tribunal
competente (art. 598 del Código de Procedimiento Civil).
¿A qué orden se referirá esta disposición legal?
Evidentemente a la que expida el tribunal con el carácter de medida
precautoria; o bien fallando el derecho legal de retención, cuando ha
sido interpuesto como acción principal.

IX. El derecho legal de retención en favor del arrendatario

Concepto. En todos los casos en que se debe indemnización al


arrendatario, no podrá éste ser expelido o privado de la cosa arrendada,
sin que previamente se le pague o se le asegure el importe por el
arrendador (art. 1937, inciso 1°, del Código Civil).
Se trata, como se ve, de un verdadero y legal derecho de retención;
pero como tal, para que pueda ser eficaz, es necesario que su
procedencia se declare judicialmente a petición del que pueda hacerlo
valer, o sea, del arrendatario en contra del arrendador para asegurar o
garantizar el pago de indemnizaciones derivadas del contrato de arriendo
(art. 545, inciso 1°, del Código de Procedimiento Civil ).
Ejemplo típico: cobro de indemnizaciones por concepto de mejoras.

Su procedimiento.
Cuando el arrendatario desahuciado reclame indemnizaciones,
haciendo valer el derecho de retención que otorga el artículo 1937 del
Código Civil, deberá interponer su reclamo dentro del plazo de diez días
que concede el artículo 590 del presente Código; y se tramitará y fallará
en la misma forma que la oposición al desahucio. El tribunal, sin
perjuicio de lo que establezca sobre el desahucio, resolverá si hay o no
lugar a la retención solicitada (art. 597 del Código de Procedimiento
Civil CPC).
En otras palabras, la oportunidad que tiene el arrendatario para
invocar el derecho de retención sobre la cosa arrendada, para
garantizarse del pago de determinadas indemnizaciones, tratándose del
juicio de desahucio, será en el mismo plazo que tiene para oponerse a él,
esto es, dentro de diez días a contar desde su notificación.
Este derecho legal de retención se tramitará y fallará juntamente con
la cuestión principal, o sea, con el desahucio; debiendo el tribunal
pronunciarse, en definitiva, tanto sobre aquél, cuanto sobre la retención
solicitada.
El derecho legal de retención hecho valer por el arrendatario en el
juicio de desahucio no es propiamente fundamento o motivo de
oposición a este último; pues bien puede el juez acoger ambos, rechazar
ambos, o aceptar solamente el desahucio y denegar la retención.
En la práctica suele existir confusión al respecto. Se fundamenta la
oposición al desahucio, invocando el arrendatario el derecho legal de
retención de la cosa arrendada, en circunstancias que, como ya se ha
visto, él no enerva el desahucio: sólo impide ejecutar la sentencia o
retardarla.
En efecto, si ratificado el desahucio y llegado el momento de la
restitución existe retención decretada en favor del arrendatario, y el
arrendador no ha caucionado el pago de las indemnizaciones debidas, no
podrá éste pedir lanzamiento sin que previamente pague dichas
indemnizaciones o asegure su pago a satisfacción del tribunal (art. 600
del Código de Procedimiento Civil CPC).
La sentencia que dé lugar a la retención sólo será apelable en lo
devolutivo; y el recurso se tramitará como en los incidentes (art. 606 del
Código de Procedimiento Civil CPC). A contrario sensu, la que lo
deniegue será apelable en ambos efectos.
Los gastos hechos por el arrendatario en la cosa arrendada con
posterioridad al desahucio no le autorizarán para pedir su retención (art.
599 del Código de Procedimiento Civil CPC).

Labores o plantíos, o mejoras útiles.


Si hay labores o plantíos que el arrendatario reclame como de su
propiedad, o mejoras útiles cuyos materiales puede separar y llevarse sin
detrimento de la cosa arrendada, se extenderá diligencia expresiva de la
clase, extensión y estado de las cosas reclamadas (art. 601, inc. 1°, del
Código de Procedimiento Civil CPC).
Esta reclamación no será un obstáculo para el lanzamiento (art. 601,
inc. 2°, del Código de Procedimiento Civil CPC).
En seguida, se procederá al avaluó de las labores, plantíos o
materiales reclamados, por peritos nombrados en la forma que expresa el
artículo 414, o sea, en la forma ordinaria (art. 602 del Código de
Procedimiento Civil CPC).
Practicada esta diligencia, podrá el arrendatario reclamar el abono de
la cantidad en que haya sido apreciado lo que crea corresponderle, o que
se le permita separar y llevarse los materiales (artículo 603, inciso 1°,
del Código de Procedimiento Civil CPC).
Esta nueva reclamación se tramitará como incidente (artículo 603,
inciso 2°, del Código de Procedimiento Civil CPC).
El derecho legal de retención del arrendatario en función de los
juicios especiales del contrato de arrendamiento.
Las normas sobre el derecho legal de retención que puede invocar el
arrendatario cuando reclama indemnizaciones de parte de su arrendador,
o bien cuando reclama labores o plantíos de su propiedad, o mejoras
útiles cuyos materiales pueden separarse y llevarse sin detrimento de la
cosa arrendada, hasta aquí estudiadas, aparecen dentro de la
reglamentación del juicio de desahucio y, por consiguiente, son
aplicables sólo a esta clase de juicio especial del contrato de
arrendamiento.
Sin embargo, en los juicios de restitución de la cosa arrendada por la
expiración del tiempo estipulado para la duración del arrendamiento, o
por la extinción del derecho del arrendador, también tienen aplicación
aquellas normas, desde el momento en que esta última clase de juicios
especiales se tramitan en conformidad al procedimiento de desahucio
(art. 604, CPC) y ninguna razón legal valedera existe para excluirlas.
Otro tanto podemos decir respecto de los demás juicios especiales
del contrato de arrendamiento, como ser los que reglamentan los
artículos 607 y 611 del Código de Procedimiento Civil, en los cuales la
jurisprudencia ha aceptado que el arrendatario demandado puede pedir
derecho legal de retención sobre la cosa arrendada en los mismos
términos y por iguales motivos que en los juicios de desahucio.

X. El juicio relativo a los contratos de arrendamiento de bienes


raíces urbanos

Fuentes legales. Tanto el Decreto Ley Nº 964, de 12 de abril de


1975, como la Ley Nº 18.101, de 7 de enero de 1982, contienen normas
de derecho sustantivo o de fondo acerca del contrato de arrendamiento
de bienes raíces urbanos; igualmente establecen reglas de competencia
sobre los tribunales llamados a conocer de los juicios que se deriven de
dichos contratos y del procedimiento a observar en esos mismos juicios.
El procedimiento contemplado en la Ley Nº 18.101, que fija normas
especiales sobre arrendamiento de predios urbanos, fue modificado por
Ley Nº 19.866, de 11 de abril de 2003.
Al respecto, es necesario dejar en claro que, si bien el artículo 25 de
la Ley Nº 18.101 deroga el Decreto Ley Nº 964, de 1975, sobre
arrendamiento de bienes raíces urbanos, es necesario citarlo como fuente
legal en esta materia, ya que el artículo primero transitorio de la citada
ley, hace aplicables las disposiciones del Decreto Ley Nº 964, de 1975, a
los contratos de arrendamiento de bienes raíces urbanos celebrados con
anterioridad a la vigencia de dicha ley, vale decir, al 29 de enero de
1982, entendiéndose subsisten-te en todas sus partes para tal fin.
Asimismo, en materia de procedimiento, conforme con el inciso 2°
del artículo 1° transitorio de la Ley Nº 18.101, se sustanciarán y fallarán
con arreglo a las disposiciones del DL Nº 964 los siguientes juicios:
a) Los juicios iniciados antes del 29 de enero de 1982 y que se
encuentren actualmente pendientes; y
b) Los juicios que se promuevan en el futuro y que digan relación
con contratos de arrendamiento celebrados antes del 29 de enero
de 1982.

Por lo tanto, los juicios especiales del contrato de arrendamiento


hasta aquí estudiados, ante esta nueva legislación sobre los contratos de
arrendamiento de bienes raíces urbanos, han perdido, en gran medida, su
aplicación e importancia prácticas, puesto que ella ahora que da reducida
a los juicios especiales de contratos de arrendamiento que versen sobre
cosas muebles propiamente tales, locales comerciales o industriales, etc.,
o sea, sobre todo aquello contrapuesto a bienes raíces o inmuebles
urbanos.

Competencia.
Para saber con exactitud cuál es el tribunal llamado a conocer de esta
clase de juicios, es necesario remitirnos al artículo 17 de la Ley Nº
18.101, que dispone: "Los jueces letrados de mayor cuantía serán
competentes, conforme a las reglas generales del Código Orgánico
de Tribunales, para conocer en única o en primera instancia de los
juicios a que se refiere este Título, sin perjuicio de las atribuciones
que competan en la materia a los jueces de policía local que sean
abogados".
Recordemos que los jueces de letras conocen de las causas de
arrendamiento en única instancia cuya cuantía no exceda de 10 Unidades
Tributarias Mensuales y en primera instancia cuando excedan de dicha
cantidad (art. 45 del Código Orgánico de Tribunales); y que los jueces
de policía local que sean abogados conocen de las causas de
arrendamiento en única instancia hasta $ 3.000 en las ciudades
compuestas de una o más comunas en que no tenga el asiento de sus
funciones un Juez de letras (art. 14 letra A, Ley Nº 15.231).
Tratándose, ahora, de esta clase de juicios en que el Fisco fuere parte
o tuviere interés, conocerán siempre de ellos los Jueces de letras de
asiento de Corte en primera instancia (art. 18 Ley Nº 18.101). En otros
términos se trata de una regla especial de competencia, en ciertos y
determinados juicios de hacienda, que prima sobre la norma general
contenida en el artículo 48 del Código Orgánico de Tribunales; y que en
suma se traduce en otorgarles competencia a los jueces letra dos con
sede en la ciudad de asiento de Corte de Apelaciones, sin que tenga
importancia determinar si el Fisco es demandante o demandado, y no
pudiendo recurrirse al juez del domicilio del demandado, a menos que
ello fuera procedente a virtud de la regla especial de competencia antes
señalada.
Por último, ya que de reglas de competencia se trata, es del caso
recordar que ninguna importancia tendrá el factor fuero para determinar
el tribunal llamado a conocer de esta clase de juicios, porque, según
veremos más adelante, el procedimiento a seguir es el sumario; y en esta
última clase de juicios, no hay fuero para los litigantes que venga a
alterar la competencia normal de los tribunales llamados a conocer de
ellos (art. 133 COT).

Objeto y campo de aplicación de este juicio.


Para los efectos de un cabal entendimiento de esta materia, es
necesario hacer la siguiente distinción: 1) Ámbito de aplicación de la
Ley Nº 18.101; 2) Aplicación de las leyes de procedimiento; 3)
Aplicación de la nueva normativa en materia de arrendamiento; 4)
Arrendamiento a los cuales no se aplica la Ley Nº 18.101; 5) Normas de
la Ley Nº 18.101 que regirán sólo respecto de los contratos que se
celebren en los cuatro años siguientes al 29 de enero de 1982; y 6)
Modificaciones introducidas por la Ley Nº 19.866.
1) Ámbito de aplicación de la Ley Nº 18.101. La Ley Nº 18.101
contiene una normativa de carácter especial que rige el contrato
de arrendamiento de bienes raíces urbanos y que,
supletoriamente, en lo contenido en ella, hace jugar las
disposiciones del Código Civil (Libro IV, Título XXVI, Arts.
1916 a 1977). Lo anterior se desprende del artículo 1° de la Ley
Nº 18.101 que establece: "El contrato de arrendamiento de bienes
raíces urbanos, entendiéndose por tales los ubicados dentro del
radio urbano respectivo, se regirá por las disposiciones especiales
de esta ley y, en lo no previsto en ella, por el Código Civil.
La misma norma se aplicará a los arrendamientos de
viviendas situadas fuera del radio urbano, aunque incluyan
terreno, siempre que su superficie no exceda de una hectárea".
Al respecto, existe una diferencia sustancial en cuanto al
ámbito de aplicación entre la Ley Nº 18.101 y el DL Nº 964, toda
vez que la primera se aplica sólo al arrendamiento de bienes
raíces urbanos, y el segundo se aplicaba en general a todo acto o
contrato fuese nominado o innominado que implicara la entrega
del uso y goce de un inmueble de aquellos de que trataba la ley a
cambio de una renta.

2) Aplicación de las leyes de procedimiento. Dentro de las


disposiciones transitorias de la Ley Nº 18.101, en especial en el
inciso 2° del artículo 1°, se establece la aplicación de las leyes de
procedimiento, para lo cual es necesario distinguir entre: a)
Juicios en tramitación al 29 de enero de 1982, los que se rigen
por el Decreto Ley Nº 964; b) Juicios posteriores al 29 de enero
de 1982, pero relativos a contratos de arrendamiento anteriores a
esa fecha, se rigen por el Decreto Ley Nº 964; y c) Juicios de
arrendamientos posteriores al 29 de enero de 1982 y relativos a
contratos de arrendamiento posteriores a esa fecha, se rigen por
la Ley Nº 18.101.
Sin perjuicio de lo expuesto anteriormente, es necesario
tener presente la norma del inciso 2° del artículo 2° de la Ley Nº
18.101, la que hace aplicables las normas de procedimiento
establecidas en el Título III de la Ley Nº 18.101 a los juicios que
se originen en relación con los contratos de: a) viviendas que se
arrienden por temporadas no superiores a tres meses, por
periodos continuos o discontinuos, siempre que lo sean
amobladas y para fines de descanso o turismo; y b)
estacionamientos de automóviles y vehículos. En cuanto a la
legislación de fondo en los dos casos anteriormente señalados, no
se rigen por la Ley Nº 18.101, por establecerlo así expresamente
el inciso 1° del artículo 2° de la citada ley.
Por su parte, el procedimiento contemplado en la Ley
18.101 fue modificado por la Ley Nº 19.866. de 11 de abril de
2003, norma que no dispuso reglas especiales relativas a su
vigencia y aplicación, motivo por el cual rigen plenamente las
disposiciones de los artículos 22 y 24 de la Ley Sobre Efecto
Retroactivo de las Leyes, conforme los cuales las leyes
concernientes a la sustanciación y ritualidad de los juicios
prevalecen sobre las anteriores desde el momento en que deben
empezar a regir, pero los términos que hubieren empezado a
correr y las actuaciones y diligencias que ya estuvieren iniciadas
se regirán por la ley vigente al tiempo de su iniciación.

3) Aplicación de la nueva normativa en materia de


arrendamiento. Para los efectos de un cabal entendimiento, es
necesario hacer una triple distinción: a) Contratos de
arrendamiento de bienes raíces urbanos celebrados con
anterioridad al 29 de enero de 1982, continuarán regidos por la
ley antigua, esto es, por las disposiciones del Decreto Ley Nº
964, de 1975, el que se entenderá subsistente en todas sus partes
para tal fin; b) Contratos de arrendamiento de bienes raíces
urbanos que se celebren durante los cuatro años siguientes a la
fecha de publicación de la Ley Nº 18.101, esto es, entre el 29 de
enero de 1982 y el 30 del mismo mes del año 1986, se regirán
por la Ley Nº 18.101, incluyendo además las normas relativas a
rentas y garantía contenidas en los 10 primeros numerales del
artículo 2° transitorio de dicha ley; y c) Contratos de
arrendamiento de bienes raíces urbanos que se celebren a partir
del 30 de enero de 1986, se regirán también por la Ley Nº
18.101, pero a ellos no se les aplicarán las disposiciones del
artículo 2° transitorio, las que desde ese momento perderán todas
su vigencia.
Finalmente, y en relación con los contratos de
arrendamiento de bienes raíces urbanos que se celebren durante
el cuadrienio enero de 1982 y enero de 1986, es necesario dejar
en claro que existen 4 tipos de bienes raíces que, no obstante
estar regidos por la Ley Nº 18.101, no les son aplicables las
normas sobre renta y garantía contenidos en los primeros diez
numerales del artículo 2° transitorio de la Ley Nº 18.101, y que
son: I) Edificaciones cuyo certificado de recepción final se haya
otorgado por la Municipalidad respectiva con posterioridad al 12
de abril de 1975 (art. 2° transitorio, No 11, letra a); II) Inmuebles
construidos conforme al Decreto con Fuerza de Ley Nº 2, de
1959, o la Ley Nº 9.135 (art. 2° transitorio, Nº 1, letra d); III)
Viviendas cuyo avalúo para los efectos del pago de impuesto
territorial sean superiores a 406 UF; y IV) Inmuebles destinados a
locales comerciales o industriales, oficinas, teatros y cines, y, en
general, a actividades lucrativas.

4) Arrendamiento a los cuales no se aplica la Ley Nº 18.101. Esta


materia se encuentra reglamentada en el artículo 2° de la Ley Nº
18.101 que establece: "Esta ley no se aplicará a los siguientes
bienes raíces urbanos: 1. Predio de cabida superior a una hectárea
y que tenga aptitud agrícola, ganadera o forestal o estén destina-
dos a ese tipo de explotación; 2. Inmuebles fiscales; 3. Viviendas
que se arrienden por temporadas no superiores a tres meses, por
periodos continuos o discontinuos, siempre que lo sean
amobladas y para fines de descanso o turismo; 4. Hoteles,
residenciales y establecimientos similares, en las relaciones
derivadas del hospedaje; 5. Estacionamiento de automóviles y
vehículos; 6. Las viviendas regidas por la Ley Nº 19.281.

Todos estos inmuebles, no obstante tener el carácter de urbanos,


no se rigen por la Ley Nº 18.101, ni por el Decreto Ley Nº 964,
sino por lo que pacten las partes libremente y en silencio de éstas
se aplican en forma supletoria las disposiciones contenidas en el
Código Civil; y

5) Normas de la Ley Nº 18.101 que regirán sólo respecto de los


contratos que se celebren en los cuatro años siguientes al 29 de
enero de 1982. Estas normas se refieren al monto máximo de la
renta y a las garantías que puede exigir legítimamente el
arrendador, y son las siguientes:

1) La renta anual máxima no podrá exceder de 11% del avalúo


vigente para el pago del impuesto territorial.
Si se modificaren los avalúos vigentes para el pago de dicho
tributo, la renta máxima de arrendamiento se ajustará
automáticamente en la misma proporción en que se hubieren
modificado los avalúos respectivos, pudiendo el arrendador
cobrar hasta dicha renta sin necesidad de convención
modificatoria especial.
El Servicio de Impuestos Internos establecerá de oficio en el
rol general del avalúo y en los recibos de contribuciones la
renta anual máxima de arrendamiento aplicable a los
inmuebles en general.

2) La renta del inmueble que se arriende por piezas, secciones o


dependencias se determinará separadamente por cada una de
ellas y no podrá exceder, en conjunto, de la renta máxima
total de todo el inmueble.
Cualquiera de las partes podrá solicitar al Servicio de
Impuestos Internos la fijación de la renta de la o las piezas,
secciones o dependencias del inmueble.

3) El subarrendador sólo podrá cobrar al o a los subarrendatarios


la renta proporcional a la renta máxima legal correspondiente
a todo el inmueble, aumentada hasta en un 10.
No obstante, si se subarrendara todo el inmueble, se estará a
lo dispuesto en el número anterior.

4) Si el arrendamiento o el subarrendamiento incluye bienes


muebles, la renta de estos últimos se fijará separadamente del
inmueble y no podrá exceder del 30 de la renta máxima. Sin
embargo, si la renta máxima no excediere de una unidad de
fomento, no podrá cobrarse renta alguna por el arriendo de
los bienes muebles.

5) El arrendador no podrá, directa o indirectamente, exigir al


arrendatario, con-venir con éste, ni percibir una renta superior
a la máxima legal, ni el pago anticipado de más de un mes de
dicha renta.

6) Todo lo que el arrendatario pagare o se obligare a pagar, sea


en dinero o en especies, de una vez o periódicamente, por
cualquier concepto que, en forma directa o indirecta,
aumentare la renta, se considerará como tal.

7) El arrendador podrá exigir al arrendatario que caucione sus


obligaciones mediante una garantía que deberá ser en dinero
y, en tal caso, ésta no podrá exceder de un mes de renta.

Cuando procediere la devolución de la garantía, el arrendador


deberá restituirla reajustada en la misma proporción a la
variación que haya experimentado el índice de Precios al
Consumidor, determinado por el Instituto Nacional de
Estadísticas o por el organismo que haga sus veces, entre el
mes anteprecedente a la entrega de ella y el mes
anteprecedente al de su devolución.

8) Las convenciones y los pagos que contravengan lo dispuesto


en los números anteriores adolecerán de nulidad absoluta y
las sumas que el arrendador hubiese percibido con infracción
a lo establecido en dichos preceptos las devolverá al
arrendatario con más el interés corriente, desde la fecha de su
respectiva percepción.
9) La renta no comprende los gastos por los servicios de
calefacción, agua potable, agua caliente, gas, energía
eléctrica, ni los gastos por servicios comunes de que goce el
arrendatario, incluyéndose en ellos los correspondientes a la
administración de los bienes comunes.

El precio de estos servicios y gastos deberá determinarse


independientemente de la renta, no podrá significar lucro o beneficio
para el arrendador y, cuando sea percibido por éste, deberá expresarse en
el recibo pertinente, en forma separa-da de la renta de arrendamiento.
Si el arrendador hubiere percibido sumas superiores por los gastos y
servicios a que se refiere este número, devolverá el exceso al
arrendatario, con más el interés corriente desde la fecha de su percepción
y el reajuste que proceda de acuerdo con el alza experimentada por el
índice de Precios al Consumidor, determinada por el Instituto Nacional
de Estadísticas.

10) El propietario que haya adquirido un bien raíz por intermedio


del sistema nacional de ahorro y préstamo o a través de
cualquier institución o entidad que financie la compra de
bienes raíces mediante la concesión de mutuos hipotecarios
reembolsables periódicamente, que no posea otro dentro del
mismo departamento, tendrá derecho a percibir por tales
inmuebles una renta igual al dividendo que pague a la
respectiva asociación u organismo y los gastos señala-dos en
el número 9) que procedan.
Serán también de cargo del arrendatario los demás gastos en que
incurra el comprador con motivo del servicio de su préstamo durante el
periodo correspondiente y hasta la restitución del inmueble.

Características generales de este juicio.


Pueden señalarse como tales las siguientes:
a) Las partes podrán comparecer y defenderse personalmente, en
primera instancia, en los juicios cuya renta vigente al tiempo de
interponerse la demanda no sea superior a cuatro unidades de
fomento (art. 8°, Nº 7, Ley Nº 18.101). En consecuencia, esta
situación excepcional se da sólo en primera instancia, ya que ante
las Cortes de Apelaciones las partes deberán comparecer
patrocinadas por abogado habilitado para el ejercicio de la
profesión conforme con los arts. 398 del Código Orgánico de
Tribunales y 1° y 2° de la Ley No 18.120.
b) En esta clase de juicios, siempre que se solicite la entrega del
inmueble arrendado, el arrendador podrá hacer notificar la
demanda a las empresas que suministren gas, energía eléctrica o
agua potable, y en tal caso el demandado será el único
responsable de los consumos mientras dure la ocupación del
inmueble por el mismo o por las personas a su cargo. Las
empresas no podrán excepcionarse alegando ignorancia del
domicilio del deudor (art. 14, Ley Nº 18.101).
c) En la audiencia de rigor, el demandado podrá reconvenir al actor,
y, en tal caso, se aplicarán las normas del Título VIII del Libro II
del Código de Procedimiento Civil, en cuanto fueren
procedentes, de acuerdo con la naturaleza del procedimiento de la
Ley No 18.101. Del traslado de la reconvención tendrá el actor 6
días para su contestación (art. 8°, Nº 4, Ley Nº 18.101).
d) El llamado a conciliación será obligatorio (art. 8°, Nº 5, Ley Nº
18.101).

Se trata de una clara excepción a la conciliación facultativa


establecida en el art. 262 del Código de Procedimiento Civil.
Tampoco se señala la oportunidad en que ella será propuesta por el
tribunal; luego, pensamos que el llamado para tal fin podrá efectuarse en
cualquier estado del juicio.
e) El tribunal, de oficio o a petición de parte, podrá decretar los
medios proba-torios que estime pertinentes (art. 15, Ley ?
18.101).
¿Cualquiera o sólo los medios probatorios de que pueden valerse las
partes en los juicios civiles, o las medidas para mejor resolver que
pueden decretar los tribunales?
Estimamos que puede ser cualquier medio probatorio, siempre que
sea procedente, ajuicio del tribunal. Si ello no fuere así, esta norma de
excepción carecería de toda razón de ser frente a las normas generales
que regulan los medios probatorios y las medidas para mejor resolver y
que, como tales, son de aplicación general.
f) Y por último, la prueba se apreciará en conciencia (art. 15, Ley Nº
18.101).
Lo cual significa que sólo los hechos se establecen mediante la
ponderación en conciencia de los diversos medios de pruebas que
constan del proceso; pero la contienda jurídica sometida a la decisión del
tribunal, a la inversa, se resuelve en conformidad a derecho.

Procedimiento,
a) Los juicios a que se refiere el art. 7° de la Ley Nº 18.101, se
tramitarán conforme al procedimiento sumario establecido en el Título
XI del Libro III del Código de Procedimiento Civil; con ciertas y
determinadas modificaciones y algunas reglas especiales, según fuere la
clase de acción en ellos ejercitada (art. 8°, inc. 1°, Ley Nº 18.101).
En efecto, la notificación de la demanda se efectuará conforme a la
norma del inc. 1° del art. 553 del Código de Procedimiento Civil (art. 8°,
Nº 2, Ley Nº 18.101); lo cual significa que en caso de que ella sea
practicada personalmente en conformidad al art. 44 del citado Código,
no es menester acreditar que el demandado se encuentre en el lugar del
juicio.
Tampoco procederá la ampliación del plazo a que se refiere el art.
683 (art. 8°, Nº 3°, Ley Nº 18.101); de suerte que la audiencia de
contestación se realizará forzosamente el quinto día hábil siguiente a la
notificación.
Ella se llevará a efecto con sólo la parte que asista y no se requerirá
la concurrencia del defensor público (art. 8°, Nº 4, Ley Nº 18.101); y
como no regirá en estos juicios lo dispuesto en el inc. 1° del art. 691 y
los Arts. 681, 684, 685 y 689 del Código de Procedimiento Civil, no
cabe la posibilidad de cambio del procedimiento sumario en ordinario y
que se acceda provisoriamente a la demanda en rebeldía del demandado,
ni que sea menester oír a los parientes, alterándose, al mismo tiempo el
régimen de la apelación de la sentencia definitiva (art. 8°, Nº 1°, Ley Nº
18.101).
Es así que la sentencia que dé lugar al desahucio, restitución o
terminación del contrato será apelable en el solo efecto devolutivo (art.
8°, No 6°, inc. 1°, Ley Nº 18.101). A contrario sensu en los demás casos,
de acuerdo a la regla general, la sentencia definitiva será apelable en
ambos efectos.
Tratándose de otra clase de resoluciones, esto es, que no sea
sentencia definitiva, la apelación se concederá en el solo efecto
devolutivo (art. 8°, inc. 1°, Ley Nº 18.101, en relación con el art. 691,
inc.2°,CPC).
Aún más: en los casos de desahucio y restitución, el tribunal superior
podrá decretar, a petición de parte, la suspensión del cumplimiento de la
sentencia por el tribunal inferior mientras se encuentre pendiente la
apelación, si se solicitase con justa causa, petición que, tratándose de un
tribunal colegiado, se resolverá en cuenta (art. 8°, No 6°, inc. 2°, Ley Nº
18.101).
En cuanto al cumplimiento de las resoluciones, se regirá por las
reglas generales; pero, cuando ellas ordenen la entrega de un inmueble,
se aplicará lo prescrito en el artículo 595 del Código de Procedimiento
Civil, vale decir, el demandado será lanzado de aquél a su costa, previa
orden del tribunal notificada por cédula. En estos juicios y en los de
comodato precario, el juez de la causa, decretado el lanzamiento, podrá
suspenderlo en casos graves y calificados por un plazo no superior a seis
meses (art. 13, Ley Nº 18.101).
b) Sabemos que, en conformidad al artículo 588 del Código de
Procedimiento Civil, el desahucio puede ser judicial o extrajudicial.
Sin embargo, en esta clase de juicios de desahucio, éste solamente
puede ser judicial. Así fluye de los artículos 3° y 4° de la Ley Nº 18.101,
disposiciones que no obstante distinguir entre contrato de arrendamiento
pactado mes a mes, a plazo fijo siempre que no exceda de un año y de
duración indefinida, coinciden en que el arrendador sólo podrá poner
término al arrendamiento o pedir la restitución del inmueble, en su caso,
a través del desahucio judicial.
Respecto del motivo plausible, vale decir, de la causa que legitima al
arrendador para poner término al contrato de arrendamiento, existe una
importante diferencia entre los contratos regidos por el DL Nº 964 y los
regidos por la Ley Nº 18.101. En efecto, no se exige invocar un motivo
plausible respecto de los juicios de desahucio relativos a contratos de
arrendamiento celebrados a partir del 29 de enero de 1982; en cambio,
en los juicios de desahucio relativos a contratos de arrendamiento
anteriores a dicha fecha, debe por regla general invocarse un motivo
plausible (arts. 18 y 19 DL Nº 964).
Respecto del plazo de desahucio, tratándose de arrendamientos
pactados mes a mes, de duración indefinida y de plazo fijo que no
exceda de un año, éste siempre será de 4 meses, contados desde la
notificación de la demanda.
En cuanto a la posibilidad de un aumento o de un plazo adicional, y
tratándose de contratos pactados mes a mes y de duración indefinida,
dicho término de cuatro meses se aumentará en dos meses por cada año
completo que el arrendatario hubiere ocupado el inmueble. Pero dicho
plazo más el aumento no podrá exceder, en total, de doce meses (art. 3°,
inc. 2°, Ley Nº 18.101). En cambio, respecto de los contratos de plazo
fijo que no excedan de un año, el arrendatario tendrá derecho solamente
al término legal de desahucio (art. 3°, inc. 2° y art. 4°, inc. 1°, Ley Nº
18.101).
c) En lo que respecta a los juicios de terminación del arrendamiento
de bienes raíces urbanos, por falta de pago de rentas, se mantienen las
dos reconvenciones de pago que contempla el artículo 1977 del Código
Civil, al disponerse que la segunda de ellas se practicará en la audiencia
de contestación de la demanda (art. 10, inc. 1°, Ley Nº 18.101).
Por consiguiente, la primera reconvención tendrá que estar
constituida por la notificación de la demanda, actuación que
desempeñará un doble rol: emplazar al demandado y reconvenirlo de
pago por las rentas insolutas.
Al ejercitarse la acción antes aludida, podrá deducirse también,
conjuntamente, la de cobro de las rentas insolutas en que aquélla se
funde y las de pago de consumos de luz, energía eléctrica, gas, agua
potable y de riego; gastos por servicios comunes y de otras prestaciones
análogas (art. 10, inc. 2°, Ley No 18.101).
Demandadas esas prestaciones, se en-tenderán comprendidas en la
acción las de igual naturaleza a las reclamadas que se devenguen durante
la tramitación del juicio y hasta que la restitución o el pago se efectúe
(art. 10, inc. 3°, Ley Nº 18.101).
Finalmente, cabe tener presente respecto del procedimiento de
arrendamiento de bienes raíces urbanos, que el Nº 5 del artículo 1° de la
Ley Nº 19.866, de 11 de abril de 2003, reemplazó el artículo 8° de la
Ley Nº 18.101, por el siguiente:
1) El procedimiento será verbal; pero las partes podrán, si quieren,
presentar minutas escritas en que se establezcan los hechos
invocados y las peticiones que se formulen. Deducida la
demanda, citará el tribunal a la audiencia del quinto día hábil
después de la última notificación;
2) La notificación de la demanda se efectuará conforme a la norma
del inciso primero del artículo 553 del Código de Procedimiento
Civil. Para los efectos de lo dispuesto en el artículo 44 del mismo
Código, se presumirá de pleno derecho como domicilio del
demandado el que corresponda al inmueble arrendado;
3) En la demanda deberán indicarse los medios de prueba de que
pretende valerse la demandante. Sólo podrán declarar hasta
cuatro testigos por cada parte y la nómina, con la
individualización de los que el actor se proponga hacer declarar,
se presentará en el escrito de demanda. La nómina con los
testigos del demandado, hasta antes de las 12:00 horas del día
que preceda al de la audiencia;
4) La audiencia tendrá lugar con sólo la parte que asista, se iniciará
con la relación verbal de la demanda y continuará con la
contestación verbal del demanda-do. Acto seguido se procederá
obligatoriamente al llamado a conciliación;
5) En la contestación el demandado podrá reconvenir al actor,
debiendo en el mismo acto dar cuenta de los medios de prueba
que sustentan su pretensión. De la reconvención se dará traslado
a la demandante, la que podrá contestar de inmediato o reservar
dicha gestión para la audiencia a que se refiere el inciso final del
número 6) del presente artículo. En ambos casos, la reconvención
será tramitada y resuelta conjuntamente con la cuestión principal;
6) En caso de no producirse avenimiento total, el juez establecerá
los puntos sustanciales, pertinentes y controvertidos que deban
ser acreditados, procediendo de inmediato a la recepción de la
prueba ofrecida en la demanda y la contestación.
Si el tribunal no estimare que existan puntos sustanciales,
pertinentes y controvertidos que deban ser acreditados, citará de
inmediato a las partes para oír sentencia.
Si se hubiere deducido demanda re-convencional, la
demandante podrá solicitar se cite a las partes a una nueva
audiencia a realizarse dentro de los 5 días siguientes, a objeto de
proceder a la con-testación de la misma y a la recepción de la
prueba que ofrezca. Las partes se en-tenderán citadas de pleno
derecho a di-cha audiencia y se procederá en ella en conformidad
a lo establecido en el presente artículo. En este caso, cualquiera
de las partes podrá solicitar se reserve para dicha audiencia el
examen de la prueba que no pudiere ser rendida en el acto;
7) La prueba será apreciada conforme a las reglas de la sana crítica.
La prueba testimonial no se podrá rendir ante un tribunal diverso
de aquel que conoce de la causa. Concluida la recepción de la
prueba, las partes serán citadas a oír sentencia;
8) Los incidentes deberán promoverse y tramitarse en la misma
audiencia, conjuntamente con la cuestión principal,
sin paralizar el curso de ésta. La sentencia definitiva se
pronunciará sobre la acción deducida y sobre los incidentes, o
sólo sobre éstos cuando sean previos o incompatibles con
aquélla;
9) Sólo serán apelables la sentencia definitiva de primera instancia y
las resoluciones que pongan término al juicio o hagan imposible
su continuación.
Todas las apelaciones se concederán en el solo efecto
devolutivo; tendrán preferencia para su vista y fallo y durante su
tramitación, no se podrá conceder orden de no innovar.
En segunda instancia, podrá el tribunal de alzada, a
solicitud de parte, pronunciarse por vía de apelación sobre todas
las cuestiones que se hayan debatido en primera para ser falladas
en definitiva, aun cuando no hayan sido resueltas en el fallo
apelado, y
10) Las partes podrán comparecer y defenderse personalmente, en
primera instancia, en los juicios cuya renta vigente al tiempo de
interponerse la demanda no sea superior a cuatro unidades
tributarias mensuales.

Respecto de la posibilidad de suspender el lanzamiento, la Ley Nº


19.866 redujo el plazo máximo de 6 meses a 30 días (art. 13, modificado
por Nº 9 del art. 1° Ley Nº 19.866).
En lo que respecta al desahucio la Ley Nº 19.866 sustituyó el artículo
3°, quedando del siguiente tenor: "En los contratos en que el plazo del
arrendamiento se haya pactado mes a mes y en los de duración
indefinida, el desahucio dado por el arrendador sólo podrá efectuarse
judicialmente o mediante notificación personal efectuada por un notario.
En los casos mencionados en el inciso anterior, el plazo de desahucio
será de dos meses, contado desde su notificación, y se aumentará en un
mes por cada año completo que el arrendatario hubiera ocupado el
inmueble. Dicho plazo más el aumento no podrá exceder, en total, de
seis meses.
El arrendatario desahuciado podrá restituir el bien raíz antes de
expirar el plazo establecido en este artículo y, en tal caso, estará
obligado a pagar la renta de arrendamiento sólo hasta el día de la
restitución".
De igual forma en los contratos de plazo fijo que no exceden de un
año, el plazo de restitución del inmueble fue rebajado por la Ley Nº
19.866 de 4 a 2 meses.

Presencia de subarrendatarios.
Queda, por fin, esclarecer si la sentencia que se pronuncie en contra
del arrendatario afecta a los subarrendatarios y puede, por tanto,
cumplirse también en contra de estos últimos.
Para que ello acontezca, se requiere que los subarrendatarios hayan
sido notificados de la demanda o se hayan apersonado a la causa,
tratándose de juicios de desahucio, de restitución o de terminación del
arrendamiento por falta de pago de las rentas seguidos contra el
arrendatario (art. 11, inc. 1°, Ley Nº 18.101).
Con tal fin, en dichos juicios, el ministro de fe, en el acto de
notificación personal de la demanda requerirá de juramento al
demandado acerca de la existencias o no de subarrendatarios y, en caso
afirmativo, de sus nombres. El ministro de fe deberá dejar constancia
escrita de la notificación a una persona adulta ocupante del inmueble
(art. 11, inc. 2°, Ley Nº 18.101).
Puede acontecer que la demanda no hubiere sido notificada
personalmente, o sea, en forma personal propiamente dicha. En tal
evento, el mismo requerimiento acerca de la existencia de sub-
arrendatarios deberá hacerle el tribunal al demandado en la audiencia de
contestación, si éste concurriere y, en caso que la respuesta sea
afirmativa, se suspenderá dicha audiencia, se ordenará notificar a los
subarrendatarios y se citará a una nueva, la que tendrá lugar una vez
practicadas las respectivas notificaciones o una vez que los
subarrendatarios se hayan apersonado a la causa (art. 11, inc. 3°, Ley Nº
18.101).
A su vez, en los juicios de terminación del arrendamiento por falta
de pago de la renta seguidos en contra de un subarrendador, los
subarrendatarios podrán pagar al demandante, antes de la dictación de la
sentencia de primera instancia, las rentas adeudadas por el arrendatario.
Si así lo hicieren, enervarán de este modo la acción y tendrán derecho a
ser reembolsados de ellas por el subarrendador, con más el interés
corriente a contar de su pago, o a imputarlas a las rentas más inmediatas;
todo ello, sin perjuicio de las indemnizaciones que correspondan (art.
12, Ley Nº 18.101).
En relación con los subarrendatarios, es necesario dejar en claro que,
conforme con el artículo 22 de la Ley Nº 18.101, todo lo dispuesto por
dicha ley respecto de los arrendadores y arrendatarios se aplicará, en su
caso, a los subarrendadores y subarrendatarios, respectivamente.
Finalmente, en relación con la autorización para subarrendar, el
artículo 32 del DL Nº 964, de 1975, sancionaba con una multa al
arrendatario que, sin autorización o con expresa prohibición, subarriende
total o parcialmente el inmueble arrendado. La Ley Nº 18.101 no
contiene en la materia norma alguna, con lo cual habría que aplicar en
forma supletoria la contenida en el artículo 1946 del Código Civil que
establece: "El arrendatario no tiene la facultad de ceder el arriendo ni de
subarrendar, a menos que se le haya expresamente concedido; pero en
este caso no podrá el cesionario o subarrendatario usar o gozar de la
cosa en otros términos que los estipulados con el arrendatario directo".
Sin perjuicio, en relación con la facultad del arrendatario de
subarrendar, es necesario tener presente la situación considerada en el
artículo 5° de la Ley Nº 18.101 que establece: "En los contratos de
arrendamiento de inmuebles destinados a la habitación con plazo fijo
superior a un año, se entenderá siempre implícita la facultad del
arrendatario de subarrendar, salvo estipulación en contrario, en cuyo
caso éste podrá poner término anticipado al contrato sin la obligación de
pagar la renta por el periodo que falte".

XI. El juicio relativo a los contratos de arrendamiento de predios


rústicos

Fuentes legales.
El Decreto Ley Nº 993, de 24 de abril de 1975, junto con legislar
acerca del contrato de arrendamiento de predios rústicos y de cualquiera
otra convención que tenga por objeto su explotación por terceros, así
como las medierías o aparcerías, contiene reglas de competencia y de
procedimiento sobre las cuestiones o conflictos que surjan entre las
partes con motivo de los contratos antedichos.
En su artículo 20, deroga el DFL Nº 9, de 26 de enero de 1968,
expedido a través del Ministerio de Agricultura, y sus modificaciones
posteriores, que versaban sobre estas mismas materias.
Asimismo, el Decreto Ley Nº 2.567, de 22 de marzo de 1979,
publicado en el Diario Oficial No 30.333, de 5 de abril de 1979,
modifica el Decreto Ley Nº 993, de 1975, a través de su artículo único
que se analizará al desarrollar el tema en cuestión.

Competencia.
Las cuestiones o conflictos que surjan entre las partes con motivo de
los contratos de arrendamiento de predios rústicos o de cualquiera otra
convención que tenga por objeto su explotación por terceros, así como
las medierías, o aparcerías, serán sometidos al conocimiento y
resolución del juzgado de letras del departamento donde estuviera
ubicado el inmueble o de cualquiera de los departamentos si el inmueble
es-tuviere ubicado en más de uno (artículo 2°, inciuso 1°, parte primera).
Sin embargo, las partes siempre podrán someter a un árbitro el
conocimiento de los conflictos o cuestiones antes señaladas (artículo 2°,
inciso 2°, parte primera). ¿De qué clases de árbitros se trata? Ello está
vinculado al procedimiento, de suerte que la respuesta adecuada deberá
darse al conocer esta otra materia.

Objeto y campo de aplicación de este juicio.


Lo hemos expresado ya reiteradamente. Este juicio especial de
arrendamiento versa sobre las cuestiones o conflictos, de todo género,
que pueden surgir entre las partes con motivo de: a) los contratos de
arrendamiento de los predios rústicos, entendiéndose por tales los
definidos en la Ley Nº 16.640; b) cualquiera otra convención que tenga
por objeto la explotación por terceros de predios rústicos; y c) así como
las medierías o aparcerías (artículos 1° y 2°).
No obstante lo anterior, las cuestiones o conflictos que surjan con
motivo de los contratos de arrendamiento de predios rústicos que estén
ubicados en áreas urbanas y que tengan una cabida inferior a una
hectárea física, de terrenos fiscales y de terrenos indígenas, escapan al
objeto y campo de aplicación de dicho juicio (artículo 1°, mes. 2° y 3°).

Procedimiento.
Dependerá de la clase de tribunal llamado a conocer del juicio
respectivo.
En efecto, si lo es un juez de letras se atendrá al procedimiento
establecido para el juicio sumario en el Título XI del Libro III del
Código de Procedimiento Civil (artículo 2°, inc. 1°, parte 2ª).
En cambio si lo fuere un árbitro, se ceñirá al procedimiento que
señalen las partes en el respectivo contrato o, en su defecto, al que
corresponde a los árbitros arbitradores (artículo 2°, inciso 2°, parte 2ª).
Por tal razón, debemos colegir que estos árbitros sólo podrán ser
arbitradores o mixtos, puesto que los de derecho siempre deben tramitar
de acuerdo al procedimiento que corresponda, según la naturaleza de la
acción instaurada.
Y si alguna de las partes impetra en su favor el derecho legal de
retención consagrado en los artículos 1937 y 1942 del Código Civil, la
tramitación de su petición dependerá de la clase de tribunal ante el cual
se ventile el asunto principal:
a) si lo es ante un arbitro, se tramitara por el procedimiento que
fijen las partes y, en subsidio, por el que aquél determine; y
b) si lo es ante la justicia ordinaria ha querido naturalmente el
legislador referirse a los jueces de letras se sustanciará, en su
caso, de acuerdo a lo establecido en los artículos 597, 598 y 600
del Código de Procedimiento Civil (art. 4°).

III.- ACCION DE DESPOSEIMIENTO CONTRA


EL TERCER POSEEDOR DE LA FINCA HIPOTECADA.
Es la acción que se deduce en contra de quien está actualmente
poseyendo un inmueble gravado con hipoteca. La denominación
completa que distingue a este procedimiento es la de "Acción de
Desposeimiento en contra del Tercer Poseedor de la Finca
Hipotecada".
Sabemos que la hipoteca, como derecho real, da al acreedor el derecho
para perseguir el inmueble, con independencia de quien los tenga en su
poder, y con preferencia para el pago de sus créditos respecto del
producido de la venta de dicho inmueble (derechos de persecución,
preferencia y venta).
Para estos efectos, la propiedad puede encontrarse en manos del deudor,
o bien puede estar en posesión de un tercero, cuando se verifican alguna
de las siguientes circunstancias:
1. El tercero es el propietario del inmueble y garantizó con él una deuda
ajena.
2. El tercero adquirió un inmueble que se encontraba hipotecado para
garantizar deudas del deudor - vendedor.
En ambos casos, el acreedor hipotecario, previo a ejecutar la garantía,
debe realizar este procedimiento de desposeimiento, el cual se compone
fundamentalmente de dos fases:

1. Gestión Previa o Preparatoria: El acreedor debe realizar


la notificación judicial del desposeimiento al actual poseedor del
inmueble, el cual dentro del plazo de 10 días hábiles desde que es
notificado, debe optar por alguna de las siguientes formas de
reacción (artículo 758 del Código de Procedimiento Civil CPC):
a) Pagar: En este caso, el tercer poseedor evidentemente enerva la
acción, toda vez que satisface el crédito del acreedor, quien en
consecuencia no tiene necesidad de ejecutar la garantía
hipotecaria. Adicionalmente, el tercero se subroga en los
derechos del acreedor para perseguir el pago de las sumas
respectivas.
b) Abandonar el Inmueble: En este caso, el acreedor quedará
habilitado para proceder de acuerdo con lo dispuesto en los
artículos 2397 y 2424 del Código Civil. (ejecutar la hipoteca).
Por su parte, el tercer poseedor que abandona el inmueble, tiene
derecho a ser indemnizado por el deudor.
c) No hacer nada: Si el tercer poseedor no reacciona, el acreedor se
verá obligado a pasar a la segunda fase de este procedimiento.

2. Juicio Principal o Acción de Desposeimiento Propiamente Tal: Si


el acreedor cuenta con un título ejecutivo, el desposeimiento se
regirá por las normas del juicio ejecutivo. De lo contrario, deberá
iniciarse un procedimiento ordinario. Este procedimiento, en ambos
casos, tendrá por objeto desposeer de la propiedad al tercer poseedor,
para hacer con ella pago al acreedor (artículo 759 del Código de
Procedimiento Civil ).
Finalmente, cabe destacar que la acción del censualista sobre la finca
acensuada, se rige por las mismas disposiciones precedentemente
enunciadas (artículo 763 del Código de Procedimiento Civil).

IV.- PROCEDIMIENTO DE COBRO DE HONORARIOS.

Se trata de aquel procedimiento en virtud del cual es posible reclamar el


pago de los servicios profesionales prestados a cualquier persona natural
o jurídica, distinguiéndolos de otras clases de obligaciones o deudas.
En términos generales, existen dos vías para reclamar el pago de estos
honorarios:
1. Interponer una demanda que se tramitará
conforme a la ritualidad del procedimiento sumario. Esta es la regla
general y se encuentra expresamente consagrada en el artículo 680
N°3 del Código de Procedimiento Civil)
2. Demandar incidentalmente en el procedimiento
en el cual se devengaron los honorarios. Esta alternativa es sólo
procedente respecto de aquellos honorarios derivados de servicios
prestados en juicio.

V.- JUICIOS DE NULIDAD DE MATRIMONIO Y DIVORCIO.


A.- SITUACIÓN HASTA ANTES DE LA DICTACIÓN DE LA
LEY N° 19.947.
La nulidad era una de las formas de poner término al matrimonio, por
haberse omitido en el acto de su celebración, cualesquiera de las
formalidades o requisitos establecidos tanto en el Código Civil como en
la Ley de Matrimonio Civil, por presencia de impedimentos legales, o
por vicios del consentimiento. La causal mas utilizada, y que
verdaderamente transformó a la nulidad de matrimonio en un verdadero
divorcio con disolución de vínculos, era la incompetencia del oficial del
Registro Civil en razón del territorio.
El divorcio era en tanto, la suspensión de los efectos del matrimonio y
fundamentalmente de la vida común de los cónyuges, sin disolver el
vínculo matrimonial, por verificarse algunas de las causales del artículo
21 Ley de Matrimonio Civil. El divorcio podía ser temporal o
perpetuo, según si su duración era inferior o no a cinco años.
En el aspecto procedimental, cuando se trataba de nulidad de
matrimonio o divorcio perpetuo, se aplicaba el juicio ordinario (artículo
753 del Código Procedimiento Civil), con la particularidad de que si la
sentencia daba lugar a la nulidad o divorcio no era apelada, procedía la
consulta como trámite obligatorio. En el caso del divorcio temporal en
cambio, regía el juicio sumario y no había consulta. (artículo 754 del
Código de Procedimiento Civil)
Conforme a lo establecido en el artículo 755 del Código de
Procedimiento Civil existían una serie de materias que si bien
normalmente se tramitaban como asuntos principales, podían ser
resueltas como incidentes especiales del juicio de nulidad o divorcio
(ambos), que se tramitaban en cuaderno separado y sin suspender el
curso de la cuestión principal:
1. Tuición.
2. Litis Expensas.
3. Alimentos.
4. Visitas.
5. Fijación de Residencia de la Mujer.
A petición de la mujer, el tribunal podía adoptar todas las medidas que
estimará conducentes para asegurar los intereses de ésta (artículo 755
inciso 2° del Código de Procedimiento Civil). Un último asunto de
carácter procesal que vale la pena resaltar, es que en los juicios de
nulidad de matrimonio y divorcio, procedía al secreto relativo,
(excepción al principio de la publicidad de los actos procesales) por
cuanto el tribunal puede disponer que el expediente se mantuviera en
reserva respecto de terceros.

B.- SITUACIÓN CON POSTERIORIDAD A LA DICTACIÓN DE


LA LEY N° 19.947
JUICIOS DE NULIDAD DE MATRIMONIO Y DE DIVORCIO.
GENERALIDADES
(Las normas de derecho positivo que regulaban esta materia estaban
contenidas en los artículos 753 y siguientes del Código de
Procedimiento Civil hoy derogados, actualmente se contienen en la Ley
N° 19.947)
Como ya hemos señalado precedentemente, las normas referidas
acerca de los juicios de nulidad de matrimonio y de divorcio estaban
contenidas en el título XVII del Libro III del Código de Procedimiento
Civil y han sido derogados por la Ley N° 19.947, que entró a regir el 17
de noviembre del 2004.
Sin perjuicio de lo anterior, es conveniente tener presente cuál era
el marco normativo establecidos por las disposiciones ahora derogadas
para los efectos de comprender cual es el marco jurídico regulatorio que
actualmente nos rige en esta materia, ya que las normas referidas
subsisten en algunos casos en la forma que se indicará en los párrafos
siguientes. (Artículos 753 y siguientes y siguientes del Código de
Procedimiento Civil).

I.- Resumen de la tramitación de los juicios de nulidad de


matrimonio y de divorcio, de acuerdo a lo dispuesto en las normas
legales actualmente derogadas:
Conforme a estas normas se puede encontrar que los juicios de
nulidad de matrimonio y de divorcio debía tramitarse conforme a las
reglas del juicio ordinario (artículos 753 y siguientes del Código de
Procedimiento Civil). De las disposiciones del Título XVII del Libro III
del Código de Procedimiento Civil, se desprende claramente el
procedimiento aplicable se reducía a lo siguiente:
a) Tratándose del juicio de nulidad de matrimonio y de divorcio
perpetuo se tramitaban conforme a las reglas del procedimiento
ordinario civil de mayor cuantía (Libro II del Código de Procedimiento
Civil);
b) Tratándose del juicio de divorcio temporal se tramitaba por las
reglas del procedimiento sumario.
Se contemplaba en estas normas legales derogadas, como ya se
ha señalado, a propósito de estos procedimientos, la posibilidad de que
el tribunal dispusiera mantener el expediente reservado, o sea, tenía
aplicación el principio formativo del procedimiento del secreto
relativo, como una manera de restringir la publicidad de las actuaciones
exclusivamente a las partes.
En el caso del juicio de nulidad de matrimonio y juicio de
divorcio perpetuo, la etapa de discusión es la misma, luego el tribunal
dicta la resolución que recibe la causa a prueba (notificado por cédula –
artículo 48 del Código de Procedimiento Civil-), comienza a correr el
término probatorio ordinario –20 días- como la regla general, pero por
tratarse de una cuestión en la que inciden normas de orden público
familiar, la jurisprudencia se encargó de limitar, tanto lo que se refiere a
la posibilidad de renunciar a la etapa de prueba, como lo que se refiere al
valor atribuido a la prueba confesional, ambas posibilidades, por la vía
interpretativa, fueron fuertemente restringidas.
En este antiguo procedimiento, existía también la posibilidad de
ventilar ciertas cuestiones relacionadas con la situación de los cónyuges,
y al efecto la ley contempló la posibilidad de introducir ciertos
incidentes en ambos procedimientos –y es a los que se refería el artículo
755 del Código de Procedimiento Civil-. Son incidentes especiales que
pueden decir relación con las siguientes materias:
1º.- Fijación de la residencia de la mujer durante el juicio;
2º.- por la cuantía y forma de los alimentos y de las expensas para la
litis;
3º.- la regulación de un régimen en materia de cuidado personal de los
hijos, mediante la designación del cónyuge u otra persona; y
4º.- cuestiones relativas al régimen de visitas, o sea, cómo se relaciona
con los hijos aquel de los cónyuges que no queda encargado del cuidado
personal de aquellos.
Estas cuestiones, podían tramitarse como incidentes, en
cuadernos separados sin paralizar el curso de la acción principal. El
inciso 2º del artículo 755 del Código de Procedimiento Civil regulaba
una cuestión de gran relevancia en lo que dice relación con la
posibilidad de que el juez, a petición de la mujer, podía adoptar todas las
providencias destinadas a la seguridad de los intereses de la cónyuge, o
sea, le atribuía al tribunal, en virtud de estos procedimientos, un poder
cautelar general.
Una vez dictada la sentencia de nulidad de matrimonio o de
divorcio perpetuo, para efectos de determinar la tramitación posterior,
había que distinguir si este era favorable o bien si desestimaba la acción
deducida:
a) Si la sentencia rechazaba la nulidad siempre cabía la posibilidad
de considerar el recurso de apelación, por tratarse de una
sentencia definitiva de primera instancia.
b) Si, en cambio, la sentencia acogía la acción de nulidad o divorcio
perpetuo y, además esta sentencia favorable, no era apelada, por
expresa disposición de la ley, se elevaba en consulta para ante el
tribunal superior jerárquico. Trámite este de orden público, que
podía conducir al tribunal ad quem a que aprobara o bien
revocara la sentencia dictada por el tribunal a quo.
La ley, en el artículo 753 del Código de Procedimiento Civil,
estableció una regla similar a aquella prevista a propósito del
juicio de hacienda -la consulta de la sentencia de primera
instancia desfavorable al interés del fisco-, en cuanto dispuso que
el tribunal superior estima dudosa la legalidad de la sentencia
dada en primera instancia, debe oírse al ministerio público –o sea,
al fiscal judicial- (Artículo 753 del Código de Procedimiento
Civil).

II.- Cumplimiento de la sentencia:


Una vez dictada la sentencia que declara la nulidad o el divorcio,
la forma de cumplir con este mandato jurisdiccional, era mediante la
anotación de dicha sentencia en el Registro Civil competente, que es
aquel que celebró y autorizó el matrimonio, o sea, el del domicilio de los
contrayentes.

REGULACIÓN DE ESTAS MATERIAS EN LA NUEVA LEY DE


MATRIMONIO CIVIL
( LEY N° 19.947, DE FECHA 17 DE MAYO DE 2004)
El procedimiento anteriormente descrito, ha sido derogado
textual y expresamente por la Ley N° 19.947, ley que viene a establecer
un régimen nuevo en materia de relaciones entre los cónyuges,
regulando una serie de instituciones tales como:
1. La separación de hecho;
2. La separación judicial;
3. El divorcio –con disolución del vínculo-; y
4. La nulidad.
Para resolver las cuestiones derivadas de la aplicación de la ley en el
tiempo, la Ley N° 19.947 estableció una serie de disposiciones
transitorias, reglas que permiten distinguir al menos 4 situaciones
diferentes (artículos 2º, 3º y 4º de la Ley N° 19.947):
1º.- Juicios iniciados y terminados con anterioridad a la entrada en
vigor de la Ley N° 19.947 (o sea, antes del 17 de noviembre de 2004);
2º.- Juicios iniciados, y que se encuentren pendientes, con
anterioridad a la entrada en vigencia de la nueva Ley N° 19.947; y
3º.- Procedimientos iniciados con posterioridad de la entrada en
vigencia de la nueva Ley N° 19.947, pero antes de la instalación de
los Tribunales de Familia, que creó la Ley N° 19.968 de 30 de agosto
de 2004; y
4º.- Juicios o procedimientos iniciados con posterioridad a la
instalación de los Tribunales de Familia.
I.- PROCEDIMIENTOS INICIADOS Y TERMINADOS ANTES DEL
17/11/2004.-
- En la primera situación, de los juicios iniciados y terminados
antes del día 17 de noviembre de 2004, se debe distinguir entre
procedimientos de divorcio perpetuo o temporal y juicios de nulidad:
a) Tratándose de procedimientos que hayan quedado
terminados o afinados, en virtud de una sentencia firme o
ejecutoriada, recaídas en estos procedimientos de divorcio
perpetuo o temporal, se dispuso por el legislador una especie de
conversión jurídica de la persona divorciada temporal o
perpetuamente por la del estado civil de “separado” que prevé la
nueva ley de matrimonio civil, y estas personas divorciadas
perpetua o temporalmente se regirán por lo dispuesto para los
separados judicialmente en la Ley N° 19.947, en cuanto al
ejercicio de sus derechos.
b) En los procedimientos relativos a la nulidad del matrimonio,
en los que también haya recaído sentencia firme o ejecutoriada,
la ley no dijo nada. De manera que esas sentencias ejecutoriadas
producirán plenamente sus efectos.

II.- PROCEDIMIENTOS INICIADOS BAJO LA VIGENCIA DE LA


ANTIGUA LEY Y PENDIENTES DE RESOLUCION AL 17/11/2004.-
- La segunda situación, está relacionada con juicios iniciados con
anterioridad a la entrada en vigencia de la nueva ley y que se encuentren
pendientes de resolución a la misma época. Aquí, nuevamente, se debe
distinguir entre el caso de los procedimientos iniciados con anterioridad
y pendientes, en materia de nulidad de matrimonio de aquellos de
divorcio perpetuo y temporal:
a) Los juicios de nulidad de matrimonio: Que ya se hubieren
iniciado, se continuarán sustanciando con arreglo al
procedimiento vigente a la época de deducirse la demanda
respectiva, ello de conformidad con lo dispuesto en el inciso 1º
del artículo 3º transitorio de la Ley N° 19.947. En este caso, y
por aplicación de lo dispuesto en el inciso 2º del artículo 2º
transitorio de la misma ley, no cabe sino concluir que “los
cónyuges no podrán hacer valer la causal de nulidad fundada
en la incompetencia del oficial del Registro Civil, prevista en
la antigua Ley de Matrimonio Civil de 1874, ya derogada por
la nueva Ley N° 19.947”. Por excepción, las partes pueden
solicitar al tribunal que, el juicio de nulidad de matrimonio,
prosiga su tramitación de conformidad a las normas que prevé la
nueva ley de matrimonio civil, en este caso, corresponderá
aplicar a la nulidad del matrimonio la legislación vigente al
momento de contraerse el vínculo.
b) Situación de los juicios de divorcio perpetuo y temporal:
Tratándose de estos procedimientos ya iniciados con anterioridad
a la entrada en vigor de la reforma, estos; por mandato de la ley,
se continuarán sustanciando como juicios de separación
judicial, bajo el procedimiento regulado a la época de deducir la
demanda respectiva, tal como lo dispone el inciso 1º del artículo
4º transitorio de la Ley N° 19.947. Por excepción, las partes
pueden pedirle al tribunal que prosiga el juicio comenzado, o
bien, que se declare su separación judicial mediante la
continuación de la tramitación de dicho caso como un asunto
judicial voluntario, en que el juez sustancia con conocimiento de
causa, tal como lo previene el inciso 2º del artículo 4º transitorio
de la nueva ley de matrimonio civil.
La continuación de los juicios de nulidad, de divorcio perpetuo o
temporal no impide que, una vez afinados los procesos por
sentencia firme, puedan ejercerse las acciones previstas en la
nueva Ley de Matrimonio Civil, sin perjuicio del efecto de cosa
juzgada que pudiere corresponder, tal como lo previene el
artículo 5º transitorio.
III.- PROCEDIMIENTOS INCIADOS CON POSTERIORIDAD A LA
ENTRADA EN VIGENCIA DE LA LEY N° 19.947.
Procedimientos iniciados con posterioridad a la entrada en
vigencia de la Ley N° 19.947, pero con anterioridad a la instalación
de los tribunales de familia (artículo 1º transitorio en relación a los
artículos 87 y 88 de la Ley N° 19.947): El tribunal competente para
conocer de las acciones de divorcio, nulidad de matrimonio y
separación judicial es, mientras no se encuentren instalados los
tribunales de familia, el juez de letras en los civil que ejerza
jurisdicción en el domicilio del demandado. Contempla, además, la
ley una norma que complementa la regla general de extensión,
prevista en el Código Orgánico de Tribunales, en el sentido que el
mismo tribunal que tiene competencia para conocer de la separación
judicial, de la nulidad del matrimonio y del divorcio será competente
para juzgar las cuestiones que dicen relación:
 Con la regulación del régimen de alimentos;
 La determinación o regulación del cuidado personal de los
hijos y de la relación, regular y directa, que mantendrá
con los hijos aquel de los cónyuges que no los tenga bajo
su cuidado –o sea, régimen de visitas-;
 Todas las cuestiones vinculadas con el régimen de bienes
del matrimonio, siempre y cuando, concurran
copulativamente los siguientes requisitos: 1º- que las
acciones deducidas en relación con estas materias
especiales hayan sido planteadas conjuntamente con la
demanda respectiva (de separación judicial, de nulidad o
de divorcio), o bien conjuntamente con la demanda
reconvencional, si procediere; y 2º- que las acciones,
planteadas por estas materias, no hubieren sido
interpuestas, previamente, de conformidad a las reglas
generales.
El procedimiento contemplado para estos casos. (Artículo 1º
transitorio, acápites 1º, 2ª y 3º de la Ley N° 19.947):
 Procedimiento para que se declare la separación
judicial a petición conjunta de ambas partes: Las
partes pueden solicitar conjuntamente que se declare la
separación judicial. Esta petición debe tramitarse como
un asunto judicial no contencioso, con arreglo a las
disposiciones del Libro IV Título I del Código de
Procedimiento Civil y el juez deberá resolver con
conocimiento de causa. (Artículo 1º transitorio,
disposición 2ª de la Ley N° 19.947)
 Procedimiento sobre separación judicial, nulidad de
matrimonio y divorcio: Estas cuestiones se van a
tramitar conforme el procedimiento que indica el
artículo 1º transitorio, disposición 3ª de la Ley N°
19.947, conforme al cual estas cuestiones se ventilan
conforme al procedimiento ordinario modificado.
Estas modificaciones consisten básicamente en cuanto a la
demanda esta deberá cumplir siempre con los requisitos
comunes a todo escrito y con los requisitos generales a toda
demanda, pero en cuanto a las pretensiones hechas valer, la
ley admite la posibilidad de la pluralidad de acciones, con
el objeto que el tribunal pueda conocer y resolver acerca de
ciertas materias especiales, tales como el régimen de
alimentos, el régimen de cuidado personal de los hijos, el
régimen de visitas y el régimen de bienes del matrimonio.
Pero estas cuestiones que pueden ser planteadas
conjuntamente con la acción de separación judicial, de
nulidad o de divorcio, se van a ventilar como incidentes, y el
tribunal a estas materias especiales las tramitará y contendrá
en cuadernos separados (N° 1º y 2º de la disposición 3ª del
artículo 1º transitorio de la Ley N° 19.947).
El tribunal al proveer la demanda y las acciones de las
cuestiones especiales debe proveerlas y citar a las partes a
una audiencia de conciliación (artículo 68 de la Ley N°
19.947), a esta audiencia de conciliación las partes deben
comparecer personalmente y la ley autoriza al tribunal para
disponer en la misma medidas de apremio para lograr la
comparecencia obligada de la parte renuente, con arreglo al
artículo 543 del Código de Procedimiento Civil, y lograr de
esa forma, la asistencia del cónyuge que no compareciere
personalmente a la audiencia, sin causa justificada. El
fundamento de esta disposición, descansa en que el énfasis de
la nueva legislación está puesto en potenciar soluciones
consensuadas, en la audiencia el juez tiene la obligación de
instar a las partes a conciliación y debe proponerle bases de
arreglo. También el tribunal tiene la carga de hacer presente a
las partes que pueden acudir a un mecanismo de mediación, si
las partes no alcanzaren un acuerdo o no fuere total. Sin
perjuicio de lo anterior, el juez deberá pronunciarse en la
misma audiencia de conciliación sobre las medidas que se
adoptarán provisionalmente respecto del régimen de
alimentos, de cuidado personal de los hijos menores y de
visitas a los mismos.
Si no se llega a conciliación y tampoco se ordena una
mediación, corresponde que se conteste la demanda, aquí
el demandado podrá contestarla, o bien oponer
excepciones dilatorias y contestar la demanda, o
defenderse y además demandar reconvencionalmente. La
contestación de la demanda y la reconvención se deberán
plantear oralmente al término de la misma audiencia. Las
excepciones dilatorias se deben oponer en la contestación de
la demanda y se deben tramitar, conjuntamente, con las
excepciones, o sea conjuntamente con la cuestión principal
(N° 3º, 4º y 5º de la disposición 3ª del artículo 1º transitorio
de la Ley N° 19.947).
La ley establece una norma especial en aquellos casos en
que se hubiere ordenado un proceso de mediación, si así
hubiere ocurrido, la contestación de la demanda y la
reconvención deberán presentarse dentro del plazo de los
10 días siguientes a la fecha en que se notifique, por
cédula, la resolución que aprobó el acta de mediación, en
la cual no se obtuvo acuerdo sobre la nulidad, separación
o divorcio, o bien, que tiene por acompañada al proceso el
acta de término de la mediación fracasada.
Si hubiere demanda reconvencional, la ley establece
que el tribunal deberá conferir traslado al demandante
por un plazo de 5 días, y además elimina los trámites de
réplica y duplica.
La ley hace una expresa remisión al artículo 686 y 687 del
Código de Procedimiento Civil –normas del procedimiento
sumario-, por lo tanto, se debe entender que la prueba se debe
rendir en la forma y en el plazo señalado para los incidentes
(Término probatorio ordinario, de 8 días). Una vez vencido el
término probatorio, por expreso mandato del artículo 687 del
Código de Procedimiento Civil, el tribunal deberá citar a las
partes para oír sentencia. (N° 6º y 7º de la disposición 3ª del
artículo 1º transitorio de la Ley N° 19.947).
En cuanto a la prueba, el N° 7º de la disposición legal ya
referida, estableció una habilitación en materia de prueba
confesional, conforme la cual la prueba confesional es
insuficiente para acreditar la fecha del cese de convivencia
entre los cónyuges, significa que no produce plena prueba y
deberá completarse por otros medios probatorios validamente
aceptados.

.
VI.- EL JUICIO DE ALIMENTOS.
Los alimentos son las prestaciones que una persona debe a otra,
de todo lo necesario para satisfacer las necesidades de existencia, y que
generalmente dicen relación con el parentesco existente entre ellas, para
lo cual existe un orden de prelación, contenido en los artículos 321 a
326 del Código Civil.
En materia de procedimientos, existen fundamentalmente dos
posibilidades, según la calidad del demandante. En efecto, si este es
mayor de edad, se aplicará el procedimiento para la determinación de
alimentos mayores, en tanto que si el demandante es menor de edad, o si
demanda un mayor en conjunto con un menor de edad, se aplica el
procedimiento de alimentos menores. A continuación analizaremos
ambos procedimientos.

1.- Juicio de Alimentos Mayores.


El tribunal competente para esta clase de procedimientos es el
Juez de Letras en lo Civil del domicilio del alimentario.
Es un procedimiento ordinario, en el cual se omiten los trámites
de réplica, duplica y observaciones a la prueba (se elimina el plazo para
efectuar observaciones a la prueba, aunque en la práctica igualmente
pueden y habitualmente se hace, presentarse dichas observaciones, bajo
la forma de un "téngase presente").
La interlocutoria de prueba normalmente versará siempre sobre
los mismos hechos, cuales son la fuente de la obligación, las necesidades
del alimentario y la capacidad económica del alimentante.
Además, existen las siguientes reglas especiales:
1.a. Procede decretar alimentos provisorios, en tanto no se dicte
sentencia definitiva.
1.b. La sentencia decreta el monto de la pensión alimenticia, pero puede
indicar que esta se pague en dinero, bienes, constitución de usufructos,
etc.
1.c. La pensión decretada no puede nunca exceder del 50% de los
ingresos del alimentante.
1.d. Las apelaciones serán concedidas en el sólo efecto devolutivo y
tendrán preferencia para su vista y fallo.
1.e. La sentencia produce cosa juzgada sustancial provisional. Lo
anterior, significa que en caso de variación de circunstancias, puede
solicitarse la revisión de la pensión decretada. Estos son los juicios de
aumento o rebaja de alimentos, los cuales tienen en definitiva la misma
tramitación.
1.f. En cuanto a la ejecución de la sentencia, existen una serie de
alternativas contempladas en la Ley N° 14.908 (Ver apéndice del
Código de Procedimiento Civil).
1.f.1. Procedimiento Ejecutivo Especial (artículos 7 y 8 Ley N° 14.908)
1.f.2. Retención y Pago Directo (previa notificación al empleador -
artículo 9 Ley N° 14.908)
1.f.3. Apremio personal (arresto por no pago de pensiones de alimentos-
artículo 15 Ley N° 14.908)
1.f.4. Otorgamiento de Cauciones (artículo 12 Ley N° 14.908)

2.- Juicio de Alimentos Menores.


En cuanto a las normas de competencia, el conocimiento de estos
juicios corresponde al Juez de Letras de Menores del domicilio del
alimentario, salvo que éste lo hubiere cambiado por abandono o rapto,
en cuyo caso será competente el Juez de Menores del domicilio del
alimentante.
Se tramita en un procedimiento sumario, pero con las siguientes
características especiales (artículos 34, 35, 36 y 37 de la Ley N° 16.618
- apéndice Código Orgánico de Tribunales):
a) El comparendo de contestación se fija para un día determinado
(no al quinto día desde la notificación como ocurre en este tipo
de procedimientos por regla general)
b) No procede la substitución de procedimientos.
c) Si no hay contienda entre las partes (ejemplo: aprobación de
transacción) se tramite en audiencias verbales y sin forma de
juicio, aunque el juez debe resolver con conocimiento de causa.
d) En cuanto a las formalidades de la sentencia definitiva, se aplica
el artículo 171 del Código de Procedimiento Civil (sentencias
interlocutorias) en vez del artículo 170 del Código de
Procedimiento Civil, que regula los requisitos de las sentencias
definitivas. (artículo 34 Ley N°16.618)
e) Las notificaciones se realizan por carta certificada, la cual puede
ser carta certificada aviso (reemplaza al estado diario y sólo da
cuenta de haberse dictado una resolución) o carta certificada
transcrita (similar a la por cédula y normalmente se usa para
notificar sentencias definitivas o interlocutorias).
f) Las notificaciones las pueden practicar los receptores judiciales,
el receptor visitador del tribunal, el asistente social judicial,
carabineros e investigaciones.
g) No existen días inhábiles para practicar actuaciones (si existen
horas inhábiles), aun cuando los plazos son discontinuos (se
suspenden en feriados)
h) La prueba se aprecia en conciencia.
i) El recurso de apelación procede en el sólo efecto devolutivo, y
exclusivamente respecto de la sentencia definitiva o de
resoluciones que pongan término al juicio o hagan imposible su
continuación. Además procede el recurso de reposición cuando
corresponda.

VII.- PROCEDIMIENTO DE VIOLENCIA INTRAFAMILIAR.


1. Concepto: La Ley N° 19.325, publicada en el Diario
Oficial de 27 de Agosto de 1994, estableció las “normas sobre
procedimiento y sanciones a los actos de violencia intrafamiliar"
Por su parte, el Decreto Supremo N° 1.415 de 17 de Octubre de 1994
del Ministerio de Justicia, publicado en el Diario Oficial de 5 de
Febrero de 1996, aprobó el Reglamento de la Ley N° 19.325 sobre
Violencia Intrafamiliar. De acuerdo a lo establecido en el artículo 1°
de la Ley N° 19.325, se entenderá por acto de violencia
intrafamiliar todo maltrato que afecte la salud física o psíquica de
quien, aún siendo mayor de edad, tenga respecto del ofensor la
calidad de ascendiente, cónyuge o conviviente o, siendo menor de
edad o discapacitado, tenga a su respecto la calidad de
descendiente, adoptado, pupilo, colateral consanguíneo hasta el 4°
grado inclusive, o esté bajo el cuidado o dependencia de
cualquiera de los integrantes del grupo familiar que viva bajo un
mismo techo. Para dar aplicación a esta ley, no siempre es necesario
que el ofensor conviva con el grupo familiar de acuerdo a lo
establecido en el inciso segundo del artículo 1º de la Ley. En
consecuencia, para los efectos de establecer si nos encontramos en
presencia de un acto de violencia intrafamiliar es menester atender a
2 elementos:
a) Elemento objetivo: El elemento objetivo del acto de violencia
intrafamiliar está configurado por la conducta que debe consistir
en un maltrato que afecte la salud física o psíquica de alguna de
las personas respecto de quien concurra alguno de los vínculos
que establece la ley. Debemos hacer presente que durante la
tramitación de la ley se eliminó el requisito de que el maltrato
fuere significativo, en virtud de lo cual, a la luz de la ley vigente,
todo maltrato que afecte la salud física o psíquica puede
constituir un acto de violencia intrafamiliar. Especialmente,
quedó claramente asentado que no es necesario que el acto del
maltrato sea constitutivo de delito, puesto que en tal caso debiera
instruirse el correspondiente proceso penal ante el juez del
crimen competente (artículo 7°), sin perjuicio de oficiar al juez
de menores si procediere para que este también adopte las
medidas de protección correspondientes que se contemplan en la
Ley de Menores (artículo 8 Código de Procedimiento Penal).
No obstante, el juez del crimen tiene la facultad de decretar
alguna de las medidas cautelares del artículo 3º letra h), lo cual
en realidad no es sino una especificación del mandato genérico
del artículo 7 Código de Procedimiento Penal a propósito de
las primeras diligencias del sumario criminal (“dar protección a
los perjudicados”). Excepcionalmente, cabe aplicar el
procedimiento de violencia intrafamiliar y no el procedimiento
penal, respecto de las faltas contempladas en el artículo 494 N°s
4 y 5 Código de Procedimiento Penal, siempre que exista el
vínculo exigido por la ley entre el ofensor y la víctima.
b) Elemento Subjetivo: Para que al acto de maltrato que afecte la
salud física o psíquica de la victima sea calificado de violencia
intrafamiliar es menester que existe con el ofensor el vínculo que
establece la ley. Es preciso distinguir:
i. Víctima de cualquier edad: En este caso, la
víctima debe tener con el ofensor la calidad de ascendiente,
cónyuge o conviviente.
ii. Víctima menor de edad o discapacitado:
En este caso, la víctima debe tener con el ofensor la calidad
de descendiente, adoptado, pupilo, colateral consanguíneo
hasta el 4° grado inclusive o estar bajo el cuidado o
dependencia de cualquiera de los integrantes del grupo
familiar que viva bajo un mismo techo.

2. Tribunal Competente: De acuerdo a lo previsto en el


artículo 2°, los conflictos a que den origen los actos de violencia
intrafamiliar serán de conocimiento del Juez Letrado de turno en lo
civil del domicilio en que vive el afectado. En consecuencia,
respecto de la competencia absoluta reviste especial trascendencia el
elemento materia, puesto que los actos de violencia intrafamiliar
corresponde que sean conocidos por el juez de letras en lo civil.
Respecto del elemento cuantía, nos encontramos ante asuntos no
susceptibles de apreciación pecuniaria, teniendo aplicación la regla
general que al efecto se establece en el artículo 130 del Código
Orgánico de Tribunales. Finalmente, cabe señalar que no se aplica
el elemento fuero de acuerdo a la norma general del artículo 133 del
Código Orgánico de Tribunales, puesto que se trata de un juicio
que se tramita breve y sumariamente. En relación a la competencia
relativa, se altera la regla general del domicilio del demandado
contemplada en el Código Orgánico de Tribunales, estableciéndose
la regla que es tribunal competente donde se encuentre ubicado el
hogar donde vive el afectado. Finalmente, respecto a las reglas de
distribución de causas, se aplica la regla del turno.
Cabe hacer presente que la determinación del tribunal competente
ha sido la materia respecto de la cual se han planteado mayores
objeciones a la ley. El propio Presidente de la Excma. Corte
Suprema, en su discurso anual del año 1996 plantea que las diversas
Corte de Apelaciones del país han manifestado su aprehensión en
cuanto al tribunal competente, considerando que deberían ser los
Tribunales de Familia, para que los fines que tuvo en vista el
legislador sean cumplidos con eficacia y prontitud. En su defecto, se
propone que la competencia sea de los Juzgados de Menores porque
la funcionalidad de aquellos juzgados, así como, los especialistas de
que disponen, facilita las decisiones más compenetradas del conflicto
que dio origen la acción respectiva. En todo caso, el tema ha sido
recogido por el gobierno, el cual ha manifestado a través del
Ministerio de Justicia que, luego que se constituyan los Tribunales
de Familia, ésta será una de las materias que caerán dentro de su
competencia.

3. Aplicación de las disposiciones comunes a todo


procedimiento: En el procedimiento de violencia intrafamiliar
reciben aplicación preferente las reglas especiales que ella contiene,
y en todo lo no establecido en ellas, rigen las normas comunes a todo
procedimiento del Libro I del Código de Procedimiento Civil. Las
principales reglas especiales que se contienen en esta materia por la
Ley son las siguientes:
a) Las Partes: El sujeto activo del proceso puede ser el afectado,
sus ascendientes, descendientes, guardadores, tutores, curadores
o cualquier otra persona que tenga conocimiento directo de los
hechos materia de la denuncia o demanda, según sea el caso. Por
su parte, el sujeto pasivo debe ser el ofensor.
b) Mandato judicial: Se establece como regla general que en estos
juicios, las personas podrán actuar y comparecer personalmente,
sin necesidad de mandatario judicial ni abogado patrocinante
(artículo 3º letra c) Esta regla general reconoce dos
excepciones:
i. Casos en que el tribunal facultativamente
puede ordenar que se comparezca a través de mandatario
judicial y abogado patrocinante. Esta facultad puede ser
ejercida por el tribunal sólo cuando las 2 partes se encuentren
actuando personalmente en el proceso, puesto que si una de
las partes cuenta con abogado, se aplica la designación
obligatoria de patrocinante.
ii. Casos en que el tribunal debe ordenar que se
comparezca a través de mandatario judicial y abogado
patrocinante, básicamente cuando una de las partes cuente
con asesoría de letrado.
b) Representación legal de pleno derecho: En el caso de los
menores o discapacitados, el abogado o procurador que lo
represente será su curador ad litem por el solo ministerio de la
ley. (artículo 3 letra c) inciso final).
c) Notificaciones:
i. Primera Notificación: Será siempre personal
a menos que el tribunal, por motivos calificados, disponga
otra forma de notificación. Esto importa una modificación al
artículo 40 del Código de Procedimiento Civil CPC, en
cuanto permite al tribunal disponer otra forma de notificación
distinta de la personal o de sus equivalentes como son la del
44 y por avisos. En todo caso la forma de notificación que se
disponga debe cumplir con dejar al notificado copia íntegra
de la resolución y de la demanda o denuncia según sea el
caso. Esto en la práctica, se traduce en que esta otra forma del
notificación será por cédula o bien por carta certificada. En
este último caso, no se señala el momento a partir del cual se
entiende practicada la notificación, lo que importa una grave
omisión que debe suplir el tribunal. Dado que la ley no
distingue, debe entenderse que esta norma se aplica respecto
de la primera notificación que debe efectuarse tanto al
demandante y al demandado.
ii. Sujetos que pueden Notificar: Puede notificar
un funcionario del tribunal, un receptor, un notario público,
un oficial de registro civil o directamente por carta
certificada, según lo determine el tribunal. Se omitió incluir a
Carabineros e Investigaciones, lo cual es otra omisión que el
Presidente de la Excma. Corte Suprema hizo notar en su
oportunidad.
iii. Horario y Lugares Hábiles para Notificar: La
notificación personal puede efectuarse en cualquier día y en
cualquier lugar, entro las 6 y las 23 horas. No se contempla la
forma de computo en caso de notificarse en día inhábil que
contiene el inciso 3º del actual artículo 41 del Código de
Procedimiento Civil, pero ella se puede deducir de la regla
general que sobre el cómputo de los Plazos que se contempla
en el artículo 66 del Código de Procedimiento Civil.
Respecto de las otras notificaciones, estas deberán efectuarse
con igual habilitación de día y hora, en el domicilio o lugar de
trabajo de la persona a notificar.
d) Medidas Precautorias: Se han establecido las siguientes reglas
especiales:
i. Se pueden decretar no sólo a petición de
parte, sino de oficio por el tribunal.
ii. Pueden decretarse desde el momento mismo
de recibir la denuncia o demanda, sin ser necesario que se
haya notificado la demanda.
iii. Hay gran amplitud y casi un poder cautelar
para el Juez, por cuanto, en caso que la gravedad de los
hechos así lo requiera, podrá decretar cualquier medida
precautoria destinada a garantizar la seguridad física o
psíquica del afectado y la tranquila convivencia, subsistencia
económica e integridad patrimonial del núcleo familiar.
iv. El legislador se ha encargado de señalar a
titulo meramente ejemplar y no taxativo las medidas
precautorias que temporalmente puede decretar el tribunal:
- Prohibir, restringir o limitar la presencia del ofensor en el
hogar común;
- Ordenar el reintegro al hogar de quien injustificada
^mente haya sido obligado a abandonarlo;
- Autorizar al afectado para hacer abandono del hogar
común y disponer la entrega inmediata de sus efectos
personales;
- Prohibir o limitar la concurrencia del ofensor al lugar de
trabajo del ofendido, a menos que trabajen en un mismo
establecimiento;
- Provisoriamente fijar alimentos y establecer un régimen
de cuidado personal, crianza y educación de los hijos o
menores que integren el núcleo familiar; y
- Decretar la prohibición de celebrar actos y contratos sobre
determinados bienes de quienes integren el núcleo
familiar.
v. Las medidas precautorias son temporales y
no podrán exceder de 60 días hábiles. No obstante, por
motivos graves y urgentes, pueden prorrogarse hasta 180 días
hábiles en total. En todo caso, las medidas pueden
permanecer vigentes incluso luego de dictada la sentencia
definitiva por un tiempo que no exceda de 60 días.
vi. El juez en cualquier momento de oficio o a
petición de parte, podrá ampliarlas, limitarlas, modificarlas,
substituirlas o dejarla sin efecto.
vii. Deben ser decretadas mediante resolución
fundada.
viii. Normalmente es el tribunal civil el
competente para conocer de estas materias, pero si ha iniciado
un juicio por tuición, alimentos, divorcio o separación de
bienes, corresponderá exclusivamente al respectivo tribunal
resolver sobre las medidas precautorias que estén vigentes al
momento de iniciarse tal procedimiento
ix. Para el cumplimiento de las medidas el juez
dispondrá de las facultades conferidas en el artículo 238 del
Código de Procedimiento Civil, incluyendo decretar auxilio
de fuerza pública con facultades de descerrajamiento y
allanamiento.
x. El juez deberá controlar el cumplimiento y
resultado de las medidas decretadas, pudiendo delegar estas
funciones en instituciones idóneas como el SERNAM, los
Centros de diagnóstico del Ministerio de Educación o los
centros comunitarios de Salud Mental Familiar, lo que
determinará en la sentencia.
xi. El incumplimiento de cualquier medida
precautoria decretada por el tribunal será sancionado en la
forma establecida en el artículo 240 del Código de
Procedimiento Civil, además de apremios de arresto hasta
por 15 días (artículo 6).

1. Procedimiento:
a) Iniciación del procedimiento: El juicio se inicia por denuncia
oral o escrita o demanda. La demanda o denuncia debe contener
una narración circunstanciada de los hechos en que se funda, los
motivos por los cuales estos hechos afectan la salud física o
psíquica de él o los afectados, el nombre e individualización del
autor o autores de tales hechos y, en lo posible, la indicación de
la o las personas que componen el núcleo familiar afectado. En
toda denuncia que se efectúe ante Carabineros o Investigaciones,
de no precisarse la identidad de él ofensor, el servicio que haya
recibido la denuncia deberá practicar las diligencias necesarias
para su individualización, la cual deberá señalarse en el parte que
se envíe al tribunal, al transcribir la denuncia respectiva. Si el
juicio se inicia por demanda, esta debe interponerse ante el juez
competente. Si es por denuncia, esta se puede realizar
directamente ante el juez o ante Carabineros o Investigaciones,
siendo aplicables lo establecido en los artículos 83 y 86 del
Código de Procedimiento Penal.
b) Resolución que debe recaer en la demanda o denuncia: El
tribunal citará al denunciante o demandante, al afectado, y al
ofensor a un comparendo de discusión, conciliación y prueba,
al cual las partes deberán concurrir con todos los medios de
prueba que dispongan. El comparendo deberá celebrarse dentro
de los 8 días hábiles siguientes, bajo apercibimiento de
procederse en rebeldía de quien no asista. Adicionalmente, si el
tribunal lo estima conveniente, podrá citar a los otros miembros
del grupo familiar. En tercer lugar, la resolución deberá requerir
al Servicio de Registro Civil e Identificación, por la vía que
estime más rápida y efectiva, un informe sobre las anotaciones
que el demandado o denunciado tuviere en el registro especial
que establece el artículo 8, el cual deberá ser evacuado dentro
del plazo de 5 días hábiles. Finalmente, el Juez podrá decretar
una medida cautelar.
c) Notificación: La primera notificación será siempre personal a
menos que el tribunal, por motivos calificados, disponga otra
forma de notificación. En todo caso, deberá dejarse al notificado
copia íntegra de la resolución y de la demanda o denuncia según
sea el caso.
d) Comparendo: La audiencia se celebrará con las personas que
asistan. El Juez debe escuchar los descargos del ofensor respecto
de la demanda o denuncia. Posteriormente el juez someterá a los
interesados las bases sobre las cuales sería posible una
conciliación y personalmente las instará a ello. Las opiniones que
el tribunal emita al efecto no serán causal de inhabilitación. En la
conciliación se podrá convenir sobre toda y cualquier materia, a
fin de garantizar la debida convivencia del núcleo familiar y la
integridad física y psíquica del ofendido. No habiendo
conciliación o en rebeldía del ofensor, el tribunal recibirá la
causa a prueba, señalando los puntos sobre los cuales ésta debe
recaer, debiendo las partes rendirla en ese mismo acto. Iniciada la
audiencia, esta no podrá suspenderse por motivo alguno, y en
caso que la prueba no alcance a rendirse en ella, continuará al
día siguiente hábil y así hasta terminar. El tribunal deberá
habilitar los horarios especiales para ello, de no ser posible
continuar dentro de su horario normal de funcionamiento.
Respecto de la prueba de testigos, se establece que en estos
juicios no regirán las inhabilidades de los números 1, 2, 3, 4 y
5 del artículo 358 del Código de Procedimiento Civil.
Tampoco es necesario acompañar lista de testigos ni minuta de
interrogatorio. Sólo son admisibles los testigos presenciales y no
de oídas. Finalmente, en cuanto a la apreciación de la prueba, se
establece en la letra j) del artículo 3 que "la prueba se
apreciará según las reglas de la sana crítica"
e) Etapa de Sentencia: Terminada la recepción de la prueba el
tribunal citará a las partes para oír sentencia. Dentro de los 3 días
hábiles siguientes a dicha resolución, el tribunal puede decretar
las medidas para mejor resolver establecidas en el artículo 159
del Código de Procedimiento Civil y además podrá decretar
informes médicos, psicológicos, de asistentes sociales u otros que
estime convenientes, así como, requerir informes o antecedentes
de organismos de la Administración del Estado, Municipalidades
y de empresas particulares. En caso de requerir informes, deberá
fijar un plazo para su cumplimiento, pudiendo aplicar los
apremios del artículo 420 del Código de Procedimiento Civil.
La sentencia definitiva debe ser dictada en el acto o a más tardar
dentro de 10° día. Respecto de la forma de la sentencia, se
establece que ésta sólo deberá contener las indicaciones que
establecen los números 1, 4 y 6 del artículo 170 del Código de
Procedimiento Civil. Es esencial que en la parte resolutiva
exista un pronunciamiento sobre la ocurrencia del hecho
constitutivo de violencia intrafamiliar y si este afecta o no a la
salud física o psíquica del ofendido, así como, la responsabilidad
que cabe en el hecho al denunciado o demandado y la sanción
que se le aplica.
f) Recursos: En el procedimiento sólo se contienen normas
especiales para regular algunos aspectos del recurso de apelación.
Se puede deducir verbalmente y sin formalidad alguna, y será
concedido en el sólo efecto devolutivo (sea definitiva o
interlocutoria). El recurso se verá en cuenta sin esperar la
comparecencia de las partes y gozará de preferencia para su vista
y fallo.
g) Cosa Juzgada: La sentencia definitiva solo producirá cosa
juzgada substancial respecto de la ocurrencia del hecho y la
responsabilidad del ofensor

2. Sanciones: De acuerdo a lo previsto en el artículo 4 de la


Ley y artículo 1 del Reglamento, se castigará al autor de un acto de
violencia intrafamiliar con alguna de las siguientes medidas:
a) Asistencia obligatoria a determinados programas
terapéuticos o de orientación familiar por un lapso que no
exceda de 6 meses, bajo el control de instituciones idóneas para
ello, como el Servicio Nacional de la Mujer, los Centros de
Diagnóstico del Ministerio de Educación o los centros
comunitarios de Salud Mental Familiar. El plazo fijado por el
tribunal se cuenta desde el inicio del tratamiento. La institución
encargada debe emitir un informe previo, designando al
profesional o técnico que corresponda para entrevistar al
condenado. La institución encargada deberá remitir al juez
informes periódicos sobre el desarrollo de la terapia o programa
de orientación más un informe final. La inasistencia injustificada
por 2 veces al programa será informada de inmediato al juez.
b) Multa a beneficio municipal, den entre uno a diez días de
ingreso diario, que debe ser pagada en la Tesorería Municipal del
lugar donde vive el afectado, dentro del plazo de 5 días desde la
notificación de la sentencia. El Tesorero municipal emitirá un
recibo por duplicado, entregando un ejemplar al condenado y
enviando otro al tribunal a más tardar al día siguiente del pago.
El Secretario del tribunal agregará dicho recibo a los autos,
dejando constancia en ellos del pago de la multa. El
incumplimiento se sancionará con un día de arresto por cada
ingreso diario que se haya aplicado como multa.
c) Prisión, en cualquiera de sus grados.
Para la aplicación de la sanción debe considerarse como
circunstancia agravante el incumplimiento, por parte del
denunciado o demandado, de cualquiera medida precautoria que se
hubiese decretado a su respecto.
Finalmente, es menester señalar que el juez, de acuerdo con el ofensor y
una vez ejecutoriada la sentencia puede conmutar la multa o prisión por
la realización de trabajos comunitarios (artículos 10 a 13 del
Reglamento). La resolución que otorgue la conmutación deberá señalar
expresamente el tipo de trabajo, el lugar donde deba realizarse, su
duración y la persona o institución encargada de supervisarlo, todo de
acuerdo las efectivas capacidades y características del condenado, lo
cual deberá determinar el juez. Estos trabajos serán gratuitos, pero la
institución que se beneficie con él podrá entregar al condenado una
suma de dinero que cubra los gastos de movilización necesarios para su
traslado. La no realización cabal y oportuna de los trabajos dejará sin
efecto la conmutación y deberá cumplirse la sanción primitivamente
aplicada.

VIII.- EL JUICIO DE HACIENDA.


Cualquier asunto contencioso que interese al Fisco y que no esté
sometido al conocimiento de tribunales especiales (ejemplo: cuentas
fiscales a la contraloría) se tramitan mediante el denominado Juicio de
Hacienda. Este procedimiento especial contemplado por el legislador,
está reglamentado en los artículos 748 y siguientes del Código de
Procedimiento Civil.
En términos genéricos, se define al juicio de hacienda como
aquel en que tiene interés el Fisco y cuyo conocimiento está entregado a
los tribunales ordinarios de justicia. A continuación analizaremos sus
características mas relevantes:
1.- Competencia: Existe una norma especial en el artículo 48 del
Código Orgánico de Tribunales, conforme a la cual es competente el
Juez de Letras de comuna asiento de corte. No obstante, si es
demandante, tiene la opción de concurrir ante ese tribunal, o ante el
tribunal competente según el domicilio del demandado.
2.- Representación Judicial del Fisco: El Fisco es representado
judicialmente por el Consejo de Defensa del Estado, y específicamente
por su presidente (D.F.L. Nº 1 de 28/7/93 - Ley Orgánica Consejo de
Defensa del Estado).
3.- Procedimiento Aplicable: El artículo 748 del Código de
Procedimiento Civil, dice que éste juicio se sustancia siempre por
escrito, y con arreglo a la tramitación de los juicios del fuero ordinario
de mayor cuantía.
Es necesario hacer presente que el fuero ordinario no es equivalente a
juicio ordinario, sino que significa que se dará la tramitación que
corresponda en cada caso, según la naturaleza del asunto, pero éste se
reputará siempre como de mayor cuantía. Así, habrán juicios de
hacienda sumarios, juicios de hacienda especiales, juicios de hacienda
ordinarios, juicios de hacienda posesorios, etc. Si corresponde aplicar la
normativa del juicio ordinario, se suprimen los escritos de réplica y
duplica en los casos en que la cuantía del asunto no exceda de 500
Unidades Tributarias Mensuales.
4.- Existencia del Trámite Especial de la Consulta: La consulta es un
trámite procesal de orden público, cuyo objeto es que el tribunal superior
jerárquico examine el fallo dictado por el tribunal inferior, cuando éste
no ha sido impugnado por vía de apelación o, cuando habiéndose
deducido dicho recurso, este no llega a verse por cualquier causa. La
consulta no es ni recurso ni instancia jurisdiccional, sino que es un
trámite procesal de orden público. Los fallos consultables siempre llevan
una mención obligatoria al final de la sentencia: "consúltese si no se
apelare".
Este trámite, que era una regla general en materia penal conforme al
antiguo Código de Procedimiento Penal, no es ni ha sido habitual en
materia civil, salvo en dos casos y uno de ellos a la fecha incluso se
encuentra derogado (consulta en materia de sentencia de nulidad de
matrimonio y de divorcio perpetuo):
e) Sentencias dictadas en juicio de hacienda, desfavorables al
interés fiscal: El artículo 751 del Código de Procedimiento
Civil, señala los casos específicos en que se entiende que la
sentencia es desfavorable al Fisco. Esta norma, ha adquirido
especial importancia, toda vez que sobre ella se construye la
teoría del agravio, que es la base del recurso de apelación.
i. Cuando la sentencia no acoge totalmente la
demanda del Fisco;
ii. Cuando no acoge totalmente la reconvención
del Fisco;
iii. Cuando no rechaza totalmente la demanda
deducida en contra del Fisco; y,
iv. Cuando no rechaza totalmente la
reconvención deducida en contra del Fisco.
Para que la sentencia del juicio de hacienda sea consultada,
además de que sea contraria al interés fiscal, se requiere que se
trate de la sentencia definitiva de primera instancia que no haya
sido revisada por el tribunal de alzada por la vía del recurso de
apelación.
f) Las sentencias que acogían la nulidad de matrimonio o
declaraban el divorcio perpetuo en conformidad a las
antiguas disposiciones del Código de Procedimiento Civil hoy
derogadas por la Ley N° 19.947.
El tribunal competente para conocer de la consulta es la Corte de
Apelaciones respectiva, de conformidad a lo dispuesto por el
artículo 63 N° 3 del Código Orgánico de Tribunales.
Tramitación de la Consulta:
b) La consulta se ve en cuenta, para el solo efecto de determinar si
la sentencia se encuentra ajustada a derecho o no. Se entiende
ajustada a derecho cuando, pese a ser desfavorable al interés del
Fisco, no ha sido dictada con infracción de ley, no es abusiva ni
arbitraria, ni adolece de otros defectos de forma.
c) Si la sentencia consultada se encuentra ajustada a derecho, el
Tribunal Superior la aprueba. Si no se encuentra ajustada a
derecho, se retiene el conocimiento del asunto, radicándose en la
sala respectiva, la cual deberá señalar los puntos que le merecen
duda, ordenando traer los autos en relación respecto de esos
puntos.
d) La vista de la causa se ve en la misma sala, limitándose su
conocimiento a los puntos de derecho señalados en la resolución.
Las partes no tienen posibilidad de cuestionar los puntos que la
Corte ha estimado dudosos en su resolución.
e) En el juicio de nulidad de matrimonio o divorcio perpetuo, si la
Corte estima dudosa la legalidad del fallo, retiene el
conocimiento de todo el asunto, sin fijar puntos dudosos y
procede como si se hubiere apelado en tiempo y forma. Además
se oye obligatoriamente al Ministerio Público.
5.- La Ejecución de la Sentencia: Sabemos que las únicas sentencias
que requieren ejecución son las sentencias de condena. El modo normal
de cumplimiento de la sentencia se realiza a través del juicio ejecutivo.
No obstante, respecto de las sentencias pronunciadas en contra del Fisco,
aún cuando fueren condenatorias, no procede la ejecución forzada y no
existe un procedimiento compulsivo para obtener el cumplimiento por
parte del Fisco.
El cumplimiento de la sentencia es un procedimiento
reglamentario y administrativo. Se debe aplicar el siguiente
procedimiento:
a) Certificado de Ejecutoriedad: Para pedir el cumplimiento, la
sentencia debe estar ejecutoriada, no existiendo sentencias que
causen ejecutoria respecto del Fisco.
b) Remisión de Oficios: Ejecutoriada la sentencia, el tribunal
remitirá al Ministerio respectivo, una copia o fotocopia
autorizada del fallo, tanto de primera como de segunda instancia,
y un certificado de ejecutoria de ellas.
c) Dictación del Decreto: Recibido el oficio, el Ministerio en
cuestión, cuenta con un plazo de 60 días para cumplir lo resuelto
por el tribunal, mediante la dictación de un Decreto Supremo.
d) Pago por Tesorería: Si la sentencia condena al pago de sumas
de dinero, el decreto dispondrá la orden a la Tesorería General de
la República de pagar las sumas respectivas. Si se le condenó a
prestaciones pecuniarias periódicas, el decreto indicará además a
la Tesorería que incluya el pago de los reajustes e intereses que
se devenguen hacia el día del pago efectivo.
e) Informes: El D.F.L. Nº 1 del Ministerio de Hacienda de 1993,
fija el texto refundido, coordinado y sistematizado de la Ley
Orgánica del Consejo de Defensa del Estado. En su artículo 59,
dispone que dicho organismo debe informar al Ministerio
respectivo dentro de los 30 días siguientes a la recepción del
oficio despachado por el tribunal.
6.- Normas Especiales del Juicio de Hacienda: (D.F.L. N° 1)
a) Recurso de Casación: El plazo de 15 días para interponerlo, se
aumenta con la tabla de emplazamiento hasta por un máximo de
30 días, cuando el tribunal que dictó el fallo funcione en una
comuna diversa a la del tribunal que conocerá del recurso.
b) Fotocopias para Compulsas: El Consejo puede obtenerlas a su
propia costa y sin cargo adicional dentro de los plazos indicados
en el artículo 197 del Código de Procedimiento Civil.
c) Transacciones: Requiere el voto favorable de las tres cuartas
partes de los consejeros en ejercicio, en sesión especialmente
convocada al efecto

IX.- EL PROCEDIMIENTO ARBITRAL.


El árbitro es un juez nombrado por las partes o el juez en
subsidio, para conocer y resolver sobre determinados asuntos
expresamente entregados a su decisión. El nombramiento del árbitro
pueden realizarlo las partes a través de un compromiso o cláusula
compromisoria, o el Juez en subsidio cuando no ha habido acuerdo en la
persona del árbitro o cuando se trata de casos de arbitraje forzoso.
En cuanto a las facultades y características esenciales, los árbitros
pueden ser de derecho, arbitradores o mixtos. En cuanto al
procedimiento, el árbitro arbitrador y el mixto se igualan, por lo cual los
analizaremos como un solo grupo.
Arbitro de Derecho: Este juez deberá substanciar el juicio aplicando
a cabalidad el procedimiento que corresponda según la naturaleza
de la acción deducida (artículo 628 del Código de Procedimiento
Civil). No obstante lo anterior, existen ciertas reglas o
características especiales que se presentan en este caso:
a) Ministro de Fe: Es obligatoria la designación de un ministro de
fe que hagas las veces de secretario de Juzgado de letras,
autorizando las actuaciones y resoluciones del tribunal.
b) Notificaciones: Pueden efectuarse de la forma que las partes
acuerden, y si estas nada dicen, todas deberán realizarse ya sea
personalmente o por cédula (artículo 629 del Código de
Procedimiento Civil)
c) Tribunal Colegiado: Si existen varios árbitros designados para
conocer de un asunto, deben concurrir todos a cada una de las
actuaciones y diligencias que se decreten (artículo 630 del
Código de Procedimiento Civil)
d) Testigos: No es posible compeler a los testigos a comparecer a
declarar sino a través de un tribunal ordinario (artículo 633 del
Código de Procedimiento Civil)
e) Ejecución del Fallo: Al igual que en el caso anterior, y dado vez
que el árbitro tiene imperio incompleto, debe hacerlo a través de
un tribunal ordinario, cuando requiera decretar medidas
compulsivas. De lo contrario el fallo lo puede ejecutar el mismo
árbitro si el arbitraje continúa vigente, o un tribunal ordinario
(artículo 635 del Código de Procedimiento Civil)
f) Recursos: Proceden los mismos que ante un tribunal ordinario.
Para estos efectos, se considerará como superior jerárquico a la
Corte de Apelaciones respectiva.
Arbitro Arbitrador o Mixto: Por regla general, el árbitro
substanciará el juicio de conformidad a las reglas de
procedimiento que le indiquen las partes. No obstante lo anterior,
aun cuando las partes nada digan, y en principio es el árbitro
quien determina el procedimiento, los artículos 637 y 796 del
Código de Procedimiento Civil disponen ciertos trámites o
actuaciones esenciales que el arbitro no puede dejar de realizar:
b) Emplazamiento o audiencia de las partes;
c) Recibir y agregar instrumentos y demás medios de prueba
que se le presenten; y,
d) Acompañar los documentos y pruebas con citación para
permitir su contradicción.

En cuanto a las notificaciones y a la ejecución del fallo, se aplican


las mismas reglas enunciadas respecto del árbitro de derecho. La
designación de ministro de fe es tan sólo optativa para el árbitro. En
la parte decisoria, el artículo 640 del Código de Procedimiento
Civil enuncia el contenido y forma de la sentencia, que es bastante
similar al artículo 170 del Código de Procedimiento Civil, salvo
que en vez de fallar conforme a leyes, se falla sobre la base las
razones de prudencia o equidad. Donde si existen normas
particulares es en relación con los recursos:
a) Solo procede apelación si se pactó expresamente y se indicó el
nombre o nombre de quienes compondrán el tribunal arbitral de
alzada.
b) Si el tribunal arbitral era colegiado y no ha acuerdo entre ellos
para pronunciar fallo, ni apelación pactada, queda sin efecto el
arbitraje. Si procede la apelación, el tribunal de segunda instancia
resolverá sobre la cuestión que motiva el desacuerdo.
El Procedimiento Arbitral de Partición de Bienes: Es una clase
especial de juicio arbitral, encaminado a poner fin a un estado de
indivisión, mediante la liquidación y distribución entre los copartícipes
del caudal poseído pro-indiviso, en partes o lotes que guarden
proporción con los derechos cuotativos de cada uno de ellos (Corte
Suprema).
Características especiales del procedimiento arbitral de partición de
bienes. (artículos 645 a 666 del Código de Procedimiento Civil):
a) Es un procedimiento arbitral.
b) Es un arbitraje de derecho.
c) Pone fin al estado de indivisión.
d) Se dice que es el único procedimiento chileno realmente oral (se
tramita íntegramente en audiencias verbales.
e) La sentencia se llama laudo (fija los puntos de hecho y de
derecho tales como la cantidad de bienes y los derechos de cada
comunero) y ordenata (parte numérica de la distribución)

X.- JUICIOS SOBRE CUENTAS.


Se encuentran reglamentados en el Título XII del Libro III del
Código de Procedimiento Civil, entre los artículos 693 y 696 del
Código de Procedimiento Civil. Adicionalmente, debe tenerse en
consideración lo establecido por el artículo 680 Nº 8 del Código de
Procedimiento Civil, conforme al cual debe aplicarse el procedimiento
sumario a los juicios en que se persiga únicamente la declaración de
rendir una cuenta.
Debemos en este punto precisar que la norma antes citada se
refiere únicamente al procedimiento declarativo de la obligación de
rendir una cuenta, en tanto que el Juicio de Cuentas propiamente tal, es
aquel en el cual se regula el como se rinde la cuenta, partiendo del
supuesto que la obligación de rendirla ya existe.
Su mayor connotación se refiere al tribunal competente. En
efecto, conforme al artículo 227 Nº 3 Código Orgánico de Tribunales,
es una materia de arbitraje forzoso, y por cierto arbitraje de derecho.
Inspirada en el principio formativo de la economía procesal,
nuestra jurisprudencia ha dicho que la designación del árbitro procede
exclusivamente cuando alguien objeta la cuenta presentada, toda vez que
resulta absurdo designar un árbitro de derecho, sino se pretende objetar
la cuenta; sería un simple receptor sin que existan en realidad trámites o
diligencias a realizar, ni conflicto alguno que resolver.
En términos generales, toda gestión sobre bienes ajenos, y
fundamentalmente cuando se trata de actuaciones que implican
administración o disposición de los mismos, impone a quien las ejecuta
la obligación de rendir cuenta de sus actos al titular o propietario de los
bienes. Esta relación, y fundamentalmente la obligación que de ella
nace, puede dar lugar a varios procedimientos.

Para nuestra jurisprudencia, se distinguen fundamentalmente tres


etapas:
1. Procedimiento Declarativo de la Obligación de Rendir
Cuenta: Este es precisamente aquel que debe tramitarse conforme al
procedimiento sumario, ante un tribunal ordinario, cuando se discute
la existencia de la obligación. Según el criterio jurisprudencial, este
procedimiento culmina cuando se presenta la cuenta.

2. Juicio de Cuentas Propiamente Tal: Establecida la


existencia de la obligación, el obligado debe presentar la cuenta,
siguiendo todas las normas generales. Este es un procedimiento
arbitral, en el cual deben resolverse todas las cuestiones relacionadas
con la impugnación y/o aprobación de la cuenta rendida. La
iniciación de este procedimiento puede ser de dos clases:
a) El obligado ha presentado su cuenta: El procedimiento se
iniciará con la impugnación de la misma. en este caso, la cuenta
se considera como demanda y la contestación es la objeción o
impugnación. La designación del árbitro debe efectuarse a
continuación.
b) El obligado no presentó su cuenta dentro del plazo legal: La
ley autoriza al acreedor para presentar una cuenta preparada por
él mismo, con lo cual se invierten los roles en el procedimiento.
3. Juicio Ejecutivo de Cuentas: En realidad no es otra cosa
que un simple juicio ejecutivo, cuyo título será la sentencia arbitral,
o bien la propia cuenta aprobada, y conforme al cual se perseguirá el
pago de todas las sumas que se adeuden por concepto de la
administración de bienes efectuada por el obligado.

XI.- CITACION DE EVICCION.


Es el procedimiento que permite hacer efectiva la obligación de
saneamiento del vendedor, establecida a propósito del contrato de
compraventa, y que por interpretación doctrinaria y jurisprudencial, es
aplicable por analogía a casi todos los contratos conmutativos.
La evicción se define como la privación que sufre el comprador,
respecto del todo o parte de la cosa vendida, derivada de una sentencia
judicial dictada en su contra, motivada por acciones de terceros que
pretenden derechos sobre la cosa.
El comprador que es demandado por un tercero, y que en virtud
de dicha demanda podría verse total o parcialmente privado de la cosa,
tiene la posibilidad de citar al vendedor, hasta antes de contestar la
demanda, a fin de que éste comparezca al procedimiento a actuar en su
defensa.
Citado de evicción, el vendedor cuenta con el plazo de 10 días para
comparecer al proceso, plazo durante el cual este se suspende. Según la
reacción del vendedor frente a la citación, pueden darse una serie de
consecuencias:
a) Es citado y comparece: Se transforma en el demandado
principal del juicio y el comprador pasa a ocupar el rol de tercero
coadyuvante.
b) Es citado y no comparece: Se hace responsable de la evicción, a
menos que el comprador pierda el juicio por negligencia.
c) No es citado: Queda liberado de toda responsabilidad.

XII.- PROCEDIMIENTO DE POLICIA LOCAL.


Los Juzgados de Policía Local no forman parte del Poder
Judicial, sin perjuicio de lo cual reconocen como superior jerárquico a la
Corte de Apelaciones respectiva. Tienen competencia para conocer de
todos los asuntos suscitados dentro del territorio de una municipalidad,
pero como sólo existen en algunas comunas, en las demás el cargo lo
desempeña el alcalde, de lo cual se desprende que en general, estos
jueces pueden ser letrados o no.
En general, conocen de las infracciones de tránsito, ordenanzas,
reglamentos, acuerdos y decretos municipales, determinadas faltas
criminales, además de otros asuntos contenidos en leyes especiales, tales
como los asuntos de la Ley de Defensa de los Derechos de los
Consumidores.
En cuanto al procedimiento, fundamentalmente existen dos clases, que
son el procedimiento por contravenciones, infracciones o faltas,
normalmente iniciado por denuncia de Carabineros o de Inspectores
Municipales, y el procedimiento iniciado por demandas o querellas
particulares.
En el primer caso, se aplica fundamentalmente un procedimiento de
carácter investigativo, sin grandes posibilidades de contradicción y
carente de toda formalidad. En el segundo caso en cambio, existen una
serie de reglas particulares, contenidas en la Ley N° 18.287 - apéndice
del Código Orgánico de Tribunales.
Una vez interpuesta la demanda o querella infraccional, se ordena
notificar al afectado, fijando día y hora para la audiencia de
contestación, conciliación y prueba.
A la audiencia, eventualmente pueden comparecer las partes
personalmente si la cuantía del asunto no excede de 4 Unidades
Tributarias Mensuales.
La primera notificación al demandado debe ser personal. Si no es
habido, se le notifica en forma subsidiaria, pero sin necesidad de
solicitarlo, sino por propia iniciativa del funcionario encargado de
la diligencia, quien deja una cédula con el contenido respectivo.
La notificación debe efectuarse al menos tres días antes de la
audiencia. De lo contrario el juez, de oficio o a petición de parte,
deberá fijar un nuevo día y hora.
El resto de las resoluciones se notifican por carta certificada.
Cualquier demanda que contenga una acción civil, debe ser notificada
a lo menos con tres días de anticipación al comparendo para que
pueda ser conocida por el tribunal.
Si pasan mas de cuatro meses entre la interposición de la demanda y
la notificación de la misma, se tiene por no presentada.
El demandado tiene la posibilidad de demandar reconvencionalmente.
Hay conciliación obligatoria cuando hay acciones civiles
involucradas.
En cuanto a la prueba, el término probatorio es el propio comparendo.
Para presentar la lista de testigos, el plazo es hasta las 12:00 horas del
día anterior a la audiencia (máximo cuatro testigos, independiente
de la cantidad de hechos controvertidos)
La prueba se aprecia conforme a las reglas de la sana crítica.
El tribunal tiene 15 días para dictar el fallo, el cual debe atenerse a las
formalidades indicadas en el artículo 17 de la Ley.
El procedimiento de cumplimiento incidental sólo procede dentro del
plazo de 30 días desde que la sentencia se hace exigible.
En cuanto a los recursos, procede la apelación sólo en contra de la
sentencia definitiva o de aquellas que pongan término al juicio o
hagan imposible su continuación, en el plazo fatal de cinco días.
Para apelar de una multa, es preciso consignar su valor en la
Tesorería Municipal. Sin embargo, es inapelable la sentencia de
infracción a la ley de tránsito que sólo impone multa.
No procede el recurso de casación. Esto es de toda lógica, si
pensamos que el Juez puede no tener conocimiento alguno de la
ley.

CAPITULO VI - LOS PROCEDIMIENTOS EJECUTIVOS


I.- GENERALIDADES.
Sabemos que la jurisdicción se compone de tres fases o etapas,
que han sido denominadas por la doctrina como los momentos
jurisdiccionales. Tradicionalmente la justicia es representada con la
balanza y la espada, siendo las fases de discusión y fallo la
representación de la balanza, en tanto que la fase de ejecución lo es de la
espada.
No obstante lo anterior, cabe señalar que dentro de los
procedimientos ejecutivos, se incluye a veces una fase de conocimiento,
la que puede tener diversos grados, siendo más amplia o más restringida
según el caso. Por ejemplo, en los juicios ejecutivos que regulan los
títulos 1º y 2º del Libro II del CPC, tenemos una fase de conocimiento
taxativa, genérica pero amplia. Esto porque, no obstante la defensa del
ejecutado es taxativa, existe una gran cantidad de excepciones que puede
hacer valer el ejecutado (artículo 464 del Código de Procedimiento
Civil).
Pero este tercer momento jurisdiccional no siempre se verifica,
toda vez que hay resoluciones judiciales que no requieren ser cumplidas
por la fuerza, sino que cumplen su objetivo sólo por el hecho de su
declaración, como la sentencia ejecutiva meramente declarativa.
Además, la ejecución se aplica respecto de las sentencias de condena,
sólo en caso de que no se hubiera dado un cumplimiento espontáneo de
la sentencia judicial. Sin embargo, cuando si se presenta, se desarrolla a
través de procedimientos compulsivos que son básicamente los
siguientes:
- Cumplimiento Incidental.
- Juicio Ejecutivo
- Procedimiento Supletorio General
- Procedimientos Ejecutivos Especiales
Dentro de estos procedimientos ejecutivos hay algunos que sólo
se aplican respecto de sentencias judiciales, como el cumplimiento
incidental. A la inversa, hay procedimientos ejecutivos que sirven para
hacer cumplir obligaciones que no sólo constan en sentencias, sino que
además en otros antecedentes, a los cuales la ley ha otorgado el carácter
de indubitado. En este grupo está el juicio ejecutivo, que sirve para hacer
cumplir no sólo las sentencias judiciales, sino también otros títulos
ejecutivos a los que el legislador otorga tal carácter (títulos ejecutivos).
Finalmente, hay procedimientos ejecutivos que sólo sirven para
hacer cumplir títulos ejecutivos especialmente creados por el legislador,
como el procedimiento de realización de prenda civil y otros
contemplados en leyes especiales, pero el más importante es el
procedimiento especial establecido en el artículo 98 de la Ley General
de Bancos.
En consecuencia, dentro de nuestra legislación tenemos
procedimientos ejecutivos que sirven sólo para sentencias judiciales,
otros para sentencias judiciales y títulos ejecutivos, y otros que sirven
sólo para títulos ejecutivos.

II.- CUMPLIMIENTO INCIDENTAL DE LA SENTENCIA.


Es aquel procedimiento de ejecución que se tramita ante el
mismo tribunal que pronunció la sentencia, concurriendo los siguientes
requisitos o presupuestos:
1. Que se trate de una sentencia definitiva o interlocutoria;
2. Que dicha sentencia se encuentre firme o ejecutoriada, o
que al menos cause ejecutoria;
3. Que la prestación contenida en el fallo se haya hecho
exigible; y,
4. Que no haya transcurrido más de un año desde la fecha en
que la prestación se hizo exigible.
Cuando nos encontramos ante sentencias que contengan
prestaciones periódicas, el plazo del año se cuenta desde que se hace
exigible cada prestación periódica o la última de las que se cobre. El
ejemplo típico es la sentencia que condena al pago de una prestación
alimenticia; en este caso, se cuenta el plazo de un año desde que se ha
hecho exigible la última que se está cobrando.
Según lo expresado en la primera sección de este capítulo, y a la
luz del primero de los requisitos o presupuestos de procedencia de esta
clase de procedimiento de ejecución, vemos claramente que no es
posible perseguir ni obtener por esta vía el cumplimiento forzado de
otros títulos ejecutivos distintos de una sentencia judicial.
Una de las particularidades adicionales que presenta este
procedimiento, es que la solicitud de cumplimiento forzado, debe
necesariamente presentarse ante el mismo tribunal que conoció del
asunto en primera o única instancia y que dictó el fallo cuya ejecución
se persigue.

Procedimiento:
1. Demanda: Se presenta ante el tribunal que dictó la
sentencia, y dentro del plazo de un año desde la exigibilidad de las
prestaciones en él contenidas. Se trata de un escrito en el que se
solicita el cumplimiento incidental de la sentencia y que debe
cumplir las formalidades de una demanda incidental.

2. Providencia: El tribunal, frente a este escrito, dicta una


resolución que normalmente concede la solicitud, pero con citación
del sujeto pasivo ("como se pide, con citación").

3. Notificación: Esta resolución debe ser notificada por


cédula al apoderado del sujeto pasivo (artículo 223 del Código de
Procedimiento Civil). Además, es necesario que se remita una carta
certificada tanto al apoderado como a la parte, en los términos del
artículo 46 del Código de Procedimiento Civil, al mismo domicilio
en que se haya notificado la demanda. En caso que el cumplimiento
se solicite respecto de tercer0os, a éstos deberá notificárseles
personalmente.

4. Excepciones: Frente a la notificación, el ejecutado tiene


la posibilidad de oponerse, pero su defensa se encuentra
expresamente limitada por el artículo 234 del Código de
Procedimiento Civil, exclusivamente a las siguientes excepciones:
a) Pago de la deuda.
b) Remisión.
c) Concesión de esperas o prórrogas de plazo.
d) Novación.
e) Compensación.
f) Transacción.
g) Haber perdido la sentencia su carácter de ejecutoria, sea
absolutamente o por haber vencido el plazo de un año.
h) La excepción del artículo 464 Nº 15 del Código de
Procedimiento Civil (pérdida de la cosa que se debe) y la
excepción del artículo 534 del Código de Procedimiento Civil
(imposibilidad absoluta para la ejecución de la obra). En ambos
casos, solo se admite la excepción si existe fundamento plausible.
i) Falta de oportunidad de la ejecución (también requiere
fundamento plausible)
j) Si el sujeto pasivo de la ejecución es un tercero, puede además
oponer la excepción de no empecerle la sentencia

5. Tramitación de las Excepciones: Todas las excepciones


que se hacen valer en el cumplimiento incidental, a excepción de las
indicadas en la letra h) anterior, se deben fundar en antecedentes
escritos y en hechos acaecidos con posterioridad a la dictación de la
sentencia de cuyo cumplimiento se trata. El plazo para formular las
excepciones es de tan sólo 3 días, salvo que el sujeto pasivo sea un
tercero, quien dispondrá de un plazo es de 10 días. En ninguno de los
casos anteriores de admite ampliación de plazos. Las excepciones se
tramitan en forma incidental, pudiendo el tribunal rechazarlas de
plano cuando no reunieren los requisitos antes indicados.

6. Procedimiento de Apremio: En este procedimiento no


existe el mandamiento de ejecución y embargo, sino que con el sólo
mérito de la resolución que provee la solicitud ( "como se pide, con
citación"), puede procederse al embargo de bienes suficientes del
deudor. Conciliando esta norma con la del artículo 253 Nº 3 inciso
2º del Código de Procedimiento Civil, aparece de manifiesto que el
embargo sólo procede cuando la sentencia establece la obligación de
pagar una suma de dinero, y no hay fondos retenidos ni bienes
precautoriados. El embargo mismo y la resolución que lo ordena,
deben notificarse por cédula (en el procedimiento ejecutivo jamás se
notifica el embargo). El artículo 235 del Código de Procedimiento
Civil en sus diversos numerales, se encarga de indicar las diversas
alternativas de cumplimiento que pueden decretarse conforme a este
procedimiento, según la prestación contenida en la sentencia:
a) Si se ha ordenado entregar una especie o cuerpo cierto, deberá
procederse a la entrega, pudiendo hacerse uso del auxilio de la
fuerza pública.
b) Si la especie no es habida, se procederá a tasar su valor conforme
a las reglas del Título XII del Libro IV del Código de
Procedimiento Civil, y luego se procede como si se tratara se
una suma de dinero.
c) Si se manda pagar una suma de dinero, deberá hacerse pago al
acreedor con los fondos retenidos, previa liquidación del crédito
y las costas, o se dispondrá la realización de los bienes que estén
garantizando los resultados del juicio. Si no hay bienes ni fondos,
se procederá al embargo y realización de bienes suficientes.
d) Si se manda a pagar una cantidad de un género determinado, se
procede como en el caso anterior, previa gestión de avaluación si
fuere necesaria.
e) Si se ordena la ejecución de una obligación de hacer, se aplica el
procedimiento de apremio de dichas obligaciones, siendo
aplicables las normas especiales del embargo en este
procedimiento, si hubiere que embargar y rematar bienes.
f) Si se condena a la devolución de frutos o indemnización de
perjuicios, y se hubiere hecho reserva para discutir su existencia
y monto en la ejecución, conforme al artículo 173 del Código de
Procedimiento Civil (sólo en casos de responsabilidad
contractual), el actor debe demandar la determinación de la
especie y monto de los perjuicios conjuntamente con solicitar el
cumplimiento del fallo. Se tramitará como incidente, y de haber
oposición, ambas cuestiones se tramitarán conjuntamente
resolviéndose en una sentencia.

7. Regla de Clausura: En todo lo no previsto por este


procedimiento, se aplicarán las normas del juicio ejecutivo, respecto
del embargo y procedimiento de apremio. El legislador reconoce que
el procedimiento natural y obvio para obtener el cumplimiento de
una sentencia es el procedimiento incidental y no el juicio ejecutivo.
De hecho, por encontrarse regulado entre las disposiciones comunes
a todo procedimiento, es aplicable a cualquier clase de sentencias
dictadas en toda clase de procedimientos, sean éstos ordinarios o
especiales. No obstante, el inciso segundo del artículo 237 del
Código de Procedimiento Civil otorga al actor la posibilidad de
usar el juicio ejecutivo, por el sólo hecho de demandar la ejecución
ante un tribunal distinto del que pronunció el fallo.

III.- EL JUICIO EJECUTIVO.


1. Concepto: Para que los derechos y sus obligaciones
correlativas sean exigibles, es preciso que existan medios
compulsivos para obtener su cumplimiento. Cuando los derechos
son disputados, deberá seguirse un procedimiento ordinario que los
declare, pero cuando se encuentran contenidos en una sentencia u
otro documento auténtico, procede exigir su realización por medio de
un procedimiento mas breve y de carácter coercitivo. Conforme a lo
anterior, podemos definir al juicio ejecutivo como "aquel
procedimiento contencioso especial, que tiene por objeto obtener,
por vía de apremio, el cumplimiento de una obligación convenida
o declarada fehacientemente, que el deudor no cumplió en su
oportunidad."

2. Características:
a) Es un procedimiento de aplicación general, no obstante su
ubicación en el Código de Procedimiento Civil, porque actúa de
manera supletoria respecto de los procedimientos ejecutivos
especiales.
b) Sirve para perseguir la ejecución de cualquier clase de obligación
que se encuentre contenida en un título ejecutivo y no sólo en una
resolución judicial.
c) Es un procedimiento compulsivo o de apremio (embargo, remate
y pago)
d) Se funda en una obligación indubitada, revestida de una
presunción legal de veracidad.
e) Como consecuencia de lo anterior, los medios y posibilidades de
defensa se encuentran taxativamente delimitados, aunque menos
que en el procedimiento incidental.
f) La rebeldía del ejecutado, libera al tribunal de la obligación de
pronunciarse sobre el fondo del asunto, limitándose a disponer
las medidas de apremio que fueren procedentes.
g) Se aplican de manera supletoria, las disposiciones comunes a
todo procedimiento.

3. Clasificaciones:
a) Según la naturaleza de la obligación: Existen procedimientos
ejecutivos por obligación de dar, de hacer y de no hacer. En el
presente capítulo analizaremos las normas del juicio ejecutivo
por obligación de dar, sin perjuicio que al final dedicaremos una
mención especial a las particularidades que presentan los otros
procedimientos.
b) Según su ámbito de aplicación: Puede ser general o especial.
c) Según la cuantía del asunto: Puede ser de mayor o de mínima
cuantía.

4. Estructura del Procedimiento: Lo normal en esta clase


de procedimientos es que se tramite en dos cuadernos separados. El
primero de ellos será el cuaderno ejecutivo, en el cual se tramitarán
las cuestiones de fondo, conformadas fundamentalmente por la
demanda y las excepciones que oponga el deudor. El otro es el
cuaderno de apremio, en el cual se tramitan todas las cuestiones
relacionadas con la traba del embargo, la realización de los activos y
el pago de los créditos. Ambos cuadernos se relacionan a través del
"mandamiento de ejecución y embargo", cuyo despacho se decreta
en el cuaderno ejecutivo, pero cuya materialidad se verifica en el
cuaderno de apremio. Adicionalmente, pueden existir tantos otros
cuadernos como tercerías se interpongan. Cabe anticipar que las
tercerías en el juicio ejecutivo tiene una reglamentación específica.

5. Presupuestos o Condiciones Básicas del Juicio


Ejecutivo: Para que pueda exigirse ejecutivamente el cumplimiento
de una obligación de dar, se requiere la concurrencia de cuatro
condiciones:
a) Acción Ejecutiva No Prescrita: El plazo de prescripción de la
acción ejecutiva es de 3 años, contados desde que la obligación
se haya hecho exigible. Vencido dicho plazo, la acción ejecutiva
se convierte en ordinaria y subsiste como tal hasta por dos años
mas (en ese período se tramita conforme al juicio sumario por el
artículo 680 Nº 7 del Código de Procedimiento Civil). No
obstante la anterior es la regla general, existen ciertos plazos
especiales de prescripción, según la naturaleza del título
ejecutivo:
i. La acción ejecutiva en contra del obligado al pago de
letra de cambio o pagaré prescribe en el plazo de 1 año
contado desde la fecha de vencimiento del documento.
ii. La acción ejecutiva en contra del obligado al pago de
un cheque, prescribe en el plazo de 1 año desde el protesto
(el protesto lo hace el Banco respectivo). Es distinto a la
caducidad del cheque, la cual se produce si este no se cobra
dentro de los 60 días siguientes a la fecha de su giro
En términos generales, y conforme a las normas tanto del Código
de Procedimiento Civil como del Código Civil, la interrupción
civil de la prescripción se produce por la notificación válida de la
demanda, excluyendo a las medidas prejudiciales. No obstante,
excepcionalmente el legislador, tratándose de letras de cambio y
pagarés, ha contemplado otras dos situaciones en que no se ha
verificado el requerimiento de pago, y sin embargo se produce la
interrupción:
i. Por la notificación de toda gestión judicial necesaria o
conducente a la presentación de la demanda o para preparar la
ejecución (se interrumpiría por gestión preparatoria o medida
prejudicial preparatoria)
ii. Por la notificación de la solicitud para que se declare
el extravío de la letra de cambio o pagaré. Aquí hay un
procedimiento no contencioso de reconstitución por extravío,
necesario para la presentación de la demanda, pero que el
legislador incluyó en estas excepciones por su importancia.
Otro tema importante en relación con la prescripción, dice
relación con su declaración. Lo normal, es que para que pueda ser
declarada por un tribunal, debe ser alegada por alguna de las
partes. Sin embargo, el juicio ejecutivo contempla una excepción,
al señalar en su artículo 442 del Código de Procedimiento
Civil, que el tribunal, una vez presentada la demanda ejecutiva, y
antes de proveerla, debe examinar el título, y si éste tiene mas de
3 años desde la exigibilidad de la obligación, deben denegar la
ejecución. Se ha discutido en la doctrina si este caso de excepción
en que el tribunal puede de oficio declarar la prescripción, es
exclusivo del plazo de 3 años, o se aplica a los plazos especiales
de prescripción antes indicados. Hay dos teorías al respecto:
i. No se aplicaría:
i. Por ser una disposición excepcional debe ser
interpretada restrictivamente.
ii. Argumento histórico: este plazo, de acuerdo al
Código Civil, antes de la dictación de la Ley N° 18.092
sobre letra de cambio y pagaré, era de 4 años. Cuando se
dictó esa ley, se redujo el plazo de prescripción de las
letras y pagarés de 4 años a uno. Entre otras normas, dicha
ley modifico el Código de Procedimiento Civil,
específicamente el Nº 4 del artículo 434 del Código de
Procedimiento Civil. Si el legislador estaba consciente de
la modificación al Código de Procedimiento Civil, debió
haber modificado expresamente el artículo 442 del
Código de Procedimiento Civil, lo cual no hizo.
ii. Si se aplicaría:
iii. Donde existe la misma razón debe existir la misma
disposición.
iv. Tratándose del juicio ejecutivo, donde se afecta
siempre el patrimonio de la persona, o a lo menos la
facultad de disposición a través del embargo, el legislador
quiere que el juez tenga una actitud más activa (en
relación con el artículo 441 del Código de
Procedimiento Civil). El examen del tribunal debe
comprender todos los presupuestos para iniciarse el juicio
ejecutivo, incluyendo la prescripción de la acción.
En definitiva esta discusión es una tanto retórica, toda vez que si
el juez no declara la prescripción de oficio, el ejecutado
igualmente tiene la posibilidad de alegarla como excepción a la
ejecución (artículo 464 Nº 17 del Código de Procedimiento
Civil). Al respecto, debemos hacer presente que es preciso
distinguir entre la prescripción de la obligación y la prescripción
de la acción ejecutiva, tal cual lo hace el referido artículo 464 Nº
17 del Código de Procedimiento Civil. En estos términos,
debemos ratificar que el artículo 442 del Código de
Procedimiento Civil no se refiere a la obligación sino al título en
si mismo y a la acción que de él emana.

b) Obligación Actualmente Exigible: (artículo 437 del Código de


Procedimiento Civil) Se entiende que una obligación es
actualmente exigible cuando no está sujeta en su cumplimiento a
plazo, condición o modo. Si la obligación está sujeta a alguna
modalidad que afecte su exigibilidad, el tribunal podría denegar
la ejecución (artículo 441 del Código de Procedimiento Civil),
a menos que se admita la interpretación amplia de este artículo.
Aún cuando el tribunal de curso a la ejecución, el ejecutado
puede reclamar de esta falta mediante la excepción del artículo
464 Nº 7 del Código de Procedimiento Civil. Otros elementos
que implican una falta de exigibilidad son las excepciones de "la
mora purga la mora" y la "excepción de contrato no cumplido".
Se discute en doctrina, en que momento debe examinarse la
exigibilidad: si al entablar la demanda, al examinar el título o al
notificar la resolución que provee la demanda. La mayoría opta
por la segunda opción, aunque algunos estiman que como el
análisis del artículo 441 del Código de Procedimiento Civil se
refiere exclusivamente a la prescripción, la exigibilidad debe
examinarse al momento de notificar el proveído de la demanda.

c) Obligación Líquida: (artículo 438 del Código de


Procedimiento Civil) El legislador establece una serie de reglas
para determinar la liquidez de la obligación:
i. Obligaciones Líquidas Per Se: Cuando no se requiere
realizar ninguna actuación previa para determinar el valor de
la obligación. Son los casos contemplados en los numerales
1º y 3º del artículo 438 del Código de Procedimiento Civil,
referidos a casos en que la ejecución recae sobre la especie o
cuerpo cierto debida, o sobre una cantidad de dinero, líquida
o liquidable por medio de simples operaciones matemáticas,
con solo los datos que el título ejecutivo manifieste (ejemplo:
deuda en Unidades de Fomento.)
ii. Obligaciones Que No Son Líquidas Per Se: Cuando la
cosa debida no está en poder del deudor o de debe una
cantidad de un género determinado. En ambos casos es
preciso efectuar la llamada gestión preparatoria de la vía
ejecutiva de “avaluación”, la cual consiste en que el
tribunal, a solicitud del ejecutante, decretará la avaluación de
la deuda por parte de un perito, que excepcionalmente es
nombrado directamente por el tribunal. El informe puede ser
objetado por el ejecutante. Si no hay objeción, el tribunal lo
tiene por acompañado, y una vez hecho esto, el ejecutante
puede presentar la acción ejecutiva solicitando el despacho
del mandamiento de ejecución y embargo, con lo cual se
conformó para siempre con la avaluación. El ejecutado tiene
dos oportunidades para objetarla. La primera es al momento
de acompañarse el informe pericial, durante la gestión
preparatoria, y la segunda oponiendo la excepción de exceso
de avalúo del artículo 464 Nº 8 del Código de
Procedimiento Civil.
iii. Obligaciones en parte líquidas y en parte ilíquidas:
Conforme al artículo 439 del Código de Procedimiento
Civil, podrá procederse ejecutivamente por la primera parte,
reservándose el acreedor el derecho para reclamar el resto por
la vía ordinaria.
iv. Obligaciones en Moneda Extranjera: Nunca es
necesario efectuar previamente su avaluación, pero la Ley Nº
18.010 sobre Operaciones de Crédito de Dinero, exige que
conjuntamente con la presentación de la demanda, se
acompañe un certificado de un Banco, de no mas de 10 días
de antigüedad, que establezca la equivalencia en pesos
chilenos y haga líquida la obligación.
d) Existencia de un Título Ejecutivo: El requisito o presupuesto
de procedencia del juicio ejecutivo es que la obligación cuyo
cumplimiento se persigue, se encuentre contenida en un título
ejecutivo. Los elementos comprendidos para estar ante título
ejecutivo son tres:
i. Solo pueden ser creados por ley y no existen más que
los que el legislador establece.
ii. Tienen carácter solemne, en cuanto es el legislador
quien establece la forma o procedimiento para obtenerlos.
iii. Deben bastarse por si mismos. No obstante, es posible
que existan títulos ejecutivos compuestos, cuando
materialmente conste en dos o más instrumentos. En estos
caso, para ser posible la ejecución es necesario que ambos
títulos tengan carácter de ejecutivo.
iv. Tiene que ser un título ejecutivo perfecto, que permita
demandar de inmediato por la vía ejecutiva, conteniendo
todos los elementos propios de la acción ejecutiva y todos los
elementos que deben concurrir al momento de presentar la
demanda ejecutiva y requerir de pago al deudor. De lo
contrario, será preciso efectuar gestiones preparatorias
previas.
Clasificaciones:
i. En cuanto a si permiten iniciar o no de inmediato la
ejecución, pueden ser títulos ejecutivos perfectos e
imperfectos.
ii. En cuanto a su fuente, pueden ser de origen judicial,
convencional o administrativa.
iii. Según la voluntad manifestada para constituirlos,
pueden ser unilaterales o bilaterales.
iv. Según la norma en la cual están contemplados, existen
títulos ejecutivos ordinarios (artículo 434 del Código de
Procedimiento Civil) y especiales (contemplados en la
legislación especial).

6. Los Títulos Ejecutivos Perfectos: Dijimos previamente


que son títulos ejecutivos perfectos aquellos que tienen plena
eficacia desde su otorgamiento y que autorizan por sí solos el
procedimiento ejecutivo. Pertenecen a esta categoría las sentencias
judiciales, las escrituras públicas y las actas de avenimiento
debidamente aprobadas.
a) Sentencia Firme, bien sea Definitiva o Interlocutoria:
(Artículo 434 N° 1 del Código de Procedimiento Civil) No
importa el tribunal del cual emane. Reviste el carácter de título
ejecutivo, tanto el original de la sentencia como una copia
autorizada de la misma o inclusive la copia archivada o transcrita
al Libro copiador de sentencias que existe en cada tribunal. Se
excluyen las sentencias que causan ejecutoria, las cuales se
comprenden en el Nº 7 del artículo 464 del Código de
Procedimiento Civil, en relación con el artículo 192 del Código
de Procedimiento Civil.

b) Copia Autorizada de Escritura Pública: (Artículo 434 N° 2


del Código de Procedimiento Civil) La matriz de la escritura no
es título ejecutivo, sino solamente una copia otorgada
cumpliendo con todos los requisitos de autorización que
prescribe el COT. De lo anterior, se entiende que no es título
ejecutivo la fotocopia autorizada de una escritura pública, porque
esta forma de autorización no la contempla el COT.

c) Acta de Avenimiento pasada ante Tribunal competente y


autorizada por un Ministro de Fe o por 2 Testigos de
actuación: (Artículo 434 N° 3 del Código de Procedimiento
Civil) Es preciso indicar que aquí se hace referencia
exclusivamente al avenimiento, toda vez que tanto la transacción
como la conciliación, por muy similares que sean, se encuentran
contemplados en otros numerales del artículo 464 del Código de
Procedimiento Civil. En efecto, la Transacción es título
ejecutivo cuando consta en copia autorizada de escritura pública
(numeral 2º), en tanto que la Conciliación es un equivalente de
una sentencia definitiva firme o ejecutoriada (numeral 1º).
Respecto del Acta de Avenimiento, para que sea título ejecutivo
perfecto, es necesario que concurran dos requisitos legales:
i. Que sea pasada ante tribunal competente: El
alcance de esto es que el acta haya sido agregada
materialmente al expediente y tenida presente por el tribunal.
Otra interpretación es la del profesor Colombo para quien no
basta con la agregación material y que se tenga presente por
parte del tribunal, sino que éste tiene que aprobar el
avenimiento. Optar por una u otra tesis, importa tomar partido
ante la misión del juez en los procesos civiles. Si se considera
al juez pasivo, regido por el principio dispositivo, la primera
interpretación estaría correcta. Por el contrario, si se prefiere
al juez activo, velando por el cumplimiento de normas de
orden público, la interpretación secundaria estaría correcta.
En la práctica, los tribunales proveen "téngase por aprobado
el presente avenimiento en cuanto no fuese contrario a
derecho" lo cual en definitiva no es sino una aprobación
condicional.
ii. Que sea Autorizada por un Ministro de Fe o
por 2 Testigos de Actuación: En la práctica el acta se firma
ante notario o ante el secretario del tribunal.

d) Los Títulos de Crédito: En esta parte nos referimos


fundamentalmente a la letra de cambio, el pagaré y el cheque (los
comprobantes de tarjeta de crédito se asimilan al pagaré). El
legislador establece que estos documentos pueden constituir tanto
títulos ejecutivos perfectos como imperfectos. Hay 2 casos en
que constituyen título perfecto, sin necesidad de realizar
gestiones adicionales:
i. Cuando el documento ha sido protestado
personalmente y el aceptante de la letra de cambio o
suscriptor del pagaré no ha opuesto tacha de falsedad al
momento de protestarse el documento, el documento
constituye título ejecutivo perfecto respecto del aceptante o
suscriptor (artículo 434 Nº 4 del Código de Procedimiento
Civil).
ii. Cuando la firma del aceptante, suscriptor o girador de
la letra de cambio, pagaré o cheque ha sido autorizada por un
Notario. Es título ejecutivo perfecto, con independencia de la
forma como se realice el protesto.
Independientemente de lo anterior, es muy común encontrar
oposiciones a esta clase de títulos, basados en la falta de pago del
impuesto que se establece en la Ley de Impuesto de Timbres y
Estampillas. No obstante, nuestros tribunales han sido unánimes
en señalar que dicha omisión, independientemente de las
sanciones tributarias, no altera de modo alguno la naturaleza
ejecutiva de un título.
e) Cualesquiera otros títulos a los que las leyes den fuerza
ejecutiva.

7. Los Títulos Ejecutivos Imperfectos o Incompletos: Se


trata de aquellos documentos que contienen una obligación, pero que
no gozan del carácter de indubitados, sino que para ello será preciso
realizar previamente una gestión preparatoria de la vía ejecutiva. Se
definen estas gestiones como aquellas actuaciones jurídico
procesales realizadas con el objeto preciso de crear o complementar
un título ejecutivo imperfecto, o cumplir en relación con la
obligación contenida en él, con los requisitos legales necesarios para
su plena eficacia y exigibilidad. Durante la gestión preparatoria, las
actuaciones del ejecutado se caracterizan por ser personalísimas, y
porque su intervención se encuentra limitada exclusivamente con el
objetivo de la gestión preparatoria, estando imposibilitado de oponer
excepciones o defensas. Lo único que puede hacer es oponer tacha
de falsedad de firma y eventualmente alegar la incompetencia
absoluta del tribunal. Además, la intervención que tenga el ejecutado
durante las gestiones preparatorias de la vía ejecutiva en ningún caso
importan una prorroga tácita de la competencia, pudiendo alegar la
incompetencia con posterioridad (artículo 465 del Código de
Procedimiento Civil). Dichas gestiones preparatorias son las
siguientes:

a) Reconocimiento de Firma puesto en Instrumento Privado y


Confesión de Deuda: Son dos gestiones preparatorias diferentes
e independientes, que se pueden realizar en forma separada o
conjunta. Lo normal y recomendado es que realicen
conjuntamente, por la posibilidad que si una no prospera, si lo
haga la otra; por ello las analizamos en conjunto. De hecho, el
legislador se pone en la situación de pedir ambas gestiones
conjuntas, estableciendo que reconocida la firma, quedaría
preparada la ejecución, aunque se niegue la deuda (artículo 436
del Código de Procedimiento Civil - se entiende que opera
igualmente a la inversa). El reconocimiento de firma se relaciona
con los instrumentos privados, los cuales para constituir título
ejecutivo perfecto deben ser reconocidos judicialmente o
mandados tener por reconocido por un tribunal (artículo 434 Nº
4 del Código de Procedimiento Civil). La confesión de deuda
en cambio, se utiliza cuando el documento no está firmado o no
existe documento alguno. No obstante, en ambos casos la
tramitación es similar. La solicitud se provee citando al futuro
demandado a reconocer su firma y/o a confesar la deuda, bajo
apercibimiento de tener por reconocida la firma y/o confesada la
deuda, y por tanto preparada la vía ejecutiva. El plazo para
comparecer, aunque normalmente es de 3 días, es judicial y por
lo tanto prorrogable. Frente a la notificación, la cual debe ser
personal, el deudor tiene varias opciones:
i. Comparecer y reconocer su firma o confesar
la deuda: Queda preparada la ejecución, y el título lo
constituirá el acta de la diligencia, mas el instrumento
reconocido si lo hay (título compuesto).
ii. Comparecer y negar la firma y la deuda:
Fracasa la gestión preparatoria y no existe título ejecutivo
perfecto. Desafortunadamente, el sujeto que siendo citado a
reconocer firma que no sea letra de cambio, cheque o pagaré,
la niega infundadamente, no comete perjurio porque no
miente en juicio en que es parte (requisito del tipo penal), ni
comete ningún otro delito, por no existir tipificación.
iii. Comparecer dando respuestas evasivas: Se
debe solicitar al tribunal que haga operar los apercibimientos
legales, y el título ejecutivo lo constituirá la resolución que
haga efectivo el apercibimiento, más el instrumento si lo hay.
iv. No comparecer: No existe segunda citación
como en el caso de la absolución de posiciones.
Inmediatamente se puede solicitar al tribunal que haga operar
los apercibimientos legales, igual que en caso anterior.

b) Confrontación de Títulos y Cupones: A fin de verificar la


plena coincidencia y validez del título o cupón, y previo a
revestirlo de la presunción de los títulos perfectos, el legislador
exige realizar esta gestión preparatoria, la cual se verifica de la
siguiente forma:
i. Títulos: Deben ser confrontados con el libro o
talonario del cual fueron emitidos.
ii. Cupones: Se confrontan con el título, y luego se
confronta el título con el libro.
Esta gestión no es necesaria respecto de los bonos, toda vez que
conforme al artículo 20 de la Ley de Valores y Seguros, los
bonos vencidos por sorteo, rescate o expiración del plazo de
vencimiento, y los cupones vencidos tendrán mérito ejecutivo en
contra del emisor.

c) Notificación Judicial del Protesto de Letra de Cambio,


Cheque o Pagaré: Es necesario realizar esta gestión cuando el
título de crédito no se encuentra en ninguna de las hipótesis que
lo convierten en título perfecto; esto es, cuando el protesto no
fue personal o la firma del obligado no está autorizada anta
Notario. El protesto de las letras de cambio y de los pagarés lo
hace un Notario, en tanto que el protesto de un cheque lo hace el
propio banco librado. La gestión preparatoria consiste en
notificar judicialmente el acta de protesto (no la letra de cambio,
ni el cheque ni el pagaré). El acta de protesto se debe copiar en
forma textual y completa en la solicitud, ya que será el escrito, y
la resolución respectiva, lo que el receptor notificará al deudor.
Frente a la solicitud, el tribunal ordena que se notifique al
deudor, bajo el apercibimiento legal de que si no comparece
dentro de 3° día a pagar o a oponer tacha de falsedad a la firma,
se tendrá por preparada la vía ejecutiva. Reacciones posibles del
deudor:
i. No hacer nada: En este caso, una vez vencido el plazo, el
solicitante debe presentar un escrito pidiendo que el secretario
del tribunal certifique que ha vencido el plazo sin que se
oponga tacha de falsedad a la firma. Con el sólo mérito del
certificado opera el apercibimiento y el demandante queda
habilitado para presentar derechamente la demanda ejecutiva.
El título será el título de crédito, más el acta de protesto y más
el certificado. Generalmente se solicitan copias autorizadas de
toda la gestión preparatoria para acompañar a la demanda
ejecutiva.
ii. Comparece dentro de 3° día y tacha de falsa la firma: A
diferencia de lo que ocurre en los demás instrumentos
privados, la persona que tache de falsa su firma puesta en
letra de cambio, cheque o pagaré, resultando que la firma es
auténtica, es autor del delito de estafa del artículo 467 del
Código Penal, salvo que alegue justa causa de error o que el
titulo sea falso. Opuesta la tacha se produce un incidente,
en que será esencial el peritaje de calígrafo. La carga de la
prueba recae sobre el sujeto que quiere cobrar la letra de
cambio, cheque o pagaré. Si el tribunal acoge la tacha de la
firma, fracasa la gestión preparatoria de la vía ejecutiva. Por
el contrario, si se rechaza la tacha, se tiene por preparada la
vía ejecutiva, y el título ejecutivo será el instrumento más el
acta de protesto y mas la resolución judicial que rechaza la
tacha de falsedad. La resolución que rechaza la tacha produce
cosa juzgada formal provisional, ya que no impide al
ejecutado oponer la excepción de falsedad del título o firma.
Respecto del cheque, existen algunas particularidades que
vale la pena señalar. La primera de ellas es que tiene causales de
protesto especiales, cuales son 1) falta de fondos; 2) cuenta
cerrada; y, 3) orden de no pago. La segunda característica
especial, es que el para proceder al cobro judicial de un cheque,
existen dos alternativas claramente delimitadas
i. Fase Civil: La notificación judicial del protesto del
cheque (por cédula y no personalmente como en los otros
títulos de crédito, en el domicilio registrado por el librador en
el banco) es una condición objetiva de punibilidad. Si
transcurren 3 días desde la notificación, y el girador no
deposita fondos en la cuenta corriente del tribunal suficientes
para cubrir el pago del capital del cheque, más los intereses,
multas y costas, el tenedor del cheque tiene el derecho a
interponer la acción penal por el delito de Giro Doloso de
Cheque. La tacha de falsedad de la firma, si bien impide
demandar ejecutivamente, no es impedimento para configurar
el delito. El tribunal civil es un mero buzón que se limita a
efectuar la notificación del protesto y a certificar que no se
pagó en un determinado plazo. Por ésta razón es que muchos
opinan que lo deberá hacer un Notario, pues es casi un acto
judicial no contencioso y de esa manera se le quitaría carga
de trabajo al tribunal. Esta fase termina con un escrito en que
se pide un certificado del secretario en el que conste que
transcurrió el plazo legal sin que el girador haya consignado
el dinero; copias autorizadas del expediente; y, devolución
del cheque.
ii. Fase Penal: Se interpone querella por el delito de giro
doloso de cheque, con el cheque más todas las copias de las
actuaciones hechas ante el juzgado civil. En esta fase se podrá
discutir sobre la falsedad o no de la firma. La Ley de giro
doloso de cheques dice que interpuesta la querella, el sujeto
es encargado reo y sometido de inmediato a prisión
preventiva. La jurisprudencia en cambio, ha dicho que si el
tribunal del crimen posee antecedentes que le permitan
sostener o cuestionar la existencia efectiva del cheque como
instrumento jurídico efectivo, puede abstenerse de dictar la
orden de aprehensión y proceder a investigar la situación
respecto del cheque.
d) Gestión de Avaluación: Procede y es necesario realizarla
cuando la obligación no es líquida per se (artículo 440 del
Código de Procedimiento Civil).

e) Notificación de Títulos a los Herederos del Deudor: Si el


deudor fallece antes de la iniciación del juicio ejecutivo, se aplica
la norma del artículo 1377 del Código Civil, conforme al cual el
título ejecutivo sólo será oponible a los herederos del deudor,
luego de pasado el plazo de 8 días desde su notificación a los
mismos. En caso contrario, opera el artículo 5 del Código de
Procedimiento Civil, suspendiéndose el juicio, debiendo
notificarse a los herederos para que comparezcan a hacer uso de
sus derechos dentro del plazo de emplazamiento.

8. Tramitación del Cuaderno Ejecutivo: Conforme hemos


dicho precedentemente, el juicio ejecutivo puede empezar por
gestión preparatoria o por demanda ejecutiva, según si el
demandante cuenta o no con un título ejecutivo perfecto. Si se inicia
por demanda, operan las reglas generales de distribución de causas,
mientras que en el otro caso, la demanda se puede presentar en el
mismo tribunal en que se tramitó la gestión previa (artículo 178 del
Código Orgánico de Tribunales). El demandado o ejecutado no
tendrá posibilidad de intervenir sino una vez requerido de pago, a fin
que no entorpezca las gestiones procesales. Si el juicio comienza por
gestión preparatoria o por medida prejudicial preparatoria, pudiera
pensarse que el requerimiento de pago puede notificarse por el
estado diario. Sin embargo, el artículo 443 Nº 1 inciso 1º del
Código de Procedimiento Civil señala que debe hacerse
personalmente o mediante cédula de espera. La verdad es que si
hubo gestión preparatoria, rige el inciso 2º del Nº 1 del artículo 443
del Código de Procedimiento Civil, no siendo necesario efectuar el
requerimiento de pago personalmente, sino que puede hacerse por
cédula cuando el ejecutado haya dado cumplimiento a la designación
del domicilio del artículo 49 del Código de Procedimiento Civil,
dentro de los 2 días subsiguientes a la notificación, o en su primera
gestión si alguna hace antes de vencido este plazo. Si no designa
domicilio, se le notifica por el estado diario. El requerimiento de
pago es solo es personal cuando el juicio comienza por demanda
ejecutiva.
a) La Demanda Ejecutiva: Debe cumplir con los requisitos
comunes a todo escrito, los comunes a toda demanda, y los
propios de la demanda ejecutiva, que son dar cuenta del título
ejecutivo que contenga obligación liquida, actualmente exigible y
no prescrita. Adicionalmente debe cumplir con los
requerimientos de la Ley Nº 18.120 sobre comparecencia en
juicio. A este respecto, si se constituyo el patrocinio y poder en la
gestión preparatoria, éste es válido para efectos de presentar la
demanda ejecutiva, no siendo necesario volver a constituirlo
(artículo 7 del Código de Procedimiento Civil), aunque para
evitar errores o interpretaciones distintas por parte del tribunal,
en la práctica suele volver a constituirse.

b) Actuación del Tribunal frente a la Demanda Ejecutiva: El


tribunal debe efectuar un análisis de admisibilidad previo a
proveerla. Se ha discutido si el ejecutado podría participar en esta
etapa del proceso para efectos de impugnar o cuestionar la
actuación del tribunal en cuanto a proveer la demanda ejecutiva.
La respuesta mayoritaria es que no, toda vez que el artículo 441
del Código de Procedimiento Civil, indica literalmente que este
examen se realiza "sin audiencia ni notificación de la demanda,
aún cuando este se haya apersonado en el juicio". En este
sentido, la resolución del tribunal que da curso a la ejecución no
sería apelable por el ejecutado, aunque según otros autores, no
habiendo disposición expresa que niegue el recurso de apelación
al ejecutado, éste podría apelar conforme a la regla general por
ser una sentencia interlocutoria. Al realizar este examen, el
tribunal puede adoptar dos actitudes:
i. No dar curso a la Demanda: Puede resolver de esta
forma por las causales generales (incompetencia absoluta del
tribunal, incumplimiento de los números 1, 2 y 3 del artículo
254 del Código de Procedimiento Civil o mala constitución
del patrocinio y poder), y adicionalmente si no hay título
ejecutivo perfecto o si la obligación contenida en el título no
es líquida, actualmente exigible o está prescrita (artículo 442
del Código de Procedimiento Civil). Algunos dicen que este
artículo se refiere sólo a la prescripción, pero es aceptado
mayoritariamente que también puede analizar los otros
presupuestos del juicio ejecutivo.
ii. Dar curso a la Demanda: La resolución que recae
en la demanda ejecutiva será "despáchese mandamiento de
ejecución y embargo". La importancia de esta resolución es
que no es suficiente para requerir de pago al deudor, sino que
es una orden del tribunal a si mismo, para dictar otra
resolución denominada mandamiento de ejecución y
embargo, que es la primera actuación del cuaderno de
apremio. En la práctica este mandamiento lo hace un
funcionario del tribunal. Este mandamiento determina que se
va a cobrar (capital, reajustes, intereses y costas).

c) El Mandamiento de Ejecución y Embargo: Es sentencia


interlocutoria de segundo grado, que eventualmente puede llegar
a hacer las veces de sentencia definitiva para efectos de proseguir
con la tramitación del cuaderno de apremio, cuando el ejecutado
no oponga excepciones (artículo 472 del Código de
Procedimiento Civil) Sólo hay sentencia definitiva cuando el
ejecutado opone excepciones. Respecto de su contenido, tiene
ciertas menciones esenciales (orden de requerir de pago, orden
de embargar y designación de depositario provisional) y otras de
la naturaleza (designación de bienes y solicitud de auxilio de la
fuerza pública), todas las cuales se contienen en el artículo 443
del Código de Procedimiento Civil :
i. La Orden de Requerir de Pago al Deudor: Se trata de una
notificación - requerimiento, y tiene importancia porque la
relación procesal sólo surge una vez practicado el
requerimiento, aun cuando la notificación de la demanda,
propiamente tal, ya se haya efectuado con anterioridad. Frente
al requerimiento, el deudor puede pagar en ese acto, caso en
el cual pone fin al juicio, o puede no hacerlo, caso en el cual
se da lugar al embargo.
ii. La Orden de Embargar Bienes Suficientes del Deudor:
Deben ser suficientes para cubrir el capital, intereses y costas,
y la orden se hace efectiva si el deudor no paga en el acto del
requerimiento. La oposición de excepciones no impide la
traba del embargo, pero si suspende la tramitación del
cuaderno de apremio en lo sucesivo.
iii. La Designación de Depositario Provisional: El embargo se
entiende perfeccionado con la entrega de los bienes al
depositario. La entrega al depositario puede ser real o
simbólica. El depositario provisional será aquel que indique
el acreedor u otra persona de reconocida honorabilidad y
solvencia. No puede ser empleado del tribunal ni
desempeñarse como depositario en 3 o mas juicios ante el
mismo juzgado. Lo normal es que, para facilitar la diligencia,
se designe al propio deudor, quien quedará como custodio de
los bienes bajo responsabilidades civiles y penales severas.
iv. Designación de los Bienes sobre los cuales el Embargo
puede recaer: Esta mención es de la naturaleza porque
aunque nada se diga, por aplicación del artículo 2465 del
Código Civil (derecho de prenda general), pueden
embargarse todos los bienes embargables del deudor.
v. Solicitud de Auxilio de la Fuerza Pública: En la práctica
por regla general, los tribunales no dan lugar de inmediato a
esta solicitud en el mandamiento de ejecución y embargo,
sino que previamente exigen constancia de oposición del
ejecutado al embargo para decretarlo. No obstante, está
permitido hacerlo en el mandamiento de ejecución y embargo
por el artículo 443 inciso final del Código de
Procedimiento Civil.

d) Notificaciones: Hemos dicho previamente que en el juicio


ejecutivo, la primera notificación es una notificación -
requerimiento, en la cual se entrega copia de la demanda, de su
proveído y del mandamiento de ejecución y embargo, y además
se requiere de pago al deudor. Para determinar como habrá de
notificarse la demanda ejecutiva al deudor, es preciso hacer las
siguientes distinciones:

i. Procedimiento Iniciado por Demanda Ejecutiva:


v. Si el deudor es habido: Se le notifica y requiere de
pago personalmente, con la sola limitación de no poder
requerirlo de pago en un lugar de libre acceso público
(artículo 41 del Código de Procedimiento Civil), caso
en el cual deberá procederse como en el caso siguiente.
vi. Si el deudor no es habido: (o no ha sido posible
practicar la notificación o el requerimiento
personalmente). Se aplica una modalidad conocida como
la “cédula de espera”. Consiste en notificar la demanda
de conformidad al artículo 44 del Código de
Procedimiento Civil, pero conjuntamente, debe dejarse
una citación al deudor para que concurra al lugar y en la
oportunidad que fije el ministro de fe, para los efectos de
ser requerido de pago. Si el deudor va a la citación, se le
requiere personalmente. De lo contrario, se le tiene por
requerido en rebeldía.
ii. Procedimiento Iniciado por Gestión
Preparatoria: Se notifica y requiere por cédula si el deudor
ha fijado domicilio dentro del territorio jurisdiccional del
tribunal. De lo contrario se le requiere y notifica por estado
diario.

e) Reacción del Ejecutado: Una vez requerido de pago, el


ejecutado tiene fundamentalmente dos alternativas. La primera de
ellas es pagar el total del capital, intereses y costas por los cuales
ha sido requerido, caso en el cual se pone término al juicio. En
caso contrario, esto es, si el ejecutado no paga, desde el momento
en que fue requerido de pago comienza a correr el plazo para
defenderse, sin perjuicio de lo cual el receptor o ministro de fe
podrá proceder al embargo de sus bienes. Si el demandado opone
excepciones, el cuaderno ejecutivo se suspende en su tramitación
luego del embargo. Si no opone excepciones, el mandamiento de
ejecución y embargo hace las veces de sentencia definitiva en el
cuaderno ejecutivo. La ejecución es lo que da el carácter de juicio
y no de mera ejecución a este procedimiento. Sin embargo,
debido a la presunción legal de verdad que rodea a los títulos
ejecutivos, la defensa del ejecutado se encuentra bastante
restringida, y sólo se discuten aspectos formales y de manera
breve y sumaria.

f) Plazo de Emplazamiento: Constituye la oportunidad procesal


con que cuenta el ejecutado para hacer valer sus excepciones. Es
un plazo de días, discontinuo, legal, improrrogable, y fatal.
Normalmente cuando hay pluralidad de plazos estos son
comunes, lo cual sin embargo no ocurre en este caso, siendo el
plazo siempre individual, aún con pluralidad de demandados.
Normalmente el receptor indicará al ejecutado el plazo de que
dispone, pero un error del ministro de fe no exime ni beneficia al
deudor (artículo 462 del Código de Procedimiento Civil.) El
principio básico que regula esta materia es que el plazo varía
según el lugar en que el ejecutado fue requerido de pago:
i. En la comuna de asiento del tribunal: 4 días.
ii. Fuera de la comuna pero en el mismo territorio
jurisdiccional: 8 días.
iii. Fuera del territorio jurisdiccional pero dentro
del territorio de la República: en este caso, la notificación y
el requerimiento se practicarán por exhorto. En estas
circunstancias, surge una alternativa para el deudor, que nos
obliga a hacer la siguiente distinción:
vii. Oponer excepciones ante el tribunal exhortado:
Si opta por esta alternativa, dispondrá de 4 u 8 días, según
si fue requerido dentro o fuera de la comuna de asiento
del tribunal exhortado.
viii. Oponer excepciones ante el tribunal exhortante:
En este caso, contará con el plazo de 8 días, mas el
aumento de la tabla de emplazamiento.
iv. Fuera del Territorio de la República: Rige
exclusivamente la tabla de emplazamiento, según el artículo
461 del Código de Procedimiento Civil.

g) La Oposición del Ejecutado: Conforme lo establece


perentoriamente el artículo 464 del Código de Procedimiento
Civil, la oposición del ejecutado sólo puede fundarse en alguna
de las excepciones enumeradas en dicha norma.2 Pero además de
esta restricción, existen una serie de condiciones formales que
debe cumplir el ejecutado, para que sus excepciones sean
admitidas a tramitación y eventualmente acogidas por el tribunal:
i. Todas las excepciones deben hacerse valer en un mismo
escrito, sin distinguir entre dilatorias y perentorias. También
se deben hacer valer en el mismo escrito como una
excepción, todos aquellos hechos que puedan configurar una
misma excepción pero que pueden ser distintas situaciones.
ii. Solo se pueden hacer valer como excepciones las
contempladas en el artículo 464 del Código de
Procedimiento Civil. Es una norma taxativo - genérica,
porque a pesar de establecer una enumeración cerrada, tiene
una válvula de salida o “bolsillo de payaso” en el número 7
del artículo 464 ya señalado. Además es preciso tener en
cuenta que el artículo 237 del Código de Procedimiento
Civil, impone una limitación adicional cuando el título
ejecutivo es una sentencia, consistente en que no se pueden
oponer las excepciones que hayan podido deducirse en el
juicio anterior.

2
Oscar Luis Infante Fernandez. Excepciones a la Ejecución. Estudios de Jurisprudencia (1980-1996). Editorial Jurídica
Conosur Limitada. Santiago de Chile.
iii. En el escrito de oposición se debe mencionar
con claridad y precisión los hechos que sirven de
fundamento a las excepciones y los medios de prueba de
que el ejecutado pretende valerse para acreditarlas.
(Artículo 465 del Código de Procedimiento Civil). En la
práctica, en un otrosí del escrito de oposición, se indica que
se usarán "todos los medios de prueba disponibles".
Respecto de la enumeración de las excepciones, si bien ésta es
aparentemente taxativa, algunos de sus numerales dan cabida a
múltiples situaciones y de hecho la jurisprudencia dice que es una
enumeración genérica. Lo importante es que todas y cualquiera
de las excepciones, pueden referirse tanto a la totalidad de la
deuda como a una parte de ella. La doctrina, acostumbrada al
juicio ordinario, las clasifica en dilatorias y perentorias, siendo
del primer grupo las indicadas en los cuatro primeros numerales:
i. Incompetencia del Tribunal: Se puede
fallar de inmediato o dejarla para definitiva. Si se acoge, no
es necesario fallar las demás.
ii. Falta de Capacidad del demandante o de
personería o representación legal del que comparezca en
su nombre: Se refiere exclusivamente al demandado, por lo
que cualquier vicio de legitimación o incapacidad del
demandado, debe alegarse por la vía del numeral 7º.
iii. Litis Pendencia: sólo existe si el otro juicio
ha sido iniciado por el mismo acreedor.
iv. Ineptitud del Libelo: Al igual que en el caso
de la incompetencia, si el tribunal la acoge no requiere
pronunciarse sobre las demás.
v. Beneficio de Excusión o Caducidad de la
Fianza: Aunque hemos dicho que no reviste importancia,
cabe señalar que lo respectivo al beneficio de excusión es una
excepción dilatoria, en tanto que la caducidad es una
excepción perentoria (artículos 2358 y 2371 del Código
Civil).
vi. Falsedad del Título: Se refiere a que el título
no haya sido otorgado por las personas que en él aparecen o
en la forma que en él se indica, Puede inclusive llegar a
constituir delito penal, conforme al artículo 167 del Código
Penal.
vii. Falta de alguno de los requisitos o
condiciones establecidas por las leyes para que dicho
título tenga fuerza ejecutiva, sea absolutamente, sea con
relación al demandado: Esta es la excepción que según la
doctrina y la jurisprudencia transforman en genérica la
enumeración. En ella pueden comprenderse una serie de
situaciones tales como defectos en la cesión de un título,
protesto extemporáneo, juicio iniciado sin previa notificación
a los herederos, incapacidad o falta de legitimación del
ejecutado, etcétera.
viii. Exceso de Avalúo en el caso de los incisos
2º y 3º del artículo 438 del Código de Procedimiento Civil.
ix. Pago de la deuda: Sea total o parcial.
x. Remisión.
xi. Concesión de esperas o la prórroga del
plazo.
xii. Novación.
xiii. Compensación.
xiv. Nulidad de la Obligación.
xv. Pérdida de la cosa debida.
xvi. Transacción.
xvii. Prescripción de la deuda o sólo de la
acción ejecutiva.
xviii. Cosa Juzgada.

EXCEPCIONES EN EL JUICIO EXCEPCIONES EN EL JUICIO


ORDINARIO EJECUTIVO
Hay algunas sin plazo fatal Todas tienen plazo fatal
Sólo las dilatorias se interponen Todas conjuntamente
conjuntamente
Sólo las dilatorias están enumeradas Todas están enumeradas
Basta con oponer la excepción y fundarla Se requiere además indicar medios de
prueba

h) Tramitación de las Excepciones: Una vez opuestas en tiempo y


forma, el tribunal dará traslado al ejecutante por el plazo de 4
días (artículo 466 del Código de Procedimiento Civil). Vencido
el plazo, háyase o no evacuado el traslado, el tribunal deberá
pronunciarse sobre su admisibilidad. Si las declara inadmisibles,
se acaba el juicio sin que haya sentencia definitiva, haciendo el
mandamiento las veces de tal. Por el contrario, si se declaran
admisibles, el tribunal debe decidir si las recibe a prueba o si
procede a fallarlas de plazo.

i) Período Probatorio: Sólo se presenta si el tribunal estimó que


las excepciones eran admisibles, y que era necesario acreditar
fehacientemente los hechos en que éstas se fundan. La resolución
que recibe la causa a prueba y el término probatorio son muy
similares al juicio ordinario, pero con las siguientes diferencias:
i. La resolución fija puntos de prueba y no señala hechos.
ii. Los puntos de prueba se relacionan exclusivamente
con las excepciones promovidas por el ejecutado.
iii. El término probatorio es de 10 días (artículo 468
del Código de Procedimiento Civil), pero puede ampliarse
por 10 días mas a solicitud del ejecutante o de común
acuerdo.
iv. Proceden términos especiales de prueba (artículo
3º del Código de Procedimiento Civil)
v. La prueba se rinde igual que en el juicio ordinario
(artículo 469 del Código de Procedimiento Civil), pero no
es necesaria la minuta de preguntas en relación con los
testigos.
vi. El plazo de observaciones a la prueba, es de 6 días,
y luego de transcurrido, se cita a las partes a oír sentencia.

j) Período de Sentencia: Debe dictarse dentro del plazo de 10 días


desde la citación a oír sentencia (artículo 470 del Código de
Procedimiento Civil). En cuanto al fondo, la sentencia debe
fallar todas las excepciones, salvo el caso del artículo 465 del
Código de Procedimiento Civil, y en cuanto a la forma rige
plenamente el artículo 170 del Código de Procedimiento Civil.
La sentencia se puede clasificar de la siguiente forma:
i. Sentencia Absolutoria: El tribunal acogiendo una o más
excepciones opuestas por el ejecutado desecha la demanda
ejecutiva y ordena alzar el embargo. Será absolutoria en
medida en que en virtud de la sentencia no se puede seguir
adelante con la ejecución parcialmente o totalmente de la
pretensión hecha valer.
ii. Sentencia Condenatoria: Rechaza totalmente o
parcialmente una o más de las excepciones el ejecutado,
acogiendo la demanda y ordenando seguir adelante con la
ejecución. Esta sentencia se sub-clasifica a su vez de la
siguiente forma:
- Sentencia de pago: Cuando el embargo ha recaído sobre
una cantidad de dinero o sobre la especie o cuerpo cierto
debida, no siendo necesario entrar al procedimiento de
liquidación de bienes.
- Sentencia de remate: Cuando el embargo recayó sobre
otros bienes, y es necesario proceder a liquidarlos para
pagar al ejecutante con su producido. La liquidación
depende de la naturaleza del bien sobre el cual recae el
embargo.
La importancia de esta clasificación de las sentencias
condenatorias en el juicio ejecutivo, se relaciona
fundamentalmente con dos situaciones. La primera de ellas es
el momento a partir del cual puede cumplirse la sentencia,
ya que si es de pago, sólo se cumple una vez que esté firme, a
menos que habiendo apelación pendiente se caucionen las
resultas (artículo 475 del Código de Procedimiento Civil),
mientras que si es de remate, puede cumplirse desde su
notificación, pero suspendiéndose el pago hasta que se
encuentre ejecutoriada. La segunda importancia se
relaciona con el pago de las costas. El legislador determina
la obligación de pagar las costas, aplicando un criterio de
carácter objetivo (artículo 471 del Código de
Procedimiento Civil). Si la sentencia es absolutoria, paga el
ejecutante; si la sentencia es condenatoria, paga el ejecutado;
finalmente, si la sentencia acoge parcialmente una o mas
excepciones, se distribuirán las costas proporcionalmente,
pero aún en este caso se puede condenar por el total al
ejecutado, si estima el tribunal que hay motivos fundados
para ello.

k) Régimen de Recursos susceptibles de hacerse valer:


i. Recurso de Aclaración, Rectificación o Enmienda:
Procede siempre por encontrarse establecido entre las
disposiciones comunes a todo procedimiento, y se tramita
conforme a las reglas generales (artículo 182 del Código de
Procedimiento Civil).
ii. Recurso de Apelación: Procede conforme a las
reglas generales, pero los efectos de su interposición en el
cumplimiento del fallo, varían según quien apela. En efecto si
apela el ejecutado, el ejecutante sólo podrá perseguir el
cumplimiento de la sentencia de pago si rinde fianza de
resultas. Si la sentencia es de remate, se puede cumplir pero
se suspende el pago hasta la resolución del recurso. Por el
contrario, si apela el ejecutante, se concede en ambos efectos
y se suspende el procedimiento en primera instancia (artículo
195 del Código de Procedimiento Civil)
iii. Recurso de Casación: Procede tanto en la forma
como en el fondo pero no suspende el cumplimiento del fallo
dictado por el tribunal a quo.
iv. Recurso de Queja: No procede por el artículo
545 del Código Orgánico de Tribunales.

8. La Cosa Juzgada en el Juicio Ejecutivo: La sentencia


en el juicio ejecutivo, produce cosa juzgada plena, esto es, tanto
respecto de ese procedimiento como de todo otro que verse sobre la
misma materia, pero con ciertos efectos particulares. Existen a este
respecto, dos instituciones de especial importancia, toda vez que
constituyen casos excepcionales, pero de gran aplicación práctica:

a) Renovación de la Acción Ejecutiva: (artículo 477 del Código


de Procedimiento Civil) La regla general es que la sentencia
pronunciada en un juicio ejecutivo, produzca cosa juzgada
respecto de cualquier juicio ejecutivo posterior entre las mismas
partes, sobre el mismo objeto y por la misma causa. Sin embargo,
esta regla reconoce una importante excepción. En efecto, en el
evento que se dicte una sentencia absolutoria, que rechace la
demanda ejecutiva en virtud de haber acogido alguna de las
excepciones que a continuación se indican, el demandante queda
facultado para volver a demandar en un juicio ejecutivo posterior,
sin que opere la cosa juzgada. Las excepciones cuyo acogimiento
no impiden al ejecutante volver a demandar son las siguientes:
i. Incompetencia del Tribunal.
ii. Incapacidad.
iii. Ineptitud del Libelo.
iv. Falta de Oportunidad en la Ejecución: Esta
es una causal genérica, pero que puede incluirse en las
excepciones de los números 7 u 11 del artículo 464 del
Código de Procedimiento Civil. En todo caso, tiene 2
alcances:
- Restrictivo: se vincula solo al plazo, como cuando el
ejecutante quiere cobrar la obligación antes de ser
exigible.
- Amplio: Se relaciona no solo con el tiempo sino también a
la falta de requisitos de carácter externo que pueden ser
subsanados por los medios que la ley indica (ej: beneficio
de excusión, diversas situaciones del Nº 7 del artículo
464 del Código de Procedimiento Civil, la mora purga la
mora, etc.)
Como puede apreciarse, se trata de casos específicos, vinculados
a excepciones de carácter puramente dilatorio, en que el
legislador permite volver a demandar, toda vez que es posible
que en el intertanto, el demandante subsane los vicios que
motivaron el rechazo de su primitiva demanda. Para que opere
esta "renovación", no es necesario que el ejecutante pida un
pronunciamiento al respecto, ni que el tribunal lo reconozca en el
fallo, pues opera por el solo ministerio de la ley. No obstante, es
preciso que la sentencia se encuentre ejecutoriada, porque de lo
contrario, daría lugar a litis pendencia.
b) Reserva de Acciones y Excepciones: La regla general es que la
sentencia ejecutoriada pronunciada en el juicio ejecutivo,
produce cosa juzgada respecto de un juicio ordinario posterior.
La excepción, es precisamente el caso en que haya operado la
reserva de acciones y excepciones. A diferencia de la renovación,
la reserva debe solicitarse, antes de la dictación de la sentencia y
habiendo motivo calificado para ello. Su fundamento, en
términos generales, es que la tramitación breve y sumaria que
caracteriza al juicio ejecutivo, puede impedir a las partes una
correcta defensa de sus derechos.
i. Reserva de Acciones del Ejecutante:
(artículo 467 del Código de Procedimiento Civil) Procede
solicitarla en el plazo de cuatro días que tiene el ejecutante
para hacerse cargo de las oposiciones del deudor, pero al
mismo tiempo debe desistirse de su demanda ejecutiva. La
pretensión sigue vigente, pero pierde su carácter ejecutivo.
No existe tampoco un plazo para que el ejecutante demande
ordinariamente, salvo los plazos generales de prescripción. La
importancia de la reserva radica en que el legislador la regula
como un desistimiento especialísimo de la demanda ejecutiva,
que se diferencia del desistimiento ordinario en lo siguiente:
- Sólo procede en el plazo indicado.
- No mata la pretensión.
- Debe acogerse de plano por el tribunal
ii. Reserva de Excepciones del Ejecutado:
(artículos 473 y 474 del Código de Procedimiento Civil)
Debe solicitarla el deudor en el escrito de excepciones,
oponiendo éstas y pidiendo además que se reserve su derecho
para el juicio ordinario posterior. Fuera de permitir al
demandado una mejor defensa, esta reserva tiene la
particularidad de que el ejecutante no podrá hacerse pago de
su crédito, sino caucionando las resultas del juicio ordinario
que el ejecutado deberá iniciar. El tribunal deberá dictar
sentencia de pago o de remate y en ella acceder a la reserva
solicitada por el ejecutado, fijando la caución de resultas
pedida. A diferencia del caso del demandante, el ejecutado
que hace reserva de excepciones, se encuentra obligado a
deducir demanda en juicio ordinario, dentro del plazo de
quince días desde que se le notifique la sentencia definitiva.
De lo contrario, el ejecutante quedará facultado para ejecutar
la sentencia sin previa caución o, si ya se constituyó, ésta
quedará ipso facto cancelada.
iii. Oportunidad Común para hacer Reserva:
(artículo 478 incisos 2º y 3º del Código de Procedimiento
Civil) Se trata de una oportunidad en que ambas partes
pueden hacer reserva de sus acciones o excepciones, y dicha
oportunidad es en cualquier momento hasta antes de dictarse
la sentencia definitiva. La jurisprudencia ha establecido que
se refiere a la sentencia de primera instancia, porque si se
pudiera hacer reserva en la segunda instancia, los tribunales
de alzada estarían resolviendo el asunto en única instancia.
Frente a esta reserva, el tribunal tiene 2 alternativas:
- Si las acciones y excepciones dicen relación con la
existencia misma de la obligación ejecutiva, es facultativo
para el tribunal acceder, y sólo lo hará en la medida que
estime que hay motivos calificados para ello.
- cuando las acciones y/o excepciones reservadas no digan
relación con la existencia misma de la obligación, el
tribunal está obligado a conceder la reserva.
La particularidad de la reserva que se hace en esta
oportunidad común, es que existe la obligación de
interponer demanda dentro del plazo de quince días
contados desde la sentencia. La diferencia con el caso de la
reserva propia del deudor, es que no hay impedimento para
que el ejecutante siga adelante con la ejecución, y no es
necesario rendir caución.

9. Tramitación del Cuaderno de Apremio: En este


cuaderno se contienen todas las actuaciones y trámites conducentes a
obtener el cumplimiento compulsivo de la obligación. Se inicia con
el mandamiento de ejecución y embargo, y sólo comienza a
tramitarse si el deudor no paga al momento de ser requerido de pago.
En términos generales, en este cuaderno se verifican los trámites
relacionados con el embargo de los bienes del deudor, su posterior
remate y el pago del acreedor.
a) El Embargo: Es un acto jurídico procesal que tiene por objeto
asegurar el resultado de la pretensión deducida, afectando
determinados bienes al cumplimiento de la Sentencia que habrá
de dictarse en el procedimiento. Pertenece al género de las
providencias cautelares. La jurisprudencia lo ha definido como
"la aprehensión material de bienes de un deudor, que se
entregan a un depositario para que tome la tenencia de ellos,
cesando desde ese momento la que antes ejercía el dueño o
ejecutado, con el objeto preciso e inmediato de enajenarlos y
aplicar su valor al pago del capital, intereses y costas."
(Sentencia de la Excma. Corte Suprema, Año 1985) Es una
actuación compleja en los términos del artículo 450 del Código
de Procedimiento Civil y puede recaer sobre bienes que el
ejecutado tenga tanto en su dominio como en su posesión.

b) Bienes Inembargables: El principio general en esta materia, es


que todos los bienes son embargables (artículo 2465 del Código
Civil - derecho de prenda general). Sin embargo, por razones
superiores de solidaridad social y por la función social de la ley,
existen determinados bienes que se excluyen de esta regla. No
obstante, la inembargabilidad es renunciable en virtud de la
norma común del artículo 12 del Código Civil, ya sea en forma
expresa (consta en un documento) o tácita (el deudor no opone
un incidente de exclusión de embargo), salvo que se trate de
aquella inembargabilidad establecida a favor de la familia o de la
comunidad (artículo 445 números 8, 7, 1 y 13 del Código de
Procedimiento Civil). Conforme a la norma antes aludida, son
inembargables los siguientes bienes:
i. Sueldos, gratificaciones, pensiones,
jubilaciones y montepíos.
ii. Remuneraciones de empleados y obreros
conforme a los artículos 40 y 153 del Código del Trabajo.
iii. Pensiones alimenticias forzosas.
iv. Rentas periódicas que el deudor cobre a una
fundación o que reciba por la mera liberalidad de un tercero,
en la parte en que sean necesarias para su sustento y de su
familia.
v. Fondos que gocen de este beneficio,
conforme a la Ley Orgánica del Banco del Estado de Chile.
vi. Pólizas de seguro de vida y las sumas
pagadas por el asegurador en virtud de ellas.
vii. Sumas pagadas a empresarios de Obras
Públicas durante la ejecución de los trabajos, salvo que se
trate de deudas a los trabajadores o a proveedores.
viii. El inmueble que sirve de habitación al deudor
y su familia, siempre que su avalúo fiscal no sea superior a 10
sueldos vitales, y los muebles que guarnecen el hogar.
ix. Libros relativos a la profesión del deudor,
hasta el valor de 50 UTM a elección del deudor.
x. Máquinas e instrumentos de que se sirve el
deudor para la enseñanza de alguna ciencia o arte, hasta el
mismo valor antes indicado.
xi. Uniformes y equipos militares.
xii. Objetos indispensables para el ejercicio
personal del arte u oficio del deudor, haya por la suma de 50
UTM a elección del deudor.
xiii. Utensilios caseros y de cocina, alimentos y
combustible necesarios para un mes.
xiv. Objetos que el deudor posee fiduciariamente.
xv. Derechos personalísimos.
xvi. Bienes Raíces donados o legados al deudor,
con expresión de inembargables.
xvii. Bienes destinados a un servicio no
paralizable sin perjuicio para tránsito o higiene.
xviii. Demás bienes establecidos en leyes
especiales.

c) Práctica del Embargo: Materialmente, la diligencia la lleva a


cabo el receptor, pudiendo actuar auxiliado por la fuerza pública
(artículo 443 del Código de Procedimiento Civil). La ley
señala una prelación de bienes que determinan el actuar del
receptor:
i. La especie o cuerpo cierto debidos.
ii. Los bienes señalados por el demandante en su demanda o en
el acto del embargo.
iii. Los bienes que indique el deudor, si en concepto del receptor
son suficientes o si no hay otros que embargar.
iv. En subsidio, rige el artículo 449 del Código de
Procedimiento Civil:
- Dinero.
- Otros bienes muebles.
- Bienes Raíces.
- Salarios y Pensiones.
El embargo es una actuación judicial (acto procesal) y, como tal,
debe cumplir con sus requisitos mínimos:
i. Debe practicarse en día y hora hábil, sin perjuicio de solicitar
habilitación (artículos 49 y 50 del Código de Procedimiento
Civil)
ii. Debe practicarse previo requerimiento de pago al deudor.
iii. Debe levantarse un acta con el detalle de bienes embargados,
su calidad y estado.
iv. El acta debe expresar la entrega real o simbólica al
depositario (perfecciona el embargo y permite configurar el
tipo penal de depositario alzado).
v. El acta debe ser firmada por el receptor, el depositario el
deudor y el acreedor si estuvieren presentes al momento de
realizar la diligencia.
vi. Debe enviarse carta certificada al ejecutado, comunicándole
el hecho del embargo (artículo 450 del Código de
Procedimiento Civil)
El embargo se perfecciona con la entrega de los bienes al
depositario provisional, quien deberá custodiarlos hasta que haga
entrega de ellos al depositario definitivo (artículo 451 del
Código de Procedimiento Civil) En la práctica, el depositario
provisional es normalmente el propio deudor, salvo los siguientes
casos de excepción:
i. Artículo 444 del Código de Procedimiento Civil: Si se
embarga una empresa, se designa un interventor al efecto.
ii. Artículo 454 del Código de Procedimiento Civil: Si la cosa
está en manos de un tercero con derechos sobre ella.
d) Efectos del Embargo:
i. En relación con los bienes embargados: Conforme a lo
establecido en el artículo 1464 Nº 3 del Código Civil, hay
objeto ilícito en la enajenación de los bienes embargados por
decreto judicial, salvo que el Juez lo autorice o el acreedor
consienta en ello. Respecto de los bienes raíces, el embargo
debe además inscribirse para ser oponible a terceros (artículo
453 del Código de Procedimiento Civil). En cuanto a los
bienes muebles, la oponibilidad de su embargo a terceros se
regula conforme al artículo 297 del Código de
Procedimiento Civil.
ii. En relación con el dueño de los bienes embargados: El
embargo, por regla general, no lo priva del uso ni del goce,
pero si de la facultad de disposición de los bienes. No
obstante, si el depositario es una persona distinta del dueño,
también quedará privado del uso y goce.
iii. En relación con los acreedores: El embargo no constituye
causal de preferencia para el pago, ni mejora los derechos de
los acreedores.

e) El Reembargo: Como el embargo impide la enajenación de los


bienes pero no los transforma en incomerciables, estos están
expuestos a ser objeto de nuevos embargos posteriores. Esta
situación se encuentra regulada en los artículos 527 y 528 del
Código de Procedimiento Civil, en términos tales que si un
acreedor ya ha embargado bienes del deudor, los demás
acreedores tiene la siguiente opción de proceder a trabar nuevos
embargos sobre los mismos bienes que ya han sido embargados,
sin perjuicio de ello, los nuevos acreedores pueden:
i. Comparecer a ese procedimiento, interponiendo sus
respectivas tercerías.
ii. Solicitar en su propio procedimiento, que se oficie al tribunal
en el cual se han embargado los bienes, para que no haga
pago al acreedor hasta que este caucione los créditos
privilegiados.

f) Instituciones Vinculadas al Embargo:


i. La Exclusión del Embargo: Es un incidente del juicio
ejecutivo, consistente en solicitar al tribunal la exclusión de
uno o mas bienes que han sido embargados por el receptor,
pero que tienen el carácter de inembargables conforme al
artículo 445 del Código de Procedimiento Civil.
ii. La Ampliación del Embargo: Es la facultad que tiene el
ejecutante para solicitar al tribunal la incorporación de nuevos
bienes al embargo, ya sea porque los que se encuentran
embargados son insuficientes para cubrir el crédito, porque
existen tercerías interpuestas respecto de ellos, etc. También
es un incidente (artículo 456 del Código de Procedimiento
Civil).
iii. La Reducción del Embargo: Es la solicitud del deudor que
tiene por objeto liberar determinados bienes que se
encuentran embargados, cuando son excesivos para cubrir sus
obligaciones (artículo 447 del Código de Procedimiento
Civil)
iv. La Sustitución del Embargo: es la facultad del ejecutado,
que se tramita incidentalmente, y en virtud de la cual puede
solicitar al tribunal que determinados bienes que se
encuentran embargados, sean liberados y reemplazados por
otros. Esta facultad tiene dos limitaciones:
- Sólo pueden sustituirse por dinero.
- No procede solicitar la sustitución cuando lo que se debe
es una especie que es precisamente lo que se ha
embargado.
No es necesario hacer ninguna gestión de avaluación toda vez
que la suma de dinero que se entregue en sustitución, debe ser
el valor del crédito reclamado por el actor.
v. La Cesación del Embargo: Es la facultad del ejecutado de
poner término al juicio ejecutivo, dejando sin efecto el
embargo, por la vía de depositar en la cuenta corriente del
tribunal, fondos suficientes para cubrir las sumas
demandadas. Esta facultad procede hasta que se extiende el
acta de remate y se tramita como incidente en cuaderno
separado, al igual que los anteriores incidentes.

g) Administración de los Bienes Embargados: Por regla general,


la administración corresponde al depositario sea provisional o
definitivo. El depositario sólo puede realizar actos de
administración (conservación, explotación y reparación de los
bienes embargados), y sólo excepcionalmente puede disponer de
ellos, previa autorización judicial, y sólo en los siguientes casos:
i. Bienes Muebles sujetos a corrupción.
ii. Bienes Muebles susceptibles de próximo deterioro.
iii. Bienes muebles de conservación difícil o dispendiosa.
El depositario debe poner a disposición del tribunal, todos los
dineros que reciba en el ejercicio de su cargo (artículo 515 del
Código de Procedimiento Civil). Las cuestiones que se susciten
a este respecto, serán resueltas por el tribunal en audiencias
verbales, conforme lo dispone el artículo 480 del Código de
Procedimiento Civil. El depositario al terminar su encargo,
deberá rendir cuanta como si fuese tutor o curador de los bienes,
sin perjuicio de las cuentas parciales que exija el tribunal,
conforme al artículo 514 del Código de Procedimiento Civil.
La remuneración del depositario es determinada por el juez tras la
aprobación de la cuenta rendida por éste, y goza de preferencia
para el pago (artículo 516 del Código de Procedimiento Civil).
Por excepción no tendrá derecho a remuneración.
i. El depositario que encargado de pagar
salarios embargados, haya retenido a disposición del tribunal,
la parte embargable de ellos.
ii. El que se haga responsable de dolo o culpa
grave.

h) Cumplimiento de la Sentencia Ejecutiva:


i. Sentencia de pago: Se cumple una vez que se encuentre
firme o ejecutoriada, o inclusive pendiente el recurso de
apelación si el ejecutante cauciona las resultas del mismo
(artículo 475 del Código de Procedimiento Civil). Basta
con la simple liquidación del crédito y tasación de las costas,
mediante la entrega al acreedor del dinero embargado o de la
especie debida.
ii. Sentencia de remate: Es preciso convertir en dinero los
bienes que han sido embargados. Para estos efectos, el
legislador los ha clasificado en cuatro categorías,
estableciendo procedimientos diferenciados para cada caso:
- 1. Bienes muebles sujetos a corrupción, próximo
deterioro o difícil o dispendiosa conservación: Se venden
por el propio depositario, sin previa tasación pero con
autorización judicial, inclusive antes de la sentencia,
siempre y cuando se caucionen las resultas del juicio.
- 2. Efectos de Comercio realizables en el acto: Se venden
sin previa tasación por un corredor nombrado por el
tribunal en calidad de perito (artículo 484 del Código de
Procedimiento Civil)
- 3. Bienes muebles no comprendidos en las categorías
anteriores: Se venden al martillo, sin necesidad de
tasación previa.
- 4. Bienes inmuebles: Su realización se sujeta a un
complejo procedimiento que analizaremos en detalle a
continuación.

i) Procedimiento de Realización de los bienes inmuebles


embargados: Se compone de varias etapas:
i. Tasación: (artículos 486 y 487 del Código de
Procedimiento Civil) La tasación será la que figure en el rol
de avalúo del Servicio de Impuestos Internos, se acreditará
con un certificado emitido por dicho servicio, sin perjuicio
del derecho de las partes para solicitar una tasación pericial.
En este caso, el informe del perito será presentado en el
tribunal y las partes tendrán 3 días para objetarlo, al cabo de
los cuales el juez la tendrá por aprobada, mandará rectificarla
o eventualmente fijará el mismo el justiprecio. Esta
resolución es inapelable.
ii. Fijación de Día y Hora para el Remate: (artículo 488 del
Código de Procedimiento Civil) Esta fijación ha de
anunciarse por lo menos cuatro veces mediante avisos en un
diario de la comuna. El primer aviso debe preceder al remate
en no menos de 15 días. Los avisos los prepara el secretario
del tribunal, y deben contener los datos suficientes para que
quien lo lea pueda identificar la causa, los valores y los bienes
a rematar.
iii. Bases del Remate: Es un documento que contiene la
determinación de los bienes a rematar, la fecha de pago y
entrega, la postura mínima, garantías y demás condiciones del
remate. Normalmente las elabora y presenta el ejecutante, a lo
cual el tribunal provee "como se pide, con citación"
(artículo 491 del Código de Procedimiento Civil). Si fuesen
objetadas por el deudor y no existiese acuerdo entre las
partes, las bases las determinará el juez, pero con las
siguientes limitaciones:
- La postura mínima no puede ser inferior a los dos tercios
del valor de tasación.
- El precio de adjudicación debe ser pagado al contado.
- Los interesados deben rendir una garantía para poder
hacer posturas.
iv. Citación a los Acreedores Hipotecarios: Es preciso cumplir
con este trámite para obtener la purga de las hipotecas, esto
es, la extinción de estas garantías. Citados los acreedores,
estos disponen del término de emplazamiento del juicio
ordinario para manifestar su decisión, por lo que el remate no
puede verificarse antes de 15 días de la citación. Los
acreedores de grado preferente, pueden optar entre exigir el
pago o mantener su crédito s aún no se ha devengado.
v. Autorización para Enajenar: Eventualmente, si el bien se
encuentra embargado en otro tribunal, el ejecutante debe
solicitar al tribunal de la causa que remita oficio al otro
juzgado, a fin que autorice la venta.
vi. Publicación de Avisos: (artículo 489 del Código de
Procedimiento Civil) Una vez practicadas las cuatro
publicaciones, debe dejarse constancia de ello en el
expediente, normalmente a través de un certificado del
secretario y un recorte de los diarios respectivos.
vii. Remate: Es preciso distinguir las distintas situaciones que
pueden verificarse:
- Hay Postores: El juez deberá calificar la caución de los
interesados y luego proceder al remate en pública subasta,
partiendo de la postura mínima fijada. Tras la
adjudicación se levanta un acta que hace las veces de
escritura pública para los efectos del artículo 1801 del
Código Civil (artículo 496 del Código de
Procedimiento Civil).
- No hay Postores: (artículo 499 del Código de
Procedimiento Civil) El acreedor puede solicitar que se
le adjudiquen los bienes por un valor equivalente a los dos
tercios de la tasación, o bien, que el tribunal reduzca
prudencialmente la postura mínima (no se puede reducir
mas de un tercio) y proceda a un nuevo remate. Si
tampoco hubieren postores a este segundo remate por los
dos tercios del nuevo avalúo, el acreedor puede pedir que
se le adjudiquen los bienes por el valor mínimo, que se
saquen a remate por tercera vez pero con el precio que el
juez determine, o bien, que se le entreguen los bienes en
PRENDA PRETORIA.
LA PRENDA PRETORIA: Es la entrega de los bienes
embargados al ejecutante, a fin que este los administre y se pague
su crédito con los frutos naturales o civiles que estos produzcan.
La entrega de los bienes se hace bajo inventario solemne y el
acreedor se encuentra obligado a llevar una cuenta documentada
de su administración. La rendición de cuentas debe hacerse cada
1 año si son inmuebles o cada 6 meses si son muebles. Si el
acreedor opta por esta opción, el deudor puede pedir que se
saquen nuevamente a remate, pero los plazos de los avisos se
reducen a la mitad. El deudor puede además recuperar los bienes,
pagando la deuda y las costas. Finalmente, el acreedor podrá
siempre sustituir la prenda por la solicitud de su enajenación en
un nuevo remate, u optar por pedir la sustitución del embargo.

viii. Otorgamiento de Escritura Pública: Dado que el acta del


remate no es título suficiente para la tradición del inmueble,
debe suscribirse una escritura pública entre el adjudicatario y
el Juez, en representación del deudor. Debe otorgarse dentro
de tercero día desde el remate y debe contener las siguientes
menciones mínimas:
- Todos los antecedentes del juicio que demuestren su plena
validez y eficacia.
- Todos los antecedentes relativos al remate.
- Antecedentes relativos a la purga de las hipotecas (si
procede)
Suele discutirse que ocurre si el adjudicatario de los bienes
desiste de su intención y no concurre a suscribir la escritura.
Existen 2 tesis a este respecto:
1) La primera sostiene que el adjudicatario se encuentra
obligado a suscribir la escritura, toda vez que la venta se
encuentra perfecta, y el acta es título ejecutivo, siendo la
escritura sólo un requisito para poder hacerla tradición.
2) Otros en cambio sostiene que el adjudicatario no se
encuentra obligado a firmarla, pero que como sanción perderá
la garantía otorgada, conforme lo previene el artículo 494
inciso 2º del Código de Procedimiento Civil, ya que el acta
no es título ejecutivo.
j) Nulidad de la Subasta: La pública subasta puede ser atacada
desde un doble punto de vista, esto es, como nulidad procesal o
como nulidad sustancial.
i. Nulidad Procesal: La subasta será procesalmente nula
cuando el vicio sea de carácter procedimental, debiendo ser
solicitada y declarada durante el curso del juicio. Nuestra
jurisprudencia ha indicado que la nulidad procesal sólo podrá
alegarse hasta la dictación de la resolución que ordena
extender la escritura pública de adjudicación.
ii. Nulidad Sustancial: Se produce cuando el vicio se encuentra
vinculado a la compraventa misma que se verifica en la
subasta, y de ella debe reclamarse en un juicio ordinario
posterior.

k) Realización del Derecho de Gozar de una cosa o de Percibir


sus Frutos: Cuando lo que se ha embargado es precisamente este
derecho, el acreedor puede pedir que se de en arrendamiento o
que se entregue en prenda pretoria este derecho. El
arrendamiento se entrega en remate público, cuyas condiciones
serán prefijadas por el tribunal en audiencias verbales con las
partes. (artículo 509 del Código de Procedimiento Civil).

10. Las Tercerías en el Juicio Ejecutivo: Sabemos que un


tercero es aquel sujeto de la relación procesal que no es parte
originaria, pero que interviene para proteger intereses que pueden
verse afectados por la sentencia que se dicte en dicho juicio. La regla
general respecto de la intervención de terceros en juicio, es la que
establecen los artículos 22 y 23 del Código de Procedimiento
Civil, distinguiendo entre terceros coadyuvantes, independientes y
excluyentes. En el juicio ejecutivo en particular, las tercerías que este
admite son de un carácter eminentemente excluyente, aunque la de
pago podría considerarse como coadyuvante.
En el procedimiento ejecutivo, el artículo 518 del Código de
Procedimiento Civil altera esta regla general, al establecer que sólo
son admisibles las tercerías, cuando el reclamante pretenda el
dominio de los bienes embargados (tercería de dominio), la posesión
de los mismos (tercería de posesión), alegue preferencia para el
pago (tercería de prelación) o simplemente reclame su derecho de
concurrir en el pago a falta de otros bienes (tercería de pago).
Esta forma particular de tratar las tercerías, da lugar a que ciertos
autores las consideren como algo mas que un simple incidente del
juicio, otorgándoles el carácter de procesos independientes y
estimando que tanto las partes como el objeto y la causa son
diferentes. Las consecuencias de adherir a una u otra teoría se
manifiestan en la aplicación de una serie de instituciones procesales,
tales como mandato judicial, notificaciones, resoluciones judiciales,
recursos, abandono del procedimiento, etc. Esta es una discusión que
no se encuentra para nada resuelta, sino que por el contrario, la
jurisprudencia se ha pronunciado tanto en uno como en otro sentido.
En cuanto a la oportunidad procesal para deducir una tercería, es
preciso efectuar una distinción. Si se trata de las tercerías de dominio
o posesión, pueden hacerse valer desde el embargo y hasta antes que
se haga tradición de los bienes al adjudicatario del remate, sea por el
martillero (bienes muebles) o por la extensión del acta de remate
(inmuebles). Por su parte, en el caso de las tercerías de prelación y
pago, la oportunidad procesal se inicia igualmente con el embargo, y
se extiende hasta antes de que se haga pago al ejecutante.
a) Tercería de Dominio: Si el embargo recae sobre bienes que
están en poder del ejecutado pero que no son de su propiedad, o
si derechamente se embargan bienes respecto de los cuales el
deudor no tiene ningún derecho ni posesión, el legítimo
propietario de los mismos, tiene la posibilidad de hacer valer su
derecho a través de esta vía. La tercería de dominio se tramita en
cuaderno separado, con ambas partes principales como sujetos
pasivos, y se rige por las formalidades del juicio ordinario,
omitiéndose los escritos de réplica y duplica (artículo 521 del
Código de Procedimiento Civil). La demanda de tercería debe
cumplir con todos los requisitos del artículo 254 del Código de
Procedimiento Civil, bajo sanción de no ser admitida a
tramitación (este artículo 523 del Código de Procedimiento
Civil es bastante más estricto que el artículo 256 del Código de
Procedimiento Civil). Junto con su demanda, el tercerista debe
presentar:
i. Documentos fundantes de la Tercería: Puede ser un
documento público o privado, pero lo esencial es que acredite
el dominio de los bienes. Si además es un instrumento
público de fecha anterior a la demanda ejecutiva, la tercería
tendrá la virtud de suspender el procedimiento de apremio.
ii. Suspensión: Un escrito en el cual se solicite al tribunal que
con el mérito de los documentos acompañados, suspenda el
curso del cuaderno de apremio. Es necesario pedirlo porque
como la tercería se tramita en cuaderno separado, no tiene el
efecto de suspender de pleno derecho el procedimiento. Si no
se pide la suspensión, o derechamente no es procedente, el
remate recaerá sobre todos aquellos bienes sobre los que el
deudor tenga o pretenda tener derecho (artículo 523 inciso 2º
del Código de Procedimiento Civil).
Las resoluciones que se dicten en la tramitación de esta tercería,
son apelables en el sólo efecto devolutivo. Adicionalmente, el
código de procedimiento civil, extiende el procedimiento
establecido para la tercería de dominio, a otras situaciones
similares:
1) La primera de ellas, es la indicada en el artículo 519 del
Código de Procedimiento Civil, conforme al cual se
sustanciarán de esta forma las oposiciones que se funden en el
derecho del comunero sobre la cosa embargada.
2) La segunda, contemplada en el artículo 520 del Código de
Procedimiento Civil, hace extensible el procedimiento de la
tercería de dominio, a los derechos que haga valer el ejecutado,
invocando una calidad diversa de aquella en que se le ejecuta.
Esto puede ocurrir en los siguientes casos:
i. El heredero que es demandado para el pago de deudas
hereditarias y testamentarias de una herencia que no ha
aceptado;
ii. El que sucediendo por derecho de representación, ha
repudiado la herencia de aquel a quien representa y es
perseguido por el acreedor de ésta;
iii. El heredero cuyos bienes han sido embargados por
acreedores hereditarios o testamentarios que hayan hecho
valer el beneficio de separación y no traten de pagarse con el
saldo que establece el artículo 1383 del Código Civil.
iv. El heredero beneficiario cuyos bienes han sido
embargados por deudas de la herencia, cuando esté ejerciendo
alguno de los derechos de los artículos 1261 a 1263 del
Código Civil.

b) Tercería de Posesión: Su fundamento es muy similar a la


tercería de dominio, pero es mucho mas utilizada, incluso por
quienes son propietarios de bienes embargados, toda vez que la
prueba de la posesión es mucho mas simple que la del dominio.
Sabemos que en nuestro derecho existe una presunción de
dominio a favor del poseedor, en tanto otro no la destruya
acreditando propiedad (artículo 700 del Código Civil).
Consecuente con ello, la jurisprudencia ha dicho que en tanto no
se declare que el dueño de una cosa no es su actual poseedor sino
otra persona, el poseedor será el verdadero dueño y no podrán
por consiguiente embargársele los que es suyo por deudas ajenas.
A diferencia de la tercería de dominio, el legislador ha sido claro
al indicar que se trata de un incidente, que se tramita como tal y
que eventualmente tiene la facultad de suspender el cuaderno de
apremio si se acompañan antecedentes que constituyan a lo
menos presunción grave de la posesión que se invoca (artículo
522 del Código de Procedimiento Civil). Pese a que es un
incidente, lo normal es que la primera resolución se notifique por
cédula al mandatario. El artículo 521 del Código de
Procedimiento Civil consagra una norma común al tercerista de
dominio y de posesión, y es el derecho de solicitar que no se
decrete el retiro de las especies sino hasta 10 días desde la fecha
de la traba del embargo, conforme al artículo 457 del Código de
Procedimiento Civil.

c) Tercería de Prelación: En este caso, lo que invoca el tercerista


es un derecho, privilegio, prenda o hipoteca, para ser pagado
preferentemente conforme a las reglas generales de prelación de
créditos. Al tercero no le interesa suspender el procedimiento ni
entorpecer su tramitación, sino simplemente que se respete su
preferencia a la hora del pago. Es preciso indicar el documento o
circunstancia (cuando no existan documentos como en el caso del
artículo 2473 Nº 1 del Código Civil), que justifica el derecho
del tercero para ser pagado preferentemente. El efecto de esta
tercería no es suspender el procedimiento sino sólo el pago al
ejecutante. Es un incidente de previo y especial pronunciamiento,
pero sólo en lo relativo a la distribución de los fondos, en cuanto
se suspende el pago hasta que haya sentencia firme en la tercería
(artículo 525 del Código de Procedimiento Civil)

d) Tercería de Pago: Esta tercería sólo tiene cabida cuando el


deudor carece de otros bienes embargables, además de los ya
embargados en el procedimiento principal, y su objeto es que la
distribución de los fondos se haga a prorrata de los acreedores
valistas. Evidentemente, el tercero debe contar con un título
ejecutivo perfecto y su solicitud se tramita como incidente que no
suspende el procedimiento pero si el pago. Pero el acreedor que
se encuentra en esta situación, tiene una alternativa distinta a
interponer una tercería, cuando hubiere iniciado por su cuenta
otra ejecución. Dicha opción consiste en solicitar que se dirija un
oficio al tribunal que ha embargado los bienes para que retenga,
del producto del remate, la cuota proporcional que corresponda al
segundo acreedor (artículos 528 y 529 del Código de
Procedimiento Civil.)

11. Juicio Ejecutivo por Obligación de Hacer: Sabemos


que cuando se trata de obligaciones de hacer, el artículo 1553 del
Código Civil, concede al acreedor una triple alternativa para
proceder contra el deudor:
a) Apremiar al deudor para la ejecución de la prestación;
b) Solicitar autorización para hacerla ejecutar por un tercero a
expensas del deudor;
c) Reclamar la indemnización de los perjuicios.
Las primeras dos alternativas pueden hacerse efectivas a través de
este procedimiento, en tanto que la indemnización de perjuicios sólo
puede perseguirse a través de un procedimiento ordinario.
Los requisitos de procedencia de este procedimiento son los mismos
que en el juicio ejecutivo por obligación de dar, con la sola
diferencia que en vez de exigirse que la obligación sea líquida, es
preciso que la obligación se encuentra determinada, esto es, que
se encuentre suficientemente precisado el objeto sobre el cual recae
la obligación de hacer. Según este objeto, que puede ser de 2 clases
diferentes, distinguimos 2 variantes de este procedimiento:
a) Suscripción de un Contrato o Constitución de una
Obligación: En este caso, el procedimiento es idéntico al juicio
ejecutivo por obligación de dar, con las siguientes
particularidades:
i. El requerimiento consiste en apercibirla
deudor para suscribir el documento dentro del plazo que fije
el tribunal.
ii. Si no lo suscribe, opera el apercibimiento
consistente en que el juez puede suscribirlo en su
representación.
b) Ejecución de una Obra Material: También es básicamente el
mismo procedimiento, pero el requerimiento consiste en
emplazar al deudor para que cumpla su obligación, fijándole un
plazo al efecto (artículo 533 del Código de Procedimiento
Civil). Si el deudor no opone excepciones o estas son rechazadas,
y no cumple su obligación, nacen para el acreedor dos derechos:
i. Solicitar al tribunal que lo autorice para efectuarla
obra a través de un tercero, con cargo al ejecutado (artículo
536 del Código de Procedimiento Civil). En este caso debe
presentar un presupuesto, que si es objetado por el deudor,
será reemplazado por el que fije un perito (artículo 537 del
Código de Procedimiento Civil). Determinado el valor, el
deudor deberá consignarlo dentro de tercero día, y si no lo
hace, se procederá a embargarle y rematarle bienes conforme
a las disposiciones del juicio ejecutivo por obligación de dar.
ii. Solicitar al tribunal que apremie al deudor para que
ejecute la obra, ya sea porque le satisface mas o porque se
trata de una obligación personalísima. El apremio es un
arresto hasta por 15 días o una multa proporcional (artículos
542 y 543 del Código de Procedimiento Civil)

12. Juicio Ejecutivo por Obligación de No Hacer: En


principio, se aplican las mismas reglas del procedimiento ejecutivo
por obligación de hacer, con las siguientes modificaciones:
a) Es condición esencial de procedencia, que pueda destruirse la
cosa hecha y que su destrucción sea necesaria para el objetivo
que se tuvo en vista al celebrar el contrato (artículo 544 del
Código de Procedimiento Civil). Si no puede destruirse, el
deudor deberá indemnizar los perjuicios, lo que se perseguirá a
través de un juicio ordinario.
b) Se requiere título ejecutivo, obligación no prescrita, actualmente
exigible y determinada.
c) El ejecutado puede defenderse promoviendo un incidente en
virtud del cual alegue que la obligación puede cumplirse por
otros medios que no importen la destrucción de la cosa (artículo
1555 del Código Civil)
d) Se persigue que el deudor destruya la cosa o que se autorice al
acreedor para hacerlo a expensas del deudor.
CUESTIONARIO ACERCA DE LOS JUICIOS ESPECIALES
1. Juicio Ejecutivo en las Obligaciones de Dar
Pregunta Nº 1. ¿Cómo se puede definir el Juicio Ejecutivo?
Pregunta Nº 2. Clasifique el Juicio Ejecutivo.
Pregunta Nº 3. ¿Qué requisitos o condiciones deben darse para
que pueda exigirse ejecutivamente el cumplimiento de una obligación de
dar?
Pregunta Nº 4. Señale Títulos Ejecutivos.
Pregunta Nº 5. ¿Que se entiende por "copias autorizadas de
escritura pública"?
Pregunta Nº 6. ¿Qué se entiende por avenimiento?
Pregunta Nº 7. ¿Cuáles son las dos diferencias fundamentales
que existen entre la Transacción y el Avenimiento?
Pregunta Nº 8. Los diversos títulos ejecutivos pueden
clasificarse en títulos perfectos o completos y títulos imperfectos o
incompletos, ¿Cuáles son unos y otros?
Pregunta Nº 9. ¿Qué son las llamadas "gestiones preparatorias
de la vía ejecutiva"? Señálelas.
Pregunta Nº 10. El deudor citado a presencia judicial para que
reconozca su firma, comparece y da respuestas evasivas, comparece y
niega la firma, o sencillamente no comparece. ¿Qué sucede en cada
caso?
Pregunta Nº 11. ¿Cuál es la naturaleza jurídica de la resolución
que da por reconocida la firma puesta en instrumento privado?
Pregunta Nº 12. El aceptante de una letra de cambio no puso
tacha de falsedad a su firma al tiempo de protestarse el documento por
falta de pago (protesto personal). ¿Qué sucede con preparación de la vía
ejecutiva?
Pregunta Nº 13. ¿Qué requisitos deben cumplirse para que el
pagaré o letra de cambio tengan mérito ejecutivo?
Pregunta Nº 14. En la gestión preparatoria de la vía ejecutiva,
Juan tacha de falsa su firma hecha en una letra de cambio y después
resulta que la firma es auténtica. ¿Qué sanción recibe esta persona?
Pregunta Nº 15. La confesión judicial y el reconocimiento de
firma puesta en instrumento privado. ¿Son semejantes?
Pregunta Nº 16. El director de la institución emisora de un título
al portador tacha de falso el titulo. ¿Obstaculiza ello se despache la
ejecución?
Pregunta Nº 17. ¿Cuándo es necesario preparar la vía ejecutiva
mediante la intervención de un perito?
Pregunta Nº 18. Si el deudor fallece antes de iniciado el juicio o
durante su tramitación, no es posible dar comienzo a la ejecución o
llevarla adelante sin que previamente se notifique del titular a los
herederos. ¿Qué sucede, al respecto, si el juicio ya se ha iniciado?
Pregunta Nº 19. El juicio ejecutivo de Mayor Cuantía en las
obligaciones de dar, consta de dos cuadernos (o expedientes): e!
principal y el de apremio. Refiérase a ambos.
Pregunta Nº 20. El ejecutante solicita en su demanda “se
despache mandamiento de ejecución y embargo". El juez no podría
acoger esta demanda ni ordenar siga adelante la ejecución porque de
hacerlo fallaría "ultra petita" ya que lo solicitado es que se despache
"mandamiento de ejecución". ¿Es correcto o no este planteamiento?
Pregunta Nº 21. Haga un breve esquema de la tramitación del
Cuaderno Ejecutivo.
Pregunta Nº 22. El Cuaderno de Apremio. Haga un esquema de
su tramitación.
Pregunta Nº 23. ¿En qué consiste el Mandamiento de Ejecución?
Pregunta Nº 24. Además de los tres requisitos que debe cumplir
el Mandamiento de Ejecución (señalados en la respuesta a la pregunta
anterior), puede contener, en determinados casos, dos elementos más.
¿Cuáles son?
Pregunta Nº 25. ¿Cuál es la naturaleza jurídica de la resolución
que despacha Mandamiento de Ejecución y Embargo?
Pregunta Nº 26, ¿Puede el ejecutado ejercer Recurso de
Apelación?
Pregunta Nº 27. "El recurso de casación en la forma procede
respecto de la resolución que despacha mandamiento de ejecución". ¿La
afirmación es correcta o incorrecta?
Pregunta Nº 28. El Requerimiento de Pago. Caracterícelo
brevemente.
Pregunta Nº 29. ¿Qué plazos tiene el ejecutado para hacer valer
todas sus defensas y excepciones, incluso las de prescripción, cosa
juzgada, transacción y pago efectivo de la deuda, cuando éste consta en
documento legal?
Pregunta Nº 30. Explique el carácter taxativo y genérico que
tiene la enumeración de excepciones señaladas por el artículo 464 del
Código de Procedimiento Civil.
Pregunta Nº 31. ¿Cuáles son las diferencias que existen entre las
Excepciones del Juicio Ejecutivo y las del Juicio Ordinario?
Pregunta Nº 32. Señale las excepciones que puede oponer el
ejecutado.
Pregunta Nº 33. ¿En qué consiste el Beneficio de Excusión y la
Caducidad de la Fianza?
Pregunta Nº 34. ¿Cuando se entiende que un Titulo es falso?
Pregunta Nº 35. Señale ejemplos de excepción de insuficiencia
absoluta y relativa del título respecto de la persona del demandado.
Pregunta Nº 36. ¿Procede la excepción del artículo 464 Nº 8 del
Código de Procedimiento Civil, en caso de que el avalúo haya sido
hecho por las partes en el contrato?
Pregunta Nº 37. ¿En qué consisten la Prescripción de la Deuda,
y la de la Acción Ejecutiva?
Pregunta Nº 38. Vencido el plazo fatal que tiene el ejecutante
para responder a las excepciones, con respuesta o sin ella el juez
estudiará el expediente antes de dictar resolución. ¿Cuáles son los
puntos principales a los que se abocará el estudio del Magistrado?
Pregunta Nº 39, ¿Cuál es la naturaleza jurídica de la resolución
que declara admisibles las excepciones del artículo 464 del Código de
Procedimiento Civil?
Pregunta Nº 40. Refiérase, brevemente, a la Prueba en el Juicio
Ejecutivo.
Pregunta Nº 41. La sentencia ejecutiva puede ser de dos clases:
absolutoria y condenatoria. ¿Cuándo será de una y otra clase?
Pregunta Nº 42. Las sentencias condenatorias pueden
subclasificarse en "sentencia de pago" y "sentencia de remate".
Defínalas.
Pregunta N° 43. ¿En qué caso se omite la Sentencia definitiva?
Pregunta Nº 44. ¿Cómo opera la condenación en costas si la
sentencia acoge sólo en parte una o más excepciones?
Pregunta Nº 45. ¿Qué recursos proceden contra la sentencia
definitiva en juicio ejecutivo?
Pregunta Nº 46. ¿Qué razón lógica se ha tenido en consideración
para que el artículo 477 del Código de Procedimiento Civil, acoja la
renovación de la Acción Ejecutiva?
Pregunta Nº 47. ¿Qué fin tiene la llamada "reserva de
derechos"?
Pregunta Nº 48. El ejecutante puede solicitar la reserva de sus
derechos en dos ocasiones (artículos 467 y 478 del Código de
Procedimiento Civil). En la primera deberá desistirse de la demanda
ejecutiva. ¿Qué efectos produce el referido desistimiento señalado por el
artículo 467 del Código de Procedimiento Civil?
Pregunta Nº 49. ¿Qué es el embargo?.
Pregunta Nº 50. ¿Qué bienes son inembargables?
Pregunta Nº 51. ¿Es embargable el derecho de usufructo?
Pregunta Nº 52. Personas que pueden designar los bienes que
deberán ser embargados. Refiérase a ello brevemente.
Pregunta Nº 53. ¿Si ni deudor o acreedor designan bienes para el
embargo, quién los escoge y en qué orden?
Pregunta Nº 54. Existen determinados casos de excepción,
cuando el embargo se traba sobre objetos muebles, en que no se realiza
dicha entrega al depositario. ¿Cuáles son éstos?
Pregunta Nº 55. ¿Qué efectos origina el embargo respecto del
deudor y acreedor?
Pregunta Nº 56. Se ha procedido al embargo de un bien
determinado. ¿Puede otro acreedor, en otra ejecución, trabar un nuevo
embargo sobre el mismo bien?
Pregunta Nº 57. ¿En qué se fundamenta la ampliación del
embargo?
Pregunta Nº 58. ¿Cuándo es permitida la substitución del
Embargo?
Pregunta Nº 59. Las facultades del depositario son
exclusivamente administrativas, no pudiendo efectuar actos de
disposición de los bienes embargados. ¿Cuál es la única excepción al
respecto?
Pregunta Nº 60. La regla general es que la sentencia de pago se
cumpla una vez ejecutoriada, pero hay algunos casos de excepción en
que dicha sentencia puede cumplirse antes de quedar ejecutoriada.
¿Cuáles son?
Pregunta Nº 61. Los bienes raíces necesitan ser tasados antes de
proceder a su remate, pero existen algunos bienes muebles que también
es necesario tasarlos. Dé ejemplos.
Pregunta Nº 62. ¿A qué se refiere, principalmente, las bases o
condiciones para el remate?
Pregunta Nº 63. Corresponde al tribunal fijar las condiciones de
la subasta. ¿Qué limitaciones legales tiene el Juez?
Pregunta Nº 64. ¿Qué sucede con el remate si el bien a rematar
tiene otros embargos?
Pregunta Nº 65. ¿Qué es necesario hacer, previa subasta, si
existen hipotecas sobre el bien a rematar?
Pregunta Nº 66. ¿Qué modificación introdujo el artículo 492 del
Código de Procedimiento Civil, en relación al artículo 2428 del Código
Civil?
Pregunta Nº 67. ¿Qué consecuencia(s) produce la no citación a
la subasta de algún acreedor hipotecario?
Pregunta Nº 68. ¿Cuándo queda perfecto (o se perfecciona) el
remate o venta forzada?
Pregunta Nº 69. ¿Cuáles son los antecedentes que deben
insertarse en la Escritura Pública de Remate?
Pregunta Nº 70. La nulidad de un remate puede originarse a
consecuencias de vicios del procedimiento y vicios de carácter
sustantivo. Dé algunos ejemplos.
Pregunta Nº 71. El remate no se realiza en la fecha señalada al
no presentarse postores a la subasta. ¿Qué puede solicitar, en este caso,
el acreedor?
Pregunta Nº 72. Se ponen, por segunda vez en remate los bienes
por los dos tercios del nuevo avalúo, y tampoco se presentan postores a
la subasta. ¿Qué puede pedir el acreedor?
Pregunta Nº 73. ¿Qué es la Prenda Pretoria o Anticresis?
Pregunta Nº 74. Los bienes embargados consisten en el derecho
de gozar una cosa o percibir sus frutos, ¿Qué cosas puede pedir, a su
elección, el acreedor?
Pregunta Nº 75. Generalmente el depositario tiene derecho y
percibe remuneración. ¿En qué casos no goza de este derecho?
Pregunta Nº 76. ¿Qué se entiende por Tercería en el Juicio
Ejecutivo?
Pregunta Nº 77. ¿En qué casos puede intervenir un tercero
durante el Juicio
Pregunta Nº 78. ¿Qué es la Tercería de Dominio?
Pregunta Nº 79. ¿Hasta que momento puede interponerse la
Tercería de Dominio?
Pregunta Nº 80, ¿Cuáles son los dos efectos más importantes
que produce la interposición de la Tercería de Dominio?
Pregunta Nº 81. ¿En qué consiste la Tercería de Posesión?
Pregunta Nº 82. ¿Cuáles son los requisitos de la Tercería de
Posesión?
Pregunta Nº 83, ¿A qué se llama Tercería de Prelación
(incidental)?
Pregunta Nº 84, ¿Qué efectos produce la interposición de la
Tercería de Prelación?
Pregunta Nº 85. ¿En qué consiste la Tercería de Pago?
Pregunta Nº 86. ¿Qué condiciones deben cumplirse para que
opere la Tercería de Pago?
Pregunta Nº 87. ¿Cuáles son los dos procedimientos que tiene el
tercero para concurrir, con el ejecutante, en el pago de su crédito?
Refiérase brevemente a ellos.

2. Juicio Ejecutivo en las Obligaciones de Hacer


Pregunta Nº 88. El deudor de una Obligación de Hacer
(Ejemplo: construir una cosa) se constituye en mora. ¿Qué cosas puede
solicitar el acreedor, junto con la indemnización de la mora?
Pregunta Nº 89. ¿Cuáles son los requisitos que se deben cumplir
para que proceda el juicio ejecutivo en las Obligaciones de Hacer?
Pregunta Nº 90. Refiérase a la ejecución para obligar a Suscribir
un documento o Constituir una Obligación
Pregunta Nº 91. Refiérase a la ejecución para obligar a Hacer
una Obra Material.

3. Juicio Ejecutivo en las Obligaciones de no Hacer


Pregunta Nº 92. ¿Qué disposiciones legales rigen en el juicio
ejecutivo de las obligaciones de no hacer?
Pregunta Nº 93. ¿Qué requisitos deben cumplirse para que
proceda la Acción Ejecutiva en las Obligaciones de No Hacer?

4. Juicio Ejecutivo de Mínima Cuantía


Pregunta Nº 94. ¿De qué manera se interpone y efectúa la
demanda ejecutiva y el requerimiento de pago, respectivamente, en el
Juicio Ejecutivo de Mínima Cuantía?
Pregunta Nº 95. ¿Qué plazo tiene el ejecutado para oponerse a la
demanda?
Pregunta Nº 96. ¿En qué puede fundarse la oposición a la
demanda?

5. Juicio Ordinario de Menor Cuantía


Pregunta Nº 97. ¿Qué normas legales regulan este juicio?
Pregunta Nº 98. ¿Cuáles son las características del Juicio
Ordinario de Menor Cuantía?
Pregunta Nº 99. ¿Qué importantes modificaciones se han
introducido en la tramitación del Juicio Ordinario de Menor Cuantía en
primera instancia?
Pregunta Nº 100. En el Juicio Ordinario de Menor Cuantía,
excepcionalmente, las apelaciones en contra de determinadas
resoluciones deben concederse al tiempo de ser interpuestas y se
tramitarán de inmediato. ¿Cuáles son estas resoluciones?
Pregunta Nº 101. Refiérase al Recurso de Apelación en contra
de la sentencia definitiva en esta clase de Juicio.
Pregunta Nº 102. ¿Son procedentes, en el Juicio Ordinario de
Menor Cuantía, los Recursos de Casación en la forma y en el fondo?
Pregunta Nº 103. ¿En qué plazos deben ser dictadas las
sentencias de Primera y Segunda Instancia?

6. Juicios de Mínima Cuantía


Pregunta Nº 104. ¿Cuáles son las principales características de
esta clase de Juicios?
Pregunta Nº 105. ¿Qué disposiciones legales hacen referencia a
las Notificaciones en los Juicios de Mínima Cuantía?
Pregunta Nº 106. ¿Cuál es el plazo para que se declare
abandonado el procedimiento en esta clase de juicios?
Pregunta Nº 107. Refiérase a la Prueba testimonial en el Juicio
de Mínima Cuantía.
Pregunta Nº 108. Refiérase a la Prueba Instrumental en esta
clase de juicios,
Pregunta Nº 109. ¿Cuándo procede y debe solicitarse la
absolución de Posiciones en Juicio de Mínima Cuantía?
Pregunta Nº 110. ¿A quiénes debe designar, preferentemente, el
Juez cuando decreta Informe de Peritos?
Pregunta Nº 111. ¿Por qué causales procede el Recurso de
Casación en la forma en estos juicios?
7. Juicio Sumario
Pregunta Nº 112. Señale las características de este Juicio.
Pregunta Nº 113. ¿En qué casos debe aplicarse el
Procedimiento Sumario?
Pregunta Nº 114. ¿Qué son los honorarios?
Pregunta Nº 115. ¿Puede un mandatario cobrar la cancelación
de sus honorarios en un juicio sumario?
Pregunta Nº 116. "En el Juicio Sumario el tribunal de segunda
instancia goza de más facultades que en el Juicio Ordinario". Explique,
brevemente, esta afirmación.
Pregunta Nº 117. Haga un esquema del procedimiento en el
Juicio Sumario.
Pregunta Nº 118. ¿Qué personas, en forma excepcional, tienen
derecho de asistir a la audiencia a que cita el tribunal, al dar curso a la
demanda?
Pregunta Nº 119. ¿Qué ocurre si a la audiencia sólo comparece
el demandante?
Pregunta Nº 120. ¿Qué ocurre si a la audiencia: a) concurre
solamente el demandado; b) no comparece el oficial del ministerio
público o defensor público estando obligado a hacerlo?
Pregunta Nº 121. El tribunal accede provisionalmente a la
demanda al no asistir a la audiencia el demandado. ¿Qué puede hacer
éste frente a dicha resolución?
Pregunta Nº 122. Todas las resoluciones que se pronuncien en
el juicio sumario son apelables en el solo efecto devolutivo, como regla
general. ¿Qué excepciones existen al respecto?
Pregunta Nº 123. ¿Cómo se promueven y tramitan los
incidentes?
Pregunta Nº 124. ¿En qué casos, un juicio iniciado como
sumario puede transformar su procedimiento y continuar
desarrollándose como ordinario y viceversa?
Pregunta Nº 125. ¿Cuál es la oportunidad para solicitar la
substitución del procedimiento?

LOS INTERDICTOS POSESORIOS


Pregunta Nº 126. ¿A qué se llama Interdictos?
Pregunta Nº 127, ¿Cuáles son los Interdictos o Juicios
posesorios sumarios?
Pregunta Nº 128. Señale las características de los Interdictos.
Pregunta Nº 129. ¿En qué consiste la Querella de Amparo?
Pregunta Nº 130. ¿Qué circunstancias (además de las que
enumera el artículo 254 del Código de Procedimiento Civil) debe
expresar en su demanda, quién intenta hacer efectiva la Querella de
Amparo?
Pregunta Nº 131. Haga un esquema:
a) de la tramitación de la Querella de Amparo.
b) de la Querella de Restitución
c) Querella de Restablecimiento
d) Denuncia de Obra Nueva
e) Denuncia de Obra Ruinosa
Pregunta Nº 132. ¿En qué consiste la Querella de Restitución?
Pregunta Nº 133. ¿Qué debe expresar en su demanda quien
intente la Querella de Restitución?
Pregunta Nº 134. Defina la Querella de Restablecimiento.
Pregunta Nº 135. ¿Qué basta para entablar esta Querella?
Pregunta Nº 136. ¿Qué debe indicar la demanda por despojo
violento?
Pregunta Nº 137. ¿Cuáles son las obras nuevas denunciables?
Pregunta Nº 138. ¿Cuáles son las primeras diligencias que debe
decretar el juez si ha determinado que la obra es denunciable?
Pregunta Nº 139. ¿Qué cambio introdujo la ley Nº 18.705 respecto de
la "citación para oír sentencia" en el caso de la Denuncia de Obra
Nueva?
Pregunta Nº 140. El fallo para el caso de Denuncia de Obra Nueva, por
regla general, es apelable en el solo efecto devolutivo. ¿Cuándo es
apelable en ambos efectos?
Pregunta Nº 141. La Denuncia de Obra Ruinosa tiene como fin que la
misma no cause daño. ¿Qué personas pueden deducir esta denuncia?
Pregunta Nº 142. ¿Qué modificación introdujo la Ley Nº 18.705
(publicada el 24 de mayo de 1988) a la Denuncia de Obra Ruinosa?
Pregunta Nº 143. ¿Cómo se concede el Recurso de Apelación en el
Interdicto de Obra Ruinosa?
Pregunta Nº 144. Se dicta sentencia en esta clase de Interdicto.
¿Quedan vigentes y a salvo las acciones ordinarias que puedan intentar
las partes?

LOS JUICIOS DE ARRENDAMIENTO


Pregunta Nº 145. Los Juicios de Arrendamiento tienen por
objeto la solución de litigios que originan los contratos de
arrendamiento. ¿A qué clase de litigios se refieren?
Pregunta Nº 146. ¿En qué casos de arrendamiento de Bienes
Inmuebles Urbanos no se aplican las Reformas del decreto ley Nº 964 y
ley Nº 18.101, y sí la ley civil?
Pregunta Nº 147. ¿Qué se entiende por Renta Legal?
Pregunta Nº 148. ¿Sobre qué inmuebles no rigen las
disposiciones acerca de la Renta Legal?
Pregunta Nº 149. ¿Qué es la Garantía en un Contrato de
Arrendamiento?
Pregunta Nº 150. Los Juicios de Arrendamiento son conocidos
por los tribunales ordinarios letrados. ¿En qué caso, excepcionalmente,
pueden ventilarse ante un Juez de Policía Local?
Pregunta Nº 151. ¿Cuáles son los Juicios de Arriendo?
Pregunta Nº 152. En los Juicios de Arrendamiento se aplica el
procedimiento sumario (artículos 680 y siguientes del Código de
Procedimiento Civil). ¿Cuáles son las principales modificaciones que
introdujo a este procedimiento el artículo 8° de la Ley Nº 18.101 y
cuales son las actuales modificaciones a éste procedimiento?
Pregunta Nº 153. Refiérase al Plazo de Desahucio.
Pregunta Nº 154. ¿ Hasta qué fecha debe pagar la renta el
arrendatario?
Pregunta Nº 155. ¿Qué es necesario para que a los
subarrendatarios de un inmueble les sea oponible la sentencia (y todo lo
obrado) recaída en juicio de arrendamiento?
Pregunta Nº 156. La sentencia rechazó el desahucio o la
restitución. ¿Puede el actor iniciar un nuevo juicio al respecto?
LOS JUICIOS DE HACIENDA
Pregunta Nº 157. ¿Por qué reciben e! nombre de Juicios de
Hacienda?
Pregunta Nº 158. ¿Cuáles son los Privilegios de que goza el
Fisco?
Pregunta Nº 159. ¿Cuáles son las principales funciones del
Consejo de Defensa del Estado?
Pregunta Nº 160. El Fisco es demandante o demandado. ¿Ante
qué tribunal puede accionarse en ambos casos?
Pregunta Nº 161. El trámite de "la consulta" procede siempre
que la sentencia no sea favorable al interés fiscal. ¿En qué casos el fallo
es desfavorable a! Fisco?
Pregunta Nº 162. Refiérase a las Transacciones y Pagos en
Cuotas que puede acordar el consejo de Defensa del Estado en los
juicios sobre indemnización de perjuicios y en los procesos o gestiones
sobre reclamación o fijación de avalúo de expropiación en que sea parte
el Fisco.
Pregunta Nº 163. Refiérase a la Ejecución de una Sentencia que
condena al Fisco.

LOS JUICIOS DE NULIDAD DE MATRIMONIO Y DIVORCIO


Pregunta Nº 164. ¿Dónde se encuentran reglamentados estos
juicios?
Pregunta Nº 165. Los Juicios de Nulidad de Matrimonio y
Divorcio se tramitan de acuerdo a las normas del juicio ordinario, pero
¿con qué modalidades especiales?
Pregunta Nº 166. ¿Qué procedimiento es aplicable al Juicio de
Divorcio Temporal?

LOS JUICIOS SOBRE CUENTAS


Pregunta Nº 167. ¿De cuántas formas puede iniciarse el Juicio
de Cuentas?
Pregunta Nº 168. El obligado a rendir cuenta no la presenta
dentro del plazo que debe hacerlo. ¿Qué facultades le corresponde a! que
tiene derecho a exigirla?
Pregunta Nº 169. ¿Qué recursos proceden en contra de la
sentencia dictada en un Juicio de Cuentas?
Pregunta Nº 170. Haga un esquema del Juicio de Cuentas.
LOS JUICIOS ACERCA DEL PAGO DE CIERTOS HONORARIOS
Pregunta Nº 171. ¿Qué Jueces son competentes para conocer de
la estimación y pago de los honorarios por servicios profesionales
prestados en Juicio?

LA CITACIÓN DE EVICCIÓN
Pregunta Nº 172. ¿En qué consiste la Citación de Evicción?
Pregunta Nº 173. ¿En qué Juicios procede citar de Evicción?
Pregunta Nº 174. ¿En qué momento debe hacerse la citación de
Evicción?
Pregunta Nº 175. ¿Qué efecto se produce luego de decretada la
Citación?
Pregunta Nº 176. ¿Qué efecto se produce luego de practicada la
Citación?

LA ACCIÓN DE DESPOSEIMIENTO CONTRA


TERCEROSPOSEEDORES DE LA FINCA HIPOTECADA O
ACENSUADA
Pregunta Nº 177. ¿En qué consiste la "Acción de
Desposeimiento"?
Pregunta Nº 178. Haga un esquema del Juicio de
Desposeimiento.

LOS JUICIOS ESPECIALES SEGUIDOS ANTE JUECES


ARBITROS
JUICIO ARBITRAL
Pregunta Nº 179. ¿Qué son los Jueces Árbitros?
Pregunta Nº 180. ¿De qué clases pueden ser los Árbitros?
Pregunta Nº 181. ¿En qué casos procede el Arbitraje Forzoso?
Pregunta Nº 182. La ley prohíbe someter a arbitraje
determinados asuntos. ¿Cuáles son?
Pregunta Nº 183. ¿qué requisitos son necesarios para ser
Árbitro?
Pregunta Nº 184. ¿Quiénes no pueden ser Árbitros?
Pregunta Nº 185. ¿cómo se practican las notificaciones en los
juicios arbítrales?
Pregunta Nº 186. Uno de los testigos se niega a declarar en el
juicio. ¿Qué debe hacer el Arbitro?
Pregunta Nº 187. Existe pluralidad de Árbitros. ¿Quién debe
pronunciar la sentencia?
Pregunta Nº 188. ¿Qué recursos proceden en contra de las
resoluciones arbítrales?
Pregunta Nº 189. ¿Qué reglas especiales se aplican a los Juicios
seguidos ante arbitradores?
LA PARTICIÓN DE BIENES
Pregunta Nº 190. ¿Cuál es el objeto de la Partición de Bienes?
Pregunta Nº 191. ¿De qué formas se puede hacer la Partición?
Pregunta Nº 192. ¿Quiénes pueden ser Partidores?
Pregunta Nº 193. El nombramiento del Partidor puede hacerse
por el causante, por los interesados y por la Justicia. Refiérase a cada
uno de ellos.
Pregunta Nº 194. ¿Quiénes pueden provocar el Nombramiento
de Partidor?
Pregunta Nº 195. ¿Qué cuestiones nunca son competencia del
Partidor?
Pregunta Nº 196. ¿Qué asuntos pueden ser de competencia del
Partidor o de la Justicia Ordinaria?
Pregunta Nº 197. ¿Qué tiempo señala la ley al Partidor para
efectuar la partición?
Pregunta Nº 198, ¿De qué clase de culpa responde el Partidor?
Pregunta Nº 199. Los comparendos en el Juicio de Partición,
pueden ser ordinarios y extraordinarios. Refiérase a ellos.
Pregunta Nº 200. ¿Qué cuadernos se forman de ordinario en el
Juicio de Partición?
Pregunta Nº 201. El valor de los bienes para la Partición, se fija,
generalmente, por tasación pericial. ¿Cuándo se omite la tasación?
Pregunta Nº 202. ¿Qué reglas fundamentales deben seguirse en
los remates y adjudicaciones?
Pregunta Nº 203. ¿Qué se entiende por Remate?
Pregunta Nº 204. ¿Qué es la Adjudicación?
Pregunta Nº 205. ¿De cuántas formas puede producirse la
Adjudicación en el Juicio de Partición? Refiérase a cada una.
Pregunta Nº 206. ¿Qué consecuencias se derivan del Efecto
Declarativo de la Adjudicación?
Pregunta Nº 207. Los resultados de la partición se deben
consignar en un "Laudo y Ordenata". Refiérase a ellos.
Pregunta Nº 208. ¿Desde cuándo se entiende practicada la
notificación de la Sentencia (Laudo y Ordenata)?
Pregunta Nº 209. ¿En qué casos se necesita la aprobación
judicial de la partición por la justicia ordinaria?
Pregunta Nº 210. ¿Qué recursos pueden interponerse contra el
fallo (Laudo y Resolución Aprobatoria)?

CAPITULO VII - LOS ACTOS JUDICIALES NO


CONTENCIOSOS TAMBIEN DENOMINADOS COMO LOS
ASUNTOS DE JURISDICCION VOLUNTARIA3
I.- REGLAS COMUNES.
Primero que nada cabe decir, que los actos de jurisdicción
voluntaria no son por una parte, ni propiamente actos jurisdiccionales ni
tampoco son actos totalmente voluntarios. El Código de Procedimiento
Civil en el artículo 817, los define como "aquellos que según la ley
requieren la intervención de un juez y en que no se promueve
contienda alguna entre partes."
A partir de la definición anterior (artículo 817 del Código de
Procedimiento Civil), podemos extraer los elementos esenciales de
estos actos de jurisdicción voluntaria, cuales son:
1. Que la ley requiera la intervención de un
juez.
2. Ausencia de contienda.
3. Ausencia de partes.
Para determinar cual es el procedimiento aplicable a los actos de
jurisdicción voluntaria o actos judiciales no contenciosos, es preciso
distinguir:
1. Procedimiento Especial establecido en
Leyes especiales (Como ocurre por
ejemplo, en el caso del Decreto Ley N°
2186 sobre expropiación)
2. Procedimiento Especial establecido en el
Código de Procedimiento Civil (Títulos II
y siguientes del Libro IV)
3. Procedimiento General del Título I del
Libro IV del Código de Procedimiento
Civil.

En relación con la competencia absoluta, el único elemento que


realmente tiene importancia es la materia, correspondiendo ésta por
regla general, a los jueces de letras, conforme al artículo 45 Nº 2 letra
3
Los Actos No Contenciosos y su Practica Forense. Pablo Jaeger Cousiño y Francisco Maturana
Sáenz. Editorial La Ley. 1992.
c) del Código Orgánico de Tribunales. La excepción la constituye el
caso de la designación de un curador ad litem, caso en el cual la
competencia corresponde al tribunal que esta conociendo del litigio en
que se requiere o solicita tal designación (artículo 494 del Código
Civil).
En cuanto a la competencia relativa, la regla general es que es
competente el tribunal del domicilio del interesado o solicitante
(artículo 134 del Código Orgánico de Tribunales), sin perjuicio que
en algunos procedimientos especiales hay reglas particulares al respecto.
En todo caso, no procede la prórroga de la competencia (artículo
182 del Código Orgánico de Tribunales)
Finalmente, cabe hacer presente que los procedimientos no
contenciosos se caracterizan por la intervención y participación de dos
auxiliares de la administración de justicia, cuales son el receptor, toda
vez que la información sumaria es la prueba fundamental en esta clase
de procesos, y el defensor público (artículo 855 del Código de
Procedimiento Civil)

II.- PROCEDIMIENTO GENERAL NO CONTENCIOSO.


En términos generales, al referirse a los actos de jurisdicción
voluntaria, el legislador ha establecido que éstos deben ser resueltos
"con conocimiento de causa", indicando con dicha expresión la
necesidad de que el tribunal sea debidamente informado por el
solicitante, por cualquier medio idóneo, pero sin necesidad de cumplir
con formalidades legales (artículo 818 del Código de Procedimiento
Civil).
El principal medio probatorio para formar este conocimiento de
causa, es la denominadas Información Sumaria, entendida como la
“prueba de cualquier especie, rendida sin notificación ni intervención
de contradictor y sin previo señalamiento de término probatorio".
Características:
1. Es un acto jurídico procesal probatorio y
unilateral.
2. Constituye una importante manifestación del
principio inquisitivo (artículo 820 del Código de Procedimiento
Civil)
3. La prueba rendida de esta forma se aprecia
conforme a las reglas de la sana crítica, por disposición expresa del
artículo 819 del Código de Procedimiento Civil.
4. No existe información sumaria respecto de las
pruebas confesional, pericial (salvo tasación) e inspectiva.
La mas utilizada es la prueba de testigos, la cual se verifica
mediante la declaración de dos o mas testigos, quienes comparecen ante
un ministro de fe, normalmente un receptor judicial, el cual levantará un
acta conteniendo su individualización e indicando lo que hayan
expresado. Dicha acta de declaración será firmada por todos los
intervinientes, recibiendo la denominación de información sumaria de
testigos.
El procedimiento se inicia por una solicitud del interesado, frente
a la cual el tribunal se pronuncia derechamente. Normalmente se ha
dicho que esta resolución tiene la naturaleza jurídica de auto, sin
perjuicio, que el artículo 826 del Código de Procedimiento Civil la
califique como sentencia definitiva.
Según el profesor Mario Mosquera Ruiz, no es ni un auto ni
una sentencia, porque no resuelve ni un incidente ni un asunto
controvertido. No obstante, el profesor Mosquera, reconoce que los
requisitos formales son muy similares a los que establece el artículo 170
del Código de Procedimiento Civil.
Independientemente de la discusión anterior, las resoluciones que
se dictan en los actos judiciales no contenciosos, se clasifican en
positivas y negativas, según si acceden o no a la solicitud del
interesado. La importancia de esta clasificación es que sólo producen el
efecto de cosa juzgada, las sentencias positivas que además hayan sido
cumplidas.
Finalmente, respecto de la resolución del tribunal, cabe destacar
que el legislador establece expresamente los medios o vías de
impugnación:
1. Artículo 821 del Código de Procedimiento Civil:
Contempla la posibilidad de que el propio tribunal que la dictó, la
modifique por haber variado las circunstancias que tuvo en miras al
pronunciarse.
2. Artículo 822 del Código de Procedimiento Civil:
Procede el recurso de apelación, casación en el fondo y casación en
la forma.
El fundamento que justifica que esta clase de actos judiciales
hayan sido entregados al conocimiento de los tribunales de justicia, es
principalmente la eventualidad de que la solicitud pueda transformarse o
dar lugar a un asunto contencioso o controvertido. En este punto, la
norma base es la del artículo 823 del Código de Procedimiento Civil,
la cual dispone lo siguiente:
"Si al la solicitud presentada se hace oposición por legítimo
contradictor, se hará contencioso el negocio y se sujetará a los
trámites del juicio que corresponda. Si la oposición se hace por quien
no tiene derecho, el tribunal, desestimándola de plano, dictará
resolución sobre el negocio principal."
A partir de la norma precedentemente transcrita, podemos extraer
los principales elementos que configuran el procedimiento a que se da
lugar en caso de haber oposición:
1. Legítimo Contradictor: Es aquel sujeto que en una gestión no
contenciosa, se encuentra legalmente habilitado para oponerse a la
solicitud, toda vez que tiene un interés jurídicamente tutelado, que tal
procedimiento ha puesto en peligro.
2. Significado de la voz "derecho": Se refiere a un interés
jurídicamente protegido, un derecho subjetivo sustancial (actual y no
potencial), y no una mera facultad procesal.
3. Oportunidad: El derecho a oponerse nace cuando el legítimo
contradictor toma conocimiento de la existencia de la gestión. Para una
parte de la doctrina, sólo puede oponerse hasta antes de que el tribunal
se pronuncie sobre la solicitud, mientras que según otros, el derecho
subsiste aún después de tal hecho, pero con la variante de que deberá
deducirse como solicitud de modificación en virtud del artículo 821 del
Código de Procedimiento Civil. Lo cierto es que ha prevalecido la
primera tesis, sobre la base de los siguientes argumentos:
a) El artículo 821 del Código de Procedimiento Civil, sólo
permite al interesado solicitar la modificación, y por interesado
se entiende sólo al solicitante.
b) No tiene sentido permitir al contradictor que solicite la
modificación de la resolución, toda vez que si ésta es negativa no
será necesario, y si es positiva, existen otras vías.
Providencia: Lo primero que el tribunal debe analizar es si quien se
opone tiene o no los caracteres que lo habiliten como legítimo
contradictor. Si concurren tales condiciones, el negocio se hará
contencioso sujetándose a las reglas procedimentales que correspondan,
en tanto que de lo contrario, el tribunal desestimará de plano la
oposición y resolverá la solicitud (artículo 823 del Código de
Procedimiento Civil)

Tramitación:
Dado que la ley nada dice, la jurisprudencia ha optado por aplicar
el procedimiento establecido para los incidentes ordinarios, en cuanto la
oposición es un asunto accesorio a la solicitud que es lo principal. El
escrito de oposición debe cumplir con los siguientes requisitos:
a) Comunes a todo escrito;
b) Ley de Comparecencia en Juicio;
c) Que emane del legítimo contradictor; y,
d) Que se pretenda cambiar el carácter de la gestión, de no
contenciosa a contenciosa.
De la oposición se dará traslado al solicitante, siendo un incidente
de previo y especial pronunciamiento.
Existen diversas teorías sobre lo que debe ocurrir a continuación,
pero lo cierto es que nuestra jurisprudencia ha establecido que el juez
sólo se encuentra facultado para calificar la oposición y la calidad de
legítimo contradictor del oponente, sin entrar en consideraciones de
fondo ni de determinación del procedimiento aplicable.
Si encuentra procedente la oposición, deberá suspender el
negocio hasta que en el juicio correspondiente se resuelva el asunto
controvertido. Para los efectos de dicho juicio, el cual se tramitará
conforme al procedimiento que corresponda según la naturaleza de la
acción, la solicitud se considerará como demanda y la oposición como
contestación, en forma similar a lo que ocurre en el juicio de cuentas.
Lo cierto es que la anterior no es una regla general sino tan sólo
un criterio jurisprudencial, por lo que en cada caso habrá que examinar
cual de las partes es la que persigue la declaración, reconocimiento o
constitución de un derecho.

III.- PROCEDIMIENTOS ESPECIALES NO CONTENCIOSOS.


1. Inventario Solemne: (artículo 858 del Código de
Procedimiento Civil). Es aquel que se confecciona previo decreto
judicial y cumpliendo con los demás requisitos legales, a saber:
a) Ante Notario Público y dos testigos mayores de 18 años, que
sepan leer y escribir y que sean conocidos del notario.
Eventualmente el juez podrá autorizar que se otorgue ante otro
ministro de fe.
b) Si el Notario no conoce al manifestante, deberá cerciorarse de su
identidad.
c) Debe indicarse el lugar y fecha en letras, tanto en que comienza
como concluye.
d) Debe contener una declaración jurada del manifestante de no
tener otros bienes.
e) Debe ser firmado por el manifestante, el notario, los testigos e
interesados presentes.
El procedimiento consiste en citar a todos los interesados
conocidos y que legalmente tengan derecho de asistir, por medio de
avisos publicados por a lo menos 3 veces en días distintos.
Si alguno de los bienes se tiene en comunidad, a los
copropietarios debe notificárseles personalmente si residen en el
territorio jurisdiccional del tribunal.
Un ministro de fe dejará constancia de haberse hecho la citación
(artículo 860 del Código de Procedimiento Civil).
El inventario contendrá la descripción de los bienes, conforme a
lo establecido en los artículos 382 y 384 del Código Civil.
Si uno o mas de los bienes se encuentran en otro territorio
jurisdiccional, se inventariarán por exhorto (artículo 862 del Código de
Procedimiento Civil).
Concluida la confección del inventario, este deberá ser
protocolizado y se dejará constancia de ello en el expediente (artículo
863 del Código de Procedimiento Civil).
El inventario puede ser posteriormente ampliado si aparecieren
otros bienes, de conformidad a lo establecido en el artículo 383 del
Código Civil.
El inventario solemne reviste gran importancia en cuanto siempre
deberá otorgarse de esta forma cuando existan incapaces involucrados o
que tengan derechos sobre los bienes.

2. Procedimientos a que da lugar la Sucesión por Causa


de Muerte:
En este título se tratan una serie de procedimientos distintos, sin
perjuicio de lo cual, en el párrafo 5º y final, se establecen normas
comunes a todos ellos, consistentes fundamentalmente en la acreditación
de la muerte real o presunta del causante o testador, y en la exigencia de
levantar acta de todas las diligencias que se practiquen (artículos 887 y
888 del Código de Procedimiento Civil)

a) Procedimientos Especiales de la Sucesión Testamentaria: El


Código de Procedimiento Civil, en esta materia, se preocupa
exclusivamente de los testamentos solemnes, sin perjuicio de
distinguir entre sus dos clases:
i. Abierto: Esta categoría de testamento
solemne admite dos vías de perfeccionamiento:
- Ante Notario y 3 Testigos: Tras la muerte del testador,
debe presentarse en el menor tiempo posible ante el
tribunal competente, a fin que éste ordene su
protocolización o simplemente su ejecución si ya está
protocolizado (artículo 866 del Código de
Procedimiento Civil)
- Ante 5 Testigos: Su publicación y posterior
protocolización se hará en la forma establecida en el
artículo 1020 del Código Civil.
ii. Cerrado: La apertura se hará conforme al
artículo 1025 del Código Civil. En general, puede pedirla
cualquier persona capaz de parecer en juicio por si misma
(artículo 869 del Código de Procedimiento Civil).
Finalmente, el artículo 871 del Código de Procedimiento Civil
dispone que en todas estas diligencias, actuará como ministro de
fe el secretario del tribunal competente por ley para el
conocimiento del asunto.

b) Guarda de Muebles y Papeles de la Sucesión: La Guarda y


Aposición de Sellos es quizás la mas extrema de las medidas
cautelares que consagra nuestro cogido procesal civil, y sólo
procede en casos muy calificados. Puede solicitarla cualquier
interesado o decretarse de oficio por el tribunal, el cual
comisionará al secretario del tribunal o a un Notario público para
practicarla (artículo 872 del Código de Procedimiento Civil).
Esta diligencia puede practicarse aunque no esté presente
ninguno de los interesados y pese a cualquier oposición, no
obstante la resolución que la ordena es apelable, pero en el sólo
efecto devolutivo. Sólo quedan exceptuados de esta guarda, los
bienes muebles domésticos de uso cotidiano. Materialmente
consiste en sellar el acceso al inmueble en donde se encuentre los
muebles y papeles, en forma indefinida, hasta que se practique un
inventario de los mismos. Si hay dineros, estos deberán ser
depositados en la cuenta corriente del tribunal (artículo 874 del
Código de Procedimiento Civil). Una vez practicado el
inventario, se procede a la ruptura de los sellos, previo decreto
judicial y citación de los interesados (artículos 860 y 876 del
Código de Procedimiento Civil)

c) Posesión Efectiva de la Herencia: Es la materia de mayor


aplicación dentro de los procedimientos no contenciosos. Su
importancia radica en que constituye justo título de posesión y es
un trámite indispensable para poder disponer de los bienes de la
herencia (artículo 688 del Código Civil). A continuación
analizaremos cada uno de los pasos de este procedimiento:
i. Tribunal Competente: El del último domicilio del
causante en Chile. Si no ha tenido nunca domicilio en
Chile, será competente el tribunal del domicilio del
solicitante (artículo 148 del Código Orgánico de
Tribunales).
ii. Solicitud: Debe cumplir con los requisitos comunes a
todo escrito, y adicionalmente con los siguientes
requisitos especiales:
- Si la sucesión es testada, debe acompañarse el testamento.
- Si es intestada, debe acreditarse el estado civil que le da la
calidad de heredero.
- Solicitar la práctica de un inventario simple o solemne
según corresponda conforme a los artículos 1253 del
Código Civil y 880 del Código de Procedimiento Civil.
- Indicar el nombre, domicilio, profesión y estado civil del
causante, así como, el lugar y fecha del fallecimiento.
- Basta con que la solicite uno de los herederos, pero debe
hacerlo en nombre de todos. La omisión dolosa de un
heredero acarrea una serie de sanciones.
iii. Resolución: Si se cumplen todos los requisitos, el
tribunal concederá la posesión efectiva a los
herederos. Dicha resolución debe contener:
- Individualización del causante.
- Calidad de la herencia (si es testada deben indicarse los
datos del testamento)
- Individualización y calidad de los herederos.
- Decretar la facción de inventario solemne o la
protocolización de inventario simple.
iv. Publicidad: (artículo 882 del Código de
Procedimiento Civil) la resolución del tribunal,
denominada "auto de posesión efectiva", se publicará
en extracto por 3 veces en un diario de la comuna o
capital de provincia, con indicación del tribunal,
nombre del causante y nombres de los herederos. De
las publicaciones se dejará constancia en autos por un
certificado del secretario. Con las publicaciones nace
el derecho del "legítimo contradictor" a intervenir.
v. Informe del Servicio de Impuestos Internos: Se
encuentra establecido en forma expresa en la Ley Nº
16.271, y consiste en la indicación de si la herencia
está o no afecta a impuesto y, en el primer caso, cual
es su monto. Para asegurar el pago del impuesto, la ley
ha establecido que el conservador no puede inscribir
mientras no se le acredite dicha circunstancia. La
acción del S.I.I. para exigir el pago del impuesto
prescribe en seis años desde el fallecimiento.
vi. Inscripciones: Una vez pagado el impuesto y
acreditado el pago ante el tribunal, éste ordenará que
se inscriba la resolución que concedió la posesión
efectiva, en el Registro de Propiedad del Conservador
de Bienes Raíces respectivo. Si la herencia se
compone de inmuebles, será necesario además,
practicar la "inscripción especial de herencia" que
habilita a los herederos para disponer de ellos.
vii. Procedimiento Simplificado: La referida Ley Nº
16.271 establece un procedimiento simplificado para
herencias cuyo monto no exceda de 50 UTM:
- El primer trámite es la confección del inventario en un
formulario del Servicio de Impuestos Internos, en el cual
al mismo tiempo se hace la tasación de los bienes.
- Para que proceda este procedimiento abreviado, debe
solicitarse expresamente.
- Una vez protocolizado, el inventario se considera solemne
para todos los efectos legales, lo cual entre otras cosas
implica un beneficio de inventario automático.
- Sólo es necesario publicar dos avisos.
- Todas las actuaciones judiciales, notariales y del
conservador, tienen un 50% de rebaja.
d) Declaración de Herencia Yacente: Tras la apertura de la
sucesión, y transcurrido el plazo de 15 días sin que él lo los
herederos hayan manifestado inequívocamente su voluntad de
aceptar la herencia, corresponde declararla yacente, salvo que
exista albacea con tenencia de bienes designado en el testamento
(artículo 1240 del Código Civil) La declaración debe publicarse
en un diario de la comuna o capital de provincia y se procederá
luego al nombramiento de un curador de la herencia yacente. Una
regla un poco mas compleja es la que contiene el artículo 886
del Código de Procedimiento Civil, conforme a la cual si el
causante tuviere herederos en el extranjero, se enviará oficio
dirigido al cónsul respectivo, conteniendo la resolución que
declara yacente la herencia, a fin que en el plazo de 5 días éste
proponga a una persona apta para desempeñarse como curador de
la misma. Si el cónsul hace esta propuesta, rige lo previsto en el
artículo 483 del Código Civil. De lo contrario, el tribunal hará el
nombramiento de oficio o a proposición del ministerio público.

3. Insinuación de Donaciones:
Toda donación que involucre un valor superior a dos centavos, ha
de ser autorizada por la justicia (artículo 1401 del Código Civil).
En virtud de lo anterior, lo cierto es que en la práctica, toda
donación debe insinuarse, exceptuándose exclusivamente las siguientes:
a) Donaciones a favor del Fisco (D.L. Nº 45)
b) Donaciones cuyo único fin sea la realización de programas de
instrucción y educación, en cuanto no excedan de un 2% de la
renta imponible del donante (artículo 31 de la Ley de Impuesto
a la Renta.)
La solicitud en virtud de la cual se insinúa la donación debe
contener las menciones indicadas en el artículo 889 del Código de
Procedimiento Civil:
a) Nombre del donante y del donatario y la indicación de si alguno
de ellos está sujeto a tutela, curatela o bajo potestad de padre o
marido.
b) Cosa o cantidad que se pretende donar.
c) Causa de la donación (remuneratoria, legítima, mera liberalidad,
etc.)
d) Monto líquido del haber del donante y cargas de familia.
El tribunal apreciará el cumplimiento de los requisitos legales y
procederá a conceder o denegar la autorización, conforme al artículo
1401 del Código Civil. (Artículo 890 del Código de Procedimiento
Civil).

4. Autorización para Enajenar o Gravar:


Es igualmente aplicable para el caso que se pretenda arrendar
bienes raíces de incapaces por mas de 5 u 8 años, o cuando se quiera
constituir a éstos en fiadores. La competencia corresponde al juez del
lugar en el cual estuvieren situados los inmuebles o, si no los hay, el del
domicilio del solicitante. El escrito de solicitud de autorización debe
contener las siguientes menciones (Artículo 891 del Código de
Procedimiento Civil):
a) Requisitos comunes a todo escrito.
b) Fundamentos que justifican la realización del acto cuya
autorización se requiere.
c) Acreditación de los fundamentos vía información sumaria o
documentos.
Dado que en esta clase de procedimiento, están en juego los
intereses patrimoniales de un incapaz, es requisito indispensable la
audiencia al defensor público, no obstante su dictamen no sea vinculante
para el tribunal. Finalmente, cabe señalar que la autorización que
conceda el tribunal es temporal, normalmente por el plazo de seis meses
o en subsidio por lo que indique el juez.

5. Venta en Pública Subasta: (artículo 892 del Código de


Procedimiento Civil)
En este caso, a diferencia del procedimiento establecido en el
procedimiento ejecutivo, la enajenación de los bienes es voluntaria por
parte de su dueño. Se rige por las reglas de la partición de bienes. De no
haber posturas admisibles, se repite la subasta manteniendo el valor o
bien modificándolo, previa audiencia al defensor público. La escritura la
suscribirán el propietario y el adjudicatario (artículo 894 del Código de
Procedimiento Civil). No obstante, son aplicables una serie de normas
del procedimiento ejecutivo, tales como:
a) Artículo 494 del Código de Procedimiento Civil: Caución para
participar del remate.
b) Artículo 495 del Código de Procedimiento Civil: Acta de
Remate.
c) Artículo 496 del Código de Procedimiento Civil: Compra a
nombre de un tercero.
d) Artículo 497 del Código de Procedimiento Civil: Inscripciones.

6. Tasaciones: (artículo 895 del Código de Procedimiento Civil).


Se hacen por el tribunal que resulte competente, previa audiencia
a peritos especialistas, nombrados de conformidad al procedimiento
contenido en el artículo 414 del Código de Procedimiento Civil.
Una vez practicada, debe ser depositada en el tribunal y
notificada a los interesados, quienes tendrán el plazo de 3 días para
impugnarla (artículos 896 y 897 del Código de Procedimiento Civil)
De la impugnación se da traslado al solicitante, y una vez
evacuado éste, el tribunal resolverá si la aprueba, manda rectificarla o
determina por si mismo el justiprecio.

7. Informaciones para Perpetua Memoria:


Tienen por objeto acreditar hechos que sirven para dar curso a un
procedimiento trascendental y habilitante para el ejercicio de derechos.
En el mismo escrito en que se solicita que se admita la
información, se señalarán los hechos sobre los que depondrán los
testigos, los cuales serán examinados directamente por el tribunal.
Una vez prestada la declaración, esta debe ser examinada por el
ministerio público (artículo 913 del Código de Procedimiento Civil)
El tribunal aprobará la información siempre que los hechos
aparezcan justificados conforme al artículo 384 Nº 2 del Código de
Procedimiento Civil, sin perjuicio de que admite prueba en contrario
(presunción simplemente legal)
No se admiten declaraciones de las cuales pueda derivar perjuicio
a persona conocida y determinada.

8. Otros Procedimientos:
a) Nombramiento de Tutores y Curadores: Artículos 838 a 857
del Código de Procedimiento Civil.
b) Habilitación para comparecer en Juicio: Se aplica tanto a la
mujer casada bajo el régimen de sociedad conyugal como al hijo
de familia, en subsidio de la autorización del marido o padre
(artículos 829 a 832 del Código de Procedimiento Civil)
c) Autorización Judicial para Repudiar la Legitimación de un
Interdicto: Se encuentra tratado entre los artículos 833 y 835
del Código de Procedimiento Civil.
d) Emancipación Voluntaria: Artículo 836 del Código de
Procedimiento Civil.
e) Autorización Judicial para Repudiar el Reconocimiento de
un Interdicto: Se encuentra tratado en el artículo 837 del
Código de Procedimiento Civil, el cual se remite al
procedimiento para requerir la autorización para repudiar la
legitimación de un interdicto.
f) Declaración del Derecho al Goce de un Censo: Artículos 901
a 908 del Código de Procedimiento Civil.
g) Expropiación por Causa de Utilidad Pública: Se encuentra
tratado en el Título XV del Libro IV, entre los artículos 915 a
925 del Código de Procedimiento Civil. No obstante, dicho
título fue derogado por la dictación del D.L. Nº 2.186 publicado
en el Diario Oficial de fecha 9 de Junio de 1978, contenido en el
apéndice del Código de Procedimiento Civil, que contiene la Ley
Orgánica del Procedimiento de Expropiaciones.

CUESTIONARIO DE PREGUNTAS ACERCA DE LOS ACTOS


JUDICIALES NO CONTENCIOSOS
Pregunta Nº 1. ¿Qué son los actos judiciales no contenciosos?
Pregunta Nº 2. Respecto a estos actos existen doctrinas diferentes.
Refiérase brevemente a ellas.
Pregunta Nº 3. Clasifique los actos judiciales no contenciosos.
Pregunta Nº 4. ¿Qué recursos existen contra las resoluciones
pronunciadas en los actos judiciales no contenciosos?
Pregunta Nº 5. Caracterice a los Actos Judiciales no contenciosos.
Pregunta Nº 6. ¿Cómo pueden los terceros defender sus intereses, ante
estos actos judiciales?
Pregunta Nº 7. ¿En qué momento puede oponerse el legítimo
contradictor?
Pregunta Nº 8. Una vez aceptada la oposición del legítimo contradictor,
se transforma en contencioso el negocio, y se deben continuar con los
trámites del juicio que corresponde. Refiérase a las cuatro doctrinas que
persiguen resolver tal situación.
Pregunta N° 9. Señale los actos judiciales no contenciosos que se
encuentran sometidos a una tramitación especial en el Código de
Procedimiento Civil.
Pregunta N° 10. Haga un esquema de las normas generales de
procedimiento de los actos judiciales no contenciosos.

BIBLIOGRAFÍA DEL CURSO:


1.- De las Disposiciones Comunes a todo Procedimiento. Carlos
Alberto Stoehrel M.- Ayudante de la Cátedra de Derecho Procesal del
Profesor de la Universidad de Chile Fernando Alessandri Rodríguez.
Colección de Apuntes de Clases N° 12. Editorial Jurídica de Chile.
2.- Manual de Derecho Procesal Civil. Mario Casarino Viterbo.
Editorial Jurídica de Chile.
3.- Proceso Civil y Proceso Penal. Edmundo Ptistock Padilla. Tomo I
y II. Editorial Jurídica Conosur.
4.- Curso de Derecho Procesal Civil. Claudio Díaz Uribe. Tomo I y II.
Editorial Jurídica LexisNexis.
5.- Temas Fundamentales de Derecho Procesal. Francisco Hoyos
Henrechson. Actualizado por María Teresa Hoyos de la Barrera.
Universidad Finis Terrae Facultad de Derecho. Editorial Jurídica
ConoSur-LexisNexis-Chile.
6.- Procedimiento Civil. Juicio Ordinario de Mayor Cuantía. Ignacio
Rodríguez Papic. Sexta Edición Revisada y actualizada por el Profesor
Cristián Maturana Miquel. Editorial Jurídica de Chile.
7.- Derecho Procesal Civil. Juicio Ordinario y Recursos Procesales.
Darío Benavente Gorroño. Quinta Edición Revisada y Actualizada por
Juan Columbo Campbell. Editorial Jurídica de Chile.
8.- Introducción al Estudio del Proceso Civil. Eduardo J. Couture.
Ediciones Depalma. Buenos Aires.
9.- Disposiciones Comunes a Todo Procedimiento. José Quezada
Meléndez. Ediciones Digesto Limitada.
10.- Repertorio de Legislación y Jurisprudencia Chilenas. Código de
Procedimiento Civil. Tomo I, II y III. Editorial Jurídica de Chile.
11.- La Prueba ante la Jurisprudencia. Derecho Civil y Procesal
Civil. Emilio Rioseco Enríquez. Editorial Jurídica de Chile. Cuarta
Edición Actualizada. 2002.
12.- Síntesis de Derecho Procesal Civil. Reglas Comunes a Todo
Procedimiento. El Juicio Ordinario Civil de Mayor Cuantía. De los
Juicios Especiales. De los Actos Judiciales No Contenciosos. De los
Recursos Procesales. René Jorquera Lorca. Manuales Universitarios.
13.- Derecho Procesal Civil en Preguntas y Respuestas. Aníbal
Cornejo Manríquez. Editorial Jurídica Conosur Limitada – LexisNexis.
14.- Los Actos No Contenciosos y su Práctica Forense. Esquemas y
Formularios. Pablo Jaeger Cousiño – Francisco Maturana Sáenz.
Editorial La Ley. Santiago de Chile. 1992.
15.- Apuntes de Derecho Procesal del Profesor Pfeiffer. Tomo I,
Tomo II, Tomo III Procedimiento Ordinario Mayor Cuantía e Incidente,
Tomo IV Procedimientos Especiales y Actos No Contenciosos, Tomo V,
VI Recursos Procesales, y Tomo VII Derecho Procesal Penal. Alfredo
Oscar Pfeiffer Richter. Imprenta Ranco. 1998. Santiago de Chile.

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