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Universidad de Colima

Facultad de Medicina Veterinaria y Zootenia

Programa: Médico Veterinario Zootecnista

Hospital Veterinario para Grandes


Especies

Manual de Procedimientos

OBJETIVO GENERAL
Contar con un manual de servicios clínicos para el área equina que brinde apoyo a
los estudiantes, internos y residentes del Hospital Veterinario para Grandes
Especies.

OBJETIVO ESPECÍFICOS
Aportar una guía de consulta rápida para el personal de estancias y servicio social
e internos del hospital veterinario para grandes especies.

Dar a conocer los procedimientos básicos que se deben aplicar a los pacientes
Equinos antes de transferirlo a cualquier otro servicio.

JUSTIFICACIÓN

El Hospital Veterinario para Grandes Especies(HVGE) de la Facultad de Medicina


Veterinaria y Zootecnia de la Universidad de Colima, requiere de un Manual de
servicios clínicos a realizar a todo equino que llegue para ser atendido, por lo cual
es necesario establecer dichos procedimientos en el entendido de que el personal
de guardia nocturna, al no contar con la supervisión del cuerpo médico en el
momento, debe realizar de igual forma todo el protocolo de recepción y
estabilización del paciente.
METODOLOGÍA

Se buscó información con relación a servicios clínicos en equinos, en libros de


la biblioteca de la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia, en páginas de
Internet de revistas científicas relacionadas con el tema, en páginas de internet
con información científica enfocada al tema, teniendo como palabras clave: equino
y hospital. El manual de procedimientos clínicos cuenta con los siguientes
capítulos:

1. LLEGADA A LA CLÍNICA
1.1. Manejo y sujeción del caballo
1.2 Métodos de sujeción físicos en potros
1.3 Principales fármacos utilizados en la contención química
2. EXAMEN FÍSICO
2.1. Toma de constantes fisiológicas en un equino
2.2. Examen de claudicaciones
2.3. Revisión de pacientes hospitalizados
3. TOMA DE MUESTRA DE SANGRE
3.1. Toma de muestra de sangre en la vena yugular externa
3.2. Toma de muestra de sangre en la vena facial transversa
3.3. Toma de muestra de sangre de la vena cefálica
4. ADMINISTRACIÓN DE FÁRMACOS
4.1. Administración por vía oral
4.2. Administración por vía intramuscular
4.3. Administración por vía intravenosa
5. CATETERIZACIÓN INTRAVENOSA
6. CATETERIZACIÓN DE VÍAS URINARIAS (macho y hembra)
7. INTUBACIÓN NASOGÁSTRICA
8. CANULACIÓN DEL CONDUCTO NASOLAGRIMAL
9. LIMPIEZA Y VENDAJE DE CASCOS
10. VENDAJE DE MIEMBROS

PROCEDIMIENTOS

1. LLEGADA A LA CLÍNICA
El caballo debe ser bajado del remolque por personal del HVGE o en su defecto
por la persona encargada del caballo (figura 1). Una vez abajo del remolque, el
caballo debe ser trasladado a la sala de exploración. En la sala de exploración, el
personal del HVGE deberá proceder a elaborar la historia clínica, colectar la firma
de responsiva médica, método de pago de los servicios y realizar el examen físico
del paciente. El personal responsable del HVGE deberá informar al médico
tratante del caso clínico y diagnóstico presuntivo y recibir instrucciones al
respecto. En caso necesario el personal responsable del HVGE deberá realizar los
procedimientos clínicos necesarios (figura 2), para la estabilización del paciente
como tener una vena permeable o entubado naso esofágico. Una vez realizado lo
anterior, el caso queda bajo responsabilidad del médico practicante.

1.1 Manejo y sujeción del caballo


Métodos de sujeción físicos en caballos adultos Siempre se debe recordar que al
aplicar cualquier forma de restricción, es mejor empezar por la más sencilla y
utilizar sólo las formas drásticas cuando sea necesario (Levy, L. C. y Rodríguez,
M. A., 1993).
Los caballos son animales potencialmente peligrosos y pueden ocasionar daños
fatales, debido a su tamaño y fuerza, por esta razón, no se debe aplicar una
contención ruda ni por la fuerza (Levy, L. C. y Rodríguez, M. A., 1993). Los
equinos son animales muy nerviosos, detectan con facilidad la falta de autoridad
de cualquier persona, malinterpretan cualquier reacción brusca. Por lo que es
recomendable acercárseles directamente y con confianza, ya que esto tiende a
calmarlos, generalmente es de mucha ayuda el hablarles mientras se les está
manipulando (Levy, L. C. y Rodríguez, M. A., 1993, Pavord, T., Pavord, M., 2004).
El tipo de sujeción se debe seleccionar de acuerdo con el temperamento del
caballo, edad, talla, localización de aplicación en el cuerpo, región donde se va a
trabajar, tiempo que durará el procedimiento y la cantidad de dolor que se debe
imponer; así tenemos los diferentes métodos de sujeción a utilizar (Levy, L. C. y
Rodríguez, M. A., 1993, Pavord, T., Pavord, M., 2004).

Almartigón. Se emplea para sujetar al equino por la cabeza; pueden estar hechos
de piel o de material sintético, pero debe ser lo suficientemente grueso para que
no se rompa y no lastime al caballo, al momento de ajustarlo se debe tener
cuidado de no oprimir la cabeza. Si son muy pequeños, pueden causar cortaduras,
irritar la piel y evitar la deglución y mover la mandíbula, por el contrario, si son muy
grandes, se puede zafar
Bozal. Se emplea para que el equino no coma o muerda al manejador mientras se
le manipula; está hecho a base de cuerdas o correas dispuestas en forma de red,
donde se introduce el extremo inferior de la cabeza y se fija por detrás de las
orejas
Capota. Se emplea para proteger de insectos la cara del caballo; es una envoltura
de tela resistente y tiene forma de la cabeza del caballo, se anuda en el cuello del
Equino. Presenta dos aberturas superiores, los cuales permiten el paso de las
orejas y redondeles de cuero para proteger las órbitas oculares.
Visera. Se emplea para transportar a caballos tímidos, se puede usar también
para proteger los ojos cuando se castra al animal.
Abrebocas. Se emplea para revisiones orales; hay en diferentes configuraciones
dependiendo de tipo de exploración a realizar.
Cabezal temporal. Se emplea cuando no se dispone de un almartigón. Si la
cuerda se anuda y se asegura a la garganta (pasarla por la ternilla), se podrá
utilizar de forma permanente
Arcial. Es el método más simple de contención física, distrae al animal y al mismo
tiempo produce dolor en el belfo superior. Este procedimiento de castigo NO debe
usarse en las orejas, ya que causaría un daño irreversible. No es necesario aplicar
demasiado tanto dolor apretándolo demasiado, ni dejarlo por un tiempo
prolongado,
ya que puede cortar la piel y lastimar los belfos. Existen diferentes tipos: de
cadena, dé cuerda, y de cuerda con vuelta y palo de madera.
Brida o freno tipo yankee. Es un método de contención física que causa dolor, si
se aplica correctamente no es cruel. También distrae la atención del animal. Se
utiliza una cuerda o cadena que se coloca en la cabeza del caballo, pasando una
parte de ésta por encima de la encía superior (figura 10).
1.2 Métodos de sujeción físicos en potros
Al nacer el potro, por lo general será muy nervioso y no es común que se deje
tocar, por lo cual, se debe ser muy cuidadoso al momento de sujetarlo para
realizar algún procedimiento, para evitar que se golpee y se lastime ((Levy, L. C. y
Rodríguez, M.A., 1993, Pavord, T., Pavord, M., 2004). Si el potro se encuentra en
periodo de lactancia, se debe manipular en presencia de la madre, esto facilitará
su captura, ya que al sujetar a la madre el potro se mantiene cerca de la yegua.
Se debe sostener suavemente por la cabeza; una vez sujeto, se puede mantener
quieto. El manejador se coloca a un costado, pasa una mano por el pecho hasta la
espaldilla y la otra por la parte posterior del potro hasta apoyarse a la altura de la
pierna (Pavord, T., Pavord, M., 2004, Martínez, H., R., 2007).Los potros
destetados son más difíciles de manejar, incluso más difícil que los caballos
adultos, por lo cual es conveniente acostumbrarlos al manejo poniéndoles un
almartigón y una pequeña cuerda antes del destete (Pavord, T., Pavord, M., 2004,
Martínez, H., R., 2007)
1.3 Principales fármacos utilizados en la contención química y Anestésicos
Algunos caballos requieren un manejo especial, aquellos que no se dejen manejar
fácilmente o que sean muy nerviosos, son candidatos para la administración de
fármacos para poder realizar los procedimientos que se requieran (Levy, L. C. y
Rodríguez, M. A., 1993, Muir, W., W., et al, 2007). Los tranquilizantes alivian la
ansiedad y la tensión sin afectar la percepción, coordinación o fuerza (Muir, W.,
W., et al, 2007, Santiago, LL. I., 2007). Antes de administrar agentes químicos
inmovilizantes, se deben tomar en cuenta las siguientes consideraciones:
• Especie.
• Estado fisiológico del animal, incluyendo estado de conciencia, edad, sexo y
lactación.
• Condición física.
De acuerdo al tipo de fármaco a utilizar, se seleccionará la vía de administración
apropiada. Después de conocer la historia clínica del animal, se debe hacer un
breve examen clínico, y recabar las constantes fisiológicas como la temperatura
del animal, el pulso, la perfusión periférica de las membranas mucosas (anemia,
congestión, lento llenado capilar, ictericia), la presencia o ausencia de congestión
venosa, el estado de hidratación (ojos y piel) y la respiración. Se recomienda
hacer una auscultación pulmonar y checar el estado del sistema nervioso central
(SNC), (depresión o excitación), (Muir, W., W., et al, 2007, Santiago, LL. I., 2007)..
La inmovilización química se utiliza en los animales para provocar un efecto sobre
el SNC o el periférico. Es muy importante obtener el peso real del animal antes de
cualquier administración de agentes sedantes, relajantes o anestésicos, según sea
el caso, ya que se debe calcular la dosis exacta requerida para cada paciente y
esto varía según el peso de cada animal (Muir, W., W., et al, 2007, Santiago, LL.
I., 2007).
Clorpromacina y promacina
Pertenecientes también al grupo de las fenotiacinas, pero menos usada en el
caballo, ya que la absorción de la inyección IM puede ser irregular. Son menos
potentes que la acepromacina, pero sus efectos colaterales son más severos
(Levy,L. C. y Rodríguez, M. A., 1993, Muir, W., W., et al, 2007, Santiago, LL. I.,
2007). Para la clorpromacina se recomiendan dosis máximas de 2.5 mg/kg,
aunque sea conseja restringirla a 0.4 mg/kg, ya que las dosis más elevadas
pueden inducir una reacción semejante al pánico (Levy, L. C. y Rodríguez, M. A.,
1993, Muir, W., W., et al, 2007, Santiago, LL. I., 2007).

Xilacina al 10%
Se puede usar para sedar al caballo y quede de pie o como premedicación
anestésica. A dosis elevadas, el caballo adopta una postura de caballete (abierto
de patas) con la cabeza colgante, pero la recumbencia no sucede si se le permite
permanecer parado. En los machos se presenta una pequeña protrusión del pene
(Levy, L. C. y Rodríguez, M. A., 1993, Muir, W., W., et al, 2007, Santiago, LL. I.,
2007). Es efectiva en animales con cualquier temperamento. Está contraindicada
en el último mes de gestación (excepto al momento del parto), dado que estimula
las contracciones uterinas y podría provocar un parto prematuro (Levy, L. C. y
Rodríguez, M. A., 1993, Muir, W., W., et al, 2007, Santiago, LL. I., 2007). Se
recomienda en dosis de de 0.5 a 1.1 mg/kg por vía IV o de 0.5 mg/kg por vía IM.
Se debe tener cuidado al administrarlo por vía IV, ya que se pueden provocar
colapsos y hasta la muerte. La xilacina posee un rápido inicio de acción: de uno o
tres minutos después de la inyección IV y cinco minutos después de la vía IM. El
efecto máximo se obtiene de 15 a 20 minutos después de administrarla. La
sedación persiste por más de 30 a 60 minutos cuando se aplica por vía IV, o más
de 120 minutos por vía IM (Levy, L. C. y Rodríguez, M. A., 1993, Muir, W., W., et
al, 2007, Santiago, LL. I., 2007). Las características de la sedación con xilacina en
el caballo, incluyen indiferencia aparente al medio que lo rodea; cabeza baja,
caída del belfo inferior y de los párpados, y ligero prolapso del pene. En la mayoría
de los caballos produce sudoración alrededor de las orejas y en la región de la
frente o parte superior de la cabeza de algunos animales (Levy, L. C. y Rodríguez,
M. A., 1993, Muir, W., W., et al, 2007, Santiago, LL. I., 2007).

Detomidina
Esta droga no es diferente a la xilacina, pero tiene un efecto más duradero y con
más propiedades analgésicas, la máxima sedación con detomidina dura hasta una
hora. Se puede administrar a animales con cualquier temperamento, pero las
dosis altas se acompañan con un grado considerable de ataxia. Su administración
puede ser IV o IM. La vía sublingual es adecuada, ya que tiene buena absorción a
través de las membranas mucosas, pero se inactivan en el estómago. Se
recomienda la dosis de 0.005 a 0.02 mg/kg para una sedación regular superior a
aquella que produce la acepromacina, y de 0.01 a 0.02 mg/kg ocasiona un efecto
similar a la dosis de 1 mg/kg de xilacina (Levy, L. C. y Rodríguez, M. A., 1993,
Muir, W., W., et al, 2007, Santiago, LL. I., 2007).

Benzodiacepinas (diazepam, midazolam, zolazepam y climazolam)


No se emplean como sedantes en caballo adultos, ya que causan debilidad
muscular y ataxia (son relajantes musculares centrales), pero son eficaces en
potrillos, en los cuales la ataxia no representa un problema. Sin embargo son
útiles en combinaciones para anestesia general. La sedación en potrillos puede
ser con dosis de 0,1-0,2 mg/kg de diazepam por vía IV. La premedicación en los
potrillos se da con 0,2 mg/kg de diazepam o midazolam, antes de la anestesia con
ketamina (Levy, L. C. y Rodríguez, M. A., 1993, Muir, W., W., et al, 2007,
Santiago, LL. I., 2007).
Guaifenesina o Glicerilguayacolato
El guayacolato se utiliza de dos maneras en el equino:
a) Por infusión IV, para producir inmovilización antes de la inducción de la
anestesia con otro agente o antes de la cirugía con anestesia local.
b) Se administra con un tiobarbitúrico por infusión IV hasta producir un plano de
anestesia ligera para cirugía con relajación muscular (Levy, L. C. y Rodríguez, M.
A., 1993, Muir, W., W., et al, 2007, Santiago, LL. I., 2007). Cuando se utiliza solo,
el procedimiento que se acostumbra seguir es preparar una solución fresca a 5 o
10% en solución de dextrosa al 5%. Ésta se administra por infusión en la vena
yugular a una dosis de 160 mg/kg y de uno a tres minutos. Por lo general, el
animal se echa de dos a tres minutos. Para un caballo de 500 kg se requiere,
aproximadamente, 1.6 litros de solución (Levy, L. C. y Rodríguez, M. A., 1993,
Muir, W., W., et al, 2007, Santiago, LL. I., 2007). La duración del efecto dependede
la dosis; la recuperación se observa de 10 a 30 minutos. Se requieren dosis de 50
a 100 mg/kg por vía IV para producir relajación de los miembros sin afectar la
respiración (Levy, L. C. y Rodríguez, M. A., 1993, Muir, W., W., et al, 2007,
Santiago, LL. I., 2007). En vez de un barbitúrico se le puede administrar 1 mg/kg
de ketamina. Los efectos colaterales son relativamente pocos. Se puede usar
después de premedicación con sedantes, en una cirugía nunca se debe usar sin
agregar un anestésico (Levy, L. C. y Rodríguez, M. A., 1993, Muir, W., W., et al,
2007, Santiago, LL. I., 2007).
Agentes analgésicos Opiáceos (morfina, metadona, petidina, butorfanol)
Producen poca sedación en equinos cuando se emplean solos. Dan buenos
resultados en combinaciones bajas con sedantes. La petidina (meperidina) en
dosis de 1-2 mg/kg por vía IM provee una buena analgesia con cierto grado de
sedación durante 1 a 2 horas. Tiene acción espasmolítica intestinal, por lo que es
un analgésico excelente para los cólicos espasmódicos (Taylor P. M. y Clarke K.
W., 2001, Doherty, T., Valverde, A., 2006). La morfina y metadona en dosis de 0.1
mg/kg (cada una), al administrarse con sedantes o por vía IM proporcionan
analgesia postoperatoria adecuada de hasta 4 horas. El butorfanol es un
analgésico eficaz en equinos, en raras ocasiones causa grados de excitación que
constituya problemas clínicos (Taylor P. M. y Clarke K. W., 2001, Doherty, T.,
Valverde, A., 2006).

Anestésicos locales (lidocaína, mepivacaína, bupivacaína)


Son utilizados por lo general, antes de realizar bloqueos de nervios periféricos. El
preferido es mepivacaína y la bupivacaína es utilizada cuando se requiere de una
anestesia prolongada (Taylor P. M. y Clarke K. W., 2001, Doherty, T., Valverde, A.,
2006).
Antiinflamatorios no esteroidales (AINES) (fenilbutazona, flunixina,
carprofeno, ketoprofeno)
Proveen de analgesia, se administran antes o durante la anestesia; su
administración por vía IV debe ser lenta (durante no menos de un minuto), (Taylor
P.M. y Clarke K. W., 2001, Doherty, T., Valverde, A., 2006).

ANESTESIA GENERAL Y AGENTES INTRAVENOSOS


Tiobarbitúricos
En pruebas farmacológicas estándar, los barbitúricos se clasifican según la
duración de su efecto: larga duración (fenobarbital), de acción intermedia
(pentobarbital) y de acción corta y ultracorta (tiopentona, tiamilal, tialbarbitona
metohexitona), (Levy, L. C.Y Rodríguez, M. A., 1993, Taylor P. M. y Clarke K. W.,
2001). Los barbitúricos tienen bajo poder analgésico y de relajación muscular,
requiriéndose dosis altas para producir grados profundos y peligrosos de
anestesia, con depresión respiratoria intensa y cierta depresión cardiovascular. Sin
embargo, se utilizan solos y en dosis bajas para cirugía mayor. En general las
dosis de anestesia de los barbitúricos, deprimen la tasa y profundidad de la
respiración en proporción directa con la cantidad de anestesia. Con sobredosis, la
causa de muerte es la depresión respiratoria, que resulta más significativa que la
cardiovascular (Taylor P. M. y Clarke K. W., 2001, Doherty, T., Valverde, A., 2006).
La vía de elección para obtener un efecto rápido, es la intravenosa. Por lo general
luego de la inducción le sigue un periodo de apnea de más de 90 segundos,
después se restablece la respiración normal conforme cae la concentración de
anestesia en el SNC. Este tipo de fármacos se utilizan para la realización cirugías
menores Durante el proceso de recuperación de la anestesia se puede presentar
excitación y a veces forma extrema. Sin embargo, se puede controlar
premedicando un sedante, como acepromacina o xilacina, y disminuir la
estimulación sensorial (Taylor P. M. y Clarke K. W., 2001, Doherty, T., Valverde,
A., 2006).
Tiopentona
Es utilizada comúnmente para anestesiar a caballos. Se administra por vía IV
mediante un catéter ya que es irritante, produce inconsciencia de 30 a 90
segundos; luego de su aplicación dura de 5 a 10 minutos con una analgesia
escasa. La dosis de 10-15 mg/kg induce anestesia rápida. La recuperación con
este sedante se acompaña por lo general, de ataxia e incoordinación (Taylor P. M.
y Clarke K. W., 2001, Doherty, T., Valverde, A., 2006). Es de acción ultracorta,
tiene el doble de potencia que la tiopentona. Se metaboliza más rápido y las
soluciones son menos irritantes. Es de mejor elección cuando se requieren dosis
crecientes para prolongar la anestesia en procedimientos menores (Taylor P. M. y
Clarke K. W., 2001, Doherty, T., Valverde, A., 2006).
ANESTÉSICOS DISOCIATIVOS
Son recomendados para uso por vía intravenosa e intramuscular. Empleándolo
por vía IM el efecto se logra de entre tres a seis minutos luego de la inyección
(Taylor P. M. y Clarke K. W., 2001).
Ketamina
En combinación con la xilacina por vía IM, se obtiene un plano ligero de anestesia.
Proporciona una anestesia de poca duración por lo que es de mayor utilidad en
procedimientos de corta duración que requieren de poca relajación muscular. Por
ejemplo, procedimientos para diagnóstico, cirugía de piel o periférica, terapia de
fluidos, etc. La dosis que se utiliza es de 1.1 mg/kg de xilacina + 2.2 mg/kg de
ketamina HCL por vía IV. Algunos administran éstos dos fármacos
simultáneamente, pero es recomendable, administrar primero la xilacina y de dos
a cuatro minutos después la ketamina (Levy, L. C. y Rodríguez, M. A., 1993,
Taylor P. M. y Clarke K.W., 2001, Doherty, T., Valverde, A., 2006). Con dosis
elevadas de 4.4 mg/kg de ketamina, se produce excitación y signos de sobredosis
como manoteo, sudoración, etc., mantiene los ojos del animal abiertos y
centralizados durante algunos minutos después de la inyección IV. El tiempo
promedio de anestesia desde la aplicación hasta la recuperación de ésta es de 25
minutos aproximadamente. La ketamina nunca se utiliza sola en el caballo (Taylor
P.M. y Clarke K. W., 2001, Doherty, T., Valverde, A., 2006).

Tiletamina
Pertenece al mismo grupo que la ketamina; comercialmente se encuentra como
Zoletil o Telazol. Se emplea por lo general en combinación con xilacina o
detomidina, produciendo anestesia de duración breve (Taylor P. M. y Clarke K. W.,
2001).
NEUROLEPTOANALGESIA (etorfina + acepromacina)
La neuroleptoanalgesia es un estado alterado de la actividad del SNC, abarcando
los componentes estimulantes y depresores. La técnica requiere del uso de
cuando menos dos fármacos. Combinando la acción de un atarásico (neurolepto)
y de un analgésico (narcótico) o del tipo de la morfina; y de un tranquilizante -
sedante del grupo de la fenotiacina o la butirofenona. Se utilizan mucho las
combinaciones de acepromacina - etorfina, acepromacina - meperidina, y xilacina -
morfina (Taylor P.M. y Clarke K. W., 2001, Doherty, T., Valverde, A., 2006).
La combinación de xilacina - morfina por vía IV proporciona una sujeción química
en pie y analgesia adecuada. La dosis en que se administra es de 1.1 mg/kg de
xilacina y 0.75 mg/kg de morfina para caballos nerviosos o muy temperamentales.
Se utiliza 0.4 mg/kg de morfina con 0.5 mg/kg de xilacina en caballos razonables y
tranquilos con buenos resultados. La xilacina siempre se administra de 5 a 10
minutos antes de la morfina. La duración de la sujeción química y la analgesia es
de 30 a 60 minutos, aproximadamente (Levy, L. C. y Rodríguez, M. A., 1993;
Taylor P. M. y Clarke K. W., 2001). Los efectos secundarios que pueden presentar
por una sobredosis absoluta o relativa de morfina son: sudoración, erupción
cutánea, temblores y excitación. Los efectos de la morfina son reversibles,
administrando un antagonista narcótico (naloxona), La combinación de
acepromacina + etorfina es la más utilizada en la inmovilización de grandes
especies, se administra por vía IV o IM. (Taylor P. M. y Clarke K. W., 2001).
Técnica de triple goteo
Esta técnica es la más utilizada porque permite prolongar el tiempo de anestesia
de forma segura. Recomendable en cirugías de duración menor a dos horas; ya
que la guafenesina se acumula y puede provocar una recuperación atáxica. La
recuperación es buena y suave. Se emplea guaifenesina (500 ml al 5% ), se le
añade ketamina (500 mg), y xilacina (500 mg). La anestesia se mantiene con una
Infusión de 1 ml/kg/hora de la solución. Luego de 60 minutos se debe reducir la
infusión a la mitad (Levy, L. C. y Rodríguez, M. A., 1993; Taylor P. M. y Clarke K.
W., 2001).
AGENTES INHALANTES
Los agentes inhalantes se administran después de haber inducido al animal por
vía IV. Los primeros 10-15 minutos se administran concentraciones altas para
lograr una rápida concentración alveolar, luego se disminuye durante el
mantenimiento (Taylor P. M. y Clarke K. W., 2001, Doherty, T., Valverde, A.,
2006). El material usado para anestesia inhalada son los tubos endotraqueales (de
diferentes tamaños), tubo de Cole (tubo sin manguitos con un extremo escalonado
y ahusado que se introduce dentro de la laringe); suministro de oxígeno,
vaporizador, respirador, monitor (electrocardiograma, temperatura, frecuencia
respiratoria, saturación de oxígeno en la sangre), (Taylor P. M. y Clarke K. W.,
2001, Doherty, T.,Valverde, A., 2006).

ANESTÉSICOS VOLÁTILES
Halotane (fluotane)
Es el anestésico inhalado más común que se usa para el equino. No es irritante ni
inflamable. Se evapora con facilidad y se administra en concentración de hasta
10% del gas que se inspira. La anestesia se acompaña con un poco de excitación,
y la pérdida de conciencia se acompaña de depresión respiratoria y cardiaca
(Muir, W. W. et al, 2007). Es un agente hipotensivo muy potente y la caída de la
presión sanguínea es proporcional a la profundidad de la anestesia. La
recuperación es rápida y suave, con poca excitación y poca ataxia. (Levy, L. C. y
Rodríguez, M. A., 1993, Muir, W. W. et al, 2007).
Isoflurane
Es menos soluble en sangre comparado con el Halotane, por lo que la inducción y
la recuperación son más rápidas. Es un fármaco potencialmente más seguro que
el halotane. Si la inducción se hace con un barbitúrico, la recuperación por lo
general es suave; pero si se hace con xilacina-ketamina la recuperación puede
serincoordinada, las desventajas del isoflurane son la depresión respiratoria y su
elevado costo (Muir, W. W. et al, 2007).
Sevoflurano
Es un agente volátil muy potente. Está aprobado para la utilización en veterinaria
en EE.UU. y es en equinos un anestésico popular. Debido a su menor solubilidad
en sangre y tejido adiposo, comparado con el isoflurano, produce inducción y
recuperación rápidas. Como es de eliminación acelerada, la recuperación es
desorientada y violenta (Muir, W. W. et al, 2007).
Intubación endotraqueal
Después de inducir la anestesia, se procede a intubar al animal, esto
prácticamente a ciegas; los tubos se identifican de acuerdo a su diámetro interior
(15-30 mm). Se coloca un abrebocas entre los incisivos, se extiende la cabeza y
cuello del animal en un ángulo de 100-120° y se hace pasar el tubo previamente
lubricado con gel hidrosoluble, sobre la base de la lengua hacia la faringe. Al
alcanzar la zona laríngea el paciente puede deglutir. Una vez colocado el tubo
endotraqueal, se infla el manguito comprobando que no existan fugas. Al finalizar,
el tubo se conecta al sistema anestésico (Taylor P. M. y Clarke K. W., 2001,
Doherty, T., Valverde, A., 2006, Muir, W. W. et al, 2007).

Monitorización del paciente


Durante cualquier procedimiento anestésico es de suma importancia llevar un
control de los parámetros fisiológicos como pulso, frecuencia respiratoria,
temperatura rectal, saturación de oxígeno en sangre y frecuencia cardiaca, dichos
parámetros deben ser revisados en intervalos de cinco minutos desde la inducción
hasta la recuperación del paciente (Santiago et al., 2007, Muir, W. W. et al, 2007).
Pulso: se valora antes y después de la anestesia, así como durante ésta (cada
cinco minutos aproximadamente). La arteria que más se utiliza es la facial, aunque
también están la facial transversa y metatarsiana, entre otras. La calidad del pulso
nos da información acerca del estado de la circulación periférica. La oximetría de
pulso sirve como monitor periférico (Taylor P. M. y Clarke K. W., 2001, Doherty, T.,
Valverde, A., 2006).
Membranas mucosas: el color de éstas y el tiempo de llenado capilar, nos da a
conocer a oxigenación y el estado de perfusión periférica. El tiempo debe ser
inferior a 2 segundos (Duncanson, G., R., 2010).
Presión arterial: junto con el aparato respiratorio y el cardiovascular es de los
más importantes. Un incremento agudo de la presión, podría ser indicativo de un
insuficiente plano anestésico por respuesta a la cirugía. Se considera que se debe
mantener la presión arterial media por encima de 70 mmHg, (Duncanson, G., R.,
2010).
Ventilación: se supervisa el movimiento respiratorio de la pared torácica y del
balón del circuito anestésico, cada cinco minutos, ya que algún cambio indica
obstrucción de la vía aérea o desconexión. Es de gran importancia controlar la
respuesta respiratoria (menor a cuatro respiraciones por minuto). Se detectan
frecuencias bajas o apnea, pero es difícil saber si el caballo tiene un correcto
intercambio gaseoso. Se puede considerar adecuada la respiración periódica,
cuando el caballo toma varias inhalaciones consecutivas y luego ninguna durante
30-60 segundos. La respiración de Cheynes-Stokes o jadeante sugiere
profundidad de la anestesia peligrosa, colapso cardiovascular y muerte actual o
inminente, pese a los movimientos aparentemente conscientes que puedan
acompañarla ( Taylor y Clarke, 2001, Duncanson, G., R., 2010).
Reflejo palpebral: ante la ausencia del reflejo palpebral, se disminuye la dosis de
anestésico. El plano anestésico se debe comprobar periódicamente, esto se hace
con el reflejo palpebral, se puede realizar aplicando unas gotas de solución salina
fisiológica directamente en el globo ocular (Muir, W. W. et al, 2007, Duncanson,
G.,R., 2010).
Electrocardiografía: el objetivo principal es detectar cambios de ritmo y la
configuración del electrocardiógrafo (ECG). Los cambios en el ritmo cardiaco y de
las ondas pueden asociarse a anormalidades circulatorias o de oxigenación. Los
cambios en el ECG pueden ir asociados a enfermedades sistémicas; la onda T
puede cambiar si se produce hipoxemia o desequilibrios electrolíticos, así como,
alteraciones en el sistema nervioso autónomo (Muir, W. W. et al, 2007,Duncanson,
G., R., 2010).
Recuperación de la anestesia
La recuperación debe realizarse en un lugar sin obstáculos, preferentemente en
una sala de derribo/recuperación acolchado, con suelo no deslizante, manteniendo
un ambiente sin ruidos para no excitar al paciente. La extubación es realizada
cuando el animal recupera el reflejo de deglución, que es aproximadamente de 15-
25 minutos después de desconectarlo de la máquina, dependiendo de la duración
de la cirugía. El paciente debe estar vigilado durante el periodo de recuperación.
En caso de dificultad para levantarse, se intentará sujetarlo hasta recuperar la
coordinación y luego entonces se le permitirá levantarse (Muir, W. W. et al, 2007,
Duncanson, G.,R., 2010).

2. EXAMEN FÍSICO GENERAL


El examen físico general de un paciente es esencial, ya que proporciona
información relevante que a lo mejor el propietario o responsable no pueda
facilitarnos y por lo tanto nos resultará útil cualquier anormalidad que se
encuentre. La forma más común de empezar un examen físico general es por la
parte frontal del animal y seguir hasta la parte posterior, dando su debido tiempo a
cada región, teniendo en cuenta el historial clínico y la queja principal (figuras 11 y
12), (Colahan, P., T., et al,1998).
Inspección general
Empieza con la observación general del caballo. Debe realizarse a una distancia
de dos a tres metros y el caballo debe ser observado desde el frente, lado
izquierdo, lado derecho y desde atrás. Es importante observar la postura, la
actitud, si el caballo se ve alerta o deprimido, la asimetría de la cabeza, cuerpo o
miembros, inflamaciones u otras irregularidades (figuras 13, 14 y 15), (Colahan,
P., T., et al,1998).
EXAMEN DE CABEZA Y CUELLO
Los ollares se revisan para observar el flujo de aire y la asimetría, el aire que sale
de los ollares debe olerse para descartar cualquier mal olor que pudiera indicar
alguna infección en las conchas nasales, senos, bolsas guturales o aparato
respiratorio bajo. El olor puede indicar restos de comida, caries o necrosis del
hueso (figura 16),(Colahan, P., T., et al, 1998).
Examen de la boca
El examen de la boca se realiza por indicaciones como el sacudir la cabeza,
salivación excesiva y dificultad para masticar y/o haya perdido peso; y como
revisión obligatoria del examen físico general de cada animal (figura 17). Se utiliza
un abrebocas en forma de cuña o un abrebocas tipo McPherson. Para realizar el
examen se hará retroceder al caballo hacia una esquina para evitar que retroceda
y un ayudante competente estará al lado de su cabeza, mirando hacia adelante.
Algunos caballos pueden resistirse a la manipulación de la boca por lo que puede
ser necesaria la sedación, si las circunstancias médicas lo permiten. En ocasiones
sólo se puede practicar un examen satisfactorio de la boca bajo anestesia general
breve. (Taylor, F., G., R., y Hillyer, M., H., 1999, Baker., G., J., Easley, J., 2005).

Examen externo.- Se hace de pie al lado del animal, mirando hacia adelante, y
separando los labios con ambas manos para ver la mucosa labial y los dientes. Es
importante observar el color de las mucosas orales, así como también la presencia
de hemorragias petequiales y equimosis. La inspección de los incisivos es de gran
importancia, ya que puede revelar anormalidades de la oclusión (por ejemplo pico
de loro), dientes deciduos, dientes supernumerarios, o desgastes anómalos
causadas masticación defectuosa (el animal pasta mordiendo la superficie del
suelo). Pueden palparse bordes afilados de las muelas superiores a lo largo de los
carrillos, en los que se puede detectar un cierto dolor asociado (figura 18). Estas
anormalidades pueden provocar laceraciones en la mucosa bucal. Al revisar los
dientes se puede aprovechar para calcular la edad del paciente (Taylor, F., G., R.,
y Hillyer, M., H.,1999, Baker., G., J., Easley, J., 2005).
Examen interno.- Este consiste en un examen más a fondo, en el cual se puede
mantener la boca del caballo abierta por un tiempo prolongado, utilizando un
abrebocas como los mencionados más abajo o bien la lengua del propio animal
(figura 19), (Taylor, F., G., R., y Hillyer, M., H., 1999, Baker., G., J., Easley, J.,
2005).
Uso de la lengua.- El clínico se coloca de pie en cualquiera de los costados del
caballo, introduce la mano en el espacio interdental para jalar el extremo libre de la
lengua, sacando dicho extremo por el espacio interdental, y se levanta con
suavidad para ponerlo entre los dientes de los carrillos, manteniendo de esta
manera la boca abierta (figura 20). Se debe tener cuidado de no jalar con mucha
fuerza la lengua, para no dañar el frenillo ventral, así como de no apoyar la lengua
sobre un canino durante la manipulación. Con la mano libre se puede dirigir una
linterna de bolsillo hacia los dientes y las estructuras blandas del otro lado de la
boca para verlas. Para observar la mitad contraria, se debe soltar la lengua y
repetir el mismo procedimiento anterior. No se debe olvidar inspeccionar la lengua,
observando su color, tonalidad o lesiones a simple vista (Taylor, F., G., R., y
Hillyer, M., H., 1999, Baker., G., J., Easley, J., 2005).
Uso del abrebocas de cuña.- El abrebocas de cuña y diseños similares actúan
manteniendo los molares de un solo lado de la boca separados, lo que permite
que se examine el lado opuesto. Se abre la boca, se sujeta la lengua y se mueve
hacia un lado como se describió anteriormente, y se inserta el abrebocas entre los
dientes del lado opuesto. El abrebocas lo puede sujetar un ayudante que este
parado del lado en que quede el abrebocas o bien se puede amarrar de la
cabezada o almartigón (figura 21 y 22), (Taylor, F., G., R., y Hillyer, M., H., 1999,
Baker., G., J., Easley, J., 2005).
Uso del abrebocas de McPherson.- Se trata de un abrebocas más sofisticado
que va sujeto por encima de la cabezada. Dos plataformas descansan sobre las
tablas de los incisivos y se abren mediante un sistema de trinquete que abre las
mandíbulas a la distancia requerida y las mantiene en esa posición. Este tipo de
abrebocas permite manipular y/o examinar la boca de una manera más cómoda,
ya que da el máximo espacio dentro de la boca para realizar cualquier tarea
dental, y se puede soltar instantáneamente (figura 23), (Taylor, F., G., R., y Hillyer,
M., H., 1999, Baker., G., J., Easley, J., 2005).
Membranas mucosas.- Este examen se basa más que nada en el color de éstas
y en el tiempo de llenado capilar. La mucosa oral es la que por lo regular se
examina más a menudo que las demás mucosas, ya que en ésta zona se facilita la
observación de la condición del paciente. El color de la membrana mucosa puede
ser de color pálido (lo que nos indica algún tipo de anemia), de color inyectado,
(que es un color rojo intenso, lo que podría indicar una septicemia o toxemia), de
color amarillentas (por ejemplo en caso de hepatitis), de color morado, lo que
podría interpretarse como cianosis. Respecto al tiempo de llenado capilar, lo
podemos medir, blanqueando la mucosa aplicando ligera presión con el dedo en
una zona de la encía. El tiempo es subjetivo, pero suele ser entre uno y tres
segundos,dependerá del rendimiento cardiaco y de factores locales que afectan a
la distribución periférica de la sangre (figuras 24 y 25). Se revisan también las
mucosas vulvar, conjuntival y nasal (Taylor, F., G., R., y Hillyer, M., H., 1999,
Baker., G., J., Easley, J., 2005).
EXPLORACIÓN DE LOS OJOS Y SUS ANEXOS
Se debe observar el aspecto general del ojo, así como también de párpados,
aparato lacrimal, órbita y zonas periorbitarias, descartando de esta
maneraanormalidades en la simetría. Se deben buscar signos de cicatrización
corneal, uveítis, conjuntivitis, o cataratas. Con ayuda de una fuente de luz se
examina la respuesta pupilar y respuesta de amenaza, el tercer párpado se
examina aplicando presión digital al globo ocular sobre el párpado superior
(Colahan, P., T., et al, 1998, Taylor, F., G., R., y Hillyer, M., H., 1999, Gilger, B.,
C., 2005).
VÍAS RESPIRATORIAS ALTAS

EXAMEN DE LOS SENOS PARANASALES


Percusión.- Existen cinco pares de senos paranasales en el equino: frontal,
esfeno palatino, etmoidal, maxilar superior y maxilar inferior. Siendo el seno
maxilar y el seno frontal los que se inspeccionan con más frecuencia debido a que
son los más propensos a presentar anomalías. La percusión puede ayudar a
detectar líquido dentro de los senos o lesiones voluminosas, o bien para saber si
hay dolor en ésta zona. Para realizar dicho procedimiento se utilizan los dedos de
una mano se golpea empleando una fuerza moderada, el hueso que cubre el
seno. Las resonancias se escucharan mejor si el animal está con la boca abierta,
esto se logra poniendo los dedos de la otra mano, dentro de la zona interdental.
Se deberán comparar la resonancia entre el lado derecho y el lado izquierdo. Se
procede a evaluar el pulso de la arteria facial, por debajo de la mandíbula para
palpar la calidad y frecuencia, así como, la regularidad y amplitud de este. Se
palpan posteriormente los nódulos linfáticos mandibulares o faríngeos en busca de
aumento de tamaño, que nos revelaría alguna infección en proceso, u otras
anormalidades (Colahan, P., T., et al,1998, Taylor, F., G., R., y Hillyer, M., H.,
1999, Budras, K., D., et al, 2009).

EXAMEN DE LA LARINGE
Palpación de la laringe.- Se palpa la laringe craneal-dorso-lateral en el área del
proceso muscular, utilizando los dedos índices de cada mano presionando por
debajo del tendón del músculo esternocefálico a ambos lados del cuello. Cuando
existe atrofia del músculo crioaritenoideo del lado izquierdo, hace más voluminoso
el proceso muscular derecho (Colahan, P., T., et al, 1998, Taylor, F., G., R., y
Hillyer, M.,H., 1999, Budras, K., D., et al, 2009).
Examen de depresión del aritenoides.- El primer y segundo dedo de cada mano
se coloca sobre los procesos musculares de los aritenoides, que se deprimen. En
los caballos con hemiplejía laríngea se produce así un fuerte estridor respiratorio.
Esta prueba da mejores resultados si se hace justo después del ejercicio. De este
modo también se puede detectar la vibración del cartílago aritenoides izquierdo si
el caballo presenta una hemiplejía laríngea izquierda (Colahan, P., T., et al, 1998,
Taylor, F., G., R., y Hillyer, M., H., 1999, Budras, K., D., et al, 2009).
Test de la palmada.- Este procedimiento debe hacerse cuando el caballo este
respirando tranquilamente, durante la expiración. Se realiza para evaluar la
función aductora de los aritenoides. Se palpa el proceso muscular. Se le da una
suave palmada al caballo a un lado del tórax: esta acción da lugar a un
movimiento reflejo o aleteo del proceso muscular contralateral, resultando una
aducción del proceso corniculado y la cuerda bucal. En caballos sanos la
respuesta es simétrica. En caballos con hemiplejía laríngea izquierda, el aleteo del
proceso muscular izquierdo se mostrará disminuido o ausente. Se inspeccionan
los procesos laterales de las vértebras cervicales, buscando cualquier indicador de
dolor al flexionar el cuello (Colahan, P., T., et al, 1998, Taylor, F., G., R., y Hillyer,
M., H., 1999, Budras, K., D.,et al, 2009).
VÍAS RESPIRATORIAS BAJAS

AUSCULTACIÓN DE TRÁQUEA Y TÓRAX


La tráquea se palpa en la región cervical, se deben revisar ambas venas yugulares
para diagnosticar una probable tromboflebitis; este problema se ve comúnmente
en los caballos de carreras a los que les aplican repetidas inyecciones
intravenosas. La auscultación se debe hacer en un entorno silencioso. En la
tráquea los sonidos del aire son claros y bien definidos, sonando de una manera
similar los inspiratorios y los expiratorios. También podemos escuchar los sonidos
de las vías respiratorias altas, así como de las vías respiratorias bajas. En los
caballos que llegan a tener secreciones dentro de las vías respiratorias bajas,
podemos oír un sonido como de burbujeo/gorgoteo en la tráquea cervical distal,
que es el sitio donde por lo regular se acumulan las secreciones. Los sonidos
pulmonares audibles en el pecho variarán en función de la condición del caballo y
la profundidad de la respiración (figura 26). Los sonidos del flujo de aire que se
auscultan en el pecho son por lo regular de menor intensidad del lado derecho que
en el izquierdo, y los sonidos de inspiración son más intensos que los expiratorios.
Los sonidos se escucharán mejor en la región de la carina, aunque en animales
que están sanos los sonidos periféricos llegan a ser difíciles de detectar, por lo
que es indispensable comparar siempre los lados derecho e izquierdo. Se pueden
acentuar los sonidos respiratorios con la ayuda de una bolsa de plástico colocada
sobre los ollares del caballo; ésta acción provoca acumulación de dióxido de
carbono en el aire, incrementando la profundidad de la respiración (figura 27). La
duración del tiempo es variable dependiendo de la respuesta del animal. No se
debe realizar ésta práctica en caballos con cuadros pleurales dolorosos. Durante
el periodo de auscultación y muchas veces por falta de práctica, se pueden
confundir los sonidos intestinales con sonidos pulmonares, como por ejemplo, el
roce pleural; y pensar que son sonidos anormales. Los sonidos provenientes de
las vías respiratorias tienen un patrón de seguimiento del ritmo de la respiración,
mientras que los sonidos intestinales se escucharan al azar. Lo recomendable es
mirar siempre la insuflación del pecho al mismo tiempo que se auscultan los
pulmones (Colahan, P., T., et al, 1998, Taylor, F., G., R., y Hillyer, M.,H., 1999,
Budras, K., D., et al, 2009).
Percusión del tórax.- El procedimiento de percusión del pecho nos ayuda a
detectar dolor y derrames a nivel pleural. Existe la técnica del plexímetro y el
martillo o bien podemos utilizar los dedos (figura 28). En el caso de emplear los
dedos, los dos primeros de una de nuestras manos servirán de plexímetro,
colocándolos en un espacio intercostal, y los dos dedos de la otra mano nos
servirán como martillo para dar golpes secos y no tan fuertes sobre los dedos de
la primera mano. El área a percutir es similar a la de auscultación y se debe
percutir el tórax completo y en ambos lados, como si se trazaran líneas paralelas
de dorsal a ventral y luego de craneal a caudal. La diferencia entre el tejido
pulmonar normal y el sólido y líquido es que, el normal suena seco y resonante, en
cambio el tejido sólido y líquido suenan sordos y macizos. En casos de pleuritis se
detectara dolor a la percusión, lo que se consideraría normal, incluso antes de que
haya demasiado líquido acumulado (Colahan, P., T., et al, 1998, Taylor, F., G., R.,
y Hillyer, M., H., 1999, Budras, K., D.,et al, 2009).
CORAZÓN
Pulso arterial.- La medición del pulso arterial nos sirve para detectar su ritmo,
regularidad y calidad. La arteria facial es la que se palpa con mayor facilidad. Se
necesita de experiencia para poder detectar lo que es un pulso normal de un pulso
anormal. También se podría palpar la arteria mediana a la vez que se ausculta el
corazón para detectar déficit de pulso, porque al haber una contracción se debe
sentir un pulso lleno, fuerte y consistente. Se puede notar un pulso débil en
animales con rendimiento cardiaco reducido, como los que presentan fallo
cardiaco congestivo debido a reflujo mitral (regurgitación de la válvula
auriculoventricular izquierda) o miocardiopatía grave (Colahan, P., T., et al, 1998,
Marr, C., M., Bowen, I., M., 1999, Clayton, H., M., et al, 2007).
Pulso cardiaco.- El pulso cardiaco es uno de los factores que encabeza el
rendimiento del corazón. Al haber una demanda de mayor rendimiento, el pulso
tenderá a sobrepasar el rango normal de 24 - 40 latidos por minuto (Colahan,
P.,T., et al, 1998, Marr, C., M., Bowen, I., M., 1999, Clayton, H., M., et al, 2007).
Auscultación del corazón.- Se debe auscultar todo el campo pulmonar con un
estetoscopio adecuado y de buena calidad, con una campana para escuchar los
sonidos de baja y alta frecuencia, el cual deberá ser de una medida estándar, ya
que la medida de pediatría no sirve para auscultar a los caballos. La longitud
adecuada del estetoscopio no debe rebasar los 35 cm para caballos, ya que
afectaría la transmisión del sonido, y de preferencia los tubos que sean doble,
pero unidos para evitar rozamientos con objetos. Se debe practicar en entornos
adecuados, con el mayor silencio posible, donde el viento no sea un impedimento
para escuchar los sonidos respiratorios y poder identificar anormalidades. La
auscultación nos permite detectar sonidos del ciclo cardiaco normal y los sonidos
anormales, tales como murmullos, soplos y arritmias; así como también lo
referente a los sonidos normales y anormales de los pulmones. En la mayoría de
los caballos clínicamente sanos, y con respiración tranquila en reposo, se
escucharán pocos sonidos (Colahan, P., T., et al, 1998, Marr, C., M., Bowen, I.,
M., 1999, Clayton, H., M., et al, 2007).

Sonidos cardiacos.- El inicio de la sístole es con el cierre de las válvulas


auriculoventriculares (mitral y tricúspide), y la inmediata apertura de las válvulas
semilunares (aórtica y pulmonar), esto produce un sonido de baja frecuencia
denominado S1, y se escucha mejor en la zona apical del corazón. El segundo
sonido cardiaco es denominado S2 y marca el final de la sístole y tiene un tono
más alto, se oye mejor en la base del corazón sobre las válvulas semilunares. El
tercer sonido denominado S3 es de baja frecuencia, causado por la deceleración
de la sangre en los ventrículos al final del llenado inicial diastólico. Se escucha
mejor sobre el ápex, a la izquierda, y se oye mejor en caballos entrenados o
atléticos. El cuarto sonido S4 marca la contracción auricular, se escucha al final de
la diástole. Es difícil distinguirlo de S1, ya que se percibe como el primer sonido de
la auscultación (Colahan, P., T., et al, 1998, Marr, C., M., Bowen, I., M., 1999,
Clayton, H., M., et al,2007).
Ritmo cardiaco.- Es de mucha importancia escuchar el ritmo cardiaco e identificar
posibles anormalidades de los sonidos, ya que frecuentemente se olvida realizar
esta práctica. Es necesario aplicar el fonendoscopio sobre el ápex cardiaco e
identificar si hay arritmias intermitentes. Un dato muy importante de identificar es
el S4, para confirmar que ha sucedido la contracción auricular. En los bloqueos
auriculoventriculares de segundo grado (AVB°2), el S4 se suele poder identificar
durante el largo intervalo diastólico como un "bu" aislado (Colahan, P., T., et al,
1998, Marr, C., M., Bowen, I., M., 1999, Clayton, H., M., et al, 2007).
Murmullos cardiacos.- Son sonidos anormales que se escuchan durante un
periodo de silencio durante el ciclo. Son generados por un flujo sanguíneo
turbulento y de las vibraciones que éste genera. En el caballo, éstas vibraciones
se pueden encontrar normales por el tamaño del corazón y tienen grandes arterias
que provocan este tipo de turbulencias. Para poder identificar los murmullos
tendremos que basarnos en ciertos criterios como: ritmo, duración, carácter,
intensidad, punto de intensidad máxima y radiación (Colahan, P., T., et al, 1998,
Marr, C., M., Bowen, I., M., 1999, Clayton, H., M., et al, 2007).

EXAMEN DE MIEMBROS ANTERIORES

En la inspección de los miembros anteriores se buscaran tumefacciones, en


particular distales al carpo, ya que la mayoría de las claudicaciones se encuentran
en la parte inferior del miembro, poniendo la debida atención a las articulaciones
carpianas proximal y media, el segundo hueso metacarpiano, los tendones
flexores, el ligamento ínteróseo (suspensorio), la articulación metacarpofalángica,
se incluye también la bursa palmar. Se deben comparar las respuestas con el
miembro opuesto. Para levantar cualquiera de los miembros anteriores se necesita
de la ayuda de una persona que debe sujetar al caballo con una cuerda atada al
cuello. La persona que realizará la inspección se debe acercar lentamente y
apoyar la mano sobre la cruz del animal y con la otra acariciar el miembro a
levantar. Se jala un poco hacia adelante la extremidad y hacia arriba, luego se jala
un poco hacia fuera y hacia atrás. Se debe procurar no jalar fuerte ni levantar
demasiado. Para facilitar la inspección se puede empujar ligeramente al animal
para hacerle perder el equilibrio (Wyn-Jones, G., 1998, Stashak, T., S., 2002,
Funtanillas, H., A, 2008).Se debe comenzar por el casco y revisar que no existan
signos de aumento de temperatura alrededor de la muralla y banda coronaria del
casco, luego de esto se induce una respuesta de dolor alrededor del pie y a través
de la ranilla, utilizando las pinzas para casco. Teniendo ya el miembro levantado
se palpan los cartílagos laterales para la detección de cualquier tumefacción, se
flexiona y se gira la región de las falanges para ver si hay reacción de dolor. Se
flexiona la articulación metacarpofalángica para examinar el arco de movimiento
para descartar dolor, para notar aumento de tamaño en la parte dorsal de la
articulación o distensión de la vaina palmar situada en el metacarpo distal, entre el
ligamento suspensorio y observar el aspecto palmar del tercer hueso
metacarpiano (Wyn-Jones, G., 1998,Stashak, T., S., 2002, Funtanillas, H., A,
2008). Se palpan los tendones flexores y el ligamento ínter óseo en busca de
aumento de temperatura, inflamación y dolor, esto se realiza presionando de
manera firme sobre el ligamento ínteróseo cerca de su bifurcación provocando una
reacción dolorosa en caballos normales. También se palpa el área del ligamento
frenador inferior delcarpo, que se encuentra distal al carpo en el lado palmar del
tercer hueso metacarpiano. La palpación del segundo y cuarto hueso
metacarpiano se hace para evaluar aumento de tamaño en su parte proximal o
alguna inflamación, así como, evidencia de callo asociado a fracturas en la pare
distal de uno de los pequeños huesos metacarpianos (Wyn-Jones, G., 1998,
Stashak, T., S., 2002, Funtanillas, H.,A, 2008).
El examen del carpo se debe hacer con cuidado ya que es el sitio en donde más
se lesionan los caballos atletas, se debe identificar cualquier distensión de la
cápsula articular sobre el lado dorsal de la articulación carpiana proximal (radio-
carpiana) e intermedia (ínter-carpiana), hay que procurar palpar y flexionar con
cuidado todas las articulaciones. La flexión del carpo deberá ir más allá del punto
del codo, el caballo sano no mostrará respuesta a la flexión, por lo que, si se
presenta dolor, será indicativo de una sospecha de lesión. También se lleva a
cabo la flexión, extensión,aducción y palpación de la musculatura de la parte
superior del miembro anterior, buscando algún signo de dolor (Wyn-Jones, G.,
1998, Stashak, T., S., 2002,Funtanillas, H., A, 2008).Para la inspección del
miembro posterior, la persona que realizará el examen debe colocarse de
espaldas hacia la cabeza del caballo y seguir el método del examen de los
miembros anteriores (Wyn-Jones, G., 1998, Stashak, T., S., 2002, Funtanillas, H.,
A, 2008).
AUSCULTACIÓN ABDOMINAL
Los sonidos intestinales reflejan la actividad intestinal y es de gran valor en la
auscultación abdominal (figuras 31 y 32), para el diagnóstico de los cólicos.
Rutinariamente se auscultan cuatro puntos: ambas fosas paralumbares o en el
área del ijar y ambos lados inferiores del abdomen (Clayton, H., M., et al, 2007,
Duncanson, G., R., 2010).
Sonidos normales .- Los sonidos que más se escuchan son los generados por el
ciego y el colon mayor. Teniendo dos componentes principalmente: sonidos
débiles asociados con contracciones intestinales localizadas (mezclando la
ingesta), y sonidos líquidos más intensos, o borborigmos, que están asociados con
el peristaltismo (propulsando la ingesta hacia adelante). Uno o ambos de estos
sonidos se pueden escuchar durante una auscultación de un minuto a cada lado
(Clayton,H., M., et al, 2007, Duncanson, G., R., 2010).
Los sonidos que se escuchan en la fosa paralumbar derecha reflejan la actividad
de la válvula ileocecal (y posiblemente cecocólica) y son diferentes a los de los
otros sitios. En este punto se oye un período de silencio una o dos veces por
minuto,ocasionado por un súbito chorro de líquido que retumba, cuando las
secreciones de un compartimento pasan a través de la válvula y golpean la mezcla
de gas/fluido del siguiente (Clayton, H., M., et al, 2007, Duncanson, G., R., 2010).
Sonidos anormales.- Una simple obstrucción del intestino provoca
hiperperistaltismo en los segmentos intestinales adyacentes. El mejor ejemplo es
el cólico espasmódico en el que se oyen sonidos continuos, de intensidad superior
a la habitual, en todos los puntos. Una ausencia de sonidos, o sonidos pocos
frecuentes de baja intensidad se pueden asociar a peritonitis o desarrollo de
hipoperfusión intestinal. La ausencia de los sonidos también se asocia con
parálisis alimentaria. La reducción de la intensidad y frecuencia de los sonidos
ileocecales a veces podría acompañarse con una intususcepción ileocecal. La
presencia de timpanismo se identifica por sonidos tintineantes de bajo tono, que
pueden estar superpuestos a otros sonidos alimentarios. La localización del gas
retenido se puede apreciar mediante la percusión y auscultación simultáneas de la
pared abdominal, escuchándose un sonido "hueco". Los autores encuentran útil
anotar estos sonidos de cada lado usando una simple escala de intensidad: 0; + -;
+ o ++ equivalentes ausencia, reducido, normal, o incrementado. Los grados de
distensión abdominal son muy significativos y es de utilidad comparar los lados
izquierdo y derecho. La auscultación de gas en el intestino grueso, suele ser más
prominente en el ciego del lado derecho (Clayton, H., M., et al, 2007, Duncanson,
G., R., 2010).
EXAMEN FÍSICO DE GENITALES DE LA YEGUA

Examen de la vulva y la región perineal.- Los labios de la vulva deben ser


uniformes y coincidir con la línea media, ya que son la primera barrera entre los
microorganismos del ambiente y el útero. Esta barrera es eficaz, sobre todo en la
prevención de la neumovagina (aspiración de aire); que puede dar lugar a muerte
embrionaria y placentitis, lo cual provoca abortos o sepsis neonatal. La corrección
en yeguas con neumovagina es mediante cirugía. La comprobación de una
neumovagina se hace poniendo la palma de cada mano sobre cada labio vulvar y
separándolas suavemente. Si hay presencia de neumovagina se hará un pequeño
agujero entre los labios y aspirará aire por éste. En yeguas normales solo se
escuchará un ligero "clic" cuando el pliegue transverso (esfínter vulvovaginal) se
cierra. Los labios deben estar en posición vertical o tener una inclinación de
craneal a caudal de no más de 10° con respecto a la vertical. Lo ideal es que al
menos dos tercios de la vulva estén por debajo del suelo de la pelvis (Colahan, P.,
T., et al, 1998, Clayton, H., M., et al, 2007, Duncanson, G., R., 2010).

GARAÑON
Examen del testículo: Medida testicular.- Consiste en medir cada testículo
individualmente, tomando en cuenta la longitud, anchura, consistencia y peso de
cada testículo. El tamaño de los testículos está muy correlacionado con la
producción diaria de esperma. También se pueden usar calibradores de
tuberculina para la medición del tamaño testicular. El calibrador se coloca sobre el
testículo cuidando de no disminuir su diámetro. La anchura mínima escrotal debe
ser de 80 mm para considerar al equino como semental. Es mejor tomar la medida
testicular después de recoger el primer eyaculado (Colahan, P., T., et al, 1998,
Clayton, H., M., et al, 2007, Duncanson, G., R., 2010).
Consistencia testicular.- Para examinar la consistencia de los testículos es
necesario hacerlo individualmente pasándolo entre los dedos y el pulgar. Es
indispensable palpar el epidídimo, en especial la cola, ya que frecuentemente
tiene alteraciones, como una consistencia dura y de tamaño pequeño, podría ser
por causa de fibrosis, lo que reduce su capacidad de almacenaje de esperma. Si
la consistencia del testículo es blanda o dura es indicativo de una degeneración
(Colahan, P., T., et al, 1998, Clayton, H., M., et al, 2007, Duncanson, G., R., 2010).
Examen del pene.- La exploración de pene se realiza mejor cuando está en
erección, mientras se hace el lavado previo para la recolección del semen
(Colahan,P., T., et al, 1998, Clayton, H., M., et al, 2007, Duncanson, G., R., 2010).
Debe examinarse el ano y la piel del perineo, para observar posible presencia de
melanomas (Colahan, P., T., et al, 1998, Clayton, H., M., et al, 2007, Duncanson,
G.,R., 2010).

2.1 TOMA DE CONSTANTES FISIOLÓGICAS


La toma de constantes fisiológicas en los equinos se realiza durante el examen
físico general y deben ser anotadas respectivamente en la historia clínica y en la
hoja de ingreso al hospital (figuras 33, 34 y 35), (Colahan, P., T., et al, 1998,
Clayton, H., M.,et al, 2007, Duncanson, G., R., 2010). Las constantes son:
frecuencia cardiaca (FC), frecuencia respiratoria (FR), pulso (P), y temperatura (T).
Valores de referencia:
FC: 28-36 latidos por minuto en adultos
70-100 latidos por minuto en potros.
FR: 8-16 respiraciones por minuto.
P: debe ser lleno, fuerte y consistente.
T: 37.5-38.5 °C
2.2 EXAMEN DE COJERAS
Los problemas del sistema musculoesquelético en los equinos son muy frecuentes
y suelen presentarse en forma de deformaciones físicas o cojeras. Para
diagnosticarlas se siguen pasos esenciales (Ross, M., Dyson, S., J., 2003,
Hinchcliff, K., W., et al, 2004):
• Definición del problema a investigar
• Localización del punto (s) de anormalidad
• Caracterización de la naturaleza del cambio patológico.
Se debe realizar el examen físico general antes de la exploración enfocada en las
cojeras. Aparte de la raza y sexo, se debe incluir, el tiempo que se usará el animal,
detalles sobre el manejo, alojamiento, alimentación, herrado, ejercicio, cualquier
problema médico previo conocido (Ross, M., Dyson, S., J., 2003, Hinchcliff, K., W.,
et al, 2004).Se debe preguntar al propietario en particular;
• La extremidad o extremidades que cree afectada (s).
• El ritmo y naturaleza de la aparición de los síntomas.
• Detalles sobre cualquier acontecimiento o incidente asociado.
• Evolución de los síntomas desde su aparición.
• Cambio en el manejo (o intento de tratamiento) debidos a la aparición del
problema y sus efectos.
• Resumen de la situación actual del problema.
Exploración física
La exploración en reposo comprende dos fases:
1. Inspección general del caballo desde todos sus ángulos, destacando en
particular:
• Condición física general.
• Conformación del cuerpo, extremidades y cascos.
• Postura y extremidades que soportan el peso.
• Simetría del esqueleto y de los tejidos blandos.
• Cualquier engrosamiento localizado.
• Evidencia de enfermedad generalizada.
2. Realizar evaluación detallada de cada zona de las extremidades para:
• Inspeccionar una deformidad, hinchazón, o engrosamiento, heridas cutáneas y
atrofias musculares.
• Palpar para detectar dolor y calor, y localizar la zona precisa y la consistencia de
la inflamación.
• Manipular las articulaciones de las extremidades para detectar posibles
restricciones, claudicación o crepitaciones. Estos procedimientos deben ser
comparados con el miembro opuesto para detectar asimetrías (Ross, M., Dyson,
S., J., 2003, Hinchcliff, K., W., et al, 2004).

EXTREMIDAD ANTERIOR
Exploración de la mano.- Lo primero que se debe examinar es el casco: tamaño,
contorno, simetría y equilibrio. Se puede considerar la variación en el contorno
debido al herrado, conformación, corrección, o cojeras. El casco debe presentar
simetría entre las dos extremidades contrapuestas, y entre las mitades medial y
lateral del mismo casco. El ángulo entre la muralla del casco y el suelo debe ser
aproximadamente de 45-50° en la extremidad anterior, y ligeramente más vertical
(50-55°) en la posterior. El ángulo de la muralla del casco y el suelo debe ser el
mismo que el de la cuartilla. Dicha relación constituye el eje casco-cuartilla. La
muralla debe ser recta y no estar extendida hacia fuera, delante de la superficie de
apoyo. La superficie externa del casco debe ser lisa, aunque pueden aparecer
unos anillos causados por enfermedades como laminitis, trastornos nutricionales,
o enfermedades sistémicas. Las variaciones del crecimiento del casco asociadas
con cambios nutricionales o enfermedades sistémicas dan lugar a anillos que
emergen paralelos entre sí y a la corona. Por el contrario, los anillos de la laminitis
son divergentes en los talones y convergentes en la muralla, reflejando un
crecimiento irregular desde la corona. La muralla del casco se debe examinar con
cuidado buscando posibles grietas y posibles lesiones a la corona. Por encima de
la corona se debe palpar la zona proximal de los cartílagos laterales; ya que a
veces se puede palpar una distensión de la articulación interfalángica distal
(Pilliner, S., et al, 2002,Stashak, T., S., 2002, Ross, M., Dyson, S., J., 2003,
Hinchcliff, K., W., et al, 2004). En el menudillo se palpará el pulso digital como
parte de la exploración del casco, para comprobar si se siente acentuado en uno o
ambos lados; un pulso intensificado sugiere una inflamación o una laminitis
(Pilliner, S., et al, 2002, Stashak, T., S., 2002, Ross, M., Dyson, S., J., 2003,
Hinchcliff, K., W., et al, 2004). Se procede a levantar la mano del equino,
comprobando el estado de la palma; la superficie debe ser cóncava, no plana. En
la extremidad anterior, la longitud entre las pinzas del casco y los talones debe ser
igual a la anchura de la palma por su punto más ancho, mientras que en el
miembro posterior es más largo, por lo que el casco se ve más puntiagudo. Se
debe inspeccionar la palma para descartar irregularidades, y el apoyo del casco
durante el movimiento. Se deben considerar el tipo de la herradura, así como su
posición, número de clavos y su colocación. La palma y la ranilla deben estar
libres de suciedad o restos de cama, y se deben retirar los restos de tejido córneo
antes de la inspección. Durante la inspección se identifican posibles objetos
extraños incrustados en el casco, o cualquier otra lesión que se pudiera encontrar
en la palma. Luego de esto se revisan cambios en la continuidad del color de la
superficie, lo que nos indicaría una magulladura, que se pueden apreciar como
zonas moradas o rojas, también posibles infecciones (manchas o líneas negras).
Es de mucha importancia revisar a profundidad la ranilla, la línea blanca y los
talones, ya que son los puntos habituales para producirse infecciones (Pilliner, S.,
et al, 2002, Stashak, T., S., 2002, Ross, M., Dyson, S., J., 2003, Hinchcliff, K., W.,
et al, 2004). La palpación del casco se realiza con la ayuda de unas pinzas,
aplicando presión sobre cada punto del casco, de forma sistémica. Las áreas en
las que se identifica dolor deben comprobarse varias veces para tener la
localización más exacta que se pueda. En caso de que se presente duda de la (s)
área (s) de dolor, se debe comparar con el casco del lado opuesto. También es de
ayuda percutir la tapa y la palma para identificar el dolor, esto se hace con la
ayuda de las pinzas o con un martillo (Pilliner, S., et al, 2002, Stashak, T., S.,
2002, Ross, M., Dyson, S., J., 2003, Hinchcliff, K., W., et al, 2004). La articulación
interfalángica distal se debe flexionar y extender, presionar lateral y medialmente y
rotar, para comprobar posibles focos de dolor, restricciones, inestabilidad o
crepitación (Pilliner, S., et al, 2002, Stashak, T., S., 2002, Ross, M., Dyson, S., J.,
2003, Hinchcliff, K., W., et al, 2004).Todas estas maniobras se deben realzar en
las articulaciones de las cuatro extremidades (Pilliner, S., et al, 2002, Stashak, T.,
S., 2002, Ross, M., Dyson, S., J.2003, Hinchcliff, K., W., et al, 2004).
Exploración de la cuartilla y el menudillo.- Se examina la cuartilla para
comprobar engrosamiento o inflamación alrededor de la articulación interfalángica
proximal (articulación de la cuartilla), o su cara palmar, sobre la que pasan los
tendones flexores superficial y profundo, y los ligamentos sesamoideos distales.
La inflamación puede ser a causa de derrames sinoviales, esto empieza como una
hinchazón de líquido fluctuante entre la cara palmar del tercer metacarpiano y las
ramas del ligamento suspensor. También se palparán los huesos sesamoideos
proximales y las inserciones de las ramas del ligamento suspensor (Pilliner, S., et
al, 2002, Stashak, T., S., 2002, Ross, M., Dyson, S., J., 2003, Hinchcliff, K., W., et
al,2004).
Exploración del metacarpo.- Se palpan los tres huesos metacarpianos, para
comprobar si existe dolor e inflamación. Al palpar los metacarpianos accesorios se
deben incluir sus superficies axial (medial), palmar y abaxial (lateral). En algunos
animales de edad avanzada se pueden encontrar astillas indoloras, pero no son
de significancia clínica. Los tejidos blandos metacarpianos palmares se deben
palpar con cuidado y con el miembro apoyado y levantado, ya que suelen ser
fuente de cojeras. Las estructuras que deben ser identificadas en la palpación son
el tendón flexor superficial, el profundo, el ligamento frenador, y el suspensor
(Pilliner, S., et al, 2002, Stashak, T., S., 2002, Ross, M., Dyson, S., J., 2003,
Hinchcliff, K., W., et al,2004) :
• Al inflamarse el flexor digital superficial, se suele transformar la superficie palmar
del metacarpo, de plana a convexa.
• Lesiones del ligamento frenador interno, provoca inflamación de los tercios
proximal y medio del metacarpo palmar.
• El cuerpo y las ramas del ligamento suspensor se palpan con facilidad en la
región distal y medial del metacarpo. La forma en que se palpan los tendones
extensores digitales (extensor digital común y extensor digital lateral), es desde
sus orígenes musculares por encima del carpo, y descender por la cara dorsal de
la extremidad (Pilliner, S., et al, 2002, Stashak, T., S., 2002, Ross, M., Dyson, S.,
J., 2003, Hinchcliff, K., W., et al, 2004).
Exploración del carpo.- La rodilla (cara dorsal del carpo) se inspecciona para
encontrar posibles inflamaciones sinoviales, a causa de derrames en las dos
articulaciones intercarpianas con más movimiento (las articulaciones
antebraquiocarpiana e intercarpiana), o a tendosinovitis de las vainas del tendón
extensor (extensor carporradial, extensor oblicuo del carpo, extensor digital común
y extensor digital lateral). La flexión de esta articulación permite palpar los límites
dorsales de las articulaciones carpianas para detectar engrosamientos capsulares
y alteraciones del tejido óseo subyacente. En caballos que presentan distensiones
de la cápsula carpiana se palpa la cara distal del radio para detectar posibles
osteocondromas radiales (Pilliner, S., et al, 2002, Stashak, T., S., 2002, Ross, M.,
Dyson, S., J., 2003, Hinchcliff, K., W., et al, 2004).
Exploración del codo y el hombro.- Los derrames o engrosamientos en estas
zonas no suelen ser palpables, pero se pueden apreciar hinchazones regionales, a
causa principalmente, de lesiones traumáticas o infecciones articulares (Pilliner,
S., et al, 2002, Stashak, T., S., 2002, Ross, M., Dyson, S., J., 2003, Hinchcliff, K.,
W., et al, 2004). Se comprueba la estabilidad del olécranon, mediante
manipulación, especialmente en caballos que presentan un "codo caído". Siendo
de utilidad, poner el estetoscopio sobre las prominencias óseas durante la
manipulación, para detectar crepitaciones asociadas a fracturas proximales de la
extremidad (Pilliner, S., et al, 2002, Stashak, T., S., 2002, Ross, M., Dyson, S., J.,
2003, Hinchcliff, K., W., et al, 2004).
EXTREMIDAD POSTERIOR
Los exámenes del pie, menudillo y metatarso de la extremidad posterior son
esencialmente similares a los de la extremidad anterior (Pilliner, S., et al, 2002,
Stashak, T., S., 2002, Ross, M., Dyson, S., J., 2003, Hinchcliff, K., W., et al,
2004)..
Exploración del corvejón.- Causas de hinchazón alrededor del corvejón:
• Derrame de la articulación tarsocrural, que suele ser más aparente en la cara
dorsomedial del corvejón, aunque pueden aparecer pequeñas inflamaciones
fluctuantes en las caras plantarolateral y plantaromedial.
• Distensión de la vaina tarsiana, que produce inflamación plantar proximal al
corvejón a un lado y ligeramente craneal al tendón de Aquiles.
• La inflamación de ligamento plantar provoca un engrosamiento de la cara plantar
del corvejón centrado unos 10 cm distal a la punta del corvejón.
• La artrosis degenerativa de las articulaciones menores del corvejón puede
producir engrosamiento de la cara medial del corvejón distal. Se debe explorar el
tendón de Aquiles para identificar cualquier engrosamiento que indique una lesión
por estiramiento, así como también se debe inspeccionar la posición y estabilidad
del tendón flexor digital que pasa por la punta del corvejón. La extensión del
corvejón debería provocar la de la babilla debido a la acción recíproca. Si éste no
fuera el caso y la extensión se hace de forma independiente y da lugar a una
relajación del tendón de Aquiles, se debe sospechar una rotura del peroneo
anterior (Pilliner, S., et al, 2002, Stashak, T., S., 2002, Ross, M., Dyson, S., J.,
2003, Hinchcliff, K., W., et al, 2004).
Exploración de la babilla.- Un derrame de la articulación femororrotuliana
provoca una inflamación palpable entre los tres ligamentos rotulianos distales. Se
palpan de igual manera los ligamentos colaterales medial y lateral. Se puede
comprobar la integridad del ligamento colateral medial apoyando el hombro contra
la cara lateral de la babilla y abduciendo el extremo distal de la extremidad a la vez
que se palpa la cara medial de la articulación femororrotuliana comprobando
posibles separaciones anormales (Pilliner, S., et al, 2002, Stashak, T., S., 2002,
Ross, M., Dyson, S., J., 2003, Hinchcliff, K., W., et al, 2004).
Exploración de la pelvis y la cadera.- Es difícil de analizar, pero se puede
comprobar la alineación entre las proporciones del trocánter mayor, y las
tuberosidades coxal, sacra e isquiática, para saber si son simétricas. Si hay
presencia de una cojera, los músculos del muslo pueden presentar una importante
pérdida de masa. Se puede inspeccionar la pelvis por palpación rectal. Esto
también ayuda a confirmar la alineación central del sacro y las vértebras lumbares
caudales, y la presencia y carácter del pulso de la aorta terminal y arterias ilíacas
(Pilliner, S., et al, 2002, Stashak, T., S., 2002, Ross, M., Dyson, S., J., 2003,
Hinchcliff, K., W., et al, 2004).
Evaluación de la marcha
Al finalizar la revisión de las extremidades, se evalúa la marcha del animal,
haciéndolo caminar en círculos y trotando, para confirmar o descartar las posibles
cojeras, con esto se pretende identificar (Pilliner, S., et al, 2002, Stashak, T., S.,
2002, Ross, M., Dyson, S., J., 2003, Hinchcliff, K., W., et al, 2004):
• Presencia o ausencia de anomalías sobre la marcha.
• Cuantas y cuales extremidades están afectadas.
• La presentación de la anomalía.
• El grado de anomalía.
Se evalúa mejor sobre un suelo duro. En una zona cerrada y segura, sin
distracciones y peligros; se sujetará al caballo con una cabezada, dejándole unos
30-50 cm de ronsal para que pueda mover la cabeza. Es preciso observar el
movimiento del caballo en línea recta, visto desde adelante, de ambos lados y
desde atrás. Al presentar una cojera de la extremidad anterior, los caballos tienden
a distribuir su peso con la otra extremidad anterior; un signo evidente es que al
realizar esto, levantan la cabeza y el cuello a la vez que se apoya en la extremidad
afectada, y bajándola cuando se apoya en las extremidades sanas. Las cojeras de
la extremidad posterior, se identifican porque la región glútea del lado afectado
subirá y bajará más que la del lado sano, observándose como unos "saltitos"
(Pilliner, S., et al, 2002, Stashak, T., S., 2002, Ross, M., Dyson, S., J., 2003,
Hinchcliff, K., W., et al, 2004).
También se aplican pruebas de intensificación, esto con el fin de demostrar la
existencia de la cojera oculta en un caballo que parece sano, para acentuar una
leve cojera y para ayudar a localizar la anomalía que la provoca, este tipo de
pruebas son de flexión, de extensión y de presión, se eleva el miembro
sospechoso en flexión y/o extensión según sea el caso y se mantiene por espacio
de un minuto, al término de éste, se libera el miembro y se hace trotar al caballo
en línea recta (Pilliner, S., et al, 2002, Stashak, T., S., 2002, Ross, M., Dyson, S.,
J., 2003, Hinchcliff, K., W., et al, 2004).

BLOQUEO DE NERVIOS
Para realizar un diagnóstico completo de cojera, se emplea el bloqueo de nervios,
este procedimiento consiste en aplicar una analgesia local que permite identificar
con mayor exactitud en donde le duele al animal. Los resultados de la analgesia
local, se interpretan mejor cuando el caballo presenta un grado consistente de
cojera desde el primer momento. Eligiendo el anestésico de preferencia del
médico veterinario, y con la debida sujeción del caballo y asepsia del área, se
procede al bloqueo. Se recomienda la tricotomía del área a tratar para una mejor
palpación de los puntos de referencia. La colocación de la aguja se debe hacer
con la mayor exactitud posible. Se puede mantener la extremidad flexionada
durante la inyección para tener un mejor control de la misma. Se introduce
rápidamente a través de la piel una aguja estéril sujetada por el cono. Luego se
dirige la punta hacia la dirección y profundidad adecuadas. Cuando ha cesado
todo movimiento del caballo, se ajusta la jeringa y se realiza la inyección. La
jeringa se ha de conectar con firmeza con la aguja, para prevenir la pérdida de
líquido durante la inyección, pero no tanto que impida su rápida desconexión en
caso de que el caballo se mueva, dejando la aguja en posición (Wyn-Jones, G.,
1998, Stashak, T., S., 2002, Ross, M., Dyson, S., J., 2003, Moyer, W., et al, 2007).
PUNTOS DE BLOQUEO NERVIOSO DE LA EXTREMIDAD ANTERIOR

Bloqueo del nervio digital palmar.- El paquete neurovascular se palpa en las


caras palmarolateral y palmaromedial de la cuartilla. El punto de inyección se
localiza subcutáneamente sobre los tendones flexores digitales. Se deposita de 1
a 2 ml de anestésico local, con una aguja de 1 pulgada x 23G (25 x 0.65 mm). Por
lo general se bloquean los nervios lateral y medial. Pero si es necesario solo se
bloquea uno (figura 36), (Stashak, T., S., 2002, Ross, M., Dyson, S., J., 2003,
Moyer, W., et al,2007, Muir, W., W., et al, 2007).

Bloqueo del nervio sesamoideo abaxial.- El paquete neurovascular se palpa por


encima de la superficie abaxial de los sesamoideos proximales, siendo el bloque
más fácil de realizar. El punto de inyección se localiza subcutáneo en la cara
palmar del paquete neurovascular. Se inyectan 2 ml del anestésico local a cada
lado, usando igual una aguja de 1 pulgada x 23G (23 x 0.65 mm). Con esto se
pierde la sensibilidad de la cara palmar y dorsal distal de la cuartilla (figura 36),
(Stashak, T.,S., 2002, Ross, M., Dyson, S., J., 2003, Moyer, W., et al, 2007, Muir,
W., W., et al, 2007).
Bloqueo del nervio palmar y palmar metacarpiano.- Para desensibilizar el
menudillo y todas las estructuras distales a él, se suelen bloquear a la vez los
nervios palmares medial y lateral, así como los nervios metacarpianos lateral y
medial (figura 36), (Stashak, T., S., 2002, Ross, M., Dyson, S., J., 2003, Moyer,
W., et al, 2007, Muir, W., W., et al, 2007).
Nervios palmares.- Los paquetes neurovasculares discurren dorsomedial y
dorsolateralmente al tendón flexor digital profundo, al nivel del metacarpo. Se
inyecta subcutáneamente, dorsal al tendón del flexor digital profundo, 8 cm
proximal al menudillo, administrando 3 ml de anestésico local a cada lado,
utilizando una aguja de 1 pulgada x 23G. Los puntos de inyección de los nervios
palmares deben estar localizados por encima de las vainas tendinosas digitales,
pero por debajo de la rama nerviosa comunicante (figura 36), (Stashak, T., S.,
2002, Ross, M., Dyson, S., J., 2003, Moyer, W., et al, 2007, Muir, W., W., et al,
2007).
Nervios metacarpianos palmares.- Discurren distalmente, axial al segundo y
cuarto huesos metacarpianos. El punto de inyección es subcutáneo, distal al botón
del hueso metacarpiano a cada lado, inyectando 2 ml de anestésico local con una
aguja de 1 pulgada x 23G. En la extremidad posterior es más complicado debido a
la presencia de los nervios metatarsianos medial y lateral dorsales (Stashak, T.,
S., 2002, Ross, M., Dyson, S., J., 2003, Moyer, W., et al, 2007, Muir, W., W., et al,
2007).
Nervio palmar medial.- Se inyecta en el margen dorsomedial del tendón flexor
profundo entre la fascia carpiana, justo distal al carpo. Se infiltra de 6 a 8 ml de
anestésico local a una profundidad de 1 cm con aguja de 1 pulgada x 20G (25 x
0.90 mm), (Stashak, T., S., 2002, Ross, M., Dyson, S., J., 2003, Moyer, W., et al,
2007, Muir, W., W., et al, 2007).
Nervios palmar lateral y palmar metacarpiano.- Estos nervios se bloquean,
haciendo un bloqueo a la rama profunda del metacarpiano proximal. Se inyecta
distal al ligamento que une el borde palmar del hueso accesorio del carpo a la
cabeza del 4° metacarpiano y al retináculo flexor carpiano profundo, inyectando 10
ml de anestésico local a una profundidad de 1 a 2 cm con una aguja de 1 pulgada
x 20G (Stashak, T., S., 2002, Ross, M., Dyson, S., J., 2003, Moyer, W., et al, 2007,
Muir, W., W., et al, 2007).
Bloqueo de los nervios mediano y ulnar.- Los bloqueos hechos en estos
nervios desensibilizan el carpo y las estructuras distales a él. Igual que sucede en
los bloqueos de los miembros posteriores tibial y peroneo, hay desensibilización
incompleta de la piel en el área distal al bloqueo (figuras 37 y 38), (Stashak, T., S.,
2002, Ross, M., Dyson, S., J., 2003, Moyer, W., et al, 2007, Muir, W., W., et al,
2007).
Nervio mediano.- El punto de inyección se realiza en el borde caudomedial del
radio, distal al músculo pectoral superficial. Inyectándose 15 ml de anestésico local
a profundidad de 3-4 cm con una aguja de 2 pulgadas x 19G (51 x 1.0 mm) (figura
39), (Stashak, T., S., 2002, Ross, M., Dyson, S., J., 2003, Moyer, W., et al, 2007,
Muir, W., W., et al, 2007).
Nervio ulnar.- Se inyecta en la fosa de la cara medial del antebrazo entre los
músculos cubital lateral y flexor carpocubital, 10 cm proximal al hueso al hueso
carpiano accesorio, con una profundidad de 1-2 cm, inyectando 10 ml de
anestésico local con una jeringa de 1 pulgada x 20G (Stashak, T., S., 2002, Ross,
M., Dyson, S., J., 2003, Moyer, W., et al, 2007, Muir, W., W., et al, 2007).

PUNTOS DE BLOQUEO NERVIOSO EN LA EXTREMIDAD POSTERIOR


La extremidad posterior se desensibiliza de forma similar a la anterior.
Bloqueo del nervio plantar y plantar metatarsiano.- Los detalles de este
bloqueo se incluyen en el bloqueo de la extremidad anterior (Stashak, T., S., 2002,
Ross, M., Dyson, S., J., 2003, Moyer, W., et al, 2007, Muir, W., W., et al, 2007).
Bloqueo del nervio tibial y peroneo.- Estos bloqueos eliminarán la sensibilidad
del corvejón y sus estructuras distales. Sucede lo mismo que en los bloqueos
mediano y cubital, existe incompleta desensibilización cutánea (Stashak, T., S.,
2002, Ross, M.,Dyson, S., J., 2003, Moyer, W., et al, 2007, Muir, W., W., et al,
2007).
Nervio tibial.- Se inyecta caudal al tendón flexor digital y craneal al tendón de
Aquiles, a casi 10 cm proximal al borde superior del calcáneo, en la cara medial de
la articulación, en la fascia. Administrando 15-20 ml de anestésico local a 1 cm de
profundidad con una aguja de 1 pulgada x 20G. por lo general se pierde la
sensibilidad de los bulbos del talón (Stashak, T., S., 2002, Ross, M., Dyson, S., J.,
2003, Moyer, W., et al, 2007, Muir, W., W., et al, 2007).
Nervio peroneo.- Se inyecta entre los tendones extensor largo y extensor digital
lateral, 10 cm proximal al maléolo lateral. Se inyectan 10 ml de anestésico local
alrededor de la rama profunda de 2-3 cm de profundidad y 5 ml más alrededor de
lasuperficial, mientras se va retirando la aguja, con un aguja de 2 pulgadas x 19G.
Porlo general se pierde la sensibilidad de la piel de la cara lateral de la zona distal
del corvejón (Stashak, T., S., 2002, Ross, M., Dyson, S., J., 2003, Moyer, W., et al,
2007, Muir, W., W., et al, 2007).

2.3 REVISIÓN DE PACIENTES HOSPITALIZADOS


La revisión de los pacientes hospitalizados se realizará dos veces al día, de la
siguiente manera:
• El personal encargado de limpiar la caballeriza y de dar de comer, a las 6 am y a
las 4 pm, limpiará los cascos y tomará la temperatura rectal de cada caballo
hospitalizado; revisará la presencia (o ausencia), apariencia y consistencia de las
heces, las cuales colocará en el depósito colocado fuera de cada caballeriza (para
su posterior valoración por el médico tratante) y hará las anotaciones
correspondientes en la hoja de cuidados intensivos (anexo 4).
• Los estudiantes en estancia y/o servicio social a las 8 am y 3 pm realizarán un
examen físico general y anotarán los hallazgos en la hoja de cuidados intensivos.
• El médico tratante realizará una ronda de seguimiento a las 9 am y a las 4 pm,
en compañía de los estudiantes en estancia, servicio social y/o internos, quienes
serán los responsables de narrar el caso, el tratamiento y los avances observados
para su análisis y discusión. Así mismo tomarán nota de las modificaciones en el
tratamiento, según sea el caso. Todas las modificaciones u órdenes de análisis de
laboratorio y/o gabinete deberán anotarse en la hoja de progreso del expediente
clínico.
3. TOMA DE MUESTRA DE SANGRE
La toma de muestra de sangre en equinos es una actividad que se lleva a cabo
constantemente para establecer un diagnóstico presuntivo del paciente
(Colahan,P., T., el al, 1998, Taylor, P., M., Clarke, K., W., 2001).

3.1 TOMA DE MUESTRA DE SANGRE EN LA VENA YUGULAR EXTERNA


Es la vena más usada para punción ya que es de fácil acceso y de gran calibre,
nos permite manipular con menos estrés al paciente y mayor seguridad para el
operador (Colahan, P., T., el al, 1998, Taylor, P., M., Clarke, K., W., 2001).
Material necesario
• Aguja de calibre 20G a 25G, de 1.6 a 4 cm, para tubo con vacío.
• Soporte o camisa para tubo vacutainer
• Tubos vacutainer (tapa de color rojo, morado, verde, amarillo, azul o gris)
dependiendo del análisis requerido
Técnica
Se atornilla el extremo protegido de la aguja en el soporte o camisa. Hay que
localizar la vena aplicando presión cerca de la entrada del tórax, luego se pasa
una torunda con alcohol para hacer asepsia y no contaminar el área a puncionar.
De forma paralela a la vena y en dirección contraria al flujo de sangre se
introducirá la aguja (figura 42). En caso de no detectar la vena se puede frotar con
la mano en dirección distal, así se producen pulsos ondulatorios por encima, lo
que resulta muy útil si no se puede encontrar con facilidad la vena (Colahan, P.,
T., el al,1998, Taylor, P., M., Clarke, K., W., 2001).Se debe insertar la aguja a
través de la piel, con mucho cuidado y en un ángulo recomendado de 45° para un
mejor acceso y evitar atravesar la vena, una vez adentro se reorienta paralelo a la
luz de la vena (Colahan, P., T., el al, 1998, Taylor, P., M., Clarke, K., W., 2001).
Una vez dentro de la vena se introduce el tubo vacutainer (figura 43), empujándolo
sobre el extremo corto de la aguja. Debido al vacío que contienen los tubos, la
sangre es absorbida dentro del tubo de manera rápida (Colahan, P., T., el al,
1998,Taylor, P., M., Clarke, K., W., 2001). En caso de que el vacío del tubo no
aspire la sangre, se puede considerar que se ha atravesado la vena; será
necesario buscarla retirando un poco la aguja, y buscarla; no se debe retirar en su
totalidad ya que si la aguja sale por completo, el tubo vacutainer pierde el vacío
(Colahan, P., T., el al, 1998, Taylor, P., M., Clarke, K., W., 2001).
3.2 TOMA DE MUESTRA DE SANGRE EN LA VENA FACIAL TRANSVERSA
Es utilizada con mayor frecuencia en ejemplares adultos y/o en caballos no
rebeldes para la toma de muestra de sangre en volúmenes pequeños, como por
ejemplo: un hematocrito o determinación de sólidos totales (ST) (Colahan, P., T.,
el al, 1998, Taylor, P., M., Clarke, K., W., 2001).
Material a utilizar
•Aguja de calibre 20-25, de 1.6 a 2.54 cm.
•Jeringa de 5-10 ml.
• Tubo(s) vacutainer o tubos de hematocrito adecuados.
Técnica
Pasar una torunda con alcohol por debajo de la cresta facial (figura 44). Se alinea
la aguja perpendicular a la piel, por debajo de la cresta facial, y se avanza bajo la
piel hasta topar con el hueso (figura 45). Se acopla la jeringa y se retira la aguja
mientras se aspira hasta que la aguja está en la luz de la vena. Se puede utilizar
también un tubo vacutainer con su aguja para la toma de sangre en este sitio
(Colahan, P., T., el al, 1998, Taylor, P., M., Clarke, K., W., 2001).
3.3 TOMA DE MUESTRA DE SANGRE DE LA VENA CEFÁLICA
Se realiza en la cara medial del antebrazo de la extremidad anterior. Se encuentra
situada por debajo del músculo pectoral superficial. Se utiliza con frecuencia en
potros. Siguiendo los procedimientos anteriores para tomar muestras de sangre en
las venas anteriores (figuras 47, 48 y 49), (Colahan, P., T., el al, 1998, Taylor, P.,
M., Clarke, K., W., 2001).
3.4 TOMA DE MUESTRA DE SANGRE DE LA VENA SUBCUTÁNEA
ABDOMINAL
De igual forma en la toma de muestras anteriores, se realizan los mismos
procedimientos. Se toma a un costado del abdomen de cualquier lado, cerca de la
punta del codo donde se puede apreciar fácilmente la vena (figuras 50, 51 y 52),
(Colahan, P., T., el al, 1998, Taylor, P., M., Clarke, K., W., 2001).
Complicaciones en la toma de muestras de sangre
Es muy frecuente causar hematomas en estos sitios, si se utiliza una aguja de
calibre grueso o si la vena se traumatiza por tantos intentos para tomar la muestra
y existe pérdida de sangre en el punto de venopunción (Colahan, P., T., el al,
1998,Taylor, P., M., Clarke, K., W., 2001). Se puede causar trombosis, aunque
esto no sucede usualmente, pero es a causa del daño en el endotelio vascular por
venopunciones repetidas. En caso de que la punción llegara a infectarse se puede
producir una tromboflebitis séptica (Colahan, P., T., el al, 1998, Taylor, P., M.,
Clarke, K., W., 2001).
4. ADMINISTRACIÓN DE FÁRMACOS
Existen diferentes vías para administrar medicamentos en la clínica equina. A
continuación se exponen las rutas más comunes de interés farmacológico
(Martínez, H., R., 2007).
4.1 ADMINISTRACIÓN POR VÍA ORAL
La vía oral es de las más usada debido a que es cómoda y no causa tantas
complicaciones, esto podría ser de beneficio para el propietario, pues el mismo
puede administrar los medicamentos con la explicación y recomendaciones
previas de su médico de cabecera. La presentación de los fármacos para vía oral
son: pastillas, gránulos, polvos, suspensiones y pastas. En lo que se refiere a
caballos, la mayoría son medicados con polvos, gránulos y pastillas machacadas
que posteriormente se pueden dar con una comida apetitosa, dependiendo de
cada dueño podrían ser alimentos dulces, pedazos de manzana o zumo de
manzana. Seria de mayor aceptación si se mezcla con melaza, jarabe o papilla de
zanahoria ya que se les presenta de tal forma que le sea de mayor palatabilidad y
se incita a la aceptación del paciente. Otra de las formas en las que se pueden
administrar vía oral los medicamentos, y para caballos que son melindrosos, es
por medio de jeringas bucales, donde previamente se mezcla el polvo con agua o
las pastillas disueltas. Los fármacos en forma de pasta o suspensión deben
administrarse de la siguiente forma: Se procede a introducir y colocar la jeringa
bucal con mucho cuidado entre la mucosa del carrillo y los molares, con cierto
ángulo sobre la lengua para asegurarse de que el fármaco permanece dentro de la
boca se puede maniobrar la lengua tirando de ella suavemente hacia adelante
separándola hacia un lado (figura 54). Es necesario esparcir el fármaco de manera
homogénea sobre la parte posterior de la lengua y depositarlo despacio para
provocar la deglución (figura 55). En caso de que el paciente rechace el
procedimiento anterior o requiera de un gran volumen de medicamento, se
recomienda la administración vía intubación nasogástrica, que asegura la
administración completa del fármaco(Pavord, T., & Pavord, M., 2004, Martínez, H.,
R., 2007).
Complicaciones
Frecuentemente no se administra la dosis completa del medicamento. Algunos
fármacos son inactivados en el estómago de los herbívoros, por lo que es
necesario asegurarse de que el medicamento este recomendado vía oral. Se
encuentran elevados niveles del fármaco en el tracto gastrointestinal, que alteran
la flora bacteriana normal del equino y llegan a causar diarreas o cólicos (Pavord,
T., & Pavord, M., 2004, Martínez, H., R., 2007).
4.2 ADMINISTRACIÓN POR VÍA INTRAMUSCULAR
La administración intramuscular es de absorción más lenta, alcanzando niveles
plasmáticos más bajos en sangre y las aplicaciones no son frecuentes. Pueden
utilizarse diversos sitios musculares (Pavord, T., & Pavord, M., 2004, Martínez, H.,
R., 2007): En el cuello (figura 56) pueden administrarse volúmenes aproximados
de 10 ml o menos, en la depresión triangular localizada por encima de las
vértebras cervicales, por debajo de los ligamentos de la nuca, y a un palmo por
delante del borde craneal de la escápula (Pavord, T., & Pavord, M., 2004,
Martínez, H., R., 2007).En la parte posterior del caballo en las partes inferiores de
los músculos semimembranoso y semitendinoso, son adecuadas para la
administración de volúmenes grandes. Para esto es de prioridad la correcta
sujeción del caballo y la posición adecuada de la persona que va a administrar el
medicamento intramuscular, ésta debe colocarse lo más próxima al costado del
animal para evitar accidentes (Pavord, T., & Pavord, M., 2004, Martínez, H., R.,
2007).En los músculos pectorales (figura 58), entre las extremidades anteriores
también pueden administrase volúmenes grandes de medicamento (Pavord, T., &
Pavord, M., 2004, Martínez, H., R., 2007).
Se recomienda no administrar más de 5-10 ml en solo sitio. Para mayores
volúmenes, debe redirigirse la aguja, luego de cada inyección de 5-10 ml, sin
sacarla de la piel. En caso de repetir más dosis, se deben rotar los músculos, con
el fin de evitar traumatismos en un solo sitio (Pavord, T., & Pavord, M., 2004,
Martínez, H., R., 2007).
Complicaciones
Abscesos: si llegasen a presentarse, se debe limpiar a piel antes de inyectar y
elegir un punto donde se pueda drenar con facilidad (Pavord, T., & Pavord, M.,
2004, Martínez, H., R., 2007).
Dolores musculares: más frecuentes en el cuello y se relacionan con la irritación
que produce el fármaco y la inflamación, por el volumen administrado y con el
punto de administración (Pavord, T., & Pavord, M., 2004, Martínez, H., R., 2007).
En potros se debe evitar las repetidas inyecciones intramusculares (Pavord, T., &
Pavord, M., 2004, Martínez, H., R., 2007). Si se llegase a administrar el fármaco
en un vaso sanguíneo pueden producirse reacciones farmacológicas graves
(Pavord, T., & Pavord, M., 2004, Martínez, H., R., 2007).
4.3 ADMINISTRACIÓN POR VÍA INTRAVENOSA
Esta vía proporciona niveles sanguíneos del fármaco elevados e inmediatos, pero
suele precisar una administración más frecuente, el medicamento debe
administrarse muy despacio (a un ritmo aproximado de 1 ml cada 5 seg.), o diluido
en agua estéril o suero fisiológico, en especial si se sabe que tiende a causar
cualquier tipo de reacción adversa (Orsini, J., A., Divers, T., J., 2000, Pavord, T., &
Pavord, M., 2004, Martínez, H., R., 2007). La vena yugular es la más utilizada para
la administración de fármacos por ésta vía (Orsini, J., A., Divers, T., J., 2000,
Pavord, T., & Pavord, M., 2004, Martínez, H., R., 2007).

5. CATETERIZACIÓN INTRAVENOSA
La cateterización intravenosa es utilizada para la administración de grandes
volúmenes de líquido y/o la aplicación frecuente de dosis de medicamentos
intravenosos. Dependiendo del uso que se pretenda, el catéter será de distinto
tamaño y tipo. Los catéteres de gran calibre (14, 12 ó 10) se utilizan para la rápida
administración de líquidos en los caballos adultos. Se pueden usar catéteres
bilaterales en ambas venas yugulares, pero esto solo en casos extremos de
deshidratación. Existen catéteres para uso a corto y a largo plazo. Los de corto
plazo pueden utilizarse durante un máximo de 3 días, mientras que los de largo
plazo pueden mantenerse hasta dos semanas (Hickman, J., et al, 1995, Orsini, J.,
A., Divers, T., J., 2000). La vena más utilizada para la cateterización, es la vena
yugular, pero en caso de que no se pueda acceder a ella, existen otras venas
adecuadas, como la vena cefálica y la vena subcutánea abdominal (Hickman, J.,
et al, 1995, Orsini, J., A., Divers, T., J., 2000).
Material
• Material para lavado quirúrgico.
• Máquina de rasurar.
• Guantes estériles.
• Catéter adecuado.
• Solución salina heparinizada (2.000 unidades de heparina en 500 ml de solución
salina) en una jeringa de 20 ó 35 ml y aguja de calibre 18.
• Material de sutura para piel ó pegamento de acción rápida (cianoacrilato)
• Equipo de extensión relleno con solución salina heparinizada.
• Tapón para inyección.
•Venda adhesiva en caso de potros.
Técnica
• Se elige una zona en el tercio craneal de la gotera de la yugular para la
colocación del catéter.
• Se hace la tricotomía del área para su preparación quirúrgica.
• Debe realizarse un lavado quirúrgico del punto de colocación del catéter y de un
área de 10-15 cm por debajo, donde la vena yugular será presionada.
• Se deben colocar los guantes estériles.
• Se retira la envoltura protectora del catéter y se afloja el tapón de la aguja. El
catéter sólo debe tocarse por el cono.
• Usando tres dedos sobre la gotera de la yugular, distal al punto de inserción del
catéter, se presiona ligeramente para distender la vena yugular.
• Se debe angular el catéter paralelo a la gotera de la yugular.
• Se realiza una punción percutánea con un ángulo de 45° y se avanza el
catéter y la aguja lentamente hasta que aparezca sangre en el cono del
catéter. Cuando esté en la vena, se angula el catéter paralelo a la gotera de la
yugular y se avanza el catéter y la aguja de 2 a 5 cm. Entonces se separan el
catéter y la aguja, y se desliza el catéter hacia abajo en la vena, manteniendo
la aguja en su sitio. El catéter debe progresar sin encontrar resistencia. Se retira la
aguja.
• Inmediatamente se debe acoplar el tubo del equipo de extensión y el tapón de
inyección.
• Empleando la jeringa con la solución salina heparinizada, se aspira sangre en el
equipo de extensión, con el fin de estar seguros de que el catéter se encuentra en
la vena, observando la salida de sangre con facilidad. Se administra la solución
salina heparinizada a través del catéter.
• Se sutura el cono del catéter a la piel del caballo o se emplea cinta adhesiva
• El equipo de extensión se puede fijar con la venda adhesiva alrededor del cuello
del animal, para futuras observaciones del catéter.
Mantenimiento del catéter
Se deben limpiar todos los catéteres con solución salina heparinizada (5-7 ml)
cada 4-6 horas para evitar la coagulación sanguínea en su interior. Antes de
insertar la aguja, el tapón debe limpiarse con una torunda con alcohol, antes de
administrar medicamentos. El no aspirar sangre puede ser indicativo de los
siguientes inconvenientes: la presencia de un coágulo de sangre en el catéter, que
existan dobleces en el catéter o bien en el equipo de extensión, o podría ser por
un acoplamiento defectuoso del tapón de inyección o del equipo de extensión. Si
no se aprecia sangre, deben pasarse suavemente de 5 a 7 ml de solución salina
heparinizada a través del catéter y aspirar de nuevo. Si no puede confirmarse la
presencia de sangre en la jeringa, hay que reemplazar el catéter (Hickman, J., et
al, 1995, Orsini, J., A., Divers, T., J., 2000). Cuando se vayan a administrar los
medicamentos se debe aspirar sangre para comprobar que sigue en la vena, y
antes de pasar los fármacos, se deben inyectar 5 ml de solución salina
heparinizada, esto aplica también entre cada fármaco que se vaya a inyectar y
después del último administrado (Hickman, J., et al, 1995, Orsini, J., A., Divers, T.,
J., 2000). Al cambiar el catéter se debe utilizar una vena alternativa para no
provocar flebitis (Hickman, J., et al, 1995, Orsini, J., A., Divers, T., J., 2000).
Complicaciones
Se presenta habitualmente tromboflebitis, flebitis o celulitis flemonosa locales en
cateterizaciones prolongadas. Debe examinarse el sitio del catéter 2 veces al día
en busca de inflamación, calor o dolor, al encontrarse requieren la inmediata
retirada del catéter (Hickman, J., et al, 1995, Orsini, J., A., Divers, T., J., 2000). La
flebitis suele causar fiebre e incremento o diminución en el recuento de células
nucleadas. La oclusión completa de la vena por un trombo séptico, la formación de
un absceso o una bacteremia o septicemia secundarias llegan a requerir un
tratamiento más agresivo (Hickman, J., et al, 1995, Orsini, J., A., Divers, T., J.,
2000).
6. CATETERIZACIÓN DE VÍAS URINARIAS
CATETERIZACIÓN DE LA VEJIGA
La cateterización de las vías urinarias asegura una toma precisa, no contaminada
y oportuna de la muestra de orina (Hickman, J., et al, 1995, Orsini, J., A., Divers,
T., J., 2000).
La práctica de cateterización de la vejiga sirve para detectar si hay paso a través
de la uretra o no, además de ayudar a la obtención de orina para muestras
requeridas como cultivos bacterianos. Otro de los beneficios de ésta técnica es el
vaciado de la vejiga, para las poder hacer la palpación rectal, o bien una
endoscopía (Hickman, J., et al, 1995, Orsini, J., A., Divers, T., J., 2000).
Material
• Sedación y/o tranquilización (xilacina, butorfanol).
•Venda para la cola de la yegua.
• Guantes estériles.
• Vaselina o lubricante estéril.
• Catéter urinario adecuado (estéril).
PROCEDIMIENTO EN EL MACHO
Antes de iniciar el procedimiento es necesario relajar el pene usando una dosis de
detomidina 0.01 mg/kg IV. lenta seguida de butorfanol (25 mg/kg IV), pero es
menos predecible si se producirá una relajación adecuada del pene (Hickman, J.,
et al, 1995, Orsini, J., A., Divers, T., J., 2000). Ya relajado el glande y el orificio
externo de la uretra se lava con una solución de povidona yodada a temperatura
ambiente. Previamente aplicada la asepsia, se lubrica la punta de un catéter (8
mm, 24 FG x 137 cm) y se introduce en la uretra mientras se sujeta suavemente y
con precaución el cuerpo del pene con la otra mano. Hay un sitio donde el paso
del catéter opone un poco de resistencia, es en el arco isquiático, en éste punto se
observa el levantamiento de la base de la cola. Cuando la punta es introducida en
la vejiga, se puede escuchar la entrada del aire por el interior del catéter. Una vez
dentro de la vejiga, puede haber flujo a presión, de no ser así, se puede hacer un
sifón usando una jeringa acoplada al catéter, para succionar con ésta la orina.
Aplicando ésta técnica de extracción en una vejiga colapsada se pueden obtener
de 20 a 30 ml de orina. Si luego de tratar de extraer la orina con la jeringa no se
obtiene, es necesario esperar un poco después de la retirada del catéter, teniendo
a mano un recipiente adecuado para la recogida de la orina, ya que el aire
aspirado estimula el paso de una pequeña cantidad de orina (Hickman, J., et al,
1995, Orsini, J., A., Divers, T., J., 2000).
PROCEDIMIENTO EN LA HEMBRA
Al contrario que en el macho, este procedimiento es más fácil de realizar en la
yegua y en potras, ya que el orificio uretral externo es muy flexible y se encuentra
fácilmente. Antes de empezar se debe vendar la cola y hacer asepsia en la vulva,
luego con mucha precaución se desliza el dedo por la base de la vulva a lo largo
de la línea media. Generalmente la abertura de la uretra se encuentra a unos 10
a12 cm de la comisura de los labios entre el pliegue vestibulovaginal que demarca
la entrada de la vagina. Una vez encontrado, se procede a introducir un catéter a
través de la vulva, sujetándolo entre los dedos y dirigido por el índice. La longitud
de la uretra es de un promedio entre 7 y 10 cm por lo que el catéter enseguida
entrará en la vejiga; a veces puede ser necesario aspirar con una jeringa para
obtener la muestra de orina (Hickman, J., et al, 1995, Orsini, J., A., Divers, T., J.,
2000).
Complicaciones
Son mínimas pero una mala técnica podría provocar una cistitis. Luego de retirar
el catéter es posible que el paciente adopte una postura como para orinar y
expulsar el aire aspirado. Existe el riesgo de hacer un nudo en el catéter si se
introduce una longitud excesiva. La temperatura de esterilización retuerce los
catéteres y los hace inservibles (Hickman, J., et al, 1995, Orsini, J., A., Divers, T.,
J., 2000).
7. INTUBACIÓN NASOGÁSTRICA
La intubación nasogástrica suele ser necesaria para administrar grandes
volúmenes de medicación por vía oral. También es una técnica diagnóstica y
terapéutica muy importante cuando el caballo tiene cólicos (Orsini y Divers, 2000).
Se introduce la sonda para comprobar si hay líquido acumulado en la porción
anterior del tracto gastrointestinal. Se emplea una sonda nasogástrica para
administrar soluciones de glucosa o xilosa en las pruebas de absorción para
detectar el reflujo de líquidos y para permitir una descompresión en casos de
obstrucción alimentaria alta o (con mucho cuidado) indicar el punto de obstrucción
esofágica (Orsini, J., A., Divers, T., J., 2000, Duncanson, G., R., 2010).
Existen sondas comerciales para caballos, ponis y potros (figura 68). Se debe
evitar el uso de tubos que se doblen con facilidad con el calor de la faringe; así
como también los tubos muy estrechos ya que pueden dirigirse mal al intentar la
Intubación. Son preferibles los tubos transparentes que permiten al clínico
observar el paso de los fluidos. Se deben evitar las sondas en las cuales el
extremo a introducir en el ollar del caballo, esté raído o mordido, ya que causará
traumatismos en las superficies mucosas. Toda vez que los tubos no vienen
graduados, es de mucha utilidad hacerles una marca indeleble en toda la
circunferencia, indicando en qué punto del tubo se está acercando a la faringe o al
esófago. Esta distancia es de aproximadamente 30 cm en los tubos de los ponis y
de 35 cm en los de los caballos adultos. También es recomendable hacer una
marca orientando la parte superior del tubo, por ejemplo, su curvatura externa
(Orsini, J., A., Divers, T., J., 2000, Duncanson, G., R., 2010).
Sujeción.- El caballo se coloca contra una trampa de manejo. Se utiliza la mano
Izquierda para guiar la sonda en dirección ventral y medial hacia el meato nasal
ventral. Se debe contar con una cabezada de buena calidad para evitar que se
mueva el animal (figura 69). Dependiendo del temperamento del animal y en caso
de que forcejee, es recomendable emplear un arcial, o si las circunstancias
clínicas lo permiten se puede sedar, aunque esto disminuirá el reflejo de deglución
al pasar el tubo (Orsini, J., A., Divers, T., J., 2000, Duncanson, G., R., 2010).
Paso de la sonda.- Los primeros 10-12 cm del extremo anterior se lubrican
suavemente con un lubricante hidrosoluble (figura 70), sujetando a continuación
el tubo justo por detrás de esta zona, para una introducción controlada. El clínico
deberá evitar mancharse las manos con el lubricante, porque si no el tubo se le
escurrirá constantemente entre los dedos. Se debe contar con un ayudante, el
cual tendrá que mantener la cabeza del animal flexionada, y el clínico colocará su
mano libre en el puente de la nariz, por encima del hocico, teniendo cuidado de no
obstruir el ollar opuesto (figura 71). Se usa el pulgar para elevar el cartílago alar
del ollar en el que se introducirá la sonda; abriendo así un amplio acceso a la
cavidad nasal. El extremo lubricado del tubo se coloca sobre el suelo del ollar
abierto, ligeramente inclinado hacia el septo nasal, con la curvatura dirigida hacia
abajo. Se empuja suavemente hacia adelante, de modo que siga el meato ventral,
y se suelta el cartílago alar (figura 72). Si no se consigue colocar el tubo sobre el
suelo de la cavidad nasal, puede que el tubo pase por el meato medio,
produciendo el consiguiente traumatismo de los cornetes. Una colocación
demasiado alta puede conducir la sonda hacia el divertículo nasal (falsa nariz),
(Orsini, J., A., Divers, T., J., 2000, Duncanson, G., R., 2010).
La sonda encuentra una pequeña resistencia al pasar sobre la epiglotis. La
mayoría de los caballos tragan la sonda de inmediato. Se debe intentar pasar la
sonda en la primera deglución, ya que los sucesivos intentos para estimular la
deglución se hacen cada vez más difíciles. El extremo de la sonda debe
permanecer delante de la epiglotis mientras se espera a la deglución. Tocando
suavemente con la punta de la sonda en la epiglotis, o instilando una pequeña
cantidad de agua por la sonda, se anima a algunos caballos a deglutir. Si no se
produce reflejo de deglución, hay que tratar de intubar por el otro ollar. En la
mayoría de los casos, si se sigue impulsando la sonda, se introducirá en la laringe
y en la tráquea. Para evitarlo, se debe girar la sonda 90° antes de seguir
avanzando. Esto produce el efecto de elevar el extremo del tubo con respecto a la
laringe, y por lo tanto acerándolo a la abertura del esófago, que está por encima
de la laringe. Si se hace bien, una suave presión sobre la abertura del esófago
desencadenará el reflejo de la deglución, permitiendo su paso (Orsini, J., A.,
Divers, T., J., 2000, Duncanson, G., R., 2010). En el caso de que la sonda entre
en la laringe, se debe retirar hasta la marca del ollar, darle un giro de 90° para
elevar aún más el extremo y tratar de avanzar de nuevo. Si al ejercer una suave
presión, solo se obtiene resistencia total, se debe retirar la sonda unos 2 ó 3 cm y
se vuelve a empujar suavemente para conseguir el reflejo de deglución. Si la
maniobra llegará a fallar 3 ó 4 veces más, se debe sospechar que el extremo está
presionando sobre el receso faríngeo que se encuentra por encima de la laringe y
el esófago. En este caso, el extremo se dirige hacia abajo girándolo unos 90° en
sentido contrario, antes de hacerlo avanzar de nuevo. Esta manipulación de
ensayo y error de la sonda para conducirla al lado del esófago y provocar la
deglución es la parte más difícil de dominar en todo el procedimiento (Orsini, J., A.,
Divers, T., J., 2000, Duncanson, G., R., 2010).
Comprobación de la posición de la sonda.- Si la sonda está en el esófago se
producen repetidos reflejos deglutorios a medida que la sonda va avanzando. Los
signos de una correcta colocación de la sonda son los siguientes (Orsini, J., A.,
Divers, T., J., 2000, Duncanson, G., R., 2010).:
• Hay una cierta resistencia al paso (tono esofágico).
• La sonda pasa por la tráquea con relativa facilidad, y pueden notarse los anillos
traqueales.
• Puede aparecer un engrosamiento del tercio superior del canal yugular izquierdo,
que va descendiendo por el cuello a medida que el extremo de la sonda sigue la
línea del esófago a la izquierda de la tráquea.
• Generalmente, la sonda no se ve si está en la tráquea. Cuando no se aprecia,
hay que palparla cuando pasa por la entrada del tórax, o de una manera más fácil,
cuando se encuentra al lado de la parte rostral de la tráquea (por lo general a su
izquierda). Esto se facilita desplazando con suavidad la tráquea dorsalmente con
la mano y palpando la sonda en el esófago con la punta de los dedos de la misma
mano. Este es el método más fiable para comprobar la correcta situación de la
soda. Un pequeño porcentaje de los caballos tienen el esófago situado a la
derecha.
Cuando se intenta aspirar aire, se nota una resistencia provocada por el colapso
del esófago sobre el extremo de la sonda. Si la sonda está en la tráquea y se
realiza una succión, no se produce presión negativa. Cuando el extremo de la
sonda está en la región del cuello, un soplo breve y entrecortado a través del tubo
produce un inflado momentáneo del esófago que se puede observar en el canal
yugular. Ésta es una prueba muy útil si no se ha visto el engrosamiento distintivo
discurriendo hacia abajo por el canal de la yugular. Hay que repetir los soplidos
hasta que el clínico esté convencido de que el efecto es realmente un hinchazón, y
no una deglución accidental (Orsini, J., A., Divers, T., J., 2000, Duncanson, G., R.,
2010). El paso a través del cardias hacia el estómago se facilita soplando a través
de la sonda. Una vez en el estómago, sale gas con olor a ingesta, al soplar se
produce un sonido de burbujas. Esta es la comprobación final de que la sonda se
encuentra en el estómago definitivamente (Orsini, J., A., Divers, T., J., 2000,
Duncanson, G., R., 2010). Debe intentarse obtener reflujo antes de administrar
grandes volúmenes de líquidos.Para obtener reflujo, se debe crear un sifón,
generando una columna de agua entre el estómago y el exterior. Si no se obtiene
reflujo, puede administrarse medicación por la sonda, calentada a temperatura
corporal con ayuda de un embudo. El extremo de la sonda se eleva por encima de
la cabeza del caballo para completar la administración. Antes de retirarlo, se debe
bajar de nuevo el extremo de la sonda para asegurarse de que no hay excesiva
presión en el estómago (Orsini, J., A., Divers, T., J., 2000, Duncanson, G., R.,
2010). Algunas veces, cuando la sonda se encuentra en la laringe se puede
detectar soplando o aspirando aire por la sonda, si no se nota resistencia es
positivo de que se encuentra en éste sitio, otras veces puede que se produzca tos;
aunque si se produjera, esto puede coincidir con la deglución de la sonda, y no es
necesariamente una colocación errónea. El volumen, aspecto y olor del líquido son
parámetros importantes a evaluar cuando se trata un caballo con cólicos (Orsini,
J., A., Divers, T., J., 2000, Duncanson, G., R., 2010).
Retirada de la sonda.- Cualquier medicación líquida que se haya introducido por
la sonda y esté ocupando un espacio muerto en ésta, se debe soplar al interior del
estómago antes de retirar la sonda. De no hacerse así, puede provocarse la
inhalación de gotas de líquido cuando la sonda pase por la laringe al ser retirada
Debe retirarse con mucho cuidado y lentamente. Es importante no retirar
bruscamente los últimos 50 cm, ya que se puede provocar un traumatismo en las
mucosas de los cornetes, que es muy vascularizada, lo que provocaría una
hemorragia nasal. Las hemorragias nasales son frecuentes en éste tipo de
procedimientos y más, si la persona no está experimentada; pero no causan un
problema clínico serio (Orsini, J., A., Divers, T., J., 2000, Duncanson, G., R.,
2010). Si la hemorragia continúa durante más de 10-15 min., o ésta se considera
excesiva, se puede aplicar un spray intranasal de 10 mg de clorhidrato de
fenilefrina, diluido en 10 ml de suero salino estéril, con la ayuda de un catéter
nasal (Orsini, J., A., Divers, T., J., 2000, Duncanson, G., R., 2010).
La administración accidental de un gran volumen de líquido en los pulmones de un
paciente puede resultar fatal. De ahí la necesidad de «ver, sentir, oler y oír»
literalmente que la sonda está en posición correcta (Orsini, J., A., Divers, T., J.,
2000, Duncanson, G., R., 2010).

8. CANULACIÓN DEL CONDUCTO NASOLAGRIMAL


La canulación del conducto nasolagrimal está indicada si se sospecha de una
obstrucción del drenaje lagrimal. Entre los síntomas que suelen observarse en una
obstrucción se incluyen epífora (lagrimeo), manchas, secreciones e inflamación en
el canto medial del ojo (Orsini, J., A., Divers, T., J., 2000, Duncanson, G., R.,
2010). Esta práctica es de mucha utilidad para administrar medicación sin
necesidad de manipular los ojos o los párpados. El conducto se cánula con
facilidad en su abertura rostral, donde emerge en la unión mucocutánea en el
suelo de los ollares (Orsini, J., A., Divers, T., J., 2000, Duncanson, G., R., 2010).
Material
• Lampara de bolsillo.
• Catéter de polipropileno de calibre 1.5 y/o 2.5 mm de diámetro.
• Jeringa de 10 o 12 ml con suero salino estéril.
• Gasas.
• Lubricante estéril.
Técnica
Se retrae el pliegue alar del ollar y se localiza la abertura del conducto
nasolagrimal, ayudándose con la lampara para observarlo bien; la cual se localiza
en el área ventral del meato nasal (Orsini, J., A., Divers, T., J., 2000, Duncanson,
G., R., 2010).Se limpia el interior del ollar y se introduce la punta del catéter,
ligeramente lubricado, en el conducto. Se avanza el catéter en dirección proximal,
al menos 5 cm. Para mantener el catéter en su sitio, se debe colocar un dedo en la
abertura, para evitar que el suero salga por gravedad. Se acopla la jeringa y se
lava con suavidad el conducto en dirección ascendente. La viabilidad se ha
alcanzado cuando el suero salino fluye desde la punta lagrimal en el canto interno
del ojo. Se puede suturar el catéter a la piel del caballo, para administrar
medicación oftalmológica rutinaria (Orsini, J., A., Divers, T., J., 2000, Duncanson,
G., R., 2010).
9. LIMPIEZA DE LOS CASCOS
Los cascos de un caballo siempre deben estar limpios para evitar infecciones y
causas de enfermedades, ya que es una zona donde se clavan diferentes objetos,
produciendo heridas graves; además de la acumulación de estiércol. La
inspección debe hacerse también a las herraduras, analizar que estén en buen
estado. Esto es preferible que se realice diario y simplemente se emplea un limpia
cascos. Existen otros productos como: alquitrán para cascos; que ayuda a eliminar
las bacterias y el mal olor; y pomada para cascos; que refuerza y favorece su
desarrollo natural, evitando el agrietamiento (Wyn-Jones, G., 1998, Martínez, H.,
R., 2007, Funtanillas, H., A., 2008).
Se puede aprovechar el manejo que se hace en el examen físico general para
abordar al caballo y levantarle los miembros a limpiar. Esta acción no lleva mucho
tiempo por lo que no es estresante para el animal. Con el miembro levantado se
hace uso del limpiacascos y se empieza por la ranilla para quitar todo la suciedad
(Wyn-Jones, G., 1998, Martínez, H., R., 2007, Funtanillas, H., A., 2008).
10. VENDAJE DE CASCOS
Este tipo de vendaje debe reunir varias características debido al sitio que se va a
vendar, como son: que sea durable, compacto, repelente al agua y que los
materiales a utilizar se consigan fácilmente. En esta región, los vendajes se
utilizan para madurar abscesos subcórneos, proteger lesiones que se localicen a
nivel de la suela, así como en alguna parte de la muralla (López, C., A.,
Rodríguez, M., A.,1993, Funtanillas, H., A., 2008, Gomez, J., Stashak, T., S.,
2008).
Procedimiento
• Haciendo previa limpieza de la suela o la muralla y con la medicación indicada,
se cubre con gasas o apósitos estériles las lesiones encontradas.
• Se coloca el casco sobre una lámina de algodón cubierto por tela de gasa, esto
le servirá como relleno.
• Se dobla el relleno de tal forma que el casco quede cubierto en sus caras dorsal
y palmar.
• Se doblan los extremos distal, lateral y medial sobre la suela.
• Luego se envuelve el casco con una venda elástica, comenzando desde la
región de la cuartilla.
• Con la venda elástica se tendrá que cubrir todo el casco con vueltas en forma de
ocho. Deben cruzar primero el talón interno y la parte externa del casco, luego
pasarán por la parte interna del mismo y por el talón externo.
• Finalmente el vendaje queda a nivel de la cuartilla, el relleno sobresaliente no
debe rebasar los 4 cm del vendaje (López, C., A., Rodríguez, M., A., 1993,
Funtanillas, H., A., 2008, Gomez, J., Stashak, T., S., 2008).
Maduración de abscesos
• Colocar en una porción de papel aluminio una mezcla que caliente el casco.
• El casco debe ser colocado sobre la mezcla y se envuelve sin sobrepasar la
banda coronaria, después se siguen los pasos anteriores a partir de doblar el
relleno para cubrir el casco. Este vendaje se deja aproximadamente de 12 a 24
horas con objeto de implementar calor a ese nivel (López, C., A., Rodríguez, M.,
A., 1993, Funtanillas, H., A., 2008, Gomez, J., Stashak, T., S., 2008). Finalizado el
vendaje, se protege contra el desgaste y la humedad de la siguiente manera:
• Se envuelve todo el vendaje con tiras de tela adhesiva, primero en forma vertical
y luego en forma horizontal, o vendas elásticas adhesivas en figuras de ocho.
• Se tiene que envolver todo el vendaje en un costal de yute o nylon y se anuda a
nivel de la cuartilla, o bien, meterlo en un zapato de caucho o de plástico
prefabricado (López, C., A., Rodríguez, M., A., 1993, Funtanillas, H., A., 2008,
Gomez, J., Stashak, T., S., 2008).
Cambio de vendajes.- Cualquiera que sea la finalidad, los vendajes deben ser
cambiados cada 12 horas o 24 hrs; esto a consideración del médico; ya que los
cambios frecuentes pueden alterar la cicatrización y estresar al paciente (López,
C., A., Rodríguez, M., A., 1993, Funtanillas, H., A., 2008, Gomez, J., Stashak, T.,
S.,2008).

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Hemisferio Sur, S. A. Buenos Aires, Argentina.
Universidad Colima.
Facultad de Medicina Veterinaria Zootecnia
Hospital Veterinario para Grandes Especies

Historia Clínica

Folio.___________
Fecha___________

Datos del Propietario


Nombre.________________________________________ Teléfono.___________

Domicilio._________________________________________________________
Calle No. Colonia Ciudad CP.

Reseña del Paciente:


Nombre.__________________ Raza.___________________ Sexo___________
Edad.________________ Color._______________________ Peso___________
Señas Particulares._________________________________________________

Anamnesis
Historia clínica._____________________________________________________
__________________________________________________________________
__________________________________________________________________
Dieta___________________________Frecuencia____________ Modo_______?
Desde cuando tiene a su caballo.______________________________________
Existen otros animales.______________________________________________
Descripción del medio ambiente donde vive.
_________________________________________________________________
Vacunaciones tétanos__________Fecha____________Revacunación________
Influenza____________________Fecha_____________Revacunacion
Otras:
Enfermedades que ha padecido: No____ No____ sabe Si Cuales______________

Ha estado expuesto recientemente a enfermedades infecciosas: Si


Cual:_____________________________________________________________
Hace cuanto____________________ No_________ No sabe________________

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Examen Físico
Constantes Fisiológicas: Referencia
Temperatura: °C 38.5-39
Pulso: / minuto 30-40
Características: Turgente Superficial
Frecuencia Cardiaca: / minuto 30-40
Frecuencia Respiratoria: / minuto 10-15
Aspecto General:
Aparato Locomotor:
Aparato Respiratorio:
Aparato Circulatorio:
Aparato Digestivo:
Aparato Genitourinario:
Sistema Nervioso:
Oídos:
Ojos:
Ganglios Linfáticos:
Piel:
Signos Físicos Anormales:
Diagnóstico Presuncional:
Exámenes Complementarios:
Diagnóstico Integral:
Tratamiento en Hospital:
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Prescripción:
Observaciones:
Firma del Clínico Responsable:
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Hoja de Cuidados Intensivos
Fecha
Hora
Temp
Actitud
Frec.
Cardiaca
Frec. Resp
Calidad de
Pulso
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Mucosas
Campo
Pulmonar
Motilidad
GI
Apetito
Pulso
Digital
Cateter/
Yugular
Insicion/
Bendaje
Heces
Reflujo
Otros
hallazgos
al examen
físico
Inciales
Calidad de Pulso: F=fuerte, M=moderado, D=debíl
Heces: N=normal, D=diarrea, S=suave
Pulso digital: -=no presente, +=Incrementado, +/-=moderadamente incrementado
Motilidad GI= +=activo normal o motil, -=sin motilidad, +/-=hipoactivo
Paciente: Dueño:

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