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Manual de Procedimientos
OBJETIVO GENERAL
Contar con un manual de servicios clínicos para el área equina que brinde apoyo a
los estudiantes, internos y residentes del Hospital Veterinario para Grandes
Especies.
OBJETIVO ESPECÍFICOS
Aportar una guía de consulta rápida para el personal de estancias y servicio social
e internos del hospital veterinario para grandes especies.
Dar a conocer los procedimientos básicos que se deben aplicar a los pacientes
Equinos antes de transferirlo a cualquier otro servicio.
JUSTIFICACIÓN
1. LLEGADA A LA CLÍNICA
1.1. Manejo y sujeción del caballo
1.2 Métodos de sujeción físicos en potros
1.3 Principales fármacos utilizados en la contención química
2. EXAMEN FÍSICO
2.1. Toma de constantes fisiológicas en un equino
2.2. Examen de claudicaciones
2.3. Revisión de pacientes hospitalizados
3. TOMA DE MUESTRA DE SANGRE
3.1. Toma de muestra de sangre en la vena yugular externa
3.2. Toma de muestra de sangre en la vena facial transversa
3.3. Toma de muestra de sangre de la vena cefálica
4. ADMINISTRACIÓN DE FÁRMACOS
4.1. Administración por vía oral
4.2. Administración por vía intramuscular
4.3. Administración por vía intravenosa
5. CATETERIZACIÓN INTRAVENOSA
6. CATETERIZACIÓN DE VÍAS URINARIAS (macho y hembra)
7. INTUBACIÓN NASOGÁSTRICA
8. CANULACIÓN DEL CONDUCTO NASOLAGRIMAL
9. LIMPIEZA Y VENDAJE DE CASCOS
10. VENDAJE DE MIEMBROS
PROCEDIMIENTOS
1. LLEGADA A LA CLÍNICA
El caballo debe ser bajado del remolque por personal del HVGE o en su defecto
por la persona encargada del caballo (figura 1). Una vez abajo del remolque, el
caballo debe ser trasladado a la sala de exploración. En la sala de exploración, el
personal del HVGE deberá proceder a elaborar la historia clínica, colectar la firma
de responsiva médica, método de pago de los servicios y realizar el examen físico
del paciente. El personal responsable del HVGE deberá informar al médico
tratante del caso clínico y diagnóstico presuntivo y recibir instrucciones al
respecto. En caso necesario el personal responsable del HVGE deberá realizar los
procedimientos clínicos necesarios (figura 2), para la estabilización del paciente
como tener una vena permeable o entubado naso esofágico. Una vez realizado lo
anterior, el caso queda bajo responsabilidad del médico practicante.
Almartigón. Se emplea para sujetar al equino por la cabeza; pueden estar hechos
de piel o de material sintético, pero debe ser lo suficientemente grueso para que
no se rompa y no lastime al caballo, al momento de ajustarlo se debe tener
cuidado de no oprimir la cabeza. Si son muy pequeños, pueden causar cortaduras,
irritar la piel y evitar la deglución y mover la mandíbula, por el contrario, si son muy
grandes, se puede zafar
Bozal. Se emplea para que el equino no coma o muerda al manejador mientras se
le manipula; está hecho a base de cuerdas o correas dispuestas en forma de red,
donde se introduce el extremo inferior de la cabeza y se fija por detrás de las
orejas
Capota. Se emplea para proteger de insectos la cara del caballo; es una envoltura
de tela resistente y tiene forma de la cabeza del caballo, se anuda en el cuello del
Equino. Presenta dos aberturas superiores, los cuales permiten el paso de las
orejas y redondeles de cuero para proteger las órbitas oculares.
Visera. Se emplea para transportar a caballos tímidos, se puede usar también
para proteger los ojos cuando se castra al animal.
Abrebocas. Se emplea para revisiones orales; hay en diferentes configuraciones
dependiendo de tipo de exploración a realizar.
Cabezal temporal. Se emplea cuando no se dispone de un almartigón. Si la
cuerda se anuda y se asegura a la garganta (pasarla por la ternilla), se podrá
utilizar de forma permanente
Arcial. Es el método más simple de contención física, distrae al animal y al mismo
tiempo produce dolor en el belfo superior. Este procedimiento de castigo NO debe
usarse en las orejas, ya que causaría un daño irreversible. No es necesario aplicar
demasiado tanto dolor apretándolo demasiado, ni dejarlo por un tiempo
prolongado,
ya que puede cortar la piel y lastimar los belfos. Existen diferentes tipos: de
cadena, dé cuerda, y de cuerda con vuelta y palo de madera.
Brida o freno tipo yankee. Es un método de contención física que causa dolor, si
se aplica correctamente no es cruel. También distrae la atención del animal. Se
utiliza una cuerda o cadena que se coloca en la cabeza del caballo, pasando una
parte de ésta por encima de la encía superior (figura 10).
1.2 Métodos de sujeción físicos en potros
Al nacer el potro, por lo general será muy nervioso y no es común que se deje
tocar, por lo cual, se debe ser muy cuidadoso al momento de sujetarlo para
realizar algún procedimiento, para evitar que se golpee y se lastime ((Levy, L. C. y
Rodríguez, M.A., 1993, Pavord, T., Pavord, M., 2004). Si el potro se encuentra en
periodo de lactancia, se debe manipular en presencia de la madre, esto facilitará
su captura, ya que al sujetar a la madre el potro se mantiene cerca de la yegua.
Se debe sostener suavemente por la cabeza; una vez sujeto, se puede mantener
quieto. El manejador se coloca a un costado, pasa una mano por el pecho hasta la
espaldilla y la otra por la parte posterior del potro hasta apoyarse a la altura de la
pierna (Pavord, T., Pavord, M., 2004, Martínez, H., R., 2007).Los potros
destetados son más difíciles de manejar, incluso más difícil que los caballos
adultos, por lo cual es conveniente acostumbrarlos al manejo poniéndoles un
almartigón y una pequeña cuerda antes del destete (Pavord, T., Pavord, M., 2004,
Martínez, H., R., 2007)
1.3 Principales fármacos utilizados en la contención química y Anestésicos
Algunos caballos requieren un manejo especial, aquellos que no se dejen manejar
fácilmente o que sean muy nerviosos, son candidatos para la administración de
fármacos para poder realizar los procedimientos que se requieran (Levy, L. C. y
Rodríguez, M. A., 1993, Muir, W., W., et al, 2007). Los tranquilizantes alivian la
ansiedad y la tensión sin afectar la percepción, coordinación o fuerza (Muir, W.,
W., et al, 2007, Santiago, LL. I., 2007). Antes de administrar agentes químicos
inmovilizantes, se deben tomar en cuenta las siguientes consideraciones:
• Especie.
• Estado fisiológico del animal, incluyendo estado de conciencia, edad, sexo y
lactación.
• Condición física.
De acuerdo al tipo de fármaco a utilizar, se seleccionará la vía de administración
apropiada. Después de conocer la historia clínica del animal, se debe hacer un
breve examen clínico, y recabar las constantes fisiológicas como la temperatura
del animal, el pulso, la perfusión periférica de las membranas mucosas (anemia,
congestión, lento llenado capilar, ictericia), la presencia o ausencia de congestión
venosa, el estado de hidratación (ojos y piel) y la respiración. Se recomienda
hacer una auscultación pulmonar y checar el estado del sistema nervioso central
(SNC), (depresión o excitación), (Muir, W., W., et al, 2007, Santiago, LL. I., 2007)..
La inmovilización química se utiliza en los animales para provocar un efecto sobre
el SNC o el periférico. Es muy importante obtener el peso real del animal antes de
cualquier administración de agentes sedantes, relajantes o anestésicos, según sea
el caso, ya que se debe calcular la dosis exacta requerida para cada paciente y
esto varía según el peso de cada animal (Muir, W., W., et al, 2007, Santiago, LL.
I., 2007).
Clorpromacina y promacina
Pertenecientes también al grupo de las fenotiacinas, pero menos usada en el
caballo, ya que la absorción de la inyección IM puede ser irregular. Son menos
potentes que la acepromacina, pero sus efectos colaterales son más severos
(Levy,L. C. y Rodríguez, M. A., 1993, Muir, W., W., et al, 2007, Santiago, LL. I.,
2007). Para la clorpromacina se recomiendan dosis máximas de 2.5 mg/kg,
aunque sea conseja restringirla a 0.4 mg/kg, ya que las dosis más elevadas
pueden inducir una reacción semejante al pánico (Levy, L. C. y Rodríguez, M. A.,
1993, Muir, W., W., et al, 2007, Santiago, LL. I., 2007).
Xilacina al 10%
Se puede usar para sedar al caballo y quede de pie o como premedicación
anestésica. A dosis elevadas, el caballo adopta una postura de caballete (abierto
de patas) con la cabeza colgante, pero la recumbencia no sucede si se le permite
permanecer parado. En los machos se presenta una pequeña protrusión del pene
(Levy, L. C. y Rodríguez, M. A., 1993, Muir, W., W., et al, 2007, Santiago, LL. I.,
2007). Es efectiva en animales con cualquier temperamento. Está contraindicada
en el último mes de gestación (excepto al momento del parto), dado que estimula
las contracciones uterinas y podría provocar un parto prematuro (Levy, L. C. y
Rodríguez, M. A., 1993, Muir, W., W., et al, 2007, Santiago, LL. I., 2007). Se
recomienda en dosis de de 0.5 a 1.1 mg/kg por vía IV o de 0.5 mg/kg por vía IM.
Se debe tener cuidado al administrarlo por vía IV, ya que se pueden provocar
colapsos y hasta la muerte. La xilacina posee un rápido inicio de acción: de uno o
tres minutos después de la inyección IV y cinco minutos después de la vía IM. El
efecto máximo se obtiene de 15 a 20 minutos después de administrarla. La
sedación persiste por más de 30 a 60 minutos cuando se aplica por vía IV, o más
de 120 minutos por vía IM (Levy, L. C. y Rodríguez, M. A., 1993, Muir, W., W., et
al, 2007, Santiago, LL. I., 2007). Las características de la sedación con xilacina en
el caballo, incluyen indiferencia aparente al medio que lo rodea; cabeza baja,
caída del belfo inferior y de los párpados, y ligero prolapso del pene. En la mayoría
de los caballos produce sudoración alrededor de las orejas y en la región de la
frente o parte superior de la cabeza de algunos animales (Levy, L. C. y Rodríguez,
M. A., 1993, Muir, W., W., et al, 2007, Santiago, LL. I., 2007).
Detomidina
Esta droga no es diferente a la xilacina, pero tiene un efecto más duradero y con
más propiedades analgésicas, la máxima sedación con detomidina dura hasta una
hora. Se puede administrar a animales con cualquier temperamento, pero las
dosis altas se acompañan con un grado considerable de ataxia. Su administración
puede ser IV o IM. La vía sublingual es adecuada, ya que tiene buena absorción a
través de las membranas mucosas, pero se inactivan en el estómago. Se
recomienda la dosis de 0.005 a 0.02 mg/kg para una sedación regular superior a
aquella que produce la acepromacina, y de 0.01 a 0.02 mg/kg ocasiona un efecto
similar a la dosis de 1 mg/kg de xilacina (Levy, L. C. y Rodríguez, M. A., 1993,
Muir, W., W., et al, 2007, Santiago, LL. I., 2007).
Tiletamina
Pertenece al mismo grupo que la ketamina; comercialmente se encuentra como
Zoletil o Telazol. Se emplea por lo general en combinación con xilacina o
detomidina, produciendo anestesia de duración breve (Taylor P. M. y Clarke K. W.,
2001).
NEUROLEPTOANALGESIA (etorfina + acepromacina)
La neuroleptoanalgesia es un estado alterado de la actividad del SNC, abarcando
los componentes estimulantes y depresores. La técnica requiere del uso de
cuando menos dos fármacos. Combinando la acción de un atarásico (neurolepto)
y de un analgésico (narcótico) o del tipo de la morfina; y de un tranquilizante -
sedante del grupo de la fenotiacina o la butirofenona. Se utilizan mucho las
combinaciones de acepromacina - etorfina, acepromacina - meperidina, y xilacina -
morfina (Taylor P.M. y Clarke K. W., 2001, Doherty, T., Valverde, A., 2006).
La combinación de xilacina - morfina por vía IV proporciona una sujeción química
en pie y analgesia adecuada. La dosis en que se administra es de 1.1 mg/kg de
xilacina y 0.75 mg/kg de morfina para caballos nerviosos o muy temperamentales.
Se utiliza 0.4 mg/kg de morfina con 0.5 mg/kg de xilacina en caballos razonables y
tranquilos con buenos resultados. La xilacina siempre se administra de 5 a 10
minutos antes de la morfina. La duración de la sujeción química y la analgesia es
de 30 a 60 minutos, aproximadamente (Levy, L. C. y Rodríguez, M. A., 1993;
Taylor P. M. y Clarke K. W., 2001). Los efectos secundarios que pueden presentar
por una sobredosis absoluta o relativa de morfina son: sudoración, erupción
cutánea, temblores y excitación. Los efectos de la morfina son reversibles,
administrando un antagonista narcótico (naloxona), La combinación de
acepromacina + etorfina es la más utilizada en la inmovilización de grandes
especies, se administra por vía IV o IM. (Taylor P. M. y Clarke K. W., 2001).
Técnica de triple goteo
Esta técnica es la más utilizada porque permite prolongar el tiempo de anestesia
de forma segura. Recomendable en cirugías de duración menor a dos horas; ya
que la guafenesina se acumula y puede provocar una recuperación atáxica. La
recuperación es buena y suave. Se emplea guaifenesina (500 ml al 5% ), se le
añade ketamina (500 mg), y xilacina (500 mg). La anestesia se mantiene con una
Infusión de 1 ml/kg/hora de la solución. Luego de 60 minutos se debe reducir la
infusión a la mitad (Levy, L. C. y Rodríguez, M. A., 1993; Taylor P. M. y Clarke K.
W., 2001).
AGENTES INHALANTES
Los agentes inhalantes se administran después de haber inducido al animal por
vía IV. Los primeros 10-15 minutos se administran concentraciones altas para
lograr una rápida concentración alveolar, luego se disminuye durante el
mantenimiento (Taylor P. M. y Clarke K. W., 2001, Doherty, T., Valverde, A.,
2006). El material usado para anestesia inhalada son los tubos endotraqueales (de
diferentes tamaños), tubo de Cole (tubo sin manguitos con un extremo escalonado
y ahusado que se introduce dentro de la laringe); suministro de oxígeno,
vaporizador, respirador, monitor (electrocardiograma, temperatura, frecuencia
respiratoria, saturación de oxígeno en la sangre), (Taylor P. M. y Clarke K. W.,
2001, Doherty, T.,Valverde, A., 2006).
ANESTÉSICOS VOLÁTILES
Halotane (fluotane)
Es el anestésico inhalado más común que se usa para el equino. No es irritante ni
inflamable. Se evapora con facilidad y se administra en concentración de hasta
10% del gas que se inspira. La anestesia se acompaña con un poco de excitación,
y la pérdida de conciencia se acompaña de depresión respiratoria y cardiaca
(Muir, W. W. et al, 2007). Es un agente hipotensivo muy potente y la caída de la
presión sanguínea es proporcional a la profundidad de la anestesia. La
recuperación es rápida y suave, con poca excitación y poca ataxia. (Levy, L. C. y
Rodríguez, M. A., 1993, Muir, W. W. et al, 2007).
Isoflurane
Es menos soluble en sangre comparado con el Halotane, por lo que la inducción y
la recuperación son más rápidas. Es un fármaco potencialmente más seguro que
el halotane. Si la inducción se hace con un barbitúrico, la recuperación por lo
general es suave; pero si se hace con xilacina-ketamina la recuperación puede
serincoordinada, las desventajas del isoflurane son la depresión respiratoria y su
elevado costo (Muir, W. W. et al, 2007).
Sevoflurano
Es un agente volátil muy potente. Está aprobado para la utilización en veterinaria
en EE.UU. y es en equinos un anestésico popular. Debido a su menor solubilidad
en sangre y tejido adiposo, comparado con el isoflurano, produce inducción y
recuperación rápidas. Como es de eliminación acelerada, la recuperación es
desorientada y violenta (Muir, W. W. et al, 2007).
Intubación endotraqueal
Después de inducir la anestesia, se procede a intubar al animal, esto
prácticamente a ciegas; los tubos se identifican de acuerdo a su diámetro interior
(15-30 mm). Se coloca un abrebocas entre los incisivos, se extiende la cabeza y
cuello del animal en un ángulo de 100-120° y se hace pasar el tubo previamente
lubricado con gel hidrosoluble, sobre la base de la lengua hacia la faringe. Al
alcanzar la zona laríngea el paciente puede deglutir. Una vez colocado el tubo
endotraqueal, se infla el manguito comprobando que no existan fugas. Al finalizar,
el tubo se conecta al sistema anestésico (Taylor P. M. y Clarke K. W., 2001,
Doherty, T., Valverde, A., 2006, Muir, W. W. et al, 2007).
Examen externo.- Se hace de pie al lado del animal, mirando hacia adelante, y
separando los labios con ambas manos para ver la mucosa labial y los dientes. Es
importante observar el color de las mucosas orales, así como también la presencia
de hemorragias petequiales y equimosis. La inspección de los incisivos es de gran
importancia, ya que puede revelar anormalidades de la oclusión (por ejemplo pico
de loro), dientes deciduos, dientes supernumerarios, o desgastes anómalos
causadas masticación defectuosa (el animal pasta mordiendo la superficie del
suelo). Pueden palparse bordes afilados de las muelas superiores a lo largo de los
carrillos, en los que se puede detectar un cierto dolor asociado (figura 18). Estas
anormalidades pueden provocar laceraciones en la mucosa bucal. Al revisar los
dientes se puede aprovechar para calcular la edad del paciente (Taylor, F., G., R.,
y Hillyer, M., H.,1999, Baker., G., J., Easley, J., 2005).
Examen interno.- Este consiste en un examen más a fondo, en el cual se puede
mantener la boca del caballo abierta por un tiempo prolongado, utilizando un
abrebocas como los mencionados más abajo o bien la lengua del propio animal
(figura 19), (Taylor, F., G., R., y Hillyer, M., H., 1999, Baker., G., J., Easley, J.,
2005).
Uso de la lengua.- El clínico se coloca de pie en cualquiera de los costados del
caballo, introduce la mano en el espacio interdental para jalar el extremo libre de la
lengua, sacando dicho extremo por el espacio interdental, y se levanta con
suavidad para ponerlo entre los dientes de los carrillos, manteniendo de esta
manera la boca abierta (figura 20). Se debe tener cuidado de no jalar con mucha
fuerza la lengua, para no dañar el frenillo ventral, así como de no apoyar la lengua
sobre un canino durante la manipulación. Con la mano libre se puede dirigir una
linterna de bolsillo hacia los dientes y las estructuras blandas del otro lado de la
boca para verlas. Para observar la mitad contraria, se debe soltar la lengua y
repetir el mismo procedimiento anterior. No se debe olvidar inspeccionar la lengua,
observando su color, tonalidad o lesiones a simple vista (Taylor, F., G., R., y
Hillyer, M., H., 1999, Baker., G., J., Easley, J., 2005).
Uso del abrebocas de cuña.- El abrebocas de cuña y diseños similares actúan
manteniendo los molares de un solo lado de la boca separados, lo que permite
que se examine el lado opuesto. Se abre la boca, se sujeta la lengua y se mueve
hacia un lado como se describió anteriormente, y se inserta el abrebocas entre los
dientes del lado opuesto. El abrebocas lo puede sujetar un ayudante que este
parado del lado en que quede el abrebocas o bien se puede amarrar de la
cabezada o almartigón (figura 21 y 22), (Taylor, F., G., R., y Hillyer, M., H., 1999,
Baker., G., J., Easley, J., 2005).
Uso del abrebocas de McPherson.- Se trata de un abrebocas más sofisticado
que va sujeto por encima de la cabezada. Dos plataformas descansan sobre las
tablas de los incisivos y se abren mediante un sistema de trinquete que abre las
mandíbulas a la distancia requerida y las mantiene en esa posición. Este tipo de
abrebocas permite manipular y/o examinar la boca de una manera más cómoda,
ya que da el máximo espacio dentro de la boca para realizar cualquier tarea
dental, y se puede soltar instantáneamente (figura 23), (Taylor, F., G., R., y Hillyer,
M., H., 1999, Baker., G., J., Easley, J., 2005).
Membranas mucosas.- Este examen se basa más que nada en el color de éstas
y en el tiempo de llenado capilar. La mucosa oral es la que por lo regular se
examina más a menudo que las demás mucosas, ya que en ésta zona se facilita la
observación de la condición del paciente. El color de la membrana mucosa puede
ser de color pálido (lo que nos indica algún tipo de anemia), de color inyectado,
(que es un color rojo intenso, lo que podría indicar una septicemia o toxemia), de
color amarillentas (por ejemplo en caso de hepatitis), de color morado, lo que
podría interpretarse como cianosis. Respecto al tiempo de llenado capilar, lo
podemos medir, blanqueando la mucosa aplicando ligera presión con el dedo en
una zona de la encía. El tiempo es subjetivo, pero suele ser entre uno y tres
segundos,dependerá del rendimiento cardiaco y de factores locales que afectan a
la distribución periférica de la sangre (figuras 24 y 25). Se revisan también las
mucosas vulvar, conjuntival y nasal (Taylor, F., G., R., y Hillyer, M., H., 1999,
Baker., G., J., Easley, J., 2005).
EXPLORACIÓN DE LOS OJOS Y SUS ANEXOS
Se debe observar el aspecto general del ojo, así como también de párpados,
aparato lacrimal, órbita y zonas periorbitarias, descartando de esta
maneraanormalidades en la simetría. Se deben buscar signos de cicatrización
corneal, uveítis, conjuntivitis, o cataratas. Con ayuda de una fuente de luz se
examina la respuesta pupilar y respuesta de amenaza, el tercer párpado se
examina aplicando presión digital al globo ocular sobre el párpado superior
(Colahan, P., T., et al, 1998, Taylor, F., G., R., y Hillyer, M., H., 1999, Gilger, B.,
C., 2005).
VÍAS RESPIRATORIAS ALTAS
EXAMEN DE LA LARINGE
Palpación de la laringe.- Se palpa la laringe craneal-dorso-lateral en el área del
proceso muscular, utilizando los dedos índices de cada mano presionando por
debajo del tendón del músculo esternocefálico a ambos lados del cuello. Cuando
existe atrofia del músculo crioaritenoideo del lado izquierdo, hace más voluminoso
el proceso muscular derecho (Colahan, P., T., et al, 1998, Taylor, F., G., R., y
Hillyer, M.,H., 1999, Budras, K., D., et al, 2009).
Examen de depresión del aritenoides.- El primer y segundo dedo de cada mano
se coloca sobre los procesos musculares de los aritenoides, que se deprimen. En
los caballos con hemiplejía laríngea se produce así un fuerte estridor respiratorio.
Esta prueba da mejores resultados si se hace justo después del ejercicio. De este
modo también se puede detectar la vibración del cartílago aritenoides izquierdo si
el caballo presenta una hemiplejía laríngea izquierda (Colahan, P., T., et al, 1998,
Taylor, F., G., R., y Hillyer, M., H., 1999, Budras, K., D., et al, 2009).
Test de la palmada.- Este procedimiento debe hacerse cuando el caballo este
respirando tranquilamente, durante la expiración. Se realiza para evaluar la
función aductora de los aritenoides. Se palpa el proceso muscular. Se le da una
suave palmada al caballo a un lado del tórax: esta acción da lugar a un
movimiento reflejo o aleteo del proceso muscular contralateral, resultando una
aducción del proceso corniculado y la cuerda bucal. En caballos sanos la
respuesta es simétrica. En caballos con hemiplejía laríngea izquierda, el aleteo del
proceso muscular izquierdo se mostrará disminuido o ausente. Se inspeccionan
los procesos laterales de las vértebras cervicales, buscando cualquier indicador de
dolor al flexionar el cuello (Colahan, P., T., et al, 1998, Taylor, F., G., R., y Hillyer,
M., H., 1999, Budras, K., D.,et al, 2009).
VÍAS RESPIRATORIAS BAJAS
GARAÑON
Examen del testículo: Medida testicular.- Consiste en medir cada testículo
individualmente, tomando en cuenta la longitud, anchura, consistencia y peso de
cada testículo. El tamaño de los testículos está muy correlacionado con la
producción diaria de esperma. También se pueden usar calibradores de
tuberculina para la medición del tamaño testicular. El calibrador se coloca sobre el
testículo cuidando de no disminuir su diámetro. La anchura mínima escrotal debe
ser de 80 mm para considerar al equino como semental. Es mejor tomar la medida
testicular después de recoger el primer eyaculado (Colahan, P., T., et al, 1998,
Clayton, H., M., et al, 2007, Duncanson, G., R., 2010).
Consistencia testicular.- Para examinar la consistencia de los testículos es
necesario hacerlo individualmente pasándolo entre los dedos y el pulgar. Es
indispensable palpar el epidídimo, en especial la cola, ya que frecuentemente
tiene alteraciones, como una consistencia dura y de tamaño pequeño, podría ser
por causa de fibrosis, lo que reduce su capacidad de almacenaje de esperma. Si
la consistencia del testículo es blanda o dura es indicativo de una degeneración
(Colahan, P., T., et al, 1998, Clayton, H., M., et al, 2007, Duncanson, G., R., 2010).
Examen del pene.- La exploración de pene se realiza mejor cuando está en
erección, mientras se hace el lavado previo para la recolección del semen
(Colahan,P., T., et al, 1998, Clayton, H., M., et al, 2007, Duncanson, G., R., 2010).
Debe examinarse el ano y la piel del perineo, para observar posible presencia de
melanomas (Colahan, P., T., et al, 1998, Clayton, H., M., et al, 2007, Duncanson,
G.,R., 2010).
EXTREMIDAD ANTERIOR
Exploración de la mano.- Lo primero que se debe examinar es el casco: tamaño,
contorno, simetría y equilibrio. Se puede considerar la variación en el contorno
debido al herrado, conformación, corrección, o cojeras. El casco debe presentar
simetría entre las dos extremidades contrapuestas, y entre las mitades medial y
lateral del mismo casco. El ángulo entre la muralla del casco y el suelo debe ser
aproximadamente de 45-50° en la extremidad anterior, y ligeramente más vertical
(50-55°) en la posterior. El ángulo de la muralla del casco y el suelo debe ser el
mismo que el de la cuartilla. Dicha relación constituye el eje casco-cuartilla. La
muralla debe ser recta y no estar extendida hacia fuera, delante de la superficie de
apoyo. La superficie externa del casco debe ser lisa, aunque pueden aparecer
unos anillos causados por enfermedades como laminitis, trastornos nutricionales,
o enfermedades sistémicas. Las variaciones del crecimiento del casco asociadas
con cambios nutricionales o enfermedades sistémicas dan lugar a anillos que
emergen paralelos entre sí y a la corona. Por el contrario, los anillos de la laminitis
son divergentes en los talones y convergentes en la muralla, reflejando un
crecimiento irregular desde la corona. La muralla del casco se debe examinar con
cuidado buscando posibles grietas y posibles lesiones a la corona. Por encima de
la corona se debe palpar la zona proximal de los cartílagos laterales; ya que a
veces se puede palpar una distensión de la articulación interfalángica distal
(Pilliner, S., et al, 2002,Stashak, T., S., 2002, Ross, M., Dyson, S., J., 2003,
Hinchcliff, K., W., et al, 2004). En el menudillo se palpará el pulso digital como
parte de la exploración del casco, para comprobar si se siente acentuado en uno o
ambos lados; un pulso intensificado sugiere una inflamación o una laminitis
(Pilliner, S., et al, 2002, Stashak, T., S., 2002, Ross, M., Dyson, S., J., 2003,
Hinchcliff, K., W., et al, 2004). Se procede a levantar la mano del equino,
comprobando el estado de la palma; la superficie debe ser cóncava, no plana. En
la extremidad anterior, la longitud entre las pinzas del casco y los talones debe ser
igual a la anchura de la palma por su punto más ancho, mientras que en el
miembro posterior es más largo, por lo que el casco se ve más puntiagudo. Se
debe inspeccionar la palma para descartar irregularidades, y el apoyo del casco
durante el movimiento. Se deben considerar el tipo de la herradura, así como su
posición, número de clavos y su colocación. La palma y la ranilla deben estar
libres de suciedad o restos de cama, y se deben retirar los restos de tejido córneo
antes de la inspección. Durante la inspección se identifican posibles objetos
extraños incrustados en el casco, o cualquier otra lesión que se pudiera encontrar
en la palma. Luego de esto se revisan cambios en la continuidad del color de la
superficie, lo que nos indicaría una magulladura, que se pueden apreciar como
zonas moradas o rojas, también posibles infecciones (manchas o líneas negras).
Es de mucha importancia revisar a profundidad la ranilla, la línea blanca y los
talones, ya que son los puntos habituales para producirse infecciones (Pilliner, S.,
et al, 2002, Stashak, T., S., 2002, Ross, M., Dyson, S., J., 2003, Hinchcliff, K., W.,
et al, 2004). La palpación del casco se realiza con la ayuda de unas pinzas,
aplicando presión sobre cada punto del casco, de forma sistémica. Las áreas en
las que se identifica dolor deben comprobarse varias veces para tener la
localización más exacta que se pueda. En caso de que se presente duda de la (s)
área (s) de dolor, se debe comparar con el casco del lado opuesto. También es de
ayuda percutir la tapa y la palma para identificar el dolor, esto se hace con la
ayuda de las pinzas o con un martillo (Pilliner, S., et al, 2002, Stashak, T., S.,
2002, Ross, M., Dyson, S., J., 2003, Hinchcliff, K., W., et al, 2004). La articulación
interfalángica distal se debe flexionar y extender, presionar lateral y medialmente y
rotar, para comprobar posibles focos de dolor, restricciones, inestabilidad o
crepitación (Pilliner, S., et al, 2002, Stashak, T., S., 2002, Ross, M., Dyson, S., J.,
2003, Hinchcliff, K., W., et al, 2004).Todas estas maniobras se deben realzar en
las articulaciones de las cuatro extremidades (Pilliner, S., et al, 2002, Stashak, T.,
S., 2002, Ross, M., Dyson, S., J.2003, Hinchcliff, K., W., et al, 2004).
Exploración de la cuartilla y el menudillo.- Se examina la cuartilla para
comprobar engrosamiento o inflamación alrededor de la articulación interfalángica
proximal (articulación de la cuartilla), o su cara palmar, sobre la que pasan los
tendones flexores superficial y profundo, y los ligamentos sesamoideos distales.
La inflamación puede ser a causa de derrames sinoviales, esto empieza como una
hinchazón de líquido fluctuante entre la cara palmar del tercer metacarpiano y las
ramas del ligamento suspensor. También se palparán los huesos sesamoideos
proximales y las inserciones de las ramas del ligamento suspensor (Pilliner, S., et
al, 2002, Stashak, T., S., 2002, Ross, M., Dyson, S., J., 2003, Hinchcliff, K., W., et
al,2004).
Exploración del metacarpo.- Se palpan los tres huesos metacarpianos, para
comprobar si existe dolor e inflamación. Al palpar los metacarpianos accesorios se
deben incluir sus superficies axial (medial), palmar y abaxial (lateral). En algunos
animales de edad avanzada se pueden encontrar astillas indoloras, pero no son
de significancia clínica. Los tejidos blandos metacarpianos palmares se deben
palpar con cuidado y con el miembro apoyado y levantado, ya que suelen ser
fuente de cojeras. Las estructuras que deben ser identificadas en la palpación son
el tendón flexor superficial, el profundo, el ligamento frenador, y el suspensor
(Pilliner, S., et al, 2002, Stashak, T., S., 2002, Ross, M., Dyson, S., J., 2003,
Hinchcliff, K., W., et al,2004) :
• Al inflamarse el flexor digital superficial, se suele transformar la superficie palmar
del metacarpo, de plana a convexa.
• Lesiones del ligamento frenador interno, provoca inflamación de los tercios
proximal y medio del metacarpo palmar.
• El cuerpo y las ramas del ligamento suspensor se palpan con facilidad en la
región distal y medial del metacarpo. La forma en que se palpan los tendones
extensores digitales (extensor digital común y extensor digital lateral), es desde
sus orígenes musculares por encima del carpo, y descender por la cara dorsal de
la extremidad (Pilliner, S., et al, 2002, Stashak, T., S., 2002, Ross, M., Dyson, S.,
J., 2003, Hinchcliff, K., W., et al, 2004).
Exploración del carpo.- La rodilla (cara dorsal del carpo) se inspecciona para
encontrar posibles inflamaciones sinoviales, a causa de derrames en las dos
articulaciones intercarpianas con más movimiento (las articulaciones
antebraquiocarpiana e intercarpiana), o a tendosinovitis de las vainas del tendón
extensor (extensor carporradial, extensor oblicuo del carpo, extensor digital común
y extensor digital lateral). La flexión de esta articulación permite palpar los límites
dorsales de las articulaciones carpianas para detectar engrosamientos capsulares
y alteraciones del tejido óseo subyacente. En caballos que presentan distensiones
de la cápsula carpiana se palpa la cara distal del radio para detectar posibles
osteocondromas radiales (Pilliner, S., et al, 2002, Stashak, T., S., 2002, Ross, M.,
Dyson, S., J., 2003, Hinchcliff, K., W., et al, 2004).
Exploración del codo y el hombro.- Los derrames o engrosamientos en estas
zonas no suelen ser palpables, pero se pueden apreciar hinchazones regionales, a
causa principalmente, de lesiones traumáticas o infecciones articulares (Pilliner,
S., et al, 2002, Stashak, T., S., 2002, Ross, M., Dyson, S., J., 2003, Hinchcliff, K.,
W., et al, 2004). Se comprueba la estabilidad del olécranon, mediante
manipulación, especialmente en caballos que presentan un "codo caído". Siendo
de utilidad, poner el estetoscopio sobre las prominencias óseas durante la
manipulación, para detectar crepitaciones asociadas a fracturas proximales de la
extremidad (Pilliner, S., et al, 2002, Stashak, T., S., 2002, Ross, M., Dyson, S., J.,
2003, Hinchcliff, K., W., et al, 2004).
EXTREMIDAD POSTERIOR
Los exámenes del pie, menudillo y metatarso de la extremidad posterior son
esencialmente similares a los de la extremidad anterior (Pilliner, S., et al, 2002,
Stashak, T., S., 2002, Ross, M., Dyson, S., J., 2003, Hinchcliff, K., W., et al,
2004)..
Exploración del corvejón.- Causas de hinchazón alrededor del corvejón:
• Derrame de la articulación tarsocrural, que suele ser más aparente en la cara
dorsomedial del corvejón, aunque pueden aparecer pequeñas inflamaciones
fluctuantes en las caras plantarolateral y plantaromedial.
• Distensión de la vaina tarsiana, que produce inflamación plantar proximal al
corvejón a un lado y ligeramente craneal al tendón de Aquiles.
• La inflamación de ligamento plantar provoca un engrosamiento de la cara plantar
del corvejón centrado unos 10 cm distal a la punta del corvejón.
• La artrosis degenerativa de las articulaciones menores del corvejón puede
producir engrosamiento de la cara medial del corvejón distal. Se debe explorar el
tendón de Aquiles para identificar cualquier engrosamiento que indique una lesión
por estiramiento, así como también se debe inspeccionar la posición y estabilidad
del tendón flexor digital que pasa por la punta del corvejón. La extensión del
corvejón debería provocar la de la babilla debido a la acción recíproca. Si éste no
fuera el caso y la extensión se hace de forma independiente y da lugar a una
relajación del tendón de Aquiles, se debe sospechar una rotura del peroneo
anterior (Pilliner, S., et al, 2002, Stashak, T., S., 2002, Ross, M., Dyson, S., J.,
2003, Hinchcliff, K., W., et al, 2004).
Exploración de la babilla.- Un derrame de la articulación femororrotuliana
provoca una inflamación palpable entre los tres ligamentos rotulianos distales. Se
palpan de igual manera los ligamentos colaterales medial y lateral. Se puede
comprobar la integridad del ligamento colateral medial apoyando el hombro contra
la cara lateral de la babilla y abduciendo el extremo distal de la extremidad a la vez
que se palpa la cara medial de la articulación femororrotuliana comprobando
posibles separaciones anormales (Pilliner, S., et al, 2002, Stashak, T., S., 2002,
Ross, M., Dyson, S., J., 2003, Hinchcliff, K., W., et al, 2004).
Exploración de la pelvis y la cadera.- Es difícil de analizar, pero se puede
comprobar la alineación entre las proporciones del trocánter mayor, y las
tuberosidades coxal, sacra e isquiática, para saber si son simétricas. Si hay
presencia de una cojera, los músculos del muslo pueden presentar una importante
pérdida de masa. Se puede inspeccionar la pelvis por palpación rectal. Esto
también ayuda a confirmar la alineación central del sacro y las vértebras lumbares
caudales, y la presencia y carácter del pulso de la aorta terminal y arterias ilíacas
(Pilliner, S., et al, 2002, Stashak, T., S., 2002, Ross, M., Dyson, S., J., 2003,
Hinchcliff, K., W., et al, 2004).
Evaluación de la marcha
Al finalizar la revisión de las extremidades, se evalúa la marcha del animal,
haciéndolo caminar en círculos y trotando, para confirmar o descartar las posibles
cojeras, con esto se pretende identificar (Pilliner, S., et al, 2002, Stashak, T., S.,
2002, Ross, M., Dyson, S., J., 2003, Hinchcliff, K., W., et al, 2004):
• Presencia o ausencia de anomalías sobre la marcha.
• Cuantas y cuales extremidades están afectadas.
• La presentación de la anomalía.
• El grado de anomalía.
Se evalúa mejor sobre un suelo duro. En una zona cerrada y segura, sin
distracciones y peligros; se sujetará al caballo con una cabezada, dejándole unos
30-50 cm de ronsal para que pueda mover la cabeza. Es preciso observar el
movimiento del caballo en línea recta, visto desde adelante, de ambos lados y
desde atrás. Al presentar una cojera de la extremidad anterior, los caballos tienden
a distribuir su peso con la otra extremidad anterior; un signo evidente es que al
realizar esto, levantan la cabeza y el cuello a la vez que se apoya en la extremidad
afectada, y bajándola cuando se apoya en las extremidades sanas. Las cojeras de
la extremidad posterior, se identifican porque la región glútea del lado afectado
subirá y bajará más que la del lado sano, observándose como unos "saltitos"
(Pilliner, S., et al, 2002, Stashak, T., S., 2002, Ross, M., Dyson, S., J., 2003,
Hinchcliff, K., W., et al, 2004).
También se aplican pruebas de intensificación, esto con el fin de demostrar la
existencia de la cojera oculta en un caballo que parece sano, para acentuar una
leve cojera y para ayudar a localizar la anomalía que la provoca, este tipo de
pruebas son de flexión, de extensión y de presión, se eleva el miembro
sospechoso en flexión y/o extensión según sea el caso y se mantiene por espacio
de un minuto, al término de éste, se libera el miembro y se hace trotar al caballo
en línea recta (Pilliner, S., et al, 2002, Stashak, T., S., 2002, Ross, M., Dyson, S.,
J., 2003, Hinchcliff, K., W., et al, 2004).
BLOQUEO DE NERVIOS
Para realizar un diagnóstico completo de cojera, se emplea el bloqueo de nervios,
este procedimiento consiste en aplicar una analgesia local que permite identificar
con mayor exactitud en donde le duele al animal. Los resultados de la analgesia
local, se interpretan mejor cuando el caballo presenta un grado consistente de
cojera desde el primer momento. Eligiendo el anestésico de preferencia del
médico veterinario, y con la debida sujeción del caballo y asepsia del área, se
procede al bloqueo. Se recomienda la tricotomía del área a tratar para una mejor
palpación de los puntos de referencia. La colocación de la aguja se debe hacer
con la mayor exactitud posible. Se puede mantener la extremidad flexionada
durante la inyección para tener un mejor control de la misma. Se introduce
rápidamente a través de la piel una aguja estéril sujetada por el cono. Luego se
dirige la punta hacia la dirección y profundidad adecuadas. Cuando ha cesado
todo movimiento del caballo, se ajusta la jeringa y se realiza la inyección. La
jeringa se ha de conectar con firmeza con la aguja, para prevenir la pérdida de
líquido durante la inyección, pero no tanto que impida su rápida desconexión en
caso de que el caballo se mueva, dejando la aguja en posición (Wyn-Jones, G.,
1998, Stashak, T., S., 2002, Ross, M., Dyson, S., J., 2003, Moyer, W., et al, 2007).
PUNTOS DE BLOQUEO NERVIOSO DE LA EXTREMIDAD ANTERIOR
5. CATETERIZACIÓN INTRAVENOSA
La cateterización intravenosa es utilizada para la administración de grandes
volúmenes de líquido y/o la aplicación frecuente de dosis de medicamentos
intravenosos. Dependiendo del uso que se pretenda, el catéter será de distinto
tamaño y tipo. Los catéteres de gran calibre (14, 12 ó 10) se utilizan para la rápida
administración de líquidos en los caballos adultos. Se pueden usar catéteres
bilaterales en ambas venas yugulares, pero esto solo en casos extremos de
deshidratación. Existen catéteres para uso a corto y a largo plazo. Los de corto
plazo pueden utilizarse durante un máximo de 3 días, mientras que los de largo
plazo pueden mantenerse hasta dos semanas (Hickman, J., et al, 1995, Orsini, J.,
A., Divers, T., J., 2000). La vena más utilizada para la cateterización, es la vena
yugular, pero en caso de que no se pueda acceder a ella, existen otras venas
adecuadas, como la vena cefálica y la vena subcutánea abdominal (Hickman, J.,
et al, 1995, Orsini, J., A., Divers, T., J., 2000).
Material
• Material para lavado quirúrgico.
• Máquina de rasurar.
• Guantes estériles.
• Catéter adecuado.
• Solución salina heparinizada (2.000 unidades de heparina en 500 ml de solución
salina) en una jeringa de 20 ó 35 ml y aguja de calibre 18.
• Material de sutura para piel ó pegamento de acción rápida (cianoacrilato)
• Equipo de extensión relleno con solución salina heparinizada.
• Tapón para inyección.
•Venda adhesiva en caso de potros.
Técnica
• Se elige una zona en el tercio craneal de la gotera de la yugular para la
colocación del catéter.
• Se hace la tricotomía del área para su preparación quirúrgica.
• Debe realizarse un lavado quirúrgico del punto de colocación del catéter y de un
área de 10-15 cm por debajo, donde la vena yugular será presionada.
• Se deben colocar los guantes estériles.
• Se retira la envoltura protectora del catéter y se afloja el tapón de la aguja. El
catéter sólo debe tocarse por el cono.
• Usando tres dedos sobre la gotera de la yugular, distal al punto de inserción del
catéter, se presiona ligeramente para distender la vena yugular.
• Se debe angular el catéter paralelo a la gotera de la yugular.
• Se realiza una punción percutánea con un ángulo de 45° y se avanza el
catéter y la aguja lentamente hasta que aparezca sangre en el cono del
catéter. Cuando esté en la vena, se angula el catéter paralelo a la gotera de la
yugular y se avanza el catéter y la aguja de 2 a 5 cm. Entonces se separan el
catéter y la aguja, y se desliza el catéter hacia abajo en la vena, manteniendo
la aguja en su sitio. El catéter debe progresar sin encontrar resistencia. Se retira la
aguja.
• Inmediatamente se debe acoplar el tubo del equipo de extensión y el tapón de
inyección.
• Empleando la jeringa con la solución salina heparinizada, se aspira sangre en el
equipo de extensión, con el fin de estar seguros de que el catéter se encuentra en
la vena, observando la salida de sangre con facilidad. Se administra la solución
salina heparinizada a través del catéter.
• Se sutura el cono del catéter a la piel del caballo o se emplea cinta adhesiva
• El equipo de extensión se puede fijar con la venda adhesiva alrededor del cuello
del animal, para futuras observaciones del catéter.
Mantenimiento del catéter
Se deben limpiar todos los catéteres con solución salina heparinizada (5-7 ml)
cada 4-6 horas para evitar la coagulación sanguínea en su interior. Antes de
insertar la aguja, el tapón debe limpiarse con una torunda con alcohol, antes de
administrar medicamentos. El no aspirar sangre puede ser indicativo de los
siguientes inconvenientes: la presencia de un coágulo de sangre en el catéter, que
existan dobleces en el catéter o bien en el equipo de extensión, o podría ser por
un acoplamiento defectuoso del tapón de inyección o del equipo de extensión. Si
no se aprecia sangre, deben pasarse suavemente de 5 a 7 ml de solución salina
heparinizada a través del catéter y aspirar de nuevo. Si no puede confirmarse la
presencia de sangre en la jeringa, hay que reemplazar el catéter (Hickman, J., et
al, 1995, Orsini, J., A., Divers, T., J., 2000). Cuando se vayan a administrar los
medicamentos se debe aspirar sangre para comprobar que sigue en la vena, y
antes de pasar los fármacos, se deben inyectar 5 ml de solución salina
heparinizada, esto aplica también entre cada fármaco que se vaya a inyectar y
después del último administrado (Hickman, J., et al, 1995, Orsini, J., A., Divers, T.,
J., 2000). Al cambiar el catéter se debe utilizar una vena alternativa para no
provocar flebitis (Hickman, J., et al, 1995, Orsini, J., A., Divers, T., J., 2000).
Complicaciones
Se presenta habitualmente tromboflebitis, flebitis o celulitis flemonosa locales en
cateterizaciones prolongadas. Debe examinarse el sitio del catéter 2 veces al día
en busca de inflamación, calor o dolor, al encontrarse requieren la inmediata
retirada del catéter (Hickman, J., et al, 1995, Orsini, J., A., Divers, T., J., 2000). La
flebitis suele causar fiebre e incremento o diminución en el recuento de células
nucleadas. La oclusión completa de la vena por un trombo séptico, la formación de
un absceso o una bacteremia o septicemia secundarias llegan a requerir un
tratamiento más agresivo (Hickman, J., et al, 1995, Orsini, J., A., Divers, T., J.,
2000).
6. CATETERIZACIÓN DE VÍAS URINARIAS
CATETERIZACIÓN DE LA VEJIGA
La cateterización de las vías urinarias asegura una toma precisa, no contaminada
y oportuna de la muestra de orina (Hickman, J., et al, 1995, Orsini, J., A., Divers,
T., J., 2000).
La práctica de cateterización de la vejiga sirve para detectar si hay paso a través
de la uretra o no, además de ayudar a la obtención de orina para muestras
requeridas como cultivos bacterianos. Otro de los beneficios de ésta técnica es el
vaciado de la vejiga, para las poder hacer la palpación rectal, o bien una
endoscopía (Hickman, J., et al, 1995, Orsini, J., A., Divers, T., J., 2000).
Material
• Sedación y/o tranquilización (xilacina, butorfanol).
•Venda para la cola de la yegua.
• Guantes estériles.
• Vaselina o lubricante estéril.
• Catéter urinario adecuado (estéril).
PROCEDIMIENTO EN EL MACHO
Antes de iniciar el procedimiento es necesario relajar el pene usando una dosis de
detomidina 0.01 mg/kg IV. lenta seguida de butorfanol (25 mg/kg IV), pero es
menos predecible si se producirá una relajación adecuada del pene (Hickman, J.,
et al, 1995, Orsini, J., A., Divers, T., J., 2000). Ya relajado el glande y el orificio
externo de la uretra se lava con una solución de povidona yodada a temperatura
ambiente. Previamente aplicada la asepsia, se lubrica la punta de un catéter (8
mm, 24 FG x 137 cm) y se introduce en la uretra mientras se sujeta suavemente y
con precaución el cuerpo del pene con la otra mano. Hay un sitio donde el paso
del catéter opone un poco de resistencia, es en el arco isquiático, en éste punto se
observa el levantamiento de la base de la cola. Cuando la punta es introducida en
la vejiga, se puede escuchar la entrada del aire por el interior del catéter. Una vez
dentro de la vejiga, puede haber flujo a presión, de no ser así, se puede hacer un
sifón usando una jeringa acoplada al catéter, para succionar con ésta la orina.
Aplicando ésta técnica de extracción en una vejiga colapsada se pueden obtener
de 20 a 30 ml de orina. Si luego de tratar de extraer la orina con la jeringa no se
obtiene, es necesario esperar un poco después de la retirada del catéter, teniendo
a mano un recipiente adecuado para la recogida de la orina, ya que el aire
aspirado estimula el paso de una pequeña cantidad de orina (Hickman, J., et al,
1995, Orsini, J., A., Divers, T., J., 2000).
PROCEDIMIENTO EN LA HEMBRA
Al contrario que en el macho, este procedimiento es más fácil de realizar en la
yegua y en potras, ya que el orificio uretral externo es muy flexible y se encuentra
fácilmente. Antes de empezar se debe vendar la cola y hacer asepsia en la vulva,
luego con mucha precaución se desliza el dedo por la base de la vulva a lo largo
de la línea media. Generalmente la abertura de la uretra se encuentra a unos 10
a12 cm de la comisura de los labios entre el pliegue vestibulovaginal que demarca
la entrada de la vagina. Una vez encontrado, se procede a introducir un catéter a
través de la vulva, sujetándolo entre los dedos y dirigido por el índice. La longitud
de la uretra es de un promedio entre 7 y 10 cm por lo que el catéter enseguida
entrará en la vejiga; a veces puede ser necesario aspirar con una jeringa para
obtener la muestra de orina (Hickman, J., et al, 1995, Orsini, J., A., Divers, T., J.,
2000).
Complicaciones
Son mínimas pero una mala técnica podría provocar una cistitis. Luego de retirar
el catéter es posible que el paciente adopte una postura como para orinar y
expulsar el aire aspirado. Existe el riesgo de hacer un nudo en el catéter si se
introduce una longitud excesiva. La temperatura de esterilización retuerce los
catéteres y los hace inservibles (Hickman, J., et al, 1995, Orsini, J., A., Divers, T.,
J., 2000).
7. INTUBACIÓN NASOGÁSTRICA
La intubación nasogástrica suele ser necesaria para administrar grandes
volúmenes de medicación por vía oral. También es una técnica diagnóstica y
terapéutica muy importante cuando el caballo tiene cólicos (Orsini y Divers, 2000).
Se introduce la sonda para comprobar si hay líquido acumulado en la porción
anterior del tracto gastrointestinal. Se emplea una sonda nasogástrica para
administrar soluciones de glucosa o xilosa en las pruebas de absorción para
detectar el reflujo de líquidos y para permitir una descompresión en casos de
obstrucción alimentaria alta o (con mucho cuidado) indicar el punto de obstrucción
esofágica (Orsini, J., A., Divers, T., J., 2000, Duncanson, G., R., 2010).
Existen sondas comerciales para caballos, ponis y potros (figura 68). Se debe
evitar el uso de tubos que se doblen con facilidad con el calor de la faringe; así
como también los tubos muy estrechos ya que pueden dirigirse mal al intentar la
Intubación. Son preferibles los tubos transparentes que permiten al clínico
observar el paso de los fluidos. Se deben evitar las sondas en las cuales el
extremo a introducir en el ollar del caballo, esté raído o mordido, ya que causará
traumatismos en las superficies mucosas. Toda vez que los tubos no vienen
graduados, es de mucha utilidad hacerles una marca indeleble en toda la
circunferencia, indicando en qué punto del tubo se está acercando a la faringe o al
esófago. Esta distancia es de aproximadamente 30 cm en los tubos de los ponis y
de 35 cm en los de los caballos adultos. También es recomendable hacer una
marca orientando la parte superior del tubo, por ejemplo, su curvatura externa
(Orsini, J., A., Divers, T., J., 2000, Duncanson, G., R., 2010).
Sujeción.- El caballo se coloca contra una trampa de manejo. Se utiliza la mano
Izquierda para guiar la sonda en dirección ventral y medial hacia el meato nasal
ventral. Se debe contar con una cabezada de buena calidad para evitar que se
mueva el animal (figura 69). Dependiendo del temperamento del animal y en caso
de que forcejee, es recomendable emplear un arcial, o si las circunstancias
clínicas lo permiten se puede sedar, aunque esto disminuirá el reflejo de deglución
al pasar el tubo (Orsini, J., A., Divers, T., J., 2000, Duncanson, G., R., 2010).
Paso de la sonda.- Los primeros 10-12 cm del extremo anterior se lubrican
suavemente con un lubricante hidrosoluble (figura 70), sujetando a continuación
el tubo justo por detrás de esta zona, para una introducción controlada. El clínico
deberá evitar mancharse las manos con el lubricante, porque si no el tubo se le
escurrirá constantemente entre los dedos. Se debe contar con un ayudante, el
cual tendrá que mantener la cabeza del animal flexionada, y el clínico colocará su
mano libre en el puente de la nariz, por encima del hocico, teniendo cuidado de no
obstruir el ollar opuesto (figura 71). Se usa el pulgar para elevar el cartílago alar
del ollar en el que se introducirá la sonda; abriendo así un amplio acceso a la
cavidad nasal. El extremo lubricado del tubo se coloca sobre el suelo del ollar
abierto, ligeramente inclinado hacia el septo nasal, con la curvatura dirigida hacia
abajo. Se empuja suavemente hacia adelante, de modo que siga el meato ventral,
y se suelta el cartílago alar (figura 72). Si no se consigue colocar el tubo sobre el
suelo de la cavidad nasal, puede que el tubo pase por el meato medio,
produciendo el consiguiente traumatismo de los cornetes. Una colocación
demasiado alta puede conducir la sonda hacia el divertículo nasal (falsa nariz),
(Orsini, J., A., Divers, T., J., 2000, Duncanson, G., R., 2010).
La sonda encuentra una pequeña resistencia al pasar sobre la epiglotis. La
mayoría de los caballos tragan la sonda de inmediato. Se debe intentar pasar la
sonda en la primera deglución, ya que los sucesivos intentos para estimular la
deglución se hacen cada vez más difíciles. El extremo de la sonda debe
permanecer delante de la epiglotis mientras se espera a la deglución. Tocando
suavemente con la punta de la sonda en la epiglotis, o instilando una pequeña
cantidad de agua por la sonda, se anima a algunos caballos a deglutir. Si no se
produce reflejo de deglución, hay que tratar de intubar por el otro ollar. En la
mayoría de los casos, si se sigue impulsando la sonda, se introducirá en la laringe
y en la tráquea. Para evitarlo, se debe girar la sonda 90° antes de seguir
avanzando. Esto produce el efecto de elevar el extremo del tubo con respecto a la
laringe, y por lo tanto acerándolo a la abertura del esófago, que está por encima
de la laringe. Si se hace bien, una suave presión sobre la abertura del esófago
desencadenará el reflejo de la deglución, permitiendo su paso (Orsini, J., A.,
Divers, T., J., 2000, Duncanson, G., R., 2010). En el caso de que la sonda entre
en la laringe, se debe retirar hasta la marca del ollar, darle un giro de 90° para
elevar aún más el extremo y tratar de avanzar de nuevo. Si al ejercer una suave
presión, solo se obtiene resistencia total, se debe retirar la sonda unos 2 ó 3 cm y
se vuelve a empujar suavemente para conseguir el reflejo de deglución. Si la
maniobra llegará a fallar 3 ó 4 veces más, se debe sospechar que el extremo está
presionando sobre el receso faríngeo que se encuentra por encima de la laringe y
el esófago. En este caso, el extremo se dirige hacia abajo girándolo unos 90° en
sentido contrario, antes de hacerlo avanzar de nuevo. Esta manipulación de
ensayo y error de la sonda para conducirla al lado del esófago y provocar la
deglución es la parte más difícil de dominar en todo el procedimiento (Orsini, J., A.,
Divers, T., J., 2000, Duncanson, G., R., 2010).
Comprobación de la posición de la sonda.- Si la sonda está en el esófago se
producen repetidos reflejos deglutorios a medida que la sonda va avanzando. Los
signos de una correcta colocación de la sonda son los siguientes (Orsini, J., A.,
Divers, T., J., 2000, Duncanson, G., R., 2010).:
• Hay una cierta resistencia al paso (tono esofágico).
• La sonda pasa por la tráquea con relativa facilidad, y pueden notarse los anillos
traqueales.
• Puede aparecer un engrosamiento del tercio superior del canal yugular izquierdo,
que va descendiendo por el cuello a medida que el extremo de la sonda sigue la
línea del esófago a la izquierda de la tráquea.
• Generalmente, la sonda no se ve si está en la tráquea. Cuando no se aprecia,
hay que palparla cuando pasa por la entrada del tórax, o de una manera más fácil,
cuando se encuentra al lado de la parte rostral de la tráquea (por lo general a su
izquierda). Esto se facilita desplazando con suavidad la tráquea dorsalmente con
la mano y palpando la sonda en el esófago con la punta de los dedos de la misma
mano. Este es el método más fiable para comprobar la correcta situación de la
soda. Un pequeño porcentaje de los caballos tienen el esófago situado a la
derecha.
Cuando se intenta aspirar aire, se nota una resistencia provocada por el colapso
del esófago sobre el extremo de la sonda. Si la sonda está en la tráquea y se
realiza una succión, no se produce presión negativa. Cuando el extremo de la
sonda está en la región del cuello, un soplo breve y entrecortado a través del tubo
produce un inflado momentáneo del esófago que se puede observar en el canal
yugular. Ésta es una prueba muy útil si no se ha visto el engrosamiento distintivo
discurriendo hacia abajo por el canal de la yugular. Hay que repetir los soplidos
hasta que el clínico esté convencido de que el efecto es realmente un hinchazón, y
no una deglución accidental (Orsini, J., A., Divers, T., J., 2000, Duncanson, G., R.,
2010). El paso a través del cardias hacia el estómago se facilita soplando a través
de la sonda. Una vez en el estómago, sale gas con olor a ingesta, al soplar se
produce un sonido de burbujas. Esta es la comprobación final de que la sonda se
encuentra en el estómago definitivamente (Orsini, J., A., Divers, T., J., 2000,
Duncanson, G., R., 2010). Debe intentarse obtener reflujo antes de administrar
grandes volúmenes de líquidos.Para obtener reflujo, se debe crear un sifón,
generando una columna de agua entre el estómago y el exterior. Si no se obtiene
reflujo, puede administrarse medicación por la sonda, calentada a temperatura
corporal con ayuda de un embudo. El extremo de la sonda se eleva por encima de
la cabeza del caballo para completar la administración. Antes de retirarlo, se debe
bajar de nuevo el extremo de la sonda para asegurarse de que no hay excesiva
presión en el estómago (Orsini, J., A., Divers, T., J., 2000, Duncanson, G., R.,
2010). Algunas veces, cuando la sonda se encuentra en la laringe se puede
detectar soplando o aspirando aire por la sonda, si no se nota resistencia es
positivo de que se encuentra en éste sitio, otras veces puede que se produzca tos;
aunque si se produjera, esto puede coincidir con la deglución de la sonda, y no es
necesariamente una colocación errónea. El volumen, aspecto y olor del líquido son
parámetros importantes a evaluar cuando se trata un caballo con cólicos (Orsini,
J., A., Divers, T., J., 2000, Duncanson, G., R., 2010).
Retirada de la sonda.- Cualquier medicación líquida que se haya introducido por
la sonda y esté ocupando un espacio muerto en ésta, se debe soplar al interior del
estómago antes de retirar la sonda. De no hacerse así, puede provocarse la
inhalación de gotas de líquido cuando la sonda pase por la laringe al ser retirada
Debe retirarse con mucho cuidado y lentamente. Es importante no retirar
bruscamente los últimos 50 cm, ya que se puede provocar un traumatismo en las
mucosas de los cornetes, que es muy vascularizada, lo que provocaría una
hemorragia nasal. Las hemorragias nasales son frecuentes en éste tipo de
procedimientos y más, si la persona no está experimentada; pero no causan un
problema clínico serio (Orsini, J., A., Divers, T., J., 2000, Duncanson, G., R.,
2010). Si la hemorragia continúa durante más de 10-15 min., o ésta se considera
excesiva, se puede aplicar un spray intranasal de 10 mg de clorhidrato de
fenilefrina, diluido en 10 ml de suero salino estéril, con la ayuda de un catéter
nasal (Orsini, J., A., Divers, T., J., 2000, Duncanson, G., R., 2010).
La administración accidental de un gran volumen de líquido en los pulmones de un
paciente puede resultar fatal. De ahí la necesidad de «ver, sentir, oler y oír»
literalmente que la sonda está en posición correcta (Orsini, J., A., Divers, T., J.,
2000, Duncanson, G., R., 2010).
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Universidad Colima.
Facultad de Medicina Veterinaria Zootecnia
Hospital Veterinario para Grandes Especies
Historia Clínica
Folio.___________
Fecha___________
Domicilio._________________________________________________________
Calle No. Colonia Ciudad CP.
Anamnesis
Historia clínica._____________________________________________________
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Dieta___________________________Frecuencia____________ Modo_______?
Desde cuando tiene a su caballo.______________________________________
Existen otros animales.______________________________________________
Descripción del medio ambiente donde vive.
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Vacunaciones tétanos__________Fecha____________Revacunación________
Influenza____________________Fecha_____________Revacunacion
Otras:
Enfermedades que ha padecido: No____ No____ sabe Si Cuales______________