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EL PRICIPITO Y EL ZORRO

El zorro: ¡Buenos días!

El principito: ¡Buenos días!

El zorro: Estoy aquí, bajo el manzano

El principito: ¿Quién eres tú? ¡Qué bonito eres!

El zorro: Soy un zorro

El principito: Ven a jugar conmigo ¡estoy tan triste!

El zorro: No puedo jugar contigo, no estoy domesticado

El principito: ¡Ah, perdón! ¿Qué significa domesticar?

El zorro: Tú no eres de aquí ¿qué buscas?

El principito: Busco a los hombres. ¿Qué significa domesticar?

El zorro: Los hombres tienen escopetas y cazan. ¡Es muy molesto! Pero tambien crían
gallinas. Es lo único que les interesa ¿Tu buscas gallinas?

El principito: No. Busco amigos. ¿Qué significa domesticar?

El zorro: Es una cosa ya olvidada, significa crean vínculos

El principito: ¿Crear vínculos?

El zorro: Efectivamente, veras. Tú no eres para mí más que un muchachito igual a otros
cien mil muchachitos y no te necesito para nada. Tampoco tú tienes necesidad de mí y no
soy para ti más que un zorro entre otros cien mil zorros semejantes. Pero si tú me
domesticas, entonces tendremos necesidad el uno del otro. Tú serás para mi único en el
mundo, yo seré para ti único en el mundo.

El principito: Comienzo a comprender. Hay una flor… creo que ella me ha domesticado

El zorro: Es posible, en la tierra se ven todo tipo de cosas

El principito: ¡Oh, no es en la Tierra!

El zorro: ¿En otro planeta?

El principito: Si
El zorro: ¿Hay cazadores en ese planeta?

El principito: No

El zorro: ¡Que interesante! ¿Y gallinas?

El principito: No

El zorro: Nada es perfecto (Suspiró)

Mi vida es muy monótona. Cazo gallinas y los hombres me cazan a mí. Todas las gallinas
se parecen y todos los hombres son iguales por consiguiente me aburro mucho. Si tú me
domésticas, mi vida estará llena de sol. Aprenderé a conocer el rumor de unos pasos
diferentes a todos los demás, serías mi amigo

Por favor… domestícame

El principito: Bien quisiera, pero no tengo mucho tiempo. He de buscar amigos y conocer
muchas cosas

El zorro: Solo se conocen bien las cosas que se domestican. Los hombres ya no tienen
tiempo de conocer nada. Lo compran todo hecho en las tiendas. Y como no hay tiendas
donde vendan amigos, los hombres no tienen ya amigos. ¡Si quieres un amigo,
domestícame!

El principito: ¿Qué debo hacer?

El zorro: Debes tener mucha paciencia. Te sentaras al principio un poco lejos de mí, asi en
el suelo; yo te mirare con el rabillo del ojo y tú no me dirás nada. El lenguaje es fuente de
malos entendidos. Pero cada día podrás sentarte un poco más cerca… Siempre debes venir
a la misma hora, no se te olvide eso debe ser un ritual diario.

El principito: ¡Esta bien! Desde ahora eres mi zorro y estas domesticado

El zorro: ¡Ah! qué alegría que tú seas mi amigo, pero el día que te marches te extrañare y
llorare

El principito: Tuya es la culpa, yo no quería hacerte daño, pero tú has querido que te
domestique…

El zorro: Ciertamente

El principito: ¡Y vas a llorar!

El zorro: ¡Seguro!

El principito: No ganas nada


El zorro: Gano, he ganado a causa del color del trigo. Vete a ver las rosas; comprenderás
que la tuya es única en el mundo. Volverás a decirme adiós y yo te regalare un secreto (el
principito se fue a ver las rosas)

El principito: (el principito volvió con el zorro). Adiós

El zorro: Adiós. He aquí mi secreto, que no puede ser más simple; solo con el corazón se
puede ver bien; lo esencial es invisible para los ojos

El principito: Lo esencial es invisible para los ojos (repitió para acordarse)

El zorro: Lo que hace más importante a tu rosa, es el tiempo que es has perdido con ella

El principito: Es el tiempo que he perdido con ella (repitió para recordarlo)

El zorro: Los hombres han olvidado esa verdad. Pero tú no debes olvidarla. Eres
responsable para siempre de lo que has domesticado. Tú eres responsable de tu rosa…

El principito: Yo soy responsable de mi rosa (repitió a fin de recordarlo)

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